Trabajo de Antonieta Aular Conflictos Del Derecho Internacional Privado

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Aldea Universitaria “Héroes de Canaima 4F”
8vo Semestre de Estudios Jurídicos.

CONFLICTO DE LEGISLACIÓN Y NORMA PROCESAL APLICABLE EN EL


SISTEMA VENEZOLANO DE DIPR.

Profesor: Oscar Ochoa


Triunfadora: Antonieta Aular
Cédula: 7.147.675

Naguanagua, 10 de Diciembre de 2021


INTRODUCCION

El siguiente trabajo trata de abordar el tema de la Ley de Derecho


Internacional Privado sobre el conflicto de legislación y norma procesal
aplicable en el sistema venezolano, comenzando la investigación por conocer
su jurisdicción y competencia, formas y prueba de los actos, eficacia de las
sentencias extranjeras, procedimiento aplicable en la legislación vigente y
además, como es el régimen de nacionalidad y extranjería y sus implicaciones
en el derecho internacional privado.
Abordar este tema resulta oportuno dado que se requiere de un esfuerzo
grande en estos momentos, donde La Ley de Derecho Internacional privado
juega un papel muy importante en el procedimiento aplicable en el sistema
procesal venezolano.

El Derecho Procesal Internacional comprende, su aplicación, la Jurisdicción


y la Competencia, el Estado en ejercicio de su soberanía fija los límites de su
Jurisdicción y Competencia, pero para ello toma en cuenta, la existencia de los
demás Estados, lo cual viene a establecer un límite a su Jurisdicción. La
actividad procesal, en la cual esta lo referente a la tramitación del proceso, la
condición del extranjero ante los Tribunales y la colaboración internacional
en materia judicial reconocimiento y ejecución de las Sentencias Extranjeras.

Es por ello que como estudiante de Estudios Jurídicos y como venezolano


se debe conocer los alcances que en materia jurídica y en la rama del derecho
internacional privado se han logrado, en estos últimos veinte años.
CONFLICTO DE LEGISLACIÓN Y NORMA PROCESAL APLICABLE EN EL
SISTEMA VENEZOLANO DE DIPR.

APLICACIÓN DEL DERECHO EXTRANJERO.

Para resolver los problemas de conflicto en el marco de la justicia material,


no le bastará al juez aplicar la ley extranjera, sino aplicarla correctamente: de
acuerdo con el sentido y alcance que le den los jueces del país respectivo y
teniendo presente los principios del derecho internacional privado venezolano.

La forma de aplicación del derecho extranjero declarado competente por la


norma de conflicto, se halla establecida así “El derecho extranjero que resulte
competente se aplicara de acuerdo con los principios que rijan en el país
extranjero respectivo, y de manera que se realicen los objetivos perseguidos
por las normas venezolanas de conflicto Artículo 2.

Del precepto copiado resulta diáfano que la norma de conflicto puede


declarar aplicable un derecho extranjero. Es normal, por tanto, que una
determinada situación sea gobernada por un derecho extranjero. Esto
constituye la sepultura del sistema de la territorialidad. Venezuela se incorpora,
pues, a la corriente internacional dominante que no mira en la aplicación de las
leyes extranjeras un hecho excepcional, sino normal, en la medida en que la
norma de conflicto lo considere equitativo. Nos sumamos, de este modo, a las
exigencias impuestas por la "globalización", por la creciente interdependencia
entre los países y economías del mundo, y por el avasallador crecimiento del
tránsito mundial de bienes y de personas. Hemos renunciado al aislamiento
jurídico.
La norma de conflicto, al declarar competente al derecho extranjero, por así
decirlo, lo nacionaliza, lo incorpora al derecho interno, y lo incorpora tal cual es,
ya que dicho derecho extranjero debe aplicarse "de acuerdo a los principios
que rijan en el país extranjero respectivo". Declarado competente el derecho
extranjero, el Juez debe simbólicamente trasladarse al país de procedencia de
ese derecho, para aplicarlo como allá se aplica y no de otra manera.
La norma del artículo 2 de la Ley, que establece lo antes expuesto, se
complementa con las previsiones de los artículos 60 y 61 eiusdem. El primero
de ellos dispone que "el derecho extranjero será aplicado de oficio", vale decir,
el derecho extranjero se equipara al nacional, que también se aplica de oficio.
El derecho extranjero no es un hecho, que amerite ser acreditado en el
proceso, sino verdadero derecho. El segundo de los aludidos preceptos
dispone que los recursos establecidos por el ordenamiento jurídico son
ejercitables cuando la ley extranjera sea la aplicable, lo que quiere decir que el
recurso extraordinario de casación procede contra la falta de aplicación, la
indebida aplicación o la errónea interpretación de la ley extranjera. Como se
observa, la Ley no discrimina entre el derecho nacional y el derecho extranjero.
Ambos tienen el mismo tratamiento, se equiparan.

De conformidad con el artículo 2º de la Ley de Derecho


Internacional Privado, "el Derecho extranjero que resulte competente se
aplicará de acuerdo con los principios que rijan en el país extranjero respectivo,
y de manera que se realicen los objetivos perseguidos por
las normas venezolanas de conflicto".

Puede apreciarse claramente en este texto, que el legislador venezolano


supera la inveterada discusión sobre la naturaleza del derecho extranjero, y
admite la tesis "jurídica", según la cual el derecho extranjero es derecho
auténtico y como tal no puede ser asimilado a una cuestión de hecho. La
circunstancia de su extranjería no le quita su esencia normativa ni su existencia
formal. El tratamiento procesal de este derecho, supone que se le coloque en
pie de igualdad con el derecho nacional, porque respecto de ambos, se tratará
de la aplicación de un quid iuris.

EL REENVIO.

El más remoto antecedente jurisprudencial venezolano en materia de


"reenvío" se remonta a 1.906, cuando la Corte Superior del Distrito Federal se
pronunció sobre la ley aplicable a la capacidad de dos cónyuges de
nacionalidad austríaca, domiciliados en Venezuela, que se proponían adoptar a
un menor de nacionalidad venezolana. Como el Código Civil venezolano de
1.904 (artículos 7 y 17) disponía que esa capacidad se regía por la "ley
nacional" de los adoptantes y como la legislación austríaca -según la Corte-
disponía que tal materia se regía por la "ley del domicilio", el Tribunal aplicó la
ley venezolana, es decir, la "lex fori", la del domicilio, admitiendo de ese modo
el "reenvío simple" o "de primer grado". El fallo sólo tiene de criticable que la
Corte erró al aseverar que según el derecho austríaco la ley aplicable era la del
"domicilio", cuando en realidad esa ley era la "nacional" de los adoptantes.

Anteriormente, en 1.919, nuestro vigente Código de Comercio, tras los


pasos del Reglamento Uniforme de La Haya sobre la Letra de Cambio y el
Pagaré a la Orden (1.912), consagró el "reenvío ulterior" en su artículo 483,
según el cual "la capacidad para obligarse por letra de cambio se rige por la ley
nacional. Si esta declara competente la de otro Estado, es ésta la que se
aplica".

Ni el Código de Derecho Internacional Privado o Código Bustamante,


aprobado en la Sexta Conferencia Internacional Americana, celebrada en La
Habana, en 1.928, ratificado por Venezuela en 1.932 (con reservas a 44
artículos), ni la Convención Interamericana Sobre Normas Generales de
Derecho Internacional Privado (Montevideo, 1.979), ratificada por Venezuela,
disciplinan expresamente el problema del "reenvío", lo que se ha interpretado
como una tendencia negativa a su admisión por parte de la codificación
internacional.

Frente a todos estos antecedentes sobre la regulación del "reenvío", de


signos opuestos, la "Ley Venezolana de Derecho Internacional Privado" ha
venido a despejar dudas, con una diáfana posición de admisibilidad limitada de
la institución a las dos hipótesis más frecuentes (reenvío "simple" y reenvío
"ulterior").

CUESTIÓN INCIDENTAL.

Se presenta cuando la validez de una relación jurídica considerada asunto


principal está condicionada a la validez de otra relación jurídica llamada
cuestión previa. El conflicto se basa en determinar si la cuestión preliminar se
debe regir por la ley que las normas de conexión del foro ordenan aplicar o por
las normas de conexión del país cuya legislación es competente para regir la
cuestión principal.
Hábil y flexible solución ha dado la Ley a la regulación de las llamadas
"cuestiones previas", "preliminares" o "incidentales". Percatada de la dificultad
de anticipar una solución rígida, porque resulta casi imposible dar una pauta
uniforme para todos los casos, cuyas características pueden ser muy disímiles,
la Ley ha optado por dejar la solución de cada caso en manos del Juez, sin
atarse al aforismo de que "lo accesorio o subsidiario sigue a lo principal", pero
sin excluirlo de plano. Todas las soluciones quedan abiertas en el supuesto
considerado, cuyo tratamiento definitivo queda al arbitrio del Juzgador, quien
deberá resolverlo con arreglo a la equidad.

CALIFICACIONES

Calificar es determinar la naturaleza jurídica de una institución, como el


estado y la capacidad de la persona, el matrimonio, la nacionalidad, el divorcio,
las sucesiones, entre otros.

"La calificación" tiene que ver también, a grandes trazos, con el ordenamiento
jurídico competente para definir tanto el supuesto de hecho como el factor de
conexión de la norma de conflicto, existiendo, para ello, tres sistemas: el de la
"lex fori", el de la "lex causae" y de la llamada "calificación autónoma". El
silencio de la Ley en la materia, le permite al Juez escoger entre las opciones
existentes.

EL ORDEN PÚBLICO.

Dice el artículo 8 de la Ley que las disposiciones del derecho extranjero que
deban ser aplicables de conformidad con esta Ley, sólo serán excluidas
cuando su aplicación produzca resultados manifiestamente incompatibles con
los principios esenciales del orden público venezolano".
Se consagra así la excepción de "orden público internacional", también
llamada "cláusula de reserva". Esa "excepción" es precisamente eso: una
situación que se aparta de la regla general de que el Derecho extranjero es
aplicable cuando así lo disponga la norma del conflicto. Esta regla cede cuando
la aplicación de ese Derecho extranjero "produzca resultados manifiestamente
incompatibles con los principios esenciales del orden público venezolano".
Manifiestamente es adverbio que significa "con claridad y evidencia,
descubiertamente"; "incompatibilidad" es repugnancia que tiene una cosa para
unirse con otra; sólo es sinónimo de únicamente, y esenciales son los
principios importantes y característicos. Con estas barreras idiomáticas el
legislador ha querido remachar que la excepción de "orden público
internacional" no es aplicable en cualesquiera circunstancias, a troche y
moche, disparatada e inconsideradamente. No se debe abusar de la "cláusula
de reserva", su aplicación debe ser "restrictiva", con la mente puesta en la idea
de que la regla es la aplicación de la ley extranjera declarada aplicable por la
norma de conflicto.

EL FRAUDE A LA LEY

El fraude de ley parte del hecho donde una persona en forma maliciosa, pero
por medios lícitos, se coloca bajo el imperio de una determinada ley para
obtener una situación favorable; se facilita cuando un factor de conexión
depende de la voluntad de las personas.

Naturaleza Jurídica del Fraude a la Ley no existe la noción de fraude a la


ley; es decir aquellos autores que afirman que no existe esta noción, sostienen
que no puede hablarse de Fraude a la Ley, porque cuando una persona se ha
colocado bajo el amparo de una ley que le resulta más favorable a aquella a la
cual está sometido en principio, ha tenido que realizar una serie de actos
amparados por una legislación, estos actos son lícitos, en consecuencia mal
puede hablarse de fraude. En los casos hay que determinar la intención de la
persona y es muy difícil determinarla.

El "fraude a la ley" constituye, en la dogmática internacional privatista, una


excepción a la aplicación del Derecho extranjero. Constituye una aplicación, en
nuestro campo, del adagio romano "frans omnia corrumpit". El "fraude a la ley"
consiste en la modificación habilidosa de los factores de conexión para obtener
la aplicación de un sistema legal más beneficioso a la realización de los deseos
del manipulador.

El "fraude a la ley" no fue regulado en el nuevo estatuto legal que se


comenta, a pesar de que Venezuela ratificó la Convención Interamericana
sobre Normas Generales de Derecho Internacional Privado (Montevideo,
1.979), cuyo artículo 6 dispone: "No se aplicará como derecho extranjero, el
derecho de un Estado parte, cuando artificiosamente se hayan evadido los
principios fundamentales de la ley de otro Estado parte. Quedará a juicio de las
autoridades competentes del Estado receptor el determinar la intención
fraudulenta de las partes interesadas".

Si no se admite el "fraude a la ley" en el marco del nuevo ordenamiento de


1.998, incurriríamos en la contradicción de admitir la excepción en obediencia a
la "Convención Interamericana sobre Normas Generales de Derecho
Internacional Privado" frente a los países que -como nosotros- suscribieron y
ratificaron dicha Convención, y de rehusar su admisión en los demás casos.

JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

Sistema Vigente Del Derecho Internacional Privado. El derecho procesal en


el derecho internacional privado les da a las personas el derecho de acudir a la
justicia para exigir que las normas reglen las relaciones entre los estados. Los
conflictos de leyes al ser planteados ante las autoridades judiciales, con llevan
un conflicto de jurisdicciones, lo que hace este derecho, refleje su acción en el
derecho Procesal. El derecho procesal Internacional comprende la Jurisdicción
y la competencia.

JURISDICCIÓN:
Es la función pública realizada por los órganos público s del estado. Su
objeto es dirimir conflictos y controversias de relevancia jurídica, mediante
autoridad de cosa juzgada.
Tipos de Jurisdicción: Jurisdicción contenciosa:

La jurisdicción Civil se ejerce por los jueces ordinarios de conformidad con


las disposiciones de este Código, los jueces tienen l a obligación de administrar
justicia tanto a los venezolanos como a extranjeros, en la medida en que las
leyes determinen su competencia para conocer del respectivo asunto.
Jurisdicción voluntaria:

Art. 435: Se le conoce a los Procedimientos Judiciales seguidos sin


oposición de partes, y en las cuales la decisión que el Juez profiere no causa
perjuicio a persona conocida. Digamos que esta jurisdicción tiene un carácter
dispositivo y permisivo. También se dice que su función es mas administrativa
que de otro tipo.
Jurisdicción de equidad:

Termino este utilizado para conceptuar el carácter permisivo, mas no


conflictivo de dar a conocer una decisión, que no es parte de una controversia
sino mas bien, que va en búsqueda de dar una respuesta para algunas de las
partes, no siempre quien la solicita.
Actos de jurisdicción voluntaria según Código Bustamante:
Art. 434: Las disposiciones dictadas en actos de jurisdicción en materias de
comercio, por jueces o tribunales de un estado contratantes o por sus agentes
consulares.
Art. 435: Las resoluciones en los actos de la jurisdicción voluntaria en
materia Civil procedente de un estado contratante se aceptaran por los demás
si reúnen las condiciones exigidas por este Código para la eficacia de los
documentos otorgados en país y proceden del Juez o tribunal competente y
tendrá en consecuencia eficacia extraterritorial.

Competencia: Competencia propiamente dicha:


Esta referido a los criterios de atribución o reparto de los asuntos ante los
tribunales de justicia o cualquier órgano administrativo. Es el sistema por virtud
del cual se adjudican los asuntos a los diferentes jueces y tribunales por una
parte, o a los órganos administrativos que tienen poder decisorios en materia
de revisión de estos actos.

Competencia Procesal Internacional:


Con respecto al ámbito internacional se han firmado convenios, donde se ha
acordado y hasta atreviéramos señalar que se ha negociado, los límites de la
competencia, como el acuerdo de Paris, para la protección de las propiedad
industrial, hoy día es el Acta de Estocolmo de 1967.

Las normas sobre competencia Internacional:

Es el conjunto de reglas contenidas en los procesos que debe conocer los


Tribunales que contengan elementos extranjeros. Competencia y Jurisdicción
de acuerdo a la Ley de Derecho Internacional Privado. Art. 49: Tendrá
Competencia para conocer de los juicios originados por el ejercicio de las
acciones de contenido patrimonial:
Ordinal 1 Cuando se ventilen acciones relativas a la disposición o la tenencia
de bienes inmuebles o muebles situados en el territorio de la Republica, el
tribunal donde estén situados los bienes,
Ordinal 2 Cuando se ventilen acciones relativas a obligaciones que deban
ejecutarse en el territorio de la Republica o que se deriven de actos celebrados
o hechos verificados en el territorio, el Tribunal del lugar donde deba ejecutarse
la obligación o donde ese haya celebrado el contrato o verificado el hecho que
origine la obligación,
Ordinal 3 Cuando el demandado haya citado personalmente en el territorio de
la Republica. El tribunal del lugar donde haya ocurrido la citación.
Ordinal 4 Cuando las partes se hubieren sometido expresamente en forma
genérica a los tribunales de la Republica, aquel que resulte competente
anteriores y, en su defecto, el Tribunal de la capital de la Republica en virtud de
alguno de los criterios indicados en los tres numerales
Art. 50: Tendrá Competencia para conocer de juicios originados por el
ejercicio de acciones relativas a universalidades de bienes:
Ordinal 1 Cuando el Derecho Venezolano sea competente de acuerdo con las
disposiciones de esta ley para regir el fondo del litigio, el tribunal donde tuviere
su domicilio la persona en virtud de la cual se atribuye competencia al Derecho
Venezolano.
Ordinal 2 Cuando se encuentren situados en el territorio de la Republica bienes
que forman parte integrante de la universalidad, el Tribunal del lugar donde se
encuentren la mayor parte de los bienes de la universalidad situados en el
territorio de la Republica.
Art. 51: Tendrá competencia para conocer de los juicios originados por el
ejercicio de las acciones sobre el estado civil de las personas o las relaciones
familiares:
Ordinal 1. Cuando el Derecho Venezolano sea competente de acuerdo con las
disposiciones de esta ley para regir el fondo del litigio, el Tribunal del domicilio
de la persona en virtud de la cual se atribuye competencia al Derecho
Venezolano.
Ordinal 2. Cuando las partes se sometan expresa o tácitamente a su
Jurisdicción, el tribunal del lugar con el cual se vincule la causa al territorio de
la Republica. Reglas para determinar la competencia:

La Competencia se puede clasificar en General y Especial.


La Competencia General, Señala que son competentes los Tribunales de un
país determinado para conocer un proceso.
La Competencia Especial, Indica cuál de los Tribunales de un país debe
conocer de un juicio.
La aplicación de los principios que determinan la Competencia, puede dar
lugar a conflictos positivos y negativos. Un conflicto es positivo cuando los
tribunales de más de una país se consideren competentes. Es negativo,
cuando los Tribunales de los países, que aparentemente deben conocer del
asunto, se declaren incompetentes. Si hay un elemento, en común entre
Jurisdicción y Competencia, es que respetan la soberanía de los Estados.

FORMAS Y PRUEBA DE LOS ACTOS


El estudio de la prueba, presenta aspectos cuyo examen interesa al Derecho
Internacional Privado, ya que el periodo probatorio en los procesos
internacionales tiene problemas que le son propios y que corresponde resolver
al Derecho Procesal Internacional. En efecto, intentada la acción, traída a juicio
la parte demandada por medio de la citación, esta alega a su defensa la cual
puede estar constituida por excepciones, llamadas vigentes, llamadas en el
Código de Procedimiento Civil, Cuestiones Previas, o por la contestación al
fondo de la demanda.
Formas de las Pruebas Las formas referentes a la promoción y evacuación
de la prueba corresponden a las que hemos llamado ordenatorias, las cuales
están sometidas a las lex fori. La naturaleza eminentemente territorial de las
leyes procesales, para otros el hecho de considerarlas como normas de orden
público internacional, y aun el mismo principio locus regit actum, constituyendo
fundamento para la lex fori.
a. Forma de Rendir la Prueba
b. Apreciación de la Prueba Está sometido a las disposiciones de la lex
fori, criterio admitido por la mayoría de los autores y legislaciones.
c. Los países establecen reglas que fijan el orden que el juez debe seguir
la apreciación y esas normas pertenecen a la ordenatoria litis.

Los problemas que se le plantean al Derecho Internacional Privado, son los


que se refieren al onus probandi, o sea a quien incumbe la prueba, la admisión
de los diversos medios de prueba, la manera de rendirla y su apreciación.

El Derecho Internacional trata de dilucidar qué ley debe regir la carga por la
prueba, o tratándose de una relación o acto jurídico o un hecho que haya
ocurrido en el extranjero. Es la ley del Juez que conoce del asunto o debe ser
la ley que rige la relación jurídica litigiosa. La solución depende del concepto
que se tenga de las pruebas.

Medios de la Prueba
a. Prueba Instrumental Esta sometida a la ley del lugar donde se verifico el
hecho o acto que se trate de probar. Esta prueba es admitida en todas las
legislaciones, lo que en cierta forma asegura su validez extraterritorialidad, pero
en su otorgamiento debe cumplirse determinados requisitos en cuanto a la
forma de su otorgamiento y en lo relativo a los elementos de cada Estado.
b. Prueba Testimonial Algunos opinan que debe ser sometida a la lex fori,
porque interesa a Orden Publico, otros apoyan la idea de que se debe aplicar la
le y del contrato o del hecho que se pretende probar.
c. Prueba Juramento La forma como debe presentarse el juramento se somete
a la ley del Juez, pues se trata de una forma ordenatoria, pero su resultado
está sometido a la ley que regula el hecho sobre el cual se jura. Código
Bustamante.

Art. 405: la forma del juramento se ajustara a la ley del Juez o Tribunal ante
quien se preste, y su eficacia a la que rija el hecho sobre el cual se jura.

Prueba de Presunciones e Indicios Son las consecuencias para la ley o el


Juez sacan de un hecho conocido para establecer uno desconocido, las
presunciones pueden ser legales o judiciales. La presunción legal está
sometida a la ley el lugar en el cual se ha producido el hecho conocido, no
existe una ley que con un mayor rigor jurídico pueda ser aplicada.
Art.406: Las presunciones derivadas de un hecho se sujetan a la ley del
lugar en que se realiza el hecho de que nacen. Código Bustamante. Depende
del Juez o Tribunal.
Prueba de Confesión: Es cuando una persona reconoce que es cierto u hecho,
que produce en su contra consecuencias jurídicas. La forma como ha de
proveerse y evacuarse, corresponde a la lex fori. La Prueba en el Código
Bustamante.
Art. 398: La ley que rija el delito o la relación de derecho objeto del Juicio
Civil o Mercantil, determina a quien incumbe la prueba.
Art. 399: Para decidir los medios de prueba que pueden utilizarse en cada
caso, es competente la ley del lugar en que se ha realizado el acto o hecho que
se trate de probar, exceptuándose los no autorizados por la ley del lugar en que
se alegue el juicio.
Art.400: La forma en que ha de practicarse toda prueba se regula por la ley
vigente en el lugar que se lleva a cabo.
Art. 401: La apreciación de la prueba depende de la ley del juzgador
Art. 402: Los documentos otorgados en cada uno de los estados
contratantes, tendrán en los otros el mismo valor en juicio que los otorgados en
ello, si reúnen los requisitos siguientes:

1. Que el asunto o materia del acto contrato sea licito y permitido por las ley es
del país del otorgamiento y de aquel en que el conocimiento se utiliza;

2. Que los otorgantes tengan actitud o capacidad legal para obligarse conforme
a su ley personal

3 .Que en su otorgamiento se hay observados las formas y las solemnidades


establecidas en el país donde se han verificado los actos o contratos;

4. Que el documento este legalizado y llene los demás requisitos necesarios


para su autenticidad, en el lugar que se emplea.

EFICACIA DE LAS SENTENCIAS EXTRANJERAS

Cuando un Estado reconoce los fallos o sentencias dictadas en otro Estado


se logra la universalidad de los efectos de la cosa juzgada, es decir, se logra
que la sentencia traspase las fronteras del Estado en donde fueron dictadas y
se reconozca la eficacia de la misma en el extranjero, cabe destacar que el
Estado receptor puede asumir diferentes actitudes ente la eficacia de dicho
fallo. Una se las razones que favorecen la eficacia extraterritorial de las
sentencias se centra en que si los Tribunales de un Estado admiten la
aplicación de un derecho extranjero, nada debería oponerse, al reconocimiento
de las sentencias dictadas fuera de los límites del Estado receptor.
En conclusión la eficacia de la sentencia se ve reflejada cuando es
ejecutada satisfactoriamente tanto en el territorio nacional como en el
extranjero, y el procedimiento para reconocer dichas sentencias es el
exequátur. El exequátur es de gran importancia ya que permite a los Estados
que la aplican el poder tener una esfera mas amplia en cuanto a la aplicación
de sus leyes, tomando en cuanta el principio de reciprocidad; por otro lado les
proporciona seguridad en tanto las sentencias dictadas por ellos no quedaran
ilusorias, es decir, no habrá cabida al fraude procesal de los individuos ya que
se aprovecharían de dicha situación. En cuanto a los individuos, es para ellos
de vital importancia la aplicación de la exequátur ya que les provee una
seguridad de que sus pretensiones no quedaran sin cumplir y serán respetas
por todos los Estados que aplican este mismo procedimiento.

Sistemas que hablan sobe las sentencias extranjeras:

Cada Estado con su ordenamiento jurídico tienen establecido el alcance de


las sentencias extranjeras y por ende al exequátur: El sistema de Inejecución
Absoluta: Consiste en el no reconocimiento de la sentencia judicial extranjera,
es decir que dicha sentencia no produce efecto de cosa juzgada, y por ende no
puede ser ejecutada.
Cuando el individuo favorecido en la sentencia extranjera quiera reclamar
sus derechos favorecidos en el exterior tendrá que ser promovido dentro de la
jurisdicción interna como un nuevo juicio. Este sistema fue adoptado por
Holanda, Bélgica y por los países anglosajones. Ejecución plena sin exequátur
pero previo cumplimiento de requisitos formales: en este caso la sentencia
extranjera produce efectos sin que sea necesario un nuevo procedimiento
previo de exequátur, esto siempre que dicho fallo cumpla con ciertos requisitos
formales. Esta eficacia se conserva aun cuando los órganos jurisdiccionales
nacionales en u n proceso distinto de aquel en cual se invoque la sentencia que
tenga que determinar si la misma cumple con las exigencias de la nación, dicha
decisión es de pura declaración de certeza sin que ello afecte en alguna forma
la eficacia de la sentencia misma, pues ella se conserva independientemente
de aquel otro proceso. Alemania adopto este sistema. Ejecución Automática:
Este sistema señala que la sentencia extranjera toma plena eficacia sin el
seguimiento del procedimiento de los órganos jurisdiccionales, es decir una vez
dictado el fallo no necesita el exequátur para gozar de eficacia. La sentencia
extranjera es integra, sin importar que estas cumplan con los requisitos
exigidos.

Sistema Venezolano:
La sentencia extranjera puede tener efecto extraterritorial de ejecución o
cosa juzgada, siempre que exista la garantía de reciprocidad, legislativa o
diplomática, de que pronunciamientos de igual índole serian aceptados en
idénticos términos en el país de origen de la sentencia.
En el caso actual que nos ocupa ella, puede tener la consecuencia de
permitir el efecto extraterritorial de la sentencia extranjera cuando
recíprocamente esta garantizada legislativa o diplomáticamente la ejecución de
sentencias nacionales en el país extranjero o bien parte de la autoridad judicial
sobre el fondo de la sentencia, lo cual no se hará sino cuando existiese la
garantía de que tal revisión no le hará tampoco a una sentencia nacional. Por
ello, podemos decir que el sistema que adopta Venezuela es un sistema mixto,
ya que en algunos casos y dependiendo del estado en el que se produzca la
sentencia sobre la cual versara el exequátur serán necesarios el cumplimiento
de una serie de requisitos para que pueda darse el exequátur, o simplemente la
sentencia extranjera tendrá efectos extraterritoriales de ejecución o cosa
juzgada en Venezuela siempre que exista la garantía de reciprocidad entre el
estado de donde emano la sentencia extranjera y Venezuela. Este tipo de
sistema que es aplicado en Venezuela también lo aplican países como
Alemania, Polonia, Inglaterra, Estados Unidos y el Líbano.

PROCEDIMIENTO APLICABLE EN LA LEGISLACIÓN VIGENTE

Procedimiento (LDIP) Varios son los aspectos relevantes en materia del


procedimiento. Son ellos referentes a: regulación d e la forma del proceso por
el derecho del funcionario ante el cual se desarrolla (art. 56), y declaratoria de
la falta de jurisdicción del juez venezolano respecto al juez extranjero en
cualquier estado del proceso (art. 57). Esta última disposición incluye una
innovación frente al Código de Procedimiento Civil, que obligaba a consultar
cualquier decisión, afirmando o negando la jurisdicción, ante la Corte Suprema
de Justicia, lo cual demoraba innecesariamente el proceso. La Ley sólo obliga
a consultar la decisión que niegue la jurisdicción venezolana. Esto no sólo
aligerará muchos procesos, sino disminuirá la excesiva labor del Tribunal
Supremo de Justicia. Igualmente mejorada, frente a la regulación del Código de
Procedimiento Civil, aparece la norma que consagra el reconocimiento de la
litispendencia internacional, salvo que se trate de la jurisdicción venezolana
exclusiva (art. 58).

Lamentablemente, esta lograda formulación se verá afectada por el


contenido del numeral 6 del artículo 53 que exige, en cas os del exequátur de
la sentencia extranjera, que no se encuentre pendiente, ante los tribunales
venezolanos, un juicio sobre el mismo objeto y entre las mismas partes,
iniciado antes que se hubiera dictado la sentencia extranjera.
La jurisprudencia tendrá que encontrar la interpretación congruente de estas
dos disposiciones. Cooperación Judicial Internacional La cooperación judicial
internacional se regula en un solo artículo de la Ley (art. 59), y se refiere tanto
a los casos en que Venezuela sea Estado requerido, como a los que sea
Estado requirente, a través de exhortos o cartas rogatorias. La norma alude
exclusivamente a los actos de mero trámite, quedando excluida la posibilidad
de realizar actos coactivos. Igualmente hace referencia a las diligencias
probatorias.
Esta disposición responde a la necesidad de establecer medios expeditos
para la eficaz aplicación del Derecho Internacional Privado, en los casos en
que se hace necesaria la actuación de autoridades extranjeras. Llama la
atención la fórmula reducida de la disposición sobre la cooperación judicial
internacional, que se considera como uno de los elementos esenciales del
Derecho Procesal Internacional en la actualidad.
El carácter parco de la disposición se debe a dos causas: el apego a la
necesidad de que la Ley tenga carácter general, y su abundante y detallada
regulación en los tratados internacionales ratificados por Venezuela, y por un
considerable número de Estados. Ante la alternativa de copiar las disposiciones
incluidas en las convenciones interamericanas y las de La Haya, los
proyectistas resol vieron limitarse a la disposición esencial, tomando en cuenta
la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia que permite aplicar a los
Estados no Parte las normas consagradas en los tratados, como principios
generalmente aceptados.
Como complemento de esta escueta formulación podría citarse el contenido
del artículo 38 que se refiere al derecho aplicable a las pruebas. Esta norma
distingue claramente entre fondo y forma, sometiendo el fondo de la prueba al
derecho que rige la relación jurídica correspondiente y la forma al derecho del
tribunal o funcionario ante el cual se efectúa.

La disposición que finaliza el capítulo referente al procedimiento amerita


algunos comentarios. Se trata de la re misión de todo lo concerniente al
arbitraje comercial internacional a las normas especiales que regulan la materia
(art. 62). A pesar de la reciente fecha de su promulgación, la Ley ya ha sido
objeto de críticas, especialmente en relación a la posibilidad o no de aplicarla al
arbitraje comercial internacional.
Se plantean interrogantes sobre el alcance de la remisión que hace la Ley
de Derecho Internacional Privado, sobre la prelación de fuentes establecida en
la Ley de Arbitraje y la prelación consagrada en la Ley de Derecho
Internacional Privado y sobre la ejecución de laudos arbitrales extranjeros, a
pesar de que el artículo 48 de la Ley de Arbitraje Comercial elimina el requisito
expreso de exequátur. Igualmente es digna de análisis la relación de la Le y
con las convenciones interamericanas, de La Haya y de Las Naciones Unidas
sobre la materia.
La jurisprudencia aún no ha dado respuestas a estas interrogantes y la
doctrina sólo está comenzando a tratar algunos de los problemas que inquietan
a los internacionalistas De la Aplicación del Derecho Extranjero De conformidad
con el artículo 2º de la Ley de Derecho Internacional Privado, "el Derecho
extranjero que resulte competente se aplicará de acuerdo con los principios
que rijan en el país extranjero respectivo, y de manera que se realicen los
objetivos perseguidos por las normas venezolanas de conflicto".
Se aprecia claramente en este texto, que el legislador venezolano supera la
antigua discusión sobre la naturaleza del derecho extranjero, y admite la tesis
"jurídica", según la cual el derecho extranjero es derecho auténtico y como tal
no puede ser asimilado a una cuestión de hecho. La circunstancia de su
extranjería no le quita su esencia normativa ni su existencia formal. El
tratamiento procesal de este derecho, supone que se le coloque en pie de
igualdad con el derecho nacional, porque respecto de ambos, se tratará de la
aplicación de un quid iuris. Es importante destacar que la norma del artículo 2º
de la Ley de Derecho Internacional Privado, así concebida, es la primera vez
que se establece en nuestra legislación interna. Hasta ahora, el norte en esta
materia venía dado por las pertinentes disposiciones del Código Bustamante y
la Convención Interamericana Sobre Normas Generales de Derecho
Internacional Privado.
La obra de Lorenzo Herrera Mendoza, y un valioso precedente en la opinión
vertida en el año de 1906, por el Dr. Ángel cesar Rivas, mediante la cual
expresaba que asegurada la aplicación de la ley extranjera, la obligación de los
jueces consistía en investigarla y respetarla de la misma manera como lo haría
con la ley nacional, además de cuidar la interpretación que de aquella se
hiciera, para que sea en un todo correcta, de manera que "por ser expresión de
la justicia, escape a la censura de casación". Herrera Mendoza planteó su tesis
científica sobre el punto en un trabajo titulado "La Misión del Juez en la
Aplicación de la Ley extranjera", en el cual resumió los argumentos a favor y en
contra de las opuestas tendencias, para concluir en reafirmar la facultad del
juez para investigar y aplicar de oficio las leyes extranjeras. Parra-Aranguren y
los profesores Roberto Gold Schmidt y Joaquín Sanchez-Covisa, integraron la
comisión designada en 1963 por el Ministerio de Justicia, que elaboró el
Proyecto de Ley de Normas de Derecho Internacional Privado.
Este Proyecto consagraba en su artículo 2º, una norma similar a la de la
Ley vigente, con este texto; "El derecho extranjero que resulte competente
recibirá igual tratamiento que el derecho nacional, se aplicará de acuerdo con
los principios que rijan en el país extranjero respectivo, y de manera que se
realicen los objetivos perseguidos por las normas venezolanas de conflicto" Al
regular el tratamiento del derecho extranjero, el legislador adopta la solución
idónea y actual en esta materia.
Por ella se obliga al Juez a aplicar el derecho extranjero, de la misma
manera como lo aplicaría el juez del Estado de donde provenga el sector
jurídico aplicable. Advierte, sin embargo, el legislador que en esta función se
deben alcanzar los objetivos perseguidos por nuestras normas de conflicto,
procurándose la solución equitativa del caso concreto. Para resolver los
problemas de conflicto en el marco de la justicia material, no le bastará al juez
aplicar la ley extranjera, sino aplicarla correctamente: de acuerdo con el sentido
y alcance que le den los jueces del país respectivo y teniendo presente los
principios del derecho internacional privado venezolano.
A la luz del artículo 2º de la ley de la materia, resulta inadmisible cualquier
tipo de interpretación que aluda a una supuesta inferioridad del derecho
extranjero respecto del derecho venezolano. Hay que aplicar la norma
extranjera tal como se aplicaría por sus propios tribunales.
Esta solución dice Parra Aranguren se fundamenta en el deber de aplicar
correctamente la ley extranjera, pues "no tiene sentido que el legislador ordene
regular la controversia por el derecho holandés, pero permita su aplicación en
una forma distinta de aquella en la cual se encuentra vigente en Holanda". Este
principio representa la única posibilidad para los jueces de diferentes Estados,
cuando aplican derecho extranjero, de obtener la misma solución y garantizar
de esta manera la armonía internacional de soluciones, postulado axiológico
del derecho internacional Privado.
La solución asumida en el artículo 2º de la ley conduce a otras soluciones,
contempladas en otras disposiciones de la misma ley, como: la aplicación de
oficio del derecho extranjero, y la revisión en instancia y casación de las
sentencias que las partes consideren injustas o viciadas. A esto atienden las
previsiones de los artículos 60 y 61 que forman parte del capítulo de la ley
relativo al procedimiento.
Dice el artículo 60: "El derecho extranjero será aplicado de oficio. Las partes
podrán aportar informaciones relativas al derecho extranjero aplicable y los
tribunales y autoridades podrán dictar providencias tendientes al mejor
conocimiento del mismo." Contempla esta disposición, la facultad que tienen
las partes de coadyuvar con la misión judicial de conocimiento del derecho
extranjero, y establece, asimismo, la potestad del juez en la indagación de lo
que estime necesario del derecho que le corresponda aplicar.
Es la proyección del principio iura novi t curia a las legislaciones
extranjeras, en la medida en que los tribunales tienen el deber de determinar el
contenido y sentido del derecho extranjero declarado competente por la norma
de conexión. De ninguna manera se excluye la necesaria cooperación de las
partes, quienes podrían tener interés, que no la obligación, de colaborar con la
función judicial. Dice el artículo 61: "Los recursos establecidos por la ley
serán procedentes cualquiera que fuere el ordenamiento jurídico que se
hubiere debido aplicar en la decisión contra la cual se interponen." En este
artículo están comprendidos todos los recursos, ordinarios y extraordinarios,
permitidos en la ley del lugar del juicio.

En particular referencia al recurso de casación, debemos señalar que éste


procede, en los casos de derecho internacional privado, en cualquiera de los
siguientes supuestos:

a) Cuando el juez aplica derecho extranjero, siendo que le está expresamente


ordenado aplicar derecho nacional (indebida aplicación);

b) Cuando la sentencia se funda en la ley nacional y debió fundarse en la ley


extranjera (falta de aplicación);

c) Cuando la ley extranjera no se ha interpretado correctamente por la


contravención u omisión de los principios pertinentes del Estado a que
pertenece la ley aplicada (errónea interpretación).

Cabe recordar, que estos supuestos de procedencia del recurso de


casación se encuentran previstos en el artículo 412 del Código Bustamante,
que conserva su vigencia; "En todo Estado contratante donde exista el recurso
de casación o la institución correspondiente, podrá interponerse por infracción,
interpretación errónea o aplicación indebida de una ley de otro Estado
contratante a las mismas condiciones y casos que respecto del derecho
material". Desde luego, que la procedencia del recurso como lo expresa el
Código Bustamante está supeditada a los requisitos para ello establecidos en
el ordenamiento procesal venezolano, como son los referidos a estos extremos:

Cuantía para el acceso a casación del juicio donde se dicta la sentencia


recurrida. Naturaleza de la decisión recurrida, que la haga revisable en
casación. Legitimidad de la parte recurrente.

Tempestividad de la interposición (anuncio y formalización) del recurso.


La actitud de Venezuela, en cuanto a la admisión del recurso de casación
por infracción de la ley extranjera, puesta de manifiesto en las Convenciones
Internacionales de las cuales es parte y en el novísimo instrumento interno (Ley
de Derecho Internacional Privado), tiene un valioso antecedente doctrinal en el
criterio sustentado en 1906 por el Dr. César Rivas, que a continuación se
reproduce:

"...tiene el principal encargo (la casación) de procurar la uniformidad de la


legislación; porque es del todo necesario que en la interpretación de las leyes
no existan criterios diferentes sobre un mismo punto, pues la justicia rechaza la
posibilidad de que a una misma situación jurídica puedan corresponderle
contrapuestas decisiones. Así, cuando se dice que el Tribunal de Casación
persigue la uniformidad de la jurisprudencia, no ha querido expresarse el
absurdo de que sólo ha de ocuparse en sostener fallos que la mente del
legislador patrio inspira; también ha querido decirse que es deber suyo invalidar
las decisiones que no se ajustaren al principio que revela el texto extranjero a
que hubo de recurrirse".

Las disposiciones de los artículos 60 y 61 de la Ley respecto de la


aplicación de oficio, la intervención facultativa de las partes y los recursos de
información de las sentencias, constituyen los efectos procesales de lo
estatuido en el artículo 2º de la misma Ley, que es la conceptuación del
tratamiento del derecho extranjero en orden a su aplicación a los casos
concretos. Todas estas previsiones legales están en concordancia con las
normas de los artículos 2º y 4º de la Convención Interamericana Sobre Normas
Generales de Derecho Internacional Privado (CIDIP II. Montevideo, 1979). El
Artículo 2º al exigir expresamente que "se realicen los objetivos perseguidos
por las normas venezolanas de conflictos"; facilita a los jueces, los criterios
para la correcta aplicación del derecho extranjero en el propósito vinculante de
lograr la justicia material del caso.
CONCLUSIÓN

El sistema de Derecho internacional privado Venezolano sigue la escuela


holandesa, ya que tiene un sistema territorial con tendencia estatutaria. La
regla es aplicar la ley venezolana a cualquier relación de derecho internacional
privado aplicando la ley extranjera sólo cuando una disposición expresa de la
ley venezolana lo exige.
El 6 de agosto de 1998 entró en vigencia la Ley de Derecho Internacional
Privado que derogó todas las normativas en esta materia del Código Civil
vigente como los Art. 8, 9, 10, 11 y 26, entre otros y el Art. 8 del Código de
Procedimiento Civil.
El Estado venezolano ejerce control respecto de las sentencias extranjeras,
única y exclusivamente en lo que concierne a la jurisdicción del Estado
sentenciador en su conjunto, que será determinada de acuerdo con lo
dispuesto en los artículos 39 al 42 de la Ley de Derecho Internacional Privado.
El fundamento de aplicación de los criterios de jurisdicción del foro a los
tribunales extranjeros, consiste en afirmar que si los mismos son suficientes
para atribuir jurisdicción a los tribunales venezolanos, es lógico que también
sirvan para atribuir competencia internacional a los tribunales extranjeros. No
obstante, en algunos casos, los Estados restringen la eventual jurisdicción que
puede corresponder a los tribunales extranjeros, lo cual se produce cuando se
atribuye jurisdicción exclusiva a los tribunales del propio Estado receptor. Sin
embargo, debemos tomar en cuenta, a la hora de revisar la competencia
internacional del Estado.
Para hacer efectivo un proceso, de índole internacional, también se recurre a
las leyes de procedimiento, que les dan a los Jueces las directrices. Para dictar
una sentencia valida. Para este proceso se toman en cuenta las pruebas como
soporte del mismo, como respaldo y sustanciación.

  Si un país posee sus órganos jurisdiccionales bien delimitados,


con funciones concretas y específicas, y la competencia judicial, está
igualmente repartida, entonces la justicia podrá ser equitativa y perecedera, es
decir tendrá eficacia en el tiempo y en el espacio, por supuesto presta a
cualquier cambio probable que mejore las actuaciones judiciales en el
ordenamiento jurídico donde imperan, dicha competencia se ve limitada por
una serie de reglas que delimitan la eficacia en el conocimiento de
determinadas materias.
Tenemos referencialmente que señalan, entre los elementos que nos
permite determinar la competencia, la nacionalidad de los interesados (hoy día
su domicilio), la naturaleza de la acción, la voluntad de los interesados, como
Principio de autonomía de las partes, como integrantes de un proceso tanto la
ley de Derecho Internacional Privado, como el Código Bustamante reconocen
el sometimiento expreso o tácito que las partes puedan tener en un proceso.
También la Jurisdicción se ve ampliamente amparada en ambas leyes tanto la
contenciosa, como la voluntaria. 
BIBLIOGRAFIA

GOLD Schmidt Roberto. Proyecto de Ley de Normas de Derecho Internacional


Privado en colaboración con Joaquín Sánchez Covisa).

GUERRA IÑIGUEZ, Daniel: Derecho internacional privado. Caracas, Keiran Editores,


8va ed. Corregida, actualizada y aumentada, 1999.

MAEKELT, Tatiana: Código Napoleón: Influencia en el sistema de Derecho


internacional privado venezolano. En: El Código Civil venezolano en los inicios
del siglo XXI. En conmemoración del bicentenario del Código Civil francés de
1804 (Coord. I. Valera), Caracas, Academia de Ciencias Políticas y Sociales,
2005.

MARMOL, Francisco M: La ley personal del extranjero y la jurisprudencia de casación


en Venezuela. En: RFD UC V, Caracas, 1954

PARRA ARANGUREN, Las normas de Derecho Internacional Privado en el


Código Civil venezolano del veinte de febrero de 1873. En: Temas de Derecho
Civil, Libro Homenaje a Andrés Aguilar Mawdsley, Caracas, TSJ, Colección
Libros Homenaje N° 14, 2004, Vol. II.

WIKIPEDIA. Enciclopedia Libre.

MONOGRAFIAS. COM.

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