Ideario Nuevo Perú
Ideario Nuevo Perú
Ideario Nuevo Perú
1. ¿Quiénes somos?
Aspiramos a construir una sociedad en la que el ser humano se reconcilie con la naturaleza,
con la vida y consigo mismo. Una sociedad en la cual naturaleza y la humanidad recuperen
su unidad esencial y la diversidad y todas las sangres sean fuente de riqueza. Desde los
inicios de la sociedad moderna los seres humanos hemos construido sociedades que han
depredado y destruido nuestra Pachamama, fuente de vida, por considerarla un objeto sin
voluntad y cuyo único fin es satisfacer las necesidades humanas, en desmedro de las otras
formas de vida. Esta manera de entender nuestra relación con la naturaleza nos está llevando
a límites insostenibles y cada vez más irreversibles. El extractivismo, el consumismo y el
capitalismo con su insaciable lógica de acumulación y ganancia, han roto los equilibrios
razonables, conduciendo a la destrucción de la vida en el planeta. El mundo requiere de
cambios impostergables. En el Movimiento Nuevo Perú nos organizamos para responder a
estos desafíos.
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4. Lxs sujetxs del cambio.
Buscamos cultivar y cultivarnos como sujetos autónomos, ciudadanxs conscientes y solida-
rios, capaces de participar activamente en la construcción de sociedades de buen vivir y
justicia social, libres de toda forma de opresión y de discriminación. En la apuesta por cultivar
cooperación, solidaridad y reciprocidad, reconocemos a los diversos pueblos, comunidades
y naciones del Perú que históricamente vienen demostrado su vital fuerza afirmativa en ese
sentido. Asimismo, estamos decididos a impulsar nuevos sujetos que recuperen la capacidad
de control sobre sus vidas, arrebatadas por el orden capitalista, desde las fábricas, las minas,
desde las comunidades campesinas, los territorios indígenas, las ciudades y los barrios,
desde los sindicatos y centros de trabajo, colegios y universidades, familias y diversas
comunidades.
Creemos en una democracia que abarque todos los aspectos de la vida, que se desarrolle
en la sociedad política y en la producción, en la escala nacional y en la local, en la comunidad
y en la familia. Nuevo Perú hace suya la democracia entendida como el derecho de la
ciudadanía a elegir libremente a sus gobernantes en el marco de un sistema político
multipartidario. Al mismo tiempo propone radicalizar esta democracia con mecanismos
participativos y directos, afirmando la plena vigencia de los derechos humanos contenidos en
la Declaración Universal. Asumimos el reto de recuperar para el pueblo organizado el poder
constituyente, un real poder popular, que corresponda al despliegue de sus energías
creativas y no solo como respuesta defensiva al miedo instalado por fuerzas violentistas de
cualquier signo. Nos proponemos forjar poder popular construyendo y fortaleciendo las orga-
nizaciones sindicales, vecinales urbanas, comunitarias del campo, asociativas de
productores, estudiantiles, colectivos de mujeres, comunidades nativas y de la diversidad
sexual. Impulsamos la construcción de los frentes regionales, espacios en los cuales se
ejerce la democracia directa y la acción directa de masas para hacer valer derechos. Poder
popular que se extiende en vínculos de solidaridad internacional con los partidos de izquierda,
organizaciones sindicales internacionales y movimientos de mujeres, organizaciones sociales
populares de todo el mundo que se alzan contra el capitalismo neoliberal y el imperialismo.
El Movimiento Nuevo Perú se reconoce en la lucha por los derechos de las mujeres, desde
el ejercicio pleno de su sexualidad, a vivir a una vida sin violencia hasta condiciones económi-
cas y políticas que permitan el desarrollo pleno de sus vidas. Una patria para todas y todos
se fortalece con niñas y adolescentes que acceden a educación y salud de calidad que viven
libres de violencia y son conscientes de sus derechos sexuales y reproductivos, con mujeres
empoderadas a quiénes se respeta sus derechos económicos, se reconoce su aporte en la
economía familiar, se garantiza sueldos justos y se procura condiciones de cuidado en su
adultez. Nada de esto es posible sin incorporar un enfoque de género, que plantea
condiciones equitativas de construcción de lo masculino y lo femenino, y permite
transformarlo hacia una sociedad justa y democrática. Nuevo Perú, se encuentra con los
jóvenes como protagonistas de los cambios necesarios para el país, reconociendo sus voces
potentes y capacidad crítica por una constante renovación. Son ellas y ellos quienes se con-
vierten en energía transformadora, asegurando generaciones con reflexión, acción y
capacidad de afirmar un nuevo proyecto de país. Esto no elude la necesidad de construir un
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diálogo intergeneracional que enriquezca la experiencia de las nuevas generaciones con las
experiencias de las anteriores generaciones.
7. Economía y trabajo.
Nuevo Perú asume la urgencia de enfrentar y derrotar las fuerzas del neoliberalismo, del
capitalismo salvaje y el autoritarismo que amenazan nuestra patria. Recusamos el modelo
capitalista extractivista primario exportador y depredador que afecta irreparablemente
territorios, aguas, bosques y la biodiversidad en general, donde reside la fuente de la vida,
afligiendo poblaciones e hipotecando el destino de futuras generaciones, para abastecer de
recursos naturales a los países industriales. No aceptamos más el rol subordinado en la
división internacional del trabajo ni que el “cholo barato” sea el fundamento de las ganancias,
que se mantengan las altas tasas de desempleo, trabajo precario e informalidad. Batallamos
porque las trabajadoras y trabajadores tengan derechos laborales y salarios dignos y
aspiramos a que el entendimiento del “buen vivir” de nuestras poblaciones originarias andinas
y amazónicas tenga mayor protagonismo en el florecimiento de un horizonte civilizatorio a
nivel nacional y global. Como parte de nuestra lucha contra el modelo neoliberal, pro-
pugnamos mecanismos de control social del mercado con participación permanente e infor-
mada de la ciudadanía; reconociendo que el mercado es un escenario de las relaciones entre
agentes económicos, pero planteando su radical democratización, combatiendo todas las
formas de dominio monopólico por parte de los grupos de poder. Creemos necesario
recuperar y reforzar roles regulatorios del Estado y las capacidades de control de la sociedad
organizada, así como reinvindicar su rol en las áreas estratégicas de la economía en función
del interés nacional, el bienestar popular y el respeto a la Pachamama.
Como Nuevo Perú combatimos frontalmente la corrupción que roba al Estado y los recursos
públicos, degradando los valores de sociedad y afectando directamente la vida de miles de
peruanos, condenándonos a deplorables condiciones de vida. Rechazamos la concentración
del poder económico, político y mediático en manos de determinados grupos de poder que
capturan el Estado, manejan los medios de comunicación de masas y financian partidos
políticos a su servicio, creando un sistema de corrupción. Combatimos también a los poderes
mafiosos que, construidos a partir de las economías ilegales (especialmente el narcotráfico)
en alianza con funcionarios corruptos, amenazan con apoderarse de la vida pública,
generando una sociedad más violenta. Nuevo Perú enfrenta el autoritarismo que pretende
hacernos vivir en un estado policiaco, criminalizando la protesta social y destruyendo los
bastiones de resistencia popular. Rechazamos el conservadurismo que intenta instalar en la
conciencia colectiva paradigmas que frenan la libertad y el despliegue de identidades
culturales, lingüísticas y sexuales que aspiran a la tolerancia y la convivencia entre seres
humanos diversos.
Nuevo Perú respeta la soberanía de los pueblos y aspira hacer del Perú un estado
plurinacional digno y soberano que, formando parte de la comunidad mundial y regional de
estados-nación, mantenga sus identidades. En un mundo globalizado en el que estados
poderosos, empresas transnacionales y el capital imponen sus reglas en función de sus
intereses, consideramos fundamental trabajar por la integración regional para resolver
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problemas de forma integral y estratégica para la región a nivel cultural, político, económico
y ambiental. Por lo tanto, apoyamos el fortalecimiento de espacios de integración como la
Comunidad Andina, Unasur y CELAC, hoy desestabilizados por la derecha y la política
intervencionista de los Estados Unidos. Creemos que la profundización de las distancias entre
“países ricos y pobres”, la ampliación de las brechas sociales, constituye un factor
desestabilizante de las relaciones internacionales, debilitando espacios de diálogo multi
nacional como las Naciones Unidas. La actitud hegemónica e intervencionista de los EEUU
y el afán de las grandes potencias de asegurarse mercados y recursos estratégicos, provocan
guerras y conflictos que tienen en Oriente Medio su escenario más dramático, pero no el
único. Por ello, asumimos un compromiso militante con las luchas antimperialistas y las
causas nacionales de los pueblos y con todos los esfuerzos desplegados en favor de un
mundo multipolar más equitativo, pacífico, respetuoso de la naturaleza y los derechos
humanos.
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creación heroica, que recoja las tradiciones comunitarias de nuestros pueblos, con sus reser-
vas culturales de reciprocidad y solidaridad. Socialismo como presente de producción gozosa
y cotidiana de hombres y mujeres que buscan liberarse de las diversas formas de alienación,
discriminación, opresión y explotación. Un socialismo que integre el mito mariateguista y lo
mágico arguediano. Compartimos la tradición ecologista comprometida con la sostenibilidad
del planeta; de los movimientos indígenas, andinos y amazónicos que luchan por la plurina-
cionalidad y por políticas con enfoque intercultural desde los caminos del buen vivir; de los
afro-descendientes, de los pequeños y micro productores, del movimiento feminista y de la
diversidad sexual que afirma la igualdad de derechos para todos y todas; de la tradición na-
cionalista que afirma la soberanía y la dignidad; de la tradición clasista y popular que afirma
los derechos de los trabajadores; de la tradición secular que lucha por la libertad de las
personas; de la tradición participativa y descentralista que lucha por la democratización
profunda de la política y el Estado y determinantemente.
En el Movimiento Nuevo Perú creemos que vivimos un momento crucial de nuestra historia.
Asumimos el desafío de constituirnos como fuerza orgánica amplia y flexible, que incluya
corrientes diversas y tenga la consistencia para ser sostenible en el tiempo. Mariátegui decía
que la historia es duración, de nada sirve el grito aislado, por lo que pretendemos constituir
una organización de aliento histórico. Promovemos una organización donde se ejerza el
principio democrático de “un militante un voto” y el de las elecciones ciudadanas abiertas para
la designación de nuestros candidatos en todos los niveles de la representación política
pública, pues no aceptamos que élites iluminadas impongan desde arriba sus decisiones.
Desde la indignación profunda por la descomposición y desprestigio de la política y los
políticos, desde nuestro afán de construir una sociedad solidaria en la que todos quepan y
nadie sobre, desde nuestra preocupación por el país que dejamos a nuestros hijos y las
futuras generaciones, nos proponemos construir poder popular para cambiar el Perú