Tribunal Militar, Defensoria Del P, Comunidades

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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI

COMUNIDADES
NATIVAS
Y
CAMPESINAS
SEMINARIO DE
ADMINISTRACIÓN
DE JUSTICIA

ABG. ROSALUZ
BARDALES
GONZALES
XI - B

INTEGRANTES:

▪ BATISTA LOPEZ, JOSE MANUEL


▪ MEZONES TRINIDAD, MARJORY
▪ NAJERA TUCTO, MARIA CELESTE
▪ OSORES MACEDO, CLAUDIA CECILIA
▪ RIVERA VERDE, DRANK CLIVER
▪ SOTO LOYOLA, ARMANDO JOAQUIN
▪ TORREJON RENGIFO, ANDREA CELESTE

2021
Dedicatoria:

A Dios por la vida y salud, a nuestros padres por el apoyo incondicional,

y a la Docente a cargo del curso por la oportunidad brindada.


INTRODUCCION

En nuestro país, existen importantes mecanismos y sistemas de justicia local,


como la justicia consuetudinaria, que está integrada por las comunidades nativas
y campesinas, las cuales, desde diversas perspectivas: como la falta de acceso
a una justicia célere y equilibrada, la desconfianza en resoluciones justas y hacia
los mismos operadores judiciales, hacen que la población urbana rural y
marginal, se sienta olvidada y desprotegida por su ente máximo administrador
de justicia como lo es el Poder Judicial. Ante tal situación, se aprecia el panorama
de aquellos pueblos, quienes hacen uso de las costumbres y tradiciones que su
población ha utilizado a lo largo del tiempo para solucionar sus conflictos
cruciales de la vida cotidiana en sociedad. Se constituyen, así, en vías
importantes para el acceso a la justicia y en ámbitos de intensa experiencia
intercultural en la administración de justicia.

En nuestra realidad están aún vigentes rasgos de marginación y tensiones


internas que se expresan en el derecho y que han derivado en que comunidades
campesinas y nativas sean discriminadas y explotadas a lo largo de la historia,
todo este proceso siguiendo a Hurtado Pozo, es agravado por un Estado
centralista, monocultural y con una visión occidental, que desconoce
olímpicamente las concepciones jurídicas consagradas en los pueblos indígenas
u originarios, comunidades campesinas y nativas, ni siquiera se preocupa por
garantizar y organizar la infraestructura mínima para su aplicación.

El presente trabajo está orientado a informar sobre los alcances que tiene el
derecho consuetudinario dentro de nuestro sistema judicial, determinar el nivel
de coordinación y cooperación con la jurisdicción ordinaria, evaluar la efectividad
de su aplicación dentro de las comunidades y tomar una postura sobre este tipo
de justicia local que se aplica paralelamente y de modo alternativo a la justicia
ordinaria.

Los autores.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 3

1. LA JURISDICCION ORIGINARIA CAMPESINA Y NATIVA – JUSTICIA


COMUNAL

Nuestro sistema de justicia es imperfecto. No es accesible para todos: la forma


como se administra el sistema judicial no permite un acceso cabal a la justicia.
Dicho en términos más sociales: la necesidad de contar con instancias que
permitan resolver disputas, conflictos o que simplemente aseguren cierta
regulación social es resuelta de manera imperfecta, y para muchos no es
cumplida en absoluto.

La dificultad para ofrecer instituciones que garanticen el acceso a la justicia al


conjunto de la población del país tiene por lo menos dos dimensiones por
considerar. La primera tiene que ver con su cobertura y las múltiples barreras o
dificultades para que determinadas porciones de población accedan a ella. La
segunda concierne a las respuestas institucionalizadas generadas por la propia
población para suplir esa carencia. Dicho en otras palabras: estamos hablando
de las limitaciones y exclusiones del sistema de justicia y de las formas de
solución de conflictos generadas desde la sociedad.

Por un lado, el sistema judicial actual (formal y centralizado) resulta lejano,


costoso e inaccesible para determinadas porciones de la población (campesinos,
población indígena y rural, pobres, mujeres): ruralidad, etnicidad, pobreza y
género son cuatro importantes factores de exclusión.

Ante la debilidad del "sistema central", pero también por tradición y costumbre,
existen múltiples mecanismos populares para la resolución de los conflictos y
disputas sociales locales. Estas respuestas son las más de las veces
permanentes e institucionalizadas; algunas tienen larga data y otras son de
origen más reciente, pero todas ellas cuentan con cierta legitimidad y capacidad
de resolución de conflictos por medio de mecanismos diversos, convencionales
o no, legales o no.

El enfoque promocional enfatiza las ventajas de la justicia popular frente al


sistema formal. Y ciertamente las tiene: es por lo general directa, de bajo costo,
medianamente efectiva (aunque tiene una serie de limitaciones fuera del ámbito
local o cuando involucra terceros) y, sobre todo, se inscribe en el marco de
comprensión de la justicia, el delito, los castigos, la reparación por el daño de los
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agentes involucrados; en síntesis, en esta justicia local el administrador de la


justicia y sus usuarios comparten un mismo marco cultural, aunque por ello están
sujetos a las reglas sociales y las relaciones de poder existentes en el ámbito
local. (Francisco Ballón Aguirre, 2007)

La idea según la cual las personas prefieren su "propia justicia" a la "justicia del
aparato estatal" nos parece que puede ser analizada como parte de una
estrategia mayor: el de las relaciones entre la identidad cultural y la igualdad. No
siempre se piensa así, y no necesariamente la justicia "comunal" se autodefine
como la única verdad o camino posible. Ello, no obstante, se puede reafirmar o
rechazar una identidad jurídica dependiendo de la estrategia del grupo social en
respuesta a sus particulares experiencias históricas. Es una cuestión distinta de
la del sistema jurídico nacional, que se considera, por definición, exclusivo y
excluyente.

La justicia comunal, comunitaria, original, indígena, o el sistema ancestral de


administración de justicia buscan, bajo la superficie de las diferencias, objetivos
semejantes a cualquier otro sistema de administración de justicia: mantener la
cohesión del orden social que los produce. Pero esa consistencia plena, esa
adecuación, esa armonía se trastoca cuando un sistema jurídico debe operar,
como un huésped más o menos intolerado, en un sistema dominante. Este
drama socio jurídico tiene dos actores principales: el Estado, por una parte, e,
individualmente, alguno de los pueblos indígenas.

La justicia comunal, es decir, la justicia impartida por las autoridades de las


comunidades campesinas y nativas, no fue una creación normativa ni
académica; fue una respuesta a un sistema de justicia que no entiende las
diferencias culturales y que está ausente el mundo rural; y es que, en nuestra
realidad, las comunidades tienen serios problemas para acceder a la justicia
estatal.

El reconocimiento de la justicia comunal se confunde por momentos con el


reconocimiento de las rondas campesinas. Como luego veremos, el artículo 149°
de la Constitución no les reconoció a las rondas campesinas autónomas, que
surgen fuera de la estructura comunal, funciones jurisdiccionales. Primero fueron
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criminalizadas y luego alcanzaron reconocimiento a través de un acuerdo


plenario de la Corte Suprema.

A continuación, una rápida revisión de los hitos fundamentales de este proceso,


aún abierto.

1.1. Las comunidades nativas y campesinas

Las Comunidades Campesinas y Comunidades Nativas son instituciones


históricas en el Perú. Se componen de grupos de personas que actúan como
sujetos colectivos (con un interés colectivo o comunal) cuyo origen se encuentra
en los pueblos originarios o pueblos “indígenas” que poblaron por primera vez el
territorio peruano. En el pasado, la institución semejante se denominaba Ayllu.

En la actualidad, estas Comunidades o Pueblos habitan zonas rurales y zonas


urbanas (por la migración). Sin embargo, el origen legal de la denominación de
“Comunidades Campesinas” y “Comunidades Nativas” se encuentra en
aquellas comunidades que habitan la zona rural. Se identifica normalmente a
las “Comunidades Campesinas” con las comunidades ubicadas en la zona rural
de los Andes del Perú (en adelante también denominadas Comunidades
Andinas), y a las “Comunidades Nativas” con las comunidades ubicadas en la
zona rural de la Amazonía (en adelante también denominadas Comunidades
Amazónicas).

Dada la característica histórica de los pueblos o las comunidades


Andinas y Amazónicas con anterioridad a la conquista y colonización
española o europea, su existencia es indiscutible. Sin embargo, en esta
existencia histórica es importante distinguir dos niveles: una existencia de
hecho y una existencia legal.

La existencia de hecho, lleva a sostener que los Pueblos o Comunidades han


existido y siguen existiendo al margen de las denominaciones y los
reconocimientos constitucionales o legales. Por ejemplo, en el Sur Andino,
específicamente Puno, era muy común encontrar “Parcialidades” en lugar de
Comunidades. El nombre de “Parcialidades” no ha estado escrito en las
Constituciones ni en las leyes, pero existían y cumplían el mismo rol de las
Comunidades. Con el paso del tiempo, dichas Parcialidades fueron
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inscribiéndose como Comunidades y hoy encontramos más Comunidades que


Parcialidades.

Si bien hay diferencias orgánicas entre Comunidades y Parcialidades (en los


primeros la autoridad máxima es el presidente de la Comunidad, en los segundos
es el teniente Gobernador, por ejemplo), ello no debe ser una limitación para que
las Parcialidades tengan beneficios –si los hubiere-semejantes a los de las
Comunidades. En tal caso, podríamos decir que las Parcialidades constituyen
Comunidades no reconocidas.

La existencia legal, de otro lado, significa el reconocimiento que hacen las


autoridades del Estado basado en la Constitución y las leyes. En el caso del
Perú, las Comunidades Andinas y Amazónicas fueron reconocidas por primera
vez en la Constitución Política de 19201; A partir de dicha Constitución las
autoridades del Estado estuvieron obligadas a respetar a los comuneros
miembros de dichas comunidades y a promover su desarrollo a través de
políticas diferenciadas. (Jumpa, 2014)

1.2. La Personería Jurica de las Comunidades Nativas y Campesinas

La personería jurídica es la forma específica de reconocimiento de las


Comunidades Andinas y Amazónicas. La personería jurídica significa el
reconocimiento formal de una persona o entidad a través de su inscripción y
publicidad de formas jurídicas o registrales. Es el medio legal que permite a la
persona o entidad actuar formalmente frente a las autoridades del Estado.

En el caso de las Comunidades Andinas y Amazónicas la personería jurídica se


ha dado a través de su reconocimiento por una Dirección especializada del
Ministerio de Agricultura u otra entidad semejante. Una resolución administrativa
reconocía a la Comunidad luego de un procedimiento donde se cumplía con
determinados requisitos. Con esta resolución administrativa se podía pasar a
una inscripción en los Registros Públicos. Así lo reguló el Código Civil de 1984
en su artículo 135: “Artículo 135.- Para la existencia legal de las comunidades se

1
FIGALLO ADRIANZÉN, Guillermo. “Comunidades Campesinas y Nativas: comentario al artículo 89 de la
Constitución Política del Perú 1993”. En: La Constitución comentada, Gaceta Jurídica, Tomo I, 2005, pp.
1084.
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requiere además de la inscripción en el registro respectivo, su reconocimiento


oficial.”

Para que exista esta personería jurídica es importante primero un


reconocimiento oficial y posteriormente su inscripción en los Registros Públicos.
El reconocimiento oficial debe tener en cuenta las características objetivas y el
elemento subjetivo regulado en el Convenio 169 de la OIT, antes referidos. Esto
significa que tal reconocimiento no puede estar basado en intereses políticos o
económicos de las autoridades del Estado.

Cabe señalar que en años recientes se viene realizando un registro especial de


las Comunidades Campesinas y Nativas a través del Ministerio de Cultura y, en
particular, por el Viceministerio de Interculturalidad. El objetivo de esta
inscripción está relacionado con el Derecho de la Consulta Previa, buscándose
identificar a las Comunidades como organizaciones representativas en caso de
conflictos por actividades de inversión en sus territorios.

1.3. La justicia comunal en el Perú antes de su constitucionalización

En un primer momento la justicia comunal no tenía reconocimiento normativo,


constitucional ni legal. Esta etapa culmina en el año de 1986 y estuvo
caracterizada por el profundo desconocimiento de los jueces, fiscales, policías y
abogados del funcionamiento de la justicia comunal.

En un contexto de violencia política, la justicia comunal generaba suspicacia y


recelos por parte del Estado, los cuales se concretaba en la criminalización del
ejercicio de la justicia comunal. Un buen ejemplo de este temor son los diferentes
adjetivos que se le endilgan a las rondas campesinas con la ley 24571, cuando
se les denomina rondas “pacíficas democráticas y autónomas”. Frente a la
violencia y frente a los temores de que sean objeto de manipulación por los
partidos de izquierda, se les adjetiva de esta forma.

1.4. La constitucionalización de la justicia comunal

El artículo 149 de nuestra Carta Política del año 1993 es la que


constitucionalizará la justicia comunal por primera vez. Esto significa que la
norma más importante del ordenamiento jurídico, como es la Constitución
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Política, reconoce a la justicia comunal como una de sus instituciones


fundamentales.

“Artículo 149º.- Las autoridades de las Comunidades Campesinas y Nativas, con


el apoyo de las Rondas campesinas, pueden ejercer las funciones
jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad con el derecho
consuetudinario, siempre que no violen los derechos fundamentales de la
persona. La ley establece las formas de coordinación de dicha jurisdicción
especial con los Juzgados de Paz y con las demás instancias del Poder Judicial”.

El problema con el artículo 149° de la Constitución es que solo reconoce


facultades jurisdiccionales a las comunidades campesinas y nativas, más no a
las rondas campesinas autónomas, que surgen y existen por fuera de la
estructura de las comunidades campesinas. Este problema será solucionado por
la Corte Suprema a través de su Acuerdo Plenario. Esta falta de reconocimiento,
precisamente, generó que a líderes de rondas campesinas les abrieran procesos
penales por usurpación de funciones y otros delitos a propósito del ejercicio de
la función jurisdiccional, generando un proceso de criminalización del ejercicio
de la justicia comunal, reconocida en la justicia comunal.

“El artículo 149º de la Constitución Política reconoce la atribución de ejercer


funciones jurisdiccionales a las autoridades de las comunidades campesinas y
nativas, con el apoyo de las rondas campesinas. Esto significa que mediante
esta norma constitucional se ha estableciendo una jurisdicción especial. Por lo
tanto, como jurisdicción especial, sus decisiones deben tener carácter de cosa
juzgada y no pueden ser revisados por ninguna de las otras jurisdicciones” 2,
salvo cuando afecten derechos humanos, en cuyo caso, le corresponderá al
tribunal constitucional pronunciarse al respecto.

1.5. Los plenarios regionales de Pucallpa y Cusco

Dos son los plenos regionales de magistrados que se han pronunciado


específicamente sobre la justicia comunal. Tenemos en primer lugar el I Pleno
jurisdiccional regional sobre justicia intercultural, realizado en Ucayali, los días 2

2
(Yrigoyen, 1995: p. 39-40.), Citado en el artículo de la Revista Derecho - Año 2016, edición 3 “DERECHO
CONSUETUDINARIO: LEY DE LAFUNCIÓN JURISDICCIONAL Y SU COORDINACIÓN CON LA JURISDICCIÓN
ORDINARIA DE LAS COMUNIDADES CAMPESINA Y NATIVA”.
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y 3 de setiembre de 2016. Posteriormente se realizó el II Pleno Jurisdiccional


Regional sobre Justicia Intercultural, realizado en Cusco, los días 15 y 16 de
setiembre de 2017.

No se tratan de reglas nuevas necesariamente, sino del desarrollo de reglas que


tienen cobertura normativa en nuestro ordenamiento jurídico. Se trata de
pronunciamientos del Poder Judicial en sus diversas manifestaciones, los
mecanismos institucionales a través de los cuales se desarrolla en los hechos la
justicia comunal. Independientemente de la jerarquía de estas reglas y de la
vinculatoriedad de las mismas, son reglas que intentan allanar el camino de la
implementación de la justicia comunal reconocido en el artículo 149 de la
Constitución.

1.6. Las sentencias del Tribunal Constitucional

Cuatro son las sentencias del TC en las que se han pronunciado específicamente
sobre la justicia comunal. Los casos Huaura, Tres Islas, Zelada Requelme y Villar
Vargas. En nuestra opinión, este desarrollo aún es incipiente y en el caso Villar
peligroso, en relación con lo reconocido por el artículo 149 de la Constitución.

1.6.1. Caso Huaura

Tenemos en primer lugar el Caso Huaura, donde sin tener mucha comprensión
del fenómeno de las diferencias culturales detrás de la justicia comunal, el TC
insiste en el derecho a la defensa, como garantía del debido proceso:

“Lo señalado evidencia que la entidad emplazada procedió a cesar en su


condición de comuneros a los demandantes sin previo proceso sancionador
interno respetuoso del ejercicio del derecho al debido procedimiento en su
manifestación de derecho a la defensa que les asiste, pues la decisión de
imponer la máxima sanción sin siquiera notificar a los demandantes sobre las
acusaciones existentes en su contra revela una incomprensión del derecho de
defensa, situación que no puede pasar inadvertida para este Colegiado, que en
reiterada jurisprudencia ha señalado que el derecho de defensa consiste en la
facultad de toda persona de contar con el tiempo y los medios necesarios para
ejercerlo en todo tipo de procesos y procedimiento, lo cual implica, entre otras
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cosas, que sea informada con anticipación de las actuaciones iniciadas en su


contra”. (STC No 00220-2012-PA/TC, f.j. 7)

La sensación que queda cuando se lee esta sentencia es que el TC cree estar
ante un caso societario, sin mucha conciencia de las diferencias culturales
detrás. En otras palabras, hay una lectura ius privatista de la justicia comunal.

1.6.2. Caso Tres Islas

En el Caso Tres Islas, el TC plantea la diferencia entre la autonomía territorial y


la autodeterminación y el ejercicio de la función jurisdiccional:

“La demandante indica que en virtud de la autonomía comunal reconocida por el


artículo 89º y materializada en el artículo 149º de la Constitución, la comunidad
tiene derecho de organizarse y tomar las medidas que estimen más pertinentes
para la protección de sus intereses y derechos, lo que en este caso se manifiesta
en la capacidad de controlar quiénes ingresan a su territorio. No obstante,
mediante la sentencia que ahora se cuestiona se ordenó la destrucción de la
caseta y el cerco de madera que permitía realizar tal control. Alega que la
sentencia cuestionada vulnera su autonomía comunal, facultad constitucional
otorgada a las comunidades campesinas y nativas”. (STC No 01126-2012-HC,
f.j. 3)

En realidad, el TC disiente de los demandantes, pues considera que no estamos


ante un caso de justicia comunal en sentido estricto, sino de ejercicio de la
autonomía de las comunidades en la disposición de sus territorios y de su
propiedad.

1.6.3. Caso Zelada

Luego tenemos el Caso Zelada, que establece un contenido mínimo del debido
proceso aplicable a la justicia comunal:

“Por lo tanto, en virtud de estos dos elementos, es posible deducir que toda
jurisdicción comunal en nuestro país debe contar con: a) Autoridades comunales
para ejercer la jurisdicción y tomar de decisiones administrativas. b) La facultad
de competencia para resolver el conflicto jurídico que ocurra en su territorio, de
conformidad con su desarrollo histórico-cultural, su derecho consuetudinario y,
en general, su particular sistema normativo. c) Procedimientos que permitan una
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mínima garantía de los derechos fundamentales de los procesados y los


agraviados; d) La potestad para hacer efectivas sus decisiones y que estas sean
definitivas, con plena observancia de los derechos fundamentales de los
integrantes; y,”. (STC No 02765-2014-AA)

1.6.4. Caso Villar

Finalmente tenemos el preocupante Caso Villar:

“[…] es un hecho que teniendo como referencia directa lo previsto en el artículo


149 de la Constitución, ningún delito que pueda, además de lesionar bienes
jurídicos tutelados por la ley penal, lesionar el contenido constitucionalmente
protegido de derechos fundamentales o de bienes jurídicos de relevancia
constitucional vinculados a estos, podía ser pasible de juzgamiento en el ámbito
de la justicia comunal”. (STC No 07009-2013-PHC, f.j. 34)

“En el escenario descrito, queda claro que, por ejemplo, no podrían ser materia
de conocimiento en el ámbito de la justicia comunal, todos aquellos delitos que
recaigan sobre derechos fundamentales como la vida, la salud, la integridad
física, psíquica y moral, la libertad, entre otros o que puedan afectar de alguna
forma los intereses de aquellas personas ubicadas en condición especial y/o
sensible como los niños, los adolescentes, las mujeres en estado de embarazo,
los ancianos, etc.”. (STC No 07009-2013-PHC, f.j. 35)

“de ninguna manera son pasibles de ser conocidos en el fuero comunal, pues tal
clase delitos no solo repercuten sobre el contenido de derechos fundamentales
esenciales, sino que comprometen a personas de condición especial como son
sin duda, los menores de edad”. (STC No 07009-2013-PHC, f.j. 39)

Es evidente que el TC desconoce en el caso Villar que las rondas campesinas y


la justicia comunal, en buena medida nacieron no solo para organizar la vida en
el campo, sino que surgieron para enfrentar el abigeato y la delincuencia ante el
vacío y el abandono en que el Estado deja a los pueblos indígenas y en general
a la población rural. Prohibir a la justicia indígena que vea delitos es, en el fondo,
prohibir que cumplan con la función principal que cumplen. Es, en otras palabras,
desnaturalizar su función específica, condenándolas a ver asuntos residuales.
Sino puede enfrentar a los abigeos, en buena parte pierde la razón de su
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existencia. En el fondo, se está vaciado de contenido la justicia indígena,


inutilizándola para la finalidad que fue creada.

El TC en el artículo 149 de la Constitución no restringe a la materia penal de la


justicia indígena como lo pretende el TC en el caso Villar. El único límite que la
Constitución establece a la justicia indígena son los derechos fundamentales. El
artículo 149 no precisa cuál es la competencia material de la justicia indígena,
es decir, qué materias resuelve la justicia estatal y qué materias la justicia
indígena. En tal sentido, los límites que establece el TC en el caso Villar no están
en la Constitución. El TC ha modificado en los hechos el artículo 149 de la
Constitución.

El TC en el caso Villar no ha motivado su interpretación de cuál debe ser la


competencia material de la justicia indígena. Dado que está acotando y
restringiendo una competencia entregada por la Constitución política a los
pueblos indígenas, debió el TC sustentar y fundamentar las razones que hay
detrás de su opción interpretativa, más aún cuando está restringiendo no solo
una facultad constitucional, sino limitando el acceso a la justicia de la población
rural.

En los hechos se ha subordinado la justicia indígena a la justicia estatal, pero no


solo se ha alterado el modelo constitucional de justicia indígena, sino que, vía
interpretación constitucional, se ha alterado la relación entre la justicia comunal
y la justicia estatal. Si tenemos en cuenta que el artículo 149 establecía una
relación de coordinación entre ambas justicias, y la coordinación solo se da entre
iguales, podemos concluir que hemos pasado de un modelo de autonomía y
coordinación de las justicias ordinarias e indígena, a un modelo donde la justicia
indígena queda subordinada a la justicia estatal, quedando la justicia indígena
para casos domésticos, residuales, casi como equivalente a la justicia de paz.

El TC, al restringir la justicia indígena, desconoce el pluralismo cultural. El TC


desconoce que el ejercicio de la costumbre es expresión de la identidad cultural
y que hay una obligación constitucional del Estado de tomar en cuenta las
diferencias culturales. Desconocer, ignorar y hasta sancionar las prácticas
tradicionales de las comunidades por parte del Estado, siempre que estas
costumbres respeten los derechos fundamentales por supuesto, resulta
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incompatible y violatorio del artículo 2 inciso 19 de la Constitución Política, que


de acuerdo con la interpretación que le corresponde, consagra el derecho a ser
diferente, esto es tanto en su identidad, su cultura, costumbre y etnicidad. Y es
que no tomar en cuenta estas diferencias culturales, es una manera de violar el
derecho de las comunidades, a tener su propia identidad cultural.

Finalmente, podemos señalar que se desconoce el principio de interculturalidad.


Decimos esto porque el TC decide por los pueblos indígenas cuales son los
asuntos que resolverá la justicia indígena. El principio de interculturalidad exige
un dialogo entre la justicia indígena y la justicia estatal, no la imposición del
Estado de su concepción de justicia. Esta sentencia del TC implica que el Estado
estaría decidiendo por los pueblos indígenas qué temas ellos resolverían y
juzgarían. (INSTITUTO DE DEFENSA LEGAL , 2019)

2. NATURALEZA JURÍDICA DEL DERECHO CONSUETUDINARIO

El derecho consuetudinario es el derecho no escrito que está basado en la


costumbre jurídica, la cual crea precedentes, esto es la repetición de ciertos actos
jurídicos de manera espontánea y natural, que por la práctica adquieren la fuerza
de ley, otorgando un consentimiento tácito repetido por el largo uso.

Esta práctica tradicional debe ir en armonía con la moral y las buenas costumbres,
encaminada a la convicción de que corresponde a una necesidad jurídica, para
ser considerada como una fuente de la ley estar amparada por el derecho
consuetudinario (Fernando Bazán Cerdán)

2.1. Orígenes el Derecho Consuetudinario

Los orígenes del Derecho Consuetudinario se entierran en los mismos orígenes


de lo que entendemos por sociedad, la doctrina actual ha logrado establecer dos
elementos imprescindibles para que una conducta califique como costumbre y
tenga efectos jurídicos, estos son:

A. Uso repetitivo y generalizado. - Sólo puede considerarse costumbre un


comportamiento realizado por todos los miembros de una comunidad.
B. Conciencia de obligatoriedad. - Todos los miembros de una comunidad
deben considerar que la conducta común a todos ellos tiene una autoridad
de tal manera que no puede obviarse dicha conducta sin que todos
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consideren que se ha violado un principio que regulaba la vida en


comunidad, pero esto no constituye costumbre, esto diferencia al derecho
de la moral y la religión.
2.2. El Derecho Consuetudinario en el Perú

La pretensión de hacer una "fotografía panorámica" del momento actual del


Derecho Consuetudinario en el Perú implica que previamente se formule un
acercamiento conceptual sobre el término, se delimite su contenido, se
identifique a los sujetos que lo aplican y se establezca el marco normativo que lo
reconoce, sin perjuicio de constatar la existencia de mecanismos de
coordinación entre el Derecho Consuetudinario y el sistema jurídico nacional, así
como de plantear conclusiones provisionales sobre el conjunto de la
problemática.

Respecto del contenido del Derecho Consuetudinario, es sumamente conocida


la propuesta sobre el particular de Staven Hagen, al señalar que comprende:

a) Normas generales de comportamiento público;


b) Mantenimiento del orden interno;
c) Definición de derechos y obligaciones de los miembros;
d) Reglamentación sobre el acceso a, y la distribución de recursos escasos
(por ejemplo, agua, tierras, productos del bosque);
e) Reglamentación sobre transmisión e intercambio de bienes y servicios
(verbigracia, herencia, trabajo, productos de la cacería, dotes
matrimoniales);
f) Definición y tipificación de delitos, distinguiéndose generalmente los
delitos contra otros individuos y los delitos contra la comunidad o el bien
público;
g) Sanción a la conducta delictiva de los individuos;
h) Manejo, control y solución de conflictos y disputas;
i) Definición de los cargos y las funciones de la autoridad pública.

Por su parte, identificar a los sujetos colectivos y/o individuales que aplican en el
Perú el Derecho Consuetudinario, implica reconocer a los grupos y/o personas
que practican formas tradicionales de administración de justicia, ejercen
sistemas de justicia no estatales, emplean mecanismos alternativos de
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resolución de conflictos o utilizan sistemas alternativos de justicia, cualquiera sea


la denominación que se prefiera.

Es así que, por diversas razones de orden histórico, social y jurídico, resulta
medianamente pacífico entender que los sujetos que en mayor o menor medida
recurren al Derecho Consuetudinario en el Perú son las comunidades
campesinas y comunidades nativas, los jueces de paz y las rondas campesinas.

3. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO CONSUETUDINARIO DE LOS


PUEBLOS INDÍGENAS U ORIGINARIOS COMUNIDADES
CAMPESINAS Y NATIVAS DEL PERÚ

El derecho indígena se encuentran en algunos principios fundamentales que


se originan en dos instancia o ambientes diferentes: el tiempo y el espacio, pero
que con el pasar del tiempo se han transformado en la razón de estar el derecho
indígena dentro de lo que hoy política y jurídicamente se constituyen pueblos
y nacionalidades indígenas a pesar de los cambios sufridos en la
institucionalidad y las normas de los pueblos indígenas u originarios, debido a
las transformaciones sociales y las relaciones de producción perviven y están en
vigencia instituciones sociales, culturales, políticas, económicas y jurídicas,
unas más desarrolladas que otras instituciones en función de la lógica
indígena, del pensamiento y su concepción del mundo: sus principios, normas
y valores.

3.1. Principios filosóficos que orientan la normativa indígena

Los principios filosóficos de complementariedad, reciprocidad y colectividad, son


los sustentos fundamentales en la elaboración de la normativa, el ordenamiento
social y el surgimiento del derecho indígena. Aunado a los principios de
solidaridad, reciprocidad y colectividad se encuentran implícitas, especialmente
en los pueblos indígenas u originarios, en base a la trilogía normativa de la
conducta de los pueblos indígenas que se ha posibilitado el control social y el
ejercicio de la administración de justicia, ellos son el ama Quella (no ser holgazán
o perezoso), ama llulla (no mentir), ama sua (no robar).

Estos principios han sido acogidos por la organización de las naciones unidas
(ONU) que aprobó por unanimidad los principios ancestrales andinos ama sua
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(no seas ladrón), ama llulla (no seas mentiroso) y ama qhella (no seas flojo) como
una norma mundial para una gestión pública más eficiente.

3.2. Evolución de la normativa indígena

Como un claro ejemplo de la evolución de la normativa indígena, podemos


apreciar que históricamente dentro del estado inca debían observar estos
preceptos legales. Además, esta trilogía normativa, estaba íntimamente
vinculada a las distintas legislaciones que en ese entonces existían, como la
legislación penal, laboral, agraria.

Pero ¿será posible normar el desenvolvimiento de una colectividad humana con


tan solo una trilogía? la respuesta es afirmativa. En las comunidades indígenas,
tanto para los hombres como para las mujeres de todas las edades, más que
una norma de conducta es una norma legal que le reviste de respeto a la persona
y le da un status integral.

El llulla, pierde autoridad y pierde respeto, quella, se refiere la inactividad y a la


falta de iniciativas dentro de la familia y de la comunidad; esto se traduce en
“pereza”. Una persona con estas características en la comunidad sería
considerada como una lacra de la sociedad y de la familia, un antisocial; para los
indígenas, no cabe la inactividad, porque acarrearía problemas sociales y
familiares; por ejemplo, no levantarse temprano es sinónimo de enfermedad.
Según las tradiciones, de los abuelos y padres el levantarse temprano e iniciar
actividades es sinónimo de salud.

El sua, es considerado como aspecto más grave y quizá la suma y la


consecuencia de la inobservancia de las dos normas anteriores. Un miembro de
la sociedad convertido en sua (ladrón), no sólo altera la convivencia pacífica de
la colectividad, sino que afecta la estructura orgánica de la misma. El individuo o
la colectividad sorprendido en el cometimiento de este acto, es procesado
severamente sancionado, pero sin poner en riesgo el criterio de que las
sanciones deben encaminarse a mantener el equilibrio en la comunidad y en la
sociedad; para los indígenas, el trabajo es un hecho natural inherente a todas
las personas por lo tanto no hay razón para apropiarse de lo ajeno.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 17

En el Estado Incaico, al ladrón se le castigaba severamente, y la reincidencia se


sancionaba hasta con la pena capital; ya que, según cuenta el cronista Garcilaso
de la Vega (1961), en tiempo de los incas, el ladrón era considerado como un
enviciado (poseedor de un demonio) y no una persona que roba por necesidad
o codicia. El no ser perezoso o holgazán se vinculaba estrechamente con las
cuestiones de trabajo. El buen trabajador podía llegar a ser jefe de los señoríos
étnicos. En cambio, el vago estaba considerado como un vulgar delincuente o
antisocial.

En cuanto a la norma legal ama llulla (no ser mentiroso), en tiempos de los incas
la mentira era considerada como un delito grave; y para que sus subordinados
no mientan, el inca y los dignatarios daban ejemplos; al que incurría en la
materia, se lo castigaba con la azotada, y se lo consideraba poseedor de una
energía negativa, que en el mundo indígena se conoce como el chiki. Al
poseedor de este mal, se lo sometía a consideración de yatiri (médico indígena),
a fin de que él les expulse esta energía negativa; y si con esto no se curaba y
seguía mintiendo, era condenado a la pena de castigo público, y en último de los
casos con la pena de muerte. El castigo era severo, así este delito no existía o
era muy poco común.

En la actualidad, dentro del mundo indígena, al mentiroso no sólo se lo


considera trasgresor de las normas legales (la trilogía establecida), sino que
también se lo considera como una persona poseída de energía negativa chiki.
Por lo tanto, no cabe una sanción punitiva que sería injusta, si la persona poseída
de este mal no es curada con anterioridad al establecimiento de una pena. De
esta manera, la trilogía establecida constituye el fundamento, la base, la razón
de ser del derecho indígena o sistema jurídico propio, ya que, en una comunidad
normada por estos tres ejes principales, no cabe la protesta y el descontento, y
no es concebible la transgresión de las normas que regulan la vida comunitaria:
está prohibido robar, ser vago y mentir.

A las normas y procedimientos propios de los pueblos indígenas, se ha tildado


como ajusticiamientos linchamientos o justicia por mano propia, estas no son las
características de los usos y costumbres y del derecho consuetudinario de los
pueblos indígenas, más bien estos hechos descalifican al derecho indígena, no
es lo mismo justicia indígena que ajusticiamiento o linchamiento.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 18

En la justicia indígena requiere de un proceso previo de comprobación de


responsabilidad antes de imponer cualquier sanción. No constituye una forma
popular de administrar justicia aplicando la pena capital. Por el contrario, es un
conjunto articulado de normas y procedimientos que derivan en juzgamiento
basado en evidencias y en una sentencia basada en la valoración de la prueba
aportada, de ahí que, de ninguna manera puede equipararse hechos aislados
como los ajusticiamientos con el sistema de justicia indígena. Hay que reconocer
que puede darse el caso que las autoridades indígenas se excedan en la
imposición de una sanción, pero no por eso se va a negar de por sí la aplicación
de procedimientos tradicionales que en la gran mayoría de los casos sólo tiene
efectos simbólicos o curativos.

El derecho y la justicia indígena están facultados para regular y resolver


situaciones y conflictos en todo tipo de materias, sin importar su gravedad o
cuantía. Durante la última década se ha promovido el reconocimiento de los
derechos colectivos de los pueblos indígenas. El punto de partida tuvo
lugar con el reconocimiento del carácter pluricultural y pluriétnico de los Estados
y sus sociedades, hecho que trastocó los paradigmas del Estado mono étnico y
homogénico definido en la supremacía de la cultura occidental dominante.

Pero los avances posteriores en el ordenamiento constitucional o en el ámbito


de las normas internacionales como el Convenio 169 de la OIT, nos ubica frente
a un proceso histórico, si consideramos que sus reivindicaciones en materia de
reconocimiento de derechos, son anteriores a la creación de los mismos estados.
Por ello los pueblos indígenas al no haber sido partícipe en la fundación de los
Estados se mantuvieron ajenos a su funcionamiento político y jurídico, sin dejar
de reclamar el reconocimiento de sus derechos específicos fundados en la
continuidad histórica de sus pueblos.

4. CRITERIOS DE IDENTIFICACIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

En el Perú podemos encontrar Pueblos Indígenas en la costa, la sierra y la


Amazonía, viviendo como Comunidades Campesinas, Comunidades Nativas y
como Pueblos Indígenas Aislados y en Contacto Inicial. La mayoría de Pueblos
Indígenas viven en comunidad en sus territorios ancestrales, pero también
podemos encontrarlos en lugares reconocidos como anexos, centros poblados y
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 19

ciudades (intermedias y grandes) o en otros territorios donde se han trasladado


huyendo de amenazas a su vida (caucheros, enfermedades, tala ilegal, violencia
terrorista, narcotráfico, etc.).

Muchas comunidades, desde la Constitución de 1920 se denominan


comunidades indígenas. Se hablaba entonces del problema del “indio”. La
variada legislación consideró a dichas comunidades indígenas como
comunidades campesinas y, también, comunidades nativas. La Ley de Reforma
Agraria en 1968 se dirigió especialmente a las comunidades campesinas, pero
las poblaciones de origen nativo u originario, es decir, los machiguengas, witotos,
shipibos, awajún, wambisas, ashánincas y muchos más, tienen otra
denominación. Precisamente el Convenio 169 de la OIT, sobre Pueblos
Indígenas y Tribales en Países Independientes, desarrolla normas sobre todos
los campos de acción incluyendo salud, educación, actividades de artesanía y
comercio, y el caso de consulta previa ante proyectos de compañías que lleguen
a su hábitat.

La importancia de los criterios de identificación indígena solo puede llegar a


entenderse si se considera con la suficiente importancia el dato nuclear del
Convenio: que en él ofrece una definición de pueblos indígenas. Es decir, solo
ofrece parámetros generales para que cada estado al firmar y ratificar el tratado
lo adapte a su concreta realidad interna, lo que tiene sentido dada la riqueza,
pluralidad y variedad de las manifestaciones de la diversidad cultural indígena
en todo el mundo. Por eso el tratado se limita a ofrecer criterios marco, de ahí la
importancia de no alterar, manipular, tergiversar o reducir ese marco que nos
ofrece el tratado para construir la categoría comunidad indígena en el Perú.

En esa lógica, lo que Ley de consulta previa en Perú ha hecho es desarrollar


principios y procedimientos para facilitar el ejercicio del derecho a la consulta de
los pueblos indígenas a fin de establecer acuerdos con el Estado sobre medidas
legislativas o administrativas que puedan afectarles. Siendo la identificación de
los pueblos indígenas una etapa esencial, sine qua non, ya que el
reconocimiento de los pueblos indígenas determina que el proceso de consulta
previa tenga continuidad y ejecución para los acuerdos finales. Y en ese sentido
dispone el Convenio que: “La identificación de los pueblos indígenas u originarios
a ser consultados debe ser efectuada por las entidades estatales promotoras de
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 20

la medida legislativa o administrativa sobre la base del contenido de la medida


propuesta, el grado de relación directa con el pueblo indígena y el ámbito
territorial de su alcance.

Para llevar a cabo esta etapa la Ley peruana establece que son las entidades
promotoras las que deben hacer la identificación utilizando criterios, que deben
interpretarse en el marco de lo señalado en el artículo 1 del Convenio: “Los
criterios objetivos son los siguientes: a) Descendencia directa de las poblaciones
originarias del territorio nacional. b) Estilos de vida y vínculos espirituales e
históricos con el territorio que tradicionalmente usan u ocupan. c) Instituciones
sociales y costumbres propias. d) Patrones culturales y modo de vida distintos a
los de otros sectores de la población nacional. El criterio subjetivo se encuentra
relacionado con la conciencia del grupo colectivo de poseer una identidad
indígena u originaria”.

Para permitir a las administraciones públicas y a la ciudadanía en general


acceder a la información existente sobre los pueblos indígenas y sobre todo para
la etapa de identificación de los pueblos indígenas en el proceso de consulta
previa, como otra medida de implementación del derecho a la consulta previa
dentro del ordenamiento jurídico peruano, el Ministerio de Cultura en mayo de
2012, dictó la Resolución Ministerial 202-2012/MC con la finalidad de poner en
funcionamiento una base de datos oficial de los pueblos indígenas u originarios
como lista referencial de pueblos indígenas identificados en nuestro país. Para
el funcionamiento de esta base de datos, la misma que tiene su origen en el
artículo 20 de la Ley y en el numeral 29.2 del artículo 29 del reglamento de la
referida ley, la Resolución Ministerial 202-2012/ MC aprobó una Directiva 003-
2012/MC19, dónde se establecen procedimientos para su elaboración,
información y actualización, bajo la evaluación tanto del Vice ministerio de
Interculturalidad como de la Dirección General de los derechos de los pueblos
indígenas.

Respecto a estos procedimientos, la directiva fija dos mecanismos para recabar


la información categórica sobre los pueblos indígenas, siendo uno de ellos
precisamente la utilización de los criterios de identificación de los pueblos
indígenas tomados de la Ley, a fin de determinar qué comunidades del país
forman parte de la base de datos oficial de pueblos indígenas.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 21

En ese sentido, el artículo 7.1 de la Directiva establece que para el proceso de


identificación de los pueblos indígenas u originarios que integran la base de
datos, se consideran los criterios objetivos y subjetivos dispuestos en el artículo
1 del Convenio 169, el artículo 7 de la Ley 29785 y el artículo 3 de su reglamento.
Esos criterios incluyen: “continuidad histórica, es decir, permanencia en el
territorio nacional desde tiempos previos al establecimiento del Estado; conexión
territorial entendida como la ocupación de una zona del país por parte de los
ancestros de las poblaciones referidas, e instituciones políticas, culturales,
económicas y sociales distintivas” conservadas total o parcialmente por los
grupos humanos en cuestión. A su vez, el criterio subjetivo se refiere a la
autoidentificación de las personas que forman parte de un colectivo humano
como pertenecientes a un pueblo indígena u originario del territorio nacional.

Finalmente, la base de datos incorpora como elementos objetivos para el


reconocimiento de un pueblo indígena los siguientes: lengua indígena en tanto
constituye una de las principales instituciones sociales y culturales de todo
pueblo, y tierras comunales de pueblos indígenas, que establecen la existencia
de conexión territorial. Elementos que dan cuenta de la continuidad histórica,
desde tiempos anteriores al establecimiento del Estado pero que nos llevan a la
necesidad de plantearnos si permitirán la adecuada identificación del colectivo
indígena para asegurarle la efectiva protección que le concede el Convenio.

La ley precitada, que ha dado importancia al derecho a la consulta previa,


dispone que se considera al Viceministerio de Interculturalidad del Ministerio de
Cultura como el órgano técnico especializado en materia indígena del Poder
Ejecutivo. Asimismo, dicha ley cuenta con un Reglamento, el Decreto Supremo
N° 001-2012-MC del Ministerio de Cultura.

4.1. Base de Datos

El Ministerio de Cultura señala que la BDPI es una herramienta que permite a


las entidades de la administración pública, a los Pueblos Indígenas y a la
ciudadanía en general conocer la información de los Pueblos Indígenas u
Originarios identificados por el Viceministerio de Interculturalidad.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 22

4.1.1. Utilidad de la Base de Datos

La BDPI sirve para implementar el derecho a la consulta previa, ya que da


información a las entidades del Estado sobre los Pueblos Indígenas cuyos
derechos colectivos pueden ser afectados por una medida legislativa o
administrativa. Es decir, ayuda al ejercicio del derecho a la consulta previa y con
este derecho ayuda a la protección de los derechos de los Pueblos Indígenas.

También la BDPI cumple un rol importante en la producción y difusión de


conocimiento sobre los Pueblos Indígenas, dando información que contribuirá a
un mejor diseño de políticas públicas especializadas.

4.1.2. Contenido de la Base de Datos

La información de la BDPI es referencial y se actualiza regularmente. Contiene:

- El registro de Pueblos Indígenas u Originarios,


- Denominaciones y auto denominaciones de los Pueblos Indígenas u
Originarios,
- Información étnica y cultural importante de los pueblos identificados: su
historia; sus instituciones distintivas; sus creencias y prácticas ancestrales
y sus lenguas,
- Referencias geográficas de los Pueblos Indígenas según ubicación de las
comunidades georreferenciadas y sus ríos. Ubicación de reservas
territoriales en las que se encuentran los Pueblos Indígenas en
Aislamiento y Contacto Inicial – PIACI,
- Instituciones y organizaciones representativas a nivel comunal, listado de
comunidades que pertenecerían a un Pueblo Indígena,
- Información sobre las organizaciones nacionales representativas de los
Pueblos Indígenas que participaron de procesos de consulta previa.
4.2. ¿Los Pueblos Indígenas en el Perú necesitan estar registrados
oficialmente para que se respeten y cumplan sus derechos?

No, En el Perú no es necesario que los Pueblos Indígenas realicen algún trámite
para exigir que se respeten y cumplan sus derechos pues la Constitución Política
del país reconoce su existencia real y legal, y el Estado peruano es responsable
de su protección. Además, la existencia de los Pueblos Indígenas es reconocida
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 23

a lo largo de la historia y las normas peruanas (usándose denominaciones como


indias, originarias, indígenas, campesinos, nativos, etc.). Para fortalecer el
ejercicio del derecho de los Pueblos Indígenas, el Estado peruano ha establecido
trámites para su reconocimiento formal (formalización). Sin embargo, ningún
trámite puede impedir o limitar el ejercicio, respeto y cumplimiento de derechos
de los Pueblos Indígenas.

Ningún trámite puede impedir o limitar el ejercicio, el respeto y el cumplimiento


de nuestros derechos como Pueblos Indígenas.

5. LA JURISDICCION ESPECIAL COMUNAL

La jurisdicción especial comunal es la potestad que tienen las autoridades de las


comunidades campesinas, comunidades nativas y rondas campesinas 3.

5.1. Alcance de la jurisdicción especial comunal-rondera

El primer paso a seguir cuando se discute en sede penal una imputación contra
integrantes de Rondas Campesinas por la presunta comisión de un hecho
punible, es verificar si es aplicable el Art. 149° de la Constitución, el denominado
fuero especial comunal, en cuanto ella constituye un límite objetivo a la
jurisdicción penal ordinaria. Mediante la jurisprudencia de la Corte Constitucional
de Colombia (Sentencia T-552/03, del 10 de julio de 2003).

Podemos determinar cuatro elementos que comporta la jurisdicción especial


comunal-ronderil:

A) Humano. Existencia de un grupo diferenciable por su origen étnico o cultural


y por la persistencia diferenciada de su identidad cultural. Las Rondas
Campesinas tienen este atributo socio cultural.

B) Orgánico. Existencia de autoridades tradicionales que ejerzan una función de


control social en sus comunidades. Las Rondas Campesinas, entre otras
múltiples funciones, tiene a cargo la función jurisdiccional para la solución de los
conflictos, asimismo cuentan con la necesaria organización, con el
reconocimiento comunitario y con capacidad de control social.

3
Según el Acuerdo Plenario N° 1-2009/CJ-116, de la Corte Suprema de Justicia.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 24

C) Normativo. Existencia de un sistema jurídico propio, de un derecho


consuetudinario que comprenda normas tradicionales tantos materiales cuanto
procesales y que serán aplicadas por las autoridades de las Rondas
Campesinas. Esas normas, han de tener como fundamento y límite la protección
de la cultura comunitaria, asegurar su mantenimiento y prevenir las amenazas a
su supervivencia.

D) Geográfico. Las funciones jurisdiccionales, que determinan la aplicación de la


norma tradicional, se ejercen dentro del ámbito territorial de la respectiva Ronda
Campesina. El lugar de comisión del hecho, es esencial para el reconocimiento
constitucional de la respectiva función jurisdiccional de la Ronda Campesina. A
estos elementos se une el denominado factor de congruencia.

El derecho consuetudinario que debe aplicar las Rondas Campesinas no puede


vulnerar los derechos fundamentales de la persona. Se trata de una condición
de legitimidad y límite material para el ejercicio de la función jurisdiccional
especial comunal ronderil. Por tanto, el fuero comunal-rondero se afirmará, si
concurren los elementos y el factor antes indicado.

Elemento objetivo, requiere que, el agente ha de ser un rondero, y que la


conducta juzgada ha de haber ocurrido en el ámbito geográfico de actuación de
la respectiva Ronda Campesina, necesariamente presentes a la calidad del
sujeto o el objeto sobre los que recae la conducta delictiva. Por tanto, deberán
verificarse:

A. La existencia de una concreta norma tradicional que incluya la conducta


juzgada por la Ronda Campesina. Esa norma, sólo comprenderá la defensa y
protección de los intereses comunales o de un miembro de la comunidad donde
actúa la Ronda Campesina.

B. Si el sujeto u objeto pasivo de la conducta pertenece también a la comunidad


y los hechos guardan relación con la cosmovisión y la cultura rondera, entonces
serán conflictos puramente internos de las Rondas Campesinas, no cabe sino
afirmar la legitimidad constitucional de esa conducta y, por ende, la exclusión del
Derecho penal, en tanto, los actos cometidos no vulneren los derechos
fundamentales.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 25

C. Si, en cambio, se trata de personas que no pertenecen a la cultura o espacio


cultural de actuación de las Rondas Campesinas; entonces se presenta un
conflicto de naturaleza intercultural la solución no puede ser igual. Por lo cual, la
legitimidad de la actuación comunal-rondera estará condicionada:

(i) Localización geográfica de la conducta, que la conducta del sujeto afecte el


interés comunal o de un poblador incluido en el ámbito de intervención de la
Ronda Campesina y esté considerada como un injusto por la norma tradicional,
cuya identificación será esencial para el órgano jurisdiccional; y

(ii) Al ámbito cultural, referidos a los factores vinculados a la forma y


circunstancias del hecho que generó la intervención de las Rondas y al modo
cómo reaccionaron las autoridades ronderas; que el agente de la conducta
juzgada haya advertido la lesión o puesta en peligro del interés comunal o de
sus miembros y/o actuado con móviles egoístas para afectar a la institución
comunal u ofendido a sabiendas los valores y bienes jurídicos tradicionales de
las Rondas Campesinas o de sus integrantes.

El factor de congruencia, además de los señalado líneas arriba, se debe


entender que, los derechos fundamentales vinculados a la actuación de las
Rondas Campesinas y de sus integrantes, derecho a la identidad étnica y cultural
y el derecho colectivo al ejercicio de la jurisdicción especial, nunca se reconocen
de manera absoluta, pues existen otros derechos individuales y colectivos con
los cuales deben ponderarse los derechos fundamentales antes citados.

Entre estos derechos de primer orden, inderogables tenemos; la vida, la


dignidad, la prohibición de torturas, de penas y de tratos inhumanos, humillantes
o degradantes, la prohibición de la esclavitud y de la servidumbre, la legalidad
del proceso, de los delitos y de las penas bajo la noción “previsibilidad” para
evitar vulnerar el derecho a la autonomía cultural. Estos derechos, en todo caso,
han de ser interpretados, desde luego, de forma tal que permitan comprender,
en su significado, las concepciones culturales propias de las Rondas
Campesinas en donde operan y tienen vigencia.

La violación de los derechos humanos presenta dos situaciones, (i) a lo previsto


en las mismas reglas consuetudinarias o (ii) a los abusos que cometen las
autoridades de las Rondas Campesinas por no respetar el derecho
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 26

consuetudinario. En ambos supuestos, la justicia penal ordinaria determinará, si


en efecto, tal situación de ilicitud en el control penal comunal rondero se ha
producido y, en su caso, aplicar la ley penal a los imputados.

En atención a lo expuesto será de rigor considerar como conductas que atentan


contra el contenido esencial de los derechos fundamentales y, por tanto,
antijurídicas, al margen de la aceptabilidad del derecho consuetudinario, (i) las
privaciones de libertad sin causa y motivo razonable –plenamente arbitrarias y al
margen del control típicamente ronderil-; (ii) las agresiones irrazonables o
injustificadas a las personas cuando son intervenidas o detenidas por los
ronderos; (iii) la violencia, amenazas o humillaciones para que declaren en uno
u otro sentido; (iv) los juzgamientos sin un mínimo de posibilidades para ejercer
la defensa; (vi) la aplicación de sanciones no conminadas por el derecho
consuetudinario; (vii) las penas de violencia física extrema –tales como lesiones
graves, mutilaciones- entre otras.

6. LAS RONDAS CAMPESINAS

Las rondas campesinas son organizaciones que surgieron de manera autónoma


en las zonas rurales del Perú a mediados de la década de 1970. La primera
surgió el 29 de diciembre de 1976 en la comunidad campesina de Cuyumalca,
en el distrito y provincia de Chota en la región Cajamarca. Surgieron como una
respuesta a la carencia de protección estatal de los derechos de las personas de
la zona rural. Su actividad está regulada por la Ley n.º 27908 y su reglamento,
que les reconoce el derecho a participar de la vida política del país, capacidad
conciliatoria, y apoyo a la administración de justicia en general. Posteriormente,
durante los años 80 este tipo de organizaciones se extendieron en todo el
territorio peruano, principalmente para participar en la lucha antiterrorista.

6.1. Reconocimiento constitucional, jurisprudencial y legal de las


rondas campesinas
6.1.1. De la Ley 24571 a la reforma constitucional de 1993

Las rondas campesinas son organizaciones sociales de larga data en el Perú, y


tienen un importante grado de institucionalización social y jurídica. En efecto,
están reconocidas en el ordenamiento jurídico peruano como proveedoras de
seguridad ciudadana rural desde noviembre de 1986, con la Ley Nº 24571, que
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 27

las reconocía como organizaciones “que contribuyen al desarrollo y a la paz


social, cooperando con las autoridades en la eliminación de cualquier delito”
(artículo único). Dicha ley indicaba que su estatuto y reglamento se rigen por las
normas de las comunidades campesinas establecidas en la Constitución y el
Código Civil.

Lamentablemente, a este avance normativo le sigue un retroceso con el Decreto


Supremo N° 12-88-MI de marzo de 1988, que aprobó un Reglamento de
Organización y Funciones de rondas campesinas, pacíficas, democráticas y
autónomas, y estableció que el control y la supervigilancia esté a cargo de la
Dirección General de Gobierno Interior (artículo 29º). Además, requería una
acreditación a través de una resolución prefectural (artículo 30º). Estas
disposiciones eran claramente inconstitucionales y por la misma debilidad e
insuficiencia del Estado que llevó a la organización rondera, casi no se aplicaron.

Más adelante, en el Decreto Legislativo N° 740 de noviembre de 1991, se


dispuso la entrega de armas y municiones a las rondas campesinas en el marco
de la política antisubversiva. Muchas rondas no aceptaron las armas,
entendiendo que el hacerlo podría implicar pérdida de independencia y
autonomía. Cabe indicar que la fortaleza de la organización rondera fue uno de
los factores por los que los grupos alzados en armas no consiguieron tener una
presencia significativa en la Sierra Norte. Este hecho no pasó desapercibido para
el Estado, al punto que se buscó replicar la experiencia en el trapecio andino y
la selva alta mediante la institucionalización de Comités de Autodefensa
monitoreados por el Ejército, mediante el Decreto Legislativo Nº 741.

Luego del golpe de Estado del 5 de abril de 1992, se expidió el Decreto Supremo
N° 77-92 en noviembre de 1992. Allí se dispuso que las Rondas Campesinas se
adecuen a la normatividad de los Comités de Autodefensa (artículo 4º) y operen
con autorización del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (artículo 6º).
Este decreto dejó sin efecto al Decreto Supremo N° 12 - 88 MI. De este modo,
se trató de hacer pasar a las rondas campesinas de la subordinación al Ministerio
del Interior, a la del Ministerio de Defensa.

Es en ese contexto en que se da el debate del que sería el artículo 149º del texto
constitucional de 1993, en el llamado “Congreso Constituyente Democrático”.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 28

Consideramos pertinente precisar que la ponencia original presentada a la


Comisión de Constitución por el Centro de Investigaciones Judiciales del Poder
Judicial, planteaba el ejercicio de funciones jurisdiccionales de las autoridades
de las comunidades campesinas y nativas y de las rondas campesinas. Sin
embargo, en el transcurso del debate se modificó la redacción del articulado, de
modo que al final quedó con la siguiente redacción:

“Las autoridades de las comunidades campesinas y nativas, con el apoyo de las


rondas campesinas, pueden ejercer las funciones jurisdiccionales dentro de su
ámbito territorial, de conformidad con el derecho consuetudinario, siempre que
no violen los derechos fundamentales de la persona. La ley establece las formas
de coordinación de dicha jurisdicción especial con los juzgados de paz y con las
demás instancias del Poder Judicial.”

Lamentablemente, la literalidad del artículo citado no comprende directamente a


las rondas campesinas de caseríos, distritos o centros poblados, cuyos
pobladores campesinos no han constituido la persona jurídica “comunidad
campesina”, a pesar de ser efectivamente comunidades de campesinos, con
rasgos culturales y políticos de similar tipo a los que mantuvieron la propiedad
comunal de la tierra, así como con un Derecho consuetudinario, es decir, una
regulación institucional de conductas sociales, que la población asume como
obligatoria y que tiene una fuerza pública de respaldo.

Esta ausencia de claridad normativa a nivel constitucional determina que sigan


produciéndose situaciones de tensión entre ciertas autoridades comunes, los
integrantes de las rondas y sus autoridades. Ante esta situación, urge precisar la
interpretación del mencionado artículo, conforme las técnicas de interpretación
jurídica, y específicamente, de interpretación constitucional.

6.1.2. La interpretación del artículo 149º de la Constitución

Cuando nos encontramos con situaciones de hecho que, a pesar de requerir una
regulación jurídica, no la tienen, estamos ante una laguna del Derecho, la misma
que tiene que llenarse mediante una operación de integración jurídica. En efecto,
suponer que sólo está regulado lo que se ha escrito es desconocer que la vida
social es dinámica y, por lo tanto, llevar el Derecho al fracaso. Para evitar eso,
se admite la interpretación extensiva de las normas. Por ella se extiende el
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 29

supuesto de hecho de una norma hacia otro supuesto de hecho carente de


regulación expresa, pero de naturaleza similar a aquél que sí está regulado. De
manera que a este último le corresponda la misma consecuencia jurídica que al
primero.

Por la literalidad del artículo 149° del texto constitucional vigente, al supuesto de
hecho “comunidad campesina” le corresponde la consecuencia jurídica “ejercen
funciones jurisdiccionales”. Una interpretación lógica de este artículo admite
extender su supuesto de hecho hasta abarcar a las rondas campesinas de
caseríos o centros poblados, en la medida en que son instituciones sociales de
naturaleza similar a las comunidades campesinas, al ser, como ellas,
expresiones culturales de numerosos pueblos y comunidades andinas, las
mismas que imparten justicia conforme a su derecho comunal. Con la diferencia
de estar integradas por campesinos parceleros.

Asumir una interpretación que se quede en la literalidad del texto del artículo
149° lleva a desconocer las responsabilidades que estos pueblos vienen
asumiendo consuetudinariamente y, por lo tanto, a exactamente los mismos
problemas que el artículo 149º de la Constitución pretende resolver:
desconocimiento del pluralismo jurídico que existe en el Perú, justicia inaccesible
e impunidad de cierto tipo de criminalidad en los campos peruanos. Asimismo,
lleva a la criminalización de campesinos encargados, por sus comunidades, de
resguardar los bienes de sus pares, sancionar a quienes los violentan, y en
general, resolver conflictos dentro del territorio de la comunidad, caserío o centro
poblado. Por ende, a generar violencia social en el medio rural peruano.

Por el contrario, el objetivo o finalidad del artículo 149º de la Constitución es el


de reconocer el pluralismo jurídico existente en el Perú, en el marco de los
principios supremos del ordenamiento peruano, como una forma de adecuar
nuestro ordenamiento normativo a nuestra realidad. Esto puede confirmarse de
la revisión del Diario de los Debates del Pleno del llamado “Congreso
Constituyente Democrático”:

En la sesión del 26 de julio de 1993 se presenta el que sería luego el artículo


149º de la Constitución e inmediatamente después de su lectura, el ponente
señala que:
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 30

“Nuestro Perú es muy disímil en las costumbres, en la idiosincrasia, en una serie


de modos de ser, modos de vivir, y muchas veces no resulta justo aplicar unas
normas legales que se preparan para Lima o algunas ciudades, pero no para las
comunidades, donde existen otras realidades.”

Y a continuación se pone el ejemplo del servinakuy, para luego pasar a otro


tema. La propuesta no fue discutida y en la tarde del mismo 26 de julio se aprobó.
Al respecto, debemos señalar, en primer lugar, que no parece claro que al
referirse a las “comunidades” el ponente haya querido restringirse a las personas
jurídicas “comunidades campesinas”, y no a las comunidades rurales en el
sentido lato o coloquial del término, comprendiendo también a las comunidades
de campesinos parceleros. Y, en segundo lugar, debe señalarse que las rondas
campesinas calzan perfectamente en la motivación expuesta.

6.1.3. Los límites de la justicia comunal

Básicamente, son los derechos humanos, como lo señala expresamente el texto


del artículo 149º de la Constitución. Asimismo, el Convenio 169 sobre pueblos
indígenas y tribales en países independientes, ratificado por el Estado peruano
y, por tanto, norma interpretativa de los derechos humanos conforme a la cuarta
disposición final y transitoria del texto constitucional vigente, señala en su artículo
8.2, refiriéndose a los pueblos indígenas, que:

“Dichos pueblos deberán tener el derecho de conservar sus costumbres e


instituciones propias, siempre que éstas no sean incompatibles con los derechos
fundamentales definidos por el sistema jurídico nacional ni con los derechos
humanos internacionalmente reconocidos. Siempre que sea necesario, deberán
establecerse procedimientos que puedan surgir en la aplicación de este
principio”.

Asimismo, en su artículo 9.1. precisa que:

“En la medida en que ello sea compatible con el sistema jurídico nacional y con
los derechos humanos internacionalmente reconocidos, deberán respetarse los
métodos a los que los pueblos interesados recurren tradicionalmente para la
represión de los delitos cometidos por sus miembros”.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 31

Cabe resaltar que el reconocimiento de derechos a los pueblos indígenas se


fundamenta en la exigencia del respeto a la dignidad de toda persona, y por
ende, a las distintas expresiones culturales que pueda desarrollar en su vida
colectiva. De la misma manera, el reconocimiento constitucional de facultades
jurisdiccionales a las comunidades nativas y campesinas, así como a las rondas
campesinas de acuerdo a lo indicado en las líneas precedentes, va de la mano
con las exigencias de protección de la vida y la integridad física, así como de la
libertad entendida como capacidad de tomar decisiones (autonomía personal).
Más aún, cuando es alrededor de estos bienes jurídicos que se estructura el
conjunto de los derechos humanos.

Debe indicarse que, al ser los derechos humanos relativos a dichos bienes y a
sus exigencias de protección, pueden admitirse puntuales restricciones a los
mismos, siempre y cuando estén orientadas a mejorar la vida y relaciones de las
personas.

En general, toda restricción de derechos debe siempre observar:

a) La dignidad de la persona humana; si bien la dignidad humana es fuente del


respeto de la vida, integridad y libertad, lo es también, de forma directa, del
conjunto de exigencias del debido proceso, en la medida en que éstas implican
el reconocimiento de la calidad de sujetos y no objetos de las personas sobre las
que va a recaer una decisión. Estas exigencias aumentan en complejidad a
medida que los órganos de decisión y los procesos respectivos se hacen más
complejos. Por el contrario, pueden sintetizarse puntualmente allí donde los
procedimientos son relativamente simples. Así, la Corte Constitucional
Colombiana, frente a la noción del debido proceso definió que “éste debe ser
interpretado en forma amplia, ya que exigir la vigencia de normas e instituciones
rigurosamente equivalentes a la nuestra, permitiría una completa distorsión del
pluralismo como principio básico de la Carta”. En estos casos el respeto al debido
proceso debería incluir como mínimo:

- En relación con los órganos que juzgan: el derecho a un juzgador


predeterminado e imparcial. Es decir, la asamblea o ronda que juzga debe
tener competencias predefinidas, aunque sea por la costumbre, y debe
haber garantías de su imparcialidad.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 32

- En relación con el procedimiento: el derecho de defensa (o a ser oído) y


a presentar pruebas (como testimonios, por ejemplo).
- En relación con la decisión: el derecho a que sea adecuadamente
motivada (sin importar si es verbal o escrita), y a que se ejecute conforme
a sus fines, de manera que se obtenga una tutela comunal efectiva.

b) El respeto de la vida y la integridad física; y, por consiguiente, la obligación de


no matar ni afectar la integridad corporal al punto de generar en ella afectaciones
permanentes. Como referencia, puede recordarse que nuestras normas penales
consideran como delitos la comisión intencionada de lesiones que exigen 10 o
más días de descanso o tratamiento médico. En ese mismo sentido, se
encuentra totalmente prohibida la tortura o cualquier otro trato cruel, inhumano o
degradante, es decir, aquél que busca generar en la persona un sentimiento de
miedo, ansia e inferioridad con el fin de humillarla, degradarla y romper su
resistencia física y moral, tal como lo han precisado tanto la Corte Interamericana
sobre Derechos Humanos, como su similar europea. Un linchamiento estaría
dentro de los actos prohibidos por estas razones.

Consideramos pertinente señalar que ante casos de sanciones con latigazos la


Corte Constitucional de Colombia en la discutida Sentencia de tutela
(equivalente a nuestro amparo) T-523/97 estimó “que el sufrimiento que esa
pena podría causar al actor, no reviste los niveles de gravedad requeridos para
que pueda considerarse tortura, pues el daño corporal que produce es mínimo”
y que “tampoco podría considerarse como pena degradante que “humille al
individuo groseramente delante de otro o en su mismo fuero interno”. En todo
caso, si bien no todo castigo físico es causa necesaria de una afectación a la
vida e integridad, lo recomendable es sustituirlos por otro tipo de sanción.

c) La libertad personal; el derecho a la libertad personal, como todo derecho,


admite una amplia gama de restricciones que podrían ser aplicadas por la justicia
comunal. Sin embargo, existe un núcleo esencial que no puede ser desconocido:
la capacidad de tomar decisiones sobre uno mismo. Por ello, toda forma de
esclavitud está absolutamente prohibida. No así las sanciones consistentes en
trabajos en favor de la comunidad, en donde el sistema de ejecución
penitenciaria común tiene mucho que aprender y recoger de la justicia comunal.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 33

6.1.4. Precedentes jurisprudenciales nacionales

A nivel de cortes superiores, fiscalías supremas y en la Corte Suprema en más


de una oportunidad se ha sentenciado considerando que el artículo 149º de la
Constitución es aplicable a las rondas campesinas. Así, en 1996 la Corte
Superior de Piura absolvió a 10 ronderos acusados de secuestro y a 1 de
extorsión, por considerar que las conductas imputadas se habían realizado en el
ejercicio de funciones de seguridad comunal.

Ante el recurso de nulidad que se presentó, el fiscal supremo en lo penal opinó


(Dictamen Nº 4416-97-MP-FN-2ºFSP, en la instrucción Nº 910-66) que debía
“tenerse en cuenta que la captura efectuada por los ronderos acusados se
encuentra amparada en la Constitución en su artículo 149º...” por lo que concluyó
que no había nulidad en la sentencia absolutoria. El 11 de mayo de 1998 la Corte
Suprema, de conformidad con lo dictaminado por el fiscal, declaró no haber
nulidad de la resolución impugnada (Expediente Nº 5622-97).

Poco antes, en la resolución del 9 de marzo de 1998, al resolver el recurso de


nulidad 4382-97, la Corte Suprema concordó la ley, en cuanto indicaba que las
rondas campesinas “tienen facultades de defensa y cooperación frente al delito
común”, con el mencionado artículo 149º de la Constitución y confirmó la
sentencia recurrida en cuanto absolvía a 4 ronderos de los delitos de secuestro
y lesiones, así como en la nulidad de la misma sentencia en cuanto los
condenaba por coacción, disponiendo su reforma y la consiguiente absolución.

Pero es la sentencia del 9 de junio del 2004 de la Sala Penal Transitoria de la


Corte Suprema de Justicia, que resuelve el Recurso de Nulidad N° 975-2004, la
que abre el camino al reconocimiento definitivo de la justicia comunal por la
institucionalidad estatal. Esta sentencia había sido precedida por un dictamen de
la Primera Fiscalía Suprema en lo Penal que concluía en la nulidad de la
sentencia condenatoria de 11 miembros de las rondas campesinas de los
caseríos de Pueblo Libre y Santa Rosa, en Moyobamba. El fiscal había
considerado que en la sentencia de la corte superior no se encontraba un juicio
razonado de los medios probatorios y de responsabilidad de los inculpados,
violándose el deber prescrito en el inciso 5) del artículo 139° de la Constitución,
desarrollado en el artículo 285° del Código de Procedimientos Penales.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 34

Asimismo, no se habría pronunciado sobre un argumento central de la defensa


en la etapa de alegatos: la invocación del error de comprensión culturalmente
condicionado regulado en el artículo 15° del Código Penal.

Así, la Corte Suprema consideró que los ronderos procesados, “teniendo


conocimiento que los presuntos agraviados ... admitieron ... ser los autores de
los delitos de robo, violación sexual y asesinato que se habrían cometido en sus
territorios, decidieron sancionarlos de acuerdo a sus costumbres, condenándolos
a “cadena ronderil”, esto es, pasarlos de una ronda a otra a efectos de que sean
reconocidos por sus habitantes y además presten trabajo gratuito a favor de las
respectivas comunidades.” Por ende, “su actuar se encuentra normado y
regulado por el artículo ciento cuarenta y nueve de la Constitución Política del
Perú ...”. En consecuencia, la Sala aplica al caso el inciso 8) del artículo 20° del
Código Penal, que señala la exención de responsabilidad penal de quienes
actúen “por disposición de la ley, en cumplimiento de un deber o en el ejercicio
legítimo de un derecho, oficio o cargo”. Y por lo tanto absuelve a todos los
encausados por los delitos de secuestro, usurpación de funciones y violencia y
resistencia a la autoridad.

De este modo, la Corte Suprema ha acogido una interpretación extensiva del


artículo 149° de la Constitución, para incluir a las rondas campesinas en su
supuesto de hecho, lo que en la práctica implica, de un lado la descriminalización
de los ronderos por los actos que realicen en cuanto responsables de la justicia
en sus comunidades, y de otro, la exigencia a los operadores policiales, fiscales
y judiciales de coordinar con las autoridades comunales para la realización de
los fines comunes de justicia al que apuntan tanto la justicia comunal como la
justicia común.

Sin dejar de observar que estas sentencias de la Corte Suprema aún padecen
de problemas en la calidad de la argumentación, merecen ser apreciadas como
hitos de un camino que el Derecho Peruano tiene que recorrer necesariamente.
De manera que sea cada vez más “la ley del más débil”, lo que en el Perú implica
una apertura y permeabilidad a las regulaciones que ciudadanos como los
campesinos ronderos, vienen desarrollando al responder a las exigencias de
seguridad y justicia de sus pueblos.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 35

6.2. La Ley de Rondas Campesinas, su reglamento y la directiva de la


SUNARP
6.2.1. Elementos del reconocimiento legal de las rondas campesinas

Teniendo en cuenta que a pesar de lo expuesto subsistían interpretaciones


restrictivas del artículo 149º o incluso desconocimiento de sus alcances, lo que
llevó al procesamiento de numerosos campesinos, el Congreso expidió en
diciembre del 2001 la Ley Nº 27599, de amnistía para los ronderos procesados
o condenados por tenencia ilegal de armas o secuestro, siempre que este último
no esté relacionado con denuncias de desaparición o tortura.

Posteriormente, y tras un largo debate, se expidió la Ley Nº 27908, Ley de


Rondas Campesinas, publicada el 7 de enero del 2003. Esta ley confirma lo ya
expresado en disposiciones anteriores:

• El reconocimiento de la personalidad jurídica de las rondas campesinas


(artículo 1°, dispuesto anteriormente en el artículo único de la Ley Nº 24571).

• Competencias sobre la seguridad y el mantenimiento de la paz comunal


en sus ámbitos territoriales (artículo 1°, dispuesto anteriormente en el
artículo único de la Ley Nº 24571).
• Competencias de apoyo a la función jurisdiccional de las comunidades
campesinas (artículo 1°, recogido del 149° de la Constitución).
• Derechos de participación, control y fiscalización de programas y
proyectos en su ámbito comunal (artículo 6°, el cual desarrolla el inciso 17
del artículo 2° de la Constitución).
• El derecho a la no discriminación por autoridades públicas (artículo 4°,
que no es sino una precisión

Además, confirma prácticas que de hecho son parte del Derecho


consuetudinario en las localidades con tradición rondera:

• Competencias de conciliación extrajudicial (artículo 1°).


• Competencias para la solución de conflictos en general (artículos 1° y 7°).
Como no debe hacerse distingos donde la ley no distingue, en principio
estas normas están definiendo competencias para todo tipo de conflictos.
Y establece normas que no dejan lugar a dudas sobre su calidad de pares
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 36

en relación con las instituciones estatales que tienen competencias sobre


los mismos asuntos:
• Coordinación de las rondas campesinas con autoridades políticas,
policiales, municipales, representantes de la Defensoría del Pueblo y
otras de la Administración Pública; además de con las organizaciones
sociales rurales y entidades privadas dentro de su ámbito local, regional
o nacional (artículo 8°, que debe leerse en concordancia con las
obligaciones de consulta de las medidas que puedan afectarles
dispuestas en el Convenio 169 de la OIT, en especial en su artículo 6).
• La obligación de las autoridades jurisdiccionales ordinarias (con lo que se
asume la existencia de autoridades jurisdiccionales especiales) de
establecer relaciones de coordinación con las autoridades ronderas
(artículo 9°).

Por otro lado, la Ley N° 27908 precisa obligaciones para las rondas campesinas:

• La promoción del ejercicio de los derechos y participación de la mujer en


todo nivel, así como la consideración especial a los derechos del niño y
del adolescente, las personas discapacitadas y los adultos mayores
(artículo 3°).
• La elaboración de su estatuto y su inscripción en los Registros Públicos
(artículo 5°).

Finalmente, como se ha adelantado, esta ley en la parte final de su artículo 1°


dispone que “Los derechos reconocidos a los pueblos indígenas y comunidades
campesinas y nativas se aplican a las Rondas Campesinas en lo que les
corresponda y favorezca”. De esta manera, se da reconocimiento positivo a la
interpretación inclusiva de la Constitución planteada líneas arriba, lo que implica
para las comunidades organizadas en rondas campesinas el derecho al ejercicio
de la jurisdicción comunal (artículo 149° de la Constitución), al reconocimiento
de sus instituciones propias (artículo 8.1 del Convenio 169 OIT), incluyendo las
de represión de los delitos entre sus miembros (artículo 9.1 del Convenio 169
OIT); así como el de que las autoridades penales tengan en cuenta sus
costumbres (artículo 9.2 del Convenio 169 OIT). Evidentemente, esto les
favorece, y en razón de ser expresión de la institucionalidad campesina en las
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 37

zonas donde ésta no se tradujo en comunidades con uso comunal de la tierra,


les corresponde.

En el reglamento de la Ley de Rondas Campesinas, aprobado mediante el


Decreto Supremo N° 25-2003-JUS, del 29 de diciembre del 2003, se precisan
algunos aspectos de las competencias y deberes señalados en ella:

6.2.2. Competencias reglamentarias en materia de seguridad comunal

Así, el artículo 12° del Reglamento precisa en sus dos primeros incisos que son
funciones de las rondas campesinas:

a) “Contribuir a la defensa de la integridad física, moral y cultural de los


miembros de la Comunidad Campesina, de la Comunidad Nativa, del
Caserío u otro centro poblado, para mantener la paz y seguridad de la
población, así como contribuir con el progreso de su pueblo”.

b) “Contribuir a garantizar el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de


los deberes de los miembros de la Comunidad Campesina, de la
Comunidad Nativa, del Caserío u otro centro poblado al que pertenecen,
de conformidad con la Constitución y las leyes.”

Dadas estas competencias y conforme a los artículos 15° y 16° de la Ley del
Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, Ley N° 27933, es que se entiende
la presencia de las rondas campesinas en los consejos provinciales y distritales
de seguridad ciudadana.

6.2.3. Desarrollo reglamentario de la justicia comunal

Por su parte, el artículo 13° señala que:

“La Ronda Campesina y Ronda Comunal, a base de las costumbres


de la comunidad campesina, comunidad nativa, caserío u otro centro
poblado al que pertenecen, pueden intervenir en la solución de
conflictos que se susciten entre miembros de la comunidad u otros
externos, dentro de su ámbito territorial, mediante actuaciones que
serán registradas en el libro de ocurrencias que lleva para tal efecto,
el mismo que será legalizado por el juez de paz de la jurisdicción
correspondiente. Los acuerdos adoptados deben respetar los
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 38

derechos consagrados en la Declaración Universal de los Derechos


Humanos, el Convenio OIT 169, la Constitución y las leyes.”

Debemos señalar que, a partir de este artículo, en concordancia con el


reconocimiento de un orden de competencias del mismo nivel que el de la justicia
común, a efectos de las relaciones de coordinación que exige la Ley N° 27908,
se desprende un llamado a las autoridades comunes a valorar lo registrado en
los libros comunales. De hacerlo, se facilitarían muchas investigaciones en
materia de delincuencia rural, así como la solución a litigios de naturaleza civil o
familiar que se ventilen en la judicatura común.

Este artículo también se refiere a las competencias en materia de conciliación,


indicando que: “Son materias conciliables únicamente las relacionadas con la
posesión, el usufructo de la propiedad comunal, bienes y el uso de los diversos
recursos comunales.”

Evidentemente, esta disposición es ilegal en la frase “únicamente”, al pretender


restringir irrazonablemente la facultad definida en los artículos 1º y 7º de la Ley
N.º 27908, los mismos que no establecen distingos entre las materias sobre las
rondas pueden ejercer funciones conciliadoras. Por ende, corresponderá a la
justicia comunal y eventualmente, a la justicia común, inaplicarla.

6.2.4. Sobre los deberes específicos de las rondas campesinas

Además de los ya indicados en la Ley de Rondas Campesinas, en su


Reglamento destacan los relativos a su inscripción en Registros Públicos. Así, el
artículo 10° del Reglamento precisa los requisitos para su inscripción: copias del
acta de constitución, del Estatuto, de la designación de la Junta Directiva y del
Padrón de ronderos y ronderas. Además, plano perimétrico de su radio de
acción. Asimismo, la Superintendencia Nacional de Registros Públicos, mediante
la Directiva 3-2004-SUNARP/SN, ha regulado el respectivo procedimiento de
inscripción. Esta directiva fue aprobada mediante la Resolución Nº 72-2004-
SUNARP-SN, del 20 de febrero del 2004. Por lo demás, el Reglamento contiene
las pautas básicas de lo que debería estar regulado en los Estatutos de cada
ronda, como derechos y obligaciones de los ronderos y elementos de la
organización comunal.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 39

6.2.5. Las obligaciones de respeto y coordinación

Al ser éste el aspecto más desarrollado en la legislación legal y reglamentaria,


no obstante, la subsistencia de la necesidad de una ley de coordinación,
conviene repasar detenidamente las normas relativas a los deberes de la
magistratura común, y de las autoridades estatales en general, en relación con
las autoridades de las rondas campesinas. Así, vemos que a nivel legal el
reconocimiento de la personalidad jurídica de las rondas campesinas efectuado
por el artículo de apertura de la Ley N° 27908, se complementa con el mandato
de su artículo 9º, según el cual:

“Las autoridades de la jurisdicción ordinaria establecerán relaciones de


coordinación con los dirigentes de las rondas campesinas respetando las
autonomías institucionales propias. Los dirigentes de las Rondas pueden
solicitar el apoyo de la fuerza pública y demás autoridades del Estado.”

Cabe destacar, en primer lugar, que la norma se dirige a las autoridades de la


jurisdicción ordinaria, lo que sólo tiene sentido si se asume la existencia de una
jurisdicción no ordinaria o especial, es decir la que emana del artículo 149º de la
Constitución. Pues no estamos ante la jurisdicción militar ni la del Tribunal
Constitucional ni la del Jurado Nacional de Elecciones, que son las otras
excepciones al monopolio de la potestad de administrar justicia que el artículo
138º de la Constitución concede al Poder Judicial.

En segundo lugar, el artículo mencionado precisa que el deber de establecer


relaciones de coordinación se deberá cumplir “respetando las autonomías
institucionales propias.” Con lo que se reconoce expresamente un ámbito de
potestades que deben ser respetadas.

En tercer lugar, se precisa que “los dirigentes de las rondas pueden solicitar el
apoyo de la fuerza pública”. Ello sólo puede entenderse en el marco del artículo
149º de la Constitución, pues la fuerza pública se hace necesaria cuando se trata
de afectar lícitamente la esfera de libertad de particulares contra su voluntad. Es
decir, para imponer medidas de algún modo coercitivas, entre las que destacan
las relativas a la detención personal.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 40

Estas disposiciones, así como las relativas a las coordinaciones que las rondas
campesinas podrán establecer con las demás autoridades estatales (artículo 8°
de la LRC, 11° y 12° incisos e) y h) del Reglamento), dan el contexto al mandato
de la segunda disposición complementaria del Reglamento, que bajo el título de
“Respeto a las rondas campesinas” prescribe que:

“Las autoridades del Estado, sin excepción, deben respetar y tener en cuenta las
actuaciones de las rondas campesinas y comunales en el marco de la
Constitución, la Ley y el presente reglamento. El incumplimiento de esta
disposición será considerado como una falta conforme a las normas
disciplinarias correspondientes.”

Esta obligación de las autoridades públicas, cuyo incumplimiento configura la


comisión de faltas que cada entidad estatal debería precisar, conlleva, entre
otros aspectos, el deber de reconocer la valía de lo registrado en los libros que
llevan las autoridades comunales o ronderas. Evidentemente, en un proceso
judicial le correspondería el mismo tratamiento que a cualquier otro medio
probatorio; pero sería recomendable que los jueces y fiscales atiendan
especialmente las actuaciones registradas por la institucionalidad rondera, dada
su cercanía a los hechos sobre los que los magistrados tienen que pronunciarse.
Complementariamente, tanto la Ley (última parte del artículo 8°) como el
Reglamento (incisos c) e i) del artículo 12°) contienen disposiciones sobre
coordinaciones con otras organizaciones sociales o privadas. De otro lado, debe
recordarse que la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, Ley Nº
29733, del 12 de febrero del 2003, señala que los representantes de las rondas
campesinas son integrantes de los comités locales de seguridad ciudadana
(artículos 15º y 16º), disposición reiterada en su reglamento.

7. LA JUSTICIA COMUNAL

En un primer momento la justicia comunal no tenía reconocimiento normativo,


constitucional ni legal. Esta etapa culmina en el año de 1986 y estuvo
caracterizada por el profundo desconocimiento de los jueces, fiscales, policías y
abogados del funcionamiento de la justicia comunal. En un contexto de violencia
política, la justicia comunal generaba suspicacia y recelos por parte del Estado,
los cuales se concretaba en la criminalización del ejercicio de la justicia comunal.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 41

Un buen ejemplo de este temor son los diferentes adjetivos que se le endilgan a
las rondas campesinas con la ley 24571, cuando se les denomina rondas
“pacíficas democráticas y autónomas”. Frente a la violencia y frente a los temores
de que sean objeto de manipulación por los partidos de izquierda, se les adjetiva
de esta forma.

7.1. La justicia comunal en el Convenio 169 de la OIT

La justicia comunal también fue objeto de desarrollo por el Convenio 169 de la


OIT, norma que se incorporó en nuestro ordenamiento jurídico el 2 de febrero
del año 1995, luego de la firma y ratificación por el Estado peruano.

“Artículo 8

[…]

2 . Dichos pueblos deberán tener el derecho de conservar sus costumbres


e instituciones propias, siempre que éstas no sean incompatibles con los
derechos fundamentales definidos por el sistema jurídico nacional ni con
los derechos humanos internacionalmente reconocidos. Siempre que sea
necesario, deberán establecerse procedimientos para solucionar los
conflictos que puedan surgir en la aplicación de este principio”.

“Artículo 9

1. En la medida en que ello sea compatible con el sistema jurídico nacional


y con los derechos humanos internacionalmente reconocidos, deberán
respetarse los métodos a los que los pueblos interesados recurren
tradicionalmente para la represión de los delitos cometidos por sus
miembros”.

Se trata de dos normas de rango constitucional, que reconocen la justicia


comunal, pero no con la claridad adecuada, sino de forma un tanto imprecisa.
Estas deficiencias ciertamente pueden ser corregidas a través de una
interpretación sistemática desde la Constitución, el acuerdo plenario, y las
sentencias del Tribunal Constitucional.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 42

7.2. El reconocimiento de la justicia comunal como política pública


por el Acuerdo Nacional

El tiempo no paso en vano, la justicia comunal fue ganando reconocimiento


social y legitimidad política ante la sociedad y ante el Estado. Esto se ve reflejado
en la 28º Política de Estado del Documento Final del Acuerdo Nacional, donde
se reconoce la importancia de la justicia comunal, haciendo de ella una pieza
importante de la política de Estado en materia de justicia.

7.3. El inicio del desarrollo legislativo de la justicia comunal

Posteriormente se aprobó la Ley de Rondas Campesinas, aprobada a través de


la Ley No 27908, publicada el 6/01/03. La Ley No 27908 fue reglamentada por
el Decreto Supremo No 25-2003-JUS. Más que un desarrollo de la función
jurisdiccional es un desarrollo de las competencias de la justicia comunal en
general. En otras palabras, en puridad, no se desarrolla y precisa el contenido
del artículo 149 de la Constitución, sino las competencias de las rondas
campesinas autónomas de control social, más allá de las funciones
jurisdiccionales. Es importante, entre otras, cosas esta norma, por comenzar a
situar el debate ya no en términos de reconocimiento de la justicia comunal, sino
en términos de coordinación de la justicia ordinaria y la justicia comunal.

“Artículo 1.- Personalidad Jurídica

… (las Rondas Campesinas) apoyan el ejercicio de funciones jurisdiccionales de


las Comunidades Campesinas y Nativas, colaboran en la solución de conflictos
y realizan funciones de conciliación extrajudicial conforme a la Constitución y a
la Ley, así como funciones relativas a la seguridad y a la paz comunal dentro de
su ámbito territorial. Los derechos reconocidos a los pueblos indígenas y
comunidades campesinas y nativas se aplican a las Rondas Campesinas en lo
que le corresponde y favorezca

“Artículo 7°. - Actividades en beneficio de la paz comunal

Las Rondas Campesinas en uso de sus costumbres pueden intervenir en la


solución pacífica de conflictos suscitados entre los miembros de la comunidad u
organizaciones de su jurisdicción y otros externos siempre y cuando la
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 43

controversia tenga su origen en hechos ocurridos dentro de su jurisdicción


comunal”.

Adviértase en las anteriores normas que no hay un reconocimiento a las rondas


campesinas autónomas de la facultad jurisdiccional de las rondas campesinas
autónomas. Este tema se esquiva. La razón es que el artículo 149 de la
Constitución, no reconoce facultades jurisdiccionales a las rondas campesinas
autónomas, como ya lo sostuvimos. Y una norma no podía ir más allá de la
Constitución.

7.4. La coordinación entre la justicia comunal y la justicia estatal

Luego del reconocimiento de la justicia comunal, social y normativamente, un


tema de inevitable debate es la coordinación entre la justicia comunal y la justicia
estatal. En ese contexto, el artículo 18 del Nuevo Código Procesal Penal es
significativo, pues reiteró una regla que ya estaba en el artículo 149 de la
Constitución: que la justicia comunal tiene una prelación y una preferencia al
momento de resolver un conflicto.

“Nuevo Código Procesal Penal

Artículo: 18° Límites de la jurisdicción penal ordinaria

La jurisdicción penal ordinaria no es competente para conocer:

✓ De los delitos previstos en el artículo 173° de la Constitución.


✓ De los hechos punibles cometidos por adolescentes.
✓ De los hechos punibles en los casos previstos en el artículo 149° de la
Constitución”.

Ciertamente, algunos no quieren ver en esta norma, interpretada en consonancia


con la Constitución, una regla de preferencia para que la primera opción la
tengan la justicia comunal, en caso de conflicto con la justicia estatal.

7.5. Reconocimiento de la justicia Comunal por la CERIAJUS

Un indicador del nivel del reconocimiento social de la justicia comunal, en la línea


del acuerdo nacional antes comentado, lo constituye el reconocimiento de la
justicia comunal por el plan elaborado por la Comisión Especial de Reforma
Integral del Sistema de Justicia (CERIAJUS), creada por el Gobierno de
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 44

Alejandro Toledo, luego de la caída de Fujimori. 16 representantes de las


instituciones del sistema de justicia y de las organizaciones representativas de
la sociedad civil, reconocieron la importancia de las rondas campesinas y de la
justicia comunal, en el marco de los esfuerzos por permitir el acceso a la justicia
de la población rural.

El documento final del Grupo de Trabajo de Acceso a la Justicia comienza por


reconocer que “el principal problema de la justicia en el Perú son sus serias
limitaciones al acceso universal de los ciudadanos a la justicia”. Esta situación
encontraría sus causas según dicho documento en la “la existencia de barreras
geográficas, económicas, lingüísticas y culturales que afecta la condición de
igualdad”, y en los “serios problemas de funcionamiento y deficiente servicio de
justicia”.

Ante esta situación, y reconociendo la “escasa cobertura del sistema justicia”,


propone encaminarnos hacia un “modelo de justicia inclusivo”, y en nuestro caso
en concreto, “desarrollo de la justicia comunal”. La propuesta señala como
problema la ausencia de coordinación entre la justicia comunal y la justicia
ordinaria, así como la falta de respeto de la justicia comunal por las autoridades
públicas y la justicia ordinaria. Dicho grupo de trabajo, reconoce como problema
la falta de “respeto” de las autoridades públicas y del sistema de justicia de la
justicia comunal, como consecuencia de la falta de una adecuada coordinación
ente la justicia comunal y la justicia ordinaria.

La justicia comunal reconocida en la Constitución Política, requiere algunos


ajustes a nivel normativo y funcional debido que a pesar que se reconoce el
ejercicio de funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, de
conformidad con el derecho consuetudinario, siempre que no violen derechos
fundamentales, no existe una adecuada coordinación con la justicia ordinaria y
las autoridades públicas, la que muchas veces no respeta sus decisiones”.

Ante esta realidad se plantea como objetivo específico: “Consolidar la justicia


comunal ejercida por las autoridades de los pueblos indígenas, rondas
campesinas, comunidades campesinas y nativas, como reconocimiento de la
pluralidad del país”. La propuesta de la CERIAJUS en esta materia es el
“Desarrollo de políticas públicas de reconocimiento y respeto de las
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 45

manifestaciones jurídicas propias de los pueblos indígenas, comunidades


nativas, campesinas y rondas campesinas”.

Si se mira en perspectiva, se advertirá que la justicia comunal adquiere


ciudadanía no solo en la sociedad sino en el Estado, en materia de acceso a la
justicia. Todo esto va lentamente derribando miedos e incomprensiones.

7.6. El desarrollo jurisprudencial de la justicia comunal y nuevas


perspectivas
7.6.1. El desarrollo jurisprudencial de la justicia comunal: las primeras
sentencias

También podemos encontrar cierto desarrollo normativo en las sentencias del


Poder Judicial que resolvían conflictos a propósito del ejercicio de la justicia
comunal, reconocida en el artículo 149 de la Constitución. Tenemos varias
sentencias a nivel de Cortes Superiores, y Corte Supremas. En estas últimas se
ha señalado que las rondas campesinas no comenten delito de secuestro cuando
detienen en el marco del ejercicio de la justicia comunal.

También encontramos sentencias donde el Tribunal Constitucional ha


reafirmado la constitucionalidad de la justicia comunal, y ha resuelto casos de
colisión entre las costumbres y derechos fundamentales como la integridad física
o el debido proceso.

En estas sentencias se advierte que la Corte Suprema ha interpretado el artículo


149 de la Constitución. No se trata de cualquier sentencia, se trata de la
interpretación del máximo órgano jerárquico de administración de justicia (justicia
ordinaria). Estas sentencias resultaban relevantes toda vez que tarde o temprano
la Corte Suprema vería los casos sobre justicia comunal en última instancia. Si
bien estas sentencias no eran vinculantes, sí resultaban persuasivas en virtud
del derecho a la igualdad en aplicación de la ley que dice que las decisiones
judiciales deben ser previsibles, en consonancia con los principios seguridad
jurídica y predictibilidad. Asimismo, los jueces deben dar razones de sus
sentencias, en consonancia con la obligación de motivación y el principio de la
interdicción de la arbitrariedad. Y, en definitiva, más persuasiva será una
jurisprudencia si ella es reiterada y uniforme.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 46

En algunas sentencias de la Corte Suprema analizadas en su oportunidad,


podemos encontrar algunas reglas consolidadas. En nueve de las 14 sentencias
analizadas de la Corte Suprema encontramos que, para los jueces supremos,
las rondas campesinas no comenten delito de secuestro, coacción, extorsión ni
usurpación de funciones. Tampoco violencia y resistencia ante la autoridad.
Asimismo, en siete de 14 sentencias la Corte Suprema encuentra que las rondas
campesinas, sean parte o no de las comunidades campesinas, tienen funciones
jurisdiccionales.

También puede encontrarse reglas medianamente consolidadas. Así, por


ejemplo, en 3 de 14 sentencias encontramos que las rondas campesinas, la
Corte Suprema reconoce que tienen facultad de detener para realizar
investigaciones y averiguaciones.

En proceso de consolidación también se encontraban algunas reglas. En una de


14 sentencias la Corte Suprema reconoce que las rondas urbanas no tienen
cobertura constitucional. En otra se advierte que esta corte establece que las
rondas campesinas no tienen un poder ilimitado sino tienen una competencia
sujeta a condiciones.

En dos sentencias de 14 se insiste en el respeto de los derechos fundamentales


y en otra que las rondas campesinas actúan en base a usos y costumbres.

7.7. El acuerdo plenario de la Corte Suprema: El desarrollo


“reglamentario” de la justicia comunal

Sin lugar a duda lo que desarrolla el contenido de la justicia comunal es el


acuerdo plenario de la Corte Suprema No 1-2009/CJ-116[25]. Formalmente, la
finalidad fue que las Salas Penales Permanentes, Transitorias y Especial de la
Corte Suprema unifiquen la interpretación del artículo 149 de la Constitución
sobre las rondas campesinas y su función jurisdiccional. No obstante, en los
hechos estamos ante un desarrollo normativo de la justicia comunal, generando
un impacto sustantivo en la implementación de la justicia comunal reconocida en
la Constitución. No obstante, no queda claro el alcance de la fuerza normativa
de este acuerdo. En nuestra opinión, solo vincula al Poder Judicial y no al
Ministerio Público y a la Policía Nacional. Aun cuando en los hechos,
indirectamente los termina vinculando.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 47

Entre las principales reglas podemos destacar las que permiten identificar los
elementos de la justicia comunal, o denominada por la Corte Suprema como
“jurisdicción especial comunal-ronderil”. También es preciso relevar las reglas
que permiten establecer cuándo la justicia comunal ha violado los derechos
humanos.

El acuerdo plenario es, sin lugar a duda, el punto de inflexión en cuanto a


desarrollo de la justicia comunal se refiere, que marca un antes y un después.
No obstante, quedan algunas dudas, pues no termina de quedar claro si a través
de un acuerdo plenario se puede interpretar el artículo 149 de la Constitución.

En los hechos, estamos ante el primer esfuerzo serio de desarrollo normativo de


la justicia comunal, y de responder a los principales problemas para su
implementación. Asimismo, no podemos dejar de reconocer el esfuerzo de
argumentación y de motivación, en aspectos claves. Por ejemplo, como cuando
establece que las rondas campesinas autónomas, también ejercen justicia
comunal, luego de un esfuerzo hermenéutico.

7.8. Los procesos de hábeas corpus como espacios institucionales


de coordinación entre la justicia comunal y la justicia estatal: Las
sentencias de la Corte Superior de Justicia - San Martín

Un hecho que tiene relevancia en el desarrollo de la justicia comunal es la


práctica de los magistrados de la Corte Superior de Justicia de San Martín, según
la cual, cuando los abogados de los presuntos abigeos presentan un hábeas
corpus, cuando estos últimos son detenidos por las rondas campesinas por la
comisión de algún delito, el juez que conoce el mencionado proceso
constitucional de hábeas corpus debe apersonarse para hablar con el presidente
de la ronda campesina y solicitar el acta de detención, a afectos de evaluar la
razonabilidad de la detención. En tal sentido, si considera que el presunto abigeo
ha sido detenido de manera razonable, y se respeta cierto contenido mínimo de
las garantías del debido proceso, se declara infundado el hábeas corpus.

En nuestra opinión, estas sentencias son importantes porque estos procesos de


hábeas corpus en los hechos, materialmente, son mecanismos institucionales de
coordinación entre la justicia comunal y la justicia estatal. La coordinación no se
realiza necesariamente como dialogo explícito y puntual entre las cabezas de
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 48

ambas. En la tramitación de estos procesos es que se realiza el dialogo


intercultural.

Los protocolos aprobados por resolución del órgano de gobierno del Poder
Judicial; Mediante Resolución Administrativa Nº 333-2013-CE-PJ, publicada el
29 de noviembre de 2014, se aprobó el “Protocolo de Coordinación entre
Sistemas”. Este texto plantea pautas para la coordinación entre la justicia
comunal y la justicia estatal.

En palabras del propio protocolo:

“Tomando en cuenta la trascendencia de promover y consolidar un sistema de


justicia intercultural en el Perú, que responda a nuestra realidad pluriétnica y
cultural, el Poder Judicial estimó necesario elaborar un protocolo de coordinación
entre las autoridades de la jurisdicción ordinaria y de la jurisdicción especial. Este
protocolo sistematiza una serie de pautas y estándares que regulan la actuación
de todas esas autoridades, con miras a establecer criterios para la solución de
conflictos que puedan suscitarse entre ellas, fortalecer las relaciones de
coordinación actualmente existentes y, en último caso, que todo este proceso se
conduzca sin ninguna forma de discriminación y bajo criterios de reciprocidad.
En ese sentido, este documento se visualiza como un punto de partida para la
adecuada organización y desarrollo de las funciones jurisdiccionales que hoy
comprometen a autoridades estatales, comunales y ronderiles en diferentes
ámbitos del territorio nacional”. (Pág. 23)

Estos protocolos son importantes pues si bien no desarrollan normas regla, de


esas que se aplican inflexiblemente (todo o nada), en su lugar desarrollan
puntualmente principios jurídicos que brindan criterios sustanciales y al mismo
tiempo flexibles de interpretación a los operadores del sistema de justicia, para
resolver casos complejos.

Los principios son criterios que se aplican en la medida de lo posible jurídica y


fácticamente, indispensables para hacer frente a temas donde existen tantas
lagunas normativas y vacíos legislativos, lo que no ocurre con las normas regla.
Definitivamente estos principios dotan a los operadores del sistema de justicia
de una caja de herramientas, indispensable para el gran trabajo hermenéutico
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 49

que deberán hacer fundamentalmente los jueces cuando resuelven conflictos


sobre justicia comunal.

7.9. Competencia de la justicia comunal para resolver conflictos


sobre actividades extractivas en sus territorios

Uno de los principales desafíos que la justicia comunal ha intentado enfrentar


con cierto éxito, es el abigeato en el campo. No obstante, un desafío que la
justicia comunal comenzó a encarar con el paso del tiempo y con el boom
extractivo en nuestro país, es si tiene competencia para resolver conflictos
relacionados con la realización de actividades extractivas en sus territorios.

Ya no se trata de abigeos sino de empresas mineras medianas y grandes, que


irrumpen en sus territorios, sin pedir permiso y sin consulta previa, dejando tras
de sí contaminación, pobreza y poniendo en peligro el acceso de los pueblos
indígenas a los recursos naturales indispensables para su subsistencia.

En esa línea, un caso que vale la pena ser mencionado, es el caso del líder
indígena Zebelio Kayap del pueblo indígena awajún, a quien se le abrió proceso
penal en la Corte Superior de Justicia de Amazonas por “retener” a trabajadores
de una empresa minera, que intentaba –y aún intenta- explotar oro dentro del
territorio ancestral de dicho pueblo, sin permiso y sin consulta previa a estos
pueblos, y en el marco de graves denuncias de captura del Estado por intereses
privados. Luego de un largo proceso penal fue absuelto por la Corte de
Amazonas y por la Corte Suprema, argumentando que la retención realizada por
las comunidades se efectuaba en ejercicio de la jurisdicción indígena en
aplicación del artículo 149 de la Constitución Política. El fallo de la Suprema
concluye:

2.12. Por tratarse de una población guerrera, los resultados de la retención,


pudieron ser sumamente adversos para los afectados, de no haber mediado el
actuar prudente de sus líderes; lo que, en todo caso, demuestra la
materialización del fenómeno de interculturalidad.

2.13. La privación de libertad de los agraviados fue el resultado de la ejecución


de la cosmovisión del pueblo nativo awajún, motivado por la defensa ante la
amenaza potencial a su territorio que anteriormente fue mutilado; acción
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 50

generada por el derecho consuetudinario ejercicio de función jurisdiccional-,


conferido por la Constitución; con lo cual no cabe imputar el delito de secuestro.
Por lo tanto, la conducta atribuida a los encausados resulta entendible y
justificada”.

Esta sentencia es importante toda vez que puso evidencia que la justicia comunal
tiene competencia para resolver todo tipo de conflictos que afecten a las
comunidades, sean estos de abigeato o de empresas extractivas que afectan el
territorio de las comunidades campesinas. Esto obviamente pone a la justicia
comunal en la mira de los gremios mineros y petroleros, tomándose conciencia
que ejercer justicia es ejercer poder, y que, en el caso de la justicia comunal,
está es expresión del principio y del derecho a la libre determinación.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 51

CONCLUSIONES

▪ Las Comunidades Campesinas y las Comunidades Nativas pre existen a


un reconocimiento formal del Estado. Si bien su reconocimiento
constitucional data de 1920, su existencia se remite a periodos históricos
anteriores y, hoy, a una situación de hecho. Esto último hace posible que
aquellas organizaciones rurales semejantes que conocemos como
Parcialidades, Anexos, Caseríos, Rondas Campesinas o Centros
Poblados, se incluyan dentro del reconocimiento de las Comunidades
mencionadas, y dentro del propio concepto internacional de Pueblos
Indígenas o Tribales conforme al Convenio 169 de la OIT.
▪ El derecho consuetudinario en el marco del pluralismo jurídico es
reconocido en el año 1993 en el art. 149 de la Constitución Política del
Estado y el Convenio 169 de la OIT en los artículos 8 y 9 está vigente en
las comunidades campesinas y nativas o pueblos indígenas u originarios
y rondas campesinas. Sin embargo, existe problemas de deslinde
jurisdiccional, es por ello, la necesidad de una norma de desarrolló del art.
149. La ley de la función jurisdiccional y su coordinación con la jurisdicción
ordinaria de las comunidades campesina y nativa, observando los
derechos fundamentales de la persona.
▪ La Ley de la función jurisdiccional de las comunidades campesina y nativa
en sus contenidos, principios y procedimientos del derecho
consuetudinario debe ser sistematizada sin afectar los derechos
colectivos de los pueblos.
▪ La Ley de función jurisdiccional de las comunidades campesina y nativa y
la jurisdicción ordinaria en el marco del pluralismo jurídico e
interculturalidad debe establecer proceso de dialogo, cooperación y
coordinación entre la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción especial.
▪ Los sucesores a los ayllus, las comunidades campesinas y nativas rondas
campesinas y parcialidades, los pueblos y las nacionalidades indígenas
son colectividades distintas y diferentes del resto de la sociedad peruana,
y como tal reúnen dos elementos: material y subjetivo. El primero
relacionado con los aspectos externos como la vestimenta, la lengua, los
sistemas jurídicos, las costumbres, los ritos, la cosmovisión, formas de
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 52

organización, sistemas de economía dentro de un determinado territorio y


el segundo relacionado con el aspecto psicológico, es decir la convicción
del colectivo humano de autodefinición de ser distinto al resto y pertenecer
a un grupo diferente.
▪ A las normas y procedimientos propios de los pueblos indígenas, se ha
tildado como ajusticiamientos linchamientos o justicia por mano propia,
estas no son las características de los usos y costumbres y del derecho
consuetudinario de los pueblos indígenas, más bien estos hechos
descalifican al derecho indígena, no es lo mismo justicia indígena que
ajusticiamiento o linchamiento.
▪ En la justicia indígena requiere de un proceso previo de comprobación de
responsabilidad antes de imponer cualquier sanción. No constituye una
forma popular de administrar justicia aplicando la pena capital. Por el
contrario, es un conjunto articulado de normas y procedimientos que
derivan en juzgamiento basado en evidencias y en una sentencia basada
en la valoración de la prueba aportada, de ahí que, de ninguna manera
puede equipararse hechos aislados como los ajusticiamientos con el
sistema de justicia indígena.
▪ El derecho y la justicia indígena están facultados para regular y resolver
situaciones y conflictos en todo tipo de materias, sin importar su gravedad
o cuantía. Durante la última década se ha promovido el reconocimiento
de los derechos colectivos de los pueblos indígenas.
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 53

BIBLIOGRAFÍA

Francisco Ballón Aguirre. (2007). ACESO A LA JUSTICIA EN EL MUNDO

RURAL. Instituto de Defensa Legal , 11 - 59.

INSTITUTO DE DEFENSA LEGAL . (2 de Agosto de 2019). El desarrollo

normativo de la justicia comunal en el Perú. Lima, Lima , Perú.

Jumpa, A. P. (19 de Diciembre de 2014). PARTHENON. Obtenido de

https://www.parthenon.pe/esp/que-son-las-comunidades-campesinas-y-

nativas-una-perspectiva-juridica/

https://www.monografias.com/docs/Derecho-consuetudinario-FK2YJU7VF2S5

https://www.corteidh.or.cr/tablas/r08062-2.pdf
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 54

ÍNDICE

INTRODUCCION ............................................................................................... 2
1. LA JURISDICCION ORIGINARIA CAMPESINA Y NATIVA – JUSTICIA
COMUNAL ......................................................................................................... 3

1.1. Las comunidades nativas y campesinas ........................................... 5

1.2. La Personería Jurica de las Comunidades Nativas y Campesinas


.................................................................................................................... 6

1.3. La justicia comunal en el Perú antes de su constitucionalización .. 7

1.4. La constitucionalización de la justicia comunal ............................. 7

1.5. Los plenarios regionales de Pucallpa y Cusco .............................. 8

1.6. Las sentencias del Tribunal Constitucional .................................... 9

I. Caso Huaura .............................................................................. 9

II. Caso tres islas ......................................................................... 10

III. Caso Zelada ........................................................................... 10

IV. Caso Villar ............................................................................. 11

2. NATURALEZA JURÍDICA DEL DERECHO CONSUETUDINARIO........ 13

2.1. Orígenes el Derecho Consuetudinario ........................................ 13

2.2. El Derecho Consuetudinario en el Perú....................................... 14

3. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO CONSUETUDINARIO DE LOS


PUEBLOS INDÍGENAS U ORIGINARIOS COMUNIDADES CAMPESINAS Y
NATIVAS DEL PERÚ ....................................................................................... 15

3.1. Principios filosóficos que orientan la normativa indígena ............. 15

3.2. Evolución de la normativa indígena ............................................. 16

4. CRITERIOS DE IDENTIFICACIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS .......... 18

4.1. Base de Datos ................................................................................ 21

4.1.1. Utilidad de la Base de Datos ............................................. 22


COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 55

4.1.2. Contenido de la Base de Datos ........................................ 22

4.2. ¿Los Pueblos Indígenas en el Perú necesitan estar registrados


oficialmente para que se respeten y cumplan sus derechos? ......................... 22

5. LA JURISDICCION ESPECIAL COMUNAL ........................................... 23

5.1. Alcance de la jurisdicción especial comunal-rondera .................. 23

6. LAS RONDAS CAMPESINAS ............................................................... 26

6.1. Reconocimiento constitucional, jurisprudencial y legal de las rondas


campesinas ........................................................................................... 26

6.1.1. De la Ley 24571 a la reforma constitucional de 1993 ........ 26

6.1.2. La interpretación del artículo 149º de la Constitución ........ 28

6.1.3. Los límites de la justicia comunal ...................................... 30

6.1.4. Precedentes jurisprudenciales nacionales ........................ 33

6.2. La Ley de Rondas Campesinas, su reglamento y la directiva de la


SUNARP ............................................................................................... 35

6.2.1. Elementos del reconocimiento legal de las rondas


campesinas ........................................................................................... 35

6.2.2. Competencias reglamentarias en materia de seguridad


comunal ................................................................................................. 37

6.2.3. Desarrollo reglamentario de la justicia comunal ................ 37

6.2.4. Sobre los deberes específicos de las rondas campesinas


.............................................................................................................. 38

6.2.5. Las obligaciones de respeto y coordinación ...................... 39

7. LA JUSTICIA COMUNAL....................................................................... 40

7.1. La justicia comunal en el Convenio 169 de la OIT ....................... 41

7.2. El reconocimiento de la justicia comunal como política pública por


el Acuerdo Nacional............................................................................... 42
COMUNIDADES NATIVAS Y CAMPESINAS 56

7.3. El inicio del desarrollo legislativo de la justicia comunal .............. 42

7.4. La coordinación entre la justicia comunal y la justicia estatal ...... 43

7.5. Reconocimiento de la justicia Comunal por la CERIAJUS ........... 43

7.6. El desarrollo jurisprudencial de la justicia comunal y nuevas


perspectivas ..................................................................................................... 45

7.6.1. El desarrollo jurisprudencial de la justicia comunal: las


primeras sentencias............................................................................... 45

7.7. El acuerdo plenario de la Corte Suprema: El desarrollo


“reglamentario” de la justicia comunal .............................................................. 46

7.8. Los procesos de hábeas corpus como espacios institucionales de


coordinación entre la justicia comunal y la justicia estatal: Las sentencias de la
Corte Superior de Justicia - San Martín............................................................ 47

7.9. Competencia de la justicia comunal para resolver conflictos sobre


actividades extractivas en sus territorios .......................................................... 49

CONCLUSIONES ............................................................................................ 51

BIBLBIOGRAFIA.............................................................................................. 53
SEMINARIO DE
ADMINISTRACIÓN DE
JUSTICIA
“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

1
En primer lugar, agradecer a Dios por la salud que

nos brinda en esta situación tan difícil que estamos

atravesando, en segundo lugar, a nuestra querida

maestra por la paciencia, la dedicación que nos tiene, por

impartirnos sus conocimientos clase a clase guiándonos

a ser mejores profesionales en un futuro y por

incentivarnos de distintas maneras para lograr nuestros

objetivos trazados. Finalmente, a nuestros padres por el

todo el apoyo incondicional que nos dan para cumplir

nuestras metas.

2
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................ 6

ANTECEDENTES ............................................................................................................................... 8

CONCEPTO.......................................................................................................................................... 9

ACTUAL LABOR ............................................................................................................................... 9

MISIÓN ............................................................................................................................................... 11

DESIGNACIÓN DEL DEFENSOR DEL PUEBLO ....................................................................... 11

AUTONOMÍA, INVIOLABILIDAD E INMUNIDAD DEL DEFENSOR DEL PUEBLO ........ 11

REQUISITOS PARA SER DEFENSOR DEL PUEBLO ............................................................... 12

PROCESO DE DESIGNACIÓN DEL DEFENSOR DEL PUEBLO ............................................. 12

ORDINARIA .................................................................................................................................. 12

ESPECIAL ...................................................................................................................................... 13

CESE DEL DEFENSOR DEL PUEBLO ......................................................................................... 13

FACULTADES: ................................................................................................................................. 14

ATRIBUCIONES ............................................................................................................................... 15

GRUPO ESPECIAL DE PROTECCIÓN ......................................................................................... 17

PUEBLOS INDÍGENAS ............................................................................................................... 17

POBLACIÓN AFROPERUANA .................................................................................................. 17

PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD .................................................................................. 18

MUJER ............................................................................................................................................ 18

NIÑEZ Y ADOLESCENCIA ........................................................................................................ 18

ADULTO MAYOR ........................................................................................................................ 19

PERSONAS CON DISCAPACIDAD ........................................................................................... 19

POBLACIÓN MIGRANTE ........................................................................................................... 20

3
POBLACIÓN LGBTI..................................................................................................................... 20

PERSONAS QUE VIVEN CON VIH........................................................................................... 21

ORGANIGRAMA .............................................................................................................................. 22

ÓRGANOS DE ALTA DIRECCIÓN ........................................................................................... 25

DESPACHO DEFENSORIAL ........................................................................................... 25


GABINETE ....................................................................................................................... 25
PRIMERA ADJUNTÍA ..................................................................................................... 26
SECRETARIA GENERAL ................................................................................................ 27
SECRETARIA TÉCNICA ESPECIALIZADA ........................................................................... 28

ÓRGANO DE CONTROL INSTITUCIONAL ............................................................................ 28

ÓRGANO DE DEFENSA JURÍDICA ......................................................................................... 29

PROCURADORIA PÚBLICA ........................................................................................... 29


ÓRGANOS DE ASESORAMIENTO ........................................................................................... 29

OFICINA DE ASESORÍA JURÍDICA .............................................................................. 29


OFICINA DE DESARROLLO ESTRATÉGICO Y COOPERACIÓN INTERNACIONAL
.......................................................................................................................................... 30
OFICINA DE PLANEAMIENTO Y PRESUPUESTO ...................................................... 30
ÓRGANOS DE APOYO................................................................................................................ 32

OFICINA DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS .......................................................... 32


OFICINA DE COMUNICACIONES E IMAGEN INSTITUCIONAL ............................... 33
OFICINA DE GESTIÓN Y DESARROLLO HUMANO ........................................................ 34

OFICINA DE GOBIERNO DIGITAL, PROYECTOS Y TECNOLOGÍAS DE LA


INFORMACIÓN ............................................................................................................... 35
ÓRGANOS DE LÍNEA ................................................................................................................. 35

ADJUNTÍA PARA LOS DERECHOS HUMANOS Y LAS PERSONAS CON


DISCAPACIDAD .............................................................................................................. 35
ADJUNTÍA PARA LOS DERECHOS DE LA MUJER ..................................................... 36
ADJUNTÍA DEL MEDIO AMBIENTE, SERVICIOS PÚBLICOS Y PUEBLOS
INDÍGENAS ..................................................................................................................... 36
ADJUNTÍA EN ASUNTOS CONSTITUCIONALES........................................................ 36

4
ADJUNTÍA PARA LA ADMINISTRACIÓN ESTATAL.................................................. 37
ADJUNTÍA PARA LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA ................................................. 37
ADJUNTÍA PARA LA PREVENCIÓN DE CONFLICTOS SOCIALES Y LA
GOBERNABILIDAD ........................................................................................................ 37
ADJUNTÍA DE LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN, TRANSPARENCIA Y
EFICIENCIA DEL ESTADO ............................................................................................ 38
DIRECCIÓN DEL MECANISMO NACIONAL DE PREVENCIÓN DE LA TORTURA . 38
DIRECCIÓN DE COORDINACIÓN TERRITORIAL....................................................... 38
ÓRGANOS DESCONCENTRADOS ........................................................................................... 39

OFICINAS DEFENSORIALES ......................................................................................... 39


MÓDULOS DEFENSORIALES ........................................................................................ 40
CONCLUSIONES .............................................................................................................................. 41

ANEXOS ............................................................................................................................................. 42

5
INTRODUCCIÓN

La Defensoría del Pueblo es un órgano constitucional autónomo creado por la Constitución

Política del Perú de 1993, creado para defender los derechos fundamentales, supervisar el

cumplimiento de los deberes de la administración estatal, así como la eficiente prestación de los

servicios públicos en todo el territorio nacional.

Según el Artículo 162 de la Constitución Política del Perú de 1993, corresponde a la Defensoría

del Pueblo defender los derechos constitucionales y fundamentales de la persona y de la

comunidad; y supervisar el cumplimiento de los deberes de la administración estatal.

La Defensoría del Pueblo es un colaborador crítico del Estado que actúa, con autonomía,

respecto de cualquier poder público o privado, en nombre del bien común y en defensa de los

derechos de la ciudadanía. En razón de ello, ejerce su mandato con objetividad, profesionalismo y

responsabilidad, nunca por oposición arbitraria o injustificada frente al Estado

Con el fin de defender los derechos humanos y el principio de supremacía constitucional, la

Defensoría del Pueblo está facultada para intervenir en los procesos constitucionales de amparo,

hábeas corpus, hábeas data, acción de inconstitucionalidad, acción popular y acción de

cumplimiento. Su intervención puede efectuarse mediante diversas modalidades. Así, puede

iniciar procesos constitucionales, intervenir en procesos en trámite como coadyuvante o

presentando escritos como el amicus curiae y puede presentar informes u opiniones a solicitud de

las partes o del Tribunal Constitucional.

El Defensor del Pueblo busca una solución a problemas concretos antes de acusar a alguien. En

consecuencia, no dicta sentencias, ni ordena detenciones. Su poder descansa en la persuasión, en

6
las propuestas de modificación de conducta que formule en sus recomendaciones, en el desarrollo

de estrategias de protección preventiva, en la mediación que asume para encontrar soluciones y en

su capacidad de denuncia pública en casos extremos.

A su vez, es el titular de la institución, la representa y la dirige. Para ser elegido requiere como

mínimo el voto favorable de las dos terceras partes del Congreso de la República. Su mandato dura

cinco años. Goza de total independencia para el cumplimiento de las funciones que la Constitución

le confiere.

7
ANTECEDENTES

Durante la Asamblea Constituyente de 1978 se propuso por primera vez adoptar la figura de la

Defensoría del Pueblo, pero dada a su novedad y debido a que no existían aún otras experiencias

similares en el Perú, se optó en aquel momento por establecer la Defensoría del Pueblo y Derechos

Humanos, como una oficina especializada al interior del Ministerio Público.

Posteriormente, tuvieron lugar distintas iniciativas para proponer su adopción como un

organismo constitucional autónomo. Entre tales iniciativas destacó la que formuló la Comisión

Andina de Juristas, en el marco del debate desarrollado en el denominado Congreso Constituyente

Democrático. De esta manera, la Defensoría del Pueblo, como institución autónoma, fue creada

por primera vez en la Constitución de 1993. Sin embargo, no fue hasta marzo de 1996, con la

elección de Jorge Santistevan de Noriega por el Congreso de la República, que esta nueva entidad

estatal inició propiamente sus actividades.

Siendo una institución que ha logrado desde su fundación mantenerse independiente y trabajar

sin mayores injerencias, con el conjunto de instituciones del Estado. Tanto es así que varios de los

primeros informes de la Defensoría peruana sacaron a la luz problemas de abusos o atropellos de

derechos fundamentales en instancias dependientes del gobierno, por lo que se hicieron llamados

y recomendaciones a distintas instancias del Ejecutivo para corregir estas situaciones.

Luego de que Jorge Santistevan ocupara el cargo como el primer defensor del pueblo en el Perú

entre abril de 1996 y noviembre del año 2000, Walter Albán asumió la conducción de institución,

con arreglo a su ley orgánica. Walter Albán se había desempeñado hasta entonces como primer

adjunto del defensor del pueblo y permaneció en las funciones de defensor entre noviembre de

2000 y noviembre de 2005. Posteriormente, la titularidad del cargo correspondió a Beatriz Merino,

8
quien fue elegida por el Congreso de la República para el periodo 2005-2011. En marzo del 2011,

tras haberse vencido su período, Beatriz Merino dejó el cargo y, desde entonces y hasta septiembre

del 2016, este fue asumido por Eduardo Vega, quien se desempeñaba como primer adjunto (al

igual que lo ocurrido anteriormente con Walter Albán). Eduardo Vega asumió como titular de la

Defensoría del Pueblo por mandato legal, pero de manera interina, al no haberse producido durante

ese lapso una elección en el Congreso. Finalmente, en setiembre del año 2016, el Congreso llegó

a un acuerdo y eligió como defensor del pueblo a Walter Gutiérrez Camacho, quien permanece en

esta función hasta la actualidad.

CONCEPTO

La Defensoría del Pueblo es un organismo autónomo, creado por la Constitución Política del

Perú de 1993, tiene sede en la ciudad de Lima y tiene representación en todo el territorio peruano.

Se encarga del cumplimiento de los deberes de la administración estatal, la supervisión de la

prestación de los servicios públicos y la defensa de los derechos humanos, de modo que es una de

las instituciones más importantes en nuestro país.

ACTUAL LABOR

Hoy en día, la Defensoría del Pueblo cuenta con 38 oficinas a nivel nacional, a través de las

cuales brinda atención a todas las personas que lo requieran, en áreas que van desde asesoría en

trámites administrativos hasta la defensa legal de sus derechos.

9
La Defensoría del Pueblo atiende quejas, consultas y pedidos de ciudadanos que, por alguna

causa, han experimentado la vulneración de sus derechos. No desempeña funciones de juez o fiscal

ni sustituye a autoridad alguna. No dicta sentencias, no impone multas ni sanciones. Elabora

informes con recomendaciones o exhortaciones a las autoridades, cuyo cumplimiento encuentra

sustento en su poder de persuasión y en la fortaleza de argumentos técnicos, éticos y jurídicos.

La Defensoría del Pueblo es un colaborador crítico del Estado que actúa con autonomía,

respecto de cualquier poder público o privado, en nombre del bien común y en defensa de los

derechos de la ciudadanía. En razón de ello, ejerce su mandato con objetividad, profesionalismo y

responsabilidad, nunca por oposición arbitraria o injustificada frente al Estado.

La Constitución peruana indica que el titular de la Defensoría del Pueblo es elegido por el

Congreso de la República para un mandato de cinco años. Además, quien postula al cargo debe

tener más de 35 años de edad y haber obtenido el título profesional de abogado o abogada. Una

vez al año, el defensor o defensora del pueblo debe presentar un informe ante el Congreso de la

República sobre el trabajo y las investigaciones que haya desarrollado la institución.

Además de los informes anuales ya mencionados, hasta mayo del año 2018 la Defensoría del

Pueblo, como parte de su labor de investigación y contribución con el país, publico 177 informes

sobre temas relevantes para la defensa de los derechos humanos, proponiendo mejoras en estos

ámbitos. A modo de ejemplo, algunos de estos temas han sido la minería informal, la situación de

los pueblos indígenas, el hacinamiento carcelario, el servicio militar, la situación de la educación

y la salud pública, la seguridad ciudadana, la violencia familiar o la justicia militar.

La Defensoría del Pueblo en el Perú también cumple un rol especial como supervisor electoral,

algo que no suele ocurrir en otros países, ya que, en cada elección nacional, regional o municipal

10
la Defensoría del Pueblo, en coordinación con los organismos electorales y con los observadores

nacionales e internacionales, supervisan la idoneidad de los procesos electorales y brindan ayuda

y orientación a los ciudadanos.

MISIÓN

Defender y promover los derechos de las personas y la comunidad, con autonomía y énfasis

en los grupos poblacionales en condiciones de vulnerabilidad, mediante la supervisión al

cumplimiento de las obligaciones del Estado.

DESIGNACIÓN DEL DEFENSOR DEL PUEBLO

Según Nuestra Constitución Política en su artículo 161º nos establece que: “El Defensor del

Pueblo es elegido y removido por el Congreso con el voto de los dos tercios de su número legal y

que goza de la misma inmunidad y de las mismas prerrogativas de los congresistas”

AUTONOMÍA, INVIOLABILIDAD E INMUNIDAD DEL DEFENSOR DEL PUEBLO

El Defensor del Pueblo goza de total independencia en el ejercicio de sus funciones, es decir no

está sujeto a mandato imperativo, ni recibe instrucciones de ninguna autoridad.

Se encuentra sometido sólo a la Constitución y a su Ley Orgánica y su remuneración es igual a

la que perciben los Congresistas.

El Defensor del Pueblo, goza de inviolabilidad, no responde civil ni penalmente por las

recomendaciones, reparos, y en general, opiniones que emita en el ejercicio de sus funciones.

11
El Defensor del Pueblo goza de inmunidad, por lo que no puede ser detenido ni procesado sin

autorización del Congreso, salvo flagrante delito.

REQUISITOS PARA SER DEFENSOR DEL PUEBLO

Los requisitos para ser elegido Defensor del Pueblo se requieren haber cumplido treinta y cinco

años de edad, ser abogado y que goce de conocida reputación de integridad e independencia. El

cargo dura cinco años y no está sujeto a mandato imperativo.

PROCESO DE DESIGNACIÓN DEL DEFENSOR DEL PUEBLO

La designación del Defensor del Pueblo se efectuará dentro de los sesenta días naturales

anteriores a la expiración del mandato. Para tal efecto, el Pleno del Congreso designará una

Comisión Especial, integrada por siete o nueve Congresistas, respetando en lo posible, la

proporción de cada grupo parlamentario y la pluralidad para encargarse de conocer del

procedimiento de designación en cualquiera de las dos modalidades siguientes:

1.-ORDINARIA

La Comisión Especial selecciona de uno a cinco candidatos que, a su juicio, merecen ser

declarados aptos para ser elegidos. Publica en el diario oficial El Peruano la convocatoria para la

presentación de propuestas. Asimismo, publica la relación de las personas propuestas a fin que se

puedan formular tachas, las que deben estar acompañadas de prueba documental.

Presentada la propuesta de uno o más candidatos se convocará en término no inferior a siete

días al Pleno del Congreso para que se proceda a la elección.

12
2.- ESPECIAL

La Comisión Especial selecciona de uno a cinco candidatos que, a su juicio, merecen ser

declarados aptos para ser elegidos, efectuando la convocatoria por invitación.

La adopción de cualquiera de las dos modalidades se realiza por acuerdo de la Junta de

Portavoces.

Cualquiera que sea la modalidad de selección adoptada, la Comisión Especial presenta la

propuesta de uno o más candidatos. Presentada la propuesta, el Pleno del Congreso es convocado

en término no inferior a siete días para que se proceda a la elección con el voto mayoritario de los

dos tercios de su número legal.

La votación se efectuará, candidato por candidato, en el orden que presente la Comisión

Especial. En caso de no alcanzarse la mencionada mayoría, la Comisión procederá en un plazo

máximo de diez días naturales a formular sucesivas propuestas. Una vez conseguida la mayoría de

los dos tercios del número legal de miembros del Congreso, la designación quedará realizada.”

CESE DEL DEFENSOR DEL PUEBLO

El Defensor del Pueblo, cesará por alguna de las siguientes causas:

1. Por renuncia.

2. Por vencimiento del plazo de designación.

3. Por muerte o incapacidad permanente sobrevenida.

4. Por actuar con negligencia en el cumplimiento de las obligaciones y

13
deberes en el cargo.

5. Por haber sido condenado mediante resolución ejecutoriada, por delito

doloso.

6. Por incompatibilidad sobreviniente.

La vacancia en el cargo se declarará por el Presidente del Congreso en las causas

previstas por los incisos 1, 2, 3 y 5.

En los demás casos, se decidirá por el acuerdo adoptado con el voto conforme de dos tercios

del Congreso, mediante debate y previa audiencia con el interesado. Vacante el cargo, se iniciará

el procedimiento para el nombramiento del nuevo Defensor del Pueblo en un plazo no superior a

un mes.

FACULTADES:

 Intervenir en Procesos Constitucionales: Con el fin de defender los derechos humanos y el


principio de supremacía constitucional, la Defensoría del Pueblo está facultada para intervenir
en los procesos constitucionales de amparo, hábeas corpus, hábeas data, acción de
inconstitucionalidad, acción popular y acción de cumplimiento.

 Elaborar informes sobre temas de especial trascendencia: La Defensoría del Pueblo elabora
informes sobre temas de su competencia, denominados informes defensoriales y, además,
anualmente presenta un Informe al Congreso de la República sobre la gestión realizada.

 Investigar: La Defensoría del Pueblo puede iniciar y proseguir investigaciones, ya sea por
iniciativa propia o a solicitud de cualquier persona interesada, con la finalidad de esclarecer
los hechos o situaciones que, generados por la administración estatal o sus agentes incluyendo
a las personas jurídicas no estatales que ejerzan prerrogativas públicas y que presten servicios

14
públicos, pudieran estar afectando sus derechos. Además, investigan, con carácter prioritario,
temas de alcance general que afecten a un número significativo de personas.

 Ejercer iniciativa legislativa: La Defensoría del Pueblo puede hacer uso de esta facultad
mediante la presentación de proyectos de ley ante el Congreso de la República.

 Promover la firma, ratificación, adhesión y difusión de tratados internacionales sobre


DD.HH: La Defensoría del Pueblo está facultada para promover la firma, ratificación,
adhesión y efectiva difusión de los tratados internacionales sobre derechos humanos, con el fin
de asegurar su aplicación. Además, promueve que la legislación y las prácticas nacionales se
adecuen a lo previsto en los tratados suscritos por el Perú.

 Promover procedimientos administrativos: La Defensoría del Pueblo puede iniciar

cualquier procedimiento administrativo, o participar en éste por iniciativa propia o a pedido

de terceros, utilizando el criterio de discrecionalidad, en representación de una o varias

personas, para la defensa de los derechos fundamentales y constitucionales.

ATRIBUCIONES

El Defensor del Pueblo está facultado, en el ejercicio de sus funciones, para:

 Iniciar y proseguir, de oficio o a petición de parte cualquier investigación conducente al

esclarecimiento de los actos y resoluciones de la Administración Pública y sus agentes

que, implicando el ejercicio ilegítimo defectuoso, irregular, moroso, abusivo o excesivo,

arbitrario o negligente de sus funciones, afecte la vigencia plena de los derechos

constitucionales y fundamentales de la persona y de la comunidad.

 Las atribuciones del Defensor del Pueblo se extienden a todo el ámbito de la

Administración Pública.

15
 Ejercitar ante el Tribunal Constitucional la acción de inconstitucionalidad contra las

normas con rango de ley a que se refiere el inciso 4) del Artículo 200 de la Constitución

Política, asimismo, para interponer la Acción de Hábeas Corpus, Acción de Amparo,

Acción de Hábeas Data, la de Acción Popular y la Acción de Cumplimiento, entutela de

los derechos constitucionales y fundamentales de la persona y de la comunidad.

 Asimismo, está capacitado o facultado para intervenir en los procesos deHábeas Corpus,

para coadyuvar a la defensa del perjudicado.

 Iniciar o participar, de oficio o a petición de parte, en cualquier procedimiento

administrativo en representación de una persona o grupo de personas para la defensa de

los derechos constitucionales y fundamentales de la persona y de la comunidad.

 Ejercer el derecho de iniciativa legislativa conforme al Artículo 162 de la Constitución.

 Promover la firma, ratificación, adhesión y efectiva difusión de los tratados

internacionales sobre derechos humanos.

 Organizar y administrar el Registro Nacional de Detenidos y Sentenciados a Pena

Privativa de Libertad Efectiva.

 Dictar los reglamentos que requiera para el cumplimiento de las funciones de la

Defensoría del Pueblo y demás normas complementarias para la tramitación de las quejas

que a su juicio requieran de acción inmediata.

 Ejercer las demás atribuciones y facultades que establece la Constitución y esta ley.

16
GRUPO ESPECIAL DE PROTECCIÓN

 PUEBLOS INDÍGENAS

El Perú es un país pluricultural. Desde tiempos antiguos el territorio ocupado ahora por los

peruanos fue habitado por diversos pueblos, cada uno con diferentes prácticas, costumbres y

formas de concebir la vida y el bienestar.

Sin embargo, la existencia de diversas culturas en nuestro país, lejos de valorarse como un

aporte, ha puesto en evidencia diversos modos de discriminación y exclusión de los pueblos

indígenas, expresados en el escaso ejercicio de sus deberes y derechos, así como en la escasa

participación en la toma de decisiones, aun cuando se trate de factores que afectan a su desarrollo.

En los últimos años, la Defensoría del Pueblo ha puesto especial énfasis en la necesidad de

promover la institucionalidad estatal indígena, su atención en los ámbitos de la salud y la

educación, su participación y consulta como aspectos ineludibles para el diálogo entre los pueblos

indígenas y el Estado en sus diferentes niveles de gobierno.

 POBLACIÓN AFROPERUANA

El racismo y la discriminación racial estructural en nuestro país afecta gravemente el ejercicio

de los derechos fundamentales de las personas afroperuanas, generando una situación de exclusión

social y el aumento de las brechas étnicas.

Sin embargo, existen diversas medidas y normas a nivel nacional e internacional que buscan

prevenir, investigar y sancionar las prácticas discriminatorias, valorar la diversidad étnico-cultural

y contribuir a la visibilidad estadística que reclama este colectivo, con el objetivo de formular y

ejecutar políticas públicas que atiendan sus demandas históricas, así como otras necesidades.

17
 PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD

El sistema penitenciario y de centros juveniles, último eslabón del sistema penal suele ser con

frecuencia el más olvidado y descuidado. Por ello, para la Defensoría de Pueblo reviste especial

preocupación el constante monitoreo de sus condiciones, siendo esta una función que cumple

desde el inicio mismo de sus actividades institucionales.

En materia de ejecución de la pena y de la medida socioeducativa de internamiento,

particularmente, la labor de la Defensoría del Pueblo está orientada a verificar el respeto de los

derechos fundamentales de las personas privadas de libertad y las condiciones laborales de los

servidores penitenciarios y de centros juveniles, así como a supervisar la administración que ejerce

el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y el Programa Nacional de Centros Juveniles (Pronacej).

 MUJER

En nuestro país, las mujeres deben enfrentar diversas barreras que limitan el ejercicio sus

derechos. El acceso limitado a los ámbitos de la educación, el trabajo, la salud, la justicia y la

participación política, así como la violencia en sus diversas modalidades, constituyen obstáculos

para su desarrollo en condiciones de igualdad.

Esta situación hace que las mujeres requieran ser consideradas como un grupo de especial

protección.

 NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

Los niños, niñas y adolescentes constituyen uno de los sectores más vulnerables de la población.

Esta situación de vulnerabilidad exige una especial protección por parte del Estado, la familia y la

comunidad, tal como lo han establecido diversos instrumentos internacionales, entre ellos, la

18
Convención sobre los Derechos del Niño, que reconoce a los niños, niñas y adolescentes como

sujetos de derechos, es decir, como titulares de derechos y obligaciones.

Los problemas que atañen a los niños, niñas y adolescentes de nuestro país son objeto de una

especial preocupación institucional, manifiesta en la defensa, promoción y respeto de sus derechos.

En razón de ello, la Defensoría del Pueblo se centra particularmente a los siguientes temas:

violencia sexual; castigo físico y humillante; niños, niñas y adolescentes en situación de abandono;

reclutamiento indebido de menores de edad en el servicio militar; derechos reproductivos de

adolescentes; trata y participación infantil.

 ADULTO MAYOR

Las personas adultas mayores son aquellas que tienen 60 años a más, según la legislación

nacional. Existen situaciones de riesgo que afectan sus derechos a la vida, salud, integridad,

dignidad, igualdad y la seguridad social, entre las que se encuentran la pobreza, el maltrato, la

violencia, el abandono y la dependencia. También la discriminación por la edad genera

condiciones de desigualdad que impiden que continúen participando activamente en la sociedad.

Por ello, la Defensoría del Pueblo considera a las personas adultas mayores como uno de los

grupos de atención prioritaria y sus intervenciones se encaminan a la protección de sus derechos a

través de las siguientes acciones: supervisión de la administración estatal, promoción de derechos,

fortalecimiento de capacidades y coordinación interinstitucional. Sus acciones se desarrollan

principalmente en los siguientes temas: derecho a una vida digna y libre de violencia, derecho a la

pensión, salud, derecho a la participación, acceso a programas sociales y servicios de cuidados.

 PERSONAS CON DISCAPACIDAD

19
La Defensoría de Pueblo vela por el cumplimiento de las obligaciones del Estado peruano con

relación a los derechos de las personas con discapacidad en el marco de la CDPD (Mecanismo

Independiente para promover, proteger y supervisar la aplicación de la Convención sobre los

Derechos de las Personas con Discapacidad); así como, crear espacios de participación de las

personas con discapacidad y sus organizaciones.

Esto lo realiza viendo todos los temas relacionados a los derechos de las personas con

discapacidad considerados en la CDPD, haciendo énfasis en los derechos a la capacidad jurídica,

salud mental, educación inclusiva, acceso a la justicia, trabajo y empleo, accesibilidad.

 POBLACIÓN MIGRANTE

Por diversas circunstancias, algunas personas abandonan sus países de origen para residir de

manera temporal o permanente en un país distinto al suyo con la intención de buscar nuevas

oportunidades o distintas condiciones de vida.

Conocidos como migrantes internacionales, estas personas conforman un grupo de especial

atención, en primer lugar, debido a las políticas restrictivas que por lo general obstaculizan su

proceso migratorio. En razón de ello, una significativa parte de migrantes suele hallarse en

situación irregular, colocándose en un plano de desigualdad frente a los nacionales del país de

destino, en mayor vulnerabilidad frente a condiciones informales y abusivas de empleo, prácticas

de discriminación y xenofobia, e incluso ante las redes de trata y tráfico de migrantes.

 POBLACIÓN LGBTI

Las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex (LGBTI), han sido sistemáticamente

discriminadas y estigmatizadas debido a su orientación sexual e identidad de género. Este contexto

20
y la ausencia de un marco normativo concreto en su favor, han generado la afectación de sus

derechos fundamentales a la vida, integridad, identidad, salud, trabajo, educación, entre otros.

Es por ello que su especial situación de vulnerabilidad ha sido reconocida por diversos órganos

de las Naciones Unidas, los que a su vez han recomendado al Estado peruano, entre otras cosas,

brindar una protección efectiva a este colectivo, a través de la Defensoría del Pueblo.

 PERSONAS QUE VIVEN CON VIH

En el Perú, la lucha contra la epidemia del VIH/Sida constituye un reto de salud pública frente

al cual resulta imprescindible adoptar las medidas necesarias para garantizar que todas las

personas, independientemente de su estado de salud, puedan gozar de una vida digna y para evitar

que, en algunos años, el país se vea obligado a enfrentar una epidemia generalizada y difícil de

controlar.

En los últimos años, la Defensoría del Pueblo ha atendido casos de discriminación a personas

que viven con VIH en su centro laboral, en la escuela y en los servicios de salud. Asimismo,

supervisa los servicios de prevención, atención y tratamiento en los establecimientos a cargo del

Ministerio de Salud, ya que es un compromiso de suma importancia el garantizar el ejercicio de

los derechos de las personas que han contraído esta infección, quienes no solo deben afrontar el

daño que ocasiona el virus en su organismo, sino también el estigma y la discriminación asociados

a la epidemia.

21
ORGANIGRAMA

Artículo 50.- La estructura orgánica de la Defensoría del Pueblo es la siguiente:

01. ÓRGANOS DE ALTA DIRECCIÓN

01.1 Despacho Defensorial

01.2 Gabinete

01.2.1 Área de Litigio Estratégico

01.3 Primera Adjuntía

01.3.1 Centro de Estudios Defensoriales

01.4 Secretaría General.

01.4.1 Área de Gestión Documentaria y Archivo

02. SECRETARÍA TÉCNICA ESPECIALIZADA

02.1 Secretaría Técnica Especializada

03. ÓRGANO DE CONTROL INSTITUCIONAL

03.1 Órgano de Control Institucional

04. ÓRGANO DE DEFENSA JUDICIAL

04.1 Procuraduría Pública

05. ÓRGANOS DE ASESORAMIENTO

05.1 Oficina de Asesoría Jurídica.

05.1.1 Área de Asuntos Contractuales y Sistemas Administrativos

05.1.2 Área de Asuntos Laborales, Simplificación Administrativa Cooperación

Internacional

22
05.2 Oficina de Desarrollo Estratégico y Cooperación Internacional

05.3 Oficina de Planeamiento y Presupuesto

05.3.1 Área de Planeamiento

05.3.2 Área de Presupuesto

05.3.3 Área de Modernización

O6 . ÓRGANOS DE APOYO

06.1 Oficina de Administración y Finanzas

06.1.1 Área de Contabilidad

06.1.2 Área de Tesorería

06.1.3 Área de Logística

06.1.4 Área de Control Patrimonial

06.1.5 Área de Infraestructura y Seguridad Integral

06.2 Oficina de Comunicaciones e Imagen Institucional

06.3 Oficina de Gestión y Desarrollo Humano

06.3.1 Área de Remuneraciones y Beneficios

06.3.2 Área de Desarrollo y Bienestar del Personal

06.4 Oficina de Gobierno Digital, Proyectos y Tecnologías de la Información

07. ÓRGANOS DE LÍNEA

07.1 Adjuntía para los Derechos Humanos y las Personas con Discapacidad.

- Programa de Protección y Promoción de Derechos en Dependencias

Policiales.

- Programa de Asuntos Penales y Penitenciarios.

23
- Programa de Defensa y Promoción de los Derechos de las Personas con Discapacidad.

07.2 Adjuntía para los Derechos de la Mujer

07.3 Adjuntía del Medio Ambiente, Servicios Públicos y Pueblos Indígenas

- Programa de Pueblos Indígenas

07.4 Adjuntía en Asuntos Constitucionales

07.5 Adjuntía para la Administración Estatal

- Programa de Descentralización y Buen Gobierno

- Programa de Identidad y Ciudadanía

07.6 Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia

07.7 Adjuntía para la Prevención de Conflictos Sociales y la Gobernabilidad

07.8 Adjuntía de Lucha Contra la Corrupción, Transparencia y Eficiencia del Estado

Programa de Ética Pública, Prevención de la Corrupción y Políticas Públicas

07.9 Dirección del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura

07.10 Dirección de Coordinación Territorial

08. ÓRGANOS DESCONCENTRADOS

08.1 Oficinas Defensoriales

08.1.1 Módulos Defensoriales

24
01. ÓRGANOS DE ALTA DIRECCIÓN

DESPACHO DEFENSORIAL

El Despacho Defensorial es el órgano máximo de la Alta Dirección en la Defensoría del Pueblo.

La conducción del Despacho Defensorial está a cargo del Defensor del Pueblo, quien ejerce

autoridad suprema y la titularidad del respectivo pliego presupuestal; representa a la entidad y

goza de total autonomía e independencia en el ejercicio de las funciones previstas en los artículos

161 0 y 1620 de la Constitución Política del Perú y la Ley Orgánica de la Defensoría del Pueblo.

Son funciones del/de la Defensor/a del Pueblo:

a) Formular, aprobar, conducir, dirigir, supervisar y evaluar la ejecución de las políticas

y estrategias de la Defensoría del Pueblo, en el marco de la Constitución Política del

Perú y su Ley Orgánica.

b) Aprobar el proyecto de Presupuesto Anual de la Defensoría del Pueblo, así como

presentarlo y sustentarlo ante el Poder Ejecutivo y el Congreso de la República,

respectivamente, en los plazos que establece la ley.

c) Disponer la elaboración de estudios e informes y, de ser el caso, su publicación.

d) Emitir resoluciones defensoriales y administrativas.

e) Aceptar las donaciones en el ámbito de su competencia.

GABINETE

Gabinete es el órgano de la Alta Dirección que depende directamente del Despacho

Defensorial. Su función principal es coordinar y brindar asesoramiento para la conducción

25
estratégica de las políticas institucionales al Titular de la Defensoría del Pueblo y desarrollar

actividades que coadyuven a la gestión interna y externa del/de la Defensor/a del Pueblo. Está a

cargo de un/a Jefe/a de Gabinete.

Son funciones del Gabinete:

a) Identificar temas y diseñar informes de interés institucional para la Defensoría del

Pueblo, en coordinación con los órganos de Alta Dirección, Adjuntías y Oficinas

Defensoriales.

b) Brindar asesoramiento especializado y emitir opinión respecto de los temas a cargo de

la Defensoría del Pueblo.

c) Elaborar informes, opiniones y recomendaciones en asuntos que sean puestos a su

consideración por el/la Defensor/a del Pueblo.

d) Realizar las tareas de coordinación parlamentaria.

e) Formular los proyectos de normas que le encomiende el/la Defensor/a del Pueblo.

Dentro del Gabinete contamos con la siguiente unidad orgánica:

ÁREA DE LITIGIO ESTRATÉGICO:

Es la unidad orgánica que depende de Gabinete. Tiene como función principal planificar, organizar y

articular las intervenciones de litigio estratégico para la protección de los derechos e intereses

colectivos de los casos emblemáticos identificados por la Defensoría del Pueblo, a través de los sistemas

y mecanismos judiciales nacionales e internacionales.

PRIMERA ADJUNTÍA

La Primera Adjuntía es el órgano de la Alta Dirección que depende directamente del Despacho

Defensorial. Es una instancia que supervisa, gestiona, asesora y propone al/a la Defensor/a del

26
Pueblo las estrategias, políticas y planes referidas a las funciones sustantivas de la entidad, siendo

responsable de planificar, organizar, dirigir, coordinar y supervisar las acciones de los órganos de

línea, órganos desconcentrados y otros órganos que se encuentren bajo su cargo, propiciando el

logro de los objetivos y metas de la institución.

La Primera Adjuntía podrá conformar equipos, comisiones o grupos de trabajo en las materias

que considere conveniente para el logro de los objetivos de la entidad.

Como parte de su organización la Primera Adjuntía cuenta con el Centro de Estudios

Defensoriales.

CENTRO DE ESTUDIOS DEFENSORIALES:

Es la unidad orgánica que depende de Primera Adjuntía. Tiene como función principal

planificar, organizar, promover y ejecutar acciones de capacitación en materia de derechos, en

coordinación con instituciones educativas, dirigido a entidades públicas y público en general.

SECRETARIA GENERAL

La Secretaría General es un órgano de la Alta Dirección dependiente de la Primera Adjuntía;

se constituye en la autoridad de gestión administrativa y actúa como nexo de coordinación entre

la Alta Dirección y los órganos de administración interna. Asimismo, se encarga de brindar el

apoyo técnico administrativo a la Alta Dirección y demás órganos de la entidad en el desarrollo

de las actividades de su competencia. Ejerce la representación legal de la Defensoría del Pueblo y

podrá conformar equipos, comisiones o grupos de trabajo para el logro de los objetivos

institucionales.

Están a cargo de la Secretaría General, las siguientes oficinas:

27
- Oficina de Asesoría Jurídica.

- Oficina de Planeamiento y Presupuesto.

- Oficina de Administración y Finanzas.

- Oficina de Gestión y Desarrollo Humano.

- Oficina de Gobierno Digital, Proyectos y Tecnologías de la Información.

Como parte de su organización la Secretaría General cuenta a su vez con el Área de Gestión

Documentaria y Archivo.

ÁREA DE GESTIÓN DOCUMENTARIA Y ARCHIVO:

Es la unidad orgánica de la Alta Dirección que depende de la Secretaría General. Tiene como función

principal planificar, organizar, coordinar y ejecutar las actividades de gestión documentaria y de archivo

de la Defensoría del Pueblo.

02. SECRETARIA TÉCNICA ESPECIALIZADA

Es el órgano de carácter permanente que tiene como función principal brindar apoyo a la

Comisión Especial a cargo del concurso público de méritos para la elección de los miembros de la

Junta Nacional de Justicia, la cual es presidida por el Defensor del Pueblo. Se encuentra adscrito

al Despacho del/de la Defensor/a del Pueblo.

03. ÓRGANO DE CONTROL INSTITUCIONAL

Es el órgano conformante del Sistema Nacional de Control, cuya finalidad es llevar a cabo el

control gubernamental en la entidad de conformidad con lo dispuesto en los artículos 6 0 , 70 y 80

de la Ley NO 27785, Ley Orgánica del Sistema Nacional de Control y de la Contraloría General

28
de la República, y sus modificatorias, promoviendo la correcta y transparente gestión de los

recursos y bienes de la Defensoría del Pueblo, cautelando la legalidad y eficiencia de sus actos y

operaciones, así como, el logro de sus resultados, mediante la ejecución de los servicios de control

(simultáneo y posterior) y servicios relacionados, con sujeción a los principios enunciados en el

artículo 90 de la Ley N O
27785. Depende funcionalmente de la Contraloría General de la

República.

04. ÓRGANO DE DEFENSA JURÍDICA

PROCURADORIA PÚBLICA
Es el órgano que depende administrativamente del Despacho Defensorial y funcionalmente del

Consejo de Defensa Jurídica del Estado. Tiene como función principal ejercer la representación y

defensa jurídica de la Defensoría del Pueblo a nivel nacional en sede fiscal, judicial, militar,

arbitral, Tribunal Constitucional, órganos administrativos e instancias de similar naturaleza,

arbitraje y conciliaciones en las que actúe como demandante, demandada, denunciante o parte

civil.

05. ÓRGANOS DE ASESORAMIENTO

OFICINA DE ASESORÍA JURÍDICA

La Oficina de Asesoría Jurídica es el órgano de asesoramiento que depende de la Secretaría

General. Tiene como función principal proporcionar asesoría en asuntos jurídicos a la Alta

Dirección, así como a los demás órganos y unidades orgánicas de la entidad.

La oficina de Asesoría Jurídica cuenta con las siguientes unidades orgánicas:

ÁREA DE ASUNTOS CONTRACTUALES Y SISTEMAS ADMINISTRATIVOS:

29
Es la unidad orgánica de asesoramiento que depende de la Oficina de Asesoría Jurídica. Tiene

como función brindar asesoría, absolver consultas y emitir opinión acerca del marco normativo

aplicable a la contratación pública, la administración y el control gubernamental, que comprenden,

entre otros, los sistemas de presupuesto, de abastecimiento, de tesorería, de control y de la

administración de la propiedad estatal.

ÁREA DE ASUNTOS LABORALES, SIMPLIFICACIÓN ADMINISTRATIVA

COOPERACIÓN INTERNACIONAL:

Es la unidad orgánica de asesoramiento que depende de la Oficina de Asesoría Jurídica. Tiene

como función principal asesorar legalmente respecto de las actividades relacionadas al Derecho

Laboral y Simplificación Administrativa. Asimismo, brinda asesoría legal en materia de

Cooperación Técnica Internacional y de colaboración interinstitucional, de acuerdo a las políticas

y normas institucionales y a la legislación vigente.

OFICINA DE DESARROLLO ESTRATÉGICO Y COOPERACIÓN INTERNACIONAL

La Oficina de Desarrollo Estratégico y Cooperación Internacional es el órgano de

asesoramiento que depende de la Primera Adjuntía y está encargado de coordinar, priorizar,

formular, monitorear y evaluar los proyectos de cooperación técnica internacional, así como

gestionar los recursos para su ejecución.

OFICINA DE PLANEAMIENTO Y PRESUPUESTO

La Oficina de Planeamiento y Presupuesto es un órgano de asesoramiento que depende de la

Secretaría General. Es el responsable de los sistemas de planeamiento estratégico y operativo,

presupuesto público, inversión pública y modernización de la gestión pública. Además, se encarga

30
de elaborar y difundir las estadísticas de la Defensoría del Pueblo, así como de establecer

procedimientos adecuados para controlar y garantizar la calidad de la información estadística de

la entidad. Asimismo, es la máxima instancia técnica en materia presupuestal del pliego.

La Oficina de Planeamiento y Presupuesto cuenta con las siguientes unidades orgánicas:

ÁREA DE PLANEAMIENTO:

Es la unidad orgánica de asesoramiento que depende de la Oficina de Planeamiento y

Presupuesto. Tiene como función principal organizar y coordinar el proceso de la formulación,

programación, ejecución, seguimiento y evaluación del Plan Estratégico Institucional y el Plan

Operativo Institucional; brinda asistencia y asesoría técnica en el sistema administrativo de

planeamiento estratégico.

ÁREA DE PRESUPUESTO:

Es la unidad orgánica de asesoramiento que depende de la Oficina de Planeamiento y

Presupuesto. Tiene como función principal efectuar el proceso de programación, formulación,

aprobación, ejecución y evaluación del presupuesto institucional de la Defensoría del Pueblo, de

acuerdo a la normativa vigente.

ÁREA DE MODERNIZACIÓN:

Es la unidad orgánica de asesoramiento que depende de la Oficina de planeamiento y

Presupuesto. Tiene como función principal organizar, coordinar y ejecutar los procesos técnicos

referidos al Sistema Administrativo de Modernización de la Gestión Pública; así como ejecutar

las acciones que aseguren el normal funcionamiento del proceso integral de organización de la

Defensoría del Pueblo.

31
06. ÓRGANOS DE APOYO

OFICINA DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS

La Oficina de Administración y Finanzas es un órgano de apoyo que depende de la Secretaría

General. Es responsable del proceso de asignación y administración de recursos económicos,

financieros y materiales, así como de la ejecución presupuestal, contable y de control patrimonial,

observando las disposiciones legales de los sistemas administrativos vigentes.

La Oficina de Administración y Finanzas cuenta con las siguientes unidades orgánicas:

ÁREA DE CONTABILIDAD:

Es la unidad orgánica de apoyo que depende de la Oficina de Administración y Finanzas. Tiene como

función principal la programación, coordinación, ejecución, control y evaluación de las operaciones

contables y financieras de la Defensoría del Pueblo; en concordancia con las normas y procedimientos

establecidos por el sistema de contabilidad gubernamental y demás dispositivos legales vigentes.

ÁREA DE TESORERÍA:

Es la unidad orgánica de apoyo que depende de la Oficina de Administración y Finanzas. Tiene

función principal conducir el Sistema de Tesorería en la Defensoría del Pueblo, de conformidad

con la legislación vigente. Recauda, deposita, efectúa pagos, concilia con entidades bancarias y

con el Tesoro Público el movimiento de los fondos y custodia los documentos valorados de la

entidad.

ÁREA DE LOGÍSTICA:

Es la unidad orgánica de apoyo que depende de la Oficina de Administración y Finanzas, y está

encargada de programar, dirigir, ejecutar, coordinar y supervisar las acciones administrativas del

32
sistema de abastecimiento, almacén, transportes y servicios generales. Realiza sus funciones en

concordancia con la normativa vigente y aplicable al Sistema Administrativo de Abastecimiento.

ÁREA DE CONTROL PATRIMONIAL:

Es la unidad orgánica de apoyo que depende de la Oficina de Administración y Finanzas. Tiene

como función principal coordinar y realizar el planeamiento del registro, administración,

disposición y control de los bienes patrimoniales; manteniendo actualizado el inventario de los

bienes en coordinación con las dependencias de la Defensoría del Pueblo y dar cumplimiento a las

normas emitidas por la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales y por la Defensoría del

Pueblo en el ámbito de su competencia.

ÁREA DE INFRAESTRUCTURA Y SEGURIDAD INTEGRAL:

Es la unidad orgánica de apoyo que depende de la Oficina de Administración y Finanzas. Tiene

como función principal planificar, coordinar, evaluar y ejecutar las actividades relacionadas a la

infraestructura integral de la Defensoría del Pueblo. Asimismo, propone y elabora los lineamientos

técnicos y estándares para el mantenimiento y acondicionamiento de las sedes institucionales. Es

responsable a su vez de la seguridad integral, prevención y gestión de riesgos de desastres.

OFICINA DE COMUNICACIONES E IMAGEN INSTITUCIONAL

La Oficina de Comunicaciones e Imagen Institucional es un órgano de apoyo que depende de

la Primera Adjuntía. Tiene como función principal establecer y ejecutar las políticas de prensa,

comunicaciones e imagen institucional de la Defensoría del Pueblo.

33
OFICINA DE GESTIÓN Y DESARROLLO HUMANO

Es un órgano de apoyo que depende de la Secretaría General. Tiene como función principal

conducir, coordinar y ejecutar los procesos del Sistema Administrativo de Gestión de Recursos

Humanos, contribuyendo a un nivel de calificación profesional adecuado a la misión institucional,

al mantenimiento de un clima laboral propicio, y a generar comportamientos transparentes, éticos

y honestos.

La Oficina de Gestión y Desarrollo Humano cuenta con las siguientes unidades orgánicas:

ÁREA DE REMUNERACIONES Y BENEFICIOS:

Es la unidad orgánica de apoyo que depende de la Oficina de Gestión y Desarrollo Humano.

Tiene como función principal planificar, organizar, desarrollar y controlar las actividades

relacionadas con la aplicación de los procesos técnicos del personal comprendido en el régimen

laboral de la actividad privada, de los contratos administrativos de servicios, Prácticas

Preprofesionales y Profesionales, así como del Programa SECIGRA DERECHO, en la entidad.

ÁREA DE DESARROLLO Y BIENESTAR DEL PERSONAL:

Es la unidad orgánica de apoyo que depende de la Oficina de Gestión y de desarrollo Humano.

Tiene como función principal formular y ejecutar actividades que promuevan el desarrollo del

personal y la mejora del clima organizacional, así como organizar y ejecutar los programas y

servicios de bienestar social y asistencia social; asimismo, se encarga de la capacitación del

personal.

34
OFICINA DE GOBIERNO DIGITAL, PROYECTOS Y TECNOLOGÍAS DE

LA INFORMACIÓN

La Oficina de Gobierno Digital, Proyectos y Tecnologías de la Información, es un órgano de

apoyo que depende de la Secretaría General. Está encargada de planificar, organizar, conducir y

ejecutar las políticas y estrategias relacionadas con el desarrollo e implementación del Gobierno

Digital, tecnologías de la información y telecomunicaciones. Es responsable a su vez de la Gestión

de Proyectos de Tecnologías de la Información, así como aplicar la gestión del conocimiento para

lograr la modernización de los servicios brindados a la ciudadanía y la gestión interna de la

Defensoría del Pueblo.

07. ÓRGANOS DE LÍNEA

ADJUNTÍA PARA LOS DERECHOS HUMANOS Y LAS PERSONAS CON


DISCAPACIDAD

La Adjuntía para los Derechos Humanos y las Personas con Discapacidad es un órgano de línea

que depende de la Primera Adjuntía. Tiene como función principal proponer y ejecutar la política

de la institución relativa a la protección de los derechos humanos y de las personas con

discapacidad; teniendo como principales líneas de trabajo la atención de las secuelas de la

violencia ocurrida en décadas pasadas (desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales), así

como las afectaciones a derechos humanos que se dan en la actualidad (torturas, detenciones

arbitrarias, etc.). Está a cargo de un/a Adjunto/a.

Tiene a su cargo el Programa de Protección y Promoción de Derechos en Dependencias

Policiales, el Programa de Asuntos Penales y Penitenciarios y el Programa de Defensa y

Promoción de los Derechos de las Personas con Discapacidad.

35
Las funciones de estos Programas se detallan en sus Manuales de Operaciones respectivos, de

acuerdo a la normatividad vigente.

ADJUNTÍA PARA LOS DERECHOS DE LA MUJER

La Adjuntía para los Derechos de la Mujer es un órgano de línea que depende de la Primera

Adjuntía. Tiene como función principal fortalecer y promover la vigencia de los derechos de la

mujer, así como contribuir a erradicar los actos de la administración estatal que evidencien

discriminación hacia la mujer.

ADJUNTÍA DEL MEDIO AMBIENTE, SERVICIOS PÚBLICOS Y PUEBLOS


INDÍGENAS

La Adjuntía del Medio Ambiente, Servicios Públicos y Pueblos Indígenas es un órgano de línea

que depende de la Primera Adjuntía. Tiene como función principal proteger los derechos de la

persona y la comunidad a acceder a servicios públicos de calidad con tarifas justas, mediante la

supervisión de la prestación de los servicios públicos de agua y alcantarillado, electricidad,

telefonía y transporte público, así como los derechos de las personas a gozar de un ambiente

equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida, mediante la supervisión del cumplimiento de los

deberes de la administración pública.

Tiene a su cargo el Programa de Pueblos Indígenas.

ADJUNTÍA EN ASUNTOS CONSTITUCIONALES

La Adjuntía en Asuntos Constitucionales es un órgano de línea que depende de la Primera

Adjuntía. Tiene como función principal velar por la supremacía y vigencia de la Constitución

Política del Estado, así como la supervisión de áreas de funcionamiento del Estado tales como:

acceso a la justicia, seguridad ciudadana, función policial, transparencia, acceso a la información

36
pública, protección de datos personales, libertad de expresión, procesos constitucionales, entre

otras.

ADJUNTÍA PARA LA ADMINISTRACIÓN ESTATAL

La Adjuntía para la Administración Estatal es un órgano de línea que depende de la Primera

Adjuntía. Tiene como función principal supervisar la actuación de la administración estatal,

abarcando ésta a las entidades públicas de los tres niveles de gobierno (central, regional y local),

así como a las entidades privadas que brindan un servicio público por delegación y/o concesión,

como, por ejemplo, universidades privadas, centros educativos privados, entre otros.

Tiene a su cargo el Programa de Descentralización y Buen Gobierno y el Programa de Identidad

y Ciudadanía. Las funciones de ambos Programas se detallan en sus Manuales de Operaciones

respectivos, de acuerdo a la normatividad vigente.

ADJUNTÍA PARA LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA

La Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia es un órgano de línea que depende de la Primera

Adjuntía. Tiene como función principal encargarse de la defensa y promoción de los derechos de

los niños, niñas y adolescentes en el marco de las competencias de la Defensoría del Pueblo. Está

a cargo de un/a Adjunto/a.

ADJUNTÍA PARA LA PREVENCIÓN DE CONFLICTOS SOCIALES Y LA


GOBERNABILIDAD

La Adjuntía para la Prevención de Conflictos Sociales y la Gobernabilidad es un órgano de

línea que depende de la Primera Adjuntía. Tiene como función principal contribuir a la solución

37
pacífica de los conflictos sociales a la vez de la investigación de las problemáticas de fondo que

subyacen en los

ADJUNTÍA DE LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN, TRANSPARENCIA Y


EFICIENCIA DEL ESTADO

La Adjuntía de Lucha Contra la Corrupción, Transparencia y Eficiencia del Estado es un órgano

de línea que depende de la Primera Adjuntía. Tiene como función principal contribuir con la

prevención y lucha contra la corrupción a través de generación de información, incidencia y

supervisión de la política anticorrupción, denuncia ciudadana y seguimiento de casos, promoción

de la ética pública y el derecho de participación. Está a cargo de un/a Adjunto/a.

Tiene a su cargo el Programa de Ética Pública, Prevención de la Corrupción y Políticas

Públicas.

DIRECCIÓN DEL MECANISMO NACIONAL DE PREVENCIÓN DE LA TORTURA

La Dirección del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura es un órgano de línea que

depende de la Primera Adjuntía. Implementa y ejecuta las funciones del Mecanismo Nacional de

Prevención de la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes de

conformidad con el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o

Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y la Ley N O 30394.

DIRECCIÓN DE COORDINACIÓN TERRITORIAL

La Dirección de Coordinación Territorial es un órgano de línea que depende de la Primera

Adjuntía. Tiene como función principal proponer a la Alta Dirección la política institucional en

materia de desarrollo y consolidación del sistema de despliegue territorial. Constituye un órgano

38
de enlace intrainstitucional e implementa acciones y estrategias para la articulación con

instituciones y la sociedad civil.

08. ÓRGANOS DESCONCENTRADOS

OFICINAS DEFENSORIALES

Las Oficinas Defensoriales son órganos desconcentrados que dependen de la Primera Adjuntía.

Se encuentran instalados en toda la República y operan en ámbitos geográficos determinados por

el Titular. Estas oficinas podrán contar con Módulos Defensoriales.

Las Oficinas Defensoriales son:

1. Oficina Defensorial de Amazonas.

2. Oficina Defensorial de Ancash.

3. Oficina Defensorial de Apurímac.

4. Oficina Defensorial de Arequipa.

5. Oficina Defensorial de Ayacucho.

6. Oficina Defensorial de Cajamarca.

7. Oficina Defensorial de Callao.

8. Oficina Defensorial de Lima Este.

9. Oficina Defensorial de Lima Norte.

1O. Oficina Defensorial de Lima Sur.

11. Oficina Defensorial de Cusco.

12. Oficina Defensorial de Huancavelica.

13. Oficina Defensorial de Huánuco.

39
14. Oficina Defensorial de Ica.

15. Oficina Defensorial de Junín.

16. Oficina Defensorial de La Libertad.

17. Oficina Defensorial de Lambayeque.

18. Oficina Defensorial de Lima.

19. Oficina Defensorial de Loreto.

20. Oficina Defensorial de Madre de Dios.

21. Oficina Defensorial de Moquegua.

22. Oficina Defensorial de Pasco.

23. Oficina Defensorial de Piura.

24. Oficina Defensorial de Puno.

25. Oficina Defensorial de San Martín.

26. Oficina Defensorial de Tacna.

27. Oficina Defensorial de Tumbes.

28. Oficina Defensorial de Ucayali.

MÓDULOS DEFENSORIALES

Son unidades orgánicas desconcentradas que dependen de su respectiva Oficina Defensorial.

Tienen como función principal dirigir la actuación defensorial en el ámbito geográfico de su

competencia, acorde con la política de la Defensoría del Pueblo a nivel nacional. Los Módulos

Defensoriales son conducidos por un/a Coordinador/a de los mismos.

40
CONCLUSIONES

La defensoría del Pueblo es una institución independiente del Ministerio Público. La defensoría

fue creada en el Perú con el antecedente de la Constitución de 1979, que nombraba al Ministerio

Público con funciones de defensor del Pueblo. La función que más resalta de la defensoría del

pueblo es la de actuar como defensor del pueblo ante la administración pública. El defensor del

pueblo no es Juez ni fiscal, sino un mediador que hace respetar los derechos de los ciudadanos ante

la administración pública. La comisión ad-hoc se crea para la liberación de los inocentes

condenados por los delitos de terrorismo y traición a la patria. La defensoría del pueblo trabaja con

el apoyo financiero de la comunidad internacional.

Desde su establecimiento en la Constitución de 1993, la Defensoría del Pueblo se ha convertido

en una institución gravitante en nuestra sociedad para la protección y promoción de los derechos

fundamentales, así como para la promoción de prácticas de buen gobierno.

Por lo tanto, se puede indicar que, a través de la resolución de las quejas individuales, así como de

los Informes Defensoriales se observa la función de control - colaboración de la Defensoría del

Pueblo, pues no solamente busca señalar cuales son los problemas advertidos, sino que también

propone soluciones para superar dicha problemática. Así, tanto las quejas como los informes se

constituyen en emblemas de persuasión por su oportunidad y búsqueda de soluciones, porque

advierten de una problemática concreta que aflige a los ciudadanos en su relación con la

Administración Pública, al que los medios tradicionales de control no responden adecuadamente,

por tanto, dichas investigaciones defensoriales pueden tener un impacto positivo no sólo en la

Administración Pública sino también en la sociedad en general.

41
ANEXOS

42
43
Tribunal Militar-Policial”

INDICE

Contenido
INTRODUCCION .......................................................................................................................................5
1. DEFINICION .................................................................................................................................6
2. NATURALEZA JURIDICA ...............................................................................................................7
3. ANTECEDENTES DEL FUERO MILITAR-POLICIAL ..........................................................................9
4. ANTECEDENTES DEL CODIGO DE JUSTICIA MILITAR-POLICIAL .................................................11
5. ARTICULOS DE LA CONSTITUCION REFERENTE AL FUERO MILITAR-POLICIAL .........................13
6. LEY Nª 29182: LEY DE ORGANIZACIÓN Y FUNCIONES DEL FUERO MILITAR-POLICIAL .............14
TITULO PRELIMINAR ..............................................................................................................................15
ARTÍCULO I ........................................................................................................................................15
Fuero militar policial ......................................................................................................................15
ARTÍCULO II .......................................................................................................................................15
Competencia .................................................................................................................................15
ARTÍCULO III ......................................................................................................................................16
Delitos de función ..........................................................................................................................16
ARTÍCULO IV ......................................................................................................................................16
Prohibición ....................................................................................................................................16
ARTÍCULO V .......................................................................................................................................16
Operadores del Fuero Militar Policial ............................................................................................16
ARTÍCULO VI ......................................................................................................................................17
Grado y función .............................................................................................................................17
ARTÍCULO VII.....................................................................................................................................17
Finalidad de la norma ....................................................................................................................17

1
ARTÍCULO VIII....................................................................................................................................17
Función Militar Policial ..................................................................................................................17
TÍTULO I .................................................................................................................................................17
ARTÍCULO 1 Objeto de la ley ............................................................................................................17
ARTÍCULO 2 .......................................................................................................................................18
TÍTULO II ................................................................................................................................................19
CAPÍTULO I ........................................................................................................................................19
CAPÍTULO II .......................................................................................................................................19
TÍTULO III ...............................................................................................................................................21
CAPÍTULO I ........................................................................................................................................21
CAPÍTULO II .......................................................................................................................................22
ARTÍCULO 8 Naturaleza y sede ..........................................................................................................22
ARTÍCULO 9 Composición y quórum .................................................................................................22
ARTÍCULO 10 Nombramiento de vocales del Tribunal Supremo Militar Policial ...............................23
ARTÍCULO 11 Elección y cese del Presidente del Tribunal Supremo Militar Policial ..........................23
ARTÍCULO 12 Competencia y funciones jurisdiccionales ...................................................................23
ARTÍCULO 13 Competencia y funciones administrativas ...................................................................25
CAPÍTULO III ..........................................................................................................................................25
ARTÍCULO 14 Creación y sedes..........................................................................................................25
ARTÍCULO 15 Organización y composición ........................................................................................25
ARTÍCULO 16 Elección del Presidente de cada Tribunal Superior Militar Policial ..............................26
ARTÍCULO 17 Competencia y funciones ............................................................................................26
CAPÍTULO IV ..........................................................................................................................................26
ARTÍCULO 18 Creación y sedes..........................................................................................................26
ARTÍCULO 19 Organización y composición ........................................................................................27
ARTÍCULO 20 Competencia y funciones ............................................................................................27
CAPÍTULO V ...........................................................................................................................................27
ARTÍCULO 21 Competencia de los órganos fiscales militares policiales ............................................27
ARTÍCULO 22 Estructura orgánica fiscal militar policial .....................................................................28
ARTÍCULO 23 Designación de fiscales del Fuero Militar Policial ........................................................28
ARTÍCULO 24 Fiscalía Suprema Militar Policial ..................................................................................28
ARTÍCULO 25 Funciones de los órganos fiscales militares policiales .................................................29
TÍTULO IV ...............................................................................................................................................30
ARTÍCULO 26 Suplencia de Vocales, Jueces y Fiscales .......................................................................30

2
ARTÍCULO 28 Inicio de la función y cargo ..........................................................................................31
ARTÍCULO 29 Término de la función .................................................................................................31
ARTÍCULO 30 Aplicación supletoria de normas .................................................................................33
TÍTULO V ................................................................................................................................................33
ARTÍCULO 31 Casos especiales de conflicto armado .........................................................................33
ARTÍCULO 32 Transferencia de procesos ..........................................................................................33
TÍTULO VI ...............................................................................................................................................33
CAPÍTULO I ............................................................................................................................................33
ARTÍCULO 33 Órgano de Control .......................................................................................................34
ARTÍCULO 34 Designación del Jefe del Órgano de Control................................................................34
ARTÍCULO 35 Faltas y sanciones disciplinarias ..................................................................................34
CAPÍTULO II ...........................................................................................................................................35
ARTÍCULO 36 Oficina de control institucional ...................................................................................35
TÍTULO VII ..............................................................................................................................................35
ARTÍCULO 37 Línea de carrera en el Fuero Militar Policial ................................................................36
TÍTULO VIII .............................................................................................................................................36
ARTÍCULO 38 Naturaleza y constitución ............................................................................................36
ARTÍCULO 39 Ascenso y cambios de colocación................................................................................36
TÍTULO IX ...............................................................................................................................................37
CAPÍTULO I ............................................................................................................................................37
ARTÍCULO 40 Criterios de asignación y distribución..........................................................................37
ARTÍCULO 41 Designación, suplencia y cese de los auxiliares jurisdiccionales y fiscales...................37
CAPÍTULO II ...........................................................................................................................................38
ARTÍCULO 42 Apoyo de la Policía Nacional del Perú .........................................................................38
ARTÍCULO 43 Policía Militar ..............................................................................................................38
ARTÍCULO 44 Defensa en el Fuero Militar .........................................................................................38
TÍTULO X ................................................................................................................................................39
ARTÍCULO 45 Principios de la administración de Justicia Militar Policial ..........................................39
ARTÍCULO 46 Cosa Juzgada en el Fuero Militar Policial .....................................................................39
TÍTULO XI ...............................................................................................................................................39
CAPÍTULO I ............................................................................................................................................39
ARTÍCULO 47 Régimen económico ....................................................................................................39
ARTÍCULO 48 Recursos ......................................................................................................................39
CAPÍTULO II ...........................................................................................................................................40

3
ARTÍCULO 49 Organización técnico-administrativa ...........................................................................40
ARTÍCULO 50 Estructura administrativa básica .................................................................................40
ARTÍCULO 51 Dirección Ejecutiva ......................................................................................................40
CAPÍTULO III ..........................................................................................................................................40
ARTÍCULO 52 Inspectoría General del Fuero Militar Policial .............................................................41
ARTÍCULO 53 Designación y funciones ..............................................................................................41
CAPÍTULO IV ..........................................................................................................................................41
ARTÍCULO 54 Procuraduría Pública del Fuero Militar Policial ...........................................................41
ARTÍCULO 55 Procurador Público ......................................................................................................41
CAPÍTULO V ...........................................................................................................................................41
ARTÍCULO 56 Régimen laboral, remunerativo y pensionario ............................................................42
ARTÍCULO 57 Bono por función jurisdiccional militar policial ...........................................................42
ARTÍCULO 58 Derechos adquiridos ...................................................................................................42
CONCLUSIONES .....................................................................................................................................43
BIBLIOGRAFIA ........................................................................................... ¡Error! Marcador no definido.

4
Tribunal Militar-Policial”

INTRODUCCION

La justicia militar es una institución que tiene más de cinco siglos de existencia en nuestro país.
Fue incorporada desde la conquista, permaneció durante el virreinato y se ha mantenido a lo largo
de nuestra vida republicana. A nivel constitucional, la justicia militar ha estado presente siempre
en la constitución histórica nacional. Ha sido contemplada, por ejemplo, en las normas
fundamentales de los años 1823, 1828, 1856, 1933, y 1979. La actual constitución de 1993 reitera
la vigencia de la jurisdicción militar en su artículo 139º al señalar que “no existe ni puede
establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar y la arbitral”. Del
mismo modo, la ley fundamental ha delimitado el marco competencial de la jurisdicción militar
en su artículo 173º dentro del capítulo XII referido a la Seguridad y Defensa Nacional,
asignándole la finalidad exclusiva de administrar justicia penal militar policial cuando los
miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional cumplan con orden y disciplina las
funciones que la constitución les ha confiado. En efecto, la constitución en sus artículos 163º,
165º, 166º, asigna a las Fuerzas armadas y a la Policía Nacional transcendentales funciones de
garantizar en forma integral y permanente la defensa, independencia, soberanía, integridad
territorial, seguridad y orden interno de la república. Para que estas funciones se cumplan en
forma idónea, resulta indispensable que se preserve el orden y la disciplina en las instituciones
armadas y policiales, lo cual se logra con la sanción de los delitos de función en la jurisdicción
militar policial. Los magistrados militares policiales tienen conocimiento de la estructura,
procedimientos y demás circunstancias propias de las fuerzas del orden se suyo complejas que
justifican evidentemente la existencia de la justicia militar como jurisdicción independiente y
especializado. Cabe recordar que nuestro país se ha caracterizado por tener un clima de violencia
e inseguridad, que se agravó en los últimos 30 años por el fenómeno del terrorismo y actualmente

5
por las convulsiones sociales internas y narcoterrorismo. Por estas razones, es vital, para la
existencia y desarrollo de nuestra nación, contar con fuerzas del orden disciplinadas e idóneas.

1. DEFINICION

Etimológicamente, la palabra "fuero", proviene del latín “fórum” vocablo que significa foro
o tribunal. Entonces, decimos que el concepto de fuero llega a nosotros desde la Edad Media,
momento en el cual la sociedad occidental se organizaba en clases sociales claramente
definidas y estructuradas en torno a las actividades que cumplieran. Así, el fuero era conjunto
de leyes o códigos legales que pertenecían a cada estamento particular y que regían la
actividad, así como también numerosos aspectos de la vida cotidiana. El fuero era entendido
también como un privilegio que entregaba el rey o el señor feudal a sus súbditos para que
éstos se organizaran social y económicamente. Entre esas diversas acepciones, "Fuero"
también significaba conjunto de Juzgados y Tribunales con poder jurisdiccional sobre
determinadas materias, territorios o personas. Hoy en día, el término se aplica especialmente
en el ámbito judicial; es el caso en particular del Fuero Militar Policial, el único organismo
jurisdiccional que conserva la denominación de "Fuero" en el Perú. (muller solón, 2021)

Para GUILLERMO CABANELLAS (18), la palabra fuero tiene los siguientes significados:
El tribunal a cuya jurisdicción está sometido el reo o demandado, designado en este sentido
como fuero competente. El juicio, la jurisdicción y potestad de juzgar, en cuyo sentido se dice
que tal causa pertenece al fuero eclesiástico, si corresponde el juicio a la jurisdicción o
potestad eclesiástica, etc. El lugar del juicio, esto es el lugar o sitio en que se hace o administra
justicia. El distrito o territorio dentro del cual puede cada juez ejercer Su jurisdicción.

6
Para LUZ DEL CARMEN IBÁÑEZ CARRANZA, "La concepción romana de Fuero o
fórum, estuvo relacionada con la competencia, pues la asignación de causas o litigios a los
magistrados, estaba determinada por distintos criterios. El valor de la cosa litigiosa tenía que
ver con la clase de función que desempeñaba cada magistrado con relación a la organización
jerárquica de la magistratura (19)

2. NATURALEZA JURIDICA

El Fuero Militar Policial, tiene como misión central y primordial administrar e impartir
justicia al personal militar y policial en situación de actividad que incurra en delitos de
función, con observancia de los principios, normas y derechos establecidos en la Constitución
Política y el Código Penal Militar Policial, garantizando así el cumplimiento de los fines
constitucionales de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú.

Conforme con lo previsto en el artículo 173° de la Constitución Política del Perú, es un órgano
jurisdiccional autónomo, independiente e imparcial y constituye una jurisdicción excepcional
e independiente del Poder Judicial (artículo 139° numeral 1). Su competencia comprende
exclusivamente el ámbito penal militar y policial.

Su acción garantiza el respeto a los principios rectores de la administración de justicia, el


derecho al juez natural, el debido proceso y los derechos humanos; con probidad, autonomía,
celeridad y predictibilidad. Asegura un juzgamiento especializado de las actuaciones de los
efectivos del orden; y vela que las Fuerzas Armadas y Policía Nacional cumplan en forma
idónea, eficaz y disciplinada las funciones de defensa y seguridad de la República.

El Fuero Militar Policial por su naturaleza y finalidad se relaciona con el Sistema de Defensa
Nacional dentro de la independencia y autonomía que les reconocen la Constitución y sus

7
respectivas leyes. Su marco normativo coadyuva al cumplimiento del deber primordial del
Estado de defender la soberanía nacional, garantizar la plena vigencia de los derechos
humanos, proteger a la población de las amenazas contra su seguridad, y promover el
bienestar general, en concordancia con los artículos 440 y 1630 de la Norma Fundamental.
(estado, 2020)

8
3. ANTECEDENTES DEL FUERO MILITAR-POLICIAL

La historia del actualmente denominado Fuero Militar Policial, tiene su causa en el origen
mismo de la humanidad, en la cual siempre se ha requerido la presencia de un grupo de sus
miembros facultados para defender los intereses del territorio y brindar protección a sus
miembros.

Antiguamente, los ejércitos estaban conformados por los llamados guerreros de ocasión,
quienes acompañaban a los jefes de sus tribus en sus luchas con otras tribus, para salvaguardar
el dominio territorial, la supremacía, o simplemente por vengar alguna ofensa; al finalizar la
lucha, los guerreros retornaban a sus habituales ocupaciones, siendo independientes, esto es,
que no hacían parte de una organización estatal, ni mando organizado alguno.

Como desarrollo de la necesidad de defensa, en la antigua Roma aparecen las fuerzas armadas
permanentes, las cuales, tal como lo manifiesta RODRÍGUEZ USSA, pueden considerarse
como los embriones de las fuerzas militares. De esta manera Roma hizo un gran aporte a la
civilización, en la cual se constituyen como elementos esenciales su poderío militar y la
extensión de sus dominios. Es en Roma donde se desarrolló inicialmente el fuero militar para
asuntos militares y de disciplina, de tal suerte que es el derecho Justiniano donde encontramos
los primeros antecedentes del fuero. El delito militar, se fundamentó en la idea de disciplina
y en la necesidad del mantenimiento de la misma, en aras a la supervivencia de su ejército y
del imperio.

Las primeras normas que reglaron la vida militar en América Latina surgen durante el período
colonial a través de las "Reales Ordenanzas para el Régimen, Disciplina, Subordinación y
Servicio de sus Ejércitos" dictadas por el Rey Carlos III en San Lorenzo del Escorial en
España, el 22 de octubre de 1768. Estas normas especificaban las obligaciones del militar
según su grado jerárquico, haciendo especial énfasis en valores típicos de la personalidad
militar como el sentido del deber, el honor, la subordinación jerárquica y la disciplina,
partiendo de éstos para la construcción de un régimen jurídico propio de la esfera castrense.

9
A partir de la independencia de la dominación española y de la construcción de las primeras
repúblicas, se inicia un proceso de configuración de marcos regulatorios para la conformación
de los nuevos Estados, sus aparatos, y la convivencia social. Más adelante, surgirán los
códigos de justicia militar como los instrumentos que enumeran y definen cuáles son los actos
considerados como delitos militares. Así, a excepción de Brasil que fue colonia portuguesa,
en el resto de los países las Reales Ordenanzas continuaron rigiendo el desempeño castrense
durante el siglo XIX, junto a normas específicas complementarias, hasta el momento de la
sanción de los primeros dispositivos nacionales en la materia. Estas Ordenanzas se
complementaron con un decreto real el 9 de febrero de 1793, que estableció el fuero militar
en los Ejércitos de España y Ultramar, consistente en el juzgamiento de los delitos cometidos
por militares en tribunales castrenses.

Las Ordenanzas estuvieron en vigencia en todos los países de América Latina hasta que, a
partir de la segunda mitad del siglo XIX y avanzado el siglo XX (con el comienzo de la
profesionalización militar, que también se expresó vía la fundación de las academias militares
de formación de oficiales), aparecieron los nuevos reglamentos de disciplina y luego los
códigos militares, que en muchos casos no eran mucho más que copias y ajustes de dichas
Ordenanzas o de códigos españoles o franceses. En la propia España las ordenanzas
borbónicas recién dejaron de estar totalmente vigentes en diciembre de 1978, al aprobarse las
nuevas Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas, que fueron complementadas más tarde
por las particulares para cada fuerza.

En el Perú, al producirse la independencia, durante un tiempo tuvieron vigencia las ordenanzas


españolas, pero al consolidarse la República, las distintas constituciones que ha tenido el Perú
han preservado el estatuto de la Justicia Militar asignándole la gran misión de administrar
justicia en el ámbito de su competencia. La Justicia Militar ha sido siempre un capítulo
importante en la historia de la República, lo cual es evidente en el tratamiento dado a la
jurisdicción militar en las diversas constituciones que rigieron en el Estado Peruano. (muller
solón, 2021)

10
4. ANTECEDENTES DEL CODIGO DE JUSTICIA MILITAR-POLICIAL

El actual Código Penal Militar Policial Militar tiene sus orígenes en:

- El Primer Código de Justicia Militar promulgado por Ley del 20 de diciembre de


1898, este primer Código hizo depender a la Justicia Militar del Poder Ejecutivo,
quien nombraba a los vocales del Supremo Consejo de Guerra (Art. N O 80) máxima
instancia de la justicia militar, En cuanto a la competencia de la justicia militar, este
Código también establecía que por razón del lugar, la jurisdicción de guerra conoce
de las causas que contra toda clase de personas, por la comisión de toda clase de
delitos en plazas sitiadas, cuarteles, campamentos, obras militares, almacenes,
oficinas, dependencias, academias y demás establecimientos de guerra, siempre que
el delito perturbe el servicio militar, tienda a alterar el orden público, afecte la
seguridad de esas dependencias o perjudique su mejor defensa. Este código tuvo una
duración de 40 años.
- Segundo Código de Justicia Militar de 1939 que tuvo once años de vigencia fue
promulgado por la Ley Nº 8991 del 16 de octubre de 1939, durante el Gobierno
Militar del General Oscar R. Benavides; básicamente respondió a la necesidad de
sistematizar las modificaciones que se hicieron al primer Código de 1898, así como
adecuar la justicia militar a las nuevas infracciones que se verificaban en el ámbito
de la marina y aviación. Por ejemplo: en caso de concurso real de delitos, uno militar
y otro común, conoce la jurisdicción a la que corresponde imponer la pena más grave.
- Tercer Código de Justicia Militar, tuvo trece años de vigencia y fue promulgado
durante el Gobierno militar del General Manuel A. Odría mediante Decreto ley NO
11380 del 29 de mayo de 1950 y respondió básicamente a la preocupación de dotar
de permanencia a los tribunales militares. Es así que tuvo como eje de la reforma, la
institucionalización de los Consejos de Guerra Permanentes para una sanción eficaz
y oportuna, la organización del Cuerpo Jurídico, la adecuación a un sistema de penas
más flexible y la imposición de procedimientos más céleres.
- Cuarto Código de Justicia Militar de 1963 tuvo una duración de diecisiete años y
se promulgó durante la Junta Militar de Gobierno del General Nicolás Lindley
mediante el Decreto Ley Nº 14613 de fecha 25 de Julio de 1963, dictado cuando se
encontraba en vigor la Constitución de 1933, cuyo Art. 2290 reconocía la existencia

11
de tribunales militares y dejaba librada su organización y atribuciones a la ley,
siempre que sean compatible con "la naturaleza de las cosas". En esta época también
se promulgó la primera Ley Orgánica de la Justicia Militar a través del Decreto ley
Nº 14612. Se amplió el número de tipos penales dada la mayor amplitud de funciones
de las FFAA respecto a la defensa nacional y se diseñó la organización de la justicia
militar a efecto de separarla de la legislación penal y procesal penal.
- Quinto Código de Justicia Militar fue el de 1980 y tuvo una duración de 26 años,
fue promulgado mediante Decreto Ley N O 23214 del 24 de julio de 1980, a escasos
cuatro días de la transferencia del poder político a la civilidad; el entonces Presidente
del Perú General de División Francisco Morales Bermúdez, promulga este nuevo
Código de Justicia Militar, el cual se sustentó en la necesidad de adecuar la
Legislación militar a la nueva Constitución Política de 1979, así como de actualizar
sus normas en concordancia con la evolución y desarrollo operados en las Fuerzas
Armadas y Policiales"; y, así evitar que el nuevo gobierno democrático sea el que
reforme la jurisdicción militar.
- Sexto Código de Justicia Militar, se promulgó bajo este marco de denuncias y fue
aprobado mediante Decreto Legislativo Nº 961 promulgado el 10 de Enero del 2006
el cual tuvo por primera vez una nueva denominación "Código de Justicia Militar
Policial" con una duración de cuatro años, igualmente el 07 de Enero del 2006, se
publica en el Diario Oficial El Peruano, la Ley Nº 28665-Ley de Organización,
Funciones y Competencia de la Jurisdicción Especializada en Materia Penal Militar
Policial, con lo cual supuestamente se reformaba orgánicamente a la Justicia Militar.
Tras nuevas demandas y sentencias se publica una nueva Ley del Fuero Militar
Policial-Ley Nº 29182 promulgada el 10 de enero del 2008.
- Séptimo Código de Justicia Militar, con un nombre nuevamente diferente,
denominado ahora “Código Penal Militar Policial", se promulga mediante Decreto
Legislativo Nº 1094 del 31 de agosto del 2010, el cual se mantiene vigente hasta la
actualidad. (muller solón, 2021)

12
5. ARTICULOS DE LA CONSTITUCION REFERENTE AL FUERO MILITAR-

POLICIAL

- Artículo 139° inciso 1) de la Constitución taxativamente prescribe que son


principios y derechos de la función jurisdiccional: “la unidad y exclusividad de la
función jurisdiccional”. No existe ni puede establecerse jurisdicción alguna
independiente, con excepción de la militar y la arbitral. La “unidad” implica que el
cuerpo judicial es único, y que el Gobierno no puede crear jurisdicciones
excepcionales para conocer de determinadas materias (que éstas tengan calidad de
“cosa juzgada”, no impide la vulneración a la garantía constitucional de juez legal).
“La exclusividad”, en tanto que el ejercicio de la potestad jurisdiccional constituye
un monopolio de los integrantes del Poder Judicial.
- Artículo 140º la pena de muerte solo puede aplicarse por el delito de traición a la
patria en caso de guerra, y de terrorismo, conforme a las leyes y a los tratados de los
que el Perú es parte obligada.
- Artículo 141º Corresponde a la Corte Suprema fallar en casación, o en última
instancia, cuando la acción se inicia en una Corte Superior o ante la propia Corte
Suprema conforme a ley. Asimismo, conoce en casación las resoluciones del Fuero
Militar, con las limitaciones que establece el artículo 173.
- Artículos 165º y 166º de la Constitución señala que se ha asignado a las Fuerzas
Armadas y a la Policía Nacional las funciones trascendentales de garantizar la
defensa, independencia, soberanía, integridad territorial, seguridad y orden interno
de la República, tal como podemos apreciar en dichos artículos.
- Artículo 167º el Presidente de la República es el Jefe Supremo de las Fuerzas
Armadas y de la Policía Nacional
- Artículo 168° de la Constitución Política del Perú, respecto a la Organización y
funciones de las Fuerzas Armadas y PNP, establece que las leyes y los reglamentos
respetivos determinan la organización, las funciones, las especialidades, la
preparación y el empleo; y norman la disciplina de las FFAA y la PNP.
- Artículo 169º las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no son deliberantes. Están
subordinadas al poder constitucional.

13
- Artículo 171º las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y el desarrollo del país Las
Fuerzas Armadas y la Policía Nacional participan en el desarrollo económico y social
del país, y en la defensa civil de acuerdo a ley.
- Artículo 173° de la Constitución Política del Perú, prevé el marco competencial de
la Justicia Militar, reservándose para casos de delito de función, a los miembros de
las FFAA y de la PNP en cuyo caso son sometidos al Fuero Militar Policial y el
Código de Justicia Militar (actualmente llamado Código Penal Militar Policial).

6. LEY Nª 29182: LEY DE ORGANIZACIÓN Y FUNCIONES DEL FUERO

MILITAR-POLICIAL

Como se sabe la Ley N° 29182, fue promulgada el 11 de enero del 2008, desde ahí para
adelante se ve la actuación de esta ley dentro de nuestro sistema penal que como se sabe
existen: los procesos comunes y los procesos especiales encontrándose dentro de los procesos
por razón de la función pública, contando con su propio Código Penal Militar Policial.

Se podría decir que tanto los policías como los militares son personas especiales, en el
sentido de que estos van a recibir un trato distinto por parte del estado que como se sabe este
tiene el poder de coerción que se aplica a través del Ius Puniendi y se materializa a través de
un proceso sancionador, disciplinario, administrativo; todas la personas o ciudadanos están
sometidos al derecho sancionador tanto administrativo y penal, en cambio los policías y
militares aparte de estos dos derechos ya mencionados existe un tercero que es el derecho
penal sancionador militar y policial, es por ello que se les considera personas especiales.
Mencionando ya líneas arriba que estos tienen su propio código, este hace referencia a
aquellos delitos de función netamente.

La presente ley N° 29182, establece la naturaleza, estructura, organización, competencia,


jurisdicción, funciones y atribuciones del Fuero Militar Policial, como organismo, autónomo
e independiente, en armonía con las normas y principios establecidos en la Constitución
Política del Perú; Además se estableció que todos los elementos operativos de la justicia
militar, jueces y fiscales, sean oficiales del servicio o cuerpo jurídico de las Fuerzas Armadas

14
y de la Policía Nacional del Perú (PNP).

En ese orden de ideas, el presente trabajo tiene por objeto abordar entonces algunos artículos
que consideramos como los más relevantes.

TITULO PRELIMINAR

ARTÍCULO I

Fuero militar policial

El Fuero Militar Policial, previsto en el artículo 173 de la Constitución Política del Perú, es
un órgano jurisdiccional autónomo, independiente e imparcial. Es competente únicamente
para juzgar los delitos de función.

COMENTARIO: El Fuero Militar Policial, tiene como misión central y primordial


administrar e impartir justicia al personal militar y policial en situación de actividad que
incurra en delitos de función, con observancia de los principios, normas y derechos
establecidos en la Constitución Política y el Código Penal Militar Policial, garantizando así
el cumplimiento de los fines constitucionales de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional
del Perú.

ARTÍCULO II

Competencia

El Fuero Militar Policial, a tenor de lo dispuesto en el artículo 139 numeral 1) de la


Constitución Política del Perú, constituye una jurisdicción excepcional e independiente del
Poder Judicial. Su competencia comprende exclusivamente el ámbito penal militar y policial.

En el ejercicio de sus funciones y atribuciones, el Fuero Militar Policial se sujeta a los


principios y garantías de la función jurisdiccional y al pleno respeto de los derechos
fundamentales de la persona.

COMENTARIO: Como se mencionó líneas arriba su competencia constituye una


jurisdicción excepcional e independiente del Poder Judicial de acuerdo al artículo 139°

15
numeral 1 de la Constitución Política del Perú. Su competencia comprende exclusivamente
el ámbito penal militar y policial.

ARTÍCULO III

Delitos de función

Los delitos de función, de naturaleza y carácter militar policial son tipificados en el Código
de Justicia Militar Policial y son imputables, sólo y únicamente, a militares y policías en
situación de actividad.

COMENTARIO: El delito de función se define como aquella acción tipificada expresamente


en la Ley de la materia, y que es realizada por un militar o policía en acto de servicio o con
ocasión de él, y respecto de sus funciones profesionales

ARTÍCULO IV

Prohibición

El Fuero Militar Policial y el Código de Justicia Militar Policial no alcanzan a ciudadanos


civiles, ni en forma directa, ni indirecta, ni análoga, de conformidad con la Constitución
Política del Perú, bajo responsabilidad.

ARTÍCULO V

Operadores del Fuero Militar Policial

Los operadores del Fuero Militar Policial, Vocales, Jueces o Fiscales de todos los niveles, así
como los Relatores, Secretarios de Sala o Juzgado proceden únicamente del Cuerpo Jurídico
Militar Policial, debiendo contar obligatoriamente con formación jurídica militar o policial.
La formación jurídica se acredita con el título profesional de abogado. La formación militar
o policial, mediante constancia emitida por el órgano competente de la respectiva institución
armada o policial.

Los magistrados que administran justicia penal militar policial y los fiscales ejercen sus
funciones a dedicación exclusiva.

16
ARTÍCULO VI

Grado y función

La relación entre el grado militar o policial y la función jurisdiccional o fiscal, en el Fuero


Militar Policial, para quienes ejercen dicha función, se sujeta a lo establecido en la presente
Ley. En ningún caso y bajo ninguna forma implica dependencia o subordinación alguna para
el ejercicio de la función.

ARTÍCULO VII

Finalidad de la norma

La estructura, organización, competencia y funciones específicas del Fuero Militar Policial


se determinan en la presente Ley, en concordancia con la Constitución Política del Perú.

ARTÍCULO VIII

Función Militar Policial

De conformidad con el artículo 173 de la Constitución Política del Perú, los militares y
policías son sometidos al fuero respectivo y al Código de Justicia Militar Policial, siempre y
cuando incurran en infracción, durante el ejercicio de la función militar o policial. Dicha
función está constituida por el conjunto de tareas que se realizan en tiempo de paz, o durante
el régimen de excepción o conflicto armado, en cumplimiento de la Constitución Política del
Perú, las leyes y los reglamentos correspondientes. El ejercicio regular de la función militar
o policial, durante operaciones o acciones militares o policiales, no genera responsabilidad
penal, sin perjuicio de las investigaciones institucionales a que haya lugar.

TÍTULO I

ARTÍCULO 1 Objeto de la ley

La presente Ley establece la naturaleza, estructura, organización, competencia, jurisdicción,


funciones y atribuciones del Fuero Militar Policial, en armonía con las normas y principios
establecidos en la Constitución Política del Perú.

17
COMENTARIO: Su acción garantiza el respeto a los principios rectores de la administración
de justicia, el derecho al juez natural, el debido proceso y los derechos humanos; con
probidad, autonomía, celeridad y predictibilidad. Asegura un juzgamiento especializado de
las actuaciones de los efectivos del orden; y vela que las Fuerzas Armadas y Policía Nacional
cumplan en forma idónea, eficaz y disciplinada las funciones de defensa y seguridad de la
República.

ARTÍCULO 2 Relación del Fuero Militar Policial con el Sistema de Seguridad y Defensa
Nacional

El Fuero Militar Policial, por su naturaleza y finalidad, se relaciona con el Sistema de


Seguridad y Defensa Nacional, dentro de la autonomía e independencia que les reconocen la
Constitución Política del Perú y sus respectivas leyes.

COMENTARIO: A través de sus órganos especializados el Fuero Militar Policial garantiza


las funciones de investigación y juzgamiento; la activa participación de las partes procesales
para la dilucidación de los hechos investigados; y el equilibrio entre el respeto de los derechos
del imputado y la eficacia en la persecución del delito de función militar policial. Los delitos
de función, de naturaleza y carácter militar policial son tipificados en el Código Penal Militar
Policial y son imputables, sólo y únicamente, a militares y policías en situación de actividad.
El Fuero Militar Policial por su naturaleza y finalidad se relaciona con el Sistema de Defensa
Nacional dentro de la independencia y autonomía que les reconocen la Constitución y sus
respectivas leyes. Su marco normativo coadyuva al cumplimiento del deber primordial del
Estado de defender la soberanía nacional, garantizar la plena vigencia de los derechos
humanos, proteger a la población de las amenazas contra su seguridad, y promover el
bienestar general, en concordancia con los artículos 44º y 163º de la Norma Fundamental.

18
TÍTULO II

Competencia y jurisdicción del fuero militar policial

Artículos 3 a 5

CAPÍTULO I

Competencia

Artículos 3 y 4

ARTÍCULO 3 Casación ante la Corte Suprema de Justicia de la República

Son susceptibles de casación, ante la Corte Suprema de Justicia de la República, las


resoluciones del Fuero Militar Policial, en el caso excepcional previsto en el artículo 173 de
la Constitución Política del Perú.

ARTÍCULO 4 Contiendas y conflictos de competencia

Las contiendas de competencia entre el Fuero Militar Policial y el Poder Judicial, las resuelve
la Corte Suprema de Justicia de la República, de acuerdo a ley.

CAPÍTULO II

Jurisdicción

ARTÍCULO 5 El Fuero Militar Policial

El Fuero Militar Policial es único y ejerce jurisdicción en el ámbito nacional a través de sus
órganos jerárquicamente organizados. Está integrado por órganos jurisdiccionales y fiscales
de nivel equivalente.

El Consejo Ejecutivo del Fuero Militar Policial es el máximo órgano de gobierno y


administración. Está conformado por los vocales y fiscales supremos militares policiales, que
son un total de doce oficiales generales o almirantes, en situación de actividad o retiro, que
pertenecen al Cuerpo Jurídico Militar Policial.

Los oficiales generales o almirantes en situación de retiro son cuatro, de los cuales tres son

19
vocales supremos de la Sala Suprema Revisora y uno es fiscal supremo ante dicha Sala.

Los oficiales generales o almirantes en situación de actividad son ocho, de los cuales dos son
magistrados por cada instituto de las Fuerzas Armadas y dos de la Policía Nacional del Perú.
De estos, cuatro son vocales supremos de la Sala Suprema de Guerra, uno es vocal supremo
de la Vocalía Suprema, dos son fiscales supremos ante sendas instancias jurisdiccionales y
uno es el Director del Centro de Altos Estudios de Justicia Militar.

El Presidente del Consejo Ejecutivo preside el Fuero Militar Policial. Es elegido por los
miembros del Consejo Ejecutivo entre los vocales supremos titulares de la Sala Suprema
Revisora o el fiscal supremo titular ante dicha Sala. Ejerce el cargo por un período de dos
años y puede ser reelegido, por única vez, por un período igual. El cese en el cargo de
Presidente implica el término de las funciones de vocal supremo o fiscal supremo, y
viceversa.

Compete al Consejo Ejecutivo del Fuero Militar Policial:

Aprobar, a propuesta de su Presidente, la organización técnica y administrativa que facilite


la gestión de los distintos órganos jerárquicos del Fuero Militar Policial; y, designar al
personal administrativo correspondiente, previa evaluación curricular;

Aprobar los instrumentos de gestión administrativa y funcional de los diferentes órganos


jerárquicos del Fuero Militar Policial;

Autorizar la apertura de Consejo de Investigación en los institutos de las Fuerzas Armadas y


Policía Nacional contra los Vocales, Jueces, Fiscales, Relatores, Secretarios y Fiscales
Adjuntos del Fuero Militar Policial;

Aprobar el proyecto de Presupuesto del Fuero Militar Policial, de acuerdo al marco legal
vigente y sustentarlo ante el Congreso de la República; y,

Designar a los vocales superiores, fiscales superiores, jueces y fiscales del Fuero Militar
Policial, procedentes del Cuerpo Jurídico militar policial, previo concurso de méritos y
evaluación curricular. También los ratifica cada cinco años, de ser el caso.

20
TÍTULO III

Organización del fuero militar policial

Artículos 6 a 25

CAPÍTULO I

Órganos jurisdiccionales

Artículos 6 y 7

ARTÍCULO 6 Estructura orgánica jurisdiccional

El Fuero Militar Policial tiene la siguiente estructura orgánica jurisdiccional:

- El Tribunal Supremo Militar Policial.

- Los Tribunales Superiores Militares Policiales.

- Los Juzgados Militares Policiales.

ARTÍCULO 7 Competencia de los órganos jurisdiccionales

El Tribunal Supremo Militar Policial tiene competencia y jurisdicción en el ámbito nacional;


los Tribunales Superiores Militares Policiales y Juzgados Militares Policiales, en los ámbitos
territoriales que se determinen por Acuerdo del Pleno de dicho Tribunal Supremo.

COMENTARIO: Entre las funciones que desarrolla los órganos jurisdiccionales están,
Conocer en última y definitiva instancia, los recursos de apelación contra los autos y
resoluciones dictados por la Sala Suprema de Guerra y por los Tribunales Superiores
Militares Policiales; Recibir y elevar a la Corte Suprema de Justicia de la República los
recursos de casación contra sus ejecutorias, en el caso excepcional previsto en el artículo
173° de la Constitución Política y conforme al artículo 3° de la Ley; Expedir ejecutorias en
los casos de su competencia Concurrir a las Audiencias Públicas de las Vistas de las Causas;
Elegir al Presidente del Tribunal Supremo Militar Policial.

21
CAPÍTULO II

Tribunal supremo militar policial

Artículos 8 a 13

ARTÍCULO 8 Naturaleza y sede

El Tribunal Supremo Militar Policial es el máximo órgano jurisdiccional del Fuero Militar
Policial. Su sede es la ciudad de Lima.

Para el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales, el Tribunal Supremo Militar Policial se


organiza en una Sala Suprema Revisora, una Sala Suprema de Guerra y una Vocalía
Suprema. Actúa como Pleno para los acuerdos de doctrina jurisprudencial.

Por acuerdo de Sala Plena, a propuesta de su Presidente, se podrán constituir otras Salas en
función de los asuntos que le sean sometidos a su consideración.

ARTÍCULO 9 Composición y quórum

El Tribunal Supremo Militar Policial está conformado por nueve (9) Vocales Supremos que
actúan distribuidos de la siguiente forma:

Sala Suprema Revisora, conformada por tres (3) Vocales Supremos, todos Oficiales
Generales o Almirantes en situación de retiro, de los cuales no habrá más de dos Vocales de
un mismo instituto de las Fuerzas Armadas o Policía Nacional. Uno de ellos, es el Presidente
del Tribunal Supremo Militar Policial.

Sala Suprema de Guerra, conformada por cuatro (4) Vocales Supremos, todos Oficiales
Generales o Almirantes en situación de actividad, de los cuales habrá un Vocal por cada
instituto de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.

Vocalía Suprema, la ejerce un (1) Vocal Supremo, Oficial General o Almirante en situación
de actividad.

Dirección del Centro de Altos Estudios de Justicia Militar, lo ejerce un (1) Vocal Supremo,
Oficial General o Almirante en situación de actividad.

22
El quórum de la Sala Plena del Tribunal Supremo Militar Policial es de cinco (5) miembros.

Artículo citado en: 4 artículos doctrinales

ARTÍCULO 10 Nombramiento de vocales del Tribunal Supremo Militar Policial

El Presidente de la República nombra a los vocales del Tribunal Supremo Militar Policial,
previa evaluación de méritos.

Cuando cesa un vocal de la Sala Suprema Revisora, es reemplazado por un vocal supremo u
oficial general o almirante en situación de actividad o en retiro.

Artículo modificado por el Artículo Único de la Ley Nº 29955, publicada el 06 diciembre


2012

Artículo citado en: 4 artículos doctrinales, una disposición normativa-

COMENTARIO: Los Vocales del Tribunal Supremo Militar Policial son nombrados por el
Presidente de la República, a propuesta de la Sala Plena, previa evaluación, concurso de
méritos y mediante ternas, entre los oficiales en actividad del Cuerpo Jurídico Militar
Policial. Son removidos por falta grave.

ARTÍCULO 11 Elección y cese del Presidente del Tribunal Supremo Militar Policial

El Presidente del Tribunal Supremo Militar Policial es Oficial General o Almirante en


situación de retiro, elegido entre sus miembros por la Sala Plena, para ejercer el cargo por un
período de dos (2) años. Puede ser reelegido, por única vez, por un periodo igual. La elección
se realiza dentro de los treinta (30) días anteriores al inicio del año judicial.

Al término del ejercicio del cargo de Presidente, cesa en sus funciones de Vocal Supremo.

El Presidente del Tribunal Supremo Militar Policial preside el Fuero Militar Policial, el
Consejo Ejecutivo y la Sala Revisora Militar Policial.

ARTÍCULO 12 Competencia y funciones jurisdiccionales

Compete al Tribunal Supremo Militar Policial, en el ámbito de sus funciones


jurisdiccionales:

23
Conocer y resolver en última instancia los recursos de apelación contra los autos y
resoluciones dictados por los Tribunales Superiores Militares Policiales.

Expedir sentencias en los casos de su competencia.

Recibir y elevar a la Corte Suprema de Justicia de la República los recursos de casación


contra sus resoluciones, en los casos que corresponda.

Aprobar las acciones en defensa del Fuero, en caso de conflicto de competencia con el Poder
Judicial.

Resolver el recurso de queja por denegatoria de apelación de auto, o sentencia de un Tribunal


Superior Militar Policial.

Resolver las recusaciones planteadas contra sus Vocales.

Resolver las inhibiciones planteadas por sus integrantes.

Resolver los incidentes que se promuevan en su instancia.

Dirimir las contiendas de competencia que se susciten entre los Tribunales Superiores
Militares Policiales y entre Juzgados Militares Policiales de distintos Tribunales Superiores
Militares Policiales.

Resolver los recursos extraordinarios de revisión de sentencia ejecutoriada.

Conocer originariamente las causas que se siguen a:

11.1 Generales y Almirantes de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú;

11.2 Coroneles y Capitanes de Navío de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del
Perú;

11.3 Vocales, Fiscales y Jueces de los Tribunales Superiores Militares Policiales; y,

11.4 Relatores o Secretarios del Tribunal Supremo Militar Policial. Y,

Cumplir las demás funciones jurisdiccionales y atribuciones que le correspondan conforme


a Ley.

24
ARTÍCULO 13 Competencia y funciones administrativas

Compete al Tribunal Supremo Militar Policial, en el ámbito de sus funciones administrativas:

Aprobar la creación, organización, adecuación y ámbito territorial de los Tribunales


Superiores y Juzgados Militares Policiales.

Designar a los Jueces de los Juzgados Militares Policiales y a los Vocales de los Tribunales
Superiores Militares Policiales, procedentes del Cuerpo Jurídico Militar Policial, previo
concurso de méritos y evaluación curricular; así como proceder a su ratificación cada cinco
(5) años.

Designar a los Relatores y Secretarios de los órganos jurisdiccionales del Fuero Militar
Policial.

Cumplir las demás funciones administrativas y atribuciones que le correspondan conforme a


Ley y Reglamento.

COMENTARIO:

CAPÍTULO III

Tribunales superiores militares policiales

Artículos 14 a 17

ARTÍCULO 14 Creación y sedes

Los Tribunales Superiores Militares Policiales son órganos jurisdiccionales de segunda


instancia en su respectivo ámbito territorial. El Tribunal Supremo Militar Policial fija sus
sedes al momento de su creación.

ARTÍCULO 15 Organización y composición

Los Tribunales Superiores Militares Policiales se componen de una o varias Salas


Especializadas, según lo determine el Tribunal Supremo Militar Policial, a propuesta del
Presidente de cada Tribunal Superior Militar Policial.

Cada Sala está conformada por tres (3) Vocales Superiores con grado militar o policial de

25
Coronel o Capitán de Navío, en situación de actividad.

ARTÍCULO 16 Elección del Presidente de cada Tribunal Superior Militar Policial

El Presidente de cada Tribunal Superior Militar Policial es elegido por la Sala Plena del
Tribunal Supremo Militar Policial entre los Vocales Superiores que lo integran, por un
período de dos (2) años. Puede ser reelegido, por única vez, por un periodo igual. La elección
se realiza dentro de los treinta (30) días anteriores al inicio del Año Judicial.

ARTÍCULO 17 Competencia y funciones

Compete a los Tribunales Superiores Militares Policiales:

Conocer y resolver los recursos de apelación contra los autos y resoluciones dictados por los
Juzgados Militares Policiales.

Expedir sentencias en los casos de su competencia.

Resolver los incidentes que se promuevan en su instancia.

Resolver las recusaciones tanto respecto de sus integrantes como de los jueces de su ámbito
jurisdiccional; y, asimismo, las inhibiciones que se planteen.

Resolver el recurso de queja por denegatoria del recurso de apelación de los autos y
resoluciones de los Juzgados Militares Policiales.

Conocer de las denuncias y causas seguidas contra los Secretarios de Juzgado.

Cumplir las demás funciones y atribuciones que se les asignan conforme a Ley.

CAPÍTULO IV

Juzgados militares policiales

Artículos 18 a 20

ARTÍCULO 18 Creación y sedes

Los Juzgados Militares Policiales son órganos jurisdiccionales de primera instancia dentro
del ámbito territorial de cada Tribunal Superior Militar Policial. Cada uno de estos Juzgados

26
tiene su sede en el lugar que fije el respectivo Tribunal Superior Militar Policial.

ARTÍCULO 19 Organización y composición

Los Juzgados Militares Policiales integran el Tribunal Superior Militar Policial de su


respectiva jurisdicción, según el número y ámbito territorial que determine el Tribunal
Supremo Militar Policial, a propuesta del Presidente de cada Tribunal Superior Militar
Policial.

Cada Juzgado tiene un Juez titular, con grado militar o policial de Teniente Coronel o
equivalente, en situación de actividad.

ARTÍCULO 20 Competencia y funciones

Compete a los Juzgados Militares Policiales:

Conocer los procesos iniciados en su jurisdicción y dictar autos y resoluciones.

Expedir sentencias en los casos de su competencia.

Resolver los incidentes que se promuevan en su instancia.

Actuar las diligencias que se les encomienden por exhorto de otro órgano jurisdiccional del
Fuero Militar Policial.

Cumplir las funciones y atribuciones que les correspondan, conforme a Ley.

CAPÍTULO V

Órganos fiscales militares policiales

Artículos 21 a 25

ARTÍCULO 21 Competencia de los órganos fiscales militares policiales

Los órganos fiscales del Fuero Militar Policial ejercen la acción penal militar de oficio o a
petición de parte, en los casos de delitos de función. Poseen autonomía e independencia en
el ejercicio de sus funciones.

27
ARTÍCULO 22 Estructura orgánica fiscal militar policial

La estructura de los órganos fiscales del Fuero Militar Policial es la siguiente:

Fiscales Supremos Militares Policiales, quienes actúan ante las Salas del Tribunal Supremo
Militar Policial.

Fiscales Superiores Militares Policiales, quienes actúan ante los Tribunales Superiores
Militares Policiales. Y,

Fiscales Militares Policiales, quienes actúan ante los Juzgados Militares Policiales.

Los Fiscales del Fuero Militar Policial, en sus distintos niveles, son oficiales en situación de
actividad, con grado militar o policial equivalente al de los vocales o jueces, del respectivo
órgano jurisdiccional. Proceden del Cuerpo Jurídico Militar Policial.

El número de Fiscales Militares Policiales, en cada caso, está determinado por el número de
Salas del Tribunal Supremo Militar Policial, de los Tribunales Superiores Militares Policiales
y de los Juzgados Militares Policiales del ámbito nacional.

ARTÍCULO 23 Designación de fiscales del Fuero Militar Policial

El Presidente de la República nombra a los fiscales supremos militares policiales, previa


evaluación de méritos.

Cuando cesa el Presidente de la Fiscalía Suprema Militar Policial es reemplazado por un


fiscal supremo u oficial general o almirante en situación de actividad o en retiro.

Podrán designarse fiscales adjuntos cuando la función fiscal así lo requiera.

Artículo modificado por el Artículo Único de la Ley Nº 29955, publicada el 06 diciembre


2012

ARTÍCULO 24 Fiscalía Suprema Militar Policial

La Fiscalía Suprema Militar Policial es el órgano que dirige y orienta el ejercicio de la función
fiscal en el Fuero Militar Policial.

La Fiscalía Suprema Militar Policial está integrada por tres (3) Fiscales Supremos, todos

28
Oficiales Generales o Almirantes del Cuerpo Jurídico Militar Policial. Los Fiscales Supremos
proceden de distintos institutos de las Fuerzas Armadas o Policía Nacional. Su quórum es de
dos (2) miembros.

Compete a la Fiscalía Suprema Militar Policial, en el ámbito de sus funciones


administrativas:

Aprobar la creación, organización, adecuación y ámbito territorial de las Fiscalías Superiores


y Fiscalías Militares Policiales.

Ratificar a los Fiscales Superiores y Fiscales Militares Policiales cada cinco (5) años.

Designar a los Fiscales Adjuntos de los órganos fiscales del Fuero Militar Policial.

Cumplir las demás funciones administrativas y atribuciones que le correspondan conforme a


la normativa sobre la materia.

El Presidente de la Fiscalía Suprema Militar Policial es un Oficial General o Almirante en


situación de retiro y ejerce el cargo por un período de dos (2) años. Puede ser ratificado, por
única vez, por un periodo igual. Ejerce funciones ante la Sala Suprema Revisora Militar
Policial. Al término del ejercicio del cargo de Presidente, cesa en sus funciones de Fiscal
Supremo.

El Fiscal Supremo ante la Sala de Guerra Militar Policial es un Oficial General o Almirante
en situación de actividad.

El Fiscal Supremo ante la Vocalía Suprema Militar Policial es un Oficial General o Almirante
en situación de actividad.

ARTÍCULO 25 Funciones de los órganos fiscales militares policiales

Los órganos fiscales del Fuero Militar Policial tienen las funciones siguientes:

Ejercer la defensa de la legalidad y actuar de acuerdo al debido proceso en el ámbito del


Fuero Militar Policial.

Ejercitar la acción penal militar policial, formular las denuncias y presentar los recursos
impugnativos correspondientes, conforme al código de la materia.

29
Velar por la autonomía e independencia del Fuero Militar Policial.

Velar por la recta administración de justicia en el Fuero Militar Policial.

Velar por la prevención y persecución del delito de función militar o policial y el pago de la
reparación civil.

Cumplir con las demás funciones y atribuciones que les correspondan, de acuerdo a ley.

TÍTULO IV

Disposiciones comunes a los órganos jurisdiccionales y fiscales militares policiales

Artículos 26 a 30

ARTÍCULO 26 Suplencia de Vocales, Jueces y Fiscales

En caso de ausencia justificada o impedimento temporal de un Vocal Supremo o Superior, el


cargo es cubierto por un Vocal Suplente designado por el Presidente del Tribunal Supremo
Militar Policial. Cuando se trate de Jueces Militares Policiales, el Juez Suplente es designado
por el Presidente del respectivo Tribunal Superior Militar Policial.

En caso de ausencia justificada o impedimento temporal de un Fiscal Supremo o Superior, el


cargo es cubierto por un Fiscal Suplente designado por el Presidente de la Fiscalía Suprema
Militar Policial. Cuando se trate de Fiscales Militares Policiales, el Fiscal Suplente es
designado por el Fiscal Superior respectivo.

La designación de Vocales, Jueces y Fiscales Suplentes recae en Oficiales del Cuerpo


Jurídico Militar Policial en situación de actividad o retiro, del mismo grado militar o policial
que se exige para el cargo a suplir. El ejercicio del cargo en calidad de suplente sólo da
derecho a percibir el bono contemplado en el artículo 57 de la Ley.

En el caso específico que un Vocal de una Sala no pueda actuar por causa justificada, es
reemplazado por el Vocal de menor antigüedad de otra Sala. Similar procedimiento, se aplica
para el caso de los Fiscales Militares Policiales.

ARTÍCULO 27 Derechos, deberes y obligaciones

30
Los Jueces y Fiscales del Fuero Militar Policial, en el ejercicio de sus funciones, tienen los
mismos derechos, deberes y obligaciones, conforme a la presente Ley.

Asimismo, les son aplicables los mismos impedimentos e incompatibilidades que establece
la Ley para sus homólogos del Fuero Ordinario.

Los Vocales, Jueces y Fiscales deberán cumplir con los cursos académicos que determine el
Centro de Altos Estudios de Justicia Militar, y los que correspondan a su respectivo grado.

ARTÍCULO 28 Inicio de la función y cargo

El inicio de la función jurisdiccional o fiscal, en el Fuero Militar Policial, opera a partir de la


fecha del juramento y asunción del cargo. Es obligatorio prestar juramento para asumir el
cargo.

ARTÍCULO 29 Término de la función

El término de la función jurisdiccional o fiscal, en el Fuero Militar Policial, se produce por


las siguientes causas:

Muerte.

Renuncia al cargo, desde que es aceptada por el Tribunal Supremo Militar Policial o la
Fiscalía Suprema Militar Policial, según corresponda.

Cese en el cargo, por:

Límite de edad, al cumplir setenta (70) años de edad los Vocales y Fiscales Supremos en
situación de retiro.

El numeral 1 del inciso c) del presente artículo, entrará en vigencia el 1 de enero de 2015,
conforme al Artículo 2 del Decreto Legislativo Nº 1096, publicado el 01 septiembre 2010.

Término del ejercicio del cargo de Presidente del Tribunal Supremo o de la Fiscalía Suprema
Militar Policial.

No ratificación en el cargo de Vocal Superior, Fiscal Superior, Juez o Fiscal del Fuero Militar
Policial.

31
Por las siguientes causales de pase a la situación de retiro para los oficiales en situación de
actividad:

4.1. Límite de edad en el grado.

4.2. Cumplir treinta y ocho (38) años de servicios.

4.3. Renovación a solicitud del magistrado.

4.4. Límite de permanencia en situación de disponibilidad.

4.5. Medida Disciplinaria. La apertura de Consejo de Investigación debe ser autorizada por
el Consejo Ejecutivo del Fuero Militar Policial.

4.6. Sentencia Judicial.

4.7. A su solicitud.

4.8. Por insuficiencia profesional.

4.9. Participar en la ruptura del orden constitucional.

Pase a la situación de disponibilidad por medida disciplinaria o sentencia judicial. La apertura


de Consejo de Investigación debe ser autorizada por el Consejo Ejecutivo del Fuero Militar
Policial.

Destitución o separación definitiva del cargo por inconducta funcional, jurisdiccional o


fiscal, o por condena o reserva de fallo condenatorio por la comisión de delito doloso.

Incompatibilidad sobreviniente.

Impedimento físico o mental permanente, acreditado y declarado por la autoridad


competente.

Otras que señale la Ley.

Los Vocales, Jueces y Fiscales incursos en las causales contempladas en los literales b), d),
e) y f) no pueden volver a desempeñar cargo alguno en el Fuero Militar Policial. Se exceptúa
el supuesto de suplencia de Vocales, Jueces o Fiscales para el caso del literal b).

32
ARTÍCULO 30 Aplicación supletoria de normas

El Fuero Militar Policial se rige por la presente Ley, el Código de Justicia Militar Policial y,
supletoriamente, por las normas sustantivas y procesales que rigen para la justicia ordinaria.

TÍTULO V

Régimen especial en caso de conflicto armado

Artículos 31 y 32

ARTÍCULO 31 Casos especiales de conflicto armado

En los casos de conflicto armado, declarado conforme a la Constitución Política del Perú, el
Fuero Militar Policial funciona de conformidad con las disposiciones especiales previstas en
el Código de la materia y con las medidas excepcionales que adopte el Tribunal Supremo
Militar Policial para garantizar la oportuna administración de Justicia Militar Policial.
También son de aplicación los convenios y tratados internacionales en lo que fuera
pertinente.

ARTÍCULO 32 Transferencia de procesos

Terminado el conflicto armado o estado de excepción, los procesos iniciados bajo régimen
especial son transferidos, en su estado, al respectivo Juzgado o Tribunal Superior Militar
Policial de la circunscripción territorial correspondiente, para los efectos pertinentes, de
acuerdo a Ley.

Artículo citado en: un artículo doctrinal

TÍTULO VI

Órgano de control

Artículos 33 a 36

CAPÍTULO I

Órgano de control de la magistratura militar policial

Artículos 33 a 35

33
ARTÍCULO 33 Órgano de Control

El Órgano de Control de la Magistratura Militar Policial es el encargado de fiscalizar la


conducta funcional y la idoneidad de los Vocales, Jueces, Fiscales y auxiliares del Fuero
Militar Policial, y de aplicar las sanciones disciplinarias correspondientes conforme a su
Reglamento Interno. Este será aprobado por acuerdo del Consejo Ejecutivo del Fuero Militar
Policial.

COMENTARIO: Goza de facultades disciplinarias y preventivas, que se traducen en


el control previo, concurrente y posterior de las actuaciones jurisdiccionales y fiscales en el
Fuero Militar Policial.

ARTÍCULO 34 Designación del Jefe del Órgano de Control

El Jefe del Órgano de Control de la Magistratura Militar Policial tiene rango de Vocal
Supremo Militar Policial. Es nombrado por el Presidente de la República, a propuesta del
Consejo Ejecutivo del Fuero Militar Policial, de entre los Oficiales del Cuerpo Jurídico
Militar Policial. Su grado militar o policial es de Oficial General, Almirante o su equivalente,
en situación de retiro.

Su designación es por un plazo improrrogable de dos (2) años.

ARTÍCULO 35 Faltas y sanciones disciplinarias

Las faltas en que incurren los funcionarios, en el ejercicio de la función jurisdiccional y fiscal,
son tipificadas en el Reglamento que apruebe el Consejo Ejecutivo del Fuero Militar Policial.
Son sancionadas disciplinariamente por el Órgano de Control de la Magistratura Policial
Militar. Se aplican previa denuncia y debido proceso investigatorio.

Las sanciones disciplinarias son las siguientes:

Amonestación verbal o escrita.

Suspensión del cargo sin goce de haber hasta por noventa (90) días naturales.

Destitución o separación definitiva del cargo.

En los casos señalados en los incisos b) y c) procede, ante el Consejo Ejecutivo del Fuero

34
Militar Policial, el recurso de apelación contra la sanción aplicada.

No procede recurso administrativo alguno contra la resolución dictada por el Consejo


Ejecutivo del Fuero Militar Policial.

COMENTARIO: Comenzaremos diciendo que la OCMAG son las siglas del Órgano de
Control de la Magistratura Militar Policial, este órgano de control está referido en esencia a
fiscalizar la idoneidad, conducta y desempeño funcional de los señores vocales, jueces,
fiscales y el personal auxiliar que colaboran en estos órganos jurisdiccional y fiscal del fuero
militar policial, con el propósito de optimizar un mejor servicio de justicia para las
instituciones de las fuerzas armadas y de la policía nacional con eficiencia y eficaz al servicio
del país.

CAPÍTULO II

Órgano de control institucional

Artículo 36

ARTÍCULO 36 Oficina de control institucional

La gestión presupuestal, económica y financiera de la Justicia Militar Policial está sometida


al control de la Oficina de Control Institucional, de conformidad con las normas del Sistema
Nacional de Control. Está dirigida por un Auditor General nombrado por la Contraloría
General de la República.

COMENTARIO: El Sistema de Control Interno (SCI), es el conjunto de acciones,


actividades, planes, políticas, normas, registros, organización, procedimientos y métodos,
incluyendo la actitud de las autoridades y del personal, organizado e instituido en cada
entidad del Estado. El Sistema de Control Interno, es una herramienta muy potente para la
administración de la entidad; contribuye firmemente a obtener una gestión óptima, toda vez
que genera muchos beneficios a la administración de la organización, en todos los niveles de
la entidad, así como, en todos los procesos, sub procesos y actividades.

TÍTULO VII

Línea de carrera en el fuero militar policial

35
Artículo 37

ARTÍCULO 37 Línea de carrera en el Fuero Militar Policial

La línea de carrera en el Fuero Militar Policial se rige por los niveles jerárquicos establecidos
en la presente Ley.

COMENTARIO: Garantiza la inamovilidad de los magistrados en la función que ejercen, lo


que implica no ser cambiados de colocación sin autorización del Fuero Militar Policial y su
consentimiento, salvo necesidades propias del servicio jurisdiccional o fiscal.

TÍTULO VIII

Cuerpo jurídico militar policial

Artículos 38 y 39

ARTÍCULO 38 Naturaleza y constitución

El Cuerpo Jurídico Militar Policial está constituido por los Oficiales de las Fuerzas Armadas
y de la Policía Nacional del Perú en situación de actividad y con formación jurídica militar
policial, acreditada con título profesional de abogado. Se exceptúa, únicamente, los casos
contemplados en los artículos 9 y 24 de la Ley.

ARTÍCULO 39 Ascenso y cambios de colocación

El ascenso en el grado militar o policial se efectuará de acuerdo con el procedimiento


establecido en las normas sobre ascensos de Oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional, con las particularidades que serán especificadas en el Reglamento que apruebe el
Consejo Ejecutivo del Fuero Militar Policial.

Las vacantes para el ascenso en el grado militar o policial serán determinadas por el Consejo
Ejecutivo del Fuero Militar Policial, en coordinación con las respectivas instituciones de las
Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

El cambio de colocación de Vocales, Jueces y Fiscales sólo se efectuará a solicitud del


interesado, salvo por razones justificadas del servicio jurisdiccional o fiscal.

36
COMENTARIO: El ascenso es la promoción del supervisor, técnico y suboficial u oficial de
mar de las Fuerzas Armadas al grado militar inmediato superior.

TÍTULO IX

Personal auxiliar y de apoyo de los órganos jurisdiccionales y fiscales militares policiales

Artículos 40 a 44

CAPÍTULO I

Auxiliares jurisdiccionales

Artículos 40 y 41

ARTÍCULO 40 Criterios de asignación y distribución

La asignación y distribución del personal auxiliar de los órganos jurisdiccionales,


corresponde al Tribunal Supremo Militar Policial y se sujeta a los siguientes criterios:

Las Salas del Tribunal Supremo Militar Policial cuentan con un Relator de Sala y el personal
auxiliar necesario.

Las Salas de los Tribunales Superiores Militares Policiales cuentan con un Secretario de Sala
y el personal auxiliar necesario.

Los Juzgados Militares Policiales cuentan con un Secretario de Juzgado y el personal auxiliar
necesario.

Para ejercer el cargo de Relator de Sala, Secretario de Sala y Secretario de Juzgado, es


requisito ser oficial, superior o subalterno, y contar con formación jurídica militar o policial.

Los Fiscales Adjuntos de los Órganos Fiscales Militares Policiales son asignados y
distribuidos por la Fiscalía Suprema Militar Policial, según las necesidades del servicio fiscal.

ARTÍCULO 41 Designación, suplencia y cese de los auxiliares jurisdiccionales y fiscales

Los auxiliares de los órganos jurisdiccionales y fiscales del Fuero Militar Policial proceden
del Cuerpo Jurídico Militar Policial.

37
Son designados y removidos por resolución del Presidente del Tribunal Supremo Militar
Policial o del Presidente de la Fiscalía Suprema Militar Policial según corresponda, de
acuerdo a las necesidades del servicio en la función jurisdiccional o fiscal. La suplencia y
cese de los auxiliares jurisdiccionales se sujetan al mismo procedimiento.

En caso de cese, el personal retorna a su institución de origen.

CAPÍTULO II

Personal de apoyo al fuero militar policial

Artículos 42 a 44

ARTÍCULO 42 Apoyo de la Policía Nacional del Perú

La Policía Nacional del Perú, a través de sus órganos especializados, presta apoyo al Fuero
Militar Policial, en concordancia con lo establecido en el Código de Justicia Militar Policial.

COMENTARIO: La finalidad fundamental de la Policía Nacional del Perú es garantizar,


mantener y restablecer el orden interno. Presta protección y ayuda a las personas y a la
comunidad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio público y
privado. Previene, investiga y combate la delincuencia.

ARTÍCULO 43 Policía Militar

La Policía Militar presta apoyo a los órganos jurisdiccionales y fiscales militares policiales
para el cumplimiento de sus funciones, en concordancia con lo establecido en el Código de
Justicia Militar Policial.

ARTÍCULO 44 Defensa en el Fuero Militar

Todo procesado en el Fuero Militar Policial debe contar con un abogado de parte o de oficio
para su defensa, bajo sanción de nulidad del proceso.

Los abogados de oficio proceden del Cuerpo Jurídico Militar Policial y ejercen la defensa de
los procesados sin abogado de parte, en todas las instancias jurisdiccionales. Son designados
por el Tribunal Supremo Militar Policial.

38
TÍTULO X

Procedimientos y garantías aplicables en el fuero militar policial

Artículos 45 y 46

ARTÍCULO 45 Principios de la administración de Justicia Militar Policial

Los procesos penales en el Fuero Militar Policial se sujetan a los principios y garantías
previstos en el artículo 139 de la Constitución Política del Perú y en el Código Penal Militar
Policial.

ARTÍCULO 46 Cosa Juzgada en el Fuero Militar Policial

Las sentencias firmes, emitidas por el Fuero Militar Policial, adquieren la autoridad de cosa
juzgada para todos sus efectos, en concordancia con la Constitución Política del Perú y los
tratados internacionales de los que el Perú es parte.

TÍTULO XI

Régimen económico, administrativo y laboral del fuero militar policial

Artículos 47 a 58

CAPÍTULO I

Presupuesto y recursos

Artículos 47 y 48

ARTÍCULO 47 Régimen económico

El Fuero Militar Policial tiene autonomía económica y administrativa. Constituye un sector


y pliego presupuestario, cuyo titular es el Presidente del Fuero Militar Policial.

ARTÍCULO 48 Recursos

Constituyen recursos financieros del Fuero Militar Policial los siguientes:

Recursos ordinarios del Tesoro Público, asignados conforme a ley.

39
Recursos directamente recaudados. Y,

transferencias presupuestales de acuerdo a ley.

CAPÍTULO II

Organización técnico-administrativa

Artículos 49 a 51

ARTÍCULO 49 Organización técnico-administrativa

El Fuero Militar Policial cuenta con una organización técnico-administrativa que apoya y
facilita la gestión de sus órganos jurisdiccionales y fiscales.

Artículo citado en: un artículo doctrinal

ARTÍCULO 50 Estructura administrativa básica

La estructura administrativa básica del Fuero Militar Policial está compuesta por una
Dirección Ejecutiva y por órganos técnicos, de apoyo, asesoramiento, control y defensa
judicial. El Reglamento de Organización y Funciones, que será aprobado por resolución del
Consejo Ejecutivo del Fuero Militar Policial, establece las funciones y atribuciones de cada
uno de los órganos antes señalados.

ARTÍCULO 51 Dirección Ejecutiva

La Dirección Ejecutiva es el órgano de más alta jerarquía administrativa y depende del


Presidente del Fuero Militar Policial. El Director Ejecutivo es designado por el Consejo
Ejecutivo del Fuero Militar Policial a propuesta de su Presidente.

Los funcionarios de los demás órganos administrativos son designados por el Presidente del
Tribunal Supremo Militar Policial, a propuesta del Director Ejecutivo.

CAPÍTULO III

Inspectoría general del fuero militar policial

Artículos 52 y 53

40
ARTÍCULO 52 Inspectoría General del Fuero Militar Policial

La Inspectoría General es el órgano de control interno del Fuero Militar Policial que tiene a
su cargo la fiscalización y control de la gestión de los distintos órganos administrativos de
dicho Fuero.

ARTÍCULO 53 Designación y funciones

El Inspector General es designado por el Consejo Ejecutivo del Fuero Militar Policial, del
que depende. Sus funciones y atribuciones serán las establecidas en el Reglamento
respectivo.

CAPÍTULO IV

Órgano de defensa judicial

Artículos 54 y 55

ARTÍCULO 54 Procuraduría Pública del Fuero Militar Policial

La Procuraduría Pública es el órgano de defensa judicial del Fuero Militar Policial, de


acuerdo a las normas que rigen el Sistema de Defensa Judicial del Estado.

COMENTARIO: Es el órgano responsable de la representación y defensa jurídica de los


derechos e intereses de la institución a donde corresponde, conforme a lo dispuesto en la Ley
del Sistema de Defensa Jurídica del Estado, sus normas reglamentarias, complementarias y
modificatorias.

ARTÍCULO 55 Procurador Público

El Procurador Público del Fuero Militar Policial es designado a propuesta del Presidente del
Tribunal Supremo Militar Policial, conforme a Ley.

CAPÍTULO V

Régimen laboral

Artículos 56 a 58

41
ARTÍCULO 56 Régimen laboral, remunerativo y pensionario

Los Oficiales que desempeñan función jurisdiccional y fiscal y demás personal destacado
que presta servicios en el Fuero Militar Policial, están sujetos al régimen laboral establecido
en su respectiva institución militar o policial de origen, en la que perciben sus
remuneraciones, bonificaciones o pensiones, según su grado y nivel correspondiente, de
acuerdo a Ley.

Los funcionarios y servidores administrativos que laboran para el Fuero Militar Policial se
sujetan al régimen laboral de la actividad privada. La escala remunerativa y el cuadro de
asignación de personal serán aprobados por acuerdo del Consejo Ejecutivo del Fuero Militar
Policial, previa opinión del Ministerio de Economía y Finanzas.

ARTÍCULO 57 Bono por función jurisdiccional militar policial

El Fuero Militar Policial otorga al personal de sus distintos órganos jurisdiccionales y fiscales
un bono por función jurisdiccional militar, cuyo monto y escala correspondientes serán
fijados por resolución del Tribunal Supremo Militar Policial. El otorgamiento de dicho bono
se efectúa mensualmente, no tiene naturaleza remunerativa ni efectos pensionarios y no
demanda recursos adicionales al Tesoro Público.

Artículo citado en: un artículo doctrinal, una resolución administrativa

ARTÍCULO 58 Derechos adquiridos

Los trabajadores del Fuero Militar Policial perciben, asimismo, los beneficios adquiridos
conforme a ley.

42
CONCLUSIONES

Desde años atrás y hasta la actualidad el concepto de fuero está ligado de manera
especialísima al de jurisdicción, siendo entendido como la competencia de un tribunal para
juzgar a determinadas personas en consideración a su investidura o profesión.

Los orígenes del fuero militar policial empiezan en la antigua Roma, pero en América
latina surgen durante el periodo de la colonia con las Ordenanzas reales, en el Perú durante
un tiempo tuvieron vigencia las ordenanzas españolas, pero al consolidarse la república,
las distintas constituciones que tuvo el Perú han preservado el estatuto de la justicia militar.

Con la constitución de 1993 se reitera la vigencia de la jurisdicción militar según su artículo


139º, al señalar que “no existe ni puede establecerse jurisdicción alguna independiente,
con excepción de la militar y la arbitral.”

En cuanto a la Ley NO 29182 y el Decreto Legislativo NO 1096, vigentes en la actualidad


señala que: el Consejo Ejecutivo del Fuero Militar Policial es el máximo órgano de
gobierno y administración.

Asimismo, nos precisa que, la nueva estructura orgánica se encuentra constituida por el
Tribunal Supremo Militar Policial, los Tribunales Superiores Militares Policiales y los
Juzgados Militares Policiales. Del mismo modo, la estructura orgánica fiscal policial,
comprende a los Fiscales Supremos Militares Policiales, los Fiscales Superiores Militares
Policiales y los Fiscales Militares Policiales. El Tribunal Supremo Militar Policial está
conformado por nueve (9) Vocales Supremos que actúan distribuidos de la siguiente forma:
Una Sala Suprema Revisora, una Sala Suprema de Guerra, una Vocalía Suprema, la
Dirección del Centro de Altos Estudios de Justicia Militar. Así también cuenta con un
Fiscal Supremo Militar.

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