El Mensaje de Los Tres Ángeles
El Mensaje de Los Tres Ángeles
El Mensaje de Los Tres Ángeles
MONOGRAFÍA
Autoras
Alumnas: Ibeth Anny Coavoy Sánchez
Cinthya Karem Huaman Alvino
Ketty Nerida Toribio Romero
Profesor
Pr. Juan Marcelo Zanga Cespedes
I. Introducción___________________________________________________________3
II. Marco Teórico_________________________________________________________4
2.1 El mensaje del primer ángel (Apoc. 14: 6, 7)_______________________________________4
2.2 El mensaje del segundo ángel (Apoc. 14: 8)_______________________________________6
2.3 El mensaje del tercer ángel (Apoc. 14: 9-11)_____________________________________10
2.4 Interpretación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día_____________________________14
2.4.1 El mensaje del primer ángel_______________________________________________________14
2.4.2 El mensaje del segundo ángel______________________________________________________15
2.4.3 El mensaje del tercer ángel________________________________________________________17
III. Conclusiones________________________________________________________37
Referencias______________________________________________________________________38
I. Introducción
El presente trabajo tiene como objetivo dar a conocer y predicar este triple mensaje
del tiempo del fin, y así formar un evangelio eterno del Creador.
II. Marco Teórico
En el libro de Daniel la visión “para el tiempo del fin” (Dan. 8: 17) o para
“el tiempo señalado del fin” (vers. 19,) culmina en la predicción “hasta dos mil
trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”, literalmente, “será
justificado” o “vindicado” (Dan. 8: 14). La versión de los LXX traduce “será
purificado” (Johnsson y otros 2008).
Estas suplicas celestiales están expresadas en términos típicos del AT, y, por
lo tanto, deben ser entendidas en su marco dentro del pacto de gracia de Dios con el
Israel de la antigüedad. Moisés usa a menudo la expresión “temer a Dios” en
relación con la obediencia a los mandamientos de Dios por parte de un corazón
lleno de amor por Dios y por su obra de liberación (Deut. 5: 29). La expresión
hebrea “temer a Dios” se refiere a una reverencia temblorosa hacia Dios expresada
en una obediencia amante (Deut. 10: 12, 13). Sobre la base de la misericordiosa
liberación del éxodo, la suplica de Moisés a Israel fue: “A Jehová tu Dios temerás, a
el solo servirás, a el seguirás, y por su nombre juraras”. “Amaras, pues, a Jehová tu
Dios, y guardaras sus ordenanzas, sus estatus y sus mandamientos, todos los días”
(Deut. 10: 20; 11: 1) (Johnsson y otros 2008).
Las frases que usa el segundo ángel son una combinación de los oráculos de
condenación contra la antigua Babilonia pronunciados por Isaías y Jeremías. “Cayo,
cayo Babilonia; y todos los ídolos de sus dioses quebranto en tierra” (Isa. 21: 9).
“Huid de en medio de Babilonia, y librad cada uno su vida, para que no perezcáis a
causa de su maldad; porque el tiempo es de venganza de Jehová; le dará su pago.
Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehová que embriago a toda la tierra; de su
vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones” (Jer. 51: 7, 8)
(Johnsson y otros 2008).
Este llamamiento crea un nuevo Israel espiritual de Dios en el tiempo del fin.
El segundo ángel se refiere a los que rechazan y se oponen al reavivamiento del
evangelio eterno y promulgan un evangelio y un culto religioso falsificado, como la
Babilonia caída (vers. 8). Por eso, esta sentencia divina sobre Babilonia sigue a la
proclamación del ángel que crea al verdadero Israel del tiempo del fin.
El veredicto del ángel, “Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad” (vers. 8),
pronuncia una sentencia del tribunal divino y, por lo tano se relaciona,
principalmente, con la caída moral de Babilonia (Johnsson y otros 2008).
Se dice que el tercer ángel “sigue” a los otros dos. Al mismo tiempo, su
mensaje forma una unidad inquebrantable con los mensajes del primer y segundo
ángel. Aunque aquí tenemos un orden secuencial irreversible, los tres continúan
volando como un triple mensaje unificado (Johnsson y otros 2008).
El tercer ángel formula la amenaza mas terrible que alguna vez haya sido
dirigida a los mortales. Como un mensaje indisolublemente estructurado, el
propósito claro de la triple amonestación de Apocalipsis 14: 6-12 es preparar a los
habitantes de la tierra para la segunda venida de Cristo (vers. 14-20). El tema central
del mensaje esta expresado en Apocalipsis 14: 12: “Aquí esta la paciencia de los
santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. Este texto
describe el resultado del triple mensaje de advertencia (vers. 6-11) (Johnsson y otros
2008).
En Apocalipsis 14: 13 una voz del cielo dice que son bienaventurados los
que “de aquí en adelante mueren en el Señor”, es decir durante el conflicto final con
el reinado de la bestia. Se les asegura que “sus obras con ellos siguen”, lo que
significa que su fidelidad a los mandamientos de Dios y su fe viviente en Jesús en
las persecuciones del tiempo del fin acompañan a los santos al juicio y les traen la
recompensa de la aprobación divina. Esta en juego el destino eterno en la
confrontación final entre Cristo y el anticristo, la ultima gran prueba de fe en Jesús
(Johnsson y otros 2008).
Los fieles en Apocalipsis 14: 12 son el mismo grupo de creyentes que “el
remanente” de la simiente de la mujer en Apocalipsis 12: 17. Ambos pasajes de la
Sagrada Escritura destacan que el pueblo de Jesús del tiempo del fin guarda los
mandamientos de Dios por medio de una fe viva en Jesús y en su testimonio para
con ellos (Apoc. 19: 10).
Con esta interpretación del mensaje de los tres ángeles como el último
mensaje de amonestación, los adventistas del séptimo día creen que están en
“una plataforma inamovible y solida; la teología del santuario y la verdad del
sábado se unen para incluir la “verdad presente”. La oportunidad del mensaje
del tercer ángel, que existe la restauración del evangelio y de la adoración
apostólica, destaca más completamente contra el auge de la teología liberal
moderna y el evolucionismo, que espiritualmente los relatos de la creación de
Génesis 1 y 2. Una característica del mensaje adventista del séptimo día se
encuentra en el hecho de que “hace frente directamente a la herejía clave de
nuestra era, la teoría de la evolución, e invita a todos los que lo deseen a salir
Babilonia, salir de la apostasía, aceptar la verdadera señal de lealtad al Dios
viviente, el Creador” (Johnsson y otros 2008).
La misión del primer ángel era vista como cumplida por la predicación
millerita con énfasis especial en la proclamación “la hora del juicio”. Esa
proclamación era considerada como anunciando el fin de los 2300 días de Dan 8:14,
en el otoño de 1844, que marco el inicio del juicio investigador de los santos en el
santuario celestial (Timm 2004).
La predicación del segundo mensaje angélico era vista como llevando a
muchos milleritas, en 1844, a salir de la esclavitud babilónica de las iglesias. En
1850, cerca de 200 persona que habían dejado esas iglesia ya habían abrazado la
proclamación adventista sabatista posterior a 1844 del tercer mensaje angélico, esa
proclamación fue entendida como el suscitar el pueblo remanente, comprometido en
restaurar las verdades bíblicas, en el contexto del tiempo del fin, a despecho de la
oposición de la “bestia y a su imagen” (Timm 2004).
Por en medio del cielo: El ángel del cap. 8: 13 también apareció volando
por en medio del cielo. La extensión de su vuelo indica los alcances
mundiales de la obra y el mensaje de este ángel. Su obra crece y se
desarrolla hasta que la ve y la oye toda la humanidad.
Otro: Gr. állos, otro de la misma clase. Aunque algunos mensajes omiten
esta palabra, la evidencia textual se inclina por retenerla. Ya han sido
mencionados muchos ángeles, de manera que el adjetivo es "otro" no sería
totalmente necesario.
Gloria: Gr. dóxa (Rom. 3; 23). Aquí significa sin duda "honor", "alabanza",
"homenaje".
Juicio: Gr. krísis, "la acción de juzgar", en contraste con kríma, "la sentencia
del juicio”. Los expositores adventistas del séptimo día entienden que el
juicio que aquí se menciona fue el que comenzó en 1884, representando
simbólicamente por la purificación del santuario terrenal (Dan. 8: 14). Puede
deducirse que no se refiere al ejecutivo cuando venga Cristo y todos
recibirán su retribución, porque los mensajes de los tres ángeles (Apoc. 14:
6-12) preceden a la segunda venida de Cristo (vers. 14). Además, el mensaje
concerniente al juicio es acompañado por una exhortación y una
amonestación que revelan que el día de la salvación aún no ha pasado. Los
hombres pueden aún buscar a Dios y escapar de la ira que vendrá. La
predicación de Guillermo Miller y sus colaboradores en el período desde
1831 hasta 1884, respecto a la terminación de los 2.300 días en 1844, puede
considerarse históricamente como el comienzo de la predicación del mensaje
del primer ángel.
Diciendo: Los mensajes del primero y el tercer ángel son proclamados con
"gran voz" (ver. 7, 9). El mensaje relativo a la caída de Babilonia se
proclama más tarde con "voz potente" (cap. 18: 1-2).
Babilonia fue fundada por Nimrod (Gén. 10: 10). La ciudad fue desde el
principio emblema de incredulidad en cuanto al verdadero Dios y desafío de
su voluntad (Gén. 11: 4-9), y su norte fue un monumento de su plan maestro
para obtener el control de la raza humana, así como Dios se proponía actuar
por medio de Jerusalén. Por esta razón, durante los tiempos del AT las dos
ciudades simbolizaron, respectivamente las fuerzas del mal y del bien que
obraban en el mundo. Los fundadores de Babilonia intentaron establecer un
gobierno enteramente independiente de Dios, y si él no hubiese invertido,
finalmente hubieran logrado desterrar la justicia de la tierra (Dan. 4: 17).
Entonces Dios decidió que era necesario destruir la torre y esparcir a sus
constructores (Gén. 11: 7-8). Después de un período de éxito transitorio
siguió otro de más de mil años de decadencia y sujeción a otras naciones
(Dan. 2: 37).
Vino del furor: Esta figura tal vez proviene de Jer. 25: 15, donde se le
ordenó a este profeta: "Toma la copa del vino de este furor, y da a beber de
él a todas las naciones". Al ofrecer su vino a las diversas naciones, Babilonia
no tiene el propósito de causar furor, pues ella afirma que el beber de su vino
traerá paz a las naciones (Apoc. 13: 12); sin embargo, beber de él traerá
sobre las naciones la ira de Dios.
Delante de: Las plagas y la destrucción de los impíos después de los mil
años acontecerán en esta tierra; pero en el segundo caso el campamento de
los santos estará en la tierra. Cristo estará con su pueblo, y sin duda también
habrá muchos ángeles.
Timm A. 2004. El santuario y el Mensaje de los Tres Ángeles. Perú: Centro de aplicación
Editorial Imprenta Unión. 409 p.