Sexualidad Según Eusebio

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SEXUALIDAD HUMANA

Resumen elaborado por la Dra. Claudia Fouilloux Morales


Del escrito del Dr. Eusebio Rubio
Introducción

Los estudios de comparación cultural han mostrado que la conducta sexual tiene,
en todas las culturas, una importancia alta Revisaremos en la sección que sigue el
concepto de sexualidad que se ha propuesto desde la Organización Mundial de la
Salud, haremos una referencia breve a otros modelos de pensamiento que han
abordado la sexualidad y una apreciación de la evolución del concepto de salud
sexual. Más adelante se considera una versión de los aspectos fisiológicos de la
experiencia sexual humana.

Después se aborda la problemática de la sexualidad y se revisa una variedad de


problemas que se encuentran en la práctica médica. Por último, se repasan los
aspectos de la sexualidad que tienen como denominador común el cambio de
actitudes sociales y se incluye una revisión del estado del conocimiento sobre la
orientación sexual y sobre las decisiones jurídicas recientes en el sentido de
reconocer el derecho al matrimonio y la adopción de las personas homosexuales,
entre otros.

El capítulo tiene como propósito dotar al médico en formación de los elementos


indispensables para su futura vida profesional al enfrentar problemáticas sexuales
en sus pacientes.

Concepto de sexualidad

La sexualidad es un concepto. En la salud mental existen varios conceptos de


naturaleza similar como el concepto de personalidad o el concepto de inteligencia.

Como es un concepto, han existido a lo largo de los años varias formas de


considerar a la sexualidad dependiendo, fundamentalmente, de la modalidad de
pensamiento científico y de la particular disciplina desde donde se estudie a la
sexualidad. Así existen, concepciones psicodinámicas de la sexualidad, que se
caracterizan sobre todo por asumir la existencia de impulsos más o menos innatos
en el ser humano que se enfrentan a las limitaciones de la realidad en la forma de
regulación social o autorregulación que de manera inevitable conducen al conflicto.

En 2006, la OMS publicó un reporte donde se incluye una definición de sexualidad


que resultó del consenso entre un buen número de expertos provenientes de todas
las regiones del mundo.
La sexualidad es un aspecto central del hecho de ser humano a lo
largo de toda la vida e incluye: el sexo, las identidades y papeles de
género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la
reproducción. La sexualidad se vive y se expresa en pensamientos,
fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos,
prácticas, papeles y relaciones interpersonales. Aunque la
sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no todas ellas se
viven o se expresan siempre. La sexualidad está influenciada por la
interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales,
económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos,
religiosos y espirituales. (World Health Organization, 2006)

Modelo sistémico de la sexualidad humana: los cuatro holones sexuales

La sexualidad humana se puede construir a partir de los planteamientos de la Teoría


del Sistema General y estudiarse como un sistema. Un holón es la parte de un
sistema que a su vez es tan complejo en su organización interna que merece ser
considerado como una totalidad en sí mismo. Entonces, desarrollar un modelo de
la sexualidad humana con base en la Teoría del Sistema General, inició con la
identificación de los subsistemas que conforman la sexualidad.

Cada holón sexual está conformado por una base corporal y un componente mental;
el modelo propone que existen cuatro holones sexuales: la reproductividad, el
género, la vinculación afectiva y el erotismo. Los cuatro componentes de la
sexualidad se encuentran en forma inicial relativamente desintegrados, pero con el
desarrollo se integran por medio de los significados que tienen las experiencias.
Algunas de las formas de expresión de los holones sexuales están muy integradas,
como la identidad sexual y la orientación sexual por mencionar solo dos de los
componentes incluidos en la definición de sexualidad de la OMS.

La sexualidad humana ha sido conceptualizada desde otros modelos científicos.


Tal es el caso del modelo derivado del psicoanálisis. La propuesta central en este
modelo es la existencia de impulsos-pulsiones o fuerzas que operan como factores
que impulsan el desarrollo y la conducta. Son dos las pulsiones fundamentales la
libido, de donde se origina la mayor parte del desarrollo mental de acuerdo con este
modelo y la pulsión de muerte. La sexualidad sana resultaría de la superación de
las vicisitudes del desarrollo, mientras que la libido no expresada correctamente
daría pie a varias formas de represión o neurosis o a la aparición de formas
problemáticas de expresión sexual que desde este modelo se denominan
perversiones.

Concepto de salud sexual

La salud sexual ha sido reconocida desde hace muchos años como un componente
de la salud general (World Health Organization, 1975). La Organización Mundial de
la Salud, la define como:

Un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación


con la sexualidad; no solamente la ausencia de enfermedad,
disfunción o discapacidad. La salud sexual requiere de un enfoque
positivo y respetuoso ante la sexualidad y las relaciones sexuales, así
como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y
seguras, libres de coerción, discriminación y violencia. Para que la
salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas
las personas deben de ser respetados, protegidos y ejercidos a
plenitud. (World Health Organization, 2006)

La salud sexual requiere de competencias que son determinadas y facilitadas por


los niveles de salud mental por lo que es claro que la afectación de la salud mental
con frecuencia afecta la salud sexual. Por el otro lado, muchas de las condiciones
que afectan la salud sexual tienen un impacto en el bienestar emocional.

Bases fisiológicas de la experiencia sexual humana

La serie de conductas, pensamientos, emociones, y patrones de interacción que


conforman la sexualidad humana tienen una base biológica, que es indispensable
estudiar, aunque no explique todo lo que ella es.

Modelos de la respuesta sexual humana

De manera convencional, la serie de cambios fisiológicos que ocurren en el


organismo ante la presencia de un estímulo sexual se denominan respuesta sexual,
existen varios modelos para conceptualizarla.

William Masters y Virginia Johnson (1966) fueron dos investigadores que se


ocuparon de describir en detalle la serie de cambios que ocurren en el cuerpo
cuando el individuo tiene actividad sexual. Su modelo propone que la “suma” de
todos los cambios que el cuerpo experimenta pueden denominarse “tensión
sexual”, que sigue cuatro fases: la excitación, la meseta, el orgasmo y la resolución.
La fase de excitación se inicia con los primeros cambios que se observan a nivel
de los genitales. La erección del pene y la lubricación vaginal son los dos cambios
más notorios, pero hay cambios en todo el cuerpo: frecuencia cardiaca, respiratoria,
coloración de la piel, contracciones de músculo estriado y liso)

La psiquiatra norteamericana Helen Kaplan propuso en el año de 1979 que el


modelo unidimensional propuesto por Masters y Johnson no era adecuado para
explicar muchas de las variaciones observadas y propuso dos modificaciones al
modelo de la respuesta sexual humana: 1) dejar de considerar a la respuesta sexual
como un continuo de una sola dimensión para considerar tres: el deseo, la
excitación y el orgasmo y 2) describir una fase de deseo. Cada una de las tres fases
tiene un mecanismo fisiológico básico diferente: hablando de fisiología, el deseo
sexual es un proceso neuro-bioquímico que ocurre en el sistema nervioso central,
la excitación sexual es un fenómeno neuro-vasomotor y el orgasmo uno neuro-
muscular.

En 2000, la Dra Rosemary Basson propuso un modelo circular para entender la


respuesta sexual, por la observación de que es relativamente frecuente entre las
mujeres que el deseo sexual no sea el primero en aparecer en la secuencia sino
que este puede aparecer como consecuencia de la misma excitación sexual o en
otros momentos que no lleven secuencia.

El cerebro, la fisiología genital y la experiencia erótico-sexual humana

La participación del sistema nervioso central en la experiencia erótico-sexual


humana es de suma importancia. Se sabe que un gran número de
neurotransmisores y hormonas que actúan en el cerebro resultan relevantes en la
respuesta sexual. Entre ellos encontramos a la serotonina, la dopamina, la
adrenalina, la norepinefrina, la acetilcolina, la histamina y los opioides, además de
las hormonas: testosterona, estrógeno, progesterona, prolactina, oxitocina y
cortisol.

El advenimiento de técnicas de neuroimagen ha facilitado la localización de las


zonas cerebrales que participan en la experiencia de la respuesta sexual y en la
experiencia amorosa.

La respuesta sexual se caracteriza por una serie de modificaciones del estado de


los genitales. De todos los cambios que se presentan en los genitales, la erección
del pene es el más estudiado y del que conocemos mayor detalle fisiológico; en
esencia es un fenómeno hidromecánico. La diabetes mellitus, las dislipidemias, la
hipertensión, la obesidad y el tabaquismo producen todos, disfunción endotelial y, a
través de este mecanismo afectan inicialmente la erección. Lo mismo sucede con
alteraciones estructurales como la afectación de la transmisión neuronal que ocurre
en la neuropatía diabética o la ateroesclerosis que puede seguir a la hipertensión o
el aumento de colesterol sanguíneo observado en las dislipidemias. Aunque
muchos de los neurotransmisores que se han descrito y estudiado en el pene se
encuentran también en la vagina, no se ha podido caracterizar con precisión la
farmacología de la respuesta vaginal durante la excitación sexual.

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