04.08.21 Riesgo de Retraso Del Desarrollo
04.08.21 Riesgo de Retraso Del Desarrollo
04.08.21 Riesgo de Retraso Del Desarrollo
Facultad de Enfermería
Equipo 4
Tema: Riesgo de retraso en el desarrollo
Integrantes
Paulina Lisset Carrillo Rascón 1673285
Nayeli Reyes García 1988473
Daniela Martínez de los Reyes 1766657
Celia Yazmín López Sánchez 1857749
Diana Paola Escobedo Pérez 1818223
Grupo 1
Sexto semestre
• Pobreza
• Falta de conocimiento de las técnicas de alimentación
• Leche maternizada mal preparada (p. ej., dilución excesiva para que dure más
debido a dificultades económicas)
• Aporte insuficiente de leche materna (p. ej., debido a estés, agotamiento o mala
nutrición de la madre)
• El retraso del crecimiento no orgánico suele ser un complejo de interacciones
desorganizadas entre un niño y su cuidador.
• La base psicológica del retraso del crecimiento no orgánico es similar a la del
hospitalismo, un síndrome observado en lactantes que presentan depresión por
privación de estímulos. El niño no estimulado se deprime, se vuelve apático y,
por último, anoréxico.
Factores que pueden tener un retraso o lentitud para desarrollarse en niños con retraso del
desarrollo:
Los bebés que no logran subir de peso o desarrollarse con frecuencia tienen una falta
de interés en alimentarse o tienen un problema para recibir la cantidad apropiada de
nutrición.
Esto se denomina alimentación insuficiente.
Otros síntomas que pueden verse en un niño con retraso del desarrollo incluyen:
• Estreñimiento
• Llanto excesivo
• Somnolencia excesiva (letargo)
• Irritabilidad
Pronostico
El pronóstico del retraso del crecimiento orgánico depende de la causa.
En el retraso del crecimiento no orgánico, la mayoría de los niños > 1 año de edad
alcanzan un peso estable por encima del percentil 3. Los niños que presentan retraso
del crecimiento antes del año de edad tienen alto riesgo de retraso cognitivo, en
especial en los campos de aptitudes verbales y matemáticas. Los niños en los que el
diagnóstico se realiza antes de los 6 meses de edad, cuando la velocidad de
crecimiento cerebral posnatal es máxima, son los de riesgo más alto. Alrededor del
50% de los niños tienen problemas de conducta generales, identificados por maestros
o profesionales de salud mental. Una proporción similar presenta problemas
específicos relacionados con la alimentación o la evacuación, en general aquellos con
otros trastornos de conducta o de personalidad.
18-20 meses: EN-C, con especial atención a: calidad de la marcha independiente, uso
de cuchara y vaso. Juego simbólico y ficticio, habilidades intersubjetivas. Léxico
(comprensión) y vocabulario (expresión, más de 50 palabras; a estas edades es útil
pedir a los padres que digan durante un minuto una relación de palabras diferentes que
ellos han constatado que el niño emite en la actualidad: si multiplicamos por dos la
cantidad de palabras recordadas, nos aproximaremos bastante al número real de
términos distintos que el niño usa en su expresión). Aplicación de la CHAT para el
cribado de comportamiento autista.
24-36 meses: EN-C, con especial atención a: Calidad de la marcha y del correteo.
Conocimiento básico del esquema corporal. Intento de usar un lápiz. Reconocimiento
de imágenes. Inicio de sintaxis (sujeto-verbo-objeto, algunos determinantes e inicio de
flexiones verbales). Juego ficticio y de engaño. Comportamiento social en casa y en la
guardería.
Diagnóstico
El diagnóstico se orienta, y con frecuencia se establece de forma exclusiva, mediante
la historia clínica y exploración. Se valoran los antecedentes familiares, obstétricos y
perinatales, el desarrollo psicomotor, el examen físico, y el contacto social y
comportamiento del niño. El análisis de estos datos orienta la realización de los
exámenes complementarios, en los casos en los que estos son necesarios. Se debe
señalar que la mayor parte de los datos obtenidos de la anamnesis y la exploración y
de la mayor parte de los exámenes complementarios están sujetos a su adecuada
interpretación, y por tanto dependen en última instancia de la pericia del clínico
responsable. Con frecuencia solo la evolución permite precisar el diagnóstico.
Estudios complementarios