UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
VICE-RECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
Comunicació
n y cultura
Autora:
Sheila Canelón 28.414.118
Sección: SAIA A
Cátedra: Teoría de la
comunicación e información II
Docente: Klisbeyda González
Enlace del video:
https://youtu.be/7lPb27Xg0ro
Septiembre del 2021
En una sociedad existen dos elementos primordiales que forman parte de la
conformación de lo que es una sociedad en sí, estos son: la cultura y la comunicación.
Para definirlas en pocas palabras, se puede decir que la cultura es, según Malinowski,
un conjunto constituido por las normas que rigen los diversos grupos sociales, las
ideas, las artesanías, las creencias y las costumbres. Además de estos elementos,
dentro de la cultura de una sociedad también son comprendidas la ciencia, el idioma,
el folclore, la arquitectura, la ideología, el modo de vestir, los rituales y otras muchas
más formas de vida y aspectos peculiares que llevan a identificar a un grupo social. En
cuanto a la comunicación, a pesar de que existen distintas definiciones de este
concepto, puede ser definida como el encuentro de un ser vivo con su entorno, del
cual recibe información y a la vez le transmite información a dicho entorno, creando de
esta manera el proceso de comunicación.
Tanto la cultura como la comunicación son regidos por la sociedad, la cual
es un grupo de individuos marcados por una cultura en común, criterios compartidos,
costumbres, estilo de vida, etc., que están relacionados entre sí en un marco
denominado comunidad. En sí, la cultura es una especie de red o tejido social que
abarca las formas de expresión de una sociedad en específico y está formada por tres
puntos principales: la educación, la difusión de contenido y la familia. Por otra parte, la
comunicación es la que se encarga de transmitir los valores, creencias, ideales, etc.,
que derivan de la cultura. En definitiva, la comunicación, además de difundir la cultura,
está presente en ella. por su parte, la cultura es creada y regida por la sociedad, por lo
tanto, estos dos elementos constituyen la sociedad.
Sin embargo, existe una cultura que no es propia de un grupo social, sino
que es una cultura global. Esta es la cultura de masas, fenómeno estudiado por
Humberto Eco en su libro Apocalípticos e integrados. En su libro, Eco define la cultura
de masas como una cultura realizada para todos y esta está estructurada de una
manera en la que se adapta a todos los individuos y es compartida por cada uno de
ellos. Esta cultura a su vez está organizada en categorías, es decir que existen ciertos
individuos en esta que son los que se encargan de crear fenómenos culturales y la
mayoría del tiempo buscan utilizar las masas para fines de lucro.
El autor analiza el surgimiento de este concepto de cultura de masas y
también el hecho de que es, en la actualidad, un fenómeno irreversible, pues mientras
sigan existiendo los medios de comunicación seguirá perdurando la cultura de masas.
Hoy en día, con los medios de comunicación teniendo tanta relevancia y poder en la
sociedad, además del avance de la tecnología, es poco probable que desaparezcan,
en su lugar seguirán surgiendo nuevos medios que intensificarán la cultura de masas.
Para poder comprenderla, Humberto Eco señala dos tipos o niveles de
cultura, siendo estos los Apocalípticos y los Integrados, los que se diferencian el uno
del otro por el enfoque que tienen acerca de la cultura de masas.
Los primeros, es decir, los apocalípticos, sostienen una visión o un enfoque
negativo en cuanto a la cultura y su desarrollo. Están totalmente en contra de esta
pues consideran que mata la originalidad, que manipula a los públicos de manera
inconsciente, que cada una de las emociones que busca transmitir son totalmente
preconstruidas además de ser promotora de pensamientos superficiales y de la
degradación de la cultura y el arte. No obstante, es posible que gran parte de esta
apatía de los apocalípticos hacia la cultura de masas se deba a la nostalgia de un
pasado en el que la información solo estaba en manos de los burgueses. En la
actualidad, como la información, el conocimiento y el arte se expanden por el mundo a
través del avance tecnológico y comunicativo, todo está al alcance de todos.
Por el contrario, los integrados ven todo este avance como algo positivo y
sacan provecho de los medios para seguir difundiendo la cultura pues consideran que
esta difusión y expansión es algo productivo debido a que permite que llegue a todas
partes y a todas las personas; puede informar y sensibilizar a la población sobre
nuevos escenarios, otras culturas y hechos que ocurren fuera de su grupo social.
Además, ven la cultura de masas como una oportunidad de fácil acceso a expresiones
u obras culturales que antes habrían estado solo al alcance de las clases altas y de los
conocedores de estos ámbitos.
Con el fin de comprender mejor la cultura de masas, Humberto Eco propone
cuatro tipo de investigaciones para analizar los medios expresivos de la cultura de
masas, la forma en la que se utilizan, cómo se disfrutan, el contexto cultural y el
trasfondo tanto político como social. Las propuestas de Eco están organizadas de la
siguiente manera: una investigación técnico-retórica que investiga los lenguajes que
los medios masivos suelen emplear y lo que buscan transmitir; una investigación
crítica sobre las formas de entretenimiento y el disfrute de los productos transmitidos;
un análisis estético-psicológico-sociológico de cómo los individuos disfrutan de los
productos y los diferentes valores que esto les puede otorgar; y finalmente un análisis
crítico-sociológico de cómo las novedad culturales pueden actuar cómo vehículos para
transmitir sistemas de valores y creencias, aunque no tengan que ver con ellas.
Finalmente, no se trata de definir si la cultura de masas es algo positivo o
negativo, pues se encuentra en un espectro de grises en lo que lo que importa es la
manera en la que es utilizada, pues en los años desde su existencia ha traído
beneficios y consecuencias negativas a la sociedad. La cultura de masas debería ser
aprovechada para crear una sociedad mejor, no solo en base del capitalismo sino
también en cuestión de desarrollo de los valores humanos.
En otro orden de ideas, el alemán Jürgen Habermas fue otro filósofo y
sociólogo que se encargó de estudiar y analizar los procesos comunicativos en la
sociedad. Su teoría llamada “acción comunicativa”. En ella, Habermas sostiene que
las estructuras de la acción comunicativa de una comunidad que busca conseguir un
acuerdo son cada vez más importantes en la reproducción cultura, en la interacción
social y en la formación de la personalidad de los individuos, ya que, según Habermas,
el ser humano es naturalmente un ser social.
Dentro de su teoría se establece la existencia de tres mundos diferente: el
mundo objetivo, el social y el subjetivo. En el mundo objetivo solo cabe la verdad, es el
mundo donde todo está comprobado, por lo tanto es el mundo de la ciencia; el mundo
social es el de las relaciones interpersonales, en este mundo se explica y analiza la
manera en la que los individuos se relacionan entre sí. Por último está el mundo
subjetivo, en el que cada persona convive según sus experiencias y opiniones.
De estos tres mundos derivan el mundo de vida, el sistema y la acción
comunicativa. El primero se trata de todas las experiencias diarias que realiza el ser
humano, como por ejemplo ir a trabajar todos los días. Por otro lado, el sistema
interpreta los hechos de una manera más general, es en este sistema donde se crean
y desarrollan las estructuras que rigen las sociedades, como la familia, las leyes y la
economía. Estos dos mundos son posibles gracias a la acción comunicativa, que en
sí es la interacción de los individuos capaces de comunicarse mediante lenguajes y
acciones.
Los mundos que Habermas consideró y también la definición de sistema y
acción comunicativa, ayuda a comprender mejor los procesos de comunicación y la
difusión de la cultura, pues es gracias a estos mundos que la cultura es traspasada de
persona a persona, no solo desde un punto de vista subjetivo sino también veraz y
confirmado, como en el mundo de la ciencia.
Estudiar a estos dos teóricos y filósofos no solo es vital para comprender la
sociedad en la que se habita; desde el punto de vista de un comunicador social, leer y
llevar las teorías de la comunicación e información dentro de sus conocimientos es
necesario para hacer un buen trabajo como comunicador. El estudio y comprensión de
las teorías de comunicación e información permiten conocer la cultura de las
comunidades, el trasfondo de las personas y a comprender las distintas maneras de
comunicarse que existen en el mundo, así como tener un mejor entendimiento de la
comunicación, de cómo llevarla a cabo correctamente para conseguir el efecto
deseado o, incluso, para evitar consecuencias negativas al no saber comunicarse
correctamente.