Modelos de Negociación Colectiva en Europa
Modelos de Negociación Colectiva en Europa
Modelos de Negociación Colectiva en Europa
Más allá de ese suelo común jurídico-político, que coincide con la legalidad
internacional marcada por los C87 y 98 de la OIT, hay muchas diferencias
entre los distintos sistemas de relaciones colectivas vigentes en diversos
países europeos. Normalmente estas diferencias se originan en la historia de
las organizaciones sindicales y la cultura colectiva que éstas permearon en
la sociedad. Hay también evidentemente influencias importantes de la
conformación del Estado como productor de normas en materia laboral, y,
naturalmente, de la propia estructuración económica y social de cada país.
1
Pero en todo caso, el horizonte de sentido de la negociación colectiva en
Europa lo constituye el sindicalismo como sujeto portador del interés
colectivo de los trabajadores funcionalmente encaminado a la tutela de sus
condiciones de trabajo y empleo.
2
concierto europeo – Francia, que aunque ha sido un referente en su entente
con su vecino alemán, ha sufrido directamente las consecuencias de la
crisis, y, en fin Italia, que aún ahora ocupa un puesto de riesgo en el
desarrollo inacabado de las políticas de rigor y de austeridad que han
impulsado reformas estructurales que afectan a la acción sindical en la
empresa y a la negociación colectiva. De todas formas, los tres países han
experimentado reformas importantes en este dominio, algunas de ellas
puestas en práctica antes de la explosión de la crisis, como Alemania y
Francia, y en cierta medida Italia también sufrió un tour de forcé excepcional
– el caso Fiat – antes de entrar en la espiral de los rescates, hermanada con
España. Y todas ellas en el sentido de reivindicar el espacio-empresa como
el centro de imputación de la negociación colectiva. Con matices y con
mayor o menor intensidad en razón de la situación socio-económica, pero en
la misma dirección.
3
Los límites de esta tendencia son todavía claros y no implica la sustitución
del modelo dominante, sino su cuestionamiento parcial. Con matices
diferentes en razón de cada experiencia nacional, es seguro que este
proceso de cambio de reglas cuestiona o problematiza la acción y la
estructura del sindicato. El desplazamiento del centro de gravedad a la
empresa como espacio normativo de reducción de derechos y de oposición
al esquema regulativo del convenio de sector coincide con una pluralidad de
organismos de representación no coincidentes plenamente con la figura del
sindicato y en el que éste por tanto debe mediar, interviniendo y controlando
el proceso. Los espacios de representación en la empresa se pueblan de
figuras no estrictamente sindicales que sin embargo deben ser intervenidas y
tuteladas por éste. La situación de pluralidad sindical dificulta en muchos
casos estos procesos, que pueden ser mejor gestionados por sistemas de
unidad sindical de hecho. Por ello en algún diseño reformista, como el
francés, la reforma de la negociación en la empresa se ha visto acompañada
de la introducción de un principio de mayoría en la conclusión de los
acuerdos y en la toma de decisiones, y esa era también la intención de los
acuerdos interconfederales que plasmaron los tres sindicatos
representativos nacionales italianos en agosto de 2011.
Está fuera de toda duda que muchas de estas disposiciones tienen como
objetivo dividir y debilitar al sindicato como “representante general” del
trabajo asalariado mediante la fragmentación de las reglas de creación de
los tratamientos normativos del trabajo y del empleo, pero simultáneamente
se aprecia la capacidad por parte del propio sindicato de limitar los daños de
esta orientación y reconfigurarlos en un proceso más complejo de
articulación de su poder negocial.
4
seis países (casi todos de la subregión oriental), el modelo se centra en la
negociación por empresa.
Alemania
5
negociación colectiva, además de la acción en la empresa y la
codeterminación y el conflicto.
El sistema sindical alemán, una vez superada la división de los dos Estados,
occidental y oriental, se construye sobre un principio de unidad que excluye
la organización en función de opciones políticas o ideológicas, como sin
embargo pasa en el sindicalismo del sur de Europa, y en concreto en
Francia o en Italia (o en España). Pero las estructuras primarias de
representación son las federaciones o sindicatos de sector, estructuradas a
nivel nacional y regional (länders) que se confederan en la organización de
vértice, de segundo grado, la DeutscherGewerskschaftsbund(DGB). Esta
tiene, sin embargo, poca capacidad de acción, porque la política sindical
viene determinada esencialmente por las federaciones de sector, que son
los que tienen la legitimación para negociar convenios colectivos, de la que
carece la DGB. Este “déficit de confederalidad” es clásico en un modelo
sindical de origen socialdemócrata – o laborista – y se explica porque la
perspectiva general de la regulación de las condiciones de trabajo y de
empleo junto con la protección social, concurre necesariamente con el
proyecto político y de gobierno del partido político “hermano” – el SPD – que
atrae hacia su esfera de actuación este espacio de proyecto y de decisión.
1
“Si no se quiere negar a la libertad sindical el significado que ésta ha revestido históricamente – dirá el Tribunal
Federal de Trabajo – el núcleo de este derecho fundamental garantizado por la Constitución debe descansar en la
garantía estatal de un sistema de negociación colectiva”. M. Zumfelde, “Alemania”, en F. Valdés (Dir), Libertad de
asociación de trabajadores y empresarios en los países de la Unión Europea, MTSS, Madrid, 2006, pp. 74-75.
6
establecer que los convenios colectivos prevalecen sobre los acuerdos de
empresa, pero la cuestión es más complicada en la práctica2.
2
U. Zachert, Lecciones de Derecho del Trabajo alemán, MTAS, Madrid, 1998, p. 65.
3
J.Martínez Girón, A. Arufe Varela, Fundamentos de Derecho comunitario y comparado, europeo y norteamericano,
del Trabajo y de la seguridad Social, Netbiblo, La Coruña, 2007, p. 136.
4
Pero este elemento no fue tenido en cuenta por el Tribunal de Justicia de la Union Europea en el caso Rüffert, a la
hora de considerar las condiciones fijadas en convenios colectivos como los mínimos que una empresa europea no
alemana debía respetar en la remuneración de los trabajadores desplazados en el marco de una prestación
transnacional de servicios, por entender que la eficacia personal limitada del convenio colectivo impedía que su
regulación fuera considerada como “mínimo legal o normativo” a respetar en el caso.
7
distrito o regional5, con algunas excepciones en donde el convenio tiene un
ámbito nacional, como los empleados (laborales) del sector público. La
región suele coincidir con un Bundesland, pero otras veces la geografía
industrial se ha desarrollado de manera diferente a la geografía política, y el
ámbito territorial del convenio es por tanto diferente del marcado por las
fronteras regionales6.
5
R. Bispinck, “Statistic on collective agreed pay. Basic facts and figures for Germany”, CAWIE, Kick-off meeting,
Leuven 24.1.2012.
6
U. Zachert, Lecciones…op.cit., p.63.
7
R. Bispinck, “Statistic on collective agreed pay. Basic facts and figures for Germany”, Cawie, Kick-off meeting,
Leuven 24.1.2012.
8
R.Bispinck, H. Dribbusch, Th. Schulten, “German collective bargaining in a Europeanperspective: Continuous
erosion or re-stabilisation ofmulti-employer agreements?”WSI-Diskussionspapier, No. 171, 2010,
http://hdl.handle.net/10419/50485
8
su fuerza normativa. Como práctica, se ha revalorizado con la crisis, aunque
tenía ya una amplia trayectoria previa, y es expresión de las tendencias a la
“descentralización” de la negociación colectiva que se enarbola como una de
las palabras de orden que acompañan las “medidas estructurales” frente a la
crisis recomendadas por la troika europea.
La inaplicación en aspectos concretos del convenio colectivo sectorial tiene
su encaje en el modelo dual de representación y en la intervención, por
consiguiente, de los comités de empresa en esa “apertura” del convenio en
la empresa concreta en la que se trate. Y ello pese a que el comité no tiene
reconocidas las facultades de negociación colectiva, si bien la incidencia
sindical sobre los mismos es muy directa. La práctica de estas cláusulas de
inaplicación se ha ido fortaleciendo y extendiendo conforme avanzaba la
crisis económica y sobre todo en la coyuntura del 2008 – 2009.
Un estudio llevado a cabo en 2005 por el WSI sobre una muestra de dos
mil establecimientos de más de 20 trabajadores cubiertos por un convenio,
señalaba un uso frecuente de este tipo de cláusulas. Estos datos, sin
embargo, cambian si se comparan con la experiencia del 2007 y 2010, en el
sentido de que la inaplicación de materias en los convenios colectivos ha
sido progresivamente menor en esos dos períodos, por lo que puede
pensarse que la adaptación a la crisis de las empresas alemanas se produce
antes que el estallido generalizado de la misma en el 2008 para el sur de
Europa9: Más en detalle:
9
empresas: La primera y más importantes - 79% de los casos - son los
compromisos de empleo en la empresa, pero también acuerdos sobre
inversión, formación y capacitación, entendidos normalmente en su función
de sostenimiento del nivel de empleo en la empresa. En un porcentaje no
desdeñable, se obtienen a cambio incrementos en las capacidades de
codeterminación por el Comité de poderes empresariales de decisión.
Una decisión del Tribunal Federal de Trabajo del 2010 estableció que en
general pueden coexisitir en una misma unidad de negociación convenios
distintos firmados por diversos sindicatos, abriendo así la puerta a una
posible fragmentación continúa de los ámbitos de aplicación de la
negociación colectiva. El tema generó incluso en el 2011 un principio de
acuerdo entre la DGB y la asociación empresarial alemana para impedir esta
posibilidad, lo que a su vez implicaba la negación del ejercicio del derecho
de huelga el sindicato que presionaba para lograr una unidad de negociación
concurrente con la “general”. Pero este preacuerdo, que debería ser
trasladado a la ley de convenios, fue sometido a discusión entre las distintas
federaciones de la DGB que estaban implicadas y el voto en contra de Ver.di
– la federación de servicios - , hizo que la DGB se retractara del mismo y
por tanto no se alterara la norma legal en este punto.
Francia
10
negociación colectiva deriva de aquel en cuanto a la capacidad de
negociación de los sindicatos en el marco de su derecho a la acción sindical.
El derecho de negociación colectiva se desarrolla desde el marco legal, en
un contexto cultural en el que la norma estatal imperativa es muy
determinante, y la incidencia de la regulación del Estado de las relaciones
laborales muy extensa. La constitución francesa reconoce asimismo el
derecho a la representación colectiva de los trabajadores en las empresas,
lo que implica asimismo la constitución de organismos representativos
unitarios de base electiva, los comités de empresa y delegados de personal.
10
J. Martinez Girón, A. Arufe Varela, “Fundamentos de Derecho Comunitario y comparado….”, cit., p. 137, que se
contrapone al modelo alemán de eficacia personal limitada basada en la doble afiliación.
11
representante de la sección sindical en la empresa – y no a los comités de
empresa o delegados de personal.
11
O. Meriaux, J.-Y. Kerbourch, C. Seiler, “Évaluation de la loi 4 mai 2004 sur la négociation des
accordsdérogatoiresdans les entreprises”, Documents d’ étudesnº 140 (2008), DARES, DirectionGéneral du Travail.
12
modernisation du marché du travail »)12. En esta ley se contienen
prescripciones sobre el período de prueba y los contratos temporales, pero
ante todo una regulación sobre el despido en la línea de una mayor
flexibilización y facilitación de esta figura, aunque, naturalmente, sin llegar a
los niveles que posteriormente se generalizarían para los estados miembros
del sur de Europa a partir de las “reformas estructurales” del 2010 a 2012 en
una suerte de “americanización” del modelo europeo13.
12
http://www.legifrance.gouv.fr/affichTexte.do?cidTexte=JORFTEXT000019066178&dateTexte=
13
A. Lettieri, “Austerity policies and structural reforms are leading to the Americanization of the European Social
Model”, en el blog de Europp de la London School of Economics and Political Sciences,
http://blogs.lse.ac.uk/europpblog/2012/07/13/americanization-of-the-european-social-model/
14
http://www.legifrance.gouv.fr/affichTexte.do?cidTexte=JORFTEXT000019347122.
15
Cfr. El Informe general sobre negociación colectiva que presenta el Ministerio de Trabajo francés, consultable en
http://travail-emploi.gouv.fr/IMG/pdf/Rapport_Negociation_Collective-2010-interactif.pdf
13
mediante la dispositivización de normas estatales hasta el momento
consideradas imperativa o de orden público.
- La ampliación y diversificación de los sujetos legitimados en la
negociación de acuerdos de empresa con la finalidad de facilitar la
conclusión de estos acuerdos.
En cuanto al primer punto, la reformulación de las reglas de la
representatividad sindical, la Ley francesa de 20 de agosto del 2008,
recogiendo una “posición común” entre MEDEF y la CGPM por parte
patronal con los sindicatos CGT y CFDT, modifica el sistema de la
representatividad sindical en Francia haciendo oscilar el mismo desde una
conceptuación nominal o presunta, sobre la base de determinadas
circunstancias significantes de la condición de sindicato representativo, a
otra más funcional, basada en una representatividad probada o verificada,
que se hace depender del hecho electoral y de la concurrencia entre las
fuerzas sindicales reconocidas sobre la base del pluralismo. La opción legal
parte del sistema vigente y lo hace desembocar en el criterio de la audiencia
electoral como elemento definitorio16. De esta manera, son criterios para
establecer la representatividad sindical los siguientes:
16
Una exposición completa y sintética de las reformas en el monográfico “Representativité et droit sindical après la
loi 20 août 2008”, RevuePratique de Droit Social nº 764 (diciembre 2008).
14
- Antigüedad, es decir una cierta duración en el tiempo que se cifra, de
manera muy razonable, en dos años en al ámbito funcional y geográfico
referido a la negociación colectiva en la que el sindicato quiera participar.
- Audiencia electoral, cifrada en un 10% de los sufragios obtenidos en las
elecciones a comités de empresa y delegación única de personal o en su
defecto delegado de personal para el ámbito de la empresa, y un 8% de
los votos obtenidos en dichas elecciones en el ámbito sectorial de que se
trate o, de forma cumulativa, en el nivel interprofesional.
- Influencia del sindicato, que se traduce en actividad y experiencia del
mismo e implantación territorial y funcional, por otro, pero que en último
término resultan subsumida en los datos que se derivan de la audiencia
electoral.
- Número de afiliados y cotizantes, en cantidad tal para que se pueda
hablar de una presencia real del sindicato y desplegar una actividad
autónoma y suficiente para el cumplimiento de sus fines.
Por lo tanto, la ley se mueve desde los criterios tradicionales para delimitar
la representatividad en Francia a configurar la audiencia electoral medida a
través de las elecciones a los organismos representativos del personal como
el eje del sistema. Si antes era posible una estimación conjunta de los
parámetros de la representatividad, de manera que pudieran compensarse
puntos “fuertes” y “débiles” de los mismos en algún sindicato considerado
representativo, la ley de agosto 2008 exige que estos criterios sean
“cumulativos”, es decir, que la cualidad de representativo se otorga a las
organizaciones que reúnan todos y cada uno de estos requisitos, por lo que
el parámetro de la audiencia es definitivo. De hecho se da un cierto período
de transición de dos años para implantar de forma definitiva el nuevo
régimen. Durante ese periodo es previsible que se produzcan algunas
fusiones sindicales de organizaciones de categoría que tienen difícil superar
la barrera electoral, como la ConféderationGénerale des Cadres, o otras
residualmente históricas, como la CFTC (ConféderationFrançaise des
TravailleursChrétiens). Todavía no se puede valorar la totalidad de sus
efectos. En cualquier caso, la eventual pérdida de representatividad de los
sindicatos firmantes no puede ser alegado como causa para alterar la
validez y vigencia de los convenios colectivos firmados por los mismos (mise
en cause).
15
sindicales y elegir un delegado sindical con plena capacidad negociadora en
el ámbito de la empresa o del centro de trabajo. Ello permite hablar de una
extensión de las capacidades de acción del sujeto sindical así seleccionado.
El sistema tiene por tanto resonancias muy próximas al que está vigente en
España, basado de forma exclusiva en la audiencia electoral de los
sindicatos en las elecciones a los órganos de representación de los
trabajadores en las empresas y en los que prevé el Estatuto Básico del
Empleado Público para los funcionarios públicos.
17
M. Bonnechère, “L’organisation de la négociationcollective”, en G. Borenfreund y M.A. Souriac, Sybducats et
Droit du Travail, Dalloz, Paris, 2008, p. 34.
16
encuadrar los casos de grupos de empresas como unidad de negociación en
la medida en que se acoge a este mecanismo “de derogación” expresa.
Sin embargo, esta posibilidad de “acuerdos colectivos derogatorios” de
ciertas disposiciones legales que reglamentan las condiciones de trabajo, se
vuelve a poner sobre el tapete en la reforma de 2008. Y en esta normativa
destaca especialmente, por su carácter simbólico, respecto de las
prescripciones legales sobre la reducción del tiempo de trabajo. En estos
casos, la regulación de horas “suplementarias” más allá de las 35 horas
semanales se realiza por acuerdo de empresa o de centro de trabajo y sólo
en defecto de estos, por acuerdo sectorial.
Los datos de que se dispone son fragmentarios, pero indican que hay un
progresivo crecimiento de los acuerdos de empresa en 2009 y 2010, y que
los temas centrales de los mismos no sólo son los referidos al llamado “plan
de ahorro salarial” en supuestos de crisis, o a las medidas de congelación
salarial y uso flexible del tiempo de trabajo, sino que ha aumentado la
pactación de medidas de participación sindical y sobre igualdad profesional.
El 72% de estos acuerdos han sido firmados por los delegados sindicales18.
A su vez, y esa es la segunda característica de las reformas francesas, la
norma permite la aparición de nuevos sujetos negociadores en la empresa
diferentes del delegado sindical, en los supuestos en los que éstos no
existan, permitiendo que en las empresas de menos de 50 trabajadores los
sindicatos designen a un delegado de personal – representación unitaria y
no sindical, aunque frecuentemente sindicalizada – para llevar a cabo la
negociación colectiva. En los supuestos en los que tampoco existiera
representación unitaria del persona, los sindicatos podrían designar uno o
más trabajadores – salarié mandaté – para llevar a cabo una negociación
sobre una materia específica. Este tipo de ampliación de la legitimación para
negociar acuerdos de empresa por parte de los trabajadores debía estar
“gobernada” por un convenio colectivo sectorial, pero esta condición ha
18
http://travail-emploi.gouv.fr/IMG/pdf/Rapport_Negociation_Collective-2010-interactif.pdf.
17
desaparecido en la Ley de agosto de 2008, a partir eso sí de enero de
201019.
19
H. Ysàs, “Representación de los trabajadores en la empresa y negociación colectiva: el caso francés”, Revista de
Derecho Social nº 58 (2012), pp. 213-214.
20
Para una especificación de estas reglas, H. Ysás, “Representación de los trabajadores en la empresa y
negociación colectiva: el caso francés”…cit., pp. 214-215.
21
H. Ysás, “Representación de los trabajadores en la empresa y negociación colectiva: el caso francés”…cit., p.
218-219.
18
colectiva muy activa, que además resulta enriquecida con el abordaje de la
regulación de nuevas materias22.
Italia
22
http://travail-emploi.gouv.fr/IMG/pdf/Rapport_Negociation_Collective-2010-interactif.pdf
19
De esta manera, sindicato y convenio colectivo se alejaron del modelo
previsto en la Constitución, juzgado demasiado “publicista” por imponer el
erga omnes en razón de la verificación del alcance de la representación de
los sindicatos, y se encaminaron hacia un sistema sindical de hecho, en el
que los sindicatos son puras asociaciones de hecho, sin registrarse como
organizaciones sindicales y por tanto asociaciones cualificadas por su
función en un registro especial dependiente de la autoridad pública, y la
negociación colectiva se concibe como un tipo especial de contratación, la
contratación colectiva “de derecho común”, sometida en general al derecho
privado de los contratos.
20
donde el sindicato aborda la negociación en la empresa desde esta óptica de
mejora o experimentación reivindicativa en esta negociación articulada, y ello
a partir de los años 1962-63.
21
RSU se configuran a partir de un mecanismo de base electoral sobre listas
sindicales de los sindicatos confederales o de otros sindicatos que sean
promovidos por al menos un 5% de los trabajadores con derecho a voto, en
proporción a los votos obtenidos y 1/3 por la designación o elección por
parte de los sindicatos confederales estipulantes del acuerdo. El sistema
sindical de hecho impone que este tipo de acuerdo no pueda tener una
sanción legal, de forma que consigue vigencia en función de la implantación
del mismo en las empresas a iniciativa de los sindicatos. En los datos de que
se dispone, el sistema no fue implantado homogéneamente, y es posible
encontrar unidades productivas o empresas con RSU conforme al Acuerdo
de 1993, otras con representaciones sindicales “puras”, derivadas del
sistema anterior – RSA, o rappresentazionisindacaliaziendali - y, en fin, otras
donde no existía representación colectiva de trabajadores.
22
“segundo nivel” – de manera que los convenios colectivos nacionales deben
necesariamente prever las materias y los supuestos que estos convenios de
empresa deben regular, recomendándose en concreto el tema de los
componentes salariales de la productividad y calidad del trabajo y los
procedimientos de información y consulta sobre los aspectos financieros de
la empresa para poder “leer” su programa de acción, junto con las materias
de formación profesional, organización del trabajo y flexibilidad negociada,
entre otras.
23
A. Lassandari, “La contrattazione collettiva:prove di de-costruzione di un sistema”, Lavoro e Diritto nº 2 (2011), pp.
321-323.
23
reformada por referéndum, el art. 19 del Estatuto de los Trabajadores, en el
sentido de entender que sólo los sindicatos firmantes de un convenio
colectivo tenían derecho a tener reconocida representación sindical en la
empresa, de manera que la FIOM – la federación de trabajadores
metalúrgicos de la CGIL – quedaba expulsada de la empresa FIAT al no
haber añadido su firma a un acuerdo de empresa firmado por la dirección de
FIAT y las estructuras sindicales de CSIL y UIL.
24
legislativo italiano de una norma, interpretada como una de las “reformas
estructurales” exigidas por las autoridades monetarias europeas, incluida en
la ley presupuestaria para el 2012 (legge di manovra).
25
del emblemático art. 18 del Estatuto de los Trabajadores, rebajando su
garantía de empleo en el caso de los despidos ilegítimos por causas
económicas – hace que el marco regulador italiano se encuentre en una
situación inestable, de difícil concreción hoy en día28.
V.3 España
28
Una síntesis crítica de los contenidos de la reforma Fornero – que es el nombre de la ministra de trabajo – se
puede consultar en riformafornero_it.pdf
26
democrática. Este modelo alternativo, al que se hará referencia detallada en
el interior de este informe, pretende sustituir paulatinamente un esquema de
negociación articulada entre el sector y la empresa por un atomismo
negociador en el que la preeminencia del convenio de empresa o del
acuerdo colectivo en los establecimientos productivos pueda imponerse
frente al convenio sectorial o de rama. En cualquier caso, es todavía pronto
para apreciar los efectos de esta deriva normativa y de su repercusión real
en las relaciones laborales.
29
España, además, ha ratificado los C87 y C98 (ambos en 1977), así como el Convenio 135 (en 1985).
27
Esa normatividad del convenio colectivo se acompaña de la eficacia
personal general. Se trata de un rasgo característico del modelo español de
negociación colectiva que no comparte con otros modelos nacionales de la
misma órbita cultural, más volcados en la noción de contrato colectivo
sometido a las reglas de la eficacia de los contratos. En España, el carácter
normativo y la eficacia general del convenio colectivo se hacen derivar
directamente de la noción de representación general o mayoritaria. Este
hecho tiene que ver con la implantación del modelo dual de representación
de intereses de los trabajadores a partir de los lugares de trabajo entre los
órganos llamados “unitarios” – los comités de empresa y los delegados de
personal – y las secciones y los delegados sindicales. La dualidad se
resume en una representación general, que se limita al centro de trabajo y a
la empresa por extensión, y que se extiende sobre la totalidad de los
trabajadores representados por los organismos unitarios y electivos creados
por el título II del ET, y una representación mayoritaria, a partir de la
representatividad sindical, que se explicita en la empresa, imbricada en las
estructuras de la representación unitaria, y a niveles superiores a la
empresa, el sector o la rama de producción a partir del sindicato
representativo.
28
elegidos en el mismo. Este umbral del 10% implica la condición de sindicato
representativo. Sobre esta condición, la LOLS delimita una posición jurídica
más fuerte para aquellos sindicatos que hayan obtenido un score electoral
del 10% en todos los sectores y territorios del Estado español, posición que
denomina mayor representatividad de ámbito estatal. Finalmente, se fijan
reglas especiales para la mayor representatividad de Comunidad Autónoma,
consistentes en un 15% de audiencia electoral y un densidad mínima de
representación basada en la cantidad de al menos 1.500 delegados.
Actualmente, los resultados electorales se concentran en torno a las dos
opciones del sindicalismo confederal español (UGT y CCOO y UGT, con el
39 y 37% del total, respectivamente). junto con la presencia asentada en
Galicia y en País Vasco de posiciones sindicales nacionalistas.
Por otra parte, esto explica que los estudios sobre el sistema sindical
español puedan distinguir entre tres categorías – afiliación, representación y
tasa de cobertura de la negociación colectiva – que manifiestan la relación
inmediata entre estos tres factores: la adhesión voluntaria y asociativa al
sindicato, la densidad representativa del sindicato medida en términos
electorales en los órganos de representación colectivos en la empresa y, en
fin, la tasa de cobertura que los convenios colectivos hacen del conjunto de
los trabajadores, teniendo en cuenta la relación entre representatividad y
legitimación para negociar convenios colectivos de eficacia normativa y
general y la consiguiente presencia sindical en las comisiones negociadoras
de los convenios. En el siguiente cuadro – de elaboración propia – se
pueden apreciar las magnitudes correspondientes a esas tres nociones,
siempre sobre los datos de 2010.
30
Dice el art. 37.1 CE: “La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de
los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios”.
29
reconoce el derecho a la negociación colectiva laboral entre los
representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza
vinculante del convenio colectivo, encomendando a la ley ordinaria una
función de garantía del derecho.
30
negociar que tiene la consideración de una norma imperativa, de orden
público. Está protegido institucionalmente por la autoridad laboral y es
preservado por la garantía judicial. Es el llamado convenio colectivo regulado
por la ley del Estatuto de los trabajadores, y por eso se le llama convenio
“estatutario”. Es preferible sin embargo hablar de “tipo legal” de negociación
colectiva y por consiguiente definirlo como “convenio colectivo típico”.
31
disposiciones resultantes serían nulas, inoponibles a sindicatos
terceros y lesivas del derecho a la negociación colectiva y al derecho
de libertad sindical. Por eso el art. 180 de la Ley de la Jurisdicción
Social, al prever en el proceso de tutela de la libertad sindical un
incidente de suspensión de los efectos del acto impugnado, lo hace
expresamente para las presuntas lesiones que “impidan el ejercicio de
la función representativa o sindical respecto de la negociación
colectiva”, puesto que de lo contrario la nulidad del proceso de
negociación comportaría consecuencias graves y podría generar
daños de imposible reparación.
32
En un sistema sindical como el vigente en España, construido en
torno a la mayor representatividad, y que se desenvuelve siguiendo
pautas de unidad de acción sindical, el pacto extraestatutario aparece
como excepción al sistema general de negociación colectiva.
Responde normalmente a que no se ha alcanzado la mayoría
requerida para obtener la llamada legitimación decisoria del art. 89.3
ET ante supuestos de división o desacuerdo entre los sindicatos cara
a la firma de un acuerdo colectivo. En ese contexto, el pacto
extraestatutario aparece como la forma residual de crear una regla
colectiva evitando que el disenso entre los sujetos negociadores cree
un vacío normativo que colme el poder unilateral del empresario. No
existe en el sistema español una plena libertad de elección entre
negociar conforme al Estatuto de los Trabajadores o iniciar un
proceso de negociación sin atender a los requisitos legales. El
ordenamiento jurídico impone un deber de negociar colectivamente
las condiciones de trabajo y de empleo conforme al ET, lo que implica
un principio de preferencia por el convenio colectivo de eficacia
normativa y general y las reglas de legitimación que fija la norma. El
pacto extraestatutario tiene en consecuencia carácter subsidiario,
como forma de subvenir un fracaso de la negociación colectiva
estatutaria o como medio para regular las condiciones de trabajo en
supuestos en los que excepcionalmente no se reúnen los requisitos
de legitimación completa en un ámbito funcional o territorial
determinado.
33
88 ET. La consideración conjunta o cumulativa de estos elementos –
antisindicalidad, mala fe negocial o fraude en la negociación – implica
la nulidad del pacto extraestatutario y sus contenidos.
34
de la audiencia electoral obtenida, que es el criterio general del
sistema sindical español, como hemos visto. Pero los acuerdos y
pactos de los funcionarios no requieren para obtener eficacia general
de un principio de proporcionalidad y de mayoría, como en el caso de
los trabajadores, sino de la aprobación de tales pactos o acuerdos por
un acto de gobierno de la Administración de que se trate.
35
condiciona e influye en las diferentes organizaciones representadas por las
partes firmantes en los posteriores procesos de negociación de los
convenios colectivos. El principio legal es el de la libertad de elección de
ámbitos, pero estos Acuerdos Interprofesionales recomiendan una estructura
determinada, que en todo caso es muy flexible y comprende desde el centro
de trabajo hasta el convenio estatal de sector.
36
colectivos, debida a la resistencia de ciertas organizaciones empresariales y
empresas y grupos de empresas a cerrar con acuerdo las negociaciones
abiertas. Se ha interpretado estas resistencias como una forma de presión
de grupos económicos para conseguir un cambio de rumbo en la
estructuración de la negociación colectiva, donde el nivel de la empresa
fuera más determinante del resto del sistema y, desde este espacio de
regulación, avanzar en propuestas más diversificadas y relacionadas con la
posición de la empresa en el mercado y de sus expectativas de ganancia. A
esta presión responden, como se ha señalado, las reformas legislativas de
2011 y 2012.
Estas reglas se han visto alteradas de forma importante en las muy recientes
reformas laborales producidas en España en los dos últimos años (2011-
2012). En efecto, el impulso reformista de la norma laboral en la crisis se
centra en la reformulación de este esquema de ordenación de unidades de
negociación y favorecer la preeminencia absoluta de la empresa como
centro de imputación normativa de las condiciones de trabajo.
El debate sobre esta cuestión no es sólo español, sino que representa una
línea de tendencia en el contexto de la presente crisis que se proyecta sobre
varias realidades nacionales. Algunos autores han cuestionado la eficacia de
la actual estructura de la negociación colectiva en España en términos de
37
resultados macroeconómicos y han abogado por una reforma que promueva
una mayor descentralización que otorgue un creciente protagonismo a los
convenios de empresa, en detrimento de los convenios sectoriales (sobre
todo de los provinciales). La tesis básica que se plantea es que los
convenios colectivos de empresa tendrán más en cuenta la incidencia de los
salarios en la situación y evolución de las empresas (particularmente, en
relación a indicadores como productividad) que los convenios sectoriales.
Por otro lado, se han destacado los problemas que conlleva una sustancial
descentralización de la negociación colectiva en un país como España,
donde la estructura productiva se caracteriza por un elevado grado de
minifundismo empresarial. En efecto, el tejido productivo español presenta
una gran presencia de empresas de reducido tamaño; así del 1,2 millones de
empresas con asalariados registradas en la Seguridad Social en el año 2010
el 86,7% tiene menos de 10 empleados, el 11% tiene de 10 a 49
trabajadores; 1,9% de 50 a 249 trabajadores y menos del 0,5% tiene 250
trabajadores o más. Desde el punto de vista de los trabajadores también se
38
observa una cierta dispersión, ya que el 41% de los asalariados del año
2010 se encuentra trabajando en una empresa de 250 trabajadores o más;
mientras que el 21% trabaja en microempresas de 1 a 9 trabajadores y el
38% restante se encuentra trabajando en empresas de tamaño pequeño o
medio.
39
confederaciones sindicales de ámbito estatal y la asociación empresarial
nacional. La regla general ha sido la de que el Estado respete ese espacio
autónomo de los interlocutores sociales a la hora de legislar sobre las
relaciones laborales, lo que a su vez generaba una práctica según la cual el
Estado buscaba la concertación con los interlocutores sociales como
condición necesaria para regular o reformar las relaciones laborales. En esa
regulación la remisión a la negociación colectiva como eje de adaptación y
de desarrollo de las prescripciones legales era decisivo. Esta práctica social
de la concertación o del diálogo tripartito la llevaron a cabo los gobiernos del
PSOE y los gobiernos del PP.
Hubo momentos sin embargo en los que esta relación de cooperación entre
los actores sociales y de negociación política se rompió. Se trataba de
proyectos reformistas del poder público que no contaba con el acuerdo de
los sindicatos. En esos supuestos el movimiento sindical utilizaba la huelga
general como forma de expresar su disenso profundo ante la reforma
gubernamental y para recuperar un principio de interlocución que modificara
el proyecto reformista que les era hostil. En varias ocasiones la huelga
general consiguió la paralización de la reforma pretendida o su
renegociación en términos amplios31. En otros sus efectos fueron indirectos,
fortaleciendo precisamente la dimensión autónoma de la negociación
colectiva de sector como forma de amortiguar o de reabsorber en ella los
elementos más negativos de la norma legal reformada32. En todo caso, las
huelgas generales han inducido efectos político-electorales para el gobierno
que estaba en el poder.
31
Paradigmáticamente la huelga de 14 de diciembre de 1988, una huelga nacional más que general, con
participación de todos los sectores sociales, no solo los trabajadores o empleados públicos. Pero también la
huelga general de 20 de junio de 2002, contra la reforma del desempleo del Partido Popular, que obligó al gobierno
a modificar de forma radical en el Parlamento el texto del Decreto Ley en el proceso de convalidación del mismo.
32
Es el caso de la huelga general de 27 de enero de 1994, contra la reforma del gobierno del PSOE, que fue
reconducida de forma muy neta hacia el espacio de la negociación colectiva y del diálogo social en los Acuerdos
Interconfederales de 1997, que cambiaron las formas temporales en las que se basaba la política de empleo, por el
contrato indefinido para el fomento del empleo, que fue una creación del Acuerdo Interconfederal para el Empleo
Estable que asumió inmediatamente el gobierno del Partido Popular, tras la derrota electoral del PSOE en 1996, y
que construyó de forma nítida un esquema articulado y centralizado de negociación colectiva en el Acuerdo
Interconfederal de Negociación Colectiva.
40
materia le proporcionan las autoridades monetarias europeas, el FMI y la
Comisión.
En concreto, las reformas últimas afectan al rol esencial que el art. 37.1 CE
confiere al Estado de fomento de la negociación colectiva y promoción de las
condiciones para el progreso social y económico de la clase trabajadora, y
son contrarias a las obligaciones internacionales de España asumidas
mediante la ratificación de los Convenios 87, 98 y 151 de la OIT. Sobre esta
base, CCOO y UGT han presentado en mayo 2012 sendas quejas contra el
gobierno español ante la OIT.
41
2. Potenciación del poder empresarial como elemento regulador
característico y predominante de la relación de trabajo.
42
sin expresa referencia a los criterios que determinan la efectiva
representatividad del sujeto negociador. Esta cuestión queda en el ámbito de
la competencia del legislador ordinario.
43
sindicatos a participar en la determinación de las condiciones de trabajo,
cuyo instrumento básico, según se desprende de la CE y de los Convenios
Internacionales, es la negociación colectiva33.
33
SSTC 184/1991 y 21/1991.
44
- Desde la posición empresarial: la legitimación se atribuye
expresamente por el legislador a la representación de dichas
empresas.
45
Los sindicatos que pueden participar en la negociación de un convenio
sectorial son:
34
Una parte de los datos ofrecidos en este apartado han sido extraídos de la Memoria Anual sobre la Situación
Socioeconómica y Laboral de España, 2010, que anualmente elabora el Consejo Económico y Social.
46
vulneradoras de derechos fundamentales o contrarias a prescripciones
legales de derecho necesario.
47
caso de que la inflación real fuese diferente a la prevista. Este ajuste del
salario pactado se realiza a través de unas cláusulas denominadas “de
garantía” o “salvaguarda salarial”, que tienen el objetivo de que los salarios
no pierdan poder adquisitivo en caso de que la inflación real supere a la
inflación prevista. Estas cláusulas suelen tomar como referencia el IPC real
de diciembre de cada año, y tienen efecto cuando la variación del IPC de
diciembre de un año respecto al mismo mes del año anterior es superior a la
previsión de IPC.
48
Para la mayoría de los trabajadores acogidos a convenios colectivos, existe
una diferencia entre los salarios inicialmente pactados y los incrementos
finalmente producidos, siendo estos últimos superiores en 2010 a los
primeros en 0,72 puntos porcentuales. Esta variación viene dada por la
activación de la cláusula de garantía salarial, que afectó a cerca de la mitad
de los trabajadores. La puesta en práctica de la cláusula de garantía
salarial se produce en los escenarios de incremento de inflación, por ser el
IPC real a final de año el índice que mayoritariamente se toma como
referencia.
35
En los casos de ausencia de representantes de los trabajadores en la empresa, la ley prevé la constitución de
una comisión ad hoc de 3 trabajadores o comisión formada por los sindicatos representativos del sector de
pertenencia de la empresa.
36
El acuerdo debe ser negociado por los sujetos legitimados para negociar convenios colectivos de empresa o de
ámbito inferior y cumplir las exigencias de legitimaci6n establecidas por el Titulo III ET.
49
concluye sin acuerdo, cualquiera de las partes podrá someter la discrepancia
a la comisión paritaria. Si ésta no logra un acuerdo, cabe la posibilidad de
que las partes se sometan a los procedimientos de solución extrajudicial de
conflictos previstos en los acuerdos interprofesionales, incluido el arbitraje
vinculante. Si las partes no se someten a estos procedimientos o no se
resuelve la discrepancia, cualquiera de las partes –el empresario, por lo
común- podrá acudir a la Comisión Consultiva Nacional de Convenios
Colectivos o a los órganos correspondientes de las Comunidades Autóno-
mas, que deberán dictar resolución en el plazo máximo de 25 días a contar
desde el sometimiento del conflicto ante dichos órganos.
37
Para una visión constitucional de la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, Mª F. FERNÁNDEZ
LÓPEZ, “Conciliación de la vida familiar y laboral: una visión constitucional!, en AAVV (B. CARDONA, coord.),
Medidas de conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Hacia un reparto igualitario de las reformas
parentales. Bomarzo, Albacete, 2009.
50
Más allá de los motivos que han ocasionado un estudio fragmentado del
tiempo de trabajo, resulta necesario adoptar una metodología
omnicomprensiva de esta condición de trabajo para evitar situaciones
contradictorias que se expresan en la actualidad con carácter universal.
Estamos haciendo referencia a las situaciones laborales en las que se
encuentran los trabajadores en relación con el tiempo de trabajo. A este
respecto, resulta revelador el estudio de un reciente informe realizado por la
OIT en 200838, donde se evidencia como con carácter mundial el control y
seguimiento fragmentado que se lleva a cabo en nuestra materia arroja
situaciones laborales que deben cohonestarse de cara a la consecución de
una racionalización del tiempo de trabajo. Así, en el mencionado Informe se
hace referencia a una distribución desigualitaria e inequitativa de horas de
trabajo entre trabajadores que acaba arrojando un panorama laboral donde
conviven contemporáneamente: a) situaciones laborales de
sobreexplotación, caracterizadas por un exceso de horas de trabajo más allá
de la jornada legal o convencional; b) situaciones de subempleo, en las que
los trabajadores no obtienen un número de horas de trabajo suficiente para
satisfacer sus necesidades y las de sus familias; c) Situaciones de
desempleo.
38
LEE, S., McCANN, D y MESSENGER, J. C., El tiempo de trabajo en el mundo. Tendencias en horas de trabajo,
leyes y políticas en una perspectiva global comparativa. MTIN. OIT, Madrid, 2008.
39
Vid. P. BOIX, E. ORTS, Mª J. LÓPEZ y F. RODRIGO, “Trabajo temporal y siniestralidad laboral en España en el
período 1988-1995”. CRL, nº 11, 1997.
51
diferentes bienes protegidos por la normativa sobre tiempo de trabajo. En
este sentido, cabe llamar la atención sobre la relación existente entre la
dimensión colectiva e individual del trabajo en relación con los bienes
protegidos desde el tiempo de trabajo. La satisfacción de la dimensión
colectiva del derecho al trabajo, empleo y salud laboral, es la condición sine
qua non para la realización de las aspiraciones individuales de realización de
la persona del trabajador a través de la compatibilización de los diferentes
tiempos. Repárese que esta relación entre individual y colectivo no se coloca
en un plano de contraposición o enfrentamiento, sino de necesaria
complementariedad.
52
trabajo, por el contrario, muestra en 2010 una disminución con respecto al
año anterior, que esta vez fue de 6 horas, profundizando en la tendencia de
reducción continuada que ha seguido en estos años, pero con un menor
ritmo de reducción. Así, en 2010, la jornada media efectiva se situó en
1.579,4 horas, siendo la efectuada por los trabajadores a tiempo completo
de 1.717,5 horas, 2,4 horas más que en 2009, y la de los trabajadores a
tiempo parcial de 1.028,2 horas, 10,3 horas menos que el año anterior. Esta
nueva reducción, aunque menor, de la jornada media efectiva en 2010 se
explica, fundamentalmente, por una disminución de nuevo de las horas
extraordinarias realizadas, 3,2 millones menos que en 2009. Por el contrario,
las horas no trabajadas por diversos motivos en 2010 se redujeron con
respecto a 2009, en 10,9 de media por trabajador.
42
Los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística para el año 2007, a través de la Encuesta de Estructura
del Salario, arroja una situación en la que la ganancia media anual por trabajador es de 20.390,35€. Para los
varones contratados indefinidamente, dicho salario asciende a 24.953,34€; mientras que las mujeres con contrato
indefinido ganaron ese mismo año 17.876,41€. En el caso de los varones con contrato de duración determinada, el
salario medio anual se situó en 16.083,61€ y el de las mujeres con contrato temporal en 13.224,15€.
http://www.ine.es/jaxi/tabla.do?path=/t22/p133/2004-2007/l0/&file=02004.px&type=pcaxis&L=0.
43
De este modo, se ha puesto de manifiesto cómo en Europa las mujeres con niños pequeños empleadas es un
13,6% inferior que las mujeres sin niños; mientras que el empleo de los hombres con niños es diez puntos superior
al de aquellos varones sin hijos. Report from the Commission to the Council, the European Parliament, the
European Economic and Social Committee of the Regions on equality between women and men, 2005, Bruselas,
14 de febrero de 2005, COM (2005)44, final, pp. 4 ss.
53
En unas relaciones de producción donde la irregularidad y la flexibilidad
laboral se proponen como características principales, llama la atención que
estos derechos de compatibilización de tiempos de trabajo y de vida privada
se resuelvan en el ordenamiento jurídico español a través de la fórmula
(rígida) de la reducción del tiempo de trabajo44. A este respecto, la
flexibilización introducida en materia de tiempo de trabajo permitiría, a
nuestro juicio, la coordinación compatible de tiempos de trabajo y tiempos
vida privada a través fundamentalmente del acuerdo en sede de negociación
colectiva o, en su defecto, a través del contrato de trajo individual ex art. 34.8
Estatuto de los Trabajadores. Sin embargo, con carácter previo a este tipo
de negociaciones donde se de desarrollo a las necesidades y derechos de
los trabajadores en materia de tiempo de trabajo, se debe hacer hincapié en
la necesidad de una debida planificación empresarial de los tiempos de
trabajo que no insista en un desigual reparto de horas de trabajo.
44
Repárese en que la reciente jurisprudencia del Tribunal Supremo niega la posibilidad de que el trabajador pueda
concretar su horario sin que exista reducción de jornada. SSTS de 13 y 18 de junio de 2008.
45
Según datos EPA 2011.
46
Situación ésta que se presenta uniformemente en el conjunto de Estados de la Unión Europea. Así, la V
Encuesta Europea de Condiciones de Trabajo (2010) destaca cómo el 24% de los trabajadores de la UE-27 realiza
jornadas de trabajo superiores a las 40 horas semanales de promedio en cómputo anual. En algunos países, esta
media resulta ser muy superior, alcanzando incluso el 35% de los trabajadores, como Reino Unido, República
Checa, Grecia, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.
47
Las estadísticas que ofrece al respecto el Instituto de la Mujer evidencian cómo en el 99% de los casos en los
que las mujeres tienen un contrato a tiempo parcial, el motivo de esta reducción de jornada está ligado a la
cobertura de las obligaciones familiares.
http://www.inmujer.gob.es/ss/Satellite?c=Page&cid=1264005678206&language=cas_ES&pagename=InstitutoMujer
%2FPage%2FIMUJ_Estadisticas
54
familiar y laboral. Esta situación, en el mercado de trabajo español, tiene
como principal origen la presencia muy numerosa de relaciones laborales de
carácter temporal48 que por sus especiales características absorben una
cantidad de horas de trabajo por encima de los límites legales y/o
convencionales. La contratación temporal suele producirse, al margen de
usos irregulares de la misma, en momentos donde se incrementa la
demanda del bien o servicio que produce la empresa49 y suele aparecer
combinada esta situación con el recurso a la distribución irregular de la
jornada de trabajo. Es decir, los trabajadores temporales experimentan
jornadas intensificadas de trabajo, donde en la mayor parte de las ocasiones
la duración del contrato no consiente el juego de la compensación de
aquellas intensificaciones de tiempo de trabajo50. Imaginemos la situación de
un trabajador temporal, cuya duración de su contrato es de tres meses. El
empresario, presa de la necesidad de tiempo de trabajo por un incremento
imprevisto de la producción, pacta con los representantes de los
trabajadores una distribución irregular de la jornada coincidente con la
duración de su contrato de trabajo temporal. Los límites imperativos a los
que se encuentra sujeta la distribución irregular de la jornada ordinaria de
trabajo son el descanso entre jornadas, fijado en 12 horas como mínimo, y el
descanso semanal de un día y medio ininterrumpido. Pues bien, el resultado
de una concentración máxima de tiempo de trabajo en dicho período de tres
meses en relación con el trabajador temporal, arrojaría como resultado que
éste haya prestado una cantidad de tiempo igual a 1.392 horas en dicho
trimestre, producto de una semana laboral de 66 horas (5,5 días de trabajo
semanales x 12 horas diarias). Si esta operación la padeciese el trabajador
en sucesivos contratos hasta completar el año, con el mismo o diferente
empresario, asistiríamos a una circunstancia en la que el trabajador de
nuestro ejemplo triplica el límite legal previsto en 1826,27 horas anuales.
48
A fecha de 2006, la temporalidad en España alcanzó el 34,1% de los contratos de trabajo.
http://www.empleo.gob.es/estadisticas/ANUARIO2007/EPA/epa24_top_EXCEL.htm.
49
Nótese que de los 16.401.724 contratos de trabajo temporales registrados en 2007, 7.673.381 responden a la
modalidad de contratos eventuales por circunstancias de la producción.
http://www.empleo.gob.es/estadisticas/ANUARIO2007/MLR/mlr22_top_EXCEL.htm.
50
En este sentido, J. ARAGÓN, J. CRUCES, A. MARTÍNEZ y F. ROCHA, El tiempo de trabajo y la jornada laboral
en España. Fundación 1º de mayo, Madrid, 2012, pp. 86-92.
51
Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto.
55
Y es en este punto donde precisamente cabría introducir una planificación de
los tiempos de trabajo que evitasen este tipo de jornadas prolongadas más
allá de los límites legales o convencionales a través de la instauración de
reglas en materia de distribución irregular de la jornada de trabajo que
asegurasen el respeto del derecho a la limitación de la jornada de trabajo de
los trabajadores temporales. De cara a introducir este tipo de mecanismos,
se deberían introducir regulaciones en el plano colectivo e individual donde
la distribución irregular de la jornada de trabajo arrojase como resultado un
escrupuloso respeto de la limitación del tiempo de trabajo. Para ello, los
convenios colectivos tendrían que introducir regulaciones específicas donde
el período de referencia para el cómputo de la jornada de trabajo se haga
coincidir con la duración de los contratos temporales, de modo tal que se
establezcan en los textos colectivos una programación de la distribución
irregular de la jornada de trabajo que arroje prevea que a la finalización del
término contractual no se observen excesos indebidos en la jornada de
trabajo. Este tipo de regulación convencional debe aparecer completada a
través del contrato individual de trabajo donde se concretaría la efectiva
distribución irregular de la jornada de trabajo con la finalidad de que en el
momento de la extinción de estas relaciones de trabajo no hubiera un
exceso de horas de trabajo.
Más allá de las críticas vertidas sobre la fijación del período de referencia
para el cómputo de la jornada laboral, que como se decía anteriormente
suele ser el año, los sujetos negociadores en base a su libertad negocial
pueden fijar períodos de referencia distintos a los previstos en el art. 34.1 del
ET. Es más, sería conveniente que a efectos de un control efectivo de esta
condición de trabajo se fijasen múltiples períodos de referencia que permitan
asegurar que cuando finalice el año, la jornada de trabajo no haya superado
los límites establecidos en convenio colectivo o, en su defecto, las cuarenta
horas semanales de promedio en cómputo anual. Y ello, por varios motivos.
El primero de ellos guarda estrecha relación con la constatación de la
convivencia en una misma empresa de trabajadores cuya duración de sus
52
En este sentido, N. CASTELLI, “Flexibilización de la jornada laboral y conciliación de la vida personal y laboral
tras la Ley Orgánica 3/2007: reflexiones a partir del estudio de la negociación colectiva en Castilla-La Mancha”, en
AAVV, (ROMERO RODENAS, Coord.), La conciliación de la vida laboral, familiar y personal en la negociación
colectiva de Castilla-La Mancha. Bomarzo, Albacete, 2009, pp. 121 ss.
56
contratos varía sustancialmente. Así, el cómputo anual de la jornada en
relación con los trabajadores temporales suele arrojar como resultado la
prolongación de jornadas de trabajo más allá de las previstas en el convenio
colectivo de referencia.
El segundo de los motivos que indica la necesidad de la fijación de períodos
de referencia más breves del año tiene que ver con la función de las horas
extraordinarias como mecanismo de distribución irregular de la jornada de
trabajo. Esto es, la compensación de las horas extraordinarias con tiempos
de descanso equivalentes implica en última instancia un ulterior instrumento
de distribución irregular de la jornada de trabajo que, en determinados
períodos de la producción, consiente la concentración de grandes
cantidades de trabajo. En este sentido, el control por parte de los
representantes de los trabajadores a través del registro diario de la jornada
de cada trabajador (art. 35.5 Estatuto de los Trabajadores) debe reforzarse
para asegurar la limitación efectiva de la jornada de trabajo. Además, en el
convenio colectivo se debería racionalizar el uso de la distribución irregular
de la jornada de trabajo, dado el solapamiento funcional entre jornada
ordinaria y extraordinaria.
53
Así, MEIL LANDERLIN, G., GARCÍA SAINZ, C, LUQUE DE LA TORRE, Mª. A. y AYUSO SÁNCHEZ, “Las
grandes empresas y la conciliación de la vida laboral y personal en España”, RMTAS, nº 71, 2008, pp. 15 ss.
57
Los interlocutores sociales en los Acuerdos para el Empleo y la Negociación
Colectiva 2010-2012 y 2012-14, han incluido las siguientes orientaciones
para la negociación colectiva en materia de empleo:
58
- Cláusulas de conversión de empleo temporal en fijo y de movilidad
geográfica.
59
c) Productividad. Los aspectos relacionados con la productividad
constituyen un elemento de importancia dentro de los contenidos negociales
de los convenios colectivos. Cerca de un 25% de los trabajadores incluidos
en convenios colectivos están afectados por cláusulas relacionadas con
incentivos ligados a la productividad, siendo los porcentajes
significativamente superiores en los convenios de empresa, donde
sobrepasan el 50%. Estos convenios reconocen la importancia de maximizar
el producto por unidad de trabajo empleada, afirmando que la organización
del trabajo tiene como finalidad alcanzar en el seno de la empresa un nivel
adecuado de productividad a partir de la utilización óptima de los recursos
humanos y materiales. Para el cumplimiento de este objetivo, se menciona
explícitamente la optimización de la capacidad productiva, la racionalización
de la organización del trabajo, la política salarial y de incentivos materiales,
la cualificación y adaptación de la mano de obra, las condiciones de trabajo,
el clima de las relaciones laborales o la lucha contra el absentismo.
Asimismo, para garantizar la productividad de las unidades de trabajo, las
empresas se reservan la potestad de introducir mejoras tecnológicas.
60
trabajadores. Algunos convenios precisan que es potestativo de la empresa
adoptar cuantos sistemas de modernización considere necesarios. No
obstante, algunos convenios establecen previsiones o referencias a posibles
esquemas participativos de los representantes de los trabajadores, a partir
del diálogo y la negociación, que, en algún caso, se concreta con la
referencia a funciones de orientación, propuesta o emisión de informes en lo
relacionado con la organización y racionalización del trabajo.
61
distintos aspectos del contrato para la formación se limitan, en la mayoría de
los casos, a reproducir las previsiones legales que los regulan: delimitación
de los puestos de trabajo en los que puede utilizarse dicho contrato,
configuración de la formación teórica, establecimiento de la duración del
mismo y fijación de la edad para ser contratado para la formación. El aspecto
de este contrato que generalmente es objeto de un mayor desarrollo por
parte de los convenios analizados es el que afecta a la retribución del
trabajador en formación.
62
El convenio vencido y no denunciado prorrogará su vigencia de año en año,
salvo pacto en contrario de las partes (art. 86.2 ET). Cabe la posibilidad de
que los sujetos negociadores hayan previsto que el convenio no denunciado
no prorrogue su contenido. Si llegada la fecha de vencimiento no existe
denuncia de alguna de las partes, el convenio, si no se ha previsto lo
contrario, se prorrogará por un año más en su totalidad, admitiéndose una
nueva denuncia por cualquiera de las partes antes de que concluya el año
de prórroga.
63
Sin ultraactividad, cualquier intento orientado a evitar la degradación de las
condiciones de trabajo coloca a las partes negociadoras en una situación de
desequilibrio, que debilita la posición del sindicato en la negociación y sitúa
al banco económico en un estado de supremacía y ventaja frente a la
contraparte. Esta circunstancia se irá agravando conforme se aproxime la
fecha de expiración del convenio; el sindicato, con menor poder contractual,
no tendrá más alternativas que el conflicto como medida de contrapeso, o
mostrar mayor predisposición a lograr un acuerdo, negociando y firmando a
contrarreloj.
64
con relativa frecuencia. Más probable es, sin embargo, que el convenio de
ámbito superior regule con carácter de mínimo o no integre una ordenación
que satisfaga con plenitud los contenidos que dejaron de aplicarse con la
decadencia del convenio. Esta incidencia, que tampoco ha sido prevista por
la norma legal, determinaría, en principio, la aplicación de la normativa
estatal, incompleta e insuficiente, muchas veces, y de mínimos en la
ordenación de un dilatado grupo de materias.
Para salvar esta eventualidad se han ensayado soluciones que pasan por
inferir que las condiciones laborales reguladas en el convenio son
incorporadas a las relaciones laborales de los trabajadores concernidos
como contenido contractual, lo que en la práctica supondrá la posibilidad de
que el empresario pueda recurrir al art. 41 ET para modificar condiciones de
trabajo incorporadas en los contratos de trabajo, sin más exigencia que la
notificación a los trabajadores afectados y a sus representantes, o en el
mejor de lo casos, la apertura de un período de consultas que no garantiza
que concluya con acuerdo entre el empresario y las representación de los
trabajadores.
En España esta regla admite excepciones por la vía del art. 86.1 párrafo 2º
ET, que, con el propósito de agilizar la negociación colectiva, introduce la
posibilidad de negociar la revisión del convenio colectivo durante su
vigencia. Se trata de una cuestión ya planteada hace algunos años, y sobre
la que se ha pronunciado la doctrina judicial, manteniendo que el convenio
colectivo es una norma temporal que no “impide a las partes negociadoras
que de común acuerdo puedan alterar el término de vigencia pactado, como
ocurre con cualquier acuerdo […] o norma […]”.
Tras el RDL 3/2012, el art. 86 ET establece que los sujetos que reúnan los
requisitos de legitimación previstos en los arts. 87 y 88 ET “podrán” negociar
la revisión del convenio vigente –de cualquier convenio estatutario en
cualquier ámbito-. No se trata ahora de revisar un convenio en los términos
65
en él previstos, ni de que el propio convenio haya pactado “distintos períodos
de vigencia para cada materia o grupo homogéneo de materias”. La idea es
anticipar la pérdida de vigencia no prevista de todo o parte del contenido del
convenio, a través de un mecanismo de sucesión/sustitución, orientado a
adaptar las condiciones de trabajo a las exigencias del mercado y de la
producción.
Densidad sindical. En las dos regiones, existe una relaciòn directa entre
tamaño de la densidad sindical y el componente de la sindicalizaciòn
proveniente del sector pùblico, No se dispone aún de datos para ALC, pero
los referidos a Europa (tabla 1) son claros en que la tasa de afiliación
sindical en el sector público es casi siempre (con Bélgica como excepción)
superior a la del sector privado, como resultado de una mayor y mejor
regulación garantista por parte del Estado, lo que implica que los costes de
participación son más bajos, lo que en algunos casos se traduce en una muy
desigual distribución de la presencia e intervención sindical, excesivamente
concentrada en el sector público.
Como resultado, en la mitad de los países para los cuales se tienen datos
recientes (2009), la afiliación al sector pùblico representa el 50% o más de
la afiliación total (7 casos sobre 14), y en otros cinco equivale al 40%.
Ratificación de los C151 y 154. En ALC solo siete han ratificado el C151
(Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Chile, El Salvador, y Perú). Los
54
Esta sección es anticipo de un trabajo más extenso en elaboración.
66
cuatro primeros también han aprobado el C154. Del resto, Guatemala es el
único que ha ratificado sólo el C154.
Del total de los países de la UE, diez no han ratificado el C151, incluyendo
Alemania y Francia. De estos países, casi todos (salvo Rumania), tampoco
ratificaron el C154. Entre los restantes países que ratificaron el C151, seis
de ellos (incluyendo Reino Unido e Italia) no han seguido este trámite para el
C154.
67
Más en general, se registran diversas restricciones a los principios
generales, en comparación con el sector privado, derivados del conflicto
entre el papel del Estado como legislador y empleador. La negociación
colectiva en el sector público se caracteriza por una mayor centralización
que la del sector privado, si bien se observa una creciente fragmentación,
derivada de la propia estructura del sector (sanidad, educación,
administración, etc.) y de las tendencias descentralizadoras de los Estados
(administración central, regional, local) lo que, sin embargo, no supone una
caída de sus tasas de cobertura, que son generalmente superiores a las del
sector privado.
Con todo, la situación dista mucho de ser estática y en los últimos años se
registran fuertes tensiones en el sector público, de carácter tanto estructural
(privatizaciones, subcontratación) como legal (desregulación normativa,
flexibilización) e, incluso, ideológico (antisindicalismo, impulso de las
tendencias individualizadoras) que suponen un debilitamiento del modelo
social europeo vigente en el sector público y una convergencia a la baja con
los standares vigentes en el sector privado.
68
(51%), Suecia (49%), Noruega (52$), Grecia (56%)
II.Media (40%) Alemania, España, Dinamarca, Austria, Finlandia
III. Baja. Belgica (25%), Luxemburgo (25%)
Fuente: ICTWSS, 2012
69
Brasil. La normativa no autoriza negociación colectiva, pero existe
III.Otros procedimientos una extendida práctica de acuerdos en las grandes ciudades.
de negociación Luego de la ratificación del C151 (2010), se ha creado un grupo de
trabajo para comenzar a discutir la forma de incorporar sus
contenidos a la normativa. La cobertura alcanzada estimada es de
50%.
Panamá. La normativa no autoriza la negociación colectiva, pero
existe un procedimiento de solución de conflictos colectivos que
puede tener como resultado un acuerdo colectivo. También existe
un régimen especial para los trabajadores del Canal. Discusión
sobre la posibilidad, no concretada, de negociar a nivel de
instituciones descentralizadas y municipales. La cobertura
alcanzada estimada es cercana al 20%.
México. La normativa no autoriza la negociación colectiva, pero
existen procedimientos de consulta sobre condiciones de trabajo.
Chile. La normativa no autoriza la sindicalización y negociación
colectiva, aunque se mantiene una práctica permanente de
consulta con la principal central sindical, que da lugar a acuerdos.
La cobertura alcanzada estimada es cercana al 50%.
Rep. Dominicana. La normativa no autoriza la sindicalización y la
negociacìón, pero existen acuerdos en las áreas de salud y
educación
Honduras. La normativa excluye a un extenso número de
trabajadores y no se autoriza la negociación colectiva. Existen
procedimientos basados en “respetuosos memoriales”, pero no
dan lugar a una negociación. En la práctica, existen acuerdos en
las áreas de salud y educación
I.Negociación colectiva entre los Italia, Portugal, Suecia, Belgica, Irlanda, Paises Bajos,
diferentes niveles de la Bulgaria, Chipre, Rep. Checa, Dinamarca, Finlandia,
Administraciòn publica y los Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Malta
sindicatos representativos
Francia, Austria, Luxemburgo
II. Regulación unilateral por el
Estado, con derechos de
información y consulta
Reino Unido, Alemania, Grecia, España,
III. Mixto Polonia, Rumania, Latvia, Lituania, Estonia
Bibliografía citada
70
Carlos Ledesma y Alvaro Orsatti, 2013: Organización y negociaciòn colectiva de los
trabajadores del sector pùblico en A.Latina. Normas y pràcticas sindicales. CSA. San Pablo.
ETUI, 2012: The crisis and national labour law reforms:a mapping exercise". Isabelle
Schomann y Stefan Clauwaert. Bruselas
Los ensayos han sido pausados y aunque los progresos internacionales son
significativos, queda mucho por hacer. La internacionalización del trabajo y
la economía, la disposición mundial al libre intercambio y la expansión en
América Latina de los tratados de libre comercio -con capítulos sociales
puramente retóricos y declarativos, sin consecuencias prácticas- parecen
querer promover la aplicación de los derechos fundamentales en el trabajo.
Los principios básicos, incorporados en la legislación internacional, impactan
en las normas de cada país, emplazadas a abrazar reformas normativas en
55
Este artículo recoge, para los países latinoamericanos, información provista por los especialistas nacionales en
sus respuestas a la encuesta del proyecto.
56
El C103 (1952) y el C183 (2000) de OIT han venido ensanchando el alcance de la protección de la maternidad
en el trabajo, y han querido garantizar que el trabajo no comporte un riesgo para la salud de la mujer y de su hijo, y
que las funciones reproductivas de las mujeres no afecten a su seguridad salarial y en el empleo.
57
En particular, los C100 sobre igualdad de remuneración (1951), y C111 sobre no discriminación en el empleo y
en la ocupación (1958).
71
el ámbito de la igualdad y la no discriminación. Persisten, no obstante, en
muchos países códigos y leyes vigentes con discriminaciones –directas e
indirectas- evidentes.
72
La igualdad retributiva por trabajos de igual valor no ha recibido una
respuesta satisfactoria en la negociación colectiva, que tradicionalmente ha
formulado en femenino puestos profesionales concretos con niveles
salariales inferiores, contribuyendo así a mantener y legitimar situaciones de
discriminación retributiva entre los trabajadores de distinto sexo. En muchos
países, la remuneración recibe de la negociación colectiva un tratamiento
limitado desde una perspectiva de género. Las escasas disposiciones sobre
el particular son dictadas para evitar los posibles efectos adversos que en la
remuneración pudieran derivarse del disfrute de licencias o permisos por
lactancia o suspensiones del contrato por maternidad y maternidad, cuidado
de hijos y atención a personas dependientes.
58
La discriminación indirecta se produce cuando una medida o criterio aparentemente neutros, tiene
consecuencias adversas mayoritariamente en el colectivo de uno de los sexos. Habitualmente la medida es
perjudicial para un porcentaje muy superior de mujeres, sin que exista una justificación objetiva razonable y
proporcionada que demuestre que el impacto adverso es ajeno a una intención o finalidad discriminatoria. Se han
considerado neutros pero discriminatorios, por quedar demostrado su impacto perverso y desproporcionado en el
73
Las directivas comunitarias fomentan el diálogo social, como herramienta útil
para el análisis y erradicación en los lugares de trabajo de las distintas
formas de discriminación por razón de sexo, implicando de forma activa a los
interlocutores sociales. Los Estados miembros están obligados a adoptar
medidas adecuadas, orientadas a fomentar el diálogo social entre
empresarios y representantes de los trabajadores, con el objetivo de
promover la igualdad de trato, debiendo impulsar la acción de los actores
sociales para que, en el nivel adecuado, suscriban convenios colectivos que
incorporen normas antidiscriminatorias y fomenten la igualdad de trato entre
mujeres y hombres en los lugares de trabajo de forma planificada y
sistemática.
colectivo de mujeres: el trabajo a tiempo parcial, el esfuerzo físico como único o criterio básico de clasificación
profesional, y el trato diferente que es consecuencia del ejercicio de derechos de conciliación.
74
tendencia a eliminar la discriminación en el empleo y la ocupación, con el
objetivo de incrementar las oportunidades en la contratación desde una
perspectiva cuantitativa y cualitativa, y dar cumplimiento al principio de no
discriminación en relación con el empleo y la permanencia en él. La
incorporación de determinados mecanismos de garantía para la efectividad
de la aplicación del principio de igualdad, tales como procedimientos u
órganos de control y seguimiento -comisiones paritarias o mixtas específicas
en la materia-, expresa, asimismo, una mayor sensibilidad convencional por
la cuestión de género en el ámbito laboral.
En España esta tarea fue llevada a cabo por los interlocutores sociales, a
través de la incorporación del contenido del Acuerdo como Anexo IV en la
75
Prórroga para el año 2008 del ANC-2007, apelando a los negociadores de
los futuros convenios colectivos para que adaptaran el contenido del
Acuerdo a la realidad nacional, facilitando así una mejora de las condiciones
de trabajo y el buen funcionamiento de las empresas. Dentro del bloque
relativo a la política preventiva de riesgos laborales que trazan los
convenios colectivos, varios de ellos se refieren a las situaciones de acoso
sexual y por razón de sexo. Llama la atención, no obstante, el escaso
número de convenios que prestan atención directa a estas situaciones,
quizás inspirados en la ingenua creencia de que silenciando estas conductas
lograrán expulsarlas de sus ámbitos de aplicación.
A diferencia del tratamiento cada vez más habitual que recibe el acoso
sexual en los textos convencionales, el acoso moral o mobbing, cuyo origen
puede obedecer a causas diversas -entre ellas, el sexo de la víctima,
configurando entonces una discriminación por razón de género-, apenas ha
sido objeto de regulación convencional. Con frecuencia, los convenios
colectivos obvian las graves repercusiones que pueden tener
comportamientos de esta naturaleza, no solo sobre la salud del trabajador
afectado, sino también para la economía de la empresa. El mobbing, igual
que el acoso sexual, ejemplifica la existencia entre hombres y mujeres de un
poder desigual en los lugares de trabajo. Los convenios colectivos que
expresamente introducen esta figura se limitan, por lo común, a incorporarla
junto con el acoso sexual, dentro del catálogo de faltas graves o muy graves.
76
Esta tendencia, que muestra avances de entidad en la igualdad, experimenta
en la actualidad un impase preocupante, como consecuencia de la grave
crisis económica y financiera que azota al continente europeo, el bloqueo de
la negociación colectiva en diversos sectores de actividad productiva y las
reformas laborales acometidas con carácter de urgencia por los distintos
gobiernos. Se percibe, en los últimos años, cierto retroceso que difumina los
avances precedentes, con un repliegue y devaluación de la cuestión de
género en la negociación colectiva. Esta situación provoca un silenciamiento
y regulaciones meramente formales o declaraciones de principios
excesivamente generales, que no se contemplan en los contenidos del
propio convenio.
77
de la maternidad y paternidad y responsabilidades familiares, con avances
importantes, según los distintos países. Es, en la mayoría de los casos, la
mujer trabajadora la titular de estos derechos. Una titularidad exclusiva que
únicamente debería estar justificada cuando se trata de sus funciones
reproductivas –embarazo y parto-; no así en el resto de las situaciones,
donde la exclusión de los hombres se relaciona con el hecho de que las
mujeres son vistas por los actores sociales como las principales
responsables de los cuidados y atenciones infantiles y familiares.
78
los acuerdos celebrados incluyan cláusulas sobre género. Esta situación se
vincula al hecho de que los Consejos tuvieran como referencia una cláusula
‘tipo’ que, sugerida por la Comisión Tripartita de Igualdad de Género –
adscrita al Ministerio de Trabajo y de Seguridad Social-, presenta el
siguiente contenido: “reafirmar el respeto por el principio de igualdad de
oportunidades, trato y equidad en el trabajo, sin distinción ni exclusión por
motivos de sexo, raza, etnia, orientación sexual, credo u otras formas de
discriminación, de conformidad con las disposiciones legales vigentes”, y
promover dentro del ámbito de la negociación colectiva el cumplimiento de
los convenios vinculados al tema ya ratificados en Uruguay (C 100, 103, 111
y 156). Es de destacar, asimismo, la concreción en este período de una
experiencia prácticamente inexistente a nivel mundial que, concretada en el
Acuerdo Tripartito en el sector doméstico, determinó la cobertura de
aproximadamente 120.000 trabajadores y trabajadoras.
79
En Venezuela, el convenio Metro de Caracas establece que, una vez que la
trabajadora da a conocer su condición de gravidez, debe ser transferida
inmediatamente del área operativa a la administrativa. En otros convenios
existe también la tradición de cambiar de puesto a la trabajadora si ésta lo
solicita.
80
maternidad, acumulación de horas de lactancia, ampliación de los días de
descanso o de vacaciones-, acoso sexual, apoyo a las mujeres víctimas de
violencia doméstica -permisos remunerados, asistencia sicológica y legal- y
garantías a las trabajadoras para el cuidado de sus hijos. Sin embargo, las
cláusulas convencionales sobre la materia tan solo hacen referencia a la
ampliación del período de la licencia por maternidad o de las horas de
lactancia y auxilios por maternidad o aborto no provocado
81
salarios y la congelación de una parte de ellos, condujo a utilizar la vía
de las bonificaciones como forma de mejora del ingreso, dando lugar
a un proceso de desalarización, que fue limitado con la reforma de la
LOT en 1997.
VII.2 España
59
La Constitución española de 1978 (CE) contiene varias referencias del principio de igualdad:
- Art. 1. Proclama la igualdad como valor superior del ordenamiento jurídico.
- Art. 9.2. Establece la obligación de los poderes públicos de promover las condiciones para que la libertad y la
igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas.
- Art. 14. Consagra como derecho fundamental la igualdad ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación
alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o
social”.
- Art. 35.1. Contempla el derecho a una remuneración suficiente para la satisfacción de las necesidades personales
y de la familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.
82
El principio de igualdad, como ha declarado en España el Tribunal
Constitucional (TC), puede sufrir modulaciones al hacerse compatible con
otros valores que tienen su origen en el principio de la autonomía de la
voluntad y de la autonomía colectiva60. Las diferencias que puedan
establecerse en el ejercicio del poder de organización de la empresa,
respetando los mínimos legales o convencionales, no vulneran el principio
de igualdad, siempre que tales diferencias no encubran un tratamiento
discriminatorio.
Desde una perspectiva de género, la distinción entre sexos tan solo puede
ser utilizada de forma excepcional como criterio de diferenciación jurídica.
Por este motivo, tal distinción se halla sometida a un canon más estricto de
legitimidad constitucional. Únicamente cuando la diferencia de trato tenga
una finalidad neutra ajena a toda intención discriminatoria, podrá destruirse
la presunción en contra.
60
SSTC 280/2006 y 26/2011.
61
BOE núm. 71, de 23 de marzo de 2007.
62
La Directiva 2006/54/CE, relativa a la aplicación del principio de igualdad de oportunidades e igualdad de trato
entre hombres y mujeres en asuntos de empleo y ocupación, tiene por objeto refundir y simplificar las Directivas
75/117/CEE, 76/207/CEE, 86/378/CEE y 97/80/CE, que quedaron revocadas a partir del 15 de agosto de 2009,
fecha en la que la Directiva de refundición entró en vigor.
83
todos ellos a prevenir y erradicar conductas discriminatorias desde una
perspectiva de género63.
63
La parte más importante de la LOIEMH, “tanto cualitativa como cuantitativamente, es la relativa a la temática
laboral”.
84
- Sistemas de selección, clasificación, promoción y formación
construidos sobre criterios técnicos, objetivos y neutros desde una
perspectiva de género.
- Supresión en los sistemas de clasificación profesional de
denominaciones sexistas.
- Adecuada aplicación del principio de igualdad retributiva por trabajos
de igual valor, con la finalidad de subsanar las diferencias salariales
habidas como consecuencia de una deficiente aplicación del
mencionado principio.
- Sistemas de valoración de puestos de trabajo que faciliten una
evaluación periódica del encuadramiento profesional.
- Distribución de los tiempos de trabajo y de la formación para conciliar
las necesidades productivas con las de naturaleza personal y familiar.
- Seguimiento por la comisión paritaria o por comisiones constituidas ad
hoc de la aplicación del convenio desde una perspectiva de género.
64
En Europa “el balance de la negociación colectiva no es especialmente positivo. Las cuestiones de igualdad
entre hombres y mujeres constituyen una antigua preocupación de los negociadores, en especial en materia de
remuneración, pero en este campo se constata a menudo la nulidad o la revisión de los convenios colectivos que
contienen disposiciones que no son conformes con la interdicción de la discriminación tal y como la concibe el
Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
65
Esto plantea problemas de formación y conocimiento de los negociadores del alcance de la tutela
antidiscriminatoria y de la discriminación indirecta.
66
De hecho el apartado 19 de la disposición adicional 11 de la LOIEMH, añade al art. 90 ET un nuevo párrafo 6, en
cuya virtud se obliga a la autoridad laboral a velar “por el respeto al principio de igualdad en los convenios
colectivos que pudieran contener discriminaciones, directas o indirectas, por razón de sexo”. Para el cumplimiento
de este objetivo, la autoridad laboral “podrá recabar el asesoramiento del Instituto de la Mujer o de Organismos de
Igualdad de las Comunidades Autónomas, según proceda por su ámbito territorial. Cuando la autoridad laboral se
haya dirigido a la jurisdicción competente, por entender que el convenio colectivo pudiera contener cláusulas
discriminatorias, lo pondrá en conocimiento del Instituto de la Mujer o de los Organismos de Igualdad de las
Comunidades Autónomas, según su ámbito territorial […]”.
85
discriminación de la mujer, a través de cláusulas de mejora, integración,
desarrollo y suplemento de la legislación estatal vigente.
Por otra parte, y con carácter global, es necesario coordinar los esfuerzos
para mejorar el propio sistema de negociación colectiva, contribuyendo a la
articulación y racionalización de su estructura, dando protagonismo en este
campo a la negociación sectorial. Esta actividad choca en la actualidad con
algunos impedimentos, como consecuencia del modelo descentralizado de
negociación colectiva que desde el RDL 3/2012 propicia el legislador, dando
un protagonismo indiscutible al convenio de empresa en materia de
conciliación de la vida laboral, familiar y personal y en lo relativo a la
adaptación de los sistemas de clasificación profesional. También el
legislador promociona el acuerdo colectivo de empresa en la organización de
los tiempos de trabajo, con posibilidad en este último caso de inaplicar el
convenio sectorial.
86
Esta tendencia ha sufrido un freno importante con la grave situación de crisis
económica y financiera que sufre el país, y el bloqueo que la negociación
colectiva ha experimentado en diversos sectores de actividad productiva,
con un claro retroceso de la cuestión de género que en ocasiones difumina
los avances de los últimos años. Este repliegue o devaluación de la igualdad
desde una perspectiva de género en la negociación colectiva conduce en
ocasiones a su silenciamiento en muchos convenios o a regulaciones
meramente formales o declaraciones de principios excesivamente generales
que no se plasman en el articulado del propio convenio. Estos datos
evidencian cierto retroceso de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres
en el mercado de trabajo español, y la influencia negativa que en esta
materia está ejerciendo la crisis económica y financiera. De ahí que el reto
sea la recuperación de rol que a la negociación colectiva le corresponde en
el terreno de la igualdad, y la asunción de los contenidos convencionales
que le fueron reasignados desde la LOIEMH.
3. Contenidos generales
87
en la materia-, ha tenido eco en algunos convenios colectivos, que muestran
una mayor sensibilidad por la cuestión de género en el ámbito laboral.
88
debiendo tales representantes velar por la aplicación objetiva de los criterios
de selección y por la no discriminación de la mujer en el ingreso de la
plantilla. También es recomendable la constitución de comisiones mixtas o
paritarias con competencias en los procesos de selección de personal.
Son, asimismo, muy útiles las cláusulas que fijan preferencias para las
prórrogas en los contratos temporales, con la finalidad de dotar de mayor
estabilidad a estas contrataciones, y lograr una presencia más equilibrada de
mujeres y hombres en el sector de referencia.
89
1. Acciones positivas que compensen las desigualdades de género que
discriminan a las mujeres en el ámbito laboral, y que tradicionalmente
han llevado a que ellas tengan menos oportunidades en los procesos de
selección y contratación. Objetivo último: logar una composición
equilibrada en función del sexo de los sistemas de clasificación
profesional. Son cláusulas propias de la negociación colectiva sectorial,
que sin embargo no llegan a materializarse en el nivel de empresa.
90
responsabilidad. Cuantas más numerosas son las características
consideradas para la determinación de la retribución (antigüedad, nivel de
estudios, edad, tamaño de la empresa, nivel ocupacional) la brecha salarial
por razón de género va aumentado, como consecuencia de la combinación
de todas estas variables.
91
revisión de los sistemas de clasificación profesional y de los instrumentos de
valoración de los puestos y funciones de cada trabajo, así como la
implantación de criterios objetivos para la correcta aplicación del principio de
igual retribución por trabajos de igual valor.
92
embarazo o la lactancia, o el ejercicio de otros derechos derivados del
ámbito de la conciliación, como pueden ser las situaciones de paternidad.
Este tipo de incentivos económicos acaba convirtiéndose en la práctica en
un desincentivo para el ejercicio efectivo de estos derechos de conciliación
reconocidos legalmente a los trabajadores y trabajadoras. A ello hay que unir
el hecho de que en la práctica las ausencias al trabajo motivadas por causas
que tienen su origen en el ámbito de la conciliación, siguen recayendo
mayoritariamente sobre las mujeres.
93
- Cláusulas que llevan a la práctica el tratamiento de la materia
retributiva desde un enfoque adecuado de género: reconocimiento de
complementos de asistencia a las trabajadoras afectadas por
situaciones de riesgo durante el embarazo, durante la lactancia
natural o por maternidad, evitando de este modo, la minoración de
sus percepciones económicas.
-
- Cláusulas que reconocen un complemento salarial personal con el
que tratan de compensar, en parte, la pérdida de salario sufrida por
los trabajadores y trabajadoras que ejerciten su derecho a la
reducción de jornada por guarda legal o cuidado de familiares en el
ámbito de aplicación del convenio colectivo.
94
mercado de trabajo. Resulta esencial, en este sentido, combatir los
arraigados estereotipos sexistas, que no hacen sino marcar en la sociedad
los roles de mujeres y hombres. Un reparto desigual de las
responsabilidades familiares induce a las mujeres a optar por acuerdos de
trabajo flexible e interrumpir sus carreras profesionales, con efectos
negativos en sus ingresos, protección social e independencia económica. De
ahí que las políticas que quieran fomentar con decisión y rigor la
participación efectiva de las mujeres en el mercado laboral deban tener
carácter integrado, incluyendo estrategias que eliminen estereotipos sexistas
y que mejoren el equilibrio entre la vida familiar y laboral de mujeres y
hombres.
1. Permiso de lactancia
- Convenios que reproducen o se remiten a la ley.
- Convenios que amplían la reducción de la jornada –de la media hora
que contempla el art. 37 ET, a una hora o a hora y media- sin pérdida
de retribución, exigiendo en ocasiones para tal ampliación el acuerdo
previo empresa/trabajador, lo que en la práctica supondrá que no
pocas veces la mejora convencionalmente reconocida se torne
ineficaz.
- Convenios que amplían la edad del lactante –de los 9 meses que
establece el ET, a 10 ó 12 meses-, y que permiten que el permiso de
lactancia sea acumulado por el padre y la madre.
2. Permiso de maternidad
- Convenios que no introducen mejoras a la regulación legal.
- Convenios que amplían la duración del permiso en unos pocos días o
semana
95
3. Excedencia por cuidado de hijos
- Convenios que se remiten a la regulación legal o que reproducen la
ley.
- Convenios que amplían los períodos de excedencia, con derecho al
reingreso e incorporación automática.
- Convenio que prohíben durante la excedencia toda prestación de
servicios que suponga concurrencia desleal; caso contrario, el
trabajador perderá el derecho al reingreso.
- Convenios que prevén la pérdida del derecho al reingreso automático
si durante la excedencia se realizan trabajos remunerados por cuenta
ajena o habituales por cuenta propia.
- Convenios que establecen que el período de excedencia computa a
efectos de antigüedad. Rara vez hacen referencia a que el tiempo de
excedencia computa a efectos promocionales o para la generación de
pluses o complementos salariales.
- Convenios que recuerdan que durante el tiempo de excedencia el
trabajador tendrá derecho a la asistencia a cursos de formación, a
cuya participación deberá ser convocado por el empresario,
especialmente con ocasión de su reincorporación.
96
período de vacaciones fijado en el calendario laboral coincida en el
tiempo con una incapacidad temporal derivada del embarazo, el parto
o la lactancia natural o con el período de suspensión del contrato por
maternidad, “se tendrá derecho a disfrutar las vacaciones en fecha
distinta a la de la incapacidad temporal o a la del disfrute del permiso
[...], al finalizar el período de suspensión, aunque haya terminado el
año natural a que correspondan”.
- Convenios que reconocen el derecho de la mujer embarazada a la
confección del calendario de vacaciones y a priorizar su turno
vacacional, a partir de un determinado mes de embarazo,
considerando a estos efectos tiempo efectivamente trabajado el de
baja por maternidad de la mujer.
7. Permisos
- Convenios que contemplan nuevos permisos retribuidos que tratan de
facilitar la atención del personal incluido en su ámbito de aplicación, a
algunas necesidades derivadas del ámbito familiar que a día de hoy
no encuentran adecuada respuesta por parte de nuestra legislación.
97
Entre este tipo permisos convencionales que traen su causa en el
ámbito de la conciliación de la vida familiar y laboral, destacan:
- Permisos concedidos para el acompañamiento de hijos o hijas a
consultas médicas.
- Permisos concedidos en caso de enfermedades inmuno-infecciosas
de hijos o hijas menores.
- Permisos reconocidos para asistencia a técnicas de inseminación
artificial.
- Convenios que mejoran la regulación legal: ampliación de los días de
permisos retribuidos ante determinados acontecimientos ligados al
ámbito familiar y personal; dispensa de un tratamiento más protector a
las situaciones de excedencias que tienen su origen en situaciones
derivadas del ámbito familiar, tales como las reconocidas por cuidado
de hijos/as y familiares, y las vinculadas a situaciones de violencia de
género, extendiendo en estos casos, el derecho a la reserva del
puesto de trabajo durante toda la vigencia de la situación de
excedencia.
9. Permiso de lactancia
- Convenios que contemplan la posibilidad de disfrutar del permiso de
lactancia de manera acumulada
- Convenios sectoriales que vinculan el ejercicio del permiso de
lactancia únicamente a la madre trabajadora, obviando el derecho que
también a los padres trabajadores les reconoce el 37.4 E.T, en orden
a disfrutar de las correspondientes reducciones de jornada por motivo
de lactancia de un hijo o hija menor de nueve meses.
98
Es más, el tratamiento convencional que esta materia recibe por parte de
algunos de estos mismos sectores productivos, podríamos entender que
responde a una versión masculinizada de la conciliación de la vida familiar y
laboral. Los avances que estos convenios registran en esta materia en
muchas ocasiones están orientados a lograr permisos retribuidos por
celebraciones familiares, tales como matrimonios de familiares, bautizos y
ceremonias de Primera Comunión de hijos e hijas. Estas cláusulas
responden a un enfoque erróneo y al desconocimiento de lo que ha de ser
una adecuada política de conciliación, capaz de hacer posible la atención
permanente a las necesidades que se derivan de ambas facetas de la vida
de los trabajadores y trabajadoras incluidos en su ámbito de regulación.
99
número de convenios, sobre todo sectoriales estatales, que se ocupan de
proveer adecuadamente en su articulado, la necesaria protección que a
estas mujeres debe serle otorgada desde el punto de vista laboral.
67
El Acuerdo Europeo tiene como objetivo “aumentar el conocimiento y la compresión de empleadores,
trabajadores y de sus representantes sobre el acoso y la violencia en el puesto de trabajo; y proporcionar a los
empleadores trabajadores y sus representantes a todos los niveles un marco de acción para identificar, prevenir y
manejar los problemas de acoso y de violencia en el trabajo”. Con esta finalidad el Acuerdo define el acoso y la
violencia y prevé medidas para la prevención, identificación y gestión de los problemas de acoso y violencia.
100
España esta tarea ha sido llevada a cabo por los actores sociales que han
incorporado el contenido del Acuerdo como Anexo IV a la Prórroga para el
año 2008 del ANC-2007. Los firmantes del ANC-2007 invocan a los
negociadores de los futuros convenios colectivos para el tratamiento de las
distintas materias en los términos en que se recogen el en el ANC-2007 y en
su prórroga, con expresa alusión a los negociadores y diferentes
representantes sindicales y empresariales para que adapten el Acuerdo
Europeo a la realidad nacional con el objeto de favorecer la mejora de las
condiciones de trabajo, así como el buen funcionamiento de las empresas.
Con carácter general, lo más que suelen hacen los convenios es limitarse
simplemente a incluir dentro del régimen sancionador el abuso de autoridad
por quien ejerce funciones de mando; las faltas de respeto muy graves hacia
los compañeros (terceros o público) de contenido sexista, racista y xenófobo;
o los malos tratos y excesos de palabra y obra a jefes y/o compañeros/as.
Conductas éstas, en las que bien podrían integrase las situaciones de
acoso, pero que tratan de omitir cualquier referencia expresa a ellas.
Así pues, pese a las previsiones que en esta materia contiene la LOIEMH, la
atención que al acoso dedican nuestros negociadores y negociadoras dista
aún mucho de ser generalizada. Siguen siendo puntuales los supuestos en
que algún convenio colectivo incluye un protocolo, medidas específicas o
buenas prácticas frente al acoso.
3.5.1. Acoso sexual. Más del 16% de las mujeres trabajadoras en España
ha sufrido alguna situación de acoso sexual en el trabajo, pudiendo
afirmarse, con carácter general, que las víctimas de estas conductas están
empleadas en trabajos ocupados predominantemente por varones (sectores
y ocupaciones tradicionalmente masculinizados), están recién ingresadas en
la empresa y tienen contratos irregulares.
101
El acoso sexual es normativamente tratado como una discriminación por
razón de sexo, sin que ello signifique, naturalmente, que este tipo de
comportamiento atente en exclusividad contra el principio de igualdad. El
acoso sexual es una conducta pluriofensiva que violenta simultáneamente
varios derechos fundamentales, entre ellos, el derecho a la dignidad y a la
intimidad, el derecho a la salud e incluso al trabajo. Así lo ha venido
declarando la negociación colectiva, al afirmar que el acoso sexual en el
trabajo provoca, cuando menos, la vulneración de los siguientes derechos:
intimidad, respeto de la dignidad personal, no discriminación por razón de
sexo, seguridad, salud e integridad física y moral, con pérdida de empleo, en
algunos casos.
102
contrato cuando es reiterado o lo es hacia personal subordinado. Esta
suerte de comportamientos aparece inscrito dentro de la sección
destinada a regular el régimen disciplinario en la empresa,
describiendo y detallando con frecuencia las actuaciones que
configuran acoso sexual. Tales previsiones resultan a todas luces
insuficiente, debido a que la definición que ofrece el convenio es
extremadamente restrictiva, de forma tal que tan sólo determinados
comportamientos particulares son calificables de acoso, quedando
fuera del ámbito de protección variedad de situaciones en las que
existe acoso según la normativa legal vigente.
3.5.2. Acoso moral por razón de sexo. A diferencia del tratamiento cada
vez más habitual que recibe el acoso sexual en la normativa convencional, el
acoso moral o mobbing, cuyo origen puede obedecer a causas diversas,
entre ellas, el sexo de la víctima, configurando entonces una discriminación
por razón de género, ha sido regulado muy puntualmente en el convenio
colectivo, que olvida las graves repercusiones que pueden llegar a alcanzar
los comportamientos de esta naturaleza, no sólo sobre la salud del
trabajador afectado, sino también para la economía de la empresa. El
mobbing, de igual modo que el acoso sexual, ejemplifica la existencia entre
hombres y mujeres de un poder desigual en los lugares de trabajo.
Lo normal es, sin embargo, que los convenios que expresamente recogen
esta figura, se limiten a incorporarla, sin más, junto con el acoso sexual,
dentro del catálogo de faltas graves o muy graves, con todos los
inconvenientes ya apuntados en el apartado destinado a analizar el
tratamiento convencional del acoso sexual en el trabajo.
103
La cuestión de género, por lo común, no está presente en la evaluación de
riesgos a los que pueden quedar expuestos los trabajadores y trabajadoras
en el desarrollo de su actividad laboral. A resultas de ello, tampoco lo está
en el posterior plan de prevención que ha de implantar la empresa para
evitar esta exposición al riesgo.
104
la protección de la mujer, como sujeto débil, indefenso en incapaz, que
mantienen algunos negociadores en estos ámbitos.
105
-
106