Maestría en Proyectos y Edificación Sustentables: Departamento Del Hábitat y Desarrollo Urbano
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CAPITULO 3: ÁREA BAJO ESTUDIO, CARACTERÍSTICAS DEL TEZONTLE Y NORMATIVA REVISADA ........... 45
[I]
3.3 CARACTERÍSTICAS DEL TEZONTLE COMO MATERIAL CONSTRUCTIVO .................................................................... 55
3.3.1 Propuesta de capa de tezontle sobre cubierta de vivienda existente ....................................... 58
3.4 NORMATIVAS APLICABLES A LA PRESENTE INVESTIGACIÓN ................................................................................ 61
3.5 CONCLUSIONES DEL CAPITULO ................................................................................................................... 63
[II]
7.2 LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN FUTURAS .......................................................................................................... 135
Anexos
ANEXO A1: CONCEPTOS DE BIOCLIMATISMO E HIDROLOGÍA ................................................................ 138
ANEXO A3: DATOS DE HIDROLOGÍA Y REGISTROS CON EL SIMULADOR DE LLUVIAS ............................. 154
A4.1 DETERMINACIÓN DEL VALOR INICIAL DE CARGA LIMITE EN LA AZOTEA .......................................................... 159
A4.2 REQUERIMIENTOS PARA LA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS SIMPLIFICADO ........................................................... 160
Bibliografía
TRABAJOS CITADOS ................................................................................................................................. 163
[III]
Capítulo 1
Introducción, objetivos y contenido del TOG
1.1 Introducción
“Un desarrollo sustentable es aquel que satisface las necesidades del presente sin
disminuir la habilidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas”. (WCED
citado en Tetreault, 2008)
1
La agenda establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y 169 metas conexas de carácter integrado e
indivisible (ONU, 2015).
[1]
Centrándonos en el universo de la construcción y muy en particular, la construcción de
vivienda, la sustentabilidad comprende tanto el origen de los materiales y su huella
ecológica (e.g. Alvarez-Partida, et al., 2016), como el desempeño energético e hídrico de las
edificaciones ya terminadas (e.g. Orozco-Carrillo, 2016) o su disposición final concluida su
vida útil (e.g. Ayala-Rodríguez, 2015). A su vez, existen muchas posibilidades de índole
sustentable en las fases iniciales de un proyecto de vivienda nueva, ya sea que hablemos de
tecnología de punta (e.g. paneles y calentadores solares, materiales especializados, diseño
de vivienda pasiva) o bien, enfoques prácticos que tienen su origen en la observación y la
necesidad (e.g. uso de materiales de origen natural, reciclado de productos desechados).
Sin embargo, cuando hablamos del funcionamiento de la vivienda existente y acotamos la
misma a ciertos sectores económicos, el abanico de propuestas sustentables puede
reducirse. En este caso, nos encontraremos con que inicialmente el diseño y construcción
de la vivienda se reduce a solventar un problema de espacios e infraestructura en un área
mínima determinada, donde “el problema es el uso de los mismos patrones constructivos
de las viviendas, con condiciones térmicas y energéticas desfavorables y, en consecuencia,
ambientales” (Morillón-Gálvez, 2012).
[2]
hidrológico y estructural, argumentado su operación como una solución pasiva (2). Se
propone dicho material, debido a su abundancia en el área de estudio, costo reducido y un
bajo peso volumétrico, características que lo convierten en un material ligero e interesante
para su uso en azoteas de forma sustentable. El uso de este material se ajusta a los pilares
del desarrollo sustentable expuesto en párrafos iniciales.
Partiendo del empleo del tezontle, los objetivos particulares del TOG comprenden en forma
desglosada el registrar los cambios de temperatura y su impacto en el confort térmico en
una vivienda del AMG. Adicionalmente, se experimentará mediante un modelo en
laboratorio, con las posibles mejoras que se obtienen en el desalojo de la escorrentía
pluvial. A continuación, y previendo las afectaciones generadas por una carga no
considerada en un diseño original, se realizará una evaluación de las implicaciones
estructurales que se tiene en la vivienda. Finalmente, se describen los principales hallazgos,
recomendaciones y líneas de investigación futura derivadas del uso del tezontle en la azotea
de la vivienda.
2
Para efectos del TOG, se le denominara “solución pasiva” a aquel material o sistema que por sí solo o en
conjunto con otros elementos permita captar y regular, sin necesidad de una fuente convencional de energía
(e.g. electricidad, gas, etc.), los aporte térmicos e hídricos recibidos en forma externa.
[3]
Tabla 1. 1 Incremento poblacional 1980-2010 en municipios del AMG. Fuente: elaboración propia con datos del
Instituto de Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 2019)
Respecto a las cifras indicadas, si bien es correcto señalar que ha existido una oferta de
vivienda acompañando al crecimiento poblacional (ver Fig. 1.1), hay que señalar que
aquella que se construyó a fines del siglo pasado y principios de este debe caracterizarse de
una forma muy particular, con diferentes problemáticas asociadas. Este tipo de edificación
generalmente conformo desarrollos habitacionales que se describen como “ámbitos
planificados que, por su tamaño y número de pobladores, se asemejan a ciudades medias,
más no tienen el equipamiento y servicios de una ciudad y presentan características distintas
a las estructuras de sitios urbanos tradicionales” (Nuñez-Miranda, 2007).
30000
20000
10000
Figura 1.1 Número de créditos otorgados por el Instituto Nacional de Fomento a la Vivienda de los Trabajadores
(INFONAVIT), periodo 1990-2010. Fuente: elaboración propia con datos del Sistema Nacional de Información e
Indicadores de Vivienda (SNIIV) (CONAVI, 2019)
[4]
La distinción mencionada anteriormente podemos ubicarla en el modelo de negocio que se
siguió para la construcción de estos desarrollos y sobre lo cual varios autores han escrito
(e.g. Shimbo, 2011; Rodriguez-Chumillas, 2006; Merchand-Rojas, 2017; Orozco-Ochoa,
2015). En dicho modelo, se prioriza el costo de producción sobre un precio de venta,
pasando desafortunadamente a segundo plano cualquier otra consideración.
“Evidentemente, para llegar a reducir tanto los costos han tendido que rebajar hasta
el límite la calidad de vivienda en todos los aspectos: materiales, localización,
superficie mínima, etc. y a su vez, en el conjunto habitacional: equipamientos,
servicios e infraestructuras”. (Pina-Fernández, 2013)
[5]
que no se resolvió en primera oportunidad en el proyecto de vivienda. Las inundaciones
consecutivas y el fenómeno isla de calor son excelentes ejemplos al respecto.
Se identifican dos problemáticas del amplio abanico anteriormente expuesto. Por una
parte, a escala de vivienda, el confort térmico no es una situación que se resuelva en forma
adecuada, particularmente al no tomar en cuenta las condiciones medioambientales y
repetir determinados modelos de construcción. Siendo más específicos, en México se da
una convergencia de situaciones relacionadas con su ubicación en el globo terrestre (i.e.
entre los 32°43’06’’ de latitud Norte y 114° 45’ longitud Oeste y los 14°32’27’’ de latitud
Norte y 92°13’0’’ longitud Oeste) y el hecho de que la mayoría de los techos de la vivienda
son planos y emplean concreto (i.e. techos identificados en la Encuesta Nacional de los
Hogares 2017 del INEGI).
“El ángulo entre la radiación solar directa y la superficie exterior de los techos es casi
normal y eso, sumado a la baja resistencia térmica de los materiales de construcción,
implica que el techo sea la parte de la envolvente donde se generan los mayores
flujos de calor hacia el interior de la vivienda”. (Martín- Domínguez, 2016)
Revisemos las Fig. 1.2 donde se ejemplifican los procesos de transmisión de calor en una
cubierta.
Figura 1.2 Mecanismos de trasferencia de calor a través del techo de una edificación. Fuente: (Martín-Domínguez,
2016)
[6]
Martín–Domínguez (2016) ejemplifica como en un clima extremo siempre existe un
gradiente de temperatura entre el ambiente interno y el externo de una edificación, lo que
genera a su vez flujos de calor donde el interior indistintamente terminará por igualar su
temperatura, la cual estará fuera de un rango de confort. Independientemente a cualquier
sistema de climatización que dispongamos para atacar la problemática anterior, la misma
edificación y los materiales que la conforman deberían ser una primera barrera frente al
calor extremo (ver Fig. 1.3).
Figura 1.3 Resistencia térmica (R) de materiales típicos de la construcción. Fuente: (Morillón-Gálvez, 2007)
La resistencia (R), transmitancia de calor (U) y conductividad (λ) son propiedades térmicas
únicas de cada material en la construcción. Como nos lo hace ver Morillón-Gálvez (2007)
en su investigación, el concreto y los block de cemento, los materiales más comunes en la
edificación de vivienda, presentan valores tan altos de estos parámetros que los ponen en
desventaja al momento de trasmitir y aislar el calor (ver Tabla 1.2).
Tabla 1. 2 Características físicas y térmicas de los materiales en la construcción . Fuente: (Morillón-Gálvez, 2007)
Material Espesor (m) Densidad Conductividad
(kg/m3) (W/m°C)
Concreto Normal 1 0.10 2400 1.5
Block hueco 2 0.15 1700 1.2
Tabique rojo recocido 3 0.12 2000 0.95
Adobe 3 0.25 1500 0.58
Concreto de baja conductividad 1 0.10 1650 0.58
Fuentes: 1) Cemex, 2) Norma NOM-008-ENER-2001, 3) Ecodiseño Fernando Tudela 1982 AUM-X
[7]
La vivienda del AMG y sobre todo la vivienda de interés social, emplea intensamente en la
construcción de las azoteas el concreto. Este material por sus características físicas tiende
a absorber la radiación solar durante el día y eliminarle lentamente durante la noche,
originando situaciones de incomodidad al no poder estabilizarse la temperatura interior a
un nivel que permita a los inquilinos desarrollar sus actividades o descansar. Esta
problemática se acentúa cuando el diseño de la vivienda tampoco incluye la suficiente
ventilación, sistemas pasivos (e.g. protecciones solares) o sistemas activos (e.g. aire
acondicionado) que la regulen. Hernández & Velásquez (2010)) y Prado-León &
Zambrano-Prado (2015) son coincidentes con estas afirmaciones al evaluar en sus trabajos
las percepciones sobre la habitabilidad y calidad de vida en vivienda del AMG (ver Fig. 1.4).
22.70%
43.20%
9.10%
25%
3
Las autoras aclaran que el AMG no experimenta temperaturas bajas en extremo, pero contrariamente, en
los últimos años se ha observado un aumento en las temperaturas de verano, llamando la atención que en el
estudio halla más reportes de clima frío que cálido (Prado-León & Zambrano-Prado, 2015).
[8]
(2005) con temperaturas alrededor de los 40°C y diferencias entre los 6 y 8 °C respecto a
las áreas rurales cercanas.
[9]
Figura 1.5 Inundaciones en fraccionamientos de Interés Social acaecidas en octubre del 2016. Fuente: (Martinez,
2016)
Figura 1.6 Inundaciones en fraccionamientos tipo Residencial Plus acaecidas en agosto del 2019. Fuente: (Vásquez,
2019)
“La tormenta de este domingo provocó ríos de agua que bajaron hacia Bosques de
Santa Anita, Club de Golf Santa Anita y la avenida López Mateos, que presentaron
fuertes inundaciones”. (Vásquez, 2019)
[10]
La problemática de las inundaciones lleva décadas en el AMG. En entrevista efectuada al
Ing. José Manuel Vargas Sánchez en el año 2000, jefe de Agua y Alcantarillado de
Guadalajara y profesor del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de
la UdeG, comenta:
“La capacidad instalada en los colectores es como para recibir 450 metros cúbicos
por segundo, pero en una lluvia típica, normal, de 51 milímetros/hora, llegan a caer
935 o hasta 1050 metros cúbicos por segundo, lo que rebasa casi al doble la
capacidad que tiene nuestra ciudad”. (Vargas citado en Carrillo-Armenta, 2000)
“El ciclo del agua en Guadalajara se encuentra gravemente deteriorado por la mala
intervención de los seres humanos, a través de la urbanización desordenada; no es
con obras de ingeniería como se logrará afrontar el problema de las inundaciones,
que es efecto y no causa de ese deterioro”. (Gleason, citado en Del Castillo, 2016)
[11]
propicia las inundaciones, que no haya una correcta regulación de la temperatura y que
aumente más la deforestación de las cuencas.
1.3.1 Planteamiento
Este TOG se centra en dos problemáticas de la vivienda masiva construida en el AMG en las
últimas décadas:
La falta de confort térmico en la vivienda del AMG originada por la combinación del
clima, los materiales y técnicas constructivas.
Las inundaciones anuales en muchos puntos del AMG propiciadas por el cambio de
uso de suelos, infraestructura mínima y el incremento de áreas impermeables.
[12]
A este respecto, se considera que el material de tezontle extendido sobre una azotea
pudiera ayudar a resolver y/o aminorar dichas problemáticas. Si revisamos los listados de
bancos de materiales oficiales (e.g. SCT, 2017), el material de tezontle es abundante en la
periferia del AMG y en general, en todo el Estado de Jalisco. Por su naturaleza, el mismo es
ligero y se le atribuyen ciertas propiedades en cuanto a la absorción de calor y agua, de lo
que se presupone que una capa de este material en las azoteas puede ofrecer mejoras en
el desempeño térmico y pluvial de las mismas, sin afectar su estabilidad estructural.
Cedeño-Valdiviezo (2010) lo clasifica como una material bioclimático(4) por sus
propiedades térmicas (0.16 W/m2°C), mientras que históricamente su uso está
documentado en tiempos Prehispánicos y en La Colonia: “… durante los siglos XVI al XIX fue
determinante sobre todo para resolver varios problemas constructivos de la ciudad, como
cimientos, muros, bóvedas, techumbres, terraplenes, etc.” (Rodriguez-Morales, 2011).
Entre la investigación científica inicial que se documentó para este TOG sobre el material,
se encontró que la misma se centra en su utilización como material de rellenos o terraplén,
particularmente como filtro o capa estabilizadora para el desplante de las estructuras y
edificaciones (e.g. González-Martín, 2016); como agregado en los concretos (e.g. Gómez
Domínguez, S.F.; Tena, et al., 2017); como elemento filtrante o depurador (e.g. Valdivia-
Soto, et al., s.f.; Otazo-Sánchez, et al., s.f.); o bien, como capa de sustratos (e.g. Rodriguez-
Díaz, et al., 2013; Trejo-Tellez, et al., 2013; Angeles-Hernández, et al., 2003).
De lo anterior, una investigación sobre el empleo del tezontle en la forma que se propone
resulta inicialmente justificado, ya que es de gran interés documentar su desempeño
térmico, hidrológico y estructural en azoteas de vivienda existente como sistema pasivo.
Extender este material en una capa uniforme, solventado el detalle de elevarlo hasta el nivel
de azotea, es sencillo, ya que no se requiere de mucha inversión económica, personal
4
Cedeño Valdiviezo marca 3 requisitos para un diseño bioclimático: 1) sustitución de fuentes no renovables
por renovables; 2) elección de materiales de menor contenido energético; 3) elaboración de formas, tipologías
y elementos constructivos que requieran menos energía para su construcción y almacenamiento (Cedeño-
Valdiviezo, 2010)
[13]
técnico especializado o mayores adecuaciones a la estructura existente, lo que lo hacen
ideal para la vivienda de interés social.
1.3.2 Hipótesis
Dada las características físicas del material de tezontle, se considera que una capa
sobrepuesta de este material sobre las azoteas de la vivienda existente en el AMG puede
mejorar su operación en los rubros de:
Confort térmico de la vivienda, al trabajar como una capa aislante inicial que
absorbe el calor que se genera por radiación solar durante el día y liberarlo con
mayor prontitud durante la noche.
Disminución de riesgos por inundaciones, al aminorar la escorrentía pluvial y/o
retrasarla, esto como consecuencia del paso del agua a través del tezontle y dando
mayor tiempo al desalojo del agua en el drenaje existente.
Los beneficios mencionados se asocian en lo particular con vivienda cuyas azoteas empleen
sistemas donde prevalece el empleo de concreto y donde la densidad de las mismas
implique perdida de áreas permeables.
En los siguientes apartados de este TOG se propone desarrollar una serie de objetivos
particulares necesarios para argumentar la hipótesis y desarrollar su objetivo general, los
cuales enlistamos a continuación:
[14]
a. Bioclimatismo y soluciones pasivas aplicadas en la denominada quinta fachada.
b. Otras investigaciones con objetivos afines al planteado en este trabajo.
4. Delimitar las variables y constantes que engloban los objetivos del estudio:
a. Ubicación geográfica y climatología del AMG.
b. Características del material de tezontle en el AMG.
5. Diseñar los experimentos y cálculos que permitan obtener datos cualitativos y
cuantitativos relacionados con:
a. El impacto térmico en la vivienda.
b. La escorrentía pluvial en la azotea de la vivienda.
c. El impacto estructural en la vivienda.
[15]
Capítulo 3, se presenta el AMG como la zona geográfica donde se aplica el presente
proyecto y se identifican las características climatológicas de la región. Se hace una
descripción de la vivienda de interés social y su contexto dentro del AMG. Se
exponen las características físicas del material de tezontle que se investiga y algunas
de sus propiedades determinadas en laboratorio. Finalmente, se hace un
compendio de las normativas más relevantes y que se correspondan con los
objetivos del estudio.
Capítulo 4, comprende un análisis bioclimático del AMG en base a información del
Servicio Meteorológico Nacional y la hoja de cálculo Bioclimart 2016, determinando
la zona de confort. Complementariamente se registran variaciones de temperatura
y humedad en una cubierta existente de azotea con la capa tezontle instalada. Se
presenta un ejemplo de evaluación de la NOM-020-ENER-2011 considerado la
azotea intervenida.
Capítulo 5, se ejecuta un análisis teórico sobre el desempeño del escurrimiento en
la azotea considerando el método racional y la velocidad de infiltración del material.
Se contrasta los resultados obtenidos al experimentar con un modelo de laboratorio
(i.e. simulador de lluvias), registrando el tiempo y el periodo en que se estabiliza un
caudal determinado, considerando diferentes combinaciones de pendiente y
espesor de la capa de material.
Capítulo 6, se avalúa estructuralmente la vivienda donde se propone la instalación
de la capa de tezontle. Partiendo de una breve descripción del análisis estructural,
se plantea un modelo matemático corroborado con la reglamentación de
construcción y se desglosa el análisis de la estructura de la vivienda ante cargas
gravitacionales y sísmicas.
Capítulo 7, se resumen los diversos resultados obtenidos y se analiza el
comportamiento de la vivienda y su respuesta con la cubierta de tezontle. Se
presentan las conclusiones y se hacen recomendaciones para trabajos de
investigación futura.
[16]
Capítulo 2
Estado del Arte: confort térmico, diseño
bioclimático y escurrimiento pluvial
2.1 Introducción
El desarrollo de este TOG busca investigar y experimentar con una propuesta de solución
pasiva aplicada en la azotea de vivienda (i.e. el empleo de material de tezontle sobre la
cubierta). Esta solución involucra dos posibles beneficios, siendo uno relacionado con el
confort térmico y el otro con el desalojo de la escorrentía pluvial.
Solución pasiva es una clasificación, no siempre del todo clara, que se utiliza dentro de la
arquitectura bioclimática para distinguir ciertos elementos y sistemas propios o
complementarios a la edificación. La azotea por otra parte, es el elemento de cubierta con
el que generalmente se termina o corona toda construcción y que afortunadamente desde
hace unas décadas, ha comenzado a tomar una función más amplia que el solo protegernos
del intemperismo. El confort térmico o higrotérmico, así como la escorrentía pluvial, son
conceptos muy específicos y bien estudiados por diferentes áreas de la ciencia moderna.
Este capítulo tiene el objetivo de presentar el marco teórico, estado de arte y trabajos de
investigación que involucran los conceptos anteriormente mencionados. Para ello, los
primeros subcapítulos tratan sobre la historia, teoría y conceptos básicos tal y como son
definidos por la bibliografía referenciada. Se exponen primero lo que corresponde a la
quinta fachada, el clima, el confort térmico y el diseño bioclimático. A continuación, se
exponen conceptos generales sobre hidrología y en particular, la precipitación y la
escorrentía pluvial. Finalmente, se hace un repaso del estado del arte e investigación actual
que ha tenido a bien estudiar sistemas pasivos en conjunto con la azotea de construcciones.
[17]
2.2 De la quinta fachada, el confort térmico y el diseño bioclimático
“Ya sea usadas como un espacio de carácter paisajístico o como un área habitable,
la utilización de la quinta fachada surge como un mecanismo eficaz para lograr una
mayor aislación térmica, mejora de la protección contra el sol, la lluvia y los cambios
de temperatura, absorción de CO2 y la posibilidad de la retención del agua de lluvia,
entre otros usos”. (Weiss, 2018)
No se puede concebir el diseño bioclimático sin antes hablar del clima. El clima es el
“proceso que resulta de la interacción (en términos de masa y/o energía) entre la superficie
terrestre y la atmósfera, determinado por el desigual reparto de la energía solar que recibe
5
Charles-Edouard Jeanneret “Le Corbusier”, 1926. Estos son: “la planta libre, la terraza-jardín, los pilotis, la
ventana longitudinal y la fachada libre”.
[18]
nuestro planeta” (Tudela, 1982). Históricamente, la humanidad ha buscado siempre
protegerse del clima y el medio ambiente y fruto de su ingenio surgió la construcción de
edificaciones, las cuales se han desarrollado en innumerables variedades y diseños,
dependiendo de la mano que las construye, con menor o mayor integración al clima.
Lo ideal sería que toda edificación tuviera en cuenta el clima en su diseño, como lo asevera
Fuentes-Freixanet (2002) cuando explica que este determina arquitectónicamente desde
la forma, orientación y materiales constructivos, hasta los colores y las texturas. La
edificación es un “elemento protector y regulador que rechaza o trasforma la acción de los
elementos ambientales naturales de un lugar” (Rodríguez-Viqueira, 2001). Por su
naturaleza, el clima no es un estado fijo. Es un proceso dinámico y en constante
transformación de un momento a otro, de un lugar a otro e incluso, con diferencias
significativas dentro de las mismas áreas geográficas así sean de dimensiones reducidas.
Para Rodríguez-Viqueira (2001), los factores climáticos son aquellas condiciones físicas
que determinan y distinguen un clima dentro de un área geográfica; estas se corresponden
a una latitud, altitud y periodo de tiempo en lo general, mientras en lo particular se ajustan
a determinadas condiciones del relieve existente o sus modificaciones, la distribución de
masas de tierra y agua circundante o afectaciones por corrientes oceánicas. Por otra parte,
las propiedades físicas de la atmosfera, denominadas elementos del clima, son las
magnitudes promediadas que tomamos de dichos elementos, siendo las más comunes los
grados de temperatura, el porcentaje de humedad, la altura de precipitación, la velocidad
del viento, la presión atmosférica, la radiación solar, los niveles de nubosidad en el cielo y
de visibilidad a nivel de tierra.
Para representar estas magnitudes de manera visual, generalmente se agrupan las mismas
por rangos de valores similares y se representan en planos mediante líneas continuas o
colores representativos (e.g. isotermas donde se muestra la distribución de la temperatura,
isobaras que caracterizan la variación de la presión media e isoyetas con la distribución de
la precipitación). En el caso de México, la Figura 2.1 nos muestra la precipitación media
[19]
anual acumulada, destacando los estados en el sur con las mayores lluvias y como del centro
hacia el norte geográfico estas disminuyen.
Tratándose de la temperatura, la Figura 2.2 denota una distribución más o menos uniforme
y que se corresponde con la precipitación, oscilando esta entre los 15 y 30°C. Sin embargo,
la Figura 2.3, donde se representan los datos máximos anuales, indica que hay picos de 35
a 40°C para casi toda la república, siendo una excepción los estados del centro y algunas
zonas aisladas.
[20]
Figura 2.2 Temperaturas medias anuales, en °C. Fuente: (CONAGUA, 2019)
[21]
Prosiguiendo con lo expuesto por Rodríguez-Viqueira (2001), el análisis de las condiciones
climáticas con fines de edificación se hace a dos niveles: el macro climático o regional y el
micro climático o local. De estos dos enfoques, las variaciones climáticas dentro de una
región o microclima, son las que pueden ser trabajadas y modificadas por la edificación (e.g.
con la construcción misma, con la ubicación de masas de tierra, con cuerpos de agua o con
la vegetación).
Para poder diseñar tomando en cuenta estos escenarios, arquitectos e ingenieros deben
hacer uso de los datos de las disciplinas respectivas. Diferentes autores definen a la
climatología como la ciencia que estudia el clima en general por periodos largos de tiempo,
mientras que la meteorología se especializa en los cambios diarios de las condiciones
atmosféricas (e.g. Tudela, 1982; Breña-Puyol & Jacobo-Villa, 2006). La hidrología por otra
parte es una rama de las ciencias más especializada en el agua que trataremos en secciones
más adelante.
Finalmente, un estado de confort dentro de una edificación va más allá de la simple ausencia
o permanencia de determinados estados climáticos en el exterior y se centra más en la
percepción de los ocupantes al interior. Tudela (1982) identifica al respecto ciertos estados
en el individuo, trabajables por el bioclimatismo, siendo estas las afectaciones a la
respiración y las molestias asociadas a la presencia excesiva de frío o calor. Estos dos últimos
estados son los que se asocian con el confort térmico, también conocido como confort
higrotérmico, que detallaremos a continuación.
Tal y como nos lo hace ver Simancas-Yovane (2003), la palabra confort en un término que
utilizamos generalmente para referirnos a un estado ideal de bienestar, desempeño y
comodidad de un individuo o el grupo de estos, respecto a una situación en particular,
[22]
teniendo continuidad en la misma y sin interferencias físicas o mentales de por medio. Para
Rojas-Tavera (2018) el confort ambiental en una edificación (entendiéndolo como el
estado y desempeño del individuo como usuario de la vivienda), involucra diferentes
clasificaciones y variables de estudio (e.g. térmico, lumínico, acústico, psicológico, etc.), por
lo que para efectos de este TOG dichas variables se corresponderán con lo que señala las
normativa del Código de Edificación de Vivienda (CEV). CONAVI (2017) especifica que la
calidad ambiental y el confort se evalúa en términos de temperatura, acústica, aire e
iluminación. Considerando solo el confort térmico, se hace necesario para la comprensión
de dicho concepto que primero entendamos como se transmite el calor, tanto para los
materiales de la construcción como en el individuo dentro de esta.
6
Los cambios de fase del agua, aunque no corresponda propiamente a los mecanismos de trasferencia de
calor, si involucran la absorción o desprendimiento de energía (Fuentes-Freixanet, 2011)
7
Para una descripción completa de estos conceptos, consultar el Anexo A1.1 - Sobre bioclimatismo y
conceptos afines
[23]
Figura 2.4 Esquema de la transmisión de calor en una edificación. Fuente: elaboración propia.
Figura 2.5 Fuentes y sumideros de energía calorífica. Fuente: (López de Asian-Alberich, 2003)
[24]
Si concluimos que el confort térmico es el estado donde el ser humano desarrolla sus
actividades sin que la temperatura ambiental y corporal sea un impedimento para ello,
fisiológicamente este estado puede variar de un individuo a otro. Esto agrega variables
adicionales a considerar en un diseño bioclimático. En su tesis doctoral, Simancas-Yovane
(2003) indica por lo menos seis factores básicos relacionados con las pérdidas de calor en
el cuerpo humano, siendo estos la temperatura del aire, la temperatura radiante, la
humedad relativa, la velocidad del aire, el metabolismo individual y el aislamiento de la ropa
(ver Fig. 2.6). Los primeros cuatro son identificados por Simancas como parámetros
ambientales, mientras los dos últimos se identificarían como factores individuales, siendo
necesario evaluar variables complementarias como serían el sexo, edad, peso, salud, color
de piel y la aclimatación.
Figura 2.6 Principales factores y parámetros que afectan el confort térmico. Fuente: (Simancas-Yovane, 2003)
[25]
De los factores que intervienen principalmente en el intercambio de energía entre el cuerpo
y el ambiente (8), hay que destacar la temperatura del aire (seca y húmeda en el ambiente),
temperatura radiante (elementos de la edificación), humedad del aire (absoluta y relativa)
y ventilación (velocidad del aire). Es con base en estos parámetros, que se ha podido
desarrollar una serie de gráficas y diagramas donde es posible determinar zonas de confort.
Existen dos modelos mayoritariamente reconocidos, identificados como gráficas de Olgyay
y de Givoni.
Carta bioclimática de Olgyay (ver Fig. 2.7) – en esta gráfica aparece una zona de
confort central predefinida, sobre la que se grafican valores de temperatura,
humedad relativa, velocidad del viento y niveles de radiación solar adecuados (e.g.
Simancas-Yovane, 2003; Rojas-Tavera, 2018; López de Asian-Alberich, 2003). Por su
parte, Lacomba (1991) señala que actualmente está grafica es válida
principalmente para exteriores.
Figura 2.7 Diagrama bioclimático de Olgyay. Fuente: (Olgyay citado en Rojas-Tavera, 2018)
8
Para una descripción completa de estos conceptos, consultar el Anexo A1.1 - Sobre bioclimatismo y
conceptos afines
[26]
Diagrama psicométrico Givoni (ver Fig. 2.8) – partiendo de los parámetros ya
indicados, es posible determinar zonas de confort variable y señalar con ciertas
adecuaciones a la ventilación, la masa térmica o mediante un enfriamiento
evaporativo, entre otras estrategias, zonas que podrán ser mejoradas (e.g.
Simancas-Yovane, 2003; Rojas-Tavera, 2018; López de Asian-Alberich, 2003).
Figura 2.8 Diagrama psicométrico de Givoni. Fuente: (Givoni citado en Rojas-Tavera, 2018)
Mientras los dos sistemas mencionados se enfocan en los parámetros ambientales del
confort térmico, existe un método denominado Fanger (ver Fig. 2.9), que se identifica con
los factores individuales y que agrega a los parámetros ya descritos variables relacionadas
con la “actividad, resistencia térmica de la ropa y el factor de cubierta de la misma”
(Simancas-Yovane, 2003). Este método “define el confort térmico como una manifestación
subjetiva de la satisfacción con el ambiente”, en el que a su vez deben existir condiciones
tales como “un equilibrio térmico y que la tasa de sudoración y temperatura media de la
piel estén dentro de los límites de confort” (Rojas-Tavera, 2018).
[27]
Figura 2.9 Curvas de confort de Fanger. Fuente: (Mondelo et al., citado en Rojas-Tavera, 2018)
Para efectos de este TOG, se hará referencia en los cálculos de los rangos de confort a los
que se obtienen con la hoja de calculo “Bioclimart 2016” (Gómez-Azpeitia, 2016). Por otra
parte y con fines comparativos, se presentan los valores de confort expuestos por Darío-
Ibargüengoitia (2011) y López de Asiain-Alberich (2003), mismos que la Tabla 2.1
resume.
Tabla 2.1 Valores recomendados de confort. Fuente: (Dario-Ibargüengoitia, 2011; López de Asian-Alberich, 2003)
Parámetro Valores Observaciones
Temperatura de los 20/21°C a los 25/26°C
entre 5 y 12 gr de agua por kg de dependiendo de la localización geográfica, el
Humedad Absoluta
aire seco clima de la zona y estación del año
Humedad Relativa entre el 30/40% y el 60/65%
presión positiva (i.e. que se inyecte más aire del
Presión del aire Entre un 5% y un 10%
que se extrae)
a esta velocidad, se generan sensaciones de 2 a
Ventilación 1 m/s
3°C menores, pero a 2m/s se tornara molesto
[28]
2.2.4 Diseño bioclimático y sistemas pasivos
Para lograr condiciones de confort ambiental (e.g. térmico, acústico o visual), Fuentes-
Freixanet (2002) señala algunos elementos importantes a tomar en cuenta en el diseño
bioclimático, siendo estos: orientación, forma, ubicación de los espacios y el diseño de
ventanas. Estos cuatro elementos deben trabajar de manera ideal en armonía y en forma
conjunta.
Ortiz-Arnau (2016) nos aclara con mayor detalle la implementación de los anteriores
conceptos. Así tenemos que la orientación facilita el funcionamiento energético de la
vivienda, en específico al considerar la trayectoria solar (ver Fig. 2.10). Si nos ubicamos en
el hemisferio norte, conviene dejar las estancias que requieran luz por la mañana al este y
si es por la tarde al oeste. Las estancias diurnas por otra parte se ubican al sur y al norte las
que queramos evitar el máximo de radiación solar. La forma y los espacios también nos
ayuda con las ganancias y pérdidas de calor, así como también nos permite conseguir una
ventilación cruzada (ver Fig. 2.11) que considere los vientos dominantes y faciliten la
regeneración del ambiente. Un patio interior o espacios a doble altura es otro aporte en ese
[29]
sentido. Las ventanas por otra parte se corresponden con la iluminación y asoleamiento (ver
Fig. 2.12) y forzosamente van ligadas a la orientación y forma de la edificación. Lo anterior
busca hacer llegar la mayor cantidad de luz posible cuidando no elevar la temperatura, para
lo cual estudiamos la incidencia solar (i.e. gráficas solares y asoleamiento) para colocar
protecciones en forma eficiente (e.g. voladizos y marquesinas). Estrategias
complementarias implican considerar la vegetación (original o nueva) y fuentes de agua
(estanques o similares), las cuales nos ayudarían a regular la humedad en la edificación.
Figura 2.10 Recorrido del sol respecto a un punto ubicado en el hemisferio norte del planeta. Fuente: (Arquinetpolis,
2019)
Figura 2.11 Ejemplo de ventilación cruzada para una edificación. Fuente: (Ortiz-Arnau, 2016)
[30]
Figura 2.12 Ejemplo del empleo de protección solar verano/invierno. Fuente: (Ortiz-Arnau, 2016)
* La transmitancia térmica "K" es la “cantidad de calor que se transmite en la unidad de tiempo a través de
la unidad de superficie de un elemento constructivo (muro o tabique de cierto espesor), cuando la diferencia
de temperatura entre las masas de aire es igual a la unidad” (Cedeño-Valdiviezo, 2010). Identificado como
“U” en las normativas ISO, en la normatividad mexicana se denomina como coeficiente de trasferencia de
calor (valor K) y se expresa también en Watt por metro cuadrado ∙ Kelvin. Otras definiciones como
conductividad “λ” y resistencia “R” (valor M) se discuten en el Anexo A1.1 - Sobre bioclimatismo y conceptos
afines.
Una acertada elección de los materiales mejora el confort térmico y permite aprovechar en
forma óptima la radiación solar, no dejando de lado que las características de casi todos los
materiales se pueden modificar “dependiendo de su calidad, espesor, dimensiones y
[31]
ubicación” (Rojas-Tavera, 2018). Además, en el diseño bioclimático es fundamental tener
en cuenta cómo trabaja el sistema constructivo en su conjunto (e.g. trabajando como
aislante acústico o difuminando la luz), ya que “distintos materiales funcionaran de manera
diferente según sus características y según se utilicen en sistemas constructivos concretos”
(López de Asian-Alberich, 2003).
Dentro del diseño bioclimático, existe una serie de medidas que por sus características de
implementación y operación son conocidas como diseño pasivo. Aunque por lo general se
aplica dicho termino a la interacción entre la edificación y la radiación solar sin el empleo
de por medio de sistemas convencionales, diferentes autores detallan que se trata del
control y aprovechamiento de toda energía natural (e.g. Fuentes-Freixanet, 2002; Marban,
s.f.), pudiendo detallar que se trata del sol, el viento, la vegetación o el agua, siempre y
cuando no se dependa de sistemas electromecánicos (e.g. Lacomba, 1991).
Un diseño pasivo es entonces aquel que se adapta al clima y entorno aprovechando los
recursos naturales sin hacer uso de dispositivos electromecánicos. Entre las ventajas
económicas inherentes a estos sistemas (i.e. no consumen combustibles), Lacomba (1991)
nos menciona un mayor bienestar ambiental, agua caliente, buena temperatura, luz natural
y estupenda comodidad fisiológico y psicológica.
Figura 2.13 Sistemas pasivos de captación solar: a) directa en ventanal; directa con convención controlada; c)
indirecta con convención y captación retardada de acumulación; d) horizontal con retardo de acumulación; e)
vertical con retardo de acumulación. Fuente: (Marban, s.f.)
[32]
Cuando lo que se busca es el calentamiento, Marban (s.f.) detalla que los sistemas se
clasifican conforme a la forma en que se capta la energía solar, pudiéndose darse
básicamente en forma directa (e.g. ventanal), indirecta (e.g. muro trombe (9)) o mediante
ganancias aisladas de un sistema combinado (e.g. invernaderos adosados y/o sistemas con
retardo de acumulación). Podemos ver esquemas de estos sistemas en la Figura 2.13.
Figura 2.14 Ejemplos de enfriamiento pasivo mediante ventilación y chimeneas de efecto Venturi. Fuente:
(Marban, s.f.)
9
Toma su nombre del francés Félix Trombe. Es básicamente un invernadero de dimensiones diminutas, ya
que consta de un vidrio, una pequeña masa de aire y un elemento confinador.
[33]
se tendrá dos tipos de acondicionamiento. Esto es, favorecer las ganancias de calor en clima
frio o bien, promover su pérdida cuando se trate de clima cálido (ver Tabla 2.3).
Para las ciencias de la tierra nuestro planeta se divide en por lo menos cuatro esferas
geográficas, siendo estas la atmósfera, la hidrosfera, la litosfera y la biosfera, pudiéndose
considerar una quinta, la magnetósfera, como el límite superior a partir del cual inicia el
espacio exterior. Mientras la atmosfera es la región que abarca la masa gaseosa que cubre
el planeta, la hidrosfera es la que incluye toda el agua (liquida, solida o gaseosa), la litosfera
la materia solida o mineral y la biosfera lo que se corresponde con la vida u orgánico, siendo
la magnetosfera un campo magnético propio de la tierra. La interacción entre todas estas
capas es la que da origen a fenómenos físicos, químicos y biológicos únicos de nuestro
planeta, un intercambio entre materia y energía cuyo principal motor se origina en nuestra
estrella, el sol.
[35]
Dentro de la hidrología y en específico el ciclo hidrológico, es muy importante reconocer y
entender ciertos conceptos principales como son el escurrimiento, la cuenca hidrológica, la
evaporación, la precipitación y la infiltración (10). Básicamente, la cuenca es el área donde
cae el agua de lluvia o precipitación, misma que transita o escurre hacia determinado punto,
se infiltra en el subsuelo o termina por evaporarse. A nivel de superficie, siempre cabra la
posibilidad de cierto control y/o modificación de las condiciones del escurrimiento, pero a
nivel atmosférico se está a merced de las condiciones climatológicas, por lo que debemos
poner especial atención en la forma que dimensionamos la lluvia para incluir dicho valor en
nuestros diseños.
Aparicio-Mijares (1989) define a los modelos de lluvia como los métodos para obtener un
valor aproximado de la máxima precipitación que pueda ocurrir dadas determinadas
condiciones atmosféricas. Igualmente asevera el autor que en México se emplean
principalmente pluviómetros y fluviógrafos para registrar la lluvia, pero estos solo registran
la lluvia puntual, por lo que se requieren calculados más elaborados para obtener la lluvia
media (una forma es mediante el cálculo de las la isoyetas). Sobre el agua total de una lluvia,
Aparicio detalla que si bien es cierto que existen pérdidas entre el agua que escurre y la que
se infiltra por una cuenca, el volumen de escurrimiento siempre será menor al de la
infiltración, salvo en zonas urbanizadas. Lamentablemente en las relaciones lluvia-
escurrimiento concluye Aparicio-Mijares (1989), no existen actualmente registros
adecuados sobre el escurrimiento en una cuenca determinada, de ahí que este se calcule
en forma indirecta con los datos de precipitación, topografía y características del suelo.
10
Para un desglose más detallado de estos términos y conceptos afines, referirse al Anexo A1.2 - De hidrología
y escurrimiento pluvial
[36]
Figura 2.16 Regiones Hidrológicas “Administrativas” en México. Fuente: (CONAGUA, 2016)
Figura 2.17 Subdivisión de regiones hidrológicas y que conforman las cuencas y subcuencas “reales” en México.
Fuente: (CONAGUA, 2018)
[37]
década de 1960. Las 37 regiones están conformadas por las cuencas hidrológicas reales,
variando su número entre 731 y 757 de acuerdo a las fuentes consultadas (e.g. CONAGUA,
2016; CONAGUA, 2018).
Considérense las siguientes definiciones como base para los cálculos que se desarrollara
más adelante en este TOG. Breña-Puyol & Jacobo-Villa (2006) señalan que dentro del
sistema y subsistemas del ciclo hidrológico se presenta siempre una capacidad de retención
de volúmenes de agua (i.e. almacenamiento) en cualquiera de sus fases, misma que ocurre
durante un determinado intervalo de tiempo (i.e. residencia). Para medir la relación entre
estos dos elementos haremos uso del concepto de gasto. El gasto (Q) se define como el
volumen de escurrimiento por unidad de tiempo (i.e. m3/s) que transita por una sección
hidráulica dada. Una forma de calcularlo, teniendo una sección hidráulica determinada, es
mediante la siguiente expresión:
[38]
Figura 2.18 Hidrograma anual. Fuente: (Aparicio-Mijares, 1989)
[39]
2.4 Estado de arte y trabajos de investigación actual
Partiendo de azoteas planas, Abuseif & Gou (2018) identifica 10 sistemas azoteas (i.e.
azotea de concreto sola, de techo frío o “cool roof”, con aislantes térmicos, azotea verde,
con paneles solares, sistema biosolar, dobles techos, techos húmedos o “roof ponds”,
sistemas entreabiertos con pérgolas o tragaluces y, las chimeneas de viento). Su
investigación hace una descripción amplia de cada sistema y la metodología con que fueron
analizados. Ofrece pautas a seguir sobre en qué tipo de climas emplearlos y cuando no, así
como las posibles ganancias en cuanto confort térmico y ahorro energético.
Con resultados más cuantitativos, Gupta & Tiwari (2016) hace referencia a los sistemas
pasivos de calefacción y enfriamiento concluyendo que, en el caso de la calefacción, los
sistemas de ganancia directa son los más convenientes, mientras que para reducir
temperaturas, una combinación de enfriamiento evaporativo y torres de viento son ideales.
Mención especial tienen aquellas construcciones que integran los sistemas fotovoltaicos en
su estructura (BiSPVT por sus siglas en inglés), si bien cabe recordar que los mismos no son
del todo pasivos, al requerir elementos electromecánicos en su operación.
Por otra parte Chan et al. (2010), consideran que los sistemas pasivos tienen varias
limitaciones y no ofrecen suficiente confort térmico en áreas de clima extremo, por lo que
deben llevarse a cabo mayores investigaciones dirigidas a mejorar su rendimiento,
operación e integración con la construcción.
[40]
resultados reflejan una mejora con un ∆Tmax de 14°C en la Ciudad de México (clima invernal
seco de la clasificación Köppen), hasta un ∆Tmax de 28°C en la ciudad Mérida (clima de
sabana tropical), en la cubierta. Estos son resultados muy por encima de los obtenidos con
cualquier otro sistema pasivo reseñado en las investigaciones consultadas.
a b
Figura 2.20 Propuesta de aislamiento térmico con coco (a) y conchas marinas (b). Fuente: (Muralimanohar, et al.,
2017)
Sobre materiales granulares o de origen geológico, Al-Turki et al. (1997) llevaron a cabo
un estudio sobre el impacto de la grava en las azoteas para el enfriamiento de los edificios.
Una conclusión importante de esa investigación fue el observar que la masa total de la
grava influía más en las variaciones de temperatura que el tamaño de cada partícula de
grava, con ∆T cercanos a los 3°C, si bien sus conclusiones consideran ecuaciones propuestas
por los mismos investigadores.
Contrastando en cierta forma los resultados anteriores, Pisello et al. (2014) encontraron
que el albedo (i.e. radiación reflejada) del material de grava aumenta cuanto más fino fuera
el tamaño de la partícula (hasta 62% de reflectancia). Estos resultados los corroboraron
tanto en campo como en laboratorio, observándose que los mismos tenían mucho que ver
con las características del material de la zona que emplearon y que variaban cuando
emplearon material importado de otra parte.
Sobre las dos anteriores investigaciones hay que señalar, aunque existen normas para
determinar y efectuar pruebas de temperatura y reflectancia, tratándose de medios
porosos como la grava o similares, la evidencia expuesta indica cierta variabilidad en los
resultados. Weber (2006) por ejemplo, en su investigación empleó 4 métodos distintos
para calcular la transferencia de calor al suelo a través de una masa de grava y obtuvo en
correspondencia diferencias en los resultados.
[42]
cubierta y otra similar, solo que irrigada, cubierta con una malla o bien grava. La opción con
grava ofrece mejores prestaciones considerando el ciclo del día completo y no solo las horas
iluminadas.
Ya para concluir , si bien no está en los alcances de este TOG valores relacionados al área
de la climatización (i.e. HVAC por sus siglas en inglés), llama la atención la investigación de
Lucero-Álvarez, et al. (2014) sobre las azoteas en las diferentes zonas térmicas (11) de
México. Aquí concluyen que el nivel de aislamiento térmico en la cubierta solo se vuelve
importante cuando los valores de reflectancia solar (SR) y emisividad infrarroja (IE) no se
corresponda con el clima local. Así tenemos que en las zonas 1 y 2 (e.g. Guadalajara
corresponde a esta última), si la azotea ya cuenta con altos valores de SR e IE (i.e. 0.9),
aumentar el nivel de aislamiento no reducirá la carga térmica.
11
Las “zonas térmicas” es una clasificación con base a la Norma NMX-C-460-ONNCCE-2009 respecto a las
distintas áreas climatólogas de la república, empleando el valor de “grados días” como unidad.
[43]
2.5 Resumen del capitulo
[44]
Capítulo 3
Área bajo estudio, características del tezontle y
normativa revisada
3.1 Introducción
[45]
urbanidad. Ribas-Uribe (2019), reporta a su vez que en el año 2019 se ha discutido y
promovido la inclusión de un décimo municipio, Acatlán de Juárez, como parte del AMG.
Figura 3.1 Conformación y ubicación del AMG a nivel estatal. Fuente: (IMEPLAN, 2018)
Tomando la ciudad de Guadalajara como epicentro del AMG, el sitio oficial del Gobierno de
Jalisco detalla su ubicación en las coordenadas 20°36’40” a los 20° 45’00”de latitud norte y
103°16’00” a los 103° 24’00”de longitud oeste, con una altitud de 1700 m sobre el nivel del
mar. La población y superficie total de los municipios se desglosa en la Tabla 3.1
Tabla 3.1 Superficie y población total del AMG. Fuente: (INEGI, 2019)1 (Gobierno de Jalisco, 2019)2
Municipio Superficie (Km2) 1 Población Total (No.
habitantes) 2
Guadalajara 150.36 1,460,148.00
Ixtlahuacán de los Membrillos 184.32 53,045.00
Juanacatlán 141.22 17,955.00
El Salto 92.39 183,437.00
Tlajomulco de Zúñiga 682.50 549,442.00
San Pedro Tlaquepaque 118.60 664,193.00
Tonalá 156.50 536,111.00
Zapopan 1,017.24 1,332,272.00
Zapotlanejo 722.33 68,519.00
Totales 3,265.45 4,865,122.00
1) Censo Intercensal 2015
2) Mapa general de Jalisco 2012 modificado por Decreto 26837
[46]
sistema Köppen, sistema que parte de las condiciones imperantes de temperatura,
humedad y lluvias de la región analizada, pero que no necesariamente se corresponde con
niveles de confort para los seres humanos, como lo señala Gomez-Amador (2009). Sobre
esta última aseveración, podemos constatar que CONAVI (2008) maneja diez tipos de
climas concentrados en cuatro regiones ecológicas (ver Fig. 3.2), misma clasificación que se
reflejaban en la edición del Código de Edificación de Vivienda (CEV) del año 2010 e
igualmente son consideradas por el INFONAVIT en el año 2019 para sus manuales de
vivienda ecológica. Por otra parte, la edición 2017 del CEV solo considera siete áreas
principales, a las que denomina zonas bioclimáticas (ver Fig. 3.3).
Figura 3.2 Regiones ecológicas de México señaladas por CONAVI (2008) y que a su vez incluyen las 10 regiones
climatológicas o bioclimas referenciados por CONAVI (2010). Fuente: (CONAVI, 2008)
[47]
Figura 3.3 Reclasificación de las Regiones Bioclimáticas en México. Fuente: (CONAVI, 2017)
A nivel regional, UdeG (2019) y CEA-Jalisco (2015) clasifican el clima del AMG como
templado, fluctuando el mismo en los rangos de semiseco-semihúmedo o semicálido-
semihúmedo, de acuerdo a la clasificación climática de Köppen. La variabilidad de este
rango podemos apreciarlo con mayor detalle en la Figura 3.4, que abarca el clima para la
totalidad del Estado.
Figura 3.4 Climas del Estado de Jalisco de acuerdo a la clasificación de Köppen adaptada para México. Fuente:
(Gómez-Amador, 2009)
[48]
Gómez-Amador (2009) indica que para el Estado de Jalisco las temperaturas anuales
promedio varía entre los 14 y 28°C, con una humedad relativa entre el 22 y 67%. Para el
AMG, CEA-Jalisco (2015) especifica que la temperatura media anual puede manejarse
sobre los 21.7°C, con máximos y mínimos de 32.0 y 9.9 °C respectivamente, con una
precipitación media de 998 mm y evaporación de 700 mm. Estos valores son consistentes a
los indicados en la Tabla 3.2 elaborada con datos del Servicio Meteorológico Nacional para
una de sus estaciones meteorológicas ubicadas en la zona metropolitana. Los meses más
cálidos son entre abril y junio, disminuyendo la temperatura con la temporada de lluvias
ubicada entre junio y septiembre. Se considera a su vez que “predominan los vientos del
este en los meses de julio y octubre y en los demás meses, los vientos del oeste” (Gobierno
de Jalisco, 2019b).
Tabla 3.2 Resumen de Normales Climatológicas Est. 14065. Fuente: (CNA, 2019)
NORMALES CLIMATOLÓGICAS
ESTADO DE: JALISCO LATITUD: 20ー42'23" N. PERIODO: 1981-2010
ESTACION: 00014065 GUADALAJARA (OBS) LONGITUD: 103ー23'32" W. ALTURA: 1,551.0 MSNM.
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ANUAL
TEMP. MÁXIMA °C 24.5 26.8 29.2 31.7 33 30.9 27.8 27.8 27.5 27.2 26.4 24.8 28.1
TEMP. MEDIA °C 15.4 16.8 18.7 21.2 23.2 23.7 22 21.9 21.6 20.2 17.7 15.8 19.9
TEMP. MÍNIMA °C 6.3 6.9 8.2 10.6 13.4 16.4 16.2 16 15.8 13.2 8.9 6.9 11.6
PRECIPITACIÓN mm 16.7 11.9 6.8 5.3 16.4 135.1 179.3 163.7 137 47 11.5 6.2 736.9
EVAPORACIÓN TOTAL 95.9 123.7 178.7 194.8 190 127.7 93.2 98.4 96.6 104.7 96.6 82.9 1,483.20
NUMERO DE DÍAS CON:
LLUVIA 2.4 1.7 0.8 1.2 3.4 15.3 19.7 19 15.2 6.6 2 2 89.3
NIEBLA 1.5 0.5 0.3 0 0.2 1.4 3.1 5.4 4.5 3.2 2.7 1.2 24
GRANIZO 0 0 0 0.1 0.1 0.3 0.2 0.7 0.2 0.1 0.1 0 1.8
TORMENTA E. 0.2 0.2 0.1 0.3 1.2 5.5 7.3 9.5 5.1 2.5 0.5 0 32.4
En el Capítulo 1 tomamos nota de cómo ha sido reportado que el AMG ha sufrido picos de
temperatura cercanos a los 40°C. Como podemos apreciarlo en la Tabla 3.3, dicha
aseveración es correcta, llamando la atención que en el registro de la estación consultada
los datos de esas máximas corresponden a la última década y muchos a un año en
específico. Consultando varias fuentes (e.g. EFE, 2006), efectivamente se tiene registrado el
año 2005 con uno de los más calurosos en la historia del planeta.
[49]
Tabla 3.3 Temperaturas Máximas registradas periodo 1981-2010. Fuente: (CNA, 2019)
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
TEMPERATURA MAXIMA ESTACION: 00014065
MAXIMA MENSUAL 26.6 28.7 31.4 34.5 34.6 34.6 29.7 29.2 29.1 28.5 27.8 26.4
AÑO DE MAXIMA 1989 2008 2009 2005 1998 2005 2005 2004 2005 2004 2005 1998
MAXIMA DIARIA 33.6 35.9 36 37.5 38.2 39.5 37 32.2 36 36.2 31 29.8
En UdeG (2019) se señala como el clima de Guadalajara está íntimamente relacionado con
su relieve. Topográficamente, el perfil general del AMG es plano hacia el interior (municipio
de Guadalajara), ya que elevaciones, hondonadas y barrancas se ubican mayoritariamente
hacia el exterior en los municipios conurbados. Algunos de los accidentes topográficos más
sobresalientes del AMG son: la barranca de Oblatos/Huentitán al Norte; el cerro de la Reina
al noreste; el cerro del Cuatro y el cerro del Tesoro hacia el sureste; La Primavera y el Cerro
del Collí al suroeste. Complementariamente a lo descrito, en Suarez-Plascencia (2015) se
destaca que la mayoría de cerros del AMG y particularmente el área de La Primavera son
de origen volcánico, si bien se le considera como un áreas inactivas o dormidas desde hace
miles de años.
[50]
Pendiente Elevación Elevación
Longitud
Cuencas Area (Ha) media máxima mínima
(Km)
(%) (msnm) (msnm)
Rio Blanco 16,650 2.4 25.3 1,613 940
El Caballito 726 4.5 3.8 1,574 958
Arroyo Hondo 2,094 2.1 14 1,646 989
Atemajac 7,459 3.1 16.2 1,682 1,394
San Juan de Dios 13,652 1.4 19.6 1,623 1,259
San Andres 2,227 0.9 12.3 1,617 1,047
Osorio 3,111 2.5 12 1,669 1,094
San Gaspar 981 1.2 5.2 1,577 1,103
El Ahogado - Arroyo Seco 46,937 0.4 43 1,748 1,516
Figura 3.5 Detalle parcial de subcuencas dentro del AMG. Fuente: (SIAPA, 2017)
Como se especificó en párrafos anteriores, CEA-Jalisco (2015) tiene registrado una media
anual de 998 mm de lluvia, cifra que contrasta un poco con el dato de 808 mm registrado
en CONAGUA (2016) para la totalidad de la cuenca Lerma-Santiago (ver Tabla 3.4).
Tabla 3.4 Precipitación pluvial normal mensual en las RHA, 1981-2010 (mm). Fuente: (CONAGUA, 2016)
Clave RHA Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Anual
Península de Baja
I 20 19 14 4 1 1 10 26 32 11 10 20 168
California
II Noroeste 24 21 12 6 4 19 108 103 58 25 17 31 428
III Pacífico Norte 31 16 8 6 9 66 194 188 142 52 26 29 765
IV Balsas 12 8 6 11 48 179 199 197 194 84 15 6 962
V Pacífico Sur 8 8 6 15 71 230 200 219 242 113 20 7 1139
VI Río Bravo 19 11 11 17 28 40 63 61 64 32 12 15 372
Cuencas Centrales del
VII 18 9 6 12 27 56 79 71 67 29 11 13 398
Norte
Lerma-Santiago-
VIII 22 11 4 6 23 131 197 180 153 60 13 10 808
Pacífico
IX Golfo Norte 26 20 19 38 67 120 137 119 166 89 30 23 855
X Golfo Centro 51 40 30 43 84 222 261 264 293 179 97 64 1626
XI Frontera Sur 65 54 36 49 135 276 223 265 331 224 109 76 1842
XII Península de Yucatán 45 35 31 39 90 167 153 173 208 147 72 49 1207
Aguas del Valle de
XIII 11 11 12 28 51 109 126 115 110 57 13 6 649
México
Total 25 17 13 18 42 102 134 134 135 69 27 23 740
[51]
3.2.3 Vivienda de Interés Social
Sirva este subcapítulo para definir y caracterizar la vivienda de interés social, concepto que
se cita continuamente en este TOG. Para Sánchez-Corral (2012) la vivienda social surge
con la Revolución Industrial, donde era preocupación de las autoridades y primeros
urbanistas acabar con el hacinamiento y mejorar las condiciones higiénicas de los sectores
sociales más bajos y la clase trabajadora, buscando básicamente cumplir con el mínimo
indispensable en cuanto a espacios y materiales empleados. Higuera-Zimbrón & Rubio-
Toledo (2011) consideran que el acercamiento a dicha situación surgió por cuestiones
políticas y éticas, buscando resolver problemáticas de salud pública, integración familiar y
control de movimientos sociales. Higuera y Rubio también señalan que este enfoque
cambio con el pasar de las décadas, ya que se ha pasado de resolver un problema de
demanda a resolver cuestiones relacionadas con la calidad de los espacios habitados.
El CEV establece que la vivienda de interés social en México queda definida por el valor del
inmueble en el mercado, que debe corresponder a determinado número de veces la Unidad
de Medida y Actualización (UMA), como podemos apreciarlo en la Tabla 3.5. Dentro de esta
clasificación, CONAVI (2017) identifica los subtipos económica, popular y tradicional como
aquellos que corresponden a la vivienda de interés social.
[52]
Tabla 3.5 Clasificación de la vivienda por precio promedio. Fuente (CONAVI, 2017)
Económica Popular Tradicional Media Residencial Residencial Plus
Superficie 30 m2 42.5 m2 62.5 m2 97.5 m2 145 m2 225 m2
construida
promedio
Costo Promedio
UMA Hasta 118 De 118.1 a 200 De 200.1 a 350 De 350.1 a 750 De 750.1 a Mayor a 1,500
1,500
Numero de Baño Baño Baño Baño De 3 a 5 baños De 3 a 5 baños
cuartos Cocina Cocina Cocina ½ baño Cocina Cocina
Área de usos Estancia- Estancia- Cocina Sala Sala
múltiples comedor comedor Sala Comedor Comedor
De 1 a 2 De 2 a 3 Comedor De 2 a 3 De 2 a 3
recámaras recámaras De 2 a 3 recámaras recámaras
recámaras Cuarto de Cuarto de
Cuarto de servicio servicio
servicio Sala familiar Sala familiar
Notas:
Los conceptos de vivienda económica, popular y tradicional, son considerados como vivienda de Interés Social.
El cambio de VSMGM (Veces Salario Mínimo General Mensual) a UMA responde al “DECRETO por el que se declara reformadas
y adicionadas diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia del Salario
Mínimo”.
[53]
a b
c d
Figura 3.6 Vistas sobre viviendas y fraccionamientos de interés social típicos de Tlajomulco de Zúñiga, AMG: (a) y
(b) Fraccionamiento La Cantera; (c) y (d) Fraccionamiento Villas de la Hacienda. Fuente: elaboración propia,
software (Google Earth Pro®, 2019)
Tabla 3.6 Población del Estado y del AMG. Fuente: elaboración propia con datos de (INEGI, 2019)
ENTIDAD/AÑO 1980 1990 2000 2010
POBLACIÓN DEL AMG RESPECTO AL ESTADO
[54]
Tabla 3.7 Porcentaje de crecimiento poblacional respecto al periodo anterior. Fuente: elaboración propia con
datos de (INEGI, 2019).
POBLACIÓN POR MUNICIPIO DEL AMG TASA DE CRECIMIENTO RESPECTO AL
PERIODO ANTERIOR
ENTIDAD/AÑO 1980 1990 2000 2010 1990 / 1980 2000 / 1990 2010 /1990
Figura 3.7 Fraccionamientos Los Encinos, Colinas del Roble y Lomas del Sur. Tlajomulco de Zúñiga. Fuente
(Orozco, 2015)
[55]
(1989) explican que el origen y composición de este material lo encontramos en las rocas
ígneas de tipo extrusivo (i.e. lavas), siendo aquel material donde los gases en expansión del
magma durante su extrusión originen la aparición de cavidades, oquedades o vesículas.
Huang (1968) detalla que la estructura vesicular en la roca son burbujas atrapadas por la
expansión de vapor de agua y otros gases de la lava, siendo escoria como se denomina a la
lava basáltica en la cual las oquedades son numerosas y de forma irregular. Distingue Huang
a su vez, la piedra pómez es lava silícea, aquella con aspecto de espuma donde el escape de
gases genero innumerables cavidades aisladas unas de las otras, permitiéndole ser más
ligera y con la posibilidad de flotar en el agua.
[56]
a b
Figura 3.8 Ejemplo de banco de tezontle “negro” (a) y “rojo” (b). Fuente (González-Martín, 2016)
[57]
a b
Figura 3.9 Comparativa de partículas de tezontle negro (a) y rojo (b). Fuente (Chávez & Arreygue, 2011)
Entendiendo el origen volcánico del material, se debe hacer notar que las características
físicas y mecánicas del tezontle varían en función del sitio de extracción, identificado como
banco de material. Incluso en el mismo sitio (ver Fig. 3.9), el material puede presentar
diferencias entre un frente de extracción y uno contiguo. González-Martín (2016) reporta
diferencias en el color en función de los contenidos de minerales y Chávez & Arreygue
(2011) identifica cambios en el tamaño y forma de las partículas. Si nos atenemos el peso
específico del material, los valores documentados varían entre los 1000 kg/m 3 y los 2000
kg/m3, siendo necesario analizar cada banco y material en específico para poder determinar
correctamente sus características (ver Tabla 3.8).
Tabla 3.8 Comparativa de propiedades físicas entre tres tezontles de bancos en el Estado de Michoacán. Fuente
(Chávez & Arreygue, 2011)
Material (No. muestra) 1 2 3
Densidad relativa aparente (gr/cm3) 2.05 1.29 1.29
Densidad relativa de sólidos (Ss) 2.642 2.561 2.583
Peso específico de las partículas (gr/cm3) 2.176 1.518 1.495
Absorción (%) 4.54 20.35 20.22
Porosidad (%) 21.1 40.7 42.1
Índice de resistencia de carga puntual (kg/cm2) 46.3 17.49 13.67
Entre los objetivos de este TOG está la caracterización del material que se empleará para
demostrar o refutar la hipótesis planteada. El material que se seleccionó en este caso es
[58]
uno ligero y de granulometría uniforme, correspondiente al Banco San Bartolo (12) ubicado
en el municipio de El Salto. La granulometría del material es de 1 ½”, misma que se
corrobora en la Figura 3.10, donde se presenta su curva granulométrica y peso volumétrico.
Dicho peso originalmente fue tasado en 643 kg/m 3, mientras que un análisis final arrojo los
siguientes valores:
Figura 3.10 Resultados de Granulometría de materiales tezontle Banco San Bartolo. Fuente: ensaye particular
solicitado a Laboratorio de Mecánica de Suelos acreditado.
12
El inventario de Bancos de la SCT año 2017 identifican 2 bancos de tezontle en las inmediaciones del AMG,
San Bartolo y Club de Leones. El autor de este TOG señala la existencia de varios más entre las carreteras
Guadalajara-Colima y Guadalajara-Tepic, en un arco que comprendería las inmediaciones de La Primavera.
[59]
Abundando en las características de selección del material. Un tamaño menor o inferior a
3/4”se considera que obstruiría los bajantes de aguas pluviales comunes en las azoteas de
vivienda con techos planos, a la vez que sería más susceptible de ser levantada por la lluvia
o el viento, situación que se correspondería con estudios del desempeño de la grava en
cubiertas y su incidencia en accidentes en presencia de viento moderado (e.g. Masters &
Gurley, 2007). Por otra parte, tamaños mayores 1 1 ½” no son comerciales al menudeo, ya
que después de las 3” se le considera material en greña propio para rellenos, lo que implica
que el material no es cribado, con presencia de finos y sobretamaños, lo que lo vuelven
impráctico para el fin buscado.
Partiendo de estos datos, en la Tabla 3.9 se señalan los pesos o cargas muertas que se
obtienen sobre la azotea en función de espesores propuestos de una capa de este material.
Con fines comparativos, se indican variaciones en el peso del material de 1000, 1500 y 2000
kg/m3.
Tabla 3.9 Configuraciones de tezontle en diferentes espesores y pesos por m2. Fuente: elaboración propia
Espesor de la capa Peso volumétrico del material (kg/m3)
sobre la azotea (m) 722.00 1,000.00 1,500.00 2,000.00
en partículas 1 1/2”
Peso del material o carga muerta generada (kg/m2)
1 capa 0.0381 27.51 38.10 57.15 76.20
2 capas 0.0762 55.02 76.20 114.30 152.40
3 capas 0.1143 82.52 114.30 171.45 228.60
4 capas 0.1524 110.03 152.40 228.60 304.80
[60]
Respecto a las consideraciones que se expusieron para el uso de este material, el anterior
ejercicio sirve como parámetro inicial para identificar un rango de operación seguro para la
realización del experimento en una vivienda existente. Con fines normativos y de seguridad,
los Reglamentos de Construcción tanto de los municipios del AMG como el Reglamento de
Construcción del Distrito Federal (RCDF), indican que en las azoteas con pendientes
menores al 5% se debe considerar en su diseño una carga viva de 100 kg/m 2 (en el Anexo
4.1 se dan mayores detalles respecto a esta carga limite). Por otra parte, la normativa NADF-
011-AMBT-2007 sobre azoteas verdes de la Ciudad de México señala que, para un sistema
de naturación tipo extensivo (i.e. no más de 18 cm de espesor), el peso de este debe situarse
entre los 110 a 140 kg/m2, un valor límite que considera las capacidades estructurales de
las azoteas.
Nunca se debe subestimar el hecho que toda carga impuesta adicionalmente a una
estructura debe ser analizada cuando la misma sobrepasa el diseño original del elemento
constructivo que la soporta (un análisis más explícito sobre el comportamiento estructural
de una azotea se expone en el Capítulo 6). Tomando en cuenta las normativas señaladas y
los datos en la Tabla 3.9, se concluyó que el experimento de campo se efectuaría en un
primer término con una capa de 0.0381 m de espesor (i.e. 27.51 kg/m2) y posteriormente
una segunda capa para completar los 0.0762 m de espesor (i.e. 55.02 kg/m2). Dentro de
estos márgenes, se operaria por debajo de los 100 kg/m 2 solicitados por reglamentación en
toda azotea, considerando adicionalmente que la propuesta presente sobrecargas por un
material saturado (lluvias) o tránsito de personas (carga concentrada).
[61]
reglamentaciones a las que se harán referencia son de índole técnico, quedando aquellas
relacionadas con los entornos económico y social más allá del alcance de este trabajo.
En términos constructivos y estructurales, cada municipio del AMG cuenta con su propio
reglamento de construcción en diferentes ediciones, por lo que en específico se consultara
13
Normativa oficial elaborada y avalada por el Instituto Mexicano del Transporte y la Secretaria de
Comunicaciones y Transportes (SCT) - Gobierno de México.
[62]
el Reglamento de Construcción del Municipio de Zapopán del año 2003 (14) y el Reglamento
de Construcción del Municipio de Guadalajara del año 1997, ambos en sus apartados de
seguridad estructural. Se considera a su vez que estos documentos están regidos por lo
señalado en el Reglamento de Construcción para el Distrito Federal (RCDF) y sus Normas
Técnicas Complementarias (NTC) de los años 2004 y 2017. Otros documentos de carácter
consultivo son la NADF-013-RNAT-2017 Especificaciones Técnicas para la Instalación de
Sistemas de Naturación en el Distrito Federal y la NMX-C-406-1997-ONNCCE(15) Sistema de
Vigueta y Bovedilla y Componentes Prefabricados Similares para Losas.
El AMG cuenta con un clima templado de acuerdo a la clasificación Köppen (i.e. semiseco-
semihúmedo y semicálido-semihúmedo), con una temperatura promedio de 22°C, con
máximas y mínimas de 32.0 y 10 °C respectivamente. Sin embargo y como se puede
constatar en los registros meteorológicos, se tiene picos de temperatura de hasta 40° C,
siendo los meses más calurosos entre abril y julio. A nivel de lluvias, se documenta un valor
entre los 800 y los 1000 mm de precipitación acumulada anual, siendo los meses de junio a
septiembre donde se concentra el temporal de lluvias. Se constata a su vez que las
principales cuencas que reciben dicha precipitación se encuentran mayoritariamente
urbanizadas, lo que avala la problemática de inundaciones indicada en el Capítulo 1.
El crecimiento y urbanización acelerada del AMG en las últimas décadas queda igualmente
documentado, resaltando que haya tasas de crecimiento que superan el 200% tan solo en
la década del año 2000 al 2010, atribuible mayoritariamente a vivienda masiva. Se distingue
particularmente la vivienda de interés social dentro de este crecimiento, identificada como
un tipo de construcción de dimensiones y espacios reducidos dirigido a los sectores
trabajadores de la población.
14
Existe una edición correspondiente al año 2017, pero la misma se encontró reducida en comparación de los
lineamientos indicados en 2003.
15
Existen versiones más actualizadas correspondientes a los años 2014 y una en trámite del año 2019.
[63]
El material de tezontle se identifica como material de escoria volcánica, abundante en la
periferia del AMG, en concordancia geológica con el origen volcánico de muchos accidentes
topográficos en la zona. Se identifica que el material a emplear en este TOG posee un peso
específico de 722 kg/m3, un valor ideal para utilizarse como capa de recubrimiento sobre la
azotea de viviendas de interés social, pero que igualmente dista de los valores promedios
indicados en otras investigaciones. Sobre la implementación del tezontle en una vivienda
existente, se expusieron los criterios iniciales en los que se fundamenta el espesor
propuesto para la capa de estudio sobre la azotea. Se observa que la combinación del peso
volumétrico del material y las capacidades estructurales de la azotea son una limitante a
revisar detalladamente, optándose en este caso por instalar no más de dos capas en la
vivienda, lo que equivales a un espesor de 0.0762 m.
Finalmente, se señala el CEV como la normativa principal a revisar en este TOG, atendiendo
particularmente lo señalado en dicho documento respecto a normas de índole térmico
como son la NMX-C-460-ONNCCE-2009 y la NOM-020- ENER-2011. En el apartado pluvial,
se revisará principalmente lo señalado en los Criterios y Lineamientos Técnicos para
Factibilidad del SIAPA, mientras que para la evaluación estructural se revisará los
reglamentos municipales locales y el Reglamento de Construcción del Distrito Federal, entre
otras normativas y especificaciones afines.
[64]
Capítulo 4
Implementación del tezontle para mejorar el
confort térmico en una vivienda
4.1 Introducción
16
Para CNA (2019), esta normales son datos calculados con registros de por lo menos 10 años de antigüedad.
[65]
Fig. 4.1). Los datos completos de dichas normales pueden ser consultados en el Anexo A2.1,
mientras que un resumen promediado de los mismos se presenta en la Tabla 4.1
Figura 4.1 Estaciones meteorológicas consultadas para datos de normales climatológicas en el AMG. Fuente:
(CNA, 2019; Google Earth Pro®, 2019)
En la Tabla 4.1, los datos de temperatura son el promedio calculado entre las tres
estaciones, mientras que la humedad relativa, al no ser un dato registrado, se calcula en
forma indirecta mediante las expresiones:
[66]
Tabla 4.1 Normales promedio de las estaciones climatológicas revisadas. Fuente: (CNA, 2019)
NORMALES CLIMATOLÓGICAS PROMEDIO AMG 1981-2010
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
TEMP. MÁXIMA °C 24.6 26.6 29.0 31.4 32.7 30.8 28.0 27.8 27.4 27.3 26.5 24.8
MÁXIMA MENSUAL 27.3 28.8 31.5 34.3 35.1 34.6 30.0 29.4 29.2 29.0 28.3 27.3
TEMP. MEDIA °C 16.5 18.0 20.0 22.5 24.2 23.9 22.1 22.0 21.7 20.8 18.8 16.9
TEMP. MÍNIMA °C 8.5 9.4 11.0 13.5 15.7 16.9 16.3 16.2 16.1 14.3 11.0 9.1
MÍNIMA MENSUAL 6.2 5.5 8.1 10.1 13.6 15.0 14.7 14.3 13.8 11.1 8.6 6.3
OSCILACIÓN (Tmax-Tmin) 16.0 17.2 18.0 17.9 17.0 14.0 11.7 11.6 11.4 12.9 15.4 15.7
HR (98.4554 - 2.618*OsT) 56.5 53.4 51.3 51.6 53.9 61.9 67.8 68.1 68.7 64.6 58.1 57.4
PRECIPITACIÓN mm 16.6 8.6 4.2 4.1 21.9 180.8 238.0 196.5 160.6 56.5 12.6 6.0
MÁXIMA MENSUAL 216.1 100.5 59.8 63.8 99.3 471.1 466.2 372.8 411.0 174.9 83.8 36.4
17
Fe de erratas: En el trabajo de Fuentes-Freixanet (Fuentes-Freixanet, 2002), la fórmula es indicada como
17.6*0.31 Tm, debiendo ser 17.6+0.31 Tm
[67]
Tabla 4.2 Temperaturas y humedades relativas horarias, oscilación de temperatura y temperatura de confort
calculada por mes en el AMG. Calculo: “Bioclimart 2016”
TEMPERATURAS Y HUMEDADES RELATIVAS HORARIAS
HORA TEMPERATURA °C HUMEDAD RELATIVA %
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
1 11.9 12.9 13.2 15.6 17.6 18.4 17.6 17.5 17.5 16.1 14.3 12.5 69.3 66.7 67.6 68.1 70.5 78.4 83.6 83.7 83.8 80.0 70.7 70.1
2 11.2 12.1 12.7 15.1 17.1 18.0 17.3 17.2 17.1 15.7 13.6 11.8 71.4 68.5 68.9 69.3 71.6 79.5 84.7 84.8 85.0 81.4 72.7 72.1
3 10.6 11.5 12.3 14.7 16.8 17.8 17.0 17.0 16.9 15.4 13.1 11.2 73.0 70.1 69.9 70.2 72.5 80.4 85.5 85.6 85.9 82.4 74.3 73.8
4 10.2 11.1 12.0 14.4 16.5 17.5 16.8 16.8 16.7 15.1 12.6 10.7 74.3 71.3 70.7 70.9 73.2 81.0 86.2 86.3 86.6 83.2 75.6 75.1
5 9.8 10.7 11.7 14.2 16.3 17.4 16.7 16.6 16.5 14.9 12.2 10.3 75.3 72.3 71.3 71.4 73.7 81.5 86.7 86.8 87.2 83.8 76.6 76.2
6 9.5 10.4 11.5 14.0 16.2 17.3 16.6 16.6 16.4 14.8 12.0 10.1 76.1 73.0 71.7 71.7 74.0 81.8 86.9 87.1 87.6 84.3 77.4 77.0
7 9.4 10.3 11.5 15.1 17.7 18.6 17.6 17.2 16.4 14.7 11.8 9.9 76.5 73.2 71.7 69.2 70.3 77.8 83.4 84.7 87.6 84.4 77.8 77.4
8 9.7 11.3 15.3 19.0 21.6 21.9 20.3 19.8 18.8 16.5 12.2 10.1 75.5 70.7 62.7 59.9 60.5 67.9 74.1 75.9 79.2 78.5 76.8 76.8
9 12.6 14.7 19.9 23.6 26.0 25.5 23.4 22.8 21.7 19.7 14.9 12.8 67.5 62.1 51.5 48.7 49.4 57.0 63.5 65.4 68.8 68.1 69.0 69.2
10 16.3 18.8 24.3 27.7 29.8 28.5 25.9 25.4 24.5 23.0 18.5 16.4 57.1 51.6 41.0 38.9 40.0 47.8 54.6 56.1 59.0 57.4 58.8 58.9
11 20.0 22.5 27.5 30.6 32.2 30.5 27.6 27.3 26.5 25.6 22.0 20.0 46.9 41.8 33.2 32.1 33.7 41.8 48.7 49.7 51.8 48.8 48.7 48.7
12 22.9 25.4 29.3 32.0 33.3 31.4 28.4 28.2 27.6 27.2 24.8 22.9 38.8 34.5 28.9 28.8 30.9 39.2 46.0 46.6 47.8 43.6 40.7 40.4
13 24.7 27.1 29.7 32.0 33.3 31.3 28.3 28.2 27.9 27.8 26.6 24.8 33.7 30.2 27.8 28.6 31.1 39.5 46.2 46.4 46.9 41.7 35.6 35.0
14 25.5 27.6 29.1 31.2 32.3 30.4 27.7 27.6 27.5 27.5 27.3 25.6 31.6 28.8 29.4 30.7 33.5 41.9 48.5 48.4 48.4 42.6 33.5 32.7
15 25.3 27.2 27.7 29.6 30.8 29.2 26.6 26.7 26.6 26.7 27.2 25.5 32.2 29.8 32.7 34.3 37.3 45.7 52.1 51.8 51.5 45.4 34.0 33.1
16 24.4 26.1 25.9 27.8 29.0 27.7 25.4 25.4 25.5 25.4 26.3 24.7 34.7 32.6 37.1 38.8 41.8 50.2 56.4 56.0 55.5 49.4 36.5 35.4
17 23.0 24.6 23.9 25.8 27.1 26.1 24.1 24.2 24.2 24.0 25.0 23.4 38.5 36.6 41.9 43.6 46.6 54.9 60.9 60.5 60.0 54.0 40.2 39.1
18 21.4 22.8 21.9 23.8 25.3 24.7 22.8 22.9 23.0 22.6 23.4 21.8 43.0 41.2 46.7 48.2 51.2 59.5 65.3 64.9 64.4 58.7 44.7 43.6
19 19.7 21.0 20.0 22.1 23.6 23.3 21.7 21.7 21.8 21.2 21.8 20.1 47.7 45.9 51.1 52.5 55.4 63.6 69.3 69.0 68.5 63.1 49.4 48.3
20 18.0 19.2 18.4 20.5 22.1 22.1 20.7 20.7 20.7 20.0 20.2 18.5 52.4 50.4 55.2 56.4 59.2 67.3 72.9 72.6 72.3 67.2 54.0 53.0
21 16.5 17.6 16.9 19.1 20.8 21.0 19.8 19.8 19.8 18.9 18.7 17.0 56.7 54.6 58.6 59.7 62.4 70.5 75.9 75.7 75.5 70.8 58.2 57.3
22 15.1 16.1 15.7 17.9 19.8 20.2 19.0 19.1 19.1 18.0 17.3 15.6 60.6 58.3 61.6 62.5 65.1 73.1 78.5 78.4 78.2 73.8 62.1 61.3
23 13.8 14.9 14.7 17.0 18.9 19.4 18.4 18.4 18.4 17.2 16.2 14.4 64.0 61.6 64.0 64.7 67.3 75.3 80.6 80.5 80.5 76.3 65.5 64.7
24 12.8 13.8 13.9 16.2 18.2 18.9 18.0 17.9 17.9 16.6 15.1 13.3 66.9 64.4 66.0 66.6 69.1 77.0 82.3 82.3 82.3 78.4 68.3 67.6
Promedio 16.4 17.9 19.1 21.6 23.4 23.2 21.6 21.5 21.2 20.2 18.6 16.8 56.8 53.8 53.4 53.6 55.8 63.8 69.7 70.0 70.6 66.6 58.4 57.8
Oscilación 16.1 17.3 18.2 18.0 17.1 14.1 11.8 11.7 11.5 13.1 15.5 15.7 44.8 44.4 43.9 43.2 43.0 42.6 40.8 40.7 40.7 42.7 44.3 44.7
Confort 22.9 23.4 23.7 24.5 25.1 25.0 24.5 24.5 24.4 24.1 23.6 23.0
Gráfico 4.1 Temperaturas mensuales AMG y área de confort estimada ya sobrepuesta. Calculo: “Bioclimart 2016”
Temperaturas Mensuales
35 32.7
31.4 30.8
29.0
30 28.0 27.8 27.4 27.3
26.6 26.5
24.6 24.8
25
ZONA23.4
DE CONFORT
23.2 (de 23 a 25 °C ± 2.5)
Temperatura °C
0
E F M A M J J A S O N D
Meses
[68]
Para determinar nuestra temperatura de confort, de la Tabla 4.2 y la variante de la Ecuación
4.3 empleada por Bioclimart 2016, obtenemos que el rango de esta en el AMG se ubica
entre los 23°C (i.e. 22.9 °C en enero) y los 25°C (i.e. 25.1 °C en mayo).
Observando la Gráfica 4.1, podemos constatar que incluso con rangos de ± 2.5°C (e.g.
Fuentes-Freixanet, 2002) sumados a los 25 y 23°C estimados, las temperaturas máximas y
mínimas siempre se encuentra fluctuando por arriba o por debajo de la zona de confort que
calculamos, (i.e. en mayo de hasta 32.7-27.5 = 5.2°C por encima del rango de confort; al
otro extremo en enero de 20.5-8.5 = 12°C por debajo). Considerando solo la temperatura
promedio, la gráfica apunta una tendencia hacia un ambiente frio, el cual cambia solo en
los meses de marzo a junio.
Gráfico 4.2 Humedad Relativa Mensual AMG y área de confort sobrepuesta. Calculo: “Bioclimart 2016”
Sobre la humedad relativa, Fuentes-Freixanet (2002) considera que los rangos de confort
son muy variables, debiendo marcar como límites rangos que se sitúan entre el 30% y 70%
de humedad. Considerando dichos límites en la Gráfica 4.2, se aprecia que el AMG se
encuentra mayoritariamente en una zona confort, cambiando dicha situación solamente en
los meses de junio a octubre. Este comportamiento de la lluvia se ve reflejado en la Gráfica
[69]
4.3 que presenta el índice ombrotérmico, siendo este el cociente de relacionar la altura de
precipitación con la temperatura media.
Índice Ombrotérmico
300 150
238.0
250 125
Precipitación pluvial (mm)
196.5
150 75
100 50
56.5
21.6 23.4 23.2 21.6 21.5 21.2 20.2
16.4 17.9 19.1 18.6 16.8
50 21.9 25
16.6 12.6
8.6 4.2 4.1 2.9 4.5 3.6 6.0
2.8 0.4
0 0
-0.5 -0.8 -0.9 -0.9 -0.5 -0.7 -0.8
-50 -25
E F M A M J J A S O N D
Meses
La parte final del análisis con la hoja Bioclimarq 2016 grafica el diagrama psicométrico de
Givoni-Szokolay desarrollado por Gómez-Azpeitia (2016). En el Grafico 4.4, se presenta el
diagrama que corresponde a los meses cálidos-subhúmedos, pudiendo apreciar que la
relación temperatura/humedad de cada mes (i.e. líneas parabólicas amarillas) se desplazan
por encima de la zona de confort, con temperaturas y humedades relativas
aproximadamente por encima de los 28°C y 30% respectivamente. Como se indica en el
Capítulo 2, este tipo de grafico cuenta con zonas de confort ajustables. En este caso, la
interpretación del Gráfico 4.4 propone soluciones que implican bajar la temperatura, tales
como generar ventilación diurna, aumentar la masa térmica o generar un enfriamiento
evaporativo. Estas estrategias deben analizarse con más detalle con un desglose horario por
día, lo que nos permite ser más específicos.
[70]
Gráfico 4.4 Diagrama psicométrico de Givoni-Szokolay. Temporada cálida – subhúmeda del AMG. Calculo:
“Bioclimart 2016”
Por su parte, el Gráfico 4.5 corresponde al diagrama de los meses con clima templado–
subhúmedo. Aquí encontramos que una buena parte de las relaciones
temperatura/humedad se sitúan en áreas de confort, si bien un área inicial esta desplazada
a la izquierda, con temperaturas aproximadamente por debajo de los 20°C. En este caso,
entre las diferentes estrategias propuestas por el gráfico, debemos destacar aquellas
encaminadas a generar masa térmica y ganancia solar.
[71]
Gráfico 4.5 Diagrama psicométrico de Givoni-Szokolay. Temporada templada – subhúmeda del AMG. Calculo:
“Bioclimart 2016”
Los sistemas de azoteas a los que hace referencia este trabajo en el AMG se pueden
clasificar en tres tipos: piso de vigueta y bovedilla, de losa maciza y de losa aligerada de
concreto. Este dato se puede corroborar con información del INEGI resumida en la Tabla
4.3. Como podemos observar en la tabla, estos sistemas constructivos son los que
mayoritariamente se identifican en la vivienda habitada.
[72]
de azotea con vigueta y bovedilla (ver Fig. 4.2). Dicho detalle corresponde a la casa
habitación donde se colocó el tezontle.
Tabla 4.3 Distribución porcentual del tipo de azotea empleado en la vivienda habitada del AMG, año 2010.
Fuente: (INEGI, 2019)
Figura 4.2 Detalle estructural de losa de vigueta y bovedilla, siendo este sistema uno de los más utilizados en
vivienda del AMG. Fuente: elaboración propia.
[73]
AREA CON
TEZONTLE
AREA CON
TEZONTLE
TEZONTLE
Figura 4.3 Detalles arquitectónicos de la vivienda para la prueba de campo y ubicación del tezontle. Fuente:
elaboración propia
Sobre la ubicación del tezontle en la Figura 4.3, se detallan en las Figuras 4.4 (detalles a y
b) y en la Figura 4.5 (detalles a, b, c y d) imágenes de la cubierta durante el experimento y
[74]
los espesores que en forma manual se registraron, mismos que se corresponden con los
señalados en párrafos anteriores.
Figura 4.4 Vista de la azotea: a) antes de colocar el tezontle; b) ya colocado sobre la recamara donde se medirán las
temperaturas. Fuente: elaboración propia
a b
c d
Figura 4.5 Vista de la azotea: a) primera capa; b) medición del espesor de la primera capa de 4.0 cm aprox.; c)
segunda capa; d) medición del espesor de la segunda capa de 8.0 cm aprox. Fuente: elaboración propia
[75]
4.2.3 Registro de temperaturas en vivienda analizada con capa de tezontle
El registro de temperatura se realizó con el empleo de tres sensores marca Hobo®, modelo
U12-013 “External data logger”. La especificaciones y rangos de operación de los aparatos
se detallan en el Anexo A2.3, al igual que el proceso de calibración/validación de los datos
registrados. Los sensores de temperatura fueron colocados en la vivienda en dos recamaras
gemelas, una con el tezontle cubriendo la azotea y la otra con su azotea sin modificaciones
para operar como testigo. Los sensores se dispusieron aproximadamente a 25 cm de
distancia respecto al cielo raso y sobre una superficie de madera sin contacto directo con el
techo. A su vez, un tercer sensor fue colocado en el exterior, permaneciendo en dicho lugar
hasta que la temporada de lluvias lo permitió. Posteriormente, dicho sensor fue colocado
en la recamara principal, a fin de que operara como un segundo testigo (ver Fig. 4.6 detalles
a, b y c). Los sensores fueron programados para registrar datos cada 30 minutos. Los
registros completos de dichos sensores se indican en los Gráficos 4.6, 4.7 y 4.8, gráficos
generados directamente por el software HOBOware®.
a b
sensor
Figura 4.6 Posicionamiento de los sensores en las recamaras y la azotea: a) recamara con tezontle; b) recamara
libre; c) azotea. Fuente: elaboración propia
[76]
Gráfico 4.6 Registros de temperatura completos en recamara con tezontle. Calculo: software HOBOware®
[77]
Gráfico 4.7 Registros de temperatura completos en recamara sin tezontle. Calculo: software HOBOware®
[78]
Gráfico 4.8 Registros de temperatura completos sensor en exterior/interior. Calculo: software HOBOware®
[79]
La Tabla 4.4 y 4.5 resume los valores de temperatura y humedad registrados en un periodo
que abarca respectivamente mayo-junio y julio-agosto del año 2019, diferenciando tres
etapas: periodo de secas con una capa de tezontle, periodo de secas con dos capas de
tezontle y periodo de lluvias con dos capas de tezontle. Las tablas consideran, en el periodo
registrado, el valor por día de temperaturas y humedades (i.e. valores máximos, mínimos y
el promedio de estos). El cálculo de dichas tablas se puede consultar en forma desglosada
en el Anexo A2.4, valores que a su vez se obtuvieron de los datos presentados en los Gráficos
4.6, 4.7 y 4.8.
Tabla 4.4 Resumen de registros promediados mayo-junio. R1: recamara con capa de tezontle. R2: recamara de
referencia. R3: sensor adicional en el exterior/interior de la vivienda. Fuente: elaboración propia.
No. sensor / Ubicación en la vivienda Inicio de Final de Temp Temp Temp HR Max % HR min % HR Prom %
Identificador registro registro Max °C Min °C Prom °C
Temporada seca 1 capa
52744 R1 Recamara con tezontle 12-may 21-may 29.03 25.53 27.28 31.96 22.42 27.70
52749 R2 Recamara libre 12-may 21-may 29.19 25.23 27.21 32.11 22.38 27.79
52745 R3 Exterior 12-may 21-may 38.90 16.78 27.35 51.04 12.70 29.18
∆TMAX ∆TMIN ∆TPROM ∆HRMAX ∆HRMIN ∆HRPROM
Variaciones R2 vs R1 (Temp=∆T; RH=∆RH) 0.16 -(0.30) -(0.08) 0.15 -(0.03) 0.10
Temporada seca 2 capa
52744 R1 Recamara con tezontle 21-may 01-jun 29.61 26.09 27.79 38.85 26.79 33.21
52749 R2 Recamara libre 21-may 01-jun 30.02 26.32 28.20 38.16 28.12 33.66
52745 R3 Exterior 21-may 01-jun 40.02 18.08 27.58 58.95 16.81 36.82
∆TMAX ∆TMIN ∆TPROM ∆HRMAX ∆HRMIN ∆HRPROM
Variaciones R2 vs R1 (Temp=∆T; RH=∆RH) 0.41 0.23 0.41 -(0.69) 1.32 0.45
Temporada c/lluvia 2 capas
52744 R1 Recamara con tezontle 01-jun 30-jun 29.05 26.34 27.65 52.07 41.09 46.91
52749 R2 Recamara libre 01-jun 30-jun 29.85 26.50 28.16 50.59 38.26 45.37
52745 R3 Interior 01-jun 30-jnu 28.19 25.94 26.99 53.64 42.10 48.30
∆TMAX ∆TMIN ∆TPROM ∆HRMAX ∆HRMIN ∆HRPROM
Variaciones R2 vs R1 (Temp=∆T; RH=∆RH) 0.81 0.16 0.50 -(1.48) -(2.83) -(1.54)
Tabla 4.5 Resumen de registros promediados jul-ago. R1: recamara con capa de tezontle. R2: recamara de
referencia. R3: sensor adicional en el exterior/interior de la vivienda. Fuente: elaboración propia.
No. sensor / Ubicación en la vivienda Inicio de Final de Temp Max Temp Temp HR Max % HR min % HR Prom
Identificador registro registro °C Min °C Prom °C %
Temporada c/lluvia 2 capas
52744 R1 Recamara con tezontle 01-jul 31-jul 27.03 24.54 25.69 62.04 53.95 58.43
52749 R2 Recamara libre 01-jul 31-jul 27.93 24.73 26.25 59.94 50.41 56.10
52745 R3 Interior 01-jul 31-jul 25.93 24.06 24.90 64.12 56.94 60.76
∆TMAX ∆TMIN ∆TPROM ∆HRMAX ∆HRMIN ∆HRPROM
Variaciones R2 vs R1 (Temp=∆T; RH=∆RH) 0.91 0.20 0.56 -(2.10) -(3.54) -(2.33)
Temporada c/lluvia 2 capas
52744 R1 Recamara con tezontle 01-ago 31-ago 26.61 24.35 25.40 66.32 56.60 62.32
52749 R2 Recamara libre 01-ago 31-ago 27.44 24.59 25.97 64.34 53.65 59.96
52745 R3 Interior 01-ago 31-ago 25.96 24.24 25.04 68.23 60.42 65.00
∆TMAX ∆TMIN ∆TPROM ∆HRMAX ∆HRMIN ∆HRPROM
Variaciones R2 vs R1 (Temp=∆T; RH=∆RH) 0.83 0.24 0.57 -(1.98) -(2.95) -(2.37)
[80]
Si analizamos en primera instancia las diferencias entre los dos espesores de material
utilizado. En la Tabla 4.4, en el periodo anterior a las lluvias, la diferencia entre colocar una
o dos capas de tezontle tiene un impacto aproximado de 0.5°C adicionales (i.e. 29.03 vs
29.61 en Tmax; 25.53 vs 26.09 °C en Tmin). En cuanto a humedad, las diferencias fueron del
orden del 7% y 4% aproximado (i.e. 31.96 vs 38.85 % en HRmax; 22.42 vs 26.79 % en HRmin).
Respecto al diferencial de temperatura (i.e. ∆T) entre la recamara con tezontle y aquella
que no lo tiene, los valores más significativos son aquellos que se obtuvieron al emplear las
dos capas de tezontle. En la Tabla 4.4, las mayores diferencias registradas se ubican entre
los 0.4 y el 0.8°C aproximadamente (∆Tmax =0.41 °C antes de las lluvias; ∆Tmax =0.81 °C con
lluvias), destacando que la recamara con tezontle tiende a igualarse con la recamara de
referencia conforme baja la temperatura en el transcurso del día (∆T min =0.23 °C antes de
las lluvias; ∆Tmin =0.16 °C con lluvias). A su vez, en la Tabla 4.5 las variaciones en los periodos
de julio (∆Tmax =0.91 °C y ∆Tmin =0.20 °C) y agosto (∆Tmax =0.83 °C y ∆Tmin =0.24 °C) fueron
coincidentes.
En el caso de la humedad y considerando también solo la opción con dos capas de tezontle,
los datos en la Tabla 4.4 no reflejan una variación pronunciada entre la recamara con
tezontle respecto a la recamara libre tanto en sus valores máximos (38.85 vs 38.16 % HR max
antes de las lluvias; 52.07 vs 50.59 % HRmax con lluvias) como en los mínimos (26.79 vs 28.12
% HRmin antes de las lluvias; 41.09 vs 38.26 % HRmin con lluvias). Las anteriores tendencias
se mantuvieron en los meses de julio y agostos indicados en la Tabla 4.5, con un ligero
aumento en el diferencial de la humedad (i.e. ∆HRmax de 2.1% y 1.98%; ∆HRmin de 3.54% y
2.95%), por parte de la recamara con tezontle.
Como se observa en las tablas referidas, el sensor colocado en la tercera recamara iniciada
la temporada de lluvias presenta menores temperaturas y mayores humedades en
comparación de las otras dos recamaras. Esta situación se atribuye a poseer un techo
inclinado, mayor altura libre interior y un cuarto de baño incluido, a diferencia de las
recamaras de referencia. Estas últimas si mantuvieron características similares durante
[81]
todo el estudio (i.e. mobiliario, pintura, distribución, asoleamiento, ventilación y ocupación,
esta última solo por las noches).
Los resultados mostrados son valores promedio por día. Si se hace un análisis registro a
registro (i.e. datos que se recolectaban cada 30 min), podemos constatar que hay
momentos en que los diferenciales positivos entre la recamara con tezontle y la recamara
libre llegan a superar el 1.5°C. Sin embargo, también se observa diferenciales negativos de
hasta -0.9°C, lo que implica que la habitación con tezontle gana calor respecto a la
habitación que no lo tiene (ver ejemplo en Tabla A2.9 en el Anexo 2). En las Gráficas 4.9
(temporada de secas con una capa de tezontle), 4.10 (temporada de secas con dos capas
de tezontle) y 4.11 (temporada de lluvias con dos capas de tezontle) se expone con mayor
claridad la variación de temperatura entre una y otra recamara durante periodos contiguos.
Particularmente, se distingue en los periodos del 22 al 31 de mayo un ∆Tmax que ha
alcanzado los 1.6°C, mientras que del 13 al 22 de junio el ∆Tmax llegó a los 1.5°C. Esta
diferencia de 1.5 grados es significativa, pues nos ubica más cerca del rango de confort de
los meses de mayo y junio (i.e. 25.1 y 25°C respectivamente ±2.5).
Gráfico 4.9 Variaciones de temperatura periodo 12-20 mayo (secas). R1: recamara con 1 capa de tezontle. R2:
recamara de referencia. Calculo: Excel®
29
28
Temp °C
27
26
ZONA DE CONFORT (25.1 °C ± 2.5)
25
24
12/05/2019
12/05/2019
12/05/2019
13/05/2019
13/05/2019
13/05/2019
13/05/2019
14/05/2019
14/05/2019
14/05/2019
14/05/2019
15/05/2019
15/05/2019
15/05/2019
15/05/2019
15/05/2019
16/05/2019
16/05/2019
16/05/2019
16/05/2019
17/05/2019
17/05/2019
17/05/2019
17/05/2019
18/05/2019
18/05/2019
18/05/2019
18/05/2019
18/05/2019
19/05/2019
19/05/2019
19/05/2019
19/05/2019
20/05/2019
20/05/2019
20/05/2019
20/05/2019
[82]
Gráfico 4. 10 Variaciones de temperatura periodo 22-31 mayo (secas). R1: recamara con 2 capas de tezontle. R2:
recamara de referencia. Calculo: Excel®
Variaciones de Temperatura 22-31 may
31
Temp, °C R1
Temp, °C R2
30
29
Temp °C
28
27
25
22/05/2019
23/05/2019
24/05/2019
25/05/2019
26/05/2019
27/05/2019
28/05/2019
29/05/2019
30/05/2019
31/05/2019
01/06/2019
Gráfico 4. 11 Variaciones de temperatura periodo 13-22 junio (lluvias). R1: recamara con 2 capas de tezontle. R2:
recamara de referencia. Calculo: Excel®
30
29
Temp °C
28
27
25
13/06/2019
14/06/2019
15/06/2019
16/06/2019
17/06/2019
18/06/2019
19/06/2019
20/06/2019
21/06/2019
22/06/2019
Otra forma de dimensionar el aporte de las capas de tezontle lo tenemos en la Tabla 4.6,
donde constatamos una disminución de las horas no confortables (i.e. las horas que durante
el día nos encontramos fuera del rango de confort). En promedio empleando las dos capas
[83]
de tezontle, observamos un aumento de dos horas dentro del rango de confort antes de las
lluvias (i.e. 15.6-13.6) y de hasta cuatro horas durante estas (i.e. 16.8-12.9).
Tabla 4.6 Comparativo de horas no confortables en diferentes fechas. R1: recamara con capa de tezontle. R2:
recamara de referencia. Calculo: elaboración propia.
En el Gráfico 4.12 observamos a su vez con mayor detalle las diferencias de temperatura y
humedad en el transcurso de un solo día. Refiriéndonos exclusivamente a la temperatura,
el 29/mayo (temporada de secas y dos capas de tezontle), el ∆T se hace presente después
de las 18:00 hrs, alcanzando su mayor nivel hacia las 0:00 hrs, procediendo a decrecer hasta
las 14:00 del día siguiente. En el Gráfico 4.13 del día 17/junio (temporada de lluvias y dos
capas de tezontle), el ∆T comienza hacia las 14:00 hrs, ubicando su cúspide hacia las 19:00
hrs, manteniéndose esta diferencia hasta las 0:00 hrs y desapareciendo hacia las 14:00 hrs
del día siguiente. En ambas graficas se expone a su vez el rango de confort.
Al no haber contado con mayor tiempo de exposición del sensor exterior, lamentablemente
no se pudo hacer una correlación directa entre la temperatura registrada en el exterior y la
interior a fin de dimensionar el retardo térmico. Aun así, los registros que se tomaron
apuntan a cierta inercia térmica (18) por parte de la recamara con tezontle.
18
Consultar el Anexo 1.1 para mayor detalle de este concepto.
[84]
Gráfico 4. 12 Variaciones de temperatura y humedad del día 29 de mayo (secas). Temp 1 y HR1: recamara con 2
capas de tezontle. Temp 2 y HR2: recamara de referencia. Calculo: Excel®
41
39
Temp °C --- HR %
37
ZONA DE CONFORT (30% a 70% de HR)
35
33
31
29
27
ZONA DE CONFORT (25 °C ± 2.5)
25
Temp 1 HR 1 Temp 2 HR 2
Gráfico 4. 13 Variaciones de temperatura y humedad del día 17 de junio (lluvias). Temp 1 y HR1: recamara con 2
capas de tezontle. Temp 2 y HR2: recamara de referencia. Calculo: Excel®
55
50
Temp °C --- HR %
40
35
30
Temp 1 HR 1 Temp 2 HR 2
[85]
4.2.4 Análisis bajo la NOM-020-ENER-2011 de la propuesta implementada
Figura 4.7 Esquema que ejemplifica una edificacion proyectada y la edificación de referencia conforme a la NOM-
020-ENER-2011. Fuente: (SENER-CONUEE, s.f.)
Como se desprende de la figura anterior, la evaluación se hace sobre todas las caras
expuestas de la edificación (frentes, costados y azoteas), identificando y separando las áreas
de los distintos elementos opacos y transparentes, sus materiales constitutivos, espesores
y valores de conductividad térmica (i.e. λ) y coeficiente de sombreado (i.e. CS) según
[86]
corresponda. Con estos datos, se determina el coeficiente global de trasferencia de calor
(i.e. valor K), mismo que multiplicado por el área sobre la que actúa y un gradiente de
temperatura señalado por la misma norma, nos da como resultado la ganancia de calor por
conducción o por radiación, valores que se expresan en watts. Se hace notar que esta
evaluación es por cada elemento constructivo, siendo los valores a comparar el sumatorio
total de los mismos. El resultado final es una etiqueta indicando el porcentaje de ganancia
entre el edificio proyectado y el edificio de referencia.
𝟏 𝐥𝐧 𝟏
𝐌= + + Ecuación 4.6
𝐡𝐢 𝛌𝐧 𝐡𝐞
Donde ln es el espesor parcial del material con conductividad λn mientras que hi y he son la
conductancia superficial interior y exterior respectivamente indicadas en la Tabla 4.7
[87]
Como se detalló en subcapítulos anteriores, nuestra azotea es un sistema de vigueta y
bovedilla. Este presenta una sección transversal no uniforme, lo que implica un análisis en
dos etapas, el cual queda esquematizado en la Figura 4.8 y la Tabla 4.8.
Figura 4.8 Detalle de la sección idealizado de vigueta y bovedilla para el análisis del valor K. Fuente: (SENER-
CONUEE, s.f.)
Tabla 4.8 Calculo del valor K para la azotea (ver Fig. 4.8). Fuente: elaboración propia.
1) Losa de vigueta y bovedilla: Sección homogénea (Mparcial)
M = 1/hi + ln / λn + 1/he
conductividad
Elemento analizado espesor (l) M
(λ)
** convección exterior 1/hi 1 13.000 0.077
* capa de tezontle 0.07 0.186 0.376
Impermeabilizante 0.002 0.170 0.012
Concreto armado ln / λn 0.05 1.750 0.029
Material aislante 0.038 0.040 0.950
Yeso al interior 0.005 0.372 0.013
** convección interior 1/he 1 6.600 0.152
Mparcial 1.609
2) Losa de vigueta y bovedilla: Sección NO homogénea
M = 1/ Σ[Fn / [Mparcial + (gn / λn)]]
sección Fn /
sección proporcional conductividad
Elemento analizado total espesor (g) [Mparcial +
parcial (F) (λ)
(1*0.11) (gn / λn)
Material aislante F1 (0.11X0.39*2) 0.0858 0.11 0.78 0.11 0.040 0.179
Concreto armado F2 (0.11*0.11*2) 0.0242 0.11 0.22 0.11 1.740 0.132
Σ 0.31
M=1/ Σ 3.22
K=1/M 0.31
[88]
Los valores λ de conductividad en la Tabla 4.8 corresponden a los señalados en la NOM-
008-ENER-2001 y la NOM-020-ENER-2011 (19), mismos que pueden ser consultados para
más detalle en el Anexo A2.5.
Sobre el valor λ del tezontle, se encontró referencias que ubican su conductividad de 0.040
W/m°C (e.g. Estecha Diseño, s.f.) hasta los 2.9 W/m°C (e.g. Instituto de Tecnología de la
Construcción de Cataluña, s.f.). Por su parte, Silva-Treviño et al. (2018) obtuvieron 0.287
W/m°C en su estudio. Sobre esta evidencia, adicionalmente al valor de 0.186 del tezontle
que se emplea en este cálculo, se consideran valores adicionales entre 0.582 y 2.326 para
materiales similares (ver Tabla A2.10 en el Anexo A2.5). Los resultados con estos valores se
exponen en la sección final de este subcapítulo. Una vez determinado el valor K de nuestra
edificación proyectada, se procede a determinar la ganancia por conducción tanto para el
edificio de referencia como nuestro edificio proyectado, empleando para ello las Ecuaciones
4.7 y 4.8.
Tabla 4.9 Valores resumidos valor K de referencia y temperaturas de confort. Fuente: NOM-020-ENER-2011
Conducción
Zona opaca
Estado Ciudad K de referencia hasta
Temp. equivalente promedio °C
3 niveles solo techos
T interior Techo
Jalisco Guadalajara 0.391 26 37
19
En la NOM-020-ENER-2001 el tezontle aparece bajo la categoría de aplanados. Sin embargo, en la NOM-
008-ENER-2001 se le ubica como relleno. En la NMX-C-460-ONNCCE-2009 el valor λ del tezontle es de 0.12
[89]
Tabla 4.10 Ganancia por conducción entre el edificio de referencia y el edificio proyectado con tezontle (análisis de
la azotea únicamente). Fuente: elaboración propia
Coeficiente Área Fracción de la Temperatura Temperatura Ganancia por
global de proyectada componente equivalente interior conducción
Elemento analizado trasferencia
K A F te t 𝛗𝐫𝐜𝐢 𝛗𝐩𝐜𝐢
Edificio de referencia 0.391 30 1 37 26 129.03
Edificio proyectado 0.31 30 37 26 102.48
Como podemos ver en la Tabla 4.9, la Ecuación 4.4 se cumple (i.e. ∅p < ∅r), por lo que de
presentarse una etiqueta de eficiencia, esta se mostraría similar a la que se ejemplifica en
la Figura 4.9, siendo el 21% indicado en la misma, la diferencia porcentual entre 102.48
watts de nuestra edificación y los 129.03 watts de la edificación de referencia.
Figura 4.9 Etiqueta de eficiencia que correspondería a nuestra propuesta analizada. Fuente: elaboración propia.
[90]
4.3 Conclusiones del capítulo
Resultado del análisis de zonas de confort para el AMG podemos concluir que, si bien
mayoritariamente las relaciones entre temperatura y humedad sitúan el ambiente
existente muy cercano a dicha zona, existe una clara desviación durante los meses cálidos
(con temperaturas hasta 5°C por encima del rango de confort), mientras que en los otros
meses se observan tendencias a un ambiente frio (hasta 12°C por debajo del rango). Entre
las estrategias que el análisis propone para solventar estas desviaciones (i.e. diagrama
psicométrico de Givoni), los sistemas relacionados con aumentar la masa térmica son
señalados. Dadas las características de estos son sistemas, los mismos se corresponde con
la propuesta objetivo de este TOG.
Se identificó el sistema de azoteas a base de vigueta y bovedilla como uno de los más
utilizados en el AMG y se validó la vivienda sobre la que se realiza el experimento, al
presentar los detalles constructivos de la misma y que son afines con el sistema constructivo
mencionado. Se detalló la colocación y ubicación del material de tezontle en l azotea, así
como el equipo y características de los sensores con los que se recabo la información de
temperatura y humedad.
[91]
De los resultados también se observa que las magnitudes y la proporción en que varían
entre la temporada de secas y la de lluvias son coincidentes con los resultados obtenidos
por Silva-Treviño et al. (2018), si bien los ∆T registrados por ellos fueron mayores en un
material similar (de 1.5°C en temporada seca y de 3°C en temporada de lluvias).
[92]
Capítulo 5
Del amortiguamiento de la escorrentía pluvial y el
empleo del tezontle
5.1 Introducción
Entre los objetivos de este TOG se encuentra el determinar los posibles beneficios en cuanto
a un retardo en el flujo de la escorrentía pluvial como consecuencia de la instalación de una
capa de tezontle en la azotea. Dentro de la hipótesis inicial planteada, se considera que
dicha capa puede contribuir a dar mayor tiempo al drenaje del agua, lo que implica que no
se saturen los sistemas de alcantarillado existentes. Para validar esta hipótesis, se hace
necesario primero analizar matemáticamente cual es el comportamiento del agua al
transitar por una superficie. Esto es, debemos hacer un aforo y medir su variación en el
tiempo.
[93]
Como se recordará de capítulos anteriores, la Ecuación 2.1 (i.e. Q = A∙V) es la expresión con
la que se relaciona el gasto, un área y la velocidad del flujo hidráulico. En el caso de
relacionar la precipitación con el escurrimiento, tal y como nos lo indica Aparicio-Mijares
(1989), la anterior expresión se ha desarrollado con diferentes aproximaciones (20),
destacando en nuestro país aquellos métodos que hacen uso del análisis de registros
pluviales, la topografía y las características el suelo. Este sistema se denomina método
racional, siendo el procedimiento indicado a seguir por diferentes normativas y
reglamentos (e.g. SIAPA, 2014; CNA, 2007; SEMARNAT-CNA, 2016) y al que se remiten
especialistas para el diseño del drenaje pluvial (e.g. Aparicio-Mijares, 1989). La Ecuación 5.1
define dicho método.
20
Consultar el Anexo 1.II para una descripción breve de los distintos métodos para el análisis lluvia-
escurrimiento.
[94]
Figura 5.1 Representación gráfica del método racional. Fuente: (SEMARNAT-CNA, 2016)
Los coeficientes a los que se hará referencia en este TOG se indican en la Tabla 5.1, siendo
los utilizados en las normativas consultadas. Adicionalmente, se da la opción a confrontarlos
con datos de otras tablas expuestas en el Anexo A3.1. Para este análisis, interesan aquellos
valores relacionados con las azoteas, superficies de concreto y superficies rugosas.
[95]
Tabla 5.1 Valores del coeficiente de escurrimiento para periodos de retorno de 5 a 10 años. Fuente: (Aparicio,
citado en SEMARNAT-CNA, 2016)
Coeficiente de escurrimiento
Tipo de área drenada
Mínimo Máximo
Zonas comerciales:
Zona comercial 0.75 0.95
Zonas mercantiles 0.7 0.9
Vecindarios 0.5 0.7
Zonas residenciales:
Unifamiliares 0.3 0.5
Multifamiliares, espaciados 0.4 0.6
Multifamiliares, compactos 0.6 0.75
Semiurbanas 0.25 0.4
Casas habitación 0.5 0.7
Zonas industriales:
Espaciado 0.5 0.8
Compacto 0.6 0.9
Cementerios y parques 0.1 0.25
Campos de juego 0.2 0.35
Patios de ferrocarril y terrenos sin construir 0.2 0.4
Zonas suburbanas 0.1 0.3
Calles:
Asfaltadas 0.7 0.95
De concreto hidráulico 0.8 0.95
Adoquinadas o empedradas, junteadas con cemento 0.7 0.85
Adoquín sin juntear 0.5 0.7
Terracerías 0.25 0.6
Estacionamientos 0.75 0.85
Techados 0.75 0.95
Praderas:
Suelos arenosos planos (pendientes < 0.02) 0.05 0.1
Suelos arenosos con pendientes medias (0.02 - 0.07) 0.1 0.15
Suelos arenosos escarpados (0.07 o más) 0.15 0.2
Suelos arcillosos planos (0.02 o menos) 0.13 0.17
Suelos arcillosos con pendientes medias (0.02 - 0.07) 0.18 0.22
Suelos arcillosos escarpados (0.07 o más) 0.25 0.35
[96]
Tabla 5.2 Intensidad y periodo de retornos empleados por el SIAPA para el AMG. Fuente: (Infraestr.Sustentable,
2017)
Periodo de Intervalo de Intensidad
retorno tempo a
Subcuenca
considerar
Años Minutos mm/hr
Programa de Manejo Integral de Agua Pluvial
ATEMAJAC 10 10 179.5
SAN JUAN DE DIOS 10 10 177.8
SAN ANDRES 10 10 176.1
OSORIO 10 10 166.3
SAN GASPAR 10 10 166.1
Manual del CEA
RIO BLANCO 10 15 119.86
DEL CABALLITO 10 15 108.49
ARROYO HONDO 10 15 116.27
Tabla 5.3 Intensidad y periodo de retornos empleados por el SIAPA para la subcuenca del Ahogado en el AMG.
Fuente: (Infraestr.Sustentable, 2017)
VALORES RESULTANTES DE CURVAS DE INTENSIDAD-DURACION-FRECUENCIA EN LA SUB
CUENCA DEL AHOGADO
Periodo Duración (minutos)
de 5 15 30 45 60 90 120
Retorno
Intensidad de lluvia (mm/h)
(años)
2 109.78 69.77 47.25 35.56 30.17 22.77 18.54
5 135.82 86.12 58.32 45.16 37.31 28.20 22.99
10 155.52 98.48 66.70 51.67 42.70 32.30 26.35
15 167.04 105.71 71.60 55.48 45.86 34.70 28.31
20 175.22 110.84 75.08 58.18 48.10 36.41 29.71
25 181.56 114.82 77.77 60.27 49.84 37.73 30.79
50 201.26 127.19 86.15 66.78 55.23 41.83 34.15
100 220.96 139.55 94.53 73.29 60.63 45.94 37.52
500 266.70 168.26 113.98 88.41 73.16 55.46 45.32
1000 286.40 180.62 122.36 94.91 78.55 59.57 48.68
Como se observa en la Tabla 5.2, los valores de diseño son altos y con intervalos cortos para
las cuencas urbanizadas (e.g. Atemajac, San Juan de Dios), respecto a las que no lo estás
(e.g. Del Caballito). A su vez, en el desglose intensidad-duración-frecuencia de la Tabla 5.3,
queda patente que las intensidades aumentan conforme al periodo de retorno, valor que
solo se reduce considerando la duración del tiempo de concentración. Cuando se describió
los elementos que constituyen la Ecuación 5.1 (i.e. el método racional), se hizo hincapié en
dicho concepto. La fórmula más empleada para calcular dicho periodo se le atribuye a
Kirpich, si bien originalmente se recomienda para pendientes de 3 a 10%, a la vez que es
posible emplear variantes a la misma (e.g. SEMARNAT-CNA, 2016). La fórmula a la que
haremos nosotros referencia es:
[97]
𝟎.𝟕𝟕
𝐋𝐓
𝐓𝐜 = 𝟎. 𝟎𝟎𝟎𝟑𝟐𝟒𝟓 Ecuación 5.2
𝐒𝐋𝐓
El periodo de diseño para un sistema pluvial debe estar en función de una evaluación técnica
y económica. En el caso del AMG, cuando no existiera un análisis detallado que lo
determine, SIAPA (2014) señala que el periodo de diseño se establece en función de la
ubicación dentro del área urbana de la zona de estudio. A este respecto, se identifican
periodos de 5 a 10 años para zonas centrales, de 2 a 5 años para zonas periféricas y de 1 a
2 años en áreas suburbanas.
[98]
Figura 5.2 Interpretación de la azotea como microcuenca, así como la longitud y pendientes aplicables hasta llegar
a un bajante de aguas pluviales. Fuente: elaboración propia
Tabla 5.4 Cálculo del tiempo de concentración con la Ecuación 5.2. Fuente: elaboración propia.
Tipo de vivienda Económica Popular Tradicional
Área construcción m2 30 42.5 62.5
Frente m 5 5 6
Largo m 6.00 8.50 10.42
L (Long. Cauce) m 7.81 9.86 12.02
S (pendiente) 0.02 0.02 0.02
Tc (tiempo concentr.) hrs 0.01 0.01 0.01
min 0.43 0.51 0.60
En la Tabla 5.4, los valores obtenidos de Tc son mínimos y en todo caso, inferiores a los 5
minutos, que sería nuestro valor inmediato superior más cercano en términos de los valores
tabulados en la Tabla 5.3. Si adicionalmente consideramos un periodo de retorno de 5 años
en dicha tabla, obtenemos como i un valor de 135.82 mm/h.
Antes de continuar con la determinación de nuestro aforo (i.e. caudal pico en la fórmula
racional), cabe hacer notar lo siguiente: 1) se considera los 5 minutos como tiempo de
concentración mínimo por ser coincidente con lo que señala la literatura consultada para el
drenaje de una azotea y su conducción a la calle (e.g. Department of Irrigation and
Drainage, s.f.); 2) la precipitación con la que se trabaja en estos cálculos corresponde a
criterios de diseño de drenaje pluvial por parte de las normativas existentes, esto es una
lluvia máxima. Si recordamos lo valores promedio, la precipitación acumulada en el AMG
en los meses más lluviosos es de 180.8, 238.0 y 196.5 mm (i.e. Tabla 4.1 en el Capítulo 4),
mientras una lluvia típica fue estimada 51 mm/hr (i.e. Vargas citado por Carrillo-Armenta,
en el Capítulo 1).
[99]
Teniendo definida la intensidad, los coeficientes de escurrimiento que se analizan de la
Tabla 5.1 son los que corresponden a una azotea (constatando a su vez que dicho valor se
asemeja con el indicado para superficies de concreto) y empedrados (por ser este el que
físicamente más se correspondería a una capa suelta encima de una superficie solida). Se
toman tanto sus valores mínimos como máximos para establecer un rango amplio en cuanto
a resultados esperados. Con todas las variables ya definidas, evaluamos la Ecuación 5.1,
siendo los resultados obtenidos los que se indican en la Tabla 5.5
Tabla 5.5 Variación del flujo estimada en función de la colocación de la capa de tezontle aplicando la Ecuación 5.1.
Fuente: elaboración propia.
Tipo de vivienda Económica Popular Tradicional
Intensidad de lluvia i mm 135.82 135.82 135.82
C (para superficie Sin Max 0.95 0.95 0.95
tezontle) Min 0.75 0.75 0.75
Q (aforo sin tezontle) m3/s 1,076.10 1,524.48 2,241.88
m3/s 849.55 1,203.53 1,769.90
C (para superficie Con Max 0.85 0.85 0.85
tezontle) Min 0.70 0.70 0.70
Q (aforo con m3/s 962.83 1,364.01 2,005.89
tezontle) m3/s 792.92 1,123.30 1,651.91
% variación/reducción Max 89% 89% 89%
del aforo entre la azotea
libre y la que llevaría
Min 93% 93% 93%
tezontle
Como se observa de la Tabla 5.5, los caudales picos a manejar por el drenaje son menores
por el solo hecho de alterar la superficie sobre la que habrá de transitar el agua (i.e.
modificando el coeficiente de escurrimiento). Estamos hablando de cuando menos un 10%
menos de agua a manejar por parte del drenaje.
Ahora bien, esta primera aproximación no deja de ser teórica, ya que como se mencionó
líneas atrás, el coeficiente de escurrimiento no deja de ser un valor protegido en las tablas
de diseño. Adicionalmente en el caso de esta propuesta, se tendría que considerar el flujo
del agua a través del material de tezontle, ya que el valor Ce propuesto es solo una
aproximación respecto al volumen de agua que se infiltra/retiene en la capa. Dicho
comportamiento se trata en el siguiente apartado.
[100]
5.2.2 Sobre el comportamiento hidráulico del tezontle
𝐕𝐯
𝐞= 𝐕𝐬 Ecuación 5.3
𝐕𝐯
𝐧(%) = 𝐕𝐦 Ecuación 5.4
𝐕𝐰
𝐆𝐰 (%) = 𝐕𝐯 Ecuación 5.5
𝐖𝐰
𝐰(%) = 𝐖𝐬 Ecuación 5.6
Figura 5.3 Esquema de un suelo o muestra de material idealizado. Fuente (Juárez-Badillo & Rico-Rodriguez,
1974):
[101]
Los anteriores valores se determinan generalmente en un laboratorio de mecánica de
suelos acreditado, siendo que en el caso de nuestro material de tezontle los valores
obtenidos son los indicados en la Tabla 5.6.
Tabla 5.6 Relaciones volumétricas y gravimétricas básicas del material de tezontle. Fuente: ensaye particular
solicitado a Laboratorio de Mecánica de Suelos acreditado.
Propiedad Valor
Relación de vacíos e 0.9
Porosidad n (%) 46
Grado de saturación Gw (%) 1.2
Humedad natural w (%) 0.7
Las anteriores ecuaciones son las relaciones que se emplean cuando se intenta plantear la
forma en que el agua interactúa con los vacíos que puede ocupar en un material. Ahora
bien, Juárez-Badillo & Rico-Rodriguez (1974) nos explica que el flujo de agua a través de
un medio poroso se rige mediante Ley de Darcy, misma que se expresa de la siguiente
manera:
[102]
es posible medir la perdida de carga (i.e. alturas piezométricas) que experimenta el líquido
entre el punto inicial y el punto final.
Si revisamos la Ecuación 5.9 al mismo tiempo que la Ecuación 2.1 (i.e. Q = A∙V), podemos
establecer la Ecuación 5.10.
Figura 5.5 Esquema para distinguir entre velocidad de descarga (A∙v) y velocidad de infiltración (Av∙v1). Fuente:
(Juárez-Badillo & Rico-Rodriguez, 1974)
En la Figura 5.5, detallan Juárez-Badillo & Rico-Rodriguez (1974) que, para un flujo
establecido (Q = A∙V), el caudal de entrada debe ser igual al de salida. Esto es:
[103]
𝐀 𝐯 = 𝐀 𝐯 𝐯𝟏 Ecuación 5.11
𝐕𝟏 = 𝐀 𝐀 ∙ 𝐯 Ecuación 5.12
𝐯
𝐀 𝟏 (𝟏 𝐞)
𝐀𝐯 = 𝐧 = 𝐞 Ecuación 5.13
(𝟏 𝐞)
𝐕𝟏 = ∙ 𝐯 Ecuación 5.14
𝐞
Podemos concluir del planteamiento anterior, que la Ecuación 5.9 no es suficiente para
determinar el retraso en la escorrentía producto de su paso a través del tezontle, siendo
este un material grueso. Esto podemos ejemplificarlo considerando la relación de vacíos del
material (valor e) y aplicando la Ecuación 5.14. Así tenemos que igualando la velocidad
inicial con nuestra intensidad de lluvia (i.e. v), la velocidad de infiltración resultante (i.e. v1)
duplica a la primera (ver Tabla 5.7), suponiendo que el flujo se diera en forma constante y
en dirección perpendicular a una capa del material.
[104]
Tabla 5.7 Ejemplo de evaluación teórica de la velocidad de infiltración en el tezontle, consideran un flujo constante
a través del material. Cálculo: elaboración propia
Respecto a la Ecuación 5.9, aunque existen ciertos métodos que intentan relacionar el valor
k de porosidad con una curva granulométrica, Juárez-Badillo & Rico-Rodriguez (1974)
señalan que los mismos en la práctica varían considerablemente, al estar seguramente
influenciadas por otros factores adicionales al tamaño de las partículas.
Figura 5.6 Coeficiente de permeabilidad general (k) de acuerdo al tipo de material. Fuente: (Juárez-Badillo &
Rico-Rodriguez, 1974)
[105]
5.2.3 Experimento con simulador de lluvia
En los subcapítulos anteriores se hizo una evaluación teórica del posible comportamiento
del agua y el material de tezontle, propuesto este último como capa retardadora de la
escorrentía pluvial. En esta sección, se procede a hacer una evaluación experimental de la
hipótesis, empleando para ello un simulador de lluvias ubicado en el laboratorio de
hidráulica del ITESO.
Los datos anteriores son listados en el folleto técnico del fabricante Armfield (s.f.).
[106]
Figura 5.7 Simulador de lluvia S12MKII. Fuente: (Armfield, s.f.)
Considerando la porosidad y absorción del material, para que el sistema registre en cada
evento los tiempos de concentración sin que estás propiedades generen variaciones entre
los primeros registros (e.g. material seco) y los últimos registros (e.g. material húmedo), el
material se satura con antelación. Adicionalmente, antes de empezar con la recolección de
datos, se deja el sistema operando 30 minutos. Con este procedimiento, se busca asegurar
que todos los registros operen en igualdad de condiciones y reflejen un resultado que se
[107]
corresponda con el coeficiente de escurrimiento del material. Los caudales de entrada
fueron fijados entre los 2.2 a 2.4 l/min, lo que equivaldría dada las dimensiones de la mesa,
a una lluvia con intensidad de 66 a 72 mm/hr (como punto de comparación, la intensidad
con la que se trabajó la Ecuación 5.1 es de 135.82 mm/hr). Por limitaciones del sistema, los
caudales indicados son los máximos que se podían conseguir durante los experimentos.
Imágenes del equipo antes y durante la ejecución de las pruebas se muestran en las Figuras
5.8 y 5.9.
Figura 5.8 Mesa de trabajo libre y medición de caudales iniciales. Fuente: elaboración propia
Figura 5.9 Mesa con dos capas de tezontle. Fuente: elaboración propia
a b
Figura 5.10 Registro de caudales de entrada Q (l/min): a) al iniciar; b) al terminar. Fuente: elaboración propia
Figura 5.11 Registro de caudales de salida Q (l/min): a) al iniciar; b) al terminar. Fuente: elaboración propia
Gráfico 5.1 Registro de datos en el simulador de lluvias con pendiente al 1%. Fuente: elaboración propia.
2.5
mesa libre
Q (l/min)
0.5
0
00:00 01:26 02:53 04:19 05:46 07:12 08:38 10:05 11:31 12:58 14:24
t (min)
Gráfico 5.2 Registro de datos en el simulador de lluvias con pendiente al 2%. Fuente: elaboración propia.
2.5
2
Q (l/min)
1.5
mesa libre
Tez. 1 capa
Tez. 2 capa
1
0.5
0
00:00 01:26 02:53 04:19 05:46 07:12 08:38 10:05 11:31 12:58 14:24
t (min)
[110]
Ya que todo el registro se hizo en forma visual (i.e. videos) y la lectura del recipiente
graduado no es precisa, no es posible determinar el T c en forma exacta. Sin embargo, como
los apreciamos tanto el Gráfico 5.1 como en el Gráfico 5.2, cuando la mesa se encuentra
libre, el flujo adopta una curva suave que se llega a normalizar sobrepasado los ocho
minutos. Por el contrario, cuando agregamos la primera capa de tezontle, la pendiente de
la curva en su parte inicial se vuelve mucho más pronunciada (i.e. se acorto el Tc), tendiendo
a la vertical cuando se aumenta la pendiente al 2%. En estos escenarios, los tiempos de
concentración son inferiores a los cuatro minutos. Solo cuando consideramos una segunda
capa de tezontle la curva vuelve a relajarse, si bien los Tc continúan siendo menores con
respecto a la superficie de la mesa libre, quedando sobre los cinco minutos.
Tabla 5.8 Tiempos promedios de concentración alcanzados para flujos de uno y dos litros por minuto. Fuente:
elaboración propia.
En la Tabla 5.8 podemos apreciar en forma más concisa esta disminución en el tiempo de
concentración considerando solo el tiempo en que los diferentes escenarios alcanzaron el
uno y los dos litros por minuto. Así tenemos en promedio que, la propuesta con una capa
de tezontle alcanza el mismo caudal que la mesa libre en alrededor del 52% del tiempo de
la primera, para ambos casos de pendiente. Para dos capas de material, se consigue un 41%
de ganancia respecto al tiempo de la mesa libre con el 1% de pendiente, siendo del 33% con
el 2% de pendiente.
[111]
adicional sobre la respuesta obtenida en el experimento, para lo cual se plantean las
siguientes hipótesis:
[112]
5.3 Conclusiones del capitulo
Las fórmulas estudiadas para determinar las variaciones de la escorrentía pluvial como
resultado de colocar una capa de tezontle sobre la azotea no son consistentes con el fin
buscado. En el caso del tiempo de concentración, el método racional arroja resultados del
orden del 10% en reducción del caudal empleando el tezontle respecto a una superficie de
concreto. Se aclara, este método tiene una alta dependencia de un coeficiente de
escurrimiento, mismo que varía entre diferentes autores y su propósito es ofrecer gastos
con los cuales se diseñan las obras de drenaje. Por otra parte, un análisis del proceso de
infiltración con las ecuaciones existentes para estudiar el flujo del agua no resulta aplicables
en materiales gruesos, ya que resulta en mayores velocidades de flujo. Si bien se estima que
el material posee buenas características drenantes dada su velocidad de infiltración, un
estudio más preciso implicaría determinar el coeficiente de permeabilidad k y la
determinación de la velocidad y caudal mediante la fórmula de Darcy. La literatura
consultada también señala que dicha fórmula es de aplicación en materiales finos y no se
tienen en la actualidad una fórmula consistente con variaciones en la granulometría del
material.
[113]
Capítulo 6
De la evaluación de la propuesta desde el punto
de vista estructural
6.1 Introducción
Aunque los experimentos de campo se plantearon de tal forma que la capa propuesta de
material se mantuviera por debajo de los 100 kg/m2 (e.g. NTC, 2004), se hace necesario una
exposición más amplia de las implicaciones estructurales de la propuesta y la metodología
necesaria para evaluarla. Para ello, partiendo de la teoría básica del diseño estructural, se
evalúa un modelo de la propuesta conforme a la normativa consultada. Se pone especial
atención en: el peso del material y sus posibles variaciones; el tipo de carga y esfuerzo de
orden gravitacional que genera, así como las implicaciones de carácter transitorio o
accidental (i.e. respuesta sísmica). El modelo de evaluación propuesto considera que el
mismo se implementa en una azotea de vigueta y bovedilla de concreto soportada por
muros de mampostería.
[114]
6.2 Análisis estructural de la azotea existente
El diseño o análisis estructural son las actividades (ensayos y cálculos) que nos permiten
formular y proyectar la operación de una estructura (cualquiera que fuera el material, el
arreglo de este y su operación junto a otros elementos) ante las cargas y esfuerzos que se
le impongan en determinado tiempo, ya sean de carácter estático o bien dinámico. El
término estructura se utiliza en la construcción para definir los elementos básicos y de
soporte vertical y horizontal de una edificación (e.g. el armazón o sistema resistente:
cimentación, columnas, muros, vigas, losa), aunque también se da el caso donde el término
abarque la totalidad de la misma (e.g. canales, presas y puentes son estructuras per se). Una
estructura es además un conjunto de subsistemas que deben trabajar en forma coordinada,
de ahí que una modificación en una de sus partes implique una revisión del todo.
En la forma que la estructura responde a estos dos planteamientos podremos acusar fallas
estructurales tales como grietas y fisuras o bien, en el peor de los casos, el colapso y
derrumbe de la edificación. Una descripción sobre los tipos de falla y sus manifestaciones
se indican en la Tabla 6.1.
21
Un esfuerzo se define como la “intensidad de las fuerzas o componentes internas que resisten un cambio
en la forma de un cuerpo” (Suárez-Montes, 1993). Se expresa como carga o fuerza por unidad de área (Kg/cm 2
o N/cm2)
[115]
Tabla 6.1 Tipos de falla. Fuente: (Hill, 1978)
a) Por Resistencia insuficiente ante una carga: el material se desplaza, desgarra, rasga o rompe.
b) Por Rigidez insuficiente ante un esfuerzo, lo que provoca deformación excesiva: la estructura se deforma en
demasía, tiene curvatura excesiva, “vibra extensamente” o se pandea.
Aunque podemos agregar variables adicionales que generen o modifiquen una falla (e.g.
vida útil de la estructura u edad, acción de la temperatura, la aplicación de cargas vivas o
cargas dinámicas adicionales, etc.), lo ideal es que dichas variables se incluyan de una u otra
forma en el análisis estructural, como podría ser al aplicar determinados factores de
seguridad o de incertidumbre razonable.
Sobre los dos tipos de esfuerzos, Hill (1978) los identifica como esfuerzo normal (i.e. axial)
y esfuerzo tangencial (i.e. cortante). El autor aclara que los esfuerzos de flexión (i.e.
esfuerzo “normal” inducido por la flexión), el esfuerzo de contacto (i.e. esfuerzo “normal”
inducido por el contacto de un cuerpo sobre otro) y el esfuerzo de torsión (i.e. esfuerzo
“tangencial” inducido por la torsión), son manifestaciones adicionales de los dos primeros.
Esta reducción de esfuerzos puede resultar sobre simplificada. Funciona para edificaciones
sencillas y de baja altura. En nuestro país, no debemos perder de vista sus características
geofísicas, donde el riesgo por sismicidad es alto. Aquí debemos complementar el análisis
de la estructura para que el mismo sea sismo resistente. Gomez-Tremari (1988) nos detalla
que las fuerzas inerciales generadas por un movimiento sísmico varían en una estructura en
función de que la misma no es infinitamente rígida y puede presentar deformaciones.
[116]
el utilizado en en el Reglamento de Construcción del Distrito Federal (e.g. NTC, 2004), tal y
como nos lo hace ver Gallo-Ortiz et al. (2005). El Diseño por Resistencia Ultima (DRU)
plantea:
6.2.2 Formulación de las cargas y esfuerzos a los que se somete la azotea existente
En toda evaluación estructural debe existir una guía o planteamiento inicial sobre que
vamos a revisar y como lo vamos a revisar. Nuestra propuesta va encaminada a instalar una
capa de material sobrepuesta en una azotea existente, por lo que vale la pena revisar en
qué forma se abordan intervenciones de este tipo en proyectos similares, como pudiera
serlo la instalación de una azotea verde (ver Tabla 6.2).
Tabla 6.2 - Evaluaciones clave para el diseño del soporte estructural en azoteas verdes. Fuente (United
States General Services Administration, 2011)
Las variaciones del peso de diseño de un techo pueden provocar fallas estructurales.
La carga muerta de un conjunto de techo verde debe determinarse según el proyecto específico.
Los ingenieros deberían evaluar la probabilidad de que un techo verde tenga un impacto material en otras
áreas de carga, incluidas cargas sísmicas, derrumbes de nieve y retención intencional de agua de lluvia.
Los diseñadores deben revisar los planos arquitectónicos para determinar las capacidades de carga de
diseño, o volver a calcularlos a partir de una evaluación de la estructura existente.
Se pueden tomar medidas de refuerzo suplementarias para permitir que un edificio admita un techo verde,
pero estos pueden tener un costo prohibitivo.
Podemos concluir de la tabla anterior, los aspectos básicos que debemos tener en cuenta
para evaluar una propuesta como la nuestra son: la determinación de la carga que afecta la
estructura existente; su impacto en combinación con fenómenos naturales (e.g. agua que
pudiera retener; aceleraciones laterales por sismo) y; la capacidad real de la estructura
partiendo de la revisión de un proyecto estructural existente. Para Gallo-Ortiz et al. (2005),
[117]
las acciones (i.e. cargas) que afectan una estructura pueden ser de índole permanente (e.g.
peso propio de la estructura o carga muerta), variable (e.g. la ocupación del inmueble o
carga viva) y accidentales (e.g. las que presentan valores significativos en tiempos
relativamente cortos, tales como el viento o un sismo). Para la evaluación de las cargas en
esta propuesta, partamos de la Tabla 3.9 en el Capítulo 3 y ampliémosla considerando
adicionalmente la presencia de agua en temporada de lluvias.
Tabla 6.3 Pesos por m2 de material seco y húmedo que se pueden generar en la azotea en función del peso
volumétrico de un material sobrepuesto. Fuente: elaboración propia.
La Tabla 6.3 trabaja con el peso suelto del material de tezontle de 722 kg/m3 y hace una
aproximación a su peso completamente saturado, en función de su relación de vacíos de e
= 0.9 (relación volumétrica expuesta en el Capítulo 5). Igualmente, se presentan corridas
adicionales con pesos volumétricos hasta los 2000 kg/m 3 (e.g. gravas) y relación de vacíos
hasta los 0.5 (e.g. arenas).
[118]
Como podemos observar, tomado como valor límite 100 kg/m 2 identificado en diferentes
reglamentaciones para azoteas planas (e.g. NTC, 2004)22, el tezontle de esta propuesta
incluso saturado se mantiene en un margen estructural seguro con un espesor de 0.0762 m
(i.e. 55.02 kg/m2 en estado seco y 60.52 kg/m2 en estado saturado). De emplear otro
material, considerando el espesor de capa señalado, éste preferentemente deberá contar
con un peso volumétrico inferior a los 1000 kg/m3 y una relación de vacíos por encima del
0.7 para mantenernos dentro del valor límite indicado (ver variaciones en la Tabla 6.3
identificando por colores los incrementos obtenidos).
Ahora bien, definido la carga adicional que actúa en la estructura, se hace necesario evaluar
la forma en que se modifican los esfuerzos a los que se ve sometida. Esto verificaría nuestra
primera aseveración en cuanto el espesor del material a utilizar o nos permite modificarlo.
Una edificación se analiza para resistir cargas gravitacionales de servicio (i.e. cargas muertas
y vivas) y accidentales (i.e. de viento y por sismo). Las de viento no se tratarán en este
trabajo (aunque vale la pena recordar las observaciones de estudios sobre la afectación del
viento en cubiertas con grava mencionadas en el Capítulo 2). Las cargas por sismo se
analizarán en el subcapítulo siguiente.
22
En el Anexo 4, se trascribe la Tabla de Cargas Vivas Unitarias planteadas como base para determinar los 100
kg/m2 como valor límite.
[119]
585
293 293
K-2 T-0
T-0 14 de 70 11
62
14 de 70
E3x285 E3x285
3 5 3
70
14 de 70 14 de 70
E3x285 E3x285
T-0 2
70
14 de 70 14 de 70
E3x285 E3x285
420
420
5
K-2
70
14 de 70 14 de 70 11
E3x285 K-2 E3x285
4
T-0
70
14 de 70 14 de 70
T-0 E3x285 E3x285
63
14 de 70 14 de 70
TS-2 K-2 TS-2 K-1 VIGUETA DE PATIN RECTO
52
14 de 60 14 de 70
E-11 MCA. NAPRESA
62
E3x275
E3x275
60
14 de 60 70
E3x275 14 de 70
260
E3x275
60
14 de 60
E3x275
70
TS-1 14 de 70
395
E3x275
70
14 de 70
1307
1307
60
E3x275 14 de 60
E3x275
70
10 de 70
60
E3x195 14 de 60
E3x275
135
68
58
10 de 70 14 de 60
TS-2
52
7 de 70 15 de 60
62
E3x315
E3x145
60
15 de 70
7 de 70
70
E3x315
E3x145
280
65
15 de 70
7 de 70
T-0
70
E3x145
433
VER
15 de 60
15 de 60
15 de 60
15 de 70
15 de 70
DETALLE
T-0 7 de 70
70
E3x145 T-0
7 de 70 53 60 60 70 62
70
E3x145 T-0
E3x320
E3x320
E3x320
E3x320
7 de 70
70
212
E3x145
65
7 de 70
60
T-0
150 320 115
585
Figura 6.1 Detalles estructurales de la planta de azoteas empleadas en este TOG. Fuente: elaboración propia
[120]
Tabla 6.4 Especificaciones de vigueta T-11 empleada en el sistema constructivo de la azotea en estudio. Fuente:
NAPRESA®
Momento en Cortante en
Momento
Vigueta Armado fs=16,000 kg/cm² sección sección
Flector útil
compuesta compuesta
T11 E-2 2Ø inf.5mm + 1Ø sup. 3 mm 235 kg∙m 395 kg∙m 650 kg
T11 E-3 3Ø inf.5mm + 1Ø sup. 3 mm 250 kg∙m 545 kg∙m 705 kg
T15 A-3 3Ø inf.5mm + 1Ø sup. 5 mm 520 kg∙m 720 kg∙m 850 kg
T15 A-4 4Ø inf.5mm + 1Ø sup. 5 mm 650 kg∙m 880 kg∙m 950 kg
T20 M-5 4Ø inf.5mm + 1Ø sup. 5 mm 1000 kg∙m 1300 kg∙m 1200 kg
Vigueta Preesforzada T-11
Tipo Base Altura Peso
E-2
11 cm 11 cm 19 kg/ml
E-3
* De concreto pretensado f'c=350 kg/cm² y acero fs=16,000 kg/cm²
Bovedilla de jalcreto T-11
Tipo (ancho) Medidas Peso
60 h = 11 cm 10 kg/pza
70 b = 20 cm 12.5 kg/pza
Al tratarse de una viga compuesta (i.e. la sección requiere de cálculos elaborados a fin de
obtener la distribución de esfuerzos), tanto VR como MR (i.e. los esfuerzos resistentes) lo
tomaremos directamente de los valores indicados en la Tabla 6.4 (i.e. 545 kg∙m y 705 kg
respectivamente de la viga T11-E3). Por otra parte, el valor de w, corresponde a una carga
uniformemente distribuida (expresado en kg/m), misma que obtenemos al repartir el peso
total de la azotea entre el área tributaria que cada viga soporta (i.e. el área entre cada viga
por la longitud de cada una de estas). Recordemos que este carga deberemos afectarla por
[121]
un factor de 1.4 conforme a los lineamientos de las NTC (2004). El desglose del valor w se
presenta en la Figura 6.2 y Figura 6.3.
Figura 6.2 Pesos considerados para el sistema de azotea con vigueta y bovedilla. Imagen: (Gallo-Ortiz, et al., 2005)
Pesos: calculo propio.
Distribución de la carga en la azotea (i.e. viga simplemente Pesos obtenidos para una carga total de 400 kg/m2 más tezontle, distribuida por cada
apoyada) vigueta en la separación más corta (i.e. 0.53m) y más larga (i.e. 0.70) de la Fig. 6.1
Figura 6.3 Distribución de la carga por viguetas y cálculo de la carga uniformemente distribuida. Fuente:
elaboración propia
Con los datos anteriores, procedemos a la evaluación de la Ecuación 6.2 y 6.3. El cálculo de
VU y MU se presenta condensado en la Tabla 6.5. En dicha tabla, se manejaron dos
escenarios (i.e. con el tezontle seco y con el tezontle saturado), mismos que se evalúan
considerando una combinación de separación y claro más cortos entre vigas (c1), hasta
[122]
aquella combinación con mayor extensión (c3). La combinación intermedia (c2)
corresponde a la habitación donde se colocó el tezontle para el experimento del Capítulo 4.
Como se puede observar, la carga última considerando el tezontle tanto en estado seco
como húmedo, se comporta de manera segura respecto al valor resistente del sistema (33%
en cortante y 16% del momento en c1; 86% en cortante y 81% en momento para c2). Hay
que señalar sin embargo que en la combinación con la mayor separación entre viguetas y el
claro libre más largo (c3), los valores están al límite del valor resistente. En este último caso,
vale consultar las especificaciones del proveedor del sistema constructivo, a fin de
confirmar dichos límites(23).
Tabla 6.5 Valores estimados de cortante y momentos para la azotea. Fuente: elaboración propia
Opción tezontle en 2 capas con material seco
Long.
Separ. Factor de Carga
Caso Peso total Claro VR ≥ V U MR ≥ MU
entre vigas carga Ultima
Analizada
Cumple Cumple
FC w l VR VU si/no MR MU si/no
m kg/ml kg/ml m kg kg kg∙m kg∙m
c1 0.53 241.16 1.40 337.62 1.45 705.00 ≥ 244.78 Ok 35% 545.00 ≥ 88.73 Ok 16%
c2 0.70 318.51 1.40 445.92 2.85 705.00 ≥ 635.44 Ok 90% 545.00 ≥ 452.75 Ok 83%
c3 0.70 318.51 1.40 445.92 3.15 705.00 ≥ 702.32 Ok 100% 545.00 < 553.08 N/A 101%
Opción tezontle en 2 capas con material saturado
Long.
Separ. Factor de Carga
Caso Peso total Claro VR ≥ V U MR ≥ MU
entre vigas carga Ultima
Analizada
w FC w l VR VU MR MU
m kg/ml kg/ml m kg kg kg∙m kg∙m
c1 0.53 244.08 1.40 341.71 1.45 705.00 ≥ 247.74 Ok 35% 545.00 ≥ 89.80 Ok 16%
c2 0.70 322.36 1.40 451.31 2.85 705.00 ≥ 643.12 Ok 91% 545.00 ≥ 458.22 Ok 84%
c3 0.70 322.36 1.40 451.31 3.15 705.00 < 710.81 N/A 101% 545.00 < 559.76 N/A 103%
Revisada la azotea, toca el caso de los muros. Estos deben resistir una carga vertical
generado por el peso propio y el de las estructuras superiores. En este caso, teniendo que
responder a una relación PR ≥ PU (i.e. carga resistente ≥ carga última). Este desarrollo no se
desglosa por practicidad. Bastara decir que el peso total de la azotea dividido en áreas
23
NAPRESA® específica para el sistema de vigueta E3, carga permisible entre los 450 kg/m 2 y 4.00 m de claro
hasta los 700 kg/m2 y 2.95 m de claro. Los pesos incluyen “cargas de pisos, aplanados, relleno para pendientes,
etc., así como las cargas vivas de acuerdo con el reglamento de construcción” Fuente: (NAPRESA, 2018)
[123]
tributarias y que a su vez se distribuye entre la totalidad de muros de carga, se corresponde
con la capacidad de la mampostería para resistirlo. La expresión para calcular PR es:
∗
𝐏𝐑 = 𝐅𝐑 ∙ 𝐅𝐄 {𝐟𝐦 + 𝟒𝐤𝐠/𝐜𝐦²} Ecuación 6.4
Nos dice Gallo-Ortiz et al. (2005) de la ecuación anterior, FR es el factor de reducción (i.e.
0.6 para muros confinados), FE es el factor por excentricidad y esbeltez del muro (i.e. 0.7
para muros interiores y 0.6 para muros extremos) y f*m es el esfuerzo a compresión de
diseño de la mampostería.
La cimentación y capacidad de carga del suelo son los elementos finales de esta evaluación,
pero siendo que el total de sobrecarga impuesta a la edificación por el tezontle es
despreciable en comparación con el peso total de la estructura (ver Tabla 6.7), se entiende
cuáles son los resultados de dicho análisis.
Cuando el suelo está en movimiento, este provoca una aceleración en las estructuras. Este
fenómeno se corresponde con la segunda Ley de Newton:
Siendo F la fuerza sísmica, m la masa sísmica del edificio y a la aceleración del terreno. Por
otra parte:
Si m = = entonces F = a= W ∴
Se define a C como coeficiente sísmico, un valor que como la fórmula lo indica, considera la
aceleración sobre la gravedad por el peso del edificio. Este valor actualmente lo podemos
consultar en las normativas vigentes para el diseño sísmico (e.g. NTC, 2004), donde se indica
su magnitud en función de la ubicación geográfica, tipo de terreno y tipo de construcción.
En el RCDF se clasifican las estructuras según su uso en: Grupo A, estructuras de
[124]
funcionamiento primordial antes y después de un sismo (e.g. hospitales); Grupo B,
estructuras cuya perdida en un sismo sea intermedia (e.g. comercio, casa habitación);
Grupo C, estructuras cuya perdida no afecte a los otros dos grupos (e.g. bardas, bodegas
temporales). A su vez, los terrenos de acuerdo a su rigidez se clasifican en I, II y III,
correspondiendo a suelos firmes, de moderada compresibilidad y de alta comprensibilidad
respectivamente.
Existen diferentes metodologías para el análisis sísmico de una estructura que hacen uso
del valor C, pudiendo distinguirse básicamente sistemas estáticos (i.e. emplean la rigidez de
los elementos estructurales) y sistemas dinámicos (i.e. hacen uso de periodos, frecuencia y
modo de vibrar).
Gallo-Ortiz et al. (2005) distingue en el análisis sísmico la necesidad de que una estructura
presente cierta resistencia, rigidez y ductilidad. Desafortunadamente, la mayoría de los
sistemas constructivos solo llegan a presentar uno o dos de estas características,
requiriéndose una mayor inversión y tecnología si se pretenden las tres. En un sismo, las
ondas sísmicas se propagan desde el epicentro generando movimiento en todas las
direcciones. Desde su origen, la fuerza sísmica se ve afectada por la distancia que recorre y
el espesor de los estratos que atraviesa, además de verse amortiguada o amplificada por
las características mecánicas del material donde se desplanta la edificación analizada.
Así como el suelo tiene una forma de responder o vibrar, Gomez-Tremari (1988) señala
que la inercia del edificio responde con componentes horizontales y verticales a dicho
movimiento. Si visualizamos el edifico como una estructura esbelta y alta, esta tiene un
periodo fundamental (T) durante el que presenta una oscilación completa, lo cual se da con
determinada frecuencia (f) y amplitud (∆). La resistencia de una edificación al
desplazamiento se consigue preferentemente mediante la rigidez de la misma, la cual se da
en una estructura a partir de un sistema resistente horizontal y vertical (e.g. marcos o
pórticos, diafragmas rígidos y muros de cortante). La altura de la edificación, simetría tanto
en planta como alzado y la distribución de la masa deben a su vez obedecer ciertas pautas
[125]
a fin de no generar torsiones o incluso una respuesta de resonancia con la vibración del
suelo (e.g. Gomez-Tremari, 1988; Gallo-Ortiz, et al., 2005).
Hasta el año 2004, en el Reglamento de Construcción del Distrito Federal se reconocían los
siguientes métodos de análisis sísmico (e.g. NTC, 2004):
Con el reglamento del año 2017, los métodos dinámicos tomaron preponderancia y los
sistemas estáticos solo pueden emplearse con ciertas restricciones (e.g. NTC, 2017). Sin
embargo, para fines exclusivos de este TOG, se presenta a continuación el análisis
simplificado(24), considerando que el mismo fue planteado originalmente para estructuras
no mayores a 13 m de altura y en los cuales se cumplieran requisitos estrictos en cuanto a
su simetría y distribución de muros. Estos aspectos suelen cumplirse en la vivienda de
interés social al ser esta de características repetitivas y simétricas. Los requisitos que se
deben cumplir para su aplicación se exponen el Anexo A4.2.
En una casa habitación, estructura rígida y poco esbelta, Gallo-Ortiz et al. (2005) considera
que en ausencia de torsiones y flexiones importantes, tenemos que:
𝐕𝐬 = 𝐂𝐬 ∙ 𝐏 Ecuación 6.7
𝐕𝐮 = 𝐅𝐂 ∙ 𝐕𝐬 = 𝐅𝐂 ∙ 𝐂𝐬 ∙ 𝐏 Ecuación 6.8
Siendo Cs el coeficiente sísmico reducido (ver Tabla 6.6) y P el peso sísmico del edificio. Vs
es el cortante basal, esto es, el cortante directo en la base del edificio. Este último se afecta
24
La metodología planteada en ningún momento sustituye o reemplaza aquella que señale la normatividad
vigente. En los Reglamentos de Construcción del AMG consultados (e.g. Guadalajara, 1997; Zapopán, 2002),
el método simplificado todavía es listado para su aplicación, situación que seguramente cambiara en el futuro
inmediato.
[126]
por un factor de carga FC (i.e. 1.1) a fin de obtener Vu o cortante último. Por otra parte, para
evaluar el aspecto resistente tenemos:
∗
𝐕𝐦𝐑 = 𝐅𝐑 (𝟎. 𝟓𝐯𝐦 ∗
∙ 𝐀 𝐓 + 𝟎. 𝟑𝐏) ≤ 𝟏. 𝟓𝐅𝐑 ∙ 𝐯𝐦 ∙ 𝐀𝐓 Ecuación 6.9
Siendo VmR el cortante resistente, FR el factor de reducción (i.e. 0.7 para mampostería
confinada), v*m la resistencia al cortante de la mampostería (i.e. 3.0 para mampostería de
block de cemento) y AT el área en planta de los muros en la dirección analizada. Esta última
variable se correspondería con:
𝐀 𝐓𝐱 = 𝐭 ∙ ∑ 𝐋𝐱 y 𝐀 𝐓𝐲 = 𝐭 ∙ ∑ 𝐋𝐲 Ecuación 6.10
Donde t es el espesor del muro y L la longitud total de los muros en la dirección analizada
(i.e. el cortante último vs el cortante resistente en x o en y). Los valores de las constantes
FR y v*m antes citados se encuentran listados en el trabajo de Gallo-Ortiz et al. (2005).
Tabla 6.6 Coeficientes sísmicos reducidos para el método simplificado en estructuras del Grupo B. Fuente: (Gallo-
Ortiz, et al., 2005)
Altura de la construcción
Zona Muros de piezas macizas Muros de piezas huecas
h<4m 4<h<7m 7 < h < 13 m h<4m 4<h<7m 7 < h < 13 m
Zona I 0.07 0.08 0.08 0.1 0.11 0.11
Zona II y III 0.13 0.16 0.19 0.15 0.19 0.23
Nota: para estructuras del grupo A, multiplicar coeficiente por 1.5
Respecto a la Tabla 6.6, vale recordar que estos coeficientes están reducidos. No deben ser
confundidos con los coeficientes de otras tablas dentro de la normativa vigente y que a su
vez se afectan por factores adicionales (i.e. valor Q) a fin de emplearse en los métodos de
análisis estático y dinámico.
Recordando que en la Figura 6.1 ya se señalan parámetros sísmicos (e.g. C=0.36, Q=2.0),
estos se obviaran para considerar los de la Tabla 6.6 dada la metodología empleada. Se
considera en este caso una edificación en zona II con una altura menor a 7 m y mayor a 4 m
(i.e. 0.16 de Cs). El desglose del peso de la edificación se da en forma aproximado en la Tabla
6.7 (incluye cargas muerta, viva y la que genera la sobrecarga del tezontle), como resultado
[127]
de un análisis similar al ejemplificado en la Figura 6.2. El cortante último (Vu) se presenta en
la Tabla 6.8, como resultado de la aplicación de la Ecuación 6.7.
Tabla 6.8 Cálculo del cortante último Ecuación 6.7. Fuente: elaboración propia.
Factor de Coeficiente
Peso por nivel Cortante último
carga sísmico
Nivel analizado
P Vu
FC Cs
Kg Kg
Nivel 2 (planta alta) 1.1 0.16 72,758.18 12,805.44
Nivel 1 (entrepiso) 1.1 0.16 83,421.23 14,682.14
Cortante Basal Σ 156,179.41 27,487.58
Se identifica a su vez en la Tabla 6.9 a VmR1 y VmR2 como los dos componentes de la Ecuación
6.8, tabla donde se valida el cortante resistente (VmR).
Tabla 6.9 Cálculo del cortante resistente Ecuación 6.8. Fuente: elaboración propia
Peso que Cortante Resistente Validación
Factor de cortante Long. de Esp. de Área de
aplica por
Nivel nivel
reducción resistente muros muros muros VmR VmR ≥ Vu Cumple
analizado si/no
P FR v*m L t AT VmR 1 VmR 2 VmR Vu
Kg kg/cm2 m m cm2 kg kg kg kg
Nivel 2 72,758.18 0.7 3.0 Lx 13.97 0.15 20955 37,281.97 66,008.25 37,281.97 ≥ 12,805.44 Ok
72,758.18 0.7 3.0 Ly 29.01 0.15 43515 60,969.97 137,072.25 60,969.97 ≥ 12,805.44 Ok
Nivel 1 156,179.41 0.7 3.0 Lx 9.86 0.15 14790 48,327.18 46,588.50 46,588.50 ≥ 27,487.58 Ok
156,179.41 0.7 3.0 Ly 18.34 0.15 27510 61,683.18 86,656.50 61,683.18 ≥ 27,487.58 Ok
Como se puede observar del ejercicio anterior, el análisis sísmico no reciente la existencia
de la carga adicional en la azotea. Esto lo podemos atribuir a que el peso del material incluso
saturado (60 kg/m2 solo en la azotea), no es significativo en comparación del peso total de
la estructura (aproximadamente entre 1000 y 1200 kg/m 2 por cada nivel). Se recalca que
este es un resultado producto de un análisis simplificado. La integridad de la estructura
debe corroborarse por métodos más exactos que consideren las deformaciones o
desplazamientos en los diferentes elementos estructurales. Aunque existe evidencia de que
un sistema de vigueta y bovedilla trabaja como un diafragma rígido, particularmente con
las viguetas orientas en la dirección perpendicular a la aplicación de la fuerza (e.g. León-
[128]
Flores, et al., 2008; Tena-Colunga, et al., 2013), esto sería el resultado de que el mismo se
haya construido siguiendo las normatividades vigentes y cuidando la integración del sistema
con las dalas y trabes perimetrales.
[129]
Capítulo 7
Conclusiones Finales y Líneas de Investigación
Futura
En este capítulo se hace un resumen general de los resultados obtenidos durante esta
investigación, objetivos alcanzados y conclusiones finales, así como propuestas de trabajos
y líneas de investigación futura.
Respecto al confort térmico, se concluyó que el tezontle empleado ofrece una mejora en
cuanto a temperatura promedio máximas de 0.4°C en temporada de secas y 0.8°C en
temporada de lluvias. Aunque son variaciones mínimas, estas implican un aumento en las
horas diarias que la vivienda puede encontrarse dentro de un rango de confort. En el
aspecto hidrológico, el experimento ejecutado arrojó un incremento en la velocidad del
escurrimiento pluvial y con ello, una reducción en los tiempos de concentración respecto a
una superficie sin tezontle. Sobre la evaluación estructural de la vivienda donde se proyectó
[130]
el tezontle, los resultados validan su instalación, al obtener valores resistentes por arriba
de las cargas ultimas impuestas, si bien se ubican dentro de los límites de la resistencia
estructural.
Los resultados obtenidos en el experimento de campo son congruentes con los observados
en investigaciones similares (e.g. Silva-Treviño, et al., 2018), aunque con gradientes de
temperatura menores. En el caso específico del material de tezontle empleado en esta
investigación, las diferencias entre la recamara que contó con tezontle y aquella que lo
omite implican un ∆Tmax de 0.16 °C con el empleo de una capa de 0.0381 m de espesor (una
capa) y un ∆Tmax de 0.41 °C para una capa de 0.0762 m (dos capas). Estos datos se
obtuvieron en temporada de secas, sobre un sistema de azotea de vigueta y bovedilla.
Durante la temporada de lluvias, los ∆Tmax registrados fueron del orden de 0.81, 0.91 y
0.83°C en los distintos periodos analizados. En contraparte, los ∆Tmin fueron de -0.3 °C con
una sola capa y de 0.23 °C con dos capas, datos obtenidos en temporada de secas. En
temporada de lluvias y con dos capas, los ∆Tmin fueron de 0.16, 0.20 y 0.24 °C.
[131]
Los anteriores resultados son valores promedio por día. En un análisis registro a registro
(i.e. datos que se recolectaban cada 30 min), podemos constatar que hay momentos en que
los diferenciales entre la recamara con tezontle y la recamara libre llegan a superar el 1.5°C.
Sin embargo, también se observa ganancias que llegan a situar el diferencial en -0.9°C, lo
que implica que la habitación con tezontle gana calor respecto a la habitación que no lo
tiene. El análisis bioclimático efectuado en este estudio determinó que la temperatura
ambiente máxima en el AMG llega a estar a 5°C por arriba del rango de confort en
temporada cálido-húmeda, mientras que hay marcada tendencia hacia un ambiente frio en
el resto del año, con temperaturas mínimas hasta 12°C por debajo del rango de confort.
Con el tezontle, tenemos una mejora en el tiempo que se encuentra la habitación dentro
del rango de confort de entre 2 y 4 horas al día en los periodos analizados.
Los modelos teóricos analizados no son del todo coincidentes con los resultados obtenidos
durante la experimentación. Mientras una evaluación empleando el método racional
expone una variación en el caudal de por lo menos un 10% entre una superficie libre en la
azotea y otra que cuenta con el tezontle, estos resultados están determinados por un
coeficiente de escurrimiento. Por otra parte, al revisar la velocidad de infiltración, los
resultados de la investigación únicamente ubican al tezontle analizado como un material
con buenas características drenantes. Se hace necesario establecer un valor de
permeabilidad K para un análisis más detallado, pero el mismo resulta cuestionable, al
obtenerse por una formulación que se tiene planteada originalmente para materiales más
finos. La evidencia física obtenida con el simulador de lluvias tampoco es adecuada para el
propósito estimado del tezontle. Siendo que se determinó el tiempo de concentración en
base a la estabilización de un flujo de agua en un simulador de lluvia, los resultados sugieren
que una vez se encuentre saturado el material, el flujo del escurrimiento se aceleraría antes
que retrasarse.
Como se observa en la Gráfica 7.1, los tiempos de concentración con el tezontle son
menores a los tiempos registrados con la mesa libre. En términos porcentuales, hallándose
el material completamente saturado, el escurrimiento se acelera y presentan un tiempo de
concentración del orden del 33% al 52% menor al tiempo registrado sin el tezontle
(consultar Tabla 5.8). Sobre el comportamiento anteriormente descrito, se plantea que el
aumento en la velocidad, y con ello una disminución en el tiempo de concentración de la
escorrentía, son el resultado de una disminución en el área y sección hidráulica, a la vez que
se eleva la altura de vertido en la sección de salida del sistema.
[133]
Registro de flujos en mesa hidraulica con pendiente del 2%
mesa libre Tez. 1 capa Tez. 2 capa
2.5
1.5
Q (l/min
0.5
0
00:00 01:26 02:53 04:19 05:46 07:12 08:38 10:05 11:31 12:58 14:24
t (min)
Considerando los resultados anteriores, se estima que la utilidad del tezontle para disminuir
la escorrentía pluvial en una azotea únicamente se puede ubicar en un rango previo a su
saturación. Para determinar dicho rango, se hacen necesarias pruebas adicionales y
correlacionarlas con intensidades de lluvia características del AMG.
Los resultados del análisis son exclusivos de la vivienda estudiada. La repetición que acusan
continuamente los modelos de vivienda de interés social, permite plantearnos la posibilidad
de que los resultados obtenidos en este trabajo tengan coincidencias con otras viviendas
con similar sistema constructivo (i.e. vigueta y bovedilla sobre muros de mampostería).
Aunque la carga adicional que se evaluó en este estudio fue una capa de tezontle, la
[134]
metodología aquí planteada aplica para cualquier carga adicional de masa y pesos similares
a los estudiados impuesta a la azotea (e.g. techo verde o sistemas de paneles fotovoltaicos).
Respecto a los resultados del comportamiento térmico y estructural del tezontle sobre la
azotea, estos habilitan nuevas pautas y líneas de investigación a seguir, mismas que pueden
tratarse en forma independiente o conjunta. De proseguir con el planteamiento de una
propuesta integral, esto es considerando el manejo de la escorrentía pluvial, se hace
necesario un replanteamiento de la forma en que operaria el material y como se evaluaría
su comportamiento, ya que los resultados en este trabajo no fueron concluyentes.
[135]
Particularmente, se sugiere analizar diferentes combinaciones de materiales y estructuras
de soporte, a fin de darle mayor alcance y posibilidades de mejora a la propuesta planteada.
[136]
c) Medir directamente en una azotea el comportamiento del escurrimiento, a fin
de poder plantear en laboratorio un comportamiento más cercano al
desempeño real. En específico, la instalación de un aforador en los bajantes.
III. Por concepto de la revisión estructural:
a) Contar con datos más desglosados sobre el tipo de sistema constructivos
empleados en vivienda de interés social de los últimos 20 años. En específico,
procurar una base de datos que identifique los diferentes sistemas en la vivienda
social.
b) Contar con una instrumentación y metodología que permita revisar la
correspondencia entre la información estructural registrada en los planos y
aquella que realmente existen en la edificación construida. Esto es, pruebas in
situ con aparatos especializados o que, en forma visual, permita dimensionar la
resistencia de un concreto o la cantidad de acero de un elemento, por citar
algunos ejemplos.
c) Plantear una revisión de las especificaciones y reglamentaciones vigentes (e.g.
los reglamentos de construcción municipales son mayoritariamente
transcripciones del RCDF). Se hace necesario una regionalización real de estos
códigos, a fin de identificar que normativas son factiblemente aplicables y cuales
requieren ser modificadas o reinterpretadas.
d) Plantear un modelo digital (i.e. evaluación por software) que permita evaluar
tanto en forma estática como en forma dinámica la estructura analizada, así
como permitir la revisión de vivienda en configuraciones no necesariamente
simétricas (i.e. esfuerzos de torsión). Dicho modelo deberá incluir un análisis de
desplazamientos.
e) Elaborar un compendio de medidas de reforzamiento sencillas y en todo caso,
de bajo impacto económico, a fin de plantear de antemano una solución a la
posibilidad que la propuesta sobre la azotea supere la capacidad estructural de
la vivienda existente.
[137]
ANEXO 1
Conceptos de Bioclimatismo e Hidrología
La humedad absoluta por otra parte se refiere a la cantidad de vapor de agua que
contiene el aire, mientras que la humedad relativa es la relación entre el vapor de
agua indicado anteriormente y el valor total que pudiera alcanzar la misma masa de
aire al estar saturado. El metabolismo o tasa metabólica se relaciona con la capacidad
del organismo de generar calor y mantener cierta temperatura, partiendo de sus
procesos bioquímicos internos.
[139]
metro grados Kelvin) y W/m°C (Watts por metro grados Celsius) 25, que es la propiedad
que caracteriza el comportamiento térmico de un material. Los valores que tiendan a
cero son los que implican mejores aislantes (e.g. los aislantes con valores λ entre
0,025 y 0,065 W/m°K).
25
Cuando hablamos de diferencias de temperatura, se considera que unidades indicadas tanto en °K como °C
son iguales, ya que tienen la misma escala, aunque distinto 0 (i.e. 0 °C = 273 °K).
[140]
a la salida de una cuenca, es el que se relaciona con la precipitación en exceso o
efectiva y constituye el escurrimiento directo. El escurrimiento subterráneo es el que
más tarda en llegar a la salida, es el único que alimenta las corrientes subterráneas
cuando no hay lluvias y forma el escurrimiento base.
Una cuenca es la zona de la superficie terrestre que, de ser impermeable, las gotas
de lluvia caen y son conducidas hacia un mismo punto. El parteaguas es la línea
imaginaria que une los puntos de mayor nivel topográfico en una cuenca y la separa
de cuencas vecinas, siendo el área de la cuenca la superficie proyectada
horizontalmente que está delimitada por esa línea. Hay cuencas superficiales y
subterráneas y estas a su vez son endorreicas (sin salida) o exorreicas (con salida).
La manera en que interactúan el agua (estimulo) y la cuenca (respuesta) se formulan
mediante dos relaciones: volumen de escurrimiento (área) y velocidad de respuesta
(pendientes).
[142]
ANEXO 2
Datos de climatología, temperatura y
conductividad
A2.1 Normales climatológicas
Tabla A2.1 Normales climatológicas estación meteorológica 14065 “Guadalajara Norte”. Fuente: (CNA, 2019)
[143]
Tabla A2.2 Normales climatológicas estación meteorológica 14065 “Guadalajara Centro”. Fuente: (CNA, 2019)
Tabla A2.3 Normales climatológicas estación meteorológica 14065 “Guadalajara Sur”. Fuente: (CNA, 2019)
[144]
A2.2 Hoja de cálculo Bioclimarq
[145]
A2.3 Especificaciones y calibración de sensores de temperatura
Tabla A2.4 Especificaciones de “data loggers”. Fuente: manual del fabricante.
Measurement range Temperature: -20° to 70°C (-4° to 158°F)
RH: 5% to 95% RH
External input channels (see sensor manual): 0 to 2.5 VDC; 0 to 5 VDC (with CABLE-ADAP5) and 0 to
10 VDC (with CABLE-ADAP10)
Accuracy Temperature: ±0.35°C from 0° to 50°C (±0.63°F from 32° to 122°F), see Plot A
RH: ±2.5% from 10% to 90% RH typical to a maximum of ±3.5% % including hysteresis at 25°C
(77°F); below 10% and above 90% ±5% typical
External input channels (see sensor manual): ± 2 mV ± 2.5% of absolute reading
Resolution Temperature: 0.03°C at 25°C (0.05°F at 77°F), see Plot A
RH: 0.05%
External Input Channels: 0.6 mV
Drift Temperature: 0.1°C/year (0.2°F/year)
RH: <1% per year typical
Response time in airflow of 1 m/s Temperature: 6 minutes, typical to 90%
(2.2 mph) RH: 1 minute, typical to 90%
Time accuracy ± 1 minute per month at 25°C (77°F), see Plot B
Operating temperature Logging: -20° to 70°C (-4° to 158°F)
Launch/readout: 0° to 50°C (32° to 122°F), per USB specification
Memory & Battery life 64K bytes (43,000 12-bit measurements). 1 year typical use
Weight & Dimensions 46 g (1.6 oz). 58 x 74 x 22 mm (2.3 x 2.9 x 0.9 inches)
Para asegurar la coherencia entre los datos registrados por los tres sensores de temperatura
(ver Tabla A2.4), se procedió a una prueba casera considerando lo señalado por de Schiller,
et al. (2007) para la calibración comparativa de “data loggers” marca HOBO. Los valores
indicados en la Tabla A2.5 corresponden a la diferencia promediada durante un registro de
24 hrs en el mismo sitio, siendo que las primeras dos horas los sensores fueron colocados
al mismo tiempo dentro de un frasco sumergido en hielo y posteriormente se dejó a
temperatura ambiente el resto del periodo. R1 corresponde al sensor para el tezontle, R2
el que se dejaría en la recámara testigo y R3 el que estaría en el exterior.
[146]
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13/05/2019
52744 27.85 24.56 26.23 31.52 24.87 28.43
52749 28.10 24.22 26.13 31.14 22.91 27.89
Ganancia Temp/HR 0.25 -0.34 -0.10 -0.38 -1.96 -0.54
52745 38.31 14.12 25.77 55.33 11.84 29.15
14/05/2019
52744 28.54 24.75 26.49 33.35 24.91 29.32
52749 28.87 24.44 26.44 32.61 23.59 28.64
Ganancia Temp/HR 0.32 -0.31 -0.05 -0.74 -1.32 -0.68
52745 40.37 15.58 26.79 62.80 12.56 32.92
15/05/2019
52744 28.25 25.21 26.88 30.67 23.86 27.48
52749 28.32 24.85 26.76 30.39 22.20 26.76
Ganancia Temp/HR 0.07 -0.36 -0.11 -0.28 -1.66 -0.73
52745 38.98 15.34 26.61 49.12 9.96 27.02
16/05/2019
52744 30.27 25.84 27.75 35.58 19.82 27.95
52749 30.24 25.57 27.57 36.39 20.55 27.65
Ganancia Temp/HR -0.03 -0.27 -0.18 0.81 0.73 -0.29
52745 41.50 17.58 28.31 55.32 11.36 31.40
17/05/2019
52744 29.94 26.21 28.11 32.92 22.69 29.29
52749 29.92 25.91 27.95 31.98 22.89 29.11
Ganancia Temp/HR -0.02 -0.29 -0.16 -0.94 0.20 -0.17
52745 38.70 16.89 27.50 53.70 16.08 33.82
18/05/2019
52744 29.59 26.06 27.88 33.84 20.50 27.88
52749 29.54 25.70 27.69 32.80 20.78 27.55
Ganancia Temp/HR -0.05 -0.37 -0.19 -1.05 0.27 -0.32
52745 37.89 17.30 26.85 53.72 14.30 31.46
19/05/2019
52744 29.52 25.94 27.67 32.02 18.95 26.66
52749 29.82 25.77 27.67 33.21 22.06 28.47
Ganancia Temp/HR 0.30 -0.17 -0.00 1.19 3.11 1.80
52745 40.69 15.27 27.18 52.72 10.71 29.63
20/05/2019
52744 29.24 26.16 27.72 28.38 20.04 24.72
52749 29.72 25.91 27.84 31.12 21.80 27.22
Ganancia Temp/HR 0.48 -0.24 0.13 2.74 1.76 2.50
52745 38.14 17.27 27.16 38.01 12.34 24.30
Promedios
52744 29.03 25.53 27.28 31.96 22.42 27.70
52749 29.19 25.23 27.21 32.11 22.38 27.79
52745 38.90 16.78 27.35 51.04 12.70 29.18
Ganancia Temp/HR 0.16 -0.30 -0.08 0.15 -0.03 0.10
Tabla A2.7 Registro de máximos, mínimos y promedios por día del periodo 21 de mayo al 01 de junio. Fuente:
elaboración propia
Etiquetas de fila Máx. de Temp, Mín. de Temp, Promedio de Máx. de HR, % Mín. de HR, % Promedio de
°C °C Temp, °C HR, %
22/05/2019
52744 28.47 25.19 26.91 26.95 19.23 23.56
52749 29.09 25.04 27.24 30.23 20.19 25.47
Ganancia Temp/HR 0.62 -0.15 0.33 3.28 0.96 1.91
52745 39.35 15.75 26.29 41.05 11.15 24.48
23/05/2019
52744 28.64 25.33 26.92 29.42 18.45 23.58
52749 28.92 25.28 27.19 29.05 20.05 25.15
Ganancia Temp/HR 0.27 -0.05 0.27 -0.37 1.59 1.57
52745 37.67 16.27 26.44 41.80 9.66 24.38
24/05/2019
52744 30.19 25.55 27.55 32.11 21.74 26.17
52749 30.22 25.43 27.51 33.33 22.93 26.62
Ganancia Temp/HR 0.02 -0.12 -0.04 1.22 1.19 0.46
52745 41.01 17.75 28.36 41.95 14.13 26.51
25/05/2019
[147]
Continua de página anterior ->
52744 30.32 26.35 28.19 35.46 23.06 30.31
52749 30.70 26.23 28.36 35.56 22.52 30.16
Ganancia Temp/HR 0.38 -0.12 0.17 0.10 -0.53 -0.14
52745 41.41 17.94 28.54 52.85 14.72 33.25
26/05/2019
52744 30.24 26.70 28.31 40.19 31.15 34.69
52749 30.55 27.09 28.84 39.00 30.42 35.02
Ganancia Temp/HR 0.30 0.39 0.52 -1.19 -0.73 0.33
52745 41.50 18.91 28.10 54.83 18.69 38.44
27/05/2019
52744 29.89 27.14 28.38 43.65 37.14 40.90
52749 30.67 27.33 29.05 41.79 36.41 39.46
Ganancia Temp/HR 0.78 0.20 0.67 -1.86 -0.73 -1.44
52745 39.18 20.37 27.99 65.13 24.08 46.16
28/05/2019
52744 29.32 26.11 27.89 43.08 33.24 39.46
52749 30.02 26.97 28.64 41.55 33.57 38.73
Ganancia Temp/HR 0.70 0.86 0.75 -1.52 0.32 -0.73
52745 37.65 18.91 27.04 67.91 22.42 45.43
29/05/2019
52744 29.52 26.11 27.77 43.41 25.24 36.24
52749 29.97 26.45 28.31 41.84 28.52 36.88
Ganancia Temp/HR 0.45 0.34 0.54 -1.57 3.28 0.64
52745 38.20 18.79 27.38 69.37 17.65 41.47
30/05/2019
52744 29.87 25.91 27.76 48.45 25.10 37.59
52749 29.99 26.40 28.24 45.87 29.92 39.13
Ganancia Temp/HR 0.13 0.49 0.48 -2.58 4.83 1.54
52745 41.36 17.53 27.64 81.65 16.07 44.45
31/05/2019
52744 29.69 26.52 28.18 45.78 33.61 39.62
52749 30.09 26.94 28.62 43.38 36.66 40.02
Ganancia Temp/HR 0.40 0.42 0.44 -2.39 3.05 0.40
52745 42.83 18.60 28.03 72.91 19.49 43.64
Promedios
52744 29.61 26.09 27.79 38.85 26.79 33.21
52749 30.02 26.32 28.20 38.16 28.12 33.66
52745 40.02 18.08 27.58 58.95 16.81 36.82
Ganancia Temp/HR 0.41 0.23 0.41 -0.69 1.32 0.45
Tabla A2.8 Registro de máximos, mínimos y promedios por día del periodo 01 al 30 de junio. Fuente: elaboración
propia
Etiquetas de fila Máx. de Temp, Mín. de Temp, Promedio de Máx. de HR, % Mín. de HR, % Promedio de
°C °C Temp, °C HR, %
02/06/2019
52744 29.32 26.70 27.92 48.46 37.04 44.41
52749 30.07 27.19 28.70 46.65 35.18 42.28
Ganancia Temp/HR 0.75 0.49 0.79 -1.81 -1.86 -2.13
52745 28.02 24.53 26.09 54.99 38.25 49.44
03/06/2019
52744 28.47 26.16 27.44 55.63 45.72 49.32
52749 29.62 26.77 28.34 51.98 44.05 47.35
Ganancia Temp/HR 1.15 0.61 0.90 -3.66 -1.67 -1.97
52745 27.58 25.28 26.54 58.77 47.39 51.45
04/06/2019
52744 28.84 26.48 27.62 52.16 45.73 48.59
52749 29.67 27.36 28.59 50.05 45.17 47.73
Ganancia Temp/HR 0.82 0.88 0.97 -2.11 -0.57 -0.86
52745 27.95 26.35 27.14 53.15 47.59 50.04
05/06/2019
52744 28.64 26.84 27.62 53.85 46.65 49.90
52749 29.32 27.24 28.21 52.84 45.62 48.78
Ganancia Temp/HR 0.67 0.39 0.60 -1.01 -1.03 -1.12
52745 27.88 26.60 27.18 54.12 48.90 51.34
06/06/2019
52744 29.59 26.43 27.77 55.32 39.30 48.75
[148]
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52749 30.55 26.65 28.26 55.19 33.00 45.28
Ganancia Temp/HR 0.96 0.22 0.49 -0.13 -6.31 -3.46
52745 28.25 26.11 26.91 57.00 39.94 49.30
07/06/2019
52744 29.62 27.24 28.55 49.83 43.35 46.59
52749 30.29 27.11 28.90 50.92 40.40 44.36
Ganancia Temp/HR 0.68 -0.12 0.34 1.09 -2.95 -2.23
52745 28.57 26.84 27.73 51.33 43.45 47.23
08/06/2019
52744 29.67 27.36 28.55 54.36 40.18 47.07
52749 29.87 27.43 28.79 51.33 41.63 46.29
Ganancia Temp/HR 0.20 0.07 0.24 -3.03 1.45 -0.78
52745 28.57 27.16 27.99 53.06 41.95 48.26
09/06/2019
52744 30.52 26.92 28.50 57.16 28.84 45.29
52749 31.13 27.21 28.89 53.72 34.85 46.30
Ganancia Temp/HR 0.61 0.29 0.39 -3.44 6.01 1.01
52745 29.46 26.84 27.77 54.88 32.83 46.77
10/06/2019
52744 30.27 26.65 28.73 47.11 21.31 34.02
52749 31.18 26.92 29.31 46.65 18.75 33.38
Ganancia Temp/HR 0.91 0.27 0.58 -0.46 -2.57 -0.64
52745 29.54 26.04 28.07 48.60 22.25 35.06
11/06/2019
52744 30.34 27.55 28.97 42.62 30.77 36.87
52749 30.90 27.46 29.29 41.55 29.34 35.50
Ganancia Temp/HR 0.56 -0.10 0.32 -1.07 -1.43 -1.38
52745 29.57 27.14 28.59 42.43 32.79 37.80
12/06/2019
52744 30.34 28.02 29.27 47.51 39.12 42.86
52749 30.95 27.75 29.42 47.73 30.01 40.98
Ganancia Temp/HR 0.61 -0.27 0.15 0.22 -9.11 -1.87
52745 29.49 27.58 28.48 48.96 38.26 43.72
13/06/2019
52744 30.17 27.33 28.73 45.72 35.94 41.97
52749 30.82 27.28 29.14 45.12 32.01 40.52
Ganancia Temp/HR 0.66 -0.05 0.40 -0.60 -3.93 -1.46
52745 29.12 25.82 27.55 49.01 35.60 44.25
14/06/2019
52744 29.22 26.82 28.09 48.90 36.58 44.25
52749 30.07 26.97 28.66 49.11 30.09 43.01
Ganancia Temp/HR 0.85 0.15 0.57 0.21 -6.49 -1.24
52745 28.52 26.57 27.56 52.23 36.85 45.83
15/06/2019
52744 29.07 26.84 28.05 51.71 45.20 48.14
52749 30.19 26.92 28.63 52.88 39.78 46.74
Ganancia Temp/HR 1.13 0.07 0.58 1.18 -5.42 -1.40
52745 28.42 26.60 27.48 51.81 46.20 49.65
16/06/2019
52744 28.32 25.96 27.24 55.37 47.20 51.18
52749 29.27 26.23 27.86 54.53 43.09 49.81
Ganancia Temp/HR 0.95 0.27 0.62 -0.84 -4.11 -1.37
52745 27.53 25.65 26.64 56.58 46.85 52.69
17/06/2019
52744 28.74 25.79 27.17 58.87 49.27 52.19
52749 29.87 26.06 27.85 54.58 45.57 50.28
Ganancia Temp/HR 1.12 0.27 0.68 -4.30 -3.70 -1.92
52745 29.49 25.57 26.65 58.42 51.54 54.10
18/06/2019
52744 29.52 26.84 28.05 54.70 47.04 51.16
52749 30.42 27.06 28.73 53.58 40.74 48.74
Ganancia Temp/HR 0.90 0.22 0.69 -1.12 -6.30 -2.42
52745 28.47 26.38 27.36 57.35 47.47 53.05
19/06/2019
52744 28.99 26.35 27.28 54.61 49.00 51.57
52749 30.02 26.72 27.98 55.97 48.25 51.83
Ganancia Temp/HR 1.03 0.37 0.70 1.36 -0.75 0.26
52745 28.02 25.89 26.69 57.57 53.29 55.24
[149]
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20/06/2019
52744 28.89 25.67 27.00 60.70 50.63 54.82
52749 30.24 26.06 27.85 57.45 42.43 51.59
Ganancia Temp/HR 1.35 0.39 0.85 -3.25 -8.20 -3.23
52745 27.58 25.40 26.36 60.82 48.37 55.72
21/06/2019
52744 28.72 26.45 27.66 55.40 50.48 52.71
52749 29.59 26.65 28.30 55.83 42.30 49.92
Ganancia Temp/HR 0.87 0.20 0.64 0.43 -8.18 -2.79
52745 28.17 26.43 27.24 57.93 47.76 54.12
22/06/2019
52744 29.32 26.16 27.58 55.67 43.03 49.90
52749 30.19 26.26 27.99 53.98 40.07 47.79
Ganancia Temp/HR 0.88 0.10 0.41 -1.69 -2.96 -2.11
52745 28.25 26.09 27.23 55.86 40.50 48.93
23/06/2019
52744 29.22 25.94 27.62 46.88 23.87 39.78
52749 29.62 25.79 27.72 44.64 24.42 38.94
Ganancia Temp/HR 0.40 -0.15 0.10 -2.25 0.55 -0.84
52745 27.90 25.70 26.72 45.10 30.51 40.37
24/06/2019
52744 28.94 25.77 27.23 44.31 32.23 38.29
52749 29.39 25.50 27.26 42.90 32.18 37.50
Ganancia Temp/HR 0.45 -0.27 0.03 -1.41 -0.05 -0.78
52745 27.83 25.57 26.60 43.68 31.60 37.74
25/06/2019
52744 28.72 25.53 27.03 47.08 42.14 44.82
52749 29.19 25.26 27.09 45.47 41.00 44.04
Ganancia Temp/HR 0.47 -0.27 0.05 -1.61 -1.14 -0.78
52745 27.83 25.60 26.69 50.58 44.28 45.55
26/06/2019
52744 28.30 26.21 27.36 51.98 45.72 49.29
52749 29.14 26.04 27.58 49.84 43.26 47.91
Ganancia Temp/HR 0.84 -0.17 0.22 -2.14 -2.46 -1.38
52745 27.53 25.89 26.68 56.83 48.25 51.36
27/06/2019
52744 27.75 25.53 26.59 57.38 47.02 52.82
52749 28.42 25.60 27.05 55.26 45.05 50.94
Ganancia Temp/HR 0.67 0.07 0.46 -2.12 -1.97 -1.89
52745 26.92 25.11 25.90 60.15 48.36 54.98
28/06/2019
52744 27.26 24.68 26.01 52.69 43.45 49.37
52749 28.52 24.87 26.64 50.43 41.28 47.42
Ganancia Temp/HR 1.26 0.19 0.63 -2.26 -2.18 -1.95
52745 26.87 24.51 25.60 55.19 41.42 50.93
29/06/2019
52744 27.80 24.73 26.27 51.96 36.01 44.41
52749 28.67 25.04 26.95 46.27 34.79 42.40
Ganancia Temp/HR 0.87 0.31 0.68 -5.68 -1.23 -2.02
52745 26.97 24.58 25.84 54.19 38.51 44.37
30/06/2019
52744 27.80 24.90 26.00 52.19 48.64 50.13
52749 28.62 25.14 26.55 50.66 45.18 48.21
Ganancia Temp/HR 0.82 0.24 0.55 -1.54 -3.46 -1.91
52745 27.16 24.53 25.57 54.91 49.82 51.52
Promedios
52744 29.05 26.34 27.65 52.07 41.09 46.91
52749 29.85 26.50 28.16 50.59 38.26 45.37
52745 28.19 25.94 26.99 53.64 42.10 48.30
Ganancia Temp/HR 0.81 0.16 0.50 -1.48 -2.83 -1.54
[150]
Tabla A2.9 Ejemplo de diferenciales de temperatura (°C) cada 30 minutos entre sensores utilizados. R1: sensor
recamara con capa de tezontle. R2: sensor recamara de referencia Fuente: elaboración propia
Fecha Hora Temp R1 Temp R2 ∆T Fecha Hora Temp R1 Temp R2 ∆T
27/05/2019 00:00:00 29.24 30.22 0.98 31/05/2019 00:00:00 28.47 29.77 1.30
27/05/2019 00:30:00 29.17 30.14 0.98 31/05/2019 00:30:00 28.49 29.67 1.17
27/05/2019 01:00:00 29.07 30.04 0.98 31/05/2019 01:00:00 28.47 29.59 1.12
27/05/2019 01:30:00 28.92 29.94 1.03 31/05/2019 01:30:00 28.47 29.46 1.00
27/05/2019 02:00:00 28.74 29.82 1.07 31/05/2019 02:00:00 28.39 29.32 0.92
27/05/2019 02:30:00 28.64 29.64 1.00 31/05/2019 02:30:00 28.32 29.19 0.87
27/05/2019 03:00:00 28.57 29.49 0.92 31/05/2019 03:00:00 28.22 29.04 0.82
27/05/2019 03:30:00 28.47 29.34 0.87 31/05/2019 03:30:00 28.15 28.89 0.74
27/05/2019 04:00:00 28.39 29.22 0.82 31/05/2019 04:00:00 28.02 28.74 0.72
27/05/2019 04:30:00 28.27 29.07 0.80 31/05/2019 04:30:00 27.88 28.59 0.72
27/05/2019 05:00:00 28.15 28.94 0.79 31/05/2019 05:00:00 27.73 28.44 0.72
27/05/2019 05:30:00 27.97 28.79 0.82 31/05/2019 05:30:00 27.55 28.30 0.74
27/05/2019 06:00:00 27.85 28.64 0.79 31/05/2019 06:00:00 27.43 28.15 0.72
27/05/2019 06:30:00 27.80 28.49 0.69 31/05/2019 06:30:00 27.31 27.97 0.67
27/05/2019 07:00:00 27.73 28.32 0.59 31/05/2019 07:00:00 27.19 27.83 0.64
27/05/2019 07:30:00 27.63 28.17 0.54 31/05/2019 07:30:00 27.06 27.63 0.57
27/05/2019 08:00:00 27.53 28.05 0.52 31/05/2019 08:00:00 26.97 27.48 0.52
27/05/2019 08:30:00 27.43 27.92 0.49 31/05/2019 08:30:00 26.87 27.36 0.49
27/05/2019 09:00:00 27.41 27.83 0.42 31/05/2019 09:00:00 26.79 27.26 0.47
27/05/2019 09:30:00 27.36 27.68 0.32 31/05/2019 09:30:00 26.72 27.16 0.44
27/05/2019 10:00:00 27.26 27.55 0.29 31/05/2019 10:00:00 26.65 27.04 0.39
27/05/2019 10:30:00 27.19 27.46 0.27 31/05/2019 10:30:00 26.57 26.97 0.39
27/05/2019 11:00:00 27.16 27.38 0.22 31/05/2019 11:00:00 26.52 26.94 0.42
27/05/2019 11:30:00 27.14 27.33 0.20 31/05/2019 11:30:00 26.52 26.94 0.42
27/05/2019 12:00:00 27.14 27.33 0.20 31/05/2019 12:00:00 26.55 26.94 0.39
27/05/2019 12:30:00 27.16 27.43 0.27 31/05/2019 12:30:00 26.70 26.99 0.29
27/05/2019 13:00:00 27.24 27.55 0.32 31/05/2019 13:00:00 26.97 27.09 0.12
27/05/2019 13:30:00 27.36 27.65 0.29 31/05/2019 13:30:00 27.55 27.21 -0.34
27/05/2019 14:00:00 27.58 27.83 0.25 31/05/2019 14:00:00 27.70 27.38 -0.32
27/05/2019 14:30:00 27.90 28.02 0.12 31/05/2019 14:30:00 28.44 27.68 -0.77
27/05/2019 15:00:00 28.17 28.32 0.15 31/05/2019 15:00:00 28.42 27.97 -0.45
27/05/2019 15:30:00 28.42 28.64 0.22 31/05/2019 15:30:00 29.34 28.37 -0.97
27/05/2019 16:00:00 28.77 28.97 0.20 31/05/2019 16:00:00 29.41 28.77 -0.65
27/05/2019 16:30:00 29.09 29.32 0.23 31/05/2019 16:30:00 29.69 29.09 -0.60
27/05/2019 17:00:00 29.37 29.64 0.28 31/05/2019 17:00:00 29.69 29.39 -0.30
27/05/2019 17:30:00 29.64 29.92 0.28 31/05/2019 17:30:00 29.57 29.67 0.10
27/05/2019 18:00:00 29.74 30.14 0.40 31/05/2019 18:00:00 29.46 29.84 0.38
27/05/2019 18:30:00 29.89 30.42 0.53 31/05/2019 18:30:00 29.52 29.84 0.32
27/05/2019 19:00:00 29.87 30.55 0.68 31/05/2019 19:00:00 29.41 29.74 0.33
27/05/2019 19:30:00 29.79 30.67 0.88 31/05/2019 19:30:00 29.44 29.87 0.43
27/05/2019 20:00:00 29.41 30.55 1.13 31/05/2019 20:00:00 29.49 30.02 0.53
27/05/2019 20:30:00 29.09 30.44 1.35 31/05/2019 20:30:00 29.29 30.04 0.75
27/05/2019 21:00:00 28.74 30.39 1.65 31/05/2019 21:00:00 29.22 30.02 0.80
27/05/2019 21:30:00 28.82 30.34 1.53 31/05/2019 21:30:00 29.27 29.99 0.73
27/05/2019 22:00:00 28.92 30.27 1.35 31/05/2019 22:00:00 29.19 30.04 0.85
27/05/2019 22:30:00 28.97 30.19 1.23 31/05/2019 22:30:00 29.22 30.09 0.88
27/05/2019 23:00:00 29.02 30.14 1.13 31/05/2019 23:00:00 29.22 30.07 0.85
27/05/2019 23:30:00 28.94 30.07 1.13 31/05/2019 23:30:00 29.12 30.02 0.90
[151]
A2.5 Valores de conductividad λ
Tabla A2.10 Valores de Conductividad y Aislamiento Térmico de Diversos Materiales. Fuente: (DOF, 2001; DOF,
2011)
Material Densidad Conductividad Aislamiento
kg/m3 térmica (λ) térmico (M)
W/mK m2K/W
Tabique rojo cocido común
* al exterior 2 000 0.872 -----
* con recubrimiento impermeable por fuera ----- 0.768 -----
* al interior ----- 0.698 -----
Tabique de barro extruido
* Solido vidriado, para acabado exterior 2 050 1,282.0 -----
* Bloque hueco vertical (60 a 67% solido) 2 050 0.998 -----
* Bloque hueco vertical, relleno con vermiculita 2 050 0.575
Tabique ligero con recubrimiento impermeable por fuera
* densidad 1 600 0.698 -----
* densidad 1 400 0.582 -----
* densidad 1 200 0.523 -----
* densidad 1 000 0.407 -----
Tabique ligero al exterior 1 600 0.814 -----
Bloque de concreto celular curado c/autoclave
* densidad 450 0.120 -----
* densidad 600 0.210 -----
Bloque de concreto celular curado c/autoclave
* densidad 500 0.190 -----
* densidad 600 0.210 -----
Bloque de concreto
* 20 cm de espesor, 2 o 3 huecos 1 700 ----- 0.180
* el mismo con perlita 1 700 ----- 0.360
* el mismo con vermiculita 1 700 ----- 0.300
Concreto
* armado 2 300 1,740.0 -----
* simple al exterior 2 200 1,650.0 -----
* ligero al exterior 1 250 0.698 -----
* ligero al interior 1 250 0.582 -----
Mortero
* cemento arena 2 000 ----- -----
* con vermiculita 500 ----- -----
* con arcilla expandida 750 ----- -----
Asbesto cemento, placa 1 800 0.582 -----
Asbesto cemento, placa 1800 0.582 -----
Asbesto cemento, placa 1360 0.250 -----
Bloque
* de tepetate o arenisca calcarea al exterior ----- 1,047.000 -----
* de tepetate o arenisca calcarea al interior ----- 0.930 -----
* de adobe al exterior ----- 0.930 -----
* de adobe al interior ----- 0.582 -----
Piedra
* Caliza 2 180 1,400.0 -----
* Granito, basalto 2 600 1,500.0 -----
* Mármol 2 500 2,000.0 -----
* Pizarra 2 700 2,000.0 -----
* Arenisca 2 000 1,300.0 -----
Madera
* Viruta aglutinada (Pamacon) 700 0.163 -----
* Blanda 610 0.130 -----
* dura 700 0.150 -----
Vidrio
* Sencillo 2 200 0.930 -----
[152]
Continua de página anterior
* Sencillo 2 700 1,160.0 -----
Metales
* Aluminio 2 700 204.0 -----
* Cobre 8 900 372.2 -----
* Acero y fierro 7 800 52.3 -----
MATERIAL DE RECUBRIMIENTO
Tablero de asbesto cemento 1932 0.557 -----
* Espesor 0,32 cm 1932 ----- 0.055
* Espesor 0,84 cm 1932 ----- 0.083
Tablero de triplay ----- 0.115
* Espesor 0,64 cm ----- ----- 0.055
* Espesor 0,96 cm ----- ----- 0.083
* Espesor 1,27 cm ----- ----- 0.110
* Espesor 1,60 cm ----- ----- 0.137
* Espesor 1,90 cm ----- ----- 0.165
Tablero de yeso ----- ----- -----
* Espesor 0,96 cm ----- ----- 0.057
* Espesor 1,27 cm ----- ----- 0.083
* Espesor 1,69 cm ----- ----- 0.110
Aplanados
* Yeso 800 0.372 -----
* Mortero de cal al exterior ----- 0.872 -----
* Mortero de cal al interior ----- 0.698 -----
Rellenos
* Tierra, arena o grava expuesta a la lluvia ----- 2,362.0 -----
* Terrados secos en azoteas ----- 0.582 -----
* Tezontle ----- 0.186 -----
* Arena seca, limpia 1 700 0.407 -----
Placas -----
* Fibracel 1,000 0.128 -----
Azulejos y mosaicos ----- 1,047.0 -----
Ladrillo exterior ----- 0.872 -----
Ladrillo exterior con recubrimiento impermeabilizado por fuera ----- 0.768 -----
Madera (humedad 12%)
* Pino 663 0.162 -----
* Cedro 505 0.130 -----
* Roble 753 0.180 -----
* Fresno 674 0.164 -----
[153]
ANEXO 3
Datos de hidrología y registros con el simulador
de lluvias
Se indican en las Tablas A3.1 y A3.2, índices de escurrimiento considerados por diferentes
autores para su empleo en la formulación del Método Racional.
Tabla A3.1 Valores del coeficiente de escurrimiento para periodos de retorno de 2 a 100 años. Fuente: (Campos-
Aranda, citado en SEMARNAT-CNA, 2016)
Porcentaje de área Periodos de retorno en años
Uso del terreno
impermeable 2 5 10 100
Comercial 95 0.87 0.87 0.88 0.89
Alrededor de zonas comerciales 70 0.6 0.65 0.7 0.8
Residencial de familias individuales 50 0.4 0.45 0.5 0.6
Edificios de apartamentos (separados) 50 0.45 0.5 0.6 0.7
Edificios de apartamentos (juntos) 70 0.6 0.65 0.7 0.8
½ campo edificado o más 45 0.3 0.35 0.4 0.6
Apartamentos 70 0.65 0.7 0.7 0.8
Industrial (disperso) 80 0.71 0.72 0.76 0.82
Industrial denso 90 0.8 0.8 0.85 0.9
Parques y cementerios 7 0.1 0.25 0.35 0.65
Campos de juego 13 0.25 0.25 0.35 0.65
Escuelas 50 0.45 0.5 0.6 0.7
Patios de ferrocarril 20 0.4 0.45 0.5 0.6
Calles pavimentadas 100 87 0.88 0.9 0.93
Calles empedradas 40 0.15 0.25 0.35 0.65
Avenidas y paseos 96 0.87 0.87 0.88 0.89
Techo o azoteas 90 0.8 0.85 0.9 0.9
Césped en suelos arenosos 2 0 0.01 0.05 0.2
Césped en suelos arcillosos 2 0.05 0.1 0.2 0.4
Tabla A3.2 Coeficientes de escurrimientos para distintas superficies sin urbanizar. Fuente: Fuente especificada no
válida.
[154]
A3.2 Registro de resultados del experimento en el simulador de lluvias
En las tablas que se presentan a continuación, Reg ### corresponde al número corrida con
el que se identificó cada uno de los ensayos realizados en el simulador de lluvias. Superficie
identifica el estado de la superficie por la que transitaba el flujo de agua (e.g. mesa libre,
con una capa de tezontle y con dos capas de tezontle). Pendiente es la que se le dio a la
mesa a fin de replicar aquella que existe comúnmente en las azoteas de vivienda. Q ini y Q
Fin son los datos registrados en el aforador del simulador (ver Fig. 5.10), mientras que Q
(l/min) es el dato que se registró en la regla graduada del vertedor del sistema (ver Fig.
5.11). Los tiempos t (min) se cronometraron y registraron en video.
[155]
Tabla A3.4 Registros para mesa libre con 2% de pendiente
Reg 350 Reg 351 Reg 352
Superficie Pendiente Superficie Pendiente Superficie Pendiente
mesa libre 2.0% mesa libre 2.0% mesa libre 2.0% Promedios
Q ini Q Fin Q ini Q Fin Q ini Q Fin representativos
2.3 2.2 2.4 2.4 2.4 2.35 de Tc
Q (l/min) t (min) Q (l/min) t (min) Q (l/min) t (min)
0 00:00:00 0 00:00:00 0 00:00:00
0.2 00:00:43 0.2 00:00:30 0.2 00:00:53
0.4 00:01:20 0.4 00:00:56 0.4 00:01:14
0.6 00:01:34 0.6 00:01:22 0.6 00:01:29
0.8 00:01:48 0.8 00:01:46 0.8 00:01:41 Tc con 1 l/min:
1 00:02:00 1 00:02:09 1 00:01:52 00:02:00
1.2 00:02:16 1.2 00:02:33 1.2 00:02:06
1.4 00:02:32 1.4 00:03:07 1.4 00:02:30
1.6 00:03:03 1.6 00:03:46 1.6 00:03:08
1.8 00:04:02 1.8 00:04:43 1.8 00:03:48 Tc con 2 l/min:
2 00:05:14 2 00:06:00 2 00:04:45 00:05:20
2.1 00:05:50 2.1 00:07:00 2.1 00:05:41
2.2 00:07:40 2.2 00:08:30 2.2 00:07:29
2.25 00:08:10 2.25 00:08:59 2.25 00:08:25
2.3 00:08:50 2.3 00:10:00 2.3 00:10:42
2.3 00:12:13 2.35 00:10:30 2.3 00:12:35
2.4 00:12:13
[156]
Tabla A3.6 Registros para mesa con 1 capa de tezontle y 2% de pendiente
Reg 353 Reg 354 Reg 355
Superficie Pendiente Superficie Pendiente Superficie Pendiente
Tez. 1 capa 2.0% Tez. 1 capa 2.0% Tez. 1 capa 2.0% Promedios
Q ini Q Fin Q ini Q Fin Q ini Q Fin representativos
2.4 2.3 2.4 2.3 2.3 2.2 de Tc
Q (l/min) t (min) Q (l/min) t (min) Q (l/min) t (min)
0 00:00:00 0 00:00:00 0 00:00:00
0.2 00:00:10 0.2 00:00:23 0.2 00:00:10
0.4 00:00:23 0.4 00:00:34 0.4 00:00:23
0.6 00:00:34 0.6 00:00:41 0.6 00:00:34
0.8 00:00:43 0.8 00:00:51 0.8 00:00:43 Tc con 1 l/min:
1 00:00:55 1 00:01:00 1 00:00:56 00:00:57
1.2 00:01:08 1.2 00:01:12 1.2 00:01:08
1.4 00:01:23 1.4 00:01:26 1.4 00:01:25
1.6 00:01:42 1.6 00:01:39 1.6 00:01:44
1.8 00:02:03 1.8 00:01:58 1.8 00:02:10 Tc con 2 l/min:
2 00:02:38 2 00:02:11 2 00:02:36 00:02:28
2.1 00:03:24 2.1 00:02:30 2.1 00:03:08
2.2 00:05:40 2.2 00:02:58 2.2 00:04:10
2.25 00:06:15 2.25 00:03:30 2.25 00:05:10
2.3 00:08:40 2.3 00:05:00 2.25 00:09:20
2.3 00:12:12 2.35 00:07:00
2.35 00:08:31
[157]
Tabla A3.8 Registros para mesa con 2 capas de tezontle y 2% de pendiente
Reg 361 Reg 362
Superficie Pendiente Superficie Pendiente
Tez. 2 capa 2.0% Tez. 2 capa 2.0% Promedios
Q ini Q Fin Q ini Q Fin representativos
2.1 2 2 2 de Tc
Q (l/min) t (min) Q (l/min) t (min)
0 00:00:00 0 00:00:00
0.2 00:00:21 0.2 00:00:30
0.4 00:00:36 0.4 00:00:45
0.6 00:00:47 0.6 00:00:57
0.8 00:01:01 0.8 00:01:09 Tc con 1 l/min:
1 00:01:13 1 00:01:21 00:01:17
1.2 00:01:27 1.2 00:01:38
1.4 00:01:45 1.4 00:02:00
1.6 00:02:07 1.6 00:02:28
1.8 00:02:49 1.8 00:03:12 Tc con 2 l/min:
2 00:03:28 2 00:04:04 00:03:46
2.1 00:04:02 2 00:08:19
2.15 00:06:18
2.15 00:08:36
[158]
ANEXO 4
De la revisión estructural
… La carga viva máxima Wm se deberá emplear para diseño estructural por fuerzas
gravitacionales y para calcular asentamientos inmediatos en suelos, así como en el
diseño estructural de los cimientos ante cargas gravitacionales …
… Las cargas uniformes de la tabla siguiente se considerarán distribuidas sobre el
área tributaria de cada elemento:
Tabla A4.1 Cargas Vivas Unitarias, en kg/m² (extracto parcial). Fuente: (NTC, 2004)
Destino de piso o cubierta Wm (kg/m2)
a) Habitación (casa/habitación, departamentos, viviendas, dormitorios, cuartos de
hotel, internados de escuelas, cuarteles, cárceles, correccionales, hospitales y 190
similares)
b) Oficinas, despachos y laboratorios 250
c) Comunicación para peatones (pasillos, escaleras, rampas, vestíbulos y pasajes de
400
acceso libre al público)
d) Estadios y lugares de reunión sin asientos
480
individuales incluyendo salones de baile y gimnasios
e) Otros lugares de reunión (templos, cines, teatros, restaurantes, áreas de lectura en
350
bibliotecas, aulas, salas de juego y similares)
[159]
(4) En el diseño de pretiles de cubiertas, azoteas y barandales para escaleras,
rampas, pasillos y balcones, se supondrá una carga viva horizontal no menor de 100
kg/m² actuando al nivel y en la dirección más desfavorables …
(7) Las cargas vivas especificadas para cubiertas y azoteas no incluyen las cargas
producidas por tinacos y anuncios, ni las que se deben a equipos u objetos pesados
que puedan apoyarse en o colgarse del techo. Estas cargas deben preverse por
separado y especificarse en los planos estructurales … adicionalmente, los
elementos de las cubiertas y azoteas deberá revisarse con una carga concentrada de
100 kg en la posición más crítica …
Será admisible considerar que la fuerza cortante que toma cada muro o segmento
es proporcional a su área transversal, ignorar los efectos de torsión, de momento de
volteo y de flexibilidad de diafragma, y emplear el método simplificado de diseño
sísmico especificado en el Capítulo 7 de las Normas Técnicas Complementarias para
Diseño por Sismo, cuando se cumplan los requisitos especificados en el Capítulo 2
de las Normas citadas y que son los siguientes:
[160]
en la dirección de análisis (fig. 3.6). El área efectiva es el producto del área
bruta de la sección transversal del muro, AT y el factor FAE que está dado por:
[161]
[162]
BIBLIOGRAFÍA
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