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subprocesos, los cuales se organizan en actividades que van a estar orientadas a la satisfacción del
cliente/usuario. En este punto es preciso determinar de forma correcta las actividades, planearlas,
ejecutarlas, evaluar y a su vez definiendo los roles y responsabilidades, la secuencia, el orden
determinado, las variables importantes y fundamentales en la racionalización de los procesos.
Los procesos se deben estandarizar con el fin y así poder obtener resultados predecibles con un
nivel importante determinado de calidad.
La estandarización hace que el proyecto busque indicadores que permitan detectar fallas, errores,
y ayude a mejorar o también ayude a desmejorar el proceso y aplicar el o los controles correctivos
necesarios.
La gestión por procesos y los resultados aplicados a la seguridad farmacológica del paciente tiene
por finalidad mejorar la calidad, afianzar la seguridad en la atención por parte del profesional
químico farmacéutico hacia el paciente, lo que redundará en la calidad de vida del paciente de la
farmacia del hospital militar.
Se pusieron en discusión varias opiniones acerca del significado de La seguridad farmacológica del
paciente, a fin se llegó a una conclusión y es que todas coinciden en que la participación del
farmacéutico, la asistencia al paciente y la cooperación con el médico, son fundamentales para
mejorar la calidad de vida del paciente.
Entendamos que las farmacias hospitalarias tienen funciones claves, la gestión eficaz y eficiente de
la asistencia sanitaria de los pacientes: el primero el papel de soporte adecuado a los médicos y
enfermeros asegurar la seguridad y la calidad asistencial, disminuir los errores de medicación; y el
segundo es, su adecuada gestión de los medicamentos, que es esencial para controlar los costes
farmacológicos y asegurar la sostenibilidad del sistema sanitario.
Las actividades que se dan dentro del proceso de atención farmacológica que se ven orientadas al
usuario (paciente) del medicamento antes que al medicamento en sí. La identificación, evaluación,
control y mejora de los procesos en las farmacias hospitalarias permite mayor y mejor
coordinación entre los diferentes niveles asistenciales y así conseguir incrementar la seguridad y la
calidad de la atención prestada a los pacientes (Clientes). Uno de los beneficios de tener estos
controles es la mejora y disminución en los errores de medicación. En este enfoque se tiene que
incluir la indicación de medicamentos de libre dispensación, prescripción médica, prevención,
educación sanitaria, farmacovigilancia, seguimiento farmacoterapéutico personalizado y todas las
que se relacionan con el uso racional del medicamento. Estos procesos, llamados actividades,
pueden mejorar con una gestión por procesos en el que exista un ordenamiento orientado a
mejorar la calidad de atención farmacológica por parte del cliente interno que en este caso
vendría a ser un profesional químico farmacéutico, con la finalidad de mejorar la seguridad
farmacológica del paciente, cliente o usuario externo del servicio, sumando más beneficios como
los controles que vendrían a ser la detección y/o rastreo de errores de prescripción. Por ejemplo,
se analizaron los errores de prescripción de citostáticos de administración parenteral, identificaron
las causas y propusieron algunas soluciones para su prevención.
Para luego crear una serie de indicadores que permitan medir periódicamente los resultados de su
actividad con el objeto de mejorarla y que incluyan el grado de implantación de las nuevas
tecnologías aplicadas para mejorar la seguridad y la gestión del medicamento.
Y así este proyecto de tesis permite experimentar un modelo de gestión por procesos que no solo
mida periódicamente una serie de indicadores, sino que también implementar “mecanismos de
análisis y mejora continua con la implicación de todos los clientes internos”.
Capítulo I:
Capítulo II:
Capítulo III:
Capítulo IV:
Capítulo V:
Entendamos que las farmacias hospitalarias tienen funciones claves, la gestión eficaz y eficiente de
la asistencia sanitaria de los pacientes: el primero el papel de soporte adecuado a los médicos y
enfermeros asegurar la seguridad y la calidad asistencial, disminuir los errores de medicación; y el
segundo es, su adecuada gestión de los medicamentos, que es esencial para controlar los costes
farmacológicos y asegurar la sostenibilidad del sistema sanitario.
Los modelos de excelencia en la gestión para lograr estos 2 objetivos de tener eficacia y eficiencia
son, por ejemplo: ISO 9001 en su versión 2015 y EFQM se basan en el concepto “gestión por
procesos”. Sin embargo, la interpretación y la aplicación correctas de dicho concepto en el
entorno sanitario bastante difíciles y complejas. Como consecuencia, hay varias organizaciones
certificadas de la norma ISO 9001:2015 que generan “papeleo” y “burocracia” sin que exista una
mejora en las garantías de seguridad, calidad, esperas o eficiencia. En este contexto la diferencia
entre “gestión por procesos” y la “gestión del proceso” está en que en la gestión por procesos se
centra en alinear todos los procesos que componen la organización con la estrategia empresarial,
mientras que la “gestión de procesos” se centra en el resultado de cada proceso y las acciones
referentes a uno de ellos.
La identificación, evaluación, control y mejora de los procesos en los hospitales permite mayor y
mejor coordinación entre los diferentes niveles asistenciales y así conseguir incrementar la
seguridad y la calidad de la atención prestada a los pacientes (Clientes). Uno de los beneficios de
tener estos controles es la mejora y disminución en los errores de medicación.
Otro beneficio de los controles es la detección y/o rastreo de errores de prescripción. Por ejemplo,
se analizaron los errores de prescripción de citostáticos de administración parenteral, identificaron
las causas y propusieron algunas soluciones para su prevención.
Los problemas más frecuentes encontrados fueron los errores de dosis causados por la dificultad
en entender las prescripciones manuales. La recomendación correspondiente fue el uso de un
registro activo de errores en la prescripción para así analizar las causas y mejorar los resultados.
Algunos hospitales tienen creada una serie de indicadores que les han permitido medir
periódicamente los resultados de su actividad con el objeto de mejorarla. En realidad, hay un
estudio completo que documenta las mejoras en la gestión llevadas a cabo en varios servicios de
farmacias hospitalarias que incluye el grado de implantación de las nuevas tecnologías aplicadas
para mejorar la seguridad y la gestión del medicamento.
Los autores indicaron la necesidad de realizar reingeniería de procesos dentro de los Servicios de
Farmacia para poder incrementar el tiempo dedicado a la atención farmacéutica. La profesión del
farmacéutico, tradicionalmente caracterizada como ambigua, ahora está en transición y su papel
clínico es clave para mejorar la seguridad y la eficacia clínica.
Otros estudios confirman que el 96% de las validaciones farmacéuticas estudiadas eran apropiadas
para mejorar la seguridad del paciente. Autores estudiaron el impacto de la informatización de la
prescripción médica en la unidad de pacientes geriátricos de agudos durante 6 años mediante
notificaciones voluntarias de errores de medicación y concluyeron que se detectaron más errores,
aunque fueron menos graves, y recomendaron que se vigilase la implantación de la historia clínica
electrónica. En este sentido, la validación del farmacéutico seguiría siendo fundamental para
evitar que los errores de prescripción perjudicasen a los pacientes.
En este trabajo se experimenta un modelo de gestión por procesos que no solo mide
mensualmente una serie de indicadores, sino que también añade “mecanismos de análisis y
mejora continua con la implicación de todo el personal”.
1) Aumento del conocimiento objetivo de los resultados de seguridad y calidad por parte de todo
el personal, mejorando así la medición objetiva y su posterior comunicación interna.
2) Implicación y participación activa de todo el personal para que cada cual asegure la calidad de
su trabajo, creando un entorno de autocontrol y calidad total.
3) Análisis y mejora de los resultados por un equipo de responsables de subprocesos para que la
toma de decisiones de mejora sea consensuada y sostenible.
El objetivo de este trabajo es la introducción de una sistemática para crear la cultura de mejora
continua de seguridad y calidad asistencial en un Servicio de Farmacia Hospitalaria.
Internacionales:
GOVINDARAJAN, R. y cols. (2012) “La gestión por procesos en la Farmacia Hospitalaria para la
mejora de la seguridad del paciente” Departamento de Operaciones e Innovación, Escuela
Superior de Administración y Dirección de Empresas, Barcelona, España. El objetivo del trabajo fue
definir un modelo de gestión por procesos de una Farmacia Hospitalaria para medir, analizar lo
que se hace y realizar la mejora continua en seguridad y calidad asistencial. Al implantar un
modelo de gestión por procesos en el Hospital de Igualada, se consideraron varios subprocesos,
uno de ellos referido a la farmacia hospitalaria. En cada nivel se definió un responsable que
condujo el análisis de riesgos aplicando el Análisis Modal de Fallos y Efectos (AMFE) y la posterior
implementación del plan de mejoras. Se definieron indicadores para cada subproceso y se
establecieron diferentes mecanismos de gestión por procesos. El resultado más importante fue
que como consecuencia de aplicar el AMFE se obtuvo un grupo de acciones preventivas para
mejorar la seguridad del paciente. Luego el análisis semanal de incidencias y el análisis mensual de
los indicadores le permitieron monitorizar la gestión basada en datos objetivos de los resultados
claves. Además, el tener a una persona responsable de los resultados de cada subproceso le
permitió involucrar al personal creándose la cultura de excelencia. El autor concluye que la gestión
por procesos con la participación del personal responsable para cada subproceso es una
herramienta de gestión participativa para la mejora continua de la seguridad y calidad asistencial.
Se concluyó que la AF al paciente VIH+ en España se debe plantear en un nuevo escenario donde
se consideren la cronicidad, la comorbilidad, la incorporación de nuevas tecnologías y la necesidad
de estratificación de los pacientes para hacerla más eficiente.
ACOSTA GÓMEZ, Jaime y cols. (2008) “Análisis del proceso de dispensación y detección de
interacción potencial en farmacias de Alcorcón (Madrid) y Bilbao” El presente trabajo estudio el
proceso de dispensación de medicamentos con un riesgo potencial de interacción que podría ser
prevenido mediante la dispensación activa Se simuló ser paciente que solicitó la dispensación de
medicamentos éticos con una interacción potencialmente grave y su dispensación en farmacias
comunitarias de Bilbao y Madrid. Se evaluó la capacidad de las farmacias para detectar este riesgo,
los factores relacionados con la detección y el desempeño de las farmacias que detectaron este
riesgo potencial de interacción. De las 98 farmacias analizadas se obtuvo el resultado siguiente: en
10 el trabajador estaba identificado, en 82 usó ordenador en la dispensación y en 18 farmacias
para uno y otro medicamento, en 6 farmacias se detectó la interacción (en 5 se solicitó más
información a los investigadores y en 1 se derivó a otra persona de la farmacia), en 3 se consultó
bibliografía En 92 se dispensó sin mayor consulta, y ninguna ofreció información por escrito ni
seguimiento farmacoterapéutico. En todas se dispensó en un mostrador, 5 indicaron algo y 1
remitió al facultativo; en 45 la dispensación duró menos de un minuto y en 46 había dos
trabajadores visibles. Se observó un bajo porcentaje de farmacias que efectuaron dispensación
activa, a pesar que la mayoría de ellas usó equipo informático para la dispensación. Se concluye
que los programas existentes no son suficientes para prevenir al farmacéutico en la dispensación
de combinaciones de medicamentos potencialmente peligrosas.
POLO VEGA, Juan Carlos (2012) “Implementación de una metodología para la Gestión de la Calidad
del desempeño profesoral en un departamento docente del Instituto de Farmacia y Alimentos”.
Instituto de Farmacia y Alimentos. Universidad de La Habana. Cuba. El trabajo describe la
metodología implementada en el Departamento de Química Básica del Instituto de Farmacia y
Alimentos de la Universidad de La Habana (IFAL) orientada a la gestión de la calidad del
desempeño profesoral. A nivel metodológico la gestión se basa en el principio de mejora continua
y en la aplicación a la Educación Superior de la Norma ISO 9000. Explica la metodología y su
implementación en los últimos seis cursos escolares en el Departamento docente. Entre los
principales resultados, se menciona la adopción del enfoque de procesos para la planificación,
control, evaluación y mejora del desempeño profesional del departamento, el diseño y aplicación
de instrumentos y herramientas como los mapas de proceso, los cuestionarios de opinión de los
estudiantes y la guía de autoevaluación del desempeño del profesor. Concluye que la metodología
implementada ha promovido la participación del claustro en la planificación del trabajo, el análisis
de los problemas, la toma de decisiones y la búsqueda de planes de mejora, fomentando en el
Departamento una cultura organizacional que concibe la gestión de la calidad educativa como un
proceso continuo de mejora de los modos de actuación profesional, dirigido al logro de un proceso
docente-educativo más eficiente y eficaz.
DURÁN KUNZ, Juan E. y MÉNDEZ Claudio A. (2014) “Implementación de la reforma de la salud:
percepción del profesional Químico Farmacéutico”. Con el fin de analizar la percepción de los
profesionales Químicos Farmacéuticos respecto de la implementación de los cambios de la
reforma de la salud en la gestión farmacéutica, se realizó un estudio de tipo cualitativo, descriptivo
y exploratorio en base a entrevistas semiestructuradas a 13 profesionales Químicos Farmacéuticos
de la red asistencial pública de la Región de los Ríos. El análisis de la información se realizó a través
del análisis del contenido. Se encontró que para los químicos farmacéuticos la reforma de la salud
ha producido mejoras en la gestión farmacéutica a través de mejor calidad de los procesos y de
centrar la atención en el usuario. Además, se destaca que, la falta de políticas y estrategias en
recursos humanos fue uno de los principales obstáculos para implementar los cambios de la
reforma y los específicos respecto de la gestión farmacéutica. Concluye que la reforma de la salud
permitió mejorar la gestión farmacéutica y que se hace necesario fortalecer la implementación de
los cambios.
“La gestión de procesos (GP) es una herramienta que permite definir actividades, analizar las
dimensiones de calidad más relevantes y determinar mejoras necesarias. Incluye métodos para
sistematizar las actividades y monitorizar (medir y analizar periódicamente) los principales
indicadores que nos informan la situación real de dichos procesos.” (Ruíz, 2006).
Instrumento:
La técnica que utilizaron para la investigación fue una encuesta y tenía como finalidad de
recolectar los datos, mediante la entrevista y el instrumento un cuestionario que fue aplicado a los
pacientes luego de recibir tratamiento.
Los problemas más frecuentes encontrados fueron los errores de dosis causados por la dificultad
en entender las prescripciones manuales. La recomendación correspondiente fue el uso de un
registro activo de errores en la prescripción para así analizar las causas y mejorar los resultados.
Un modelo referente de la atención farmacéutica es la que se brinda en España, por lo que haré
una breve exposición de los hechos más saltantes contenidos en la Ley 16/1997 de Regulación de
Servicios de las Oficinas de Farmacia.
Recogiendo las distintas funciones asistenciales del farmacéutico, marcadas por la mencionada Ley
16/97, y por las distintas leyes autonómicas en materia de farmacia, se distinguen las siguientes
situaciones:
Las distintas definiciones no implican niveles diferentes. Todas las actividades son un servicio
continuo que se ofrece al paciente ante la aparición de problemas relacionados con la
dispensación de medicamentos, la consulta o indicación farmacéutica, la educación sanitaria y el
seguimiento farmacoterapéutico personalizado.
Es menester definir pautas profesionales claras, que implemente un ejercicio profesional para un
nuevo concepto de Farmacia. construido sobre las bases de la práctica profesional actual, con un
enfoque realista, acorde con el alto nivel de exigencia de los servicios sanitarios.
Para alcanzar este objetivo es preciso definir una cartera de servicios que responda a
necesidades y demandas de la población.
Sin perjuicio de otros servicios que pudieran ser ofertados en la Cartera de Servicios, hay tres
que son esenciales en el modelo actual de ejercicio profesional del farmacéutico orientado a las
necesidades del paciente, por lo que en este documento se desarrollan con especial detenimiento.
Metodo:
Los datos se escribieron sin planilla en el programa Microsoft Excel 2010, con doble tipeo. Se los
analizó en el software StatisticalPackage for the Social Sciences (SPSS) versión 19, por medio de
estadísticas descriptivas con frecuencias absolutas y relativas para variables categóricas y medidas
de tendencias centrales (mediana) y de dispersión para las variables numéricas.
Edad
Mediana
Tiempo de capacitación
Mediana
Tiempo de desempeño en la profesión
Mediana
Horas de trabajo semanales totales
Mediana
Tiempo de desempeño en la institución
Mediana
Tiempo de desempeño en la unidad actual
Mediana
Sector de trabajo en la institución
Sexo
Profesión
Horario de trabajo en la institución
Trabaja actualmente
Contrato de empleo
Compatibilidad
Horarios
Dilución y diluyente
Estabilidad
Acción de los fármacos
Colegas
Médico
Farmacéutico
Bibliografía especializada
Rutina impresa del sector
Enfermero de turno
Dosis incorrecta
Vía de administración incorrecta
Paciente incorrecto
Medicamento incorrecto
Diluyente incorrecto
Horario incorrecto
Siempre
Pocas veces
Rara vez z
Nunca
Encuestas:
identificación de paciente, fármaco correcto, dosis correcta, vía correcta y hora correcta.
diagnóstico erróneo;
trastornos médicos, genéticos o alérgicos subyacentes que pueden provocar una RAM;
El papel del farmacéutico es clave para la seguridad del paciente. Como el profesional sanitario
especializado en el medicamento, su actuación se centra en el uso racional de los medicamentos y
su misión es garantizar el uso seguro, efectivo y eficiente de los medicamentos. En el entorno
sanitario multidisciplinar, el farmacéutico aporta sus conocimientos y habilidades específicas para
mejorar la calidad de vida de los pacientes en relación con la farmacoterapia y sus objetivos.
Farmacovigilancia:
Atención Farmacéutica:
Foro propone el siguiente listado de PRM problemas relacionados con los medicamentos:
Características personales
Conservación inadecuada
Contraindicación
Errores en la prescripción
Incumplimiento
Interacciones
Otros
La trazabilidad tiene como uno de sus principales objetivos el evitar la entrada en la cadena
farmacéutica de medicamentos ilegales o falsificados, lo que entronca con el último punto del
listado anterior de causas de reacciones adversas.
1.6 Realización de informes técnicos, especialmente de los nuevos principios activos, para todas
las Comisiones Clínicas en las que se tomen decisiones fármaco-terapéuticas (de Farmacia, de Uso
Racional del Medicamento, de Infecciones y Política de Antibióticos entre otras), Agencias de
Evaluación Tecnológica y gestores sanitarios.
1.9 Coordinación y apoyo metodológico, ético y legal a los proyectos de investigación con
medicamentos
3. Docentes:
3.3 Formación continuada dirigida a médicos de Atención Primaria, otras especialidades médicas y
otras titulaciones de Ciencias de la Salud.
Los Errores de Medicamentos (EM) más frecuentes ocurren en las etapas de la
prescripción y administración. Se ha determinado que hasta un 67% de prescripciones
médicas tienen uno o más errores y que de estos.
Un 46% ocurren en el ingreso y en alta hospitalaria1 , es decir, en la transición de los
pacientes entre diferentes niveles asistenciales.
Identificar las barreras y defensas de seguridad más eficaces para prevenir la aparición del riesgo
en la utilización de los medicamentos o mitigar las consecuencias.
Identifica y analiza los factores contributivos que favorecen la aparición de las acciones inseguras o
falla activa, y ayuda a identificar las fallas latentes relacionadas con la cultura y los procesos
organizacionales.
Identifica y propone nuevas barreras de seguridad y planes de acción para promover la política de
seguridad del paciente.