Apuntes de Catedra Actuacion I
Apuntes de Catedra Actuacion I
Apuntes de Catedra Actuacion I
CONCENTRACION EN LA ACCION
Para poder reproducir el significado esencial de un texto hay
que penetrar en él profundamente y sentirlo también con
profundidad.
Y esto es difícil.
En primer lugar,
uno de los elementos más importantes del subtexto es la memoria
afectiva, un factor evanescente caprichoso e inestable.
En segundo lugar
se necesita una capacidad de atención bien disciplinada para ser
capaz de concentrarse en el significado de las palabras.
EL METODO Stanilavskiano:aconseja:
1-Olviden por completo los sentimientos y pongan toda su
atención en las imágenes internas. Estúdienlas con todo el
cuidado posible y descríbanlas lo más precisa, completa y
vivamente que puedan.
2-Cuando consideramos un fenómeno, cuando nos imaginamos un
objeto, un acontecimiento, o traemos a la mente experiencias de
la vida real o imaginaria, no solo reaccionamos a esas cosas con
nuestros sentimientos, sino que les pasamos revista con nuestros
ojos interiores.
Sin embargo, al hacer esto en teatro nuestra visión interior
debe tener relación sólo con la vida del personaje y no con
nosotros mismos como actores.
3-Por eso es por lo que, cuando estamos en escena, nuestra
principal preocupación debiera ser siempre reflejar en nuestra
propia visión interior elementos semejantes a los que ocuparían
la visión interior del personaje.
Esta corriente interna de imágenes, alimentadas por toda clase
de invenciones ficticias, así como por las circunstancias dadas,
confiere vida a un personaje, le proporciona una base para todo
lo que el personaje realiza:
1-ambiciones,
2-pensamientos,
3-sentimientos,
y, más aún, es una gran ayuda para que el actor concentre su
atención en la vida interior del personaje.
4-Para ellos debemos disponer de una verdad, aunque sólo sea la
verdad de la imaginación, en la que puedan creer, dentro de la
que puedan vivir...
5-Por otro lado, al intentar comunicarlo ...
"Se deben preocupar de que el objeto de su atención no solo oiga
y comprenda el significado de sus palabras, sino que también vea
en el ojo de su mente lo mismo que ustedes, mientras les
hablan.
Lo importante es que se propongan un objetivo y traten de
llevarlo a cabo. Lo importante es cómo tratan de actuar sobre su
compañero o interlocutor, sobre su visión interna, que es lo que
están ustedes intentando en este caso concreto
6-Se trata de un proceso por partes muy pequeñas: se comunica
algo, pausa, el interlocutor absorbe lo comunicado, se continua,
etc.
7-Al mismo tiempo que se hace esto, hay que tener en cuenta la
totalidad de lo que se quiere comunicar.
Para uno todo está claro, pero para el interlocutor todo es
nuevo, debe ser descifrado y absorbido.
Esto requiere un cierto tiempo, y si se salta ese tiempo el
diálogo se convierte en algo incomprensible Por ello se debe
crear esa corriente explicativa, bajo el diálogo hablado de una
obra de teatro.
Pues si no hay una historia comprensible que compartir no hay
nada en que basar un subtexto explicativo.
8-Son las imágenes interiores las que nos sirven de señuelo al
tratar las palabras y la forma de hablar, y son ellas las que,
como el pintor o el poeta, con el ojo de la mente, nos permiten
describir lo que vemos y como lo vemoS
Sin embargo, el actor que sólo utiliza voluntades acaba por ser
torpe en escena porque sigue pareciéndose a sí mismo todo el
tiempo. Además, emplear como monólogo de comportamiento
actoral la voluntad resulta totalmente antinatural, puesto que,
en la vida real las emociones que comúnmente experimentamos están
sujetas al lógico vaivén de la volubilidad del comportamiento
humano: unas veces queremos a una persona y otras la odiamos, en
determinadas situaciones somos valientes y en otros momentos nos
atenaza la cobardía, etc. Así pues, para que el personaje no sólo
nazca sino que resulte creíble en el escenario, el actor tiene
que esforzarse por descubrir creativamente la contravoluntad de
cada una de sus voluntades y, así, cuanto más acentúe la
contravoluntad del personaje, más enérgicamente aparecerá la
voluntad, como, de nuevo, nos comenta Boal(1982, pp. 74-
75): “Observemos, por ejemplo, Romeo y Julieta. No encontramos
dos personajes que se quieren más, que se deseen más, que tengan
menos contravoluntad, son sólo amor, voluntad(...) Si un actor
debe de interpretar el papel de Romeo, debe, por supuesto, amar
a Julieta, pero también, debe de buscar sus contravoluntades;
por hermosa que sea Julieta, por adorable y amorosa, no por eso
deja de ser a veces una gata, niña irritante y tonta. Julieta
debe pensar lo mismo de Romeo. Y porque también tienen
contravoluntades, sus voluntades deben ser aún más fuertes, y el
amor debe estallar con más violencia todavía en esos dos seres
humanos, de carne y hueso, de voluntades y contravoluntades”.
En síntesis
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.