Virus Ornamentales1

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA


virus
de
plantas ornamentales
en méxico
DR. JOSÉ NARRO ROBLES
Rector

DR. SERGIO CHÁZARO OLVERA


Director

MTRO. FERNANDO HERRERA SALAS


Secretario General Académico

BIÓL. ÁNGEL MORÁN SILVA


Secretario de Desarrollo y Relaciones Institucionales

DRA. LAURA EVELIA TORRES VELÁZQUEZ


Secretaria de Planeación y Cuerpos Colegiados

LC ELISEO VENEGAS ALVARADO


Secretario Administrativo

M EN C RAFAEL CHÁVEZ LÓPEZ


Jefe de la Carrera de Biología

MC JOSÉ JAIME ÁVILA VALDIVIESO


Coordinador Editorial
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA
CARRERA DE BIOLOGÍA

virus
de
plantas ornamentales
en méxico

RODOLFO DE LA TORRE ALMARÁZ


Biólogo por la FES Iztacala, UNAM
Maestro y doctor por el Centro de Fitopatología
del Colegio de Posgraduados de Montecillos
Profesor TC definitivo, carrera de Biología, UBIPRO, FES Iztacala, UNAM
Previamente investigador titular en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales
y Agropecuarias en el estado de Puebla.
Profesor invitado en Plant Pathology Department
of Louisiana State University, Baton Rouge, LA, USA
Estancias de investigación en el Laboratorio
de Virología CINVESTAV-Irapuato; Laboratorio de Virología,
Universidad Politécnica de Valencia, España.

Responsable de la Edición
MC José Jaime Ávila Valdivieso
FES Iztacala, UNAM
2010
virus
de
plantas ornamentales
en méxico
Primera Edición: 05 de mayo 2010
Derechos Reservados 2010
© Universidad Nacional Autónoma de México
Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán,
CP 04510, México, Distrito Federal.
Facultad de Estudios Superiores Iztacala
Av. de Los Barrios N.O 1, Los Reyes Iztacala, Tlalnepantla,
CP 54090, Estado de México, México.

ISBN 978-607-02-1051-8
Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio
sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.
Apoyo Técnico
MC JOSÉ JAIME ÁVILA VALDIVIESO
Corrección de estilo y cuidado de la edición
LIC. VÍCTOR MANUEL MARTÍNEZ ZAVALETA
Corrección de estilo
DG ELIHÚ GAMBOA MIJANGOS
Formación editorial, diseño de portada y preliminares

Agradecimiento: al Departamento de Parasitología de la Universidad


Autónoma de Chapingo (UACH) por permitirnos el uso de su invernadero
de virus fitopatógenos.

Libro financiado por: CONACyT-SAGARPA, N.o 077 y el Programa de


Apoyo a Proyectos Institucionales para el Mejoramiento de la Enseñanza
(PAPIME) N.o PE205307, de la Dirección General de Asuntos del Personal
Académico (DGAPA). Esta obra fue revisada, dictaminada y aprobada
por el Comité Editorial de la FES Iztacala UNAM.

Impreso y hecho en México


ÍNDICE

PRÓLOGO I
INTRODUCCIÓN 1
BIBLIOGRAFÍA 15
ANEXO 19
FIGURAS 21
Abutilón 23
Agave 24
Alstroemeria 25
Anturio 26
Ave del paraíso 27
Azucena 28
Begonia 29
Belén 30
Bugambilia 31
Cactus (1) 32
Cactus (2) 33
Calibrachoa 34
Canna 35
Chile 36
Clavel (1) 37
Clavel (2) 38
Coleus 39
Crisantemo (1) 40
Crisantemo (2) 41
Crotón 42
Durazno 43
Espatifilium 44
Falsa cereza 45
Flor de noche buena 46
Geranio 47
Gerbera 48
Girasol (1) 49
Girasol (2) 50
Gladiolo 51
Gloxinia 52
Hiedra 53
Higuera 54
Hortensia 55
Jazmín 56
Kalanchoe 57
Lilis (1) 58
Lilis (2) 59
Lirio germánico 60
Miguelito (1) 61
Miguelito (2) 62
Orquídea 63
Pasto ornamental 64
Petunia 65
Philodendron 66
Rosa (1) 67
Rosa (2) 68
Schefflera 69
Syngonium 70
Teresita 71
Tilansia 72
Tulipán 73
PRÓLOGO

E
n México, la floricultura representa una de las actividades agrí-
colas más rentables, tomando en cuenta el rendimiento y los
beneficios por unidad de superficie sembrada, así como el
alto número de empleos que genera. Esta actividad económi-
ca provee especies para flor de corte, follajes, plantas en bolsa y en
maceta, utilizando para ello sistemas de producción en invernadero,
viveros o, incluso, a cielo abierto, que en total abarcan una superficie
de 21,900 ha y se ubican en los estados de Aguascalientes, Baja Cali-
fornia, Colima, Coahuila, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Estado de
México, Michoacán, Morelos, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tlax-
cala y Veracruz. Sin embargo, la mayor superficie cultivada se concen-
tra en diversos municipios de Puebla, Morelos y el Estado de México
(BANCOMEXT, 1994; INDAP, 2002).

Las principales especies de plantas ornamentales de corte y follaje fres-


co que se exportan a los Estados Unidos son: alstroemeria, rosa, clavel,
crisantemo, gladiolo, ave del paraíso, gerbera, clavel, lilis, margaritas, es-
tatice y varias especies de follajes frescos, aunque también se importan
distintos productos que han enriquecido la diversidad de especies de
cultivo en las regiones productoras (Banco de México, 2004; García et
al., 1999; INDAP, 2002; Secretaría de Economía, 2003 y 2004).

Si se toman en cuenta las características climáticas y geográficas del te-


rritorio mexicano, bien se podría advertir que existen condiciones para
II Virus de plantas ornamentales en México

incrementar la superficie cultivada y los rendimientos de las actuales


especies ornamentales de consumo interno (o bien de otras con alta
demanda en el exterior), con lo que se podrían aumen­tar los bene­ficios
económicos si también se considera tanto la cercanía con el principal
mercado importador de plantas ornamentales, Estados Unidos, como
los acuerdos de exportación que se tienen con otros países como Ca-
nadá, Alemania, Japón, Francia, Suiza, Holanda, Canadá, Rusia, Sue-
cia, Panamá.

La floricultura nacional carece de suficiente apoyo económico y utiliza


poca tecnología moderna, lo que afecta su potencial productivo. Otro
factor limitante para el desarrollo de este sector tiene que ver con enfer-
medades en plantas y flores inducidas por hongos, bacterias, nematodos,
fitoplasmas, virus y viroides, que las afectan de manera directa e impiden
su comercialización en el país o en mercados internacionales debido a
restricciones sanitarias.

Un grupo importante de patógenos que afecta de manera severa a la


floricultura es el de los virus. Estos causan enfermedades silenciosas
e incurables que, con facilidad, se diseminan por material propagativo
infectado, lo que, en parte, las convierte en altamente contagiosas entre
sus plantas hospedantes y difíciles de detectar, incluso, con los métodos
más modernos de diagnóstico.

Los virus dañan hojas, tallos, raíces, frutos, semillas o flores, y pueden
llegar a destruir con rapidez plantaciones enteras; o bien en infec-
ciones tempranas, de manera progresiva y sin que induzcan síntomas
visibles, van dañando la vida media de las plantas.

La propagación de las principales especies ornamentales se realiza a


partir de esquejes; sin embargo, no se tiene suficiente cultura sanita-
ria para prever la utilización de material libre de virus, por lo que la
utilización de material infectado ha sido la principal manera de disemi-
nación de estos patógenos, incluso, superando la realizada por insectos
vectores de enfermedades virales. Lo anterior plantea la necesidad de
Prólogo III
mantener una plantación sana, utilizando, como primer recurso, mate-
rial propagativo sano, y después, los métodos de prevención, manejo y
control que ayuden en la prevención de los virus y sus vectores y de
actividades que facilitan su diseminación.

Lo anterior permitirá el acercamiento con aquellos mercados extran-


jeros que hasta ahora se han mostrado exigentes en el aspecto sanitario.

Es común que en aquellas regiones productoras de plantas ornamen-


tales en México se observen daños que se atribuyen a virus y patógenos
similares, y no obstante que estos se han identificado en algunas especies
ornamentales, no se tiene un registro amplio de los que infectan a la ma-
yor parte de las especies de ornamentales cultivadas en el país. Tampoco
se tienen cálculos de las pérdidas ocasio­na­­das por virus en plantas, pero
se reconoce su presencia y los daños más comunes que causan en orna-
mentales, hortalizas y frutales.

La dificultad principal que existe para la identificación correcta de las es-


pecies de virus en plantas es la tecnología que se requiere (sólo se encuen-
tra disponible en laboratorios especializados), y aunque algunos métodos
son relativamente fáciles de utilizar como los serológicos, otros requieren
cierto nivel de adiestramiento técnico que no es fácil de adquirir. Otra
dificultad muy común es la presencia de más de un virus en una sola
planta, ya que, por lo regular, alguno o varios de ellos no son detectables
con la tecnología disponible, o bien son totalmente desconocidos para
el especialista, lo que dificulta aún más el diagnóstico de los patógenos
relacionados con la enfermedad en la planta de interés.

El presente trabajo muestra un inventario de los virus (en algunos ca-


sos se identificaron viroides y fitoplasmas) que fueron detecta­dos en
diversas especies de plantas que se utilizan como ornamentales y que,
de manera comercial, son cultivadas en los estados de México, Puebla
y Morelos. Por los resultados obtenidos, el inventario debe ser consi­
derado como un avance dado que fueron identificadas varias especies de
virus en la mayor parte de las especies de ornamentales cultivadas en
IV Virus de plantas ornamentales en México

las regiones de estos tres estados; en otros casos, se detectó la presencia


de virus desconocidos en el país, e incluso, de otros no registrados en
el resto del mundo.

Los resultados de este trabajo se presentan de manera muy sencilla, pro-


curando mostrar los síntomas que manifiestan las plantas enfermas, en
las que, precisamente, se identificó uno o varios virus (según el caso),
esto con el objeto de que el productor reconozca, en principio, la posi-
ble presencia de virus en las plantas que regularmente cultiva, e inicie un
proceso de diagnóstico que le ayude a evaluar la gravedad de las infec-
ciones, para que, finalmente, elimine esas plantas, o bien tome medidas
de manejo y control.
INTRODUCCIÓN

CARACTERÍSTICAS
DE LOS VIRUS FITOPATÓGENOS

L
os virus son parásitos intracelulares estrictos de tamaño ultra-
microscópico, se multiplican sólo en el interior de células vivas.
En su forma más simple, los virus están formados por una
cubierta denominada cápside, en cuyo interior se encuentra el
genoma viral compuesto de ARN o ADN.

Los virus interrumpen las funciones normales de las plantas al utilizar


las fuentes estructurales y químicas de éstas para elaborar más partí-
culas virales, las cuales alteran el metabolismo vegetal y traen como
resultado enfermedades en las plantas.

SÍNTOMAS CAUSADOS POR VIRUS


Aunque los síntomas que manifiesta una planta no están relacionados
estrictamente con los inducidos por virus, pueden ayudar a realizar
un diagnóstico inicial de la presencia de este tipo de patógenos. Algu-
nos síntomas relacionados con la presencia de virus podrían ser, entre
otros, el mosaico, que se manifiesta en hojas con áreas alternadas de
color diferente al que caracteriza a una hoja sana. De acuerdo con la
intensidad de los mosaicos, o de su forma, pueden describirse como
moteados o con manchas cloróticas, rayados, bandeados o con aclara-
miento de nervaduras. Otro síntoma: las manchas anulares. En éste, de
pequeñas manchas cloróticas se forman manchas o anillos cloróticos
o necróticos en hojas, frutos o tallos. Este síntoma puede desapare-
cer poco tiempo después de iniciado, para reaparecer en condiciones
2 Virus de plantas ornamentales en México

a­ mbientales ­favorables. Otro: el enanismo, en el cual se reduce seve-


ramente la talla de la planta, con acortamiento de entrenudos y proli-
feración de hojas. Y uno más: las deformaciones. Éstas son alteracio-
nes severas de la forma de hojas, tallos, flores o frutos (Agrios, 1999;
Daughtrey y cols., 1995; Walker, 1965).

DISEMINACIÓN DE VIRUS
Los virus se diseminan al pasar de una planta enferma a una sana por
el roce de sus hojas, lo que causa pequeñas heridas en su epidermis;
una vez expuestas al contacto se da el intercambio de jugos en el que
los virus infectan a las células epidermales, allí se multiplican para
después distribuirse al resto de la planta. La infección de las plantas es
favorecida por contactos con animales, labores de cultivo, herramientas,
ma­nos o ropa contaminada con savia de plantas enfermas, o bien por
eventos meteorológicos como granizo, lluvia, viento, etcétera.

El método más común de diseminación de virus es por la acción de


cierta clase de insectos durante sus actividades de alimentación. Los
insectos que transmiten virus son áfidos (Aphidae), chicharritas (Cicadelli-
dae), moscas blancas (Aleuroidae), piojos harinosos y esca­mas (Coccoidae),
periquitos (Membracidae), chinches verda­deras (Hemiptera), trips (Thysa-
noptera), escarabajos (Coleoptera) y saltamontes (Orthoptera). Los vectores
más importantes poseen un aparato bucal que perfora la epidermis y
suc­ciona la savia de las plantas infectadas, algunos llevan dentro de sus
estiletes a los virus (no persistentes) y otros se acumulan en su cuerpo
para después introducirlos en otras plantas (persistentes).

Otros organismos que pueden transmitir virus (biovectores) son los


ácaros (Eriophyidae); nematodos ectoparásitos de los géneros Longida-
rus, Xiphinema, Trichodorus, Paratrichodorus; hon­gos de los géneros Olpi-
dium y Polymyxa; y plantas parásitas del género Cuscuta.

Los virus se mantienen activos en toda la planta y, por tanto, pueden


encontrase en ramas, tubérculos, rizomas, cormos, bulbos, estolones,
Introducción 3
estructuras que pueden utilizarse como injertos, esquejes e infectar a
otras plantas. Algunos virus se encuentran en los óvulos de las plantas
infectadas, pero en otros casos se ha observado que los virus se en-
cuentran en el núcleo o en el citoplasma del polen que fertiliza el óvulo
y propaga el virus en el embrión de la semilla.

CLASIFICACIÓN
DE LOS VIRUS FITOPATÓGENOS
Cada especie de virus tiene un nombre oficial que permite su identifica-
ción por el reconocimiento de algunas de sus características generales.
El nombre del virus, en idioma inglés, está constituido por tres o cuatro
palabras. La primera describe al hospedante, por lo general, o al sitio
geográfico donde, históricamente, fue encontrado; la segunda describe
el síntoma principal (aunque en ocasiones pueden incluirse dos sínto-
mas); finalmente, la tercera palabra: virus (del Latín virus, que significa
“veneno”), que por definición se refiere a parásitos celulares estrictos
de tamaño ultramicroscópico, con una o varias cápsides de naturale-
za proteica que cubren o contienen al genoma viral, constituido por
­ácidos nucleicos de ARN o ADN, que puede estar formado por una o
dos cadenas y por uno o varios componentes (cromosomas*) virales,
de acuerdo a cada especie viral.

Las características físicas, químicas y biológicas de cada especie de vi-


rus permiten agruparlos en su correspondiente grupo taxonómico (or-
den, familia, género y especie), únicas categorías reconocidas por el
International Committee on the Taxonomy of Virus (ICTV), aunque existen
innumerables y probables nuevas especies de virus sin nombre o sin
categoría taxonómica aún reconocida (Van Regenmortel y cols., 2000).

El nombre del virus puede escribirse desatado y en letra cursiva o


sólo con su sigla, constituido de las primeras letras de cada pala-
bra. Por ejemplo, Tobacco mosaic virus (TMV), Tomato spotted wilt virus
(TSWV), etcétera.
4 Virus de plantas ornamentales en México

VIRUS EN PLANTAS ORNAMENTALES


Son numerosos los virus que pueden ocasionar infecciones en las plan-
tas ornamentales, sin embargo, entre los más comunes se pueden men-
cionar los siguientes:

Cucumber mosaic virus (CMV, famila Bromoviridae)


Se trata de un virus de ARN de cadena sencilla con tres componentes
genómicos (tripartita) de 3.389, 3.035, 2.197 kb. Cabe mencionar que
los viriones son isométricos. Produce inclusiones citoplasmáticas y va-
cuoladas, densas, con bordes angulosos y el centro más claro. Se trans-
mite por medio de vectores (Aphidiadae), de manera no persistente,
por transmisión mecánica y mediante semillas. De distribución mundial,
se conocen diversas cepas divididas en dos grupos antigénicos: ToRS y
DTL. Afecta a una gran cantidad de plantas ornamentales como ané-
mona, crisantemo, caléndula, gerbera, dalia, lilis, Pelargonium (geranio),
lisanthus, girasol, begonia, campánulas, dalias, entre otras (Daughtrey y
cols., 1995; Walker, 1965).

Alfalfa mosaic virus (AMV, familia Bromoviridae)


Es un virus de RNA de cadena sencilla, con tres componentes genómi-
cos (tripartita) de 3.64 kb, 2.59 kb y 2.04 kb, con forma de viriones ba-
ciliformes. Forma inclusiones citoplasmáticas, amorfas, vacuoladas, de
diferentes tamaños. Se transmite mediante vectores (áfidos) de manera
no persistente, por transmisión mecánica, injerto, semillas, polen. No
se transmite por contacto entre plantas. De distribución mundial. Se
ha encontrado que afecta considerablemente a las especies de Pelargo-
nium, kalanchoe o prímula, petunia y asclepia (Daughtrey y cols., 1995).

Abutilon mosaic virus (AbMV, familia Geminiviridae)


Es un virus de DNA de cadena sencilla, circular, que consta de dos
componentes genómicos de 2.663 y 2.636 kb. Puede formar inclusio-
nes nucleares en células del floema y a veces en citoplasma. Se transmi-
te por un vector (trips, familia Aleyrodidae) de manera no persistente,
Introducción 5
no se multiplica dentro del vector; su trasmisión no se da por contacto
entre plantas, semillas, polen, sino por injerto. Es muy probable que su
distribución sea mundial. Afecta a miembros de la familia Malvaceae
(Romero, 2004).

Tobacco mosaic virus (TMV, familia Tetraviridae)


Es un virus de ARN de cadena sencilla, de un componente genó-
mico de 6.395 kb. Puede formar inclusiones citoplasmá­ticas crista-
linas con caras hexagonales a veces largas y estriadas. Las inclusiones
vacuoladas o cuerpos x se pueden observar en la variante más severa. Se
transmite mecánicamente por injerto, contacto entre plantas, semillas.
No se transmite por polen. De distribución mundial, afecta a dalias, zi-
nias, claveles, petunias, girasol (Walker, 1965; Daughtrey y cols., 1995).

Hibiscus chlorotic ringspot virus (HCRSV, familia Tombusviridae)


Es un virus de RNA de cadena sencilla, monopartita. Se transmite por
injerto y poda, y no por medio de insectos o semillas. Ataca al cultivo
de hibisco a nivel mundial (Daughtrey y cols., 1995).

Tomato spotted wilt virus (TSWV, familia Bunyaviridae)


Es un virus de RNA de cadena sencilla, constituido de tres componen-
tes genómicos de 8.897, 5.4 y 2.916 kb. Viriones isométricos. Posee una
membrana de lipoproteína y se trasmite por vectores (Thysanoptera),
de manera persistente, por inoculación mecánica e injerto. No se trans-
mite por semillas, polen o contacto entre plantas. Ocasiona grandes
pérdidas en los cultivos ornamentales como alstroemeria, begonia, ci-
neraria, ciclamen, dalia, crisantemo, belén, petunia y ranúnculos, entre
otros (Ochoa, 2002).

Dahlia mosaic virus (DMV, familia Caulimoviridae)


Es un virus de DNA de doble cadena, las partículas virales son iso-
métricas. Es transmitido por áfidos de manera no persistente, no es
común que se trasmita por savia (Daughtrey y cols., 1995).
6 Virus de plantas ornamentales en México

Bean yellow mosaic virus (BYMV, familia Potyviridae)


Es un virus de RNA de cadena sencilla y, por otro lado, las partículas
virales son varillas flexibles. Se transmite por pulgones y por contacto
con sa­via. In­fecta principalmente al gladiolo, a la petunia y a la fresa
(Ochoa, 2002).

Hydrangea ringspot virus (HRSV, familia Bromoviridae)


Es un virus de RNA de cadena sencilla, las partículas virales tienen for-
ma de varillas flexibles cortas. Se transmite por medio de la savia, no se
conocen vectores. No infecta las solanáceas (Daughtrey y cols., 1995).

Otros virus que se pueden encontrar en ornamentales son Broad bean


wilt virus (BBWV, familia Comoviridae), que ocasiona grandes pérdidas
en begonia, petunia y zinia; Pelargo­nium flower-break virus (PFBV, familia
Tombusviridae) y Pelargo­nium zonate spot virus (PZSV) son virus frecuen-
tes y específicos del geranio; Kalanchoe top spotting virus (KTSV, familia
Caulimoviridae) se encuentra en kalanchoe (Daughtrey y cols., 1995;
Ochoa, 2002).

MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO
DE VIRUS FITOPATÓGENOS
La identificación del virus que afecta a determinada planta se reali-
za utilizando diversos métodos de diagnóstico o reconocimiento de
sus propiedades físicas, químicas y biológicas. Algunos métodos tie-
nen ventajas inmediatas por lo rápido que permiten obtener resultados;
hay otros que aunque resultan de gran utilidad biológica por facilitar
el conocimiento de algunas de las propiedades de los virus, tienen, sin
embargo, grandes desventajas por el tiempo que toman en arrojar re-
sultados o por el equipo especializado y caro que demandan.

Transmisión mecánica
Un método de diagnóstico de virus es el de la separación del virus de
la planta enferma por algún método de transmisión mecánica artificial
a plantas alternas sanas, el cual se conoce como rango de hospedantes.
Introducción 7
Consiste en frotar macerados de hojas enfermas (en solución amorti-
guador) contra hojas de plantas sanas; después de un plazo que puede
ir de los 15 a los 30 días se observa el tipo de daños presentes en las
hojas inoculadas. La transmisión artificial de virus puede realizarse por
injerto de ramas o yemas de una planta enferma a una sana. Otro méto-
do es la biobalística en la que se inoculan virus o viroides utilizando la
aceleración (con aire comprimido) de partículas metálicas impregnadas
con el ARN o ADN viral de interés. Es un método barato pero tardado
y no siempre seguro.

Transmisión por biovectores


La manera más común de transmisión natural de virus es por medio
de biovectores, entre los que se encuentran, principalmente, los insec-
tos. Este método se puede utilizar para realizar la separación o ino-
culación artificial de virus a plantas sanas y determinar, así, la manera
en que son dispersados determinados virus y conocer algunas de sus
propiedades biológicas y posibles implicaciones ecológicas. Aunque es
un método barato, resulta difícil de establecer, ya que se requiere del
cultivo y manejo de insectos sanos, no siempre disponibles.

Microscopio electrónico
Con este equipo se puede observar la forma (e incluso determinar el
tamaño) de las partículas virales en las células de los tejidos infectados
o en macerados de hojas de plantas enfermas. Sin embargo, es común
que no se encuentren partículas virales en los tejidos enfermos. Otra
desventaja es que se trata de un método de difícil acceso, sólo disponi-
ble en algunos laboratorios especializados.

Serología
El ensayo inmunoenzimático en fase sólida (ELISA) es una prueba se-
rológica donde el antígeno o un primer anticuerpo se fija en un soporte
inerte donde se le hace reaccionar con el antígeno o anticuerpo corres-
pondiente marcado con una enzima (conjugado); se lava el exceso de
conjugado y se mide la capacidad de hidrólisis de la enzima sobre su
8 Virus de plantas ornamentales en México

correspondiente sustrato. El grado de transformación de un sustrato


incoloro a un producto coloreado se determina por medio de un espec-
trofotómetro. Este método es relativamente barato y está disponible en
todo el mundo. La ELISA es una prueba muy sensible y puede detectar
bajas concentraciones de proteína viral (cápside viral) y es reproduci-
ble en un amplio rango de condiciones. La especificidad de la prueba
depende de la preparación del antígeno, la vida media de los reactivos
es larga, el peligro para la salud del personal del laboratorio es nulo o
mínimo (Roitts, 1995). Sin embargo, la prueba tiene sus limitaciones,
ya que es muy específica para el virus que se busca detectar, y pueden
darse reacciones inespecíficas en función de la relación entre dos virus
o del proceso de elaboración de los anticuerpos (Horst, 1992).

ANÁLISIS MOLECULAR DE ÁCIDOS NUCLEICOS


El análisis molecular de ácidos nucleicos incluye innumerables téc-
nicas de laboratorio, y aunque algunas son sumamente precisas, son
caras, difíciles de utilizar y no resultan prácticas para el diagnóstico
de virus. Algunas de las técnicas de análisis de ácidos nucleicos que
se utilizan comúnmente para el diagnóstico de virus son el análisis
electroforético de ARN replicativo viral, la reac­ción en cadena de la
polimerasa y sus variantes, así como la hibrida­ción de ácidos nucleicos.

Patrón electroforético de ARN replicativo viral


Durante el proceso de replicación de virus del tipo ARN de cadena
sencilla se forman cadenas dobles de ARN que generan un patrón elec-
troforético (único para cada especie de virus) que es posible observar
en un gel de poliacrilamida, lo que con cierto grado de certeza permite
su identificación. Es una prueba sencilla, rápida (resultados en 48 h) y
fácil de realizar. Sin embargo, es necesario contar con virus cuyos patro-
nes sean conocidos para emplearlos como un marcador y para, de este
modo, poder conocer la identidad del virus problema y, cabe mencionar,
las condiciones ambientales pueden influir en el título del virus dentro
de la planta y, por ende, afectar los resultados de la prueba (Valverde y
cols., 1990; Horst, 1992).
Introducción 9
Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR)
Este método permite la amplificación de regiones específicas altamente
conservadas del genoma del virus de interés; por lo regular, se trata de
regiones ubicadas dentro del gen de la proteína de la cápside viral (CP).
Se puede complementar el método con la clonación y secuenciación del
fragmento amplificado del virus y se puede confirmar su identidad por
comparación con secuencias similares disponibles en la base de datos
del GenBank. Este método es específico y muy sensible, sin embargo,
es relativamente caro, ya que se requiere de equipo y reactivos especiali-
zados, además de que demanda un conocimiento previo del virus para
utilizar los reactivos específicos necesarios para la prueba. La PCR no
es exclusiva de ADN, también se utiliza para el diagnóstico de virus del
tipo ARN (Burke, 1995; López, 1997).

Hibridación de ácidos nucleicos


Este método de diagnóstico utiliza el marcaje radiactivo o el no radiac-
tivo de segmentos específicos del genoma del virus de interés, ADN o
ARN, que principalmente se obtienen por segmentos clonados de la
PCR. Estos segmentos clonados y marcados (sondas) son utilizados en
ensayos para la detección del genoma del virus en los tejidos de plantas
enfermas (tissue printin) o en la detección del virus en extractos totales de
ácidos nucleicos de plantas enfermas inmovilizados en membranas
de nilon. La hibri­dación de ácidos nucleicos, en todas sus formas, es
muy sensible, relativamente barata y rápida para la obtención de resul-
tados. Su desventaja es la obtención de la sonda específica, ya que se re-
quiere equipo que, además de requerir un manejo especializado, es caro.
Sin embargo, una vez obtenida la sonda, se pueden analizar una gran
cantidad de muestras a un costo significativamente muy bajo.

IDENTIFICACIÓN DE VIRUS EN PLANTAS


ORNAMENTALES CULTIVADAS EN LOS ESTADOS
DE MÉXICO, PUEBLA Y MORELOS
En recorridos realizados entre los años 2003 y 2007 en diferentes mu-
nicipios de los estados de México, Morelos y Puebla que, dicho sea de
10 Virus de plantas ornamentales en México

paso, concentran la mayor superficie de producción y diversidad de


especies de ornamentales en la región centro del país, se observaron
plantas con diversos tipos de daños que incluyeron mosaicos, moteados
amarillos, deformación o proliferación de flores y follaje, enanismos, pro-
ducción de bulbos aéreos, entre otros. El análisis fitopatológico no mostró
que estos daños fueran causados por hongos, bacterias o nematodos, sin
embargo y dadas sus características, se sospechó que estos podrían ser
causados por virus o patógenos similares como viroides o fitoplasmas.

En diversos países existe información sobre los virus que infectan espe-
cies de ornamentales, a pesar de esto, se desconocen los que regularmen-
te se encuentran en las plantas ornamentales que se cultivan en México
o los posibles virus que pudieran estar siendo importados en plantas or-
namentales que se han venido introdu­ciendo al país. No se cuenta con
un método completo y adecua­do para la detección de la mayor parte de
ellos, por lo que los objetivos del presente trabajo fueron la identificación
y la carac­te­rización de los virus que infectan a las especies de ornamenta-
les cultivadas en la región centro de México.

METODOLOGÍA
Recorridos de campo y recolección de especímenes
Durante el lapso comprendido entre los años 2003 y 2007 se realizaron
recorridos en parcelas e instalaciones comerciales productoras de plan-
tas ornamentales (flor y follaje), en diversos municipios de los estados
de Morelos (Cuautla, Villa de Ayala, Yautepec, Xochitepec, Emiliano
Zapata, Jiutepec, Temixco y Cuernavaca), Puebla (Atlixco, Cholula y
San Martín Texmelucan) y Estado de México (Villa Guerrero y Texco-
co), en donde se concentra la mayor área productora de plantas orna-
mentales en el país (Cabrera y Orozco, 2002).

Se seleccionaron y colectaron muestras de plantas que presentaron sín­


tomas que, se sospechó, eran causados por virus o patógenos simi­lares,
incluidos mosaicos, clorosis, necrosis, deformaciones foliares, atro-
fia y enanismo, entre otros. Algunas plantas con daños se ­colectaron
Introducción 11
c­ ompletas en macetas o cepellones, en otros casos sólo se colectó follaje
o ramas. Las recolecciones de muestras se realizaron en diversas épocas
del año, de acuerdo con los periodos de producción de cada especie.

Detección y separación de virus y pruebas


de susceptibilidad en hospedantes diferenciales
Se maceraron hojas de cada especie en un mortero con 2 mL de so-
lución amortiguadora de fosfatos (0.02 M)-DIECVA 1%, pH 7.0; el
extracto se frotó con un hisopo de algodón en hojas de plántulas sanas
con dos a cuatro hojas verdaderas (ya espolvoreadas con carborun-
dum). Las hojas inoculadas fueron lavadas superficialmente con agua
corriente para, según lo señala May (1985), eliminar los residuos del
macerado y el carborundum. Las especies de plantas utilizadas para la
separación y caracterización de los virus fueron: quelites, Chenopodium
amaranticolor (Coste y Reyn) y C. quinoa (Wild); gonfrena, Gomphrena
globosa L.; toloache, Datura stramonium L.; chile, Capsicum annuum L.;
jitomate, Lycopersicum esculentum Mill; tabaco, Nicotiana tabacum L. var.
Xanthi, N. glutinosa L., N. rustica L., N. benthamiana Domin., N. clevelandii
Gray, N. occidentalis Wheeler; tomate, Physalis ixocarpa B.; pepino, Cucum-
ber sativus L.; calabaza, Cucurbita pepo L. Las plantas inoculadas se man-
tuvieron en condiciones de invernadero a temperatura de 25 a 35 ºC
y, en observación, hasta la aparición de síntomas o concluido un mes.
Durante este periodo se tomaron datos sobre los síntomas que presen-
taron y se seleccionaron las que mostraron una sintomatología típica.

Detección serológica por medio de ELISA


Se utilizó la técnica DAS-ELISA (Clark y Adams, 1977) para detectar
infecciones por virus directamente en muestras de campo y hospe-
dantes indicadoras (Matteoni y Allen, 1989; Sherwood, 1989; Dal Bó
et al., 1995).

Se utilizaron antisueros comerciales (Adglia, Co.) para la detección ge-


neral de geminivirus y potyvirus, así como para la detección específica
de Tobacco mosaic virus (TMV), Tobacco bushy stunt virus (TBSV), Alfalfa
12 Virus de plantas ornamentales en México

­ osaic virus (AMV), Pepper mild mottle virus (PMMaV), Tobacco ring spot
m
virus (TRSV), Cucumber mosaic virus (CMV), Tobacco etch virus (TEV), Bean
wilt yellow virus (BWYV), Impatiens necrotic spot virus (INSV) y Tobacco
spotte wilt virus (TSWV) a una dilución de 1/1000. Se siguieron las ins-
trucciones del fabricante. La lectura de absorbencia se realizó en un
espectrofotómetro Bio-Tek modelo EL-309. En cada placa fueron in-
cluidos antígenos positivos y negativos, diluidos con la solución amor-
tiguadora de extracción.

Microscopia electrónica
Se obtuvieron extractos de plantas infectadas con virus, de los cua-
les se tomó una gota de virus semipurificado en rejillas de cobre pre-
viamente preparadas con fonvar y recubiertas con carbono; después
de cinco minutos se retiraron las rejillas, se lavaron y se secaron con
papel filtro. Posteriormente, se transfirieron las rejillas a portaobjetos
colocándolas dentro de una gota de acetato de uranilo al 2% (pH 6.8)
durante cinco minutos; se lavaron y secaron. Por último, las prepara-
ciones se observaron en un microscopio electrónico de transmisión,
modelo Jeol 100 CX.

DIAGNÓSTICO MOLECULAR
Análisis de RNA de doble cadena
La obtención del RNA de doble cadena se realizó con el procedimiento
establecido por Valverde y cols. (1990): se obtuvo RNA de doble cade-
na (RNA-dc) a partir de 3.5 g de tejido enfermo con virus, utilizando
columnas de cromatografía preparadas con celulosa CF-11. El RNA-
dc se analizó por electroforesis en geles de poliacrilamida al 6% y a 100
volts por 3.5 h; se incluyeron como marcadores de peso molecular los
RNA-dc de Tobacco mosaic virus (TMV = 4.3 y 0.4 x 106 Daltons) y de
Cucumber mosaic virus (CMV = 2.0, 1.9, 1.3 y 0.5 x 106 Daltons), además
de los tratamientos enzimáticos con RNAasa y DNAasa de los extrac­
tos de RNA-dc obtenidos de las plantas enfermas.
Introducción 13
Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y transcriptasa
inversa ligada a la PCR (RT-PCR)
La extracción de DNA se realizó con el método descrito por Della-
porta y cols. (1983) y, la del RNA, por el descrito por Valverde y cols.
(1990) en relación con hojas, ramas o flores de plantas con síntomas.
Los ensayos de la PCR o RT-PCR se realizaron de acuerdo con protoco-
los validados en nuestro laboratorio y utilizando oligo­nucleótidos espe-
cíficos, principalmente aquellos que amplifican el gen completo o parcial
de la proteína de la cápside viral.

Hibridación molecular con sondas digoxigenina específicas


Se utilizaron productos de la PCR, o RT-PCR, clonados de varios vi-
rus, para elaborar sondas digoxigenina específicas, con las cuales se
realizaron ensayos de detección de virus en ensayos del tipo Southern,
Northern o DOT-BLOT.

RESULTADOS
El presente escrito incluye los resultados de la detección e identifica-
ción de los virus1 en las plantas ornamentales más comunes que se
cultivan, principalmente, en la región central de México. La descripción
más completa de los virus aquí reportados se ha publicado por separa-
do en artículos científicos2. La presentación de la información en esta
obra tiene un carácter de divulgación y está dirigida a productores, téc-
nicos y estudiantes no especialistas en el tema.

1
En algunos casos se detectaron fitoplasmas (como se indica en el texto).
2
Varios virus desconocidos están en proceso de identificación.

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