5.documento Propuesto Tercer Sesion de Formacion en Educacion Popular.

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Escuela de Formación Para la Organización Comunitaria

Facilitar procesos de formación en educación popular


El educador y educadora popular es en esencia un facilitador y facilitadora del
proceso de formación, una persona que apoya, genera confianza e impulsa con la
gente espacios de reflexión y acción para transformar realidades injustas.
Su accionar está mediado por la realidad y se nutre de las experiencias generando
procesos dialógicos, alejándose de posturas tradicionales donde se está allí para
dictar cátedra o enseñar lo que sabe a los que no saben.
Generar procesos de educación popular, significa definir una secuencia de acciones
centradas en las y los participantes. El educador o educadora crea y recrea el
espacio de formación, haciéndolo divertido y lleno de significados, partiendo de los
conocimientos de la gente, de la realidad y de las necesidades de las personas, y
propiciando la responsabilidad, la construcción colectiva, la participación interactiva,
la cooperación, la expresión, creatividad y el compromiso de asumir procesos de
transformación.
Los educadores(as) se desenvuelven como personas sencillas, humildes y
auténticas, congruentes con lo que se dice y se hace, con sentido ético ante la vida
y dentro de los principios de la educación popular. Los educadores(as) se esfuerzan
por crear un clima de respeto y confianza donde todos los y las participantes puedan
hablar libremente sin atropellar al otro. Promueve relaciones equitativas
asegurándose que todas y todos tengan la oportunidad para reflexionar y compartir
sus ideas.
Quien facilita, tiene sus propias opiniones, una intencionalidad política y tiene la
responsabilidad de decirla e intercambiar sus conocimientos con el grupo, generar
un proceso dialógico, el debate o la discusión con manejo de los temas que se
abordan.

Promover la participación implica:

• Generar espacios de diálogo sin discriminación


• Permitir que el ambiente sea agradable, ameno, lleno de posibilidades, lúdico y no
amenazante
• Actuar con equidad y sin favoritismo. Valorar las opiniones y expresiones de todos
y todas.
• Reconocer y promover el respeto por las opiniones e ideas.
• Evitar juicios y críticas personales, mantener una posición abierta, no defensiva y no
juzgadora.
• Problematizar chistes, bromas o sobrenombres que impliquen burla o
descalificación.
• Buscar el consenso y respetar los acuerdos del grupo. Abordar los conflictos y las
diferencias en el grupo, reflexionar concertando soluciones.
Los educadores(as) formamos para transformarnos y transformar, en el contexto
específico y global que nos corresponde vivir. Llevar procesos de educación popular
nos invita a deconstruirnos, a mirar nuestras actitudes y prácticas a fin de que sean
coherentes con los principios de la educación popular. Ser educador y educadora
popular significa haber tomado el camino de la formación como opción de vida.
Por todo lo señalado anteriormente, las personas que facilitan un proceso de
educación popular juegan un papel fundamental, al generar reflexión en el grupo sin
imponer sus propias ideas, orientando el desarrollo del pensamiento crítico e
incentivando la participación y el empoderamiento del grupo. Asumen su plan de
trabajo, como una guía de vuelo, y con gran flexibilidad, adaptando y variando el
proceso si es necesario, con tal de garantizar el desarrollo de este y el logro de los
objetivos propuestos.
La facilitación de un proceso de educación popular se expresa en tanto haya
claridad y manejo de la secuencia general del diseño de formación, así mismo en la
forma como se desarrolla cada técnica o actividad.
Es parte de la tarea promover la reflexión, el debate, acompañando al grupo en el
proceso, formulando las preguntas necesarias, incentivando la participación y
permitiendo que emerjan respuestas propias, y nuevas preguntas si es necesario,
que cuestionen los planteamientos expresados; evitar la dispersión y centrar las
discusiones en torno al tema; sintetizar las opiniones y argumentos de todas y todos,
para devolverlas ordenadamente al grupo y así profundizar la reflexión.
Es importante que el educador(a) preste atención al uso del lenguaje que utiliza
para comunicarse, por lo que es necesario explicar, detallar contenidos complejos,
usar ejemplos, imágenes, canciones, películas, ejemplos, para lograr que se
expresen las ideas centrales y generar intercambio de conocimientos.

Reflexión:
¿qué significa ser educador popular?
Probablemente estas pensado que ser educador a) no es tan sencillo, y que para
serlo se requiere preparación.
Lo más importante es deslastrarse del enfoque tradicional que hemos tenido como
referente y ha impedido generar espacios de diálogo y confrontación con lo que nos
han impuesto.
Es uno de los mayores retos, por lo que nos compromete a preguntarnos
constantemente si efectivamente el proceso que estamos llevando está centrado en
la participación del grupo, si la relación es horizontal, si el lenguaje que utilizamos
permite comunicarnos en forma clara, con profundidad teórica, pero con sencillez,
si es amigable, humilde, si ha generado confianza en el grupo, entre otros, e
igualmente si hemos logrado indignar para transformar.

Las estrategias de educación y acción popular

Pensar en estrategias en educación popular implica pensar la manera como se


organiza el proceso de formación, el camino que deseamos recorrer y como lo
deseamos recorrer.
Es un error pensar que educación popular es aquel tipo de educación que utiliza
muchas actividades, que es muy activa, alegre, en la que se juega mucho o se hace
reír a la gente, esto significa confundir la educación popular con dinamiquerismo o
con aplicación de técnicas grupales.
Utilizar estrategias significa saber el cómo vamos a desarrollar el proceso formativo,
basado en el por qué o para qué del mismo, es decir, la estrategia debe expresar el
sentido político de lo que vamos a hacer.
Podemos saber mucho de técnicas, pero si no tenemos claridad el para qué
hacemos todas esas actividades y cuál es la apuesta colectiva y política en la que
estamos, si no definimos los propósitos y generamos reflexión con las mismas,
podemos aplicar muchas técnicas, pero no ser auténticos formadores o formadoras
populares.
Estamos haciendo educación popular cuando llevamos a la práctica una pedagogía
de la liberación, de construcción colectiva y democrática de saberes, donde la
reflexión y la producción del conocimiento se realizan desde la práctica y los saberes
populares.
Donde se articula la realidad y los nuevos conceptos y conocimientos permitiendo
resignificar y develar las situaciones que nos oprimen, generando nuevas formas de
acción.
Las estrategias que utilizamos en educación popular son abiertas, flexibles,
participativas, colectivas, prácticas y vivenciales, no son neutrales, se plantean
desde un marco político, que implica la descolonización mental, la liberación de
estructuras opresivas y de dominación y la reflexión sobre nuestros accionar,
avances y retrocesos, en nuestra vida cotidiana.
Las estrategias de educación popular son múltiples y diversas, tienen su eje
metodológico en la acción-reflexión-acción, trabajar con ellas permite generar
procesos dialógicos y el desarrollo de actitudes comprometidas y solidarias con la
lucha por la vida digna de los pueblos, la defensa de la multiculturalidad, el
reconocimiento de los sujetos desde sus singularidades y particularidades, de los
movimientos sociales, movimientos campesinos, indígenas, obreros y de derechos
humanos, y también, por grupos de mujeres y jóvenes en su accionar transformador.
Esta multiplicidad y diversidad con las estrategias, es debido a que no giran en torno
a un interés único, sino que emergen alrededor de múltiples y variados intereses,
que orientan la acción educativa hacia el empoderamiento de las y los participantes,
respetando sus identidades, promoviendo la apropiación de la historia y la cultura,
develando los problemas y oportunidades de la organización comunitaria, el
ejercicio democrático del poder, la movilización protagónica en torno a proyectos
que dignifiquen la vida y la formación en la participación, entre otros.
La educación popular debe facilitar un pensamiento que religue, es decir, que haga
conexiones de las partes históricamente disgregadas y olvidadas, que vincule lo
local con lo global, un pensamiento que relacione el todo con las partes y las partes
con el todo, y que deje espacios para la indeterminación, para el asombro, lo
novedoso y lo creativo.
Las estrategias de educación popular plantean una ruptura con los enfoques
educativos dominantes, fragmentarios de la educación, para ello, quien facilita:
1. Parte de la realidad de las y los participantes, de su condición histórica, y de
la toma de conciencia crítica en torno a ella.
2. Usa técnicas participativas que generen cooperación, solidaridad y
corresponsabilidad.
3. Valora la cultura popular y la identidad cultural propia.
4. Adopta los modos de conocer y de elaborar el conocimiento propio de los
sectores con los que se trabaja
5. Parte de la realidad para volver a ella y transformarla
6. Genera la organización, permitiendo la participación de la comunidad y su
intervención en el proceso de toma de decisiones
7. Promueve la dialogicidad, la autoevaluación y autogestión del proceso de
formación.
8. Utiliza técnicas y herramientas educativas participativas, sencillas y
pertinentes

¿Qué diferencia hay entre la educación popular y la educación tradicional? ¿Para


qué utilizar estrategias de educación popular en la comunidad?

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