La Alborada Del Focusing

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Prólogo

Hace ya 33 años que Edgardo Riveros tradujera la Una Teoría


del Cambio de Personalidad de Eugene Gendlin, obra fundacional que
proporcionaba una nueva óptica o un nuevo paradigma respecto a la
estructura psíquica del hombre así como aportaba una metodología para
enfrentar el cambio en la personalidad.

No deja de ser significativo que esta traducción la hiciera nuestro


autor cuando estaba por egresar de la carrera de psicología en la Universidad
de Chile en medio de un clima intelectual y académico absolutamente
refractario a las ideas de Gendlin. Por otra parte, la atmósfera política y social
que imperaba en Chile en 1974 era todavía menos propicia para la
investigación científica y la discusión académica. Eran los tiempos en que
cualquier nueva idea era sospechosa, por subversiva o potencialmente
peligrosa. En buena medida estaba prohibido pensar sino era a la manera del
oficialismo. La sociedad chilena de aquel tiempo –al igual que la de varios
países latinoamericanos- vivía una caza de brujas despiadada. Nadie mejor que
Tácito puede sintetizar mejor esa experiencia dolorosa en los tiempos de
Tiberio: “Nunca la ciudad de Roma se vio tan angustiada y atemorizada como
entonces: cada uno recelaba de sus propios parientes, se evitaban las
reuniones y las conversaciones, los oídos conocidos y desconocidos; hasta la
cosas mudas e inanimadas causaban sospecha; los techos y las paredes se
reconocían y se investigaban” (A: IV ; LXIX).

Pero siempre hay quienes vencen las adversidades y


sobreponiéndose a ellas son capaces de generar espacios de libertad y de
pensamiento que permiten vislumbrar una nueva aurora humana. En efecto,
aquella primera traducción de Una Teoría del Cambio de la Personalidad en
1974 fue aceptada como la versión oficial también por el grupo español.

El gran humanista Salvador Cifuentes -a quien Riveros dedicara


el Obituario ( en la Revista de Terapia Psicológica, Año XIII, Volumen V(4),
Nº 24, 1996 Santiago de Chile)- académico seguidor de Carl Rogers en la
Universidad de Chile (1974) fue el Director de tesis de Edgardo Riveros. Éste
había descubierto a Gendlin, investigando el eslabón entre Rogers y Gendlin.
La idea central de su tesis de grado partió con un par de preguntas muy
sencillas: ¿Qué hace que la gente cambie en terapia? ¿Qué lenguaje es el que
debe usarse para producir un cambio terapéutico? En la Universidad de Chile
de aquel entonces imperaba un dogmatismo correspondiente al oficialismo de
turno. El conductismo Skinneriano, se debatía la posibilidad de una sociedad
que se apoyara en la libertad individual, mientras Skinner había escrito recién
aquel relato de ciencia ficción Walden II acerca de una sociedad controlada
por el condicionamiento racional a cargo de psicólogos científicos. No
obstante, la historia no fue resuelta por el pensamiento filosófico o científico,
sino por la fuerza de las armas. En 1973 ocurrió el golpe militar donde
Riveros utilizó la teoría experiencial para salvar a un grupo de torturados y a sí
mismo. En el libro Psicoterapia experiencial y Focusing: la aportación
experiencial de Eugene T. Gendllin”, Carlos Alemany -actual coordinador de
Focusing para España y principal traductor de la obra de Gendlin al
castellano- cita a Gendlin quien manifiesta en el prefacio a la edición española:
“En Chile recibí uno de los mayores cumplidos que nunca me habían dado.
Alguien me dijo que durante la dictadura mi obra le ayudó a él y a su grupo a
“sobrevivir interiormente”. La tesis de Edgardo Riveros fue la primera en
realizarse en Chile sobre el nuevo paradigma de Gendlin obteniendo una
distinción máxima, siendo felicitado por los propios conductistas. Sin
embargo, no había ambiente en la Universidad de Chile ni en el país por lo
que Riveros decidió emigrar a Bolivia donde la Universidad Católica de la Paz
lo contrató para dictar una cátedra sobre Rorschach, irónico sin duda. La
perseverancia se impone y con la promesa de que después puede enseñar a
Rogers y a Gendlin, continúa la docencia llegando a fundar la corriente
humanística en Bolivia entre 1976 y 1978.

De regreso a Chile entre el 80 y los 90 funda el Instituto Persona


en Concepción y desde allí aplica el pensamiento experiencial en la clínica y en
el ámbito organizacional del desarrollo humano. Hace docencia en la
Universidad de Concepción y luego es nombrado Director de la carrera de
Psicología en la emergente Universidad de San Sebastián. Posteriormente se
traslada a Arica donde establece su Instituto y escribe sus dos primeros libros
Existencia y Cambio y El nuevo paradigma del Experiencing. El quehacer
y la difusión de la teoría experiencial y del Focusing resultó ser una obra
silenciosa y titánica. La nueva teoría es enseñada tímidamente en las distintas
universidades de la metrópolis. Circulan fotocopias y fragmentos de la
traducción de Una Teoría del Cambio de Personalidad, y segmentos de
capítulos. En esta nueva edición se recogen todos los aportes que originó
aquella primera traducción así como otras piezas claves del rompecabezas
experiencial y de lo Implícito.

Un hito importante lo constituye el viaje de Edgardo Riveros a


EE.UU. en Octubre del 1989 -durante la caída del muro de Berlín- para
entrevistarse con Gendlin. Ya había surgido el Focusing y Riveros es
confirmado por el fundador de la teoría experiencial en la comprensión cabal
de la teoría, señal de confianza que se recibe para que otras partes de la obra
se traduzcan al castellano y se puedan darse a conocer en Chile. En su
segundo encuentro con Eugene Gendlin el año 2000, éste lo nombra
coordinador del Instituto Focusing de Nueva York para Chile, siendo el
primer profesional chileno en ser reconocido por Gendlin, con la
responsabilidad de difundir y certificar el entrenamiento del Focusing. Desde
el 2000, la coordinación de Edgardo Riveros al dirigir el Instituto Focusing de
Chile ha certificado a 131 Focusing Trainers, difundiendo el Focusing por
todo Chile y exponiendo la metodología y el modo de enseñar Focusing en los
congresos internacionales de Focusing (Costa Rica 2004 , Holanda 2006,
España 2007, E.E.U.U. 2007)

Actualmente es miembro permanente del Comité Folio, desde


donde el Instituto Focusing de Nueva York publica la revista de Folio, Revista
de focusing y de la psicoterapia experiencial.

El 2006 publica su libro más original Focusing experiencial y


existencial, dedicado a Gendlin, donde da a conocer de un modo didáctico su
experiencia terapéutica, el modo en que el Focusing opera, gentil y
respetuosamente en las personas, modalidad que intenta guardar la
autenticidad de hacer focusing centrado en la experiencia y ritmo vivencial de
las personas, incorporando la interacción corporal, y dejando de lado todo
intento tecnicista por aplicar este método dialógico llamado Focusing, este
encuentro auténtico y existencial, como le llamara K. Jaspers, entre dos seres
humanos.

El diplomado dirigido por el profesor Riveros en una alianza


exclusiva entre la Universidad Adolfo Ibáñez y el Instituto Focusing de Chile
y de Nueva York, es uno de los cuatro entrenamientos de postitulo existente
en las universidades a nivel mundial.

El presente libro es la segunda edición de un primer libro que


tuvo escasos ejemplares y que se agotó ante la necesidad por conocer la
versión oficial de la traducción de la teoría del experiencing. En la presente
edición están contenidos los hitos fundamentales del Focusing, Una teoría del
cambio de personalidad desde su original traducido al castellano, la teoría del
TAE (Thinking At the Edge, Pensando desde el Borde), traducida por
Salvador Moreno en México, Coordinador de Focusing en dicho país; una
aplicación de Una teoría de la Consideración positiva incondicional de Marion
Henrichs PhD, directora del Instituto Focusing de Nueva York. El profesor
Riveros presenta además dos artículos Focusing, Diagnóstico y el mundo de lo
implícito y Contradicción y Descongelamiento de gran originalidad respecto del
modo experiencial y existencial en que ocurre la psicoterapia. Nos describe allí
la dinámica del terror que habita en los todos congelados de Gendlin, allí
donde el paciente llega a encontrar los principios de su resurrección. Al igual
que regresar sobre las huellas de un naufrago, una ley descubierta por
Gendlin dice que hay que ir por el sendero de lo que funciona, el poeta
acompaña al sufriente hombre que vuelve a los infiernos sobre los hielos
interiores, otorgando la crucial importancia de la palabra que va configurando
este círculo infernal del Dante al interior de cada uno de nosotros. Riveros
refirió tempranamente que Gendlin había construído una primera forma
psicológica de comprender la subjetividad humana, tema que era y sigue
siendo un anatema para la ortodoxia actual de sistemas terapéuticos híbridos
que la niegan en la acción pero que la declaran en la palabra sofista de un
humanismo apócrifo.

Junto a una revisión acuciosa de la obra de Gendlin y de una


mayor cercanía comprensiva a Una Teoría del Cambio de Personalidad, el
profesor Riveros nos concede algunas intuiciones y aproximaciones a
Heidegger, tal vez el mayor basamento teórico en la obra de Gendlin. En este
sentido, Riveros recoge y hace suya la proposición de Heidegger sobre la obra
de arte –todo humano es una obra de arte-. Para él, la descripción de la
subjetividad hecha por Gendlin, es una obra de arte. Destaca así dos rasgos
fundamentales en la obra de Gendlin. En primer lugar, cuando la obra es, en
palabras de Heidegger, el establecimiento, en el sentido de una erección que
consagra, y en cuanto la construcción que es obra, hace que lo sagrado se abra
como sagrado y el dios es llamado a lo patente de su presencia. Entonces la
obra abre un mundo y lo mantiene en imperiosa permanencia. En segundo
lugar, la obra es, en esencia, algo que hace. Al ser de la obra le es necesaria la
hechura. Como manifiesta Heidegger, la obra hace a la tierra ser tierra. Pero es
una obra que reposa en su propio movimiento interior. Agrega Heidegger:
sólo por este reposo de la obra podemos concluir acerca de lo que está en
operación en la obra. Y esto es lo que sugiere Riveros cuando intenta indagar
en Una Teoría del Cambio de Personalidad: ¿Qué es lo que se halla en
operación en la obra que se construye y que es el hombre mismo? Se trata, por
tanto, de descubrir el ente que se halla rodeado de un centro luminoso y que
sólo en ese espacio iluminado puede el ente estar él mismo oculto. Es decir,
para Riveros Una Teoría del Cambio de Personalidad hace al hombre ser
hombre en cuanto lo hace patente como ocultante de sí mismo. El focusing
devela al hombre, lo libera de la palabra impronunciada por la inautenticidad.

Por otra parte, Riveros intuye y destaca el valor de la palabra en


Una Teoría del Cambio de la Personalidad hasta el extremo que sin palabra no
hay cambio. Pero esta palabra no es interpretativa sino fenomenológica y
empática. Palabra poética, por cierto. Palabra como morada del ser, aquella
que contiene todo y también esos mundos insospechados de los mundos
congelados que hacen evocar las lágrimas de los condenados del Dante,
aquellos que mientras lloraban, sus lágrimas se les iban congelando en los
ojos, formando una banquiza de hielos eternos. Entonces la palabra,
corporalmente sentida en la sensación sentida, mediante la palabra vivencial,
permite iniciar el derretimiento global de los aceros escarchados en el interior
de la persona.
Estos, entre otros, son algunos de los aportes del profesor
Riveros en esta nueva y necesaria segunda edición de la primera obra de
Gendlin.
Como dijera Einstein: Percibo la maravillosa estructura del mundo existente, y
con un decidido esfuerzo intento comprender una porción, así sea muy pequeña, de la
Inteligencia Superior que se manifiesta a sí misma en la naturaleza…O se vive la vida
pensando en que no existen los milagros, o se vive pensando que todo cuanto existe es un
milagro. En esa línea, en la cultura nihilista y pragmática de nuestro mundo
actual, este libro arroja una luz de esperanza, sobre todo en la enseñanza de
una Psicología Nueva que se apoya en un paradigma nuevo, en una nueva
manera de pararse frente al mundo humano, no para controlarlo, sino para
comprenderlo y amarlo

El Experiencing: la alborada del Focusing

Mirando retrospectivamente el siglo XX, apenas podemos vislumbrar


el significado trascendente de los hechos históricos, culturales, políticos y
económicos que han caracterizado los últimos cien años. Podemos tener una
visión panorámica y apreciar, por ejemplo, las grandes revoluciones políticas
del siglo en oriente y occidente, el advenimiento de la guerra tecnificada, la
llegada del hombre a la luna, el camino a las estrellas, el término de grandes
imperios, la caída de utopías políticas , los movimientos artísticos, las nuevas
formas de colonización, los grandes desafíos ecológicos, la ausencia de control
en los grandes desastres del hambre, la sobrepoblación, las enfermedades
letales (cáncer, sida, etc.) los campos de concentración, las dictaduras políticas
del siglo, la incorporación de la mujer a la escena pública, etc. El siglo XX
parece ser un gran estuario del tiempo que, a raíz del avance tecnológico,
deviene pleno de cambios para ingresar en una sociedad globalizada que se
expande dramáticamente hacia el espacio sideral para, eventualmente
reunirnos con otras formas de vida, nuevas formas de inteligencia; iniciándose
por fin el encuentro con Nuevos Mundos.
En esta mirada panorámica, en que muchos fenómenos pueden pasar
inadvertidos a la luz de los que creemos esenciales o trascendentes, cabe
hacerse la siguiente pregunta ¿Qué aportes o cambios importantes ha logrado
hacer la ciencia psicológica humanista al hombre de este tiempo y al siglo que
comienza?
La tesis formulada en estas líneas sostiene que, entre otras teorías
totalmente válidas, el nuevo modelo de concebir la subjetividad y el cambio
desarrollado por Eugene Gendlin desde 1962 1, constituye una forma
globalizante y vigente por su carácter integrador en la acción aplicada. A través
de la teoría gendliniana, creo que este nuevo modelo refleja un modo
completamente diferente que re-formula el concepto del

hombre cuya esencia sería una subjetividad y el modo de constituirse es


precisamente su significación corporal y emocional dando cuenta del porqué
la gente cambia.2
Desde la fenomenología y el existencialismo pudimos tener acceso
filosófico a la existencia. A través del experiencing de Gendlin tuvimos acceso
psicológico a la existencia individual y corporal; pudimos tocar y entender
desde adentro el mundo subjetivo del Ser humano. Hoy en día, a través de la
Filosofía de lo Implícito, podemos comprender el modo en que opera este
proceso denominado Cambio desde el funcionamiento global de la
subjetividad en su interacción esencial con el cotexto y los sucesos 3 y la base
piramidal de este pensamiento es el experiencing4; el proceso permanente de

1
( Eugene Gendlin publica en 1962 un libro sorpredente titulado El Experiencing y la creación del
significado. Una aproximación filosófica psicológica de la subjetividad. Refrencias pertinentes en la
bibliografía al final de este Capítulo.
2
Saber porqué la gente cambia, el modo en que el cambio es posible en la clase de seres que somos, los
seres humanos.
3
El último libro de E. Gendlin lo ha titulado A Process Model, referencias en la bibliografía.
4
El experiencing estará explicado ampliamente en este libro en su primer capítulo, pudiendo además
verse en el planteamiento original de Eugenen Gendlin en su obra clásica “Una teoria del cambio de
significación sentida, de una significación que interactúa con los símbolos y
los sucesos para ir avanzando en el devenir como el río experiencial de la
existencia
Las teorías tradicionales en la década de los sesenta -la Psicopatología,
el Psicoanálisis, el Conductismo- nos mostraron del porqué el hombre no
cambia, cómo es que permanece relativamente constante en el tiempo, cómo es
que el ser humano se desadapta, se enferma, cómo es que crea síntomas, cómo es
que adquiere conductas indeseables e inmodificables para sí o para los demás.
Gendlin (1963)5 ha creado un modelo explicativo acerca de las
posibilidades del Cambio Personal y de aquello que es fundamental para una
intervención terapéutica que persiga generar el cambio. C. Rogers nos entregó
un modelo acerca de las condiciones terapéuticas para el cambio, haciendo
mediciones y verificaciones que demostraron ampliamente los alcances de la
Empatía hacia el cliente, la Autenticidad del terapeuta y la Consideración Positiva
Incondicional (Respeto) (1957). Rogers propuso un modelo de interacción entre la
Persona del Terapeuta y la Persona del Cliente, que permitía a éste último
superar sus dificultades adaptativas y expandirse hacia un crecimiento personal,
yendo más allá de la superación del síntoma. Rogers legitimó el alcance de la
Empatía a través de su más valiosa y singular contribución: el arte de Escuchar.
6

Mientras el aporte Rogeriano ha sido un modelo completamente


revolucionario de Interacción Terapéutica, el pensamiento de Gendlin es una
explicación acerca de cómo nos ponemos en funcionamiento después que nuestro
modo de estar experienciando está detenido y, por lo tanto, ha devenido un modo
de experienciar rígido o estructurado, o en parcial funcionamiento. Gendlin
termina dándonos una explicación del porqué la EMPATIA o el ARTE de
Escuchar en forma certera llega a producir cambios. Rogers nos dijo que la
Empatía producía cambios, Gendlin nos dice porqué ella produce dichos
cambios. El modelo de Gendlin propuesto en el Experiencing, el Focusing y la
Filosofía de lo Implícito, pretende dar cuenta del porqué producen cambio las
distintas alternativas provenientes de marcos teóricos diversos como por
ejemplo la paradoja sistémica, la imaginería, la hipnosis, el implosing u otras

Personalidad, traducida al español, y que costituye el segundo capítuo del presente libro, editada por
Philip Worchel, & Donn Bysne (Eds.) New York: John Wiley & Sons, 1964.
5
Gendlin, Eugene PhD: A theory of Personality Change”referencias en Nota nº4.
6
En la década del 70, en Chile era imposible hablar del escuchar como un instrumento terapéutico. Hoy,
gracias a los aportes terapéuticos y organizacionales no sólo es posible hablar del escuchar como un
poderoso instrumento de la psicoterapia, sino que es un abordaje legitimado y altamente efectivo en los
procesos humanos en general.
alternativas de re-condicionamiento, u otros abordajes terapéuticos provenientes
de diferentes modelos de cambio7.
El experiencing que aparece en la obra clásica de Una teoría del cambio
de Personalidad (Gendlin, 1963) junto a El Experiencing y la creación del
significado (Gendlin, 1962), son los dos primeros sucesos teoréticos que
revolucionan el pensamiento terapéutico occidental y darán nacimiento al
Focusing como un instrumento que penetró en la profundidad de la
subjetividad humana.
Luego de cuarenta largos años de investigación, aplicación y
teorización, Gendlin ha llegado a los límites de la generación del conocimiento
subjetivo a través del T.A.E. (Thinking at the Edge, Pensando desde el
Borde)8
En 1999 aparece una obra culmine de la fenomenología experiencial de
Gendlin denominada A Process Model (Un modelo del Proceso), donde el
universo de lo subjetivo navega en los espacios cósmicos del significado de la
sensación sentida, uniendo el tiempo subjetivo con aquella significación
transformadora de un presente sin tiempo, en que todo suceso que ocurre se
significa dentro de lo Implícito.

1. ¿Qué es el Experiencing? 9

El experiencing es el término propuesto por E. Gendlin para dar cuenta


de un Proceso de Interacción incesante entre los sentimientos personales y
corporales y los símbolos propios o del medio ambiente interactuante. El
Experiencing es, por lo tanto, la interacción entre la Persona y su entorno,
siendo un proceso corporal y pre-conceptual que se completa o se termina de
significar sentidamente con símbolos (palabras o sucesos). Por ejemplo, si estoy
agobiado por algo y una persona al saludarme en la mañana me pregunta
¿estás triste?, es probable que comience a sentir en plenitud aquello que estoy
sintiendo y tal vez hasta me ponga a llorar. Si en cambio, estoy esperando una
buena noticia con un estado de ánimo optimista; cuando ella llega, puedo
saltar de alegría, en este caso. Existe un estado emocional previo y ello
7
Gendlin creo el Focusing como instrumento transversal en psicoterapia, disponible a terapeutas de
cualquier corriente, ver el capítulo Vïas de Acceso en su libro titulado Psicoterapia con Orientación al
Focusing, sus referencias se pueden ver en la bibliografía
8
T.A.E. (Thinking At the Edge) : P.D.B. Pensando desde el Borde ha sido la traducción que hemos
realizado a esta nueva metodología que trata de dilucidar el lenguaje de la subjetividad de la Subjetividad
desde aquella interacción entre experiencia y empatía y lenguaje lógico. Un artículo fundacional ha sido
el de la Dra Marion Henrich titulado Una teoría de la Consideración Positiva Incondicional que se
expone especialmente en el Captítulo 5 de este libro
9
En esta ocasión insisto, cada vez con mayor convicción, que es preferible mantener el vocablo inglés, ya
que su traducción resulta ser demasiado extensa; i. e., el experiencing es aquel proceso corporal de
interacción incesante entre sentimientos en fluida conformación y los símbolos provenientes del medio
humano y contextual o del mismo yo.
interactúa con la noticia (símbolo) desplegándose un proceso de sentimientos
de completación, de alegría. El experiencing es un proceso de sentimientos pre-
conceptual, es decir, de sentimientos que significan algo que, al sentirlos más,
llega a significar más y viceversa. Es un proceso preconceptual de
sentimientos que ocurre en el presente y que es permanente, es co–existencial,
es decir, comenzamos a experienciar, desde el momento que somos concebidos
hasta que morimos. El proceso de experiencing es nuestra Existencia individual y
singular, con sus proyectos, sentimientos presentes o evocables, es nuestro
proyecto de mundo (Biswanger), es nuestra Persona existiendo segundo a
segundo. Heidegger presentó un paradigma nuevo acerca del ser humano a
inicios de siglo y que se conoció como el-ser-en-el-mundo. Este paradigma
filosófico emergente de la fenomenología existencial, fue llevado a la
dimensión concreta y cotidiana de la existencia por E. Gendlin. El-ser-en-el-
mundo de Heidegger es el experiencing, psicológico y corporal, significativo y
emocional, de nuestra existencia concreta, cotidiana y dramática.

2. Descripción Personal del Proceso de Experiencing

Antes de sintetizar los conceptos básicos implicados en este nuevo


constructo que Gendlin denominó como el experiencing, quiero compartir mi
forma de apreciar el fenómeno propuesto con un ejemplo, a modo de otorgar
un significado experiencial del mismo y con la intención de permitir al lector una
visión menos intelectual y más vivencial que ilustre esta nueva perspectiva del
ser humano. Observemos una escena del séptimo arte, tan propio del siglo
XX.

Se trata de un film de Visconti y, particularmente, de Muerte en Venecia,


basado en la novela de Thomas Mann.

La historia comienza en el film con la llegada del protagonista a Venecia


una mañana de claro sol, quien procede a subirse a una góndola que lo
conducirá a la otra orilla en búsqueda de un hotel, cuasi moribundo y muy
enfermo, ya en el episodio final de su vida. Visconti le da a esta escena inicial
toda la magnificencia pictórica propia de su genio y la consagra al enmarcarla
en el Adagietto de la 5ª sinfonía de Mahler. Al tratarse de la muerte de un
individuo y de la caída corpórea del espíritu, bien pudiera asignarse al
protagonista ser el propio Mahler, produciéndose una metáfora posible como
que sea Mahler en la Venecia de Thomas Mann, con su propia música en el
film de Visconti. Por cierto, en la novela se trata de un escritor. La primera
escena consiste en una sinfonía de recuerdos que podría visualizarse, o
“sentirse”, continuando con la siguiente descripción.
Una música lenta como las olas de un mar aparentemente tranquilo, en
una mañana crepuscular de su vida (sentimientos) en que el protagonista se
mece dejándose llevar en bote como un niño, atemorizado, convaleciente, en
una disposición de llegar a Venecia, para despedirse de la vida. A medida que
avanza imperceptiblemente, la góndola se mece con las olas del mar y el
protagonista comienza a experimentar un despliegue de emociones en una
atmósfera melancólica, desde una emergente angustia, y sus recuerdos más
amargos comienzan a llegar desde el pasado. En sus recuerdos aparece la trágica
muerte de sus dos hijos. El arpa da sus acordes como penetrando en el
corazón, su mirada se va perdiendo en el horizonte lejano de Venecia, cuyo fin
va marcando su cercanía conforme avanzan los violines, como la mirada del
mar, intensa, como los recuerdos más angustiosos y la aceptación más radical
de aquel destino que se cernió implacable sobre una alma especialmente
sensible. Sentado, con sus manos apoyadas sobre aquel bastón de su vida,
como descansando con la inmensa carga de recuerdos a su espalda. Sus ojos,
centellando el dolor evocado por el paisaje (símbolo) evocado
inexorablemente por aquellos violines que a la distancia concentran todo el
tiempo ya pasado. A través de la evocación de sus sentimientos, pareciera que
el presente se hubiera inundado con las aguas del pasado. Toda esta escena en
medio de un paisaje azul y dorado, clásico y esótico, náutico y eterno como es
Venecia.

El proceso del experiencing se da en los sentimientos corporales del


protagonista que lentamente comienzan a conformarse según interactúa con el
paisaje y con la música. El paisaje y la música constituyen los símbolos
evocadores de un proceso de sentimientos intensos y pre–conceptual, que se
van completando en sentimientos decididamente signados por la tristeza, la
angustia, la desdicha y la desolación. Esta interacción entre el personaje y su
viaje en esa pequeña embarcación -de una orilla a otra por el mar de Venecia-
genera un proceso emocional intenso y finalmente, con una conceptualización
clara, las imágenes de sus hijos que mueren trágicamente.

Más allá de la tristeza, lo fundamental aquí es visualizar cómo se gesta el


proceso de sentimientos, cómo resulta de la interacción ininterrumpida entre
la persona y su medio.

3. Conceptos básicos del Experiencing

La siguiente síntesis del modelo de cambio de E. Gendlin es una


interpretación personal que -a pesar de haber sido puesta a prueba durante 30
años de psicoterapia y verificada personalmente en conversaciones presenciales
con el propio Gendlin- constituye sólo una propuesta que pretende ser sólo
un marco de referencia para la comprensión posterior de la teoría que se
presenta en la obra original del autor en la segunda parte de este libro.
La teoría del Experiencing de Eugene Gendlin

Eugene T. Gendlin ha fundado un modelo terapéutico que denominó


Psicoterapia Experiencial. La investigación y la teorización han sido una
característica que Gendlin continuó desarrollando, actitud que le ha permitido
dar un sello propio a su pensamiento mediante permanentes investigaciones
empíricas. Dentro de esta nueva posición, Gendlin ha formulado una teoría
del cambio y de la dinámica del funcionamiento de los procesos subjetivos.
Para Gendlin, los aspectos importantes que confluyen para predecir el
cambio son el sentimiento y la relación interpersonal del cliente con el
terapeuta. Estas dos variables operan conjuntamente para poner en
movimiento un proceso que se produce en el cliente, que ocurre
concretamente y que es sentido corporal o interiormente por la persona del
cliente: el experiencing.
Como producto de esta interacción, todo organismo crece y se
desarrolla. Como un organismo biológico interactúa con su medio ambiente,
al intercambiar sustancias nutrientes, etc., el organismo humano de la
subjetividad crece con la interacción que se produce procesalmente entre
sentimientos y símbolos. Los símbolos son sucesos que significan contenidos
personales para el organismo, sucesos verbales o no verbales que interactúan
con la función significante de éste. Esta interacción es profundamente
sentida, concreta y corporalmente percibida. Es lo que sucede dentro de un
organismo humano en un contexto determinado y se le ha llamado experiencing.
El individuo que asiste a terapia es visto por Gendlin como alguien que
funciona en su experiencing de una manera sólo parcial, habiendo ciertos
aspectos internos que estarían detenidos y cuya interacción (entre sentimientos
y símbolos) habría dejado de ocurrir. A tales aspectos detenidos se les ha
conocido tradicionalmente como contenidos reprimidos, bloqueados, negados, o
que se les ha llamado complejos, etc. Estos contenidos presentan el
inconveniente de explicar sólo el no-cambio de la personalidad, dejando sin
explicación el cambio, es decir, la dinámica y transcurso evolutivo propios de
la personalidad. Gendlin nos hace notar las limitantes de las teorías
tradicionales al respecto, contrastando y proponiendo una teoría alternativa, la
del experiencing. Este proceso ocurre implícitamente en el individuo y la
necesidad de centrarse en lo que funciona, antes que en aquello que no
funciona. Es una formulación novedosa, interesante y revolucionaria ya que
en el futuro cambiaría radicalmente el modo de transformación de la
subjetividad.
A continuación veremos las características que tiene el experiencing y el
modo en que los aspectos funcionantes o activos pueden interactuar con los
símbolos (las respuestas del terapeuta) para llegar así a Reconstituir nuevamente
el experiencing en lo que éste tiene de estancado.
El experiencing es sentido interiormente antes que pensado, conocido o
verbalizado. Funciona implícitamente en un presente inmediato. Aunque sea
sentido, ello no es necesariamente conceptualizado, ya que la simbolización de
un sentimiento es bastante posterior a la ocurrencia de él. El experiencing es así
un proceso de sentimiento10 al que puede cualquier individuo referirse
directamente (T.C.P. pág. 51). El referente directo es lo central de un sentimiento
nítido, pero que es conceptualmente vago (Gendlin). Un individuo puede así usar
símbolos que aportan conceptualmente información acerca de lo que siente,
puede referirse a ello, referirse a eso que está sintiendo. Esto que siento no sé
exactamente qué es, pero lo siento intensamente, dice un cliente al referirse
directamente a su experiencing. Como vemos, los símbolos verbales usados no
logran expresar claramente en qué consiste el sentimiento en cuestión. El
sentimiento está pues vivenciado en la conciencia, ya que es percibido
vagamente como suceso que le ocurre al organismo.
Esto nos conduce a otra característica del experiencing: su
funcionamiento implícito en el significado sentido por el individuo y que no
aparece en el discurso o relato del cliente. La persona siente así un significado
de lo que está experienciando como sentimiento, pero ello no puede aún
expresarse claramente en conceptos. Este significado sentido y no-pensado
necesita de símbolos verbales o gestuales que interactúen con él para lograr
una conceptualización. La correspondencia o no-correspondencia de los
símbolos con el sentimiento (significado implícito) está en función de lo que
organísmicamente11 el individuo siente como adecuado. Cuando un símbolo
interactuante con el sentimiento llega a tener resonancia en el organismo, se
dice que tal símbolo es el correcto (certero, diría Gendlin), significando lo que
realmente se siente. A este símbolo verbal certero se le llama símbolo verbal
explícito o sentimiento explícitamente conocido (T.C.P. pág. 55).
Por otro lado, al significado implícitamente sentido se le denomina
símbolo verbal implícito, lo que se ejemplifica en el término Esto que siento me... De
aquí surgen dos aspectos de los significados que uno o más sentimientos
tienen para un individuo. Los significados implícitos que se sienten
concretamente en el organismo, pero que no han encontrado los símbolos
adecuados para ser verbalizados o para ser explícitos; y aquellos significados
que después de haberse sentido han encontrado sus símbolos y el individuo
los ha explicitado o hecho verbales. Existe entonces, en la construcción del
significado, o proceso de simbolización, un sector implícito, y existe un
núcleo central de significado sentido que es la guía que decide el discurso
10
Toda cita referida a la obra “Una Teoría del Cambio de Personalidad” de E. Gendlin, en adelante, se
hará en forma abreviada ( T.C.P. pág. 51) en la edición del presente libro.
11
Organísmico, término utilizado originalmente por A. Maslow con el que se quiere representar aquel
proceso biológico que proviene de una autenticidad corpórea y sentida realmente, lo que conduce a un
comportamiento espontáneo y libre, por ejemplo sentir hambre, sed, o tener decididos deseos por algo
específico o un sueño muy deseado que finalmente se logra es una felicidad que involucra a todo el ser.
En el término organismo está integrados los conceptos de totalidad, intensidad y fluidez de la experiencia
interna.
explícito o la adecuación correcta de símbolos verbales. El mundo implícito es
infinitamente más amplio de lo que se logra explicitar. Esto lo podemos
observar en la vida diaria cuando una persona le dice a otra te aprecio o me
simpatizas o te amo, lo que con estas palabras se logra expresar es una ínfima
parte de toda la significación implícita que logra aflorar o representarse en dos
simples símbolos verbales.
Cuando la explicitación es la correcta, el símbolo adjudicado al
sentimiento logra representar el sector central del significado implícito.
El experiencing es así un funcionamiento implícito en el comportamiento
diario, dice Gendlin. Jamás un individuo piensa o siente en palabras lo que
observa, lo hace mediante un funcionamiento implícito. En el funcionamiento
implícto se configuran una experiencia presente, futura y pasada, un
conocimiento del lenguaje y de las cosas, una memoria emocional; no
obstante, ellos no son necesariamente concurrentes con símbolos verbales
precisos ni universales. Lo implícito se piensa en imágenes, nos dice Gendlin.

Ante un suceso dado, todos los significados funcionan implícitamente


como un presente personal, un experiencing concretamente sentido, con una
nitidez presente y una inmediatez real. Los significados implícitos son así
funcionantes, pero incompletos, y su terminación se logra con la explicitación
o conjugación con los símbolos adecuados.
El significado implícito, sentido conceptualmente, va interactuando con
los símbolos o sucesos simbólicos, y da lugar a la terminación simbólica
traducida en poner en funcionamiento o autopropulsión (carrying forward P.C.P.
pág. 54) del proceso del experiencing. En otras palabras, se puede decir que el
sentimiento corporalmente sentido (preconceptual) interactúa con el símbolo
verbal (suceso simbólico) llevando adelante el proceso como significado
explícito. El experiencing guía y determina la significación explícita del
sentimiento.
Hasta el momento hemos dicho que el experiencing es una variable del
proceso de cambio terapéutico, que es un proceso de sentimiento, y más que
conceptual, ocurre en el presente inmediato y puede ser referido directamente
por el individuo como dato sentido en su campo fenoménico; es decir, que el
experiencing guía la conceptualización y posee significados implícitos propios,
los cuales son organísmicos y preconceptuales. El experiencing funciona
concientemente y es sentido antes que conocido conceptualmente. Agreguemos a
esto que el experiencing puede tener implícitamente una gran variedad de
significados aún cuando él sea referido directamente a un sólo sentimiento.
De acuerdo a las definiciones anteriores y después de habernos hecho
un cuadro de lo que hipotéticamente pudiese estar ocurriendo en el interior de
un individuo, su funcionamiento en forma de experiencing, procedamos a
conocer lo que Gendlin propone como explicación dinámica del cambio
terapéutico. Al micro-proceso por el cual se logra la simbolización de un
significado implícito apuntando al referente directo del experiencing, Gendlin le
denominó focalizar12 .
Con esta expresión se quiere representar la idea de cercar y concentrarse
en un sentimiento o una gama de significaciones implícitas con el fin de
adjudicarle los símbolos correctos.
El proceso de focalizar consta así de cuatro etapas y es modus operandi de
la sesión terapéutica experiencial.

1º El referente directo

El Cliente se refiere directamente a un dato que él siente


organísmicamente, tan nítido y real como la tensión fisiológica que acompaña
a este impulso de sensaciones en el momento en que se quiere decir algo.
Cuando un individuo procede a contar algo que es conceptualmente impreciso,
siente corporalmente un cúmulo de sensaciones y significados.
Este concentrarse en lo que se va a decir, este referirse a y lograr
tocar la superficie de lo que pudiera imaginarse una “caja de sorpresas” -
significado interno que no se conoce aún-, es lo que Gendlin quiere decir con
concentrarse o aproximarse al referente directo del experiencing. El referente
directo es, por lo tanto, desconocido conceptualmente, pero sentido con
frescura y actualidad en el organismo. Cuando el cliente se siente
comprendido, sin amenazas en su comunicación con la respuesta empática
del terapeuta, entonces puede tener lugar el referirse directamente a algo que
siente. El cliente comienza a focalizar, logrando en primera instancia sentirse en
contacto consigo mismo. Mediante el camino del focalizar se llegaría a
aproximaciones conceptuales intermedias, simbolizando y haciendo
verbalmente explícito el sentimiento en cuestión.
Tengamos presente que la simbolización correcta tiene que ver con una
sensación de exactitud que es suministrada por una certeza sentida en la
persona del cliente o de la persona escuchada. Poner atención al referente
directo es el primer eslabón del alivio de tensión y un paso adelante del
proceso organísmico de sentir simbolizando y de simbolizar sintiendo.
La simbolización está lejos de ser un asunto de naturaleza intelectual.
Cuando se dice de algo que ha sido correctamente simbolizado se refiere al
efecto vivenciado interiormente ante un símbolo determinado. No es que se
tenga claro conceptualmente, sino que es un sentimiento de estar con uno

12
Este micro-proceso, o acción de focalizar, dio origen al fenómeno conocido hoy mundialmente como el
Focusing. El focalizar, no obstante, se trata de un abordaje concreto diseñado para cercar el proceso de
sentimientos y para poner en marcha aspectos detenidos o desconocidos. (Ver T.C.P. pág. 56).
Posteriormente en el año 2002 y por motivos didácticos, me he permitido denominar a este mini proceso
de focalizar con el nombre de Unidad Dialéctica de Cambio como una forma de distinguir estas cuatro
etapas de cambio respecto del Focusing como un macro fenómeno que se centra en la interacción y
completación implícita de la sensación sentida.
mismo, de sentir que ese sentimiento le pertenece, que el individuo puede
tocarse desde adentro. De allí que sea la experiencia emocional la que lleva la
delantera en la simbolización, determinándola a tal punto de otorgarle
exactitud o no-exactitud; determinando el camino hacia esa exactitud. 13
La simbolización es así, en primera instancia y antes que todo, sentida.
Resumamos entonces cómo opera el proceso del Referente Directo.

Primero el cliente siente algo y recién entonces se va aproximando a


símbolos verbales que logran representar ese algo. La focalización directa e
interna implica reducción de tensión. El perder la pista de la autoexploración,
o del tema experiencial sentido, aumenta la tensión según las mediciones de
concomitantes neurofisiológicos llevados a cabo durante la sesión terapéutica
14
Si el terapeuta es empático en su lenguaje corporal y verbal, y no evaluativo
(o sea activamente comprensivo); el cliente se embarca en un camino de
focalización, en que se aproxima conceptualmente al sentimiento.

2º La Develación.

La segunda fase del focalizar es la develación del referente directo. Una


vez que se está en camino, penetrando en la experiencia, refiriéndose
directamente a un dato sentido, gradualmente se llega a conocer en qué
consiste este referente directo. Hoy sabemos que el destino de este camino es
un “algo” que vive significando desde una profundidad.15
Con gran alivio fisiológico y repentino asombro, el individuo llega a la
apertura de aquello que no conocía conceptualmente, pero que sentía cada vez
más intensamente. Mediante una gradual aproximación simbólica de
interacción comprensiva y empática de sus sentimientos con las respuestas del
terapeuta, el cliente llega a encontrar las palabras exactas para aquello que
sentía. El dato vago conceptualmente, pero sentido en forma intensa, decide
y enjuicia esta conceptualización posibilitando la apertura, el logro de la
exactitud del significado sentido.
La develación del referente directo involucra un reconocimiento
emocional sorpresivo y profundo de nuestros propios sentimientos.

13
Esa certeza o exactitud es el camino de conquista de los propios sentimientos, siendo la materia prima
del proceso de la autenticidad, camino en definitiva conquistable por la persona que vive una focalización
con la ayuda de un escuchante.
14
Gendlin, E.; Berlin Jeronne I. Galvanic skin response correlates of different modes of Experiencing
(1959). Este experimento, entre otras cosas, demostró que la reducción de tensión orgánica (medida en
reflejo psico galvánico) se producía después de lograr una simbolización aproximada o un encuentro del
referente directo, y que, por otro lado, la tensión aumentaba cuando el cliente elegía un tema determinado
o se perdía, al extraviarse del tema.
15
“Algo” es lo que Ann Weiser Cornell menciona como aquello que está en la profundidad en espera por
la interacción con la sensación sentida, concepto central y que es el motor de la significación de acuerdo
a Eugene Gendlin.
La aproximación conceptual es gradual. Ello implica que existe un
encadenamiento o interacción del sentimiento y del símbolo aún antes de que
se llegue a la simbolización completa y exacta del referente directo. Así,
aunque no esté claro el asunto conceptualmente, se experimenta un cambio en
la variedad de los aspectos que constituyen el significado sentido del referente
directo; esto produce un cambio inespecífico y global. Aún cuando carezca de
descripción lógica, el cliente siente que algo ha sucedido interiormente. Lo
siente organísmicamente. El cambio producido es a nivel del sentimiento
global, lo que conduce a un modo de experiencing distinto. Mediante este nuevo
modo se logra así enlazar con otros símbolos, lo que conduce posteriormente
a una conceptualización específica y clara del sentimiento y su significado.

3º La Aplicación Global.

El focalizar alcanza su tercera fase cuando este nuevo modo de


experiencing comienza a explicar muchas facetas de la propia personalidad y las
conductas ante situaciones distintas. El individuo llega a relacionar aspectos de
sí mismo, a generalizar y explicarse su propia conducta, llegando a conocer
algunas facetas nuevas de sí mismo.
No debe confundirse esta aplicación global con el insight, ya que no es
un esclarecimiento intelectual del problema, sino que se trata de un estar en
proceso emocional de descubrimiento. El insight sería uno de los tantos
resultados que ocurren después que el individuo ha develado su referente
directo y entrado a generalizar. Lo importante es que el cambio ocurre de
todas maneras aún cuando no esté clarificada conceptualmente la develación.
La aplicación global es una integración emocional, una auto-comprensión
emocional y sentida corporalmente.16

4º Movimiento del Referente.

De este modo se ha llegado a sentir experiencialmente una nueva cualidad del


referente directo. Este se experimenta de otra manera, se siente en
movimiento, dado corporalmente y sentido en marcha, en forma directa. La
perspectiva o el escenario cambia, conduciendo a descubrir nuevos aspectos
del referente directo encontrándose así con los significados implícitos que
daban a la conceptualización una dirección final que desemboca en la
explicitación verbal precisa al sentimiento.
Cuando se ha removido el referente directo, cambian los significados y
las simbolizaciones. Esta remoción es profunda e intensamente sentida y
16
Al respecto, véase el artículo Contradicción y Descongelamiento (Riveros, 1990) en que se describe en términos
experienciales y existenciales el proceso de cambio terapéutico haciéndose la distinción entre puesta en
marcha o autopropulsión (carrying forward) del experiencing y el conocido proceso del “insight”.
emerge desde la profundidad del cliente, lo que nos lleva a decir que sin
remoción, todo es meramente hablado o intelectualizado (Gendlin). El
movimiento del referente es la experiencia directa de que algo más que la
lógica y la verbalización se ha producido internamente. El más leve
movimiento del referente produce un inmenso cambio en la verbalización.

Esta etapa del focalizar constituye así un cambio en el significado


sentido que afecta a la simbolización. Al comenzar a hablar de otro tema, el
cliente está cruzando por la etapa del Movimiento del Referente.
A manera de ilustración, podemos apreciar cómo opera este
procedimiento y para ello recurriremos a la narración que el mismo Gendlin
hace de un cliente suyo.

Cliente 1 (C1): Tengo que ir a una reunión esta noche, pero por alguna
razón no quiero ir. (Referente Directo: se sabe que se siente algo,
pero no sabe la razón de ello o en qué consiste) A partir de este
contenido verbal no tenemos modo alguno, ni el cliente tampoco,
de saber por qué no quiere ir. Sin embargo, existe una manera en
que él pueda llegar a sus sentimientos y ella descansa en la
posibilidad de aproximarse a través del referente directo a su
experiencing presente. Al referirse directamente a su experiencing
presente puede recién entonces decir.

C2: Bueno, no sé de qué se trata, pero estoy seguro de que no quiero ir. De
hecho creo que el Sr X estará allí. Y hay algo en él me desagrada Puede así
continuar refiriéndose a su experiencing presente y puede éste
último moverse y en enterarse que allí habrá algo que no le
agradaba (Develación, segunda etapa del focalizar o Unidad
Dialéctica de cambio U.D.C.).

C3: Hum, no quiero ir porque el Sr. X estará allí y comenzará a discutir


conmigo y yo detesto eso. Este contenido verbal llegará a originarse en
él a partir de un referente directo. En su experiencing presente. No
es este todo el significado que puede emerger a medida que vaya
alcanzando este presente experiencial (aproximaciones en cadena
de conceptos o simbolizaciones sentidas). En general me molesta
la gente que discute acaloradamente y no sólo en las fiestas, sino
que en cualquier parte (Aplicación Global).

C4: Oh, no es que deteste discutir con el Sr. X, de hecho me encanta


conversar con él, pero tengo miedo de que no me tome en serio cuando yo me
entusiasme mucho al respecto (Movimiento del Referente, aquí
podemos ver un verdadero movimiento del significado, cuando
ha llegado a sentir la profundidad de su experiencia, el cliente
descubre que más bien le agrada conversar con el Sr X sólo que
descubre que él teme que Sr. X no lo tome verdaderamente en
serio)
En este ejemplo, el individuo forma conceptos con una base en el
referente directo de su experiencing. No es que esté usando simplemente
conceptos exactos que digan algo de lo que sucede. El hecho de que él tenga
miedo no es algo que él decida a partir de su comportamiento. De hecho, él va
formando sus conceptos fundamentado y guiado por lo que va sintiendo en
ese momento, por su experiencing en marcha.
En resumen, este relato puede consignarse en el micro-proceso de
focalización, con las siguientes etapas: referente directo (deseos de no concurrir
a la reunión), develación (es que estará el Sr. X), aplicación global (me molesta la
discusión en cualquier escenario), y movimiento del referente (no me molesta en
realidad discutir, de hecho me encanta conversar con el Sr. X, sólo que me
doy cuenta que temo que no me tome en serio).

Después de estas cuatro etapas del focalizar, propuestas por Gendlin, el


cliente alcanza el proceso de sentirse auto-propulsado. Este proceso es el motor
esencial del cambio de personalidad. Después del focalizar, se llega a una
remoción generalizada, a un suceso lleno de sucesos (Gendlin) no necesariamente
simbolizado (si bien puede serlo), sino que profundamente sentido. Ya el cliente
está en contacto con su experiencia, es decir, consigo mismo, profundiza paso
a paso, a pesar de querer distraerse, nuevas escenas de sí se le configuran. Se
ha producido un cambio en el tema sentido, no se repite una comunicación con
la cual inició el cliente el relato que le preocupa y no entiende. El referente
directo ha proporcionado una transición de lo que antes dijo el cliente a lo que
dice ahora como un cambio del tema y/o esencia... (“no deseo ir a la reunión”
cambió a “temo que no me tomen en serio”).
Lo importante a destacar aquí es que el proceso de autopropulsión
significa la puesta en marcha del proceso de experiencing en ese aspecto o en el
tema tratado específicamente. Aún cuando no se simbolice total y
explícitamente, el proceso del sentimiento ha cobrado curso. La interacción es
un hecho implícito que ha entrado a funcionar, la molestia ante la posibilidad
de discutir con alguien se ha enganchado con el deleite por conversar y el temor
de no ser tomado en serio.
A través de esta descripción global y sintética, he querido ilustrar el
modo en que sucedería el cambio terapéutico. Los sucesos simbólicos que han
interactuado pueden ser el tono de voz del terapeuta, el sonido verbal y la
efectividad de un símbolo certero, que interprete de un modo exacto el
sentimiento implícito del Cliente. La expresividad del terapeuta, la conducta
de emisión de palabras o símbolos certeros pueden contribuir a un fenómeno
verdaderamente empático y facilitador para el sentimiento implícito del
Cliente.
Sin embargo, no tendríamos una explicación completa si no nos
referimos brevemente a lo que Gendlin denominó ligadura estructural, con ello
trata de describir aquellos aspectos que no están funcionando implícitamente
en el cliente. Este estado, conocido también como rigidez perceptual, es
caracterizado por el autor de una manera novedosa. Operacionalmente
formula una definición de su sistema teórico que difiere básicamente de los
conceptos psicoanalíticos. Recién entonces procederemos a describir la ley de
la reconstitución del proceso propuesta por Gendlin. De este modo podemos
apreciar la importancia y los alcances de la teoría del experiencing que intenta
dar explicación de la naturaleza del cambio terapéutico, incluyendo una
revolucionaria ley formulada para la reconstitución del proceso.

Rigidez Experiencial o Ligadura estructural.

El experiencing está siempre en proceso, funcionando implícitamente de


manera ininterrumpida, desde que somos concebidos hasta que morimos: El
experiencing comienza con los latidos del corazón y su interacción incesante
vive de este sonido permanente. Sin embargo, pueden existir aspectos
experienciales que se llegan a detener un día y que de pronto “sentimos” que
algo no está funcionando implícitamente. Gendlin llama a estos aspectos los
todos congelados (the frozen wholes).
Este estado determina un modo de experiencing que es particular. El se
caracteriza por estar ligado o anclado estructuralmente, deteniéndose en su
funcionamiento implícito, haciéndose repetitivo en lugar de cambiante; es un
esquema reiterativo y no aporta nada al proceso de experiencing; se aprecia
además una postergación afectiva en que los contenidos se experimentan
como lejanos a sí mismo. Expresiones como soy el espectador de mi propia
conducta, la vida sigue muy bien mientras yo estoy en un cuarto oscuro. Apenas la puedo
escuchar. No estoy viviendo,17 constituyen un buen ejemplo de este modo rígido,
siendo la imposibilidad de reaccionar a un presente, así como tampoco se
responde a un sentimiento actual sino que a todo lo que se le asemeje
literalmente. Así es imposible captar la riqueza y los detalles de la situación
presente. En lugar de que el experiencing tenga un sinnúmero de significados
implícitos, este modo determina una visión emocional estereotipada de un
objeto presente que posee las cualidades de aquel suceso semejante y que no
es la característica del actual. El modo de
sentir es así estructurado. Los sucesos en los cuales hay ligadura estructural no
son experiencing propiamente tal. En el modo rígido de experienciar, todo

17
El experiencing detenido -que, en realidad, no es propiamente experiencing-, se puede observar en
aquel suceso común que escuchamos a diario sé que no quiero reaccionar ni sentirme así, pero siempre
termino sintiendo lo mismo, no puedo evitarlo, ni controlarlo, se me escapa, se me gatilla.
proceso presente “se pierde”, el suceso pasa, por tanto, por encima de la
estructura sin afectarla. Los aspectos en ligadura estructural no están en
proceso estricto sensu.

La Reconstitución del Proceso.

Para Gendlin, reconstituir el proceso es poner a funcionar la interacción


que estaba detenida.18 El experiencing es por definición una interacción en
marcha entre sentimientos y símbolos. Cuando se ha recuperado la interacción
se dice entonces que el individuo ha entrado en proceso. De este modo, al
formular el experiencing como interacción, por un lado existe el sentimiento del
cliente (funcionando implícitamente) y por otro, sucesos simbólicos que
afectan la puesta en marcha del primero. El suceso simbólico más significativo
es la respuesta del terapeuta; ésta afecta básicamente al modo de experiencing
del individuo.
De allí que dentro de un contexto de relación interpersonal, la respuesta
del terapeuta puede ser la responsable de la puesta en marcha del proceso. Si
hay respuesta certera habrá interacción procesal. La comunicación del terapeuta puede
llegar a convertirse en el agente que permite reconstruir el proceso
experiencial de ciertos contenidos, los cuales, antes de la respuesta terapéutica,
distaban de ser un proceso.
Aquellos aspectos detenidos comienzan a entrar en proceso , el individuo
siente que los sentimientos siempre han estado allí, de alguna manera, pero no se sentían
(Gendlin, T.C.P. Pág. 80).
La respuesta terapéutica es un símbolo certero o suceso conductual del
terapeuta que llega a ser una completación de la experiencia detenida o no
simbolizada por el cliente. Esta respuesta, como hemos dicho, se ha ido
aproximando gradualmente al significado oculto de un sentimiento que no
funcionaba implícitamente (y que no se sentía). Ella ha ido alcanzando
aquellos aspectos que estaban en proceso (al focalizar por ejemplo), que
estaban funcionando de manera implícita y que tenían un significado sentido.
Una característica de esta reconstitución del proceso es la prioridad de
ciertos contenidos que están en funcionamiento para terminar en el
movimiento del referente en que ha tomado forma un determinado
sentimiento, generalizado a otros aspectos del experiencing; el individuo ha
develado y llegado a sentir más nítidamente en el presente, un sentimiento que
no era conceptualmente claro. Sin llegar necesariamente a una simbolización
correcta y total, el individuo siente que este eslabón ha pasado por su
focalización, abriéndole paso a otro eslabón, poniéndose así en marcha una
cadena de aspectos que se remueven, significando un cambio en la cualidad de
los referentes directos. De este modo se llegaría a aquellos eslabones experienciales
18
Un modo ilustrativo de representar una zona detenida o congelada sería recordar el mundo de
Peperland conquistado o invadido por los azules en el film de los Beatles El Submarino Amarillo.
que estaban detenidos o “congelados”. Estos se ponen en marcha finalmente,
entrando a funcionar implícitamente.
Podemos extraer dos conclusiones del proceso de reconstitución
propuesta por Gendlin: Una, es la proposición de una ley de reconstitución
procesal. Y, la otra, revisar la razón que hace posible y necesaria la presencia del
otro (terapeuta) para la reconstitución del proceso en la persona del cliente.
En otras palabras, cómo la ley de reconstitución se une a la empatía que viene
de Otro.

Ley de Reconstitución

Un individuo puede simbolizar sólo aquellos aspectos que están


funcionando implícitamente en un experiencing en marcha. Los contenidos de
este último están incompletos hasta que algunos símbolos llevan adelante el
proceso. Llevar adelante o autopropulsión del proceso significa que los
símbolos o sucesos interactúan con aspectos que funcionan implícitamente.
Sin embargo, existen ciertos aspectos que están congelados, es decir, que no
están en funcionamiento y, por lo tanto, no pueden ser evocados ni referidos
directamente.
¿Cómo se pone en funcionamiento aquello que está detenido? La ley
es enunciada por Gendlin de la siguiente manera: cuando ciertos aspectos del
experiencing que funcionan implícitamente son llevados adelante por símbolos o
sucesos, el experiencing resultante implica a otros aspectos congelados a veces
muy nuevos que se reconstituyen, los cuales, por lo tanto, llegan a estar en proceso y
funcionar implícitamente en tal experiencing después de pasar por los aspectos en
funcionamiento.
Existe entonces una jerarquía de aspectos que se van simbolizando, lo
que conduce al funcionamiento implícito de otros y otros aspectos que
estaban detenidos. La auto-exploración es un hecho real y dinámico por parte
del cliente. Es él quien siente que este proceso es resultado de una
autopropulsión (Gendlin). Al comenzar a funcionar implícitamente los aspectos
detenidos, el individuo llega a sentirlos como propios en una atmósfera y
lenguaje adecuados, pudiendo así llegar a simbolizarlos, sintiéndolos.
El flujo de símbolos en una situación terapéutica es inmenso. Toda la
conducta terapéutica es expresión y significación para el cliente (y viceversa). El
cliente otorga significado a todos los sucesos que procedan del
comportamiento del terapeuta. La respuesta de éste está en definitiva presente
o implícita en el funcionamiento del cliente. No olvidemos que sólo si el
cliente siente corporalmente como exacta tal respuesta, entonces
ello será el símbolo adecuado que ponga en marcha el proceso (símbolo
“certero”, Gendlin).19
19
La ley de reconstitución dice que sólo se pueden poner en movimiento aspectos congelados a partir de
aspectos que ya funcionan, aunque sea en forma precaria o no deseada. Por ejemplo, no puedo hablar en
público y me pongo rojo de vergüenza. Esa reacción de vergüenza debe evocarse y a partir de la
La Necesidad de un Terapeuta.

Ahora podemos responder al problema de la necesidad del terapeuta.


No olvidemos que el problema surgía de una paradoja. A pesar de que el
cliente es el único capaz de penetrar en su propia experiencia y de ser el sujeto
agente de sí mismo, ¿por qué necesita asistir a terapia y requerir la presencia de
otra persona? Intentemos responder esta interrogante apoyándonos en alguna
medida en la teoría de E. Gendlin y su nueva concepción de cambio
especialmente relacionada a una problemática como la ligadura estructural.
El individuo asiste a terapia cuando su experiencing se ha detenido en
algunos aspectos. El individuo cuando está solo se defiende de sus
contenidos, se censura drásticamente, no es paciente consigo mismo -y por lo
que se conoce comúnmente-, la persona se estaría dando vueltas en lo mismo,
haciéndose un puro lío, según la frase de Ortega. El individuo no puede responder
a los aspectos ligados estructuralmente (los frozen wholes o los todos congelados),
como de hecho nadie puede hacerlo. No olvidemos que la respuesta
terapéutica interactúa sólo con lo que ya funciona implícitamente. El
individuo no responde ni siquiera a lo que pueda estar funcionando porque su
propia respuesta es una estructura ligada, es una manera rígida y repetida de
responderse, un símbolo muerto que pretende interactuar con un aspecto
detenido. Su respuesta no tiene resonancia interna, no echa a andar nada, sino
que agrega un grado de frío más a la estructura ya congelada. Ortega le
llamó a esta figura el perro que trata de agarrarse la cola. Me pongo colorado
porque soy tímido y soy tímido porque me pongo colorado. En este caso la
auto-respuesta sería la cola del perro.
Al interactuar con una persona censuradora, interpretativa y en general
poco aceptadora de un aspecto de sí misma, el individuo no logra nada y tal
vez menos de lo que logra estando solo. Tenderá a no tocar los temas en

naturalidad de dejarle que arribe puede iniciarse un camino de acercamiento a la ligadura estructural de
congelamiento. Poner en funcionamiento cosas que no funcionan, permite comprender la trascendencia de
este nuevo abordaje terapéutico. Sólo al recorrer la cadena completa que va desde los eslabones activos
(funcionantes) hasta los inactivos (no funcionantes), permite ir en el camino correcto para encender la
mecha de la dinamita o la puesta en marcha del proceso. Esta ley invierte toda la atención terapéutica.
Antes de Gendlin, los terapeutas estábamos concentrados en lo que no funcionaba, en los aspectos
previamente diagnosticados y “conocidos” como esquema defectuoso de autoridad, timidez, fallas de
asertividad, falencia declarativa. Tales términos daban cuenta de lo que no funcionaba. El problema es
que no por el hecho de nombrarlos se ponen tautológicamente en movimiento. El diagnóstico no es un
instrumento terapéutico y de hecho no tiene por qué serlo. El problema es que en el modelo psicológico
tradicional se usó el diagnóstico como un modo de caracterización que pretendía curar mágicamente al
dirigir las estrategias terapéuticas sin lograr ver o tomar en cuenta estos eslabones no funcionantes que se
volverían activos a través de la Empatía y no a través de la hipotetización conceptual. El diagnóstico
aunque sea exacto no llega a curar por que no es un símbolo certero, descubierto paso a paso por el propio
Cliente. En tal sentido resulta ser lo contrario, es decir, un símbolo muerto (Riveros, 1976). Se
recomienda ver el artículo El Focusing, Diagnóstico y Mundo de lo Implícito en el cuarto capítulo del
presente libro.
forma profunda, mencionará sólo intelectualmente el problema, sentirá menos
que cuando solo.
La necesidad de un terapeuta, y lo que es nuestro problema, la
efectividad real del mismo puede entenderse desde el punto de vista de la
respuesta terapéutica. Sólo con una persona aceptadora, el individuo sentirá
más intensamente, con mayor libertad que cuando está solo, tendrá más
paciencia consigo mismo, pensará en más cosas, descubrirá que posee cierta
habilidad para auto-explorarse y conocerse. La narración de sus problemas ya
repetidos para sí mismo, adquieren una significación mayor y más amplia,
siendo esto último enriquecedor, porque en dicha atmósfera terapéutica y
empática, el siente más que cuando está solo.
Aunque el individuo es el único capaz de auto-explorarse no logra
hacerlo estando solo ni con alguien no–aceptador. El otro le es necesario
terapéuticamente sólo en la medida que le brinde una conducta totalmente
empática, comprensiva y aceptadora. Que su lenguaje contenga símbolos
empáticos y certeros que logren tener una resonancia real en el cliente,
dependerá de que ellos no sean el resultado de una interpretación fundada en
una teoría o en una capacidad profesional a toda prueba que otorga símbolos
desde un marco de referencia externo. La respuesta del terapeuta no debe
distraer al cliente de lo que es su tema “sentido” de preocupación.
La respuesta terapéutica es eficaz y posibilita al individuo poner en
marcha su experiencing, siempre que contenga las características ya
mencionadas. Siempre que se produzca en un clima de aceptación y de
relación humana positiva. Sólo en tal medida, la respuesta terapéutica y la
presencia aceptadora del terapeuta se hacen necesarias. La respuesta
terapéutica, al ser certera, permite al cliente salir de su entrampamiento y
avanzar por la cadena de significación personal hasta llegar a los eslabones
congelados, con símbolos certeros de Otro que siente y simboliza como si fuera el
propio cliente. El terapeuta es entonces en este contexto, una persona entrenada
para otorgar respuestas certeras, fruto de su sensibilidad y de un
entrenamiento acucioso en empatía y de portar infinidad de auto-
respuestas a sus propios procesos, ya que sólo de este modo podrá
trascenderse y viajar hasta el mundo del Otro, entrar en su laberinto para ir
traduciendo fielmente la experiencia del Otro en el código de funcionamiento y
significado del Otro, poniendo su sensibilidad y autenticidad al servicio del Otro
como cliente o como Persona. La respuesta empática completa el significado
implícito, cruzando las barreras literales que son limitantes para el cliente,
aquella repuesta empática que proviene del terapeuta, es no obstante un
símbolo que refleja o da cuenta de un acontecimiento experiencial que está
ocurriendo en el cliente y que el terapeuta logra captar a través de su
capacidad empática, para proponerle un símbolo que si resulta calzar
exactamente en el movimiento implícito del cliente, entonces ese símbolo se
convierte en certero. El símbolo certero cruza las fronteras de las palabras
literales y angustiantes para el cliente, produciendo una ruptura en la
experiencia bloqueada o detenida, la que al ceder, permite que el dique del
agua se rompa y comience a fluir la experiencia real, acumulada por un tiempo
psicológico detenido. La presencia de un terapeuta es fundamental para el
cliente ya que éste le proporciona palabras que estaban dentro del alma del
cliente, pero que él no podía ver o sentir por aquella zona congelada que logró
ceder gracias a la empatía, que tomó el sendero de afirmar la experiencia que sí
estaba en funcionamiento, es decir, se rigió por la ley de la reconstitución
procesal.
Conocido es el hecho en que el terapeuta se ve limitado en su
efectividad cuando no puede otorgar respuestas empáticas y certeras, y ello se
produce cuando el propio terapeuta no posee auto-respuestas certeras para
aquellos aspectos detenidos y que son similares a los contenidos del cliente.
Allí se produce el fenómeno de la simpatía, es decir, de la identificación y ambos
pueden sucumbir en mutuas proyecciones, como en una galería de espejos. La
capacidad de escuchar se ve limitada cuando la sensibilidad del terapeuta se ve
ligada a aspectos personales no trabajados o no descongelados por auto-
respuestas facilitadoras.20

Resumiendo el proceso del experiencing

El proceso del experiencing es un proceso sentido que al ser facilitado en


su marcha, da posibilidad que se vayan sintiendo contenidos que estaban
congelados en el interior del cliente.

La teoría del experiencing constituye un nuevo paradigma que pretende


concebir una nueva dinámica del cambio; ella se ha fundamentado en la
interacción entre sentimientos y símbolos.

Los símbolos o sucesos simbólicos complementarían el funcionamiento


implícito que tiene el individuo en su incesante función de significar. La
variable del experiencing pretende explicar esta dinámica de significación como
un proceso sentido y corporal.

El mérito indudable por la novedad y la agudeza radica en que Gendlin


construye la teoría del experiencing como un modo de dar cuenta del
funcionamiento de la subjetividad humana.
Gendlin ha sometido a investigación su variable del experiencing y lo que
es más, su teoría emergió de la investigación y de la experiencia clínica.

20
En el artículo Autenticidad y Empatía (Riveros 1998), se trata ampliamente este tema de la necesidad
del desarrollo personal como parte del entrenamiento del terapeuta experiencial. Autenticidad y Empatía
es parte del libro Focusing Experiencial y Existencial. E. Riveros, LOM Ediciones, 2006, Santiago de
Chile.
Aunque esta teoría formula fenómenos subjetivos, ella es una guía para la
investigación operacional, que emplea técnicas o instrumentos comunes de
medición.
Gendlin, Jenney y Shlien hicieron estudios para cuantificar sus
observaciones, investigando la alta correlación existente entre la inmediatez del
experiencing y el grado de éxito terapéutico de los clientes que presentaban tal
característica en su interacción (1956). La inmediatez del experiencing también
fue medida por Rogers con su Escala del proceso (1958).21
F. Zimring investigó la relación entre las verbalizaciones de los clientes
(entrevistas grabadas y clasificadas) que contenían alusiones al referente
directo, y los cambios terapéuticos logrados, medidos en escala de madurez de
personalidad (1955).
El proceso de sentimiento y los sentimientos en general, como
fundamento y guía del proceso de conceptualización es uno de los aspectos
más importantes que ha aportado la teoría del experiencing. Esto fue investigado
a partir de los trabajos de Rogers. Fred M. Zimring diseñó un sistema de
evaluación de respuesta de los clientes usando la Escala Q. Las interacciones
verbales que contenían gran significación emocional y compromiso predecían
una terapia exitosa.
La investigación operacional y la teorización aplicada realizadas durante
cuarenta años ha abierto la posibilidad a examinar y evaluar la importancia de
la función del experiencing en el cambio terapéutico, en el cambio profundo
producido por la macro intervención conocida como Focusing, la aplicación
de éste a múltiples áreas de la vida humana, nuevas metodologías para la
construcción de nuevo conocimiento como ha sido el caso del T.A.E., así
como la construcción de la Filosofía de lo Implícito, y la última obra de
Eugene Gendlin, conocida como A Process Model, la cual entre otras cosas
significará una revolución sin precedentes en la reflexión de la subjetividad en
el futuro, lo que puede llevarnos a crear métodos en la comprensión del ser
humano en su componente ahora incorporado como experiencing.
La teoría del experiencing nos ha aportado una nueva explicación posible
acerca del cambio, fundamentado éste en una problemática de simbolización.
Esta teoría posee un alto grado de sistematización y su acerbo de investigación
está sustentado en numerosos hallazgos. Aún cuando el sistema de mediciones
pueda tener observaciones atendibles en sus alcances metodológicos, el gran
mérito de este nuevo enfoque es hacer ciencia sin reducir el objeto de estudio; i.e.,
mantener intacta la rica complejidad de un fenómeno tan subjetivo y tan
universal como sería el experiencing
Sin lugar a dudas, la teoría del experiencing y la Filosofía de lo
Implícito han constituido la matriz que ha dado a luz al Focusing, el cual es
considerado mundialmente un fenómeno de consecuencias terapéuticas

21
Gendlin, E. Jenny R., y Shilino, J. Counselers Rating of process and outcomes in Client-Centered
Therapy, Report to the American Association Convention, 1956.
trascendentes por su profundidad y su largo alcance. El Focusing, aparecido
tempranamente en 1976, nació a la luz pública en el año 1978, 22 siendo un
método creado por Gendlin para dialogar con el cuerpo y con los significados
sentidos, lo que lleva al cambio terapéutico. No obstante, hay un hallazgo
trascendente que ocurre con el Focusing, aún cuando Gendlin nos anticipara
de ello unos años antes: me refiero al fenómeno de la sensación sentida (felt sense).
La sensación sentida es el fenómeno central de la subjetividad, el motor de la
significación implícita, la que interactúa significando el contexto inmediato y la
interacción interpersonal. El Focusing es el arte de dialogar con la sensación
sentida. Dado que la sensación sentida interactúa con contextos específicos,
significándolos, el Focusing como método puede ser aplicado a cualquier
contexto donde interactúe el ser humano: la creatividad, la educación, la
pobreza, el trauma post-guerra, el cáncer, la religión, la espiritualidad, la
relación interpersonal, las organizaciones, el stress, la toma de decisiones, los
sueños, la interpretación artística de lo implícito, la infancia, la vejez, la
adolescencia, la muerte, el rediseño existencial ante la muerte o una muerte
parcial o pérdida física o espiritual de un ser querido, a re-visionar el futuro
personal u organizacional, etc.. Así como existen infinitos contextos humanos,
así el Focusing aparece como un instrumento que hoy en día está disponible
para la humanidad gracias al genio de Gendlin.

4. Aplicaciones del Experiencing

E. Gendlin fundó el Instituto Focusing en la ciudad de Chicago en


la década de los setenta, donde ha entrenado a muchos terapeutas (psicólogos,
psiquiatras y otras profesiones afines) provenientes desde todas partes del
mundo, desde el Extremo Oriente, Oriente Medio, Europa, Asia, Australia,
Africa, Canadá y A. Latina. Según el escritor Jeffreh Mishlove en su libro Roots
of Consciousness, el focusing como técnica derivada de la teoría del experiencing es
una de las herramientas actuales más poderosas que sirve como base de
cualquier terapia exitosa.23
El focusing como método o procedimiento permite acercarse y transformar
aquellos aspectos de nuestro proceso de experiencing que está en un
funcionamiento precario o insatisfactorio en nosotros mismos. Este abordaje
es consciente y puede ser dirigido hacia otros o hacia uno mismo. El
mencionado libro de Ann Weisser Cornell es una de las múltiples muestras en

22
Focusing. Psychoterapy: Theory, research and practice, 1969 ; y luego Focusing , Primera edición
New York; Everest House, 1978. Ambas fuentes pueden verse en Instituto Focusing de Nueva York
sección Bibliografía temprana realizada por el trabajo brillante y minucioso del Dr Franz
Despestele.(www.focusing.org)
23
Jeffrey Mishlove es citado en la presentación de una valiosa obra de Ann Weisner Cornell The Power
of Focusing. A practical guide to Emotional self healing. A New Harbinger Publication, 1996.
que el focusing puede autoaplicarse, pudiendo contribuir al propio proceso de
crecimiento. Gendlin aplicó el focusing a los procesos de interpretación de
sueños en su obra Let Your Body interpret your dreams24 en la que creó un
método para explorar y comprender las claves sentidas de nuestros sueños,
preguntándole a nuestro cuerpo el significado de los mismos. No se refiere a un
código universal para comprender el lenguaje de los sueños, sino que es un
tratado de preguntas claves que conduce a nuestra persona a comprender su
propia significación de acuerdo a un singular proceso de auto-
descubrimiento mediante el revivir emocional del sueño, con una guía completa
de cómo comenzar, y qué dirección tomar, cómo moverse desde aquellas
zonas desagradables del sueño a las más agradables y viceversa para lograr una
comprensión sentida del significado personal de dicho sueño o poner en marcha una
interacción interrumpida entre sentimientos y símbolos. 25
El focusing como técnica se enseña en talleres para diferentes procesos
humanos: interpretación de sueños, toma de decisiones, auto-comprensión,
auto-guía para resolver conflictos personales, relación de pareja, etc. En Chile,
he aplicado el modelo del experienciang y el Focusing institucionalmente, al
campo de la creatividad, de la educación, de la clínica y en las Organizaciones
durante treinta años26.He dirigido mi quehacer terapéutico bajo este paradigma
en pacientes de toda índole, niños y adultos. Mi experiencia personal ha ido
evolucionando respecto de mi quehacer docente así como también en
entrenamiento y asesoría organizacional bajo el paradigma del experiencing y La
Filosofía de lo Implícito.

5. Proyecciones del Experiencing y del focusing para el siglo XXI

A continuación, deseo exponer algunas implicancias y aplicaciones del


pensamiento de Gendlin en diferentes terrenos donde interactúa el ser
humano y sus diversos contextos. Quiero referirme especialmente a la
transformación conceptual que ha dado origen a lo que hoy en dia conocemos
como una nueva Metateoría. La teoría del experiencing, junto a la aparición
del Focusing como fenómeno de reconstitución de la subjetividad detenida, lo

24
E. Gendlin, Let your Body interpret your dreams, Chiron Publications 1986, 400 hinden Av, Wilmette,
Illinois 609, U.S.A. Library Congress: Cataloging-in-Publication Data.
25
Personalmente tuve la experiencia de haber sido conducido por el propio Gendlin para dilucidar y
comprender un sueño recurrente y angustioso de muchos años, de la cual puedo decir que logré un
desarrollo muy importante posteriormente, amén de haber logrado su extinción por el sólo hecho de haber
tenido una re-significación sentida. El Focusing aplicado a los sueños es una curación y no una
explicación.
26
Al respecto se sugiere ver la conferencia dictada en Costa Rica “La empatía enseña a la Empatía. Una
labor experiencial realizada en Chile”. Esta conferencia fue dicta en el año 2004 y puede leerse como
acápite anexo en el libro ya citado Focusing Experiencial y Existencial.
cual ha dado lugar a una transformación en la práctica de la psicoterapia,
trayendo reformulaciones en conceptos como cuerpo humano, normalidad,
autopropulsión del proceso terapéutico y trascendido las falsas dicotomías del
pensamiento occidental en lo que respecta al fenómeno humano del cambio.
Dicotomías tales como razón-emoción, sujeto-objeto, el yo y su contexto,
proceso con propulsión externa y autopropulsión, etc. Junto a dar nacimiento
al propio Focusing como instrumento de intervención en la subjetividad a
través del gran recurso de la Empatía, la teoría del experiencing ha dado lugar
a otras metodología para descubrir nuevos territorios de la subjetiividad,
instrumentalizando el concepto de autenticidad, como por el ejemplo el
T:A:E: Thinking at the Edge, traducido como Pensando desde el Borde 27 es una
forma de crear teoría personal como conocimiento y como pensamiento
creativo, una forma de hacer investigación, proyectos de inventar nuevos
mundos a partir del dialogo con la propia sensación sentida, distinguiendo los
territorios del lenguaje formal y aquellos de la autenticidad. Una teoría del
Cambio de Personalidad y El experiencing y la creación del significado constituyen a mi
parecer la base de una pirámide de la Filosofía de lo Implícito que ha
culminado la obra última de Gendlin denominada por el momento, como Un
Modelo del Proceso (“A Process Model”)28

5.1. La consulta al proceso y no al resultado.

El propósito de una psicoterapia es re-establecer el experiencing no funcionante


a partir de lo ya funcionante y de este modo el resultado es la desaparición de
síntomas o conductas desadaptativas para recién, en forma posterior y como
consecuencia o simultáneamente, producir un proceso autopropulsado de
crecimiento personal. Es el proceso el que debe ser escuchado, atendido, facilitado,
con la activa vivencia del cliente, acompañando con símbolos terapéuticos
certeros su experiencia de resurrección. No se aborda el proceso para descubrir
contenidos universales, sino que se aborda un proceso universal para descubrir vivencialmente
contenidos de significado profundamente personal, singular y emocional. El paradigma es
universal al igual que los resultados, pero los contenidos son individuales.

5.2. El cuerpo como un sabio desconocido.

El focusing, como abordaje terapéutico, implica concentrar toda la


atención del proceso corporalmente sentido y en el experiencing como proceso
permanente de interacción entre la persona y el medio, privilegiando la actitud
de poner atención al propio cuerpo, a la propia persona, siendo esta una
actitud desconocida hasta la fecha. Al dirigir la atención hacia los sentimientos
27
Ver traducción anexa en el Capítulo 5.
28
A Process Model. De Eugene Gendlin, ver referencias bibliográficas.
propios, hacia el propio cuerpo se le otorga un papel de sabiduría a esta
entidad organísmica maravillosa conocida como cuerpo, que es donde están
sucediendo los procesos experienciales, espirituales, emocionales y de toda
índole, a esta unidad conocida como persona. Esta sabiduría otorgada a la
persona corporal implica una alternativa a la actitud con que se concebía al
hombre a inicios del siglo XX y durante las centurias pasadas.
Al no poner atención al propio cuerpo, el hombre desconocía su
propia intimidad, sus verdaderos deseos, emociones y sentimientos. La
naturaleza dicotómica de la concepción alma–cuerpo llegó al máximo de
tensión cuando comenzamos a valorar nuestra persona a través de nuestro
cuerpo. El cuerpo siempre fue visto en nuestra cultura occidental como la
fuente del mal, una fuente de naturaleza animal, de instintos irracionales y
deseos malignos. El pecado habitaba en el cuerpo, en lo que por siglos se
conoció como la “carne”, fuente de pecado así como el mundo y el demonio.
Las clases de catecismo penetraron en el alma de la infancia durante siglos y
de hecho las emociones más castigadoras suyacen en nuestro
condicionamiento social de occidente: la culpa y la vergüenza.29
Así como se desconfió por tantos siglos del cuerpo también se
desconfió de la relación interpersonal. Había que cuidarse de nuestra
naturaleza animal y primitiva así como de los demás. El cuerpo a la luz del
Focusing es una realidad significadora, creadora de una simbología propia y
ancestral, el cuerpo vive en el mundo de acuerdo a Gendlin y por lo tanto
posee una sabiduría que trasciende a la mente. El nexo con el Otro y el nexo
con nuestro cuerpo fue la desconfianza y con ello nació la confianza ciega en
el cálculo racional. Protegerse del propio cuerpo es protegerse del propio yo,
desconociéndose a sí mismo, como dijera una vez Nietzsche cada cual es para sí
mismo el más lejano.
Similarmente, la terapia gestáltica en que F. Pearls otorga un rol
fundamental al cuerpo, el focusing establece un diálogo entre la persona y su
propio proceso biológico y corporal, a través de las emociones o de la
consulta directa a nuestro cuerpo. A diferencia de la Gestalt, el cuerpo
experiencial posee sus propias imágenes y significaciones. El Focusing
propone un diálogo con el cuerpo, y este diálogo para ser tal debe
fundamentarse en el escuchar atento y respetuoso, con delicadeza y aceptación
de las señales de Nuestro Cuerpo. Para escuchar hay que dejar de hablar nos
dice Ortega, de este modo se establece un modo activo de hablar callando
(Scheller), pues comenzamos a sentir, damos amplificación a estos lejanos
murmullos corporales que aparecen precariamente a través de los sueños,
malestares somáticos, ansiedades motoras. Re-establecer el diálogo que
tuvimos cuando niño con nuestro cuerpo es acercarse nuevamente a las cosas
en sí. La sabiduría experiencial de nuestro cuerpo está hoy en día “disponible”

29
Ver John Amodeo Un Corazón Auténtico. Un camino de ocho tramos hacia el amor en la madurez.
Creciemitno personal Colección Serendipity. Desclée de Brouner SA, 2004, Bilbao. España.
gracias a los cambios de paradigma del siglo XX, entre ellos, el mencionado
experiencing.
S. Jourard, el gran psicólogo humanista que nos alumbró en el proceso
de la transparencia de nuestra autenticidad, mencionaba que la capacidad de
auto-expresividad al desarrollarse o des-taparse produce una mayor longevidad,
basta para ello ver que este período es mayor entre las personas de mayor
auto-expresividad .30
En Oriente así como en el pensamiento de la Grecia de Homero, en
comparación frente a este fenómeno de recuperación que hemos tenido que
vivir los occidentales, han permanecido fieles a la unidad intrínseca de la
persona con su cuerpo, a través de prácticas milenarias como son la
meditación trascendental, la danza taichí, artes marciales, el reiki, etc. En
Occidente, ha sido necesario un largo camino de 20 siglos para llegar a
restablecer el carácter holístico de nuestra persona. El concepto gendlineano del
experiencing ha trascendido y superado la dicotomía occidental al convertirse en
el eslabón perdido entre las dicotomías y de este modo, la significación
emocional ha sido re-conocida y re-integrada a su morada natural: el cuerpo. El
experiencing y singularmente la sensación sentida son los elementos capaces de dar
cuenta de una dimensión espiritual y corporal al mismo tiempo, en un cuerpo
que es significador de una identidad que proviene del mundo del ser, del
mundo espiritual, del mundo cósmico, es decir de una Persona-toda, una sola
con su mundo.

5.3 La naturaleza emocional del cambio.

En Occidente se ha visto al parecer por mucho tiempo, otra extraña


dicotomía: razón–emoción. En cierta ocasión una paciente me compartió que
al entrar a la consulta de su terapeuta tratante, ella había comenzado a llorar
después que su terapeuta le preguntara cómo estaba su estado de ánimo.
Ante el llanto, su terapeuta le ordenó primero tranquilizarse y dejar de llorar,
dominar sus emociones y sólo después podría hablar, pero esta vez debía
hacerlo calmada.
Hasta hoy era común el abordaje exclusivamente racional con el
propósito de producir cambios. El uso del análisis y la interpretación
racionalista son muestras de esta tendencia, herencia de un racionalismo
aristotélico del cual la ciencia física se valió para poder capturar y dar cuenta
del mundo físico. Escuchar, no obstante, los sentimientos y escuchar la
sinfonía emocional y experiencial de las vivencias de una persona, nos instala
en un mundo nuevo. Más aún, cuando presenciamos que en este micro
cosmos de sinfonías emocionales son ellas inseparables de las percepciones,
siendo éstas cognitivas o intuitivas, y que este fenómeno es parte del proceso

30
Jourand, Sidney, The Transparent Self. 1971. Van Nostrams Reinhold, New York.
de hacer referencia a un asunto que le afecta a la persona denominada
cliente31.
La naturaleza del cambio es experiencial y emocional, cognitiva e
hipotética, vivencial y corporal nos dice Gendlin. Hoy en día cualquier
terapeuta realza el hecho de que para haber cambio personal se requiere una
fuerte ingesta emocional. Pero más que ingesta emocional, podemos cambiar el
concepto y decir mejor, evocar el proceso emocional, el cual es susceptible de
despertar, re-vivir, mediante el focusing, o mediante una interacción terapéutica,
aprovechar la interacción funcionante entre símbolos y sentimientos para
llegar progresivamente al fuego de las emociones prendidas a las formas más
rígidas de un experiencing detenido.32
El cambio es posible a través de un funcionamiento implícito y pre-
conceptual de intensa dinámica emocional. Gendlin habla de focalizar, cercar el
sentimiento, refiriéndose a lo que estoy sintiendo intensamente ahora y que no sé bien
de qué se trata. El referente directo es intensamente sentido y conceptualmente
vago. La emoción no sólo es respetada y tomada en cuenta, sino que ella es
una condición interna sine qua non para que se produzca el milagro del cambio.
Este hallazgo permitió sortear la gran barrera que coloca aquel cliente
racionalizador respecto a su vida y su drama personal, hablando de lo que le pasa
pero sin sentirlo. Esta distancia emocional de un discurso ausente de emoción
mantuvo en jaque a la psicoterapia científica por espacio de casi un siglo.
Tradicionalmente se consideraba normal que un cliente concurriese a
psicoterapia durante un tiempo que abarcaba de 2 a 5 años, ello era una
prueba de rigor y constancia, con la agravante que nada cambiaba en lo
conductual, todo seguía igual, cambiándose el discurso angustioso y
personalmente estructurado por un discurso más explicativo, pero sin conductas
nuevas o aprendidas o re-aprendidas33
El cambio no sólo ocurre a través de un inicial sentir o tomar contacto
a través de un referente directo con las emociones en plena dinámica cuando
hablo de esto o de lo otro, sino que el cambio es rápido, ágil, múltiple. Se
extiende a todas las zonas referidas del experiencing a partir de la estructura
funcionante hasta acceder a la estructura congelada y así llegar al momento del
cambio. Emocionarse intensamente para ser facilitado a través de símbolos
certeros del Otro. El fenómeno terapéutico es hoy una realidad disponible y
evocable de intervención directa al referente directo del experiencing.

31
Se recomienda leer el extraordinario articulo de Eugene Gendlin donde da cuenta de esta totalidad en
que fenoménicamente vivencia un cliente, trascendiendo toda fragmentación, me refiero a La Respuesta
experiencial en “El Uso de la Interpretación en el Tratamiento”, 1968.
32
Recordemos la ley de Gendlin de reconstitución del proceso del experiencing, y de lo que está en
funcionamiento hacia aquellas zonas de no-funcionamiento.
33
Creo que en dicho esquema tradicional más que proceso de cambio podría concebirse como
“adoctrinamiento”, ya que el cliente ha sido “objeto” de análisis, “objeto” de interpretación, o de
intervención, entregándose una teoría explicativa para su no-cambio. Se recomienda ver al respecto el
ya citado artículo Autenticidad y Empatía (Riveros, 1998).
5.4 El cambio es Autopropulsado.

El racionalismo ha sido muy útil para la generación de la lógica


aristotélica que ha sido el método crucial para la ciencia así como para ordenar
los sistemas de medición, control y administración de procesos, útil en lo que
respecta a resultados y al manejo de todos los datos (registros y
cuantificación). De hecho la ciencia como sistema y como método está
gestada en medio de la lógica aristotélica. Sin embargo, la razón no nos
permite generar o facilitar el proceso de cambio y menos aún dirigirlo a control
remoto de acuerdo a un manual de procedimientos e interpretaciones. La
razón no produce cambio. El cambio es facilitado, escuchado, propiciado y
comprendido más no es posible movilizarlo con las categorías de la lógica
aristotélica. El drama humano es comprensible a través de las leyes del laberinto y no las
del teorema, dijo Kafka en su magistral descubrimiento para dar cuenta cómo se
comporta la naturaleza humana. Kierkegaard también había hecho alusión, en
el siglo XIX al hecho de que el drama de nuestra existencia no es abordable
con la lógica aristotélica ni con el racionalismo de Hegel. Como decía Pascal,
el corazón posee razones que la razón desconoce, conclusión a la que llegó siendo
uno de los primeros filósofos existenciales que habló del cambio a partir
de experiencias humanas cotidianas. Tampoco es raro que Kierkegaard no se
editase más hasta un siglo después, ya que él vivió en una época racionalista.
El proceso de cambio, por el hecho de ser un fenómeno humano, un
fenómeno de la Existencia, del ser–en–el-mundo, posee una dimensión emocional
y además, tiene una autopropulsión exclusiva. No puede dirigirse desde afuera, el
locus de control le pertenece al proceso, y el terapeuta es el compañero existencial de
dicho proceso y no es un experto en dirigir, es un experto en facilitar, un
experto activo en escuchar y entregar los símbolos certeros desde un ámbito
creativo, desde el ámbito de su propia sensibilidad, poniendo su sensibilidad al
servicio de la empatía, para entregarle al Otro los símbolos que él requiere. Lo
demás, lo hace el proceso auto-propulsado emocional y corporalmente.
Al ser autopropulsado, el proceso de cambio no requiere una dirección,
pues tiene su propia dirección, no requiere ser conducido desde afuera, ya que
es intrínsecamente energético y dinámico. El experiencing es una permanente
interacción de sentimientos y símbolos. El cambio como proceso requiere
facilitación y no requiere dirección.
La autopropulsión sigue el camino de la significación singular fruto de
la trayectoria individual. El mapa de significaciones está escrito en nuestra
singular trayectoria emocional y vivencial, lo que se concreta en nuestra
individualidad y en nuestra Autenticidad. Ella es ese vasto océano en que
llegamos a tocar desde dentro nuestro modo de ser, nuestro modo de “ver y
vivir” el mundo. Respetar y seguir el camino de la autopropulsión es afirmar y
re-confirmar la autenticidad, ese singular modo de ser que se pone en
movimiento en un mar de sentimientos y emociones, en un “cuerpo nuestro”,
en el cual y con el cual podemos sentir “nuestra” persona, y “nuestra vida”.
Nuestra existencia se ha ido tejiendo con el entramado del experiencing, cada
uno en un sendero único con las huellas propias del corazón.

5.5 El cambio es escuchado en un concepto más amplio de normalidad.

Al ser escuchado y facilitado por un terapeuta, el cambio concebido de


esta forma llega a insertarse en un concepto más amplio de normalidad. El
nuevo paradigma nos anuncia entre otras cosas, lo siguiente: al existir el
proceso de experiencing en todo ser humano, ya que la existencia de un hombre
concreto se rige por esta forma ininterrumpida de sentir significando, entonces
todo ser humano posee formas de funcionamiento que oscilan entre fluidez y
la rigidez extrema o detención.
La psicoterapia ha trascendido definitivamente el ámbito de la
psicopatología, habiendo alcanzado la posibilidad de trabajar con personas en
un rango más amplio. En cada ser humano existe una cuota de
autopropulsión, sin importar si estamos al lado de un moribundo o un ser
que padezca una psicosis, detrás de cualquier enfermedad existe un ser
humano, con un proceso de interacción talvez muy reducido en su experiencing.
No significa que el enfoque experiencial pretenda curar una esquizofrenia, lo
que se quiere decir aquí es que es posible tomar contacto con un ser humano
no importa en qué estado se encuentre, si tan sólo estuviese vivo y conciente,
su capacidad de sentir y de significar estarían en funcionamiento y por lo tanto
se podría acompañar empáticamente para que él mismo construya significado,
ya que dicha construcción es un proceso experiencial, es decir, un proceso
plenamente humano. Mediante el Focusing y el conocimiento derivado del
experiencing se ha hecho realidad uno de los sueños de la Psicología Humanista
inaugurada en 1962, trascender los hospitales y las clínicas, y hacer de la
psicoterapia una práctica normal para gente también normal. Al trascender y
no excluir, sino que precisamente incluyendo los hospitales psiquiátricos y las
clínicas de rehabilitación, la psicoterapia ha llegado a la comunidad humana, es
decir, a la Educación, al Entrenamiento de Personas en el ámbito de
Organizaciones, en el ámbito de la asesoría preventiva de pareja o sistemas
familiares, preocupándose por fenómenos humanos de mayor rango de
plasticidad y expansión: creatividad, comunicación, amor, afectividad, etc. La
psicoterapia no es exclusiva de pacientes psiquiátricos, de personas pacientes
neuróticas, sino que está al servicio de la Persona, en un evidente concepto más
amplio de normalidad conocido como proceso de crecimiento personal,
funcionamiento óptimo (Rogers), de individuación (Jung) o de autoactualización
(Maslow).
El constructo teórico del experiencing permite concebir el fenómeno
humano de un modo más amplio, más natural, más social, pudiendo
posibilitarse un abordaje terapéutico en la vida cotidiana. Hoy en día es natural
encontrar una Psicología de la Vida Cotidiana34, es decir, concebir al ser humano
contextualizado como un semejante que experimenta al igual que Otro un
proceso de significación ininterrumpido. Se hace realidad aquella categoría
anunciada por Kierkegaard en el siglo pasado, somos un universal singular. Todos
los seres humanos nos desarrollamos universalmente de acuerdo a un proceso
de significación (interacción, sentimiento y símbolo) y cada uno de nosotros
experimenta de un modo único y singular dicho proceso universal.
Hoy es común encontrar la palabra Escuchar en las prácticas cotidianas
de interacción y comunicación significativa entre personas. Treinta años atrás
esto era impensable. En la actualidad, nos encontramos con un lenguaje
nuevo, incorporado al contexto de todos los días. Hablamos hoy en día de
proactividad, expresividad, asertividad, escuchar o empatía, valoración
incondicional o respeto, comunicación recíprocamente influyente. La
interacción humana ha ido acogiendo un nuevo lenguaje y a las nuevas
prácticas terapéuticas se ha ido incorporando aquel del experiencing.
Podemos comprender ahora que el diálogo auténtico (terapeuta-cliente)
permite que dos seres humanos compartan el drama personal de uno de ellos
(cliente) mediante la sensibilidad interpersonal entrenada por la empatía y la
auto-expresividad del otro (terapeuta).Como decía Max Scheller a inicios del
siglo ya no se requiere saber al otro sino co-ejecutar y comprenderlo. Con-sentir al unísono
en un diálogo existencial y auténtico, como decía Ortega y Gasset.
En la segunda mitad del siglo XX han ocurrido importantes cambios de
paradigmas en las ciencias humanas, y en la Psicología en particular. De
hecho, no es una novedad observar que al término del milenio, los cambios
han sido tan vertiginosos que no hemos tenido el tiempo de darnos cuenta en
qué cambios estamos. La era de la informática nos ha permitido saltos
cuantitativos en el pensamiento contemporáneo y futurista. El nuevo
paradigma del experiencing constituye un modelo más amplio que otros
anteriores y permite operar sobre un mundo más natural y más humano. Ya
no es necesario concebir fenómenos aislados, aspectos que antes llegaron a
constituir la fragmentación de un todo del ser humano (el cerebro, la mente, la
razón). Hoy en día cada vez más observamos la necesidad de una
integración de distintos aspectos -por llamarlo de algún modo- del ser humano,
trascendiendo ciertos énfasis o trascendiendo ciertos fenómenos del ser
humano vistos hasta ahora de un modo fragmentado (Aprendizaje,
Personalidad, Memoria, Motivación, Lenguaje, Inteligencia, Inconsciente,
etc.) y una decidida co-explicación con otras disciplinas concernientes al ser
humano (no nos limitamos para pedir ayuda explicativa a disciplinas como
Filosofía, Antropología, Artes en sus múltiples formas, Religión en sus
principales manifestaciones, Economía, Lingüística, Neurofisiología,
Ecología, ciencias de la Comunicación). Al operar con el fenómeno del

34
Freud escribió La Psicopatología de la Vida Cotidiana, hoy parafraseamos su obra para
ilustrar el modo en que cada época históricamente determina sus formas de pensamientos.
cambio, la Psicología necesita de otras disciplinas (Misticismo, Estética,
Axiología, Teología, etc.). Esto habría sido un “anatema” frente al
“dogmatismo” en el que paradójicamente se cayó en el ámbito de la Psicología
Científica y académica de la década de los 70 en el contexto chileno.

Es difícil predecir con exactitud el futuro de la Psicología como


disciplina humana, pero no es impensable concebir que los paradigmas en
cuestión deberán sufrir los cambios necesarios que creo les impondrán estas
tres fuerzas culturales que se observan al término del siglo: la expansión, la
integración y la coexplicación o conjunción de múltiples modelos provenientes de
otras disciplinas concernientes al ser humano.
El pensamiento Experiencial propuesto por E. Gendlin en su vasta
obra publicada a partir de la segunda mitad del siglo es, precisamente, una
consecuencia propia de la época y propone una forma de pensar y concebir a
la Persona de un modo muy nuevo, propio de un siglo XX convulso e incierto,
y que bien puede contribuir por mucho tiempo a los futuros paradigmas
venideros, ya que el cambio en las formas de pensamiento es vertiginoso e
impensable en un presente que se acomoda a cualquier nueva concepción de
mundo.

“La Teoría del Cambio de Personalidad” 35 junto a “El experiencing y la creación


del significado” constituyen la primera fase de una nueva versión del hombre y sin
lugar a dudas es el primer enfoque histórico que intenta explicar por qué
cambiamos, o qué nos hace cambiar, más allá de que concibamos al ser
humano de un modo conductista, psicoanalista, gestaltico, sistémico, etc. Esta teoría
del cambio permite ver al ser humano en su dimensión existencial que le
caracteriza, el cambio como una necesidad permanente ante el conflicto y el
drama humano, ante aquella situación en que somos sujeto y objeto de
nuestro singular modo de ser.

La teoría del experiencing ha revolucionado el concepto de cambio de


personalidad, ha modificado el ordenamiento dinámico del proceso de cambio
con su ley de la reconstitución en que se prioriza sobre los aspectos
funcionantes más que sobre aquellos no-funcionantes, y donde el proceso
emocional enciende y descongela aquellas ligaduras estructurales que nos
limitaban en nuestras auto-respuestas y nuestro modo de sentir. La teoría del
experiencing permite un enfoque más amplio de la normalidad, trascendiéndola
hacia el ámbito de la autenticidad, facilitando de un modo más rápido y
certero la toma de decisiones y, por lo tanto, afirmando un camino seguro
hacia una salud mental real y natural, liberando a la persona y a las

35
Obra clásica de Eugene Gendlin ya citada .
Organizaciones de la “enajenación”, de la autodestrucción por una constante
negación del desarrollo de la autenticidad y del verdadero potencial.

En un siglo XX, de sociedades “controladas” por estados altamente


tecnificados, convertidas en campos de concentración, con o sin rejas, la
autenticidad tiene un posible espacio que bien pudiera ser la salvación futura
del hombre. El modo en cómo puede reconquistarse la Autenticidad individual
y social queda disponible en el amplio camino futuro que hoy en día nos
ofrece el experiencing de E. Gendlin.
En suma, Gendlin ha dado una explicación acerca del fenómeno del
cambio en el ser humano, describiendo uno de los procesos universales más
trascendentes y desconocidos para nosotros mismos. Aún cuando Occidente
se distinguió durante el siglo XX por un desarrollo científico del mundo
externo fruto de los paradigmas del positivismo, la Psicología ha dado un salto
significativo hacia un mundo interno, hacia una experiencia interna a través de
sus hallazgos en Psicoterapia. En particular, creo que la teoría del experiencing
es un paradigma de una trascendencia equivalente a lo que fue el hallazgo de la
fotosíntesis, o del ADN, o del ciclo de Kreps en biología. Siete años antes de
llegar a la luna, la humanidad recién se había enterado de cómo operaba el
cambio en el ser humano.
Caminando en el siglo XXI podemos contar con un nuevo paradigma
acerca del cambio y del ser humano. Hemos pasado, por lo tanto, a un nuevo
concepto de existencia, de la magnitud de aquel de Ptolomeo a Galileo, o lo
que significó la dialéctica de Marx respecto a la de Hegel. Hoy podemos
decir que conocemos mejor cómo opera el cambio “dentro” de
nosotros, concibiéndolo como un fenómeno lingüístico y emocional, más que
un medio ambientalista, o más que un intento racional por entender nuestra
naturaleza primitiva y resignarnos a un determinismo histórico individual. Al
operar el cambio dentro de nosotros, gracias a la presencia del Otro (terapeuta
o compañero existencial) nuestro sendero hacia la salud mental se abre de par
en par a través de un fenómeno que nos aleja radicalmente de la alienación de
la inautenticidad, acercándonos a un sendero pleno de posibilidades y que se
sumerge en el ámbito de la autenticidad, con la riesgosa conquista del propio
ser que somos y que podemos llegar a ser, a través de la conjugación del drama
humano, social e individual, que hoy conocemos como objetivo último de
cualquier psicoterapia, la singularidad, la autenticidad o el desafío de ser uno
mismo.

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