Hortalizas Region de Aysen

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SERIE CIENCIAS AGRONÓMICAS

N° 31, 2019

Editores: Apoyado por


Ricardo Pertuzé Concha
Alan Pinto Richards
Celeste Medina Oviedo
PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN
DE HORTALIZAS EN LA REGIÓN
DE AYSÉN
Este libro fue desarrollado en el marco del proyecto GORE-FIA: “Desarrollo
hortícola en la Región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo”, código:
PYT-2016-0775

Santiago de Chile, 2019


R. Pertuzé C., A. Pinto R. y C. Medina O.
Producción y comercialización de hortalizas en la Región de Aysén
Santiago, Universidad de Chile
Facultad de Ciencias Agronómicas, 2019
Serie Ciencias Agronómicas N° 31
102 páginas

La presente publicación entrega resultados obtenidos en el marco del


proyecto “Desarrollo hortícola en la Región de Aysén del General Carlos
Ibáñez del Campo” (PYT-2016-0775), desarrollado por la Facultad de
Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, entre los años 2016 y
2019, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del
Ministerio de Agricultura, a través del Gobierno Regional de Aysén. Incluye
también los resultados de las iniciativas FIA PYT-2016-0775 (“Desarrollo
hortícola en la Región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo”),
EST-2017-0834 (“Implementación de mejoras tecnológicas en invernaderos
en la Región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo”), COC-2017-
0810 (“Programa Hortícola Aysén: Consultoría para elaboración de planes
de riego en la Región Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo”) y COC-
2018-0374 (“Transferencia y sistematización de modelos de negocio para
los agricultores hortícolas de la Región de Aysén del General Carlos Ibáñez
del Campo”).

ISBN Libro: 978-956-19-1123-9


ISBN Serie: 978-956-19-0363-0
R.P.I.: 302504

Facultad de Ciencias Agronómicas


Departamento de Producción Agrícola
Universidad de Chile
Santa Rosa 11.3115, La Pintana, Santiago
e-mail: [email protected]; [email protected]; [email protected];
[email protected]

Fundación para la Innovación Agraria (FIA)


Supervisión Técnica: Fernando Arancibia Martínez.

Edición: 250 ejemplares.

Diagramación: Cynthia Aguilera Fernández.


AUTORES
Ricardo Pertuzé Concha
Ingeniero Agrónomo. Ph.d. Académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la
Universidad De Chile, especialista en Recursos Genéticos y Producción de Semillas y
Hortalizas.

José Ignacio Covarrubias Peña


Ingeniero Agrónomo. Mg. Cs. Dr. Académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas
de la Universidad de Chile, especialista en Nutrición Mineral Vegetal y Producción
Hidropónica.

Rodrigo Orrego Leyton


Ingeniero Agrónomo. Profesional de la Seremi de Agricultura de la Región de Aysén.
Coordinador del Programa Hortícola en la Región.

Alan Pinto Richards


Ingeniero Agrónomo. Profesional de la Facultad de Ciencias Agronómicas de
la Universidad de Chile, especialista en Producción de Hortalizas y Manejos de
Invernadero.

Celeste Medina Oviedo


Ingeniera Agrónoma. Profesional de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la
Universidad de Chile, especialista en Producción de Hortalizas.

Maruja Cortés Belmar


Ingeniera Agrónoma. Mg. Cs. Dr. Académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas
de la Universidad de Chile, especialista en Desarrollo Rural y Políticas Públicas

José Lladser Urzúa


Ingeniero Agrónomo. Profesional de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la
Universidad de Chile, especialista en Gestión y Comercialización.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos en primera instancia a todos los agricultores y agricultoras
hortícolas de la Región de Aysén por su entusiasmo, ganas de trabajar,
espíritu emprendedor y por la confianza que todos ellos depositaron en este
equipo de trabajo. Esperamos que sigan con el mismo entusiasmo, ganas
de aprender y de superarse, cualidades que hicieron de este proyecto, más
que un trabajo, una actividad enriquecedora para ambas partes en la que
intercambiamos conocimientos y saberes entorno a la agricultura que es
nuestra pasión.
Agradecemos a todo el equipo del proyecto y quienes participaron en la
elaboración de este manual, el que de seguro será un aporte a la producción
hortícola de la Región de Aysén, agradecemos también a los asesores y
expertos de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile
que apoyaron con charlas y diversos puntos de vista, que fueron parte de los
pilares fundamentales para el logro de los objetivos y actividades planteados
en el inicio de este proyecto; agradecemos especialmente a: María Verónica
Díaz M. (Mg.Cs. Ing. Agr.), Víctor Escalona C. (Dr. Ing. Agr.), Marcos Mora G.
(Dr. Ing. Agr.). También a Nelly Bustos Z. (Dr. Nutricionista), académica del
INTA (Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos), de la Universidad
de Chile y a Eduardo Pérez (Lic. Cs. Agropecuarias), por el aporte de sus
conocimientos de riego en esta iniciativa. Finalmente, queremos agradecer
especialmente los aportes de los memorantes y tesistas que levantaron sus
trabajos en el marco de esta iniciativa, Lukas Salgado, José Lladser, Ángela
Ponce y Cristóbal Estévez.
Agradecemos también a FIA (Fundación para la Innovación Agraria), por
su aporte económico y logístico al desarrollo de este proyecto y actividades
complementarias, destacando la ardua labor de nuestro ejecutivo Fernando
Arancibia, quién fue un aporte en todas las labores de gestión y administrativas
del proyecto. Las iniciativas que financiaron este proyecto fueron: PYT -
2016 - 0775, COC - 2017 - 0810, EST – 2017 - 0834 y COC – 2018 - 0374.
Finalmente agradecer al Gobierno Regional de Aysén por el financiamiento
madre de este proyecto, y a la Seremi de Agricultura de la Región de Aysén,
entidad que nos ayudó directamente en la ejecución y cumplimiento de los
hitos del programa hortícola.
Gracias por el compromiso de todos.
TABLA DE CONTENIDO
CAPÍTULO 1. SITUACIÓN BASE DE LA PRODUCCIÓN
HORTÍCOLA EN LA REGIÓN DE AYSÉN...................................................................... 1
El sector hortícola nacional....................................................................................... 1
Consumo nacional de hortalizas............................................................................... 6
Producción Hortícola en la Región de Aysén............................................................ 8
Identificación del problema...................................................................................... 11
Falta de acompañamiento técnico constante a los productores......................... 12
Baja diversificación productiva............................................................................ 12
Falta de agregación de valor de los productos hortícolas................................... 12
Bajo dominio de habilidades comerciales de los productores
para mejorar los circuitos cortos de comercialización........................................ 13
Falta de innovación en los sistemas productivos................................................ 13
Bajo volúmenes de producción de hortalizas...................................................... 14
Ausencia de campañas para el fomento del consumo de hortalizas.................. 14
Bajo fomento a la incorporación de tecnología e infraestructura productiva....... 14
Referencias......................................................................................................... 15
CAPÍTULO 2. ANTECEDENTES DEL
MERCADO DE HORTALIZAS DE LA REGIÓN DE AYSÉN........................................... 17
Caracterización de la Demanda de Hortalizas........................................................ 17
Personas............................................................................................................. 20
Empresarial......................................................................................................... 20
Análisis del precio de las hortalizas ....................................................................... 21
Estimación de la demanda potencial de hortalizas
de la Región de Aysén............................................................................................. 24
Referencias......................................................................................................... 26
CAPÍTULO 3. MANEJO AGRONÓMICO DE HORTALIZAS.......................................... 28
Fertilización y principios de la fertirrigación............................................................. 28
¿Cuánto fertilizar?............................................................................................... 28
¿Cómo fertilizar y qué aplicar?............................................................................ 30
Pincipios de fertirrigación.................................................................................... 32
Balance hídrico........................................................................................................ 33
Balance del agua en el suelo.............................................................................. 33
Método Climático................................................................................................. 38
Métodos Asociados al Suelo............................................................................... 45
Métodos asociados a la planta............................................................................ 46
Sistema de riego................................................................................................. 46
Referencias......................................................................................................... 47
CAPÍTULO 4. PRODUCCIÓN DE HORTALIZAS PROTEGIDAS................................... 48
Mecanismos de protección de hortalizas................................................................ 48
Mulch................................................................................................................... 48
Mantos térmicos y microtúneles.......................................................................... 50
Tipos de Invernaderos......................................................................................... 51
Manejo de invernaderos (control de temperatura, humedad, otros)................... 53
Producción de plantines de calidad para la Región............................................ 57
Referencias......................................................................................................... 59
CAPÍTULO 5. PROMOVIENDO LA INNOVACIÓN
EN MODELOS DE NEGOCIOS HORTÍCOLAS DE LA REGIÓN DE AYSÉN.................... 60
La innovación y la Agricultura Familiar.................................................................... 60
Identificación del valor de la producción hortícola de la Región
de Aysén para la generación de modelos de negocios regionales......................... 62
Metodología............................................................................................................. 62
Resultados ............................................................................................................. 63
La Junta............................................................................................................... 63
Puerto Aysén....................................................................................................... 64
Coyhaique........................................................................................................... 66
Chile Chico.......................................................................................................... 67
Cochrane............................................................................................................. 69
Orientaciones estratégicas para capturar el valor detectado en
la producción y comercialización hortícola de la Región de Aysén......................... 70
Metodología............................................................................................................. 70
Resultados.............................................................................................................. 71
Análisis Interno.................................................................................................... 71
Análisis Externo................................................................................................... 71
Referencias......................................................................................................... 76
CAPÍTULO 6. EXPERIENCIAS PRODUCTIVAS Y CARACTERÍSTICAS DE
LOS PRINCIPALES CULTIVOS HORTÍCOLAS DESARROLLADOS EN AYSÉN.............. 78
Hortalizas de Estación Fría..................................................................................... 78
Lechuga................................................................................................................. 78
Enfermedades..................................................................................................... 79
Plagas................................................................................................................. 79
Variedades.......................................................................................................... 81
Experiencias del cultivo de lechuga en la Región............................................... 83
Brásicas................................................................................................................. 85
Enfermedades..................................................................................................... 86
Plagas................................................................................................................. 87
Brásicas de hoja.................................................................................................... 87
Brásicas de flor...................................................................................................... 90
Hortalizas de Estación Cálida................................................................................. 92
Tomate................................................................................................................... 93
Zapallos ................................................................................................................ 96
Referencias......................................................................................................... 97
CAPÍTULO 7. PERSPECTIVAS Y DESAFÍOS DE LA PRODUCCIÓN
DE HORTALIZAS EN LA REGIÓN DE AYSÉN ............................................................ 99
Buenas prácticas agrícolas (BPA)........................................................................... 99
Manejo integrado de las malezas............................................................................ 99
Producción de plantines........................................................................................ 100
Riego .................................................................................................................... 100
Asociatividad......................................................................................................... 100
Uso de maquinarias y tecnología en la agricultura............................................... 101
Referencias....................................................................................................... 101
Anexo.................................................................................................................... 102
CAPÍTULO 1. SITUACIÓN BASE DE LA PRODUCCIÓN
HORTÍCOLA EN LA REGIÓN DE AYSÉN
Rodrigo Orrego L.

El sector hortícola nacional

El sector hortícola tiene gran importancia para el país: se encuentra en todas


regiones con cerca de 34.000 explotaciones, de las cuales casi el 65% son
superficies agrícolas menor a 5 hectáreas, lo que indica que este sector está
compuesto por gran cantidad de pequeños productores (Censo agropecuario,
2007). De acuerdo a las estimaciones del INE, la  superficie hortícola
nacional alcanzó casi 70 mil hectáreas el año 2014 y el 84% se encuentra entre
las regiones de Coquimbo y del Maule. Las hortalizas con mayor superficie
cultivada son el maíz, la lechuga y el tomate para consumo fresco, con
participaciones de 14%, 10% y 7%, respectivamente (Figura 1).

Araucanía Resto País Arica


1.392 1.852 Parinacota Metropolitana: 31%
2.799 O’Higgins: 15%
Biobío 3.554 Atacama
571 Maule: 14%
Coquimbo Valparaíso: 12%
7.667
Coquimbo: 12%
Maule 9.042 Biobío: 6%
Valparaiso
7.775 Arica y Parinacota: 4%
O'Higgins Araucanía: 2%
9.731
Metropolitana;
Atacama: 1%
19.391 Resto del país: 3%

Figura 1. Superficie hortícola por región año 2015 (hectáreas; %). Fuente: Elaborado
por ODEPA con información del INE (2016).

Chile es uno de los productores agrícolas líderes de Latinoamérica y un


importante actor en los mercados agroalimentarios mundiales. En términos
de valor de la producción, el país se ha ubicado entre los principales veinte
productores mundiales de frutas y hortalizas, situando a la agricultura chilena
entre las más productivas de la región, con éxito reconocido en frutas, vinos,
salmones y productos forestales. Pero cabe preguntarse, ¿Qué sucede
con los productores hortícolas que están fuera del mercado internacional?,
¿Tienen éstos las mismas posibilidades de adaptar sus sistemas productivos
hacia un mercado cada día más exigente de alimentos producidos en forma

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Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

responsable con el medioambiente, con los trabajadores y los consumidores?,


¿Cuáles son los mecanismos y estrategias que debiese el estado proyectar
para las siguientes décadas? ¿Qué sucederá con los pequeños productores de
hortalizas y otras materias primas agrícolas?, es decir aquellos con un máximo
de hasta 12 hectáreas productivas, los que representan a cerca del 60% de la
producción agrícola del país y que dan trabajo (permanente y ocasional) a una
gran parte de la población.

Según el estudio “Diagnóstico y estrategia de desarrollo para el sector hortícola


chileno” (Schwartz et al., 2013), el sector hortícola del país se caracteriza por
la gran diversidad de especies cultivadas, principalmente maíz dulce (choclo),
tomate, lechuga, cebolla y zapallo y por un universo del orden de 100 mil
productores, en una superficie cercana a las 80 mil hectáreas. Parte de la
producción de estos cultivos se destina al procesamiento agroindustrial, como
hortalizas congeladas, en conserva, deshidratadas, jugo, pasta y salsas, entre
otros formatos, que en su mayoría se destinan a exportación.

En términos de su perfil productivo regional, el 85% de la superficie se concentra


entre las regiones de Coquimbo y del Maule, ubicándose un tercio en la Región
Metropolitana. Respecto a los productores, el estudio consigna que el 75%
de ellos se inserta en las categorías de Subsistencia, Pequeño y Mediano
Empresario.

El sector hortícola representa un punto crítico de la cadena productiva


agroalimentaria del país y, a la vez, se constituye como un agronegocio de gran
potencial, en términos de sus posibilidades de agregación de valor y expansión
hacia mercados internacionales. Pese a ello, hay una serie de limitantes que
han impedido un mayor dinamismo. Entre las más relevantes se mencionan
la inexistencia de una presencia gremial fuerte que canalice necesidades
sectoriales y promueva la unión entre agricultores y la producción inocua y de
calidad; carencia de control en las hortalizas que van a ferias libres; y el escaso
desarrollo de productos procesados.

Otras condicionantes negativas están en la naturaleza informal de la producción


primaria, con limitada aplicación de tecnologías de alto rendimiento, y en su
mayoría desarrollada por agricultores sin cultura empresarial, que actúan como
agentes pasivos en la comercialización de sus productos.

La trazabilidad e inocuidad de los productos aparece como uno de los temas


más débiles del sector, de acuerdo a lo establecido por el estudio. Se plantea
que para fortalecerlas es indispensable realizar actividades que tiendan a
establecer múltiples puntos de monitoreo en la cadena de comercialización;

2
Capítulo 1. Situación base de la producción.

determinar protocolos para ello; fortalecer el manejo integrado de plagas para


disminuir la cantidad de residuos de pesticidas en el producto; utilizar agua
limpia para el riego; mantener altos estándares de higiene en el personal que
está en contacto con los productos y establecer certificaciones para garantizar
cumplimiento. Otro de los desafíos que plantea el documento es la necesidad
de diferenciar la oferta y aumentar su calidad. Actualmente el envasado y
etiquetado de productos es obligatorio sólo para ventas al retail, existiendo un
bajo desarrollo de nuevos productos y/o formatos en base a hortalizas para
satisfacer demandas de consumidores.

Si bien hoy la calidad es algo que existe en la producción de hortalizas locales,


es necesario mejorarla para satisfacer las expectativas de la demanda. En
este sentido, es clave intervenir en el manejo agrícola y postcosecha, así
como también establecer protocolos de envasado, rotulado, etiquetado y/o
certificaciones.

Según el estudio denominado “Comercialización de productos hortofrutícolas


en la pequeña agricultura”, realizado por ODEPA (Rivas, 2012). Se ha
podido establecer un conjunto de limitaciones y barreras que impiden una
buena comercialización de los productos hortícolas a nivel nacional, cuyas
características hacen más compleja su comercialización con respecto a otros
productos agropecuarios:

●●No son alimentos básicos y, por tanto, los consumidores aplazan su compra
si el precio es demasiado alto.
●●Muchos de los cultivos no circulan comercialmente en grandes cantidades y
el mercado puede ser reducido.
●●Son perecederos, lo que significa que hay siempre una pérdida de calidad
si no se venden inmediatamente y ello, a su vez, supone generalmente una
disminución de su valor.
●●La gama de productos hortícolas es amplia y variada: si el precio de un
producto es demasiado alto, el consumidor generalmente comprará otro.
●●Los productos normalmente se venden en un mercado muy libre donde el
precio lo determinan la oferta y la demanda.

En la horticultura la viabilidad económica depende en mucha medida, no del


conocimiento técnico del agricultor, sino también de su habilidad comercial.
Cultivos con algún valor agregado suelen ser un elemento indispensable para
la viabilidad de las pequeñas explotaciones agrícolas. En este entendido,
para que aumente la producción agrícola, hay que prestar más atención
a la necesidad de comercializar los productos en el mercado a precios que
garanticen la rentabilidad que requiere el riesgo del negocio.

3
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

La comercialización en el sector de las pequeñas explotaciones agrícolas


exige una producción orientada hacia el mercado, que es distinta de la venta
ocasional de los excedentes de la agricultura de subsistencia. Así, el éxito de
la comercialización en este sector dependerá de que la producción se oriente
a satisfacer la demanda del mercado y de que se puedan eliminar o reducir las
limitaciones comerciales de diversa índole.

La comercialización era definida tradicionalmente en forma restrictiva como: “El


conjunto de servicios que se necesitan para trasladar un producto (o materia
prima) del lugar de producción al lugar de consumo”. De conformidad con
esa definición, el mercadeo agrícola supone también una serie de procesos
que abarcan las técnicas de recolección, clasificación y selección de las
cosechas y embalaje, transporte, almacenamiento, distribución y venta de los
productos. Sin embargo, éstos son sólo los aspectos técnicos y mecánicos de
la comercialización.

Hoy en día se deben considerar muchos otros aspectos: económicos, análisis


del mercado y de la competencia, de la cadena de distribución, de la demanda
y su estacionalidad, de la estructura de costo y, por sobre todo, de los
consumidores. En definitiva, la comercialización se ha complicado, y hoy en día
la gestión es casi tan importante como la técnica agronómica y la producción
de calidad.

En este contexto, mientras más complejo se hace el proceso de comercialización,


los menos favorecidos son los pequeños agricultores. Estos agricultores
encontrarán que no pueden generar ingresos suficientes de sus pequeñas
parcelas para mantenerse y mantener a sus familias si cultivan únicamente
productos tradicionales de bajo margen, resultándoles difícil competir con los
productos de las grandes empresas.

Según el estudio “Diseño de modelos de negocios para el mejoramiento de la


comercialización de productos hortícolas en pequeños y medianos productores”
(SCL Econometrics S.A. 2012), encargado por ODEPA a SCL Econometrics
S.A, la mayoría de los agricultores pequeños y muchos de los medianos
entrevistados están contentos con su rol de agricultor y no expresan interés en
emprender el complejo camino de la comercialización. Entre las limitaciones y
condicionantes de esta situación se mencionan:

1) Financiamiento.

Éste es el principal problema mencionado por los productores para avanzar en


temas de gestión y comercialización. Los antecedentes disponibles permiten

4
Capítulo 1. Situación base de la producción.

constatar que los productores no cuentan con liquidez (acceso a crédito) que les
permita cubrir sus costos operacionales durante un período productivo o cumplir
con requisitos de postulación a fondos institucionales u otros compromisos que
requieran de aportes pecuniarios.

2) No poseen contabilidad y los niveles de formalización son bajísimos.

Se observa que no existe una comprensión por parte de los productores de las
ventajas de contar con inicio de actividades, a pesar de que algunos cuentan
con ella, pero no la manejan de acuerdo a los procedimientos normales (no
entregan factura, no recuperan IVA, etc.).

3) Estructura de costos.

Más preocupante aún es el hecho de que un porcentaje muy escaso de los


entrevistados contaba con una estructura de costos explícita. Se ha constatado
que, en general, los productores desconocen la configuración de sus costos,
a pesar de que en algunos casos llevan registros o existe un profesional que
los apoya en dicha labor. Es decir, no existe una identificación de los tipos de
costos según sus diferentes niveles operativos. Dado el nivel de complejidad, en
términos de gestión, que presenta el enfrentar tareas de comercialización, este
punto constituye un factor clave a la hora de diseñar un modelo de negocios
para el mejoramiento de la comercialización de productos hortícolas para este
segmento de agricultores.

4) El perfil de los productores dificulta introducir buenas prácticas de gestión y


comercialización.

Primero, existe un bajo nivel de escolaridad y la edad promedio de los agricultores


es alta. Programas como los centros de gestión (CEGE) son iniciativas en la
dirección correcta, pero sólo pueden ayudar al pequeño porcentaje que ya está
en la línea de mejorar su gestión y avanzar en la cadena de comercialización.
La gran mayoría de los pequeños y medianos agricultores hortícolas no se
beneficia de estos programas y sólo quiere realizar el trabajo que conoce: la
agricultura.

5) Horticultura, una industria familiar.

Otra limitante importante a la hora de encarar el tema de la comercialización es


que el negocio de la producción de hortalizas se estructura en torno al núcleo
familiar. La esposa o hijos ayudan en la comercialización de los productos,
de forma que en el área de cultivo siempre exista alguien para supervisar la

5
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

producción. Es muy poco común que los agricultores pequeños contraten a


personas fuera de su familia para mejorar la producción o gestión: sus únicos
apoyos son la asistencia técnica, intermediarios y, eventualmente, cargadores.
Un problema mayor en este contexto es que en el mediano y largo plazo existe
una tendencia de las nuevas generaciones de no continuar en el rubro como
actividad principal.

Consumo nacional de hortalizas

Otro aspecto importante de analizar tiene que ver con el consumo nacional
de hortalizas, en este sentido, según la Encuesta Nacional de Consumo
Alimentario (Amigo et al., 2011), para todos los grupos etarios, más del 98,2%
de los entrevistados reporta consumo de verduras (Cuadro 1), sin mayores
diferencias entre hombres y mujeres en el último mes de estudio. Los porcentajes
de consumo son también similares según área de residencia, macrozona y
nivel socioeconómico.

La mediana de consumo del grupo de verduras es de 227 g/día para la población


en general, siendo de 220 g en hombres y 235 g en mujeres (p=0,0001), lo
que equivale a casi tres porciones diarias (si se estima que una porción tiene
aproximadamente 80 g). El menor consumo se encuentra en los preescolares,
aumentando de casi 170 g/día en los escolares de 6 a 13 años y a 191 g/día en
los de 14 a 18 años, a más de 248 g/día en los adultos hasta 64 años, esto solo
disminuye ligeramente en los mayores de 65 años (Cuadro 1).

Cuadro 1. Proporción y consumo de verduras, según edad en Chile.


Edad
2-5 6-13 14-18 19-29 30-49 50-64 >65 p
(años)
98,2 98,9 99,3 99,6 99,3 99,3 99,7
Porción %
(95% IC)
(99,4-99,9) (98,0-99,8) (98,9-100) (99,6-100) (98,6-100) (98,8-99,9) (99,3-100)
Cantidad
143 167 191 248 264 257 227
(g/día)
0,0001
Mediana
(89-223) (109-267) (118-304) (154-340) (156-401) (151-407) (130-357)
(p25-p75)
N
936.309 2.401.453 1.319.225 3.283.867 4.589.219 2.569.898 1.494.966
expandido
Fuente: Amigo et al., 2011.

En este mismo estudio se señala que en el área urbana se consume una


cantidad de verduras mayor que en la rural (230 versus 214 g/día, p=0,0001),
mientras que por macrozona el mayor consumo estuvo en la zona centro-norte
y metropolitana (252 y 249 g/día, respectivamente) y el más bajo en la zona
sur, con alrededor de 177 g/día, lo que significa que su consumo medio apenas
supera las dos porciones diarias (80 g/porción) (Cuadro2).

6
Capítulo 1. Situación base de la producción.

Cuadro 2. Proporción y consumo en g/día de alimentos del grupo de verduras, según


macrozonas de Chile.
Centro
Macrozona Norte Centro Sur Sur Metropolitana p
Norte
Porción 98,9 99,3 99,2 99,2 99,4
%
(95% IC) (97,7-100) (98,7-98,8) (98,3-100) (97,7-100) (99,0-99,8)
Cantidad
181,2 252,0 203,7 177,0 249,0
(g/día)
0,0001
Mediana
(107-307) (146-393) (119-318) (97-228) (153-364)
(p25-p75)

N expandido 2.008.631 3.549.243 3.289.515 1.066.716 6.680.832

Fuente: Amigo et al., 2011.

Con respecto al análisis por Nivel Socio Económico (NSE), Amigo et al. (2011)
muestran que el consumo es mayor en los estratos alto y medio alto, superando
las tres porciones/día, y menor en el NSE bajo (p< 0,001) (Cuadro 3).

Cuadro 3. Proporción y consumo en g/día de alimentos del grupo de verduras, según


Nivel Socio Económico (NSE).

NSE Alto Medio alto Medio Medio bajo Bajo p

Porción 99,4 99,0 99,2 99,4 99,1


%
(95% IC) (98,5100) (98,2-99,7) (98,4-100) (99,1-99,8) (98,5-99,8)
Cantidad
252,7 244,0 223,4 223,0 201,0
(g/día)
0,0001
Mediana
(179-354) (139-372) (142-336) (128-355) (125-305)
(p25-p75)

N expandido 1.637.070 3.317.801 4.105.006 5.818.803 1.718.257


Fuente: Amigo et al., 2011.

Dentro del grupo de verduras, se puede señalar que los alimentos más
consumidos según lo informado por la población general son el tomate (92,1%),
lechuga (89,8%) y zanahoria (84,5%). Las medianas de consumo de estas
verduras fueron 49,3 g/día, 35,4 g/día y 21,2 g/día, respectivamente.

La recomendación actual de la FAO/OMS es consumir al menos 400 g (144


kg/año) (Olivares et al., 2008) de verduras y frutas, que corresponden a las 5
porciones, equivalentes a 80-90 g de parte comestible cada una. En general,
en esta recomendación se incluyen 3 porciones de fruta (240 g) y 2 porciones
de hortalizas al día, por lo tanto el consumo diario mínimo de hortalizas por
persona podría estimarse en 160 g/día (57,6 a 64,8 kg/per cápita año). El
Ministerio de Salud de Chile, en su campaña 5 al día, recomienda 3 frutas de

7
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

100 gramos aproximadamente y 2 porciones de verduras de 65 g, es decir, 130


g por persona al día (46,8 kg/per cápita año).

Según lo anterior, Chile está muy por debajo de la recomendación diaria del
consumo de hortalizas para mantener una alimentación sana, esto genera para
el sector hortícola una oportunidad de crecimiento que es necesario abordar.

Además de todo lo anteriormente expuesto, a nivel de pequeños productores


agrícolas, particularmente en el sector hortícola, el desarrollo del sector ha sido
difícil, perdiendo competitividad frente a mercados cada vez más dinámicos
y demandantes. Los principales problemas o trabas que han impedido su
desarrollo son:

●●Pequeñas superficies de producción.


●●Bajos niveles de rendimiento productivo.
●●Escasa incorporación de tecnología.
●●Unidad productiva familiar, con ocasional uso de mano de obra asalariada.
●●Carecen de organización y son altamente vulnerables a intermediarios y al
mercado.
●●Alta vulnerabilidad ante problemas climáticos (ej. heladas y escasez hídrica).
●●Escasez de capital de trabajo.
●●Infraestructura reducida y/o limitada.

Por lo anterior, la producción hortícola es un sector que requiere de medidas


constantes de intervención en pro de generar cambios significativos en su gestión,
que les permita a los productores escalar en la cadena de comercialización y
disminuir los impactos ambientales y sociales de sus producciones.

Producción Hortícola en la Región de Aysén

La Región de Aysén, debido a su ubicación geográfica y a su complicada


geografía, presenta un aislamiento relativo, quedando alejada de los centros
de abastecimiento de insumos, productos y también de los mercados, lo que
genera un aumento en los costos de producción y comercialización. La Región
presenta limitaciones de carácter transversal que afectan a todas las actividades
productivas silvoagropecuarias y que limitan su capacidad de llevar a cabo
procesos de innovación en los diferentes rubros priorizados. Esta situación
dificulta la ejecución de acciones que permitan mejorar la competitividad del
territorio.

La actividad agropecuaria de la Región ha presentado cambios importantes

8
Capítulo 1. Situación base de la producción.

en estos últimos años producto de las grandes inversiones en adquisición de


maquinaria agrícola, habilitación de suelo para uso productivo, incorporación
de tecnología y desarrollo de proyectos orientados a los rubros predominantes
en nuestro sistema silvoagropecuario. Todo lo anterior genera una percepción
positiva en todos los estamentos involucrados, creando con esto un escenario
positivo del que se beneficiaran los diversos actores públicos-privados, cuya
articulación y coordinación se deberá fortalecer con las diversas instancias
participativas que se están realizando.

La economía en Aysén presenta generalmente un nivel bajo de productividad.


Asimismo, está dominada por sectores de bajo nivel de inversión en bienes de
producción y tecnológico y de innovación, como es la pesca, la acuicultura, la
agricultura y ganadería, la silvicultura, la construcción, el comercio, el transporte,
los servicios sociales y de proximidad. En cambio, hay relativamente poco peso
dentro de la Región de los sectores de industria manufacturera o los servicios
profesionales y avanzados que tienen naturalmente una mayor tendencia hacia
la innovación. Generalmente, existen en la Región actividades productivas con
cadenas de valor relativamente cortas y poco integradas que llegan a generar
muy poco valor agregado en comparación con el producto natural o extraído.
Aunque existen razones estructurales para estas debilidades (falta de energía
eléctrica, lejanía de mercados, dificultades logísticas) que difícilmente se
pueden resolver en el marco de la Política de Innovación, sí se puede ayudar
a aumentar la productividad y competitividad en los diferentes sectores con
medidas específicas de innovación.

En los distintos sectores se observa que se realizan en la Región sólo las


actividades de menor valor agregado, teniendo problemas para completar
con las fases de agregación de valor como son procesamiento, embalaje,
comercialización, marketing y distribución.

La Cadena de Valor agropecuaria y productos forestales no madereros,


especialmente fruti- y horticultura, silvicultura, ganadería ovina y bovina,
berries, hierbas, hongos, primera transformación de la carne y de productos
animales como la lana, dominan las primeras fases, llegando en muy pocos
productos hasta las fases de transformación, comercialización y exportación de
productos finales hacia fuera de la Región. (Estrategia regional de innovación,
2014-2020) (FUNDECYT PCTEX. 2013).

El desarrollo hortícola de la región se presenta como un gran desafío tendiente


al crecimiento del sector, ligado a la agricultura familiar campesina, con el fin
principal del autoabastecimiento y venta de excedentes. El crecimiento del
número de habitantes dentro de la Región de Aysén ha aumentado la demanda
de productos hortícolas, haciendo imperioso el crecimiento de la producción

9
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

local para así responder de manera adecuada y dejar de depender, en parte,


de la oferta que viene de fuera de la Región.

Según el Censo Agropecuario del año 2007 (INE, 2007), la región tiene un
total de 155,42 hectáreas (ha) destinadas al cultivo de hortalizas, este total de
hectáreas se distribuye en las comunas según se indica en el Cuadro 4.

Cuadro 4. Número de hectáreas cultivadas con hortalizas por provincias y comunas en


la Región de Aysén.
Total
Provincia Comuna Superficie (ha)
(ha)
Coyhaique 71,13
Coyhaique 74,57
Lago Verde 3,44
Aysén 14,45
Aysén 23,68
Cisnes 9,23
Cochrane 14,04
Capitán Prat 14,16
O´Higgins 0,12
Chile Chico 20,13
General Carrera 43,01
Río Ibáñez 22,88
TOTAL 155,42
Fuente: INE, 2007.

La horticultura regional se caracteriza por estar, en mayor proporción, ligado a


comités productivos ubicados en las principales comunas de ella, estos comités
han recibido gran apoyo para el desarrollo de sus producciones hortícolas,
enfocado principalmente al aumento de volúmenes de producción y mejorar la
capacidad técnica de los agricultores.

En este sentido, hasta antes del año 2016, el apoyo fundamental estaba dado
por la implementación de los SAT1 hortícolas, que dieron el primer impulso para
el crecimiento del sector, además del apoyo constante de INDAP a través de
sus líneas de financiamiento (Créditos y PDI).

Durante al año 2015, la Seremi de Agricultura de la Región de Aysén comienza


a elaborar un programa que fuera financiado por Gobierno Regional de Aysén
(FNDR) y que se enfocara en directo apoyo de los productores hortícolas
regionales, los que manifestaron en reuniones periódicas, cuáles eran sus
principales brechas. Es así como se releva la importancia de la horticultura y la
necesidad de una intervención enfocada en dar un fuerte impulso al desarrollo

1  SAT: Programa de Asesoría Técnica de Indap. Tiene como objetivo mejorar de forma sostenible el nivel
de competitividad del o de los negocios de los pequeños productores agrícolas, campesinos y sus familias,
contribuyendo al desarrollo económico de la Agricultura Familiar Campesina (AFC).

10
Capítulo 1. Situación base de la producción.

del sector, declarándolo como un rubro priorizado. Este programa se enfocó en


los comités productivos que ya estuvieran trabajando y con una organización
que permitiera una intervención más ordenada y así poder enfocar de mejor
manera la inversión y la transferencia de conocimientos técnicos.

Durante el mes de Agosto de 2015, se aprueba el convenio de transferencia


de recurso entre el Gobierno Regional de Aysén y la Seremi de Agricultura
para la ejecución de la iniciativa “Comercialización y Marketing Hortícola”. Este
programa tuvo una duración de 36 meses.

Identificación del problema

Luego de la ejecución del Programa “Comercialización y Marketing Hortícola”


y basándose en sus resultados, aún persisten varios problemas asociados
al rubro de la horticultura regional y que es preciso abordar con esta nueva
iniciativa. El principal problema sigue siendo la imposibilidad de autoabastecer
el mercado local con hortalizas durante todo el año. Si bien es cierto, debido
a las intervenciones realizadas este porcentaje de participación ha ido en
aumento, aún es necesario seguir avanzando en mejorar la productividad y
los volúmenes de producción y a su vez, es necesario lograr un “Desarrollo
integral del rubro hortícola regional”, haciendo un especial énfasis en la
comercialización de los productos y como agregar valor a la producción local.
Es necesario seguir incorporando nueva tecnología, tanto de infraestructura,
con la adquisición de invernaderos de alta calidad, aumentar la inversión en
riego, fomentar la innovación en la producción e incorporar energías renovables
no convencionales como una alternativa para superar la estacionalidad de la
producción.

Todo lo anteriormente mencionado se explica por las siguientes causas:

●●Falta de acompañamiento técnico constante a los productores.


●●Baja diversificación productiva.
●●Falta de agregación de valor de los productos hortícolas.
●●Bajo dominio de habilidades comerciales de los productores para mejorar los
circuitos cortos de comercialización.
●●Falta de innovación en los sistemas productivos.
●●Bajos volúmenes de producción de hortalizas.
●●Ausencia de campañas para el fomento del consumo de hortalizas.
●●Falta de implementación de un plan de marketing para las hortalizas
regionales.

11
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

●●Bajo fomento a la incorporación de tecnología e infraestructura productiva.

Falta de acompañamiento técnico constante a los productores

Es necesario mejorar de manera importante el acompañamiento técnico


a los horticultores regionales, en este sentido se hace necesario tener una
mayor presencia profesional en terreno que permita solucionar problemas e
implementar acciones de una manera más rápida y eficaz.

El modelo de intervención en esta etapa debería variar desde la entrega de


conocimientos a través de capacitaciones abiertas a un acompañamiento
constante en terreno con visitas periódicas que permitan identificar y solucionar
los problemas de una mejor manera. Es necesario intervenir en todas las
etapas del negocio hortícola desde la producción hasta la comercialización,
entregando herramientas de gestión empresarial que permitan estimar de
mejor manera la rentabilidad de los negocios hortícolas regionales. Esta mayor
presencia permitiría tener un mayor control sobre las recomendaciones técnicas
realizadas y la implementación de ellas.

Es necesario introducir un acompañamiento constante en las estrategias de


comercialización que serán ocupadas por cada agricultor y de esta manera
mejorar la venta de los productos en los diferentes mercados locales regionales.

Baja diversificación productiva

Este aspecto cobra una real relevancia dado los excelentes resultados
obtenidos durante la ejecución del programa hortícola al introducir nuevas
variedades y especies hortícolas, gracias a esto fue posible producir todo el
año solucionando la limitante del corto periodo productivo.

En esa etapa es necesario aumentar las superficies cultivadas con las nuevas
especies y variedades probadas, además de probar el rendimiento de cultivos
que sean posibles de producir al aire libre, todo lo anterior con el objetivo de
mejorar los resultados económicos de los productores.

Falta de agregación de valor de los productos hortícolas

Según lo indicado por la FAO en su “Manual de capacitación: Agregación de


valor a productos de origen agropecuario” (IICA, 2014). La agregación de valor
a lo largo de las cadenas agro productivas es, entonces, un aspecto estratégico,
por cuanto mejora las condiciones de comercialización, la calidad, la variedad
y la seguridad del producto, y, además, el acceso al consumidor. Su promoción

12
Capítulo 1. Situación base de la producción.

debería traducirse en más y mejores empleos, mayores inversiones y mejor


uso de los recursos naturales.

Ahora bien, los efectos positivos del valor agregado no siempre se distribuyen
de manera equitativa entre todos los actores de la cadena, y muchas veces se
desaprovecha el potencial que tiene para contribuir al desarrollo económico
y social de los territorios en donde se originan los productos. Por eso es
necesario que los responsables de formular e implementar políticas públicas
para la agricultura actualicen constantemente sus conocimientos, refresquen
su actitud, y promocionen la agregación de valor y la ‘retención en origen’.

Bajo dominio de habilidades comerciales de los productores para mejorar los


circuitos cortos de comercialización

Según el artículo de la FAO denominado: “Circuitos Cortos de Comercialización:


una mirada desde el enfoque territorial” (Ranaboldo y Arosio, 2016). El tema
de los circuitos cortos de comercialización (CCC) vinculado al impulso a la
agricultura familiar y la inclusión de los productores y emprendedores de
pequeña escala en el mercado está adquiriendo importancia en las agendas
de desarrollo públicas y privadas en América Latina y Caribe (ALC) así como
en otras regiones del mundo. Es significativo que organismos internacionales
como FAO, CEPAL, OMS, Fundación Ford, entre otros, se ocupen hoy en
día de manera creciente de los CCC como un reflejo de los cambios globales
en los patrones de producción, consumo y salud. Están creciendo a nivel
mundial  movimientos de comida local y regional que impulsan una relación
directa entre consumidores y productores, incentivando la implementación
de políticas públicas al respecto. En Estados Unidos, desde el 2009 el
Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) empezó a incluir los
sistemas de comida local y regional en la programación de políticas públicas
convirtiéndolos en uno de los cuatro pilares para una nueva economía rural.

Falta de innovación en los sistemas productivos

Las producciones agrícolas regionales se encuentran con un nivel bajo de


innovación en sus sistemas productivos, esto se ve reflejado en la infraestructura
productiva presente así como también en las técnicas de cultivos existentes,
que en su mayoría no son eficientes en el uso del espacio y de los insumos
ocupados.

Si bien este aspecto se mejoró con la instalación de nueva infraestructura


productiva, con la instalación de sistemas hidropónicos y capacitando a los
agricultores en nuevas técnicas innovadoras para la producción hortícola, aún
está pendiente que más agricultores puedan mejorar sus sistemas productivos.

13
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Según lo mencionado en la agenda de innovación agraria territorial de la


Fundación para la Innovación Agrícola (Icaza y Rey, 2016), existen factores
limitantes para la innovación en al ámbito tecnológico, productivo, en la
formación, capacitación y en el ámbito mercado y comercialización. Estos
aspectos son necesarios de abordar mediante una inversión directa en los
ámbitos antes mencionados.

Bajo volúmenes de producción de hortalizas

La recomendación actual de la FAO/OMS es consumir al menos 400 gramos


(144 kg/año)(Olivares et al., 2008; OMS, 2004) de verduras y frutas, que
corresponden a las 5 porciones, equivalentes a 80-90 gramos de parte comestible
cada una. En general, en esta recomendación se incluyen 3 porciones de fruta
(240 g) y 2 porciones de hortalizas al día, por lo tanto, el consumo diario mínimo
de hortalizas por persona podría estimarse en 160 gramos por día (57,6 a 64,8
kg/per cápita/año). El Ministerio de Salud de Chile, en su campaña 5 al día,
recomienda 3 frutas de 100 g aproximadamente y 2 porciones de verduras de
65 g, es decir, 130 g por persona al día (46,8 kg/per cápita/año).

Según lo anterior, Chile y en especial la región de Aysén está muy por debajo
de la recomendación diaria del consumo de hortalizas para mantener una
alimentación sana, esto genera para el sector hortícola una oportunidad
de crecimiento que es necesario abordar. Si bien es cierto que gracias a la
intervención del programa hortícola los agricultores mejoraron sus rendimientos
productivos, estos aún, son insuficientes para lograr satisfacer el mercado local.

Ausencia de campañas para el fomento del consumo de hortalizas

Mediante la ejecución del programa hortícola se elaboró un estudio de marketing


para las hortalizas regionales en donde se identificó algunas acciones que es
necesario abordar para mejorar la comercialización de nuestras hortalizas
regionales, entre las cuales se destacan la ggeneración de una campaña
local de fomento al consumo de hortalizas en general aunado a los programas
y campañas nacionales, haciendo énfasis en el fomento del consumo de
hortalizas diferenciadas (agregación de valor). Mediante el mismo estudio se
identificó la necesidad de implementar las medidas propuestas por el plan de
marketing.

Bajo fomento a la incorporación de tecnología e infraestructura productiva

Es necesario generar los instrumentos de fomento que permitan el financiamiento


de nueva infraestructura productiva y la incorporación de nuevas tecnologías se

14
Capítulo 1. Situación base de la producción.

puedan ser aplicadas por los horticultores regionales, es necesario crear líneas
de financiamiento, que por ejemplo permitan la instalación de nuevos sistemas
hidropónicos y la generación de energía tanto para calefacción, funcionamiento
de equipos y la posibilidad de iluminar invernaderos mediante la introducción
de energías renovables no convencionales.

Referencias

Amigo, H., P. Bustos y M. Pizarro. 2011. Encuesta Nacional de Consumo


Alimentario - Informe Final. 2010-2011. Facultad de Medicina y Facultad
de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. 329 p. Disponible en:
https://www.minsal.cl/sites/default/files/ENCA-INFORME_FINAL.pdf
FUNDECYT PCTEX. 2013. ERI Aysén, Estrategia Regional de Innovación,
2014 -2020, Gobierno Regional de Aysén. 122 p. Disponible en: https://www.
opia.cl/static/website/601/articles-76931_archivo_02.pdf
IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura). 2014. Manual
de capacitación: agregación de valor a productos de origen agropecuario:
elementos para la formulación e implementación de políticas públicas / IICA
– San José, Costa Rica. Disponible en: https://www.iica.int/sites/default/files/
publications/files/2015/B3639e.pdf
INE (Instituto Nacional de Estadísticas, Chile). 2007. Censo agropecuario
y forestal. Disponible en: https://www.ine.cl/estadisticas/censos/censo-
agropecuario-y-forestal-2007
Icaza M.y C. Rey. 2016. Agenda de Innovación Agraria Territorial Región de
Aysén, Fundación para la Innovación Agraria. Ministerio de Agricultura.
Santiago de Chile. Disponible en: https://www.opia.cl/static/website/601/
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Olivares, S., M. Leporati y L. Barría. 2008. Contribución de la política agraria
al consumo de frutas y verduras en Chile: un compromiso con la nutrición y
la salud de la población. INTA, Ministerio de Agricultura y Corporación 5 al
día. 164 p. Disponible en: http://5aldia.cl/wp-content/uploads/2018/04/libro-
contribucio%CC%81n-a-la-poli%CC%81tica-agraria.pdf
Ranaboldo, C. y M. Arosio. 2016. Circuitos Cortos de Comercialización: una
mirada desde el enfoque territorial. Disponible en: http://www.fao.org/in-
action/territorios-inteligentes/articulos/colaboraciones/detalle/es/c/410218/.
Rivas, T. 2012. Comercialización de productos hortofrutícolas en la pequeña
agricultura. Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA). 9 p. Disponible
en: https://www.odepa.gob.cl/odepaweb/publicaciones/doc/6058.pdf
Schwartz, M., W. Kern, y M. Hernández. 2013. Diagnóstico y estrategia de
desarrollo para el sector hortícola chileno. Universidad de Chile, Santiago,
Chile. Disponible en http://repositorio.u.hile.cl/handle/2250/145530

15
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

SCL Econometrics S.A. 2012. Diseño de modelos de negocios para el


mejoramiento de la comercialización de productos hortícolas en pequeños
y medianos productores agrícolas. Informe final. Estudio Contratado por la
Oficina de Estudios y Políticas Agrarias del Ministerio de Agricultura (ODEPA)
Licitación pública N° 688-27- LE11. Disponible en: https://www.odepa.gob.cl/
odepaweb/servicios-informacion/publica/Diseno_modelo_de_negocios.pdf

16
CAPÍTULO 2. ANTECEDENTES DEL MERCADO DE
HORTALIZAS DE LA REGIÓN DE AYSÉN
Maruja Cortés B. y José Lladser U.

Caracterización de la Demanda de Hortalizas

La demanda de hortalizas en la Región presenta al menos 2 grandes grupos


de consumidores: A. Personas, constituido por el segmento de familias locales
y turistas (nacionales e internacionales) y B. Empresarial, conformado por
restaurantes y supermercados – almacenes. El primer grupo, corresponde a los
consumidores finales y el segundo grupo es además el lugar de venta (plaza)
más importante al que acceden los consumidores finales. La importancia de
conocer las características de cada uno ellos nos permiten la identificación
de oportunidades de innovación para las productoras y productores hortícolas
de la Región de Aysén. A continuación, se describe el grupo “Personas” y
posteriormente el segmento “Empresarial”.

Personas

Este segmento, junto al segmento turistas, conforman el grupo de consumidores


directos de los productos hortícolas. De este grupo, el 90% de los encuestados
son familias locales, el 10% restante corresponde a turistas; nacionales (6%)
y extranjeros (4%). La mayoría de las personas encuestadas son mujeres
(81%) y 19% son hombres. Tanto los jóvenes (18 a 25 años) como la tercera
edad (mayor a 65 años) son los grupos menos frecuentes realizando compras,
siendo los grupos de entre 36 y 45 años y entre 46 y 65 años quienes son los
compradores predominantes (Figura 2).

30

25

20
Porcentaje

15

10

0
18-25 26-35 36-45 46-55 46-65 mayor a 65
Rango de edad
Figura 2. Rango de edad de quienes realizan compras de hortalizas.Fuente: Elaboración
propia en base a encuestas realizadas.

17
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

En promedio, el grupo familiar de los encuestados está compuesto por 3,4


personas, cifra que coincide con la señalada en la encuesta CASEN (Ministerio
de desarrollo social, 2011) para los grupos familiares de la Región de Aysén.
En cuanto al grupo familiar de los compradores consultados, lo usual (25%)
son familias constituidas por 4 personas y las familias constituidas por 3 y 2
personas se presentan en igual proporción (22%).

Este grupo manifiesta consumir una gran variedad de hortalizas (23) siendo
las más habitualmente compradas: lechuga (19,3%), tomate (13%), zanahoria
(13%), cilantro (11,2%), acelga (8,7%), cebolla (6,2%) y pepino de ensalada
(5,6%). Las demás hortalizas mencionadas por los consumidores en orden
decreciente son: zapallo, papa, rabanito, betarraga, ajo, zapallo italiano, repollo,
brócoli, albahaca, pimentón, morrón, mix de hojas verdes, haba, espinaca,
ciboulette y choclo.

El formato de venta utilizado es el tradicional para cada grupo de hortalizas,


visualizándose alguna diferenciación en las hortalizas de hoja, donde se
aprecia la presentación en bolsa de hojas baby de espinacas y bolsas con mix
de hojas. Así, el grupo de hortalizas de hoja: acelgas, albahaca, ciboulette y
cilantro, se comercializa en atado/paquete; lechuga y repollo por unidad y este
último en ocasiones se vende por kilogramo. Para el caso de las hortalizas de
fruto, los formatos de venta más utilizados para el zapallo camote son trozos,
en menor proporción por kilogramo y por unidad (entero). El tomate se vende
preferentemente por kilogramo, pero también por unidad; zapallo italiano, morrón
y pepino de ensalada se venden por unidad y estos últimos ocasionalmente
por kilogramo. Por su parte, el ajo se comercializa por unidad; en paquetes o
atados y por peso (kg): betarragas, rabanitos y zanahorias, aunque la primera
también se comercializa por unidad; la cebolla se comercializa preferentemente
por unidad y en menor proporción por peso y finalmente, habas y papas se
venden por peso (kg) y en menor proporción las papas se venden en formato
de saco de 50 kg.

La mayoría de los consumidores (56,3%) compra una vez por semana, y sólo un
9,4% compra más de 3 veces por semana, siendo los lugares más habituales
de compra en orden descendente: Ferias y Almacén/Frutería casi en igual
proporción las que en su conjunto representan un 65% de las preferencias; en
tercer lugar, el supermercado (28%) y en un 7% de los consumidores declaran
comprar directamente en predios de productores, tal como se aprecia en la
Figura 3.

18
Capítulo 2. Antecedentes del mercado.

Almacén/frutería
28% 32%
Feria

Predio productor
7%
Supermercado
33%

Figura 3. Lugares de Compra de hortalizas. Fuente: Elaboración propia en base a


encuesta aplicada.

En cuanto al consumo, todos los encuestados declaran consumir hortalizas


alguna vez a la semana. Al respecto, se observan dos grupos claros: aquellos de
consumo de hortaliza casi diario (entre 5 a 7 veces por semana), que representa
el 56,3% y aquellos que consumen menos de 5 veces a la semana (43,7%).
Por otro lado, la principal forma de preparación es en ensaladas (43,5%),
preparaciones en sopa con 14,5%, salteadas 12,9% y en batidos (11,3%).
Otras preparaciones como tortillas, al vapor y otras son poco nombradas. La
forma de consumo observada coincide con las hortalizas más compradas -
lechuga, tomate, zanahoria y cilantro, lo que abre una posibilidad de productos
listos para el consumo en un formato de venta como cuarta gama (IV Gama).

Las hortalizas que son difíciles de encontrar o no son encontradas por parte de
los consumidores corresponden a las arvejas (15%), tomate cherry (12,5%),
coliflor (10%), habas, brócoli y tomates, donde según los consumidores, el
menor acceso a ellas se debe a que no se producen en la Región (55%) y en
un 45% a que éstas son muy caras.

Un 76% de los encuestados considera que un elemento diferenciador que


destaque el origen local y/o el compromiso con el medio ambiente o nuevos
formatos, es un aspecto relevante al momento de decidir su compra. La
mayoría (66% de los encuestados) le dio relevancia a los sellos; un 7% le dio
importancia sólo a la presencia de nuevos formatos y un 27%, mostro interés
tanto por la presencia de nuevos formatos y sellos en conjunto. Un 64,5% de los
que prefieren los sellos están dispuestos a pagar hasta un 5% más en relación
a su precio actual y un 35,5% los valoran, pero no están dispuestos a pagar un
mayor precio. En cuanto a la información asociada al sello, el 80% prefiere que
se destaque y/o certifique el origen regional de las hortalizas y el restante, el
compromiso con el medio ambiente en su proceso productivo. En cuanto a los

19
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

formatos de presentación, además de continuar con los formatos tradicionales,


los consumidores que aprecian la incorporación de nuevos formatos prefieren
en orden decreciente: los productos hidropónicos (48%), IV Gama (24%) y
formatos de venta más pequeños (10%), expresando su disposición a pagar
más por ello en no más de un 20% mayor que su precio actual.

Empresarial

El segundo grupo de consumidores es constituido por supermercados,


Almacenes/Fruterías y Restaurantes en las localidades de Coyhaique, Chile
Chico y Puerto Aysén. Un gran porcentaje de ellos compran hortalizas casi a
diario.

En efecto, un 32% de ellos adquiere hortalizas 5 a 6 veces por semana


y un 31% todos los días de la semana. Sólo un 24% manifiesta comprar
entre 1 a 2 veces por semana. Se observa una gran variedad de hortalizas
compradas (33), pero 10 de ellas concentran más del 70% de las menciones
de los entrevistados siendo las más requeridas de forma decreciente: lechuga,
tomate, cebolla, cilantro, zanahoria, acelga, papas, albahaca, betarraga y ajo.
Los formatos de compra más habituales de estas hortalizas son: por unidad,
por peso (kg); por malla y peso; atados; por peso y atado; atado; por peso (kg
y sacos); atados y excepcionalmente en cajas IV Gama; por atado y peso; y
por peso; respectivamente. Las demás hortalizas mencionadas son: pepino
de ensalada, zapallo italiano, perejil, ají, repollo, espinaca, rabanito, zapallo
camote, arvejas, brócoli, ciboulette, morrón, haba, apio, rúcula, tomate cherry,
coliflor, berro, choclo, kale, mix de hojas, nabo amarillo y poroto verde.

El 37% de los encuestados, señalan que se abastecen sólo de proveedores


de hortalizas de la Región de Aysén; en tanto que un 18% manifiesta que se
abastece completamente de proveedores de fuera de la Región y un 45% se
abastece tanto de proveedores de la Región como fuera de ella (Figura 4).

Al analizar quienes son los tipos de proveedores de hortalizas más frecuentes


de los restaurantes, supermercados y negocios en general de la región de
Aysén, los más importantes son el almacén/frutería, luego el supermercado,
ferias locales y directamente desde el predio del productor, tal como se aprecia
en el Cuadro 5.

20
Capítulo 2. Antecedentes del mercado.

18%
Se abastece solo Región
37%
Se abastece de Región y
fuera de la Región
Se abastece solo de fuera
de la Región
45%

Figura 4. Origen de los proveedores de hortalizas de la Región de Aysén. Fuente:


Elaboración propia en base a la Encuesta Aysén 2017.

Cuadro 5. Tipología de principales proveedores de hortalizas de negocios locales.


Proveedor Porcentaje
Almacén/Frutería 31,3
Supermercado 22,7
Feria local 18,8
Predio Productor 16,4
Norte 4,7
Distribuidora fuera de la Región 3,1
Proveedor fuera de la Región 1,6
Lo Valledor 0,8
Producción Propia 0,8
Totales: 100,0
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de Encuesta Aysén 2017.

Doce hortalizas conforman más del 70% de los requerimientos hortícolas


detectados por las principales plazas como requerimientos insatisfechos para
sus clientes, siendo éstas: Albahaca, Cilantro, Lechuga, Rúcula, Tomate,
Brócoli, Cebolla, Zanahoria, Acelga, Apio, Arvejas y Coliflor. Las principales
razones dadas para su baja o nula disponibilidad son: no encontrarlas en la
zona (39,2%); se encuentran, pero son muy caras (33,2%) o son de baja calidad
(9,8%). La diferencia (17,6%) aduce razones varias para no contar con ellas en
sus locales comerciales.

Análisis del precio de las hortalizas

Respecto al precio de las principales hortalizas comercializadas en la Región de


Aysén, es posible apreciar que en general los precios para consumidor final son
levemente más elevados en Coyhaique que en Chile Chico y Puerto Aysén. Por
otra parte, llama la atención el bajo margen de comercialización obtenido por el

21
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

grupo Empresarial, obteniendo en promedio un 3,8%, donde las hortalizas con


un mayor margen de comercialización (entre 5 y 6%) corresponden a lechuga,
zanahoria y tomate (Cuadro 6).

Cuadro 6. Precios de transacción consumidor final y proveedores.


Promedio Precio a consumidor principales Precio
Hortaliza Unidad localidades ($ febrero 2017) compra a
Coyhaique Chile Chico Puerto Aysén Promedio proveedor
Lechuga unidad 877 848 747 824 778
Cilantro atado 778 600 700 693 676
Tomate kg 1.231 1.251 1.216 1233 1.173
Zanahoria kg 786 686 879 784 741
Repollo unidad 1.288 1.252 1.600 1380 1.363
Betarragas kg 915 1.000 700 872 854
Fuente: Elaboración propia en base a la Encuesta Aysén 2017

Precios pagados a productor más cercanos, pero inferiores a los obtenidos en


la encuesta Aysén, los entrega INDAP (2016) en las fichas técnicas utilizadas
para la entrega de créditos para la temporada 2017-2018, donde el precio de la
lechuga variedad Grand Rapid varía entre $700 la unidad (Coyhaique y Puerto
Ibañez) y $1.200 la unidad en Cochrane; el precio estimado en Chile Chico se
encuentra en una situación intermedia ($900/unidad). Por su parte, el precio de
transacción estimado para la zanahoria es de $500/kg para Coyhaique y en la
misma localidad, de $500/atado de cilantro. INDAP (2016) no posee datos para
las otras hortalizas transadas en la Región.

Los precios de las hortalizas transados en la Región de Aysén son 3 a 4


veces superiores a los observados en la zona central. En efecto, de acuerdo
con la información disponible en ODEPA (2019), los precios en Lo Valledor
en febrero de 2017 para la lechuga variedad Escarola (no existe declarado
la comercialización de lechuga Grand Rapid) se transó en $ 296/unidad, el
atado de Cilantro a $130; el kg de tomate a $376; la unidad de repollo a $414;
betarraga2 a $444 el kg y zanahoria $164 el kg.

En el mes de noviembre de 2018, se realizaron talleres participativos para


determinar los costos unitarios de la producción de hortalizas que permitiera
definir los precios de venta en Coyhaique, Puerto Aysén, Chile Chico, La
Junta y Cochrane (cuadros 7 y 8). Los costos considerados se relacionan con
costos asociados a la producción, mantención de los activos, administración
y ventas, donde se incluye traslado, alimentación, horas de trabajo en venta,
administración del negocio y pago de contador. En todas las actividades en

2 Supuesto: Un atado de betarraga es equivalente a 1 kg de betarraga y en cada atado existen 6 betarragas


en promedio. Fuente: Escuela de Nutrición y dietética Universidad de Chile.

22
Capítulo 2. Antecedentes del mercado.

que la productora o miembros de su familia realizaban actividades, las horas


de trabajo fueron valorizadas al costo de oportunidad de la mano de obra local3.

Los principales resultados observados muestran que el costo de producción


de una lechuga variedad Gran Rapid, cultivada bajo invernadero en tierra con
producción propia de plantines, difieren según la localidad en donde se cultive,
variando desde los $299 hasta los $430; y las lechugas hidropónicas desde
$175 a $250. Las diferencias encontradas fueron analizadas en conjunto,
llegando a la conclusión de que se deben al manejo dado a cada invernadero;
existiendo por una parte capacidad ociosa en muchos de ellos. Por un lado, por
la cantidad de lechugas plantadas por metro cuadrado, así como por el número
de rotaciones dada en la temporada. No obstante lo anterior, y considerando
un precio unitario de $560 ante entrega a supermercado de cadena nacional
(escenario más desfavorable), se obtienen márgenes desde $130 a $261 por
lechuga vendida en el caso de las lechugas bajo invernadero cultivadas en
tierra. En el caso de las lechugas cultivadas en hidroponía, los márgenes van
desde los $224 a $320. Lo anterior equivale a la obtención de márgenes entre
el 130% a 187% en el primer caso y de 224% al 320% en el segundo.

Cuadro 7. Cálculo de costos unitarios de producción.


Item Costo Unidad Costo Unitario ($) Cantidad N° ciclos Costo Total
Semillas 10 g 1.500 1 4 6.000
Aplicación de
hora 2.500 2 4 20.000
Compost
Electricidad Kw/h 180 150 - 27.000
Trasplante día 20.000 2 4 160.000
Riego hora 2.500 6 - 15.000
Control Malezas hora 2.500 2 4 20.000
Cosecha hora 2.500 12 4 120.000
Bolsa rollo 8.000 1,33 4 42.600
Flete viaje 6.000 4 4 96.000
Venta día 20.000 8 4 640.000
Costo Total 1.186.600
Fuente: Taller de Costos. Noviembre, 2018.

Cuadro 8. Cálculo de producción.


Item Producción Cantidad N° ciclos N° Total Unidades
Cantidad de lechugas 1.100 4 4.400
Pérdida 10% 4 440
Lechugas vendidas 3.960
Costo unitario 299,6
Fuente: Taller de Costos. Noviembre, 2018.

3 De acuerdo con información entregada por las productoras una jornada de trabajo se encuentra en
$20.000 diarios.

23
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Estimación de la demanda potencial de hortalizas de la Región de


Aysén

Según la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (Amigo et al., 2011), a nivel


nacional, el 99,3% de la población reporta consumo de hortalizas, sin grandes
diferencias entre hombres y mujeres, proporción que es equivalente en todos los
grupos de edad, área de residencia, macrozona y nivel socioeconómico. Hay,
en cambio, ligeras variaciones en la cantidad reportada; aunque las mujeres
superan el consumo de los hombres (235 g/día vs 220 g/día), ambos consumen
alrededor de 3 porciones diarias. Los preescolares reportan el menor consumo
absoluto (144 g/día), aumentando a casi 167 g/día en los escolares de 6 a 13
años y a 191 g/día en los de 14 a 18 años. En los adultos el consumo es cercano
a 250 g/día, siendo la mediana de consumo de hortalizas de la población
en general de 227 g por persona al día. En el área urbana se consume una
cantidad de verduras levemente mayor que en la rural (230 versus 214 g/día),
mientras que por macrozona, el mayor consumo estuvo en la zona centro-norte
y metropolitana (252 y 249 g/día respectivamente) y el más bajo en la zona
sur, donde la mediana de consumo apenas supera las dos porciones diarias
(177 g/día) y donde a su vez, un 99,2% declara el consumo de hortalizas. El
consumo mediano es mayor en el NSE (nivel socioeconómico) alto -superando
las tres porciones/día- y menor en el NSE bajo.

Dentro del grupo de verduras, los alimentos más consumidos según lo


reportado son: el tomate (92%), lechuga (90%) y zanahoria (85%) (Cuadro
9). Las medianas de consumo de estas verduras fueron 49, 35 y 21 g/día,
respectivamente. Considerando el consumo total de hortalizas para la zona
sur, estas tres hortalizas representan el 60% del consumo total, lo que destaca
su importancia en la dieta general de hortalizas consumidas. Al analizar el
consumo diario por persona de las principales hortalizas adquiridas en la
Región de Aysén se observan valores relativamente similares en comparación
al promedio de consumo nacional de las mismas 3 hortalizas. No obstante,
existe un claro potencial de crecimiento para el consumo de tomate, en un
43%, considerando el consumo actualmente reportado. En cuanto al consumo
de zanahoria, se observa un mayor consumo de ésta en la Región de Aysén en
comparación al promedio del consumo a nivel nacional.

Si se compara la información obtenida en la encuesta Aysén 2017, con lo


establecido en la ENCA (Amigo et al., 2011) para la zona sur, promedio nacional,
zona centro norte – que corresponde a la de mayor consumo de hortalizas a
nivel nacional- y con la recomendación diaria dada por la Organización Mundial
de la Salud (OMS) es posible apreciar que el consumo estimado para Aysén
en el año 2017 es superior al detectado por ENCA (Amigo et al., 2011) para la

24
Capítulo 2. Antecedentes del mercado.

zona sur, pero inferior al detectado para la zona centro norte del país y promedio
país y muy por debajo a lo recomendado por la OMS. Las cifras comparadas
presentan un claro desafío de aumento de consumo de hortalizas en la
Región y a la vez un gran potencial de crecimiento, que sólo si se considera
el promedio nacional de consumo de hortalizas implica un potencial de
crecimiento superior al 24% y de un 119% si se considera como meta la
recomendación de la OMS.

Cuadro 9. Consumo diario de las principales hortalizas según distintas fuentes de


información.
Encuesta Aysén Consumo ENCA* Consumo por
Hortaliza Diferencia
por persona día (g) persona día (g)
Cilantro 11,8 S/I
Lechuga 36,2 35,4 -0,8
Tomate 34,5 49,3 14,8
Zanahoria 38,9 21,2 -17,7
Fuente: Elaboración propia en base a encuestas realizadas a consumidores en la Región de Aysén y
resultados de la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA)(Amigo et al., 2011).

Considerando la gran importancia del turismo para la Región de Aysén se


obtuvo un promedio del ingreso de turistas nacionales y extranjeros entre
los años 2014 a 2016, donde además se consideró el promedio de días
que permanecen en la Región, de acuerdo a la información disponible en el
Sistema de Información turística de Aysén. Para los turistas nacionales se
toma como supuesto el consumo promedio de hortalizas a nivel nacional y
para los extranjeros, el consumo promedio de hortalizas de los argentinos, que
representan la nacionalidad mayoritaria de esta categoría. A esta información
se adiciona la proyección del consumo anual de los habitantes de la Región
de Aysén bajo el supuesto de que toda la población consume la proporción
de hortalizas diaria establecida en la encuesta Aysén 2017. De esta forma se
estima la demanda anual de hortalizas que presentaría la Región de Aysén, la
que se presenta a continuación (Cuadro 10).

Cuadro 10. Proyección de demanda de hortalizas para la Región de Aysén por


categoría de personas.
Consumo diario Proyección
Categoría Personas
(g/persona) año (kg)
Habitantes Región Aysén 91.492 183 6.099.434
Turistas nacionales promedio año 2014 a 2016 102.090 227 46.349
Turistas extranjeros promedio año 2014 a 2016 111.916 221 49.467

Total de requerimientos de Hortalizas al año     6.195.250


Fuente: Elaboración propia en base a encuestas realizadas a consumidores en la Región de Aysén, Amigo
et al. (2011) y Barbero (2012).

25
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

La determinación de la actual oferta de hortalizas regionales es difícil. Al respecto


INIA (2014), señala que la producción actual de hortalizas en la Región de Aysén
se limita a seis meses de producción principalmente mediante la utilización de
invernaderos fríos, siendo la lechuga, acelga, cilantro, espinaca, perejil, puerro
y ciboulette las más cultivadas en la temporada de producción local que va
desde septiembre hasta fines de abril. Por su parte, INDAP (2016) señala que
existen 2.073 explotaciones que califican como Agricultura Familiar Campesina
en la Región, donde prácticamente la totalidad de la superficie agrícola de la
Región de Aysén corresponde a praderas naturales y mejoradas, y un escaso
porcentaje a cultivos y hortalizas, observándose mayor variedad en la localidad
de Chile Chico, con la presencia de papas, habas, arvejas, lechugas y berries.
Además, teniendo en cuenta (como representante) la finalidad de los créditos de
corto y largo plazo entregados por esta institución en las 6 Agencias de Área de
la Región para la temporada 2016-2017 es posible observar que, a excepción
de la Agencia de Área de La Junta, en todas ellas se ha otorgado financiamiento
para hortalizas principalmente para lechugas y papas, destacando Coyhaique
con una mayor variedad de hortalizas financiadas: cilantro, lechuga, papa y
zanahoria.

Teniendo en cuenta los datos de ENCA (Amigo et al., 2011) acerca de la


importancia del consumo de tomate (19,8%), lechuga (18,9%) y zanahoria
(21,3%) que en su conjunto abordarían el 60% del total de consumo de
hortalizas de los habitantes de la zona sur. Por otra parte, las cifras obtenidas
de la Encuesta Aysén (2017), donde se estima un promedio de 182 g de
consumo diario de hortalizas por persona en promedio, es posible estimar un
requerimiento de producción para 6 meses de 614 toneladas de lechuga; 585
toneladas de tomate y 660 toneladas de zanahoria, lo que implica una demanda
para estas tres hortalizas de 1.859 toneladas y para todas las hortalizas en
su conjunto de 3.098 toneladas. Existe un claro potencial de crecimiento en la
producción de hortalizas debido a una demanda actualmente insatisfecha. Este
potencial aumenta al incorporar nuevas variedades de crecimiento invernal y
en para la temporada tradicional de producción.

Referencias

Amigo, H., P. Bustos y M. Pizarro. 2011. Encuesta Nacional de Consumo


Alimentario - Informe Final. 2010-2011. Facultad de Medicina y Facultad
de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. 329 p. Disponible en:
<https://www.minsal.cl/sites/default/files/ENCA-INFORME_FINAL.pdf>.
Barbero, L. 2012. Estudio sobre hábitos de consumo de frutas y verduras de los
consumidores cordobeses. 97 p. Disponible en: http://desarrolloterritorial.
adec.org.ar/horticola/images/habitos-de-consumo-de-frutas-y-verduras.pdf.

26
Capítulo 2. Antecedentes del mercado.

INIA. (Instituto de Investigaciones Agropecuarias). 2014. Seminario:


Transferencia de Tecnologías para el Mejoramiento Productivo de la
Horticultura en la Región de Aysén. [en línea]. Coyhaique, Chile. Recuperado
en: <http://www2.inia.cl/medios/biblioteca/serieactas/NR39656.pdf>.
INDAP. 2016. Suministros técnicos para la agricultura familiar campesina
temporada 2016 – 2017: Macrozona Sur. 4t., n°6. [en línea]. Recuperado en:
< https://www.indap.gob.cl/docs/default-source/default-document-library/
macro-zona-sur512051ecaefa640c827dff0000f03a80.pdf?sfvrsn=>.
Ministerio de Desarrollo Social. 2011. Caracterización Social: Resultados
Regionales Encuesta Casen 2011: Región de Aysén. [en línea]. Recuperado
en; http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/layout/doc/casen/
XI_Aysen_oct13.pdf>.
ODEPA (Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, Ministerio de Agricultura,
Chile). 2019. Precios diarios de frutas y hortalizas en mercados mayoristas
Recuperado en https://www.odepa.gob.cl/precios/consumidor.
OMS (Organización Mundial de la Salud). 2004. Estrategia mundial sobre
régimen alimentario, actividad física y salud. Fomento del consumo mundial
de frutas y verduras. Recuperado en; https://www.who.int/dietphysicalactivity/
fruit/es/.

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Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

CAPÍTULO 3. MANEJO AGRONÓMICO DE HORTALIZAS


José Ignacio Covarrubias P. y Alan Pinto R.

Fertilización y principios de la fertirrigación

La fertilización, es una labor agrícola que consiste en suministrar, al suelo o a las


hojas, aquellos nutrientes que son esenciales para el desarrollo normal de los
cultivos. Es una de las labores más frecuentes en el cultivo de hortalizas, y sus
costos pueden representar un 5 a 10% de los costos totales de producción. Los
elementos minerales esenciales para las plantas se dividen en dos categorías:
(1) Macronutrientes. Son aquellos elementos minerales esenciales que son
requeridos por las plantas en cantidades mayores. En este grupo se encuentra
el nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg) y azufre
(S). (2) Micronutrientes. Son aquellos nutrientes minerales esenciales que
son requeridos por las plantas en pequeñas cantidades. En este grupo se
encuentra el hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn), cobre (Cu), boro (B),
molibdeno (Mo), cloro (Cl) y níquel (Ni).

¿Cuánto fertilizar?

Antes de establecer un programa de fertilización para un cultivo específico,


resulta fundamental conocer la composición, cantidad y disponibilidad de
los minerales presentes en el suelo a sembrar, con el objetivo de analizar la
pertinencia de corregir eventuales deficiencias o desequilibrios nutricionales.
Para esto, es necesario realizar un análisis de suelo del campo, antes de la
siembra, y los resultados de dicho análisis deben ser confrontados con tablas
de referencia que nos indicarán si las concentraciones de los minerales en el
suelo son adecuadas para un determinado cultivo, o si es necesario “corregir”,
mediante la aplicación de alguna enmienda o fertilizante, la capacidad
nutricional del suelo.

Luego de realizar la fertilización de corrección (en caso de ser necesaria), es


pertinente diseñar un programa de fertilización de mantención, que consiste
en suministrar los nutrientes que las plantas extraerán durante su crecimiento,
manteniendo la fertilidad original del suelo. Es importante señalar, que si
el análisis de suelo tomado antes de la siembra muestra un suelo fértil, sin
deficiencias de algún elemento, solamente debemos preocuparnos de la
fertilización de mantención.

La dosis de mantención de cada nutriente será distinta para cada cultivo, y se


puede estimar aplicando la siguiente fórmula:

28
Capítulo 3. Manejo Agronómico.

En la fórmula descrita, la demanda corresponde a la cantidad de nutrientes que


el cultivo, durante todo su ciclo de crecimiento, extraerá desde una determinada
superficie de suelo sembrado. En la literatura, se pueden encontrar diversas
metodologías para calcular la demanda de nutrientes de un cultivo, sin embargo,
dichas metodologías requieren de información de difícil acceso, y en ocasiones
no se ajustan a las distintas realidades agrícolas. Por otra parte, hay autores que
han estimado la demanda de nutrientes de los cultivos utilizando metodologías
de determinación de nutrientes en tejidos vegetales en laboratorio, y a partir
de dicha información, se ha determinado la demanda para distintas especies.
En el Cuadro 1, se presenta una estimación de la demanda de N, P y K de las
principales hortalizas cultivadas en la región de Aysén.

Cuadro 11. Demanda de Nitrógeno (N), Fósforo (P) y Potasio (K) de las principales
hortalizas cultivadas en la región de Aysén, en gramos de nutriente por metro cuadrado
de suelo cultivado.
Demanda de nutrientes (g/m2)
Cultivo
N P K
Acelga 6,5 5,0 17,5
Apio 13,0 5,0 20,0
Cebolla 7,0 3,0 9,0
Coliflor 17,5 6,0 20,0
Espinaca 5,8 3,9 17,4
Habas 12,0 3,0 8,0
Lechugas 5,5 2,0 12,0
Melón 5,6 1,8 10,0
Papas 15,0 4,5 20,0
Pepino 4,7 1,5 6,4
Perejil 5,5 2,0 12,0
Pimentón 11,0 1,8 13,5
Rabanito 11,0 6,0 10,0
Betarraga 27,5 57,2 8,4
Sandía 5,0 1,5 6,5
Tomate 13,6 5,5 23,2
Zanahoria 13,0 7,0 23,0
Fuente: Elaboración propia (en base a distintas fuentes bibliográficas).

En relación a los aportes de nutrientes desde recursos externos al sistema,


resulta importante considerar los aportes del agua de riego. A pesar de que,
en la mayor parte de la región de Aysén, las aguas de regadío en general
contienen bajas concentraciones de minerales, se considera pertinente hacer
análisis químico al agua de riego, y de tal modo determinar las cantidades de
nutrientes que se aportan al cultivo mediante el riego, considerando el volumen
de agua aplicado en cada ciclo del cultivo por m2 de suelo sembrado.

29
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Por su parte, la eficiencia de la fertilización (denominador de la fórmula de


determinación de la dosis), corresponde a la cantidad de fertilizante que el
cultivo absorbe, respecto del total suministrado mediante la fertilización. Esta
variable, se incluye en la formula como porcentaje, y es altamente dependiente
del sistema de riego a utilizar y del elemento mineral suministrado. A modo de
referencia, en la Cuadro 12 se presentan distintas eficiencias en función del
sistema de riego y del elemento.

Cuadro 12. Eficiencia de la fertilización con N, P y K para distintos sistemas de riego.


Sistema de riego N P K
Tendido 15% 5% 40%
Surco 30% 15% 60%
Tecnificado (ej. cintas) 65% 40% 80%
Fuente: Elaboración propia (en base a fuentes bibliográficas e investigaciones propias).

Ejemplo de cálculo de dosis de fertilización:


Para determinar la dosis de fertilización nitrogenada para un cultivo de lechugas
cuya demanda es de 5,5 g/m2 (ver Cuadro 11), donde se riega mediante un
riego por goteo (eficiencia 65%, ver Cuadro 12). Si se asume que el agua de
riego no tiene N en su composición.
Respuesta:

¿Cómo fertilizar y que aplicar?

La dosis de mantención calculada para cada nutriente, debe ser suministrada


lo más parcializada posible al cultivo. En general, en las hortalizas se realiza
una aplicación a la siembra, y las restantes cada 15-20 días. Dependiendo del
nutriente, lo más recomendable es parcializar la dosis de fertilización conforme
al crecimiento de las plantas, es decir, aplicar dosis menores al inicio del cultivo,
cuando las plantas están pequeñas, e ir incrementando las dosis en la medida
en que las plantas crecen y aumentan su biomasa, y con ello el consumo de
nutrientes.

En sistemas de cultivo tradicional, el fertilizante debe ser aplicado en la hilera


de siembra, sin que éste entre en contacto directo con las plantas para evitar
toxicidades, y luego se debe regar para incorporar el fertilizante en la zona de
raíces en el suelo. Dependiendo del nutriente, existe una gran variedad de
sales fertilizantes que se pueden aplicar a los cultivos. En el Cuadro 13, se
presentan distintos fertilizantes y su composición de N, P, K y S.

30
Capítulo 3. Manejo Agronómico.

Cuadro 13. Concentración de N, P, K y S de distintos fertilizantes y su fórmula


química.
Concentración de nutrientes
Fertilizantes (kg nutriente/100 kg o %) Fórmula química
N P K S
Urea 46 0 0 0 (NH2)2CO
Nitrato de amonio 34 0 0 0 NH4 NO3
Sulfato de amonio 21 0 0 24 (NH4)2 SO4
Superfosfato simple 0 21 0 0 Ca(H2PO4)2
Superfosfato triple 0 46 0 0 Ca(H2PO4)2
Cloruro de potasio 0 0 62 0 KCl
Sulfato de potasio 0 0 50 18 K2 SO4
Fosfato monoamónonico 10 48 0 0 NH4H2PO4
Fosfato diamónico 18 46 0 0 (NH4)2 HPO4
Nitrato de potasio 13 0 44 0 K NO3
Fuente: Elaboración propia (en base a la ficha técnica de los distintos fertilizantes).

Por otra parte, también es posible, e incluso recomendable, utilizar materia


orgánica para fertilizar las hortalizas. Sin embargo, en dicho caso es necesario
realizar el cálculo de dosis de aplicación de materia orgánica en función de
la composición y concentración de nutrientes que ella contiene. En el Cuadro
14, se presentan las concentraciones de algunos macronutrientes en distintas
fuentes de materia orgánica.

Cuadro 14. Concentración de N, P, K y Mg de distintas fuentes de materia orgánica,


en kg de nutriente por tonelada de guano.
Tipo de materia orgánica Materia seca N P2O5 K 2O MgO
(%) (kg / t guano)
Guano de vaca 32 7,0 6,0 8,0 4,0
Guano de oveja y cabra 35 14,0 5,0 12,0 3,0
Guano de caballo 35 6,0 6,3 6,3 4,0
Guano de cerdo 25 5,0 3,0 5,0 1,3
Guano de gallina 28 15,0 16,0 9,0 4,5
Fuente: Elaboración propia (en base a distintas fuentes bibliográficas).

Principios de fertirrigación

Aquellos predios que cuentan con un sistema de riego tecnificado, la aplicación


de los fertilizantes se hace a través del mismo riego, lo que se denomina
fertirrigación Este sistema se asemeja a un sistema de hidroponía en campo
abierto, en el cual el suelo funciona como un elemento de sujeción, sin
considerar su fertilidad. La fertirrigación se utiliza en sistemas automatizado
y presurizado y requiere de fertilizantes de alta solubilidad, generalmente con
bajo tamaño de partículas.

31
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Una caseta de fertirrigación, debe contener al menos un estanque para la


preparación de una solución madre (solución concentrada del fertilizante), un
sistema de inyección (venturi o bomba) con un medidor de flujo (caudalímetro)
para la solución madre, válvulas para la puesta en marcha y cierre del sistema
de inyección, y un sistema de filtros (arena o anillos) que aseguren el paso
de una solución de riego con partículas de tamaño fino para evitar el tapado
de goteros. Si bien es posible fertilizar mediante fertirrigación con un solo
estanque para la preparación de soluciones fertilizante, lo ideal es contar con
4 estanques: Estanque 1: para N-P-K; Estanque 2: para Ca-Mg; Estanque 3:
para microelementos (Fe, Mn, Zn, Cu, B, Mo) y, en caso de ser necesario,
Estanque 4: para ácidos (nítrico, fosfórico, sulfúrico, clorhídrico).

Para que la fertirrigación funcione sin inconvenientes, es necesario tomar


las siguientes precauciones: (1) Mantener un rango de pH entre 5,5 y 6,5
en el estanque en donde se prepara la solución nutritiva. (2) Mantener una
conductividad eléctrica no superior a 1,5 mmhos/cm en el estanque en donde
se prepara la solución nutritiva. (3) Conocer la ficha de fertilizantes a utilizar
(solubilidad, pH y CE a distintas concentraciones, pureza) o disponer de
pHmetro y conductivímetro. (4) No mezclar en la solución madre productos que
al juntarlos precipiten. En este último punto, es importante destacar aquellas
mezclas que no se deben realizar:

●●Fertilizantes fosforados con fertilizantes cálcicos.


●●Fertilizantes fosforados con fertilizantes magnésicos.
●●Fertilizantes cálcicos con sulfatos.
●●Microelementos no quelatados (Fe) con fertilizantes fosforados en medios
ácidos.

Entre las principales ventajas de la fertirrigación, se destaca la mayor


eficiencia en el uso de los fertilizantes, la mayor posibilidad de establecer una
sincronía entre necesidades de nutrientes de las plantas y su aplicación, la
significativa reducción de pérdidas de nutrientes (por lixiviación y volatilización)
y contaminación ambiental, la mayor posibilidad de reacción inmediata ante
carencias nutricionales en las plantas, mayor posibilidad de controlar nivel de
salinidad del agua, una menor incidencia de malezas, un sustantivo ahorro en
la mano de obra, y todo ello debería repercutir en una mayor productividad y
calidad de los cultivos y hortalizas.

Por su parte, la fertirrigación también impone algunos requerimientos, tales


como el uso de fertilizantes de elevada solubilidad y pureza, la dotación de
personal calificado para operar los sistemas, el constante monitoreo del pH, CE,
cabezales de riego y emisores, e implica un mayor costo de implementación en

32
Capítulo 3. Manejo Agronómico.

infraestructura, sistema de riego, matrices, equipos, electricidad, etc.

Balance hídrico

Para comprender las diferentes entradas y salidas de agua en el sistema


conformado por el suelo y la planta, debemos entender el principal proceso por
el cual se generan estas salidas de agua del sistema (ver Figura 5), el cual es
definido como evapotranspiración (ET), la que se puede descomponer en:
●●Evaporación: Proceso en el cual el agua que se encuentra en estado
líquido se retira de la superficie como vapor, liberándose hacia la atmósfera,
generalmente perdiéndose desde la superficie del suelo, ya sea por ascenso
capilar, riego, u otros.
●●Transpiración: Consiste en la liberación del agua en estado líquido contenida
en los tejidos vegetales, liberándose a la atmósfera como vapor, principalmente
al salir mediante el intercambio gaseoso que se genera en la planta por los
estomas4.
Evaporación Transpiración Precipitaciones Riego

Figura 5. Balance hídrico en un


suelo cultivad. Se pueden identificar
entradas y salidas de agua desde y
hacia el suelo.

Flujo Sub
superficial

Percolación Profunda Ascenso Capilar

Balance del agua en el suelo

Se pueden definir como entradas o aportes de agua al sistema: el riego, las


precipitaciones y ascensos capilares de agua desde la napa freática. Dentro de
las salidas o pérdidas de agua del sistema, tenemos: pérdidas del agua de riego
o precipitaciones por evaporación desde la superficie del suelo; percolación
profunda, cuando el agua entregada al sistema por riego o precipitaciones

4 Los estomas son pequeños poros ubicados en las caras inferiores y superiores de las hojas (adaxiales
o abaxiales respectivamente), siendo estructuras complejas compuestas por células de guardas, células
subsidiarias y el poro, que permiten el intercambio gaseoso (CO2 y vapor de agua). (Taiz and Zieger, 2010).

33
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

profundiza más allá de la superficie de suelo ocupada por las raíces pasando al
nivel freático; flujos subsuperficiales, es decir movimientos de agua en el suelo
por flujos preferenciales que se forman por los coloides de suelo, lo que puede
traducirse en zonas sobre regadas o sub regadas.

La absorción del agua por las plantas ocurre por los pelos radicales, hasta
alcanzar la corteza de la raíz. El contenido de agua en el suelo se puede
expresar de diversas formas, que por lo general se definen como: Volumétrico,
que consiste en la fracción de volumen de la solución suelo que está conformada
por agua, generalmente se expresa como una fracción volumen/volumen, o
bien como un porcentaje, simbolizándose como θ; para medir el contenido
volumétrico de agua en el suelo se pueden usar: Sondas capacitivas como
FDR, TDR, que deben ubicarse en una zona representativa para estimar el
contenido volumétrico de agua en el suelo . Gravimétrico, que es la fracción del
peso de la solución suelo que corresponde a agua; y finalmente como lámina
de agua, que consiste en el volumen de agua por unidad de área de suelo;
para calcular el contenido gravimétrico de agua en el suelo sólo necesitamos
de una estufa de secado y de una balanza, ya que se debe muestrear el suelo
húmedo y obtener la masa: del suelo húmedo y luego de secado durante 24 a
48 horas a 105°C, se debe obtener la masa de suelo nuevamente (suelo seco),
para obtener la cantidad de gramos de agua por cada 100 gramos de suelo
seco. Se puede ver en la siguiente fórmula, donde MA: Masa de agua; MSS:
Masa de suelo seco. Finalmente, el contenido gravimétrico de agua puede ser
obtenido mediante el contenido volumétrico (θ), dividiéndolo por la densidad
aparente del suelo.

Contenido Gravimétrico = MA x MSS-1 x 100 Contenido Volumétrico (θ) = VA x VT-1 x 100


Donde: MA: Masa de agua; MSS: Masa de suelo seco; VA = Volumen de agua y VT= Volumen total

Finalmente el contenido de agua en el suelo puede ser expresado como una


lámina de agua, que puede ser utilizada en una unidad de área de suelo y
habitualmente expresamos ese nivel de agua en milímetros (mm), Estos
pasan a ser los milímetros de agua almacenados en un suelo, en el caso que
queramos llevar el valor de una lámina de agua a contenido volumétrico θ, se
debe dividir por la profundidad del suelo al que se requiere calcular el contenido
volumétrico. (Fernández y Gyenge, 2010).

Para poder estimar el contenido de agua en el suelo, también se debe saber


que textura tiene el suelo, ya que eso va a determinar la cantidad de poros y
microporos que tiene el suelo donde se quiere cultivar, lo que va a cambiar la
tasa de infiltración y retención del agua, teniendo suelos como: Arcilla, Limo
o Arena. La textura que tienen el suelo donde se vaya a cultivar, actúa como

34
Capítulo 3. Manejo Agronómico.

“recipiente” que contiene el agua disponible para la absorción de las raíces de


las plantas. El tipo de suelo determinará cuánto y cuándo regar, ya que según
el tipo de suelo se determina el volumen y la frecuencia de riego a aplicar. Es
así como en un suelo arenoso que tiene una menor capacidad de retención
del agua, ya que infiltra y drena más rápido, debe regarse con una mayor
frecuencia y con menores tiempos de riego. Por su parte, en un suelo arcilloso
que tiene una mayor capacidad de retención de agua, la frecuencia debe ser
menor y puede regarse por mayor tiempo. La textura del suelo también influye
directamente en los bulbos de mojamiento que se formarán en el suelo (Figura
6), formando distintos patrones de distribución del agua en el suelo, lo que
implicará variar la ubicación de los emisores en el suelo. Por ejemplo, un suelo
arcilloso necesitará menos emisores en una misma superficie que un suelo
arenoso, ya que en el suelo arcilloso la distribución del agua será en un patrón
“más ancho” que en un suelo arenoso, por lo que el traslape de estos bulbos o
patrones será mayor.

Suelo Arcilloso Suelo Franco Suelo Arenoso

Emisor Emisor Emisor

Figura 6. Imagen representativa de los bulbos de mojamiento o patrones del movimiento


de la humedad en el suelo, según la textura del suelo.

A continuación de una lluvia o un riego abundante, todos los poros del suelo
llegan a estar ocupados por agua, en este punto es cuando se lleva el suelo
a saturación. A partir del punto de saturación y según la textura que tenga el
suelo, una vez transcurridas 24 a 48 horas el exceso de humedad que hay en
el suelo percola, o bien escurre mediante flujos preferenciales. El contenido
de agua que queda retenido y disponible en los coloides de suelo, posterior
al tiempo antes mencionado, se denomina la capacidad de campo (CC). El
contenido volumétrico de capacidad de campo de un suelo va a variar según
la textura, ya que suelos arcillosos pueden llegar a tener un 40% de contenido
volumétrico de agua a capacidad de campo, mientras que suelos arenosos
pueden tener entre un 5 y un 7%, moviéndose de 20 a 30 ó 35% en texturas
francas. Para poder determinar el nivel de humedad aprovechable del suelo
(Ha), es decir, el contenido de agua que está disponible para ser utilizado por
las plantas, a la CC se debe restar el contenido de agua que queda retenido

35
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

por los coloides de suelo y que no es aprovechable por las plantas y que se
denomina punto de marchitez permanente (PMP). En el PMP la planta no es
capaz de extraer el agua, por lo que llegan a un nivel de marchitez que es
irreversible, los valores varían entre un 10 y un 20 (Figura 7).

Figura 7. Imagen representativa del contenido de humedad en el suelo, tomando al suelo


como un reservorio de agua (“estanque”). Se identifica como Humedad aprovechable
(Ha) a la diferencia entre Capacidad de Campo (CC) y Punto de Marchitez Permanente
(PMP). Fuente: Elaboración propia desde Portal Frutícola, 2018.

Es indispensable mantener el suelo para el cultivo de hortalizas con un nivel


de agua que se mueva por sobre el PMP, hasta el nivel de CC, ya que esto
permitirá que la planta siempre tenga agua disponible, evitando estrés por
déficit hídrico o por falta de oxígeno (anoxia) en caso de anegamientos. En el
Cuadro 15 se puede apreciar diferentes valores de contenido de agua a CC
y PMP de distintas clases texturales. Los anegamientos implican que todos
los poros (macro y microporos) estén llenos de agua, lo que no permite una
buena relación entre agua y aire; el aire es esencial, ya que las raíces también
respiran. Además, el agua es esencial para poder disolver y dejar disponible
para las plantas los nutrientes en la solución suelo, por lo mismo la tendencia
es el uso de fertirrigación.

Cuadro 15. Contenido de agua en Capacidad de Campo (CC) y Punto de Marchitez


Permanente (PMP) por clase textural de suelo.
Clase Textural CC (%) PMP (%)
Arcilloso 23 – 46 13 – 29
Franco arcilloso 18 – 23 9 – 10
Franco 12 – 18 4 – 11
Franco arenoso 8 – 13 4–6
Arenoso 5-7 1-3
Fuente: Santa Olalla y Valero, 1992, citado por Silva, et al. 2015.

36
Capítulo 3. Manejo Agronómico.

Para calcular el nivel de humedad aprovechable (Ha) y obtener el valor de


retención de agua por parte del suelo, se utilizan usa la siguiente fórmula:

En donde tenemos que:

●●Ha (cm): Humedad aprovechable en el suelo.


●●%CC (%): Porcentaje volumétrico del suelo a capacidad de campo.
●●%PMP (%): Porcentaje volumétrico del suelo en punto de marchitez
permanente.
●●Profundidad (cm): Es el valor de la profundidad de suelo en que las raíces
pueden desarrollarse sin dificultades, en esa profundidad se encontrará
la mayor parte del volumen de raíces que son capaces de extraer agua y
nutrientes desde el suelo. En el caso de las hortalizas dependiendo de la
especie dicho valor puede fluctuar entre 20 cm en el caso de hortalizas de
hoja y unos 40 a 60 cm en el caso de hortalizas de fruto.
●●Pedregosidad (%): Corresponde al porcentaje de piedras presentes en el
perfil de suelo.

Los suelos arenosos tienen un mayor porcentaje de poros de mayor diámetro


(macroporos) que suelos arcillosos donde le mayor porcentaje es ocupado por
poros de menor diámetro (microporos). Esta relación de poros determina que
el drenaje e infiltración de agua sea mayor y más rápido en suelos de clase
textural arenosa, y menor en arcillosos.

Como mencionan Silva et al. (2015), cerca de un tercio de la humedad


aprovechable es fácilmente disponible. A menor disponibilidad de agua en el
suelo, a la planta se le dificulta más el poder extraer dicha agua desde el suelo,
es por ello y para evitar acercarse al punto de marchitez permanente (PMP),
se determina el umbral de riego (UR) que corresponde a un porcentaje de la
humedad aprovechable que será consumido por la planta hasta el momento
en que se efectúe un nuevo riego (Cuadro 16). Dicho porcentaje se determina
principalmente por el cultivo en cuestión, sumado a la experiencia y criterio del
agricultor, por lo que si bien hay valores tabulados, depende de la experiencia
con el cultivo, la finalidad de determinar un umbral de riego es poder tener
siempre un nivel de agua disponible (Hd), para la planta evitando que ésta
pase por un estrés hídrico por déficit o dificultad de extraer agua, se adjunta la
fórmula para determinar la humedad disponible, la que estará determinada por
el nivel de humedad aprovechable, junto con el umbral de riego.

37
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Cuadro 16. Umbral de riego de las principales hortalizas y tubérculos


producidos en el país.
Umbral de riego
Cultivo
(%)
Hortalizas
Lechuga 30
Espinaca 20
Zanahoria 35
Brocoli 45
Ajo 30
Cebolla 30
Cebolla Semilla 35
Pimiento 30
Melón y Sandía 40
Tomate 40
Tubérculos
Papa 35
Camote 65
Remolacha 55
Hortalizas perennes
Alcachofa 45
Espárrago 45
Frutilla 20
Fuente: Allen et al., 1998 citado por López-Olivari, 2016.

Para determinar el agua a aplicar mediante el riego, es necesario definir la


estrategia o método con el que se determina el nivel de agua a reponer, más
adelante se tratarán las distintas metodologías para determinar el cuándo y
cuánto regar, se verá en detalle el método climático que es uno de los métodos
más usados y que se puede aplicar con el uso de una bandeja evaporativa
ubicada en el predio, o bien con información de los datos agroclimáticos que
entrega la Red Agroclimática Nacional, mediante la información que está
disponible en la web: https://www.agromet.cl/, sustentada mediante una serie
de estaciones agroclimáticas ubicadas en el territorio nacional.

Método Climático

Método indirecto, en los cuáles se determina el nivel de agua a reponer mediante


riego, a partir de la estimación de la demanda hídrica de la atmósfera, con el
dato de la evapotranspiración de bandeja.

La bandeja evaporativa consiste en un recipiente con agua en el cual se marca


el nivel de agua y se mide el nivel de agua que desciende durante el día, es
decir el agua evaporada durante un período de tiempo (mm * día-1). La bandeja

38
Capítulo 3. Manejo Agronómico.

evaporativa proporciona una medida integral de la incidencia de las variables:


viento, radiación, temperatura y humedad sobre la evaporación de agua en
una superficie abierta, que tiene que reunir ciertas características. Con la
obtención del nivel de evaporación de bandeja (EB) expresada en mm*día-1,
corrigiendo dicho valor por el coeficiente de bandeja (Kb), que viene a ser
el valor o coeficiente que ajusta la ecuación en función de la distancia a la
cobertura vegetal, el contenido de humedad relativa y la velocidad del viento.
Los coeficientes de bandeja se pueden ver en el Cuadro 17.

Cuadro 17. Coeficientes de la bandeja, en distintas ubicaciones y bajo diferentes


condiciones ambientales.
Estanque Caso A: Estanque situado en una Caso B: Estanque situado en
Clase A superficie cultivada suelo desnudo
HR media Distancia
Distancia del
del
cultivo a Baja Media Alta Baja Media Alta
Velocidad del barlovento barbecho a
< 40 40-70 > 70 < 40 40-70 > 70
viento (m s )
-1 barlovento
(m)
(m)
1 0,55 0,65 0,75 1 0,70 0,80 0,85
10 0,65 0,75 0,85 10 0,60 0,70 0,80
Baja <2
100 0,70 0,80 0,85 100 0,55 0,65 0,75
1.000 0,75 0,85 0,85 1.000 0,50 0,60 0,70
1 0,50 0,60 0,65 1 0,65 0,75 0,80
10 0,60 0,70 0,75 10 0,55 0,65 0,70
Moderada 2-5
100 0,65 0,75 0,80 100 0,50 0,60 0,65
1.000 0,70 0,80 0,80 1.000 0,45 0,55 0,60
1 0,45 0,50 0,60 1 0,60 0,65 0,70
10 0,55 0,60 0,65 10 0,50 0,55 0,65
Alta 5-8
100 0,60 0,65 0,70 100 0,45 0,50 0,60
1.000 0,65 0,70 0,75 1.000 0,40 0,45 0,55
1 0,40 0,45 0,50 1 0,50 0,60 0,65
10 0,45 0,55 0,60 10 0,45 0,50 0,55
Muy Alta >8
100 0,50 0,60 0,65 100 0,40 0,45 0,50
1.000 0,55 0,60 0,65 1.000 0,35 0,40 0,45
Fuente: Cuadro adaptado en base a información recopilada de la Serie FAO Riego y Drenaje N°. 56 (Allen,
R. et al., 2006).

Para una correcta instalación de la bandeja evaporativa se debe colocar a


continuación o sobre el cultivo de referencia, en caso de que se coloque en
suelos en barbechos contiguo o sobe el pasto (cultivo de referencia), como se
ilustra en la Figura 8.

39
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Caso A Caso B
Viento Viento

50 m. o más borde 50 m. o más borde

Figura 8. Ejemplos de ubicación de la bandeja evaporativa para poder determinar el


coeficiente de bandeja que se utilizará en los cálculos de evapotranspiración.

Para poder determinar la demanda evaporativa del cultivo, se debe comenzar


calculando la evapotranspiración de referencia (ETo)

Una vez obtenido el valor de la evapotranspiración de referencia, dato que


podemos obtener también como evapotranspiración de referencia o potencial,
desde estaciones agroclimáticas, se procede al cálculo de la evapotranspiración
de cultivo (ETc), para poder obtener la evapotranspiración del cultivo, necesito
conocer el Kc (coeficiente de cultivo), para ello puedo recurrir a la literatura,
donde se tienen los coeficientes de cultivo para diferentes especies y en
distintos estados fenológicos, ya que un plantín recién trasplantado no va a
tener la misma demanda que un cultivo en plena producción, o cuando está
alcanzando la cosecha, senescencia, etcétera.

Una vez determinada la ETc (evapotranspiración del cultivo), se obtiene el valor


real de la demanda hídrica del cultivo que queremos regar; para poder estimar
la cantidad de agua a aplicar mediante riego, se debe calcular el tiempo de
riego, pero antes hay que conocer la descarga de agua que entrega el equipo,
conocido como precipitación del equipo, la cual se calcula en mm*h-1, para
ello se debe conocer el caudal del emisor o gotero (L*h-1), la distancia entre
emisores (goteros) y entre laterales (cintas de riego).

40
Capítulo 3. Manejo Agronómico.

Cuadro 18. Coeficientes de cultivo (Kc), en distintas etapas de desarrollo para distintos
cultivos hortícolas.
Etapas de desarrollo*
Cultivo Familia KC KC Final
KC Inicial KC Medio
Desarrollo (Maduración)
Arveja Fabaceae 0,45 0,75 1,15 1,00
Apio Asteraceae 1,05 1,00
Alcachofa Asteraceae 0,50 1,00 0,95 0,70
Berenjena Solanaceae 0,45 0,75 1,15 0,80
Brócoli Brasicaceae 0,70 1,05 0,95
Cebolla Alliaceae 0,45 0,70 1,05 0,75
Coliflor Brasicaceae 0,70 1,05 0,95
Espárragos Asparagaceae 0,50 0,95 0,30
Espinaca Amaranthaceae 0,70 1,00 0,30
Habas Fabaceae 0,50 0,50 1,15 1,10
Lechuga Asteraceae 0,45 0,60 1,00 0,90
Maíz Poaceae 0,40 0,80 1,15 0,70
Melón Cucurbitaceae 0,45 0,75 1,00 0,75
Papa Solanaceae 0,45 0,75 1,15 0,85
Pimiento Solanaceae 0,35 0,70 1,05 0,90
Pepino Cucurbitaceae 0,30 0,60 1,00 0,90
Poroto Fabaceae 0,35 0,40 1,15 0,35
Poroto Verde Fabaceae 0,35 0,70 1,10 0,90
Rábano Brasicaceae 0,60 0,90 0,85
Remolacha Amaranthaceae 0,40 0,80 1,15 0,80
Repollo Brasicaceae 0,70 1,05 0,40
Sandía Cucurbitaceae 0,45 0,75 1,00 0,70
Tomate Solanaceae 0,45 0,75 1,15 0,80
Zanahoria Apiaceae 0,45 0,75 1,05 0,90
Zapallo de Guarda Cucurbitaceae 0,45 0,70 1,00 0,70
Zapallo italiano Cucurbitaceae 0,40 0,65 0,95 0,75
*/ Debido a que el desarrollo de las plantas, según lo definen distintos autores, se divide en tres, o en cuatro
etapas, algunas especies del cuadro anterior no ´presentan valor de Kc en las cuatro etapas, ya que los
criterios de cada autor varían según sus investigaciones. Fuente: Cuadro de elaboración propia, mediante
la recopilación de diversas fuentes bibliográficas (Allen, R. et al., 2006; Ortega y Carrasco, 2003; Kremer y
Seguel, 2009).

Donde:

●●pp emisor = Precipitación del emisor en mm h-1.


●●Q emisor = Caudal del emisor en L h-1.
●●Dist emisores: Distancia entre emisores en m.
●●Dist laterales: Distancia entre laterales en m.

Nota con respecto a los emisores: Lo mismo que se da en el caso del drenaje
e infiltración en las clases texturales, se da de forma inversa en los bulbos de
mojamiento que genera cada emisor, los que son mayores en suelos arcillosos.

41
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Por lo anterior es que la distancia entre emisores deberá ser menor en suelos
arenosos para generar una correcta uniformidad del riego.

Una de las claves para instalar un correcto sistema de riego es el correcto


traslape de los bulbos de mojamiento en la superficie de suelo, por lo que se
debe ver la distribución de los bulbos, generando un riego lo más uniforme
posible en todo el paño o sector productivo, ya sea: un invernadero o un sector
de riego. Para tener una correcta uniformidad de aplicación del agua se debe
ver la disposición inicial de los emisores y preocuparse durante todo el período
de producción que los emisores no se hayan obstruido, para ello periódicamente
se debe medir la uniformidad, para ello se deben: identificar el o los sectores
a evaluar, elegir 4 laterales desde el cabezal o la válvula hasta el final de la
submatriz y determinar el nivel de agua, colocando recipientes bajo emisores
al azar en las laterales seleccionadas y midiendo durante 1 minuto los mililitros
de descarga, posteriormente aplica la siguiente fórmula, para obtener el caudal
en Litros/hora (L*h-1):

Donde:

●●Q = Caudal en L*h-1.


●●mm = milímetros de descarga del emisor.

Una vez recopilados estos datos al azar en distintos lugares de las laterales
del sector, se ordenan los datos en un cuadro de mayor a menor caudal del
emisor. Posteriormente se promedian los valores del 25% de los puntos de
caudal más bajo, finalmente ese promedio se divide por el promedio total de
los datos recopilados, valor que al multiplicarlo por 100, entregará el porcentaje
de uniformidad, como en el ejemplo a continuación a partir de los datos del
Cuadro 19.

Cuadro 19. Valores de caudal de emisor para ejemplo y ejercicio.


Número gotero Caudal (L/h) Número gotero Caudal (L/h)
1 3,60 9 3,24
2 3,48 10 3,24
3 3,48 11 3,12
4 3,48 12 3,12
5 3,36 13 3,00
6 3,36 14 2,88
7 3,36 15 2,64
8 3,24 16 2,64
Promedio 25% menores 2,79
Promedio total 3,20

42
Capítulo 3. Manejo Agronómico.

Cálculos:

(3+2,88+2,64+2,64)/4 = 2,79 (L/h)


51,24/ 16 datos= 3,2 litros hora promedio
2,79 (L/h) / 3,2 (L/h) = 0,87
0,87 x 100= 87% Coeficiente de Uniformidad

Cuando se determina la precipitación del equipo, que no es más que el aporte


de agua al suelo en el trascurso de una hora de riego, se debe calcular cuál
será el tiempo que debemos regar (TR: tiempo de riego), para calcular el tiempo
de riego en minutos, se debe usar la siguiente fórmula:

Donde:

●●ETc = Evapotranspiración del cultivo en mm*día-1.


●●pp equipo = Precipitación de equipo en mm*h-1.
●●Ef riego = Eficiencia de riego (% * 0,01 ó % / 100).

La eficiencia del sistema será un valor determinado en base al tipo de riego que
se esté usando (Cuadro 20), por ejemplo, en un sistema de riego localizado por
goteo, la eficiencia que se utiliza es de un 90%. La eficiencia de aplicación de la
lámina de agua no es más que la porción real de agua aplicada que va a estar
disponible para ser utilizada por la planta.

Cuadro 20. Eficiencia de aplicación de la lámina de agua, según el tipo de


riego que se utilice.
Tipo de sistema de riego Eficiencia de aplicación (%)
Aspersión 75
Microaspersión 85
Goteo 90
Fuente: Elaboración propia en base a distintas fuentes bibliográficas.

Finalmente, una vez determinado el tiempo de riego, necesitamos conocer la


frecuencia riego. Para poder determinar la frecuencia de riego debemos utilizar
dos factores que ya se conocen: la ETC (Evapotranspiración de cultivo) y la
humedad disponible (Hd), el valor de ETc debe introducirse a la fórmula en mm/
semana, es decir como ya se tiene el valor de ETc diario, se debe multiplicar
por 7 días, usando la siguiente fórmula:

43
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

El valor que se obtiene será el número de riegos que se deberá efectuar por
semana, por lo que para saber cada cuantos días se debe regar, se debe dividir
los 7 días de la semana por el número de la Frecuencia de riego (FR) calculado.

Estudio de caso: Considerando un cultivo de lechugas, regadas mediante un


sistema de goteo, en un suelo Franco y una profundidad efectiva de 20 cm, para
el cálculo de la Frecuencia de riego (FR) se procede de la siguiente manera:

1. Se tiene una bandeja tipo A, la que evaporó 8 mm, el coeficiente de bandeja al


momento de la toma del dato fue de 0,75. Entonces:
ETo = 8 mm/día x 0,75 = 6 mm/día

2. El equipo de riego tiene cintas con goteros que entregan un caudal de 1 L/h por
cada emisor, el distanciamiento de cada emisor es de 20 cm (0,2 mts) y cada cinta
de goteros se ubica a una distancia de 30 cm entre sí (0,3 mts).

3. Para calcular ETc:


Etc = ETo x Kc (Kc medio de la lechuga = 1)
ETc = 6 [mm/día] x 1 = 6 [mm/día]
Por lo que la evapotranspiración de cultivo es de 6 mm/día, valor que se debe
sustituir mediante el riego.

4. Se debe determinar la precipitación del equipo:


1 [L/h]
Pp equipo (mm/h) =
0,2 [m] * 0,3 [m]
Pp equipo = 16 [mm/h]

5. Con los valores ya obtenidos, se debe calcular el tiempo de riego, para


determinar cuanto tiempo regar, recordamos:
ETc
TR = x 60
Pp equipo x Ef. del sistema

6. Como ya conocemos que el cultivo de lechugas evapotrasnpira 6 mm/día, y se


encuentra en una etapa de desarrollo medio (Kc = 1), junto con un equipo que
precipita 16 mm/h. Entonces:

6 [mm/día]
TR (min) = X 60
16 [mm/h] x 0,9

44
Capítulo 3. Manejo Agronómico.

7. Se tiene un suelo Franco, y al trabajar con lechugas consideraremos una


profundidad de 20 cm, entonces:
Ha = 4,2 cm
CC - PMP x prof x (1-pedr)
Ha =
100 Hd = 4,2 cm x 30 (%)
18- 11 x 60 [cm] x (1-0)
Ha = Hd = 1,26 cm  11,26 mm
100

8. Finalmente, la frecuencia de riego (FR) será:

6 [mm/día] X 7[d/sem]
FR =
11,26 [mm]

FR = 3,73 veces por semana, o dicho de otra forma cada dos días

Métodos Asociados al Suelo

El suelo actúa como un reservorio de agua, usando como base el método


climático, teniendo en cuenta la capacidad de retención que puede tener el suelo
y la demanda de la planta, se puede usar como una forma de seguimiento del
contenido de agua del suelo mediante el uso de sondas de capacitancia (Figura
9), o bien tensiómetros. En el cuál al conocer el valor de suelo a capacidad
de campo, se establece un umbral de riego para poder efectuar los riegos.
Por ejemplo, al usar una sonda FDR o sonda capacitiva, que usan el valor de
la constante dieléctrica del suelo para poder interpretar ese dato y arrojar un
contenido volumétrico de agua, con el cuál se puede tener el volumen de agua
y en qué estado se encuentra el suelo, si cerca de Capacidad de Campo o del
Punto de Marchitez Permanente.

Figura 9. A la izquierda: fotografía del dato obtenido del contenido volumétrico de agua
en el suelo, mediante una sonda de capacitancia y un equipo lector portátil, en un

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Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

campo cultivado con tomates en etapa inicial de desarrollo. Como se puede observar
el contenido volumétrico de agua es de 0,263 m3/m3. A la derecha, se puede observar
una sonda de capacitancia GS3, que mide el contenido de humedad volumétrico en el
suelo, junto con el nivel de salinidad y temperatura, en un cultivo de hortalizas de hoja.
En la foto se puede observar acelgas en un invernadero en Cochrane.

Métodos asociados a la planta

Son métodos de estimación indirecta del contenido de agua en la planta, en


base a un seguimiento de variables fisiológicas de la planta, ya que el principal
proceso que realiza la planta durante la fotosíntesis y que requiere de una
pérdida de agua es el intercambio gaseoso, en donde la planta transpira, en
este intercambio gaseoso se pueden evaluar distintas variables fisiológicas,
la que estimulan la absorción de agua por parte de las raíces de la planta, por
eso y en una planta sin estrés por plagas, enfermedades o déficit nutricionales,
se pueden censar variables como: el potencial hídrico xilemático con una
cámara de presión tipo Scholander, la actividad fotosintética con un analizador
infrarrojo de gases, o bien parámetros como la conductancia estomática con un
porómetro (Figura 10).

Figura 10. Porómetro de hoja,


con el que se pude medir la
conductancia estomática en
hojas del cultivo al que se
puede determinar un suministro
de agua adecuado, o bien si
hay déficit en el suministro de
agua a la planta.

Sistema de riego

Para un correcto desarrollo del cultivo de hortalizas el sistema de riego que ha


dado los mejores resultados en los invernaderos de la Región es el de goteo
(Figura 11), ya sea mediante cintas de goteo o planzas con goteros integrados,
este sistema es uno de los de mayor eficiencia de aplicación de agua, ya que
asciende a un 90%. Además, permite con un correcto manejo del sistema un
buen contenido de humedad y aireación en el suelo, ya que las hortalizas en
general son de raíces superficiales, por lo que nos interesa que la disponibilidad

46
Capítulo 3. Manejo Agronómico.

máxima de agua y nutrientes se encuentre en los primeros 20 a 30 centímetros


de suelo. El déficit hídrico afecta la producción y el crecimiento vegetativo de
las hortalizas, como a su vez los anegamientos y excesos de agua favorecen la
proliferación de hongos y generan problemas de asfixia radical (anoxia).

Figura 11. Sistemas de riego por goteo para cultivos en suelo en invernadero en la
Región de Aysén, Chile.

Referencias

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Guías para la determinación de los requerimientos de agua de los cultivos.
Estudio FAO Riego y Drenaje N° 56. FAO (Food and Agriculture Organization
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Fernández, M.E. y J.E. Gyenge. 2010. Técnicas en medición en ecofisiología
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Tecnología Agropecuaria (Argentina).
Kremer, C. y O. Seguel. 2009. Riego en Hortalizas. Boletín informativo N°6.
Nodo hortícola VI Región.
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para el Sur de Chile: Conceptos y consideraciones básicas en métodos
y programación de riego para optimizar el recurso hídrico. Instituto de
Investigaciones Agropecuarias (INIA), Centro Regional Carillanca. (156 pp.).
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Silva, P., H. Silva, M. Garrido y E. Acevedo. 2015. Manual de estudio y ejercicios
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Taiz, L., and E. Zeiger. 2010. Plant physiology 5th Ed. Sunderland, MA: Sinauer
Associates.

47
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

CAPÍTULO 4. PRODUCCIÓN DE HORTALIZAS PROTEGIDAS


Ricardo Pertuzé C.

Mecanismos de protección de hortalizas

Las hortalizas son producidas bajo diversas condiciones climáticas. Muchas


de ellas toleran condiciones adversas de producción, sin embargo, en muchos
casos se requiere de protegerlas para evitar que el frío o la lluvia afecten su
calidad. Por otra parte, también se protegen cuando simplemente se quiere
dar mejores condiciones de crecimiento al cultivo para permitir una cosecha
temprana o tardía en la temporada, logrando obtener mayores precios de venta.
Se puede recurrir a diversos mecanismos de protección para las hortalizas, que
van desde la utilización cubiertas de suelo o mulch, mantos térmicos o mantos
antiheladas, microtúneles e invernaderos de diversas formas y características.
También es posible dar condiciones de protección a las hortalizas mediante la
producción de plantines, de forma de adelantar el crecimiento de las plantas
bajo un sistema de mayor cuidado.

Mulch

La cobertura de suelo consiste en tapar el suelo donde se cultivarán las


hortalizas con un plástico u otro material, como la paja, dejando solo espacio
para colocar y permitir el crecimiento de la hortaliza. De esta forma se puede
evitar, en cierta medida, la evaporación de agua desde el suelo, reducir el
crecimiento de malezas que compiten con el cultivo y además podría jugar un
rol como regulador de la temperatura del suelo. Los materiales más utilizados
como cobertura (tipo mulch) son plásticos de distintos colores, los que cumplen
distintas funciones según sea el caso. En este sentido, tal como se puede ver
en el Cuadro 20, se describen los colores de los mulch plásticos, que van desde
plástico transparente, que permitiría la mejor acumulación de temperatura en
el suelo, pero también el crecimiento de malezas por el paso de luz y, en el
caso de usarse en pleno verano, podría causar el quemado del cultivo por la
excesiva acumulación de calor en el suelo; hasta el plástico negro, que si bien
es capaz de calentarse mucho, solo traspasa ese calor al suelo por contacto,
y como no permite el paso de los rayos del sol al suelo, este no se calienta por
efecto directo de los rayos del sol y permanece con menores temperaturas. Por
su parte, la falta de luz tampoco permite el crecimiento de malezas.

Colores intermedios, como el naranja o gris humo, pueden calentar el suelo


y ejercer control de malezas en cierto nivel que puede ser adecuado para el
cultivo. Por esta razón se recomienda para su uso en invierno (Cuadro 21).

48
Capítulo 4. Hortalizas protegidas.

Existen mulch que cumplen una doble función gracias a su condición coextruida,
tienen una coloración por una cara y otra por la otra. De esta forma, un mulch
coextruido blanco/negro (Figura 12, Cuadro 21) permite utilizar la cara blanca
por arriba evitando el sobrecalentamiento del plástico cerca del cultivo y además
tiene coloración negra por abajo, no permitiendo el paso de luz y controlando
las malezas. Dada eta condición se recomienda su uso en verano, pero también
puede ser utilizado en otras épocas.

Cuadro 21. Tipos de plásticos utilizados para cobertura de suelo o mulch.


Corlor de Mulch Ventajas Desventajas

Aumenta la temperatura del suelo, Favorece también el crecimiento de


Transparente
favorece el crecimiento del cultivo. malezas y dificulta sus limpias.

Incrementan temperatura del suelo,


fomentando la precocidad y reduce el
Igualmente permite el crecimiento de
Blanco crecimiento de malezas. Blanco refleja
malezas.
luz hacia el cultivo, mejorando la calidad y
desarrollo de los frutos.
Presenta un control de malezas medio,
por lo que se debe usar en casos que se
Incrementa la temperatura del suelo, en
necesite de producción de primores y se
menor nivel que el trasparente o el blanco,
Naranja o Café debe acompañar de limpias de malezas
mejora la precocidad de los cultivos y
periódicas, o bien mezclar con una
permite adelantar los trasplantes.
correcta aplicación de herbicida suelo
activo.
Incrementa la temperatura del suelo.
Fomenta la precocidad de la producción.
Gris humo Menor precocidad que los transparentes
No produce quemaduras y genera menor
cantidad de malezas
Baja la temperatura del plástico en verano,
permite aumentar la precocidad por el Uso restringido para verano por el reflejo
Metálico
reflejo de luz en el cultivo. Genera un buen de luz.
control de malezas.
No incrementan temperatura del suelo.
Muy buen control de malezas e incremento En días calurosos se puede quemar
Negro
de los rendimientos parte aérea de las plantas o frutos por
contacto
Aporta los beneficios del blanco o del
Coextruido* metálico hacia la parte vegetativa el No incrementa la temperatura del suelo,
Blanco/negro cultivo. No queman el cultivo y reflejan tampoco hay cambios en la precocidad
Metálico/negro la luz. También aporta los beneficios del de la planta.
control de malezas del plástico negro
*/ Mulch de distinto color en ambas caras. Fuente: Elaboración propia en base a diferentes fuentes
bibliográficas e investigaciones.

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Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Figura 12. Condiciones de cultivo con y sin uso de mulch en Aysén. Lechugas en
Coyhaique sin mulch (arriba izquierda) y con mulch coextruido blanco/negro (arriba
derecha), para el mismo agricultor. Tomates con mulch coextruido blanco/negro (abajo
izquierda). Uso de mulch negro en Cochrane (abajo derecha).

Mantos térmicos y microtúneles

Cuando se quiere proteger un cultivo de temperaturas frías, especialmente en


cultivos temprano en la temporada es posible utilizar sistemas de cubierta de
cultivos que varían en su metodología y forma de instalación, pero generan un
microclima alrededor de las plantas para protegerlas del frío. Se utilizan los
mantos térmicos y los microtúneles.

Manto térmico. Son textiles de material liviano no tejido fabricados de


polipropileno. Se instan sobre las plantas sin necesidad de estructuras que
lo soporten y cuando son instalados correctamente podrían generar entre 2 y
3,5°C más que al exterior (Zanek et al., 2014) permitiendo escapar de alguna
helada o aumentando la temperatura para mejorar el crecimiento del cultivo.
Estos se pueden instalar al aire libre o al interior de un invernadero.

Microtúnel. Corresponden a la instalación de polietileno transparente sobre


arcos de varillas de madera, PVC o alambre (Figura 13). Se deben instalar

50
Capítulo 4. Hortalizas protegidas.

arcos que dejen el espacio suficiente para el crecimiento del cultivo que crece
sobre una mesa, dejando 60-70 cm de alto sobre el suelo. Estos arcos se
instalan a aproximadamente 2,0-2,5 m uno de otro para evitar que el plástico
caiga sobre el cultivo. El plástico debe ser asegurado en sus extremos por
estacas para evitar que se vuelen con el viento, además es posible amarrar
pitas o cordeles sobre ellos para facilitar su levantamiento en momentos en
que se requiera ventilar el cultivo. Se debe tener especial cuidado con el viento,
cerrando con tierra el costado por donde provenga el viento predominante y
planificar la ventilación por el lado opuesto, de forma de evitar que el viento se
embolse en el túnel y luego lo levante.

Figura 13. Dimensiones de túneles para cultivos bajos.

Los microtúneles son importantes para el comienzo del cultivo, pero se debe
tener especial cuidado de evitar el sobrecalentamiento del interior cuando las
temperaturas ambientales suben. Es muy fácil que la acumulación térmica
pueda sobrepasar los niveles tolerados por los cultivos, si no se ventilan y abren
oportunamente. Cuando ya no existe riesgo de heladas y las temperaturas
ambientales son más favorables es conveniente retirar los plásticos y así evitar
posibles daños a los cultivos.

Tipos de Invernaderos

Dentro de las alternativas de protección de cultivos, el uso de invernaderos ofrece


una serie de garantías que varían según las características de los invernaderos
a utilizar. Existen muchos diseños y materiales para su construcción, tanto para
su estructura como para su cobertura. En este sentido nos podemos encontrar
con invernaderos semicirculares o macrotúneles, cuyas estructuras pueden
ser desde tubos de PVC o bien combinaciones de madera y PVC o coligues
para el soporte de los techos. Otros utilizan maderas para pilares y cerchas

51
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

configurando invernaderos tipo capilla de madera que pueden variar en altura


según necesidades de cada agricultor. Cuando la tecnología aumenta, también
los costos y se pueden utilizar estructuras de fierro galvanizado o incluso de
aluminio. Cada forma y materialidad de las estructuras permiten enfrentar
diversas condiciones ambientales (luz, viento, latitud), tipo de cobertura a utilizar,
costos). En el Cuadro 22 se pueden apreciar diversos tipos de invernaderos y
algunas de sus características.

Cuadro 22. Tipos de invernaderos, estructuras, coberturas y dimensiones.


Tipo de invernadero Estructura Cobertura Alto x Ancho
1. Caseta o parrón

A. Madera y alambre PE* 2 m x variable

2. Macotúnel semicircular
A. Tubos de PVC, PE 2-3 m x 6-9 m
B. Tubos de fierro galvanizado PE 2-4 m x 6-9 m

3. Capilla con techo


semicircular con y sin apertura
superior
A. Fierro galvanizado PE 5 m x 7-9 m

4. Capilla dos aguas con y sin


A. Madera
ventana cenital (lucarna) PE
B. Fierro galvanizado
PE, 3,6 m x 6-7 m
policarbonato, 3-8 m x 6-7 m
vidrio

5. Muro pasivo (Tipo Aysén)

Sur Norte A. Muro concreto (lado sur) y PE,


3-4 m x 7-9 m
madera (techo y lado norte) Policarbonato

Fuente: Elaboración propia en base a distintas fuentes bibliográficas e investigaciones. *PE: Polietileno.

Cobertura: La cobertura de estos invernaderos es principalmente con polietileno


transparentes de baja densidad (PE) con espesores de 0,15 mm ó 0,20 mm y
tratamiento anti UV, lo que le da una durabilidad de 2 temporadas. También es
posible utilizar planchas de policarbonato o vidrio, obteniendo mucho mayor
durabilidad, pero costos mucho más elevados. Cada tipo de cobertura varía en
sus propiedades de facilidad de instalación, resistencia al calor, transmisión de
la luz o la retención de calor.

52
Capítulo 4. Hortalizas protegidas.

Manejo de invernaderos (control de temperatura, humedad, otros)

Los diversos tipos de invernaderos pueden ser manejados de diferentes maneras


para ajustar la temperatura y humedad en su interior, aunque existen algunos
mecanismos generales que se adaptan según sea el tipo de invernadero.

Invernadero tipo Caseta: Bajos, planos, estructura de parronal cubierta


por plástico. Presentan problemas de ventilación, ya que el centro de estos
invernaderos es difícil obtener buena ventilación y las temperaturas aumentan
considerablemente. Se manejan con aberturas de cortinas laterales y frontales
para la ventilación. Se utilizan en lugares de poca lluvia por su condición plana,
aunque pueden aprovechar pendiente de laderas de cerros. Aparecieron por
primera vez en la zona de Ovalle (Figura 14). Cuando se levantan cortinas
laterales pueden tener problemas con el viento que podría levantar toda la
estructura.

Figura 14. Ejemplo de invernadero tipo Caseta. Región de Atacama, Chile.

Invernadero tipo Macrotúnel: con forma semicircular, hasta 3 metros de


altura, 6-9 metros de ancho y puede llegar a tener hasta 85 metros de largo. La
ventilación pasiva de ellos se realiza por los extremos o por ventanas laterales.
Largos excesivos dificultan su ventilación. Son muy útiles para condiciones
ventosas por su forma semicircular. Es posible instalarlos con arcos de metal o
madera (Figura 15), incluso algunos se levantan con tuberías de PVC.

53
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Figura 15. Invernaderos tipo Macrotúnel en la Región de Aysén, Chile. Estructura de


metal (izquierda) y estructura de madera (derecha).

Invernadero tipo Capilla: característico de la zona de Quillota. Su techo forma


un triángulo (por ello su nombre); tiene una altura máxima de 3,6 metros, un
ancho de 6 a 7 metros y largos de 20 a 50 metros. En posible encontrar múltiples
naves unidas, las que presentan lucarnas o ventanas cenitales para ventilación
pasiva, como así también, aberturas frontales (anterior y posterior) y laterales
(cortinas de plástico). Al interior de los invernaderos es posible cultivar en suelo
(Figura 16), o en sistemas sin suelo tales como sacos de cultivo (grow bags),
sistemas NFT (Nutrient Film Technique) (Figura 17), o piscinas para cultivos en
raíz flotante.

Figura 16. Exterior de invernadero tipo Capilla con producción de hortalizas en suelo
en la Región de Valparaíso, Chile, con altura de 3,6 m a la cumbrera (izquierda). Interior
de invernadero con alzas para mejorar ventilación de cultivos de tomates en la Zona
Central de Chile, con altura de 5 m a la cumbrera (derecha).

54
Capítulo 4. Hortalizas protegidas.

Figura 17. Invernadero tipo Capilla con producción de hortalizas de hojas hidropónicas
con sistema NFT en Coyhaique, Región de Aysén, Chile.

Invernadero tipo Aysén (con muro de calefacción pasiva): Estos


invernaderos se ven en las zonas australes y se basan en la idea de tener un
muro de concreto o piedras en el lado sur del invernadero y un techo y paredes
transparentes en el lado norte (Figura 18). La luz que entra desde el norte en
las zonas australes del hemisferio sur calienta el muro que se encuentra en el
lado opuesto del invernadero y posteriormente en la noche, este muro libera
el calor acumulado manteniendo en forma pasiva la temperatura al interior
del invernadero. Siempre es necesario mantener buenas ventilaciones en los
cabezales de esto invernaderos para ventilarlo cuando hay mucho calor.

Figura 18. Vista exterior de invernadero tipo Aysén en Cochrane (izquierda) y vista
interior de invernadero del mismo tipo en Coyhaique con muro de cemento y piedra
en el costado sur del invernadero y de plástico en lado norte (derecha), ambos en la
Región de Aysén, Chile.

55
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Control de ventilación: Es fundamental mantener una buena ventilación para


controlar excesos de temperatura al interior de los invernaderos. Se utilizan
diversas estrategias que varían según la estructura del invernadero con que se
cuente. La ventilación cenital o lucarna en la parte más alta de los invernaderos
permite evacuar el calor que tiende a subir. Esta ventilación se ve favorecida
cuando se abren también ventanas o las paredes laterales, que permiten la
entrada de aire seco desde fuera de los invernaderos y generan movimiento
del aire húmedo y cálido del interior hacia el exterior. En algunos casos es
posible disponer de un ventilador que fuerza la salida de aire desde el interior
del invernadero cumpliendo la misma función.

Reducción de temperatura: Cuando la sola ventilación no es capaz de


refrescar el invernadero, se hace necesario buscar otras medidas que se
basan en la evaporación de agua libre para bajar la temperatura del aire.
El ingreso de aire seco por las ventilaciones reduce su temperatura cuando
logra evaporar el agua libre. Para ello se usan paredes húmedas por donde
pasa el aire y se enfría, microaspersión al interior del invernadero, o humedecer
los pisos, dejando disponible agua para su evaporación y con ello logrando
bajar la temperatura del aire. Estas últimas estrategias se pueden combinar
con sombra, utilizando mallas que se colocan tanto por el interior como por el
exterior de los invernaderos. En otros casos y especialmente con invernaderos
de vidrio, se puede pintar con cal los techos para reducir el ingreso de luz al
invernadero, lo que también lograr reducir la temperatura.

Precauciones adicionales (viento y nieve): Se hace importante hacer


mención a la necesidad de tomar precauciones especiales ante situaciones de
vientos fuertes y nieve. En casos de vientos se debe asegurar los invernaderos,
evitando el ingreso de aire a los invernaderos de forma que este no se encierre
al interior, ya que puede provocar no solo que se vuele el plástico utilizado
como cobertura, sino también destruir parte de la estructura por arrastre. Para
disminuir la resistencia de la estructura ante el viento, se recomienda construir
los invernaderos con la cara de menor superficie hacia el lugar de donde
provenga el viento predominante y orientar las ventanas cenitales en sentido
opuesto a los vientos. Por otra parte, ante caídas de nieve, esta inicialmente
se desliza y cae desde el techo del invernadero, pero en muchos casos, dada
la pendiente del techo y la cantidad de nieve caída se hace necesario ayudar
a la nieve a deslizarse desde el techo desde el interior de los invernaderos
para evitar la acumulación de peso que los invernaderos no están diseñados a
soportar y que pueden provocar la destrucción de la estructura.

Ubicación de cultivos: Siempre es recomendable asegurarse que llegue


el máximo de luz a los cultivos durante el día. En el hemisferio sur, con un
invernadero construido de este a oeste, se sugiere colocar cultivos bajos en

56
Capítulo 4. Hortalizas protegidas.

los costados norte de los invernaderos y los de mayor altura en el costado sur
para evitar que los últimos hagan sombra a los más bajos. Si el invernadero
tiene orientación norte a sur, colocar las hileras en el sentido del invernadero
y los cultivos altos al centro y los bajos en los costados para favorecer el
aprovechamiento de la luz.

Producción de plantines de calidad para la Región

Semillas. Una de las bases para la producción de hortalizas es partir con


semillas de calidad para obtener una producción de un correcto almácigo
para obtener un plantín vigoroso y sano al momento de ser trasplantado. La
Región de Aysén tiene una temporada de producción muy corta, por lo que
la producción de plantines de la mayoría de las hortalizas es clave para tener
una producción exitosa y temprana. Actualmente, en parte importante de las
variedades modernas de hortalizas, la mayoría de las semillas que se venden
en el mercado son híbridas, lo que implica material de alto valor. Otras hortalizas
tienen asociado otras tecnologías como el peletizado de las semillas, lo que
también implica un mayor costo de las semillas. Dado el alto precio de las
semillas, las pérdidas de plantas deben reducirse al mínimo, en este sentido,
hacer plantines es una práctica que permite asegurar el mayor éxito de las
plantas permitiendo obtener la mayor cantidad de plantas de las semillas.

La semilla de calidad debe tener un alto porcentaje de germinación (>95


%), alto nivel de pureza (>99%) y alto vigor. Estos aspectos se consiguen
utilizando semillas obtenidas del mercado formal, correctamente etiquetadas
y envasadas. A pesar de lo anterior, es posible obtener semillas de calidad a
partir de semillas guardadas por agricultores, pero por lo general estas son
variedades antiguas que pueden tener un menor potencial productivo, aunque
pueden tener características interesantes de acuerdo a selecciones de locales.

Almacigueras o contenedores. La producción de plantines se realiza al interior


de invernaderos o en microtúneles y utilizando bandejas de almacigueras de
diversos tipos (Cuadro 23). En el mercado se utilizan bandejas de poliestireno,
PVC (termoformadas) y polipropileno (inyectadas), las que se utilizan con
diversos tamaños de alveolos o receptáculos para los plantines según el cultivo
que se quiera producir. Se debe elegir entre bandejas más económicas, pero
con mayores riesgos contagio de enfermedades al ser reutilzadas u otras más
caras pero que permiten mejor limpieza y mayor facilidad de almacenaje.

Las almacigueras deben rellenarse con un sustrato adecuado para el


crecimiento de los plantines. El sustrato puede ser de distintas características,
pero sin lugar a duda el más usado es una combinación de turba con perlita en
una relación 3:1. Esta composición de sustrato permite una buena aireación,

57
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

buen drenaje y buena retención de agua, requisitos básicos para poder producir
plantines de calidad. Al llenar las bandejas con sustrato, no debe compactarse
el sustrato, pero hay que procurar el correcto llenado de los alveolos (orificios)
de la bandeja, moviéndola o golpeándola levemente.

Cuadro 23. Tipos y características de bandejas para almacigueras de hortalizas.


Material de la
Ventajas Desventajas
bandeja
-Hospedero de patógenos
(hongos principalmente del género
-Económicas
Poliestireno Fusarium, Phytophthora, Pythium)
-Poco resistentes
-Baja densidad

-A pesar de tener un costo mayor que las de


poliestireno, tienen un costo relativamente
PVC -Baja densidad
bajo en comparación con las bandejas
(Termoformadas) -Livianas y poco resistentes
inyectadas (relación precio/calidad)
-Fácil limpieza y sanitización

-Fácil y eficaz en la limpieza y sanitización -Costo más elevado


Polipropileno
-Fácil transporte y almacenaje -Mayor peso de la bandeja, debido
(Inyectadas)
-Alta durabilidad a su mayor densidad
Fuente: Elaboración propia en base a varias fuentes bibliográficas.

Para la correcta siembra de las bandejas o almacigueras, la profundidad de


siembra de las semillas debe ser entre 2 a 3 veces el tamaño de la semilla.
Una vez depositada la semilla en la bandeja, esta debe ser cubierta, regada
y puesta a una temperatura que puede variar de una especie a otra, pero por
lo general es cercana a los 25 °C. Luego que las semillas germinan en las
bandejas, estas deben mantenerse en lugares bien iluminados y temperados
para lograr un buen crecimiento de los plantines.

Sustrato para hidroponía. Cuando se necesitan plantas para un sistema


hidropónico, los plantines no deben tener sustrato suelto dado que se ensucia
el sistema e incluso se podrían tapar los ductos del sistema. La mejor alternativa
para el crecimiento y desarrollo de plantines para trasplantar a las canaletas
del sistema NFT es un cubo de espuma fenólica, que actúa como medio físico
reteniendo en parte el agua suministrada a la semilla y plantín, además de
servir como sostén de la planta. La principal ventaja es que permite un rápido
desarrollo del plantín y permite un fácil trasplante directamente a la canaleta
NFT, ahorrando el uso de esponjas o canastillas como medio físico para
sostener la planta. Junto al uso de espuma fenólica, es muy favorable el uso de
semillas peletizadas5, especialmente en semillas pequeñas como pueden ser

5  Semilla peletizada: es una semilla la cual está recubierta por una capa de arcilla, lo que permite
uniformidad de forma y tamaño de las semillas, facilitando su manipulación durante la siembra y puede
incorporar fertilizantes y/o pesticidas.

58
Capítulo 4. Hortalizas protegidas.

las de lechuga, esto permite optimizar la siembra y eventualmente automatizar


el sistema de siembra.

El riego de los almácigos debe ser mediante una gota fina si es por sistema de
microaspersión, ya que con esto se evita dañar el plantín y remover sustrato
desde las bandejas. También es recomendable hacer un riego por capilaridad
disponiendo de agua por debajo de las bandejas o la espuma fenólica para que
estas la absorban desde abajo.

La confección de almácigos debe ser en un lugar protegido, e inclusive se puede


determinar un lugar en el invernadero, en donde se pueda proteger con un micro
túnel los almácigos, para poder tener una producción temprana de hortalizas,
especialmente en lugares fríos o de temporadas cortas de crecimiento como la
Región de Aysén.

Trasplante. Para el trasplante, se debe obtener un plantín que reúna las


características de tener entre dos y tres hojas verdaderas, un cubo lleno de
raíces, además de observar firmeza del plantín. Plantas elongadas producto
de la falta de luz (etioladas) provoca plantas débiles y con poco vigor y no
son recomendables. El medio al que se vaya a trasplantar debe ser: En caso
de suelo o sustrato bien regado, para aminorar el estrés del trasplante y en
caso de hidroponía, el sistema debe estar operando y con la solución nutritiva
recirculando.

Referencias

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59
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

CAPÍTULO 5. PROMOVIENDO LA INNOVACIÓN EN MODELOS


DE NEGOCIOS HORTÍCOLAS DE LA REGIÓN DE AYSÉN
Maruja Cortés B.

La innovación y la Agricultura Familiar

La definición de innovación convencional es la creación o modificación de


un producto, y su introducción en el mercado (DRA, 2001). Debido a que la
innovación es considerada como un factor de competitividad por una gran
variedad de organizaciones en el mundo, las que se organizan en distintos
sectores y formas de producción, es que el “Manual de Oslo” (1997 y 2005) ha
redefinido este concepto como: “… la incursión de un nuevo, o significativamente
mejorado, producto (bien o servicio), de un proceso, de un nuevo método de
comercialización o de un nuevo método organizativo en las prácticas internas
de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores,
y en cuanto a introducción se refiere, en el caso de los productos, a que estos
sean comercializados y en el caso de los métodos, procesos e innovaciones
organizativas, a su desarrollo en las operaciones de la organización (Echeverría,
2008; OCDE y EUROSTAT 2005), ampliando así las tipologías de innovación”.

Según estimaciones de FAO (2014) la producción agrícola deberá aumentar


casi un 50% respecto a 2012 y es allí, donde la agricultura familiar es clave para
lograr la seguridad alimentaria como poseedora y gestionadora de una gran
diversidad de recursos, siendo la innovación un factor clave para el aumento
de la productividad. En efecto, el 80 % de las unidades productivas de América
Latina y el Caribe pertenecen a la Agricultura Familiar, en la que participan más
de 60 millones de personas, convirtiéndose en la principal fuente de empleo
relacionado con la agricultura. En esta región, alrededor de 16,5 millones de
explotaciones pertenecen a agricultores familiares, de las cuales el 56 % se
encuentra en Sudamérica y el 35 % en México y los países de Centroamérica
(IICA-CEPAL-FAO, 2010).

Por otra parte, la agricultura familiar no sólo se refiere a una forma de producción,
sino que alude a un modo de vida que respeta el ambiente, resguarda la
biodiversidad, protege tradiciones culturales y promueve el desarrollo territorial,
en el que participan productores ganaderos, agrícolas, silvícolas, acuícolas
y de pesca artesanal; convirtiéndose así, en un sector clave para lograr la
erradicación del hambre y el cambio hacia sistemas agrícolas sostenibles en
América Latina, el Caribe y el mundo (FAO, 2014).

Para FAO (2014), la innovación es un proceso a través del cual los agricultores(as)

60
Capítulo 5. Innovación en modelos de negocios.

mejoran la producción y prácticas de gestión de sus explotaciones agrícolas.


Así, tomando la definición del Manual de Oslo, estas prácticas poseen impacto
económico, pudiendo ser innovaciones tecnológicas, organizacionales,
institucionales, comerciales y de gestión, entre otras.

De acuerdo a Rendón et al. (2006), una invención o idea creativa no se


convierte en innovación hasta que se utiliza para cubrir una necesidad concreta.
Esto concuerda con lo mencionado por Anderson (2008), señalando que los
agricultores adoptarán una tecnología particular, si ésta es útil y se adapta
a sus circunstancias socioeconómicas y agroecológicas, donde además la
adopción de una innovación involucra previamente un cambio cognitivo, siendo
un proceso gradual. Martínez et al. (2002), señalan la importancia del costo
beneficio de incorporación y adopción de un cambio (tecnológico, por ejemplo)
ya que se invertirá en ellas en la medida que proporcione ganancias; por lo
tanto la tasa de difusión será mucho más rápida si la tecnología considera las
peculiaridades ambientales, productivas, económicas y culturales del sector.
Otro aspecto lo señala Cuevas et al. (2013) al mencionar que la innovación es
afectada por los recursos disponibles para su aplicación, entre otros factores.
Numerosos autores tratan de identificar los factores de la baja tasa de adopción
de nuevas tecnologías en los países en desarrollo (Foster y Rosenzweig, 2010).
Algunos indican que ésta es afectada por factores geográficos, de riesgo, de
dinámica temporal, de restricciones institucionales (principalmente crédito,
tenencia de la tierra, insumos complementarios e infraestructura) y políticas
agrícolas (Sunding y Zilberman 2001); otros indican la falta de innovación se
debe a las ineficiencias de mercado que restringen la adopción de tecnologías,
tales como información, externalidades, mercado del crédito, mercado del
riesgo, mercado del trabajo, mercado de la tierra y mercado de insumos y
productos agrícolas (Jack, 2011). Finalmente, Hanna et al., (2014), ponen el
acento en la falta de información y dificultad en el aprendizaje; en este último
aspecto Genious et al., (2014); y Krishnan y Patnam, (2014), identifican tres
mecanismos predominantes de recepción de información y conocimiento por
parte de los productores(as): los sistemas de extensión (públicos, privados o
mixtos), el aprendizaje social o efecto de pares (de otros productores) y el
aprendizaje propio (experimentación propia).

Es así que para promover la innovación en la agricultura familiar se ha de


tomar en cuenta cual es el entorno y/o red con la que cuenta el productor(a),
pero también cuales son las características internas del productor y de su
explotación, para identificar aquel cambio que le agregue valor a su actividad a
través de un aprendizaje efectivo.

Para el caso de los horticultores de Aysén, se realizó un proceso de aprendizaje


que mezcla los tres mecanismos de recepción de información y conocimiento,

61
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

haciendo hincapié en un aprendizaje contextualizado a sus propias experiencias,


a que ellos mismos identifiquen los aspectos que pueden agregar valor a sus
actividades y que por ende, pueden adoptar.

Identificación del valor de la producción hortícola de la Región de


Aysén para la generación de modelos de negocios regionales

Metodología

Durante el mes de noviembre de 2018 se realizó una serie de visitas a las


localidades de La Junta, Puerto Aysén, Coyhaique, Chile Chico, y Cochrane
(figuras 19 y 20). En dichas visitas, se realizaron talleres participativos con
productoras y productores hortícolas para visualizar de manera simple y
participativa la posibilidad de generar nuevos modelos de negocio que logren
capturar el valor de la producción hortícola local en relación a sus clientes
actuales o potenciales. Para ello se trabajó con la metodología del Lienzo de
Modelo de Negocio, también llamado CANVAS.

El Lienzo de Modelo de Negocio es un resumen de una página que expone,


al mismo tiempo, lo que se hace (o se quiere hacer) y lo que se debe hacer
para lograrlo, facilitando así, una conversación estructurada alrededor de la
dirección y la estrategia del negocio, poniendo en evidencia las actividades
y desafíos cruciales que se relacionan con la iniciativa y como se relacionan
entre ellos. Este formato visual, introducido originalmente por Osterwalder y
Pigneur, es útil tanto para organizaciones y negocios nuevos, como para los ya
existentes.

Figura 19. Taller de Lienzo de Modelo de Negocio en La Junta (izquierda)


y Coyhaique (derecha).

Al trabajar con las productoras y productores con esta metodología, quedó


de manifiesto la baja comprensión y manejo de la estructura de los costos
de producción, por lo que se decide realizar una capacitación en costos y su
aplicación en la determinación de los precios de venta (Figura 20).

62
Capítulo 5. Innovación en modelos de negocios.

Figura 20. Taller de capacitación de Costos y determinación de precios de


venta en Coyhaique (izquierda) y Chile Chico (derecha).

El Lienzo de Modelo de Negocios se organiza en 9 módulos que representan


las áreas claves de cualquier organización o negocio, siendo éstas: Clientes,
Propuesta de valor, Canales, Comunicación con clientes, Fuentes de
ingresos, Recursos clave, Actividades clave, Socios clave y Estructura de
costos (Anexo).

Resultados

La Junta

Clientes: Personas clientes locales (familias y empleados públicos), turistas y


hoteles (Hotel Espacio y Tiempo; Hotel Alto Melimoyu, Patagonian Base Camp).

Propuesta de Valor: La propuesta de valor identificada se basa en facilitar y


mejorar la comercialización realizando delivery a casa o a oficina, presentando
empaques adecuados a la forma de consumo (por ejemplo, ensaladas) y
facilitando el medio de pago, como por ejemplo transferencias electrónicas.

Canales: El mensaje se transmite principalmente de persona a persona, siendo


el principal punto de encuentro la feria local, además de la entrega a domicilio
u oficina previo aviso por whatsapp o llamada telefónica y la venta directa en
predio.

Relación con los clientes: La relación se basa en el conocimiento de las


personas y en la confianza para fidelizarlos. Se acostumbra realizar promociones
tradicionales como la “yapa” o se les entregan recetas para utilizaciones en
comidas tradicionales u otras preparaciones.

Fuentes de ingresos: Está conformado por la venta de una oferta variada


de hortalizas compuesta por: lechuga, acelga, repollo, zanahoria, rabanito,
perejil y ciboulette; complementado con otros productos del campo como leche,

63
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

galletas, queques y artesanía tejida en lana de oveja.

Recursos clave: Insumos, mano de obra y transporte.

Actividades clave: El proceso productivo, transporte.

Socios clave: Los socios claves identificados son los esposos y la familia en
general, donde cada uno cumple un rol en particular. Los otros socios clave
son INDAP, la I.M. de la Junta a través del Fomento productivo y SERNATUR.

Estructura de costos: El principal costo establecido por las productoras es la


mano de obra en todo el proceso productivo, alcanzando un 45% de los costos
totales; los insumos para la producción que incluyen semillas, fertilizantes,
agroquímicos y combustible para el uso de maquinarias, constituyen el 8%;
los costos asociados a la mantención de los invernaderos equivalen al 12%;
el transporte asociado a la comercialización y flete de insumos y productos, el
24%; la mantención y/o arriendo de maquinarias, el 10% y la mantención de
equipos de riego, al 1%.

Puerto Aysén

Clientes: Comerciantes y consumidores familiares. Los primeros privilegian la


cantidad de hortalizas a entregar, y los segundos privilegian la diversidad de las
hortalizas, que éstas sean frescas y sanas, y el conocer cómo, quién y dónde
se producen, dando prioridad a las que son de producción local.

Propuesta de Valor: Considerando lo que privilegian los clientes identificados


se llega a consenso que las productoras se van a orientar al cliente consumidor
familiar. En este sentido, una forma de acreditar las características que busca
este tipo de cliente, es optar a la certificación de diversos organismos. Así
se concuerda que hortalizas sanas pueden ser acreditadas al contar con la
Resolución Sanitaria del MINSAL; que la producción sea campesina, a través
del Sello Manos Campesinas de Indap y que sean de la locales a través del
Sello de Calidad de Aysén. Así la propuesta de valor radica en la demostración a
través de estas acreditaciones de las características buscadas por los clientes.

Canales: El mensaje a transmitir a los clientes es la posibilidad de consumir


hortalizas variadas, frescas, sanas, de producción local y regional, características
que son certificadas por organismos independientes. Para transmitir este
mensaje los canales de comunicación debieran ser: la radio y redes sociales,
principalmente Facebook, siendo esta incorporación un cambio a la situación
actual ya que hoy en día no existe ninguna estrategia comunicacional. En cuanto

64
Capítulo 5. Innovación en modelos de negocios.

a los canales o puntos de venta, plantean seguir con los que tradicionalmente
ya conocen siendo éstos: las ferias locales, negocios (fruterías y verdulerías)
y venta directa en el predio. Cabe señalar que con la transmisión del mensaje
se espera una mayor afluencia de clientes que los actuales. Finalmente, la
coordinación de la distribución se plantea seguir haciéndola a través de la
utilización del teléfono, ya que los clientes que encargan y la demanda de los
negocios es más bien limitada y no masiva, lo que permite seguir manejándolo
de esta forma.

Relación con los clientes: La relación es de confianza la que se acredita con


los sellos o certificaciones para el cumplimiento de los pedidos encargados. Para
ello es fundamental comunicar la disponibilidad de las hortalizas de acuerdo
al período de cosecha y/o estacionalidad, informando permanentemente que
hortalizas son las que se producen en la región en relación al ciclo productivo
y condiciones agroclimáticas. De esta manera se asegura al cliente que las
hortalizas ofertadas son de la región. La comunicación está dada por tanto a
través de redes sociales (Facebook) y vía telefónica, para concretar pedidos.

Fuentes de ingresos: Está conformado por la venta de una oferta variada de


hortalizas compuesta por papa, zapallo italiano, ciboulette, cilantro, lechuga,
rabanito, repollo, zanahoria, acelga, perejil y nabo. Los aportes a los ingresos de
cada tipo de hortaliza siguen el mismo orden precedente en forma decreciente.

Recursos clave: Insumos para la producción, mano de obra.

Actividades clave: Lograr acreditaciones y/o certificaciones.

Socios clave: Los socios claves identificados son las propias productoras
de hortalizas del sector, de tal manera que se puedan organizar en cuanto a
la oferta de productos hortícolas en variedad de productos y en cantidad; el
Ministerio de Salud a través de la Seremí para efectos de acompañamiento y
obtención de Resoluciones sanitarias; GORE, INDAP, FOSIS y SERCOTEC
como entidades de financiamiento y apoyo técnico tanto para la inversión
requerida como para la producción y comercialización.

Estructura de costos: El principal costo establecido por las productoras es la


mano de obra en todo el proceso productivo, alcanzando un 49% de los costos
totales; los insumos para la producción que incluyen semillas, fertilizantes,
agroquímicos y combustible para el uso de maquinarias, constituyen el 16%;
los costos asociados a la mantención de los invernaderos equivalen al 14%;
el transporte asociado a la comercialización y flete de insumos y productos, el
10%; la mantención y/o arriendo de maquinarias, el 10% y la mantención de
equipos de riego, al 3%

65
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Coyhaique

Clientes: Comerciantes y consumidores familiares. Ambos segmentos son


considerados como clientes conocedores y exigentes tanto en aspectos del
producto en sí como en el proceso de compra. Entre los aspectos asociados
a los productos hortícolas destacan la calidad, uniformidad, limpieza, frescura
y oferta variada y relacionada con la época productiva regional, e incluso,
algunos solicitan productos con mayor elaboración como mix de ensaladas
envasadas. En cuanto a las características del proceso de compra, exigen
diversidad de productos, en distintos formatos (envasados, mix de ensaladas,
a granel), verifican el volumen o peso de los productos, el precio diferenciado
de acuerdo a calidad del producto, puntualidad y responsabilidad en la entrega
Los primeros (comerciantes) privilegian la cantidad de hortalizas a entregar y
los segundos (consumidores familiares), privilegian la diversidad de hortalizas,
que sean frescas y sanas, y también les interesa conocer el cómo, quién y
dónde se producen, otorgando mayor valor a las de origen local.

Propuesta de Valor: Para dar cumplimiento con las exigencias de los


consumidores, los productores(as) consideran necesario capacitarse y
capacitar a los trabajadores en el proceso productivo, cosecha y manejo de
la postcosecha, en específico en la clasificación de los productos de acuerdo
estándares de calidad, categoría y envasado. Para ello se estima necesario
contar con protocolos claros, escritos y difundidos entre los productores
hortícolas. Además de informar de estas prácticas al público consumidor por
medio de distintos canales.

Canales: El mensaje a transmitir a los clientes es la posibilidad de adquirir


productos hortícolas regionales de calidad en todo el proceso, desde la
producción a la compra. Para ello estiman necesario la generación de una
campaña de publicidad y marketing que asocie a los productores dispuestos a
aplicar estas normas de calidad, considerando su participación en programas
radiales y televisivos, la creación y administración de una página web en
conjunto, participar en ferias y eventos regionales contando con material
publicitario (pendones, folletos, lienzos y otros objetos de mercadeo), en patios
de venta y ferias. En cuanto a los canales o puntos de venta, plantean seguir
con los que tradicionalmente ya conocen siendo éstos: las ferias locales,
negocios (fruterías y verdulerías) y venta directa en el predio. Cabe señalar que
con la transmisión del mensaje se espera una mayor afluencia de clientes que
los actuales y la coordinación de la distribución se plantea seguir haciéndola a
través de la utilización del teléfono principalmente.

Relación con los clientes: La relación buscada es de confianza y trato


personalizado (customización) de acuerdo a las necesidades del cliente.

66
Capítulo 5. Innovación en modelos de negocios.

Lo anterior se pretende lograr por medio de la comunicación permanente a


través de la comunicación directa (cara a cara), en redes sociales y whatsapp.
También se propone indagar en productos complementarios que puedan
facilitar el proceso y experiencia de compra (por ejemplo bolsas reciclables,
medios electrónicos de pago, entre otros). De esta forma se pretende lograr
una fidelización de los clientes actuales y atraer nuevos clientes.

Fuentes de ingresos: Está conformado por la venta de una oferta variada


de hortalizas compuesta por lechuga (49%), zanahoria (19%), acelga (10%),
betarraga (7%), cilantro (5%), papas (4%), repollo (3%), rabanito (2%) y albahaca
(2%). Los aportes a los ingresos de cada tipo de hortaliza siguen el mismo orden
precedente en forma decreciente de acuerdo a los porcentajes indicados.

Recursos clave: Insumos para la producción, mano de obra.

Actividades clave: Lograr acreditaciones y/o certificaciones, gestión de


compras, articulación pública privada.

Socios clave: Los socios claves identificados son los propios productores (as)
de hortalizas del sector, de manera que puedan organizar la oferta de productos
tanto en variedad como en cantidad y calidad; el Ministerio de Salud a través
de la Seremi para efectos de acompañamiento y obtención de Resoluciones
Sanitarias y protocolos de calidad e inocuidad; INDAP, SERCOTEC, SAG y
Universidades como entidades de financiamiento y apoyo técnico tanto para la
inversión requerida como para la producción, comercialización y aseguramiento
de la calidad.

Estructura de costos: El principal costo establecido por las productoras es la


mano de obra en todo el proceso productivo, alcanzando un 41% de los costos
totales; los insumos para la producción que incluyen semillas, fertilizantes,
agroquímicos y combustible para el uso de maquinarias, constituyen el 30%;
los costos asociados a la mantención de los invernaderos equivalen al 26%; la
mantención y/o arriendo de maquinarias, el 4%; la mantención de equipos de
riego, al 3% y el transporte asociado a la comercialización y flete de insumos y
productos, al 1%.

Chile Chico

Clientes: Los clientes identificados son consumidores familiares y oficinistas.


Ambos privilegian una oferta variada en distintos formatos, tanto para el
consumo familiar como para el consumo diario en oficinas (ensaladas y postres
para almuerzo).

67
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Propuesta de Valor: Las participantes proponen la variedad en la oferta de


hortalizas, presentación en los formatos requeridos por los clientes y la entrega
personalizada de sus productos.

Canales: El mensaje a transmitir se realizará de manera personal (cara a


cara) a través de redes sociales, entrevistas en programas sociales, tarjetas de
contacto. La venta seguirá siendo tipo delivery, en ferias locales y en el predio.

Relación con los clientes: La relación con los clientes es de confianza y


personal, ya que se está en permanente contacto con ellos, preguntando lo que
quieren y también explicando y presentando nuevos productos (aromaterapia
y aceites esenciales).

Fuentes de ingresos: Está conformado por la venta de una oferta variada de


hortalizas compuesta por cilantro (46%), lechuga (23%), tomate cherry (19%),
habas (9%), zapallo italiano (2%), gladiolos (1%). Los aportes a los ingresos de
cada tipo de hortaliza siguen el mismo orden precedente en forma decreciente.

Recursos clave: Materias primas, envases, sala de procesos, insumos.

Actividades clave: Adquirir documentación, resolución sanitaria, impuestos,


patente.

Socios clave: Los socios claves identificados son Instituciones públicas y


privadas como Sercotec, Fosis y Corfo.

Figura 21. Lienzo de Modelo de Negocio desarrollado por


los Productores de Chile Chico.

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Capítulo 5. Innovación en modelos de negocios.

Estructura de costos: El principal costo establecido por las productoras es la


mano de obra en todo el proceso productivo, alcanzando un 43% de los costos
totales; los insumos para la producción que incluyen semillas, fertilizantes,
agroquímicos y combustible para el uso de maquinarias, constituyen el 12%;
los costos asociados a la mantención de los invernaderos equivalen al 35%;
el transporte asociado a la comercialización y flete de insumos y productos,
el 1%; la mantención y/o arriendo de maquinarias, el 4% y la mantención de
equipos de riego, al 5%.

Cochrane

Clientes: Principalmente los clientes son las familias locales, turistas y negocios.
Los clientes locales son vecinos, hijos, nietos y familias que ya se conocen
por mucho tiempo. Los clientes empresa son dueños de negocios locales. A
ambos les gustan que los productos tengan buen color, que estén limpios,
frescos y sanos. Piden variedad de hortalizas y valoran positivamente que
sean de la localidad porque sienten que las preparaciones realizadas quedan
más sabrosas. Les gusta que se les entregue a domicilio o en el negocio en
cantidad y días predefinidos, incluso a algunos les gusta comprar en el predio
y cosechar sus propias hortalizas (especialmente turistas).

Propuesta de Valor: Mejorar la presentación de los productos, obtener


Resolución Sanitaria y llevar a conocer a los clientes los invernaderos y/o dar a
conocer la forma de producción de las hortalizas.

Canales: El mensaje se transmite entre los clientes boca a boca principalmente.


Se plantea la posibilidad de agregar un distintivo que identifique a la productora
en los envases de comercialización. La venta se realiza principalmente en la
feria local, en el predio y por medio de delivery. Para el delivery se establece
contacto previamente.

Relación con los clientes: La relación es de confianza y se debe establecer


una buena atención al cliente e incluir promociones y ofertas (por ejemplo
rebajas o “yapas”).

Fuentes de ingresos: Está conformado por la venta de una oferta variada de


hortalizas compuesta por papa, zapallo italiano, ciboulette, cilantro, lechuga,
rabanito, repollo, zanahoria, acelga, perejil y nabo. Los aportes a los ingresos de
cada tipo de hortaliza siguen el mismo orden precedente en forma decreciente.

Recursos clave: Insumos y mano de obra.

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Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Actividades clave: Actividades del proceso productivo.

Socios clave: Los socios claves identificados son: la propia familia, los
vendedores de insumos y comercio local, Banco Estado, el Municipio, Prodesal
e Indap.

Estructura de costos: El principal costo establecido por las productoras es la


mano de obra en todo el proceso productivo, alcanzando un 40% de los costos
totales; los insumos para la producción que incluyen semillas, fertilizantes,
agroquímicos y combustible para el uso de maquinarias, constituyen el 18%;
los costos asociados a la mantención de los invernaderos equivalen al 15%;
el transporte asociado a la comercialización y flete de insumos y productos, el
16%; la mantención y/o arriendo de maquinarias, el 10% y la mantención de
equipos de riego, al 1%.

Orientaciones estratégicas para capturar el valor detectado en la


producción y comercialización hortícola de la Región de Aysén

Metodología

Una de las metodologías más utilizadas para la determinación de orientaciones


estratégicas es a través de la realización del Análisis Estratégico, determinando
las Fortaleza, Oportunidades, Debilidades y Amenazas del negocio para
posteriormente combinar estos cuatro aspectos y generar las estrategias
MAX-MAX, MIN-MAX, MAX-MIN y MIN-MIN. Estas estrategias debieran
ser implementadas en el tiempo siguiendo el mismo orden señalado
precedentemente, no obstante, por lo general las estrategias pueden repetirse
en las matrices de análisis.

Las estrategias MAX-MAX son generadas para aprovechar las oportunidades


considerando las fortalezas encontradas; en las MIN-MAX, se minimizan las
debilidades para aprovechar las oportunidades; las MAX-MIN, tienen por
objetivo maximizar las fortalezas para minimizar las debilidades y finalmente,
las MIN-MIN, buscan minimizar tanto las debilidades como las amenazas.

Tanto el análisis interno como externo, presentado a continuación, se basa


en información primaria y secundaria recolectada principalmente desde la
encuesta realizada, y en la observación activa efectuada en cada una de las
visitas a la Región de Aysén.

70
Capítulo 5. Innovación en modelos de negocios.

Resultados

Análisis Interno

Fortalezas
●●Preferencia y valoración de los productos hortícolas por parte de los
consumidores locales.
●●Existencia de demanda insatisfecha local.
●●Experiencias positivas de circuitos cortos de comercialización (ferias locales
de productores).
●●Relativamente bajo número agentes participantes en la cadena de
comercialización, lo que potencialmente puede otorgar una mayor facilidad
de negociación.
●●Existencia de Marca de Certificación Calidad Aysén Patagonia Chile.
●●Situación socioeconómica de menor vulnerabilidad que el promedio nacional.
Debilidades
●●Bajo nivel de tecnificación en la producción.
●●Escaso cocimiento de técnicas administrativas y contables (falta de registros).
●●Estacionalidad que limita la producción.
●●Bajo nivel de diversificación de productos hortícolas y agregación de valor.
●●Bajo nivel de asociatividad formal y funcional.
Análisis Externo

Oportunidades
●●Existencia de campañas publicitarias y programas gubernamentales de
fomento a la alimentación sana y al aumento de consumo de frutas y hortalizas.
●●Tendencia global al consumo de alimentos saludables.
●●Ingreso importante y permanente de turistas nacionales y extranjeros a la
región, aumentando la demanda por productos hortícolas.
●●Posibilidades de expansión en la producción hortícola tanto en cantidad como
temporalmente.
●●Posibilidad de reducción de costos de transacción en la comercialización de
los productos.

Amenazas
●●Importaciones internas de otras regiones de país para el abastecimiento de
hortalizas, en algunos casos a menor costo de los productos regionales.
●●Productos sustitutos de los productos hortícolas frescos locales cuando los

71
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

precios son muy elevados.


●●Dependencia de insumos importados de otras regiones.
●●Inexistencia de apoyo técnico permanente en el asesoramiento a productores.

La combinación de los aspectos antes señalados, dan origen a las siguientes


orientaciones estratégicas:

1. Generar campaña local de fomento al consumo de hortalizas, en general


aunado a los programas y campañas nacionales, haciendo énfasis en la
promoción del consumo de hortalizas diferenciadas (agregación de valor).
2. Fomentar la incorporación de tecnologías productivas de los productores
hortícolas para aumentar la oferta local, tanto en volumen como en
diversidad de productos, además de extender la temporada de producción
de hortalizas.
3. Facilitar el acceso y obtención de la Marca Calidad Aysén de productores
hortícolas locales.
4. Apoyar a los horticultores para la obtención de productos diferenciados.
5. Generar alianzas estratégicas público - privadas que permitan fomentar los
Circuitos Cortos de Comercialización.
6. Generar un plan de asesoría/apoyo técnico, económico, comercial y
asociativo permanente.
7. Promover la asociatividad y Circuitos Cortos de Comercialización en la
Región.

Las tres primeras estrategias son consideradas de corto plazo de implementación


y las siguientes, de mediano a largo plazo. A continuación, se presentan las
matrices de análisis de orientaciones estratégicas (Cuadro 24) y la propuesta
de temoralidad de implementación (Cuadro 25).

72
Cuadro 24. Matrices de análisis de orientaciones estratégicas.
ESTRATEGIAS MAX-MAX
FORTALEZAS
Mejor situación
Valoración Demanda Acciones Pocos agentes Marca Calidad
socioeconómica
  productos local positivas en cadena de Aysén Patagonia
que promedio
locales insatisfecha CCC comercialización Chile
nacional
Campañas y Generar
programas de campaña
        Generar alianzas
fomento a la local de
con programas
alimentación sana fomento al
gubernamentales de
consumo de
fomento al consumo de
Tendencia global hortalizas
hortalizas.
al consumo de locales        
alimentos saludables diferenciadas

Ingreso importante
y permanente de Incorporar
  tecnología      
turistas nacionales y
productiva para Facilitar el acceso
extranjeros aumentar la a productores

OPORTUNIDADES
oferta local tanto hortícolas locales a
Posibilidades de en volumen, Marca Aysén Apoyar desarrollo
expansión en la   diversidad y     productos
producción hortícola. temporalidad diferenciados

Posibilidad de Generar alianzas estratégicas


reducción de costos público- privadas que permitan
de transacción en la     fomentar los CCC    
comercialización de
los productos.

73
Capítulo 5. Innovación en modelos de negocios.
74
ESTRATEGIAS MIN-MIN
DEBILIDADES
Baja
Bajo
Baja tecnificación Estacionalidad en diversificación Baja
conocimiento de
en la producción la producción y agregación de asociatividad
administración
valor
Importaciones de productos
hortícolas de otras regiones
Generar Programa de apoyo/asesoría técnico-económica y comercial
Productos sustitos a
hortalizas locales

AMENAZAS
Generar alianzas
Dependencia insumos estratégicas público        
privadas

Inexistencia apoyo técnico Generar Programa de apoyo/asesoría técnico-económica y comercial


Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

ESTRATEGIAS MIN-MAX
DEBILIDADES
Baja Bajo Estacionalidad
Baja diversificación y Baja
  tecnificación en conocimiento en la
agregación de valor asociatividad
la producción administración producción
Campañas y programas de
 
fomento a la alimentación sana        
Tendencia global al consumo de
 
alimentos saludables
       
Ingreso importante y permanente
   
de turistas nacionales y extranjeros
     

OPORTUNIDADES
Posibilidades de expansión en la
Generar Plan de asesoría/apoyo técnico, económico, comercial y asociativo
producción hortícola
Posibilidad de reducción de Fomentar
Fomentar
costos de transacción en la asociatividad y
asociatividad y CCC
comercialización de los productos. CCC
     
ESTRATEGIAS MAX-MIN
FORTALEZAS

Valoración Demanda Pocos agentes Marca de Situación


Experiencias
productos local en la cadena de Certificación socioeconómica
positivas CCC
locales insatisfecha comercialización Calidad consumidores

Importaciones Generar
productos hortícolas campaña
otras regiones difusión    
Fomentar asociatividad y comercialización
consumo CCPL
en CCC
Productos sustitos productos
a hortalizas locales locales
(CCPL)

AMENAZAS
frescas    

Dependencia
   
insumos        

Generar apoyo
Inexistencia apoyo
        para acceder a
técnico la certificación  

75
Capítulo 5. Innovación en modelos de negocios.
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Cuadro 25. Estrategias, temporalidad y acciones del plan de desarrollo estratégico


del sector hortícola de la Región de Aysén.
Estrategias Temporalidad Ejemplo de Acciones

Generar campaña local de Campañas educativas en conjunto con MINSAL


fomento al consumo de y MINEDUC (colegios) acerca de la alimentación
hortalizas, en general aunado saludable.
a los programas y campañas Difundir hacia los consumidores la Marca Aysén,
Corto Plazo
nacionales, haciendo énfasis orientando la campaña a los productos hortícolas.
en la promoción del consumo
de hortalizas diferenciadas Difundir la producción actual de productos
(agregación de valor) diferenciados.
Fomentar la incorporación de Desarrollar la incorporación tecnológica en
tecnologías productivas de los productores líderes y referentes.
productores hortícolas para
aumentar la oferta local, tanto
Aumentar la cobertura, producción y temporalidad
en volumen como en diversidad Corto Plazo
de hortalizas actuales.
de productos, además de
extender la temporada de
producción de hortalizas. Aumentar la diversificación de productos requeridos
por los consumidores.
Analizar el acceso desde productores hortícolas
a la Certificación Marca Aysén para determinar
Facilitar el acceso y obtención nodos.
de la Marca Calidad Aysén de
Corto Plazo Difundir Marca Aysén entre los productores.
productores hortícolas locales.
Acompañar el proceso de adscripción por parte de
productores a la Marca Aysén.
Apoyar a los horticultores para
la obtención de productos Apoyar en inversiones, acompañamiento y asesoría
Mediano Plazo
diferenciados. para la generación de productos diferenciados.

Generar alianzas estratégicas Crear mesas de trabajo público-privadas para la


público-privadas que permitan generación de alianzas y para el desarrollo de
fomentar los Circuitos Cortos de Mediano Plazo Circuitos Cortos de Comercialización adicionales
Comercialización. a los existentes, por ejemplo: alianza con Junaeb,
alianza con Restaurantes y Hoteles.

Generar un plan de asesoría/


Generar planes de asesoría técnica, económica
apoyo técnico, económico,
y comercial de mediano plazo por medio del
comercial y asociativo Mediano Plazo
establecimiento de alianzas con institucionalidad
permanente.
pública local.

Promover la asociatividad
y Circuitos Cortos de Generar charlas, y acompañamiento de fomento a
Mediano Plazo
Comercialización en la Región. la asociatividad.

Referencias

Anderson, R. 2008. Agricultural advisory services. A background paper

76
Capítulo 5. Innovación en modelos de negocios.

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77
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

CAPÍTULO 6. EXPERIENCIAS PRODUCTIVAS Y


CARACTERÍSTICAS DE LOS PRINCIPALES CULTIVOS
HORTÍCOLAS DESARROLLADOS EN AYSÉN
Alan Pinto R.; Celeste Medina O. y Ricardo Pertuzé C.

Entre los años 2016 y 2018, se evaluaron especies y variedades hortícolas con
fines productivos y comerciales en la Región de Aysén, gracias a experiencias
evaluadas con fondos regionales y aportes FIA. Entre las hortalizas mejor
evaluadas por productores y técnicos, fueron las hortalizas de hoja, tales como
diversas variedades de lechuga y brásicas asiáticas, como mizuna y kale. Las
evaluaciones se llevaron a cabo durante la temporada otoño-invierno 2017 en
suelo y durante la temporada primavera-verano 2017/2018 en sistema NFT. A
continuación, se describe con mayor detalle las características de las hortalizas
evaluadas y sus resultados en la Región.

Hortalizas de Estación Fría

Hortalizas que presentan la característica de tener bajos requerimientos de


temperatura, y que toleran heladas (temperaturas menores a 0°C) en distintos
niveles, pero fuera del período crítico (floración). Algunas especies de este
grupo serían: betarraga, berro, brócoli, coliflor, col, acelga, achicoria, alcachofas,
lechuga, ajo, cebolla, entre otras.

Lechuga

La lechuga (Lactuca sativa L.) es una especie perteneciente a la familia


Asteraceae, perteneciente al grupo de especies dicotiledóneas, el género
Lactuca tiene origen del latín lac, cuyo significado es “leche” que hace
referencia a la savia, exudado que liberan las plantas cuando el tallo es cortado,
especialmente en las lechugas es un líquido de apariencia y consistencia
láctea; y sativa que corresponde su condición de cultivo (Saavedra et al., 2017).
El órgano de consumo de esta planta son las hojas, por lo tanto, el objetivo de
producción es la abundancia de hojas y el punto de cosecha es antes de la
emisión del tallo floral. Es una hortaliza que tiene la aptitud de ser cultivada
todo el año según la variedad y el método de cultivo, en este ámbito, el que
más se practica en la Región ha sido siembra en almacigueras y trasplante en
cepellón, que permiten poder obtener los almácigos temprano en la temporada.
Luego, se usan túneles o invernaderos que permiten dar las condiciones de
temperatura para la germinación y desarrollo en climas adversos, lo que
ha hecho que se logren tener más ciclos por temporada y tener materiales
dispuestos a trasplante temprano en la temporada. El trasplante generalmente

78
Capítulo 6. Experiencias productivas.

se realiza teniendo una plántula con 2 a 3 hojas.

Las principales plagas y enfermedades identificadas para lechuga y que la


podrían afectar en la Región se describen a continuación.

Enfermedades

Esclerotinia (Sclerotinia sclerotiorum), el signo de esta enfermedad es una


pudrición blanda acuosa, con el desarrollo de micelo de color blanquecino a
grisáceo. Se puede diferenciar de otras enfermedades por la formación de
esclerocios (que corresponden a las semillas del hongo) y son estructuras
redondas u ovaladas de color negro o plomizo, que pueden sobrevivir en el
suelo por más de cinco años, además no tiene un método de control químico,
por lo que las plantas infectadas deben sacarse del predio (Soto, 2017).

Pudrición gris (Botrytis cinérea), esta enfermedad se observa como una serie
de heridas acuosas en las hojas y en la base de los tallos, lo más común es ver
un moho de color grisáceo, y es importante no confundir con esclerotinia. La
reproducción de este patógeno es por conidias, las que se diseminan fácilmente
por aire y agua, por lo que se debe eliminar rápidamente las plantas infectadas del
invernadero. En este caso, hay una serie de alternativas químicas autorizadas
por el SAG6 para uso en lechugas. Se recomiendan usar en caso de que la
eliminación de plantas no sea una opción y cuando la infestación logre un nivel
de daño económico; entre los productos químicos en el mercado, se pueden
mencionar los siguientes ingredientes activos: Mancozeb, Tiofanato-metilo,
Metalaxilo, entre otros. También existe la alternativa del uso de Trichodermas e
inclusive Bacillus, como métodos biológicos.

Plagas

Pulgón verde del duraznero (Myzus persicae), en esta especie los adultos
presentan un cuerpo de coloración verde, con manchas dispersas en el
abdomen y las ninfas son de un color verde claro. Para evitar la infestación, se
deben eliminar rápidamente los rastrojos posteriores a la cosecha. Este tipo de
pulgones se puede controlar de diversas formas, una de las alternativas más
atractivas, en términos a su considerable efectividad y debido a que no se han
observado daño en las poblaciones de enemigos naturales, son los aceites
esenciales (Castresan et al., 2013); otra alternativa es el control químico,
el que se justifica en caso de que haya un importante nivel de infestación y
necesitemos usar dicha alternativa, resguardando las carencias y teniendo el

6  Para obtener el listado de plaguicidas registrados por el SAG se puede acceder al siguiente link: < http://
www.sag.cl/ambitos-de-accion/plaguicidas-y-fertilizantes/78/registros>

79
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

cuidado de que sean productos autorizados por el SAG.

Pulgón de la lechuga (Nasonovia ribisnigri), este pulgón se catacteriza por


tener dos tipos de formas, las formas de individuos alados son negruzcos,
mientras que las formas ápteras son de color verde amarillo rosáceo. En este
caso, a diferencia de lo que ocurre con Myzus que se puede controlar con
aceites, se ha evidenciado que esta especie de pulgón no se puede controlar
con productos de contacto, por lo que para eliminar a los individuos de
Nasonovia se debe aplicar un producto sistémico, como puede ser productos
de ingredientes activos Imidacloprid o Tiametoxam. Se recomienda aplicar
un producto químico cuando el nivel de daño económico es equivalente a un
individuo por planta (Salas, 2017).

Mosquita blanca (Trialeurodes vaporariorum), son individuos pequeños de


unos 2 milímetros de largo, su cuerpo es de color amarillo y las alas son blancas,
los adultos pueden encontrarse en la cara abaxial de las hojas. Esta especie,
así como otras plagas, puede sobrevivir en malezas hospederas, entre las
principales se encuentra la malva, la correhuela y el diente de león, por lo que
se recomienda hacer un control exhaustivo y constante de estas malezas; así
se evita atraer a estos individuos al cultivo. El daño que se genera en las hojas
es ocasionado por las ninfas de esta especie, ellas son las responsables de
succionar la savia de brotes y hojas. Una alta infestación de esta plaga puede
provocar desde una pérdida de vigor en la planta, hasta incluso marchitez y
senescencia. Previo a la aplicación de algún pesticida, es recomendable la
ubicación de trampas con el fin de hacer un seguimiento a los estados de
desarrollo de la plaga, ya que según el estado en que se encuentre la plaga
será la efectividad del producto químico aplicado, por ejemplo, en estado huevo
y último estado ninfal, esta plaga presenta resistencia a diversos agroquímicos
(Estay, 2017).

Trips de California (Frankliniella occidentalis), uno de los daños producidos


por esta especie y que se puede observar en las hojas de la lechuga es el
russet, que consiste en una deshidratación en la epidermis de las hojas,
sumado a una oxidación en la cara abaxial las mismas. Al comienzo se pueden
notar en las hojas unas zonas plateadas que encierran a las fecas de color
negro, en casos de mayor avance incluso la hoja puede adquirir un pardeado
generalizado, con aspecto oxidado. Una forma de realizar labores culturales
para controlar la presencia de esta plaga es la eliminación de las malezas en el
cultivo y colindantes al invernadero, sobre todo aquellas malezas crucíferas o
plantas voluntarias de un cultivo anterior. Se debe considerar, en caso de altas
poblaciones de Trips, que en general en la zona central de Chile se dan en
primavera a pocos días del trasplante, por lo que probablemente en la Región
de Aysén ocurra este evento entrando en el verano, usar insecticidas para el

80
Capítulo 6. Experiencias productivas.

control químico del Trips de California, siempre y cuando se alcance un umbral


de daño económico.

Siempre es recomendable el hacer rotación de cultivos, con el fin de no repetir


la misma especie, familia o especies que tengan plagas o enfermedades en
común.

Variedades

Las variedades de lechuga se distinguen por la gran diferencia de colores


y formas, pero también se distinguen en variedades invernales: las que
deben reunir como característica el que sean tolerantes al frío y que puedan
desarrollarse en condiciones donde la luminosidad es baja, sin correr el
riesgo de etiolación7; las variedad de verano: aquellas que tienen dentro de su
condición genética una alta resistencia a la subida y a las altas temperaturas; y
aquellas variedades que pueden ser cultivadas “todo el año”, que por lo general
pueden cultivarse en diversas condiciones climáticas. Comúnmente, no logran
tener un buen desarrollo productivo, a diferencia de las variedades que están
especializadas para su cultivo en invierno o verano.

Tipos de lechuga: Las lechugas se cultivan durante todo el año, y hay diferentes
tipos respecto a formas, colores y época ideal de cultivo. Según se describe en
la literatura se definen tres variedades botánicas: variedad crispa L. (de hoja
o amarra), variedad capitata (L.) Janchen (aquellas repolladas o que forman
cabeza) y variedad longifolia (Lam.) Janchen (romanas o costinas).

La denominación de lechugas de hoja o de amarra, se refiere a aquellas


lechugas de hojas sueltas y que se acostumbraba a amarrar o elasticar para
su comercialización, hoy en día es una práctica que cada vez es menos usada.

Las lechugas repolladas son aquellas cuyas hojas se cierran durante su


crecimiento, formando una cabeza como la de un “repollo”. A nivel nacional se
les conoce como “lechugas escarola”, sin embargo, este nombre es inadecuado,
ya que el concepto escarola como tal, se refiere a una achicoria, que es otra
especie de la misma familia, pero con hojas más anchas y de un sabor amargo.

Las lechugas costinas o romanas tienen sus hojas alargadas y anchas, con
crecimiento erecto y con una nervadura central muy marcada (Tapia. 2002)
(Giaconi y Escaff, 2004).

7 Etiolación, incluye dentro de sus síntomas en dicotiledóneas el adelgazamiento de los tallos, hojas más
pequeñas y ausencia de clorofilas (que implican el color verde de las hojas), por lo que se producirá un
pardeamiento en las hojas. (O’Neill et al., 2000).

81
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Dentro de cada variedad botánica se presentan diversos tipos de lechuga, según


sus características generales. A continuación, se mencionan tipos de lechugas
que han sido evaluadas bajo distintas condiciones en la Región de Aysén:

Tipo Milanesa (variedad crispa): Es uno de los tipos más


cultivados a nivel nacional y el más conocido, sus hojas
son de textura suave, semicrespas, unidas solamente
en la corona (sueltas en los extremos) y de color verde.
Generalmente se cultiva más en el período invernal y en
climas fríos, debido a su tolerancia a las bajas temperaturas.
En la zona central del país se cultiva todo el año.

Tipo Costina o Conconina (variedad longifolia): Es el


segundo tipo de lechuga más cultivado en Chile y una de las
mayormente cultivadas a nivel mundial. Se caracteriza por
sus hojas alargadas, separadas entre sí, pero que crecen
en torno al eje de la corona. Las nervaduras son gruesas,
de una consistencia crujiente y de un color blanquecino. Las
hojas tienen un color verde que se intensifica en los bordes
y se aclara hacia la nervadura. Hay variedades invernales
y variedades que tienen la aptitud de cultivarse todo el año.

Tipo Iceberg o Escarola (variedad capitata): Otro de los


tipos de lechuga ampliamente cultivados en Chile y en el
mundo. Tienen la característica de que en la medida que
las hojas van creciendo, éstas se cierran formando una
cabeza. Las hojas son grandes, de color verde y tienen la
particularidad de ser crocantes. Se cultivan todo el año,
pero la mayoría de las variedades se producen durante el
invierno, de hecho, de ahí el origen del nombre “iceberg”,
por su resistencia al frío.

Tipo Mantecosa, Butterhead o Española (variedad crispa):


La particularidad de este tipo de lechuga es que sus
hojas son sueltas, presentan una textura aterciopelada y
suculenta, su coloración es verde y su nervadura es poco
prominente. Hay variedades para cultivo en invierno,
verano y todo el año.

Tipo Lollo, Francesa o Crespas (variedad crispa): Se caracterizan por tener unas
hojas muy crespas y rizadas, hojas sueltas, de colores verdes, rojos y morados.
Ampliamente cultivadas en hidroponía y para producción de baby leaf, debido al
alto valor gourmet y elegancia de la forma de sus hojas. Al momento de tomar la

82
Capítulo 6. Experiencias productivas.

decisión de cultivar una variedad de este


tipo, se debe tomar en cuenta la diversidad
de colores y de épocas de producción:
verano, invierno o todo el año.

Tipo Hoja de Roble (variedad crispa): En este tipo, las hojas terminan en
punta, similar a las hojas de roble, de ahí su origen etimológico. Las hojas son
abiertas, sueltas y de diversos colores (verdes, a morados y rojos); presentan
una textura levemente crocante, son de
gran volumen y al igual que las tipo lollo,
se cultivan ampliamente para baby leaf
y en hidroponía. También se pueden
encontrar variedades de verano, invierno
o para producir todo el año.

Experiencias del cultivo de lechuga en la Región

La producción de lechuga durante el invierno en suelo tuvo éxito en tres de


las cuatro localidades evaluadas: Coyhaique, Chile Chico y Puerto Aysén; en
La Junta, no se logró obtener productos comerciales. En las localidades de
Coyhaique y Puerto Aysén, el producto comercial superó el 75% del cultivo. En
Puerto Aysén y Coyhaique la variedad ‘Matelote’ presentó un 95% y 100% de
individuos comerciales, respectivamente (Figura 22). Sin embargo, la misma
variedad ‘Matelote’, en Chile Chico, solo obtuvo un 50% de producto comercial,
y el resto no prosperó adecuadamente, obteniéndose plantas pequeñas con
bajo desarrollo. En conjunto con las lechugas, también se evaluaron brásicas
y acelgas en las mismas localidades de La Junta, Coyhaique, Puerto Aysén y
Chile Chico (Figura 23).
120
Producto
100 comercial (%)

80

60

40

20

0
Coyhaique La Junta Chile Chico Puerto
Aysen
Figura 22. Porcentaje de Lechugas ‘Matelote’ comerciales en 4 localidades de la
región de Aysén.

83
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Figura 23. Producción en temporada de invierno de lechugas, brásicas y acelgas en


Puerto Aysén.

En vista de buenos resultados preliminares de las variedades de lechuga ‘Camila’


(tipo Lollo Rossa) y ‘Gran Rapid’ (tipo Lollo Bionda) en suelo, estas se evaluaron
bajo condiciones de invernadero, cultivadas en sistemas hidropónicos NFT
durante la temporada primavera verano. Los resultados fueron muy positivos
y lograron acortar significativamente sus ciclos de producción. La variedad
‘Camila’ fue muy exitosa en la localidad de Coyhaique, mostrando mayor
vigor y peso que la variedad ‘Gran Rapid’. Ambas variedades lograron llegar
al término de su ciclo productivo en menos tiempo, en comparación a cuando
eran cultivadas en suelo. En producciones de Coyhaique, fue posible hacer tres
cosechas o cortes de hojas en tres fechas diferentes para comercializar mix
de ensaladas verdes. ‘Camila’ y ‘Gran Rapid’ obtuvieron un 96% y un 88% de
producto comercial como promedio regional, respectivamente, considerando
las localidades de Coyhaique, Puerto Aysén y Cochrane (Figura 25).

Figura 24. Lechuga variedad


‘Camila’ en sistema NFT. Esta
variedad mostró resultados
altamente productivos para la
época de verano y bajo este
sistema de cultivo.

84
Capítulo 6. Experiencias productivas.

100 4
12
90
80
70
60
50 96 Merma
88
40
30 Cosecha
20
10
0
Camila Gran Rapid
Figura 25. Porcentaje de producción comercial de lechuga ‘Camila’ y ‘Gran
Rapid’ con sistema NFT, en la Región de Aysén (promedios de Coyhaique,
Puerto Aysén y Cochrane).

Según los datos, la lechuga es un cultivo con potencial productivo y comercial


dentro de la región, sin embargo, se debe tener en cuenta la época de producción,
el fin productivo y el mercado al que se quiera llegar con el producto, para así
hacer una correcta elección de la variedad y el sistema de cultivo.
96%
Brásicas

La familia Brassicaceae, o comúnmente conocidas como crucíferas, está


ampliamente distribuida y consta de aproximadamente 340 géneros y 3.350
especies distintas, sin embargo, el género de mayor importancia en la agricultura
es Brassica sp. En este género se encuentran distintas variedades y especies
para el consumo de vegetales de hoja, inflorescencias, semillas para aceite
y cultivos forrajeros (Schmidt et al., 2001). Dentro de los tipos de cultivares
que se abordarán están aquellos en que el órgano de consumo es la hoja y
aquellos en los que el órgano de consumo es la inflorescencia. Se describen
los cultivo de: Kale (Brassica oleracea var. sabellica L.), mizuna (Brassica rapa
subsp. nipposinica), brocoli (Brassica oleracea var. italica L.) y coliflor (Brassica
oleracea var. botrytis L).

Una de las características de las brásicas es que requieren de una buena


preparación de suelo, y un buen control de malezas, ya que son malas
competidoras. Además, debido al uso de mayores distancias de plantación
en comparación con las lechugas, existe mayor espacio para el crecimiento
de malezas, generándose tal competencia que dificulta el establecimiento del
cultivo de brásicas. Existen plagas y enfermedades que se han detectado en la
región y que se describen a continuación.

85
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Enfermedades

Esclerotinia (Sclerotinia sclerotiorum). Se ha presenciado en el cultivo de


algunas Brásicas en la Region de Aysén, sobre todo en coliflores y algunos
kales. El principal signo es una pudrición blanda acuosa, con la producción de
micelo de color blanquecino; se puede diferenciar de otras enfermedades por la
formación de esclerocios, que corresponden a las estructuras de resistencia del
hongo y que le permiten permanecer en el suelo por largos periodos (más de
5 años). Los esclerocios son estructuras irregulares, de color negro o plomizo,
que se confunden con el suelo y no tienen un método de control químico. Las
plantas infectadas deben sacarse del predio (Soto, 2017).

Mildiú (Peronospora parasítica). Se presenta como un micelio aterciopelado,


de un aspecto bronceado y localizado en la cara inferior (abaxial) de las hojas,
además, presenta una esporulación blanquecina a grisácea, que es abundante
en estados avanzados del hongo. Su síntoma en las plantas, se observa como
clorosis en zonas localizadas en el haz de las hojas. Las condiciones de alta
humedad y frío favorecen el desarrollo del hongo, por lo que el seguimiento
debe ser desde el establecimiento del cultivo. Se recomienda eliminar plantas
infestadas, para evitar propagar esta enfermedad. En caso de que se tengan
varias plantas infestadas y se contamine el cultivo, se recomienda hacer control
químico, mediante Mancozeb, o algún otro producto que esté aprobado por
SAG. Cabe destacar que para Kale, Mizuna y otras especies de brásicas
asiáticas, no existe una gran cantidad de agroquímicos registrados, por lo que
el manejo de la ventilación en invernadero es fundamental.

Hernia de la Col (Plasmodiophora brassicae), Es una enfermedad emergente


en Chile, pero de distribución mundial, ya se han informado casos de brásicas
como brocoli y coliflor infestados en la Región. Los signos más comunes del
hongo son el desarrollo de agallas o tumores en la zona radical de las plantas,
afectando su crecimiento debido a una baja en la capacidad para extraer
agua del suelo. Como se desarrolla en las raíces, generalmente se observan
síntomas cuando el hongo ya está establecido y con un avance importante,
presentándose clorosis generalizada, marchitamiento, inducción de floración
anticipada y enanismo. El hongo se disemina por esporas, las que pueden llegar
a desarrollarse como esporas de resistencia que pueden durar hasta 20 años
en el suelo. El control está dado principalmente por manejos preventivos, tales
como las rotaciones de cultivo, mejoras en el drenaje de los suelos, evitando
la propagación de esporas, arranque de plantas infestadas, controlando las
malezas crucíferas y plantas voluntarias, corrigiendo la acidez de los suelos a
pH cercano a 7, mediante enmiendas calcáreas. El control químico es escaso,
costoso y poco efectivo, por lo que se deben realizar los manejos culturales
adecuados (Galdames, R. 2017).

86
Capítulo 6. Experiencias productivas.

Plagas

Trips de California (Franfliniella occidentalis). Uno de los daños producidos


por esta especie se pueden observar en las hojas, este se conoce como
russet, y consiste en una deshidratación en la epidermis de las hojas, sumado
a una oxidación en la cara abaxial de ellas. Al comienzo, se puede notar en
las hojas unas zonas plateadas que encierran las fecas de color negro del
insecto; en casos de mayor avance incluso la hoja puede adquirir un pardeado
generalizado, con aspecto oxidado. Una forma de realizar labores culturales
para controlar la presencia de esta plaga es la eliminación de las malezas en el
cultivo y las colindantes a él, sobre todo aquellas malezas crucíferas o plantas
voluntarias de un cultivo anterior. Considerar que en caso de altas poblaciones
de Trips, que en general en la zona central de Chile se dan en primavera a
pocos días del trasplante, y probablemente en la Región de Aysén ocurra el
evento entrando en el verano, se recomienda usar insecticidas para el control
químico del trips de California, siempre y cuando se alcance un umbral de daño
económico.

Pulgón de las crucíferas (Brevicoryne brassicae). Plaga que se presenta en


todas las temporadas y se distribuye a lo largo de todo Chile. El daño que
ocasionan es por la succión de la savia, lo que produce una decoloración
y deformación en la hoja, junto con una pérdida de vigor y debilitamiento
generalizado de la planta. Altos niveles de poblaciones pueden provocar
incluso la muerte de las plantas. A pesar de ser depredados y parasitados por
insectos benéficos, sobre todo en invernadero, es necesario un control químico
con insecticidas sistémicos (Giaconi y Escaff, 2004).

Babosas (Mollusca). Altos niveles de babosas en los campos producen daño


en las hojas de las plantas, por lo que el uso de insecticidas tipo molusquicidas
y cebos peletizados es uno de los controles más usados cuando esta plaga
se torna importante en términos económicos. El uso de insecticidas debe
complementarse con la eliminación de malezas y residuos de hojas (Giaconi y
Escaff, 2004).

La familia de las brásicas cultivadas se puede dividir en aquellas en que se


consume las hojas y aquellas las que se consume la inflorescencia.

Brásicas de hoja

Las brásicas de hoja probadas corresponden a kale (Brassica oleracea, var.


sabellica) y mizuna (Brassica rapa, subsp. nipposinica), llamadas brásicas
asiáticas (Figura 27), una de las características que hacen atractivo el cultivo

87
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

de estas hortalizas en la Región es que alcanzan un muy buen desarrollo en


lugares con temperaturas frescas y uniformes; hay que destacar la necesidad
de temperaturas uniformes, ya que estos cultivares con bajas temperaturas
entran en vernalización8, es decir que reciben el frío necesario para la inducción
floral, que en conjunto con el fotoperíodo9 promueven la emisión del tallo floral.
Se debe procurar que las plantas no pasen por un tiempo de frío y continúen su
desarrollo con altas temperaturas, ya que comenzará la etapa de floración en
desmedro de la calidad de interés comercial del cultivo (las hojas). Además, no
tolera temperaturas medias mensuales superiores a los 21°C.

Si se espera cosechar plantas completas, se sugiere hacer almácigo-trasplante.


Si por el contrario, se espera hacer cortes para mix de hojas, se sugiere hacer
siembras directas, ya que en ese caso se necesita establecer las plantas
con una alta densidad de semillas. Muchas de las variedades a la venta son
híbridas, por lo que su precio justifica el almácigo-trasplante para asegurar al
máximo que cada semilla llegue a ser una planta. Ambas hortalizas combinan
con diferentes formas, sabores y colores, lo que las hacen atractivas para el
cultivo en la Región, no solo por el éxito en su desarrollo en las condiciones
climáticas, sino por su éxito a nivel de comercialización.

Figura 26. Se puede observar una planta de Kale (izquierda) y una planta de
Mizuna verde (derecha)
88%en las etapas de crecimiento vegetativo.
96%
Las brásicas de hoja, específicamente kale y mizuna, fueron evaluadas en
sistema NFT durante la temporada primavera-verano 2017/2018, mostrando
un ciclo de cultivo de 16 a 20 días desde el trasplante a la cosecha, llegando
a extenderse por 36 días al hacer cortes continuos en la temporada. Cabe

8 Vernalización: Promoción de la floración por exposición de la planta a bajas temperaturas. (Giaconi y


Escaff, 2004).
9 Fotoperíodo: Cantidad de días con suficientes horas luz, requeridas por la planta para generar un cambio
de proceso o etapa fisiológica. En el caso de la “subida” o emisión del tallo floral, corresponde a la suficiente
acumulación de días largos, para inducir en cambio de fase vegetativa a reproductiva. (Bianco y Pimpini,
1990), (Giaconi y Escaff, 2004).

88
Capítulo 6. Experiencias productivas.

mencionar que estas especies tienen un alto potencial para hacer múltiples
cortes durante el período productivo.

En cuanto a las variedades, para mizuna se probaron dos: ‘Roja’ y ‘Nagano’


(verde), presentando mayor vigor, en términos de diámetro, altura y número
de hojas, la variedad ‘Nagano’. A diferencia de mizuna, en kale se evaluaron
tres variedades: ‘F1’, ‘Moscow’ y ‘Asima’. La más vigorosa fue ‘Moscow’, sin
embargo, mostró importantes diferencias entre distintas localidades de la
Región, por lo tanto, es una variedad relativamente inestable. Si se busca una
variedad más estable en resultados productivos, se recomienda utilizar ‘Asima’
en cualquier localidad de la Región de Aysén.

Los resultados productivos en NFT de las variedades mencionadas se


mostraron altamente favorables, tomando valores mayores al 97% de producto
comercializable. Solo kale variedad Moscow presentó un nivel más bajo de
producción en la zona de Puerto Aysén, sin embargo, este valor fue de 91%,
una cifra que aún es altamente positiva para el agricultor.

Figura 27. Producción de Kale en sistema NFT para múltiples cortes en


Coyhaique.

Es importante tener en cuenta que durante la época primavera-verano y en


condiciones de cultivo NFT, la precocidad de las brásicas aumenta y se pueden
tener plantas en estado de floración o comenzando la floración luego de 15
días del trasplante, por lo que se aconseja tener un control continuo del cultivo,
de la temperatura dentro de los invernaderos, ventilarlos durante el día y, si es
posible, controlar la temperatura del agua del estanque y de la lámina de agua
que está en contacto directo con la raíz de la planta para evitar que las plantas
emitan su tallo floral deteriorando el producto comercial.

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Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Brásicas de flor

La coliflor y brócoli tienen su origen en el mediterráneo. Este tipo de brásicas


presentan tallos florales muy densos, grandes y ramificados, con numerosos
racimos terminales de botones florales; a la estructura que conforman los
botones florales (inflorescencia) se le conoce como “pan” o “peya”. Tanto el
brócoli, como la coliflor son plantas consumidas en el viejo continente desde
tiempos remotos. En Chile, hoy en día son ampliamente cultivados con un
atractivo tanto para su venta, como producto fresco, como para la industria de
congelados. En la Región de Aysén, ha sido un cultivo atractivo de explotar,
debido a su clima más frío y las capacidades que tiene esta especie de ser
cultivada en invierno (Giaconi y Escaff, 2004).

El brócoli se caracteriza por el verdor del “pan”, que puede ser más o menos
intenso según la variedad que se esté cultivando. Es una planta de un alto
valor nutritivo, ya que dentro de las vitaminas que presenta, se puede destacar
el contenido de vitamina A y C, además de un alto contenido de minerales. Se
distingue porque su sabor es más delicado que el de la coliflor.

La coliflor es caracterizada porque el “pan” está constituido por inflorescencias


de un característico color blanco. Hay una gran diversidad de variedades, las
que pueden subdividirse en variedades de verano, de otoño, de invierno y de
primavera, denominadas así por su época de cosecha. Las indicaciones de
fechas tentativas de cosecha señaladas en las etiquetas de estas variedades
podrían no servir para la Región de Aysén, por lo que se debe probar diferentes
híbridos para analizar las mejores condiciones de adaptación a la Región.

Las exigencias climáticas de la planta son que su madurez o desarrollo del


“pan” sea en clima frío, inclusive, el brócoli es más rústico que la coliflor, por lo
que es más tolerante a climas más extremos. En caso de que la inflorescencia
se exponga a temperaturas menores a 1°C, se pueden presentar daños,
cambiando en su exterior a un color amarillento. Lo más recomendable,
sobre todo si se trata de híbridos, es el cultivo de estas plantas mediante
almácigo-trasplante, lo que además puede servir para manejar la germinación
de la semilla. En condiciones con mayor control del cultivo, como es en un
invernadero, idealmente con doble techo y micro túnel, el trasplante a suelo
debe ser hecho en las fechas correctas. Se deben respetar distancias de 40
a 50 cm sobre hileras y de 50 a 60 cm entre hileras. Es de suma importancia
mantener un nivel de riego adecuado, con el fin de permitir un nivel de área
foliar máximo, que es indicador de una buena calidad de la inflorescencia. En
general las brásicas son malas competidoras, y presentan un distante marco
de plantación, por lo que se debe hacer un control exhaustivo de malezas, ya

90
Capítulo 6. Experiencias productivas.

sea mediante un control químico o manual, así como ya se mencionó se evita


la competencia y se permite un potenciar el desarrollo adecuado del área foliar.

Figura 28. A la izquierda se puede observar un brocoli en estado temprano, a la derecha


un brocoli más avanzado en el cual se puede ver el crecimiento de la inflorescencia
(órgano de consumo), fotos de su desarrollo capturadas en Coyhaique.

Las brásicas de flor evaluadas durante el desarrollo del proyecto en la Región


fueron Brócoli variedad ‘Avenger’ y Coliflor variedad ‘Skywalker’ durante
la temporada de invierno 2017. En todas las localidades donde se montó el
ensayo: Coyhaique, Puerto Aysén, Chile Chico, y la Junta, los valores en altura
de planta y diámetro fueron mayores a 15 cm, siendo la de menor valor para
estos parámetros, la localidad de Chile Chico, por ser una zona más templada
que las otras. Sin embargo, a pesar de lograr tener individuos adultos de
brócoli y coliflor, ninguno llegó a término ni logró convertirse en un producto
comercializable para el productor debido a las condiciones climáticas que se
presentaron, derivando en una floración adelantada o “subida” de las especies
descritas.

Se puede concluir que en la Región hay un alto potencial de cultivo de Brásicas,


pero precisamente se debe tener cuidado con las fechas de siembra y trasplante,
para evitar la acumulación de frío seguido de un alza en las temperaturas,
hecho que estimula una floración anticipada y deterioro o pérdida del órgano
de consumo que interesa producir.

Se debe procurar tener un invernadero acondicionado, idealmente con doble


techo, con el fin de controlar mejor las temperaturas y además, tener plantines
dispuestos a trasplante en cuanto se observen temperaturas que no impliquen
riesgo de heladas. También es importante considerar hacer uso de variedades
precoces, o bien, cultivar variedades de alto rendimiento y de ciclo largo, que
estén adaptadas a bajas temperaturas, sobre todo en brócoli, evitando que se
genere una floración adelantada como sucedió en el caso del brócoli.

91
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Hoy en día, en el mercado hay disponibilidad de semillas con genética que


se adapta a las condiciones climáticas de la Región y con altos rendimientos,
lo que hace a las brásicas ser una especie interesante como alternativa de
producción en la Región, tanto para la producción de hojas, como de las
inflorescencias. Sin embargo, se deben realizar más ensayos, con el fin de
probar distintas variedades y estudiar su nivel productivo en la Región, con la
finalidad de difundir dichos resultados para el uso y conocimiento por parte de
los agricultores de la Región.

Figura 29. Producción en temporada de invierno de lechugas, brásicas de flor y acelgas


en Coyhaique.

Hortalizas de Estación Cálida

Son aquellas hortalizas que requieren de mayores temperaturas que las de


estación fría para su germinación, crecimiento y desarrollo. En este grupo
se encuentran diversos tipos de especies (zapallo, espárrago, tomate, maíz,
pimiento, sandia, pepino, papa, poroto, entre otras), y se caracterizan por ser
especies que no toleran heladas en ninguna fase de su desarrollo, e incluso
pueden presentar daños con temperaturas de 0, 1 ó 2°C en caso de especies
más sensibles.

92
Capítulo 6. Experiencias productivas.

Tomate

El tomate (Solanum lycopersicum L.), es miembro de la familia Solanaceae,


al igual que el pimiento y la papa, por ejemplo. Es una planta herbácea
cultivada en forma anual en todo el mundo. El centro de origen del tomate es
América, habiendo especies silvestre relacionadas desde México a Chile. Se
caracteriza por presentar un pigmento llamado Licopeno, el que es, en mayor
parte, el responsable del color rojo del fruto, además de ser un compuesto
antioxidante con variadas propiedades (Shi and Maguer, 2000). El tomate se
cultiva ampliamente en invernadero y al aire libre. En el mercado se encuentran
variedades productivas de tomate tanto para venta en fresco como para
producción industrial (salsa, pasta y zumos). Dentro de las variedades que
se pueden encontrar hay diversidades de formas, tamaños y precocidades.
Es una hortaliza que requiere de temperaturas superiores a los 10°C para la
germinación y sobre 12°C para el crecimiento, y en el caso de la cuaja, requiere
que sean superiores a 18°C, por lo que se hace necesario tener un periodo libre
de heladas de al menos 3 o 4 meses.

Tipos de tomate según su tamtaño:

●●Estructural o Beefsteak, normalmente de color rojo,


a veces de color rosado, de tamaño grande (180
a 220 g o más), presenta un interior carnoso; usado
generalmente para sándwiches y hamburguesas.

●●Intermedio, se puede comercializar de forma individual,


o dispuesto en racimos, son tomates de tamaño medio
(100 a 150 g).
●●Round, tienen un peso entre los 75 a 90 g. Forma
regular y redonda, de un bello color rojo, bueno en
ensaladas.

●●Plum, venta en racimo o sueltos. El tipo pequeño es


de 15 a 30 g, ideal para snack; el de tipo más grande
es de 80 a 100 g, es adecuado como ingrediente de
ensalada.

93
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

●●Cocktail, normalmente se presenta en racimos


compuestos por 8 a 12 tomates. Bonitos y rojos,
presentan un sabor particular. Su peso individual varía
entre 30 a 40 g

●●Cherry, en general pequeños, de entre 15 a 25 g,


de aspecto atractivo y sabor dulce, su forma es
redondeada, es excelente para un uso como “snack” y
acompañamiento.

El tomate es una hortaliza en la que el hábito de crecimiento decumbente, es


decir, el tallo no soporta su propio peso por el peso de sus hojas y la carga frutal.
Además, las plantas se dividen en crecimiento determinado e indeterminado,
por lo que se presentan dos formas de cultivo:

• Tomate botado. Vinculado con variedades de crecimiento determinado. En


este caso las plantas se establecen directamente en campo sin entutorado
y con una distancia entre hileras de 1,0 m. y sobre hileras de 0,4 m.
Generalmente es usado en el cultivo de tomates para industria, pero también
se hace con algunas variedades para consumo fresco. El crecimiento
determinado implica que cuando la planta produce dos inflorescencias
seguidas, no genera más estructuras vegetativas y madura la mayor parte
de sus frutos en forma simultánea, por lo que se requiere de una cosecha
mecanizada o intensiva.

• Tomate tutorado. Habitualmente se trabaja con variedades indeterminadas.


El cultivo se establece en campo o invernadero y se planifica para guiar o
conducir el tallo de la planta principalmente mediante cinta gareta, aunque
en algunos casos también se puede hacer con empalizadas o espalderas.
Las variedades de crecimiento indeterminado presentan la característica
que por cada dos brotes axilares se genera un brote floral, es por esta
característica que se denominan de crecimiento indeterminado, ya que,
en zonas productivas sin heladas o con invernaderos calefaccionados, se
puede cultivar tomate de ciclos largos (hasta 11 meses), donde se llega a
obtener hasta 22 pisos de fruta. Generalmente se maneja una distancia

94
Capítulo 6. Experiencias productivas.

sobre hileras que puede ser de 0,2 m, o de 0,4 m, dependiendo si se trata de


tomates de uno o de dos ejes, respectivamente. En caso de hileras simples
(referido a tomates de un solo eje), se pude tutorar una de las plantas hacia
la izquierda y la siguiente hacia la derecha, repitiendo el ejercicio en toda
la hilera, como se puede observar en la imagen de la izquierda en la Figura
30. En el caso de tomates a dos ejes, se tutora un eje hacia la izquierda
y el otro hacia la derecha, por lo que la distancia sobre la hilera es mayor,
como se puede observar en la imagen de la derecha en la Figura 30. En
cualquiera de los dos casos, la idea es mantener los ejes distanciados a 40
cm sobre cada lado de la hilera.

Figura 30. Tomates tutorados con garetas. La imagen de la izquierda los tomates se
conducen a un eje y las plantas se desplazan alternadamente a cada lado de la hilera.
En la imagen de la derecha los tomates son conducidos a dos ejes y cada uno de ellos
se desplaza a cada lado de la hilera.

En el marco del proyecto hortícola en la región de Aysén, el tomate solo fue


evaluado por un agricultor, don Verti Vera, en la localidad de Coyhaique. Este
cultivo fue producido, sembrado y trasplantado, tarde en la temporada estival
del año 2017, por lo que sus resultados no pueden ser considerados definitivos.
Sin embargo, se puede considerar que es una especie con potencial productivo
en la región durante los meses de primavera y verano, ya que solo en el corto
periodo que se cultivó, aproximadamente cuatro meses, se obtuvieron tres
pisos productivos por lo que, si se consideran más meses para cultivarlo, se
podrán cosechar mayor número de pisos en la temporada.

Si bien la Región presenta un corto periodo productivo, con meses que son
favorables para el cultivo, es posible cultivar especies de ciclos más largos
como tomates o pimientos, siempre y cuando se establezcan temprano en
la temporada y además se seleccionen las variedades cuyos ciclos sean los

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Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

más cortos. Es importante poder desarrollar estudios, planes de producción,


información y recomendaciones para las labores, cuidados y necesidades que
requieren estos cultivos en la región.

Zapallos

Los zapallos pertenecen a la familia Cucurbitáceae, son de origen americano y


se presentan diversas especies cultivadas:

Zapallo de Guarda o Zapallo Camote (Cucurbita máxima Duchesne). Planta


que emite guías, rastrera y con gran potencial de desarrollo. Presenta frutos
que pueden pesar desde 4 ó 6 kg hasta los 15 a 25 kg, según la variedad. Su
característica más destacada es la alta densidad de frutos, el color anaranjado
de su pulpa, sumado a que pueden ser almacenados en bodegas, rotándolos
cada cierto tiempo, lo que permite encontrar este producto prácticamente todo
el año en la zona central del país. Los zapallos son cosechados completamente
maduros para poder almacenarlos durante el invierno y obtener mejores precios
con su venta en ese periodo.

Zapallo italiano (Cucurbita pepo L.). Su principal característica es que, a


diferencia del zapallo camote, las variedades no son guiadoras, el hábito de
planta es de tipo arbustivo y compacto, que se torna decumbente cuando la
planta lleva largo tiempo en el campo.

La forma más común de los zapallos italianos es oblonga y se cosechan


inmaduros. Se presentan de diversos colores de cáscara, los hay verde con
franjas verde oscuro, o ‘negro chileno’, el que fue ampliamente usado en Chile.
También hay variedades de color verde con estrías amarillentas y también de
color verde oscuro sólido y sin estrías o incluso color verde claro amarillos. La
cosecha se realiza en dos estados, cuando el fruto tiene unos 10 centímetros
de longitud y se requiere que sea más tierno, o bien, cuanto se tiene un estado
de madurez más avanzado y una longitud de entre 15 a 20 centímetros. Se
pueden encontrar también formas de zapallo redondos, que los hacen atractivos
y especiales para prepararlos rellenos (Giaconi y Escaff, 2004). Se recomienda
el corte de los frutos tiernos y en forma continua para que continúe dando
frutos hasta que el frío o enfermedades no le permitan seguir creciendo. Al
descargar las plantas la cosecha será más prolífica mejorando el número de
frutos cosechados por planta y su venta por unidad.

Calabazas (Cucurbita moschata Duchesne). En este grupo se encuentran


distintos tipos de calabazas, como pueden ser los zapallos tipo Butternut o
Zapallo Americano, los que generalmente pesan alrededor de 1-2 kg, son

96
Capítulo 6. Experiencias productivas.

ideales para preparaciones en sopas, cremas o al horno, ya que tienen un


menor contenido de materia seca que los zapallos del tipo camote. El color
de su cascara es amarillenta y el color de la pulpa es de un naranjo intenso.
También se pueden encontrar variedades de calabazas ornamentales, o
zapallos “huecos” que se usaban antiguamente para el traslado y almacenaje
de agua, también se pueden encontrar otros tipos de calabazas como las de
cuello alargado, que probablemente fueron los predecesores del zapallo tipo
Butternut (PUC, 2018).

En general se trata de plantas del tipo rastrero, guiador y muy prolífero, muchas
veces se guían para optimizar el espacio de cultivo.

En la Región ´de Aysén se observa frecuentemente el cultivo de zapallos en


invernaderos y con muy buenos resultados. En general, para cultivar zapallos
en la Región, se recomienda hacerlo utilizando variedades de ciclo precoz,
que pueden demorar de 75 a 85 días a cosecha, pos trasplante, por lo que los
almácigos se deben preparar en pleno invierno. Para evitar daños y pérdidas
por bajas temperaturas se recomienda germinar las plantas y muchas veces
incluso el trasplante, bajo cubierta, con la finalidad de aprovechar al máximo
la corta temporada de temperaturas benignas para el cultivo de este tipo de
hortalizas.

Referencias

Bianco, V.V. y F. Pimpini. 1990. Orticoltura. Pàtron Editore. Bologna, Italia, 991p.
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de tres aceites esenciales para el control de áfidos en pimiento, Capsicum
annuum L. Idesia (Arica), 31(3), 49-58.
Estay, P. 2017. Mosquita blanca de los invernaderos. Entomología, plagas en
hortalizas. Ficha técnica N° 11, INIA La Platina (Instituto de Investigaciones
Agropecuarias). Santiago, Chile.
Galdames, R. 2017. Hernia o “clubroot” del raps. Fitopatología, enfermedades
de los cultivos. INIA Quilamapu (Instituto de Investigaciones Agropecuarias).
Ficha técnica 91. Chillán, Chile.
Giaconi, V. y M. Escaff. 2004. Cultivo de Hortalizas. Santiago, Chile: Editorial
Universitaria, 15a Ed. 337p.
O’Neill, D.P., J.J. Ross and J.B. Reid. 2000. Changes in gibberellin A1 levels and
response during de-etiolation of pea seedlings. Plant physiology 124(2):805-
812.
PUC (Pontificia Universidad Católica de Chile, Chile), 2018. Hortalizas de
Estación Cálida. Zapallo, diversidad en la especie. [en línea]. Disponible en:

97
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

<http://www7.uc.cl/sw_educ/hortalizas/html/zapallo/diversidad_zapallo.html>.
Saavedra, G., F. Corradini, A. Antúnez, S. Felmer, P. Estay y P. Sepúlveda.
2017. Manual de producción de lechuga. INIA (Instituto de Investigaciones
Agropecuarias), Boletín INIA N° 09. Santiago, Chile.
Salas, C. 2017. Pulgón de la lechuga. Entomología, plagas en hortalizas. Ficha
técnica N° 34, INIA Intiguasi (Instituto de Investigaciones Agropecuarias). La
Serena, Chile.
Schmidt, R., A. Acarkan and K. Boivin. 2001. Comparative structural genomics in
the Brassicaceae family. Plant Physiology and Biochemistry, 39(3-4):253-262.
Shi, J., and M.L. Maguer. 2000. Lycopene in tomatoes: chemical and physical
properties affected by food processing. Critical reviews in food science and
nutrition 40(1):1-42.
Soto, S. 2017. Pudrición blanca en lechuga. Fitopatología y enfermedades en
hortalizas. Ficha técnica N° 39, INIA La Platina (Instituto de Investigaciones
Agropecuarias). Santiago, Chile.
Tapia, B. 2002. Descripción del mercado de las lechugas. ODEPA (Oficina de
Estudios y Políticas Agrarias), Ministerio de Agricultura, Santiago, Chile.

98
CAPÍTULO 7. PERSPECTIVAS Y DESAFÍOS DE LA
PRODUCCIÓN DE HORTALIZAS EN LA
REGIÓN DE AYSÉN
Alan Pinto R., Ricardo Pertuzé C. y José Ignacio Covarrubias P.

La producción de hortalizas en la Región de Aysén es una realidad que


presenta enormes perspectivas. Conseguir un mayor abastecimiento hortícola
en la Región depende de varios factores que presentan grandes desafíos que,
trabajados en conjunto, entre agricultores, profesionales y técnicos, serán muy
factibles de implementar.

Buenas prácticas agrícolas (BPA)

Las buenas prácticas agrícolas deben ser potenciadas en la Región mediante


transferencia tecnológica y capacitaciones, ya que la necesidad de uso
de agroquímicos en los predios hortícolas requiere capacitación para un
uso racional de los mismos. Simultáneamente, se debe trabajar rotaciones
adecuadas y buscar las mejores alternativas para la coexistencia con agentes
polinizantes, por ejemplo. Por otra parte, los fertilizantes se usan a baja escala,
pero también requieren de capacitación para su uso racional. No se debe
generar un uso desmedido como ha pasado en otras regiones del país. Las
BPA’s son la herramienta necesaria en toda explotación agrícola, con la cuál a
pesar de que se desarrolle una agricultura intensiva y a gran escala, permita
avanzar hacia una agricultura moderna, limpia, sustentable y respetuosa
con el medioambiente. Es indispensable la trazabilidad, el equipamiento con
elementos de protección personal y seguridad, junto con el respeto de las
normativas y registros vigentes, comercializando una hortaliza inocua y sana.

Manejo integrado de las malezas

Se debe trabajar en una elaboración de un plan de manejo integrado de


malezas. La incorporación del uso de “mulch” o cubre suelos plásticos
disminuyen prácticamente a cero las pérdidas de agua por evaporación, junto
con un control integral de las malezas. El uso de técnicas como rotaciones de
cultivos, o bien solarizaciones permite no depender exclusivamente del control
manual, que es difícil en muchos casos, además de quitar horas hombre a otras
labores. También se debe considerar el control químico de malezas perennes
de difícil control, ya que de otra manera se transformarán en problemas de muy
difícil solución.

99
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

Producción de plantines

Aumentos en la producción de hortalizas de calidad requiere de plantas bien


preparadas y bien producidas. Se debe comenzar con semillas de calidad para
obtener un plantines vigorosos y sanos. La corta temporada de producción
de Región de Aysén requiere de producción de plantas para adelantar el ciclo
productivo antes que se den las condiciones en campo o incluso en invernaderos
con calefacción. De esta forma se pueden producir incluso cultivos de ciclos
más largos que las lechugas, como un tomate, que hasta hace poco no se
esperaba producir en la zona. Además, una correcta producción de plantines
forzados permite adecuar las fechas de trasplante con el fin de aprovechar
al máximo las ventanas productivas, tanto para cultivos invernales como de
primavera verano.

Riego

A pesar de que se ha logrado un gran avance y mejoras en la eficiencia de


las labores de riego de muchos agricultores, incorporando el uso de riego por
goteo, se debe hacer hincapié en una transferencia tecnológica que permita
intensificar la agricultura en este contexto. Esto con el fin de aportar con mejores
herramientas y tecnología que permita mejorar el uso del recurso hídrico, y
aumentar la superficie de riego. Al mejorar la eficiencia, se puede aumentar la
superficie cultivada. Además, una planta bien regada no es aquella que recibe
agua en exceso, sino aquella que tiene un balance correcto de agua y aire en
los poros del suelo, que permite que la planta capte agua sin lugar a estrés
por déficit o por saturación, mejorando los rendimientos y desempeño de las
variedades y especies cultivadas en la Región.

Asociatividad

El poder establecer un trabajo asociativo entre los horticultores de la Región


o de ciertas localidades en particular, les permitiría poder generar un sistema
de compra conjunta. Esto permite optimizar la comercialización, y da pie para
acceder y abastecer continuamente a los supermercados con mayor poder de
compra. Con el objetivo de abastecer constantemente la demanda insatisfecha
de hortalizas en la Región de Aysén, se puede trabajar en conjunto, de forma
de reducir costos operacionales (de producción). Se puede acceder a mejores
precios de insumos, e insumos más especializados (fertilizantes solubles para
fertirriego e hidroponía, materiales de riego y micro riego, por nombrar algunos
ejemplos). Estos insumos constantemente se encuentran fuera de la Región, se
debe acudir a centros de venta en Temuco, Osorno, o simplemente en Santiago.
Los productores presentan poco conocimiento y poca costumbre entorno a

100
Capítulo 7. Perspectivas y desafíos.

llevar fichas de producción estimando costos y rendimientos, el trabajo conjunto


permitiría un acceso a mayor tecnificación y maquinaria, traduciéndose en un
beneficio económico y tecnológico para ellos. Una creciente alternativa de
comercialización, sobre todo en Coyhaique, podría ser la introducción de la
venta de hortalizas de IV Gamma, mediante la generación de una cooperativa
agroindustrial (Cereceda et al., 1990).

Uso de maquinarias y tecnología en la agricultura

Hoy en día hay una diversidad de maquinarias y accesorios disponibles en


la agricultura, como una alternativa a las labores necesarias para mantener
un predio hortícola, desde desmalezadoras, cosechadoras para cortes Baby
leaf, instrumentos de alta precisión para fertirriego, entre otros. Tecnologías
que muchas veces por su alto costo impiden su masificación, sobre todo
pensando en que los predios hortícolas son de menor tamaño y necesitan
canalizar sus inversiones en cultivos forzados. Se hace difícil la inversión en
este tipo de tecnología, ya que muchas veces este tipo de herramientas más
revolucionarias son tildadas de un lujo innecesario; nuevamente se plantea
como buena alternativa el generar asociaciones que permitan abordar este tipo
de inversiones, dejándolas disponibles para distintos agricultores hortícolas.
Es necesaria la prueba de nuevas tecnologías que permitan optimizar labores,
debido a la necesidad de mano de obra y a la necesidad de expansión de la
superficie de hortalizas cultivadas en la Región, por la demanda insatisfecha.

Sin duda, la producción de hortalizas en la Región de Aysén es un nicho


que tienen una amplia capacidad de expansión, pensando en la demanda
insatisfecha por hortalizas y la poca experiencia de los predios hortícolas. La
producción de hortalizas en la Región es un rubro relativamente nuevo, en
contraste con otros polos productivos en el país. Hoy existen especies con un
alto potencial productivo para la zona, que han sido introducidas, teniendo éxito
tanto en campo, como a nivel comercial, siendo apetecida por los clientes. Las
tecnologías hoy disponibles han permitido desarrollar y potenciar la horticultura,
mediante la introducción de la hidroponía, nuevos invernaderos, sistemas de
riego por goteo, fertirriego, entre otros. A esto se debe seguir sumando avances
que permitan industrializar y desarrollar los predios, asociando productores y
capacitándolos para escalar y mejorar su producción.

Referencias

Cereceda, T., L. Eugenia, L. Barría y J. Echeverría. 1990. Las organizaciones


de los productores en la articulación de la agricultura y la industria: las
cooperativas agroindustriales en Chile.

101
Lienzo de Modelo de Negocio

102
Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019.

ANEXO

Fuente: Extraído desde www.diytoolkit.org.


UNIVERSIDAD DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS AGRONÓMICAS

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