Unidad 1

Introducción a la Equidad de Género
en la Seguridad Social
UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género:
Conceptos clave.
INTRODUCCIÓN A LA EQUIDAD DE GÉNERO EN LA SEGURIDAD SOCIAL
UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves
Tabla de contenido
1. Introducción….................................................................3
2. Sexo y género: dos conceptos independientes…..........4
3. Socialización diferenciada………………………………...6
4. Los estereotipos de género y el sistema sexo género...8
5. Desigualdad……………………………………………….11
6. Feminismo………………………………………………...13
7. Empoderamiento………………………………………….15
8. Igualdad/Equidad de género…………………………….20
8.1. Igualdad de Oportunidades……………………………...21
9. A modo de Resumen……………………………………..28
10. Para profundizar…………………………………………..29
11. Referencias bibliográficas………………………………..30
11.1. Referencias web…………………………………………..31
1. Introducción
Las desigualdades de género se producen en todos

los ámbitos de la sociedad, desde la esfera privada, en
la que se enmarca lo que sucede dentro de los
hogares y las familias, a los ámbitos públicos como la
educación, la salud, el empleo, la política, la economía,
la cultura, etc., de ahí que sea necesario remarcar la
importancia de la igualdad de oportunidades y manejar
conceptos esenciales para entenderla.
La igualdad de género es un derecho fundamental de

los seres humanos que nos incumbe a todos y todas.
Vulnerar este derecho afecta a más de la mitad de la
humanidad.
La aplicación transversal de la igualdad a todas las

áreas sociales ha sido uno de los grandes logros de
las políticas públicas durante los últimos años, e
implica el reconocimiento de una estructura social
desigualitaria que es necesario corregir.
Durante esta formación, profundizaremos en

conceptos que son claves para entender la importancia
de la igualdad de género.
2. Sexo y género: dos conceptos independientes
Para comprender bien la conceptualización de la igualdad y su

integración en las políticas públicas debemos aprender a
distinguir varios conceptos:
Al hablar de igualdad de género, la primera pregunta que nos

puede surgir es ¿a qué nos referimos cuando hablamos de
género?
Es importante distinguir entre sexo y género.
Cuando hablamos de sexo, nos estamos refiriendo a las diferencias biológicas existentes
entre hombres y mujeres que hacen que nuestra fisonomía sea diferente.
Sin embargo, cuando hablamos de género, nos estamos refiriendo a una cuestión mucho
más compleja.
Gayle Rubin, antropóloga estadounidense, acuña el término género en 1975 para

referirse a la construcción cultural que cada sociedad hace a partir de las diferencias
biológicas que existen entre hombres y mujeres. Mediante esta construcción se asignan
cultural y socialmente aptitudes, roles sociales y actitudes diferenciadas para mujeres y
hombres atribuidas en función de su sexo biológico.
De esta forma, y de manera más o menos generalizada, en todas las sociedades

compartimos una idea de lo que significa ser hombre y lo identificamos con una serie de
características que configuran nuestra imagen de lo masculino. Del mismo modo,
asignamos unas características a las mujeres que también nos hacen tener un patrón
generalizado sobre la idea de lo que implica lo femenino.
Socialmente se tiende a identificar a los hombres como seres más fuertes y hábiles, y por
tanto más inteligentes, más interesados por la política y la economía; mientras que es
más común asociar a las mujeres con un interés mayor por los valores estéticos, de
carácter social, espiritual y emocional. Es así como asociamos a los hombres con rasgos
de independencia, de dominación, de obtención del éxito profesional y prestigio social, y
como individuos menos afectivos; mientras, las mujeres suelen ser concebidas como
seres más dependientes, afectivos y expresivos, con menos intereses materiales y
menos vocación y capacidad, profesional y material.
Sin embargo, el concepto de género no puede reducirse a la idea de mujer, algo que es
habitual, sino que es un sistema compuesto por dos categorías, masculino y femenino,
construidas de forma interrelacionada e indisolublemente unidas. Hablar de género,
cuando queremos hablar de mujeres, nos puede conducir a reproducir también el sistema
de desigualdad, nombrando únicamente lo que el propio sistema piensa como la parte
inferior. Esta reducción saca a los hombres del sistema de género y los eleva a un
espacio incuestionable, son las mujeres quienes deben hacer cambios para dejar de ser
desiguales y alcanzar la equidad. Además, asumir “género” como igual a “mujer” puede
llevarnos a olvidar que existen otras formas identitarias de género surgidas paralelamente
a las de hombres y mujeres.
Estas ideas de lo que supone ser hombre o mujer, se producen desde que nacemos y se
consolidan a lo largo de nuestra vida a través de lo que se denomina la socialización
diferenciada.
3. Socialización diferenciada
Desde antes de nacer la familia se prepara para recibir a la criatura y lo hace,
generalmente, de forma diferente según sea niño o niña: la ropa y los colores de esta, la
habitación más o menos adornada y con diferentes juguetes, las expectativas de la
familia serán diferentes si el bebé que viene de camino es un niño o una niña.
Antes de continuar veamos el siguiente video:
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
• ¿Nos comportamos igual con los niños que con las niñas que tenemos a
nuestro alrededor?
• ¿Es el mismo regalo de cumpleaños el que le hacemos a un niño que a una

niña?
• ¿Es posible tratar al bebé de una manera no condicionada por su sexo?

Ya desde el nacimiento, niños y niñas reciben trato distinto por parte de quienes integran
su entorno familiar. Las interactuaciones de familiares y criaturas no son de la misma
calidad, ni en la misma cantidad.
Los niños y las niñas van interiorizando y aprendiendo poco a poco los comportamientos
que existen entre niños y niñas y por extensión entre las mujeres y los hombres. Así pues,
la socialización de género es el proceso por el cual aprendemos a pensar, sentir, valorar,
comportamos y actuar como hombres o como mujeres, de acuerdo con unas normas,
creencias y valores que cada cultura y cada época asigna a unas y a otros. Estas normas
no son universales para todos los seres humanos, ni son para siempre porque cambian
con la edad, de acuerdo con el lugar donde se viva, etc.
Cada grupo social, cada sociedad transmite normas, valores y sistemas de

representación desde la niñez, en forma implícita y explicita con: gestos,
comportamientos, tipos de relaciones, sanciones sociales y tabúes.
La socialización de los géneros constituye un proceso de aprendizaje de los papeles

asignados a cada individuo según su sexo. A una edad muy temprana, aprendemos que
las personas adultas se clasifican en hombres y mujeres, son muy diferentes entre sí y lo
que se espera de cada una de ellas es casi opuesto. Así es como se construyen los
estereotipos de género.
4. Los estereotipos de género y el sistema sexo género

Los estereotipos de género son ideas que se fijan y perpetúan con respecto a las
características que presuponemos propias de uno u otro sexo. El siguiente video nos
servirá para reflexionar sobre esta cuestión
• ¿Se reconoce imitando alguna vez a las mujeres en alguna actividad deportiva?
• ¿Y a los hombres realizando alguna tarea del hogar?
• ¿Cree que hay actividades que desempeñan mejores hombres que mujeres o
viceversa?
ACTIVIDAD COMPLEMENTARIA
Analice las siguientes frases y reflexione sobre si son ciertas o son estereotipos:
➢ Los hombres son racionales mientras que las mujeres son emocionales.
➢ Los hombres son más activos y las mujeres más pasivas.
➢ Los hombres son más agresivos y las mujeres más pacíficas
➢ Los hombres son físicamente fuertes mientras las mujeres son débiles
➢ Los hombres son egoístas mientras que las mujeres son abnegadas y sacrificadas
➢ Los hombres son psicológicamente fuertes y las mujeres, vulnerables
➢ Los hombres son independientes; las mujeres, dependientes.
Hemos aprendido ya que no existe una identidad común de las mujeres de forma que lo
que llamamos como hombre y como mujer no es un conjunto de atributos naturales sino
más bien en un conjunto de construcciones culturales. Las mujeres no son un grupo de
seres homogéneos que piensan, desean y actúan de manera común por tener una
genitalidad similar, del mismo modo que no lo son los hombres.
Pero como considera Gayle Rubin a través de estos estereotipos se establece el sistema
sexo-género, que consiste en la forma en que se organiza la sociedad en función de esos
géneros diferenciados.
Esta organización social supone la existencia de múltiples desigualdades debido a una

jerarquización en función del género que sitúa a los varones en una posición de
superioridad y a las mujeres en una situación de subordinación. A su vez, este sistema en
tanto que estructura social desigualitaria, se produce en todos los niveles sociales y
afecta a todos los ámbitos de la vida.
Una de las facetas donde más afecta es en la división sexual del trabajo. De acuerdo con
esta división, existen dos grandes esferas en las que nos encontramos. La esfera pública
se concibe como el espacio del mundo laboral y de la política mientras que la esfera de lo
privado se considera el espacio de la familia y lo doméstico.
Estas dos esferas se complementan, pero, al mismo tiempo, se refieren a órdenes

distintos en los que se ha establecido una diferencia en el estatus de las mujeres y los
hombres. Los hombres han sido reconocidos ciudadanos con plenos derechos para
participar de las decisiones del Estado y en la vida pública, lo que incluye la economía y
el mercado, mientras las mujeres han sido tradicionalmente nombradas las “reinas del
hogar”, lo que implica enmarcarlas en la esfera privada, principalmente al ámbito
doméstico y en una posición subordinada.
Esta manera de repartir los roles sociales establece la división entre la esfera productiva,
donde se realiza la obtención, transformación e intercambio de bienes y la producción de
la sociedad, la política y el liderazgo, asignada tradicionalmente a los varones, y la esfera
reproductiva, donde se llevan a cabo un conjunto de tareas orientadas a garantizar la
continuidad de la vida cotidiana y la reproducción de las familias y los grupos sociales,
asignada tradicionalmente a las mujeres.
Como resultado de estas diferencias en el posicionamiento de unas y otros en las esferas

productiva y reproductiva, las relaciones de género se constituyen como relaciones de
poder, principalmente de los hombres sobre las mujeres. Este proceso se ve reforzado
por una valoración ideológica de lo masculino en detrimento de lo femenino,

consolidando así una visión que justifica los privilegios masculinos.
A ese posicionamiento del hombre en el centro de todas las

cosas se le denomina Androcentrismo. Esta concepción de la
realidad parte de la idea de que la mirada masculina es la
única posible y universal, por lo que se generaliza para toda la
humanidad, sean hombres o mujeres, lo que implica la
invisibilidad de las mujeres y la ocultación de las aportaciones
realizadas por ellas, lo que supone la base de la desigualdad.
Además, esta visión desde un único punto de vista hace que

se reproduzcan como normales situaciones que para nada lo
son.
Pero, ¿y si cambiamos el punto de vista?
• ¿Parece exagerado el video?
• ¿Se ha sentido identificada o identificado con alguna de las escenas que describen
en el video?
• ¿Sería diferente su opinión si fuese del sexo contrario al que es?
• ¿Has escuchado a las mujeres de tu alrededor comentar que les haya ocurrido
alguna de estas situaciones?
5. Desigualdad
En muchas ocasiones oímos hablar de la igualdad de género como algo superado, por lo
que no es necesario realizar más cambios en esta materia, ya hombres y mujeres somos
iguales, pero vemos lo que dicen las cifras.
Según los datos aportados por Cándida Gago en el “Atlas de las mujeres en el desarrollo
del Mundo”, publicado en 2015 y los datos de ONU Mujeres:
Aproximadamente el 70% de las personas pobres y analfabetas del mundo

son mujeres.
Mueren 72 millones de mujeres por la práctica de abortos selectivos,

infanticidios, abandono de niñas recién nacidas o por la desatención en el
parto.
Cada año, 2 millones de niñas de entre 5 y 15 años son explotadas

sexualmente.
200 millones de mujeres han sido obligadas a la mutilación genital.
Más de 60 millones de niñas son forzadas a contraer matrimonio o a vivir

en pareja antes de cumplir 18 años
Pese a la limitación de acceso a los datos y las múltiples formas de

violencia, 1 de cada 3 mujeres sufre violencia física o sexual,
principalmente por sus parejas o exparejas. Cada día, 137 mujeres son
asesinadas por miembros de su propia familia.
En torno a un 50% de las mujeres del mundo tienen un trabajo remunerado.

Sin embargo, las mujeres cobran de promedio dos tercios del salario de los
hombres.
En 2021, sólo un 25,6% de los escaños parlamentarios están ocupados por

mujeres y sólo 22 países cuentan con una mujer al frente de la jefatura de
Estado o Gobierno.

El carácter subordinado de la participación de las mujeres en la sociedad limita sus
posibilidades de acceder a la propiedad de controlar sus propios recursos económicos,
sociales y políticos y como nos demuestran las cifras, sitúa a las mujeres en clara
desigualdad respecto a los hombres.
Pero la idea de identidad común, la presunción de que las mujeres de cualquier cultura,
etnia o nivel socioeconómico actúan, piensan y se relacionan de forma semejante, es una
forma de justificar una “mujer natural” que debe relacionarse con los hombres a partir de
un modelo único, verdadero, incuestionable. Una mujer que no habita en ninguna de las
muchas mujeres que sí existen.
Las mujeres, al igual que los hombres, son diferentes entre sí. En una misma persona
confluyen diferentes circunstancias como son la raza, la clase social, el género, la
sexualidad, la discapacidad, etc., que nos hacen relacionarnos con el mundo de una
manera determinada.
Kimberlé Crenshaw en la Conferencia Mundial

contra el Racismo en Sudáfrica en 2001 acuña
el término interseccionalidad para explicar cómo
la etnia y el género influían en la vida de las
personas de manera distinta y, por tanto, el
racismo no tenía los mismos efectos sobre los
hombres que sobre las mujeres negras. La
propia Kimberlé lo explica en esta charla:
Como señala el Observatorio Transnacional de la Inclusión Social e Equidad en la

Educación Superior, las perspectivas de análisis interseccionales tuvieron su origen con
las demandas y contribuciones de activistas negras, lesbianas y de “tercer mundo”. Esta
aportación teórica ha permitido hacer una reflexión crítica sobre la visión de las mujeres y
desde esa visión, actuar en la intervención política.
Ahora bien, hablar de la existencia de las mujeres como grupo humano que contenga o
mantenga una identidad común es una idea política que ha servido a grupos y
movimientos que han puesto en marcha estrategias para alcanzar la igualdad de género y
la equidad de género, así como muchos de los derechos que las mujeres tienen
reconocidos en gran parte del planeta hoy en día.
6. Feminismo
Generalmente, cuando se habla de feminismo no se tiene una idea clara de qué es y

suele confundirse con otros conceptos, relacionados, pero no sinónimos. En la
mayoría de las ocasiones, se habla del feminismo como un concepto antagónico del
machismo, cuando no lo son.
Atendiendo a las definiciones propuestas por Victoria Sau podemos decir que:
➢ Feminismo Movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo
XVIII (aunque sin que sea denominado como tal) y que supone la toma de conciencia
de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y
explotación de que han sido y son objeto. Ello, las mueve a la acción para la
liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que sea
necesaria.
➢ Hembrismo Falsa superioridad de las mujeres sobre los hombres que implica actos,
físicos y/o verbales discriminatorios hacia los hombres
➢ Machismo Falsa superioridad de los hombres sobre las mujeres que implica actos,
físicos y/o verbales discriminatorios hacia las mujeres
➢ Sexismo Conjunto de todos y cada uno de los métodos empleados en el seno del
patriarcado para poder mantener la situación de inferioridad, subordinación y
explotación del sexo dominado: el femenino
➢ Patriarcado Conjunto de creencias que, dando lugar a “verdades rectoras”, nutre

tanto el sexismo como el machismo “argumentos para mantener la situación de
dominación hacia las mujeres.
➢ Misoginia Odio o repulsión de todo lo asociado con las mujeres y lo femenino al

considerarlas inferiores y portadoras de negatividad.
El feminismo busca eliminar las jerarquías y desigualdades entre ambos sexos. Pretende
transformar las relaciones basadas en la asimetría y opresión sexual, mediante una
acción movilizadora. La teoría feminista se refiere al estudio sistemático de la condición
de las mujeres, su papel en la sociedad y las vías para lograr su emancipación.
Podemos decir que éste es un movimiento político integral contra el sexismo que expresa
la lucha de las mujeres contra cualquier forma de discriminación. Es importante tener en
cuenta que a diferencia del machismo el feminismo:
ES UN MOVIMIENTO SOCIAL que reivindica los derechos de as mujeres y pretende la

igualdad entre ambos sexos.
ES UNA FILOSOFÍA ya que se cimenta en la voluntad de erradicar cualquier tipo de

discriminación y opresión, aportando modelos de vida alternativos.
ES UN PRINCIPIO ÉTICO que se basa en el respeto a la integridad humana.
ES POLÍTICO porque propone una lucha para conseguir las libertades de todas las
personas, independientemente de su sexo.
ES UNA METODOLOGÍA porque elabora procedimientos tanto cuantitativos como

cualitativos, para conocer el carácter histórico del ser humano y sus circunstancias.
7. Empoderamiento
Como hemos explicado, los movimientos de mujeres han buscado desde sus orígenes la
igualdad entre mujeres y hombres. Para alcanzar dicha igualdad, es necesaria la
participación de ambos sexos en las esferas públicas y privadas de la vida.
En la Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing (Pekín) en 1995 se acuña por

primera vez el término empoderamiento para referirse al aumento de la participación de
las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder.
ONU Mujeres y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas han diseñado una serie de
principios para ayudar a las empresas a crear unas políticas que permitan el
empoderamiento de las mujeres con el fin de:
➢ Conseguir economías más fuertes

➢ Establecer sociedades más justas
➢ Alcanzar los objetivos de desarrollo y sostenibilidad y Derechos Humanos
acordados
➢ Mejorar la calidad de vida de hombres y mujeres en las familias y de las
comunidades
➢ Promover las practicas empresariales
Estos principios son claros y fáciles de seguir:
1. Una directiva que promueva la igualdad de género
Reivindicar un apoyo de alto nivel y políticas directas de primer nivel a favor de la

igualdad de género y de los derechos humanos.
■ Fijar objetivos y resultados a nivel empresarial para la igualdad de género e incluir la

noción de progreso entre los factores de evaluación de rendimiento de los gerentes
empresariales.
■ Comprometer las partes implicadas internas y externas en el desarrollo de políticas,

programas y planes de implementación empresariales a favor de la igualdad.
■ Garantizar que todas las políticas incluyan la dimensión de género -mediante la
identificación de factores cuyos impactos varían según el género - y que la cultura
empresarial fomente la igualdad y la integración.
➢ Conseguir economías más fuertes

➢ Establecer sociedades más justas
➢ Alcanzar los objetivos de desarrollo y sostenibilidad y Derechos Humanos
acordados
➢ Mejorar la calidad de vida de hombres y mujeres en las familias y de las
comunidades
➢ Promover las practicas empresariales
2. Igualdad de oportunidades, integración y no discriminación
■ Ofrecer la misma remuneración y los mismos beneficios por trabajo de igual valor y
procurar pagar un salario mínimo vital a todos los hombres y mujeres.
■ Asegurarse de que las políticas y las prácticas de trabajo estén exentas de cualquier
discriminación de género.
■ Implementar la contratación y la protección del empleo que integre la dimensión de

género, contratar y nombrar proactivamente a mujeres en puestos directivos y de
responsabilidades, así como en el seno del consejo de administración.
■ Garantizar una participación suficiente de mujeres — 30% o más — en los procesos de

toma de decisión y de dirección a todos los niveles y en todos los sectores económicos.
■ Ofrecer condiciones laborales flexibles, así como la posibilidad de renunciar y de volver

a ocupar puestos de igual remuneración y estatus.
■ Favorecer, tanto a las mujeres como a los hombres, el acceso a guarderías y la

atención a personas dependientes a través de los servicios, la información y los recursos
necesarios.
3. Salud, seguridad y una vida libre de violencia

■ Tener en cuenta los impactos diferenciales sobre mujeres y hombres, ofrecer
condiciones de trabajo seguras y protección frente a la exposición a los materiales
peligrosos, así como informar de todos los riesgos potenciales en cuanto a salud
reproductiva.
■ Instaurar una política de tolerancia cero hacia cualquier forma de violencia en el

entorno laboral que contemple los abusos verbales y físicos y prevenir el acoso sexual.
■ Procurar el ofrecimiento de un seguro médico y cualquier otro servicio pertinente —

incluido para las supervivientes de la violencia de género — y garantizar un acceso
equitativo a todos los empleados.
■ Respetar el derecho de las mujeres y de los hombres a disfrutar de un tiempo libre para
que ellos o las personas a su cargo puedan recibir asistencia médica o asesoramiento.
■ Mediante un acuerdo con los empleados, identificar y tratar las cuestiones de

seguridad, incluidos los traslados de las mujeres desde y hasta su lugar de trabajo y
todas las relativas al ámbito de actuación de la empresa.
■ Formar al personal de seguridad y a los directivos para que puedan identificar los
signos de violencia contra las mujeres y entender las leyes y las políticas empresariales
relativas a la trata de seres humanos y la explotación sexual y laboral.
4. Educación y formación
■ Invertir en políticas y programas de actuación en el lugar de trabajo que favorezcan el

avance de las mujeres a todos los niveles y en todos los sectores económicos y que
promuevan el acceso de las mujeres a todas las profesiones no tradicionales.
■ Garantizar el acceso equitativo a todos los programas de formación y de educación

patrocinados por la empresa, incluidas las clases de alfabetización y las formaciones
vocacionales y en tecnología de la información.
■ Garantizar la igualdad de oportunidades en la creación de redes y de actividades de

tutoría formales e informales.
■ Ofrecer oportunidades necesarias para la promoción del estudio de viabilidad del

empoderamiento de las mujeres y del impacto positivo de la integración sobre los
hombres y las mujeres.
5. Desarrollo empresarial, cadena de suministro y prácticas de marketing
■ Extender las relaciones empresariales a las empresas dirigidas por mujeres, incluidas a
las pequeñas empresas y a las mujeres empresarias.
■ Promover soluciones que integren la dimensión de género a los obstáculos que

suponen los créditos y los préstamos.
■ Pedir a los socios y a las entidades pares que respeten el compromiso de la empresa
de favorecer la igualdad y la integración.
■ Respetar la dignidad de las mujeres en todos los productos de la empresa, ya sea de

marketing u otros.
■ Garantizar que los productos, servicios e instalaciones de la empresa no se utilicen

para fines de trata de seres humanos y/o de explotación sexual o laboral.
6. Liderazgo comunitario y comprensivo
■ Compromiso de empresas de prestigio, para la promoción de la igualdad de género y el

empoderamiento de las mujeres.
■ Ejercer presión, de forma individual o conjunta, para defender la igualdad de género y

colaborar con socios, proveedores y líderes comunitarios en la promoción de la
integración.
■ Trabajar con los representantes de la comunidad y los cuerpos oficiales entre otros, con
el fin de erradicar la discriminación y la explotación y de generar nuevas oportunidades
para las mujeres y las niñas.
■ Promover y reconocer el liderazgo femenino y su contribución en sus comunidades, así

como garantizar la suficiente representación de las mujeres en cualquier mecanismo de
consulta comunitaria.
■ Utilizar programas filantrópicos y becas para apoyar el compromiso empresarial con la

integración, la igualdad y la defensa de los derechos humanos.
7. Transparencia, evaluación e información
■ Difundir las políticas empresariales y los planes de implementación a favor de la

igualdad de género.
■ Establecer puntos de referencia que permitan evaluar la integración de las mujeres en

todos los niveles.
■ Evaluar y difundir los progresos alcanzados, interna y externamente, mediante el uso

de datos desglosados por sexo.
■ Integrar los indicadores de género en las obligaciones de rendición de cuentas en

curso.
Como hemos dicho, el empoderamiento es facilitar la participación de las mujeres en

todas las esferas de la vida, tanto en el ámbito público como en el privado. Pero para que
esto suceda, debemos educar a niños y niñas en el convencimiento de que son capaces
de realizar aquello que se propongan, que no deben permanecer como agentes pasivos a
que sucedan las cosas, sino que deben tomar la iniciativa para alcanzar sus sueños.
Algunas escritoras han reinventado viejos cuentos para favorecer la creación de nuevos
modelos de relación en los que las mujeres tienen un papel activo y toman sus propias
decisiones. No se limitan a esperar a que el príncipe azul venga a buscarlas.
Un ejemplo de ello es esta nueva versión de La Cenicienta o este anuncio por el

empoderamiento de las mujeres:
8. Igualdad/Equidad de género
Ya hemos aprendido muchos de los conceptos esenciales y algunas de las corrientes que
promueven la igualdad de género, pero ¿Qué es la igualdad? ¿Es lo mismo que la
equidad? ¿Es importante?
Cuando hablamos de igualdad de género nos referimos a una visión, un

empoderamiento y una participación de ambos sexos en todas las esferas de la vida
pública y privada. Se dirige a promover la plena participación de las mujeres y de los
hombres en la sociedad de manera conjunta.
Y cuando hablamos de equidad, hablamos de un principio de justicia emparentado con

la idea de igualdad y el reconocimiento de las diferencias sociales. Podemos entonces
definir la equidad como una “igualdad en las diferencias” basada en los derechos
humanos y la igualdad de oportunidades.
Para comprender bien la conceptualización de la igualdad debemos aprender a distinguir

entre distintos tipos de igualdad:
Igualdad formal
Se refiere Al reconocimiento de la igualdad de derechos entre mujeres y hombres en la

normativa jurídica de un estado o internacionalmente. Además, reconocer esta igualdad
de derechos, se refiere también a la prohibición expresa en la normativa de situaciones
de discriminación.
Igualdad efectiva y real
A pesar de la importancia de conseguir la igualdad formal, esto no significa que una vez
que mujeres y hombres han sido equiparados dentro del ordenamiento jurídico, hayan
conseguido la igualdad real. Es precisamente debido a la brecha que existe entre la
igualdad formal (que mujeres y hombres sean reconocidos como iguales por la
legislación) y la igualdad real (que efectivamente lo sean), por lo que se hace necesario
la Puesta en marcha de la Igualdad de Oportunidades y la aplicación en todos los
ámbitos sociales a través del desarrollo de unas políticas públicas de igualdad.
Triple dimensión del principio de igualdad
Dimensión Dimensión Dimensión

Positiva negativa comprensiva
Estrategias y
Todas y todos Prohibición de mecanismos para
somos iguales cualquier tipo de conseguir la
discriminación igualdad real
Igualdad formal Igualdad de trato Igualdad de trato
8.1. Igualdad de Oportunidades
Como hemos dicho, las mujeres suelen estar en inferioridad de condiciones en

diferentes ámbitos, educativo, social o familiar y en especial en el mundo laboral.
Pero para comprender la situación de las mujeres en este ámbito, es necesario

detenerse primero en dos conceptos: el trabajo productivo y el trabajo reproductivo.
Trabajo productivo Trabajo reproductivo
Es el trabajo que se realiza con el

Se entiende como trabajo
objetivo de mantener el bienestar
productivo aquel que reporta de todas las personas que habitan
bienes y servicios, que se el hogar. El trabajo reproductivo
realiza porque tiene valor de comprende desde las tareas de
cambio. Es el trabajo que las cuidado hasta el mantenimiento de
personas realizan a cambio de la vivienda. Está excluido de la
actividad económica y a lo largo de
remuneración económica u
la historia ha sido realizado por las
otros beneficios. mujeres.
El trabajo realizado culturalmente por las mujeres se considera necesario para el

bienestar de la sociedad, pero no es compensado económicamente. Sin embargo, el
trabajo remunerado culturalmente ejercido por los hombres tiene un aporte económico o
de beneficio.
Aunque la incorporación de las mujeres al mundo laboral ha supuesto, como decíamos,

un gran avance, la desigualdad ha sobrevivido a ella, destapando nuevas situaciones de
discriminación para las mujeres.
Una de ellas es la existencia de ocupaciones feminizadas. Esto quiere decir que se

produce una segregación horizontal que ubica a los hombres separados de las mujeres.
Este dato es relevante si se observa que las profesiones que generalmente son
ocupadas por mujeres, están peor valoradas y, en la mayoría de los casos, remuneradas
(cuidados, limpieza, educación).
Pero la desigualdad actúa de manera más profunda y alarmante: los hombres cobran
más, de media, por el mismo trabajo. Este fenómeno es conocido como “brecha salarial
de género” y ya se lucha desde las organizaciones internacionales para reducirlo y
erradicarlo.
Uno de los compromisos internacionales para acabar con la brecha salarial es la meta
8.5 de la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que declara: “De
aquí a 2030, lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las
mujeres y los hombres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad, así como
la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor”.
El último informe de la OIT sobre salarios a nivel mundial representa una muestra de 38
países.
La brecha salarial está

situada entre un 4 y un 36%,
es decir, las mujeres en el
mundo, en términos
generales, cobran entre un 4
y un 36% menos que los
hombres.
Pero ¿puede que cobren más porque trabajen más o estén mejor cualificados?
La OIT establece una diferenciación entre brecha “explicada” y brecha “inexplicada”.
La brecha inexplicada, sin

La brecha explicada es aquella
embargo, es aquella que no tiene
que se produce por características
explicación obvia, y de la que se
observables como el nivel de
muestran los datos del gráfico a
educación o la experiencia laboral
continuación para Europa.
Según los últimos datos de la OIT, para 2018 seguían siendo inexplicables los motivos
que propician la brecha de género. Como se observa en el gráfico, si se excluye el nivel
educativo, la parte no explicativa de la brecha salarial sigue siendo la más elevada (barra
amarilla).
Además, la brecha salarial no explicada es mayor a medida que el salario es más alto,
que es la parte roja que muestra el siguiente gráfico. Es decir, la desigualdad de salarios
entre hombres y mujeres es mayor a medida que aumenta el salario.
A ello se le suma que las mujeres se encuentran con muchas dificultades para poder
ascender en su carrera profesional. Hay dos conceptos básicos que también explican
esta situación:
Techo de cristal
“Se denomina así a una superficie superior invisible en la carrera laboral de las mujeres,
difícil de traspasar, que nos impide seguir avanzando. Su carácter de invisibilidad viene
dado por el hecho de que no existen leyes ni dispositivos sociales establecidos ni códigos
visibles que impongan a las mujeres semejante limitación, sino que está construido sobre
la base de otros rasgos que por su invisibilidad son difíciles de detectar.” Mabel BURÍN1
1 Mabel Burín es Doctora en Psicología Clínica, especialista en Estudios de Genero y Salud Mental.
Directora del Área de Genero y Subjetividad de la Universidad Hebrea Argentina Bar Ilan Es autora de los
libros "Estudios sobre la subjetividad femenina. Mujeres y Salud Mental"(1987) "El malestar de las mujeres.
Unido al techo de cristal y, en muchos casos, actuando a la par, existe el denominado

“suelo pegajoso”.
Suelo pegajoso
Según su definición, este suelo estaría formado por todas las “ataduras” que pueden
tener las mujeres para desarrollar su carrera profesional. Éstas normalmente están
relacionadas con el desempeño de las tareas propiamente asociadas a las mujeres: el
cuidado de la familia (hijos, personas dependientes a cargo, etc.)
A estas situaciones de discriminación en el ámbito laboral hay que sumarle que las
mujeres siguen responsabilizándose del trabajo doméstico. Esta doble jornada es una
condición a la que se ven abocadas muchas mujeres que desempeñan un trabajo
remunerado y el trabajo reproductivo no es compartido con la pareja. Para poder hacer
frente a las dobles jornadas, las mujeres recurren a excedencias laborales por cuidados,
a reducciones de jornada o a solicitar el turno de mañana, dificultando el desarrollo de su
carrera profesional.
Según el último informe de Oxfam Intermón, el 42% de las mujeres del mundo no puede
acceder a un trabajo remunerado por las responsabilidades del trabajo reproductivo.
Además,
“Las mujeres y niñas dedican 12.500 millones de horas diarias a ese tipo de
trabajo, que engloba actividades como el cuidado de niños y niñas, personas
mayores, enfermas o discapacitadas, además de tareas domésticas como
cocinar, lavar o ir a buscar agua o leña. Ese tiempo supone una contribución a la
economía mundial de al menos 10,8 billones de dólares anuales, una cifra que
triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología, es decir, del gasto total
en tecnología que realizan en todo el mundo personas, empresas y gobiernos. ”
Por todo ello, el concepto de igualdad de oportunidades no es concepto estático, sino que
está en proceso continuo de transformación. Así, en los inicios de la aplicación del
principio de igualdad a las políticas públicas, esta aplicación era entendida
exclusivamente en términos de eliminación de las discriminaciones en las normativas, es
decir, iba enfocada a conseguir una igualdad formal. A medida que se fue consiguiendo
La tranquilidad recetada (1990), "Género, Psicoanálisis, Subjetividad"(1996), "Género y

Familia"(1998) y "Varones, género masculino y subjetividad" (2000).
este objetivo de igualdad formal pero las desigualdades entre mujeres y hombres
permanecían, el concepto de igualdad y su aplicación fue evolucionando hacia la puesta
en marcha de acciones específicas y acciones positivas, hasta llegar a la integración del
principio de igualdad en todas las políticas y programas (transversalidad o
mainstreaming).
Objetivos de la Igualdad de Oportunidades
Promoción de la participación igualitaria de mujeres y hombres en la vida

política y pública.
Conciliación de la vida familiar y laboral para mujeres y hombres.
Reconocimiento común de mujeres y hombres de la necesidad de eliminar

los desequilibrios en la sociedad y su responsabilidad compartida para
llevarlo a cabo.
Este cambio de perspectiva en la conceptualización de la igualdad se refleja en la

transformación llevada a cabo en las políticas públicas de igualdad, que ha consistido,
fundamentalmente, en situar el principio de igualdad como un objetivo en todas las
políticas públicas y todas las acciones y ámbitos de la sociedad. De ahí la necesidad de
que la igualdad esté presente, en cuanto al principio transversal, en todas las políticas
públicas.
Pero para poder aplicar la igualdad de forma transversal en las políticas públicas,
necesitamos contar con cierta perspectiva de género.
Cuando hablamos de perspectiva de género hablamos de tener una mirada analítica que
explique cómo las sociedades construyen sus reglas, valores, prácticas, procesos y
subjetividad, dándole un nuevo sentido a lo que son las mujeres y los hombres, y a las
relaciones existentes entre ambos. Dado este sentido relacional, la perspectiva de género
no alude exclusivamente a los temas que afectan a las mujeres sino a los procesos
sociales y culturales que convierten la diferencia sexual en la base de la desigualdad de
género.
Con esta mirada crítica buscamos:
Desnaturalizar las explicaciones sobre las diferencias entre mujeres y hombres,

basadas en aspectos biológicos y negando la influencia social.
Comprender los procesos a través de los cuales las diferencias biológicas entre los
sexos se convierten en desigualdades sociales, que limitan el acceso equitativo de
mujeres y hombres a los recursos económicos, políticos y culturales.
Identificar vías y alternativas para modificar la desigualdad de género y promover la

igualdad jurídica y la equidad entre mujeres y hombres.
Visibilizar la experiencia de los hombres en su condición de género. Contribuyendo a

una mirada más integra e histórica de sus necesidades, intereses y contribuciones al
cambio.
9. A modo de Resumen…
1. La igualdad es un derecho. Las mujeres representan el 51% de la población

mundial y en muchos lugares del mundo no son respetados sus derechos. Naciones
Unidas afirma en el artículo de la Declaración sobre la eliminación de la discriminación
contra la mujer que "la discriminación contra la mujer, por cuanto niega o limita su
igualdad de derechos con el hombre, es fundamentalmente injusta y constituye una
ofensa a la dignidad humana“.
2. Los datos muestran que existe desigualdad. A lo largo de toda la unidad hemos ido
viendo como las cifras hablan por sí solas: las mujeres son más pobres, están más
desprotegidas quedando limitadas en sus derechos fundamentales, como el voto o su
independencia y están expuestas a múltiples formas de violencia.
3. La igualdad significa diversidad y, por tanto, enriquecimiento. Cuanto más

igualitarias son las sociedades, más ricas son, ya que se aprovechan todos los talentos
de las personas en beneficio de la comunidad.
4. Es posible. Los cambios que poco a poco se van produciendo en la sociedad, las
modificaciones legislativas y el compromiso de muchas instituciones, tanto públicas como
privadas, nos hacen ver que es posible alcanzar una igualdad efectiva que nos satisfaga
a todos y todas.
10. Para profundizar…
• Beauvoir, S. (1987). El segundo sexo, 2 vols. Buenos Aires, Ediciones Siglo

Veinte.
• Casado, E. (1999). A vueltas con el sujeto del feminismo. Política y Sociedad, N.º
30.
Vínculo
• Friedan, B. (1974) La mística de la feminidad. Biblioteca Jucar, Madrid.
• Instituto Jalisciense de las Mujeres (2008) Manual de sensibilización en

perspectiva de género. Mujeres y hombres ¿Qué tan diferentes somos?
Vínculo
• Millet, K. (2010). Política Sexual. Catedra. Barcelona
• Objetivos de Desarrollo Sostenible. Agenda 2030. Meta 8.

Vínculo
• Observatorio Transnacional de Inclusión Social e Equidad en la Educación

Superior
Vínculo
• Platero, L. (2012). Cartografiando los márgenes: Interseccionalidad, políticas

identitarias, y violencia contra las mujeres de color. Intersecciones: cuerpos y
sexualidades en la encrucijada: Ballatera. Barcelona, España.
11. Referencias bibliográficas
• AEGI Curso online promotora de igualdad (2014). AEGI, formación social.
• Gago, C. Atlas de las Mujeres en el desarrollo del Mundo. Iepala.
• Guía didáctica avanzada sobre planes de igualdad. (2015). Ministerio de Sanidad

Servicios Sociales e Igualdad. España
• Guía metodológica para la sensibilización en género: Una herramienta didáctica para

la capacitación en la administración pública. (2008).
Vínculo
• Informe Mundial sobre Salarios 2018/2019: Qué hay detrás de la brecha salarial de
género. OIT.
Vínculo
• Miguel de, A. (2010). Feminismos a través de la Historia.

Vínculo
• ONU Mujeres. (2011). Principios para el empoderamiento de las mujeres.

Vínculo
• ONU Mujeres (2021) Mujeres en la política: 2021.

Vínculo
• Oxfam Intermón (2020) Tiempo para el cuidado. El trabajo de cuidados y la crisis

global de desigualdad. Informe Oxfam Intermón, 2020
Vínculo
• Rubin, G. (1986). El tráfico de Mujeres: Notas sobre la “economía política del sexo”.
Revista Nueva Antropología. Universidad Autónoma de México. Distrito Federal.
Noviembre vol. VIII, n 30, pp. 95-145
Vínculo
• Sau, V. (2000). Diccionario Ideológico Feminista. Icaria. Barcelona
• Varela, N. (2008). Feminismo para principiantes. SA Ediciones B. Madrid

11.1. Referencias web
• Amnistía Internacional https://www.es.amnesty.org/
• Mujeres en Red http://www.mujeresenred.net/
• ONU Mujeres http://www.unwomen.org/es

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Introducción a la Equidad de Género

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

Las desigualdades de género se producen en todos

La igualdad de género es un derecho fundamental de

La aplicación transversal de la igualdad a todas las

Durante esta formación, profundizaremos en

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

2. Sexo y género: dos conceptos independientes

Para comprender bien la conceptualización de la igualdad y su

Al hablar de igualdad de género, la primera pregunta que nos

Es importante distinguir entre sexo y género.

Gayle Rubin, antropóloga estadounidense, acuña el término género en 1975 para

De esta forma, y de manera más o menos generalizada, en todas las sociedades

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

Antes de continuar veamos el siguiente video:

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

• ¿Es el mismo regalo de cumpleaños el que le hacemos a un niño que a una

• ¿Es posible tratar al bebé de una manera no condicionada por su sexo?

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

Cada grupo social, cada sociedad transmite normas, valores y sistemas de

La socialización de los géneros constituye un proceso de aprendizaje de los papeles

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

4. Los estereotipos de género y el sistema sexo género

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

Esta organización social supone la existencia de múltiples desigualdades debido a una

Estas dos esferas se complementan, pero, al mismo tiempo, se refieren a órdenes

Como resultado de estas diferencias en el posicionamiento de unas y otros en las esferas

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

por una valoración ideológica de lo masculino en detrimento de lo femenino,

A ese posicionamiento del hombre en el centro de todas las

Además, esta visión desde un único punto de vista hace que

Pero, ¿y si cambiamos el punto de vista?

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

• ¿Parece exagerado el video?

• ¿Sería diferente su opinión si fuese del sexo contrario al que es?

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

Aproximadamente el 70% de las personas pobres y analfabetas del mundo

Mueren 72 millones de mujeres por la práctica de abortos selectivos,

Cada año, 2 millones de niñas de entre 5 y 15 años son explotadas

200 millones de mujeres han sido obligadas a la mutilación genital.

Más de 60 millones de niñas son forzadas a contraer matrimonio o a vivir

Pese a la limitación de acceso a los datos y las múltiples formas de

En torno a un 50% de las mujeres del mundo tienen un trabajo remunerado.

En 2021, sólo un 25,6% de los escaños parlamentarios están ocupados por

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

Kimberlé Crenshaw en la Conferencia Mundial

Como señala el Observatorio Transnacional de la Inclusión Social e Equidad en la

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

Generalmente, cuando se habla de feminismo no se tiene una idea clara de qué es y

➢ Patriarcado Conjunto de creencias que, dando lugar a “verdades rectoras”, nutre

➢ Misoginia Odio o repulsión de todo lo asociado con las mujeres y lo femenino al

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves

ES UN MOVIMIENTO SOCIAL que reivindica los derechos de as mujeres y pretende la

ES UNA FILOSOFÍA ya que se cimenta en la voluntad de erradicar cualquier tipo de

ES UN PRINCIPIO ÉTICO que se basa en el respeto a la integridad humana.

ES UNA METODOLOGÍA porque elabora procedimientos tanto cuantitativos como

UNIDAD 1. Introducción a la equidad de género: Conceptos claves