Tarea 2
Tarea 2
Tarea 2
¿Qué tan efectiva ha sido la política pública de atención y reparación integral a víctimas en el municipio de
Cúcuta, orientada a garantizar los derechos humanos en poblaciones afectadas por el conflicto armado?
A través de la Ley de Víctimas 1448 de 2011, y sus decretos reglamentarios, se determinó que desde el Gobierno
Central hasta los territoriales se debían incluir en los planes de desarrollo y gobierno experiencias y mecanismos
para el efectivo goce de los derechos de la población víctima del conflicto armado en Colombia. Cúcuta es una de las
ciudades del país con mayor número de víctimas, esto se debe a que es el municipio receptor de la población del
Catatumbo, la cual ha sido una zona de alta conflictividad del departamento Norte de Santander, De acuerdo con el
Registro Único de Víctimas (RUV), en Cúcuta existen 88.588 personas reconocidas como víctimas del conflicto
armado, hasta el corte de diciembre 2019, entre los cuales se reconocen como sujetos de especial protección 76.253
personas declaradas como víctimas de desplazamiento forzado y 12.335 personas declaradas como víctima por
hechos diferentes al desplazamiento forzado, lo cual representa el 12% del total de la población del Municipio. A
pesar de los programas incluidos dentro del plan de desarrollo 2016-2019, dirigidos a acompañar a las víctimas en el
camino hacia la reparación integral, aún existen vacíos dentro de este proceso, Aunque el 88% de las víctimas han
accedido efectivamente a las medidas de atención y reparación contempladas en la Ley 1448 de 2011, el 12% no
pueden acceder efectivamente a estas medidas, y no solo es hablar de la indemnización monetaria o la restitución
de unos bienes, más bien de los derechos de seguridad alimentaria, generación de ingresos y vivienda, que significan
grandes dificultades para la superación de la condición de víctima de la población referida. En cuanto al derecho a la
salud, en el territorio, tanto en zonas rurales como urbanas, solo 51.998 víctimas del conflicto armado se encuentran
afiliadas al régimen subsidiado de salud y cuentan con los servicios ofertados por la Secretaría de Salud, a través de
IMSALUD. Se hace necesario indagar que tan efectivas han sido las acciones tomadas por el ente territorial para
suplir las necesidades de las victimas y garantizar verdaderamente el goce de sus derechos, y qué estrategias se
deben implementar para que el resultado de esta política pública de atención y reparación integral a víctimas tenga
un mayor éxito y lograr así una paz estable y duradera.
Conflicto armado
Según informe realizado por Amnistía internacional “Actualmente tienen lugar numerosos conflictos armados
en todo el mundo, incluidos los que implican a partes beligerantes dentro de un solo Estado (conflictos armados
no internacionales) y los que implican a fuerzas armadas de dos o más Estados (conflictos armados
internacionales). Estos conflictos han perjudicado a millones de personas de muchas formas, entre ellas
causando la muerte de civiles y exponiendo a quienes logran sobrevivir a mutilaciones, torturas, violaciones,
desaparición forzada y otros abusos graves. Al término de 2019, 79,5 millones de personas en todo el mundo
habían sido objeto de desplazamiento forzado a causa de conflictos armados. Es la mayor cifra jamás
registrada “. Como vemos, el conflicto armado es un fenómeno que afecta miles de victimas a nivel mundial. En
Colombia El conflicto armado ha persistido por mas de 50 años, fruto de esto actualmente han sido reconocidas
como victimas e incluidas en el Registro Único de Víctimas (RUV) 9.048.515 personas a lo largo y ancho del país.
A través de la Ley de Víctimas 1448 de 2011, y sus decretos reglamentarios, se determinó que desde el Gobierno
Central hasta los territoriales se debían incluir en los planes de desarrollo y gobierno experiencias y mecanismos
para el efectivo goce de los derechos de la población víctima del conflicto armado en Colombia, por esto fue creada
la política de atención y reparación integral a víctimas con enfoque diferencial, que garantiza los derechos
humanos y fundamentales en poblaciones afectadas por el conflicto armado, esta política pública de víctimas está
dirigida especialmente a las familias o personas, que individual o colectivamente se han visto afectadas o
menoscabado en alguna manera sus derechos humanos y fundamentales, los cuales derivaron en la ocurrencia de
delitos como Homicidio, Masacre, Secuestro, Desaparición Forzada, Tortura, Delitos contra Libertad e Integridad
Sexual, Minas Antipersonas, Municiones Sin Explotar, Artefactos Explosivos Improvisados, Amenazas, Actos
terroristas, Combates, Enfrentamientos y Hostigamientos, Reclutamiento de Niños , Niñas y Adolescentes y
Desplazamiento Forzado, este último dado desde la zonas rurales, hacia las cabeceras municipales (RUV).
Cúcuta es una de las ciudades del país con mayor número de víctimas, esto se debe a que es el municipio receptor
de la población del Catatumbo, la cual ha sido una zona de alta conflictividad del departamento Norte de Santander,
De acuerdo con el Registro Único de Víctimas (RUV), en Cúcuta existen 88.588 personas reconocidas como víctimas
del conflicto armado, hasta el corte de diciembre 2019, entre los cuales se reconocen como sujetos de especial
protección 76.253 personas declaradas como víctimas de desplazamiento forzado y 12.335 personas declaradas
como víctima por hechos diferentes al desplazamiento forzado, lo cual representa el 12% del total de la población
del Municipio. A pesar de los programas incluidos dentro del plan de desarrollo 2016-2019, dirigidos a acompañar a
las víctimas en el camino hacia la reparación integral, aún existen vacíos dentro de este proceso, Aunque el 88% de
las víctimas han accedido efectivamente a las medidas de atención y reparación contempladas en la Ley 1448 de
2011, el 12% no pueden acceder efectivamente a estas medidas, y no solo es hablar de la indemnización monetaria
o la restitución de unos bienes, más bien de los derechos de seguridad alimentaria, generación de ingresos y
vivienda, que significan grandes dificultades para la superación de la condición de víctima de la población referida.
En cuanto al derecho a la salud, en el territorio, tanto en zonas rurales como urbanas, solo 51.998 víctimas del
conflicto armado se encuentran afiliadas al régimen subsidiado de salud y cuentan con los servicios ofertados por la
Secretaría de Salud, a través de IMSALUD. La llegada de víctimas al municipio ha aumentado los niveles de
inseguridad, de desempleo, personas en condición de e incluso de migración.
Pregunta de investigación
¿Qué tan efectiva ha sido la política pública de atención y reparación integral a víctimas en el municipio de
Cúcuta, orientada a garantizar los derechos humanos en poblaciones afectadas por el conflicto armado?
Indagar sobre la política pública de atención y reparación integral a víctimas en el municipio de Cúcuta, en el periodo
2016-2019, con el fin de identificar que tan efectivo fue el programa Prevención, protección, atención, asistencia,
reparación integral, verdad, justicia y garantías de no repetición, en el cumplimiento de las metas establecidas para
dicho periodo
La política pública de víctimas del conflicto armando está dirigida, a las familias, personas, que individual o
colectivamente se han visto afectadas o menoscabado en alguna manera sus derechos fundamentales, los Derechos
Humamos, el Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves a las normas internacionales de Derechos
Humanos, los cuales derivaron en la ocurrencia de delitos como Homicidio, Masacre, Secuestro, Desaparición
Forzada, Tortura, Delitos contra Libertad e Integridad Sexual, Minas Antipersonas, Municiones Sin Explotar,
Artefactos Explosivos Improvisados, Amenazas, Actos terroristas, Combates, Enfrentamientos y Hostigamientos,
Reclutamiento de Niños , Niñas y Adolescentes y Desplazamiento Forzado, este último dado desde la zonas rurales,
hacia las cabeceras municipales, fenómeno que tuvo una gran transcendencia, por cuanto gran número de personas
y familias por la gravedad del orden público y el temor de sufrir atentados contra su vida e integridad personal, han
tenido que migrar a las grandes ciudades, a vivir allí en condiciones inhumanas, donde no tienen las garantías
mínimas de una vivienda digna y una efectiva prestación por parte del estado de los servicios básicos esenciales que
garanticen un goce efectivo de sus derechos como ciudadanos, fenómeno que contribuye al desarraigo de las tierras
y de las costumbres de los pobladores de las distintas regiones, especialmente aquellas, poblaciones étnicas e
indígenas minoritarias, que se enfrentan en una ciudad a unas costumbres totalmente desconocidas, con la mirada
indiferente de los pueblos civilizados por así decirlo.
una mejora efectiva en la relación entre las víctimas, los individuos en proceso de reincorporación y el Estado Colombiano. Educación, salud,
vivienda, programas de empleo, generación de ingresos, con enfoque diferencial -entre otros- son factores elementales que restablecen la
dignidad, memoria y verdad de todos los actores involucrados en el conflicto.
El Municipio de San José de Cúcuta es una ciudad habitada por 325.057 mujeres y 304.357 hombres 172, entre los cuales se reconocen como
sujetos de especial protección 76.253 personas declaradas como víctimas de desplazamiento forzado y 12.335 personas declaradas como víctima
por hechos diferentes al desplazamiento forzado. En relación al ciclo vital de población víctima en Cúcuta, las personas entre 29 y 60 años son
los más afectados, seguido de los jóvenes entre 18 y 28 años
18 y 28 años.
Lo anterior se complementa con la información consolidada en el Registro Único de Víctimas, respecto del Municipio, toda vez que, a corte a
diciembre de 2019, en Cúcuta existen 88.588 personas reconocidas como víctimas del conflicto armado, representando el 12% del total de la
población del Municipio. Aunque el 88% de las víctimas han accedido efectivamente a las medidas de atención y reparación contempladas en la
Ley 1448 de 2011, el 12% no pueden acceder efectivamente a estas medidas, ya sea porque fallecieron a causa del hecho victimizante, están
reportadas como fallecidas, no cuentan con documentación válida o han sido víctimas de desplazamiento forzado y no solicitaron ayuda
humanitaria.
Cúcuta es una de las ciudades del país con mayor número de víctimas, debido a que es el Municipio receptor de la población del Catatumbo,
zona geográfica de alta conflictividad del departamento Norte de Santander. Las comunas de la ciudad que han acogido a un mayor número de
víctimas son las 6, 7 y 8. La zona rural donde habita la mayor cantidad de víctimas corresponde al corregimiento de Palmarito.
Las víctimas del conflicto armado en la ciudad gozan de derechos fundamentales como la identificación, la subsistencia mínima, la salud y la
educación. A la fecha, Cúcuta cuenta con una población de 6.096 niños, niñas y adolescentes que están disfrutando de manera efectiva del
derecho a la educación, y asisten diariamente a las instituciones educativas públicas, con las garantías ofrecidas por la Secretaría de Educación
Municipal
Que tan eficientes son las acciones que toma el estado durante los procesos electorales para garantizar que los
ciudadanos que vivan en zonas afectadas por el conflicto armado ejerzan libremente su derecho al voto
¿De qué manera la materialización de los DD.HH. en las políticas públicas son herramienta clave en el sostenimiento
de la paz en Colombia?
¿Qué tan efectiva fue la política pública de atención y reparación integral a victimas dentro del plan de desarrollo del
municipio de Cúcuta 2016-2019 orientado a garantizar los derechos humanos en poblaciones afectadas por el
conflicto armado?
Ley 1448
Que programas se dirigieron dentro del plan de desarrollo del municipio de Tibú 2016-2019 a mejorar la atención y
garantizar los derechos humanos en poblaciones afectadas por el conflicto armado?
Yañez, J. (2020) Plan de Desarrollo Municipal 2020-2023, Cúcuta 2050 Estrategias de Todos. Recuperado de
http://www.cucuta-nortedesantander.gov.co/planes/plan-de-desarrollo-municipal-2020--2023
Rojas, C. (2016). Plan de Desarrollo Municipal 2016-2019, Si Se Puede Progresar. Recuperado de http://www.cucuta-
nortedesantander.gov.co/planes/plan-de-desarrollo-20162019
Tibú también alberga un considerable número de desplazados como municipio receptor y se han desplazado a otras
ciudades por este mismo motivo, en el año 2015 se movilizaron aproximadamente 51 familias con desplazamiento
interveredal por temor a enfrentamientos entre grupos armados.
El municipio de Tibú ha sido históricamente golpeado por el conflicto armado, en el contexto de violencia se tiene
conocimiento de la presencia de grupos armados al margen de la ley de la guerrilla desde el año 1985 inicialmente
pertenecientes al ELN, EPL y FARC (Frente 33). Grupos que históricamente hacen presencia en el municipio, Para el
año 1999 se presentó el ingreso de la Auto defensas unidas de Colombia AUC, bloque Catatumbo en el casco urbano
y corregimiento de La Gabarra
Los grupos anteriormente mencionados cometieron masacres, desplazamientos masivos, masacres, desapariciones
forzadas, homicidios selectivos, minas antipersonas, delito contra la libertad e integridad sexual, despojo y
abandono forzado de tierras, amenazas, atentados terroristas, combates y hostigamientos afectando a la población
civil, campesina y urbana del municipio.
La incursión paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia AUC, se presentó a partir del año 1999, quienes
entraron por el cesar, seguidamente pasaron por Ocaña y llegaron al municipio por la ruta que dé Cúcuta a conduce
a Tibú. A su entrada causaron terror en el sector de la cuatro primer punto que pisaron en el mes de mayo, en este
lugar se dio la primera masacre donde murieron 11 personas, situación que se repitió prácticamente en todos los
corregimientos del municipio, resaltando la masacre de la Gabarra del 21 de agosto de 1999 donde murieron 72
personas y las masacres en casco urbano con más de 30 victima. Las situaciones anteriormente narradas dieron
lugar al desplazamiento de forma masiva de más de 49.000 personas desplazadas esto obedece que en la zona
existía mucha población flotante cuyo lugar de trabajo era el municipio de Tibú. La desmovilización del bloque
Catatumbo de las AUC en diciembre de 2004 surgen bandas pos desmovilización, ligadas a la cadena del
narcotráfico, cultivos ilícitos, tráfico de insumos, procesamiento, distribución y comercialización de la base de coca,
en primer instancia las águilas negras y posteriormente los rastrojos, quienes continúan delinquiendo a nombres de
los paramilitares.
El conflicto interno armado que presenta la región, se generan acciones que atentan contra la vida, la integridad de
las personas, la seguridad, la seguridad alimentaria, la libre movilidad, el derecho a la educación, el derecho a la
salud y demás garantías y libertades constitucionales, por el dominio y control del territorio, por los enfrentamientos
entre estos grupos, se atenta contra los derechos humanos de la población civil produciéndose desplazamientos
masivos, desplazamientos de núcleos familiares particularmente considerados, elevando considerablemente las
cifras de homicidios selectivos por motivos políticos e ideológicos, así como desapariciones forzadas y amenazas
contra la población civil con graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al derecho internacional
humanitario.
La presencia de los grupos armados al margen de la ley de la guerrilla, constantemente atentan contrata la
infraestructura vial, eléctrica y petrolera del municipio; afectando principalmente las fuentes hídricas y
comunidades; así mismo se presentan combates con la fuerza pública con interposición de la población civil. En el
municipio existe una porción de territorio ocupado por la población indígena víctima del conflicto armado que hace
parte de la comunidad Barí, este grupo poblacional en el Catatumbo, se encuentra situado geográficamente al
extremo norte del departamento y, particularmente en el municipio de Tibú, se encuentran ubicados en la
comunidad de la Gabarra, que pertenece a la zona de reserva forestal que se encuentra legalizada a través de la
Resolución 145 de 1967, expedida por el INCORA. Según la información consultada en Planeación Departamental y
el CONPES del Catatumbo en esta región existen dos resguardos del pueblo Motilón Barí: Catalaura – La Gabarra el
cual se encuentra en el municipio El Tarra, Tibú y Motilón Barí que se encuentra en El Carmen, Convención y
Teorama. De acuerdo con las cifras oficiales, en la región se asientan alrededor de 3974 indígenas (1,4% del total de
la población de los once municipios), el 81% habita en las zonas rurales de los municipios.
El municipio es expulsor y receptor de población que para salva guardar la vida e integridad como medida de
protección debe abandonar sus tierras de manera forzada, según el Índice de Vulnerabilidad Territorial - IVT - que
evalúa los indicadores de desplazamiento forzado, secuestro, homicidio y hurto, así como la presencia de cultivos de
uso ilícito, entre otros aspectos, la situación de vulnerabilidad está valorado en ALTO, 2 lo que implica implementar
acciones que permitan mitigar los efectos del desplazamiento forzado y otros hechos victimizantes en temas de
prevención y protección.
De acuerdo al Índice de Riesgo de Victimización – IRV, herramienta de la Red Nacional de Información RNI que
permite el análisis de los diferentes escenarios de victimización del conflicto armado interno. El IRV permite
monitorear las causas y aportar a la definición de lineamientos para la política pública para adopción de planes y
programas que permitan la prevención, protección y garantías de no repetición de los hechos victimizantes a la
población víctima, el municipio está catalogado como ALTO (0.87013)3. En este sentido, la Defensoría del Pueblo
ha emitido informes de riesgo y notas de seguimiento aún vigentes: lIR 065-04 Teorama, Tibú-Norte de
Santander, NOTA DE SEGUIMIENTO N° 002-11 Cuarta al Informe de Riesgo Nº 006-08A.I. Emitido el 30 de abril
de 2008 Fecha: 28 de febrero de 2011; NOTA DE SEGUIMIENTO N° 002-11 Cuarta al Informe de Riesgo Nº 006-
08A.I. Emitido el 30 de abril de 2008 Fecha: 28 de febrero de 20114, y también es vigente la Declaratoria de
Inminencia de Riesgo de desplazamiento - Medida de protección colectiva Decreto 2007 de 2001).En el
municipio han ocurrido desplazamientos masivos que requieren atención en cuanto a la construcción de los
planes de retorno, durante el año 2015, por acciones en el marco del conflicto se presentaron dos
desplazamiento masivos en la Vereda Miramontes 217 personas- 56 núcleos familiares, 5 Vereda
Versalles/Orú575 personas- 145 núcleos familiares6, lo que refleja que existen zonas tanto urbanas como
rurales en riesgo permanente.
El número de víctimas en los distintos hechos victimizantes según la RNI corresponde a
HECHO PERSONAS
Abandono o Despojo Forzado de 156
Tierras
Acto 342
terrorista/Atentados/Combates/
Hostigamientos
Amenaza 373
Delitos contra la libertad y la 90
integridad sexual
Desaparición forzada 1.765
Desplazamiento 59.555
Homicidio 5.609
Minas antipersonal/Munición sin 145
explotar/Artefacto explosivo
Perdida de Bienes Muebles o 247
Inmuebles
Secuestro 209
Tortura 25
Vinculación de Niños Niñas y 16
Adolescentes
El conflicto armado sufrido a lo largo de los años por el municipio de Tibú género el abandono forzado de
tierras y el despojo de tierras y viviendas a muchos de sus pobladores, actualmente existe 1684 solicitudes
de Restitución de Tierras sobre predios del municipio, se han proferido 23 sentencias con medidas que
incluyen formalización de la Propiedad, exoneración de impuestos, proyectos productivos, además de
órdenes que buscan la estabilización de ingresos y la vinculación Laboral.
Por otra parte, la afectación a causa del conflicto armado no se dio solamente a nivel individual sino que
en muchas ocasión se afectó a comunidades enteras, tal es el caso del Corregimiento de La Gabarra y el
casco urbano de municipio de Tibú donde la Unidad de Atención y Reparación Integral a las víctimas, ha
evidenciado que estas dos comunidades sido afectadas por la violación de los derechos colectivos y el
impacto colectivo de la violación de derechos individuales, por tal razón se inició el proceso de identificación del
daño y afectaciones, para posteriormente mediante acuerdos con la comunidad afectada se han construido medidas
reparadoras, que se encuentran contenidas en los Planes de Reparación Colectiva, comprendidas en medidas de
restitución, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición, en los componentes político, material y
simbólico. En el municipio existen en el municipio Organizaciones de Población Víctimas articuladas en la Mesa de
Participación de Victimas quienes coadyudan en el diseño, implementación y seguimiento a la política pública de
víctimas.
sra Rosa, le informo que su solicitud Respuesta a la Indemnización por hecho de DELITOS CONTRA LA LIBERTAD E
INTEGRIDAD SEXUAL, de se encuentra remitido al área encargada desde 24/06/2020. Por favor esté atento al número
que registró, la Unidad se comunicará con usted.
San José de Cúcuta es el municipio que alberga el mayor número de víctimas del conflicto armado del Departamento
Norte de Santander (122.459 víctimas), según la RNI red nacional de información de la Unidad de Víctimas (fecha de
corte mayo 2016); no obstante si la cantidad de víctimas se analiza con relación al total de habitantes que hay en la
ciudad; el 19% de la población del municipio se encuentra en esta condición, representando el 51% del total de
personas víctimas del conflicto del Departamento Norte de Santander (241.064 víctimas en 2015).
De acuerdo con el Registro Único de Víctimas (RUV), de la Unidad Nacional para la Atención y
Reparación Integral a las Víctimas del Conflicto Armado (UARIV), se han registrado alrededor de 37.000
víctimas de hechos ocurridos en la ciudad en el marco del conflicto.
La población víctima del conflicto ubicada en el municipio de Cúcuta, con rango de edad entre los 27 y 60
años, son aproximadamente 34.370 personas, es decir, el 35.90% de la población víctima del conflicto;
seguida por el rango de edad entre 18 y 26 años con 16.613 personas, el rango entre 6 y 12 años con
11.130 víctimas y las de edades entre los 13 y 17 años con un total de 9.823 personas; por tanto, más de
la mitad de la población en Cúcuta se encuentra en etapa productiva.
Por otro lado, con menor número de víctimas, está la población de personas mayor y la primera
infancia, con 6.072 y 5.477 personas, respectivamente. Más del 96% de la población no
pertenece a ninguna etnia, lo que equivale a un total de 92.686 personas, a su vez, los indígenas
son 1.112 personas, la población víctima afrocolombiana en el municipio son 910 personas, gitanos
ROM cuenta con 815 personas y los raizales del Archipiélago de San Andrés y Providencia son 199
víctimas.
La distribución por enfoque de género, correspondiente al municipio, tiende a ser equitativa, dado que
cuenta con 48.378 (52%) hombres y 46.458 (48%) mujeres. De igual forma, existen 879 personas que no
informaron su pertenencia a algún género y 7 víctimas de la población LGBTI; 1.804 personas víctimas se
encuentran en condición de discapacidad representando el 1.92% del total.
La cobertura del sistema de salud en afiliación de población víctima del conflicto en la ciudad de Cúcuta,
es del 44,3% con un total de 42.444 personas, De este total el 79,5% se reporta en el régimen subsidiado
(33.757), mientras que el 20,2% están en el contributivo (8.572).
Teniendo en cuenta los datos reportados por el SIMAT (Sistema integrado de Matricula) se puede
evidenciar una atención en nivel preescolar a las víctimas del conflicto del 16,74% (1133 alumnos), en
nivel básica primaria, secundaria y media del 50.12 % (12.486 alumnos) y en nivel de educación superior
es de (722 alumnos en el 2014) aumentando un 16,19% en acceso en comparación con el año
inmediatamente anterior.
El porcentaje persona víctimas del conflicto que accedieron a programas de oferta institucional del DPS,
alimentación escolar PAE, UNIDOS, IMPULSA e ICE ha sido del 47,49% (41.696 personas). El número de
personas beneficiadas por programas de subsidios en vivienda en términos de mejora, arrendamientos y
compra de vivienda o construcción en sitio propio refleja un porcentaje del 66,74% (12.056 personas)
frente a la población total de víctimas del conflicto.
se pretende fortalecer desde la Alcaldía Municipal de San José de Cúcuta y de la Secretaría de Posconflicto y Cultura
de Paz la construcción de paz. Igualmente, en cada una de estas líneas se encuentran una serie de proyectos e
iniciativas que apuntan a la construcción de una sociedad que solucione de manera pacífica el conflicto, donde se
respete la diferencia, se prevenga la aparición de nuevas violencias, hayan espacios para reflexionar sobre lo que nos
pasó y se fortalezca el restablecimiento y el efectivo goce de los derechos de la población víctima del conflicto.
Se toma como referencia la información disponible en la administración local y las distintas alertas tempranas emitidas
por el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría, cuyo objetivo es monitorear riesgos, afectaciones e impacto
consecuencia del conflicto armado.
En los últimos dos años se ha percibido la persistencia del reacomodamiento de actores armados ilegales en el territorio.
En el municipio de Cúcuta, específicamente, hacen presencia grupos armados como Los Rastrojos, el ELN, las disidencias
de las FARC-EP, el EPL, y bandas criminales, dedicadas a actividades ilegales en las trochas fronterizas, como la Línea o
la Frontera. Por lo tanto, la frontera de la zona rural de Cúcuta siempre ha permanecido en constante disputa entre estos
grupos armados por el poder territorial de pasos y el aprovechamiento de estas rentas ilícitas. No obstante, se percibe que
en los últimos años ha habido un control más fuerte por parte de los grupos Rastrojos, en ocasiones en convivencia con el
EPL, desde la vereda más al norte (corregimiento de Banco de Arena) de la zona rural de Cúcuta hasta el corregimiento de
Ricaurte más al sur, que profundizaremos a continuación.
Al menos desde finales de 2017 se ha conocido de las alianzas pactadas entre distintos grupos armados y el grupo pos
desmovilización denominado “Los Rastrojos”, quienes concentran su accionar en la zona rural de Cúcuta y el municipio
Puerto Santander7. De otra parte, tras disputas sostenidas entre las AGC y los Rastrojos por control de sectores claves
territoriales en el área metropolitana de Cúcuta que iniciaron desde el año 2015 en adelante, llevaron a la consolidación en
el 2019 de “la supremacía del grupo armado Los Rastrojos en buena parte de la zona rural de Cúcuta y Puerto
Santander8”. Esta supremacía, que fue por un tiempo compartida con el EPL, hasta la separación de ambos grupos, fue
puesta en riesgo tras algunos enfrentamientos fuertes, en el lado venezolano de la frontera, entre el ELN y Los Rastrojos a
finales del 2019 y principios de 2020, que han provocado un reacomodo de estos últimos hacia el interior de la zona rural
de Cúcuta.
Anudado a esto, el municipio de Cúcuta cuenta con cuatro sujetos de reparación colectiva reconocidos por la Unidad para
la Atención y Reparación Integral a las Víctimas: la comunidad del Barrio Cerro Norte; la comunidad del sector Antonia
Santos Barrios, Los Olivos, Sabana Verde, Carolinas Primavera y asentamiento subnormal Brisas; la comunidad del sector
Malla del aeropuerto, barrios Buenos Aires, La Ermita y Camilo Daza; y la Federación de Juntas de Acción Comunal de
San José de Cúcuta, esta última conformada por más de 300 Juntas de Acción Comunal.
En el municipio se pueden identificar los siguientes hechos victimizantes:
Las amenazas que se presentan en estos territorios se manifiestan de diferentes formas a la población. En ocasiones son
individuales y se realizan por vía telefónica, por mensaje de texto o presencialmente por parte del grupo armado o en su
defecto por una persona ajena al grupo que le transmite a la persona la amenaza. En otras oportunidades se realizan de
forma colectiva a través de mensajes de voz o panfletos generalizados que especifican un grupo de personas específicas.
Finalmente, están aquellas que no tienen un sujeto determinado, pero apuntan a imponer normas de conducta a una
población de manera general, que al momento de incumplirse puede conllevar sanciones que ellos mismos apliquen, y que
a veces viene acompañada de videos con contenido amenazante de homicidios y/o sevicias reales. Otras son las
afectaciones a líderes, desde desplazamientos forzados, homicidios y amenazas; este último siendo el predominante en los
años 2019 y 2020. Así como los asesinatos selectivos, restricciones a la movilidad, desaparición forzada,
desplazamientos forzados intraurbanos, interveredales y de vereda a cabecera municipal, extorsiones, reclutamiento,
vinculación, uso y utilización de Niños, Niñas, Adolescentes y Jóvenes por parte de los grupos armados
Aunque es claro que el fin del conflicto armado no construye de manera automática la paz, sin duda crea un mejor
escenario para consolidar condiciones para una paz estable y duradera como requerimiento fundamental para potenciar el
Desarrollo Humano Sostenible de la región. Por consiguiente, el Plan de Desarrollo Municipal “Cúcuta 2050, estrategia de
todos” busca generar condiciones propicias para la construcción colectiva de escenarios de paz y reconciliación, a partir
de ejercicios de concertación que reconozcan las capacidades individuales y colectivas de los actores y los territorios,
especialmente de aquellos que de manera directa o indirecta estuvieron relacionados con el conflicto armado.
La paz será posible en toda su extensión cuando se haya logrado consolidar la eficacia material de la Ley y de la justicia
social en un Estado garante, no solo de la equidad social, sino también del crecimiento y desarrollo de oportunidades
económicas.
En este sentido, la Ley 1448 de 2011 creó en Colombia un sistema para atender, asistir y reparar integralmente a las
víctimas del conflicto. En el marco legal, la administración municipal destinará recursos concretos para acompañar a las
víctimas en el camino hacia la reparación integral, toda vez que el proceso de reparación no solo implica una
indemnización monetaria o la restitución de unos bienes, sino una mejora efectiva en la relación entre las víctimas, los
individuos en proceso de reincorporación y el Estado Colombiano. Educación, salud, vivienda, programas de empleo,
generación de ingresos, con enfoque diferencial -entre otros- son factores elementales que restablecen la dignidad,
memoria y verdad de todos los actores involucrados en el conflicto.
Lo anterior se complementa con la información consolidada en el Registro Único de Víctimas, respecto del Municipio,
toda vez que, a corte a diciembre de 2019, en Cúcuta existen 88.588 personas reconocidas como víctimas del conflicto
armado, representando el 12% del total de la población del Municipio. Aunque el 88% de las víctimas han accedido
efectivamente a las medidas de atención y reparación contempladas en la Ley 1448 de 2011, el 12% no pueden acceder
efectivamente a estas medidas, ya sea porque fallecieron a causa del hecho victimizante, están reportadas como fallecidas,
no cuentan con documentación válida o han sido víctimas de desplazamiento forzado y no solicitaron ayuda humanitaria.
Cúcuta es una de las ciudades del país con mayor número de víctimas, debido a que es el Municipio receptor de la
población del Catatumbo, zona geográfica de alta conflictividad del departamento Norte de Santander. Las comunas de la
ciudad que han acogido a un mayor número de víctimas son las 6, 7 y 8. La zona rural donde habita la mayor cantidad de
víctimas corresponde al corregimiento de Palmarito.
Las víctimas del conflicto armado en la ciudad gozan de derechos fundamentales como la identificación, la subsistencia
mínima, la salud y la educación. A la fecha, Cúcuta cuenta con una población de 6.096 niños, niñas y adolescentes que
están disfrutando de manera efectiva del derecho a la educación, y asisten diariamente a las instituciones educativas
públicas, con las garantías ofrecidas por la Secretaría de Educación Municipal.
Adicionalmente, en el territorio, tanto en zonas rurales como urbanas, 51.998 víctimas del conflicto armado se encuentran
afiliadas al régimen subsidiado de salud y cuentan con los servicios ofertados por la Secretaría de Salud, a través de
IMSALUD, gracias a los diferentes programas que allí se ofertan. No obstante, en el Municipio persisten grandes retos
respecto a derechos de seguridad alimentaria, generación de ingresos y vivienda, que significan grandes dificultades para
la superación de la condición de víctima de la población referida. Adicionalmente, esto repercute de manera directa en el
cumplimiento de los objetivos de la política pública de garantía de derechos a las víctimas del conflicto armado.
A esto hay que añadir que, en el marco de la aplicación de la Política Pública nacional de víctimas, la cual se enmarca
dentro de la Ley 1448 de 2011 y el Decreto Reglamentario 4800 de 2011, se ejecutan una serie de acciones dentro del
componente de prevención y protección que son de gran importancia para la configuración de un territorio libre de
violencias. En el año 2018 se realizó la formulación e implementación de la política pública de prevención frente al delito
de reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes del Municipio de Cúcuta como acción tendiente a ofrecer
garantías de no repetición de hechos victimizantes frente a la población más frágil en un contexto de guerra, a saber, la
infancia.
En el propósito de ofrecer una reparación integral a las víctimas del conflicto armado es fundamental tener en cuenta que
existen dos sujetos de reparación colectiva dentro de nuestro territorio, los cuales ya cuentan con Plan Integral de
Reparación Colectiva (PIRC) formulados, y en fase de implementación: i) se concertaron 15 medidas en el PIRC del SRC
Antonia Santos, y el Plan se encuentra en un estado de avance del 66%; y, ii) se concertaron 12 medidas al SRC
Fedecomunal, y el PIRC se encuentra en un estado de avance del 33%. Adicionalmente, en el Municipio de Cúcuta viven
289 víctimas que pertenecen al Pueblo ROM, las cuales constituyen un Sujeto de Reparación Colectiva de tipo étnico
reconocido a nivel nacional.
JUSTIFICACION
La reparación es un proceso fundamental dentro del restablecimiento de los derechos humanos vulnerados, que se logra a
partir de diferentes acciones: inclusión socioeconómica, indemnización y desarrollo de actos conmemorativos, los cuales
se desarrollan para beneficiar a la población víctima en este aspecto. Es por esto que la Administración Municipal
invertirá los recursos necesarios para llevar a cabo los programas orientados a dar cumplimiento a los fallos de sentencias
de Restitución de Tierras, dentro de un proceso colaborativo, de corresponsabilidad y establecido según las competencias
de la entidad territorial, como parte del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral para las Víctimas (SNARIV),
dentro del componente de la reparación que regula la Ley 1448 de 2011 y sus decretos reglamentarios.
Como parte del proceso de justicia transicional, mediante el cual el Estado busca garantizar los derechos de las víctimas y
la reintegración de Grupos Armados Organizados al Margen de la Ley (GAOML) en el marco de la reconciliación
nacional y la construcción de paz, es importante aunar esfuerzos que permitan el avance del Municipio en torno a la
convivencia pacífica y la integración comunitaria de todos los actores involucrados en la implementación del Acuerdo de
Paz.