CXC - 062s - CÓDIGO DE PRÁCTICAS PARA PREVENIR Y REDUCIR LACONTAMINACIÓN EN LOS ALIMENTOS Y PIENSOS POR DIOXINAS Y BPC

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CÓDIGO DE PRÁCTICAS PARA PREVENIR Y REDUCIR LACONTAMINACIÓN EN

LOS ALIMENTOS Y PIENSOS POR DIOXINAS Y BIFENILES POLICLORADOS (BPC)


ANÁLOGOS A LAS DIOXINAS

CXC 62-2006

Adoptado en 2006. Revisado en 2018


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INTRODUCCIÓN
Observaciones generales
1. Las dioxinas (dibenzoparadioxinas policloradas [PCDD] y dibenzofuranos policlorados [PCDF]) y los
bifenilos policlorados (BPC) análogos a las dioxinas, están omnipresentes en el medio ambiente. Si
bien las dioxinas y los BPC análogos a las dioxinas muestran un comportamiento toxicológico y químico
similar, sus fuentes son diferentes. Por otra parte, si bien los BPC-AD y BPC-NAD muestran un
comportamiento toxicológico diferente, sus fuentes son iguales o similares. Los BPC-NAD representan
la mayor parte de la contaminación total de BPC y el resto son BPC-AD.
2. Entre las actuales fuentes de las dioxinas y los BPC-AD que entran en la cadena alimentaria figuran las
emisiones nuevas y la removilización de depósitos o reservorios en el medio ambiente. Las nuevas
emisiones tienen lugar principalmente por vía aérea. Las dioxinas y BPC análogos a las dioxinas se
descomponen muy lentamente en el medio ambiente y permanecen en él durante períodos de tiempo
muy largos. Por ello, una gran parte de la actual exposición se debe a emisiones de dioxinas y BPC
que ocurrieron en el pasado.
3. Entre los años treinta y los años setenta se produjeron intencionadamente y en cantidades
considerables BPC, que se utilizaron en una amplia gama de aplicaciones. En algunos países todavía
se utilizan en sistemas cerrados y están contenidos en matrices sólidas (por ejemplo, materiales
obturadores y capacitadores eléctricos). Se sabe que determinados BPC comerciales están
contaminados con dioxinas y debido a ello podrían considerarse una posible fuente de dioxinas.
4. Hoy en día las emisiones de BPC análogos a las dioxinas resultan fundamentalmente de filtraciones,
derrames accidentales y la eliminación ilícita de desechos, así como las emisiones por vía aérea a
través de procesos térmicos. La emisión al medio ambiente de BPC de pinturas y/o pastas para obturar
durante la demolición y reconstrucción de edificios antiguos, por ejemplo, parece revestir cierta
importancia como fuente.
5. Las dioxinas se forman como subproductos no deseados de una serie de actividades humanas entre
las que figuran determinados procesos industriales (por ejemplo, la producción de sustancias químicas,
la industria metalúrgica) y procesos de combustión (por ejemplo, incineración de residuos). Se ha
demostrado que accidentes que ocurren en las fábricas de productos químicos pueden provocar
elevadas emisiones y la contaminación de zonas locales. Entre otras fuentes de dioxinas se encuentran
las calderas domésticas y la quema de residuos agrícolas de cosecha o la quema de residuos del
hogar. También pueden producir dioxinas los procesos naturales, como las erupciones volcánicas y los
incendios forestales.
6. Cuando se liberan en el aire, las dioxinas pueden depositarse localmente en las plantas y en el suelo,
contaminando como consecuencia tanto los alimentos como los piensos. Pueden también difundirse
ampliamente a lo largo de grandes distancias transportadas por el aire. La cantidad de las dioxinas
depositadas varía en función de la proximidad de la fuente, la especie vegetal, las condiciones
atmosféricas y otras condiciones específicas (por ejemplo, la altitud, la latitud, la temperatura).
7. Las fuentes de las dioxinas en el suelo incluyen la acumulación derivada de dioxinas atmosféricas, el
esparcimiento de fangos cloacales en las tierras agrícolas, la inundación de pastos con fango
contaminado y el uso previo de plaguicidas (como el ácido 2,4,5-triclorofenoxiacético) y fertilizantes
contaminados (por ejemplo, determinados compost). Otras fuentes de las dioxinas en el suelo pueden
tener un origen natural (por ejemplo, arcilla de bola).
8. Las dioxinas y los BPC son poco solubles en agua. Sin embargo, son absorbidos en partículas
minerales y orgánicas suspendidas en el agua. Las superficies de los océanos, lagos y ríos están
expuestas al depósito aéreo de estos compuestos que, en consecuencia, se concentran a lo largo de la
cadena alimentaria acuática. La entrada de aguas residuales o efluentes contaminados derivados de
determinados procesos, como el blanqueo con cloro del papel o la pasta de papel y la metalurgia,
pueden causar un elevado nivel de contaminación del agua y de sedimentos en zonas oceánicas y
costeras, lagos y ríos.
9. La absorción de dioxinas y BPC por los peces se produce a través de las branquias y la alimentación.
Los peces acumulan dioxinas y BPC predominantemente en su tejido adiposo e hígado. Los peces que
viven en el fondo y los que se alimentan en el fondo están más expuestos a los sedimentos
contaminados que las especies de peces pelágicos. Ello no obstante, los niveles de dioxinas y BPC en
los peces de fondo no siempre son superiores a los de los peces pelágicos, sino que dependen del
tamaño, la alimentación y las características fisiológicas del pez. Otros factores que pueden afectar a la
acumulación de dioxinas y de BPC en los peces son la edad, el peso, el contenido de lípidos o el
estado medioambiental de sus entornos.
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10. Los alimentos de origen animal son la vía predominante de exposición humana a las dioxinas y los
BPC, ya que representan aproximadamente el 80-90% de la exposición total a través de las grasas del
pescado, la carne y los productos lácteos. Los niveles de dioxinas y BPC presentes en la grasa de
animales pueden estar relacionados con la contaminación del medio ambiente local y la de los piensos
(por ejemplo, el aceite de pescado o la carne de pescado), o con determinados procesos de producción
(por ejemplo, el secado artificial).
11. En su 57.ª reunión, celebrada en 2002, el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios
(JECFA) evaluó la toxicidad de las dioxinas y BPC-AD. La prolongada semivida de las dioxinas y BPC-
AD implica que cada ingesta diaria tiene un pequeño efecto o incluso un efecto insignificante sobre la
carga corporal total. A fin de evaluar los riesgos a corto o largo plazo para la salud debido a estas
sustancias, debe evaluarse la ingesta total o ingesta promedio durante meses, y la ingesta tolerable
debe evaluarse durante un período de al menos un mes. Para fomentar este punto de vista, el JECFA
decidió expresar la ingesta tolerable como un valor mensual en forma de una ingesta mensual tolerable
provisional (IMTP). Se derivó una IMTP de 70 pg/kg de pc al mes para las dioxinas y BPC-AD
expresada como factores de equivalencia tóxica (FET). El JECFA concluyó que, pese a las
incertidumbres, las estimaciones de la ingesta sugieren que una fracción considerable de la población
tiene un consumo promedio a largo plazo por encima de la IMTP.
12. En su 80.ª reunión, celebrada en 2015, el JECFA evaluó la toxicidad de los BPC-NAD. El JECFA
concluyó que ninguno de los estudios disponibles sobre los seis BPC indicadores (BPC 28, BPC 52,
BPC 101, BPC 138, BPC 153 y BPC 180) y el BPC 128 era adecuado para deducir valores de
orientación basados en la salud para la evaluación de la potencia relativa de los BPC-NAD en
comparación con un compuesto de referencia. Por eso, se desarrolló un enfoque comparativo
utilizando las dosis con el mínimo efecto con el fin de estimar los márgenes de exposición (MDE) para
proporcionar orientación sobre los riesgos para la salud humana.
13. El JECFA concluyó que, sobre la base de los datos disponibles, era improbable que las exposiciones
alimentarias a los BPC-NAD fueran motivo de preocupación para la salud de adultos y niños. Si bien
los MDE son más bajos para los lactantes alimentados con leche materna, sobre la base de los
conocimientos actuales, los beneficios de la lactancia materna se consideran superiores a los posibles
inconvenientes que pueden asociarse con la presencia de BPC-NAD en la leche materna.
14. Para reducir la contaminación de los alimentos de origen animal, es necesario adoptar medidas de
control en los piensos. Tales medidas pueden incluir la elaboración de orientaciones sobre buenas
prácticas agrícolas, buenas prácticas de alimentación animal (véase el Código de prácticas sobre
buena alimentación animal [CXC 54-2004]) y buenas prácticas de fabricación (BPF), así como medidas
para reducir efectivamente las dioxinas y los BPC presentes en los piensos, tales como:
 Identificación de zonas agrícolas con un aumento de la contaminación por dioxinas y BPC
debida a emisiones locales, accidentes o a la eliminación ilícita de materiales contaminados, y
seguimiento de los piensos y los ingredientes de piensos procedentes de esas zonas;
 Seguimiento del contenido en dioxinas y BPC de los fangos cloacales y el compost utilizados
como fertilizantes en la agricultura, así como su cumplimiento de la directriz sobre niveles
máximos establecida a nivel nacional;
 Establecimiento de recomendaciones de usos agrícolas específicos (por ejemplo, la limitación
del pastoreo o la utilización de técnicas agrícolas apropiadas);
 Identificación de piensos e ingredientes de piensos posiblemente contaminados;
 Supervisión del cumplimiento de niveles de orientación o niveles máximos nacionales, en caso
de que se disponga de ellos, y reducción al mínimo o descontaminación (por ejemplo, refinando
el aceite de pescado) de los piensos e ingredientes de piensos que no los cumplan; e
 Identificación y control de procesos críticos de fabricación de piensos (por ejemplo, el secado
artificial mediante calentamiento directo).
15. Debería estudiarse la adopción de medidas de control similares, cuando sea aplicable, para reducir las
dioxinas y los BPC análogos a las dioxinas en los alimentos.
Transferencia de dioxinas y BPC en los animales destinados a la producción de alimentos
16. Las dioxinas y los BPC se acumulan en los tejidos de los animales destinados a la producción de
alimentos, incluido el pescado. Además, se pueden excretar en productos contaminantes con contenido
en grasas, tales como la leche y los huevos. Existen claras diferencias de comportamiento
toxicocinético entre los diferentes congéneres de dioxinas y BPC.
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17. Para la mayoría de las especies de animales de granja, los estudios existentes han mostrado que las
dioxinas y BPC se acumulan en la grasa corporal y el hígado, pero también se excretan en los huevos
y la leche. Esta excreción contribuye a reducir la acumulación en el cuerpo, y disminuye los niveles una
vez finalizada la exposición. En los animales en crecimiento, el incremento en la masa de la grasa
corporal también es un factor importante en los niveles de tejido obtenidos durante la exposición, que
disminuye una vez finalizada la exposición.
18. Los factores relativos a la cinética de los contaminantes en el animal pueden describirse mediante
factores como:
 las tasas de transferencia (TT) que describen el porcentaje del contaminante ingerido que es
excretado en la leche o los huevos o
 el factor de bioconcentración (FBC), que describe la relación entre el nivel en los tejidos, leche o
huevos y el del pienso. Los FBC son más apropiados para los tejidos, ya que es más difícil
obtener la información sobre el peso total de tejidos musculares o adiposos en el animal
requerido para calcular las TT.
19. Las TT y los FBC varían para cada congénere, pero en la práctica, los correspondientes a los
congéneres menos clorados y más persistentes son más relevantes, ya que contribuyen en su mayor
parte a la EQT, como PeCDD, 2,3,4,7,8-PeCDF, TCDD, TCDF (en el caso de los pollos) y en menos
medida los PCDD/F hexaclorados. Solo en algunos casos, como cuando el pentaclorofenol (PCF) es la
fuente de contaminación, los congéneres más clorados como el HpCDD prestan una contribución
significativa al nivel de EQT. En el caso de los BPC-AD, BPC-126 y en cierta medida BPC-169 son los
congéneres más relevantes en términos de contribución a los niveles de equivalencia tóxica (EQT).
20. Los PCDD/F y BPC se acumulan en mayor medida en el filete de pescado azul (como la trucha o el
salmón) que en el pescado blanco, de modo que este último presenta concentraciones más altas de
estos compuestos en el tejido hepático. Las principales fuentes de dioxinas y BPC-AD relacionadas con
los piensos en el pescado de piscicultura son a menudo el aceite de pescado y la harina de pescado.
Además de la composición del pienso, la transferencia de dioxinas y BPC a los filetes depende de otros
factores como las especies, y el crecimiento del animal y los niveles de dioxinas y BPC-AD en el medio
ambiente (agua y sedimentos).
Medidas aplicables en el origen
21. La reducción de las fuentes de dioxinas y BPC es un requisito previo esencial para seguir reduciendo la
contaminación. Los intentos por reducir la emisión de dioxinas en el origen se deben centrar en la
reducción de la formación de dioxinas durante los procesos térmicos, así como en la aplicación de
técnicas de destrucción. Las medidas para reducir las fuentes de emisión de BPC deben estar
encaminadas a reducir al mínimo las emisiones de equipos existentes (por ejemplo, transformadores,
condensadores), prevenir accidentes y controlar mejor la eliminación y destrucción de los aceites y
desechos que contengan BPC.
22. El Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (Convenio de Estocolmo) es
un tratado mundial para proteger la salud humana y el medio ambiente de los COP, incluidas las
dioxinas y BPC. Incluye varias posibles medidas dirigidas al origen que las autoridades nacionales
pueden considerar.
23. En la Parte II del Anexo C del Convenio de Estocolmo se enumeran las medidas prioritarias siguientes:
a) con respecto a la eliminación del uso de BPC en equipos (por ejemplo, transformadores,
condensadores u otros receptáculos que contengan existencias líquidas) antes de 2025:
(i) identificar, etiquetar y retirar del uso todo equipo que contenga más del 10% de BPC y
volúmenes superiores a 5 litros;
(ii) identificar, etiquetar y retirar del uso todo equipo que contenga más del 0,05% de BPC y
volúmenes superiores a 5 litros;
(iii) comprometerse a identificar y retirar del uso todo equipo que contenga más del 0,005% de BPC
y volúmenes superiores a 0,05 litros;
b) de conformidad con las medidas prioritarias bajo a), reducir la exposición y el riesgo para controlar el
uso de BPC:
(i) Utilizar solamente con equipos intactos y sin filtraciones, y solamente en zonas en que el riesgo
de liberación en el medio ambiente pueda reducirse a un mínimo y pueda descontaminarse
rápidamente;
(ii) No utilizar en equipo en zonas relacionadas con la producción o elaboración de alimentos o
piensos;
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(iii) Cuando se utilicen en zonas densamente pobladas, incluidas escuelas y hospitales, adoptar
todas las medidas razonables de protección contra cortes de electricidad que pudiesen dar lugar
a incendios e inspección periódica de dichos equipos para detectar toda fuga;
(c) que los equipos que contengan BPC, descritos en el apartado a) no se exporten ni se importen salvo
para fines de gestión de desechos respetuosa del medio ambiente;
(d) Excepto para las operaciones de mantenimiento o reparación, no permitir la recuperación para su
reutilización en otros equipos que contengan líquidos con un contenido de bifenilos policlorados
superior al 0,005%
(e) Asegurar un manejo ambientalmente racional de los desechos líquidos que contengan BPC y equipo
contaminado con BPC con un contenido de BPC por encima de 0,005%, tan pronto como sea posible,
pero a más tardar en 2028.
(f) Identificar otros artículos que contengan más del 0,005% de BPC (por ejemplo, las fundas de cables,
calafateado curado y objetos pintados) y administrarlos de manera ambientalmente racional.
24. En la Parte II del Anexo C del Convenio de Estocolmo se enumeran las siguientes categorías de
fuentes industriales que tienen un potencial de formación y liberación relativamente elevado de dioxinas
y BPC en el medio ambiente:
(a) Incineradoras de desechos, incluidas las coincineradoras de desechos municipales, peligrosos o
médicos o de fango cloacal,
(b) Desechos peligrosos procedentes de la combustión en hornos de cemento,
(c) Producción de pasta de papel utilizando cloro elemental o productos químicos que producen cloro
elemental para el blanqueo,
(d) Procesos térmicos de la industria metalúrgica, es decir, producción secundaria de cobre; plantas
de sinterización en la industria del hierro e industria siderúrgica; producción secundaria de
aluminio; producción secundaria de zinc
25. En la Parte III del Anexo C se enumeran también las siguientes categorías de fuentes que pueden
producir y liberar en forma no intencionada dioxinas y BPC en el medio ambiente:
(a) Quema a cielo abierto de desechos, incluida la quema en vertederos,
(b) Procesos térmicos de la industria metalúrgica no mencionados en la Parte II, Anexo C,
(c) Fuentes de combustión domésticas,
(d) Combustión de combustibles fósiles en centrales termoeléctricas o calderas industriales,
(e) Instalaciones de combustión de madera u otros combustibles de biomasa,
(f) Procesos de producción de productos químicos determinados que liberan de forma no intencional
COP formados, especialmente la producción de clorofenoles y cloranil;
(g) Crematorios,
(h) Vehículos de motor, en particular los que utilizan gasolina con plomo como combustible,
(i) Destrucción de carcasas de animales por incineración;
(j) Teñido (con cloranil) y terminación (con extracción alcalina) de textiles y cueros,
(k) Plantas de desguace para el tratamiento de vehículos una vez acabada su vida útil,
(l) Combustión lenta de cables de cobre,
(m) Desechos de refinerías de petróleo.
26. Las autoridades nacionales pueden estudiar la adopción de tecnologías para reducir al mínimo la
formación y liberación de dioxinas y BPC de estas categorías de fuentes al elaborar medidas
nacionales para reducir las dioxinas, BPC-AD y BPC-NAD.
27. Otras posibles fuentes de contaminación por BPC de los alimentos y los piensos que las autoridades
pueden considerar abordar incluyen la ingesta de tierra contaminada (gallinas ponedoras criadas en
libertad, tierras inundadas, zonas quemadas), el aceite de desecho (fugas de aceite de la transmisión,
uso de residuos de aceite en pinturas), el sisal (bolsas, hilo de atado), los neumáticos utilizados como
comederos o juguetes en recintos para animales, aplicaciones de pinturas o recubrimientos con
contenido en BPC y liberaciones de calafateo.
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Ámbito de aplicación
28. El presente código de prácticas se centra en las medidas (por ejemplo, buenas prácticas agrícolas,
buenas prácticas de fabricación, buenas prácticas de almacenamiento, buenas prácticas de
alimentación animal y buenas prácticas de laboratorio) que pueden adoptar las autoridades nacionales,
los agricultores, los fabricantes de piensos y alimentos y los consumidores para prevenir o reducir la
contaminación de los alimentos y piensos con dioxinas y BPC.
29. El presente código de prácticas se aplica a la producción y utilización de todos los materiales
destinados a piensos (incluidos el pastoreo o la alimentación de los animales en pastos libres, la
producción de cultivos forrajeros y la acuicultura) y alimentos, en todos los niveles, tanto producidos
industrialmente como en explotaciones agrícolas o en el hogar.
30. Dado que la limitación y reducción a nivel mundial de las dioxinas y BPC de origen industrial y
ambiental no relacionadas con la producción de alimentos o piensos puede no estar comprendida entre
las funciones del CCCF, estas medidas no serán objeto de consideración en el código de prácticas.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS BASADAS EN BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS (BPA),
BUENAS PRÁCTICAS DE FABRICACIÓN (BPF), BUENAS PRÁCTICAS DE ALMACENAMIENTO
(BPAL), BUENAS PRÁCTICAS DE ALIMENTACIÓN ANIMAL (BPAA) Y BUENAS PRÁCTICAS DE
LABORATORIO (BPL)
Medidas de control dentro de la cadena alimentaria
Aire, suelo, agua
31. Para reducir la contaminación por dioxinas y BPC en el aire, las autoridades alimentarias nacionales
deben considerar recomendar a sus autoridades nacionales responsables de las medidas contra la
contaminación atmosférica que restrinjan la quema de desechos sin control, incluida la quema en
vertederos o en corrales, y el uso de madera tratada con PCF para calentadores domésticos.
32. Es importante adoptar medidas de control para evitar o reducir la contaminación del medio ambiente
por dioxinas y BPC. Para reducir la posible contaminación de los piensos o los alimentos, deben
identificarse las zonas agrícolas con una contaminación inaceptable por dioxinas y BPC debido a
emisiones locales, accidentes o a la eliminación ilícita de materiales contaminados.
33. Debe evitarse o restringirse la producción agrícola en zonas contaminadas si se prevé una
transferencia importante de dioxinas y BPC a los piensos o alimentos producidos en esas zonas.
34. El esparcimiento de fangos de cloacas contaminados con dioxinas y BPC puede provocar que las
dioxinas y los BPC se adhieran a la vegetación, lo que puede aumentar la exposición del ganado. Por
lo tanto, según sea necesario, deberá controlarse y tratarse la posible presencia de dioxinas y BPC en
los fangos cloacales de uso agrícola. Las directrices nacionales deben cumplirse cuando sean
aplicables.
35. El ganado, los animales de caza y las aves de corral expuestos a suelos contaminados pueden
acumular dioxinas y BPC a través del consumo de suelos o plantas contaminados. Debe identificarse
estas zonas y controlarse el acceso a ellas de determinados animales productores de alimentos. Si es
necesario, en tales zonas debe limitarse la producción al aire libre.
36. Las medidas encaminadas a reducir las fuentes pueden tardar muchos años en reducir los niveles de
contaminación de los peces en el medio natural debido a la prolongada semivida de las dioxinas y los
BPC en el medio ambiente. Para reducir la exposición a las dioxinas y los BPC deben identificarse las
zonas altamente contaminadas (por ejemplo, lagos, ríos o zonas marinas de pesca contaminadas) y las
especies de peces correspondientes, y la pesca en esas zonas debe controlarse y, de ser necesario,
restringirse.
Piensos
37. La mayor parte de la ingesta alimentaria de dioxinas y BPC se debe a la concentración de estas
sustancias en el componente lípido de alimentos derivados de animales (por ejemplo, aves de corral,
peces, huevos, carne y leche). En los animales lactantes, las dioxinas y los BPC se pueden excretar en
parte con la grasa de la leche y, en las gallinas ponedoras, se pueden concentrar en el contenido graso
de la yema del huevo. Para reducir esta transferencia deben aplicarse medidas de control a los piensos
e ingredientes de los piensos. Las medidas destinadas a reducir los niveles de dioxinas y BPC en los
piensos tendrían un rápido efecto sobre sus concentraciones en los alimentos de origen animal
procedentes de animales de granja, incluyendo los peces de piscicultura. Tales medidas pueden incluir:
 la identificación de zonas posiblemente contaminadas en el ecosistema de suministro de
piensos;
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 la identificación del origen de piensos o ingredientes de piensos frecuentemente contaminados; y
 la supervisión del cumplimiento en los piensos e ingredientes de los piensos de los niveles de
orientación o niveles máximos nacionales, si los hubiere.
38. Las autoridades nacionales competentes deben tomar muestras y analizar periódicamente los piensos
e ingredientes de piensos sospechosos, aplicando métodos internacionales reconocidos, para verificar
los niveles de dioxinas y BPC. Esta información permitirá determinar las medidas que puedan ser
necesarias para reducir al mínimo los niveles de dioxinas y BPC, y encontrar otros piensos e
ingredientes de piensos posibles, en caso necesario.
39. El comprador y el usuario deben prestar atención y requerir garantías de su proveedor con respecto a:
 el origen de los materiales de los piensos e ingredientes de los piensos para asegurar que los
productores y/o las empresas han certificado las instalaciones de producción, los procesos de
producción y los programas de garantía de calidad (por ejemplo, los principios afines al sistema
de análisis de peligros y de puntos críticos de control [HACCP]);
 documentos adjuntos por los que se confirme el cumplimiento de los niveles de orientación o
niveles máximos nacionales, si los hubiere, de acuerdo con los requisitos nacionales.
Piensos de origen animal
40. Dada la posición de sus precursores en la cadena alimentaria, los piensos derivados de animales
tienen un riesgo mayor que los derivados de plantas en lo referente a contaminación con dioxinas y
BPC. Debe prestarse atención para evitar que las dioxinas y BPC entren en la cadena alimentaria
mediante la alimentación de los animales productores de alimentos con piensos derivados de animales.
Los piensos derivados de animales deben controlarse en la medida de lo necesario para determinar la
contaminación con dioxinas y BPC. Los piensos de origen animal que superen los niveles de
orientación o niveles máximos nacionales, si los hubiere, o que contengan niveles elevados de dioxinas
o BPC, no deben suministrarse a los animales, a menos que se haya retirado la grasa.
41. Si se destinan a la utilización en los piensos, el aceite de pescado y otros productos derivados del
pescado o las grasas animales deben controlarse en la medida practicable para determinar la
presencia de dioxinas y BPC. Si existen niveles de orientación o niveles máximos nacionales para
piensos animales, el fabricante de piensos debe asegurarse de que los productos cumplan tales
disposiciones.
Piensos de origen vegetal
42. Si se prevé la presencia de fuentes de dioxinas y BPC en las cercanías de los campos, debe prestarse
atención al control de tales zonas, según sea necesario.
43. Deben controlarse los lugares de cultivo regados con aguas residuales o tratados con fangos cloacales
o compost urbano que puedan contener niveles elevados de dioxinas y BPC, según sea necesario,
para determinar su contaminación.
44. El tratamiento previo de los campos con herbicidas del tipo ácido clorofenoxialcanoico o productos
clorados como el pentaclorofenol debe considerarse una posible fuente de contaminación con dioxinas.
Los niveles de dioxinas en el suelo y las plantas forrajeras de lugares tratados previamente con
herbicidas contaminados por dioxinas deberían ser objeto de controles en la medida necesaria. Esto
permitirá que las autoridades nacionales adopten, si es necesario, medidas de ordenación para evitar
la transferencia de dioxinas (y de BPC) a la cadena alimentaria.
45. Normalmente, las semillas oleaginosas y los aceites vegetales no contienen niveles importantes de
dioxinas y BPC. Lo mismo puede decirse de otros subproductos de elaboración de semillas
oleaginosas (por ejemplo, tortas oleaginosas) utilizados como ingredientes de piensos. Sin embargo,
algunos subproductos del refinado del aceite vegetal y animal (por ejemplo, destilados de ácidos
grasos y deodestilados) y productos utilizados para el refinado de aceite (p. ej. arcillas de blanqueo)
pueden contener mayores niveles de dioxinas y BPC y, si es necesario, deben analizarse si se destinan
a la alimentación animal.
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Elaboración de piensos y alimentos
Procesos de secado
46. Determinados procesos para el secado artificial de piensos y alimentos (e ingredientes de piensos o
alimentos) y el calentamiento de invernaderos para el cultivo de hortalizas requieren un flujo de gases
calentados, bien sea una mezcla de humos de combustión (secado o calentamiento directo), o bien
simplemente aire caliente (secado o calentamiento indirecto). En consecuencia, deben utilizarse
combustibles que no se espere que generen dioxinas ni compuestos similares a las mismas. Los
piensos, alimentos e ingredientes de piensos o alimentos que se sequen o se sometan a aire caliente
deben controlarse según sea necesario para asegurar que los procesos de secado o calentamiento no
causen niveles elevados de dioxinas y BPC.
47. La calidad de los materiales comerciales secados para piensos, en particular los forrajes verdes, y los
alimentos que han pasado por procesos comerciales de secado depende de la selección de la materia
prima y del proceso de secado. Conviene que el comprador exija un certificado del
fabricante/proveedor que confirme que los productos secos se elaboran aplicando buenas prácticas de
fabricación, en particular en la elección del combustible utilizado para el secado o el calentamiento, y
respetando los niveles de orientación o niveles máximos nacionales, si los hubiere.
Ahumado
48. En función de la tecnología que se emplee, el ahumado puede ser una etapa crítica de la elaboración
para aumentar el contenido de dioxinas en los alimentos, especialmente si los productos muestran una
superficie muy oscura con partículas de hollín. El fabricante debe controlar la posible presencia de
dioxinas y BPC en dichos productos elaborados, si es necesario.
Molienda/Eliminación de fragmentos de molienda contaminados
49. El depósito de dioxinas y BPC transportados por el aire sobre la superficie de todas las partes de las
plantas de cereales, así como las motas de polvo adheridas al cultivo en pie, se eliminan en gran
medida durante el proceso de molienda y antes del proceso final de molturación. Si hay partículas que
puedan estar contaminadas se eliminan en su mayoría en la canaleta de carga con el polvo restante.
Durante la aspiración y el tamizado se reducen otros tipos de contaminación externa por dioxinas y
BPC. Si es necesario, deben controlarse algunos fragmentos de cereales, especialmente el polvo, la
paja o las mezclas de cribado, que puedan tener niveles más altos de dioxinas y BPC. Si hay pruebas
de una contaminación elevada, tales fragmentos no deben utilizarse en alimentos o piensos y deben
tratarse como desechos.
Preparación de los alimentos
50. La selección y preparación pueden reducir la exposición a las dioxinas y BPC.
51. La preparación de los alimentos como el despellejamiento, el recorte de grasa, además de la
eliminación de los restos de jugo de sartén y los líquidos de escalfado/hervido) son enfoques prácticos
para reducir la exposición a las dioxinas y los BPC. Si bien la eliminación de grasas puede reducir
significativamente los niveles de dioxinas y BPC, dichas prácticas también reducen los nutrientes
solubles en grasas y otros compuestos beneficiosos (como los ácidos grasos poliinsaturados 3 de
cadena larga). Por tanto, es esencial considerar detenidamente tanto los riesgos como los beneficios
en cualquier mensaje sobre salud pública relativo al consumo de alimentos.
Sustancias añadidas a piensos y alimentos
Minerales y oligoelementos
52. Algunos minerales y oligoelementos se obtienen de fuentes naturales. Sin embargo, la experiencia ha
demostrado que las dioxinas geogénicas pueden estar presentes en algunos sedimentos prehistóricos.
Por ello, deben controlarse los niveles de minerales y oligoelementos añadidos a los piensos o
alimentos, según sea necesario.
53. Los productos minerales o subproductos de determinados procesos industriales recuperados pueden
contener niveles elevados de dioxinas y BPC. El usuario de tales ingredientes de piensos debe verificar
que las dioxinas y los BPC se encuentran dentro de los niveles de referencia establecidos a nivel
nacional o de los niveles máximos mediante un certificado expedido por el fabricante o proveedor.
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54. Se han hallado niveles elevados de dioxinas en la arcilla en gránulos utilizada como antiaglutinante en
la harina de soja destinada a piensos. Debe prestarse atención a los minerales utilizados como
aglutinantes o antiaglutinantes (por ejemplo, bentonita, montmorillonita, arcilla caolinítica, tierra
diatomácea) y sustancias inertes (por ejemplo, carbonato cálcico), que se emplean como ingredientes
de los piensos. Como garantía a los usuarios de que estas sustancias no contienen minerales con
cantidades críticas (por ejemplo, que superen los niveles de orientación o niveles máximos nacionales,
si los hubiere) de dioxinas y BPC, el distribuidor debe suministrar la certificación adecuada al usuario
de esos ingredientes de los piensos.
55. La complementación de algunos animales productores de alimentos se realiza con oligoelementos (por
ejemplo, cobre o zinc). En los minerales, incluidos los oligoelementos, que son subproductos o
coproductos de la fabricación industrial de metales, se han hallado contenidos elevados de dioxinas. El
contenido de dioxinas y BPC de tales productos debe ser objeto de control en la medida que resulte
necesario.
Ingredientes
56. Los fabricantes de piensos y alimentos deben asegurarse de que todos los ingredientes de los piensos
y los alimentos cumplan los niveles de orientación o niveles máximos nacionales de dioxinas y BPC, si
los hubiere.
Cosecha, transporte y almacenamiento de piensos y alimentos
57. Debe garantizarse, en la medida de lo posible, que durante la cosecha de piensos y alimentos se
produzca una contaminación mínima con dioxinas y BPC. En zonas posiblemente contaminadas esto
puede lograrse reduciendo al mínimo el depósito de suelos en los piensos y alimentos durante la
cosecha mediante la utilización de técnicas e instrumentos apropiados de conformidad con buenas
prácticas agrícolas. Las raíces y tubérculos cultivados en suelos contaminados deben lavarse para
reducir la contaminación procedente del suelo. Si se lavan las raíces y tubérculos, deben secarse
suficientemente antes de almacenarlos o deben almacenarse utilizando técnicas (por ejemplo,
ensilado) dirigidas a evitar la formación de mohos.
58. Después de una inundación, los cultivos cosechados para piensos y alimentos deben controlarse a fin
de determinar la presencia de dioxinas y BPC, si hay pruebas de contaminación por dioxinas y/o BPC
de las aguas de la inundación.
59. Para evitar la contaminación cruzada, el transporte de piensos y alimentos debe realizarse solamente
en vehículos (con inclusión de buques) y en contenedores que no contengan dioxinas ni BPC. Los
contenedores para el almacenamiento de alimentos o piensos deben pintarse únicamente con colores
que no contengan dioxinas ni BPC.
60. Los lugares de almacenamiento de piensos o alimentos no deben estar contaminados con dioxinas ni
BPC. Las superficies (por ejemplo, paredes, suelos) tratadas con pinturas a base de alquitrán pueden
causar la transferencia de dioxinas y BPC a los alimentos y piensos. Las superficies que entran en
contacto con el humo y el hollín de los fuegos entrañan siempre un riesgo de contaminación con
dioxinas y BPC. Tales lugares deben controlarse según sea necesario para determinar su
contaminación antes de utilizarlos para el almacenamiento de piensos y alimentos.
Problemas específicos de la cría de animales (estabulación)
61. Los animales productores de alimentos pueden estar expuestos a dioxinas y BPC que se encuentran
en determinadas maderas tratadas que se usan en las construcciones, equipo agrícola y material de
cama. Para reducir la exposición, debe ser mínimo el contacto de los animales con la madera tratada
que contenga dioxinas y BPC. Además, el serrín de madera tratada que contenga dioxinas y BPC no
debe utilizarse como material de cama.
62. Debido al potencial de contaminación del suelo, los huevos de las gallinas que viven o se alimentan en
libertad (por ejemplo, en la agricultura orgánica) pueden tener niveles más altos de dioxinas y BPC en
comparación con los huevos de las gallinas encerradas, y deben controlarse según sea necesario.
63. Se debe tener cuidado con los edificios más antiguos, puesto que pueden estar construidos con
materiales y barnices que pueden contener dioxinas y BPC. Si se han quemado, se deberán tomar
medidas para evitar la contaminación de los piensos y de la cadena de piensos por dioxinas y BPC.
64. En los establos sin un revestimiento del suelo, los animales pueden absorber partículas del suelo. Si
hay indicaciones de mayores niveles de dioxinas y BPC, debe controlarse la contaminación del suelo
según sea necesario. Si es necesario, el suelo debe cambiarse.
CXC 62-2006 10
65. La madera tratada con pentaclorofenol en instalaciones para animales se ha relacionado con altos
niveles de dioxina en las carnes. La madera (por ejemplo, las traviesas de ferrocarril o los postes de la
luz) tratada con productos químicos como el pentaclorofenol u otras sustancias inadecuadas no debe
emplearse como postes de valla de las dehesas destinadas a los animales de granja, a menos que las
autoridades nacionales lo permitan, o de líneas de alimentación. Los estantes para heno no deben
construirse a partir de esa madera tratada. Debe evitarse también la conservación de la madera con
aceites de desecho.
Seguimiento
66. Los agricultores y los fabricantes industriales de piensos y alimentos son los principales responsables
de la inocuidad de los piensos y alimentos. Las pruebas correspondientes podrían realizarse en el
marco de un programa de inocuidad de los alimentos (por ejemplo, buenas prácticas de fabricación,
programas de inocuidad en las explotaciones, programas de análisis de peligros y de puntos críticos de
control, etc.). En otras partes del presente Código se hace referencia a los puntos en que resultaría
adecuado efectuar una supervisión. Las autoridades competentes deben hacer cumplir la
responsabilidad fundamental de los agricultores y de los fabricantes de piensos y alimentos en relación
con la inocuidad de los piensos y alimentos a través del funcionamiento de sistemas de vigilancia y
control en los puntos adecuados en toda la cadena alimentaria, desde la producción primaria al nivel
minorista. Además, las autoridades competentes deben establecer sus propios sistemas de
seguimiento.
67. Dado que los análisis de dioxinas son relativamente costosos, los fabricantes de piensos y alimentos
deben realizar, en la medida de lo posible, como mínimo ensayos periódicos que incluyan las materias
primas y los productos finales, y deben conservar los datos (véase el párrafo 75). Para la frecuencia del
muestreo se deben tener en cuenta los resultados de análisis anteriores (por parte de cada empresa o
a través de un conjunto de resultados de la industria en el mismo sector). Si hay indicaciones de
niveles elevados de dioxinas y BPC debe informarse a los agricultores y otros productores primarios
sobre la contaminación, y debe identificarse la fuente y tomar las medidas necesarias para remediar la
situación y reducir o evitar la contaminación ulterior.
68. Los operadores de la cadena de piensos y alimentos, y las autoridades nacionales competentes deben
organizar programas de control de las contaminaciones que tengan su origen en el medio ambiente, los
accidentes o las eliminaciones ilícitas, a fin de obtener información adicional sobre la contaminación de
los alimentos y piensos. Los productos o ingredientes que entrañen el riesgo de tener, o se haya
encontrado que tengan, concentraciones elevadas deben controlarse más intensamente. Por ejemplo,
los programas de control podrían incluir las principales especies de peces utilizadas en la alimentación
humana o animal en las que se hayan apreciado unos niveles elevados de contenido de dioxinas y
BPC.
Toma de muestras, métodos analíticos, notificación de datos y laboratorios
69. En la bibliografía se incluyen orientaciones sobre los requisitos analíticos y la calificación de los
laboratorios.
70. Los métodos tradicionales para el análisis de dioxinas y BPC-AD se basan en cromatografía de gases
junto con espectrometría de masas de alta resolución (GC-HMRS), que consume tiempo y es costosa.
Para cuantificar las dioxinas y BPC-AD pueden utilizarse también métodos basados en cromatografía
de gases junto con espectrometría de masas en tándem (GC-MS/MS). Como alternativa, se han
desarrollado técnicas de bioensayo como métodos de cribado de alto rendimiento, que pueden resultar
menos costosos que los métodos tradicionales. Sin embargo, el costo del análisis sigue constituyendo
un impedimento para la recopilación de datos, por lo que en la investigación debe otorgarse una
prioridad al desarrollo de métodos de análisis menos costosos para las dioxinas y BPC-AD.
71. En el análisis de BPC-NAD se utiliza la cromatografía de gases (GC) junto con la detección por captura
de electrones (ECD) y espectrómetros de masas (incluidos los espectrómetros de trampa iónica, de
baja resolución (LRMS), de alta resolución (HRMS) y de masa en tándem (MS/MS)). El análisis de
BPC-NAD no requiere generalmente un procedimiento de limpieza tan amplio como para los BPC-AD y
dioxinas. Para fines de detección suele utilizarse GC-ECD. GC/MS también puede utilizarse para fines
de detección.
CXC 62-2006 11
Muestreo
72. Algunos aspectos importantes de la toma de muestras para el análisis de dioxinas y BPC consisten en
recopilar muestras representativas, evitar la contaminación cruzada y el deterioro de las muestras e
identificar de modo inequívoco las muestras y rastrearlas. Para evitar la contaminación cruzada, las
muestras deben colocarse en contenedores u otros recipientes que no sean reactivos y que hayan sido
limpiados químicamente o estén certificados como libres de contaminantes. Debe registrarse toda la
información pertinente sobre el muestreo, la preparación y descripción de las muestras (por ejemplo,
período de muestreo, origen geográfico, especies de peces, contenido de grasa, tamaño de los peces).
Métodos analíticos y notificación de datos
73. Los métodos analíticos deben aplicarse solamente si son adecuados a la finalidad, cumpliendo con un
mínimo de requisitos. Si se dispone de niveles máximos nacionales, el límite de cuantificación (LC) del
método de análisis debe ser del orden de un quinto de este nivel de interés. Para unas mediciones
adecuadas de las tendencias temporales, el límite de cuantificación del método de análisis debe ser
claramente inferior a la media de los rangos básicos actuales de las distintas matrices.
74. El rendimiento de un método de análisis debe demostrarse a escala del nivel de interés, por ejemplo,
0,5 x, 1 x y 2 x del nivel máximo con un coeficiente de variación aceptable de los análisis repetidos. La
diferencia entre el nivel superior y el inferior (véase el próximo párrafo) no debe superar el 20% en el
caso de los piensos y alimentos con una concentración de dioxinas del orden de 1 pg PCDD-PCDF-
EQT-OMS/g de grasa. Si es necesario podría considerarse la realización de otro cálculo basado en el
peso en fresco o la materia seca.
75. Salvo para las técnicas de bioensayo, los resultados de los niveles totales de dioxinas y BPC-AD en
una determinada muestra deben consignarse como una concentración del nivel inferior, nivel medio y
nivel superior multiplicando cada congénere por su respectivo factor de equivalencia tóxica de la OMS
(FET) y después sumarlos para obtener la concentración total expresada como equivalencia tóxica
(EQT). Los tres valores diferentes de la EQT deben obtenerse reflejando la asignación de valores de
cero (nivel inferior), la mitad del límite de cuantificación (nivel medio) y el límite de cuantificación (nivel
superior) a cada congénere de dioxina o de BPC-AD no cuantificado. Asimismo, para el análisis de
BPC-NAD el resultado analítico debe ser reportado como límite menor, límite medio y límite superior e
indicar claramente a qué se refiere el resultado analítico (a la suma de seis indicadores de BPC, el total
de BPC, etc.).
76. En función de la clase de muestra, la información proporcionada también puede comprender el
contenido de lípidos o de materia seca de la muestra, así como el método utilizado para la extracción
de lípidos y la determinación de la materia seca. El informe debe incluir también una descripción
específica del procedimiento utilizado para determinar el LC.
77. Podría utilizarse un método de análisis de cribado de alto rendimiento y con una validación aceptable
demostrada, para seleccionar las muestras con niveles significativos de dioxinas y BPC. Los métodos
de cribado deben tener menos del 1 por ciento de resultados falsos negativos en el correspondiente
nivel de interés para una determinada matriz. La utilización de patrones internos marcados con 13C
para las dioxinas y BPC permite el control específico de posibles pérdidas de los analitos en cada
muestra. De esta forma pueden evitarse resultados falsos negativos impidiendo que se utilicen o
comercialicen alimentos o piensos contaminados. Para los métodos de confirmación es obligatoria la
utilización de estos patrones internos. Para los métodos de cribado sin control de las pérdidas durante
el procedimiento analítico debe facilitarse información sobre la corrección de las pérdidas de
compuestos y la posible variabilidad de los resultados. Los niveles de dioxinas y BPC en las muestras
positivas (por encima del nivel de interés) deben determinarse mediante un método de confirmación.
Laboratorios
78. Los laboratorios que se ocupen del análisis de dioxinas y BPC utilizando métodos de análisis tanto de
cribado como de confirmación deben estar acreditados por un órgano reconocido que actúe de
conformidad con la Guía ISO/IEC 58: 1993 revisada por ISO/IEC 17011:2004 o poseer programas de
garantía de la calidad que aborden todos los elementos esenciales de los organismos de acreditación
para asegurar que aplican la garantía de la calidad analítica. Los laboratorios deben estar acreditados
conforme a la norma ISO/IEC/17025 “Requisitos generales para la competencia de los laboratorios de
ensayo y calibración” u otras normas equivalentes.
79. Se recomienda encarecidamente la participación periódica en estudios interlaboratorios o pruebas de
aptitud para la determinación de dioxinas y BPC en las matrices pertinentes de piensos y alimentos, de
conformidad con la norma ISO/IEC/17025.
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GESTIÓN Y EDUCACIÓN EN MATERIA DE CALIDAD
80. Las buenas prácticas agrícolas, las buenas prácticas de fabricación, las buenas prácticas de
almacenamiento y las buenas prácticas de alimentación animal son sistemas valiosos para seguir
realizando progresos en la reducción de la contaminación por dioxinas y BPC en la cadena alimentaria.
A este respecto, los agricultores así como los fabricantes de piensos y alimentos deben considerar
informar a sus empleados sobre la manera de prevenir la contaminación mediante la aplicación de
medidas de control. Las buenas prácticas de laboratorio constituyen un valioso sistema para garantizar
una alta calidad de los resultados analíticos.
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ANEXO
GLOSARIO DE TÉRMINOS
(para los fines del presente código de prácticas)

Término Explicación
Sustancia que incrementa la tendencia de las distintas partículas de un
aglutinante
pienso o alimento a adherirse.
Toda sustancia, elaborada, semielaborada o bruta, que se destina al
consumo humano directo y comprende las bebidas, la goma de mascar y
cualquier sustancia que se haya utilizado en la elaboración, preparación o
alimento
tratamiento de “alimentos”, pero no los cosméticos, el tabaco, los productos
medicinales o las sustancias narcóticas o psicotrópicas, residuos y
contaminantes.
Sustancia que reduce la tendencia de las distintas partículas de un pienso
antiaglutinante
o alimento a adherirse.
Bifenilos policlorados pertenecientes a un grupo de hidrocarburos clorados,
que se forman por cloración directa del bifenilo. Dependiendo del número
de átomos de cloro (1-10) y de su posición en los dos anillos, teóricamente
BPC
son posibles 209 compuestos diferentes (“congéneres”). Los 209
congéneres de los BPC incluyen los BPC análogos a las dioxinas (12
congéneres) y los BPC no análogos a las dioxinas (197 congéneres).
Incluyen 12 bifenilos policlorados (BPC) sustituidos en posiciones no-orto y
BPC análogos a las
mono-orto que muestran propiedades toxicológicas similares a las
dioxinas (BPC-AD)
dioxinas.
Parámetro estadístico que expresa:
coeficiente de variación
100 x desviación típica de una serie de valores/valor medio de una serie.
Uno de dos o más compuestos de estructuras químicas similares con
congéneres
respecto a la clasificación.
Sustancia orgánica que persiste en el medio ambiente, se bioacumula a
Contaminante orgánico
través de la red alimentaria y plantea el riesgo de causar efectos
persistente (COP)
perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente.
El Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes es
un tratado mundial para proteger la salud humana y el medio ambiente de
Convenio de Estocolmo los contaminantes orgánicos persistentes (COP), incluidas las dioxinas y los
(Convenio sobre COP) BPC análogos a las dioxinas, entró en vigor el 17 de mayo de 2004. Al
aplicar el Convenio de Estocolmo, los gobiernos adoptarán medidas para
eliminar o reducir la emisión de COP al medio ambiente.
Incluyen 7 dibenzo-p-dioxinas policloradas (PCDD) y 10 dibenzofuranos
policlorados (PCDF) con propiedades toxicológicas similares y
pertenecientes a un grupo de sustancias orgánicas lipofílicas y
dioxinas (PCDD/PCDF)
persistentes. En función del grado de cloración (1-8 átomos de cloro) y de
las pautas de sustitución, pueden distinguirse entre 75 PCDD y 135 PCDF
diferentes (“congéneres”), respectivamente.
Valor de EQT para las dioxinas, los furanos y los BPC análogos a las
EQT-OMS dioxinas, establecido por la OMS y basado en factores de equivalencia
tóxica (EQT).
Valor relativo de toxicidad calculado multiplicando la concentración de un
Equivalencia tóxica (EQT)
congénere por su factor de equivalencia tóxica (FET)
Especies de peces que viven en aguas libres (por ejemplo, océanos, lagos)
Especies de peces pelágicos
sin contacto con el sedimento
Estimaciones de la toxicidad de compuestos análogos a las dioxinas en relación
con la toxicidad de 2,3,7,8-tetraclorodibenzo-p-dioxina (TCDD), a la que se
Factor de equivalencia tóxica asigna un FET de 1,0. Los FET de la OMS para la evaluación de riesgos para la
(FET) salud humana se basan en las conclusiones de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) - la reunión de expertos del Programa Internacional de Seguridad
Química (IPCS) (Ginebra, junio de 2005)
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Término Explicación
El análisis de peligros y de puntos críticos de control (HACCP) es un
HACCP sistema que identifica, evalúa y controla peligros que son importantes para
la seguridad alimentaria.
Parte componente o constitutivo de cualquier combinación o mezcla que
ingrediente de pienso o constituye un pienso o alimento, tenga o no un valor nutritivo en la dieta,
alimento incluidos los aditivos. Los ingredientes son vegetales, animales o de origen
acuático o pueden proceder de otras sustancias orgánicas o inorgánicas.
El límite de cuantificación de un congénere individual es la concentración
más baja del analito que puede medirse con certeza estadística razonable,
que responde a los criterios de identificación que se describen en normas
de reconocimiento internacional, como EN 16215:2012 y/o los métodos
límite de cuantificación (LDC) EPA 1613y 1668 tal como han sido revisados. El límite de cuantificación de
(válido solo para dioxinas y un congénere individual puede identificarse como la concentración de un
BPC) analito en el extracto de una muestra que produce una respuesta
instrumental a dos iones diferentes que ha de controlarse con una relación
señal/ruido de 3:1 para la señal menos visible y cumplimiento de requisitos
básicos como, por ejemplo, tiempo de retención, relación isotópica según el
procedimiento de determinación descrito en el método EPA 1613 revisado.
Método de análisis con parámetros de alta calidad capaz de confirmar los
método de análisis de
resultados analíticos obtenidos con métodos de detección específica que
confirmación
tienen parámetros de calidad inferiores.
Método de análisis con parámetros de calidad más bajos para seleccionar
método de análisis de cribado
muestras con niveles notables de un analito.
Compuestos inorgánicos utilizados en piensos o alimentos requeridos para
una alimentación normal o como coadyuvantes de elaboración.
minerales
Incluye los 197 BPC congéneres distintos a los 12 BPC sustituidos en
posiciones no-orto y mono-orto. Los BPC-NAD representan la mayor parte
BPC no análogos a las
de la contaminación total de BPC y el resto son BPC-AD. El Convenio de
dioxinas (BPC-NAD)
Estocolmo sobre COP recomienda la medición de los seis BPC indicadores
(BPC 28, BPC 52, BPC 101, BPC 138, BPC 153 y BPC 180) para
caracterizar la contaminación por BPC-NAD.
La concentración máxima de una sustancia recomendada por una
niveles de orientación autoridad nacional o internacional como aceptable en los piensos o
alimentos, si bien no vinculante jurídicamente.
La máxima concentración vinculante jurídicamente de una sustancia en los
niveles máximos piensos o alimentos, establecida por una autoridad nacional o
internacional.
Elementos químicos esenciales para las plantas, los animales y/o la
Oligoelementos
nutrición humana en cantidades pequeñas.
PCF Pentaclorofenol
Animales vertebrados poiquilotermos que incluyen Pisces,
pescado Elasmobranquios y Ciclostomos. A efectos de este código de prácticas, se
incluyen también los moluscos y crustáceos.
Cualesquiera materiales únicos o múltiples, elaborados, semielaborados o
piensos crudos que se destinan directamente a la alimentación de animales
productores de alimentos.

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