Adolfo López Mateos

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ADOLFO LÓPEZ MATEOS

(Atizapán de Zaragoza, 1910 - México, 1969) Político mexicano, presidente de la


República entre 1958 y 1964. Siendo estudiante comenzó a impartir clases en la
Escuela Nacional de Maestros de Toluca, al tiempo que escribía en el periódico
estudiantil Ímpetu.
Fue secretario particular del gobernador del Estado de México, coronel Filiberto
Gómez, y de Carlos Riva Palacio, presidente del Partido Nacional Revolucionario
(PNR), y llegó a ocupar la secretaría general del comité del PNR en el Distrito
Federal. En 1928 optó por el vasconcelismo y, tras el triunfo de Pascual Ortiz
Rubio, en 1929, se exilió voluntariamente a Guatemala, aunque regresó poco
después. Fue interventor del Banco Nacional Obrero y, desde 1933 hasta 1943, de
Fomento en los Talleres Gráficos de la Nación.

En 1946, cuando Miguel Alemán asumió la presidencia de la República, Isidro


Fabela fue elegido senador por el Estado de México y López Mateos quedó como
suplente. Al ser nombrado Fabela representante mexicano en el Tribunal
Internacional de La Haya, López Mateos ocupó su lugar en la Cámara Alta y lo
ostentó hasta 1952. En 1952 dirigió la campaña presidencial de Adolfo Ruiz
Cortines, en cuyo Gobierno fue ministro de Trabajo y Asuntos Sociales (1952-
1957). El 4 de noviembre de 1957 se anunció su candidatura a la presidencia de la
República y fue elegido en julio de 1958.

Adolfo López Mateos tomó posesión el 1 de diciembre de 1958. Como al inicio de


su gobierno aún perduraba el conflicto de los ferrocarrileros y la represión sólo
había agravado la magnitud de los problemas, optó por una política que resolviera
el descontento laboral a través de medidas para elevar el nivel de vida de los
trabajadores. Por ejemplo, propició el alza salarial, medida que benefició
especialmente a los obreros de la rama industrial y a los empleados de las
paraestatales, o empresas propiedad del Estado. Además no se permitió que
tomaran fuerza los dirigentes sindicales que no hubieran demostrado lealtad al
gobierno. No obstante, hubo cierta apertura: se creó una nueva central obrera, la
Confederación Nacional de Trabajadores (CNT), y surgió el Movimiento Liberal
Nacional, relacionado con la revista Política, ácida publicación que desafiaba al
sistema.

A causa de los conflictos agrarios de 1958, López Mateos cambió la política en


ese sector. Durante su gobierno se repartieron más de 16 millones de hectáreas y
se organizaron ejidos ganaderos en varios estados del país. Desde la época de
Lázaro Cárdenas no se había llevado a cabo un reparto similar. En el fondo se
buscaba mayor control sobre las organizaciones de masas con miras a la
estabilidad política.

A pesar de las medidas sociales, el gobierno de López Mateos empleó "mano


dura" en algunos casos. Por ejemplo, el pintor David Alfaro Siqueiros fue
encarcelado durante años por haber criticado al gobierno de México en países de
América Latina que el presidente planeaba visitar en giras oficiales. Además, el
dirigente agrario morelense Rubén Jaramillo fue asesinado en 1962 sin que se
aclararan nunca los hechos.

En el terreno político destacó la ley electoral que permitió a los partidos de


oposición reconocidos ostentar algunas diputaciones. Era suficiente que el partido
en cuestión obtuviera un porcentaje mínimo del total de la votación para quedar
representado en el Congreso de la Unión. Esto permitió crecer a los grupos
opositores, en especial al PAN, que se perfilaba como el más fuerte de ellos y se
benefició con esta medida en las siguientes elecciones. El Senado permaneció
integrado exclusivamente por priístas.

Por lo que se refiere a la educación, se instituyó la gratuidad de los libros de texto


para la escuela primaria. Algunos sectores se opusieron a esta medida porque les
parecía distinguir en ella la voluntad del gobierno de socializar la educación y
consideraban exagerada la interferencia del Estado en la formación ideológica de
los niños. Las protestas no trascendieron y el secretario de Educación, Jaime
Torres Bodet, pudo continuar con el programa. Para entonces, el gobierno ya
había demostrado mayor tolerancia y proliferaban las escuelas particulares.
Aunque las relaciones con Estados Unidos eran cordiales, fue motivo de tensión el
triunfo en Cuba de la revolución liderada por el Che Guevara y Fidel Castro. En
1961 Cuba ya se había declarado socialista y había establecido nexos estrechos
con la Unión Soviética y China. Se trataba de una propuesta más radical que la
planteada en su momento por la Revolución Mexicana. Estados Unidos veía con
gran disgusto el surgimiento de un país socialista en América Latina, sobre todo
tan cerca de sus costas, por lo que presionó a los países de la región para que
rompieran sus relaciones con Cuba. México se rehusó, defendiendo el principio de
"no intervención", y alegó que en uso de su soberanía podía tomar la decisión que
considerara más conveniente. Durante varios años fue el único país
latinoamericano que mantuvo relaciones con el gobierno de Fidel Castro. A pesar
de la actitud de México, el presidente John F. Kennedy visitó el país en un
ambiente de gran cordialidad.

Para el "desarrollo estabilizador" que se había propuesto el gobierno era


determinante la cooperación con Estados Unidos. En 1960, el gasto público se
había incrementado en el 27 por ciento, mientras uno de los primeros objetivos del
gobierno era mantener el valor de la moneda. Para evitar que se estancara el
proceso de industrialización, el Estado invirtió en infraestructura del sector
petroquímico y siderúrgico. Además, como no se habían incrementado los
impuestos, el gobierno recurrió a préstamos internos como base de
financiamiento. Estados Unidos, después de la creación, en 1961, de la Alianza
para el Progreso, parecía más dispuesto a otorgar créditos a los países de
América Latina. Ese año el gobierno destinó una tercera parte de su presupuesto
al pago de la deuda pública. La inversión extranjera se orientó básicamente a la
industria manufacturera, lo mismo que en el sexenio anterior.

La industria eléctrica se nacionalizó en 1960. El gobierno compró la American and


Foreing Co. y la Mexican Light Co. Éstas fueron operaciones regulares de
compraventa, por lo que no se presentó problema alguno. La medida reflejaba el
deseo de lograr un control más amplio de la producción, ya que la generación de
energía eléctrica era vital para la industrialización del país. En total, la producción
industrial creció en el sexenio el 51.9 por ciento; destacaron las ramas automotriz,
química, petroquímica, mecánica y de papel.
El sector público invirtió, básicamente, en petroquímica, electricidad, siderurgia y
asistencia social. En este rubro destacó la creación del Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Para coordinar la
inversión pública se creó la secretaría de la Presidencia y al poco tiempo
comenzaron a surgir planes de desarrollo. La industria manufacturera quedó en
manos de empresarios privados, nacionales y extranjeros. No obstante, la
dependencia de la tecnología extranjera fue en creciente aumento. En la
agricultura, durante el gobierno de López Mateos sólo se prestó atención al cultivo
de maíz y frijol, productos muy ligados a la política de estabilidad de precios que
se buscaba.
En el momento de la sucesión, dentro del PRI había dos posibles candidatos:
Gustavo Díaz Ordaz, secretario de Gobernación, y Donato Miranda Fonseca,
secretario de la Presidencia. López Mateos se inclinó por Gustavo Díaz Ordaz,
pues le parecía más adecuado para proseguir la política estabilizadora que él
había propiciado.
GUSTAVO DÍAZ ORDAZ

(Ciudad Cerdán, 1911 - Ciudad de México, 1979) Político mexicano, presidente de


la República entre 1964 y 1970. De su gestión presidencial se recuerda
especialmente la matanza de Tlatelolco, un despliegue militar del gobierno para
acallar las protestas estudiantiles que arrojó centenares de muertos y heridos el 2
de octubre de 1968.
Gustavo Díaz Ordaz
Gustavo Díaz Ordaz cursó estudios de derecho en la Universidad de Puebla,
donde se graduó en 1937. Tras ocupar diversos cargos y ser, de 1958 a 1963,
secretario de Gobernación, fue designado candidato a la presidencia por el Partido
Revolucionario Institucional. El día 8 de septiembre de 1964 el Congreso de la
Unión lo declaró presidente electo. El nuevo presidente, que tomó posesión el 1 de
diciembre de 1964, se encontró con un país en situación de equilibrio y
crecimiento económico, como resultado de los mandatos anteriores.

Díaz Ordaz continuó creando empresas paraestatales, aplicó una adecuada


política fiscal y crediticia y buscó la forma de controlar al movimiento obrero para
evitar riesgos. El derecho a huelga quedó prácticamente anulado y los salarios se
congelaron, con lo que se favoreció aún más a los empresarios que habían
resultado beneficiados con la exención de impuestos y la asignación de subsidios.
El gobierno invirtió en obras de infraestructura y bienestar social que, aunque
tenían como objetivo mantener la estabilidad, no fueron suficientes.

La política económica, en efecto, no difirió de la del gobierno anterior. Aumentó la


participación del Estado en la economía a través de la creación de empresas
paraestatales y la construcción de obras de infraestructura. La inversión pública
alcanzó 130 millones de pesos (el doble que en el gobierno de Adolfo López
Mateos). A pesar del incremento de los impuestos y de otras medidas
administrativas para aumentar los ingresos del gobierno, fue necesario recurrir a
préstamos extranjeros. La deuda externa era, en 1970, de 53,285 millones de
pesos.
El gobierno estimulaba la inversión de particulares en la industria de la
transformación, incluso la inversión extranjera directa; el 80 por ciento de estas
inversiones procedía de Estados Unidos. En lo que se refiere a la política agraria,
Díaz Ordaz llevó a cabo un gran reparto de tierras, de más de 24 millones de
hectáreas. Se intensificaron también las obras de irrigación. El deterioro de la
economía mundial comenzó a hacer estragos durante los dos últimos años del
período. Sin embargo, los efectos más graves se iban a dar durante el gobierno de
Luis Echeverría.
Respecto a los asuntos exteriores, el gobierno de Díaz Ordaz hizo hincapié en las
relaciones con América Latina. Buscó, por ejemplo, un acercamiento comercial
con los países de América Central. En 1967 destacó la firma del tratado de
Tlatelolco, promovido por Alfonso García Robles, que prohibía la fabricación y
utilización de armas nucleares en América Latina. Las relaciones con Estados
Unidos fueron relevantes, pues la inversión extranjera era indispensable para la
política económica del gobierno. México continuó defendiendo el principio de "no
intervención", por lo que condenó la invasión estadounidense de la República
Dominicana en 1965. En ese sexenio comenzaron los conflictos entre México y
Estados Unidos a causa del narcotráfico.

La figura autoritaria de Díaz Ordaz dio origen a protestas, especialmente de las


clases medias de la sociedad. Uno de los primeros movimientos reprimidos con
violencia fue el de los médicos, que, en 1965, dio a conocer la futura tendencia del
gobierno. El presidente demostró que no estaba dispuesto a tolerar la apertura
democrática dentro del PRI. Rechazó el proyecto de reforma del partido oficial
presentado por Carlos Madrazo, a quien él mismo había nombrado presidente del
PRI. Madrazo "renunció" a su cargo y todas sus reformas fueron anuladas. Su
propuesta se encaminaba a tomar en cuenta la opinión de las bases del partido.

La matanza de Tlatelolco
Con el conflicto estudiantil de 1968, la represión oficial llegó a límites nunca antes
imaginados. El problema se inició después de que las escuelas vocacionales 3 y 5
del Instituto Politécnico Nacional fueron ocupadas por granaderos, con el pretexto
de sofocar una riña callejera entre los estudiantes de esos planteles y los de la
preparatoria particular Isaac Ochoterena. Después de estos hechos, una
organización que llevaba años controlando la vida estudiantil del Politécnico, la
Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), convocó a una
manifestación de protesta que tendría lugar el 26 de julio.

Casualmente, el mismo día se iba a celebrar otra manifestación para conmemorar


el aniversario de la revolución cubana, convocada por el Partido Comunista. Cerca
de cinco mil estudiantes se separaron de su propia manifestación para unirse a la
otra y llegar al Zócalo, a pesar de que ya se tenía noticia del enorme despliegue
policial que los esperaba. El enfrentamiento duró varias horas, mientras la sede
del Partido Comunista era ocupada por agentes del gobierno que aprehendieron a
varios militantes. El día 27 los estudiantes, en un acto de protesta, ocuparon los
planteles 1, 2 y 3 de la Escuela Nacional Preparatoria de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) y el día 29 hubo un enfrentamiento entre
estudiantes y granaderos. Como estos últimos no lograban controlar la situación,
pidieron la intervención del ejército, y en la madrugada del día 30 las fuerzas
armadas entraron a los planteles mencionados, a los otros edificios de la
preparatoria de la UNAM y a los de la vocacional del Politécnico. El enfrentamiento
tuvo como resultado cuatrocientos lesionados y gran cantidad de detenidos.
El rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, decretó luto en la máxima casa de
estudios y afirmó que no cedería ante ninguna provocación. Unos días después, la
UNAM, el Politécnico y otras universidades del interior del país se pusieron en
huelga. El gobierno, que veía crecer el problema, decidió dar algunos pasos para
iniciar el diálogo con la FNET, organización que presentó un pliego de peticiones,
al que el Ejecutivo dio respuesta. Con todo, el movimiento estudiantil crecía, y se
unieron al mismo varias universidades privadas y organizaciones de profesores.
Se formó además el Comité Nacional de Huelga (CNH), que elaboró un pliego
petitorio que anuló el de la FNET. El movimiento quedó integrado por varios
grupos ideológicamente muy heterogéneos. A pesar de sus diferencias, eran
grupos de clase media, inconformes por la imposibilidad de participar en el poder,
a causa de la ausencia de un sistema democrático en el país. Estaban en contra
del Estado fuerte y autoritario que encarnaba Díaz Ordaz.

Durante los meses de agosto y septiembre la situación se fue agravando, mientras


el mundo fijaba su atención en México porque se acercaban los Juegos Olímpicos.
El 28 de agosto, ante la amenaza de que los estudiantes permanecieran en el
Zócalo hasta el 1 de septiembre, día del informe presidencial, tuvo lugar un
violento desalojo. Poco después, el CNH declaró que no pretendía entorpecer la
celebración de los Juegos. El gobierno, que negaba la existencia de presos
políticos, rechazó todas las demandas y, el día del informe, Díaz Ordaz advirtió
con firmeza que llegaría a cualquier extremo con tal de conservar el orden. Sin
embargo, las manifestaciones estudiantiles continuaban. El 18 de septiembre, el
movimiento comenzó a dividirse. A causa de la represión, el CNH se inclinaba por
el diálogo, pero otro sector más radical se negaba.
El 23 de septiembre tuvo lugar un fuerte enfrentamiento entre los estudiantes y las
fuerzas del gobierno en el casco de Santo Tomás, al norte de la Ciudad de
México. El 27 del mismo mes, cinco mil personas asistieron a un mitin en
Tlatelolco, en la plaza de las Tres Culturas, convocado por el CNH. En ese mitin
se citó a la manifestación del 2 de octubre en el mismo lugar, que se celebró con
la asistencia de cinco mil personas.
Cuando el acto estaba a punto de concluir, la plaza fue rodeada por el ejército.
Comenzaron los disparos. Según testimonios, algunos provenían de los edificios
adyacentes, de uso habitacional. La sangre corrió por la plaza de las Tres
Culturas. Años después no se habían podido aclarar algunos detalles de esta
tragedia. Ni siquiera se sabía con seguridad cuántas personas habían muerto.
Algunas fuentes hablaban de trescientas; otras, de seiscientas.
La matanza de Tlatelolco puso fin al movimiento estudiantil de 1968. Los
estudiantes volvieron a sus clases y los Juegos Olímpicos se celebraron en paz. A
pesar de ello, 1968 fue un parteaguas de la historia de México. Los jóvenes del
país tenían otra mentalidad. Ya no defendían los antiguos valores nacionalistas,
no creían en el éxito de la Revolución Mexicana y hallaban vacías las antiguas
tradiciones. Por su parte, el gobierno modificó un poco su actitud y puso en
práctica algunas medidas de carácter social.
El 1 de diciembre de 1970, el que había sido su primer secretario de Gobernación,
Luis Echeverría Álvarez, también miembro del PRI, sucedió a Gustavo Díaz Ordaz
en la presidencia. Tras entregar el poder, Díaz Ordaz se retiró de la vida pública.
Siete años después, en abril de 1977, fue el primer embajador de México en
España, al reanudarse las relaciones diplomáticas entre ambos países, que
habían quedado rotas bajo el régimen de Franco. Sin embargo, renunció al cargo
pocos meses después.
LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ
(Ciudad de México, 1922) Político mexicano, presidente de la república entre 1970
y 1976. Cursó estudios de derecho en la Universidad Nacional Autónoma de
México. Inició su carrera política a los 22 años como secretario particular del
general Rodolfo Sánchez Taboada, que presidía el Partido de la Revolución
Mexicana. Ocupó distintos cargos oficiales, entre ellos el de secretario de
Gobernación en el gabinete del presidente Gustavo Díaz Ordaz.

El 14 de noviembre de 1969 fue elegido candidato del Partido Revolucionario


Institucional a la presidencia de la República. Triunfó en las elecciones de 1970 y
gobernó desde el 1 de diciembre del mismo año hasta el 30 de noviembre de
1976. Su período presidencial cargó con las consecuencias de la represión oficial
del movimiento estudiantil de 1968 (matanza de Tlatelolco) bajo el mandato de su
predecesor, Gustavo Díaz Ordaz. En el ámbito internacional se iniciaba un
fenómeno de inflación-recesión que tuvo efectos relevantes para México.

El gobierno de Echeverría optó por una política de apertura para restaurar la


normalidad de la vida democrática. En cuanto a las relaciones exteriores,
pretendió diversificar el comercio y las fuentes de tecnología y financiamiento.
Durante todo su mandato, la tasa de inflación creció hasta alcanzar el 27 por
ciento anual. En su último informe de gobierno dio a conocer una brusca e
irrefrenable devaluación del peso frente al dólar, la primera en más de dos
décadas.Tras dejar la presidencia a su sucesor, José López Portillo, fue nombrado
embajador de México ante la UNESCO en París hasta 1979, año en que fue
enviado como representante diplomático a Australia y Nueva Zelanda.
Posteriormente se hizo cargo en México del Centro de Estudios Económicos y
Sociales del Tercer Mundo y asumió la presidencia de la Asociación
Latinoamericana de los Derechos Humanos (ALDHU).
CARLOS SALINAS DE GORTARI
(Ciudad de México, 1948) Político mexicano, presidente de la República entre
1988 y 1994. Hijo del senador y secretario de Estado Raúl Salinas Lozano, que
fue Ministro de Industria y Comercio de su país, y de Margarita de Gortari,
presidenta y fundadora de la Asociación de Mujeres Economistas de México,
Carlos Salinas de Gortari se licenció en Economía por la Universidad Autónoma
de México en 1969 y completó su formación en Harvard con un doctorado en
Economía Política y Gobierno.
Carlos Salinas de Gortari
Siguió la estela política de su padre y con 18 años ingresó en la filas del PRI,
donde rápidamente sentó las bases de una meteórica carrera política. Comenzó a
trabajar en la Secretaría de Hacienda en 1971 y, una década después, fue el
responsable de diseñar la campaña electoral de Miguel de la Madrid, quien, tras
lograr una abrumadora victoria en los comicios de 1982, le nombró director del
Instituto de Estudios Políticos y Sociales y, después, secretario de Programación y
Presupuestos.
En octubre de 1987, el PRI presentó su candidatura a la presidencia de la
República para las elecciones de julio de 1988 y, tras una larga campaña electoral
en la que encontró sobre todo la oposición de sindicatos y líderes del movimiento
obrero que recelaban de su programa económico, Carlos Salinas de Gortari logró
la victoria y se proclamó presidente de los Estados Unidos de México para el
sexenio 1988-1994. Durante la ceremonia de investidura, celebrada el 1 de
diciembre, anunció los asuntos principales de su agenda política, entre ellos la
reducción de la deuda externa, el incremento de los niveles económicos del país y
la lucha contra la corrupción y la violencia.
Desde los primeros meses de su mandato, Salinas impulsó la cooperación
comercial con los países vecinos. Con los del sur, Colombia y Venezuela,
suscribió un acuerdo en 1989 para constituir a corto plazo una zona de libre
comercio; también con los gobiernos centroamericanos estudió la viabilidad de
establecer un área comercial libre en la zona y, finalmente, con los vecinos del
norte, EE.UU y Canadá, anunció en 1991 el inicio de conversaciones con idéntico
objetivo. El proceso negociador fraguó en diciembre de 1992 con la firma del
Tratado de Libre Comercio (TLC), que entró en vigor el 1 de enero de 1994 y
estableció un mercado común en los estados de América del Norte.
En política interior, su gestión estuvo marcada por el amplio programa de
privatización de empresas públicas que reportó a las arcas estatales unos
ingresos de 13.000 millones de dólares, la reforma educativa, la devaluación del
peso para contener la inflación y la reducción de la deuda externa. Salinas
también comprometió su mandato al ejercicio de una profunda reforma en su
partido y, en el último año de su presidencia, tuvo que hacer frente a una
insurrección armada en el estado de Chiapas.

El 1 de enero de 1994, el movimiento indigenista y campesino autodenominado


Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas contra el
Gobierno de México en protesta por la política neoliberal del presidente Salinas y,
durante varios días, la revuelta fue duramente reprimida por el Ejército. El clima de
violencia y las críticas, internas y externas, que recibió el Ejecutivo por la
contestación militar a las reivindicaciones campesinas colocaron al Gobierno en
una crítica situación que el presidente trató de resolver con el anuncio del alto el
fuego y la tramitación de una Ley de Amnistía para los involucrados en la revuelta.

Celebradas las elecciones presidenciales el 21 de agosto de 1994, Salinas cedió


el bastón de mando de la República al nuevo candidato del PRI y vencedor de los
comicios, Ernesto Zedillo. Veinte días después del relevo presidencial se desató
en el país una crisis financiera que colocó a México al borde de la suspensión de
pagos. Los portavoces del Gobierno entrante endosaron la responsabilidad al
Gobierno saliente, y las relaciones entre Salinas y su sustituto se deterioraron
bruscamente.

En marzo de 1995 Salinas abandonó el país sumido en una complicada crisis


política y personal, atacado por todos los medios políticos que antes habían
aplaudido sus decisiones ejecutivas. A la grave situación económica del país tras
su mandato, se unió la acusación contra su hermano Raúl Salinas de Gortari como
supuesto autor intelectual del asesinato, en septiembre de 1994, de quien
entonces era su cuñado y secretario general del gobernante Partido
Revolucionario Institucional (PRI), José Francisco Ruiz Massieu. El procesado fue
condenado a 50 años de cárcel, aunque el ex presidente de México mantuvo la
convicción de que el juicio fue una trampa política.

Tras abandonar México y permanecer varios años en Dublín, donde se dedicó a


estudiar las circunstancias del desarrollo nacional y los efectos de la globalización,
entre otros temas, regresó de su exilio en 1999 e hizo pública su retirada de la
política.
VICENTE FOX

(Vicente Fox Quesada; México, 1942) Político mexicano que logró terminar con la
hegemonía de 72 años del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al ganar las
elecciones del 2000 y convertirse en presidente electo para el periodo 2000-2006.
Vicente Fox fue el segundo de nueve hermanos y pasó su infancia y adolescencia
en el Rancho San Cristóbal, en San Francisco del Rincón, Guanajuato. A
principios de la década de los sesenta se trasladó a Ciudad de México para
estudiar la Carrera de Administración de Empresas en la Universidad
Iberoamericana. En 1964, poco antes de concluir sus estudios, ingresó al Grupo
Coca-Cola como supervisor de ruta. Diez años después, y luego de ocupar
diversas posiciones dentro de la firma, fue nombrado director general, cargo que
ocuparía hasta 1979, cuando decidió regresar al rancho y administrar los negocios
familiares.

El ingreso de Vicente Fox Quesada a la política se remonta a 1987. El entonces


candidato de Acción Nacional a la presidencia de la República, Manuel J. Clouthier
"Maquío", lo invitó a sumarse a las filas del partido y a contender por una de las
tres diputaciones federales que por el Estado de Guanajuato estarían en juego en
1988. El 6 de julio de 1988, Vicente Fox Quesada fue electo diputado federal para
la LIV Legislatura. Como legislador, cuestionó la legitimidad del triunfo de Carlos
Salinas de Gortari.

Pero el verdadero despegue político de Vicente Fox no se dio hasta 1991, cuando
fue elegido candidato a gobernador. El 18 de agosto de 1991 se celebraron
elecciones en Guanajuato y aunque las cifras oficiales dieron como triunfador al
candidato del PRI, Ramón Aguirre, con el 53% de los votos, las acusaciones de
fraude no se hicieron esperar, como tampoco las expresiones de resistencia civil.
Simpatizantes de Acción Nacional tomaron carreteras y cercaron el aeropuerto
internacional, y Vicente Fox encabezó lo que se denominó "La Caminata por la
Democracia", para exigir al Tribunal Estatal Electoral la anulación de, por lo
menos, 700 casillas. El entonces presidente Carlos Salinas de Gortari reconoció la
existencia de irregularidades en el proceso electoral de Guanajuato, y, tras la
renuncia de Ramón Aguirre, el Congreso Local nombró a Carlos Medina
Plascencia, entonces alcalde de León y militante de Acción Nacional, gobernador
interino.

Tras el proceso electoral de agosto de 1991, Vicente Fox Quesada decidió


retirarse de la política y dedicarse nuevamente a los negocios familiares. El retiro
político duraría poco más de tres años. En octubre de 1994, un grupo de panistas
que había participado activamente en la campaña de 1991 le pidió que se
postulara por segunda ocasión como candidato a gobernador. El 5 de febrero de
1995, los militantes le brindaron nuevamente su apoyo. Desde el arranque de la
campaña las encuestas lo presentaban como el candidato favorito, ganando
posteriormente la elección con amplio margen sobre su principal contrincante, el
priísta Ignacio Vázquez Torres.

El 6 de julio de 1997, luego de emitir su voto en las elecciones intermedias, Fox


hizo pública su intención de buscar la presidencia de la República. En 1999
registró su candidatura ante el Instituto Federal Electoral (IFE); además del PAN,
recibió el apoyo del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), creando la
coalición Alianza por el Cambio. Los principales contrincantes de Vicente Fox
fueron Francisco Labastida Ochoa por el PRI, y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano
por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Las campañas priístas y
perredistas se vieron opacadas por la de Vicente Fox, quien demostró en todo
momento tener el arrastre popular del que otros carecían, apoyado además por un
ingenioso aparato publicitario. En la recta final, la contienda electoral se había
concentrado entre Fox y Labastida.

La noche del 2 de julio del 2000, las encuestas daban un amplio margen de
ventaja al candidato opositor. Poco antes de las veintitrés horas, el presidente
Ernesto Zedillo ofrecía su apoyo incondicional al virtual presidente electo Vicente
Fox, para llevar a cabo una transición de poderes ordenada y sin sobresaltos. Fox
había conseguido la esperada victoria electoral. La jornada electoral representó
una fecha histórica para el país porque, por primera vez después de 71 años
ininterrumpidos en el gobierno, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tuvo
que abandonar el poder. Francisco Labastida se convirtió en el primer candidato
del PRI que perdía unas elecciones presidenciales en México.

El acto de investidura del nuevo presidente se celebró el 1 de diciembre de 2000


en el Castillo de Chapultepec, con la presencia de diecinueve jefes de Estado y de
Gobierno. Su antecesor en el cargo, Ernesto Zedillo, realizó el traspaso de
poderes. Fox inició su mandato con el reto de reducir la pobreza, acabar con la
corrupción y consolidar la democracia en el mayor país de habla hispana del
mundo. Uno de sus primeros objetivos fue la reanudación del diálogo con la
guerrilla zapatista en Chiapas; como medidas de distensión, ordenó la liberación
de cuarenta presos zapatistas, un repliegue parcial de las tropas del ejército
acantonadas en Chiapas y el envío al Congreso del proyecto de ley sobre los
derechos indígenas pactado en 1996. Las propuestas fueron aceptadas por el
líder del EZLN, el subcomandante Marcos, que alcanzó el compromiso de viajar a
la capital federal para exponer en el Congreso las reivindicaciones de la guerrilla.

Sin embargo, la organización de la caravana indígena hacia México D.F. fue el


detonante de un nuevo enfriamiento en las relaciones entre las partes. Fox,
presionado por el empresariado y el ejército, acusó a la guerrilla de no dar una
respuesta favorable a las medidas del gobierno y paralizó el repliegue militar y la
liberación de presos. Marcos, por su parte, acusó al presidente de orquestar una
campaña de imagen para aparentar interés por solucionar el conflicto, sin buscar
una solución real para la paz.

Con un nuevo clima de enfrentamiento, el 24 de febrero de 2001 arrancó la


prometida marcha zapatista hacia el Congreso mexicano, en un viaje de catorce
días que recorrió 3.000 kilómetros y atravesó doce de los estados más pobres del
país. En una sesión histórica, los 23 delegados de la guerrilla insurgente ocuparon
el 28 de marzo las primeras filas de escaños de la Cámara mexicana para
escuchar la intervención de la ´comandante´ Esther, miembro de la dirección
política del EZLN. Marcos y la delegación zapatista emprendieron, visiblemente
satisfechos, el regreso a Chiapas el 30 de marzo.

Pero el golpe de efecto de los líderes del indigenismo no obtuvo la respuesta


esperada. El Senado y el Congreso aprobaron un texto legal que preveía modificar
la Constitución para reconocer los derechos de la población indígena, pero las
enmiendas introducidas en el proyecto original, que interpretaba los Acuerdos de
San Andrés, suscitaron airadas reacciones y los grupos civiles indígenas acabaron
por rechazar la ley, ya que, a su juicio, no contemplaba los mecanismos
necesarios para ejercer los derechos reconocidos. También los zapatistas
manifestaron su rotunda oposición a la ley aprobada por las Cámaras mexicanas,
y el subcomandante Marcos anunció en un comunicado que el EZLN no
reanudaría las negociaciones con el Gobierno, suspendidas en 1996, y se
mantendría en estado de resistencia y rebeldía.
Maniatado por la minoría del PAN en el Parlamento, Fox se vio obligado en enero
de 2003 a realizar el primer reajuste de su gabiente. Meses después tuvo que
enfrentar un escándalo sobre la presunta financiación ilegal de su campaña, y los
índices de popularidad del presidente descendieron hasta registrar niveles
preocupantes. Las alarmas saltaron definitivamente en el PAN el 9 de marzo de
2003 durante las elecciones locales en el Estado de México, el mayor del país,
donde la alianza del PRI con el Partido Verde obtuvo el 34,69% de los votos frente
al 25,56% del oficialista PAN. El retroceso del PAN se confirmó en las legislativas
de julio, unas elecciones dominadas por la abstención en las que el PRI, principal
fuerza de oposición, rentabilizó la crisis del partido gubernamental y logró
aumentar su mayoría simple en la Cámara de diputados.

La falta de apoyo parlamentario suscitó a finales de año una nueva tormenta


política en México. La reforma fiscal anunciada por Fox se había convertido en el
proyecto más ambicioso de su programa presidencial, pero su propuesta fue
derrotada en la Cámara. En su cuarto informe de Gobierno, presentado en
septiembre de 2004, el presidente hizo una invitación a la reconciliación política,
luego de cuatro años de parálisis legislativa que había impedido acuerdos
fundamentales para la reactivación del país. Admitió que los objetivos alcanzados
eran valiosos pero insuficientes, y resaltó logros en temas importantes para la
ciudadanía como el de la inseguridad y el desempleo. Anunció que para el 2005
se duplicaría el presupuesto destinado a seguridad, tras una impresionante ola de
secuestros que asoló el país durante el año anterior, y destacó los avances de la
comisión encargada de investigar los homicidios de mujeres en Ciudad Juárez.

En la fase final de su mandato, el presidente Fox reivindicó sobre todo el esfuerzo


emprendido contra la delincuencia, y las mejoras en la optimización de las
funciones y servicios del Estado, así como la democratización de la sociedad tras
el largo periodo de hegemonía del PRI. El 1 de septiembre de 2006, el mandatario
debía presentar su sexto y último informe de gobierno ante el Congreso, en el que
resumía los resultados alcanzados durante su gestión mediante el ejercicio de las
políticas públicas; sin embargo, no pudo leer su discurso en el recinto
parlamentario. Los representantes del Partido de la Revolución Democrática
(PRD) se levantaron de sus asientos y tomaron la tribuna del recinto, impidiendo a
Fox la lectura del informe, en un hecho inédito en la historia parlamentaria del
país.

Los perredistas acusaron al gobierno de Fox de ordenar para ese día un operativo
de seguridad en los alrededores del recinto parlamentario desmedido para la
ocasión y de facilitar el fraude electoral en los comicios presidenciales del 2 de
julio. Este acontecimiento tuvo lugar cinco días antes de que el Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se pronunciara a favor de la victoria
del panista Felipe Calderón como presidente de México. Fox debió contentarse
con leer su último informe de gobierno ante las cámaras de televisión y entregar
una copia impresa del mismo al Congreso.
FELIPE CALDERÓN

(Felipe de Jesús Calderón Hinojosa; Morelia, Michoacán, 1962) Político mexicano


del Partido de Acción Nacional (PAN), presidente de México entre 2006 y 2012.
Nacido en el seno de una familia sencilla, Felipe Calderón realizó sus primeros
estudios en el Instituto Valladolid de Morelia, su ciudad natal, y en 1987 se licenció
como abogado por la Escuela Libre de Derecho de la Ciudad de México.
Felipe Calderón
Tras cursar una maestría en Economía en el Instituto Tecnológico Autónomo de
México (ITAM), entre 1999 y 2000 asistió a una segunda maestría en
Administración Pública (MPA) por la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la
Universidad de Harvard, Estados Unidos.
La vida política de Calderón se inició tempranamente, ya que, según sus palabras,
comenzó "de niño, repartiendo volantes y pintando bardas" para el Partido de
Acción Nacional (PAN). A esa agrupación política había llegado de la mano de su
padre, Luis Calderón Vega, un activo militante (además de historiador) que años
después, en 1981, resolvería abandonar las filas del PAN por considerar que se
había convertido en un "partido de la clase empresarial", si bien en ese momento
era diputado federal.
La renuncia de Luis no fue seguida por su hijo Felipe, quien, muy al contrario, se
lanzó a una meteórica carrera dentro de las filas panistas. A partir de 1987 fue
secretario nacional juvenil, y luego secretario de estudios del Comité Ejecutivo
Nacional; entre 1988 y 1991 fue representante a la Asamblea del Distrito Federal,
en la que ocupó la vicepresidencia de la Comisión de Régimen Interno; entre 1991
y 1994 fue diputado federal y secretario de la Comisión de Comercio durante la
discusión y la negociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
En 1993 Felipe Calderón se casó con Margarita Zavala, abogada y militante del
PAN; actualmente la pareja tiene tres hijos. Ese mismo año, poco antes de
concluir su período como legislador, fue electo secretario general del partido, y en
1995 se postuló como candidato a gobernador para su estado natal (Michoacán),
si bien no resultó elegido. Uno de los desafíos mayores dentro de la carrera
partidaria le llegó en 1996, cuando con sólo 34 años de edad fue elegido
presidente nacional del PAN, cargo que desempeñó hasta 1999. También en el
ámbito de la política internacional obtuvo reconocimientos en plena juventud: en
1997 se convirtió en miembro del Grupo Líderes Mundiales del Futuro (del Foro
Económico Mundial), y en 1998 en vicepresidente de la Internacional Demócrata
Cristiana.
En el año 2000 Calderón volvió al ruedo parlamentario y ocupó nuevamente un
escaño en la Cámara de Diputados; en esa ocasión se desempeñó como
coordinador de la bancada de su partido durante la 58 Legislatura, cargo que
abandonó en 2003 para pasar a cumplir funciones en la Administración Pública
como director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos
(Banobras). Su colaboración más directa con el presidente Vicente Fox tuvo lugar
a partir de septiembre de 2003, cuando fue incorporado al gabinete ministerial
para el cargo de secretario de Energía; pero sus aspiraciones presidenciales le
generaron fricciones con el mandatario y lo obligaron a renunciar en mayo de
2004, después de que Fox le reprochara haber lanzado su precandidatura en un
acto en Guadalajara.
La campaña electoral para las presidenciales de 2006, que debían proporcionar el
nombre del sucesor de Vicente Fox, fue de las más intensas que vivió el país en
las últimas décadas. La figura del ex regente del Distrito Federal, Andrés Manuel
López Obrador (AMLO, como se lo conoce popularmente), miembro del PRD y
candidato de la alianza Por el Bien de Todos, apareció desde el comienzo como
una amenaza para el oficialismo, ya que logró mantenerse en la cúspide de las
encuestas defendiendo el lema "Por el bien de todos, primero los pobres". El otro
candidato con amplias posibilidades de conquistar la victoria era el propio Felipe
Calderón, quien había logrado imponerse en las consultas internas del PAN al
preferido por el propio Fox, Santiago Creel.

La jornada electoral del 2 de julio se caracterizó por una participación masiva y por
algunas situaciones de tensión entre la ciudadanía relacionadas con la escasez de
boletas. Tras llevarse a cabo la contabilización de los votos, que mostró gran
paralelismo en el número de boletas a favor de ambos candidatos, el día 6 el
Instituto Federal Electoral declaró vencedor a Felipe Calderón por una mínima
diferencia de votos.
De inmediato, López Obrador manifestó que impugnaría los resultados de las
elecciones por considerarlas fraudulentas y que exigiría el recuento manual de los
votos; por otro lado, al tiempo que se iniciaba el proceso formal de reclamo ante el
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), López Obrador
llamó a una gran movilización para reclamar la transparencia del proceso electoral.
El litigio quedó dirimido dos meses después, cuando el 5 de septiembre el TEPJF
se pronunció a favor de Calderón, quien consiguió 14.916.927 votos, mientras
López Obrador obtuvo 14.683.096. De este modo, el candidato del PAN se
convirtió en presidente electo por una diferencia de 233.831 votos, lo que
representaba el 0.56 por ciento del total de los sufragios.
La presidencia de Felipe Calderón
El comienzo de su sexenio se caracterizó por los operativos contra el narcotráfico
en Guerrero, Michoacán, Baja California, Nuevo León y Tamaulipas, así como la
decisión de extraditar a los principales capos detenidos, que influían en el
reacomodo de los cárteles de la droga. Calderón convirtió el despliegue de fuerzas
policiales en su tarjeta de presentación, ya que con esto interpretaba las urgencias
de Washington y la urgencia de detener la violencia frente a la parálisis que
caracterizó al gobierno foxista en este terreno.
El alza de los precios del petróleo favoreció en 2007 el crecimiento económico
mexicano y deparó un fuerte incremento de los ingresos del Estado, lo cual
permitió la ampliación presupuestaria de las políticas públicas de salud (nuevo
seguro universal para los recién nacidos y reimplementación de las caravanas de
salud). Sin embargo, no pudo frenarse la inflación (superior al 4% según cifras
oficiales), que adquirió dimensiones de protesta social al afectar directamente al
precio de la tortilla, encarecido tanto por la especulación privada como por el
desvío de importantes cantidades de la cosecha de maíz a la fabricación de
biocombustibles. La mediación gubernamental ante productores y fabricantes
logró la firma del Pacto de estabilización de la tortilla (enero de 2007), cuyo precio
máximo quedó fijado en 8.5 pesos.
Para estimular la tendencia económica expansionista, el presidente Calderón
impulsó la reforma del sistema de pensiones de los trabajadores de Estado
(marzo) y una reforma fiscal (septiembre) que consiguió la aprobación de un
Congreso dominado por los partidos de oposición. En la misma línea se aprobó
una reforma electoral tendente a la reducción de los fondos públicos dedicados a
la financiación de las elecciones. En el plano internacional destacó la
recomposición de las relaciones diplomáticas con la Cuba de Fidel Castro y la
Venezuela de Hugo Chávez, y la firme oposición a la construcción del muro
fronterizo al que recurrió la administración de Estados Unidos como medida
preventiva contra la inmigración ilegal procedente de México.

A partir de 2008 el presidente Calderón debió arrostrar las consecuencias de la


crisis financiera internacional, que le impuso desafíos no contemplados por el
partido gobernante y que a mediados de 2009 llevó al país a su mayor caída
económica en siete décadas. El descenso de las exportaciones petroleras y de
manufacturas, sumado a la epidemia de gripe A (H1N1), que afectó
considerablemente al comercio y el turismo, provocaron una caída del 10.3 por
ciento del PIB mexicano en el primer semestre de 2009. Entre otras causas, esta
situación se debía a la estrecha dependencia de México respecto de la economía
de Estados Unidos, adonde se destina el 80 por ciento de las exportaciones
mexicanas.

En abril de 2009 México se convirtió en el primer país beneficiario de la línea de


créditos diseñada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para ayudar a las
economías mundiales afectadas por la crisis global, al recibir una partida de 47
millones de dólares. En el mes de septiembre, el presidente Calderón tomó la
decisión de suprimir los ministerios de Turismo, Reforma Agraria y de la Función
Pública, como medida de reducción de los gastos estatales de 2010, año para el
cual se prevé un crecimiento de la economía del 3 por ciento.

En el marco de los festejos del bicentenario de la independencia de México,


celebrado durante 2010, el gobierno emprendió una magnífica obra de ingeniería
que dio como resultado el Puente Baluarte Bicentenario, un viaducto elevado a
más de cuatrocientos metros de altura sobre el río Baluarte, que salva la quebrada
Espinazo del Diablo, en la cordillera de Sierra Madre Occidental. El puente,
inaugurado oficialmente en enero de 2012, forma parte de la autopista entre
Mazatlán y Durango, que constituye la mayor inversión en infraestructuras
realizada durante la gestión de Calderón.
En junio del mismo año, México se sumó a la creación de la Alianza del Pacífico,
un nuevo bloque regional integrado además por Colombia, Perú y Chile, que tiene
como principal objetivo profundizar los lazos comerciales entre sus miembros, y
los de todo el bloque con los países del Pacífico asiático. Finalizado el mandato de
Calderón, los comicios de 2012 convirtieron a Enrique Peña Nieto, del PRI, en su
sucesor en la presidencia de México; con este resultado el Partido Revolucionario
Institucional recuperaba de nuevo el poder tras un paréntesis de doce años,
mientras que el partido de Calderón, el PAN, vio cómo su candidata, Josefina
Vázquez Mota, quedaba relegada a un discreto tercer lugar.
ENRIQUE PEÑA NIETO
(Atlacomulco, 1966) Político y abogado mexicano, presidente de México entre
2012 y 2018. Enrique Peña Nieto nació en el seno de una familia con larga
tradición en la política; su bisabuelo, Severiano Peña, fue alcalde de la villa de
Acambay en cuatro ocasiones entre 1914 y 1923; un primo hermano de su padre,
Alfredo del Mazo González, fue gobernador del Estado de México. También un
pariente algo más lejano de su madre fue gobernador del Estado de México:
Arturo Montiel Rojas, a quien por cierto sucedió en el cargo.
Enrique Peña Nieto

En 1984 ingresó en la Universidad Panamericana para cursar estudios de


derecho, licenciándose con la tesis Álvaro Obregón y el presidencialismo
moderno. Entre 1988 y 1990 ejerció la docencia en la misma universidad, y más
tarde realizó una maestría de postgrado en Administración de Empresas en el
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Ya antes, durante su etapa de educación secundaria, se había interesado por la
política: en 1981 llegó a colaborar como repartidor de panfletos electorales en la
campaña del candidato Alfredo del Mazo González. Se afilió al Partido
Revolucionario Institucional (PRI) en 1984, el mismo año de su ingreso en la
universidad.

En años sucesivos trabajó de forma puntual como abogado en varias empresas,


bufetes y organismos oficiales, hasta que en 1990, mientras cursaba el postgrado
en Monterrey, fue nombrado secretario del Movimiento Ciudadano de la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) en uno de sus
distritos, y a continuación representante de la comisión coordinadora de
convenciones para la Asamblea Municipal del Frente Juvenil Revolucionario (FJR,
las juventudes del PRI) en otro distrito local.
En años posteriores desempeñó otros diversos cargos (delegado del Frente de
Organizaciones y Ciudadanos en varios municipios de su estado, instructor del
Centro de Capacitación Electoral del PRI), y en 1993 fue designado tesorero del
Comité de Financiamiento del Comité Directivo Estatal del PRI durante la
campaña electoral del candidato a gobernador Emilio Chuayffet Chemor. Tras la
victoria del candidato, trabajó durante cinco años en la estructura administrativa
del Estado de México como secretario particular del secretario de Desarrollo
Económico, Juan José Guerra Abud (1993-1998). En 1993 conoció a la que sería
su primera esposa, Mónica Pretelini, por entonces presidenta de la Asociación de
Colonos de Tecamachalco, con quien contrajo nupcias al año siguiente y con la
que tendría tres hijos.

En 1999 volvió a colaborar en la preparación de las contiendas electorales, en


esta ocasión como subcoordinador financiero de la campaña de Arturo Montiel
Rojas, quien, a la postre, saldría también vencedor en las elecciones para
gobernador del Estado de México. De nuevo en los años siguientes ejerció
diversos cargos institucionales relevantes dentro de la administración del Estado
de México: fue secretario particular del nuevo secretario de Desarrollo Económico,
Carlos Rello Lara, y presidente del consejo del Instituto de Seguridad Social del
Estado de México. También accedió al Instituto Nacional de Administración
Pública y fue miembro de los consejos de administración de varios organismos
públicos.

En septiembre de 2003 consiguió un escaño de diputado por la circunscripción de


su Atlacomulco natal, en la LV legislatura de la Cámara de Diputados del Estado
de México, donde ejerció hasta septiembre de 2004 como coordinador de su grupo
parlamentario, y a partir de ese año como presidente de la Junta de Coordinación
Política del Congreso Local. Al mes siguiente se abrió el proceso de primarias
para la elección del candidato del PRI a ocupar el cargo de gobernador del Estado
de México. De la docena de aspirantes, Peña Nieto fue, a la postre, el único que
en enero de 2005 se registró como tal. Meses después se formalizaba su
candidatura en coalición con el Partido Verde Ecologista de México.

Las elecciones tuvieron lugar el 3 de julio de 2005, y en ellas Enrique Peña Nieto
se alzó con la victoria con el 49 % de los votos. El candidato de la alianza
conformada por el Partido Acción Nacional (PAN) y Convergencia, Rubén
Mendoza Ayala, obtuvo el 25,6 %, mientras que Yeidckol Polevnskyy, de la
coalición Unidos para Ganar (conformada por el Partido de la Revolución
Democrática y el Partido del Trabajo), recibía el 25,11 % de los sufragios. El 15 de
septiembre tomó oficialmente posesión de su cargo como gobernador del Estado
de México.

Una de las cuestiones más relevantes durante los seis años de su mandato fueron
las relaciones y el trabajo común con las administraciones y dirigentes del Distrito
Federal de la Ciudad de México. Asuntos como el transporte urbano, la creación
de empleo, la educación, la seguridad o la protección del medio ambiente fueron
asiduamente tratados en las reuniones de trabajo que le unieron en numerosas
ocasiones con Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal y miembro del
Partido de la Revolución Democrática (PRD). El 10 de enero de 2007 falleció su
esposa; casi dos años después, el propio Peña confirmaba la noticia de que había
entablado una nueva relación sentimental con una famosa actriz de telenovela,
Angélica Rivera, a la que había conocido en abril de 2008 y con quien contrajo
segundas nupcias el 27 de noviembre de 2010.

Entretanto, y a medida que avanzaba su gestión, creció su interés por saltar a la


política nacional como candidato del PRI a la presidencia. En septiembre de 2011
oficializó su aspiración a la candidatura; el 27 de noviembre presentó en la sede
de su partido la documentación, y el 17 de diciembre el PRI lo proclamó candidato
único. Con la candidatura de Peña Nieto, el PRI pretendió dotarse de una imagen
de renovación y modernidad alejada de los lastres de corrupción, anquilosamiento
burocrático y opacidad informativa que habían propiciado su derrota electoral en el
año 2000. A tal fin contribuyó también la alianza electoral trenzada con el Partido
Verde Ecologista de México (PVEM), que junto con los priístas formó la coalición
Compromiso por México. Doce años con dos presidentes del Partido de Acción
Nacional (PAN), Vicente Fox y Felipe Calderón, habían transcurrido sin que el PRI
lograse retomar el poder que previamente había ejercido, con métodos no siempre
legales, durante siete décadas de la historia mexicana.

Como no podía ser de otro modo, la lucha contra el crimen organizado figuró en
lugar estelar entre los mensajes de campaña de todos los políticos en liza. El
pobre bagaje que en este delicado asunto acaudalaba la administración del
presidente Calderón limitaba las posibilidades electorales de su correligionaria,
Vázquez Mota, e incrementaba las de Peña Nieto. La plaga de la violencia, que
mantenía algunos estados mexicanos en una situación calificable de tierra de
nadie, donde el Estado se veía imposibilitado para implantar su plena autoridad,
sepultó, junto a sus 55.000 víctimas mortales, todos los logros alcanzados por las
dos administraciones panistas en materia de estabilidad macroeconómica y de
modernización de la administración y el sistema productivo.
La desigualdad también figuró en los programas de todos los contendientes a la
presidencia. Los moderados índices de crecimiento del PIB nacional (en torno al
2,3 % de media desde 2006) no consiguieron la promoción económica y social de
los sectores más desfavorecidos de la población. En 2011, alrededor del 42 % de
los mexicanos vivía bajo el umbral de la pobreza y un 30 % de la población activa
se empleaba en el sector informal. Para remediar esta situación, las propuestas de
todos los candidatos, aunque numerosas, fueron sumamente vagas.
Cabe reseñar además la irrupción social, previa a la campaña electoral pero muy
activa durante la misma, del movimiento de protesta estudiantil Yo Soy 132,
surgido como reacción social apartidista contra la corrupción y la violencia.
Catapultado a la primera línea de la actualidad por las redes sociales, Yo Soy 132
se inspiraba en los movimientos de oposición civil surgidos en el mundo árabe o
España. Durante la campaña tomó una posición de fuerte rechazo al PRI, al
insistir en la responsabilidad política de Peña Nieto en el llamado caso Atenco,
una intervención de la policía del Estado de México en el pueblo de San Salvador
Atenco, que se saldó con dos fallecidos y decenas de detenciones ilegales.
La actividad de Yo Soy 132 no logró evitar la victoria de PRI, ni tampoco pudo
revocarla el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, quien
impugnó los comicios ante la autoridad electoral, alegando que se había cometido
un fraude masivo, sobre todo mediante la compra de votos. El recurso del
exregente de la Ciudad de México fue desestimado en agosto por el Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, que confirmó el triunfo de Enrique
Peña Nieto. La Corte sancionó este resultado oficial: Peña Nieto, 38,02 %; López
Obrador, 31,07; y Josefina Vázquez Mota, 25,45 %.

ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos


Nace en Tepetitán, municipio de Macuspana, Tabasco, en 1953.
Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad
Nacional Autónoma de México, en 1976 inicia su carrera política cuando apoya la
candidatura del poeta tabasqueño Carlos Pellicer para Senador por el estado de
Tabasco.
En 1977 es director del Instituto Indigenista de Tabasco donde realiza una
importante labor en favor de los indígenas chontales.
Regresa al Distrito Federal en 1984 y en ese mismo año asume la Dirección de
Promoción Social del Instituto Nacional del Consumidor. De esta época son sus
libros Los Primeros Pasos y Del Esplendor a la Sombra.
En 1988 se une a la Corriente Democrática que encabezan, entre otros,
Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. En agosto de ese mismo año
asume la candidatura para gobernador del estado de Tabasco por el Frente
Democrático Nacional. Publica entonces el libro Tabasco, Víctima de un Fraude.
Al crearse en 1989 el Partido de la Revolución Democrática (PRD), es nombrado
presidente de este instituto político en Tabasco. Durante su periodo se estructura
el PRD en ese estado, se forman comités de base en pueblos y colonias y se
brinda apoyo y asesoría a campesinos y obreros.
Incansable su lucha en favor de la democracia, encabeza un éxodo a la Ciudad de
México por las irregularidades cometidas por el PRI en las elecciones municipales
de 1991. Los exodistas obtienen importantes logros para Tabasco y Veracruz.

En 1994 sus partidarios lanzan nuevamente su candidatura para gobernador de


Tabasco.

Tras el fraude del partido oficial, que documenta ampliamente ante la Procuraduría
General de la República y en su libro Entre la Historia y la Esperanza, encabeza
en 1995 un segundo éxodo por la democracia, antecedido por una Proclama
Nacional que plantea como ejes la defensa de la soberanía nacional, la
democracia, el desarrollo económico con sentido social, impedir la privatización de
PEMEX y “Primero comer y luego pagar”.
El 9 de mayo de 1995 participa en la iniciativa de creación de una Alianza
Nacional Democrática que se propone unir inconformidades, voces y acciones,
luchando por causas propias pero sumadas, y rechazando sectarismos y
ambiciones personales para lograr un México más democrático y más justo.
Contiende por la Presidencia Nacional del Partido de la Revolución Democrática el
17 de abril de 1996, cargo que ocupa del 2 de agosto de 1996 al 10 de abril de
1999. Durante su gestión, el PRD obtiene los mayores logros electorales y la
mayor presencia nacional que ese partido político ha tenido desde su fundación en
1989.
Del periodo de López Obrador como dirigente partidista destaca que, en las
elecciones de 1997, el PRD se coloca como segunda fuerza en la Cámara de
Diputados al ocupar 125 curules, gana los comicios realizados en el Distrito
Federal para elegir por primera vez y democráticamente al Jefe de Gobierno, y se
sitúa como mayoría en la Asamblea Legislativa.
En ese mismo periodo el PRD obtiene en 1998 la gubernatura de Zacatecas y
Tlaxcala, mientras que en 1999 gana el gobierno de Baja California Sur.
Andrés Manuel López Obrador se distingue también en el país por ser el principal
crítico del rescate bancario, mejor conocido como FOBAPROA, hecho que ha
considerado como el “fraude más grande de la historia después de La Conquista”,
toda vez que cada año se paga a los banqueros 50 mil millones de pesos sólo por
concept de intereses, lo cual significa un fuerte golpe financiero al erario público.
López Obrador no se ha quedado en la denuncia pública en torno de este asunto
sino que incluso lo ha documentado ampliamente. Sobre este tema, en septiembre
de 1999 publica el libro FOBAPROA, expediente abierto.
El 29 de marzo de 2000 obtiene su registro ante el Instituto Electoral del Distrito
Federal como candidato a Jefe de Gobierno del Distrito Federal y el 2 de julio gana
las elecciones con 37.5 por ciento de los votos emitidos, que significa 4 por ciento
más que l candidato del PAN, colocando al PRI en tercer lugar con 22.8 por ciento.
Toma posesión como Jefe de Gobierno del Distrito Federal el 5 de diciembre de
2000 y con ello se convierte en el primer gobernante electo para un periodo de
seis años en la Ciudad de México.
Su labor adquiere pronto notoriedad, trasciende lo local y trastoca lo nacional e
internacional por su forma sui géneris de gobernar: Trabaja diariamente desde las
seis de la mañana, como ningún otro gobernante, enarbola la defensa del pueblo
ante intereses creados y el abuso de poder, practica una austeridad republicana
en lo personal y en el ejercicio de gobierno y habla y actúa con sencillez.
Marca un hito en materia de comunicación social, al convertirse en el primer
personaje público de México —y quizá del mundo— que ofrece todos los días,
poco después de las seis de la mañana, una conferencia de prensa a la que
asisten reporteros de los medios escritos, electrónicos y de agencias de noticias,
todos ellos de cobertura nacional y, a medida en que avanza su gestión, llama la
atención de los medios del interior del país e internacionales.
En promedio asistieron 35 representantes de medios de comunicación, a quienes
ofreció más de mil 500 ruedas de prensa matutinas. Al escrutinio público diario de
sus actividades se suma su remarcada decisión de someterse permanentemente a
la rendición de cuentas y por ello informa sobre sus actividades de manera
trimestral, independientemente del informe que por ley ofreció cada año ante la
Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Durante su mandato, el Gobierno del Distrito Federal se convierte en la primera
administración pública del país, incluido el gobierno federal, en dar pasos firmes
en términos de transparencia, pues aún antes de que se aprobara en la ciudad
una ley en la materia publica en internet la nómina y las declaraciones
patrimoniales de los altos servidores públicos, empezando por el Jefe de
Gobierno.
Otro hecho particular de su gestión es que, partidario de la democracia
participativa, del principio constitucional de que el pueblo tiene en todo momento el
derecho a elegir a sus representantes y de que un gobierno sin respaldo de la
gente se convierte en una carga, cada dos años somete a la voluntad popular su
permanencia en el cargo, es decir, que por iniciativa propia y aún cuado no está
regulado en la ley, pregunta al pueblo si debe o no continuar en el cargo, lo cual
tampoco hace ningún otro gobernante de México.
Así, durante su mandato en dos ocasiones realiza consultas públicas para que la
población decida si debe o no continuar en el cargo y resulta ratificado con más de
90 por ciento de apoyo en cada caso.
Pero no sólo eso, sino que en defensa de los intereses del pueblo se opone a la
política de Horario de Verano que aplica el gobierno federal y que causa notorio
malestar entre la población. En este sentido, lleva a cabo una consulta pública
para que los ciudadanos decidan si el Horario de Verano debe o no llevarse a
cabo en la capital.
Ante el rotundo rechazo de la gente, López Obrador notifica al gobierno federal del
resultado y este asunto deriva incluso en una controversia constitucional y
concluye con la expedición de una ley que regula y reglamenta esta situación, con
lo cual deja de ser una medida unilateral por parte de la Federación.

Bajo el principio de que para no equivocarse en la toma de decisiones es mejor


consultar al pueblo, Andrés Manuel López Obrador realiza otras consultas públicas
a partir de las cuales, y con el respaldo de la gente, aplica políticas como no
aumentar las tarifas del transporte público a cargo del Gobierno capitalino (Metro,
autobuses y trolebuses) y construir el Segundo Piso de Periférico.
De López Obrador resalta también su capacidad conciliadora y su firme decisión
de mantener ante todo una política de diálogo para, en vez de reprimir, escuchar
los reclamos y demandas, a fin de buscar alternativas para procurar resolver los
problemas de la gente.
Como Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador define
como su prioridad la atención a la población más pobre y vulnerable, además de
que cumple los 40 compromisos asumidos durante su campaña política e incluso
realiza más acciones de las planeadas originalmente.
Es así que durante su gestión, y bajo la premisa de que un gobierno se distingue
por la forma en que orienta su presupuesto, destina alrededor de 65 mil millones
de pesos tan sólo para acciones de bienestar a la gente, que es una cifra sin
precedente en toda la historia de la Ciudad de México y una cantidad de recursos
para desarrollo social que no se registra en ninguna otra parte del país.
Con la convicción de que “Por el bien de todos, primero los pobres”, promueve
nuevos derechos sociales en el Distrito Federal, algunos de los cuales logra elevar
a rango de ley con la aprobación de la Asamblea Legislativa, como el caso de la
Pensión Universal Alimenticia para Adultos Mayores, la entrega de útiles gratuitos
a los alumnos de instrucción básica inscritos en escuelas públicas de la capital y el
Programa de Apoyo a Personas con Discapacidad.
Asimismo, instaura en el Distrito Federal programas para otorgar apoyos
mensuales a 385 mil adultos mayores y 75 mil personas con discapacidad,
atención médica y medicamentos gratuitos a 750 mil familias pobres sin seguridad
social, así como más de un millón 300 mil útiles escolares cada año.
Durante su Gobierno 16 mil 666 hijas e hijos de madres solteras se benefician con
apoyos mensuales, se brinda atención a casi 15 mil jóvenes en riesgo de caer en
conductas antisociales y a través del Programa de Atención Médica y
Medicamentos Gratuitos se garantiza el acceso a la salud de 725 familias que no
cuentan con seguridad social.
Estos beneficios sociales que Andrés Manuel López Obrador impulsa en el Distrito
Federal —que incluyen apoyos para desempleados, productores rurales y
microempresarios, entre otros muchos— pronto comienzan a ser reconocidos y
demandados por la gente en el resto del país, de tal forma que en muchas zonas
de México incluso ya se llevan a cabo acciones similares a las realizadas en la
capital de la República.
De su administración en la Ciudad de México destaca también la realización de
126 mil acciones de vivienda, que constituye un programa cuya magnitud no se
registraba desde la época en que se tomaron medidas para resarcir los daños
causados por los sismos de 1985. A través de esta acción de gobierno, la gente
de escasos recursos puede hacerse de una vivienda digna en el Distrito Federal a
precios que no ofrece ninguna otra dependencia pública ni la iniciativa privada.
Firme su convicción de hacer valer los derechos sociales consagrados en la
Constitución, López Obrador impulsa la construcción de 16 escuelas preparatorias
públicas en las zonas más pobres del Distrito Federal, con una inversión de 776
millones de pesos, las cuales cuentan con profesores de alto nivel que imparten
educación gratuita y de calidad a más de 11 mil alumnos, en contraposición a la
tendencia privatizadora educativa que existe en México.
También funda la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que con la
construcción de su sede principal en la zona de Iztapalapa, una de las más pobres
de la Ciudad de México, tiene capacidad para atender a 10 mil estudiantes. Este
hecho cobra gran relevancia porque hacía 30 años que no se creaba una
universidad públia en el Distrito Federal.
Como titular de la administración capitalina, da un fuerte impulso al sistema de
salud, pues no sólo mejora y amplía la infraestructura ya existente, sino que
construye nuevas instalaciones modernas y con los últimos avances tecnológicos
en la materia, como un Hospital de Especialidades en Iztapalapa, lo cual destaca
también porque desde 1986 no se abría un hospital público en la capital.
De igual modo, durante su gestión la Ciudad de México se sitúa como primer lugar
nacional en construcción de obra pública, capta la mayor parte de la inversión
extranjera en el país y se convierte en la capital de los acontecimientos artísticos,
culturales, deportivos y religiosos.
En un ambiente de confianza, trabajo y apertura con la iniciativa privada, durante
su periodo de gobierno los empresarios ponen en marcha en la ciudad proyectos
de industrias, hoteles, comercios, oficinas corporativas, escuelas, hospitales y
vivienda que suman 15 millones 539 mil metros cuadrados de construcción, con
una inversión estimada en 92 mil 478 millones de pesos que generan alrededor de
658 mil empleos directos e indirectos.
Por lo que hace a la inversión extranjera, según datos de la Secretaría de
Economía del gobierno federal, de enero de 2001 a diciembre de 2004 el Distrito
Federal atrae 30 mil 795 millones de dólares que representan 57.8 por ciento del
total nacional, por lo que se trata del cuatrienio con mayor inversión extranjera en
la historia de la ciudad.
Con base en cifras del INEGI, tan sólo en 2004 de la inversión destinada a la
industria de la construcción en todo el país el Distrito Federal participa con 22.2
por ciento, lo cual en los hechos se traduce en la construcción del Segundo Piso
de Periférico, que es una obra cuya magnitud no tiene precedente en México y
una de las construcciones viales más importantes del mundo.

Se cuenta aquí también la edificación de los distribuidores viales “San Antonio” e


“Ingeniero Heberto Castillo” (Zaragoza), así como los puentes Fray Servando,
Avenida del Taller, Lorenzo Boturini y Muyuguarda, así como la Avenida de los
Poetas (que incluye los puentes “Carlos Pellicer”, “Octavio Paz” y “Jaime Sabines”)
y la habilitación del Eje 5 Poniente como una vía rápida paralela al Periférico.

Todas estas obras viales —que no se hacían desde 25 años anteriores a la


gestión de Andrés Manuel López Obrador— significan una ampliación en la ciudad
de alrededor de 40 kilómetros de la superficie de rodamiento, a lo cual se añaden
75 kilómetros de ciclopista.

A estas obras se suma que López Obrador es el gobernante que impulsa el


rescate del Centro Histórico, que durante su gestión alcanza la recuperación de 37
manzanas, incluyendo el retiro del comercio en vía pública y la disminución de la
incidencia delictiva hasta convertir esa zona incluso en la más segura de la ciudad.

También resalta la recuperación del Corredor Reforma y la zona de la Alameda


Central, que era una área abandonada desde los sismos de 1985 y donde ahora
se disfruta la Plaza Juárez, sitito donde ya operan las nuevas sedes de la
Secretaría de Relaciones Exteriores y del Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal, y donde se rehabilitó también el histórico ex templo de Corpus Christi.

López Obrador es también el Jefe de Gobierno que mantiene una política definida
para impulsar el repoblamiento de las áreas centrales de la ciudad y que realiza
acciones en favor del medio ambiente, como la sustitución de unidades de
transporte de mayor antigüedad, la construcción del Sistema Metrobús sobre
Avenida Insurgentes, la más extensa del país, y el rescate del Bosque de
Chapultepec, en conjunto con la sociedad civil.

Es, además, el Ejecutivo capitalino que sin aumentar impuestos ni derechos en


términos reales logra que los ingresos propios de las arcas del Distrito Federal se
incrementen a un ritmo promedio de 1.3 por ciento anual, que significa un
recaudación de 10 mil millones de pesos más.

Para liberar recursos en favor de la inversión productiva y el desarrollo social, y


porque “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, desde el inicio de su
labor en el Gobierno capitalino aplica un Programa de Austeridad que significa
eliminar privilegios y evitar el derroche de recursos, empezando por reducir los
sueldos de los altos servidores públicos, de modo tal que llegan a ser los más
bajos en todo el país en comparación con otros gobiernos, incluido el federal.
Mediante este tipo de acciones consigue liberar más de 11 mil millones de pesos.

También impulsa con fuerza el combate a la corrupción. Un caso emblemático fue


su negativa a pagar mil 810 millones de pesos a un particular que reclamaba una
indemnización por un predio denominado Paraje San Juan, toda vez que este
caso, que ya era “cosa juzgada”, presentaba notorias evidencias de corrupción,
tráfico de influencias y conflicto de intereses entre legisladores y jueces.

Pese a las descalificaciones que se le hicieron, López Obrador se mantiene firme


en su defensa de los intereses de la población pese a la amenaza de ser
destituido por presunto desacato. Finalmente, la Suprema Corte de Justicia de la
Nación toma el caso y se resuelve en favor de la gente. López Obrador evita así
que por un caso de corrupción tengan que pagarse indebidamente mil 810
millones de pesos del erario público.

Asimismo, lleva a cabo medidas financieras con las que durante su gobierno
consigue registrar el menor ritmo de crecimiento de la deuda capitalina de los
últimos 25 años.

Durante su gestión, la deuda capitalina muestra un crecimiento promedio de 3.3


por ciento, que es un índice muy por debajo del crecimiento de 54 por ciento
registrado de 1994 a 1997, y del 18 por ciento observado en el periodo de 1998 a
2000.

En otros términos, la administración de López Obrador recibe una deuda de 37 mil


834 millones de pesos y al cierre del primer trimestre de 2005 ésta se ubica en 41
mil 914 millones. Este aumento es muy inferior a lo registrado en anteriores
gobiernos, pues en el periodo 1994-1997 la deuda sube de 5 mil 786 millones a 20
mil 617 millones, y de 1998 a 2000 crece de 30 mil 19 millones hasta 34 mil 517
millones de pesos.

Incluso, al cierre del primer trimestre de 2005 el Distrito Federal registra un


desendeudamiento neto por 744.7 millones de pesos, según admite la Secretaría
de Hacienda y Crédito Público en sus Informes sobre la Situación Económica, las
Finanzas Públicas y la Deuda Pública enviados al Congreso de la Unión.

Lo anterior significa que de 2004 al primer trimestre de 2005 la deuda capitalina


pasa de 42 mil 309 millones a 41 mil 914 millones de pesos. Además, organismos
internacionales como Fitch, Moody´s y Standard & Poors dan la máxima
calificación positiva a la capacidad financiera de la ciudad, al otorgar a la deuda
capitalina el rango triple A.

A pesar de la crisis económica nacional y mediante un trabajo diario y coordinado,


Andrés Manuel López Obrador consigue que la incidencia delictiva no se desborde
en la Ciudad de México y logra reducir 20 por ciento el promedio diario de delitos
en relación con la administración pasada y 29 por ciento con respecto a la
antepasada.

De hecho, de 2001 a septiembre de 2004 mientras a nivel nacional los índices


delictivos aumentan 2.76 puntos porcentuales, en el Distrito Federal disminuyen
21.6 por ciento, según lo muestra el Anexo del Cuarto Informe presentado por el
Presidente de la República al Congreso de la Unión.

Por todas estas acciones, en diversos momentos se afirma que López Obrador
será recordado por su trabajo en la capital y específicamente por la construcción
de grandes obras viales como el Segundo Piso de Periférico, aunque el propio
político tabasqueño subraya siempre que su aspiración es ser recordado por los
programas sociales y el trabajo de beneficio a la gente, en especial de ayuda a los
más pobres y humildes.

Manifiesto su interés en el desarrollo de las personas y no simplemente en el


desarrollo de las cosas, precisa que más que pensar en índices estadísticos
prefiere trabajar para procurar la felicidad de la gente. Además, rechaza ser
comparado con gobernantes de otros países o ser calificado de populista.

Su forma de ser y ejercicio público, explica él mismo, se basa en lo mejor de la


historia de México y en los dirigentes más notables del país, como José María
Morelos y Pavón (que quería que se moderara la indigencia y hubiera igualdad),
Benito Juárez (que sentó las bases de la República moderna y logró una segunda
independencia para México), Francisco I. Madero (que fue un demócrata sincero)
y Lázaro Cárdenas del Río (que recuperó recursos naturales, como el petróleo,
para el país y a quien López Obrador considera el mejor Presidente del siglo XX).

Acerca de las críticas que lo señalan como populista, siempre responde que se
trata de un viejo truco donde se le llama fomento a los privilegios que se procuran
para los poderosos y adinerados, mientras se tilda de populismo a los beneficios
que se entregan a los más desprotegidos. Es por esto que, pese a las críticas
infundadas, refrenda su ideal con la frase: “Por el bien de todos, primero los
pobres”.

Más aún, sus ideales y principios reflejados en hecho concretos en el Distrito


Federal lo ubican desde los primeros años de su gestión con una alta aceptación
de la gente, que alcanza niveles superiores a 80 por ciento de aprobación, al
tiempo que se ubica a la cabeza de las preferencias rumbo a las elecciones de
2006 para Presidente de la República, donde llega a situarse hasta alrededor de
15 puntos por arriba de su más cercano contendiente y, en un hecho inusitado,
cuatro de cada diez personas apartidistas afirman que votarían por él.
En este contexto, Andrés Manuel López Obrador es considerado el segundo mejor
alcalde del mundo en el año 2004, según los resultados de la Encuesta
CityMayors (publicada en http://www.citymayors.com), en la cual hubo 400
nominados, incluidos los gobernantes de Roma, Estocolmo, Copenhague, Turín,
Atenas, Hiroshima, Baltimore y París.

Todas estas cifras que lo convierten en el político y gobernante más popular del
país y entre los más destacados del mundo, provocan que se desencadene una
serie de ataques contra el Gobierno del Distrito Federal, que se extiende durante
varios meses, se agudiza en 2004 y desemboca con el desafuero, el 7 de abril de
2005, de López Obrador, acusado de haber incumplido un ordenamiento judicial y
por querer construir un camino que comunicara a un hospital.

Con ese motivo, el entonces Jefe de Gobierno se separa del cargo y se pone a
disposición del juez para demostrar que no cometió ningún delito. Sin embargo,
ante la sospechosa tardanza en la consignación de su expediente, regresa a la
jefatura de Gobierno el 25 de abril.

Tres días después, el 28 de abril, en mensaje a la Nación, el Presidente de la


República anuncia una salida política al caso de López Obrador, dimite el
Procurador General de la República y días después se define que la PGR no
ejercerá acción penal contra el mandatario capitalino.

En todo este tiempo, Andrés Manuel López Obrador continúa su trabajo por la
Ciudad de México, consolida los programas sociales y concluye obras públicas en
proceso.

Asimismo, publica el libro Contra el desafuero. Mi defensa jurídica, que contiene


en forma sustancial los alegatos jurídicos que presentó a la Sección Instructora de
la Cámara de Diputados para defenderse de la acusación que se le hacía.

El 29 de julio de 2005 pide licencia al cargo de Jefe de Gobierno del Distrito


Federal para iniciar una nueva etapa de lucha por la transformación de México y
por un cambio verdadero en el país.

Sus reflexiones y propuestas sobre el rumbo que se deben seguir para consolidar
la democracia e impulsar el desarrollo del país, así como para lograr un México
que equilibre la justicia social con el desarrollo económico, se reúnen en su libro
Un proyecto alternativo de Nación. Hacia un cambio verdadero, que semana a
semana presenta en las principales ciudades de la República.

El 11 de agosto de 2005 inicia su precampaña hacia la Presidencia de la


República con intensos recorridos por todo el país para presentar sus 50
compromisos básicos ante el pueblo de México.

Durante el periodo de precampaña, que se extiende hasta el 10 de diciembre de


2005, visita los 31 estados de la República y las 16 delegaciones capitalinas, así
como las 300 cabeceras electorales federales, además de celebrar 325 mítines y
reunirse con más de un millón de personas de todas las regiones mexicanas.

Respaldado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del


Trabajo (PT) y el Partido Convergencia, así como por cientos de miles de
mexicanos organizados en las Redes Ciudadanas, Andrés Manuel López Obrador
inicia su campaña presidencial el 19 de enero de 2006 en Metlatónoc, Guerrero, el
municipio más pobre del país.

El 28 junio de 2006 concluye su trabajo proselitista, que siempre estuvo guiado


bajo el lema “Por el bien de todos, primero los pobres”. En suma, durante diez
meses de precampaña y campaña, recorre 140 mil kilómetros de carretera para
llegar a pueblos y ciudades de todas las regiones de México, celebra 681 mítines y
se reúne de manera directa con 3 millones 500 mil personas.

Tras el fraude electoral del 2 de julio, López Obrador impugna la elección ante el
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) al tiempo que inicia
un movimiento nacional de resistencia civil y pacífica para respaldar la demanda
de que se abran los paquetes electorales y se cuenten nuevamente todos los
votos, a fin de esclarecer el resultado de la elección.

Con la exigencia de “Voto por voto. Casilla por casilla”, la resistencia civil y
pacífica congrega a ciudadanos de todas partes del país, quienes permanecen en
el corazón de la Ciudad de México por espacio de 48 días, durante los cuales se
llevan a cabo multitudinarias asambleas informativas encabezadas por López
Obrador.

La resistencia civil y pacífica se caracteriza, entre otras muchas cosas, por la


solidaridad que se percibe entre la gente, la creatividad para expresar la demanda
del recuento electoral, el nulo registro de incidentes y por una intensa actividad
cultural que se desarrolla a lo largo de diversas calles y avenidas.

En este lapso, el TEPJF convalida el fraude electoral al admitir en su resolución,


entre otros puntos, que hubo guerra sucia y campaña negra contra López
Obrador, que el Consejo Coordinador Empresarial violó la ley electoral y que el
Presidente Vicente Fox estuvo a punto de desencarrilar el proceso democrático,
pero deja sin castigo tales ilícitos y califica como válida la elección.

La resistencia civil y pacífica concluye el 16 de septiembre de 2006 con la


celebración de la Convención Nacional Democrática, donde más de un millón de
mexicanos de todas las regiones del país resuelven desconocer el resultado
electoral, rechazan la República simulada y proclaman a López Obrador como
Presidente Legítimo de México.

El 20 de noviembre de 2006 Andrés Manuel López Obrador rinde protesta como


Presidente Legítimo en el Zócalo de la Ciudad de México y comienza su trabajo
con base en dos objetivos fundamentales: defender al pueblo y proteger el
patrimonio nacional.

2007

A partir del 04 de enero de 2007 y hasta el 20 de noviembre de 2009, el presidente


legítimo de México recorrió los 2,452 municipios del país con el objetivo de
informar a la gente que existe un movimiento que lucha a diario por una
transformación real de México.
Por más de tres años visitó los 2 mil 34 municipios de régimen de partido y los
418 municipios de usos y costumbres de Oaxaca.

Desde el Zócalo de la Ciudad de México, el domingo 25 de marzo de 2007 , el


presidente legítimo de México convocó al pueblo de México a una asamblea
extraordinaria para defender el patrimonio nacional, si se presenta una iniciativa
encaminada a privatizar Pemex.

El pasado primero de julio de 2007, con una marcha del Ángel de la


Independencia al Zócalo de la Ciudad de México y un mitin en el corazón político
del país, el presidente legítimo de México conmemoró el primer aniversario del
triunfo electoral del Proyecto Alternativo de Nación.

El 23 de agosto de 2007, se publicó una carta a la opinión pública, López Obrador


alertó sobre las graves implicaciones que tendría el debilitamiento económico en
Estados Unidos para la economía mexicana y recomendó medidas pertinentes
para suavizar su impacto negativo sobre la economía de nuestro país.

2008

El 09 de enero de 2008, se constituyó el Movimiento Nacional en Defensa del


Petróleo, donde López Obrador advirtió al presidente Felipe Calderón que habrá
una movilización nacional, si intentan privatizar Pemex.

El lunes 28 de enero de 2008, el presidente legítimo de México planteó un


decálogo de medidas urgentes para que el gobierno y sus instituciones
responsables las lleven a cabo para evitar que este malestar económico se agrave
con mayores pérdidas de producción y empleo.

El presidente legítimo de México anunció, el 18 de marzo del mismo año, un plan


de resistencia civil pacífica en caso de que las cúpulas del PRI y del PAN, decidan
cometer esta traición a la patria.

El miércoles, 20 de agosto de 2008, un grupo de renombrados intelectuales


entregaron a Andrés Manuel López Obrador la propuesta para fortalecer a
Petróleos Mexicanos.

Al conmemorarse el 198 Aniversario de la Independencia, presentó al pueblo de


México un plan de 10 puntos para salvar al país de la profunda crisis política,
económica y social en que se encuentra.

López Obrador convocó, el 15 de octubre de 2008, a los legisladores que integran


el Frente Amplio Progresista a llevar a cabo una movilización de resistencia civil
en el Congreso, si los dictámenes de la reforma energética se orientaran a
privatizar el petróleo.
Dos días después y ante el agravamiento de la crisis y la falta de dinero para
cubrir los gastos familiares, Andrés Manuel López Obrador propuso la suscripción
de un pacto en apoyo a la economía popular, a partir del congelamiento de precios
de artículos de consumo generalizado y tarifas de servicios públicos.

El 22 de octubre de 2008, se reunió con los brigadistas del Movimiento Nacional


en Defensa del Petróleo, en el Hemiciclo a Juárez. Durante la reunión y conforme
a una votación libre, los integrantes del movimiento decidieron iniciar las acciones
de resistencia civil pacífica contra la aprobación de las reformas en materia de
petróleo en el Senado.

Para el martes 28 de octubre de 2008, López Obrador sostuvo una reunión con
integrantes de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y coordinadores de
las fracciones parlamentarias del PRD, PT y Convergencia, en el Palacio
Legislativo de San Lázaro.

El 30 de octubre, Andrés Manuel López Obrador, en la asamblea informativa en


presentó el plan para la defensa del pueblo, el petróleo y la soberanía nacional, en
el Hemiciclo a Juárez y el 4 de noviembre de 2008 entregó el proyecto a los
diputados federales del Frente Amplio Progresista, en el Salón de Protocolos del
Palacio Legislativo.

El presidente legítimo de los mexicanos entregó, el 11 de noviembre de 2008, una


carta a la empresa Televisa para solicitar movimiento en defensa del petróleo
apertura de espacios informativos.

2009

Durante la asamblea nacional en el Zócalo de la Ciudad de México, del 25 de


enero de 2009, López Obrador anunció calendario de acciones para llevar a la
práctica el plan en defensa de la economía popular y concluyó el 22 de marzo del
mismo año.

El 17 de febrero de ese año, el presidente legítimo de México mandó una carta


urgente a los legisladores del Congreso de la Unión para que convoque a un
acuerdo para llevar a cabo un plan emergencia y de salvación nacional.
Para el miércoles 15 de abril de 2009, López Obrador mandó una carta al
presidente de los Estados Unidos de América, Barack Hussein Obama, donde
aclaró que El movimiento en defensa de la soberanía nacional “no permitirá
ninguna acción conjunta” de los gobiernos de estadunidense y mexicano que
conduzca a la instauración de un estado de sitio y a la violación sistemática de los
derechos humanos en nuestro país.

El 22 de abril de ese año, acompañados por los legisladores del PRD, PT y


Convergencia, el presidente legítimo de México refrendó su apoyo a los mineros
de Cananea quienes estaban en huelga.

En representación de Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Relaciones


Políticas, José Agustín Ortiz Pinchetti, presentó, 15 de junio de 2009, una
denuncia en contra de Salinas, Fox, Calderón y Zedillo, en las instalaciones de la
Procuraduría General de la República

Un día después, López Obrador informó que apoyaría al Partido del Trabajo en
Iztapalapa para lograr la llegada de Clara Brugada a la jefatura delegacional y 11
de julio de 2009, después de haber ganado el PT, el presidente legítimo de los
mexicanos agradeció al pueblo iztapalapense por haber derrotado en las urnas a
la mafia de la política.

El 15 de septiembre de 2009, el presidente legítimo de los mexicanos encabezó el


“Grito de los libres” en Hemiciclo a Juárez, donde convocó a realizar una campaña
de concientización entre la población

Para el 21 de septiembre, López Obrador convoca a diputados aprobar iniciativas


de ley de austeridad republicana y de eliminación de privilegios fiscales, para
obtener ahorros por 500 mil millones de pesos.

En la asamblea nacional por la defensa de la economía popular, frente a la sede


de la Cámara de Diputados, del 12 de octubre de 2009, pidió a los legisladores del
Frente Amplio Progresista la constitución de una comisión investigadora para ir al
fondo sobre el cierre de la compañía Luz y Fuerza del Centro.

Durante la asamblea nacional de conmemoración de los tres años de la


constitución del Gobierno Legítimo de México, en el Zócalo capitalino, que se
celebró el 22 de noviembre de 2009, López Obrador anunció la redacción de un
nuevo Proyecto Alternativo de Nación.

2010

El 21 de marzo, frente al Hemiciclo a Juárez, López Obrador urge a Calderón


cambiar la política económica para garantizar la tranquilidad, la seguridad pública
y la paz social.

El 22 de mayo de 2010, el presidente legítimo de México, Andrés Manuel López


Obrador, pidió al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, vetar la
llamada “Ley Arizona”, por considerarla racista y violatoria de los derechos
humanos de los connacionales que laboran en aquella nación.

López Obrador presentó, el jueves 10 de julio de 2010, su libro: “La mafia que se
adueñó de México… y el 2012”, en el Teatro Metropólitan.

El 25 de julio del mismo año, desde el Zócalo de la Ciudad de México, el


presidente legítimo de México declaró que el movimiento que encabeza sí
participará en las elecciones del 2012 y además presentó el Proyecto Nuevo de
Nación.

El miércoles, 15 de septiembre de 2010, Andrés Manuel López Obrador, encabezó


la ceremonia del Grito de Independencia en la Plaza de las Tres Culturas de
Tlatelolco, sitio que conjunta las culturas prehispánica, colonial y moderna.

López Obrador recorrió del jueves 23 de septiembre al 14 de noviembre del


mencionado año, los 125 municipios del estado de México para evitar que los
dirigentes del PRD tomaran la decisión de ir en alianza con el PAN en las
elecciones del 3 de julio del 2011.

El 10 de octubre de 2010, advirtió que pedirá licencia como militante del PRD para
poder apoyar al aspirante de las fuerzas progresistas y el 20 de febrero de 2011
mandó su solicitud de licencia como militante del Partido de la Revolución
Democrática.
El 20 de octubre de 2010, López Obrador compareció ante el Instituto Federal
Electoral para dar respuesta a una queja interpuesta por el PAN en su contra, por
un posible daño a la imagen presidencial con sus acciones como dirigente del
movimiento por la transformación de México y que realice actos anticipados de
campaña, sostuvo que es precisamente el presidente quien degrada a las
instituciones públicas.

El 20 de noviembre de 2010, conmemoró el cuarto año de la constitución del


Gobierno Legítimo de México y el Centenario del inicio de la Revolución Mexicana
en el Hemiciclo a Juárez.
2011
Del 06 de enero 17 de abril realizó una segunda gira por los 125 municipios,
Andrés Manuel López Obrador para apoyar a Alejandro Encinas Rodríguez quien
fue el candidato de la alianza entre el PRD, Convergencia y PT en el Estado de
México.

El 24 de enero del año actual, el presidente legítimo de México envió, como en 25


de marzo de 2009 y el 23 de marzo de 2010– una carta para manifestar la
preocupación de que Estados Unidos convalida y refuerza la estrategia fallida
aplicada por el gobierno de Felipe Calderón, orientada únicamente a querer
resolver el problema con medidas coercitivas. es decir, enfrentando la violencia
con la violencia.

Andrés Manuel López Obrador presentó, el 20 de marzo de 2011, el nuevo


Proyecto de Nación, en el Auditorio Nacional para lograr el renacimiento de
México.

El 07 de abril de 2011, el presidente legítimo de los mexicanos solicitó al Congreso


someter a debate nacional la iniciativa de reforma laboral, porque cancela
derechos sociales que ha conquistado la clase trabajadora y el pueblo de México a
lo largo de la historia.

Frente a la Cámara de Diputados, el 14 de abril del 2011, el presidente legítimo de


México pidió a los legisladores que no aprobarán la reforma laboral.

El domingo, 12 de junio de 2011, desde Los Ángeles, California, entidad que


concentra al mayor número de trabajadores migratorios de origen mexicano,
Andrés Manuel López Obrador solicitó de manera respetuosa al presidente de los
Estados Unidos, Barack Obama, que “cumpla su compromiso de campaña de
regularizar la situación migratoria de millones de mexicanos que trabajan
honradamente” en la Unión Americana.

Desde el jueves 07 de julio de 2011, el presidente legítimo de México comenzó a


llevar a cabo 150 asambleas informativas en los 31 estados y el Distrito Federal
que culminaron el 30 de septiembre, en la tierra de uno de los mejores presidentes
de México, don Benito Juárez García en San Pablo Guelatao.

El 2 de octubre 2011, Andrés Manuel López Obrador encabezó la constitución


formal del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA).

El martes, 15 de noviembre, López Obrador salió como mejor posicionado en las


encuestas que se realizaron por las empresas Nodos y Covarrubias donde se iba
a definir al candidato presidencial de las izquierdas y las fuerzas progresistas.

Para el 07 de diciembre se integra el comité de precampaña y campaña del


precandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.

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