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Facultad de Psicología - Universidad Nacional de Mar del Plata

Repositorio RPsico http://rpsico.mdp.edu.ar


Trabajos de Tesis Tesis de Grado

2015-08-19

Análisis de las Prácticas Socio


Comunitarias en el marco de la
FCEyS-UNMdP: Compromiso social y
potencialidad transformadora

Bosch, Wanda

http://rpsico.mdp.edu.ar/handle/123456789/288
Descargado de RPsico, Repositorio de Psicología. Facultad de Psicología - Universidad Nacional de Mar del Plata. Innic
UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA

Facultad de Psicología

Tesis de Grado

Título:

“Análisis de las Prácticas Socio Comunitarias en el marco de la FCEyS-

UNMdP: Compromiso social y potencialidad transformadora”

Cátedra o Seminario de radicación:

Psicología Laboral

Supervisora:

Dra. Yamila Fernanda Silva Peralta

Apellido, Nombres y Matrícula de los alumnos:

Bosch, Wanda (Mat.08881/09)

Giometti, Paola (Mat. 05911/02)

Tiritilli, Romina (Mat.03599/95)

2014

I
"Esta Tesina corresponde al requisito curricular Trabajo de Investigación y como tal

es propiedad exclusiva de las alumnos Bosch, Wanda (Mat. 08881/09), Giometti,

Paola (Mat. 05911/02) y Tiritilli, Romina (Mat. 03599/95) de la Facultad de Psicología

de la Universidad Nacional de Mar del Plata y no puede ser publicado en un todo o

en sus partes o resumirse, sin el previo consentimiento escrito de los autores”.

II
"El que suscribe manifiesta que la presente Tesina ha sido elaborada por los

alumnos Bosch, Wanda (Mat. 08881/09), Giometti, Paola (Mat. 05911/02) y Tiritilli,

Romina (Mat. 03599/95), conforme los objetivos y el plan de trabajo oportunamente

pautado, aprobando en consecuencia la totalidad de sus contenidos, a los …. días

del mes de …. del año 2014”.

Firma, aclaración y sello del Supervisor y/o Co-Supervisor.

III
Informe de Evaluación del Supervisor

El trabajo realizado por las tesistas superó ampliamente mis

expectativas como Supervisora de tesis. Las tesistas no sólo cumplieron el

cronograma de trabajo y la planificación pautada, sino que lo hicieron con

mucho compromiso y dedicación. Integraron y complementaron modelos

teóricos tanto de la cátedra de “Prácticas Socio Comunitarias” como

modelos ofrecidos desde la supervisión o bien indagados en la revisión de

la literatura científica.

Los resultados de la tesis tienen impacto en el mismo Seminario de

prácticas socio-comunitarias ya que ofrecen elementos para una toma de

decisiones estratégica que permita implementar prácticas transformadoras

desde los espacios de tutoría. A su vez, nos abre nuevas líneas de trabajo

sobre las competencias analizadas y su relación con modelos de

evaluación de proceso e impacto de programas formativos de Educación

Superior.

El producto de esta tesis será publicado sin dudas en alguna revista

de impacto nacional o latinoamericana.

IV
"Atento al cumplimiento de los requisitos prescriptos en las normas vigentes, en el

día de la fecha se procede a dar aprobación al Trabajo de Investigación presentado

por las alumnas Bosch, Wanda (Mat. 08881/09), Giometti, Paola (Mat. 05911/02) y

Tiritilli, Romina (Mat. 03599/95)”.

Firma y aclaración de los miembros integrantes de la Comisión Asesora:

Fecha de aprobación:

Calificación:

V
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………….. 1

CAPÍTULO I. REVISIÓN TEÓRICA……………………………………………….. 4

Educación Superior en el siglo XXI…………………………………………….. 4

Responsabilidad Social Universitaria…………………………………………... 7

Compromiso Social Universitario……………………………………………….. 11

Prácticas Socio Comunitarias.………………………………………………….. 13

Las prácticas socio comunitarias en la FCEyS en UNMDP…………………. 16

Aprendizaje Servicio……………………………………………………………… 19

Evaluación de Acciones formativas: Modelo de D. Kirkpatrick……………… 22

CAPÍTULO II. METODO…………………………………………………………. 26

Diseño de la investigación………………………………………………………. 26

Hipótesis………………………….……………………………………………….. 26

Participantes………………………………………………………………............ 26

Instrumentos………………………………………………………………………. 27

Procedimiento…………………………………………………………………….. 27

Lugar de realización del trabajo………………………………………………… 28

CAPÍTULO III. RESULTADOS………………………………………………….. 29

Evaluación realizada por los estudiantes …..……………..……..................... 29

Evaluación realizada por los docentes ………………..………………………. 46

CAPÍTULO IV. DISCUSIÓN…………………………………………………….. 50

Limitaciones……………………………………………………………………….. 59

Sugerencias……………………………………………………………………….. 60

CONCLUSIONES………………………………………………………………… 62

VI
REFERENCIAS…………………………………………………………………… 67

ANEXOS…………………………………………………………………………... 74

VII
INTRODUCCIÓN

La presente investigación se configura como un estudio exploratorio

descriptivo que tiene como objetivo indagar los aspectos transformadores del

Seminario de Prácticas Socio Comunitarias realizado por estudiantes

avanzados de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la

Universidad Nacional de Mar del Plata.

Este Seminario comenzó con una iniciativa realizada desde la Facultad

de Ciencias Económicas y Sociales durante el año 2005, en que diversos

grupos estudiantiles promovían una reforma del plan de estudios de todas las

carreras que allí se cursan. Buscaban generar transformaciones necesarias en

la formación de los profesionales, una mayor pertinencia de los contenidos y

un cumplimiento efectivo de la Responsabilidad Social Universitaria, como así

también un acercamiento al trabajo comunitario por parte de los estudiantes. La

propuesta de trasformación del plan curricular fue apoyada por el Equipo de

Gestión de esa casa de estudios, los docentes y los estudiantes y el Seminario

de Prácticas Profesionales Comunitarias logró formalizarse como tal a partir del

año 2008, mediante la Ordenanza de Consejo Académico N° 1211/09,

dependiente de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias

Económicas y Sociales. Se trata de un seminario curricular, cuatrimestral,

obligatorio para los estudiantes de todas las carreras de esa Facultad. Lo

dispuesto por esta ordenanza alcanza a todas las carreras de grado y pregrado

de la Universidad, aunque sólo la FCEyS las ha implementado de manera

efectiva.

1
Las prácticas comunitarias constituyen en la actualidad una posibilidad

concreta de vinculación entre la Universidad y la sociedad, requisito

fundamental para formar jóvenes ciudadanos responsables y comprometidos

socialmente. Nuestra conjetura, en este trabajo, es que el Seminario de

Prácticas Socio Comunitarias de la Facultad de Ciencias Económicas y

Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata promueve situaciones

“transformadoras” en distintos niveles: académico, profesional, comunitario y

personal.

Para explorar en estas dimensiones trabajaremos con una metodología

de investigación que constará de observación no participante del dispositivo de

tutorías a lo largo del dictado del Seminario así como de los coloquios finales

expuestos por los grupos de estudiantes. Por otro lado se administrarán

entrevistas de incidentes críticos a docentes y se analizarán los informes

escritos finales realizados por los estudiantes del Seminario. La muestra será

intencional, compuesta por estudiantes y docentes del Seminario de Prácticas

Socio Comunitarias de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la

Universidad Nacional de Mar del Plata. Serán calculados descriptivos básicos,

se realizará análisis de contenido de los incidentes críticos y de los informes

escritos presentados.

El objetivo general será el de explorar y describir el Seminario de

Prácticas Socio Comunitarias de la Facultad de Ciencias Económicas y

Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata en relación a situaciones

que puedan ser evaluadas como transformadoras por docentes y estudiantes

participantes. Para ello se analizarán el dispositivo de tutorías del Seminario,

2
los impactos del Seminario explicitados por los estudiantes y las situaciones

críticas consideradas favorables y no favorables por docentes y estudiantes.

Finalmente, es para nosotras importante destacar nuestro genuino

interés en el trabajo voluntario dentro de la Universidad, así como el desarrollo

de competencias que este tipo de actividad fomenta, ya que las tres autoras

hemos participado en diversos proyectos de voluntariado universitario. Por otro

lado, nos resulta interesante, ya desde un punto de vista teórico como

empírico, dar cuenta de experiencias exitosas de trabajo comunitario y de

aprendizaje servicio, cuyo testimonio sirva de modelo para transferir

experiencias en otras facultades de esta Universidad, así como diferentes

Universidades de nuestro país.

3
CAPÍTULO I

REVISIÓN TEÓRICA

Educación Superior en el siglo XXI

Durante los últimos treinta años se han producido transformaciones

sociales, económicas y culturales que han puesto de relieve la necesidad de

repensar las implicancias que la Educación Superior (ES) tiene en el desarrollo

de las personas y de las sociedades en su conjunto. Como es señalado en el

preámbulo de la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo

XXI, del año 1998, “se observa una demanda de educación superior sin

precedentes, acompañada de una gran diversificación de la misma, y una

mayor toma de conciencia de la importancia fundamental que este tipo de

educación reviste para el desarrollo sociocultural y económico” (Vilizzio &

Basedas 2004, p. 208). En este contexto, la ES se vuelve estratégica para

todos los países, y visibiliza la necesidad de transformación de los programas

educativos, ya sea desde la necesidad de innovar en contenidos académicos,

como en dispositivos didácticos, en articulación con la investigación, la

innovación y la creatividad. Estas nuevas incumbencias de la formación

superior han transformado también las necesidades y desafíos de los centros

educativos .Estos ya no constituyen espacios de discusión reservados sólo

para los grandes intelectuales, sino más bien configuran espacios de encuentro

para pensar en los nuevos desafíos que supone el ejercicio profesional en este

nuevo milenio. (Vilizzio & Basedas 2004).

En la Declaración Final de la Unesco de 1998 se menciona que la a ES

4
debe reforzar sus funciones sociales mediante el servicio comunitario, de

manera que colabore con “erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el

analfabetismo, el hambre, el deterioro del medio ambiente y las enfermedades,

principalmente mediante un planteamiento interdisciplinario y transdisciplinario

para analizar los problemas y las cuestiones planteados”.

Si La ES puede hacer frente a estos desafíos, se constituye en uno de

los pilares fundamentales para el desarrollo y promoción de los Derechos

Humanos, la democracia, el desarrollo sostenible y la paz.

Muñoz (2008) sostiene que uno de los criterios posibles para evaluar la

calidad de la Es es el de la pertinencia, que consta de diversas dimensiones:

• Pertinencia social: capacidad de la ES para contribuir, desde su

naturaleza y funciones, a la solución de los problemas sociales.

• Pertinencia laboral: capacidad de la ES para responder, desde su

naturaleza y funciones, a las necesidades del mundo del trabajo, impulsando la

formación de profesionales emprendedores capaces de “inventar trabajo” y, en

consecuencia, incrementando la empleabilidad – entendida, en términos

generales, como el conjunto de factores que aumentan la posibilidad de que

una persona encuentre, se mantenga y prospere en un trabajo (Yorke, 2004).

• Pertinencia cultural: refiere a la capacidad de la ES para reconocer la

diversidad cultural en la que vivimos, fomentando el desarrollo de la tolerancia

y propulsando una cultura de la paz.

• Pertinencia ecológica: refiere a la capacidad de las instituciones de ES

para contribuir, desde su naturaleza y funciones, a la urgente tarea de

promover la defensa del medio ambiente.

Según la autora, estas dimensiones sólo podrán desarrollarse de


5
manera efectiva si y sólo si en los planes de formación y estructuras

académicas se promueve la flexibilidad e interdisciplinariedad necesarias para

posibilitar la adaptación a los vertiginosos cambios experimentados en las

profesiones, la ciencia y la vida social.

La Universidad se configura así como un espacio fundamental de

formación de ciudadanos libres, educados para integrarse a una sociedad

democrática, produciendo conocimientos a través de la investigación,

transfiriendo ciencia, tecnología y cultura a la comunidad. Como agentes de

transformación y consolidación del modelo democrático, es no sólo su

competencia, sino su obligación, formar profesionales que ejerzan su

ciudadanía con responsabilidad y compromiso social.

Gasca-Pliego y Olvera-García (2011) sostienen que la universidad debe

crear nuevas estrategias pedagógicas centradas en la conformación de

comunidades de aprendizaje con foco en gestión de problemas y proyectos

sociales, así como la promoción de la transdisciplinariedad. La ES debe

mantenerse actualizada respecto de los problemas de la agenda de desarrollo

local y global, generando estrategias de intervención pedagógica e

investigación aplicada, consecuentes con esas problemáticas. Es por ello que

estos autores insisten en la necesidad de que la ES sea una verdadera

educación para la ciudadanía, revalorizada en toda su magnitud.

Coincidiremos en conceptualizar ciudadanía según lo hace Adela Cortina,

considerándola como el reconocimiento de la sociedad hacia sus miembros y la

consecuente adhesión, por parte de éstos, a los proyectos comunes. Sólo

quien se sabe reconocido por una comunidad puede sentirse motivado para

integrarse activamente en ella. (Cortina, 2008)


6
Para que la ES se constituya en actor clave en los procesos de

democratización, debe abrir el diálogo a todos los actores universitarios

mediante prácticas que vinculen al estudiante con la comunidad permitiendo

que lo aprendido sea contrastado en la realidad. (Gasca-Pliego y Olvera-

García, 2011)

Según Bernardo Kliksberg, son los jóvenes quienes demuestran la más

alta tasa de disposición con relación a otros grupos sociales, y tienden por ello

a comprometerse con causas solidarias, ideales y con desafíos colectivos. El

autor sostiene que en la medida en que se los estimule para participar en

actividades que promuevan valores solidarios y la cohesión social, se estarán

conformando ciudadanos que sabrán deliberar acerca de su posición como

actores sociales y ciudadanos libres. (Sen, Amartya y Kliksberg, 2007).

Responsabilidad Social Universitaria

Retomando los aportes de Muñoz (2008), la Universidad actual

comienza a reconsiderar su misión en términos de pertinencia social,

asumiendo su rol fundamental en la solución de las problemáticas sociales así

como impulsando el fortalecimiento de la cohesión social. La Responsabilidad

Social Universitaria (RSU) es un concepto asociado a esta cuestión, que

atraviesa y encuadra el seminario de las Prácticas Socio Comunitarias.

La Responsabilidad Social (RS) tiene sus orígenes en la actividad

empresarial y se desarrolla con mayor ímpetu a partir de la década de 1990, en

que el concepto se transforma en un paradigma global. De acuerdo con

Etcheverry (2005) el término responsabilidad social “es originario del mundo


7
anglosajón y ha estado en uso desde los años 60, pero solamente durante la

década pasada ha ganado importancia extraordinaria dentro del ambiente

intelectual dominado por discusiones y crítica sobre las consecuencias sociales

relacionadas con la globalización”.(pp. 497-498).

El concepto, a pesar de su amplia divulgación, se enfrenta a una primera

e importante dificultad, la de su enunciación, “debido a la multiplicidad de

definiciones e interpretaciones existentes relacionadas con dicho término

(Shocker y Sethi, 1973; Sethi, 1975; Carroll, 1979; Lozano, 1999; Marrewijk,

2003; Dahlsrud, 2008; Lozano, 2009; Valor y Hurtado, 2009)”. (Quezada, 2011,

p. 111).

Quezada sostiene que la diversidad de elementos o características que

componen las diferentes definiciones, así como los criterios utilizados para su

construcción, han promovido, paradojalmente, su carácter difuso, siendo esta la

primera dificultad con la que nos encontramos al abordar la investigación del

tema. Dahlsrud (2008) reconoce, incluso, la existencia de 37 definiciones

distintas de este concepto en el ámbito empresarial.

Schvarstein (2003) caracteriza a las organizaciones socialmente

responsables como aquellas que diseñan y ejecutan un conjunto de acciones,

sistematizadas, obligatorias y voluntarias, tendientes a promover la satisfacción

de las necesidades sociales de sus miembros y de la comunidad.

Por otra parte, en torno a este concepto existen muchos otros

relacionados con la responsabilidad, como la acción social, la auditoria social,

el código de conducta y de buen gobierno, el desarrollo sostenible, la

responsabilidad ciudadana, la ética empresarial, la filantropía estratégica, el

marketing social, la reputación corporativa, el compromiso medioambiental. En


8
un intento de discriminar entre todos estos conceptos Vallaeys (2009), impulsor

y referente del tema, manifiesta que: “[...] la responsabilidad social es a la vez

una exigencia ética y una estrategia racional de desarrollo para la inteligencia

organizacional, que pide a las organizaciones responder por sus acciones y

consecuencias en el mundo y responder a los diversos grupos interesados o

afectados por dichas acciones y consecuencias.” (Lara & Bris, 2010, p. 3).

Giacoman y Opazo (2002), por su parte, hablan de dos dimensiones del

concepto de Responsabilidad Social. La dimensión ética, refiriéndose a un

horizonte moral e ínter temporal; y otra dimensión práctica que tendría relación

con las acciones orientadas a dar respuestas a las demandas de un entorno

inmediato.

A pesar de la multiplicidad de definiciones, en todas ellas predomina un

cuestionamiento a la primacía de la lógica del mercado, la competencia

exacerbada, y el culto al individualismo, promoviendo valores como la

solidaridad, el cooperativismo, la equidad y respeto mutuo. (Gasca-Pliego &

Olvera-García, 2011). Cualquiera de las definiciones debería, por tanto, tener

en cuenta que la gestión socialmente responsable se basa en el

reconocimiento e integración de las preocupaciones sociales, laborales,

medioambientales y de respeto a los derechos humanos en la gestión de la

empresa, de tal manera que se diseñen políticas, estrategias, decisiones y

procedimientos que les den curso y solución.

A pesar de los cuestionamientos provenientes de quienes sostienen que

el la Universidad no puede ser pensada con la lógica del mercado y sus

empresas, por la diferencia en la naturaleza y funciones de su misión, la noción

de RS ha sido aplicada al funcionamiento de las universidades, especialmente


9
porque los nuevos desafíos que enfrentan las instituciones de educación

superior las impulsan a establecer relaciones con la sociedad para consolidar

su misión educativa, social y política. La nueva noción de Responsabilidad

Social Universitaria (RSU), es descripta por P. Domínguez como “la capacidad

que tiene la Universidad de difundir y poner en práctica un conjunto de

principios y valores generales y específicos” (Domínguez, 2009, p. 37).

Jiménez de la Jara (2008), por su parte, la define como:

La capacidad que tiene la universidad, de difundir y poner en

práctica un conjunto de principios y valores generales y específicos,

por medio de cuatro procesos considerados clave en la universidad,

como son la gestión, la docencia, la investigación y la extensión

universitaria. Respondiendo socialmente así, ante la propia

comunidad universitaria y el país donde está inserta. (p. 144)

Lara & Bris (2010) definirán la RSU refiriéndose al compromiso ético de

los universitarios para administrar íntegramente la universidad con valores,

principios y responsabilidades; formar profesionales socialmente

comprometidos con el desarrollo y sostenibilidad del país; ejecutar

investigaciones que enmienden los problemas e inequidades de la sociedad;

implementar proyectos que beneficien a los más necesitados; y rendir de

cuentas de la gestión académica y administrativa previo al retorno de

beneficios y recursos.

En este sentido, la proyección social de las Universidades no es sólo

una acción externa, sino que impacta también en la currícula y en los modelos
10
pedagógicos utilizados. Estos impactos pueden contribuir a desarrollar saberes

no sólo teóricos, sino competencias que permitan dar respuesta a problemas

concretos de la sociedad. (Domínguez, 2009).

Según este mismo autor, existen cuatro formas en las que una

universidad puede ayudar a la sociedad (Domínguez, 2009, p. 47):

1. Promoción de impactos positivos en el entorno inmediato: Implica la

creación de centros universitarios al servicio de la comunidad.

2. Promoción de un impacto comunitario: Son actividades a realizar en

instalaciones de la comunidad para atender una necesidad del colectivo.

3. Actividades de asistencia técnica.

4. Actividades para el fortalecimiento de instituciones mediante el voluntariado:

La universidad se contacta con instituciones en las que alumnos pueden

ayudar de forma voluntaria.

El presente trabajo procura explorar la manera en que el Seminario de

Prácticas Socio Comunitarias de la FCEyS de la UNMDP, se configura como

una gestión clave de la Responsabilidad Social Universitaria de esa Casa de

Altos Estudios.

Compromiso Social Universitario

Recientemente se está discutiendo el alcance de un nuevo concepto,

llamado Compromiso Social Universitario (CSU). S. Mazzetti (2014) realizó un

trabajo que concentra lo investigado hasta el momento en la Argentina. En

términos generales se vincula el CSU al compromiso que debe ejercer la

11
universidad, teniendo en cuenta su misión social, en cada una de sus prácticas

singulares, arraigadas curricularmente.

Los autores Pérez, Lakonich, Cecchi y Rotstein (2009) afirman que es

responsabilidad de la Universidad vincular la producción científica con la

realidad social, relacionando las producciones que la misma comunidad realiza

en el seno de sus prácticas populares.

Según García Guadilla (2008) el compromiso social permite la formación

de nuevos profesionales y científicos, comprometidos con la comunidad y con

conciencia social. Mazzetti (2014) sostiene que este compromiso debe

extenderse hacia todas las funciones de la universidad: la docencia, la

investigación, la extensión y la gestión.

Hasta aquí, los constructos de RSU y CSU parecen íntimamente

relacionados, observándose mayor producción teórica respecto del primero. En

general la RSU se vincula con un atravesamiento de la totalidad de la

universidad, y que hemos definido como la capacidad que tiene la Universidad,

de difundir y poner en práctica un conjunto de principios y valores generales y

específicos, por medio de cuatro procesos considerados claves en la

Universidad, como son la gestión, la docencia, la investigación y la extensión

universitaria. (Jiménez de la Jara, 2008). Es por ello que Mazzetti (2014)

sostiene que el uso del concepto Responsabilidad Social Universitaria, aporta

una mirada “macro”, más totalizadora.

Por otro lado, el concepto de CSU se relaciona con mayor frecuencia a las

prácticas universitarias que posibilitan a los estudiantes el desarrollo de

competencias profesionales y personales para su futura inserción profesional y

ciudadana.
12
Pérez, Lakonich, Cecchi y Rotstein (2009) piensan estas prácticas como

microespacios que materializan el discurso hasta ahora conocido de

responsabilidad social en prácticas concretas en vinculación con la comunidad.

Como señala Mazzetti (2014), sea cual fuere la denominación, si “RSU” o

“CSU”, lo pertinente es aceptar la necesidad de una universidad comprometida

con la realidad social y sus problemáticas, con prácticas que articuladamente

den cuenta de esa preocupación. “En esta interacción con la comunidad, es

donde la universidad se torna socialmente significativa” (p. 69).

Prácticas Socio Comunitarias

Cecchi y Pérez (2013) plantean que desde comienzos de siglo se

advierte una fuerte tendencia de las Universidades de la región a implicarse en

las problemáticas sociales de sus comunidades, probablemente, por la

magnitud que ha cobrado la grave situación de exclusión social aún presente

en algunos de los Países de América Latina y el Caribe. Podemos afirmar

entonces que las instituciones de Educación Superior se constituyen en la

actualidad como uno de los principales agentes de cambio y de desarrollo

social; centrándose en la formación de profesionales más humanizados, con

valores éticos y morales.

Para cumplir con los nuevos desafíos y posibilidades de acción de la

Universidad es menester asumir un rol responsable frente a las necesidades de

la sociedad. Una de las tendencias más transformadoras que se han producido

en algunas de nuestras Universidades en los últimos años, radica en la

formalización de las Prácticas Socio Comunitarias (PSC), fundándose sobre

13
experiencias anteriores de otras Universidades de la región, como las de

México, Costa Rica y Venezuela.

Según Macchiarola; Martini & Montebelli (2012) la sociedad actual

demanda una modificación y adaptación del formato curricular, donde se

integren diversos campos de formación: teórica; práctica y socio-crítica en la

cual se inscriben las prácticas socio-comunitarias, con el objetivo de posibilitar

la comprensión del papel social que juegan las profesiones.

De Alba (1995) sostiene que la ES debe formar actores sociales capaces

de pensarse como parte de la realidad histórico social en la que viven y de

comprender la complejidad de la propia cultura.

Mertens (2014) señala que las PSC se constituyen conceptualmente

como una de las modalidades más efectivas de lograr la formación integral del

estudiante, ya que las mismas articulan actividades formativas, de práctica

solidaria y de investigación social y al lineamiento político-académico que

promueve la formación de profesionales con sensibilidad y conciencia social.

Antequera, Craparo, Luján y Chevasco (2014), refieren que “las PSC

permiten tender un puente entre el desarrollo de la teoría y la práctica social

concreta y coadyuvar a alcanzar una formación universitaria que apunte a

desarrollar un profesional cuyo perfil esté orientado al trabajo con las

realidades de su entorno y a la construcción de una sociedad más justa”. (p.1)

Los mismos autores señalan que las PSC tratan de un conjunto de

acciones que promueven el diálogo y la convivencia entre diversos saberes que

se enriquecerse en la interacción y necesitan de la conformación de

comunidades de aprendizaje entre los diversos actores: docentes, estudiantes,

investigadores, y organizaciones de la sociedad civil y del Estado.


14
Teniendo en cuenta la importancia de las transformaciones que conlleva

una propuesta como las Practicas Socio comunitaria, tanto para la comunidad

como para la Universidad, resulta relevante destacar algunas experiencias que

se están desarrollando actualmente en diversas Universidades de Argentina.

Según Cecchi y Pérez (2013) entre las universidades que implementan

prácticas Socio Comunitarias cabe mencionar:

En la Argentina se han realizado diferentes experiencias de PSC en

Universidades públicas. Es en la Universidad Nacional de Rio Cuarto donde se

curriculariza por primera vez una práctica de este tipo. En la Universidad

Nacional de Buenos Aires las mismas se implementaron en todas las carreras

que se dictan en las diferentes Facultades, con carácter obligatorio a partir del

ciclo 2013. La Universidad Nacional de La Pampa el programa de PSC tiene

carácter voluntario, desde el año 2012 hasta el 2016 para todas las carreras de

grado y, en forma progresiva, con carácter obligatorio, a partir del año 2013,

para las carreras nuevas o que modifiquen sus diseños curriculares. La

Universidad Nacional de Avellaneda, desde su reciente creación, sostiene la

impronta de “universidad popular”, teniendo en cuenta las necesidades de la

comunidad. Por lo mismo, ha construido un diseño curricular que incluye el

Trayecto de Trabajo Social Comunitario (TSC), de carácter obligatorio para

todos los estudiantes de todas las carreras de grado y pregrado. Por otra parte,

la Universidad Nacional de Rio Negro desde su proyecto fundacional,

contempla en su estatuto el desarrollo de Programas de Trabajo Social, en los

cuales participan tanto los estudiantes como docentes, con el objetivo de

intervenir en la comunidad y colaborar en la resolución de las diferentes

problemáticas, colaborando con los sectores sociales más vulnerables.


15
Las Prácticas Socio Comunitarias en la FCEyS en la UNMDP

En la Universidad Nacional de Mar del Plata, la experiencia en prácticas

Socio Comunitarias comenzó con una iniciativa realizada desde la Facultad de

Ciencias Económicas y Sociales durante el año 2005, en que diversos grupos

estudiantiles promovían una reforma del plan de estudios de todas las carreras

que allí se cursan. Buscaban generar transformaciones necesarias en la

formación de los profesionales, una mayor pertinencia de los contenidos y un

cumplimiento efectivo de la Responsabilidad Social Universitaria, como así

también un acercamiento al trabajo comunitario por parte de los estudiantes. La

propuesta de trasformación del plan curricular fue apoyada por el Equipo de

Gestión de esa casa de estudios, los docentes y los estudiantes.

El Seminario de Prácticas Profesionales Comunitarias se formaliza como

tal a partir del año 2008, mediante la Ordenanza de Consejo Académico N°

1211/09, dependiente de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias

Económicas y Sociales. Se trata de un seminario curricular, cuatrimestral,

obligatorio para los estudiantes de todas las carreras de esa Facultad que

hayan aprobado al menos 20 materias. El seminario se articula en dos fases de

trabajo: la primera, de carácter teórica, prepara a los estudiantes para la salida

al campo mediante la ampliación de conocimientos específicos –técnicos y

conceptuales- referidos al trabajo comunitario. La segunda fase consiste en el

trabajo con las organizaciones; el mismo se realiza en duplas de estudiantes,

en ocasiones pertenecientes a diversas carreras, que deben cumplimentar 30

(treinta) horas de trabajo en la comunidad, aplicando saberes teórico-técnicos

específicos de su carrera. Durante esta segunda fase se crea un dispositivo de


16
tutoría donde se busca propiciar la reflexión y abordar los diversos emergentes

de la práctica en territorio. Es un espacio de acompañamiento y evaluación

permanente del proceso que concluye con la presentación de un informe final

y un coloquio donde se expone grupalmente lo más relevante de la experiencia.

La Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, ha sido reconocida, por el

dictado de la Ordenanza de Consejo Superior de la Universidad Nacional de

Mar del Plata N° 1747/11.

Lo dispuesto por esta ordenanza alcanza a todas las carreras de grado y

pregrado de la Universidad, aunque sólo la FCEyS las ha implementado de

manera efectiva.

Según Cecchi, Delicio, Governatori, Libera, Puglisi & Zaballa( 2010)

Las Prácticas Profesionales Comunitarias de la Facultad de Ciencias

Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata,

tienen como objetivos que el estudiante desarrolle actitudes

valorativas orientadas hacia la solidaridad y el compromiso con la

comunidad como norma ética y ciudadana, y asimismo construir los

nexos académicos entre disciplinas específicas, adquiriendo y

aplicando nuevos conocimientos. (p.2).

En este sentido Cecchi & Pérez (2013) señalan que las practicas Socio

Comunitarias promueven transformaciones en las siguientes dimensiones:

 Dimensión Ética: La experiencia en comunidad permite el debate y reflexión

acerca del modelo de Universidad vigente, su pertinencia y la

responsabilidad social y ética de la misma, y el compromiso comunitario. Se


17
vincula fundamentalmente con el desarrollo de valores como la solidaridad,

el altruismo, el respeto por el otro, la tolerancia con lo diferente, entre otros.

 Dimensión Epistemológica: Las prácticas comunitarias constituyen una

posibilidad de transferir conocimientos a la comunidad colaborando en la

resolución conjunta de problemáticas concretas. Esta intervención posibilita

un enriquecimiento de ambas parte, comunidad y estudiantes,

contribuyendo a reconsiderar nuevas líneas de investigación. Permite

advertir la transformación que el conocimiento puede producir en la

comunidad.

 Dimensión social: Cuando la Universidad se abre a un verdadero dialogo y

trabajo conjunto con la comunidad, enseña y aprende y, al mismo tiempo,

transforma y se transforma. Promueve la inclusión, sentimientos de

pertenencia, desarrollo de habilidades sociales, participación ciudadana, y

habilidades de carácter político para la gestión de la convivencia en

sociedad.

 Dimensión Pedagógica: Las prácticas posibilitan una resignificación por

medio de la reflexión de los conceptos teóricos y de una experiencia de

aprendizaje situado, basado en el paradigma de la cognición situada o

aprendizaje contextualizado (Cecchi y Pérez, 2013), llevado a cabo en

escenarios reales, y cuyo beneficio radica en que permite que los

estudiantes resignifiquen los contenidos de aprendizaje frente a problemas

concretos, participen activamente y con autonomía en la construcción del

conocimiento y desarrollen habilidades críticas y reflexivas.

Teniendo en cuenta los aportes de Cecchi y Pérez (2013),

caracterizaremos el verdadero valor transformador de las PSC de acuerdo a los


18
impactos generados en estas dimensiones. Dueñas y Dea (2009), plantean que

estas transformaciones se han ido gestando a consecuencia de la

resignificación de lo que antes se entendía por educación: el modelo tradicional

de reproducción se ha tornado obsoleto para la transformación que la sociedad

enfrenta; el rol del docente como simple transmisor del conocimiento ha

quedado superado ante la incertidumbre que plantea el nuevo contexto social

en el que se desenvuelven las instituciones educativas. Llevar a cabo estas

transformaciones no habría sido posible sin el ejercicio de un liderazgo

apropiado en el Estado, las Instituciones Superiores, los docentes y los propios

estudiantes. Este tipo de liderazgo es el que John Burns en 1978 denominó

Liderazgo Transformacional, como un ejercicio moral que incrementa el

estándar de la conducta humana; cuidando los valores de sus seguidores y los

enseña a ser líderes, trabajando en las etapas más altas de sus valores

morales (Prieto y Zambrano, 2005)

El liderazgo transformador hace hincapié en “la conducta simbólica del

líder, en sus mensajes visionarios e inspiradores, en la comunicación no verbal,

en el recurso a valores ideológicos, en el estímulo intelectual de sus seguidores

por parte del líder, en la demostración de confianza en sí mismo y en sus

seguidores y en las expectativas que tiene el líder del auto sacrificio del

seguidor y de su rendimiento más allá de su obligación.” (Prieto y Zambrano,

2005, p. 87)

Aprendizaje Servicio

Estas propuestas de PSC han construido sus estrategias didácticas

sobre la base de un nuevo modelo de aprendizaje: la metodología del


19
Aprendizaje Servicio (APS), definida como “el servicio solidario desarrollado por

los estudiantes, destinado a cubrir necesidades reales de una comunidad,

planificado institucionalmente en forma integrada con el currículum, en función

del aprendizaje de los estudiantes” (Tapia, 2002, p. 3).

La pedagogía del aprendizaje-servicio está empezando a difundirse en la

región. En la Argentina, el Ministerio de Educación organizó en Buenos Aires,

en septiembre de 1997, un primer Seminario Internacional sobre aprendizaje-

servicio, invitando a expertos de Costa Rica, Alemania, México, España y

Estados Unidos donde se presentaron diversos proyectos solidarios

desarrollados por instituciones educativas de diferentes niveles y regiones del

país. Las experiencias narraban la forma en que los primeros materiales de

aprendizaje-servicio distribuidos habían abierto las puertas para que miles de

escuelas percibieran por primera vez que no estaban aisladas en sus esfuerzos

por articular el aprendizaje y el servicio a la comunidad. El movimiento de

aprendizaje-servicio había comenzado a reconocerse a sí mismo. (Tapia, 2002)

En los años 90 la metodología de aprendizaje servicio era prácticamente

desconocida, y desde entonces el crecimiento ha sido evidente, ya que, según

Tapia (2002), actualmente es practicada por lo menos por 5.000 escuelas

(aproximadamente 13% del total) y cerca de un centenar de Universidades.

Según la autora, el aprendizaje servicio consta de tres notas

características: está protagonizada fundamentalmente por los estudiantes, se

propone atender solidariamente una necesidad real y sentida por la comunidad

(intencionalidad solidaria), está planificada no sólo para atender a esa

necesidad social, sino para mejorar la calidad de los aprendizajes escolares

(intencionalidad pedagógica). En cuanto al protagonismo de los estudiantes:


20
nunca se insistirá lo suficiente en que el aprendizaje-servicio no se refiere al

voluntariado de los docentes o los padres, ni a estrategias institucionales para

atender demandas de la comunidad, aunque implique a menudo estas

variables. El aprendizaje-servicio es, por definición, una actividad de los

estudiantes. Los protagonistas de las actividades de servicio a la comunidad

deben ser los estudiantes: si ellos no se “apropian” del proyecto, si no lo

sienten como algo propio, difícilmente constituya una experiencia de

aprendizaje-servicio de calidad.

Esta metodología requiere, además, de un tipo de liderazgo docente

algo diferente del que se genera normalmente en el marco del aula. El

encuentro con la realidad de las organizaciones genera interrogantes que

ponen a prueba no sólo los saberes de los estudiantes, sino también los de los

docentes, y es por ello que deben estar dispuestos a aprender juntos, y generar

soluciones novedosas. En los casos de aprendizaje-servicio de mayor calidad,

se generan liderazgos estudiantiles que operan colaborativa y en sinergia con

el liderazgo del docente (Tapia, 2002).

Según Campo (2008) el Aprendizaje Servicio es una actividad compleja

e innovadora que, a partir de elementos muy conocidos (servicio voluntario y

aprendizaje de conocimientos) configura una propuesta que estrecha esos

componentes de manera articulada y coherente, dando igual importancia a

cada uno de ellos. De acuerdo a esta misma autora, el estudiante vive

intensamente una experiencia como ésta, en territorio, en su complejidad y sus

problemas, y no vuelve a mirar sus estudios ni su profesión de la misma

manera. Esto constituye entonces la oportunidad, además, de crecer como

persona, ampliando su mirada social y profesional, dando significado a


21
conocimientos académicos, sensibilizándose mediante la vivencia de valores

como la solidaridad, el respeto y el compromiso.

Evaluación de Acciones formativas: Modelo de D. Kirkpatrick

La evaluación de la formación en las organizaciones es una estrategia

necesaria para garantizar la calidad de las acciones formativas que se llevan a

cabo en su seno y para impulsar el proceso de aprendizaje constante que el

entorno actual exige.

Herrero (2000) define la evaluación de la formación en las

organizaciones como “el análisis del valor total de un sistema, de un programa

o de un curso de formación en términos tanto sociales como financieros [...] La

evaluación intenta valorar el coste-beneficio total de la formación y no

únicamente el logro de sus objetivos inmediatos” (p. 121). La evaluación se

focaliza entonces en determinar el grado en que la formación ha dado

respuesta a las necesidades de la organización.

La evaluación del impacto de la formación es una de las modalidades de

evaluación de la formación que se da en las organizaciones, como ya hemos

visto. La formación puede tener efectos sobre la persona, el puesto de trabajo y

la organización.

Si bien existen diversos modelos de evaluación de las acciones

formativas, con motivo de este trabajo de investigación, se considera pertinente

acudir al modelo propuesto por D. Kirkpatrick en los años sesenta, que

estableció las bases de la evaluación de la formación continua. Este modelo

propone cuatro niveles de medición (Kirkpatrick, 1999):


22
Figura 1: Modelo de Evaluación de Acciones Formativas de D. Kirkpatrick

El primer nivel de Reacciones permite medir la cuota de satisfacción de

los estudiantes respecto de la formación recibida y la valoración positiva y

negativa de los diversos atributos del curso de formación. Indaga los

sentimientos de los estudiantes respecto del curso y la favorabilidad de sus

reacciones. Se considera que una satisfacción positiva favorece la

permanencia de la actuación formativa.

El segundo nivel de Aprendizaje normalmente es utilizado para realizar

una medición efectiva de los aprendizajes adquiridos. Este nivel pretende dar

cuenta de las transformaciones ocurridas en las competencias personales, en

todas sus dimensiones: conocimientos, actitudes, habilidades, dependiendo de

los objetivos y naturaleza de la formación. Con motivo de este trabajo se

pretende evaluar el aprendizaje en términos de desarrollo y adquisición de

competencias según el Modelo de Competencias de acción profesional (Bunk,

23
1994). Este último presenta competencias en cuatro niveles: técnicas,

metodológicas, sociales y participativas.

 Competencia técnica: refiere al dominio como experto de las tareas y

contenidos del ámbito de trabajo, así como los conocimientos y

destrezas necesarios para ello.

 Competencia Metodológica: refiere a la capacidad de reaccionar

aplicando el procedimiento adecuado, encontrar soluciones y transferir

experiencias. Pone el énfasis en la capacidad de flexibilizar y adaptar

tanto los conocimientos como los procedimientos a la medida de las

situaciones que se presentan. Se asocia a la creatividad y a la

adaptación.

 Competencia Social: refiere a la colaboración con otras personas de

forma comunicativa y constructiva, mostrando un comportamiento

orientado al grupo y un entendimiento interpersonal. Se puede

homologar a la puesta en acción de habilidades prosociales.

 Competencia participativa: refiere a la capacidad de organizar y decidir,

aceptando responsabilidades. Ampliamos el sentido de la participación

en este nivel de análisis, para incluir su carácter político, aportando

atributos transformadores como el compromiso ético, la valoración de la

interdisciplina, la valoración de la responsabilidad social y el desarrollo

de un sentido crítico que valore la participación de todos los actores.

El tercer nivel de Transferencia, pretende medir si los formandos de un

curso pueden aplicar en su trabajo los conocimientos adquiridos. Esta

dimensión requiere, más que en los otros niveles, de un evaluación en proceso

que permita, luego de finalizada la formación, un análisis crítico de la


24
experiencia. Evalúa la transferencia de los contenidos aprendidos en el ámbito

de formación a la práctica profesional del formando.

El último nivel de Impacto Organizacional si los objetivos planteados en

la acción formativa se utilizan en la organización de forma efectiva y eficiente.

En las organizaciones este impacto es de tipo financiero, fundamentalmente, y

está vinculado generalmente a los resultados o a la imagen corporativa.

Resulta muy complicado identificar un impacto directamente derivado de la

capacitación sobre los resultados de una institución, aunque algunos elementos

a considerar para la evaluación a este nivel serían los costes del personal,

rotación del personal, ausentismos, productividad, costes de materiales, etc.

25
CAPÍTULO II

MÉTODO

Diseño de la investigación

Se trata de una investigación exploratoria descriptiva, cuali y cuantitativa.

La muestra será intencional, no probabilística, compuesta por docentes y

estudiantes del Seminario de Prácticas Socio Comunitarias de la FCEyS de la

UNMdP de la cursada del primer cuatrimestre del año 2014.

Hipótesis

No se planteará una hipótesis por ser un estudio exploratorio. Sin

embargo, se propone como conjetura “provisoria” que el Seminario de

Prácticas Socio Comunitarias de la Facultad de Ciencias Económicas y

Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata promovería situaciones

“transformadoras” en distintos niveles: académica, profesional, comunitaria y

personal.

Participantes

La muestra será intencional, no probabilística, compuesta por 6 docentes

y 65 estudiantes del Seminario de Prácticas Socio Comunitarias de la FCEyS-

UNMdP de la cursada del primer cuatrimestre del año 2014. Estos estudiantes

26
asistieron en grupos de dos o tres integrantes a 32 organizaciones de sectores

populares a realizar sus prácticas socio comunitarias.

Instrumentos

Serán utilizados los siguientes instrumentos: (a) entrevista de incidentes

críticos (Flanagan, 1954) administradas a los docentes del Seminario (b)

observación no participante del dispositivo de tutorías a lo largo del dictado del

Seminario, (c) análisis documental del apartado de “Impactos” de los informes

finales presentados por los estudiantes del Seminario, (d) observación no

participante de las coloquios finales realizadas por los estudiantes.

Procedimiento

El trabajo de investigación se inició con la observación no participante de

los encuentros de Tutoría del Seminario de Prácticas Socio Comunitarias.

Mediante un protocolo de observación se fue registrando la información

significativa para evaluar, según los niveles del modelo propuesto por D.

Kirkpatrick, la efectividad de la formación recibida. Paralelamente se entrevistó

a todo el equipo docente del Seminario con el propósito de indagar incidentes

críticos y conocer en profundidad la dinámica de trabajo y los objetivos

propuestos por la cátedra desde su propio discurso.

Al finalizar el curso, se procedió a analizar el ítem de “Impactos” del

informe final presentado por cada dupla de estudiantes, así como presenciar

los coloquios finales con la defensa de esos informes.


27
Por último se procedió a analizar e integrar los resultados obtenidos.

Lugar de realización del trabajo

Esta investigación ha sido realizada en el marco del proyecto mayor del

Grupo de Investigación SOVIUC: “El sentido del trabajo ad honorem (no

remunerado) en el ámbito universitario para los estudiantes de la Facultad de

Psicología de la UNMdP” y del proyecto CONICET (en evaluación) titulado:

“Análisis del liderazgo transformacional y grado de obligatoriedad/voluntariedad

de las prácticas comunitarias de la FCEyS de la UNMdP”.

28
CAPÍTULO III

RESULTADOS

1. Evaluación realizada por los estudiantes

A continuación se adjuntan los resultados gráficos del análisis realizado

sobre los cuatro niveles de evaluación de la formación, de acuerdo al Modelo

de Kirkpatrick. Para ello se han utilizado los datos recolectados desde tres

fuentes diferentes: (a) observación no participante del dispositivo de tutorías a

lo largo del dictado del Seminario, (b) análisis documental del apartado de

“Impactos” de los informes finales presentados por los estudiantes del

Seminario, (c) observación no participante de las coloquios finales realizadas

por los estudiantes.

1.1 . Reacciones

El primer nivel de Reacciones permite medir la cuota de satisfacción de

los estudiantes respecto de la formación recibida y la valoración positiva y

negativa de los diversos atributos del curso de formación. Indaga los

sentimientos de los estudiantes respecto del curso y la favorabilidad de sus

reacciones. En este nivel agrupamos las respuestas obtenidas del ítem

“Impacto Personal” del Informe Final que presentan los estudiantes.

29
Figura 2: Medición de niveles de Satisfacción. Nivel de reacciones.

Ambivalencia
5%

Satisfacción
95%

Se observa, en el presente análisis, un total de sesenta respuestas

asociadas a esta dimensión, de las cuales un 95% valora positivamente la

experiencia.

La cátedra PPC ha sido la herramienta que me ha dado la posibilidad de

devolverle a la comunidad lo recibido por esta a través de mi Educación

Profesional Universitaria. Como así también vivenciar la satisfacción de

volcar conocimientos, compromiso y dedicación en pos de objetivos que

responden a mejorar la calidad de vida de nuestros mayores. "

Al realizar estas tareas es sorprendente como brindando algo tan

pequeño se puede obtener una gran satisfacción, llegando a la conclusión

de que es más lo que uno se trae que lo que da.

El 5% de las respuestas restantes expresa que la formación generó

sentimientos ambivalentes, con aspectos tanto positivos como negativos.

30
La relación entre nuestra formación y lo pretendido en la organización no

era del todo pertinente, es aquí donde creo que podríamos haber

aprovechado nuestros conocimientos si otra hubiera sido la situación.

Claramente, se hizo uso del mínimo de nuestro aprendizaje a lo largo de

todos estos años, por ende en ese aspecto no estoy del todo conforme.

En lo personal, la práctica nos dejó, por un lado, un impacto altamente

positivo, ya que logramos no solo aplicar nuestros conocimientos sino que

también adquirimos conocimientos nuevos. La parte negativa de la

práctica nos la dejo, el no cumplimiento del objetivo de mejorar la

participación de los padres en la Escuela.

Cabe mencionar que en ninguna de las respuestas se expresa una

valoración insatisfactoria en términos absolutos.

Figura 3: Distribución de respuestas. Nivel de Reacciones.

25
22

31
Los resultados marcados como reacciones de satisfacción, se han

clasificado en tres grandes grupos que se han configurado a partir de las

propias respuestas de los estudiantes, y no responden a constructos teóricos

elaborados con anterioridad, sino al análisis de sus propias vivencias. A

continuación se detallan los indicadores que han posibilitado tales

agrupamientos.

1.1.1 Sentimientos de comunidad: en este grupo se reúnen las respuestas que

atribuyen la satisfacción a la vivencia comunitaria sentida durante el

proceso de formación. Se hace hincapié en cuestiones como el

sentimiento de pertenencia, la comunalidad, el trabajo en equipo y las

relaciones interpersonales. Los resultados alcanzan al 41,6% de la

muestra, siendo la respuesta más frecuente entre los estudiantes.

"Fuimos recibidos con los brazos abiertos, nos hicieron un lugar en su

mesa, charlamos y formamos parte de esa pequeña comunidad"

"También nos queda el sentimiento de haber conocido un gran grupo de

personas y que durante todo el proceso fue increíble el respeto que nos

dieron y la forma en la que nos trataron."

1.1.2 Sentimientos positivos hacia sí mismos / Autosuperación: en esta

categoría se encuentran las respuestas que refieren que la formación ha

colaborado en el crecimiento personal de los estudiantes, devolviéndoles

32
una autopercepción más positiva. Estas respuestas se presentan en el

36.6% de los casos analizados.

“Nos sentimos muy contentos por haber participado con una entidad de

este tipo, ya que nunca nos hubiéramos imaginado tan buenos resultados

y la satisfacción personal que nos trajo, porque más allá de los objetivos

alcanzados aprendimos a ser más humanos y solidarios, mirar más allá

de nuestros propios problemas.”

“La experiencia de trabajar con una organización sin fines de lucro fue

muy enriquecedora tanto en lo académico, profesional y en lo social; nos

permitió llegar a otros sectores de la sociedad y ayudarlos brindándoles

nuestros conocimientos, tiempo y colaboración.”

1.1.3 Resultados / Objetivos cumplidos: en esta categoría se encuentran las

respuestas que asocian la satisfacción al cumplimiento de los objetivos

fijados en el plan inicial de trabajo de cada grupo. Las valoraciones de

satisfacción vinculadas a Resultados/Objetivos cumplidos asciende al

15% del total de las respuestas.

“Estamos satisfechos porque logramos brindarle a la ONG, las

herramientas suficientes, para que puedan obtener una eficiente

administración de sus recursos, registro de los mismos y lleven control

diario de las erogaciones, con el fin de desarrollar una gestión mucho más

ordenada y transparente.”
33
"Para nosotros, fue una experiencia valiosa, ya que logramos todos los

objetivos propuestos, sintiéndonos útiles y valorados por la institución”.

1.2 Aprendizaje

El segundo nivel de Aprendizaje normalmente es utilizado para realizar

una medición efectiva de los aprendizajes adquiridos. Durante el Seminario

esta evaluación se realiza mediante la presentación del Informe final y el

Coloquio de defensa. En el presente trabajo, por el contrario, se intentan medir

los aprendizajes desde las valoraciones hechas por los propios estudiantes,

que constan en el ítem “Impacto Académico” del Informe Final que presentan

los estudiantes.

Este nivel pretende dar cuenta de las transformaciones ocurridas en las

competencias personales, en todas sus dimensiones: conocimientos, actitudes,

habilidades, dependiendo de los objetivos y naturaleza de la formación. Para

ello se han categorizado las respuestas teniendo en cuenta un esquema

adaptado al Modelo de Competencias de acción profesional (P. Bunk, 1994).

Este último presenta competencias en cuatro niveles: técnicas, metodológicas,

sociales y participativas. A propósito de este análisis debemos prescindir de

evaluar las competencias técnicas, teniendo en cuenta que se trata de una

experiencia de trabajo en territorio, de una práctica comunitaria para la que los

conocimientos técnicos ya han sido adquiridos durante toda la formación

precedente en la carrera de grado.

34
Figura 4: Distribución de respuestas. Nivel de Aprendizaje.

31

24

15

10

Competencia Competencia Competencia social Insuficiente formación


metodológica participativa académica

De todas maneras, 10 respuestas del total, un 12,5%, dan cuenta de una

valoración negativa respecto de la formación recibida para hacer frente de

manera solvente a la experiencia de la Práctica.

“Otro aspecto para desatacar es haber aprendido a trabajar con este tipo

de asociaciones sin fines de lucro, dado que en la facultad nos preparan

principalmente para brindar servicios en organizaciones con fines de lucro

y gracias a estas prácticas uno puede tomar contacto con otros sectores

de la sociedad que requieren de ayuda profesional.”

“En cuanto a la organización en general, al tratarse de una cooperativa,

sostenemos que los aspectos brindados por la cátedra de Sociedades,

con respecto a este tipo de organizaciones, son básico y escasos.”

35
1.2.1 Competencia Metodológica: refiere a la capacidad de reaccionar

aplicando el procedimiento adecuado, encontrar soluciones y transferir

experiencias. Pone el énfasis en la capacidad de flexibilizar y adaptar

tanto los conocimientos como los procedimientos a la medida de las

situaciones que se presentan. Se asocia a la creatividad y a la

adaptación. Se encontraron respuestas asociadas a esta competencia en

el 38,7% de los casos.

“El desarrollo de las Prácticas Comunitarias significó aplicar algunos de

los conocimientos adquiridos durante el ciclo de aprendizaje. Por primera

vez, nos encontramos parados frente a la realidad, plasmando saberes

que entendíamos desde la teoría pero nunca representados en casos

concretos y reales, con la responsabilidad que esto conlleva.”

“Desde el punto de vista académico, lo que aprendimos a lo largo de la

carrera, en lo referido a impuestos, no nos sirvió demasiado para poder

desarrollar nuestras prácticas, ya que el tema del Monotributo Social, no

nos fue enseñado en la facultad, y tuvimos que buscar información por

nuestra cuenta para saber cómo es su tratamiento. Lo mismo nos sucedió

con la Ley ALAS.”

1.2.2 Competencia Social: refiere a la colaboración con otras personas de

forma comunicativa y constructiva, mostrando un comportamiento

orientado al grupo y un entendimiento interpersonal. Se puede


36
homologar a la puesta en acción de habilidades prosociales. En el

presente análisis se encontraron el 18,7 % de las respuestas asociadas

a esta competencia.

“Estas prácticas nos brindaron una primera noción del trato personal y

profesional a la hora de dirigirnos a un cliente o persona que requiera

nuestros servicios, como así también encontrar la manera adecuada de

transmitir nuestros conocimientos, aspectos que hasta ahora no habíamos

profundizado en el ámbito facultativo.”

“Trabajar con personas en estas condiciones nos revela la importancia de

ser creativos, y de diseñar nuevos servicios adaptados a las necesidades

y capacidades de cada grupo, poniéndonos en su lugar y

acompañándolos en el proceso de cambio. Se debe tener en cuenta

también que el profesional debe estar comprometido con el desarrollo de

su sociedad, más que nada al haber egresado de una Facultad Pública.”

1.2.3 Competencia participativa: refiere a la capacidad de organizar y decidir,

aceptando responsabilidades. Ampliamos el sentido de la participación

en este nivel de análisis, para incluir su carácter político, aportando

atributos transformadores como el compromiso ético, la valoración de la

interdisciplina, la valoración de la responsabilidad social y el desarrollo

de un sentido crítico que valore la participación de todos los actores. Las

respuestas asociadas a esta competencia alcanzan el 30% de los casos

con 24 respuestas.
37
“Por otro lado, el estudio de la ética profesional que nos brinda el plano

universitario se limita a conceptos teóricos e históricos muchas veces con

escasa aplicación, debiendo mediante la experiencia personal entender

determinar el modo de actuar ante diversas situaciones.”

“También aprendimos como vamos a poder colaborar con la sociedad

desde nuestra futura profesión, mirada que no habíamos alcanzado antes,

además de poder entender la realidad de las mujeres del taller desde otro

punto de vista, desde el psicológico, mediante las interesantes charlas

que teníamos con Beatriz.”

1.3 Transferencia

Este tercer nivel pretende medir las valoraciones realizadas por los

estudiantes acerca de la vivencia del ejercicio del rol profesional durante la

práctica y la posibilidad de transferir esta experiencia en su futuro desarrollo

profesional. Las respuestas coinciden con las obtenidas del ítem “Impacto

Profesional” del Informe Final que presentan los estudiantes.

¿Los estudiantes han transitado una experiencia acordes con sus

expectativas respecto del rol profesional? ¿Han surgido desvíos? ¿Cómo los

han valorado? Este nivel intentará dar cuenta de las aproximaciones realizadas

por los estudiantes a la vivencia del ejercicio profesional.

38
Figura 5: Distribución de respuestas. Nivel de Transferencia.

19

15

12

Polivalencia del rol Incumbencias Compromiso ético del Valoración de la


profesionales rol interdisciplina

Se desplegaron cuatro categorías de análisis:

1.3.1 Polivalencia del rol: en esta categoría se agrupan las respuestas que

refieren a la diversidad de valencias que adquiere el rol profesional: “el

profesional es el que sabe”, el profesional como técnico, como

consultor, como colaborador. Estas respuestas se presentaron en el

39,6% de los casos.

"En muchos casos, más allá del asesoramiento en materia legal o

impositiva o cuestiones contables cotidianas en nuestra profesión,

debemos estar abiertos a escuchar situaciones personales inesperadas

que surgen inevitablemente y responder de manera acorde."

39
"Aprendimos que un buen profesional es aquel que es excelente desde el

punto de vista técnico, en lo que atañe a los conocimientos, como así

también desde el punto de vista social, en lo que hace a los valores como

personas, con conciencia de las obligaciones con la comunidad en la que

vivimos y de la que venimos".

1.3.2 Incumbencias profesionales: esta categoría refiere a las respuestas

que dan cuenta de las incumbencias del rol profesional en la práctica

en los diferentes ámbitos de trabajo. Estas respuestas se presentaron

en el 31,2% del total.

"Ser el mejor profesional, sea quizá el objetivo al que todo estudiante

apunta. Y ello, no solo abarca tener la mayor cantidad posible de

conocimiento y recordar la mayor cantidad de fórmulas y conceptos.

Incluye saber aplicar nuestros conocimientos a las organizaciones en las

que participamos, de un modo funcional para cada una de ellas. Incluye

adaptar y actualizar nuestros conocimientos, conforme avanza y se

transforma la sociedad. Incluye atender a las necesidades de las que

somos partícipes, con iniciativa y creatividad, buscando dar respuesta a

las problemáticas que aquejan a la misma, buscando construir una

sociedad mejor, al mismo tiempo, que nos construimos como mejores

personas."

“Gracias a la práctica realizada, pudimos ampliar nuestro panorama y

conocer otro ámbito en el cual es posible desarrollar la profesión y brindar


40
nuestros servicios. ONG, Sociedades de Fomento, Comedores barriales,

Emprendedores y no solo limitarnos a comercios, empresas, industrias,

etc.”

1.3.3. Compromiso ético del rol: en este grupo se incluyen las respuestas que

valoran los aspectos éticos del ejercicio del rol profesional, como así

también las críticas a las conductas profesionales observadas en la

práctica que se alejan de las normas éticas y deontológicas. El 25% de

las respuestas estuvieron asociadas a esta categoría.

"Este proyecto influyo sobre nuestra visión actual de la profesión.

Evidentemente hay una incompatibilidad entre la necesidad de servicios

profesionales de la gente y la predisposición de los profesionales a

satisfacerlas. Lo que parece orientar esto último es casi exclusivamente la

capacidad económica del cliente, acentuando la vulnerabilidad de los más

necesitados. "

“A la hora de asumir un trabajo de cualquier índole, un profesional debe

cumplir con lo acordado o abstenerse en el caso de no sentirse

capacitado, para brindar un mejor servicio al cliente. Desde ese punto de

vista y teniendo en cuenta lo sensible que son este tipo de organizaciones

nos hemos comprometido en ayudarlos sobre lo que esté a nuestro

alcance y asumir la responsabilidad de los trabajos realizados.”

41
1.3.4 Valoración de la interdisciplina: da cuenta de respuestas que valoran

positivamente el trabajo en equipo con profesionales de diversas

disciplinas. Se presentaron 2 respuestas asociadas que representan el

4,1% del total.

“Nos dimos cuenta de la importancia de trabajar en conjunto con

profesionales de otras carreras como fue el caso de la Psicopedagoga

Karina que voluntariamente decidió colaborar con nosotros.”

“Además ha sido mi primera experiencia desde lo profesional y en cuanto

al trabajo en equipo con otras disciplinas fue positivo ver todo lo que

podíamos aprender de otras personas que manejan conocimientos tan

diferentes.”

1.4. Impacto Organizacional

En este último nivel se intenta medir las valoraciones que los estudiantes

realizaron respecto del impacto que ha tenido su tarea en la organización en la

que realizaron la Práctica. Su objetivo es evaluar el beneficio que ha producido

la acción formativa en la comunidad. Las respuestas coinciden con las

obtenidas del ítem “Impacto Comunitario” del Informe Final que presentan los

estudiantes.

42
Figura 6: Distribución de respuestas. Impacto Organizacional.

Para el análisis se han dividido las respuestas teniendo en cuenta según

dónde los estudiantes valoran que se ha producido el impacto:

1.4.1 En las personas: se han presentado estas respuestas en el 35% del total.

“Los miembros de la asociación han podido adquirir nociones básicas

sobre el manejo de las herramientas, la responsabilidad laboral, la

importancia del compañerismo y compromiso para con sus pares, y lo

más importante, la repercusión que todo ello tiene en el buen

funcionamiento de la organización.”

43
“Durante nuestra intervención comenzaron a estar más atentos y a poner

mayor esfuerzo por aprender, principalmente respecto a las obligaciones

de formalización de la organización.”

1.4.2 En los procesos: las respuestas asociadas ascienden al 24,5% del total.

"La práctica facilitó un espacio de discusión que se fue sistematizando

con el tiempo. Esto es fundamental en cualquier organización para poder

ayudar a los feriantes a organizarse."

“Aprendieron a delegar las responsabilidades y funciones de la

organización, a obtener y administrar los recursos y la importancia de

tener todo en regla para lograr obtener ayuda de diferentes lugares

puesto que la transparencia es vital para la confianza”

1.4.3 En los resultados: se presentaron en el 15,8% de las respuestas.

“Creemos que el impacto en la organización con nuestra intervención, fue

muy positivo, ya que les brindamos las herramientas necesarias para

solucionar gran parte de las problemáticas que habíamos detectado.”

“Nuestra tarea en la institución permitió un ahorro de tiempo y disminución

de errores a la hora de realizar la liquidación de sueldos, lo que permite

que las encargadas de realizar esa tarea, puedan abocarse a realizar otro

tipo de actividades que se venían postergado. A su vez, una correcta


44
valuación de sus costos les permite poder proyectar el destino de los

fondos y poder mantener la institución, no sólo ediliciamente sino su staff

de recursos humanos, su factor principal.”

1.4.4 En la Universidad: las respuestas asociadas representan el 3,5% del total.

"Al cursar el seminario y realizar las prácticas pudimos dimensionar otras

funciones de la Universidad, que muchas veces se encuentran relegadas.

Comprendimos que la formación tiene que abarcar diferentes aspectos,

no sólo el académico o profesional. Tiene que ir más allá, insertarse en el

ámbito, preocuparse por el contexto, generar compromiso y propugnar por

el cambio. Es una práctica basada en valores (como solidaridad,

fraternidad, e igualdad). Al hacer la práctica no sólo transformamos la

comunidad, sino también nuestra Facultad, cumpliendo con su misión

social."

1.4.5 Inespecífico: el 12,3% no dan cuenta de especificaciones respecto de

las transformaciones ocurridas, aunque indican su presencia.

"Estimamos que el impacto a nivel organizacional que se generó con

nuestra intervención fue positivo, aportando no sólo una mirada

profesional sobre problemáticas cotidianas, sino también brindando un

punto de vista externo con una perspectiva diferente de las distintas

situaciones y situados desde un lugar donde nuestras opiniones son

45
tomadas con una relevancia superior, por el rol que nos otorga la

universidad al permitirnos llegar a estas organizaciones. "

"Al tratarse de una problemática de Salud, todo lo que hemos podido

aportar desde lo operativo, en la aplicación de nuestros conocimientos,

como desde lo humano escuchándolos, compartiendo tardes, generando

empatía provocan un impacto imposible de medir en números,

porcentajes, ratios o cualquier otra métrica que hemos acumulado a lo

largo de nuestros estudios.”

1.4.6 Sin impacto: el 8,7% de las respuestas no hace mención a impactos en la

organización.

2. Evaluación realizada por los docentes

A continuación se adjuntan los resultados del análisis realizado sobre las

entrevistas administradas a docentes mediante la técnica de incidentes críticos

(Flanagan, 1954). Según Navarro et al. (1998) los incidentes críticos son

situaciones significativas que ponen al docente en una situación

desestabilizante, impactando en los planos cognitivo, social y emocional.

2.1. Incidentes positivos y negativos

Los incidentes evaluados como positivos de los seis docentes

entrevistados se relacionan en el 100% de los casos con situaciones en que


46
queda en evidencia el compromiso personal e implicación emocional de los

estudiantes. Los docentes valoran de manera significativamente satisfactoria

que los estudiantes se impliquen en su práctica y que esta sea una primera

experiencia de trabajo comunitario, a continuar en el futuro.

Uno de los docentes menciona que las prácticas, cuando funcionan

adecuadamente dejan una huella en los estudiantes, de tal manera que

algunos continúan trabajando en las organizaciones en las que realizaron sus

experiencias. Algunos de los comentarios realizados por los docentes son:

“Una de las que más me llamó la atención fue la de una estudiante de

Pinamar que nos pidió si podía hacer su trabajo allá. Y lo hizo en el

cuartel de bomberos voluntarios, y fue tan interesante su trabajo, que la

terminaron contratando.”

“Y la verdad fue de esos casos que de alguna manera te alimentan el

alma, y te das cuenta de que realmente tiene sentido la práctica, tanto en

la formación profesional que es lo que buscamos, como en la formación

personal”

En cuanto a los incidentes críticos asociados a eventos calificados

negativamente, la mayoría de los docentes coinciden en atribuir esa evaluación

a los casos de prácticas que ellos denominan de “baja intensidad”. Con esta

clasificación se refieren a prácticas en que los estudiantes “van poco a la

institución, y cuando vienen a la tutoría intentan hacernos creer que han hecho

grandes cosas… Nos damos cuenta cuando no es así.”

47
“Estos estudiantes tienen una resistencia a ir a la organización. Son estos

chicos que me parece que están muy identificados con ese discurso que

circula en la facultad: nosotros estamos para trabajar en multinacionales,

en estudios de contadores grandes, no en sociedades de fomento.”

“(…) lo feo es cuando por ahí te das cuenta en el discurso que el

estudiante vivió la práctica como un requisito más, sin involucrarse.

Porque nosotros esperamos mucho más”

2.2. Aprendizajes relevantes

Otro de los aspectos indagados en las entrevistas se vincula a las

consideraciones que hacen los docentes respecto de cuáles son los

aprendizajes más significativos realizados por los estudiantes.

En general en todas las entrevistas se alude a dos cuestiones

fundamentales:

a) La transformación personal que se produce en los estudiantes al implicarse

en contextos sociales de mayor vulnerabilidad a los idealizados para el

desarrollo de la profesión.

“Pibes que han hecho cosas que los impactan, que los cambian, que los

reorienta en la profesión. Y otros que pasaron por las prácticas,

cumplieron requisito”

“Generan experiencias. Pero de esas experiencias no sacan aprendizajes

nuevos o conocimiento distinto del que traían, desde un punto de vista


48
teórico. Lo que se llevan es una porción de realidad que no conocían, y el

impacto que ese encuentro les generó, transformándolos.”

“No, este chico tiene que ir a un lugar donde lo citan a las 8 y hasta las 9

no llegan. Va a un lugar donde lo citan a las 8 y 8 menos 10, en viaje, lo

llaman y le dicen “Mirá hoy no se hace la reunión, se suspendió para

mañana”. O que golpeé la puerta y que no haya nadie. Me parece que

estos son los aprendizajes que se hacen por fuera y que fortalecen su rol.

Porque además, en estos lugares comunitarios son tratados como

profesionales.”

b) La re significación desde una perspectiva crítica de los saberes en la

práctica concreta en una organización.

“El darse cuenta de las herramientas que fue aprendiendo en la facultad y

poder aplicarlas a ese tipo de organización diferente.”

“La re significación de los saberes y el conocimiento de la realidad, así

como el conjunto de organizaciones de Mar del Plata.”

“Son muy críticos los chicos con muchas de las materias y los contenidos

que van aprendiendo porque dicen “a mí me enseñaron esto pero la

verdad que lo que veo en la calle es que no sirve así, así no lo puedo

aplicar”.

49
CAPÍTULO IV

DISCUSIÓN

El presente trabajo plantea como conjetura provisoria que el Seminario de

Prácticas Socio Comunitarias de la Facultad de Ciencias Económicas y

Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata promovería situaciones

“transformadoras” en distintos niveles: académico, profesional, comunitario y

personal. Este apartado se propone evidenciar la existencia de estas

transformaciones a partir del análisis de los resultados descriptos en el capítulo

anterior.

Según Cecchi., Delicio., Governatori., Libera., Puglisi & Zaballa( 2010) las

PSC proponen que el estudiante desarrolle valores solidarios, el compromiso

social, y un posicionamiento ético y crítico que trace un puente entre la

Universidad y la comunidad. En este sentido Cecchi & Pérez (2013) señalan

que las practicas Socio Comunitarias promueven transformaciones en las

siguientes dimensiones que vincularemos a continuación con los resultados

obtenidos en la presente investigación.

1. Dimensión Ética

Asociaremos esta dimensión con la aparición de conductas vinculadas con

el debate y reflexión acerca del modelo de Universidad vigente, su pertinencia,

la responsabilidad social y ética de la misma, y el compromiso comunitario. Se

vincula fundamentalmente con el desarrollo de valores como la solidaridad, el

altruismo, el respeto por el otro, la tolerancia con lo diferente, entre otros.


50
Encontramos evidencia de la presencia de esta dimensión en categorías

como “Sentimientos positivos hacia sí mismos / Autosuperación”, de la

dimensión “Reacciones”, en “Competencia participativa” en la dimensión de

Aprendizaje, y en “Compromiso ético del rol” en el nivel de Transferencia.

"Al cursar el seminario y realizar las prácticas pudimos dimensionar otras

funciones de la Universidad, que muchas veces se encuentran relegadas.

Comprendimos que la formación tiene que abarcar diferentes aspectos,

no sólo el académico o profesional. Tiene que ir más allá, insertarse en el

ámbito, preocuparse por el contexto, generar compromiso y propugnar por

el cambio. Es una práctica basada en valores (como solidaridad,

fraternidad, e igualdad). Al hacer la práctica no sólo transformamos la

comunidad, sino también nuestra Facultad, cumpliendo con su misión

social."

"Tuvimos una pequeña charla con el contador, quien sólo se limitaba a

cuestiones formales, confección del balance, presentación de libros, etc.

Su ausencia en temas administrativos, de distribución de fondos, de

asesoría es notable. Su falta de acompañamiento a la asociación nos hizo

recapacitar sobre temas éticos, de responsabilidad social y de

compromiso"

Estos resultados son consistentes con los objetivos planteados para el

ejercicio de la Responsabilidad Social Universitaria por Jiménez de la Jara

(2008), quien la define como la capacidad de la universidad de promocionar y


51
ejercer un conjunto de principios y valores por medio de procesos y prácticas

en sus cuatro funciones capitales: investigación, docencia, extensión y gestión.

Las evaluaciones que realizan los propios estudiantes sobre su experiencia en

la práctica articulan adecuadamente con lo deseado para la formación de

profesionales socialmente comprometidos, según lo que afirman Lara & Bris

(2010), quienes enfatizan el compromiso ético de los universitarios en su

vinculación con la sociedad.

2. Dimensión Epistemológica

Las prácticas comunitarias constituyen una posibilidad de transferir

conocimientos a la comunidad colaborando en la resolución conjunta de

problemáticas concretas. Esta intervención posibilita un enriquecimiento de

ambas parte, comunidad y estudiantes, contribuyendo a reconsiderar nuevas

líneas de investigación. Permite advertir la transformación que el conocimiento

puede producir en la comunidad. Este posicionamiento respecto a la

reciprocidad del aprendizaje se sustenta en la utilización de la metodología de

Aprendizaje Servicio (Tapia, 2002)

Se citan a continuación fragmentos del discurso de los estudiantes

evaluados en las categorías de “Competencia metodológica” del nivel de

Aprendizaje, de “Valoración de la interdisciplina” correspondiente a

Transferencia y de las diferentes categorías del nivel de Impacto

Organizacional.

52
“Nuestro rol fue activo y consideramos necesario que puedan llevarse a

cabo estas prácticas en todas las facultades ya que no solo brindamos

nuestro conocimiento, sino también, la comunidad nos dio el suyo”

“Creemos importante la implementación del Seminario en toda la

Universidad. El conocimiento aprendido en la facultad tiene que ser

puesto a disposición de la comunidad y nosotros recibir el de ellos”.

El análisis de los resultados pone en evidencia que el Seminario de

Prácticas Socio Comunitarias responde efectivamente a la metodología de

Aprendizaje Servicio, ya que se observa un equilibrio adecuado entre los

procesos de Aprendizaje por un lado y de Servicio por el otro. Luego de

relevados todos los datos, el 82% de los estudiantes realizaron informes donde

dan cuenta de la reciprocidad del aprendizaje entre ellos y las organizaciones,

y de la existencia de un servicio concreto brindado a la comunidad.

Figura 7: Ejes del Aprendizaje Servicio según N. Tapia (2002)

Servicio Aprendizaje
S
Comunitario Servicio
institucional
E
R
- APRENDIZAJE +
V
I
C
Iniciativas solidarias I Trabajos de campo
asistemáticas O
-

En la figura precedente, se observa que los ejes de aprendizaje y

servicio deben interrelacionarse de manera particular para estar ante un caso

53
de Aprendizaje Servicio. Si lo que prepondera es el Servicio por sobre el

Aprendizaje, nos encontramos frente a un caso de Servicio Comunitario

institucional, que si bien puede estar articulado con el proyecto institucional, no

necesariamente supone un aprendizaje sistematizado para el estudiante.

En el extremo opuesto, en que se privilegia el Aprendizaje por sobre el

Servicio, encontramos el trabajo de campo, definidas como actividades de

investigación que involucran a los estudiantes con la realidad de su comunidad,

pero considerada exclusivamente como objeto de estudio. La finalidad del

trabajo de campo es fundamentalmente el aprendizaje de contenidos

disciplinares.

Cuando no hay un privilegio de ninguno de los dos ejes, nos

encontramos con actividades solidarias asistemáticas, que si bien tiene una

intencionalidad solidaria, generan poca o ninguna integración con el

aprendizaje formal. La calidad del servicio brindado a la comunidad suele ser

baja porque no suele brindar soluciones duraderas a las problemáticas

comunitarias y logra escaso compromiso personal de los estudiantes en la

gestión.

Por fin llegamos al cuadrante que incluye el Aprendizaje Servicio. En

este, ambos procesos son privilegiados enfáticamente, porque su objetivo

consiste, como lo señala Tapia (2002), en constituir un servicio solidario

desarrollado por los estudiantes para responder a necesidades de la

comunidad y planificado institucionalmente en forma integrada con el

currículum, en función del aprendizaje de los estudiantes. Según la autora, el

aprendizaje servicio está necesariamente protagonizado por los estudiantes,


54
tiene una intencionalidad solidaria y otra pedagógica, proponiéndose mejorar la

calidad de los aprendizajes escolares.

3. Dimensión social

Cuando la Universidad se permite dialogar y discutir sobre su misión

comunitaria con todos los actores sociales, se dispone a aprender y

transformarse. Promueve la inclusión, sentimientos de pertenencia, desarrollo

de habilidades sociales, participación ciudadana, y habilidades de carácter

político para la gestión de la convivencia en sociedad.

Encontramos evidencia de transformaciones en esta dimensión en

categorías como “Sentimientos de comunidad”, “Sentimientos positivos hacia sí

mismos / Autosuperación”, y “Resultados / Objetivos cumplidos” del nivel de

Reacciones, en las categorías “Competencia Social” y “Competencia

participativa” en el nivel de Aprendizaje.

" Trabajar con una organización que realmente tiene necesidades y

no cuenta con los recursos para contratar un profesional que

solucione los problemas o ayude a cubrir esas necesidades nos

permite a nosotras como profesionales ver lo importante que es

aportar un granito de arena a quien realmente lo necesita sin esperar

nada a cambio."

"Más allá de los objetivos alcanzados fuimos parte de la comunidad,

contribuimos desde un pequeño lugar a la sociedad. Aprendimos

muchas cosas que quedan fuera del aprendizaje dentro de las aulas,

pero que son de vital importancia a la hora de desarrollo profesional.


55
Ya sea el trato con las personas, la resolución de problemas al

margen de nuestra profesión, conocer otras realidades, ser más

humanos y solidarios, mirar más allá de nuestros propios

problemas."

Al iniciar el presente trabajo planteábamos que la Educación Superior,

debe reforzar sus funciones de servicio a la sociedad mediante actividades

encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el

analfabetismo, el hambre, el deterioro del medio ambiente y las enfermedades,

mediante una postura inter y transdisciplinaria que permita analizar los

problemas y las cuestiones planteados teniendo en cuenta la magnitud de su

complejidad. Para ello propusimos el criterio de Pertinencia de M. Muñoz

(2008), cuya dimensión social se erige como la capacidad de la ES para

contribuir, desde su naturaleza y funciones, a la solución de los problemas

sociales.

Las respuestas de los estudiantes han evidenciado que el Seminario de

Prácticas Socio Comunitarias es consistente con la misión de la Educación

Superior, y que la pertinencia social está asegurada, promoviendo acciones

concretas de servicio comunitario. Estas experiencias permiten, según nuestra

observación, el desarrollo de la ciudadanía, según la plantea A. Cortina (2008),

porque las prácticas permiten el desarrollo del sentido de pertenencia y esto

posibilita que los estudiantes se sientan reconocidos por la comunidad, y por

ende motivados para integrarse activamente en ella.

Gasca-Pliego y Olvera-García (2011), por su parte, sostienen que la

universidad debe crear nuevas estrategias pedagógicas centradas en la

conformación de comunidades de aprendizaje con foco en gestión de


56
problemas y proyectos sociales, así como la promoción de la

transdisciplinariedad. Esta estrategia consiste justamente en el desarrollo de

competencias sociales y participativas que incrementan los conocimientos y

habilidades de los estudiantes para desenvolverse profesionalmente en la vida

social.

4. Dimensión Pedagógica

Las prácticas posibilitan una resignificación por medio de la reflexión de los

conceptos teóricos y de una experiencia de aprendizaje situado, basado en el

paradigma de la cognición situada o aprendizaje contextualizado (Cecchi y

Pérez, 2013), llevado a cabo en escenarios reales, y cuyo beneficio radica en

que permite que los estudiantes resignifiquen los contenidos de aprendizaje

frente a problemas concretos, participen activamente y con autonomía en la

construcción del conocimiento y desarrollen habilidades críticas y reflexivas.

A continuación se transcriben citas de los propios estudiantes que dan

cuenta de transformaciones en las categorías de “Competencia Metodológica”

e “Insuficiente formación académica” en el nivel de Aprendizaje, así como en

“Polivalencia del rol” e “Incumbencias profesionales” en el nivel de

Transferencia.

“Otro aspecto para desatacar es haber aprendido a trabajar con este tipo

de asociaciones sin fines de lucro, dado que en la facultad nos preparan

principalmente para brindar servicios en organizaciones con fines de lucro

y gracias a estas prácticas uno puede tomar contacto con otros sectores

de la sociedad que requieren de ayuda profesional.”

57
“Lo aprendido en las prácticas nos sirvió para bajar a la realidad nuestro

conocimiento y aprender, a la vez, aquellas cuestiones que

desconocíamos, como trámites, leyes nuevas, etc.”

En la revisión teórica del presente trabajo hacíamos referencia a los

aportes de Antequera, Craparo, & Chevasco, (2014), quienes plantean que las

PSC permiten conectar la teoría con la práctica promoviendo el dialogo entre

saberes que se enriquecen en la interacción con los diversos actores:

docentes, estudiantes, investigadores, y organizaciones de la sociedad civil y

del Estado.

Los resultados dan cuenta de la capacidad de las PSC a partir de la

propuesta pedagógica de aprendizaje servicio para promover en los

estudiantes una reflexión crítica acerca de los contenidos académicos,

evaluando su pertinencia, alcances y limitaciones. Esto conlleva una

trasformación y re significación de los contenidos teóricos y técnicos adquiridos

por los estudiantes en su proceso de formación.

Según Campo (2008) el Aprendizaje Servicio es una actividad compleja

e innovadora, donde el estudiante vive intensamente una experiencia en

territorio, la cual permite ampliar su mirada social y profesional, dando

significado a conocimientos académicos. Según lo observado a través de las

respuestas de los estudiantes, la experiencia de las PSC permite no sólo

ampliar la mirada acerca de las incumbencias de su rol profesional, sino

también hacer una crítica en relación a las falencias de la formación

académica.

58
LIMITACIONES

El siguiente trabajo se encontró con limitaciones de diversa índole, que

describimos a continuación:

 Encontramos que la representatividad de la muestra se circunscribe sólo a

estudiantes que cursaron durante el primer cuatrimestre del Seminario de

Prácticas Socio Comunitarias del año 2014. Así mismo, se encontró la

dificultad de realizar el seguimiento de cada dupla de estudiantes por las

ausencias reiteradas al Seminario. En esta línea consideramos la necesidad

de que futuras investigaciones puedan trabajar con una muestra más

representativa que incluya a estudiantes de diversos años.

 En cuanto a la revisión teórica encontramos tres limitaciones importantes.

La primera es que no se contó con un marco teórico integrado, sino que se

debió relevar diferentes conceptos por separado, evaluando la pertinencia

de los autores y sus producciones. La segunda es no haber logrado definir

un marco teórico que posibilite un análisis de la dimensión política que

atraviesa el Seminario de Prácticas Socio comunitarias. Por otro lado, la

dificultad que se encontró para diferenciar las nociones de Responsabilidad

Social Universitaria y Compromiso Social Universitario. Recientemente se

añadió al presente trabajo capítulos publicados publicada durante el mes de

diciembre de 2014 por el Grupo SOVIUC dirigido por la Mg. M. Pacenza, lo

que nos permitió introducir algunas líneas teóricas más al respecto.

59
SUGERENCIAS

Se construye este apartado con el objetivo de realizar sugerencias para

próximas investigaciones, por un lado, y para la cátedra del Seminario de

Prácticas Socio Comunitarias, por el otro. Guían estas palabras la voluntad de

seguir construyendo una mejor universidad, orientada a la comunidad,

potencialmente transformadora.

Respecto de futuras investigaciones:

 Consideramos resultaría interesante realizar una evaluación sobre las

significaciones que adquiere el espacio de Tutorías para los diferentes

docentes que integran la cátedra, y para los estudiantes. De los datos

recogidos en entrevistas encontramos importantes diferencias en la

definición de este espacio.

 Consideramos resultaría interesante articular la efectividad de la práctica

con el concepto de Liderazgo Transformacional y Liderazgo Ético, ya que

nuestras observaciones y entrevistas nos permitirían establecer algunas

hipótesis de correlación entre estas dos variables.

Respecto del Seminario de Prácticas Socio Comunitarias:

 Se sugiere que el Plan de Trabajo Docente cuente con objetivos

específicos para el total de la práctica, así como, en particular, para el

espacio de tutorías. Definir allí la misión de esos espacios suponemos

colaborará con la creación de un encuadre compartido. Por otro lado sería

conveniente que constara la bibliografía obligatoria y sugerida.

 Consideramos relevante que se incluya en la práctica una reflexión acerca

de qué accionar debe tener la cátedra y los estudiantes frente al relato de


60
experiencias con profesionales de la comunidad que han infringido la ley o

la ética profesional. Sería interesante articular esas experiencias con la

formación ética/deontológica durante las carreras de grado.

 Cuando se realiza un trabajo comunitario siendo estudiante, ese primer

encuentro con el otro implica siempre un riesgo: el de emocionarse,

implicarse en demasía, comprometerse, solidarizarse, angustiarse, el de

ser ganado por la intolerancia, el fastidio o la impotencia. En este

Seminario hemos evidenciado incluso que hubo un cierto riesgo físico en

ese encuentro. Creemos que estos riesgos no están siendo evaluados en

toda su magnitud, hecho por el cual recomendamos la inclusión de

profesionales de diferentes formaciones que aporten una mirada

interdisciplinaria, como por ejemplo, psicólogos, sociólogos, trabajadores

sociales, antropólogos o filósofos.

 Consideramos que sería enriquecedor que los encuentros de tutoría

prevean un espacio de reflexión crítica al final de cada encuentro, que

permita pensar sobre lo acontecido a lo largo del mismo, puntuando qué

fue lo aprendido, qué ideas centrales se trabajaron, y cuáles son los

objetivos para el próximo encuentro.

 Consideramos podría ser beneficioso introducir en las reuniones del equipo

docente un espacio de formación en Liderazgo transformacional, cuyas

características creemos son las más adecuadas para la gestión del

seminario y el cumplimiento de los objetivos que el mismo se propone.

61
CONCLUSIONES

En esta investigación se logró una aproximación exploratoria descriptiva

y cualitativa respecto del compromiso social y la potencialidad transformadora

del Seminario de Prácticas Socio Comunitarias de la FCEyS de la UNMDP.

Para alcanzar los objetivos estipulados se propuso trabajar en tres ejes

principales: (1) análisis del dispositivo de tutorías del Seminario mediante la

observación no participante, (2) análisis de los impactos del Seminario

explicitados por los estudiantes de acuerdo a las dimensiones de análisis

propuestas: académica, profesional, comunitaria y personal, mediante el

análisis documental y la observación no participante de los coloquios de los

trabajos finales, y (3) análisis de situaciones críticas consideradas favorables y

no favorables por docentes mediante la entrevista de incidentes críticos y por

los estudiantes mediante los informes escritos. Para ello se observaron 18

clases de tutoría, se realizaron 6 entrevistas semi dirigidas a los docentes de la

cátedra y se analizaron 32 informes finales pertenecientes a 65 estudiantes

asistentes al Seminario en el año 2014.

El método de análisis cualitativo permitió dar cuenta, con el propio

discurso de los actores sociales implicados, de cuáles son las significaciones

atribuidas a este espacio de formación y los aprendizajes asociados. Para

sistematizar estos resultados se utilizó el modelo de evaluación de acciones

formativas de D. Kirkpatrick (1999), que permitió describir los resultados en

cuatro niveles de análisis: Reacciones, Aprendizaje, Transferencia e Impacto

Organizacional.

62
La medición del nivel de Reacciones permitió arribar a un 95% de

satisfacción de los estudiantes con la formación recibida, atribuyendo esta

valoración a sentimientos de autosuperación aparecidos con motivo de esta

práctica, y al refuerzo de sentimientos comunitarios, desarrollo de la solidaridad

y pertenencia social.

Los resultados del nivel de Aprendizaje fueron analizados con una

adaptación del Modelo de Competencias de acción profesional (P. Bunk, 1994)

en estas dimensiones: Metodológica, Participativa y Social. Se consideró que la

competencia técnica fue adquirida a lo largo de la formación de grado.

El 38,7% de los estudiantes afirmó que desarrolló la Competencia

Metodológica por medio de la práctica, desarrollando una mayor adaptación,

flexibilidad y creatividad en el momento de aplicar los conocimientos a la

realidad. El 30% de los estudiantes mencionó que la Competencia participativa

fue desarrollada. Esto fue evidenciado en sentimientos de compromiso

ciudadano, refuerzo de valores democráticos e implicación ética en la relación

con la comunidad. En cuanto a la Competencia Social, el 18,7% refiere su

desarrollo en términos de habilidades prosociales, como la empatía, la

comunicación interpersonal, la solidaridad y el cuidado del otro.

En cuanto a la evaluación de los docentes respecto del aprendizaje

realizado por los estudiantes, ellos valoran de manera significativamente

satisfactoria que se impliquen en su práctica y que esta sea una primera

experiencia de trabajo comunitario, a continuar en el futuro. Consideran que el

aprendizaje se da en dos ejes centrales: la re significación desde una

perspectiva crítica de los saberes en la práctica concreta en una organización

por un lado, y la transformación personal que se produce en los estudiantes al


63
implicarse en contextos sociales de mayor vulnerabilidad a los idealizados para

el desarrollo de la profesión, por el otro.

El tercer nivel de Transferencia, arrojó resultados satisfactorios en cuatro

categorías diferentes: un 39,6% de respuestas atribuidas al aprendizaje de la

Polivalencia del rol, definida como la diversidad de valencias que adquiere el rol

profesional; un 31,2% de las respuestas referidas al aprendizaje de las

Incumbencias profesionales; un 25% atribuido a la categoría de Compromiso

ético del rol, referida a la valoración de los aspectos éticos del ejercicio del rol

profesional, como así también las críticas a las conductas profesionales

observadas en la práctica que se alejan de las normas éticas y deontológicas.

Por último el 4,1% de los resultados corresponde a la Valoración de la

interdisciplina, en tanto se consideró positivamente el trabajo en equipo con

profesionales de diversas disciplinas.

El último nivel, de Impacto Organizacional arrojó resultados que

incluyeron impactos positivos en el 90,4% de las respuestas, distribuidos en

varias categorías: impactos en las personas, los procesos, los resultados y en

la propia Universidad.

Al inicio de este trabajo se planteó como conjetura “provisoria” que el

Seminario de Prácticas Socio Comunitarias de la Facultad de Ciencias

Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata promovía

situaciones “transformadoras” en distintos niveles: académica, profesional,

comunitaria y personal. Para ello se discutieron los resultados recién

mencionados a la luz de las dimensiones de transformación de las prácticas

Socio Comunitarias propuestas por Cecchi y Pérez (2000). Esto permitió

concluir que la asistencia al Seminario y la consecuente realización de la


64
práctica socio comunitaria, a través de la metodología de Aprendizaje Servicio

promueve la transformación de los estudiantes en diversas dimensiones:

epistemológica, social, pedagógica y ética.

Estas transformaciones promueven la aparición de conductas

prosociales, que favorecen el desarrollo ciudadano, el ejercicio responsable del

rol profesional, el debate crítico sobre los valores éticos en juego en el

quehacer universitario, la reflexión sobre las necesidad de transformar la

formación académica para que se adapte a las demandas de la sociedad

actual, y la posibilidad de que los estudiantes puedan pensarse como futuros

actores sociales comprometidos con el devenir de la comunidad.

Las prácticas socio comunitarias constituyen una posibilidad de transferir

conocimientos a la comunidad colaborando en la resolución conjunta de

problemáticas concretas, posibilitando un enriquecimiento de ambas partes,

comunidad y estudiantes, contribuyendo a reconsiderar nuevas líneas de

investigación. Permite advertir la transformación que el conocimiento puede

producir en la comunidad. Este posicionamiento respecto a la reciprocidad del

aprendizaje se sustenta en la utilización de la metodología de Aprendizaje

Servicio (Tapia, 2002)

Cuando la Universidad se abre a un verdadero diálogo y trabajo conjunto

con la comunidad, enseña y aprende; por ende, transforma y se transforma.

Promueve la inclusión, sentimientos de pertenencia, desarrollo de habilidades

sociales, participación ciudadana, y habilidades de carácter político para la

gestión de la convivencia en sociedad.

El análisis realizado sobre este Seminario nos permite concluir que su

implementación es consistente con los nuevos desafíos que debe enfrentar la


65
Educación Superior del Siglo XXI, creando nuevas estrategias pedagógicas

centradas en la conformación de comunidades de aprendizaje con foco en

gestión de problemas y proyectos sociales, así como la promoción de la

interdisciplinariedad.

Estas experiencias de prácticas socio comunitarias contribuyen a

generar una relación universidad-sociedad que permite definir una agenda a

partir de los problemas y de los mismos actores sociales, “donde estos también

pueden llegar a constituirse en una condición de posibilidad para desarrollar

articulaciones al interior de una universidad fragmentada en unidades

académicas, esquemas disciplinares, cuando no por criterios corporativos”.

(Pérez, 2014) Definir estas prioridades es de vital importancia y constituye un

compromiso ético ineludible. Valoramos que el Seminario de Prácticas Socio

Comunitarias de la FCEyS de la UNMDP, con su implementación, contribuya a

construir este modelo de universidad inclusiva, solidaria y democrática.

La educación superior debe no sólo proporcionar competencias sólidas


para el mundo de hoy y de mañana, sino contribuir además a la
formación de ciudadanos dotados de principios éticos, comprometidos
con la construcción de la paz, la defensa de los derechos humanos y
los valores de la democracia. (Conferencia Mundial sobre Educación
Superior 2009, Unesco, París, art. 4).

66
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72
ANEXO 1: PROTOCOLO DE OBSERVACIÓN DE CLASE DEL SEMINARIO

Guía de observación de Tutorías de las

Prácticas Profesionales Comunitarias (PPC) - FCEyS 2014

Nombre de la Observadora (observaciones independientes):

Fecha de la observación:

Comisión de PPC (día y hora):

Docentes presentes:

Cantidad de estudiantes presentes:

Es importante poder registrar frases textuales y/o descripciones detalladas de

situaciones que puedan ejemplificar los puntos que a continuación se enuncian:

1. ¿Cómo es la dinámica de trabajo de la tutoría? Detallar.

2. ¿Cómo es el clima de trabajo de la tutoría? Detallar.

3. ¿Cómo es el nivel de participación? Detallar.

4. ¿Se han presentado situaciones críticas? Detallar.

5. ¿Cómo se han resuelto estas situaciones? Detallar.

6. ¿Cómo son niveles de comunicación e implicación subjetiva?

7. Conocimientos (saber-saber) que se enuncien/aborden en la tutoría.

8. Habilidades (saber-hacer) que se enuncien/aborden en la tutoría.

9. Actitudes (saber-estar) que se observen/aborden en la tutoría.

10. FODA: Fortalezas (int +), Oportunidades (ext +), Debilidades (int -) y

Amenazas (ext -) de la tutoría desde el punto de vista de la observadora.

11. ¿Qué adjetivos/cualidades caracterizarían a los docentes en esa tutoría?


73
12. ¿Qué adjetivos/cualidades caracterizarían a los estudiantes en esa tutoría?

13. ¿Qué adjetivos/cualidades caracterizarían a los actores organizacionales

según los comentarios de los estudiantes durante la tutoría?

14. ¿Cómo evaluaría el liderazgo del/ de los docente/s en la tutoría? Justifique.

15. ¿Cómo evaluaría el liderazgo de los estudiantes? Justifique.

16. ¿Cómo evaluaría el liderazgo de los responsables organizacionales con los

que se vinculan directamente los estudiantes? Justifique.

17. ¿Podrías calificar a las PPC como “transformadoras”? Justifique.

18. ¿Qué considerarías necesario para que las PPC sean aún más

transformadoras?

74
ANEXO 2: PROTOCOLO DE ADMINISTRACIÓN DE

ENTREVISTA A DOCENTES

1. ¿Cuál ha sido su trayectoria profesional hasta el momento? Indagar

curriculum, actividad profesional, actividad docente, actividad socio

comunitaria.

2. ¿En qué momento ingresó a la cátedra? ¿En qué condiciones? ¿Por

concurso? Si ingresó como adscripto, indagar en qué momento se lo

nombró ATP y cómo sucedió.

(Para el titular, indagar cómo formó el equipo docente, cada cuánto se

renueva, si reciben capacitación y criterios de selección.)

3. Indagar, si no se menciona, la historia de esta materia, sobre todo en el

caso de los “fundadores”.

4. ¿Qué lo motivó a participar de la cátedra?

5. ¿Cómo definiría el espacio de tutorías? ¿Cuáles son los objetivos

principales de ese espacio?

6. ¿Cuál es su rol en la Práctica, tanto en el espacio de introducción

teórica, como en la tutoría?

75
7. ¿Ha habido modificaciones en la propuesta educativa de la Práctica

desde su implementación, ya sea desde el aporte bibliográfico o desde

las estrategias didácticas planteadas en la tutoría?

8. Revisando su trayectoria en las prácticas, ¿cuál ha sido la situación más

favorable que le ha tocado transitar? ¿Cuándo sucedió? ¿Quiénes

participaron? ¿Qué hizo? ¿Cómo se sintió? ¿Se resolvió? ¿Cómo?

9. Y ahora, ¿cuál ha sido la situación más desfavorable que le ha tocado

transitar en la Práctica? ¿Cuándo sucedió? ¿Quiénes participaron?

¿Qué hizo? ¿Cómo se sintió? ¿Se resolvió? ¿Cómo?

10. ¿Cuál cree que es el aprendizaje más significativo que realizan los

alumnos en esta cursada? ¿Y el suyo?

11. Si pudiera cambiar algo de la Práctica, ¿qué sería? ¿Por qué lo haría?

76

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