Las Cuatro Fases de Un Proceso de Selección de Personal
Las Cuatro Fases de Un Proceso de Selección de Personal
Las Cuatro Fases de Un Proceso de Selección de Personal
Preselección
Normalmente, y más ahora que el empleo en nuestro país pasa por un mal momento, el
número de candidatos que se presenta a una oferta de trabajo es bastante elevado, por lo
que es necesario hacer una criba inicial que haga que el proceso se menos largo y costoso.
El objetivo no es otro que reducir el número de candidatos a una cantidad adecuada para
realizar las distintas pruebas programadas a posteriori.
La forma más común de hacer esta preselección es basándose en los currículum vitae de los
candidatos. En esta primera criba deben descartarse a los candidatos que no cuenten con la
formación adecuada necesaria para el puesto de trabajo o cuya experiencia profesional no
sea suficiente. La preselección es difícil y ha de asumirse el riesgo de descartar a candidatos
que podrían encajar bien en nuestra oferta de trabajo.
Realización de pruebas
Los candidatos que han superado la fase anterior suelen ser convocados para realizar una
serie de pruebas. En ocasiones, lo primero que se hace es una entrevista preliminar para
establecer un primer contacto, aunque lo normal es que se pase directamente a la
realización de las pruebas.
Los principales tipos de pruebas que se suelen llevar a cabo son tests psicotécnicos con los
que determinar las aptitudes y la personalidad del candidato, pruebas profesionales
relacionadas con el puesto en cuestión, pruebas de conocimientos sobre temarios
preestablecidos (generalmente reservado a la Administración Pública), pruebas físicas e
incluso pruebas grafológicas.
Entrevistas
Gracias a las pruebas anteriores habremos conseguido reducir el número de candidatos a
nuestra oferta de trabajo a una cantidad más óptima. Llegados a este punto procede
conocerlos de forma individual atendiéndoles en una entrevista personal. El objetivo no es
otro que corroborar que la información que se ha obtenido sobre el candidato en las pruebas
anteriores es correcta.
Además, las entrevistas son utilizadas para conocer la disposición de los candidatos al
puesto de trabajo una vez que se le ha proporcionado más información sobre el mismo
(tareas a realizar, horario, salario, etc).
Existen distintos tipos de entrevistas y debemos elegir la que mejor se adapte a nuestras
necesidades: individuales, en grupo (se atiende a varios entrevistados a la vez), en panel
(varios entrevistadores y un solo entrevistado), estructuradas (con un guión), no
estructuradas, etc.
Fase final
Tras la fase de entrevistas el número de candidatos se ha reducido al mínimo exponente,
por lo que ha llegado el momento de elegir a la persona o al grupo de personas que se
incorporarán a nuestra empresa. Para ello, ha de tenerse en cuenta toda la información
recopilada durante las tres fases anteriores y ser lo más objetivo posible.
Una vez tomada la decisión, muchas empresas realizan un examen médico y, si se supera,
se producirá la incorporación, que inicialmente puede tener un periodo de prueba y una fase
de acogida y adaptación que interesa que sea lo más breve posible.
El proceso puede ser encarado por un equipo de profesionales: una misma persona puede
realizar diferentes tareas o puede especializarse en cierto tipo de tareas y delegar otras.
Las etapas iniciales tienen carácter exploratorio. Se exploran las características de las
tareas. Los intereses y las afinidades personales.
En las consultoras en Recursos Humanos la tarea suele estar dividida entre el jefe de
búsqueda, que es la persona que se relaciona con la empresa y coordina todo el proceso, y
los psicólogos evaluadores, que son los que realizan el análisis psicológico.
Preselección
Separados los currículos que reúnen los requisitos formales, se procede a realizar la primera
entrevista. El selector ya cuenta con el perfil, elaborado con la empresa.
Los candidatos que más se aproximan a él son enviados para el chequeo técnico a fin de
continuar con aquellos que reúnen los conocimientos y las destrezas indispensables, cuando
el puesto por cubrir lo requiere.
Se entrevista a los candidatos técnicamente aptos, y se evalúa a los que resultan de mayor
interés.
Contacto personal breve, a través del cual cobra presencia el currículo y permite efectuar un
“chequeo” directo de información por medio del cual se podrá evaluar presencia,
disposición, ritmo, interés en el puesto y coherencia entre la información escrita y la
impresión superficial.
2- Evaluación técnica
3- Entrevista profunda
Rasgos culturales que permitan identificar jerarquía de valores y criterios en los que se
basan las opiniones.
Define si las características del perfil buscadas coinciden con el carácter y el estilo que el
postulante ha manifestado en la entrevista. Brinda información de carácter manifiesto y
“puntos de apoyo” para generar hipótesis y formular interpretaciones que luego pueden ser
corroboradas y/o cotejadas con un nivel de abordaje más profundo (como el que brinda una
evaluación psicológica).
4- Evaluación Psicológica
Constituye el recurso específico con que un psicólogo puede afrontar esta tarea.
Aquellos que mejor respondan a las expectativas que animan la búsqueda serán los
finalistas.
La decisión quedará en manos de la empresa solicitante.
Su tarea ha sido realizada cuando está en condiciones de aportar síntesis sobre las variables
consideradas.
Más adelante podrá validar, a través del seguimiento basado en entrevistas regulares y
periódicas con ambos clientes (la empresa y el postulante) en qué medida las posibilidades
detectadas han resultado de ayuda para la decisión adoptada, contribuyendo a satisfacer la
demanda de las dos partes.
Preselección: de todos los currículos recibidos, se seleccionan aquellos que son más
relevantes en función de los conocimientos y experiencia de los candidatos. Esta
preselección puede realizarla la empresa o el selector en base a criterios que aquella le
suministró.