Demanda Ejecución de Resolución Judicial
Demanda Ejecución de Resolución Judicial
Demanda Ejecución de Resolución Judicial
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EXP. N° :
ESCRITO : 01.
DEMANDA EJECUCIÓN DE RESOLUCIÓN JUDICIAL.
I. DE LOS EJECUTADOS
1. JOSE MARTI SALDAÑA CAIGUARAY, identificado con DNI N° 17929129, a quien se le deberá notificar en su
domicilio sito en: CALLE DANIEL HOYLE N°. 306 URB. EL MOLINO LA LIBERTAD - TRUJILLO - TRUJILLO.
II. PETITORIO
Que, invocando interés y legitimidad para obrar y en ejercicio del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva,
interpongo DEMANDA DE EJECUCIÓN DE RESOLUCIÓN JUDICIAL, firme-ejecutoriada, contenida en la
Resolución Número Cuarenta y Siete de fecha Veintiocho de Septiembre de Dos Mil Siete,
Revocada por Resolución Número Cincuenta y Cinco de fecha Treinta y Uno de Enero de
Dos Mil Ocho e integrada esta última por Resolución Número Sesenta y Tres de fecha
Nueve de Octubre de Dos Mil Ocho// Cincuenta y Cinco de fecha Treinta y Uno de Enero
de Dos Mil Ocho e integrada esta última por Resolución Número Sesenta y Tres de fecha
Nueve de Octubre de Dos Mil Ocho, en la que se dispone el cumplimiento por parte de los ejecutados
referido a una obligación de dar suma de dinero en forma solidaria - reparación civil -, como es la suma de S/.
7,000.00 (SIETE MIL Y00/100 NUEVOS SOLES), Solicito al Juzgado se sirva requerir a los ejecutados para que
cumplan con la obligación ordenada en la citada resolución, con expresa condena de intereses legales, costas y
costos, en atención a los siguientes Fundamentos de Hecho y de Derecho que expongo:
1 ()
Concordante con el Art. 4° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que prescribe: “Toda persona y autoridad está obligada a
acatar y dar cumplimiento a las decisiones judiciales o de índole administrativa, emanadas de autoridad judicial competente,
en sus propios términos, si poder calificar su contenido o fundamentos, restringir sus efectos o interpretar sus alcances, bajo
responsabilidad civil, penal o administrativa que la ley señala (…) Nadie puede dejar sin efecto resoluciones judiciales con
autoridad de cosa juzgada, ni modificar su contenido, ni retardar su ejecución (…) bajo la responsabilidad política,
administrativa, civil y penal que la ley determine en cada caso (…)”.
5. Que, mediante Acta de Protocolización de la Solicitud de Sucesión Intestada de Carol Magally Rodríguez Flores
de fecha **** de ****** de ******* (Documento N° 05 y/o Anexo 1.F), SE DECLARA a la suscrita como LEGÍTIMA
Y UNIVERSAL HEREDERA DE CAROL MAGALLY RODRIGUEZ FLORES, en calidad de madre de la
causante.
En el mismo sentido se tiene la Inscripción de Sucesión Intestada - Partida N° ********* - en la Oficina Registral
de ****** (Documento N° 06 y/o Anexo 1.G), mediante la cual se Registra la Sucesión Intestada Definitiva
teniendo como legítima y universal heredera a la suscrita.
6. Que, mediante Resolución Número Cincuenta y Siete de fecha 23 de Abril de 2008 - Expediente N° 2004-
00316-0-1301-JR-PE-2 - (Documento N° 07 y/o Anexo 1.H), se requiere a los ejecutados para que el término
del tercer día de notificados CUMPLAN CON LO EJECUTORIADO, esto es, pagar solidariamente la suma de
S/. 7,000.00 Nuevos Soles por concepto de reparación civil, requerimiento al cual se hizo caso omiso.
7. Que, mediante Resolución Número Sesenta y Tres de fecha 09 de Octubre de 2008 - Exp. N° 292-2007 -
(Documento N° 08 y/o Anexo 1.I), Se Resuelve INTEGRAR la sentencia de vista, en consecuencia aclararon la
parte resolutiva de la misma con respecto al segundo nombre del sentenciado - MARTIN por MARTI - debiendo
decir en la Parte Resolutiva: JOSE MARTI SALDAÑA CAIGUARAY.
8. La Garantía Jurisdiccional de la Cosa Juzgada.
Una de las garantías de la función jurisdiccional que consagra la Carta de 1993 es la inmutabilidad de la cosa
juzgada, al destacar expresamente: “Ninguna autoridad puede avocarse a causas pendientes ante el órgano
jurisdiccional ni interferir en el ejercicio de sus funciones. Tampoco puede dejar sin efecto resoluciones que han
pasado en autoridad de cosa juzgada, ni cortar procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni retardar su
ejecución”. El Tribunal Constitucional al dotar de contenido a tal atributo, ha sostenido que “Mediante la garantía
de la cosa juzgada se instituye el derecho de todo justiciable, en primer lugar, a que las resoluciones que hayan
puesto fin al proceso judicial no puedan ser recurridas mediante nuevos medios impugnatorios, ya sea porque
éstos han sido agotados o porque ha transcurrido el plazo para impugnarla; y, en segundo lugar, a que el
contenido de las resoluciones que hayan adquirido tal condición, no pueda ser dejado sin efecto ni modificado,
sea por actos de otros poderes públicos, de terceros o, incluso, de los mismos órganos jurisdiccionales que
resolvieron el caso en el que se dictó” (STC N° 4587-2004-AA/TC).
Asimismo, que “El derecho a la tutela jurisdiccional (Art. 139°, inc. 3, Const.) garantiza, entre otros aspectos,
que una sentencia con calidad de cosa juzgada sea cumplida en sus términos. Como consecuencia de ello, se
desprende, por un lado, un mandato de que las autoridades cumplan lo ordenado o declarado en ella en sus
propios términos y, por otro, una prohibición de que cualquier autoridad, incluida la jurisdiccional, deje sin efecto
las sentencias y, en general, resoluciones que detentan la calidad de cosa juzgada (art. 139º, inc. 2, Const.)”
(STC N° 1569-2006-AA/TC Fund. Jur. 4.º).
Este principio que rige la función jurisdiccional, le otorga al fallo judicial la calidad de indiscutible –pues
constituye decisión final– y la certeza de que su contenido permanecerá inalterable, independientemente a que
el pronunciamiento expedido haya sido favorable o desfavorable para quien promovió la acción. En tales
circunstancias, lo que corresponde a los órganos jurisdiccionales es ajustarse a lo juzgado en
un proceso anterior cuando tengan que decidir sobre una relación o situación jurídica respecto de la cual existe
una sentencia firme, derivada de un proceso seguido entre las mismas partes (perfecta identidad), respecto de
los mismos hechos y tramitado ante la misma autoridad jurisdiccional. Dicho pronunciamiento constituye, en
consecuencia, un antecedente lógico respecto a aquello que nuevamente se pretende someter a juzgamiento.
Más aún, se ha precisado que dicho atributo implica que “lo establecido en una sentencia o resolución que
ponga fin al proceso, debe ser respetado, y no puede ser objeto de nueva revisión, salvo las excepciones
previstas” (STC Nº 1279-2003-HC). Así, el derecho a la cosa juzgada, guarda íntima relación con la ejecución
de las resoluciones judiciales firmes, ambos atributos consagrados expresamente y de manera autónoma en el
artículo 139º.2 de la Constitución.
9. Ejecución de Resoluciones Judiciales y Tutela Procesal Efectiva.
Citando el Código Procesal Constitucional, se tiene que este consagra el derecho a la ejecución de
las resoluciones judiciales –entre otros– como expresión del derecho a la tutela procesal efectiva cuando en el
tercer párrafo de su artículo 4.° prescribe que “se entiende por tutela procesal efectiva aquella situación jurídica
de una persona en la que se respeten, de modo enunciativo sus derechos a la actuación adecuada y
temporalmente oportuna de las resoluciones judiciales (...)”.En tanto que, la doctrina jurisprudencial del TC, ha
entendido que el derecho a la ejecución de resoluciones, constituye parte inseparable de la exigencia de
efectividad de la tutela judicial. En efecto, en la STC 0015-2001-AI, 0016-2001-AI y 004-2002-AI el Colegiado
Constitucional ha dejado establecido que “el derecho a la ejecución de resoluciones judiciales no es sino una
concreción específica de la exigencia de efectividad que garantiza el derecho a la tutela jurisdiccional, y que no
se agota allí, ya que, por su propio carácter, tiene una vis expansiva que se refleja en otros derechos
constitucionales de orden procesal (..). El derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales garantiza que
lo decidido en una sentencia se cumpla, y que la parte que obtuvo un pronunciamiento de tutela, a través de la
sentencia favorable, sea repuesta en su derecho y compensada, si hubiere lugar a ello, por el daño sufrido.”
[Fundamento jurídico 11°]. En esta misma línea de razonamiento ha precisado en otra sentencia que, “la tutela
jurisdiccional que no es efectiva no es tutela”, reiterando la íntima vinculación entre tutela y ejecución al
establecer que, “el derecho al cumplimiento efectivo y, en sus propios términos, de aquello que ha sido decidido
en el proceso, forma parte inescindible del derecho a la tutela jurisdiccional a que se refiere el artículo 139.3 de
la Constitución” (STC 4119-2005-AA/TC FJ. 64).
10. Que, durante el tiempo transcurrido, los ejecutados no han cumplido con realizar el pago de la reparación civil,
máxime si la resolución que ordena dicho pago quedó firme al ser ejecutoriada. En ese contexto, el Juzgador
deberá tener en cuenta el incumplimiento de la realización de lo que dispone el mandato judicial, ostentando
este mandato la calidad de título de ejecución con una obligación cierta, expresa y exigible.
Art. 139° inc. 2, prescribe: “(…) Tampoco puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado n
autoridad de cosa juzgada, ni cortar procedimientos en trámite, ni modificar sentencias, ni retardar su
ejecución (…)”.
Art. 4°, que prescribe: “Toda persona y autoridad está obligada a acatar y dar cumplimiento a las
decisiones judiciales o de índole administrativa, emanadas de autoridad judicial competente, en sus propios
términos, si poder calificar su contenido o fundamentos, restringir sus efectos o interpretar sus alcances,
bajo responsabilidad civil, penal o administrativa que la ley señala (…) Nadie puede dejar sin efecto
resoluciones judiciales con autoridad de cosa juzgada, ni modificar su contenido, ni retardar su ejecución
(…) bajo la responsabilidad política, administrativa, civil y penal que la ley determine en cada caso (…)”.
C. CÓDIGO CIVIL.
Art. 1219°, inc. 1, que prescribe: “Es efecto de las obligaciones autorizar al acreedor para lo
siguiente: 1.- Emplear las medidas legales a fin de que el deudor le procure aquello a que está obligado”.
Art. 688°, que prescribe: “Sólo se puede promover ejecución en virtud de títulos ejecutivos de
naturaleza judicial o extrajudicial según sea el caso. Son títulos ejecutivos los siguientes: 1. Las
resoluciones judiciales firmes”.
Art. 694°, inc. 1 que prescribe: “Se puede demandar ejecutivamente las siguientes obligaciones: 1.
Dar”.
De conformidad con lo establecido por el Art. 688° del Código Procesal Civil, este proceso se debe
tramitar en la vía del Proceso Único de Ejecución. Asimismo, de acuerdo a lo dispuesto por el Art. 696° del Código
Adjetivo la competencia corresponde al Juzgado de Paz Letrado.
VIII. ANEXOS
PRIMER OTROSÍ DIGO: Que, de conformidad con el Art. 80° del Código Procesal Civil, nombro como mi abogado
defensor al Letrado que autoriza el presente escrito, otorgándole las facultades generales de representación
contenidas en el Art. 74° del Código acotado, declarando estar instruida de la representación que otorgo y sus
alcances.
POR LO EXPUESTO:
A Ud. Señor Juez, Solicito admitir la acción, tramitarla con
arreglo a ley y declararla Fundada en su oportunidad.