Perdón y Arrepentimiento
Perdón y Arrepentimiento
Perdón y Arrepentimiento
1. ORACIONES
SALMO MISERERE
Cristo con los pecadores Por qué aparezca tu justicia cuando hablas
arrepentidos y tu victoria cuando juzgas.
de Otto Van Veen, 1607 Mira que en la culpa ya nací,
Landesmuseum, Mainz pecador me concibió mi madre.
Mas Tú amas la verdad en lo íntimo del
Si el ladrón obtuvo la
ser,
gracia del paraíso, ¿por
y en lo secreto me enseñas la sabiduría.
qué el cristiano no ha de
Rocíame con el hisopo, y seré limpio,
obtener el perdón?
lávame, y quedaré más blanco que la
San Máximo de Turín nieve.
Sermón 53 Devuélveme el son del gozo y la alegría,
exulten los huesos que machacaste Tú.
No dudéis del perdón, Retira tu faz de mis pecados,
pues, por grandes que borra todas mis culpas.
sean vuestras culpas, la Crea en mí, oh Dios, un puro corazón,
magnitud de su un espíritu dentro de mí renueva;
misericordia perdonará, no me rechaces lejos de tu rostro,
sin duda, la enormidad no retires de mí tu santo espíritu.
de vuestros muchos Vuélveme la alegría de tu salvación,
pecados y en espíritu generoso afiánzame;
enseñaré a los rebeldes tus caminos,
San Jerónimo y los pecadores volverán a Ti.
Coment. sobre el profeta Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi
Joel salvación,
y aclamará mi lengua tu justicia;
Dios no se escandaliza abre, Señor, mis labios,
de los hombres. Dios no y publicará mi boca tu alabanza.
se cansa de nuestras Pues no te agrada el sacrificio,
infidelidades. Nuestro si ofrezco un holocausto no lo aceptas.
Padre del Cielo perdona El sacrificio a Dios es un espíritu contrito;
cualquier ofensa, cuando un corazón contrito y humillado, oh Dios,
el hijo vuelve de nuevo no lo desprecias.
a Él, cuando se ¡Favorece a Sión en tu benevolencia,
arrepiente y pide perdón reconstruye las murallas de Jerusalén!
Entonces te agradarán los sacrificios
Beato José M.ª justos,
Escrivá de Balaguer --holocausto y oblación entera--
Es Cristo que pasa, 64 se ofrecerán entonces sobre tu altar
novillos.
YO PECADOR
(CONFITEOR)
ACTO DE CONTRICIÓN I
Vuestras cinco llagas son como otras tantas lenguas que me invitan al
arrepentimiento y hablan a mi pobre corazón: vuélvete, hijo mío,
vuélvete a Mí, arrepiéntete y no dudes de mi amor y de mi perdón.
Ángel de mi guarda, Patronos míos, rogad por mí, para que haga una
buena confesión. Así sea.
San Beda
Coment. sobre S. Marcos
Oh, Señor y Dios de bondad Bien sé que Vos no queréis la muerte del
pecador, sino que se convierta y viva. Por mí, Dios mío, cargasteis con
la Cruz, y desde ella me llamáis, aunque soy la criatura más ingrata y
pecadora: me llamáis, no para castigarme sino para perdonarme.
Ayúdame, Señor, para que haga con fruto esta confesión y sane de la
mortal dolencia que me causaron mis pecados ¡Oh, Virgen Soberana!
Ayúdame, pues sois Madre y refugio de pecadores. No permitáis que el
enemigo de mi alma impida lo que yo tanto deseo. ¿Cómo podré decir
las enormes culpas y maldades de mi desconcertada vida, si la gracia
de Dios no me asiste? Alcanzadme esta gracia, oh, ¡Virgen Santísima!
Gloriosa Santa Magdalena, venid en mi ayuda, y, si en el pecar os he
imitado, siga vuestro ejemplo en confesar mis pecados, y en hacer
penitencia. Santo Ángel de mi Guarda, ayudadme en todo. ¡Oh, Dios
mío, ¡quién pudiera con lágrimas de sangre borrar tantas culpas!
Dios mío, con todo mi corazón me arrepiento del mal que he hecho y
de todo lo bueno que he dejado de hacer. Al pecar te he ofendido a Ti,
que eres el supremo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas.
Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no
volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los
méritos de la pasión de nuestro Salvador Jesucristo, apiádate de mí.
MI VISITA A
JESÚS SACRAMENTADO
Actos de adoración:
Actos de fe:
Creo, Jesús mío, que eres el Hijo de Dios vivo que has venido a
salvarnos.
Creo que estás presente en el augusto Sacramento del Altar.
Creo que estás, por mi amor, en el Sagrario noche y día.
Creo que has de permanecer con nosotros hasta que se acabe el
mundo.
Creo que bendices a los que te visitan, y que atiendes los ruegos de tus
adoradores.
Creo que eres el viático de los moribundos que te aman para llevarlos
al cielo.
Creo en Ti, y creo por los que no creen. (Comunión espiritual).
Actos de esperanza:
Espero en Ti, Jesús mío, porque eres mi Dios y me has creado para el
cielo.
Espero en Ti, porque eres mi Padre. Todo lo he recibido de tu bondad.
Sólo lo malo es mío.
Espero en Ti, porque eres mi Redentor.
Espero en Ti, porque eres mi Hermano y me has comunicado tu filiación
divina.
Espero en Ti, porque eres mi Abogado que me defiendes ante el Padre.
Espero en Ti, porque eres mi Intercesor constante en la Eucaristía.
Espero en Ti, porque has conquistado el cielo con tu Pasión y muerte.
Espero en Ti, porque reparas mis deudas.
Espero en Ti, porque eres el verdadero Tesoro de las almas.
Espero en Ti, porque eres tan bueno que me mandas que confíe en Ti
bajo pena de condenación eterna.
Espero en Ti, porque siempre me atiendes, y me consuelas, y nunca
has defraudado mi esperanza.
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío!
Actos de caridad:
Te amo, Jesús mío, y te amo con todas las veras y como a nadie.
Porque Tú me has amado infinitamente,
Porque Tú me has amado desde la eternidad.
Porque Tú has muerto para salvarme
Porque Tú no has podido amar más.
Porque Tú me has hecho participante de tu divinidad y quieres que lo
sea de tu gloria.
Porque Tú te entregas del todo a mí en la Comunión.
Porque Tú me das en manjar tu Cuerpo y en bebida tu Sangre.
Porque Tú estás siempre por mi amor en la Santa Eucaristía.
Porque Tú me recibes siempre en audiencia sin hacerme esperar.
Porque Tú eres mi mayor Amigo.
Porque Tú me llenas de tus dones.
Porque Tú me tratas siempre muy bien, a pesar de mis pecados e
ingratitudes.
Porque Tú me has enseñado que Dios es Padre que me ama mucho.
Porque Tú me has dado por Madre a tu misma Madre.
¡Dulce Corazón de Jesús, haz que te ame cada día más y más!
Dulce Corazón de Jesús, sé mi amor.
Te amo por los que no te aman.
Te amo por los que nunca piensan en Ti.
Te amo por los que no te visitan.
Te amo por los que te ofenden e injurian.
¡Que pena por esto!
Te amo y te digo con aquel tu siervo:
¡Oh Jesús, yo me entrego a Ti para unirme al amor eterno, inmenso e
infinito que tienes a tu Padre celestial! ¡Oh, Padre adorable! Te ofrezco
el amor eterno, inmenso e infinito de tu amado Hijo Jesús, como mío
que es. Te amo cuando tu Hijo te ama. (S. Juan Eudes).
Actos de contrición:
Actos de gratitud:
Oh Jesús, te doy rendidas gracias por los beneficios que me has dado.
Yo no sabré nunca contarlos sino en el cielo, y allí te los agradeceré
eternamente.
Padre Celestial, te los agradezco por tu Santísimo Hijo Jesús.
Espíritu Santo que me inspiráis estos sentimientos, a Ti sea dado todo
honor y toda gloria.
Jesús mío, te doy gracias sobre todo por haberme redimido.
Por haberme hecho cristiano mediante el Bautismo, cuyas promesas
renuevo.
Por haberme dado por Madre a tu misma Madre.
Por haberme dado un grande amor a tan tierna Madre.
Por haberme dado por Protector a San José, tu Padre adoptivo.
Por haberme dado al Ángel de mi Guarda.
Por haberme conservado hasta ahora la vida para hacer penitencia.
Por tener estos deseos de amarte y de vivir y morir en tu gracia.
Actos de súplica:
ORACIÓN FINAL
Oración
¡ Oh, Dios, que nos dejaste la memoria de tu Pasión en este admirable
Sacramento!
Concédenos que de tal suerte veneremos los sagrados misterios de tu cuerpo
y sangre, que experimentemos continuamente en nosotros el fruto de nuestra
redención. Que vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo,
Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Te ruego por los que amo... Tú los conoces, Tú sabes las necesidades que
tienen; socórrelos con generosidad. Acuérdate de los pobres, de los tristes,
de los huérfanos, consuela a los que padecen, fortalece a los débiles,
conmueve a los pecadores para que no te ofendan y lloren sus extravíos.
Ampara a todos tus hijos, Señor, más tierno que una madre.
Amén.
Adoración
7484.5K Eucarística de Juan Pablo II
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como
somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú
eres el Hijo de Dios" (Jn. 6,69).
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú
eres el centro, el principio y el fin de todo.
Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de
valores evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer
lugar en el corazón y en las actitudes de la vida concreta.
Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que
eres.
Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).
Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan
buen amigo presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la
voluntad del Padre, porque en la oración "el amor es el que habla" (Sta.
Teresa).
El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir
esos "gemidos inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud
agradecida y sencilla, y en el gesto filial de quien ya se contenta con sola tu
presencia, tu amor y tu palabra.
Juan Pablo II
LETANÍA DE REPARACIÓN
A NUESTRO SEÑOR EN LA EUCARISTÍA
(Para uso privado solamente)
Señor, Ten piedad de nosotros.
Cristo, Ten piedad de nosotros.
Señor, Ten piedad de nosotros.
Cristo, Óyenos.
Cristo, Benignamente óyenos.
(La respuesta es: Ten piedad de nosotros)
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Santa Trinidad, un solo Dios,
Sagrada Hostia, ofrecida por la salvación de los pecadores,
Sagrada Hostia, anonadada en el altar para nosotros y por nosotros,
Sagrada Hostia, despreciada por los cristianos tibios,
Sagrada Hostia, signo de contradicción,
Sagrada Hostia, entregada a los judíos y herejes,
Sagrada Hostia, insultada por los blasfemos,
Sagrada Hostia, Pan de los ángeles, dado a los animales,
Sagrada Hostia, tirada en el lodo y pisoteada,
Sagrada Hostia, deshonrada por los sacerdotes infieles,
Sagrada Hostia, olvidada y abandonada en tus iglesias.
Sé misericordioso con nosotros, Perdónanos, oh, Señor.
Sé misericordioso con nosotros, Escúchanos, oh, Señor.
(La respuesta es: Te ofrecemos nuestra reparación)
Por el ultrajante desprecio de este maravilloso Sacramento,
Por tu extrema humillación en tu admirable Sacramento,
Por todas las comuniones indignas,
Por las irreverencias de los malos cristianos,
Por la profanación de tus santuarios,
Por los copones deshonrados y llevados a la fuerza,
Por las continuas blasfemias de los hombres impíos,
Por la impenitencia y traición de los herejes,
Por las conversaciones indignas en tus santos templos,
Por los profanadores de tus iglesias, a las que han profanado con sus
sacrilegios,
Para que plazca aumentar en todos los cristianos la reverencia debida a
este adorable Misterio, Te suplicamos, óyenos.
Para que te plazca manifestar el Sacramento de tu amor a los herejes,
Te suplicamos, óyenos.
Para que te plazca que los insultos de aquellos que te ultrajan sean más
bien dirigidos hacia nosotros, Te suplicamos, óyenos.
Para que te plazca misericordiosamente recibir esta nuestra humilde
reparación,
Te suplicamos, óyenos.
Para que te plazca hacer nuestra adoración aceptable a Ti,
Te suplicamos, óyenos.
Hostia Pura, Escucha nuestra oración.
Hostia Santa, Escucha nuestra oración.
Hostia Inmaculada, Escucha nuestra oración.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, oh, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Benignamente óyenos,
oh, Señor. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten
misericordia de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros.
V. Mira, oh, Señor, nuestra aflicción,
R. Y da gloria a tu Santo Nombre.
Oremos
Señor Jesucristo, que te dignas permanecer con nosotros en tu maravilloso
Sacramento hasta el final del mundo, para darle a tu Padre, por la memoria
de tu Pasión, gloria eterna, y para darnos a nosotros el Pan de vida eterna:
concédenos la gracia de llorar, con corazones llenos de dolor, por las
injurias que Tú has recibido en este Misterio adorable, y por los muchos
sacrilegios que cometen los impíos, los herejes y los católicos. Inflámanos
con deseo ardiente de reparar todos estos insultos a los que, en tu infinita
misericordia, has preferido exponerte antes que privarnos de tu Presencia
en nuestros altares. Tú, que con Dios Padre y el Espíritu Santo vives y
reinas, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén