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Sintesis

La propuesta busca renovar el entendimiento y la práctica de la misión y la evangelización en contextos cambiantes. Resalta la fe en Dios como creador, redentor y sustentador de toda vida. Invita a participar en la misión de Dios de dar vida abundante y transformar fuerzas destructivas a través del poder del Espíritu Santo. Propone pensar la misión desde los márgenes y marginados para luchar contra opresión y promover justicia e inclusión para todos.

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Sintesis

La propuesta busca renovar el entendimiento y la práctica de la misión y la evangelización en contextos cambiantes. Resalta la fe en Dios como creador, redentor y sustentador de toda vida. Invita a participar en la misión de Dios de dar vida abundante y transformar fuerzas destructivas a través del poder del Espíritu Santo. Propone pensar la misión desde los márgenes y marginados para luchar contra opresión y promover justicia e inclusión para todos.

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Propuesta de una Nueva Afirmación del CMI sobre Misión y Evangelización

Presentada por la Comisión de Misión Mundial y Evangelización (CMME)

En esta ocasión vamos a realizar una síntesis de lectura sobre la Propuesta de una
nueva Afirmación del CMI sobre Misión y Evangelización, presentada por la Comisión
de Misión Mundial y Evangelización (CMME), en la 10ª Asamblea del CMI que se
celebraría en Buzan (Corea), en 2013, con el fin de buscar perspectivas, conceptos y
orientaciones para lograr una renovación del entendimiento y la práctica de la misión y
la evangelización en contextos en evolución.

Con este proyecto se aspira a contar con el apoyo de todas las iglesias en general,
aun cuando no estén afiliadas al CMI; y de esta manera luchar juntos por el bienestar
de todos.

Juntos por la Vida

La propuesta de una nueva Afirmación del CMI sobre Misión y Evangelización, pone de
relieve la fe en el Dios Trino y Uno como creador, redentor y sustentador de toda vida;
como también creador de nuestra Casa Común (oikoumene) para afirmar y
salvaguardar la vida. Resalta también la fe en Jesucristo como la vida del mundo y la
encarnación del amor de Dios. Así mismo, la fe en el Espíritu santo como Dador y
sustentador de la vida.

La invitación entonces, es a participar de la misión vivificadora del Dios, quien


también nos provee los medios necesarios para testificar sobre la visión de vida en
abundancia en los cielos nuevos y la tierra nueva.

La misión empieza al enviar Dios a su Hijo al mundo, de igual manera extiende un


llamado a la iglesia, la dota del poder de su Santo Espíritu y por medio de él, dar
esperanza, celebrar la vida, y a su vez resistir y transformar las fuerzas que destruyen
la vida. Por lo tanto, es el Espíritu Santo la clave y la esencia de la misión. Así que la
transformación del mundo será posible gracias a la espiritualidad de la misión y al
compromiso espiritual delas personas.
Si el Evangelio es la buena nueva para cada parte de la creación y cada aspecto de
nuestra vida y de la sociedad, eso quiere decir que la salvación es integral y que se
debe pensar en sentido universal conectando el oikoumene (casa común), con la red de
vida de Dios.

La misión mundial como ente transformador está logrando cambiar algunas


concepciones históricas, por ejemplo, la expansión geográfica a partir de un centro
cristiano hacia los “territorios aún no alcanzados”, haciendo referencias a países del Sur
o del Este. Esto se entiende como un movimiento que va desde el centro a la periferia,
o dicho de otra forma, desde los poderosos a los marginados. Pero, puesto que la
misión es transformación, los roles se están invirtiendo ya que el proyecto de Dios
registrado en la Biblia parte de los pobres y marginados.

Debido al contexto plurirreligioso y pluricultural en el que con encontramos, es


indispensable que la iglesia pueda tener un diálogo interreligioso e intercultural con
otros creyentes de diferentes religiones y culturas, para la construcción de comunidades
de paz, amor y justicia. Así que, participar de la misión transformadora de Dios,
consiste en superar las divisiones que hay entre los creyentes “a fin de que el mundo
crea y que todos seamos uno” (Juan 17:21).

Espíritu de Misión: Soplo de Vida

La misión del Espíritu: La misión del espíritu Santo es universal y está centrada en el
envío y el ir al mundo, abarcándolo todo proclamándolo como fuente de Cristo.

Misión y prosperidad de la creación: La misión de Dios va más allá del aspecto


antropológico, ésta incluye a toda la vida creada en el acto de la gracia. Tanto las almas
como la creación, como los cuerpos y la tierra necesitan transformación.

Dones espirituales y discernimiento: El discernimiento de espíritus es un don de


Dios. Se pueden discernir tanto el espíritu Santo, como los espíritus malignos. Se
discierne el Espíritu Santo en las prácticas que afirman la vida, como la sanación, la
reconciliación de las comunidades quebrantadas, la liberación de los oprimidos y la
restauración de la creación; pero también se pueden discernir los espíritus malignos
cuando prevalecen las fuerzas de muertes y de destrucción de la vida.
Espiritualidad transformadora: La transformación de los sistemas y valores que
atentan contra la vida en sus diferentes aspectos, económicos, políticos y religiosos, es
el compromiso de la espiritualidad de la misión. El servicio a Dios y a su economía de la
vida, y no al servicio de las riquezas (Mammón), es el objetivo.

Espíritu de Liberación: La Misión desde los Márgenes

La opción de Jesús en su misión fueron los marginados de la sociedad, con el propósito


de transformar todo aquello que está en contra de la vida. Como la misión cristiana no
ha reconocido la opción de Dios por los márgenes que han sido forzados a estar en
esos lugares que deshumanizan, es hora que la iglesia empiece a pensar la misión en
la que toda persona tenga plenitud de vida.

Los Márgenes y la Marginación: Siempre se ha tenido la concepción que la misión


se hace desde los poderosos para con los que no tienen poder, de los ricos para con
los pobres, o de los privilegiados para con los marginados; por lo tanto, la misión desde
los márgenes se presenta como algo alternativo que contrarreste esta forma de pensar
y actuar, que promueve más opresión y marginación.
Pero, los que están en los márgenes tienen algunas ventajas sobre aquellos que
están en las zonas de privilegios. Algunas de esas ventajas son:
 Tienen la capacidad de actuar por sí mismos.
 Pueden ver lo que está fuera de la vista de quienes viven en el centro.
 Suelen percibir las fuerzas de exclusión que amenazan su supervivencia y
pueden discernir mejor la urgencia de sus luchas
 Son depositarios de esperanza viva, de resistencia colectiva y de perseverancia,
necesarias para permanecer fieles al reino que Dios nos ha prometido.

El objetivo de la misión no es invertir el orden actual, sino subvertirlo; es decir,


confrontar a quienes están en el centro y que obligan a muchas personas a migrar
hacia los márgenes.
Mencionaremos a continuación algunos aspectos negativos de las expresiones
dominantes de la misión:
 Han estado dirigidas generalmente a quienes viven en los márgenes de la
sociedad. Y los han considerado, en general, como destinatarios y no como
agentes de la actividad misionera.
 La actividad misionera ha optado por los privilegios del centro y se ha mostrado
en buena medida incapaz de impugnar los sistemas políticos, culturales,
sociales, y económicos que han marginado a algunos pueblos.
 La misión desde el centro está motivada por una actitud paternalista y un
complejo de superioridad.

La misión como lucha y resistencia: Si Dios actúa en la historia y en la creación, y


las realidades concretas de la época y de los distintos contextos, y desea la plenitud de
vida para toda la Tierra por medio de la justica, la paz y la reconciliación, entonces es
importante luchar contra los poderes que impiden que esta labor se lleve acabo.

Para lograr este propósito, es necesario deconstruir todas las ideologías patriarcales
y apoyar el derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas, e impugnando el
arraigo social del racismo y del sistema de castas.

La misión en clave de justicia e inclusión: La justicia y la inclusión hacen parte de


las buenas nuevas del reino de Dios. Pero para que estos valores puedan hacer parte
de la existencia humana, es necesario la práctica de la hospitalidad por parte de la
iglesia hacia los marginados; denunciar el egocentrismo como forma de vida y renunciar
a la violencia en cualquiera de sus manifestaciones.

Pero también es cierto, que, aunque la misión de la iglesia apunta hacia la


solidaridad con los pobres y marginados, en la práctica se encuentra adherida a los
centros de poder en busca de sus beneficios económicos.

Para manifestar el plan de Dios al mundo y afirmar la vida,es necesario tener en


cuenta algunos aspectos:
 Rechazar los valores y las prácticas que llevan a la destrucción de la comunidad
 Reconocer la índole pecaminosa de todas las formas de discriminación y a
transformar las estructuras injustas
 Negarse a albergar en sus filas las fuerzas de la opresión, actuando, por el
contrario, como una comunidad contracultural.

La misión como curación e integridad: Al igual que el ministerio de Jesús, la


misión tiene también como propósito promover la curación y la integridad de la vida de
las personas y las comunidades. La salud debe ir más allá de una simple curación
médica, ésta debe ser integral, como una unidad pluridimensional, y el cuerpo, el alma y
el espíritu como interrelacionados e interdependientes.

La medicina moderna se limita a tratar las enfermedades como una deficiencia de


las personas simplemente; sin embargo, Jesús, aparte de sanar a las personas también
las incluía dentro del tejido social. Esto es curación e integridad, la tarea de la iglesia
llamada a encarnar la misión de Cristo.

Espíritu de Comunidad: La Iglesia en Marcha

La Misión de Dios y la Vida de la Iglesia: La iglesia existe gracias al amor de Dios,


porque “Dios es amor” (1 Juan 4:8), como tal, la iglesia debe vivir y responder a ese
amor manifestado en la creación y en la redención. El amor de Dios compartido es la
fuente de la misión y la evangelización.
Entonces, la iglesia existe para cumplir la misión; la misión es algo inseparable de la
iglesia; el espíritu de Cristo da poder a la iglesia en la misión, pero también es la vida de
la iglesia. Jesucristo que sopló el Espíritu Santo en la iglesia (Juan 20:19-23); también
enviaba a la iglesia en misión por el mundo. Así que, si la iglesia no práctica la misión,
deja de ser iglesia.

La misión de Dios y la unidad de la iglesia: Para participar de la misión es


importante la vida en comunidad inclusiva que acoge a toda persona. La iglesia y la
misión deben estar unida, por esta razón La integración del Congreso Misionero
Internacional y el Consejo Mundial de Iglesias en 1961 han dado un paso importante
para lograr este objetivo, “para que todos sean uno (...) para que el mundo crea" (Juan
17:21).”

Dios da poder a la iglesia en la misión: La misión de Dios es incluyente, en la cual


todos los cristianos y todas las iglesias pueden participar, ya que el espíritu de Cristo
mora en la iglesia llenando de su poder a todos y todas las personas.

Congregaciones locales: nuevas iniciativas: En este mundo cambiante, es


importante que las congregaciones locales tomen nuevas iniciativas para responder a
su propia realidad contextual, sin olvidar que la iglesia debe caracterizarse por la
presencia de Cristo resucitado e inspirado por el espíritu de la misión.
Espíritu de Pentecostés: Buena Noticia para Todos

El Llamamiento a Evangelizar: El objetivo de la evangelización es la salvación del


mundo y la gloria de Dios. Muchas iglesias han practicado el proselitismo religioso y las
conversiones forzosas practicadas por grupos dominantes, y no la evangelización. He
aquí algunas de las características de lo que es la evangelización:
 La evangelización es la comunicación de todo el Evangelio a toda la humanidad
en todo el mundo.
 Es algo que fluye de los corazones que están llenos del amor de Dios para
quienes aún no lo conocen.
 Es la invitación a la conversión personal a una nueva vida en Cristo y a ser sus
discípulos.
 Es compartir nuestra fe y convicciones con otras personas, invitándolas a ser
discípulos de Cristo, aunque se adhieran a otras tradiciones religiosas.

La Evangelización a la Manera de Cristo: La evangelización debe ser verbal, pero


también con demostraciones de autenticidad y del amor recíproco del evangelio que se
está anunciando (Juan 13:34-35); es decir, dando testimonio de la revelación de Dios
en Jesucristo y de sus designios.
La evangelización a la manera de Cristo está basada en la humildad, el respeto y el
diálogo, la reconciliación, la solidaridad y abnegación ya que en muchos casos la
evangelización no será posible sin exponer su propia vida.

Evangelización, diálogo interreligioso y presencia cristiana: La evangelización


es posible a través del diálogo interreligioso. vivimos en un mundo cada vez más
plurirreligioso y diverso, y Dios puede estar en todas las culturas que afirmen la vida,
por lo tanto, debemos reconocer esas sabidurías que existen en las diferentes
espiritualidades que dan vida, que son copartícipe y no objeto de la misión.

Evangelización y culturas: el éxito de la evangelización está en el respeto por las


personas, los mundos culturales y los símbolos en los que viven. También la
evangelización debe apoyarse en la coparticipación de los pobres y las minorías
teniendo en cuenta sus recursos y aportes teológicos.
Conclusión

Fiesta de la Vida: Afirmaciones Finales

La iglesia es servidora de Dios y tiene como misión proclamar las buenas nuevas a
todas las personas de todas partes del mundo, sobre todo a los pobres, oprimidos,
sufrientes, para darles plenitud de vida.
A continuación, se expondrán las ideas principales de las 10 afirmaciones que
responden a las preguntas que se plantearon en el texto que estamos sintetizando:

La misión tiene como objetivo la plenitud de vida, esto incluye la liberación de los
oprimidos, la sanación, la reconciliación, y la restauración de la creación. También
valora las diferentes culturas que afirman la vida, y la confrontación a todas aquellas
fuerzas de muerte y negación de la vida.

La misión comienza con el acto creador de Dios y se recrea contantemente por el


poder del espíritu Santo. Él nos ayuda a despojarnos de nosotros mismos, a llevar la
cruz ya dar testimonio del amor de Dios de palabra y de obras. También el espíritu
santo nos guía y ayuda para testificar la Verdad, y a hacer frente a los poderes
demoniacos.

La participación en la misión, la existencia en la creación, y la práctica de la vida del


Espíritu son inseparables ya que estas se transforman mutuamente.

Participar en la misión de Dios implica tener una visión menos antropocéntrica y


dirigida más a toda la vida, a proteger, amar y cuidar la naturaleza, ya que la salvación
humana no está separada de la renovación de toda la creación. Así que, la creación
está en el centro de la misión.

La descentralización del cristianismo y la mirada hacia los nuevos movimientos


misioneros que existen en el Sur y el Este del mundo con sus diferentes facetas y
múltiples direcciones, es un imperativo.
El compromiso en la misión de Dios, es estar atento a las voces que alzan desde los
márgenes, que expresan lo que promueve la vida y lo que la destruye, puesto que
tienen el don especial de distinguir entre lo que para ellos son buenas nuevas y lo que
es malo para sus vidas vulnerables. Así que, la misión debe dirigirse hacia las acciones
desarrolladas por los marginados.

La misión debe ser contracultural en un contexto de la economía de la idolatría del


libre mercado, en donde se ha remplazado al Dios de la vida por Mammon (dios del
capitalismo), que pretende salvar el mundo mediante la acumulación indebida de
riqueza y prosperidad.

El mensaje de la misión está centrado en la encarnación, la cruz y la resurrección de


Cristo, como también en la manera de practicar la evangelización que debe estar
dirigida hacia Jesús y el reino de Dios, y no hacia las instituciones. El evangelio debe
proclamarse en amor y humildad y en todo tiempo y lugar.

Ya que todos los seres humanos somos imagen de Dios, la evangelización debe
practicarse en el respeto de la libertad de religión y de creencias. También es
importante entender que el proselitismo religioso, cualquiera sea sus motivaciones, es
contrario al mensaje del evangelio. Igualmente, el diálogo y la cooperación por la vida
son partes integrantes de la misión y la evangelización, lo mismo que el respeto y la
confianza entre los creyentes de diferentes religiones.

La iglesia de Dios es dinámica y está en constante cambio gracias a la diversidad


del cristianismo mundial, por eso las iglesias necesitan avanzar unidas en la misión y
aferradas a Dios que es quien les da el poder y los medios para seguir adelante.

“El Dios Trino y Uno invita a toda la creación a la Fiesta de la Vida, por Jesucristo, que
vino para "que todos tengan vida, y la tengan en abundancia" (Juan 10:10), por el
Espíritu Santo, que afirma la visión del reino de Dios: "Porque he aquí, yo crearé
nuevos cielos y nueva tierra" (Isaías 65:17). En humildad y esperanza, nos
comprometemos juntos en la misión de Dios, quien recrea y reconcilia todas las cosas.
Y oramos: "¡Dios de Vida, condúcenos a la justicia y la paz!"”

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