Terapias Expresivas y Patologias Del Desvalimiento
Terapias Expresivas y Patologias Del Desvalimiento
Terapias Expresivas y Patologias Del Desvalimiento
Resumen
La terapia de artes expresivas es un campo en evolución. El uso integrado de las artes es antiguo. Se
remonta a los tiempos en que las ceremonias de nacimiento y muerte, el matrimonio y la mayoría de edad,
la siembra y la cosecha, así como los rituales de curación espiritual, mental y física, involucraban todas las
artes.
La terapia de artes expresivas, también conocida como terapia expresiva intermodal, terapia de artes
creativas o terapia de artes interdisciplinarias, es la práctica de usar imágenes, narración de cuentos, danza,
música, drama, poesía, movimiento, trabajo onírico y artes visuales juntas, en un sistema integrado, para
fomentar el crecimiento humano, el desarrollo y la curación psicológica profunda.
La propuesta de este artículo es reunir artes expresivas y psicoanálisis como una herramienta útil en las
patologías del desvalimiento.
Palabras clave
Arte terapia - Terapias expresivas - Desvalimiento
Abstract
The Expressive arts Therapy is an evolving field. The integrated use of the arts is ancient. It harks back to
times when ceremonies of birth and death, marriage and coming of age, planting and harvesting, as well as
rituals of spiritual, mental and physical healing, all involved the arts.
Expressive Arts therapy-also referred to as intermodal expressive therapy, creative arts therapy, or
interdisciplinary arts therapy- is the practice of using imagery, storytelling, dance, music, drama, poetry,
movement, dreamwork, and visual arts together, in an integrated way, to foster human growth,
development and deep psychological healing .
The proposal of this article is to ensemble expressive arts and psychoanalysis as a useful tool in helplessness
1
Psicopedagoga. Psicóloga. Arte terapeuta. REAT (Registred Expressive Arts therapist) por IEATA. Ex-Directora de la
Carrera Licenciatura en Arte Dramático de la USAL. Miembro fundador en Argentina y ex Vicepresidente regional para
Latinoamérica de IPA (Por el derecho del Niño a Jugar). Co-fundadora de PCETI Argentina (Person Centered Expressive
Arts Institute). Advisor del board de IEATA (International Expressive Arts Therapy Association). Miembro de la
Asociación Internacional de Terapia de Pareja y Familia. E-mail: [email protected]
1
Revista Desvalimiento Psicosocial
Vol. 7, N°2, 2020
(Julio-Diciembre)
ISSN electrónico: 2362-6542
pathologies.
Key words
Art Therapy - Expressive Arts Therapy - Helplessness
movimiento psicoanalítico, sobre el supuesto de que el contenido simbólico a ser interpretado, podría
derivarse de las imágenes tomadas de las expresiones artísticas de los pacientes. A mediados del mismo
siglo, tomó vigor la creencia de que el proceso creativo implicado en el hacer arte, podría ser el promotor y
habilitador de la rehabilitación, el cambio y el crecimiento de aquel que crea. De esta forma, bajo el
creciente interés en las imágenes como representaciones del inconsciente y el descubrimiento del potencial
terapéutico del proceso creativo, comenzó a delinearse el campo del arte terapia.
Importantes eventos prepararon el terreno para que floreciera esta disciplina. El desarrollo de nuevas
terapias y tratamientos, influyó profundamente luego de 1950 en la creación de nuevas formas de
conceptualizar el padecimiento manifestado por el paciente. El campo del arte terapia emerge y cobra vigor
principalmente en E.E.U.U., en atención a la salud, entre la psiquiatría, la psicología, la educación y las artes.
Muchos profesionales descubrieron el poder curativo del arte. Una pionera fue Margaret Naumburg (1966)
en la década del '40, que delineó el arte terapia como una forma de psicoterapia con identidad propia. Diez
años después, en la década del '50, Edith Kramer (1992), de tradición psicoanalítica, sostiene que el
potencial curativo de hacer arte se deriva de la habilidad del trabajo creativo, para activar ciertos procesos
psicológicos. Las contribuciones de Hans Prinzhorn (1922) en la Europa de la década del 20 inspiraron a
muchos. Otros especialistas como Hanna Kwiatkowska (1978) influyeron en el desarrollo del arte terapia
con sus aportes e investigaciones prácticas, en este caso incluyendo las artes en sesiones de terapia familiar.
Entre 1960 y 1970 Rhyne (1995) utilizó las expresiones artísticas para ayudar a las personas a adquirir
conciencia de sí mismos y la actualización del self, definiéndola como el logro del despliegue del potencial
que cada uno posee y la sensación de satisfacción con la propia vida. Llamó a su método Gestalt art.
Otro pionero, Adamson (1990), en un hospital de Inglaterra hacia 1946, consideró fundamental proveer a
los pacientes de un ambiente en el que pudieran pintar y "curarse a sí mismos"; se basaba en la convicción
de que hacer arte era una manera que los individuos tenían para contribuir a su tratamiento. Este terapeuta
no interpretaba los trabajos de los pacientes, y al igual que otros en aquel tiempo, creía que las expresiones
artísticas hablaban por sí mismas y eran un fiel testimonio de las propiedades curativas del proceso
creativo.
Malchiodi (1998) relata que en la famosa clínica Menninger, fundada por Charles Menninger y sus dos hijos
en Kansas, reconocieron en 1925 el valor de las actividades artísticas en la recuperación de sus pacientes
psiquiátricos. Junto a Mary Huntoon, quien fuera la artista invitada a dicha clínica para que dictara clases a
los pacientes, acuñaron el término artsynthesis para describir el proceso de autodescubrimiento que
muchos de los pacientes experimentaban luego de completar un trabajo artístico. Huntoon encontraba que
3
Revista Desvalimiento Psicosocial
Vol. 7, N°2, 2020
(Julio-Diciembre)
ISSN electrónico: 2362-6542
el valor del arte estaba en el hecho de hacerlo, más que en el de analizarlo, para diagnosticar o interpretar.
Durante los últimos treinta años, ha habido un creciente desarrollo en el movimiento que explora la
capacidad de la mente de influir en el cuerpo. Como asimismo, lo corporal comienza a pensarse de una
manera diferente. Bien sabido es que las intervenciones mente-cuerpo incluyen la meditación,
visualización, oración y trabajo en grupo. Los grupos proveen, en la interacción, el sentimiento de sostén y
acompañamiento necesario para la recuperación. El grupo es enriquecedor, ya que en la experiencia
compartida, el paciente recupera la sensación de alivio que brinda el descubrir que no está sólo, y que sus
sentimientos pueden ser comprendidos y compartidos por otros en circunstancias similares.
Dentro del marco de las circunstancias que influyeron en el desarrollo del arte terapia Malchiodi (1998)
sostiene que la enfermedad es resignificada por el paciente, que se compromete con su propio proceso de
sanación. La misma autora se referirá luego a que aquí entra en juego otra dimensión del ser humano, que
también ha sido reconocida por el entorno médico por su potencial terapéutico. Esta dimensión espiritual,
no necesariamente remite a lo religioso, pero sí al reconocimiento de algo superior a uno mismo, y de la
propia habilidad de trascender los problemas y circunstancias de la vida. El hábito del rezo, el
acompañamiento religioso y los sistemas de creencias espirituales, han sido valorizados como importantes
factores para la salud y el bienestar de las personas. En la actualidad, por arte terapia en su definición más
amplia, se entiende el uso de las artes (plásticas, dramáticas, musicales, etc.) con el fin de promover la salud
física y mental.
Existen distintas escuelas de arte terapia, así como existen distintas escuelas de psicología. A lo largo de la
historia, los hombres se cuestionaron sobre la creatividad, qué la motiva y a quienes les corresponde
desarrollarla. Dar una definición de creatividad y de a quién compete la misma ha sido siempre una
dificultad para los estudiosos del tema, ya que para algunos es un don especial, para otros, una cualidad
presente en todos los seres humanos.
K. Malchiodi (1998), con el propósito de iluminar la historia y el recorrido de aquellos que se preguntaron
por la creatividad, escribe: "...Sigmund Freud a principios del siglo veinte, postulaba que la creatividad era
originada por conflictos internos, y que el proceso creativo era la respuesta en busca de una solución a los
mismos. Consideró los productos creativos como ensueños, fantasías, frustraciones y deseos enmascarados,
transformados en arte, música o poesía. Freud se interesó principalmente en lo concerniente a la
motivación oculta de la creatividad, más que en la esencia del proceso creativo en sí mismo...”.
Jung (1964), por otro lado escribió que la creatividad provenía de las profundidades del ser humano, de lo
que él llamó el inconsciente colectivo, o la morada de los arquetipos. Su visión postula la capacidad del
4
Revista Desvalimiento Psicosocial
Vol. 7, N°2, 2020
(Julio-Diciembre)
ISSN electrónico: 2362-6542
hombre de ser creativo como un gran don accesible a todos y cada uno de los seres humanos, como una
cualidad.
Habitualmente utilizamos la creatividad para modificar la forma en que pensamos, para resolver problemas,
para crear una obra estética, para innovar ideas y para hacer que cada día sea especial. El proceso creativo
continuo implica una renovación de la actitud personal hacia la vida; es el proceso el que transforma al
hombre, el modo de afrontar el día a día. Vivir en proceso creativo es vivir con uno mismo y desarrollar las
cualidades del ser creativo, es aceptarse como original, flexible y único. Y parafraseando a Winnicott, es
estar vivos hasta el momento de morir.
intervención intermodal se basa en el supuesto que una forma de expresión potencia otras, antes de llegar
a la palabra con significado, teniendo en cuenta el ambiente co-creado como condición necesaria. En las
Terapias Expresivas se integran todas las artes y se enriquece con los aportes del psicodrama, la danza
terapia, la musicoterapia, la bioenergética, la Gestalt, el yoga, la eutonía, las prácticas de meditación, el
trabajo con máscaras, el teatro de sombras, la imaginación activa de Jung y el juego. Promover y acompañar
el proceso creativo es un arte en sí y supone un riguroso entrenamiento.
Muchos colegas, entre los que me incluyo, provenimos del mundo de la clínica, donde la patología con su
lente de aumento permite comprender, estudiar y problematizar conflictos que se presentan como dilemas.
En lo personal y llamativamente, a través de 50 años de ejercicio profesional, en la intimidad del
consultorio, empecé a observar que muchos de mis pacientes comenzaban a desarrollar sus capacidades en
el mundo de las Bellas Artes: el ballet, la danza, la pintura, la música, el canto, la poesía, la escultura. Y este
proceso coincidía con el abordaje técnico en las sesiones durante un tratamiento. Cuando un conflicto
aparece como una piedra indestructible, bailarlo, pintarlo o construir metáforas poéticas nos ofrece nuevas
posibilidades que promueven un proceso de elaboración donde se combinan creatividad y sublimación. El
acto creativo genera bienes personales, la sublimación bienes sociales. No es necesario ser artista para
entrar en proceso creativo. Ser Artista es otra cosa.
Trabajando con niños con capacidades especiales y en riesgo social, tanto en la clínica como en programas
de acción comunitaria implementando el juego y las artes expresivas, los niños fueron nuestros primeros
maestros, en esta área donde los lenguajes expresivos estimulan acciones articuladamente. Ellos nos
mostraron cómo una forma de creación estimula otra de una manera natural. Cuando hacen un dibujo,
espontáneamente pueden armar una historia y dramatizarla. Todo el cuerpo expresa, relata, comunica.
Quienes han investigado profundamente el tema y además esbozado los principios fundantes de la
integración de las artes expresivas -a quienes considero mis maestros- son Shaun Mc Niff, Paolo Knill, Steve
Levine, Jacobo L. Moreno, Natalie Rogers, Cathy Malchiodi, Joan Chodorow. Y en la Argentina, Patricia
Stokoe, Fidel Moccio, Jaime Rojas Bermúdez, Carlos M. Bouquet, Elina Matoso y Mario Buchbinder.
Utilizando la sublimación como modo singular de tratamiento de la pulsión, el sujeto puede a través de las
diferentes modalidades de expresión artística, procesar los contenidos más arcaicos correspondientes a su
historia erógena infantil.
Interrogantes clínicos
¿Cómo rescatar del silencio la voz del sobreviviente, su inhabilidad de identificarse y hablar de su dolor
psíquico?
¿Cómo asistir y modular su vida anímica (su rabia, su tristeza, su desesperanza)?
¿Cómo transformar lo no decible en palabras con significado y que den cuenta de sus experiencias vitales?
¿Cómo transformar las defensas que congelan un trauma?
¿Qué capacidades desarrolla el psiquismo para tramitar, vía representaciones, el dolor psíquico no sentido a
raíz de un trauma intenso y temprano y su consecuente hemorragia libidinal en las patologías del
Desvalimiento?
¿Cómo abordar la vulnerabilidad que predispone a un individuo a abusar de las drogas, la comida, el trabajo
o el alcohol?
La técnica vinculada a la teoría de las neurosis no es la más adecuada para aquellos pacientes
comprendidos en las patologías del Desvalimiento debido a que su organización psíquica es diferente desde
los primeros momentos de su constitución. Uno de los supuestos básicos de esta teoría se basa en las fallas
constitutivas en el Yo Real Primitivo. Éste queda herido en el sentimiento de sí, con su bienestar de base y
su bienestar de “estar vivo”. En estas estructuras quedan afectados los ritmos primordiales, aquellos que
habilitan al tiempo y al espacio.
Estos sujetos presentan alteraciones corporales graves y componentes delirantes que apuntan a la auto-
supresión de la subjetividad, despojando a la vida psíquica de la incitación pulsional y dejándola en un
estado confuso, drenado de energía vital, carente de discriminación. La sobreestimulación perceptiva, tanto
exterior como interior, desorganiza el aparato protector antiestímulo.
De acuerdo a la Teoría del Desvalimiento, existe un fracaso psíquico en su esfuerzo de ligadura de la pulsión
de muerte en las fijaciones tempranas (Freud, 1920g). Freud, al referirse a la melancolía y a la neurastenia
habla de un empobrecimiento energético, libidinal y representacional donde los procesos de desinvestidura
entran en relación directamente con lo somático, afectándolo. Los procesos que articulan las relaciones
recíprocas de percepción, conciencia, pensamiento y memoria quedan afectados en menor o mayor grado.
Y ¿cómo opera la angustia en estos sujetos? Freud (1926d) diferencia tres niveles de angustia (automática,
8
Revista Desvalimiento Psicosocial
Vol. 7, N°2, 2020
(Julio-Diciembre)
ISSN electrónico: 2362-6542
señal y de separación) y sus distintos estados afectivos, que corresponden a diferentes momentos de la
organización del psiquismo y de magnitudes de investidura. “En el nexo con la situación traumática, frente a
la cual uno está desvalido coinciden peligro externo e interno, peligro realista y exigencia pulsional. Sea que
el yo vivencie en un caso un dolor que no cesa, en otro una estasis de necesidad que no puede hallar
satisfacción, la situación económica es, en ambos, la misma, y el desvalimiento motor encuentra su
expresión en el desvalimiento psíquico” (1926d, pág.157).
Maldavsky (1994) conjetura sobre el modo en que estos pacientes perciben y describe sus características
básicas. El mundo sensible se presenta como golpes o en la gama del vértigo. Estas alteraciones de la
percepción provocan que no se capturen matices, diferencias, sino lo contrario: el apego, la adherencia. O
sea un tipo de apego acompañado de desconexión.
Infiero que a través de las artes, que apelan a memorias "olvidadas" e inscripciones te mpranas, se
moviliza un monto de angustia (automática) como afecto sin objeto, pura cantidad, que tiende a la
investidura o a la descarga. Esta descarga puede ser parcial, en parte derivarse a un dolor somático o
tramitarse motrizmente, y en parte, enlazarse a redes representacionales.
El proceso traumático es un problema de cantidades que altera la economía total de los sistemas al punto
que rompe enlaces. En el caso de las patologías de desvalimiento deja expuesta la vulnerabilidad del sujeto.
Esa fragilidad que se instala en los primeros momentos de formación del sujeto psíquico.
¿Cuál es el valor de los "hechos clínicos", o sea la cantidad de información que contienen? Los enunciados
que los describen pueden contener términos epistemológicamente básicos y otros que presuponen una o
varias teorías. O discusiones intrateóricas. Al facilitar el proceso creativo, un estado o "foto" instantánea
puede dar información sobre la estructura y características fenomenológicas de la entidad en un instante
dado, mientras que la "película” de un proceso contiene información sobre las transformaciones que se
realizan, sean o no observables y permite hacer predicciones.
El arte habilita transformaciones discursivas, enlaces representacionales que permiten la intervención
clínica eficaz del terapeuta. Un hecho clínico puede participar de diferentes procesos que están ocurriendo
simultáneamente y cada proceso participante puede tener distintos elementos, trayectorias y tiempos
de evolución. Hay procesos que pueden terminar a través de una descarga y otros que continúan y sus
finales pueden ocurrir en tiempos muy distintos del actual.
Los procesos tienen características temporales propias que pueden variar de décimas de segundos a
décadas. Pero volviendo a nuestro tema: la intervención o tarea clínica en las Patologías del Desvalimiento
supone actuar en dos planos, tal como lo propone Roitman (1993). Uno, el de reorganización económica y
9
Revista Desvalimiento Psicosocial
Vol. 7, N°2, 2020
(Julio-Diciembre)
ISSN electrónico: 2362-6542
dos, el de reorganización tópica. En estos pacientes toda la estructura está afectada. Esto constituye un
punto clave para la comprensión e intervención en las Patologías del Desvalimiento.
Mediante el uso de las artes expresivas estos pacientes comienzan a explorar sus "vacíos" o "destellos".
Estos estados pueden dejar emerger emociones, sentimientos, sensaciones que el pulso de la pincelada y el
color habilitan como formas. El trazo invita al movimiento y este nuevamente al color o a la forma que surge
de la arcilla. Las palabras sueltas comienzan a enhebrarse cargadas de sentido al compartir textos escritos,
meditar mensajes, pasar del desborde a hallar un cauce. Trabajamos ritmos, luces y sombras, authentic
movement, collage, pintura, escultura, poesías, a veces sólo palabras sueltas.
Los distintos lenguajes (kinético, visual, verbal) activan memorias olvidadas. Los materiales (arcilla, pintura
oleosa y espesa, tizas sutiles, sonidos rítmicos, respiración, sonidos guturales, ruidos del cuerpo) son
recursos para expresarlas. La actividad onírica se incrementa. Comienzan a plantearse los problemas con
otros ritmos lógicos. No basta decir. Expresar es otra cosa, el Sujeto se involucra de una manera diferente,
comprometiéndose con una decisión producto de la reflexión. A través de las artes expresivas estas
personas rompen un círculo de soledad, desinterés y por momentos de desesperación. Explorar ese dolor
de una manera diferente lleva a los pacientes del alivio al insight. Todo esto es posible a medida que se va
creando un ambiente seguro, contenedor, empático. Trabajar colores puede llevar a recrear aquellos de la
infancia, trabajar con fotos despierta recuerdos de viejas pesadillas; esas pesadillas se pueden reconstruir
haciendo instalaciones, y así se van construyendo memorias olvidadas, a partir del proceso creativo.
Pueden aflorar los secretos familiares que arrasaron su capacidad de sentir, esos sentimientos van
aflorando. Cuando las situaciones vividas son altamente traumáticas, y no se pudo llegar a sentir el terror,
el dolor, la violencia… queda disociado el cuerpo del ser, como si aquello le hubiera sucedido a otra persona.
La intervención terapéutica tiene alto impacto, El arte y la comunicación con ese otro empáticamente
disponible, permiten tomar conciencia y lograr que el analizando pueda moderar la ansiedad, descubrir
sentimientos ambivalentes, recuperar matices. A aquellos sentimientos le faltaba un sujeto síquico capaz de
sentirlos.
Se va construyendo un espacio de confianza, contención y aceptación, tanto individual como grupal. Esto va
facilitando la posibilidad de explorar la memoria olvidada, aquella que guarda la temperatura de los
recuerdos.
Conclusiones y aperturas
El campo de las Terapias Expresivas está en expansión.
10
Revista Desvalimiento Psicosocial
Vol. 7, N°2, 2020
(Julio-Diciembre)
ISSN electrónico: 2362-6542
Bibliografía
Adamson, E. (1990). Art as healing, London: Coventure.
Capacchione, L. (1979). The Creative Journal: The Art of finding yourself, Athens: Ohio University Press
________ (1988). The power of your other hand: A Course of channeling the inner wisdom of the right brain.
North Hollywood, CA: Newcastle Publishing.
Frank, J. (1973). Persuasion and healding, Baltimore: John Hopkins University Press.
Knill, P., Levine, E., Levine S. (2005). Principles and Practice of Expressive Arts Therapy. London and
Philadelphia: Jessica Kingsley Publishers.
Kramer, E. (1992). The art therapist´s third hand: Reflections on Art, Art Therapy and Society at Large.
American Journal of Art Therapy 24 (3).
Kwiatkowska, H. (1978). Family Therapy and Evaluation through Arts, Springfield, IL: Charles C Thomas.
Malchiodi, K. (1998). The Art Therapy Sourcebook, Los Angeles: Lowell House.
11
Revista Desvalimiento Psicosocial
Vol. 7, N°2, 2020
(Julio-Diciembre)
ISSN electrónico: 2362-6542
McNiff, S. (1981). The art and Psychotherapy. Springfield, IL: Charles C. Thomas.
________ (1992). Art as medicine: Creating a Therapy of the Imagination, Boston: Shambala.
________ (1998). Art based Research. London and Philadelphia: Jessica Kingley Publishers.
Naumburg, M. (1966). Dynamically oriented Art Therapy. New York & Stratton.
Prinzhorn, H. (1972). Artistry of the mentally ill. New York: Springer-Verlag (original work published in 1922).
Rogers, N. (1993). The Creative Connection: Expresive Arts as Healing, Palo Alto: Science and Behaviour
Books.
________ (2011). The Creative Connection for Groups: Person centered Expressive Arts for Healing and
Social Change, Palo Alto: Science and behavior Books.
Roitman, C. (1993). Los caminos detenidos. Del desarrollo psíquico a la defusión pulsional, Buenos Aires:
Nueva Visión.
Winnicott, D. (1971). Therapeutic Consultations in Child Psychiatry, New York: Basic Books.
12