Unidad III
Unidad III
Unidad III
UNIDAD III
MEDELLÍN - COLOMBIA
DIPLOMADO EN PSICOLOGIA DEL DESARROLLO INFANTIL
UNIDAD III
Desarrollo en la niñez
De los 6 a los 12 años
La niñez es una etapa en la que se definen mucho más los procesos de autonomía,
socialización y formación del carácter que el niño había iniciado durante la primera
infancia.
A nivel cerebral:
Desarrollo motor
Las habilidades motoras gruesas y finas les permitirán a los niños mejorar el agarre
y la precisión, también aumenta su capacidad y rapidez de reaccionar ante los
estímulos. Aunque las niñas son más precisas en sus movimientos; los niños
desarrollan más fuerza.
Actividades como arrojar objetos, mantener el equilibrio, alternar actividades entre
manos y piernas, brincar y saltar son más efectivas en esta etapa, no solo por el
desarrollo y estabilidad motora, sino porque durante esta etapa los niños aumentan
su seguimiento instruccional y capacidad de atención.
De acuerdo con Piaget, sobre los 7 años los niños ingresan en la etapa de
operaciones concretas. Aunque aún tienen algunas limitaciones, el desarrollo del
pensamiento se hace más lógico.
Seriación: los niños pueden organizar y reconocer objetos en una serie, de acuerdo
a una o más dimensiones como peso (del más ligero al más pesado) o color (del
más claro al más oscuro)
Razonamiento inductivo
Conservación
El niño trasciende en el análisis de las apariencias de las cosas. Comprenden que los
cambios simples en la forma externa de un objeto no afectan la esencia del mismo; en
su peso, longitud, masa, volumen y número.
Causalidad
Gradualmente el niño ha adquirido una perspectiva más amplia sobre el mundo. Cada
vez logra identificar más los atributos de las cosas y situaciones…pensar desde
diferentes ángulos y ver un proceso en su totalidad, no aisladamente.
Reversibilidad
Conocimiento numérico
Lenguaje oral
Lenguaje escrito:
Durante los primeros años, el niño atraviesa una etapa de socialización primaria, en la
cual, prima el egocentrismo. La socialización secundaria, propia de la etapa del niño
escolar, lo conduce a nuevos entornos y realidades.
Esta es una etapa eminentemente social. El niño estrecha vínculos más duraderos
con sus pares y despierta un mayor sentido de cooperación y empatía. Cobra gran
importancia la aceptación de sus amigos, se interesa por las apreciaciones de los
otros, se preocupa por su comportamiento y por las reacciones que esta causa en
ellos. Los juegos interactivos y los deportes presentan mayor interés para los niños de
esta etapa, a la vez, que influyen más en él los medios de comunicación, la moda, etc
Las relaciones con sus pares serán parte importante en sus identificaciones, pues si
bien, en su primera infancia los padres sirven como modelos para la construcción de
su identidad; ahora sus iguales servirán de referencia.
Para este momento, ya se ha debido establecer una base afectiva que le sirva como
soporte de su seguridad en sí mismo.
Antes de los 6 años, el niño puede describir sus características generales, pero hacia
los 7-8 años ha logrado construir un auto concepto más integrado e identificar sus
pensamientos, deseos y sentimientos. Igualmente se hará más consciente de sus
capacidades y limitaciones, desarrollando una mayor capacidad de autocrítica y
análisis de su propia conducta.
En torno al desarrollo moral durante esta etapa (operaciones concretas) se plantea
que el niño pasa de la heteronomía a la autonomía moral; lo que implica que sus
propias consideraciones y juicios toman mayor importancia y son más genuinos.
Piaget asegura que el niño antes de llegar a las operaciones concretas, cree en que el
adulto detenta la verdad sobre todas las cosas. Esto implica de cierta forma una
sumisión por parte del niño. Pero la madurez que alcanza su pensamiento después de
los 6 o 7 años conduce al niño a generar cuestionamientos sobre la realidad como la
ha conocido. Por esto, las normas que el niño hasta ahora ha venido asimilando, son
más introyectadas, puesto que puede valorar su sentido desde su propia objetividad.
Desarrollo psicosexual:
Este periodo coincide con la etapa que Freud en su teoría psicosexual, propondrá
como etapa de latencia.
La fase de latencia se desarrolla desde los seis años hasta la pubertad. Recordemos
que durante la primera infancia los niños presentan inquietudes y exploraciones
relacionadas con la sexualidad. Sin embargo, se cree que en este momento
disminuyen sus intereses frente a la investigación sexual, por esto, la etapa de
latencia se define como un período de calma. Sus intereses y preferencias se centran
en actividades de su vida escolar y social.
Aunque los intereses sociales de los niños son muy importantes en esta edad,
continúan con una alta dependencia hacia los adultos; estos además de ser su
referente primordial, les transmiten la seguridad y confianza que requieren para su
socialización y desarrollo de las habilidades necesarias que le permitirán responder
a los nuevos retos y contextos que enfrenta, por ejemplo, en su vida escolar.
La familia tiene un papel trascendental en la construcción del auto concepto del niño.
por medio del reconocimiento que los padres hacen a su hijo, la expresión afectiva y
el acompañamiento, el niño ganará mayor seguridad en sus acciones, le permitirá
tomar iniciativa y confiar en sus capacidades. Este proceso que inicia desde su
etapa inicial debe continuar durante la niñez, pues, aunque es un momento de
consolidación de procesos afectivos, el niño necesita de apoyo constante, así como
de un vínculo que le brinde seguridad y amor.
La familia como primer agente socializador ayuda a establecer las normas y rutinas
en la vida del niño. Aunque él pueda desarrollar algunas tareas con cierta
autonomía, es clave el acompañamiento y refuerzo por parte del adulto, en especial
porque después de los 6 años con el ingreso a la escolaridad formal, los procesos
de aprendizaje y requerimientos de los entornos educativos son mayores, por lo que
el niño requerirá de acompañamiento en las diferentes tareas que esto le represente.
Así pues, las instituciones educativas cumplen una función que va más allá de la
enseñanza académica, pues aporta elementos que componen una formación
integral:
Si bien el juego es una actividad importante desde los primeros años en la vida de
un niño, este continuará aportando a la promoción del desarrollo infantil en diversos
aspectos:
Por ser una actividad espontanea para el niño, el juego se considera un canal
que contribuye naturalmente a la adquisiòn de aprendizajes. A través del
juego el niño en esta etapa prueba alternativas para resolver problemas o
dilemas; constituye una forma de operar la información para el desarrollo de
su pensamiento. Además, permite aprender por medio de la acción, lo cual
implica que su conocimiento sea más profundo. Por esto las nuevas
pedagogías apuntan a la utilización del juego dirigido como recurso
pedagógico.
Cabe resaltar que en esta etapa se marcan diferencias de género frente a los
intereses de niños y niñas, que hacen que cada sexo comparta más actividades y
juegos entre sí.
Bibliografía
Meece Judith, (2001). Desarrollo del Niño y del Adolescente. Compendio para
educadores. Mexico, Mc Graw Hill
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