Portafolio Los Delfines
Portafolio Los Delfines
Portafolio Los Delfines
Introducción
Los delfines
Aprendizaje de los delfines
Cognición en los delfines
Atracción y cortejo en los delfines
Sistemas de apareamiento en los delfines
Cuidados parentales en los delfines
Comunicación y cooperación en los delfines
Competencia, agresión y conciliación en los delfines
Relaciones sociales entre especies distintas en los delfines
Migración y orientación en los delfines
Emigración, selección de hábitat y regulación de la población en los delfines
Conclusión
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Los delfines son un grupo de animales que pertenecen al orden de las 80 especies
de cetáceos que existen en el mundo. Corresponden al suborden de los odontocetos,
son cetáceos con dientes. Existen dos tipos de delfines, los que viven en ríos y los
que viven en el ambiente marino.
Los delfines se caracterizan por tener una aleta en el dorso, dos aletas pectorales
(para maniobrar y dirigir el movimiento del cuerpo) y una aleta caudal, la cual es
aplanada dorsoventralmente y funciona como el principal “motor” de impulso de estos
organismos durante el nado mediante movimientos verticales. Su cuerpo es muy
hidrodinámico, lo cual disminuye la resistencia del agua durante el desplazamiento.
Lo más fascinante de estos animales es un sistema de ecolocalización que les
permite emitir sonidos e interpretar el eco resultante para: 1) ubicarse en el espacio
marino en todas las dimensiones, 2) localizar a sus presas y 3) comunicarse con
otros individuos.
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Los delfines tienen un cerebro muy grande y una vida social compleja. En un
experimento se instruyó a una hembra de delfín común (Delphinus delphis) llamada
Phoenix para que respondiera a señales acústicas -sonidos generados por ordenador
difundidos en una piscina llena de agua de mar-. Las señales eran de tipo silbido,
parecidas a los sonidos que los delfines utilizan espontáneamente para comunicarse.
También se instruyó a otra hembra, llamada Ake, en un lenguaje de tipo gestual. En
este caso, los signos eran movimientos de brazos y manos que hacía el instructor,
similares a las señales de un semáforo.
Cuando los delfines quieren procrear, los machos nadan y se aparean repetidamente
con las hembras mientras dura un intenso cortejo. Pero al mismo tiempo, estos
mamíferos marinos siguen practicando "mucho sexo social", dice Connor, quien lleva
30 años estudiando los delfines. Con esta frase se refiere a "montones de relaciones
sexuales entre machos, y entre individuos no adultos". Y se refiere también a sexo
por placer, que practican en las posturas más diversas: vientre con vientre, montas
desde cualquier ángulo imaginable o mediante el contacto "bucogenital". Más de un
delfín en cautividad ha intentado insinuarse a otras especies con las que comparte
piscina, humanos incluidos.
Estos animales basan su vida sexual en la realización de regalos hacia las hembras.
El motivo de todo esto se basa en la época de celo y el momento en el que los
delfines quieren aparearse con mayor
intensidad. Para ello, estos mamíferos son
capaces de arrancar las esponjas del fondo
marino como ofrenda para una hembra no
muy convencida de aparearse. Sin
olvidarnos de un curioso ritual de cortejo
con el que los delfines machos adquieren
una postura curva similar a la de un plátano.
Cabe destacar que este proceso conlleva algunos peligros para los delfines, ya que,
debido a la ausencia de manos, estos animales tienen que arrancar las esponjas con
la boca. Una práctica arriesgada que suele generar algunos cortes en el hocico de
los animales o la continua irritación que las esporas de las esponjas pueden generar
en su piel. Eso sí, todo esto forma parte de una estrategia en la que los delfines
machos quieren mostrar su resistencia y fortaleza para acabar de convencer a las
hembras.
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Un grupo de investigadores ha observado por primera vez que las hembras adultas
forman grupos "tipo guarderías" cuando dan a luz para proteger y cuidar a sus crías
de depredadores. Este hallazgo significa que los delfines pueden crear entre ellos
estrechos vínculos no solo para alimentarse, también para amamantar y resguardar
a los recién nacidos.
Los delfines son como un niño que no se calla, hacen constantemente sonidos de
comunicación o de navegación. Dichos sonidos se realizan de diferentes maneras.
Los sonidos de ecolocalización se producen en las fosas nasales justo por debajo de
sus orificios nasales, y se denominan clics. Se producen a veces en una sucesión tan
rápida que suenan como zumbidos. Estos sonidos se producen justo detrás del
¨mellon¨, un aceite, un poco fuera del centro de la masa que podríamos llamar la
frente del delfín.
Los delfines se comunican como la mayoría de otros animales, sus chillidos y silbidos
comunican estados emocionales y a menudo, la presencia del peligro y la comida en
la zona. También pueden ayudarles a coordinar los procesos en “manada”, sin embargo
¿se comunican lingüísticamente?
Hay algo de evidencia de ello. Los delfines tienden a permanecer dentro de sus
propias manadas y pueden tener problemas para entender a los delfines “extranjeros”.
En estudios realizados cerca de Escocia, los individuos parecían tener nombres, o al
menos, otros delfines utilizaban silbidos específicos y únicos sólo en presencia de
ciertos delfines, como si los llamaran por su nombre. Como los seres humanos, los
delfines muestran una gran tendencia a tomar turnos al vocalizar, haciendo que sus
sonidos luzcan como una conversación.
La cooperación es una de las habilidades más importantes para cualquier especie
social. Desde la caza, la cría y crianza de niños ha permitido que muchos animales,
incluidos los humanos, sobrevivan y prosperen. A medida que entendemos mejor los
detalles sobre cómo los animales trabajan juntos, los investigadores se han centrado
en el grado de cooperación y las habilidades cognitivas requeridas para dicha
actividad.
Pero gran parte de los estudios provienen de las observaciones de los animales
terrestres, con datos comparativamente escasos sobre especies acuáticas. Un ejemplo
notable es el delfín. Son bien conocidos por operar en grupos sociales, un grupo de
delfines es una manada, en una “sociedad de fusión-fisión”, donde los grupos se
fusionan y se dividen con el tiempo.
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Los delfines cuello de botella asesinan sin piedad, atacando a otros de menor tamaño
y lo hacen de manera brutal. También se ha comprobado que los machos asesinan a
sus crías: saben que al matarlas, la hembra querrá volver a embarazarse.
Son crueles además, porque matan a crías de otros animales marinos o a especies
más pequeñas y lo hacen por placer, no por hambre. Los delfines machos participan
en actos de agresión por la competencia de las hembras. Estos animales pueden
pasar días en vela para estar observando todo lo que pasa a su alrededor y así
aprovecharse de otras especies o de los suyos, dispuestos a atacar en cualquier
momento. Estos seres amistosos y alegres, de sonrisa permanente, en realidad actúan
como unos psicópatas, disfrazados de inocencia.
Los delfines son considerados uno de los animales más inteligentes del planeta. Viven
en grupos y se encuentran normalmente en lugares en los que abunda el alimento.
Pueden establecer fuertes lazos sociales, se cuidan entre sí y protegen a alguno que
se encuentre herido o enfermo, lo ayudan a respirar y lo auxilian para llegar a la
superficie en caso necesario. Los seres humanos no somos los únicos que
consumimos drogas, también lo hacen los delfines. Siempre andan en grupos que
superan los mil integrantes. Siendo estos animales tan inteligentes, utilizan su ingenio
para narcotizarse consumiendo con cautela e ingenio la toxina del pez globo, según
los resultados de los estudios realizados por Rob Pilley. Los delfines saben lo que
están haciendo y consumen lo necesario de esta poderosa sustancia, más potente
que el cianuro, para su diversión.
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Sabemos que los delfines y las ballenas tienen cerebros excepcionalmente grandes
y anatómicamente sofisticados y, por lo tanto, han creado una cultura similar basada
en el mar". Según la investigadora, significa que "la aparente co-volución del
cerebro, la estructura social y la riqueza conductual de los mamíferos marinos
proporciona un paralelismo único y llamativo con los grandes cerebros y la hiper-
socialidad de los humanos y otros primates en la tierra". "Desafortunadamente, no.
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Los sonidos que emiten los delfines no sólo les sirven para comunicarse, sino también
para orientarse: los ecos de la emisión de sonidos de frecuencia baja les sirven para
orientarse, y los producidos por frecuencias más altas les dan información, con una
precisión asombrosa, acerca de los posibles obstáculos que puedan encontrar.
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La población del diminuto delfín de Héctor, que habita solo en las aguas de Nueva
Zelanda, ha disminuido en un 80% en los últimos 50 años, alerta la organización
ecologista Sea Shepherd.
Se calcula que en la actualidad existen unos 9.000 delfines de Héctor
(Cephalorhynchus hectori) y su drástica disminución de población, que totalizaba
unos 50.000 ejemplares en 1970, lo ha colocado en la lista de especies en peligro
de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
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Como conclusión podemos decir que, este trabajo nos permitió obtener nuevos
conocimientos y aprendizajes no solo de los delfines sino también de demás seres
vivos del reino animal, luego de concluir este trabajo nos sentimos capaz de hablar
acerca de este animal y su manera de desenvolverse. Reconocemos que
desconocíamos mucha información acerca del ámbito psicológico en el delfín y
demás animales.
En cuanto a este portafolio este nos permitió plasmar bastante información la cual
es realmente importante para nosotras como psicólogas poder llegar a comparar
dicha información con nosotros mismos como humanos.