Visión Holística de La Salud y de La Economía
Visión Holística de La Salud y de La Economía
Visión Holística de La Salud y de La Economía
Idéntica situación se observa en las distintas ciencias, siendo uno de los más
relevantes por su notoriedad el de la Salud.
Las filosofías orientales, con su fuerte rasgo espiritual, nos presentan un Dios
que no está separado de nosotros, es un Dios que está en cada Ser, y cada ser
conforma ese Dios. Partiendo de ese enfoque holístico de la creación, una de
las áreas adonde más se hace notar este enfoque integral, es en la medicina.
Así por ejemplo la medicina china considera que la salud resulta del equilibrio
entre las dos energías existentes en el cosmos, el yin y el yan, y que ese
equilibrio nos conecta con el orden absoluto.
Sumaw Kawsay (en quechua), Suma Qamaña (en aymara), Teko Pora (en
guaraní), Kumen Mogue (mapuche), son algunas de la maneras en que en sus
idiomas estos pueblos han denominado esta manera de ver y vivir la vida; y
que significan vida en plenitud, en armonía y equilibrio con la naturaleza y en
comunidad, por lo que también se le llama el Buen Convivir.
Saber Comer, Saber Beber, Saber Danzar, Saber Dormir, Saber Trabajar,
Saber Meditar, entrar en un proceso de introspección, Saber pensar (reflexión);
Saber amar y ser amado, Saber escuchar, Hablar bien, Saber Soñar, Saber
Caminar, Saber dar y recibir, son algunos de los principios que nos han dejado
nuestros hermanos originarios.
Esta manera de ver el mundo sumado a que sus actividades eran de carácter
comunitaria (al igual que en el resto de las culturas ancestrales), generaron una
economía que privilegia la situación grupal a la individual, y que considera sus
efectos al entorno y a la naturaleza. Para la economía de estos pueblos el eje
ordenador es la distribución, apelando al valor de la solidaridad.
Esto era una necesidad tanto para fortalecerse ante las dificultades que debían
enfrentarse como para la obtención de lo necesario para subsistir.
Ciencia y espiritualidad.
Durante siglos las religiones (que no siempre representan una visión espiritual
integral) y la ciencia ortodoxa tomaron el control del conocimiento para dividirlo,
en una feroz competencia, entre la religiosidad de la Iglesia y el materialismo
de la ciencia.
Aquí vale aclarar que en la historia muchas de las religiones se han encargado
de amedrentar las visiones holísticas, buscando apagar la verdadera
espiritualidad en la humanidad, aquella que nos conecta con la creación. Por
eso hablar de religión no necesariamente se refiere al desarrollo de la
espiritualidad.
Este descubrimiento está abriendo las puertas a una nueva terapia de curación
que no es física, sino de carácter energético, tal como nos enseñan diversas
técnicas holísticas.
Ahondando aún más en el tema podemos decir que el campo energético que
formamos es holográfico, por lo que posee la propiedad de que la parte
(individuo) contiene la información del Holograma completo (Todo). Existe una
conectividad instantánea entre la parte y el resto de las otras partes, y entre las
partes con el Holograma entero. Desde esta teoría del Holograma Cuántico el
universo sería un gigantesco almacén de información al que puede accederse
desde cualquier otro lugar del universo en cualquier momento que se desee.
De esta manera Krishna muestra la relación que existe entre el cuerpo, que se
ve afectado por las emociones, las emociones que se ven afectadas por la
mente, y la mente que se ve incidida por lo espiritual.
Es por ello que para lograr una humanidad saludable, debemos recuperar
nuestra capacidad de conexión con el Todo y con nosotros mismos, y debemos
unificar el pulso que adquiere cada uno de nuestras dimensiones. Para que ello
suceda es necesario curar las heridas provocadas por un sistema que nos
adormece, que nos distrae de nuestra verdadera esencia y que lo venimos
padeciendo hace siglos .En el sentido energético el predominio de lo
Masculino y su consecuente desequilibrio nos ha llevado a la acción sin
sensibilidad, sin intuición, a la extrema racionalidad, provocando que esas
heridas sean transmitidas de generación en generación y que se reflejen de
una manera contundente en nuestro círculo primario (familia primaria), y en los
posteriores que vamos formando.
Para su logro