Hernández Rojas
Hernández Rojas
Hernández Rojas
IDEAS PRINCIPALES
La teoría cognitiva, proporciona grandes aportaciones al estudio del proceso de enseñanza y
aprendizaje, como la contribución al conocimiento preciso de algunas capacidades esenciales
para el aprendizaje, tales como la atención, la memoria y el razonamiento.
Muestra una nueva visión del ser humano, al considerarlo como un organismo que realiza una
actividad basada fundamentalmente en el procesamiento de la información, muy diferente a la
visión reactiva y simplista que hasta entonces había defendido y divulgado el conductismo.
Reconoce la importancia de cómo las personas organizan, filtran, codifican, categorizan, y
evalúan la información y la forma en que estas herramientas, estructuras o esquemas mentales
son empleadas para acceder e interpretar la realidad.
Considera que cada individuo tendrá diferentes representaciones del mundo, las que dependerán
de sus propios esquemas y de su interacción con la realidad, e irán cambiando y serán cada vez
más sofisticadas.
En conclusión, la teoría cognitiva determina que: "aprender" constituye la síntesis de la forma y
contenido recibido por las percepciones, las cuales actúan en forma relativa y personal en cada
individuo, y que a su vez se encuentran influidas por sus antecedentes, actitudes y motivaciones
individuales. El aprendizaje a través de una visión cognocitivista es mucho más que un simple
cambio observable en el comportamiento.
Dos de las cuestiones centrales que han interesado a los psicólogos educativos, son las que
señalan que la educación debería orientarse al logro de aprendizaje significativo con sentido y al
desarrollo de habilidades estratégicas generales y específicas de aprendizaje
Gran parte de las propuestas educativas de las que estamos hablando giran en torno al concepto
de Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) y al tema de la mediación.
Vigostky define la ZDP como "la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinada por la
capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial,
determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración
con otro compañero más capaz".
Vigostky, ve en la imitación humana una nueva «construcción a dos» entre la capacidad imitativa
del niño y su uso inteligente e instruido por el adulto en la ZDP, de esta manera el adulto
proporciona al niño auténticas funciones psicológicas superiores externas que le van permitiendo
alcanzar conocimientos con mayores niveles de complejidad. Logrando así que, lo que el niño
pueda hacer hoy con ayuda de un adulto, logre hacerlos mañana por sí sólo.
Por consiguiente, el papel de la interacción social con los otros (especialmente los que saben
más: expertos, maestros, padres, niños mayores, iguales, etc.) tiene importancia fundamental
para el desarrollo psicológico (cognitivo, afectivo, etc.) del niño-alumno.
Además de las relaciones sociales, la mediación a través de instrumentos (físicos y psicológicos
como: lenguaje, escritura, libros, computadoras, manuales, etc.) permiten el desarrollo del
alumno. Tomando en cuenta que éstos se encuentran distribuidos en un flujo sociocultural del que
también forma parte el sujeto que aprende.
Por lo tanto, el alumno reconstruye los saberes entremezclando procesos de construcción
personal y proceso auténtico de co-construcción en colaboración con los otros que intervinieron,
de una o de otra forma, en ese proceso.
Los saberes que inicialmente fueron transmitidos, compartidos y hasta cierto punto regulados
externamente por otros, posteriormente, gracias a los procesos de internacionalización, termina
siendo propiedad de los educandos, al grado que éstos pueden hacer uso activo de ellos de
manera consciente y voluntaria.
El profesor debe ser entendido como un agente cultural que enseña en un contexto de prácticas y
medios socioculturalmente determinados, y como un mediador esencial entre el saber
sociocultural y los procesos de apropiación de los alumnos. Así, a través de actividades conjuntas
e interactivas, el docente procede promoviendo zonas de construcción para que el alumno se
apropie de los saberes, gracias a sus aportes y ayudas estructurados en las actividades escolares
siguiendo cierta dirección intencionalmente determinada.
El profesor deberá intentar en su enseñanza, la creación y construcción conjunta de zona de
desarrollo próximo con los alumnos, por medio de la estructura de sistemas de andamiaje flexibles
y estratégicos.
La educación formal debe estar dirigida en su diseño y en su concepción a promover
el desarrollo de las funciones psicológicas superiores y con ello el uso funcional,
reflexivo y descontextualizado de los instrumentos (físicos y psicológicos) y
tecnologías de mediación sociocultural (la escritura, las computadoras, etc.) en los
educandos.