El Sol en Las Antiguas Civilizaciones

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INDICE

Religiones y mitología solar 2

Calendario Maya 3

Civilizaciones que rinden culto al sol 4

Bibliografía 5

Religiones y mitología solar

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Si retrocedemos millones de años en nuestra historia y pensamos en el hombre primitivo, ¿Qué
fue lo primero que él vio? El cielo… y comprobó así la existencia de la luz y oscuridad y que la luz
estaba vinculada a la presencia de nuestro astro mayor; el sol.
Sintió además de la seguridad que da la luz, los efectos benéficos o no sobre su salud y que en la
oscuridad los riesgos aumentaban. Comprobó el ciclo solar diario y el ciclo anual.
Al comprobar su dependencia del sol, lo endiosó y más tarde lo hizo partícipe de sus aventuras y
desventuras: lo humanizó.

Las variaciones de intensidad del Sol fueron motivo de preocupación del hombre primitivo
cuando el sol disminuye su intensidad, en especial después del equinoccio de otoño se recurriría a
conjuros muchas veces dramáticos:
los egipcios realizaban una fiesta para ayudarlo llamada el nacimiento del bastón del Sol. Entre los
indios norteamericanos se llevaba a la montaña un atado con hechizos (con corales, cabellos,
dientes, plantas, etc.) y a la hora del amanecer lo incendian gritando: “sol, hice esto para que tú
calientes mucho y te comas las nubes del cielo”. Otros para que haga buen tiempo al salir el sol,
traspasan una piedra hueca con una rama ardiendo. Otros pintan una piedra esférica de rojo le
ponen plumas como rayos y la cuelgan de un árbol alto. En México los Mexicas y Aztecas
sacrificaban humanos o animales y ofrecían su corazón y sangre al sol para darle vida y ayudarlo
en su fuerza y en su camino por el cielo. Los antiguos griegos (rodios) y los espartanos cada año
hundían en el mar un carro tirado por cuatro caballos en su homenaje.
Para detener el sol en los Andes algunas tribus tienden una red entre 2 alturas, otros pretenden
enlazarlo. Para acelerarlo, en Australia tiraban arena al aire y la soplaban hacia el oeste. En
Malasia creen que el sol produce fiebre en personas débiles y para extinguirlo le tiran agua y
cenizas.

En los eclipses, al temer que el sol se apagara definitivamente los indios americanos tiraban hacia
él flechas prendidas en fuego en unos casos para ayudarlo en su pérdida de vigor, en otros para
matar al monstruo o la causa que lo estaba apagando. Otras culturas caminaban en círculo hasta
que pasaba el eclipse pretendiendo ayudar al sol en su marcha. En China, el pueblo gritaba y
amenazaba porque creían que un dragón celestial se comía al sol. En corea creían que el rey de
la oscuridad enviaba sus perros a robar al sol, cuando el eclipse pasaba decían que los perros no
lo lograban porque se habían quemado la boca.

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Calendario Maya

A lo largo de la historia muchas civilizaciones diseñaron sus propios calendarios. En Mesoamérica,


una región que se extendía desde México hasta los países de Centroamérica, diferentes pueblos y
culturas desarrollaron su propia manera de contar el tiempo.

La civilización maya se estableció durante siglos en lo que hoy en día conocemos como
Guatemala y el sur de México. Uno de los legados más preciados que nos dejó fue su calendario.
Los mayas confeccionaron su calendario para recordar fechas importantes de su historia, pero
también con propósitos prácticos, como saber cuándo tenían que sembrar, y ceremoniales, para
marcar las festividades religiosas más importantes.

El sol, las estrellas y los planetas eran muy importantes para los mayas, que llegaron a dominar la
astronomía con gran exactitud. El sol era adorado como un dios, mientras que la Vía Láctea
simbolizaba el camino de entrada a la vida y la muerte.

Los mayas construyeron grandes templos para poder realizar observaciones astronómicas.
Gracias a ello, los sacerdotes pudieron establecer la duración del ciclo lunar, el ciclo solar y el
ciclo del planeta Venus, a partir de los cuales confeccionaron sus calendarios.

Los historiadores han investigado el complejo sistema de este calendario y han diferenciado un
total de cuatro componentes: el Haab, el Tzolk’in, la Rueda Calendárica y la Cuenta Larga.El ciclo
de Haab estaba formado por 365 días, aproximándose al año solar. Este componente del
calendario se dividía en 19 meses, 18 meses de 20 días y uno de 5 días. Servía sobre todo a los
agricultores.

En cambio, el Tzolk’in definía un ciclo de 260 días, que equivalen a los nueve meses de gestación,
pero también al crecimiento del maíz, un alimento sagrado para los mayas. El Tzolk’in era el
calendario sagrado que marcaba los eventos y hechos míticos de los antepasados y dioses
mayas.

El Haab y el Tzolk’in se combinaban a través de la Rueda Calendárica para producir ciclos de 52


años que se repetían a lo largo del tiempo. Los mayas creían que la historia de su pueblo era
cíclica y se repetía según la posición de los astros y las estrellas sobre el cielo.

Civilizaciones que rinden culto al Sol

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Las antiguas civilizaciones que han habitado nuestro planeta concebían al Sol como el dios
creador de la vida y le rendían culto con todo tipo de rituales. En ocasiones, hasta sacrificios
humanos. Hoy en día somos más prácticos y la ingeniería rinde culto a este dios con la creación
de plantas solares para canalizar toda su energía y poder, así, cuidar un poco más el planeta al
que este astro vio nacer.

Muchas han sido los civilizaciones que le han rendido culto y muchos los nombres que ha recibido
a lo largo de los siglos:
– “Ahau Kin” era el nombre del dios del Sol para la civilización maya y este representaba
el espíritu universal de la vida.
– Los incas se referían al Sol como “Inti”, al que consideraban el creador y rey del cielo, de las
plantas, ya que con su energía alimentaba sus tierras, y del universo.
– “Ra” es el nombre que le dieron los egipcios, quienes, al igual que los anteriores, consideraban
al rey Sol el creador del mundo.
– Entre las culturas mesoamericanas ha recibido varios nombres, por ejemplo, “Tonatiuh”, nombre
que le dieron los aztecas. Se le consideraba el creador del mundo y se le atribuían las bondades y
los defectos humanos.

En la actualidad, el Sol no es considerado como un dios, aunque somos bien conscientes de que
su energía es necesaria para la vida. Sin embargo, la ingeniería ha hecho posible la creación de
un modelo de templo para rendirle culto, aunque de una forma ya no tan espiritual: la central solar.

El ritual consiste en absorber toda la energía que procede del Sol a través de paneles solares que
se encargan de transformarla en energía fotovoltaica. De esta forma se aprovecha todo el poder
del dios Sol, tan necesario para nuestra vida, cuidando el “hogar” en el que vivimos.

Bibliografías

Religiones y mitología solar


Dr. Sergio Faravelli Dávila

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smu.org.uy

Los mayas y el Sol | Viviendo El Tiempo Maya. (s. f.). Los mayas. Recuperado 31 de agosto de
2021, de https://maya.nmai.si.edu/es/el-sol-maya/los-mayas-y-el-sol

A. (2019, 9 agosto). La última “civilización” que rinde culto al dios Sol. Axial Structural Solutions.
https://www.axialstructural.com/la-ultima-civilizacion-que-rinde-culto-al-dios-sol

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