SC-048-2005 (14033)

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 14

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA DE CASACIÓN CIVIL

Magistrado Ponente:
SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO

Bogotá D. C., diez (10) de marzo de dos mil cinco (2005).

Referencia: Expediente No. 14033

Se decide por la Corte el recurso de casación interpuesto por la


parte demandante contra la sentencia adiada el 16 de mayo de
2000, corregida el 23 de junio siguiente, proferida por la Sala
Civil del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín en el
proceso ordinario adelantado por Miguel Fernando, Dora
Libia, Gloria Efigenia y Rubén Darío López Ocampo,
María Libia Ocampo Gutiérrez y Luis Gilberto López
contra Juan Pablo Ocampo Alzate, quien llamó en garantía a
la Compañía de Seguros Colmena S. A.

I. EL LITIGIO

1. Pretenden los demandantes que se declare que el


demandado es civilmente responsable de los daños y perjuicios
materiales ocasionados por el accidente de tránsito del que fue
víctima Miguel Fernando López Ocampo; y en consecuencia se
le condene a pagar $1.000.000 por daño emergente,
$31.835.466 por lucro cesante, $6.000.000 por perjuicios
fisiológicos y $ 76.224.000 por perjuicios morales, o las sumas
que llegaren a probarse, debidamente reajustadas con base en
los índices de precios al consumidor, junto con los intereses
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

moratorios a partir de la ejecutoria de la sentencia.

2. La causa para pedir admite el siguiente resumen:

a) Siendo las 9:20 de la mañana del día 27 de junio de


1993, Miguel Fernando López Ocampo conducía una
motocicleta en la que viajaban como pasajeros María Eugenia
Gaviria Ayala y el menor de edad Darwin Alexis Gómez Gaviria,
cuando fue golpeado violentamente por el vehículo de placas
KBI 474, lanzándolo contra otro automotor, en el cruce de la
calle 49 con carrera 32 de la ciudad de Medellín.

b) El vehículo causante del accidente, “conducido por su


propietario”, huyó del lugar de los hechos pero en el sitio
quedó el “bomper” de dicho automotor con su correspondiente
placa.

c) A raíz del accidente en mención, fallecieron los pasajeros


de la motocicleta que conducía Miguel Fernando López
Ocampo, y éste desde entonces quedó con serios quebrantos
de salud que le impiden volver a desarrollar una vida corriente,
toda vez que sufre incapacidad permanente para desempeñar
cualquier actividad de carácter laboral, por lo que los perjuicios
que se reclaman lo incluyen a él, a su progenitor y a sus
hermanos.

3. El demandado se opuso a las pretensiones tras de


afirmar que el lesionado conducía bajo los efectos del alcohol,
con un pasajero más al permitido por las autoridades de
tránsito y sin que para el momento del accidente portara los
documentos que indicaran “que estaba capacitado para
conducir tal automotor”. Adicionalmente sostuvo que el
vehículo de su propiedad había sido hurtado momentos antes

SFTB. Exp. 14033 2


República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

del accidente, motivo que tuvo en cuenta la justicia penal para


eximirlo de responsabilidad, por consiguiente, formuló las
excepciones de mérito que denominó “culpa exclusiva de la
víctima”; “culpa exclusiva de un tercero”; “hecho de un
tercero”; “compensación de culpas”; “fuerza mayor y caso
fortuito”, “temeridad y mala fe”, y las demás que resulten
probadas.

La compañía llamada en garantía, por su parte, también se


opuso a las pretensiones y planteó en su defensa la
inexistencia de la obligación, falta de legitimación en la causa,
las exclusiones contempladas en la póliza y el límite de la
obligación.

4. La primera instancia concluyó con sentencia


desestimatoria de las súplicas de la demanda, contra la cual
apeló sin éxito la parte demandante, pues el tribunal la
confirmó.

II. FUNDAMENTOS DEL FALLO IMPUGNADO

1. En lo de fondo, el sentenciador hace ver que los hechos


en que se sustenta la demanda tienen que ver con la
concurrencia del ejercicio de actividades peligrosas y que por
consiguiente no es aplicable el artículo 2356 del Código Civil,
sino el 2341 ibídem, motivo por el cual la víctima demandante
debe entrar a probar el elemento subjetivo de la culpa del
demandado; sin embargo, éste demostró que momentos antes
del accidente el automotor causante del mismo le había sido
hurtado por sujetos desconocidos.

2. Seguidamente hace mención de las copias del proceso

SFTB. Exp. 14033 3


República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

penal, que concluyó con la providencia de 23 de agosto de


1994 en la que se ordenó la preclusión de la investigación
iniciada por la ocurrencia de estos mismos hechos, decisión
que favoreció tanto al ahora contradictor como al propio actor
también investigado penalmente por conducir la motocicleta
donde viajaban los pasajeros muertos.

Se refiere luego a los testimonios de Catalina Ocampo,


hermana de Juan Pablo, Ernesto Flórez, administrador del
parqueadero donde se encontraba el vehículo hurtado antes
del ilícito y Albeiro Jiménez, quien acompañó a aquel a
denunciar su desaparición, para concluir que “corroboran que
el demandado no conducía el automotor cuando se presentó el
accidente porque en las primeras horas de la mañana se lo
habían hurtado”.

En esas condiciones, da por probado que por razón del hurto


tantas veces mencionado, en el momento del accidente el
automóvil no iba conducido por el accionado, siendo un tercero
el causante del daño, convicción probatoria que no sufre
merma ni aun de frente a las contradicciones existentes en
torno a la efectiva ocurrencia del referido ilícito, por cuanto
aunque existen evidentes inconsistencias en las declaraciones
que se refieren a ese suceso, éstas no trascienden la categoría
de indicios leves “impidiendo la operación lógica de inferencia
que constituye el medio probatorio comentado”, de suerte que
la conclusión de los recurrentes, en el sentido de que el hurto
no quedó suficientemente probado, aunque posible, no excluye
la coexistencia con otras deducciones, dado que de todos
modos no existe “prueba plena que permita ubicar
temporalmente, en el momento del choque, al demandado”.

3. En esas condiciones, el sentenciador sostuvo que la

SFTB. Exp. 14033 4


República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

actividad peligrosa la ejercía una persona diferente a la parte


pasiva, lo que releva a ésta de responsabilidad frente al hecho,
como así quedó definido en la acción penal que para el caso de
la acción civil tiene pleno efecto de cosa juzgada por ser
decisión de carácter absolutorio en la que se concluyó que el
hecho no lo cometió el sindicado, lo que le lleva a confirmar la
decisión de primer grado.

III. LA DEMANDA DE CASACIÓN

CARGO ÚNICO

1. Con fundamento en la causal primera de casación, se


acusa la sentencia impugnada de violación indirecta, por falta
de aplicación, de los artículos 2341, 2342, 2343, 2347 y 2356
del Código Civil, a consecuencia de haber incurrido el fallador
en errores de hecho en la apreciación de la demanda, la
contestación, los testimonios de Ana Catalina Ocampo Alzate,
Ernesto Flórez Alvarado y Rafael Albeiro Jiménez Zapata y en
el interrogatorio de parte del demandado.

2. La secuencia de errores que se denuncia parte del hecho


de haber encontrado probado, sin estarlo, que Juan Pablo
Ocampo no tenía la esfera de dominio del vehículo causante
del accidente, lo que le llevó a dar por probada la excepción de
culpa exclusiva de un tercero que le condujo a inaplicar, en
consecuencia, las normas sustanciales referidas, previa su
absolución, a pesar de haber encontrado probada no sólo la
existencia del accidente, sino también que como consecuencia
del mismo sufrió perjuicios el actor.

La conclusión referida deviene de haber incurrido en los

SFTB. Exp. 14033 5


República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

siguientes yerros en cuanto a la apreciación de las pruebas:

a) Tuvo en cuenta la declaración rendida en el proceso


penal por Ana Catalina Ocampo Alzate, hermana del
demandado, a pesar de que ésta no compareció a la audiencia
de testimonios celebrada dentro del presente proceso civil,
motivo por el cual la parte demandante no pudo contradecir
dicha versión.

b) También tuvo como soporte el testimonio de Ernesto


Flórez Alvarado, a pesar de que a éste, por ser trabajador
indirecto de la parte demandada, “le asisten razones para
mentir”.

c) Adicionalmente, la conclusión a la que arribó el tribunal,


dejó de considerar que no se probó la diligencia y cuidado que
ha debido desplegar el propietario del automotor para evitar su
hurto.

d) Tampoco apreció que ni la víctima del atraco ni sus


familiares informaron inmediatamente del punible, a pesar de
que la ciudad de Medellín cuenta con mecanismos policivos
apropiados para procurar la reacción inmediata contra ilícitos
de tal naturaleza, toda vez que de la prueba documental se
deduce que el denuncio se puso sólo a las 10:10 a.m. del 27
de junio de 1993, “es decir, después de ocurrido el accidente”,
y que el vehículo fue recuperado “el mismo día del accidente
cerca al lugar de los hechos el cual coincide con cercanías del
lugar de residencia del demandado”.

e) No tuvo en cuenta las “innumerables contradicciones” en


que incurrieron los testigos, que no permiten “inferir que el
demandado no tenía la custodia del vehículo”, las cuales se

SFTB. Exp. 14033 6


República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

desprenden de la diligencia de indagatoria del demandado, de


las declaraciones de Rafael Albeiro Jiménez Zapata, Ana
Catalina Ocampo Alzate, Alvaro Diego Jiménez Zapata y
Ernesto Flórez Alvarado y del recurso de reposición del
defensor Jaime Pérez Restrepo.

Las aludidas contradicciones las hace consistir en que no


coincide ninguna de las versiones del ofendido del hurto en lo
relacionado con el recorrido que hizo antes del ilícito; en que
no es factible que al ser amarrado de manos únicamente, no
haya caminado hasta un lugar público cercano; en la
parquedad del testimonio de su hermana y en el hecho de
equivocar ésta el número telefónico de su deudo; y porque es
absurdo que siendo tantas las personas conocedoras del hurto,
no hubiesen informado con prontitud sobre el hecho “y dejar al
menos un registro de que dicho vehículo sí había sido
hurtado”.

3. Adicionalmente, el recurrente aduce que la sentencia


absolutoria de carácter penal se profirió en favor del accionado
pero en relación exclusiva con el homicidio de las personas que
viajaban como pasajeras de la motocicleta accidentada, motivo
por el cual el tribunal incurrió en yerro al valorar la demanda
por cuanto dedujo que en ella se reclama la indemnización por
los aludidos fallecimientos, cuando la reclamación que se hace
en este proceso se refiere únicamente a las lesiones personales
de Miguel Fernando López Ocampo, “las cuales no fueron
falladas en el proceso penal”; de manera que de haber
apreciado en debida forma el escrito introductorio y la prueba
obrante en el plenario, el tribunal habría tenido que admitir
que se encuentran probados todos los elementos causantes del
daño y que la sentencia penal no surte efectos en relación con
el hecho de que trata este proceso civil, de manera que el fallo

SFTB. Exp. 14033 7


República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

ha debido declarar la responsabilidad del demandado, “ya que


los hechos y los perjuicios fueron demostrados
fehacientemente”.

IV. CONSIDERACIONES DE LA CORTE:

1. Después de descartar para este asunto la aplicación de la


responsabilidad civil derivada del ejercicio de las actividades
peligrosas, por considerar que no se está en presencia de una
culpa presunta sino frente al fenómeno de la responsabilidad
subjetiva, quedando en tal circunstancia a cargo del
demandante la prueba de la conducta culposa del demandado,
la base probatoria del fallo impugnado la hizo consistir el
tribunal en que: 1º) no se demostró la participación del
demandado como autor del accidente de tránsito, ni su
responsabilidad como propietario del automóvil, por cuanto
éste le había sido hurtado antes de la ocurrencia del mismo,
siendo entonces un tercero quien causó el daño cuya
reparación se reclama; y 2º) en que la jurisdicción penal
absolvió al demandado precisamente por no haber sido él
quien cometió el ilícito, decisión que en sentir del ad quem
surte plenos efectos de cosa juzgada respecto de la presente
acción civil.

2. En esas condiciones, le corresponde al recurrente


destruir íntegramente ambos argumentos, para hacer ver
como única posibilidad probatoria emergente del proceso la
autoría y culpa del accidente en cabeza del contradictor, y que
los susodichos efectos de la cosa juzgada penal absolutoria no
tienen cabida aquí.

En ese sentido, el recurrente centra inicialmente su actividad

SFTB. Exp. 14033 8


República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

en tratar de erosionar la tesis en virtud de la cual el tribunal


dedujo que el demandado se exoneró del hecho ilícito porque
éste lo cometió un tercero, y para tal fin hace énfasis en que el
sentenciador apreció erróneamente las pruebas, puesto que de
ellas emana que la sustracción del automotor de propiedad del
demandante fue un hecho que no quedó suficientemente
demostrado.

3. Bajo dicho prisma, importa resaltar que el recurso


evidencia un defecto técnico porque la acusación no
comprende todos los fundamentos en que descansa el fallo
impugnado.

En efecto, el impugnante hace énfasis en las deficiencias


probatorias en torno a la demostración del hurto del vehículo,
o incluso en la prueba que en su sentir evidencia la culpa o
negligencia del accionado en la ocurrencia de tal hecho, todo
con el fin de propender porque se descarte el eximente de
responsabilidad consistente en que el accidente sucedió por
culpa exclusiva de un tercero, pero omite combatir el
argumento relativo a que no existe de todos modos plena
prueba de la presencia del demandado como sujeto activo del
accidente de tránsito, afirmación que ciertamente el censor
pasa completamente por alto cuanto que no hace ninguna
referencia a ella.

En lo último, ningún ejercicio dialéctico prodigó el recurrente,


lo que sella la suerte adversa del cargo para obtener el quiebre
del fallo acusado por ser incompleto, toda vez que la censura
se quedó en el umbral por no aportar ningún elemento de
juicio destinado a demostrar que, aun llegándose a establecer
que no ocurrió el delito, existen pruebas suficientes para
deducir que el causante del accidente fue Juan Pablo Ocampo

SFTB. Exp. 14033 9


República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

Alzate y no otra persona; a todo lo cual se agrega la


contradicción visible en el recurrente, y que consiste en que
tras de imputarle al tribunal error por no haber considerado
que no se probó la diligencia y cuidado que debió desplegar el
propietario para evitar el hurto de su vehículo, a renglón
seguido se ampara esencialmente en la inexistencia misma del
ilícito, lo que hace inconsistente la acusación.

4. Se añade a lo anterior que otro de los fundamentos


cardinales del fallo impugnado estriba en la absolución que
favoreció al señor Ocampo Alzate en el trámite penal que se
siguió contra ambos conductores – del automóvil y de la
motocicleta -, por muerte y lesiones que tuvieron origen en el
accidente de tránsito; y contra ese fundamento el único reparo
que formula el impugnante estriba en que allí se investigaba la
muerte de terceros y no las lesiones personales padecidas por
el demandado, proposición esa que además de no
corresponder enteramente a la realidad, tampoco alcanza a
trascender para desvanecer los efectos de la cosa juzgada
penal absolutoria.

Así, es evidente que la providencia penal emanada de la


fiscalía local correspondiente (folio 197), alude a un sumario
por el delito de “homicidio y lesiones personales en Acc. De
Tto”, y menciona como sindicados a “Juan Pablo Ocampo
Alzate” y a “Miguel Fernando López Ocampo”, para finalmente
calificar el mérito del mismo en sentido absolutorio a favor de
ambos conductores.

En esas condiciones, a simple vista se advierte que no tiene


soporte jurídico escindir las lesiones personales sufridas por el
propio demandante, dentro de la acción penal que también por
homicidio culposo se siguió teniendo como sindicados a los

SFTB. Exp. 14033 10


República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

conductores del automóvil y la motocicleta, quienes en últimas


resultaron absueltos; y aunque se tratara de causas diversas,
que en verdad no lo fueron, lo cierto es que provienen de un
mismo hecho que fue objeto de investigación y respecto del
cual se concluyó que ninguno de los investigados tenía
responsabilidad, por lo que válidamente es pertinente extender
los efectos de la cosa juzgada penal a la acción de reparación
civil intentada en este proceso.

5. Por lo demás, para rebatir ese desacertado argumento de


la censura, no debe olvidarse que “la autoridad de la cosa
juzgada en lo penal dentro del proceso civil descansa en el
principio de orden público que lleva al juez a actuar en función
de la tutela que dispensa el derecho penal, y que en principio
no puede abandonarse a la actuación de los particulares...y es
por ello, también, por lo que el fallo penal hace tránsito a cosa
juzgada erga omnes, no sólo en cuanto al hecho en que la
acción penal se funda, su calificación y la participación y
responsabilidad del sindicado, sino también respecto de todas
aquellas acciones que, como la del resarcimiento del daño,
tengan su fundamento en hechos enjuiciados por el juez
penal...” (G. J., T. LXX, pág. 234).

Además, el esfuerzo dialéctico desplegado por el recurrente


resulta inane de cara a debatir el aspecto de la sentencia
relativo al valor de la cosa juzgada penal en lo civil, porque
siendo tal tema de índole meramente jurídica, la impugnación
debió darse en el ámbito de la vía directa, pues la trasgresión
de la ley –si es que se diera- no provendría de una desacertada
comprensión de los hechos y de las pruebas, sino del alcance
de las normas sustanciales llamadas a gobernarlo, en
particular de aquellas que le dicen al juzgador civil hasta dónde
queda sujeto a las determinaciones de la justicia penal.

SFTB. Exp. 14033 11


República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

6. Y si en los términos explicados queda incólume el valor


de cosa juzgada penal absolutoria que para efectos civiles le
dio el tribunal a la definición comentada de la fiscalía, pues
ningún otro aspecto blandió el recurrente contra la extensión
de tales efectos, se torna superfluo que la Corte se refiera a los
demás yerros probatorios denunciados que, amén de venir
expuestos al modo de un alegato de instancia, tratan de
desvirtuar con elementos de juicio que no alcanzan para
sustituir las razones en que se apoya el fallo impugnado para
concluir que hubo sustracción del vehículo, soslayando, como
se anotó, la falta de demostración de la presencia del
demandado como autor de hecho causante de las lesiones que
lo fue el accidente de tránsito y no el hurto propiamente dicho.

7. Se sigue de lo anterior, sin más, que el cargo no está


llamado a prosperar.

V. DECISIÓN:

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala


de Casación Civil, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la ley, NO CASA la sentencia de
16 de mayo de 2000, proferida por el Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Medellín en el proceso de la referencia.

Condénase en costas a la parte impugnante, las cuales se


tasarán en su oportunidad.

Cópiese, notifíquese y devuélvase.

SFTB. Exp. 14033 12


República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

EDGARDO VILLAMIL PORTILLA

MANUEL ISIDRO ARDILA VELÁSQUEZ

JAIME ALBERTO ARRUBLA PAUCAR

CARLOS IGNACIO JARAMILLO JARAMILLO

PEDRO OCTAVIO MUNAR CADENA

SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO

CÉSAR JULIO VALENCIA COPETE

SFTB. Exp. 14033 13


República de Colombia

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

SFTB. Exp. 14033 14

También podría gustarte