Investigación de Educación Inclusiva
Investigación de Educación Inclusiva
Investigación de Educación Inclusiva
Concepto
Asesora:
Mtra. Ma. Elena Cardoso Muñoz
Alumna:
Betsi Karina Jiménez Sánchez IMAGEN
Núm, lista: 16
Esto hace referencia a que todas las personas, sin importar sus debilidades,
fortalezas, talentos o (dis)capacidades, tienen derecho a la educación como
cualquier otra persona, por ello los docentes y la comunidad estudiantil debemos
ajustarnos para satisfacer las necesidades de todos, sin excepción porque ésta
debe estar disponible; así como ser accesible, aceptable y adaptable para todos.
La educación debe cumplir con tres funciones: preparación para el futuro, preparar
en las competencias que van a ser necesarias para ser personas ciudadanas en el
futuro; rescate de la base cultural del pasado, que haga al alumnado conocedor de
aquellos saberes, valores y cultura que nos sustentan, y que les permitirá
proyectarse en el futuro; preparación para vivir el presente, que se reconozcan sus
necesidades y demandas actuales y que se les aporte con las herramientas para
vivir su vida plenamente en el momento que les toca vivir. Sin embargo, la educación
inclusiva también pone el énfasis en la equidad, bajo la premisa de que una
educación sin equidad nunca será de calidad (Marchesi y Martín, 1998).
El liderazgo como principio, juega un papel importante en el rol del docente, puesto
que para lograrlo se requiere de un buen estado emocional, físico y mental, de él se
deprenden una serie de valores que son fundamentales para el éxito en la formación
de los estudiantes, como son: trabajo en equipo, audacia, percepción, criterio,
fortaleza, colaboración, servicio, perseverancia, integridad, entre otros.
EN EL ÁMBITO INTERNACIONAL:
La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece en el artículo
7 que “Todos somos iguales ante la ley, sin distinción y en contra de toda
discriminación”. Esta Declaración ha promovido que los Estados que la
suscriben incorporen los derechos humanos en sus legislaciones nacionales
para vincularlas a sus políticas y planes de desarrollo.
La Convención sobre los Derechos del Niño dispuso que los derechos de
todos los niños deben ser respetados sin excepción alguna e incluyó en el
artículo 23 que los niños con discapacidad deben “disfrutar de una vida plena,
decente, en condiciones que aseguren su dignidad y les permitan llegar a la
autonomía y con esto facilitar la participación activa en su comunidad”.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que México promovió y firmó en
el año 2007; la cual tiene como propósito promover, proteger y asegurar el goce
pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales para todas las personas con discapacidad y promover el respeto
de su dignidad inherente.
En su artículo 24, referente a la educación, establece que los
Estados Partes deben asegurar un sistema de educación inclusivo
en todos los niveles; que las personas con discapacidad puedan
acceder a una educación primaria y secundaria inclusiva, de
calidad y gratuita, en igualdad de condiciones con los demás; que
se hagan ajustes razonables en función de las necesidades
individuales en el marco del sistema general de educación para
facilitar su formación y que se brinden medidas de apoyo
personalizadas y efectivas en entornos que fomenten al máximo el
desarrollo académico y social, de conformidad con el objetivo de la
plena inclusión.
En su artículo 23 señala que se debe respetar el derecho de las
personas con discapacidad a tener acceso a la información,
educación sobre reproducción y planificación familiar apropiada
para su edad y asimismo se ofrezcan los medios necesarios que
les permitan ejercer esos derechos.
La Agenda Mundial 2030 para el Desarrollo Sostenible considera la equidad
y la inclusión educativa como centro del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS)
4, el cual busca “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y
promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todas y todos
EN EL ÁMBITO NACIONAL
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:
Artículo 1°: establece que todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de
las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse
ni suspenderse.
Artículo 3°: establece que toda persona tiene derecho a recibir
educación; la enseñanza que imparta el Estado tenderá a desarrollar
armónicamente todas las facultades del ser humano, luchará contra la
ignorancia y sus efectos, las servidumbres y los prejuicios, contribuirá
a una mejor convivencia humana, a fin de fortalecer el aprecio y
respeto por la diversidad cultural, la dignidad, los ideales de
fraternidad e igualdad de derechos de todos.
La ley general de educación:
Artículo 32: establece que las autoridades educativas tomarán
medidas dirigidas a establecer condiciones que permitan el ejercicio
pleno del derecho a la educación de calidad de cada individuo, una
mayor equidad educativa, así como el logro de la efectiva igualdad en
oportunidades de acceso y permanencia en los servicios educativos.
Artículo 33: señala que las autoridades educativas desarrollarán, bajo
el principio de inclusión, programas de capacitación, asesoría y apoyo
a los maestros que atiendan alumnos con discapacidad y aptitudes
sobresalientes.
Artículo 41: hace énfasis en que se atenderá a los educandos de
manera óptima de acuerdo con sus propias condiciones, estilos y
ritmos de aprendizaje, en un contexto educativo incluyente, el cual se
debe basar en los principios de respeto, equidad, no discriminación,
igualdad sustantiva y perspectiva de género.
La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en sus
artículos 36, 37, 39, 54 y 57, establece el derecho de la igualdad sustantiva, es
decir, el derecho al acceso, al mismo trato y mismas oportunidades para el
reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos de todas las niñas, niño y
adolescente. Las autoridades federales y estatales deberán garantizar la
igualdad sustantiva mediante acciones afirmativas encaminadas a eliminar los
obstáculos que impidan la igualdad de acceso y de oportunidades a los
derechos. La Ley también establece el derecho de inclusión de las niñas, niños
y adolescentes con discapacidad, es decir, a vivir incluidos en la comunidad, en
igualdad de condiciones que los demás.
La Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, señala que las
acciones afirmativas que se implementen podrán incluir aquellas que favorezcan
el acceso, permanencia y promoción de personas pertenecientes a grupos en
situación de discriminación y subrepresentados.
4. BARRERAS DE APRENDIZAJE
Hace referencia a todos aquellos factores del contexto social de una
persona que dificultan o limitan el pleno acceso a la educación y a las oportunidades
de aprendizaje de los discentes, es decir al alumnado. Las condiciones
organizacionales, normativas, administrativas, pedagógicas, físicas, y actitudinales.
Las barreras más comunes que pueden experimentar en las escuelas los
estudiantes o sus familias, son las siguientes:
AJUSTES RAZONABLES
En el ámbito educativo el DUA implica que los directivos y docentes, al momento de
planificar una clase y evaluar los aprendizajes de los alumnos, conozcan el currículo
en un amplio espectro, es decir, más allá del grado, asignatura o área que les
corresponde impartir; que dominen los recursos educativos a su alcance, no solo
los libros de texto. Con esta información podrán determinar cómo preparar su clase
considerando a todos los niños desde un inicio evitando hacer adecuaciones
específicas para algunos alumnos.
Como lo hace notar la SEP (2012) “Los ajustes razonables se realizan porque no
siempre será posible diseñar o hacer los productos o servicios de tal forma que
todos puedan utilizarlos, es así que existirán algunos que requieran modificaciones
o adaptaciones específicas para que puedan ser utilizados por una persona.
En las escuelas y en las aulas, los ajustes razonables pueden realizarse en:
La infraestructura, con el fin de favorecer la movilidad, un ejemplo sería
adaptar pasamanos en los sanitarios.
Los materiales didácticos, como las adaptaciones a libros para dar una
respuesta pertinente a las necesidades y particularidades de cada alumno.
La comunicación e información, al colocar señalizaciones en Braille en los
diferentes espacios de la escuela (aulas, sanitarios, bibliotecas, etcétera).
Los objetos de uso cotidiano, como las adaptaciones al mouse, a los
teclados, a los cuadernos, al mobiliario o a las señalizaciones (visuales o
auditivas).
La organización de la jornada escolar, modificando los horarios de algunas
clases o el acomodo de los alumnos en distintos salones.” (p.54)
TIPOS DE ADECUACIONES
Las adecuaciones curriculares son una estrategia de planificación y actuación
docente que aspira a responder a las necesidades educativas de cada alumno y
alumna. No tienen un carácter fijo o definitivo, los ajustes variarán acorde a las
posibilidades del alumno y alumna y del establecimiento educativo. Van desde
ajustes o modificaciones sencillas de la programación del aula, hasta cambios
significativos que se apartan considerablemente del trabajo que desarrolla la
mayoría del alumnado.
Existen dos tipos de adecuaciones curriculares:
Estas circunstancias nos llevan a considerar a estos dos grados como una prioridad
en la educación sexual infantil. A la vez, como numerosos conocimientos y
experiencias son parcialmente entendidos, resulta trascendental medir con cuidado
el lenguaje que se utiliza y el grado de explicaciones que se ofrecen. De esta
manera, es sumamente enriquecedora la experiencia de apreciar cómo el desarrollo
integral impulsa y moldea la edificación de la sexualidad infantil. El esfuerzo que los
maestros y las maestras realicen en materia de educación sexual en tercero y cuarto
de primaria repercutirá indudablemente en el lugar que ocupa la escuela como
educadora sexual y ayudará a que los medios de comunicación y los amigos
disminuyan su gran participación como fuente de educación sexual.