Final Penicilina
Final Penicilina
Final Penicilina
Durante decenas de miles de años, una simple infección bacteriana que podía derivar en muerte para la
persona que contrajo la infección, hoy en día esta se cura con ocho días de antibióticos. Sabemos que esto
cambió durante el siglo XX, cuando se desarrollaron los primeros tratamientos antimicrobianos. Pues la
penicilina fue uno de los primeros antibióticos que se inventaron y también uno de los que más se
utilizaron en todo el mundo. La penicilina es un antibiótico intravenoso que se aplica los seres humanos
para tratar infecciones causadas por microorganismos bacteriológicos. Esta es extraída de los cultivos del
hongo penicillium notatum y es ampliamente efectiva para combatir enfermedades. Desde que salió al
mercado revolucionó la medicina moderna, ya que por medio de ella se logró contrarrestar diversas
enfermedades de manera efectiva. Este medicamento actúa en la persona al debilitar la pared de la
bacteria y favoreciendo la ruptura de la misma haciéndola explotar. Es por ello que es uno de los
antibióticos que mejor se adaptan al cuerpo humano y hoy en día es el más usado gracias a los
descubrimientos de su creador Alexander Fleming, los antibióticos a base de penicilina han salvado la
vida de millones de personas, razón por la cual esta invención constituye una de las más importantes de la
historia es debido a que las penicilinas son un determinado conjunto de antibióticos con la capacidad de
eliminar las bacterias que causan infecciones en el cuerpo humano. Estos antibióticos son originados a
partir de una particular especie de hongo conocida como Penicillium y también sirven para prevenir
infecciones bacterianas, especialmente aquellas que son provocadas por las bacterias positivas de Gram.
(Staphylococcus aureus. Responsable de abscesos, dermatitis, infecciones localizadas y posibles
gastroenteritis; Streptococcus pyrogenes. Causante de infecciones supurativas en el trayecto respiratorio,
así como de fiebre reumática; Streptococcus aglactiae. Frecuente en casos de meningitis neonatal,
endometritis y neumonía; Streptococcus faecalis. Usual en infecciones en vías biliares y urinarias, habita
en el colon humano; Streptococcus pneumoniae. Responsable de neumonías e infecciones en las vías
respiratorias, así como otitis, meningitis y peritonitis; Streptococcus sanguis. Causante de endocarditis,
cuando ingresa al torrente sanguíneo a través de lesiones en su hábitat, la boca y la mucosa dental;
Clostridium tetani. Bacterias responsables de los tétanos, entran al cuerpo desde el suelo por
traumatismos en las extremidades; Bacillus antracis. Se trata de la conocida bacteria del ántrax, tanto en
su versión cutánea como en la pulmonar; Clostridium botullinum. Causante del botulismo clásico y el
infantil, habita en el suelo y en los alimentos mal conservados; Clostridium perfringes. Esta bacteria
segrega toxinas que destruyen la pared celular, y es responsable de las gangrenas gaseosas, la enteritis
necrosante y la endometritis.)
Cabe recalcar que hasta la fecha el efecto más adverso que ha presentado una persona contra la penicilina
es la erupción cutánea la cual se ha presentado en solo un cinco por ciento de los pacientes que la han
ingerido y también el choque anafiláctico, presentado solo por 0.2 pacientes. Es decir que este no genera
otras contraindicaciones.
Alexander Fleming
Entre los grandes avances que registraron las ciencias médicas y biológicas en el siglo XIX el
establecimiento del origen microbiano de las enfermedades infecciosas, que debemos a investigadores de
la talla de Louis Pasteur y Robert Koch. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos orientados al desarrollo de
vacunas, muchas enfermedades infecciosas siguieron siendo mortales, pues carecían de medios para
combatirlas una vez contraídas. Es por eso que, durante años, gracias a los descubrimientos de su creador
Alexander Fleming, los antibióticos a base de penicilina han salvado la vida de millones de personas,
razón por la cual esta invención constituye una de las más importantes de la historia ya que las penicilinas
son un determinado conjunto de antibióticos con la capacidad de eliminar las bacterias que causan
infecciones en el cuerpo humano. Sabiendo esto podemos comprender la trascendencia del hallazgo de
una sustancia, como esta, que era capaz de destruir los gérmenes patógenos sin dañar al organismo. El
descubrimiento de Alexander Fleming, en efecto, no solamente salvo millones de vidas, sino que también
revolucionaría los métodos terapéuticos, dando inicio a la era de los antibióticos y de la medicina
moderna. Y brindándole un Nobel a la medicina
Alexander Fleming nació el 6 de agosto de 1881 en Lochfield, Gran Bretaña, en el seno de una familia
campesina. Cumplidos los trece años, se trasladó a vivir a Londres con un hermanastro que ejercía allí
como médico. En 1900 se alistó en el London Scottish Regiment con la intención de participar en la
Guerra de los Boers. Su gusto por la vida militar le llevó a permanecer agregado a su regimiento,
interviniendo en la Primera Guerra Mundial como oficial del Royal Army Medical Corps en Francia.
Durante la Primera Guerra Mundial sirvió como capitán en el Real Cuerpo Médico del Ejército y al
finalizar el conflicto regresó al Hospital St. Mary. A los veinte años, la herencia de un pequeño legado le
llevó a estudiar medicina. Obtuvo una beca para el St. Mary's Hospital Medical School de Paddington, En
1906 entró a formar parte del equipo del bacteriólogo sir Almroth Wright, con quien estuvo asociado
durante cuarenta años. En 1908 se licenció, obteniendo la medalla de oro de la Universidad de Londres.
Nombrado profesor de bacteriología, en 1928 pasó a ser catedrático.
La carrera profesional de Fleming estuvo dedicada a la investigación de las defensas del cuerpo humano
contra las infecciones bacterianas. Esta inquietud por encontrar medios para combatir infecciones también
se muestra en su uso del Salvarsan o “compuesto 606” (Paul Ehrlich, un doctor alemán que fue
galardonado con el Premio Nobel de Medicina y creó la primera cura efectiva para la sífilis Salvarsán
fue la primera droga de la historia diseñada para curar una enfermedad, fue la primera que funcionó,
esta era una síntesis de arsenico), desarrollado por el médico alemán Paul Ehrlich para tratar la sífilis
pues fue de los pocos médicos en Londres que lo aplicaban, además de hacerlo por vía intravenosa, y de
allí que se le diera el mote de “Soldado 606”. Su nombre está asociado a dos descubrimientos
importantes: la lisozima (1922) y la penicilina (1928). Lisozima es un cultivo bacteriano, una gota de
moco de su nariz cayó en el cultivo. Notó que la bacteria en este cultivo había sido destruida. Llamó a la
sustancia lisozima combinando dos palabras: lisado y enzima. La lisozima está indicada en la profilaxis y
tratamiento de infecciones bucofaríngeas (estomatitis, gingivitis, faringitis, amigdalitis, laringitis, etc),
para estimular las reacciones del organismo y como coadyuvante de la acción de antibióticos o
quimioterápicos.
El hallazgo fue muy importante ya que demostraba la posibilidad de que existieran sustancias que, siendo
inofensivas para las células del organismo, resultaban letales para las bacterias. El hallazgo fue muy
importante ya que demostraba la posibilidad de que existieran sustancias que, siendo inofensivas para las
células del organismo, resultaban letales para las bacterias.
Ocho meses después de sus primeras observaciones, Fleming publicó los resultados obtenidos en una
memoria que hoy se considera un clásico en la materia, pero que por entonces no tuvo demasiada
resonancia. Pese a que Fleming comprendió desde un principio la importancia del fenómeno de antibiosis
que había descubierto (incluso muy diluida, la substancia poseía un poder antibacteriano muy superior al
de antisépticos tan potentes como el ácido fénico), la penicilina tardó todavía unos quince años en
convertirse en el agente terapéutico de uso universal que había de llegar a ser.
Aun así, fueron incapaces de estabilizar la penicilina, con lo que ni podían probarla en animales, ni
conseguían extraerla para tenerla en cantidades suficientes, ni lograban purificarla para que fuera segura
de usar en pacientes. Además, los médicos no le dejaban acercarse a ellos. El artículo original de Fleming
contiene errores, omite información importante y tuvieron que pasar doce años hasta que la penicilina se
pudo usar como medicamento. Diez años después del descubrimiento inicial un grupo de la Universidad
de Oxford empezó a trabajar en la penicilina y consiguió resolver uno a uno estos problemas
“Al parecer Fleming había tirado ya las placas estropeadas, pero un colega, Merlin Pryce, se acercó a
cotillear un rato, y mientras charlaban Fleming iba mirando las placas descartadas. Los dos vieron algo
llamativo: alrededor del hongo las bacterias habían desaparecido. De nuevo la leyenda comenta
que Fleming dijo «es gracioso» y se lo enseñó a su ayudante, quien le recordó que aquello se parecía a
cuando había descubierto la lisozima. Sin embargo, parece que el hongo solo detendría el antibiótico si
se hubiera sembrado antes o al mismo tiempo que la bacteria y que requiere unos días de temperatura
fría, algo que sucedió solo unos pocos días en ese verano londinense de 1928. Fleming fue mucho más
afortunado de lo que nunca pensó. Aquella placa —o una parecida— terminó sus días en el British
Museum, donde actualmente puede ser contemplada por turistas y nativos.”
Fleming no tenía idea de química, pero empezó a trabajar con dos ayudantes con más experiencia que él.
(1939)Se trataba de Howard Florey, un agresivo patólogo australiano con seis ayudantes entre los que
estaba Ernst Chain, un bioquímico judeoalemán que había huido tras la llegada de los nazis al poder,
llegando a Inglaterra con diez libras en el bolsillo, todo un capital.
Una vez aislado éste, Fleming supo sacar partido de los limitados recursos a su disposición para poner de
manifiesto las propiedades de dicha substancia. Así, comprobó que un caldo de cultivo puro del hongo
adquiría, en pocos días, un considerable nivel de actividad antibacteriana. Realizó diversas experiencias
destinadas a establecer el grado de susceptibilidad al caldo de una amplia gama de bacterias patógenas,
observando que muchas de ellas resultaban rápidamente destruidas; inyectando el cultivo en conejos y
ratones, demostró que era inocuo (inofensivo) para los leucocitos, lo que constituía un índice fiable de
que debía resultar inofensivo para las células animales.
El grupo de Oxford empezó con una financiación de veinticinco libras (no veinticinco mil, veinticinco),
pero afortunadamente la Fundación Rockefeller les dio cinco mil dólares para un año. Florey esperaba
haber recibido financiación para tres años, la duración normal de un proyecto de investigación, pero la
fundación veía que Gran Bretaña se hundía en la guerra, no estaba claro si los laboratorios biomédicos
tendrían mucho futuro en esas circunstancias y aquello parecía investigación básica, la competencia entre
un hongo y una bacteria, algo sin mayor interés. El propio Chain lo reconoció años más tarde: «La
posibilidad de que la penicilina tuviera un uso práctico en la medicina clínica no entraba en nuestras
cabezas cuando empezamos el trabajo». Algo que deberían pensar los que oponen la investigación básica
a la investigación aplicada.
En 1941 se obtuvieron los primeros resultados satisfactorios con pacientes humanos. El desarrollo de
la Segunda Guerra Mundial determinó que se destinaran a las investigaciones recursos lo suficientemente
importantes como para que, ya en 1944, todos los heridos graves de la batalla de Normandía pudiesen ser
tratados con penicilina.
Mientras tanto, la II Guerra Mundial había comenzado y el país sufría los primeros desastres como la
evacuación de Dunquerque y la batalla de Inglaterra. El potencial de la penicilina para tratar a los heridos
se fue haciendo cada vez más claro. El punto de inflexión tiene fecha: el 25 de mayo de 1940. Ese día las
pruebas en ratones —hubo que sacrificar miles de ratones para que la penicilina fuese segura y eficaz—
demostraron que una nueva era había comenzado: infectaron a cincuenta ratones con estreptococos y a la
mitad les dieron penicilina. A los pocos días, los veinticinco a los que se dio el antibiótico estaban sanos
mientras que los veinticinco sin él estaban muertos. Florey declaró: «Hemos topado con una de esos
medicamentos muy raros que no solo matan las bacterias en un tubo de ensayo sino también en un animal
vivo sin causarle daño. Nos dimos cuenta de que la penicilina podría jugar un papel vital en la guerra».
Dándose cuenta de la importancia del descubrimiento y preocupados por el curso del conflicto que Gran
Bretaña parecía ir perdiendo, Florey, Chain y dos colegas frotaron esporas de Penicillium en el forro de
sus trajes y sus abrigos para que si Inglaterra era invadida los cuatro científicos intentaran escapar con el
hongo, y así poder continuar su investigación lejos de las garras de los nazis. El nuevo fármaco tenía
importancia estratégica porque los alemanes eran los inventores y líderes en la fabricación de sulfamidas,
el primer medicamento contra los microorganismos realmente eficaz, y los aliados no tenían nada
parecido.
El equipo de investigación británico trabajó en la producción de penicilina con una enorme escasez de
medios. Para cultivar los hongos probaron cajas metálicas de galletas, latas de gasolina, botellas, y
finalmente el envase que demostró ser más eficaz: las cuñas de metal esmaltado que usaban los hospitales
para que los pacientes hicieran sus necesidades. El instrumental del laboratorio se montó con bañeras,
estanterías, bidones, papeleras, compresores de frigoríficos y centrífugas haciendo que Chain, siempre un
poco particular, comentara «un poco menos de improvisación y un poco más de profesionalidad habría
beneficiado nuestro trabajo». No fue fácil. La penicilina se extraía en amilacetato y después se volvía a
extraer en agua usando un sistema en contracorriente. Las impurezas se quitaban con una técnica nueva,
la cromatografía en columna, y se concentraba usando un destilador en vacío y otra técnica novedosa, la
crioliofilización, que después se usaría para hacer café descafeinado. Seis «chicas de la penicilina» fueron
contratadas para mantener la producción en un sótano húmedo, frío y con olor a moho por un sueldo más
bajo del que habrían ganado de camareras o trabajando en una fábrica. Ese antro fue el único centro de
producción de penicilina hasta el año 1943. Florey había contactado con los laboratorios británicos
Wellcome —la principal farmacéutica del país— en 1940, pero la guerra hacía que estuvieran
produciendo vacunas, antitoxinas y plasma sanguíneo, los productos que parecían más urgentes en el
campo de batalla, así que le contestaron que no tenían el menor interés en dedicarse a cultivar un hongo
que parecía ser «tan temperamental como una cantante de ópera».
Florey y los demás siguieron fabricando penicilina mientras los aviones alemanes bombardeaban aquella
zona del East London donde tenían el laboratorio. No recibieron ningún impacto directo, pero algunos de
los que trabajaban allí vieron desde la azotea cómo ardía su casa mientras ellos seguían purificando el
antibiótico. Henry Dale, uno de los grandes científicos ingleses, le dijo a Florey que patentar la penicilina
sería poco ético y no se hizo. Florey y Heatley marcharon a Estados Unidos en los famosos barcos negros
—convoyes que navegaban sin luces para intentar esquivar a los submarinos alemanes— a intentar
convencer a sus colegas americanos de que produjeran penicilina, pero las empresas yanquis no quisieron
ponerse a ello por miedo a que la síntesis química de la molécula sustituyera a la producción
microbiológica del hongo e hiciera perder la inversión. Como la II Guerra Mundial impedía seguir con la
investigación en Europa, las farmacéuticas inglesas cedieron sus resultados al Gobierno de los Estados
Unidos. Era muy importante producir suficiente penicilina para las tropas aliadas, puesto que los
alemanes ya usaban la sulfamida.
Howard Florey llevó muestras de penicilina a Andrew Moyer, un investigador del Departamento de
Agricultura, en Illinois. En pocas semanas propuso mejoras en el proceso, principalmente sustituir el
cultivo en superficie por una fermentación con cultivo sumergido
Finalmente, el bombardeo de Pearl Harbor y la entrada en la guerra de los Estados Unidos hizo que todo
se acelerase y el Gobierno americano puso en marcha un programa de investigación sobre la penicilina e
instaló un centro piloto en una fábrica de Peoria (Illinois) que se había dedicado a fabricar whisky antes de
la Ley Seca y tenía experiencia por tanto en técnicas de fermentación. Los americanos desarrollaron una
técnica que multiplicaba por veinte la producción pero no funcionaba bien con la cepa de Fleming; había
que buscar otra que creciera más rápido. Ordenaron la búsqueda de mohos de Penicillium por todo el
mundo y el ejército se encargó de transportarlos a Peoria para probarlos. A la fábrica llegaron paquetes
con el moho metido en botellas, cajas de cartón y sobres desde lugares como Ciudad del Cabo, Chongjin
y Bombay, pero irónicamente la mejor cepa fue una que encontraron en la propia Peoria, enviada por un
ama de casa a la que le había salido en un melón un moho «precioso y dorado» y que quería contribuir al
esfuerzo bélico.
En un plazo de 6 meses, y a pesar de las limitaciones de la guerra, Pfizer puso a punto una planta de 14
fermentadores de 28 500 litros cada uno. Hacía falta tanto volumen de reacción porque solo se producían
4 gramos de penicilina por cada 10 litros de caldo, y más del 60 % de ellos se perdía durante su
purificación.
Utilizando reactores cada vez mayores, cepas de mayor productividad y mejores métodos de
recuperación, en 5 años se multiplicó por 800 la producción de penicilina
Esta sepa ya había sido probada antes en septiembre de 1940 un policía de Oxford, Albert Alexander, de
cuarenta y ocho años, fue la primera persona tratada con penicilina. Alexander se había hecho un rasguño
en la cara con un rosal trabajando en su jardín. La herida se infectó con estreptococos y estafilococos, y la
infección se extendió a los ojos y al cuero cabelludo. Le llevaron al hospital de Radcliffe y le trataron con
lo único que había, sulfamidas, pero la infección empeoró y tuvo abscesos purulentos en los ojos, los
pulmones y el hombro. Florey y Chain oyeron del caso en una cena y pidieron a los médicos de Radcliffe
que probaran su penicilina «purificada».
Tras cinco días de inyecciones Alexander empezó a mostrar mejoría, pero se acabó la penicilina —toda la
que existía en el mundo— y murió. El 14 de marzo de 1942 se trató con penicilina al primer paciente en
Estados Unidos. Era una mujer llamada Anne Miller; su embarazo se había malogrado y había
desarrollado una septicemia hemolítica causada por estreptococos que la llevaba a la muerte, y en esa
primera prueba se gastó la mitad de la producción conseguida hasta ese momento en Estados Unidos. Tres
meses más tarde ya se había conseguido penicilina para tratar a diez pacientes. Un problema es que la
penicilina se eliminaba rápidamente por vía renal, así que se decidió recolectar la orina de los pacientes,
volver a purificar el antibiótico que había allí y reutilizarlo. A los pacientes, claro, esto no se lo contaban.
En Gran Bretaña, mientras tanto, el Gobierno apostó por el antibiótico y nombró un Comité General de la
Penicilina al que proporcionó varias fábricas de quesos, de gomas y de piensos dispersas por el país para
que fabricaran allí la penicilina y corrieran menos riesgo de ser destruidas en un ataque aéreo alemán.
Aun así había problemas y, por ejemplo, la lactosa esencial para hacer crecer el hongo había que
disputársela a las fábricas de fórmulas lácteas para biberones. Todo escaseaba en un país cercado por los
submarinos y los aviones alemanes.
Las primeras pruebas a gran escala de la penicilina se hicieron en el frente norteafricano, en las tropas que
luchaban contra los tanques de Rommel, y los resultados fueron espectaculares: soldados heridos en las
piernas y que habrían quedado mutilados para siempre un año antes volvían a andar. En la Primera Guerra
Mundial el 18 % de las muertes de soldados fue por infecciones por neumonías, en la Segunda bajó al 1
%. Los médicos veían asombrados que incluso las heridas más grandes sanaban sin infectarse. La fama le
llegó al hongo con el desembarco de Normandía, al escribir la periodista Lee Miller un artículo para la
revista Vogue sobre los tres salvavidas —sulfamidas, penicilina y sangre— que multiplicaban el efecto
salutífero de las manos hábiles de los cirujanos.
Para 1943, ya se comercializaban ampollas de penicilina. Ese mismo año, los antibióticos también
entraron en guerra, siendo una poderosa arma de los soldados aliados contra las infecciones.
El hecho de que todo el mundo sepa quién es Fleming pero que muy pocos hayan oído hablar de Florey,
Chain (ambos recibieron el Nobel el mismo año que Fleming) o Heatley es para Sidebottom una
injusticia.
Sir Alexander Fleming murió el 11 de marzo de 1955, debido a un ataque cardíaco. Fue enterrado con los
honores de un héroe nacional en la Catedral de San Pablo de Londres.
Producción en la actualidad
Superficie: crecimiento del hongo en la superficie en una delgada capa de crecimiento de cultivo puesto
en bandejas
Fermentación sumergida el cual es el método mas usado pues este te ayuda de reducción de
costos(reducción de costos)
Purificación
Diagrama de proceso
Cultivo de forma escalonada (feed back) hasta llegar al biorreactor donde se realizara el proceso
de fermentación, el cual es un proceso de agitación vertical a una temperatura de 23 a 25 ºC
(serpentin) Capacidad de 29 a 115 mil l mayor rendimiento es necesario estresar el hongo se logra
reduciendo la cantidad de nutrientes y adición de ácido fenilalcetico
Tubo de Almacenaje
Purificación
Esto se realiza por Extracción con disolvente organico. Generalmente se usa el acetato de amilo y
cloroformo ph 2-5 para formar el acido pelicinico
Se realiza la separación con carbón activado (el cula se dedica a absorber impurezas) o por
filtración
Cristalizacion donde se adiciona Acetato de amilo se aumenta el ph a7-7.5 para que la penicilina
pase como sal sódica o potassica
1. https://youtu.be/v4oRPp58YWw
2. https://www.youtube.com/watch?v=tNhhyX4z-2I
Producción de la penicilina
La penicilina, que sigue siendo una parte importante de nuestro armamentarium antimicrobiano,
tenía un impacto importante en la segunda mitad del siglo XX. Los métodos de la Profundo-
fermentación, que fueron desarrollados sobre todo para la producción de penicilina durante la
guerra, dieron lugar al revelado de antibióticos y contribuyeron a la biotecnología la industria
naciente que apareció en los años 70.
Las diversas fuentes de carbono se han adoptado para este proceso - incluyendo la glucosa, la
sacarosa y otros azúcares crudos. El aproximadamente 65% del carbono se utiliza para el
mantenimiento celular, el 25% para el incremento y el solamente 10% para la producción de la
penicilina. El azúcar también se utiliza para la regla del valor de pH durante fase de producción
activa de la penicilina.
Cuando la penicilina fue hecha inicialmente en el final de la Segunda Guerra Mundial usando
el Penicillum Notatum fungoso, el proceso rindió un miligramo por el decimétrico cúbico. Hoy,
con un uso de una diversa especie (chrysogenum del penicillium) y de los procedimientos
perfeccionados de la extracción el rendimiento es 50 gramos por el decimétrico cúbico.
Las mejorías importantes en métodos de producción modernos han aumentado la producción y el costo
disminuido. Hoy, las deformaciones que producen comerciales del chrysogenum del penicillium se crecen
usando cultura sumergida en tanques de acero inoxidables constante de agitación y aireados de 50.000
galones. Estas deformaciones industriales pueden ahora producir 40-50 gramos de penicilina por el litro
de cultura con un rendimiento de la recuperación del 90%. Esto es una mejoría de forma aplastante de la
deformación del mercado del granjero más temprano de Peoria que produjo solamente 0,15 gramos por
litro con regímenes de recuperación muy inferiores. Para lograr estas tasas de producción, las
deformaciones modernas del penicillium visualizan un ordenador principal de las modificaciones
genéticas y celulares que dan lugar a la producción creciente, incluyendo la amplificación del atado del
gen de la biosíntesis de la penicilina, de un mayor número de peroxisomes, y de niveles elevados de
proteínas del transportador que secreten la penicilina nuevamente producida fuera de los peroxisomes y
de la célula.
Las ventas mundiales de la penicilina y de otros antibióticos de la beta-lactama son mayores ahora de $15
mil millones (los dólares de los E.E.U.U.) por año. Estos números de las ventas existen a pesar de que el
costo ahora está en una bajada récord. La penicilina ahora cuesta $10 por kilogramo comparado con $300
por kilogramo en 1953. Aunque Europa sea el productor mayor de los antibióticos de la beta-lactama,
más nuevas instalaciones industriales están volviendo a poner a China y a otras regiones de Asia donde
están más inferiores el trabajo y los costes energéticos .
Introducción:
Los desafíos actuales, como las bacterias emergentes multirresistentes, podrían superarse
mediante desarrollos que combinen el conocimiento genómico con la biología y la química
aplicadas para identificar, producir y alterar la estructura de nuevos compuestos
principales. La actividad biológica significativa se reporta con mucha menos frecuencia
para los compuestos sintéticos, hecho que se refleja en la gran proporción de productos
naturales y sus derivados en uso clínico. Esta revisión describe el impacto de la genómica
microbiana en la investigación de productos naturales, en particular, la búsqueda de
nuevas estructuras de leads y su optimización. También se discuten las limitaciones de esta
investigación, lo que permite una mirada a los desarrollos futuros.
Sin productos naturales aplicados médicamenteLa vida humana sería menos cómoda y
definitivamente mucho más corta: más del 75% de todos los compuestos antibacterianos y
aproximadamente el 50% de todos los compuestos anticancerosos actualmente en uso
clínico son productos naturales en sí mismos o derivados de los mismos. 1 Los productos
naturales antibacterianos clínicamente útiles son a menudo los fármacos de último recurso
para el tratamiento de microorganismos resistentes a múltiples fármacos y, sin
tratamiento, a menudo mortales. Sin embargo, está surgiendo resistencia contra los
nuevos antibióticos, incluidos los que representan nuestra última línea de defensa. Incluso
con la adopción de antibióticos con nuevos mecanismos de acción, no tenemos que
preguntarnos si se desarrollará resistencia, sino solo cuandoocurrirá. Esta situación es
principalmente consecuencia de la enorme velocidad a la que los microorganismos
intercambian y mutan sus genes. Cuanto más a menudo se usan los antibióticos, más
rápidamente se propaga la resistencia. 2 Es predecible que el ganador en este juego
siempre será el microbio, simplemente por su gran número, tiempos de generación cortos
y tasas de mutación. Sin embargo, la investigación farmacéutica debe intentar luchar para
mantener el statu quo. Sin embargo, encontrar un nuevo producto natural prometedor
para el tratamiento de cualquier tipo de enfermedad es un desafío costoso y difícil, 3 , 4 que
ha llevado a las principales compañías farmacéuticas a depender únicamente de productos
químicos sintéticos.
Producción Antigua
Charles Pfizer y Charles Erhart, primos y emigrados recientes de Alemania, establecieron Charles Pfizer
& Company en el vecindario de Williamsburg de Brooklyn en 1849. El primer producto de la compañía
curó una enfermedad común del siglo XIX, los gusanos intestinales, que generalmente se trataban con
santonin, un antiparasitario tan amargo que la mayoría de la gente pensaba que la cura era peor que la
enfermedad. Pero los primos, uniendo las habilidades de Pfizer, un químico, y Erhart, un pastelero,
mezclaron santonin con un saborizante de almendras y caramelo para crear un medicamento con sabor a
caramelo que los pacientes tomarían.
El éxito inicial de Pfizer con santonin animó a los primos a buscar otras oportunidades para fabricar
"productos químicos finos". Entre los productos de la empresa se encuentran la quinina, utilizada como
analgésico; bórax, utilizado como conservante y detergente para la ropa; ácido bórico, un antiséptico
tópico; cremor tártaro, utilizado en levadura en polvo; y ácido tartárico, también utilizado en alimentos
(ambos subproductos de la industria vitivinícola europea); Sales de Rochelle, un laxante y diurético;
alcanfor, un analgésico; y estricnina, un tónico y estimulante del apetito. Durante la Guerra Civil, Pfizer,
al igual que otras empresas químicas y farmacéuticas, respondió a la demanda de analgésicos,
conservantes y desinfectantes, produciendo muchos productos con aplicaciones medicinales, como yodo,
morfina y cloroformo.
El producto de gran éxito inicial de Pfizer fue el ácido cítrico, que agregó a su línea de productos en la
década de 1880. El ácido cítrico se usa en alimentos y bebidas, especialmente refrescos, porque es un
conservante natural que también puede agregar un sabor ácido, ligeramente amargo. Al suministrar ácido
cítrico para bebidas nuevas y populares como Coca-Cola, Pepsi-Cola y Dr. Pepper, Pfizer pudo dominar
el mercado. Al principio, la empresa utilizó los métodos de producción estándar, obteniendo ácido cítrico
de fruta inmadura de Italia, California, Florida y las Indias Occidentales, y tratándola con cal (CaO) y
ácido sulfúrico para producir una solución de ácido cítrico cristalizado.
El botánico Carl Wehmer descubrió en 1893 que el moho Penicillium podía producir ácido cítrico a partir
del azúcar. Más tarde, J.A. Martin descubrió que la fermentación del azúcar podía producir ácido cítrico.
Pero estas eran ideas adelantadas a su tiempo porque nadie sabía cómo fabricar ácido cítrico a partir de
estas fuentes a escala comercial. Es decir, hasta que James Currie, un químico de alimentos, descubrió
que el ácido cítrico podía fermentarse a partir de ciertas cepas del moho Aspergillis niger combinado con
azúcar.
Currie luego describió cómo llevó su descubrimiento a Pfizer en 1917: “Me reuní con John Anderson,
quien era el presidente de la junta de Pfizer. Durante nuestra primera reunión, el Sr. Anderson me
presentó a otro funcionario de Pfizer con el comentario: "Dr. Currie está aquí ahora y creo que tiene algo
interesante ". Los funcionarios de Pfizer se dieron cuenta rápidamente de que" algo interesante "era la
perspectiva de producir grandes cantidades de ácido cítrico a partir del azúcar, en lugar de cítricos
importados.
El hecho de que Currie se uniera a Pfizer durante la Primera Guerra Mundial no fue una coincidencia. Los
funcionarios de Pfizer, encabezados por John Anderson, se dieron cuenta de que la empresa tenía que
reducir su vulnerabilidad como importador de materias primas. La guerra cortó el suministro de cítricos
italianos y todas las entregas de materias primas desde Europa se vieron amenazadas por el bloqueo
submarino alemán. El suministro de medicamentos y productos químicos para la guerra ayudó a la
empresa a sobrevivir, pero las ventas generales disminuyeron. Ahora, más que nunca, Pfizer necesitaba
encontrar formas de producir ácido cítrico sin utilizar cítricos.
Currie, con la ayuda de su precoz asistente de laboratorio de 16 años, Jasper Kane, abordó el problema de
la fermentación. Sabía que Aspergillis niger es aeróbico, lo que significa que necesita aire para crecer.
Currie intentó hacer crecer el moho en una sartén plana grande, pero tuvo un éxito limitado. Cortó la
cacerola en cacerolas más pequeñas y menos profundas, e inmediatamente aumentó el rendimiento. Aún
así, el proceso estuvo sujeto a una serie de variables: la calidad de las esporas de moho, la pureza de los
cultivos, la contaminación del aire y del medio, la humedad y la temperatura, y muchas otras.
Currie enchufó y se dirigió a las máquinas secadoras Gordon, que controlaban la humedad y la
temperatura. También experimentó con cacerolas de diferentes tamaños y su profundidad y temperatura.
En 1919, Pfizer abrió una planta piloto utilizando su proceso de fermentación, llamado SUCIAC: "Azúcar
en conversión en ácido cítrico". Aún así, los rendimientos fueron decepcionantemente bajos durante un
tiempo, por lo que Currie siguió afinando el proceso, utilizando recipientes más pequeños y un mejor
sistema de ventilación para aumentar el rendimiento. En 1924, los crecientes rendimientos de ácido
cítrico convencieron a los funcionarios de Pfizer de construir una planta SUCIAC. La nueva estructura
comenzó a funcionar en 1926; ese año, la producción de ácido cítrico mediante tecnología de
fermentación superó con creces la producción basada en limones y limas. A finales de la década, Pfizer
dominaba el mercado y en 1929 la empresa alcanzó un hito; produjo 5,9 millones de libras de ácido
cítrico sin utilizar jugo de limón, jugo de lima o citrato de lima extraño en su proceso de producción.
Pfizer pronto estaba produciendo otros productos por fermentación, sobre todo el ácido glucónico
(C6H12O7), utilizado como aditivo en los alimentos para regular la acidez y como agente de limpieza. A
diferencia del caso del ácido cítrico, un producto importante que Pfizer buscaba producir de manera más
eficiente, Pfizer logró comercializar el ácido glucónico solo después de desarrollar un proceso comercial
que involucraba la fermentación en tanque profundo. Pfizer había intentado sin éxito utilizar tanques
profundos para producir ácido cítrico; en 1929, la empresa logró producir ácido glucónico en un medio
aeróbico sumergido en tanques profundos agitados que controlaban el pH y la esterilidad del aire.
En los años siguientes, la empresa utilizó procesos de fermentación para producir ácido itacónico, ácido
fumárico e intermedios para síntesis química. La producción de ácido glucónico y otros productos
mediante la fermentación en tanque profundo fue un avance significativo para Pfizer. Si bien la empresa
utilizó técnicas de fermentación en la fabricación de ácido cítrico, fue el desarrollo de tanques profundos
para ácido glucónico lo que allanó el camino para la producción en masa exitosa de penicilina.
En la década de 1930, Pfizer, que tenía estrechos vínculos con las industrias farmacéutica y alimentaria,
se interesó en la producción comercial de vitaminas, comenzando con la vitamina C. El ácido ascórbico
fue aislado por primera vez por Albert Szent-Györgyi en 1928; poco después, se estableció su fórmula
estructural y se descubrió un método de síntesis. 1936 Pfizer comenzó a comercializar vitamina C
sintética elaborada con fermentación sumergida como primer paso del proceso. Pfizer pronto se convirtió
en el fabricante líder y la empresa decidió comercializar otras vitaminas, introduciendo la vitamina B2 en
1938 y, después de la guerra, la vitamina B12.
A principios de la década de 1940, Jasper Kane y sus colegas aumentaron gradualmente la producción de
penicilina, así como la potencia y pureza del fármaco, pero los avances fueron frustrantemente lentos. Al
principio, Kane utilizó matraces y cacerolas similares a las técnicas de fermentación del ácido cítrico. En
1942, Kane sugirió cambiar a tanques profundos que funcionaban tan bien para el ácido glucónico. La
sugerencia de Kane era arriesgada porque significaba que Pfizer tendría que reducir la producción de
otros productos más rentables mientras se concentraba en la penicilina. Como dijo un ejecutivo, John
Smith: “El molde es tan temperamental como un cantante de ópera, los rendimientos son bajos, el
aislamiento asesina, la purificación invita al desastre. ¡Piense en los riesgos! "
La empresa decidió arriesgarse. En septiembre de 1943 compró la antigua planta de hielo Rubel en Marcy
Avenue en Brooklyn, un edificio cercano que tenía el equipo de refrigeración necesario, y la convirtió en
la primera fábrica de penicilina a gran escala del mundo. El 1 de marzo de 1944 abrió la planta de
penicilina de Pfizer. Contenía catorce tanques de 7500 galones; pronto, la empresa estaba produciendo
cinco veces más penicilina de lo que se había estimado originalmente, lo que convirtió a Pfizer en el
principal proveedor del fármaco; la mayor parte de la penicilina que desembarcó con las fuerzas aliadas el
Día D provino de esta planta.
Detrás de los números se encontraba una maravilla de la ingeniería química. La producción comenzó con
un cultivo estéril del moho de la penicilina, que luego se propagó, primero en frascos de tres litros, luego
en tanques de "semillas" de 200 galones. Luego, el cultivo se trasladó a enormes tanques fermentadores
que contenían forraje microbiano, principalmente licor de maíz, azúcar de leche, sales y minerales. Se
dejó que el moho creciera durante dos a cuatro días.
Aunque todo el proceso fue difícil, la parte más complicada fue extraer la penicilina del caldo, ya que la
penicilina era una “bala mágica” muy tacaña: solo cuatro partes de fármaco por 10,000 partes de caldo. A
continuación, el material extraído se purificó y se embotelló en salas esterilizadas, ya que en estos últimos
pasos se tuvo que extremar las precauciones para evitar la contaminación. Después de llenar los frascos,
la penicilina pasó a través de un aparato de congelación y luego a un secador de vacío que deshidrató el
fármaco.
Este fue el proceso que ayudó a ganar la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, Pfizer mejoró el
procedimiento. En 1946, por ejemplo, los investigadores de Pfizer descubrieron que el color amarillo
normal de la penicilina indicaba la presencia de impurezas. Los científicos desarrollaron un método de
cristalización que produjo penicilina blanca estable a temperatura ambiente y potente durante años.
Pfizer utilizó las lecciones aprendidas para desarrollar otros antibióticos, primero aplicando sus técnicas
de fermentación a la fabricación de estreptomicina, un fármaco desarrollado por Selman Waksman y su
personal en Rutgers. En 1949, los científicos de Pfizer, después de analizar decenas de miles de muestras
de suelo, encontraron un microorganismo en el suelo del Medio Oeste de Estados Unidos que resultó
eficaz contra una amplia gama de bacterias mortales. Terramycin®, derivado del latín para "hongo de la
tierra", fue el primer antibiótico desarrollado exclusivamente por científicos de Pfizer.
Alexander Fleming y los descubridores de otros antibióticos merecen todo el crédito que han ganado.
Pero su trabajo habría permanecido en el estante del laboratorio si no fuera por el desarrollo de la
fermentación en tanque profundo. Como escribió David Wilson en su libro In Search of Penicillin
(Knopf, 1976), “Es el mayor error del mito sobre la penicilina ignorar el avance tecnológico de la
fermentación profunda, un avance que fue tan vital para el éxito desarrollo de la penicilina como
cualquiera de los trabajos de laboratorio más dramáticos ".
Si la fermetacion de penicilina se lleva a cabo sin adicción de precursores de la cadena lateral se producen
las penicilinas naturales. A partir de esta mezcla solamente es útil terapéuticamente la bencilpenicilina;
los otros compuestos deben ser eliminados durante la etapa de recuperación del producto.
La fermentación puede ser controlada mejor añadiendo un precursor de la cadena lateral, de forma que
solamente se produzca una penicilina deseada. Mas de 100 penicilinad biosintéticas han sido producidas
de esta forma. En los procesos comerciales, sin embargo, solamente han sido producidas la penicilina G y
la peniclina V, y las cantidades muy limitadas de penicilina O. Utilizando el acido fenoxiacetico, como
precursor de la cadena lateral, se consiguió la obtención de peniclina V (fenoximetilpenicilina), penicilina
que es particularmente estable en medio acido y que puede, por tanto suministrarse por via oral al
contrario de lo que ocurre con la penicilina G ya que debido a su sensibilidad a los acidos no se puede
adminstrar oralmente puesto que es hidrolizada en el estomago.
A diferencia de las anteriores, las penicilinas semisintéticas incluyen diversas penicilinas obtenidas al
añadir químicamente una gran variedad de cadenas laterales al acido 6-APA. Penicillum chrysogenum
pueden sintetizar este acido si el medio de cultivo carece de precursores de la cadena lateral. Sin embargo,
la producción de 6-APA en estas condiciones es tan pequeña que hace inviable este procedimiento. La de
acilación química tampoco es rentable pues este proceso comprende tres etapas que deben llevarse a cabo
a baja temperatura y en condiciones anhidras estrictas, requiriéndose además varios solventes químicos.
Por estas razones, la producción industrial del 6-APA necesario para la fabricación de penicilinas
semisintéticas se realiza por deacilacion enzimática de la peniclina G. Este proceso biológico se basa en la
producción por ciertas bacterias de acilasas que eliminan el grupo bencilo. La deacilacion se obtiene una
solución de sales sódicas del ácido fenilacetico y 6-APA. El fenilacetico recuperado se puede utilizar
posteriormente para la producción de penicilina G. Debido a sus mejores características (estabilidad a la
acidez, resistencia a Beta-lactamasas, mayor espectro antimicrobiano), las penicilinas semisintéticas han
llegado a ser estensamente utilizadas en terapia.
Aproximadamente el 38% de las penicilinas naturales producidas comercialmente se utilizan en medicina
humana, el 12% en veterinaria y el 43% como material de partida para la producción de penicilinas
semisintéticas.
Desasrrollo de cepas y de técnicas de cultivo
La mejora del cultivo inicial se produjo en 1943 con el ailamiento de la cepa Penicillium chrysogenum
NRRL1951. Este microorganismo era mas adecuado para la producción en cultivo sumergido que la cepa
originial Penicillium notatum.
P. Chrysogenum permitió trabjar en cultivo sumergido empleando lactosa como fuente de carbono y
energía y agua de macerado de maíz (corn-steep liquor) como fuente de nitrógeno.
Mediante posterior mutagénesis fue aislada la cepa WisQ176 fue adoptada por la mayor parte de los
fabricantes de penicilinan y fue utilizada como cepa original en los distintos programas comerciales de
mejora de cepas acerca de los que se ha publicado poco (secreto industrial). Si bien los aumentos de
rendimiento han sido el objetivo principal del desarrollo de las cepas, también han sido optimizados otros
factores que tienen un efecto sobre la fermentación y la eficiencia de recuperación del producto.
El uso de la ingeniería genética para aumentar la síntesis de enzimas que catalizan pasos limitantes,
mediante la amplificación génica o mejora de la transcripción, no ha sido todavía posible en Penicillium
chrysogenum y se ha desarrollado un sistema de transformación.
Métodos de producción
La penicilina G y la penicilina V son producidas utilizando proceso de sumergidos en fermentadores de
40000-20000 litros. Debido a las dificultades en el suministro de oxigeno no pueden ser empleados
tanque mayores. La fermentación de penicilina es un proceso Aerobico con una velocidad deabsorcion
volumétrica de oxigeno de 0.4-0.8 nM/l*min. La velocidad de aireación requerida esta entre 0.5-1
volumenes de aire (volumen de liquido)^-1 min^-1 dependiendo de la cepa, del biorreactor y del tipo de
implusor. Para el mezclado se suelen utilizar varios impulsores de tipo turbina (120-150 rpm). El rango de
temperatura optima es de 25-27ºC.
En un esquema típico de producción de penicilina el inoculi de inicia utilizando esporas lizofilizadas.
Debido a la gran variabilidad de las cepas de alta producción , es necesario el mantenimiento cuidadoso
de las cepas.
La concentración de esporas (optima 5*10^3/ml) y la formación de agregados son cruciales para el
redimiento subsecuente. Si se quiere conseguir una velocidad de optima de formación de penicilina, los
agregados (pallets) no deben crecer como bolas compactas sino de una forma suelta.
Despues de varias etapas de crecimiento esta preparado el cultivo de producción. En la fermentación
típica de penicilina existe una fase de crecimiento de unas 40h con un tiempo de duplicación de 6h
durante la cual se forma la mayor parte de la masa celular. El suministro de oxigeno es critico en el
cultivo en crecimiento ya que el aumento de la viscosidad dificulta la transferencia de oxigeno. Despues
de la fase de crecimiento, el cultivo llega a la fase real de producción de penicilina. Debido al aporte de
distintos componentes al medio, la fase de producción puede extenderse hasta 120-160h.
Actualmente la extraccion con solventes es la base para la separación y purificacion de la penicilina. El
primer paso consiste en separar el micelio del medio de cultivo empleado un filtro rotatorio a vacio tipo
cilindrico. El filtrado rico en penicilina es luego enfriado es un intercambiadof de calor a 0-4ºC con el
objeto de disminuir la degradación enzimática y química durante las etapas de extraccion posteriores.
Las penicilinas G y V son acidos fuertes (pKa entre 2.5-3.1). Las formas acidas son solubles en muchos
solventes organicos y se pueden extraer con un alto rendimiento en acetato de amilo o de butilo a Ph 2.5-
3. La extraccion se puede realizar en operaciones continuas o contracorrientes en extractores centrifugos
en etapas multiples a temperatura a de 0-3ºC. Otra posibilidad es el empleo de mezcladores estáticos o
decantadores, los cuales tienen en menor costo de inversión.
Se debe tener en cuenta que tanto la penicilina G como la V se degradan en medio acido con una cinetica
de primer orden a una velocidad proporcional a la temperatura y reciproca con respecto al pH. Esto hace
que la vida media en condiciones de eficiente extraccion en medio acido sea muy reducid. Sin embargo
como la forma V en tales condiciones es mas estable que la G, si elobjetivo es obtener 6-amino
penicilanico (6-APA) la producción de penicilina V es mas aconsejable.
La extraccion de penicilina se puede realizar en una o mas etapas sucesivas, con una acidificación del
caldo filtrado con H2SO4 al 10% P/V y con el agregado de una agente surfactante (0.003-0.1% P/P),
realizandose la extraccion y concentración en extractores centrifugos.
Dependendiendi de las especificaciones de uso final, el solvente contenido penicilina se puede tratar con
carbon para separar pigmentos y otras impurezas. Esta etapa actualmente no se realiza debido a las bajas
impurezas de los caldos y a los altos rendimientos obtenidos.
La cristalización se puede realizar desde la fase acuosa si se desea, siendo los valores críticos las
concentraciónes de sodio o potasio, la temperatura, la concentración de penicilina y el pH. En caso de
hacerse la cristalización a partir de un solvente se requiere también un exceso de Na+ o K+, siendo los
cristales recuperados en un filtro rotatorio a vacio. Estos cristales son lavados y presecados con un
solvente volátil que también separa impurezas coloreadas. El secado definitivo se puede realizar con aire
caliente, vacio o calor readinate.
La penicilina criatalina G o V asi obtenida puede ser empleada conmo tal o como intermerdiario que es
convertido a 6-APA para obtener nuevas peniclinas semisintéticas, cuidando en todos los casos que los
productos deberán tener un grado farmaceutico. El acido 6-APA puede ser obtenido por via enzimática
(penicilinacilasa) o quimica; sin embargo todas estas etapas escapan al alcance de esta monografía, por lo
tanto se remite al lector.
El medio de un cultivo típico alimentado puede variar dependiendo de la cepa, y generalmente consiste
en:
-liquido de maceración de maíz (4-5% peso seco).
-Una fuente de Nitrogeno adicional, harina de soja, extracto de levadura o suero
-Una fuente de carbono, lacotsa
-Varios tampones
-El ph de mantien constante a 6.5
El acido fenilacetico o el fenociacetico se alimenta continuamente como precursores (0.5-0.8% del total)
Los procesos con alimentación de glucosa o melazas también tienen éxito. En estos casos las velocidades
de alimentación son de 1.0-2.5 kg*m^3h^-1, con una concentración de glucosa de 500 kg*m-3
Aproximadamente el 65% de la fuente de carbono metabolizada se utiliza para el mantenimiento
energético, el 25% para el crecimiento y solo el 10% para la producción de penicilina.
Se esta llevando a cabo una intensa investigación para producir penicilina con células inmovilizadas. En
un estudio a escala de laboratorio se demostró la ventaja de este enfoque sobre el uso de sistemas
discontinuos alimentados, pero esta técnica no ha sido introducida todavía a nivel comercial.
La penicilina es excretada al medio y menos del 1% permanece unida al micelio. Después de la
separación del micelio, la recuperación del producto se lleva a cabo por medio de dos etapas de
extracción continua en contracorriente del caldo de fermentación con acetato de amilo o de butilo a 0-3ºC
y pH 2.5-3. El rendimiento es de alrededor del 90%.
Tipos de penicilina y subproductos
Una primera distinción entre las penicilinas tiene que ver con si son naturales
(segregadas por microorganismos) o sintéticas (creadas por el ser humano en
laboratorio). Luego, se clasifican según su contenido químico, de la siguiente
manera:
Penicilinas naturales:
o Bencilpenicilina o penicilina G. Es el estándar de las penicilinas,
usualmente el compuesto al que nos referimos cuando hablamos
simplemente de “penicilina”. Se la administra inyectada, ya que los jugos
gástricos le restan efectividad. Presenta un bajo costo y buena eficacia
antibacteriana contra la celulitis infecciosa, gonorrea, sífilis, endocarditis
bacteriana, meningitis, neumonía por aspiración, absceso pulmonar y sepsis
infantil.
o Bencilpenicilina procaína. Se trata de una combinación de la penicilina G y
un anestésico local (procaína), lo cual permite inyectar intramuscularmente
grandes dosis de efecto lento y prolongado. Es muy usada en veterinaria e
ideal para todas las infecciones locales graves de estreptococos,
neumococos, gonococos y bacterias anaerobias.
o Bencilpenicilina benzatínica. Otra combinación de la penicilina G, ahora
con benzatina, idónea para una acción prolongada durante 2-4 semanas por
inyección, pudiendo también usarse en pacientes hipersensibles. Se emplea
en la lucha contra la difteria, las infecciones urinarias o genitales, la fiebre
reumática y la meningitis.
o Fenoximetilpenicilina o penicilina V. La única que puede administrarse por
vía oral, posee menor actividad y por ende se usa en casos en que no se
requiere tanta irrigación en los tejidos. Su espectro de acción es semejante al
de la penicilina G: estreptococos, neumococos, Neisseria, estafilococos no
productores de penicilinasa: amigdalitis, faringitis, gingivitis y otras
infecciones odontológicas.
o Lo mismo que otras penicilinas, su efecto se atribuye a que impide la síntesis de la pared
bacteriana al inhibir la enzima transpeptidasa, acción que evita el entrecruzamiento de las
cadenas de peptidoglucano, las cuales le confieren fuerza y rigidez. También inhibe la
división y el crecimiento bacterianos, y produce lisis y alargamiento de los
microorganismos susceptibles
Penicilinas sintéticas:
Las penicilinas constituyen uno de los primeros antibióticos utilizados de la historia para
tratar infecciones y otras enfermedades serias, de hecho, todavía se las utilizan de
forma regular en la medicina moderna. Todas las penicilinas son antibióticos β-
lactámicos (beta-lactámicos), es decir, moléculas antibióticas con núcleo β-
lactámico y existen diferentes tipos de penicilinas, cada una de ellas reacciona
contra las bacterias en diferente grado, algunos de los tipos de penicilinas más
empleados son:
Ampicilina
Amoxicilina
Flucloxacilina
Fenoximetilpenicilina
La fermentación es la técnica usada para la producción comercial de penicilina. Es un
proceso de la introducir-mezcla que se realiza aséptico en reactores de tanque de
acero inoxidable con una capacidad de 30 a 100 mil galones. La fermentación implica
dos a tres fases de incremento iniciales de la semilla, seguidas por una fase de
producción de la fermentación con un ciclo del tiempo que coloca a partir del 120 a 200
horas.
Las diversas fuentes de carbono se han adoptado para este proceso - incluyendo la
glucosa, la sacarosa y otros azúcares crudos. El aproximadamente 65% del carbono se
utiliza para el mantenimiento celular, el 25% para el incremento y el solamente 10%
para la producción de la penicilina. El azúcar también se utiliza para la regla del valor
de pH durante fase de producción activa de la penicilina.
Fermentacion sugerida
El inoculum o "simiente" para las grandes cubas de fermentación de 20.000 a 115.000 litros de
capacidad se prepara por el desarrollo de un cultivo madre del hongo a partir de esporas
liofilizadas que se encuentran en un sustrato de agar nutritivo. Varios litros del medio de cultivo,
generalmente constituyendo del 5 al 10 % del contenido total, se preparan en una serie de
depósitos de siembra y servirán para sembrar una gran cuba de fermentación.
Fermentación
Separación del micelio del caldo fermentado y extracción de la penicilina por medio de
disolventes.
El caldo de cultivo para la fermentación se obtiene por infusión acuosa de maíz, añadiendo de un
2 a un 3 % de lactosa, y también se adicionan compuestos inorgánicos conteniendo hidrogeno,
oxigeno, fósforo, azufre, potasio, magnesio, nitrógeno y trazas de hierro, cobre y zinc. La adición
de ciertos compuestos que favorecen el crecimiento del hongo debe evitarse, ya que podrían ser
tolerados al administrar el producto, ni su eliminación seria económica. Después de ajustar el pH
a 4,5-5,0, el medio de cultivo se pasa al fermentador, que esta equipado con un agitador vertical,
con un sistema de introducción de aire esterilizado por filtración y con serpentines para mantener
la temperatura deseada. El hongo se introduce por medio de conducciones estériles y con ayuda
de aire a presión. Durante el crecimiento el medio se esteriliza con vapor a presión, y la
temperatura se mantiene entre 23 y 25 ºC. El aire estéril permite el crecimiento del hongo
aerobio, y la agitación facilita su uniforme distribución en el seno del líquido. Se requiere un
volumen de aire por minuto y por volumen de medio de cultivo. El proceso se controla intervalos
que oscilan entre 3 y 6 horas; al cabo de unas 50 a 90 horas el crecimiento se va haciendo mas
lento, lo que indica que el hongo se ha desarrollado por completo. La masa se enfría a 5 ºC. a
causa de la inestabilidad de la penicilina a la temperatura ambiente, y se separa el micelio en un
filtro de tambor rotatorio.
En el procedimiento antiguo, la penicilina se extraía del filtrado por adsorción sobre carbón
vegetal. Se eluía con acetato de amilo, una vez concentrado el eluido se enfriaba a 0 ºC y se
acidificaba hasta pH 2,0 con un ácido orgánico. En el proceso de extracción por disolvente, se
omite el paso de adsorción con carbón activo y el liquido filtrado (llamado "beer") se ajusta a pH
2,5 con ácido fosfórico en la misma conducción. Se efectúa una extracción continua a
contracorriente con acetato de amilo y luego con cloroformo, concentrándose en sucesivos
extractores centrífugos tipo Podbielniak, y el liquido final se trata con tampón de fosfato y
bicarbonato sódico para formar la sal sódica. Este producto se esteriliza por filtración y se
elimina asépticamente98 del agua y demás disolventes por cristalización, con lo cual se obtiene
penicilina cristalina, que una vez seca puede envasarse en bolsas de politeno, o en recipientes de
vidrio o de acero inoxidable.
Superficie crecimiento del hongo en la superficie en una delgada capa de crecimiento de cultivo
Se deberá de introducir macerado de maíz, 2-3% de lactosa, compuestos inorgánicos, ph de 4,5 a 5 para su paso a un
fermentador, el cual tiene un agitador vertical, el cual a su vez este tiene un sistema de introducción de aire esterilizado por
filtración y un sistma de serpentines para mantener la temperatura durante el crecimiento este debe estar continuamente
esterilizado mediante vapor a presión, mantiene temperaturas entre 22ºC y 23ºC, el proceso de crecimiento del hongo se produce
por feed batch o alimentacion continua, es un proceso escalonado donde se deberá de pasar de un reactor a otro, tratando de llegar
al volumen deseado del reator, este último proceso es necesario la generación de estrés para la produccion de penicilina en la cual
la alimentacion de nutrientes es cortada, sepracion de cultivo, hongo y liquido, es por ello que este se realizara en un filtrador al
vacio, separación a 5ªC, extraccion con disolvente
https://youtu.be/v4oRPp58YWw
4 etapas
Diagrama de proceso
1. Esporas lofilizadas
2. Agar inclinado
4. Cultivo de forma escalonada (feed back) hasta llegar al biorreactor donde se realizara el proceso de fermentación, el
cual es un poroceso de agitación vertical a una temperatura de 23 a 25 ºC (serpentin) Capacidad de 29 a115 mil l mayor
rendimiento es necesario estresar el hongo se logra reduciendo la cantidad de nutrientes y adicion de acido fenilalcetico
7. Tubo de Almacenaje
8. Purificacion
9. Extraccion con disolvente organico. Generalmente se usa el acetato de amilo y cloroformo ph 2-5 para formar el acido
pelicinico
10. Se realiza la separación con carbón activado (el cula se dedica a absorber impurezas) o por filtración
11. Cristalizacion donde se adiciona Acetato de amilo se aumenta el ph a7-7.5 para que la penicilina pase como sal sódica o
potassica
13. Secado al vacio en presencia de etanol la precipitación de esta obtendrá la penicilina de tipo G o Penicilina de tipo V
https://youtu.be/tNhhyX4z-2I
ProdPenicilina V
Penicilina semisintética con propiedades bactericidas, susceptible a la acción de las lactamasas beta
(penicilinasas) de bacterias grampositivas y gramnegativas. Lo mismo que otras penicilinas, su efecto se
atribuye a que impide la síntesis de la pared bacteriana al inhibir la enzima transpeptidasa, acción que
evita el entrecruzamiento de las cadenas de peptidoglucano, las cuales le confieren fuerza y rigidez.
También inhibe la división y el crecimiento bacterianos, y produce lisis y alargamiento de los
microorganismos susceptibles. La penicilina V tiene un espectro antibacteriano semejante al de la
penicilina G y actúa contra numerosas bacterias aerobias grampositivas; sin embargo, es menos potente
contra microorganismos gramnegativos, en particular especies de Neisseria y algunos anaerobios. La
penicilina V es más estable en el medio ácido del estómago que la penicilina G, y en consecuencia se
absorbe mejor en el tubo digestivo. Se administra con los alimentos; sin embargo, sus concentraciones
plasmáticas son más elevadas cuando se aplica con el estómago vacío. Su concentración plasmática
alcanza valores del orden de 3 μg/ml después de una dosis oral de 500 mg. Se distribuye en la mayor
parte de los líquidos orgánicos y alcanza concentraciones significativas en hígado, bilis, riñón, semen,
líquido sinovial, linfa, intestino y tejido óseo, pero su penetración en las meninges es modesta. Se
metaboliza 55% en el hígado, en gran parte (80%) se excreta por secreción tubular, y en menor
proporción por filtración glomerular. En la orina, 29 a 37% puede recuperarse sin modificación. El
mecanismo de secreción tubular es compartido con una gran variedad de ácidos orgánicos, entre los que
está el probenecid. La vida media aproximada es de 30 a 69 min.
La penicilina V potásica se usa para tratar algunas infecciones provocadas por bacterias, como la
neumonía y otras infecciones del tracto respiratorio, la fiebre escarlata, y las infecciones de oído,
piel, encías, boca e infecciones de garganta. También se usa para prevenir que regrese la fiebre
reumática (una enfermedad grave que puede desarrollarse después de una infección de fiebre
escarlata o de estreptococo en la garganta y puede ocasionar inflamación de las válvulas del
corazón y otros síntomas). La penicilina V potásica se encuentra en una clase de medicamentos
llamados penicilinas. Funciona matando las bacterias.
Los antibióticos, como la penicilina V potásica, no funcionarán para resfriados, influenza u otras
infecciones virales. Tomar antibióticos cuando no es necesario aumenta el riesgo de contraer una
infección más adelante que se resista al tratamiento con antibióticos uccion de esporos agar inclinadod y
cultivo vegetativo