Embriologia Esqueleto Axial
Embriologia Esqueleto Axial
Embriologia Esqueleto Axial
“José Ballivian”
Facultad de Ciencias de la Salud
Carrera de Medicina
Embriologia
Esqueleto axial
Materia: Embriologia
Curso: 1º Año
1
INTRODUCCION
El esqueleto axial incluye el cráneo, la columna vertebral, las costillas y el esternón. En
general, se desarrolla a partir del mesodermo de la placa paraxial y lateral (pared parietal) y
de la cresta neural. El mesodermo paraxial forma una serie segmentada de bloques tisulares
a ambos lados del tubo neural; los bloques se llaman somitómeros en la región craneal y
somitas e la región occipital a la caudal.
Los somitas se diferencian en una parte ventral, el esclerotoma, y en una parte dorsal, el
dermomiotoma. Las células mesenquimatosas suelen migrar para diferenciarse en diversas
formas. Pueden convertirse en fibroblastos, condroblastos u osteoblastos (células
generadoras de hueso). Las células de la cresta neural en la región craneal también se
diferencian en el mesénquima participando en la formación de los huesos de la cara y del
cráneo.
El resto del cráneo deriva de los somitas y somitómeros occipitales. En algunos huesos,
como los planos del cráneo, el mesénquima de la dermis se diferencia directamente en
hueso, proceso llamado osificación intramembranosa.
En la mayoría de los huesos, como la base del cráneo y de las extremidades, las células
mesenquimatosas primero originan modelos de cartílago hialino, que a su vez se convierten
en huesos mediante la osificación endocondrial.
2
CRÁNEO
El cráneo se divide en dos partes: el neurocráneo, que forma una caja protectora alrededor
del encéfalo, y el viscerocráneo, que forma el esqueleto de la cara.
Neurocráneo
El neurocráneo se divide en dos partes:
1) la parte membranosa constituida por los huesos planos que
como bóveda rodean el encéfalo y
2) la parte cartilaginosa o condocráneo que forma los huesos de la
base del cráneo.
Neurocráneo membranoso
La parte membranosa del cráneo deriva de las células de la cresta neural y del mesodermo
paraxial. El mesénquima procedente de ambas fuentes rodea al encéfalo y experimenta
osificación intramembranosa. Al proseguir el desarrollo durante la vida fetal y posnatal, los
huesos membranosos se agrandan por aposición de nuevas capas en la superficie externa y
por la reabsorción osteoclástica simultánea en la parte interna.
Cráneo del recién nacido
En el momento de nacer, los huesos planos del cráneo están separados por estrechas
costuras de tejido conectivo, llamadas suturas. En los puntos donde más de dos huesos se
encuentran, las suturas son anchas y reciben el nombre de fontanelas.
La más prominente es la fontanela anterior, situada donde se juntan los dos huesos parietal
y frontal. Las suturas y las fontanelas permiten que los huesos del cráneo se superpongan
(moldeado) durante el nacimiento. Poco después los huesos membranosos regresan a su
posición original, y el cráneo se ve grande y redondo. De hecho, el tamaño de la bóveda es
más grande que la pequeña región facial.
Varias suturas y fontanelas permanecen membranosas mucho después del nacimiento, lo
cual permite a los huesos de la bóveda seguir creciendo para albergar el crecimiento
posnatal del encéfalo. Aunque entre los 5 y 7 años el niño ya alcanzó casi toda su capacidad
craneal, algunas suturas quedan abiertas hasta la edad adulta.
3
Neurocráneo cartilaginoso o condrocráneo
El neurocráneo cartilaginoso o condrocráneo consta nicialmente de varios cartílagos
individuales. Derivan de las células de la cresta neural los cartílagos que se hallan delante
del límite rostral de la notocorda que termina en el nivel de la hipófisis en el centro de la
silla turca. Constituyen el condrocráneo precordal. Los cartílagos que se hallan detrás de
este límite provienen de los escleromas occipitales formados por el mesodermo paraxial y
originan el condrocráneo cordal. Se forma la base del cráneo cuando estos cartílagos se
fusionan y se convierten en huesos por la osificación endocondral.
Viscerocráneo
El viscerocráneo, que consta de los huesos de la cara, se forma principalmente a partir de
los dos primeros arcos faríngeos. El primer arco origina una parte dorsal, la apófisis
maxilar, que se extiende hacia adelante debajo de la región del ojo y produce el maxilar, el
hueso cigomático y parte del hueso temporal. El cartílago de Meckel desaparece salvo en el
ligamento esfenomandibular. El extremo dorsal de la apófisis mandibular, junto con el del
segundo arco faríngeo, origina el yunque, el martillo y el estribo.
En un principio la cara es pequeña en comparación con el neurocráneo. Eso se debe a:
1) ausencia de los senos respiratorios paranasales.
2) al tamaño de los huesos, en especial de las mandíbulas.
La cara pierde sus rasgos de bebé al brotar los dientes y al aparecer los senos respiratorios.
Anomalías craneofaciales y displasias esqueléticas
Células de la cresta neural
Las células de la cresta neural que se originan en el neuroectodermo forman el esqueleto
facial y una parte del cráneo. Constituyen una población vulnerable al abandonar el
neuroectodermo; a menudo son un blanco para los teratógenos. Por ello no sorprende que
las anomalías craneofaciales sean comunes.
Craneosquisis o acrania
En algunos casos la bóveda craneal no se forma (craneosquisis) y el tejido del encéfalo
expuesto al líquido amniótico degenera ocasionando anencefalia. La craneosquisis se debe
a que el neuróporo craneal no cierra
4
Craneosinostosis
Otra categoría importante de anomalías craneales se debe al cierre prematuro de una o
varias suturas. Se les da el nombre de craneosinostosis que ocurre en 1 de cada 2 500
nacimientos y es un rasgo de más de 100 síndromes genéticos.
No se conoce bien la regulación ni el cierre de las suturas, pero tal vez se den interacciones
entre los límites de las células de la cresta neural y el mesodermo.
La forma del cráneo depende de cuál de las suturas cierra antes de tiempo. El cierre
prematuro de la sutura sagital (57% de los casos) origina la expansión frontal y occipital; el
cráneo se alarga y estrecha (escafocefalia). El cierre prematuro de las suturas coronales (de
20 a 25% de los casos) produce un cráneo corto llamado braquicefalia. Si las suturas
coronales cierran antes de tiempo en un lado solamente, el resultado es un cráneo aplanado
asimétrico llamado plagioencefalia.
Displasias del esqueleto
La acondroplasia, el tipo más común de estas displasias (1/20 000 nacimientos vivos),
afecta sobre todo a los huesos largos (Fig. 10.11A). Otras anomalías son un cráneo grande
(megalocefalia) con región mediofacial pequeña (Fig. 10.11B), dedos cortos y curvatura
espinal acentuada. La acondroplasia tiene una herencia autosómica dominante; 90% de los
casos es esporádico y se debe a nuevas mutaciones.
La displasia tanatofórica es la más frecuente forma de displasia neonatal mortal (1/40 000
nacimientos vivos). Hay dos tipos, ambos autosómicos dominantes: el tipo I se caracteriza
por fémures cortos y curvados con o sin cráneo en forma de trébol; el tipo II se caracteriza
por fémures rectos muy largos y por cráneo en evidente forma de trébol causados por
craneosinostosis. Otro término con que se designa el cráneo en forma de trébol es
kleeblattschädel. Ocurre cuando todas las suturas cierran prematuramente, de modo que el
encéfalo crece a través de las fontanelas anterior y esfenoidal.
La hipocondroplasia, otro tipo autosómico dominante de displasia del esqueleto, parece ser
una variante más benigna de acondroplasia.
Displasia esquelética generalizada
La disostosis cleidocraneal es un ejemplo de una displasia generalizada de los tejidos óseos
y dentales que se caracteriza por el cierre tardío de las fontanelas y por menor
mineralización de las suturas craneales que terminan alargando los huesos frontales,
5
parietales y occipitales. También otras partes del esqueleto se ven afectadas y a menudo las
clavículas están subdesarrolladas o no existen.
Anomalías vertebrales
Es complicado el proceso de formación y reordenación de los esclerotomas segmentarios en
las vértebras definitivas. A menudo sucede que dos vértebras consecutivas se fusionen
asimétricamente o que falte la mitad de las vértebras lo que provoca escoliosis (curvatura
lateral de la columna). Además, el número de vértebras frecuentemente es mayor o menor
6
que lo normal. En la secuencia de Klippel-Feil las vértebras cervicales se fusionan y
ocasionan menor movilidad y un cuello corto.
Una de las anomalías más graves de las vértebras es resultado de la fusión imperfecta o la
no unión de los arcos vertebrales. Llamada vértebra hendida (espina bífida), esta anomalía a
veces afecta únicamente los arcos vertebrales óseos, dejando intacta la médula espinal. En
estos casos, el defecto óseo está cubierto por la piel y no hay déficits neurológicos, (espina
bífida oculta). Una anormalidad más grave es la espina bífida quística, en la cual el tubo
neural no cierra, los arcos vertebrales no se forman y el tejido neural queda expuesto.
COSTILLAS Y ESTERNÓN
La parte ósea de las costillas se origina en las células del esclerotoma que permanecen en el
mesodermo paraxial y se desarrollan desde las apófisis costal de las vértebras torácicas. Los
cartílagos costales se forman a partir de las células del esclerotoma que migran a través de
la frontera somítica lateral hacia el mesodermo de la placa lateral adyacente.
El esternón se desarrolla de modo independiente en la capa parietal del mesodermo de la
placa lateral en la pared ventral del cuerpo. Se forman dos bandas esternales en la capa
parietal (somática) de ese mesodermo a ambos lados de la línea media; más tarde ambas se
fusionan para crear los modelos cartilaginosos del manubrio, de las esternebras y de
apófisis xifoides.
Anomalías de las costillas
En ocasiones se forman costillas supernumerarias, en general en las regiones lumbar o
cervical. Las costillas cervicales ocurren en cerca de 1% de la población y casi siempre
están unidas a la séptima vértebra cervical. A causa de su ubicación, este tipo de costilla
puede afectar al plexo braquial o a la arteria subclavia, y dar lugar a diversos grados de
anestesia en la extremidad.
Anomalías del esternón
La hendidura esternal es un defecto poco frecuente y puede ser completo o localizarse en
uno de los extremos del esternón. Los órganos torácicos están recubiertos sólo por piel y
tejido blando. El defecto se produce cuando las bandas esternales no crecen juntas en la
línea media. Los centros de osificación hipoplásicos y la fusión prematura de los segmentos
esternales también se observan sobre todo en niños con anomalías cardiacas (de 20 a 50%).
7
Con la expresión pectus excavatum (tórax en embudo) se designa un esternón deprimido
que se hunde en la parte posterior. Con la expresión pectus carinatum (tórax en quilla) se
indica aplanamiento bilateral del tórax, con un esternón que se proyecta en la parte anterior.
La proyección se asemeja a la quilla de un barco. Ambos defectos pueden deberse a
anomalías en el cierre de la pared del cuerpo ventral o a la formación del esternón y de los
cartílagos costales.
8
CONCLUSION
El esqueleto axial consiste en 80 huesos a lo largo del eje central del cuerpo humano. Está
compuesto por seis partes; el cráneo, los huesos auditivos, el hueso hioides, la reja
costal, esternón y columna vertebral. El esqueleto axial y el esqueleto apendicular forman
el esqueleto completo. Conforme envejece el esqueleto, los huesos se debilitan,
exceptuando al cráneo. El cráneo mantiene su resistencia para proteger al cerebro de las
lesiones.