Tips de Costura
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Tips de Costura
3 COSAS
QUE DEBES RECORDAR SIEMPRE
Hoy te hablaré de telas, y no de telas cualquiera, sino de las telas para forro, aquellas que hacen que una
prenda, o labor, que estemos cosiendo quede aseada, pulida y preciosa.
Si eliges mal la tela de forro para tu proyecto, la puedes liar bien parda -como diría la otra- porque no solo
puedes restar comodidad (en el caso de que sea una prenda) sino que también puede llegar a deformarla.
Fastidia mucho haberte liado a coser y darte cuenta que el forro está como poseído por el diablo, que no te deja
coser a gusto y además te está quedando todo hecho un desastre.
Por eso hoy te quiero dar tres consejos muy rápidos para evitarte dolores de cabeza y sufrimientos
innecesarios para así conseguir que todos tus proyectos acaben en felicidad, alegría y alboroto.
¡Vamos allá!
Las telas forro, son utilizadas en todo tipo de prendas y labores, y pueden tener diferentes fines, los
principales son: la protección, aportar comodidad y una de las más importantes es evitar que se transparente la
prenda y se nos vean hasta las ideas.
Las telas de forro las hay de muchos materiales, tipos y colores diferentes… y ¡vale! el color es importante, muy
importante, pero el material con el que esté fabricado aún más.
Si ves un forro 100 % poliéster ya estás tardando en salir corriendo en dirección contraria, son demasiado
ligeros, y se cargan de electricidad estática lo que hace que se pegue a las piernas, con la incomodidad que eso
supone.
Incluso en el caso de que te empeñes en usar forro 100% poliéster, te aconsejo que solo lo hagas en aquellas
prendas en las que el forro vaya a quedar bien sujeto y no se vaya a mover, en faldas y pantalones no, por favor.
Aunque tengas que invertir un poquito más de dinero, son preferibles los forros de acetato -que son
antiestáticos-, los forros de mezcla con viscosa, forro de tafetán -para los vestidos-, o incluso una tela de
algodón ligera estilo Batista.
Tu comodidad y tu piel te lo agradecerán.
Aquí debajo te dejo unas fotos para que los ubiques, aunque ya sabes que lo mejor es ir a tu tienda de telas de
cabecera y meterles mano en directo:
Forro Acetato
Forro Viscosa
Forro Tafetán
Forro Algodón
2. UTILICEMOS LA LÓGICA
¡Pues sí!, la forma más sencilla de elegir un forro correcto para nuestra prenda o labor, es que pensemos en
prendas o labores parecidas y en el forro que suelen llevar, su textura y su comodidad, e ir a por un forro de
similares características ¡es tan sencillo como eso!.
No es lo mismo que necesitemos un forro para una falda, para un vestido, para un abrigo o para un pantalón.
A lo mejor te tienes que llevar esa prenda con forro a tu tienda de telas para que te orienten en la elección, pues
se hace y punto, sin ningún problema.?
Normalmente si los forros son de calidad, media-alta, no encogen, pero por si las moscas, no cuesta nada darle
un lavado o plancharlo suavemente con vapor para evitarnos disgustos.
Si te decantas por un forro de algodón ligero o materiales naturales, no dudes, al agua de cabeza.
El damasco es un tejido precioso, tipo sarga, en el que la trama forma el fondo de la tela y la urdimbre
hace los dibujos.
En su cara vista los dibujos son brillantes, mientras que el fondo es opaco, y en la cara no vista ocurre
al revés, es decir, los dibujos son opacos y el fondo brillante.
Su principal característica, a parte de lo bonito que es, es su resistencia, y es por eso que suele
utilizarse para labores del hogar como, por ejemplo: cortinas, sofás o incluso el forrado de paredes
como decoración, aunque también tiene sus usos en la confección de prendas de vestir.
De hecho, yo lo he utilizado para confeccionar una de las últimas propuestas de Skarlett Closet Club,
ya sabes el Club en el que dispondrás de 2 nuevos patrones el mes, a parte de muchas cosas más
para que puedas crear tu propio armario responsable sin depender ni de las modas ni de las tallas.
Y ahora vamos a ver esos consejos para que puedas coser tejido damasco sin problema.
¡Vamos allá!
Pero tranquila, que siguiendo estos consejos la mantendrás bajo control y podrás disfrutar al 100
% de tu ratito de costura ¡aquí los tienes!
Utiliza, lo máximo posible, el largo de la hoja de la tijera para los cortes rectos, y se más cuidadosa y
realiza cortes más pequeños en las zonas curvas, como sisas o cuello, por ejemplo.
2. Sobrehila rápidamente
Como ya te he comentado, la tela damasco tiene bastante tendencia al deshilachado, especialmente
cuando empezamos a manipularla.
Así que lo ideal, justo después de cortar las piezas es que sobrehiles todos los contornos de las
piezas.
Esto lo puedes hacer directamente con tu máquina de coser casera, usando una puntada en zig zag
amplia, o remallando con tu remalladora u overlock.
La numeración de la aguja deberá ser, mínimo, del número 90, pero lo ideal es que uses una aguja
del número 100.
Si usas una aguja que no sea nueva y esté un poco mellada, puedes encontrarte el problema de que a
la hora de realizar la puntada se dañe la tela, así que lo mejor es que estrenes aguja directamente.
Usa una temperatura media, tipo “seda” y utiliza un trapo de protección entre la base de la plancha y
el tejido.
Si no lo haces, correrás el riesgo de que el tejido se dañe irremediablemente, porque se quema con
mucha facilidad.
Para evitar el calor directo de la plancha sobre la tela, a parte de usar el trapo de protección, lo que yo
suelo hacer es pasar la plancha por la superficie de la tabla de planchar para que el calor de la base se
reparta, y luego ya lo aplico sobre el trapo de protección y la tela.
Hoy vamos a intentar echar un poco de luz sobre uno de los grandes enigmas de la humanidad: cómo
identificar el derecho y el revés de algunas telas.
Empezaré diciendo que, aunque las telas tengan derecho y revés, puedes usarlas por el lado que
más te apetezca y te guste. Esto no son reglas a rajatabla ni mucho menos, libertad absoluta.
Para que esta entrada sea lo más clara posible, la resumiré según las tipologías de telas,
incluyendo las dudas que he ido recopilando de un lado y de otro.
¿CÓMO DIFERENCIAR EL DERECHO Y EL REVÉS DE UNA
TELA?
Los derechos y revés varían según el tipo de tela y en consecuencia también varía la forma de
identificarlos.
Sedas y saténes
Este tipo de telas tienen un lado más brillante y otro mate.
Normalmente el lado brillante suele ser el derecho pero, según gustos, se puede utilizar una cara u
otra.
Piqué
El piqué suele provocar muchas dudas.
En muchas ocasiones no es nada fácil distinguir un lado del otro, por lo que elegiremos el lado que
más nos guste.
Tela polar
En este tipo de telas es importante utilizar el derecho, pues es la única cara que dispone de
un tratamiento antipeeling para que no salgan “pelotillas” por el roce.
Aconsejable tenerlo claro antes de salir de nuestra tienda de telas, en donde nos indicarán cuál es el
derecho sin ningún problema.
Lana
En la lana el derecho suele ser más suave, aunque es cierto que en algunas de ellas es también
complicado reconocerlo.
Una vez tengas claro cuál es -o quieres que sea- el derecho y el revés de tu tela, marca su revés con
tiza o portaminas marcatelas para tenerlo bien presente mientras la manipulas y cortas.
Si compras una tela muy similar por ambas caras y te preocupa saber cuál es el derecho y el revés no
es mala idea marcar la tela en la misma tienda.
Si miras las telas reflejadas en un espejo, con cierta distancia, te resultará más sencillo distinguir entre
una cara y otra en telas con caras muy similares. Idea propuesta por Sara Rodríguez De Costuras y
Otras Cosas.
Y ahora…
Unos pensaban que la cara en la que las perforaciones tienen relieve era el derecho, mientras que
otros pensaban que era el revés, pero nadie sabía defenderme esa teoría.
Pero no sabíamos porqué, así que nos pusimos manos a la obra para descubrirlo.
Tras hablar con varios fabricantes y distribuidores de telas para que nos informaran, resulta que la
cosa no es así, y no solo no es así, sino que las rebabas en las perforaciones en los orillos de la
tela no tienen ninguna relación con su derecho y su revés.
Primero, dichos orificios no tienen nada que ver con el proceso de tejido de la tela, sino que
surgen como consecuencia de tratamientos de humectación y secado que sufren una vez han sido
tejidas para su estabilización.
Los agujeritos de los orillos son realizados por unas plaquetas de agujas situadas en los laterales de
los hornos encargados de secar las telas y que hacen que estas se mantengan sujetas y estiradas en
su ancho durante todo el proceso.
En segundo lugar parece ser que estas agujas, que sujetan las telas por sus laterales, suelen perforar
el tejido desde el revés hacia el derecho, por lo que por regla general, las rebabas de las
perforaciones en los orillos indicarían el derecho de la tela.
¡Que levante la mano aquel que alguna vez no se haya quedado con cara de tonto al ver que el hilo de
su máquina de coser hacía cosas extrañas!, rollo poltergeist, ¡venga! ¡todas esas manos arriba!, yo ya
la tengo en alto.
Para que esto no te pase -o lo menos posible- hoy te voy a contar algunos secretillos sobre la tensión
del hilo en las máquinas de coser y cómo saber qué tensión es la mejor según aquello que estemos
cosiendo.
Si no tenemos en cuenta dicha tensión nuestras máquinas (que también tienen su corazoncito) se nos
puede resistir, haciendo mal las puntadas, no cogiendo el hilo de la canilla, o directamente dejando de
coser.
La tensión del hilo superior (el que viene de la bobina o cono de hilo superior).
Como una imagen vale más que mil palabras, y para que no se te olvide jamás, así es como se
entrelazan los dos hilos en nuestras máquinas de coser cada vez que pisamos el pedal y damos
alguna puntada:
Reproductor de vídeo
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Normalmente la tensión que solemos modificar es, únicamente, la del hilo superior.
Para descubrir en qué punto se regula la tensión del hilo superior de tu máquina de coser lo mejor es
que le eches un vistazo a su manual de instrucciones.
En el caso de mi máquina Bernina 560 la ruleta de regulación de la tensión del hilo es esta que
puedes ver en la foto de aquí debajo:
¿Porqué es necesario modificar la tensión del hilo?
El elegir una u otra tensión del hilo superior depende del tipo de tela que vayamos a coser o del tipo
de acabado que queramos conseguir, porque no todas las telas se comportan de la misma manera
frente a las puntadas.
Una tensión media se sitúa entre los valores 3 y 4 que suele ser la apropiada para la mayoría de las
telas. Así que lo aconsejable es que la mantengas entre esos valores en el 90 % de las ocasiones.
No ajustar bien la tensión del hilo hace que las labores o prendas, no tengan un buen acabado
porque si dicha tensión es demasiado elevada la tela tiende a fruncirse o arrugarse, mientras que si
nos quedamos cortos las costuras nos quedarán flojas y se verá la lazada de la puntada.
Para que veas de qué te hablo ahí van tres imágenes en las que podrás ver el efecto que
provocan, en la puntada, diferentes tensiones en el hilo superior:
1. En esta imagen la tensión del hilo era de 4, como puedes ver en la imagen sin llegar a ser una
tensión “desastroza”, sí que frunce ligeramente la tela por lo que en este caso yo reduciría la tensión
del hilo a un valor de 3,5 o 3.
2. Si aumentamos demasiado la tensión del hilo superior esto es lo que sucede, la tela se frunce y el
acabado no es bueno. En este caso la tensión del hilo era de 8,5.
3. Y en este caso ha pasado todo lo contrario, la tensión del hilo era tan baja que la puntada ha
quedado suelta. Cualquier costura que cosamos con una tensión baja probablemente quede suelta y
tienda a abrirse.
Así serás capaz de decidir qué tensión será la mejor, y estar segura que conseguirás el acabado que
deseas.
A partir de ahora, coser tela vaquera, o denim, te resultará mucho más fácil gracias a estos prácticos
consejos.
Dependiendo de la potencia de la máquina de coser que utilices, el coser tela vaquera puede
resultarte más o menos sencillo.
Si tu máquina de coser tiene una potencia moderada, tendrás que ser paciente y utilizar algunos
trucos para que la costura te resulte más fácil y cómoda que te contaré enseguida.
Pero antes vamos a ver cuál es la definición exacta de este tipo de tela:
“El denim, o tela vaquera, es una tela normalmente de algodón, teñida en color azul índigo y que, debido
a su proceso de fabricación, da como resultado una tela muy resistente y con muy bajo desgaste“.
Actualmente, debido a los diferentes procesos de fabricación de la tela vaquera, se pueden obtener
diferentes versiones de este mismo tejido, tanto en composición, grosor, elasticidad como color.
En cualquier caso, este tejido, grueso y resistente, suele necesitar un poco de ayuda para que lo
podamos coser sin demasiados problemas, así que ha llegado el momento de que veamos esos
consejos ¡vamos allá!
Mi primera máquina fue una Toyota Jeans, y cose la tela vaquera de maravilla, así que si te tuviera que
dar algún consejo sobre una máquina de coser, sin que suponga una gran inversión, sería
esta: Toyota Súper Jeans SPJ34XL
Si lavas previamente la tela antes de cortarla, y realizar tu proyecto de costura, no solo se ablandará,
y te será más fácil manipularla, sino que además evitaras que encoja después de haber
confeccionado la prenda.
No escatimes en lavados previos, si son dos mejor, y aún mejor si dejas la tela en remojo una noche
entera en agua tibia.
Truco: un vasito de vinagre blanco junto al agua tibia suele ayudar a que la tela no destiña tanto, ni en el
presente, ni en el futuro.
Por otro lado, si la tela vaquera que vas a coser ya es bastante gruesa de por sí, no optes por cortar
varias piezas de patrón a la vez, en varias capas, tus manos te lo agradecerán.
Este tipo de agujas, como puedes ver en esta publicación Agujas para máquina de coser, son más
resistentes y trabajan mejor con las telas y las costuras de un grosor considerable.
En el caso de que no quieras hacerte con unas agujas específicas para tela vaquera, usa agujas
estándar de los números 90/14, como mínimo, ó 100/16.
El tipo de hilo también hay que tenerlo en cuenta, es aconsejable utilizar hilo de torzal en un color
en contraste (también puedes usar hilo de tapicería o marroquinería), al igual que los alfileres para
marcar y fijar las telas que también deberán ser gruesos y fuertes.
También existen prensatelas específicos para telas gruesas, llamados prensatelas de doble arrastre,
que te pueden facilitar el trabajo.
Truco: usa puntada recta de tamaño medio o largo para coser tela vaquera.
Así que nada mas cortar las piezas del patrón, o las necesarias para tu proyecto, sobrehila -o da una
puntada en zig zag amplia- en todos los contornos de la piezas.
Si es una de las primeras veces que coses este tipo de tela avanza despacio, evalúa la capacidad de tu
máquina de coser y así te evitarás sustos innecesarios.
Aunque si te llevas un susto, tampoco pasa nada, ya sabes que de los errores se aprende y estamos
aquí para disfrutar de la costura y aprender a coser a nuestro ritmo, dejando a un lado el estrés y
las preocupaciones, así que dale la importancia justa y necesaria.
En segundo lugar puedes utilizar el alzador de prensatelas, esa herramienta que te permite apoyar
el prensatelas en su parte trasera, más elevado de lo normal, y así mantenerlo recto mientras cosas
costuras gruesas.
Haz lo mismo en la parte delantera cuando sobrepases el volumen de tela (estos alzadores existen de
varios anchos e incluso, como el que veis en la foto, con varias capas que se pueden añadir o quitar
según sea más o menos el grosor de tela a coser).
Truco: para reducir el grosor de las costuras, ábrelas hacia lados opuestos, y en el caso de que no tengas
un alzador puedes sustituirlo por un pequeño trozo, de la misma tela vaquera, doblado varias veces.
Plancha las costura con fuerza y con vapor, y una vez estén planchadas, no estará de más que les
des unos golpecitos con un martillo de goma para que se alisen aún más, además te servirá de
desahogo si has tenido un mal día (no es nada recomendable hacerlo sobre mesas de cristal).
La diferencia está en los detalles
Para rematar el acabado de una prenda vaquera tienes algunas opciones:
Otro detalle a tener en cuenta son los cierres a utilizar, suelen quedar mejor los fabricados con
materiales metálicos como botones a presión o cremalleras de dientes metálicos especiales de
entre 10 y 20 cms.
A parte de estos, que también son a elección, puedes utilizar todos los detalles y acabados que
quieras, ya sabes que el límite está en tu imaginación.
Y además, al final de la entrada, te podrás descargar dos plantillas que te facilitarán mucho el trabajo.
1.Tomar las medidas necesarias para el diseño que queremos realizar -ni más, ni menos-
Para tomar las medidas, lo ideal, es que la persona en cuestión vaya vestida con prendas ajustadas:
camiseta y mallas o leggins, así conseguiremos que la ropa no modifique las medidas y obtendremos
valores más reales.
1.Medidas horizontales
2.Medidas verticales
Las horizontales son aquellas que se toman en contornos o líneas paralelas al suelo, mientras que las
verticales se toman en líneas perpendiculares al suelo (cuando veáis los dibujos lo entenderéis mejor).
MEDIDAS HORIZONTALES
Empezaremos por las medidas horizontales que podrás identificar muy fácilmente en este dibujo:
1. Contorno de pecho:
Medida del contorno haciendo pasar la cinta métrica por el punto más sobresaliente del pecho (los
pezones).
2. Contorno de cintura:
Medida del contorno de la cintura en su punto más estrecho.
3. Abdomen:
Para esta medida situaremos la cinta métrica entre la línea del contorno de cintura y la del contorno
de cadera (la barriguita).
4. Contorno de cadera:
Corresponde con la medida de contorno en el cual la cadera es más sobresaliente.
5. Contorno de cuello:
Mediremos el contorno del cuello en su parte más baja (la más pegada al tronco).
6. Largo de hombro:
Situando la cinta métrica en el comienzo del cuello mediremos hasta el extremo del hombro (hasta el
huesecillo).
9. Ancho de espalda:
Esta es la única medida horizontal que tomaremos en la espalda. Pasaremos la cinta métrica por la
parte media de la espalda midiendo la distancia entre la parte baja de ambas sisas.
MEDIDA VERTICALES
10. Largo de talle delantero:
Para tomar esta medida situaremos la cinta métrica en el nacimiento del cuello, por su lateral, y la
bajaremos pasando por la parte más prominente del pecho hasta la cintura.
11. Altura de pecho:
Situaremos la cinta métrica en la base del cuello, por el lateral, y mediremos en vertical hasta la parte
más prominente del pecho.
12. Altura de costado:
Medida por el lateral desde la base de la axila hasta la cintura.
Para tomar esta medida la persona debe estar descalza. En el caso de que vayamos a tomar una
medida para una prenda larga, la persona en cuestión deberá de vestir el calzado que piensa usar con
esa prenda o un calzado aproximado.
16. Largo de talle trasero:
Si inclináis ligeramente la cabeza hacia delante sentiréis que en la espalda se pronuncia un hueso en
la base del cuello. El largo del talle delantero se mide colocando la cinta métrica en ese “huesecillo”
hasta la cintura.
Esta medida se toma con cierta holgura, no midiendo justo en la axila, sino 2 o 3 cms por debajo.
2. Tómate tu tiempo para tomar bien las medidas, sobre todo si estás empezando. No hay prisa.
Más vale ir despacio y segura, que correr y dejarnos las cosas a medio hacer.
Si dudas en si estás tomando bien una medida, para y confirma cómo se han de tomar y retoma la
medición. En cuanto lo hagas un par de veces te resultará mucho más fácil.
5. Con tiza para tela o alfileres, puedes ir marcando los diferentes puntos de referencia, como los
hombros o la altura de cadera, para que te sirvan de apoyo a la hora de tomar las diferentes
medidas.
Vamos a hablar de un instrumento de patronaje que es imprescindible para que cualquier prenda de
vestir nos siente como un guante, las tan necesarias pinzas.
Las pinzas son utilizadas en patronaje, y en costura, para ajustar diferentes zonas de las prendas y
que se amolden a las formas corporales.
Raramente una prenda de vestir, a no ser que sea una prenda suelta o de punto, no lleva alguna
pinza.
En los patrones bases -normalmente- las pinzas se dibujan en: pecho y cintura en el caso del cuerpo
delantero y exclusivamente en la cintura en el cuerpo trasero.
Pero que la pinzas en los patrones delanteros estén normalmente en esos puntos no impide que la
magia del diseño, y nuestra propia creatividad, nos permita moverlas de esos puntos a muchos otros
de las prendas dándonos infinidad de opciones.
Y no solo podemos variar su ubicación sino también su número, ¡así que imagina cuántas
posibilidades puedes tener!.
NOMBRES DE LAS PINZAS SEGÚN SU UBICACIÓN EN LA
PRENDA
Para que puedas ver algunas de las posibilidades que más se usan, aquí tienes una ilustración que
te abrirá la mente.
¿No me digas que así no se ve muchísimo más claro?, estas son solo unas pocas posibilidades.
Lo sé, a todos los que nos gusta la costura nos atrae más una mercería que a un gato un ovillo de
lana, pero la culpa no es nuestra, es que tienen cosas tan bonitas y tan… tan… tan… , sólo de pensarlo
me empiezan a temblar las canillas y a caérseme la baba. ?
Entre las miles de cosas que puede haber en una mercería, vamos a hablar de otros artilugios
imprescindibles y que inevitablemente vamos a tener que utilizar en las prendas que
confeccionemos. Esos artilugios son los cierres.
Conocer los tipos de cierres que puedes utilizar te vendrá bien a la hora de lanzarte a decidir cuál es
el mejor para tus presentes o futuros proyectos de costura.
LOS BOTONES
Todo el mundo sabe lo que es un botón y el que no lo sepa posiblemente se haya equivocado de blog
y seguramente de planeta.?
Botones los hay en miles de formas y tamaños diferentes y elegir un color o diseño dependerá del
gusto de cada cual y del proyecto en concreto al que vaya dirigido.
LOS CORCHETES
Estos pequeñajos no solo nos ayudan a mantener las prendas cerradas y facilitarnos la subida de las
cremalleras, sino que también evitan que se abran sin avisar. Existen en diferentes colores, tamaños y
acabados:
CIERRES AUTOMÁTICOS
Estos cierres se utilizan muchísimo en prendas infantiles y también en accesorios y complementos.
Existen en diferentes tamaños y materiales como latón o plástico. Su aplicación es mediante cosido
con hilo resistente.
LAS CREMALLERAS
Si quieres saber más sobre las cremalleras y sus tipos solo tienes que pasarte por el post de las
cremalleras en el que me enrollé como las persianas. Puedes verlo haciendo clic aquí.
CONSEJOS PARA COSER TUL
Si te vas a enfrentar a la fantástica experiencia de coser tul, en esta entrada vas a encontrar algunos
consejos que te ayudarán muchísimo.
El tul puede estar fabricado a partir de hilos de origen natural como la seda, o de origen artificial
como el rayón o el nailon.
Es un tejido ligero en forma de red cuya cuadrícula puede ser más o menos grande, de tacto suave y
ligero, por lo que puede resultar algo difícil de manejar.
Aunque tiene sus dificultades a la hora de coserla, también tiene cosas muy buenas.
Una de sus cosas buenas, a parte de las maravillas cosas que podrás hacer con él, es que no se
deshilacha.
El tul, al ser un tejido en forma de red, los alfileres no son nada efectivos a la hora de sujetarlo.
Lo mejor es que utilices imperdibles para mantener las diferentes piezas de tela unidas, tanto a
la hora de coserlas como de marcarlas para el corte.
2.Córtalo con cúter circular
Si quieres cortar el tul con seguridad, y más si se lo quieres hacer en varias capas, lo mejor es hacerlo
con un cúter rotatorio.
Para coser tul la cinta adhesiva, o la cinta de carrocero, se convierte en un imprescindible que tienes
que tener siempre cerca.
En primer lugar la puedes utilizar para juntar zonas de costura antes de coserlas con tu máquina
evitando así que se deslicen unas capas de tela sobre otras.
Solo tendras que dar una puntada recta y ancha a 1 cm del borde de la tela, en todo el largo a fruncir,
y una vez hecho tirar de uno de los hilos de la costura para que la pieza se frunza como por arte de
magia.
Cuando tengas el frunce hecho, y repartido homogéneamente, lo puedes fijar con una puntada
tipo “nido de abeja” o “tricot” para evitar que zafe.
Imagen: Stilo
La costura francesa es una de las mejores formas para rematar este tipo de telas.
Si no sabes cómo hacer este tipo de costura, pásate por esta entrada y solucionado: Hacer costura
francesa.
La definición del tweed según la real academia de la lengua española es la siguiente: “Tejido escocés de
lana, con mezcla de hilos de colores, que se usa para hacer ropa, cómoda e informal”.
Si profundizamos un poco más en las características, e historia, de este tejido te contaremos que la
palabra “tweed” viene de un río de Escocia, que tiene el mismo nombre.
Es un tejido fabricado a partir de lana en el que se mezclan hebras de diferentes colores y se giran
sobre si mismas, aportándole un tacto áspero, siendo cálida y resistente, a la vez que presenta
una textura con relieve debido al grosor de las hebras que lo conforman.
Su superficie puede tener diferentes acabados, siendo muy habitual el acabado en forma de espina
de pescado.
Y si aún así no ubicas al tweed aquí te dejamos una fotografía que no deja lugar a dudas:
CONSEJOS PARA COSER TWEED
El Tweed es un tejido que tiende a deshilacharse con mucha facilidad, es por eso que muchas veces
este tipo de tejido puede parecer difícil de manipular, y quizás no hayas decidido coser una prenda de
tweed precisamente porque tú también crees lo mismo.
Si es así, ya te adelantamos que no lo es, porque siguiendo unos simples consejos, que podrás leer a
continuación, crear una prenda con Tweed puede ser maravilla pura.
El tweed es un tejido resistente y que, por regla general, tiene bastante “cuerpo”, es por eso, que para
realizar cortes limpios en la tela, y dañarla lo menos posible, es importante utilizar una tijeras bien
afiladas y resistentes.
En ese caso tienes que tener presente, que cuando vayas a cortar la segunda pieza de un mismo
patrón, esa pieza deberás cortarla refleja.
3.Manipula las piezas cortadas lo menos posible
Uno de los principales inconvenientes del tweed es que se deshilacha con mucha facilidad, así que
cuanto menos manipulemos la tela, tanto en el momento del corte como de la confección, mejor.
Además de esta manera evitarás que las costuras ganen en grosor y la prenda quedará más
pulida una vez esté acabada.
5.Pespunte de estabilización
Otra técnica que puedes utilizar para evitar que el tweet se deshilache es, antes de comenzar a
montar tu prenda, dar una pespunte de estabilización en el contorno de todas las piezas.
Con él mantendrás la estructura del hilo más firme en la zona de los orillos y, no solo tendrá menos
tendencia al deshilachado, sino que ayudará a que las piezas de tela no se deformen durante la
confección.
Este entretelado aportará más cuerpo a la prenda y, por otro lado, también hará que las piezas de
tela sean más fáciles de manipular, manteniendo el deshilachado a raya.
Según el gramaje (grosor) de tweed que estés utilizando tendrás que usar un número de aguja, en tu
máquina de coser, u otro.
8.Alfileres de patchwork
Al igual que sucede con la aguja de tu máquina de coser, y al ser el tweed un tejido resistente y
-normalmente- grueso, es preferible que en vez de usar alfileres de modista, que se pueden zafar
entre los hilos de la tela, uses alfileres de patchwork.
Te vendrán de maravilla incluso en el momento de la confección, cuando estés realizando las costuras
con varias capas de tela.
Es por eso que es preferible utilizar una puntada recta amplia, con la que te asegurarás que la
fijación de las costuras quedará perfecta.
Plancha las costuras abiertas con la plancha en temperatura lana y con trapo de protección si fuera
necesario.
Si tu prenda tiene contornos curvos, como costadillos o sisas estructuradas, al realizar el planchado
usando cojines de sastre conseguirás muchísimo mejores resultados.
Coser un prototipo antes de lanzarnos a coser una prenda definitiva es -casi siempre- una buena idea,
especialmente si es una prenda ajustada de la que puedas tener dudas sobre el patrón, la talla
elegida o los acabados.
Sé que plantearse hacer un prototipo puede dar pereza, pero te aseguro que merece la pena,
porque da mucha paz.
3.Podremos modificar aquellas cosas del diseño que necesitemos para un mejor ajuste o según
nuestros gustos.
Si quieres saber qué tejido es más conveniente para coser un prototipo aquí tienes una
publicación en la que te lo explico todo: Retor o Glasilla. Tela para prototipos
De esta manera podrás ver cuáles son las diferencias, en las medidas, e intuir si el patrón necesitará
ajustes para que -posteriormente- se adapte mejor a tu cuerpo.
Por ejemplo, si vas a coserte una blusa amplia que llega por encima de la cadera, no necesitarás tener
en cuenta tu medida de cadera.
En este caso, te tendrás que centrar en la medida de contorno de pecho que es la medida que más
influirá en que la prenda, una vez cosida, te siente mejor.
Por otro lado imagina que quieres coserte una falda ajustada, ahí sí que tendrás que tener en cuenta
las medidas de contorno de cintura y de cadera, y obviar la medida de contorno de pecho.
3. Prepara el patrón
Una vez tengas claras las medidas que afectan, principalmente, al patrón y la diferencia entre tus
medidas y las propuestas en la guía de tallas, llega el momento de prepararlo.
Para montar el patrón puedes seguir diferentes pasos según cuál sea el que estés utilizando:
1.Calcar el patrón.
2.Identificar cada una de las piezas y añadir toda la información relevante en cada una de ellas:
piquetes, posición de bolsillos, ojales, etc.
Si dudas entre dos tallas utiliza la que disponga de más holgura en relación a tus medidas, porque
eso te permitirá hacer ajustes en el prototipo posteriormente.
4. Monta tu prototipo únicamente con las piezas exteriores
La finalidad de un prototipo es que comprobemos el fitting de una prenda, es decir, que veamos
cómo sienta a nuestro cuerpo.
En un primer paso, si tu prenda tiene mangas, no las coseremos. Haremos prototipo del cuerpo
exclusivamente, para comprobar su ajuste, y una vez hecho, y en un segundo paso, le añadiremos las
mangas para comprobar también su ajuste.
Para ello no es necesario que cosamos la prenda en su totalidad y con todo lujo de detalles.
Únicamente tendrás que cortar, y coser, las piezas exteriores, sin necesidad de entretenernos en
remates interiores como forros o vistas.
Aunque si quieres coser un prototipo con todos los detalles, para practicar o, simplemente porque te
5. Primera prueba
Tras tener las piezas exteriores del cuerpo de tu prenda montadas llega el gran momento de que te la
pruebes igual que si fuera una prenda definitiva.
Si la prenda tiene cierre delantero fíjalo con alfileres como si dispusiera de él.
Tómate tu tiempo para analizarla en profundidad, porque precisamente para eso has hecho el
prototipo, para tratar de tener la mayor información posible y hacer los ajustes necesarios.
3.Largo de hombro.
Para hacer el marcado del prototipo, una vez lo tengas puesto -lo ideal- es que pudieras contar con
algo de ayuda, a la hora colocar alfileres o marcar correcciones sobre la tela.
Si no dispones de ayuda ¡no pasa nada!, también lo puedes hacer tú sola. Te llevará algo más de
Has pespuntes de corrección en aquellas zonas en las que requieras ajustar o ampliar la prenda.
Descosiendo, y cosiendo, tanto como sea necesario.
Recuerda que los ajustes deben ser equilibrados, es decir, deben tener la misma posición, y el
mismo grado, en ambos lados de la prenda (izquierda y derecha).
Realiza tantos ajustes, y pruébate el prototipo, tantas veces como necesites, hasta que te siente tal
como que te gusta.
No olvides ir anotando todos los ajustes que realices, para que -posteriormente- los puedas trasladar
al patrón.
8. Segunda prueba
Con el cuerpo ya ajustado, ahora sí que podemos añadir algunos otros elementos para
comprobar también su ajuste, como las mangas, por ejemplo.
Cose las mangas al cuerpo y vuelve a probártelo, de esta manera podrás ver si te gusta su largo, su
anchura y su forma en general.
Llega el momento de que realices, también, los ajustes que quieras en estos elementos.
Prototipo en mano, vete ampliando el patrón en aquellas zonas que lo requieran añadiendo papel y
cortándolo en los lugares que quieras ajustar más.
También ajusta todos los elementos que hayas modificado como, por ejemplo: largo de hombros,
largo de mangas, largo de la prenda en sí, ajuste de mangas, de costados, amplitudes ¡todo!
El retor, o glasilla, es el tejido ideal que tienes que utilizar si estás pensando en hacer un prototipo de
una prenda, o practicar el moulage sobre maniquí.
Todos los que nos dedicamos a la costura, y en concreto a la confección de prendas de vestir,
sabemos que hacer un prototipo -antes de coser la prenda con el tejido definitivo- es siempre muy
buena idea.
Para hacer este prototipo podrías utilizar cualquier tipo de tejido pero lo ideal es que uses un tejido
económico y que sea fácil de manejar, y es ahí donde entra el retor, o glasilla, aunque puede tener
otros nombres.
¿Qué es el retor?
El retor es una tela de algodón que puede tener diferente gramaje, pero -normalmente- tiene el
suficiente “cuerpo” como para permitir un fácil manejo y con al que podrás coser un prototipo que
será bastante fiel a la prenda definitiva.
Además debido al poco tratamiento que recibe este tipo de tejido su precio es muy económico.
Gracias a todo lo anterior, el retor es una tela que cumple todas las condiciones necesarias para ser
una gran candidata a la hora de coser el prototipo de una prenda.
Eso sí, tienes que tener en cuenta que lo ideal a la hora de coser un prototipo de una prenda, es que
la tela que utilices sea lo más similar posible a la definitiva que vayas a usar, por lo que si -por
ejemplo- vas a coser una prenda con un georgette o una tela de punto, el retor no será una buena
elección porque la caída, y comportamiento, de este tejido será completamente diferente al que
utilizarás finalmente.
En este último caso lo mejor es que elijas una tela que se parezca lo más posible a tu tela definitiva
pero lo más barata posible.
Consejos para usar retor o glasilla
Coser, y manejar, retor es muy sencillo, y además es un tejido muy agradecido, por lo que a la hora de
manejarlo solo te haría una recomendación:
Al ser un tejido 100 % algodón encogerá, por lo que es preferible que antes de usarlo realices un
prelavado de la tela.
Esto se hace, no tanto porque el prototipo vaya a encoger tras un lavado, sino porque puede hacerlo
si aplicamos sobre él plancha con vapor.
Aquí tienes un par de tiendas, en España, en las que vas a poder encontrarla a buen precio (una
media de 3,5 € por metro):
TIENDA DE TELAS
En cambio si quieres comprar un rollo completo de retor, o glasilla, porque piensas usarlo con
frecuencia, en TIENDAS EL POZO tienes una muy buena opción.
Si no sabes qué puedes hacer con esos trozos de tela que te sobran después de coser una prenda, o
cualquier otro proyecto de costura, aquí encontrarás unas cuantas ideas para aprovecharlos.
Saber qué hacer con esos trozos de tela que nos sobran, y generar así el menor residuo posible
mientras cuidamos del planeta, no siempre es una tarea fácil.
Hoy quiero compartir contigo algunas de las ideas que me han hecho llegar las maravillosas dedalillas
por Instagram, y que, a partir de ahora, puedas aprovechar tus telas, y retales, al máximo.
Imagen de https://www.sewingmachinesplus.com/
Una de las formas más fáciles de aprovechar esos retales de tela que te sobran es utilizarlos
para rellenar otros proyectos que quieras hacer como: cojines decorativos, cojines de meditación,
puff, alfileteros, muñecos o cojines de sastre.
Hay que acumular bastantes retales de tela para rellenar un cojín, por ejemplo, pero antes de tirarlos,
podemos guardarlos en una caja y cuando tengamos suficientes utilizarlos de relleno. Una idea muy
fácil.
Además, para confeccionar cojines de sastre, como los de la fotografía, son ideales porque les
aportan más peso, más cuerpo y resistencia.
Imagen de https://www.allpeoplequilt.com/
Si eres aficionada al patchwork, los pequeños retales de tela que te sobren los puedes aprovechar
precisamente para eso.
Puedes hacer cuadrados para una manta, o hexies para cualquier otro proyecto que se te ocurra,
como cojines, neceseres o manteles, por ejemplo.
3. Discos desmaquillantes
Imagen de https://www.etsy.com/
Los discos desmaquillantes, a parte de ser muy fáciles de hacer, necesitan muy pocos materiales.
Aquí te dejo un tutorial de Cal Joan en el que podrás ver cómo hacerlos en un santiamén: Tutorial
Disco Desmaquillantes de Tela
Imagen de https://www.marthastewart.com/
Hacer coleteros, o lazos para el pelo, es también una idea genial para aprovechar retales de tela, y
además son tan fáciles de hacer como los discos desmaquillantes.
Aquí tienes un video tutorial por si tienes alguna duda de cómo hacerlos, pero ya te adelanto que es
súper fácil: Video tutorial para hacer coleteros o scrunchies
Imagen Pinterest
Otra forma muy práctica de usar los retales de tela que te sobran es hacer proyectos creativos de
costura como monederos, tarjeteros, llaveros… o cualquier otro proyecto que se te ocurra.
6. Forrar botones
Imagen Pinterest
Si te gustan los botones forrados, puedes usar los retales de tela para conseguir tener un arsenal de
botones forrados de todos los colores.
Nunca se sabe cuando pueden hacer falta unos buenos botones forrados.
7. Para bies
Imagen https://www.craftsy.com/
Las tiras largas de tela que te sobren las puedes utilizar para fabricar bies para tus futuros proyectos
de costura.
También puedes hacer bies continuo a partir de un cuadrado de tela como puedes ver en este video
tutorial de Lucía de Menudo Numerito: Hacer bies continuo a partir de un cuadrado de tela
Los leggings son una prenda muy versátil que puede ser utilizada en cualquier época del año.
Además son muy fáciles de coser, porque suele estar formado por muy pocas piezas de patrón, así
que haciendo unas pocas costuras, lo puedes tener listo en unos minutos.
Los tejidos utilizados para la confección de leggings, son tejidos elásticos, por lo que si necesitas
ayuda para coser este tipo de tejidos, aquí tienes una entrada que te ayudará Tips para coser tela de
punto fácilmente
Y sabiendo esto, ahora sí, vamos a ver algunos tejidos que puedes utilizar para coserte unos
majestuosos leggings, a tu gusto.
Este tipo de tejido puede ser de de diferentes grosores, y tienen -normalmente- un porcentaje
elevado de poliéster combinado con spandex.
2. Modal
El modal, o también llamada viscosa, o rayón, es un tejido ligero, suave y fácil de manejar.
Este tipo de tejido da como resultado leggings suaves y finos, que suelen ofrecer poco abrigo, por lo
que son ideales para las épocas templadas del año o para llevar debajo de otra prenda.
3. Neopreno
La tela de punto neopreno, es también una buena opción para coserte unos leggings, especialmente
si tu intención es confeccionar una prenda duradera y que te proteja del frío
Este tejido está fabricado con una combinación de poliéster con spandex o elastano, en menor
proporción, y la podrás encontrar en versión color liso o estampado.
Al elegir este tipo de tejido para unos leggins tienes que fijarte en su gramaje y grosor, buscando
neoprenos ligeros y flexibles que sean cómodos de llevar.
4. French terry
Este tejido, utilizado normalmente para la confección de sudaderas de verano, es muy versátil,
pudiendo confeccionar unos leggings muy cómodos y que absorben muy bien el sudor.
El French Terry es un tejido de punto que por un lado es liso y por el otro dispone de un rizo
pequeño que es muy suave al tacto.
Existen infinidad de diseños de este tejido, por lo que las opciones que puedes encontrar son
infinitas.
5. Sudadera afelpada
Más gruesa que la anterior, la sudadera afelpada es llamada “sudadera de entretiempo”, tiene una
cara lisa y otra afelpada, por lo que su capacidad calorífica es mayor, vamos, que te protegerá más del
frío.
Su tacto, en la cara vista, es exactamente igual que el French Terry, pero por su cara no vista dispone
de un acabado afelpado por lo que es más recomendable para las estaciones más frías del año.
TIPS PARA COSER TELA DE PUNTO JERSEY
La tela de punto jersey puede ser complicada de coser, especialmente si es la primera vez que cae
entre tus manos, pero para eso estoy por aquí, para ponerte las cosas fáciles y enseñarte
algunos tips, y consejos, con los que conseguirás coser tela jersey muy fácilmente.
Las telas de punto jersey son fabricadas con una máquina de punto, y se caracterizan porque
disponen de un punto del derecho por una de sus caras y del revés por el otro.
Existen gran variedad de telas de punto jersey diferentes según su composición lo que hace que se
modifique su grosor, su calidez, su elasticidad y su caída.
1.Tela Jersey de algodón – hecha de 100% algodón y con elasticidad en ambas direcciones, tanto en
la urdimbre como en la trama. Es muy ligera, cómoda y fácil de trabajar. Consta de un acabado mate y
se usa principalmente como tela para camisetas, vestidos de algodón y blusas.
2.Tela Jersey de viscosa – este tipo de tela de punto Jersey tiene elasticidad en sus 4 direcciones y
destaca por su suavidad y elegante caída. Hecha de 100% viscosa, suele ser usada para la confección
de vestidos de fiesta, tops y faldas ajustadas.
3.Tela Jersey de Lycra – Las telas jersey con lycra suelen estar compuestas por un 95 % de algodón y
un 5 % de lycra. Pero existen casos en los que el porcentaje de lycra es mayor, llegando a un 20 o 30
%. Este tipo de tejidos es ideal para vestidos con mucho movimiento.
4.Doble Jersey– este tipo de tela de punto puede tener una mezcla de spandex, poliéster o viscosa. Es
más pesado y es muy usado en ropa de invierno como por ejemplo cárdigans, suéters y sudaderas;
gracias a su grosor y calidez.
Una de las propiedades más destacadas de este tejido es su gran elasticidad, pudiéndose estirar hasta un
25% de su tamaño. Además es transpirable y muy cómodo de llevar.
¿Quieres ver algunos ejemplos de prendas que puedes confeccionar
con tejido jersey?… pues mira…
Si aplicas estos tips que te voy a contar a continuación te resultará mucho más fácil coserla ¡échales
un vistazo!
Este tipo de tela tiene una gran facilidad para crear ondulaciones extrañas si la estiramos durante la
aplicación de la puntada.
Coloca tu mano sobre la tela para guiarla ligeramente y deja que los dientes de arrastre de tu
máquina de coser hagan el trabajo.
La básica, es la puntada en zig zag, pero seguramente tu máquina de coser tenga alguna otra opción.
Eso sí, insisto en que no debes tirar de la tela mientras la realices o se ondulará.
6. Los dobladillos y bajos mejor con puntada a mano
Hacer dobladillos simples, con máquina de coser, en una tela de punto jersey es toda una hazaña.
Lo mejor, para evitar ondulaciones y malos acabados, es que hagas los dobladillos, y remates
finales, a mano utilizando una puntada invisible.
Si quieres seguir avanzando en la costura, aprender a coser un bolsillo de ojal, es algo que no tienes
que dejar pasar.
Es una técnica muy sencilla y que podrás aplicar en muchas prendas diferentes, como blusas,
pantalones, chaquetas, abrigos, vestidos, etc.
En este enlace podrás ver algunas de las variedades de bolsillos que existen con sus
nombres: diferentes tipos de bolsillos. Si quieres diseñar tus propias prendas, o accesorios, no está
de más que los conozcas.
PIEZAS DE TELA
• Pieza principal (en la que irá aplicado el bolsillo). Dimensiones mínimas de 20 cms de ancho por 25 cms de alto.
• Dos tiras de tela, o ribetes, cortadas al hilo de 4 cms de ancho.
• Dos piezas de forro, cortadas al hilo, de 18 cms de ancho por 24 cms de largo.
HERRAMIENTAS
• Marcatelas.
• Tijeras de tela.
• Hilo de color a juego.
• Máquina de coser.
PASO A PASO:
Marca, utilizando un marcatelas, el lugar en el que irá situado el bolsillo de ojal. Normalmente una
línea recta de entre 13 y 15 cm.
Utilizando tus tijeras de tela, corta la línea marcada del bolsillo en toda su longitud, y realiza
cortes en sus extremos en forma de “T” de 0,5 cm de largo.
•Dobla las tiras, o ribetes, por su mitad y planchalos.
Coloca los ribetes doblados en el orificio del bolsillo, dejando la parte doblada en dirección
opuesta a la línea del bolsillo y fijalos con alfileres.
Pasa una costura recta, de tamaño medio, sobre los ribetes a 0,5 cm y a todo lo largo de la línea del
bolsillo.
TIP: la puntada tiene que llegar justo hasta el punto en el que finaliza la apertura del bolsillo para que una
vez rematado te quede pulido y limpio.
Cose las piezas del forro a su ribete correspondiente mediante una costura recta que pase justo
por encima de la anterior.
Une las dos piezas del forro, cerrando todo el perímetro del bolsillo.
Realiza una puntada recta, con un margen de costura de 1 cm, en todo el contorno del forro del
bolsillo.
Empieza por uno de los laterales, justo en el punto en el que se sitúan los ribetes, realizando
la puntada a ras de la apertura.
Cose las dos piezas de forro entre sí en todo su contorno, acabando por el otro extremo con una
puntada a ras de la apertura.
Aquí tienes una imagen donde puedes ver cómo realizar, exactamente, la puntada en cada uno de los
laterales del bolsillo:
Y aquí otra, en la que puedes ver, cómo quedaría cosido todo el contorno del forro del bolsillo:
Realiza todas las marcas por el revés, para que vez acabado el bolsillo no se vean por el exterior.
Si no te sientes segura, hilvana las piezas previamente antes de realizar la costura definitiva.
Asegúrate, cuando estés cosiendo las dos piezas de forro entre sí, que los ribetes coinciden
perfectamente por el exterior.
Para realizar las puntadas bien pegadas a la apertura del bolsillo, en los laterales, puedes usar el
prensatelas de cremallera visible.
Siempre plancha las costuras, y el resultado final, haciendo uso de un trapo de protección.
Vamos a ver cómo hacer, rápida y de forma eficaz, un elemento de cierre muy utilizado en la
costura: una presilla.
Una presilla es una tira de tela plana o en forma de canutillo que es cosida a uno de los lados de la zona de
cierre para hacer pasar el botón.
El efecto de “presilla” también lo podéis conseguir utilizando otros elementos sin necesidad de
manipulación, como por ejemplo cordones o cintas, de raso por ejemplo, lo suficientemente
estrechas como para conseguir el efecto deseado (yo suelo utilizar cinta de raso 6 mm de ancho).
Pero si queremos hacer una presilla con una tela en concreto tendremos que seguir unos sencillos
pasos.
Como os comento, su confección es muy simple, así que os aseguro que a partir de ahora vais a
poder hacer todas las presillas que queráis sin ningún quebradero de cabeza.
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Y ahora la vamos a doblar como si de un bies prefabricado se tratara, es decir, por su mitad, luego
doblando sus orillos hacia el centro, y finalmente volviéndolo a doblar por su mitad, tal que así:
Ahora lo pasaremos, con mucho amor y cuidado, por la plancha para fijar todas las dobleces.
Ahora solo tendremos que cortar el largo que necesitemos según el botón al que vaya dirigido y
teniendo en cuenta el margen de costura que necesitaremos para integrarlo y embeberlo en el lugar
en el que vaya situado.
Lo bueno de esta técnica tan fácil, es que podréis hacer todas las presillas que queráis a partir de
una tira de bies.
TU PERRO SE MERECE UN ABRIGO COSIDO POR TI
¡Hola a todos!, si alguien me hubiera dicho hace unos meses que me liaría la manta a la cabeza y le
cosería un abrigo a un perro, me hubiera reído a mandíbula batiente, más que nada, porque es algo
que nunca me había llamado la atención.
Todo cambió hace unos meses, cuando llegó a nuestras vidas Lola, una golden retriever, preciosísima
y algo lianta.
Y desde que entró por la puerta, no dejan de salirme sugerencias en Instagram, Facebook y demás, de
videos de perros preciosísimos haciendo monerías y tutoriales de temas perrunos para ponerlos de
punta en blanco ¡un infierno!.
Me han comido tanto la cabeza, que ha llegado el momento, en el que me he rendido y -por probar-
le he hecho un abrigo a la Lola.
He de decir, que es un proyecto sencillo, pero muy resultón, y para pasar un ratito disfrutando de
nuestra máquina de coser, y otro buen rato comprobando que tal le queda, no está nada mal.
Así que hoy os traigo, mi versión de abrigo perruno, con todo lujo de detalles, e incluso con esquema
para la toma de medidas y dibujo del patrón, que os vais a poder descargar ¡cómo tiene que ser!.
En mi caso he utilizado esta tela doble, que por un lado es imitación de “piel flor” y por el otro
borreguillo.
Obviamente si queréis ponerle forro, sois libres de hacerlo ¡faltaba más!, ya sabéis que el límite está
en vuestra imaginación.
Lo primero que necesitaréis serán las indicaciones para tomar las medidas y dibujar el patrón.
Para ello la situaremos en la línea inferior central y la coseremos encarando sus caras vistas en uno
de los lados.
Para reforzar la banda de sujeción inferior, y que esta sea resistente, la voltearemos y realizaremos
una costura doble paralela, de esta manera:
Tras hacerlo, llega el momento de colocar los cierres en forma de velcro, que nos ayudarán a
ajustar el abrigo en el costado y en el pecho delantero de nuestro compañero perruno, para que no
se mueva demasiado mientras lo lleve puesto.
Aplicaremos tiras de velcro en cada uno de esos puntos usando la cantidad necesaria según las
dimensiones de nuestro abrigo.
Como remate, y aprovechando que la tela utilizada es de doble capa, voltearemos la parte trasera y
las líneas laterales a las alturas de las patas con formas curvadas y las fijaremos mediante
costura.
Este mismo procedimiento, de volteo, lo podéis aplicar en la zona del cuello, o si os apetece podéis
confeccionar un cuello de la forma que más os guste y ¡listo!.
CÓMO UTILIZAR ENTRETELA TERMOADHESIVA
¡Hola dedalillos!, hoy vamos a ver cómo aplicar entretela termoadhesiva con nuestra plancha
correctamente, y sobre todo sin sorpresas, o al menos vamos a intentarlo.
Os recuerdo que si no tenéis muy claro las entretelas que existen y queréis conocer su clasificación y
algunos consejos, aquí tenéis esta entrada que creo os podrá ayudar: “Entretelas descubre todos
sus secretos”.
Cuando hayamos elegido la entretela termoadhesiva más adecuada para nuestro proyecto, vamos a
ver cómo aplicarla correctamente.
Para eso solo tenemos que seguir unos sencillos pasos, pero es muy importante tenerlos claros:
PASO 1
Nos fijaremos -muy muy bien- en que cara, de las dos de la entretela termoadhesiva, se encuentra
el adhesivo.
Esa cara se reconoce fácilmente porque es la que tiene el granulado, como un pequeño relieve en
forma de “bolitas” o aspecto brillante.
Ese es el adhesivo, que tras su calentamiento con la plancha, se funde y se adhiere a la tela principal.
PASO 2
Tras identificar la cara adhesiva, cortaremos una pieza igual a aquella en la que la vayamos a
aplicar, eso sí, tendremos que restarle el margen de costura que lleve nuestro proyecto, de
manera que la entretela termoadhesiva tendrá un tamaño ligeramente inferior a la pieza principal.
Esto se hace para evitar que la entretela termoadhesiva aporte demasiado grosor a las costuras y
mejorar los acabados.
Primero cortaremos la pieza de la forma y tamaño exactamente igual que la pieza a entretelar, y
luego le retiraremos el margen de costura correspondiente.
Y todo esto lo haremos sin retirar los alfileres que hemos colocado desde el inicio para evitar que la
pieza principal y la de entretela se muevan entre sí.
PASO 3
Situaremos la entretela termoadhesiva en su lugar, centrada en la pieza a entretelar, y respetando
los márgenes de costura que hemos comentado en el punto 2.
No nos olvidaremos que la cara con adhesivo deberá estar encarada con la cara no vista de la
pieza principal.
PASO 4
Calentaremos la plancha, a una temperatura ligeramente más alta de lo que soporte, o sea
recomendable, para la tela principal.
Es necesario que sea así, porque queremos que el adhesivo se funda, a una temperatura baja o
moderada, no lo hará.
PASO 5
Aplicaremos la entretela, aportándole calor con la plancha, desde la zona central de la pieza, hacia
los extremos.
Para que se adhiera, y para se funda bien el adhesivo, mantendremos la plancha unos segundos
estática sobre diferentes puntos de la entretela termoadhesiva, hasta cubrir toda su superficie.
Tendremos precaución, cuando estemos aplicando la entretela con la plancha, para no presionarla
demasiado ni estirar de ella hacia los extremos. Eso puede hacer que aparezcan arrugas en la pieza
principal.
La entretela termoadhesiva, más que presión con la plancha, requiere tiempo de calor para que el
adhesivo se funda y permita el fijado de las piezas.
PASO 6
Dejaremos enfriar la pieza tras haber aplicado la entretela termoadhesiva, dejándola en reposo un
par de minutos y ¡listo!.
No olvidéis que hacer una correcta preparación previa de las piezas que compondrán nuestros
proyectos de costura es súper importante, de esa manera nos resultará más sencillo el ensamble
final y obtendremos mejores resultados seguro, así que ya sabéis ¡despacito y buena letra!.
Hoy os traigo un post puramente costuril con algunas ideas o tips que os ayudarán a coser la tan
especialita tela plastificada.
“La tela plastificada es un tipo de tela -normalmente de algodón- que es fusionada con una lámina de plástico para
aumentar su resistencia e impermeabilidad. La cara plastificada suele ser la cara vista de la tela”.
Este tipo de tela puede ser muy bonita (depende de para qué), muy práctica, y muy de todo, pero coserla como
Dios manda, y sobre todo si se nos tuerce, puede costar un triunfo.
Hoy te traigo unos cuantos consejos para que puedas manejarla fácilmente y utilizarla en tus proyectos.
Existen infinidad de consejos para coser este tipo de tela pero hoy vamos a centrarnos -exclusivamente- en los
súper imprescindibles.
¡Vamos allá!
Los prensatelas normales de metal suelen quedarse pegados al plástico y coser a trompicones, así que si tienes
ocasión, y vas a coser tela plastificada, con un prensatelas de teflón serás infinitamente más feliz.
Otra opción que puede servirte, en el caso de que no tengas prensatelas de teflón, es pegar un poquito de cinta
de carrocero en la base del prensatelas de metal. No será la solución perfecta, ni definitiva, pero para un
“apaño” es más que suficiente.
Si irremediablemente tienes que utilizar alfileres que sea dentro del margen de costura para que, una vez
acabado tu proyecto, no se vean las perforaciones.
Así que si por una alineación astral tienes que planchar algún proyecto en el que estes utilizando tela
plastificada hazlo siempre con temperatura suave y un trapito de algodón entre la plancha y la tela.
Tampoco es para hacer un drama. Si la pieza se puede sustituir, se sustituye, y si no ¡no pasa nada!, unos
agujeritos no van a hacer daño a nadie.
También te puedes decantar por una aguja para piel o polipiel (Leather). Son pura magia.
6. Puntada larga
Para evitar perforar demasiado la tela, y además porque queda mejor, utilizad una puntada larga -mínimo de 3
mm-.
Conseguirás mejores acabados y terminarás antes porque irás más rápido, ¡son todo ventajas!.
7. Remates fáciles y variados
Este tipo de tela tiene muchas cosas que dificultan trabajar con ella, pero también tiene muchas otras que nos
facilitan el trabajo, como por ejemplo los remates.
Podrás rematar los orillos de la tela plastificada prácticamente de cualquier manera que se te pase por la
cabeza: con tijeras de festonear, con bies, con un dobladillo simple, zig zag…. de todo.
Hoy te traemos un clásico del blog, -nada más y nada menos que- un recopilatorio de trucos de costura.
Aprender a coser está muy bien, y mejorar también, pero si tenemos algunos trucos que nos ayuden, pues
mejor que mejor.
Y es que pocas cosas nos gustan más que un buen truco de costura, sin contar -obviamente- las tiendas de telas
o las mercerías.
Este recopilatorio incluye muchos de los trucos que hemos compartido en pasadas temporadas del blog para
que los veas o rememores de un solo vistazo.
Tienes que coser varias piezas de tela seguidas, y te aburres de estar levantando el prensatelas y cortando el
hilo con cada nueva costura ¡pues no lo hagas!.
Cose todas las piezas seguidas dejando un centímetro de espacio entre unas y otras para luego poder cortar
fácilmente el hilo ¡y listo!.
¡Rápido y eficaz!
Si aún te falta práctica con la máquina de coser, y las costuras rectas a veces se te resisten, existe una solución
que te puede venir muy bien.
Echa mano a la cinta de carrocero y coloca un trozo justo en el punto donde tengas que realizar la costura
recta, ya sea un dobladillo, un bolsillo, una manga o lo que sea.
El borde de la cinta de carrocero, -como la habrás colocado recta previamente- te indicará justo la línea por
donde tendrás que pasar la puntada, ¡te quedarán perfectas!.
He oído por ahí que si colocas un bloque de Post it en la placa base de tu máquina de coser, justo en el punto
hasta donde quieres que llegue tu margen de costura, puede ayudarte mucho.
Un golpecito de spray de laca en los dedos, luego pasas los dedos por la punta del hilo y la tarea de enhebrar
la aguja te resultará mucho más sencilla.
¡Otra vez se te ha caído la caja de alfileres al suelo!, pues ¿sabes una cosa?, no pasa ni media.
Si tienes un alfiletero imantado solo tendrás que pasarlo a unos centímetros del suelo y los alfileres, que son
muy obedientes ellos, desaparecerán de la superficie de tu suelo en un “plis, plas”.
En cualquier caso, la primera vez que lo hagas, hazlo despacio no vaya a ser que tu máquina vaya a sufrir algún
percance y nos pillemos un disgusto innecesario.
Anda que no he recibido emails preguntándome ¿y cuál es el derecho de la tela?, si esta tela tiene lo dos lados
exactamente iguales… y siempre respondo lo mismo ¡y qué más da! ¡utiliza la cara que más te guste!.
Cuando hayas elegido cuál quieres que sea el derecho de tu tela márcalo con un marcatelas para que a la hora
de señalar el patrón o coser no te lies, ayuda mucho… lo juro por mi máquina de coser (y mira que ese no es un
juramento cualquiera).
Y si sueles tener problemas para distinguir el derecho y el revés de una tela esta publicación puede
que te ayude: Cómo saber cual es el derecho y el revés de una tela.
El verano y el calor tiene muchas ventajas, pero también algunos inconvenientes, especialmente cuando nos
ponemos a coser.
Las manos nos sudan y la cosa se complica cuando se nos resbalan las herramientas de costura y estamos
incómodos.
¿Tienes polvos de talco cerca?, pues échate un poco en la palma de la mano y el sudor te abandonará durante
un buen rato.
No te quedes bizca siguiendo la guía de costura de tu máquina de coser para dejar siempre el mismo margen
de costura, ahora tu vida se puede convertir en algo mucho más sencillo.
Solo tendrás que poner una goma elástica rodeando el brazo inferior de tu máquina de coser y a tirar
millas, te servirá de guía para la costura y se verá perfectamente, ¡tus ojos te lo agredecerán!.
Vueltas y vueltas por nuestro rinconcito de costura en busca y captura de nuestras tijeras o cortahilos.
Para estos casos tenemos dos opciones, o somos súper ordenados y dejamos las tijeras siempre justo en el
mismo lugar, o nos las colgamos al cuello para tenerlas siempre a mano y cerquita.
Yo que soy un poquito de dejarlo todo tirado mientras coso, opto por la segunda opción sin lugar a dudas.
Con este truco no habrá más ojales rotos, ni mal parados, cuando los abramos ¡que vaya disgustos que nos
pillamos!.
Coloca un alfiler en el extremo superior a la hora de abrirlo con el descosedor y este bendito alfiler evitará
que te pases con el corte.
Para mantenerlos recogidos y ordenados mientras los cosemos, qué mejor que una caja de Klinex vacía.
Metemos la cinta o bies dentro de él y se nos irán suministrando solitos mientras damos -tranquilamente-
nuestras puntadas en la máquina de coser con una sonrisa de oreja a oreja.
Si quieres rejuvenecer tus tijeras como si no hubiera mañana, y afilarlas para que corten como el bisturí de un
cirujano haz lo siguiente:
Coge un trozo de papel de aluminio (de ese con el que se envuelven los bocatas de tortilla de patatas), dóblalo
y haz varios cortes longitudinales con tu tijeras.
Ha llegado a mis oídos que este mismo efecto se puede conseguir cortando latas de bebida, tiene lógica, pero si
te decides a probar ten cuidado no vayas a hacerte daño, que ya sabes que el metal de las latas lo carga el
diablo.
Aquí te dejamos una relación de la tijeras que más solemos utilizar: ¿Cuáles son las tijeras que más solemos
utilizar?.
Cuando dibujamos un patrón, normalmente solemos hacerlo sin margen de costura y luego es un engorro el
estar añadiéndolos con una regla o con una plantilla para márgenes de costura.
Con este truco -que es mano de Santo- lo que parecía un engorro se convierte en una maravilla de los Dioses.
Antes de cortar tu patrón del papel, coge dos lápices unidos por una goma elástica y pasa uno de los lápices
por la línea del patrón dibujando directamente la línea del margen de costura a 1 cm. ¿ves porqué os te dicho
que estos trucos te cambiarían la vida?.
Las telas difíciles, en muchas ocasiones, pueden ser muy bonitas… pero ¡vaya trabajo que dan!, que si se
mueven, que si los dientes de la máquina no la sujetan bien, o la sujetan demasiado.
Pues bien, con este truco no habrá tela resbaladiza -o difícil- que se resista, es el oficialmente llamado “Truco
Domador de telas rebeldes”.
Un poco de cinta de carrocero en la base de tu prensatelas y lo que era una tela “león salvaje” se convertirá
en un lindo y manso “gatito” de esos que los ves y te dan ganas de comértelos a besos.
El hilo de cono en cantidades industriales y en colores base nos dan mucha paz, porque parece que nunca se
acaban, pero ¿cómo utilizo hilo de cono en mi máquina de coser casera?.
Pues es muy, muy fácil… pilla una taza amplia que tengas en casa, ¡sí una de esas en las que nos tomamos los
cereales!, colócala detrás de tu máquina e coser y utiliza el portabobinas superior de tu máquina para guiar el
hilo.
A partir de ahí puedes enhebrar tu máquina normalmente y usar de hilo de cono todo lo que quieras, y más.
Pero la cosa no se queda ahí, porque si te invade el temor de que el hilo de cono se pudiera trabar al coser por
no estar bien guiado, usa un imperdible.
Pásalo por el portabobinas superior de tu máquina de coser y utiliza su agujerito para guiar el hilo… ¡esto si que
es magia y no lo del Copperfield ese!.
Ahí va otro truco para afilar tus tijeras, que como sabes son una herramienta muy importante y tienen que
cortar la tela como la mantequilla.
Coge papel de lija de granulo fino o medio, e igual que en el caso del papel de aluminio, realiza corte
longitudinales en él.
El coser un ojal en una tela fina puede ser una aventura digna de el mismísimo Indiana Jones, excepto si tienes
cerquita una laca de uñas transparente.
En ese caso, solo tendrás que dar algunas pasadas sobre la tela justo en el punto donde vas a coser el ojal,
dejarlo secar y ¡voilá!.
¡Podrás coser tu ojal con toda la tranquilidad del mundo!, sin gorro de aventurero, sin látigo y sin nada de nada.
Como ya os he dicho, estoy medio cegato, así que este truquito viene muy bien cuando vas a coser a mano con
un hilo grueso, especialmente para bordar.
Usa un hilo más fino como aliado y te ayudará a pasar el hilo grueso a través del ojo de la aguja.
¡Hola dedalillos!, empezamos esta maravillosa y nueva semana con un DIY muy facilito en el que vamos a aprender a hacer
unas flores de picunela muy resultonas que podréis utilizar en cualquier proyecto de costura o manualidad que os
apetezca.
Cinta de picunela (cuando más ancha sea la cinta más “pomposa” quedará vuestra flor.). Si quieres hacer una flor
Pegamento textil.
y unas Tijeras.
Y ahora vamos a ver el paso a paso…
Ahora, mediante el uso de un alfiler, fijaremos los dos tramos a un punto -como por ejemplo vuestro alfiletero- y
comenzáis a entrelazarlos entre sí a modo de trenza, de manera que uno de los tramos quede encajado perfectamente en
el otro siguiendo su forma ondulada.
En esta fase tendréis que ser pacientes porque no es tan rápido como puede parecer, de todas maneras si se os resiste y no
os queda el entrecruzado bien asentado tirad de los extremos de las cintas para que se adapte.
2. Ahora iremos a nuestra máquina de coser y daremos una puntada recta en uno de los laterales de nuestra trenza, con
un hilo de color similar al de nuestra picunela para fijarla.
3. Llegado este punto, cogeremos nuestra “trenza” y la enrollaremos sobre si misma dejando el extremo inicial en el
centro y el final inclinado hacia abajo para que no se vea. Para que no se nos desbarate podemos fijarla, una vez enrollada,
con un alfiler.
En esta fase tendremos que decidir el aspecto de nuestra flor, os aconsejo que para que os quede más realista tratéis de
que el centro queda más profundo que los extremos.
4. Cuando hayamos realizado el entrelazado en toda su longitud, y para que los extremos no se
deshilachen, quemaremos (con mucho cuidado que no nos queremos hacer “pupita”) los bordes con un mechero.
5. Ahora le aplicaremos pegamento textil o pegamento transparente de manualidades en la parte trasera y esperaremos
el tiempo que sea necesario hasta que seque.
6. Una vez el pegamento esté seco, llega el momento de -utilizando nuestros dedos- doblar hacia el exterior las formas
onduladas de la cinta de picunela para darle más realismo a nuestra flor.
Y….. ¡tachán!…. ya tenéis vuestra primera flor de picunela hecha. Es posible que la primera que la hagáis no os salga perfecta,
pero veréis que según practiquéis os irán quedando mejor.
Hoy te traigo unas fichas técnicas para patrones que podrás descargar, muy fáciles de utilizar y
que te ayudarán a mantener tus patrones bien ordenados e identificados.
Esta ficha técnica suele disponer de la siguiente información: piezas de las que está compuesto el
patrón -incluidos dibujos-, gráficos en 2 dimensiones de la prenda acabada en los que se muestran
todos sus detalles e información escrita sobre materiales necesarios para su correcta confección.
Es un documento técnico, que viene especialmente bien para aquellos que subcontratan la
confección consiguiendo que el taller con el que se trabaja disponga de toda la información necesaria.
Pero también es un práctica muy útil para el resto de los mortales a los que nos gusta la confección y
que nos dedicamos a recopilar patrones de allá y de acá.
Eso sí para que estas fichas funcionen a la perfección deberás incluir en ella toda la información que
creas de relevancia, tanto del patrón como del proceso de confección (lo que incluye todos los
“problemillas” que te hayas encontrado mientras lo cosías).
Es verdad verdadera que viene muy bien archivar cada uno de nuestros patrones bien juntito a su
ficha técnica, y como te lo recomiendo al 100 % hoy vas a poder empezar a ponerte las pilas con los
tuyos porque al final de esta entrada podrás descargarte la plantilla y empezar a utilizarla.
Apartados que incluye la ficha técnica de patrones
1.Nombre del patrón: en este apartado te aconsejo que incluyas el nombre del patrón y una
pequeña descripción del mismo.
2.Talla / s: especificaremos de qué talla o tallas son los patrones a los que corresponde la ficha.
3.Piezas que lo conforman: pues sí, aquí debemos incluir todas las piezas que forman el patrón y el
número que necesitaremos de cada una de ellas.
4.Cómo confeccionarlo: un paso a paso de cómo confeccionamos las prendas en el orden más
cómodo posible y teniendo en cuenta todos los problemas que nos podamos encontrar.
5.Esquema: incluiremos un dibujo a dos dimensiones de la prenda con su forma y todas las
características que creamos importantes.
6.Materiales: cuanto más claros seamos con un buen listado de materiales más útil será nuestra
ficha. Incluiremos la cantidad de tela que se necesita para la confección completa y absolutamente
todos los detalles y accesorios que pueda llevar el diseño.
Hace unos días, a los que estáis suscritos a la newsletter, ya os conté -entre otras cosas- lo importante que era relajarse,
descansar y disfrutar de los detalles. Pensando en esto de los detalles, ¿qué os parece si hablamos un poco sobre la
importancia de los detalles en la costura?.
Además en esta publicación María del estupendísimo blog El Baúl de las Costureras -que es más maja que todas las cosas- y
yo volvemos a colaborar. Nos hemos puesto de acuerdo y hemos seleccionamos un patrón de Unicosé con la intención de
compartir nuestra experiencia de costura y mostraros el resultado final; decidimos tener total libertad en elegir la tela que
más nos gustara, los acabados e incluso hacer las modificaciones al patrón que nos apetecieran.
El patrón en concreto que hemos utilizado es el Mvest1210 de Unicosé, y lo mejor de todo es que al final de esta entrada lo
vais a poder descargar en su talla 38 (XS) y 40 (S) :) ¡toma ya!, y no solo eso, sino que Unicosé ha creado un video tutorial
en donde podréis ver como confeccionarlo de principio a fin.
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¿Supongo que estaréis de acuerdo conmigo en lo importante que son los detalles en la costura?, y con esto no quiero
decir que todos tengamos -de buenas a primeras- que coser como los ángeles, pero sí creo que es importante tratar de
aprender, hacer nuestros trabajos cada vez mejor y todo lo bien de lo que seamos capaces.
Aprovechando esta colaboración y para ver la importancia que tienen los detalles, os voy a mostrar muy de cerca, mi
versión de este vestido de Unicosé.
En concreto el diseño que hemos elegido es el de la imagen de aquí debajo (si hacéis “clic” en los puntos marcados sobre ella
podréis acceder a diferentes publicaciones del blog sobre el diseño en diferentes partes de las prendas):
Como veis en la imagen interactiva se trata de un vestido cruzado corte princesa con caída de falda recta, lazada a la
cintura con ojales laterales, cuello tipo Johnny y manga básica.
La tela que elegí para su confección fue un algodón con elasticidad en color marrón con lunares blancos, con suficiente
cuerpo como para mantener la estructura de la prenda y a la vez con la caída suficiente para que tenga movimiento.
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Yo siempre he pensado, que en en las prendas de vestir que confeccionemos -obviamente- el exterior es importante, pero
tanto o más importante que el exterior lo es su interior, es ahí (en su interior) en donde se percibe realmente el amor y la
dedicación que hemos invertido.
uello tipo Jhonny
Todos los que nos dedicamos a coser, en mayor o menor medida, utilizamos estos materiales.
Como hay tanta variedad y sé que te puedes liar -cosa que es absolutamente normal- en esta entrada podrás
encontrar, de forma resumida y sencilla, no solo los tipos de entretelas más habituales y sus usos más
Antes de contarte los tipos de entretelas que existen vamos a empezar por el principio y ver exactamente qué
son:
Las entretelas son materiales en diferentes formatos que se utilizan en el interior de prendas o labores con la
finalidad de dar firmeza a la tela utilizada, mantener su forma y mejorar los acabados.
Las entretelas -una vez terminadas las prendas o labores- quedan ocultas en su interior.
Si alguna vez te has preguntado porqué los cuellos de las camisas, las solapas de las chaquetas o los puños se
mantienen tan firmes, y con tanto cuerpo, es precisamente por eso, porque en su interior llevan entretela.
Así que puedes imaginarte lo prácticas que resultan, y lo importantes que son, a la hora de confeccionar una
prenda de vestir.
Pero, ¿qué tipos de entretelas existen?
Entretela tejida: este tipo de entretela está elaborada con hilo y su comportamiento es similar al del resto de
los tejidos. Es por ello que, dependiendo de cómo la cortemos -al hilo o al bies-, conseguiremos diferentes
efectos (normalmente se suele cortar en la misma dirección del hilo de la tela que se va a entretelar).
Entretela no tejida: se fabrica mediante procesos químicos por superposición de capas, sin proceso de
tejido, al no disponer de hilo se puede cortar y aplicar en cualquier dirección, esto hace que este tipo de
entretelas tengan menos limitaciones y en consecuencia sean más versátiles.
La segunda clasificación se basa en el método de aplicación y, también, las podemos dividir en dos:
Entretela termoadhesiva: disponen de una adhesivo en una de sus caras -o en ambas- que permite su
aplicación en la pieza a entretelar mediante el calor de la plancha. Yo prefiero este tipo de entretela mil veces
porque es más cómoda y rápida de aplicar.
Las dos clasificaciones se pueden combinar entre sí, es decir, existen entretelas tejidas tradicionales y
termoadhesivas y también existen entretelas no tejidas tradicionales y termoadhesivas.
A partir de aquí, y como siempre, existe una enorme variedad de entretelas que se diferencian por su grosor,
su elasticidad e incluso por su color (los más comunes, son el blanco y el negro, habiendo también en colores
grises o crema).
Tres cosas que tienes que tener en cuenta a la hora de comprar una
entretela:
Si la tela que vas a entretelar no es elástica fijarte en que la entretela tampoco lo sea, en cambio para los
tejidos elásticos o de punto deberás elegir una entretela también elástica o de punto, y cuya elasticidad sea lo
más similar posible a la tela a entretelar.
La entretela debe ser del mismo grosor que la tela en la que se va a aplicar, o en su defecto algo más fina.
Si vas a utilizar entretela termoadhesiva: en tejido ligeros, finos o traslúcidos, fijate que el adhesivo sea suave y
fino (al pasar la mano sobre él no notes mucha textura); en el caso de los tejidos gruesos el adhesivo a de ser
más grueso (al pasar la mano sobre él notarás unos gránulos gruesos).
Para tejidos gruesos: entretela con grano grueso de adhesivo que asegure el buen pegado a la pieza a
entretelar.
Para tejidos de punto o elásticos: utilizaremos entretelas de punto que permiten aplicarlas en este tipo de
tejidos sin que pierdan elasticidad.
Para tejidos no elásticos: utilizaremos entretelas tejidas y trataremos de respetar la dirección del hilo de la
pieza que se vaya a entretelar.
Si vas a utilizar entretela tejida ten en cuenta que este tipo de entretelas se comportan igual que los tejidos
normales por lo que se encogerán con los lavados, es aconsejable que sean humedecidas, lavadas o
planchadas con vapor antes de su aplicación.
Lo mejor es hacer una prueba de entretelado con el tejido original antes de liarnos a aplicar entretela como si
no hubiera un mañana.
La entretela tradicional (que se aplica mediante cosido) se corta del mismo tamaño que la pieza a
entretelar, en el caso de la entretela termoadhesiva se debe cortar entre 0,5 a 1 cm más pequeña.
¡Cuidado a la hora de aplicar entretela termoadhesiva!. Aseguraros que el adhesivo está en contacto con la
pieza a entretelar, antes de aplicar la plancha, y no al revés, alguna he liado yo parda por no darme
cuenta , y si proteges tu tabla de planchar con algún trapo o similar, mucho mejor.
Una misma prenda pueda necesitar diferentes tipos de entretelas, o de diferente rigidez, según en donde
la vayamos a aplicar (por ejemplo, un abrigo puede llevar entretela suave en las piezas grandes de su frontal,
espalda y mangas, y -en cambio- una entretela más rígida en cuello, solapa y puños).
Las entretelas se suelen encontrar en rollos de diferentes anchos que van desde 0,9 a 1,5 metros
habitualmente.
Los vendedores de nuestras tiendas de tela son nuestros amiguitos, así que si tienes duda sobre qué tipo de
tela necesitarás, llévate una muestra de la tela a entretelar a vuestra tienda de cabecera y enseñasela al
vendedor, verás que en un “plis-plas” te da lo que necesitas.
MANGA RANGLAN – MODIFICACIÓN PATRÓN BASE
Hoy te enseño una de las últimas cosas que me he cosido, una camiseta de manga corta y
además ranglan. Básicamente te la enseño como excusa para que veamos cómo modificar el patrón
base para crear este tipo de manga.
Creo que las camisetas con manga ranglan favorecen mucho, especialmente en sus versiones
masculinas.
Recuerdo que hace unos años tuve una -bastante parecida a la que hoy os enseño- y no me la quitaba
de encima, y con esta camiseta de hoy he vuelto a rememorarla.
Para coserla he utilizado dos telas de punto en contraste, una en color gris claro y otra en azul
marino.
Como ya sabes las telas de punto tienen bastante “mala leche” a la hora de coserlas, así que para que
no acabes tirándote de los pelos, aquí te dejo algunos consejillos salvavidas que ya vimos en su
momento: Tips para coser tela de punto fácilmente.
Si vas a coser con punto o telas elásticas, no olvides cambiar la aguja de tu máquina de coser a una
de punta de bola o strech (son mano de santo).
MANGA RANGLAN -MODIFICACIÓN PATRÓN BASE-
Para hacer este tipo de manga lo único que tendremos que hacer es fundir parte del patrón base
del cuerpo delantero y trasero de blusa con nuestro patrón base de manga.
Lo mejor es que calques tus patrones base de blusa o camiseta en un nuevo papel enfrentando el
patrón trasero y delantero por el cuello (tal como verás en la ilustración de más abajo) y le coloques
en el lateral el patrón base de vuestra manga, haciendo coincidir lo máximo posible las zonas de
costura.
Después simplemente deberás meter 4 cm en el contorno del cuello delantero y trasero y desde ese
punto trazar una línea recta que una ese mismo punto con la parte más baja de la sisa.
Así de fácil obtendrás una manga ranglan para tus camisetas o cualquier patrón de una forma muy
fácil (salvo algunas excepciones).
Una vez tengas la modificación de tu patrón base a manga ranglan prueba el patrón con una tela de
“chichinabo”, y si hay errores ahora es el momento de corregirlos, y si no los hay, tira para adelante y
cose una camiseta o blusa preciosa.
Además hecha por ti misma y que puedas lucir con todo el orgullo del mundo?.
COSER CREMALLERA INVISIBLE. TUTORIAL PASO
A PASO
Ha llegado el día en el que debes ser valiente, porque -por fin- nos vamos a enfrentar a las tan
temidas cremalleras invisibles?.
Prometo que no muerden, como mucho te sacarán de quicio de vez en cuando y si pierdes los nervios
con ellas lo único que tienes que hacer es pegar un par de gritos al aire y arreglado, mano de santo.
Para darte el último empujón y que se te quite el miedo definitivamente, he tratado de hacer
un tutorial detallado -lo que quiere decir que tiene fotografías como para parar un tren- para que
puedas coserlas, a partir de ahora, sin ningún problema.
Como te comenté en el tutorial para cremallera normal vamos a utilizar como ejemplo un prototipo
de uno de mis diseños, un vestido con corte a la cintura y en el que una de las piezas del cuerpo de la
espalda es ligeramente más larga que la otra.
He descosido la cremallera para volver a montarla. En esta ocasión yo utilizaré hilo blanco en las
costuras con la idea de que las veas mejor pero tu deberás utilizar hilo de mismo color que tu tela.
En el caso de que vayas a colocar la cremallera invisible en una prenda ya confeccionada, antes de
empezar, deberás descoser el forro unos 2 cms en cada lado de la parte superior (en este caso el
cuello del vestido).
Y también descoser todo el largo de la costura en el que vaya a ir colocada la cremallera invisible -en
mi caso toda la costura de la espalda de arriba a abajo-.
¿COMENZAMOS?
1.Primeros pasos…
Lo primero que debemos hacer es situar la cremallera en el lugar donde va ir cosida y
empezaremos por uno de los lados.
Recuerda que la cara vista de la cremallera debe de estar enfrentada a la cara vista de la tela y si
tienes dudas sujetala con alfileres y estudia su colocación hasta que estés segura de que está en el
lugar correcto.
Para que una vez cosida la cremallera tengamos espacio para la costura que unirá los 2 cms que
hemos descosido de forro con la tela exterior del cuello, el tope superior de la cremallera debemos
colocarlo aproximadamente a 1 ó 1, 5 cm del borde.
Ahora sujetamos la cremallera con alfileres en todo su largo. Recuerda poner los alfileres con la
cabeza en dirección a la costura para que te sean más fáciles de retirar mientras coses. Si los alfileres
no te dan la suficiente seguridad puedes hilvanar sin problema.
2. A coser…
Ahora utilizaremos el prensatelas específico para cremalleras invisibles y coseremos la cremallera
a uno de los lados exteriores de nuestra prenda.
Este tipo de prensatelas levantan los dientes de la cremallera mientras cosemos y permite dar la
puntada tras ellos para mantenerla oculta.
Si sientes que al comenzar a coser los dientes no se levantan en el interior del carril, para y vuelve a
colocar los dientes ayudándote con los dedos y continua cosiendo.
La zona de la cintura -debido a la existencia de muchas costuras y en consecuencia mucho grosor
tela- suele ser especialmente difícil, por lo que tendrás que avanzar despacio y asegurandote de que
coses lo más cerca posible a los dientes.
Seguiremos cosiendo hasta que el cursor no nos permita seguir avanzando. Una vez llegado a este
punto daremos una puntada atrás y delante para reforzar la terminación.
3. Preparemos el otro lado…
Cuando ya tengamos uno de los lados de nuestra cremallera cosido y vayamos a coser el otro lado, lo
más importante que debemos de tener en cuenta es asegurarnos de que la cintura y el tope
superior de la cremallera coincidan perfectamente en ambos lados.
Para hacer coincidir la cintura cerraremos la cremallera y justo en el punto en donde se encuentra la
costura de la cintura haremos un corte con un corta hilos o tijera en el lado opuesto de la cremallera.
Guiándonos por el corte que acabamos de realizar, colocaremos la costura de la cintura del lado libre
de nuestra prenda justo en ese punto y lo sujetaremos con un alfiler transversal.
También fijaremos con un alfiler el tope del cursor de la parte superior de la cremallera haciéndolo
coincidir con el que ya está cosido.
4. Fijamos y corregimos la cremallera…
Una vez tengamos la cinturilla y el cursor superior justo en lugar correcto vamos a fijar el resto de la
cremallera con alfileres.
Como te he comentado, uno de los lados de la parte trasera del vestido era ligeramente más largo
que el otro por lo que si cosiera directamente la cremallera -sin corregirla antes- me daría cuenta
de que no me encajarían bien. Para corregir esto practicaremos la técnica del embebido.
Mediante el embebido, y utilizando alfileres, lo que haremos es repartir de forma proporcional la diferencia de largos entre la tela y la
cremallera antes de coserla. Como normalmente las diferencias de estos largos entre unas piezas y otras no suelen ser muy grandes -de unos
pocos cms- esta técnica es perfecta y nos permitirá colocar la cremallera sin que se aprecie ninguna imperfección.
Si te fijas en la primera foto de este apartado, en la zona más cercana al cuello, la cremallera hace una
onda, esta onda es debido a que la cremallera es ligeramente más larga que la pieza trasera del
vestido.
Recuerda fijarte en que el prensatelas levante bien los dientes de la cremallera mientras coses.
Ves retirando los alfileres transversales según vayas llegando a ellos con la costura, para evitar que la
aguja se te pueda partir.
Cose lentamente cuando llegues a la altura de la cintura y fijate que las puntadas, en este punto,
permanecen pegadas a los dientes de la cremallera.
Avanza con la costura hasta que el cursor de la cremallera no te lo permita. Llegado este punto realiza
una puntada atrás para fijar la puntada.
6. Empecemos con el forro…
Ya tenemos cosida nuestra cremallera invisible en toda la tela exterior. Ahora lo que vamos a hacer es
coser, de nuevo y por el revés, el forro de la parte superior de nuestra prenda que habíamos
descosido.
Una vez cosido el forro de la parte superior comprobad que el tope del cursor de la cremallera en la
cara vista queda justo a ras de la costura.
7. Y continuamos cerrando el forro…
El siguiente paso será cerrar el forro por el revés.
Con el vestido dado la vuelta unimos el forro a la cremallera y lo fijamos con alfileres en todo su
largo.
Una vez sujeto y sin que nos haga ningún pliegue extraño, colocamos el prensatelas para
cremallera normal en nuestra máquina de coser y realizamos una puntada recta pegada a los
dientes.
Para ello trabajaremos por el revés y fijarémos la tela exterior de nuestra prenda -bajo la cremallera-
con alfileres o hilvanando. Si al fijar ambas telas notas que te sobra algo de tela en el bajo, la puedes
cortar y corregirla embebiendo la diferencia-.
Realizaremos una costura recta empezando desde el punto en donde hemos acabado de coser la
cremallera invisible hacia abajo utilizando el prensatelas de cremalleras normales.
Para que no te haga “feos” la tela exterior una vez cosida, las puntadas de unión iniciales deberás
de darlas lo más pegadas posibles a las puntadas de fijación de la cremallera -mira las
fotografías que seguro que te dejan todo muchísimo más claro-.
Seguiremos el mismo procedimiento para el forro, teniendo en cuenta que el forro y la tela exterior
deben de tener sus costuras enfrentadas para que queden ocultas.
Y aquí tienes el resultado, tu cremallera invisible perfectamente cosida, sin “raros”, ni problemas :)