GARAVITO
GARAVITO
GARAVITO
Por:
Rosa Elvira Mclean Chaves
Presentado a:
Dra. Jennifer Natalia Peláez Hermosa
Asesino en serie de niños el Luis Alfredo Garavito el cual fue diagnosticado con
trastorno de con trastorno de la personalidad, dentro de esos factores asociados se
identifican los siguientes:
Ausencia de remordimiento
Según Aguilar (1996) citado por Tapias et als. (2003), una característica
esencial que puede evidenciarse en las personas que padecen el trastorno
de personalidad es que sus declaraciones de arrepentimiento son simples
ajustes oportunistas diseñados para resolver por el momento situaciones
de apuro.
* Autoestima distorsionada
* Búsqueda de sensaciones
Esto se relaciona, con Luís Garavito, quien cada vez utilizaba nuevos
métodos para satisfacerse, ya que no solamente se conformaba con violar
a sus víctimas, sino que también tenía que torturarlas y matarlas.
(Aranguren, 2002).
luego los desnudaba mientras les pasaba sus manos por sus cuerpos. Los
niños gemían y lloraban y él, para sentirse más fuerte, se refugiaba en el
alcohol, borracho, los acuchillaba, los violaba y los degollaba, esta
macabra acción la repitió, según su propia confesión, 140 veces".
Para Bandura (1986) citada por Tapias et als.(2003), cuando las personas
deciden realizar actividades que son perjudiciales para los demás, ya sea
por motivos de provecho personal o por móviles sociales, evitan
enfrentarse o minimizan el daño que causan.
El agente especial Joe Navarro, miembro del Programa de Análisis de la
Conducta de la División de Seguridad Nacional del FBI, Joe Navarro,
referenciado en el programa "En las manos de Dios" (Pirry, 2006), hizo
alusión a que los sujetos con TPAS, no toman responsabilidades de sus
actos y buscan una excusa para los mismos, sin reconocer su verdadera
culpabilidad, lo cual se corrobora con el discurso de Luís Alfredo Garavito,
en el que afirmaba que sus actos fueron causados, debido a que había
vendido su alma al diablo, por lo que, en los momentos en los que había
cometido el asesinato de los niños, realmente no se podía controlar y
afirmó que ya había cumplido el tiempo de prisión necesario para pagar lo
que había hecho.
Luis Alfredo Garavito Cubillos nació el 25 de enero de 1957, es uno de los asesinos y
violadores más sanguinarios del país.
En él se evidencia como factores de crianza y el ambiente de una sociedad inmersa en la
violencia forjaron una mente criminal.
Echemos un vistazo a la vida de este hombre y desglosemos cuales fueron los factores
precipitantes para ser hoy el violador más grande de la historia de nuestro país.
Nace en Génova, Quindío, un lugar donde fue azotado por una gran ola de violencia desde
guerras por narcotráfico y enfrentamientos de Las Fuerzas Armadas de nuestro país con
grupos al margen de la ley, creciendo en una sociedad machista donde había violencia de
género, castigos físicos y una corrupción sin precedentes que al final hizo que la familia de
Garavito se desplazará a otro lugar buscando seguridad.
Su infancia fue tormentosa, llena de inseguridades, violencia intrafamiliar y violaciones por
parte de su padre y amigos cercanos a la familia, su progenitor era muy rígido con él, no le
permitía tener novia ni amigos, veía como maltrataba física y verbalmente a su madre, no
había una figura de amor, de guía ni mucho menos de protector.
En el colegio encontró solo burlas y más violencia, le colocaban apodos y lo hostigaban por
usar lentes, no rendía bien en colegio y empezaba a frustrase al no encontrar un lugar donde
lo aceptaran.
Siendo adolescente intentó abusar de un niño en el cual fue descubierto y así mismo
encarcelado, pero luego obtuvo su libertad, fue reprendido y echado de la casa a raíz de ello
por su padre.
Hasta este punto los factores de riesgo del entorno social, familiar y escolar empezaron a
ser detonantes en la vida de Garavito, formando un niño inseguro, temerario, introvertido,
con bajo coeficiente intelectual, lleno de rencor e intenso dolor, un estilo de crianza
psico-rígido que no permitió el hecho de poder socializar y expresar aquellas intensas
emociones que lo atormentaban por los frecuentes abusos de los que se suponían que
debían protegerlo y brindarle amor.
En su juventud comenzó a trabajar y conoció a una señora con quien solo sostenía una
relación por aparentar, ya que era impotente sexual y no lograba tener relaciones sexuales
satisfactorias con mujeres.
Lleno de frustraciones, buscaba y perseguía a sus victimas como carne fresca, los
engañaba, se ganaba su confianza y se aprovechaba de que necesitaban dinero para
llevarlos lejos de la multitud, donde no solo los violaba si no que los mordía, los cortaba,
los quemaba y les hacía beber su semen.
Encontramos entonces en Garavito que entre los factores criminógenos está los problemas
para mantener relaciones íntimas y duraderas, la búsqueda del placer propio, la nula
empatía, y aquellas distorsiones cognitivas que le hacían pensar que sostener y obligar a un
niño a tener relaciones con él era porque ese niño lo quería y lo necesitaba.
En su insaciable búsqueda ya no le bastaba con torturar y violar a sus victimas si no que
ahora hallaba la necesidad de abrirlos hasta ver sus intestinos, mutilarlos y descuartizarlos
para mayor placer.
En la mente de Garavito solo existía esa pulsión el cual se apoderaba de él y no había
ningún tipo de pensamiento más que la venganza.
Aquí se demuestra como a nivel neuropsicológico la amígdala la cual cumple la una
función de regular las emociones, gestionar el miedo, y la regulación de la conducta sexual
se encuentra como en especie de “corto circuito” haciendo que no sienta ni una pizca de
remordimiento, ni control del deseo sexual insaciable que sentía hacía los niños y el
sadismo que cada vez crecía más en sus escenas.
Al ser capturado, le hacen diversas entrevistas y es diagnosticado con Trastorno de
la personalidad antisocial, donde cumple con los criterios: ausencia de empatía,
autoestima distorsionada, egocentrismo, etc.
Aplicado al modelo de MARSHALL Y BARBAREE:
Factores biológicos
Distorsiones cognitivas
Al ver un niño sentía la necesidad de que Fuera suyo,
de hacerle daño y vengar el rencor Que sentía hacía
quienes le hicieron daño.