El documento describe el surgimiento y evolución del aparato policial en Venezuela desde principios del siglo XX hasta finales del siglo XX. Inicialmente existían cuerpos policiales aislados y desorganizados como "La Sagrada" durante la dictadura de Gómez, pero no fue hasta 1937 con la creación del Servicio Nacional de Seguridad que se institucionalizó y profesionalizó formalmente la función policial en Venezuela, centralizando el control policial a nivel nacional. Este proceso continuó evolucionando con la creación de policías locales y la Policía Met
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El documento describe el surgimiento y evolución del aparato policial en Venezuela desde principios del siglo XX hasta finales del siglo XX. Inicialmente existían cuerpos policiales aislados y desorganizados como "La Sagrada" durante la dictadura de Gómez, pero no fue hasta 1937 con la creación del Servicio Nacional de Seguridad que se institucionalizó y profesionalizó formalmente la función policial en Venezuela, centralizando el control policial a nivel nacional. Este proceso continuó evolucionando con la creación de policías locales y la Policía Met
El documento describe el surgimiento y evolución del aparato policial en Venezuela desde principios del siglo XX hasta finales del siglo XX. Inicialmente existían cuerpos policiales aislados y desorganizados como "La Sagrada" durante la dictadura de Gómez, pero no fue hasta 1937 con la creación del Servicio Nacional de Seguridad que se institucionalizó y profesionalizó formalmente la función policial en Venezuela, centralizando el control policial a nivel nacional. Este proceso continuó evolucionando con la creación de policías locales y la Policía Met
El documento describe el surgimiento y evolución del aparato policial en Venezuela desde principios del siglo XX hasta finales del siglo XX. Inicialmente existían cuerpos policiales aislados y desorganizados como "La Sagrada" durante la dictadura de Gómez, pero no fue hasta 1937 con la creación del Servicio Nacional de Seguridad que se institucionalizó y profesionalizó formalmente la función policial en Venezuela, centralizando el control policial a nivel nacional. Este proceso continuó evolucionando con la creación de policías locales y la Policía Met
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En 1915 surge un aparato policial embrionario
conocido como “La Sagrada” una policía secreta,
centralizada, politizada, consagrada al mantenimiento y la supervivencia del gobierno gomecista y que escapaba al proceso de burocratización del Estado. A través de la información recaudada por los agentes de “La Sagrada”, se lograba un control más amplio a través del cual era posible detectar y reprimir a los enemigos políticos que pudieran amenazar con alterar el orden.
Con la muerte de Gómez desaparece “La Sagrada”,
los cuerpos policiales de algunos estados y del Distrito Federal se abocaron al resguardo del orden público. El 10 de mayo de 1938 Se inicia con la creación de la Escuela Municipal de la Policía Montada.
El Servicio Nacional de Seguridad marcó la pauta en el
desarrollo institucional de la policía venezolana, significó el desarrollo de los cuerpos policiales frecuentemente centralizados, rígidamente jerarquizados, con cobertura en todo el territorio nacional y con estilos militarizados de gestión.
Concebido legalmente como una institución autónoma
de carácter apolítico y técnico, el Servicio Nacional de Seguridad es perfeccionado como cuerpo investigador en 1946 (aunque no sufre cambios significativos en su organización) con asesoría de la Seguridad Nacional francesa.
Es así como durante el mandato de la Junta
Revolucionaria presidida por Rómulo Betancourt, desde la cual se ordena la disolución de las policías municipales que fueron reorganizadas durante el Gobierno de Medina Angarita (1941-1945).
Surge la Seguridad Nacional, que como aparato
policial se distinguirá aún más por su estructura piramidal, altos niveles de burocratización y escasa flexibilidad y permeabilidad ante las exigencias sociales.
En este punto es importante destacar la doble
dimensión de la función policial, según la cual, por un lado, se protegerían importantes objetivos para el conjunto social, así como los derechos de las personas reconocidos en la Constitución y las leyes, y por el otro también cumpliría determinados objetivos políticos, a través de la preservación del orden público y el mantenimiento de un grupo en el ejercicio del poder político.
Marcos Evangelista Pérez Jiménez creó en 1952 crea
la fuerza de la "Seguridad Nacional" (Policía Civil subordinada al Gobierno), sin embargo no fue probada judicialmente y su responsabilidad personal en tales hechos ocurridos de la Historia.
Desde este punto de vista, el ejercicio de toda función
policial se debate naturalmente entre motivaciones políticas y sociales, pero será la ruptura de este equilibrio en beneficio de la lógica política, orientada principalmente hacia la protección de las instituciones y autoridades políticas establecidas, lo que, como se tratará más adelante, definirá y consolidará el desarrollo del aparato policial en Venezuela.
En 1956, se creó la Escuela Municipal de Policía y fue
trasladada al Km. 23 del Junquito . En 1958, cambia su denominación por Centro de Instrucción Policial, según Gaceta Municipal Nº 11.740 de fecha 08 de noviembre del mismo año.
Finalizada la dictadura del general marcos Pérez
Jiménez, el 23 de enero de 1958, la policía municipal de aquel entonces fue desintegrada, para abril paso a otro sistema de vigilancia democrática. Uno de los objetivos inmediatos fue la reestructuración de todas las policías a nivel nacional. La formación de los funcionarios policiales estaba a cargo de la antigua Escuela de Policía de El junquito y para el 30 de Mayo de 1959, se graduó el primer curso mixto de agentes, donde 50 hombres y 24 mujereas, recibieron su cargo de funcionario en la promoción “5 de Julio de 1811”. Este grupo de mujeres fue el pionero de la creación de la Brigada Femenina, que ocurrió ocho años más tarde.
Dicho programa se denomino “Alianza para el
Progreso” y ya para el año 1961 llego a nuestro país una misión de Carabineros de Chile, con la misión de brindar asesoría a la policía de aquel entonces. Dicho programa y la misión de Carabineros de Chile que se encontraban en nuestro país, genero un detallado estudio de la situación del cuerpo de seguridad y solicitaron al gobierno que se dictara una ley u ordenanzas, que hasta los momentos no existía, que fuera base legal de la policía.
Para el año 1964 la Policía cuenta con una ordenanza
en la que se especifican las jerarquías del personal, planes de vigilancia, estructuración del batallón, reglamento sobre funcionamiento, entre otras materias relacionadas con la misión del cuerpo de seguridad todo esto va dándole otra forma y estructura a la Policía de entonces. La policía en la ciudad de Caracas fue evolucionando como una policía municipal, que transitó por los pasajes de la dictadura, pero en definitiva, durante el periodo democrático, y más específicamente a partir de 1969, durante el primer mandato gubernamental del doctor Rafael Caldera, es cuando comienza a sentarse las bases de la Policía Metropolitana que hoy tenemos.
En 1969, durante la primera gestión del doctor Rafael
Caldera, se crea formalmente la Policía Metropolitana, el acto se llevó a cabo el 21 de diciembre, en esta oportunidad se firma un convenio Constitutivo entre los Gobernadores del Distrito Federal, del Estado Miranda y la Policía Municipal, para ejercer con mayor eficiencia las funciones y ampliar su radio de acción.
El 9 de Octubre de 1981 según Decreto Presidencial
1232 eleva su categoría a Instituto Universitario de la Policía Metropolitana, ofreciendo la carrera de Técnico Superior Policial y el 17 de marzo de 1987, según resolución Nº 184 del Ministerio de Educación es autorizado para impartir la Carrera de Licenciado en Tecnología Policial en las menciones Administración Policial y sistemas de Seguridad.
En 1985 se inicio el proceso de nivelación de los
Oficiales de Policía a Técnico Superior Policial. En 1993 por autorización del Ministerio de Educación mediante un oficio Nº 00001683, se inicia la administración de Licenciatura en Tecnología a los Oficiales de Carrera activos y jubilados de la Policía Metropolitana.
En 1.996 se aprueba el rediseño del Plan de Estudios
de la Licenciatura en tecnología Policial y su cambio de denominación por Ciencias Policiales mención: Seguridad y Orden Público.
El 18 de septiembre de 1.996, mediante oficio Nº.
00003967 emanado de la Dirección Sectorial de Educación Superior se autoriza al Instituto Universitario de la Policía Metropolitana para la “implantación del diseño curricular modificado de la carrera, que de acuerdo a lo planteado en el informe se cambia su denominación y orden público”, a partir del año lectivo 1.996 –1.997.
SURGIMIENTO DEL APARATO POLICIAL
Si bien la obtención del monopolio de la violencia física sería pieza clave para el fortalecimiento del Estado moderno (entendido en sentido weberiano), el aparato policial como tal no estaba formalmente desarrollado aún. Hasta las primeras décadas del siglo XX el aparato represivo por excelencia había sido el Ejército Nacional. La policía como aparato represivo del Estado no surgirá sino a partir de su definitiva institucionalización durante el Gobierno de López Contreras, pues los cuerpos policiales aislados y desordenados que funcionaron durante la dictadura gomecista no estaban ni estructural ni funcionalmente organizados. Tampoco estaban preparados para garantizar el mantenimiento del orden interno ni para enfrentarse al conflicto social y político que se estaba generando en la sociedad. Por ello, la necesidad de crear una institución policial que se erigiera principalmente en garante del orden público nacional: un aparato policial.4 Cuando luego de la muerte de Gómez desaparece “La Sagrada”, los cuerpos policiales de algunos estados y del Distrito Federal se abocaron al resguardo del orden público. Para ello se crearon oficinas político-sociales, que realizaban labores de policía secreta y de investigaciones, para detectar y reprimir militantes de la izquierda política, pero no existía en ellos una organización para combatir las nuevas fuerzas políticas, ni una formación doctrinaria para darle contenido y justificación a sus actividades. Según Pedro Estrada, jefe de la Sección Político- Social de la Policía de Caracas, estos cuerpos no estaban preparados para la lucha ideológica (Blanco Muñoz, 1983a), y es que esos cuerpos policiales desarticulados no garantizaban la protección de los “intereses nacionales” ni la intervención del Estado en todo el territorio. La institucionalización, profesionalización y centralización de la función policial era necesaria para salvaguardar el orden público nacional. Según Gabaldón (1999), el tránsito de la larga dictadura a la apertura y flexibilización requería de un control policial centralizado, y es así como en 1937 se decreta la creación del Servicio Nacional de Seguridad (según Gaceta Oficial Nº 20.331 de 4 de agosto de 1937), de carácter cívico-militar, que comprendía la Guardia Nacional (inspirada en la Guardia Civil española y mucho más moderna que la Guardia Nacional venezolana del siglo XIX) y el Cuerpo de Investigación.5 Vale la pena resaltar que a través de este servicio se regulariza la permanencia del control militar en la sociedad. También, es importante señalar que la Guardia Nacional en Venezuela, creada en 1811 por disposición constitucional (artículo 62 de la Constitución Federal de Venezuela, 1811), fue reestructurada y eliminada en distintas oportunidades durante el siglo XIX, y no obtendrá suficiente importancia ni estabilidad como cuerpo de seguridad del Estado hasta su incorporación al Servicio Nacional de Seguridad, funcionando como importante brazo militar del poder político. Las consecuencias de este nuevo e importante rol marcarán la existencia de una cultura y función policial militarizada, históricamente muy funcional a regímenes autoritarios. El Servicio Nacional de Seguridad marcó la pauta en el desarrollo institucional de la policía venezolana, «significó el desarrollo de los cuerpos policiales frecuentemente centralizados, rígidamente jerarquizados, con cobertura en todo el territorio nacional y con estilos militarizados de gestión» (Gabaldón, 1999). Las características del novedoso aparato policial serían la mejor garantía de sumisión jerárquica del conjunto al sistema político, una sumisión basada principalmente en la dependencia orgánica y funcional de la institución policial al poder político gubernamental, creando una estrecha relación entre la policía y el sistema político, según la cual la autoridad que dispone del poder no sólo dicta normas y toma decisiones, sino que ahora más que nunca tiene la capacidad de hacerlas cumplir a través del ejercicio de la función policial y del uso de la fuerza, de ser necesario. Concebido legalmente como una institución autónoma de carácter apolítico y técnico, el Servicio Nacional de Seguridad es perfeccionado como cuerpo investigador en 1946 (aunque no sufre cambios significativos en su organización) con asesoría de la Seguridad Nacional francesa. Es así como durante el mandato de la Junta Revolucionaria presidida por Rómulo Betancourt, desde la cual se ordena la disolución de las policías municipales que fueron reorganizadas durante el Gobierno de Medina Angarita (1941-1945), surge la Seguridad Nacional, que como aparato policial se distinguirá aún más por su estructura piramidal, altos niveles de burocratización y escasa flexibilidad y permeabilidad ante las exigencias sociales. En este punto es importante destacar la doble dimensión de la función policial, según la cual, por un lado, se protegerían importantes objetivos para el conjunto social, así como los derechos de las personas reconocidos en la Constitución y las leyes, y por el otro también cumpliría determinados objetivos políticos, a través de la preservación del orden público y el mantenimiento de un grupo en el ejercicio del poder político. Desde este punto de vista, el ejercicio de toda función policial se debate naturalmente entre motivaciones políticas y sociales (Loubet del Bayle, 1998:15), pero será la ruptura de este equilibrio en beneficio de la lógica política, orientada principalmente hacia la protección de las instituciones y autoridades políticas establecidas, lo que, como se tratará más adelante, definirá y consolidará el desarrollo del aparato policial en Venezuela.