Estudios Publicos y Museos 24-12-2018

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ESTUDIOS SOBRE

PÚBLICOS Y MUSEOS
VOLUMEN III
REFERENTES Y EXPERIENCIAS DE APLICACIÓN
DESDE EL CAMPO
COORDINADORA: LETICIA PÉREZ CASTELLANOS
VOLUMEN III
REFERENTES Y EXPERIENCIAS DE APLICACIÓN
DESDE EL CAMPO
COORDINADORA: LETICIA PÉREZ CASTELLANOS
Directorio
Secretaría de Cultura
Secretaria
María Cristina García Cepeda

Instituto Nacional de Antropología e Historia


Director General
Diego Prieto Hernández

Secretaria Técnica
Aída Castilleja González

Secretario Administrativo
Maribel Núñez-Mora Fernández

Coordinadora Nacional de Difusión


Adriana Konzevik Cabib

Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía


Director
Andrés Triana Moreno

Subdirectora de investigación
Guadalupe de la Torre Villalpando

Secretaria Académica
Ma. de Lourdes González Jiménez

Subdirección de planeación y servicios educativos


Lyla Patricia Campos Díaz

3
Coordinadora académica de la Licenciatura en Restauración
María de los Ángeles Hernández Cardona

Coordinadora académica del Posgrado en Museología


Énoe Mancisidor Pérez

Coordinador académico de la Maestría en Conservacióny Restauración de Bienes


Culturales Inmuebles
Luis Carlos Bustos Reyes

Coordinador académico de la Maestría en Conservación de Acervos Documentales


Jesús Fernando Monreal Ramírez

Comisión de publicaciones de la encrym


Cintia Velázquez
Fernando Chapa
Guillermo Pereyra
Luis Carlos Bustos Reyes
Guadalupe de la Torre Villalpando
Mariana Flores Hernández
Elizabeth García Aguirre
María Ruiz Cervera

Programa de publicaciones de la encrym


Elizabeth García Aguirre

Formación editorial
Erika Castillo Licea

Corrección de estilo
Silvia Arce Garza

4
Estudios sobre públicos y museos. Volumen III. Referentes y experiencias de apli-
cación desde el campo, es una publicación realizada por la Escuela Nacional de
Conservación, Restauración y Museografía del Instituto Nacional de Antropolo-
gía e Historia. Todos los derechos reservados.

Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta, del conteni-


do de la presente obra sin contar previamente con la autorización expresa y por
escrito de los editores, en términos de la Ley Federal del Derecho de Autor,
y en su caso de los tratados internacionales aplicables; la persona que infrinja
esta disposición se hará acreedora a las sanciones legales correspondientes.
El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de los autores y no re-
presenta necesariamente la opinión del Comité Editorial de la encrym o del inah.

ISBN Obra Completa: 978-607-484-822-9

ISBN: 978-607-539-226-4

Primera edición: 2018


D. R. © 2018 INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA
Córdoba 45, colonia Roma, 06700, Ciudad de México.
[email protected]
Producido y hecho en México

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Índice

Prólogo 8
Madelka Fiesco

Introducción
Leticia Pérez Castellanos 13

I. Propuestas sistemáticas desde y para la formación



1. Buenas prácticas en la investigación del público en museos 26
Eloísa Pérez Santos

2. El Índice de Centralidad en los Públicos. Una herramienta para


valorar qué tanto se enfocan los espacios museales a sus públicos 57
Manuel Gándara Vázquez y Leticia Pérez Castellanos

3. Muestreo aplicado a estudios de público en museos 103


Fernando Enseñat Soberanis y Elda Moreno Acevedo

II. Aproximaciones prospectivas: hacia la identificación de nuevos públicos

4. Los estudios de públicos como herramienta para la planeación


y gestión del patrimonio industrial portuario: La Ex Aduana
Marítima de Tampico 124
Constanza Mónica Suárez Jiménez

5. Nuevos acercamientos a los estudios de los públicos juveniles.


La experiencia de la investigación documental 150
Livier Jara García

6
Estudios sobre públicos y museos

III. Interacciones y experiencias de los públicos en exposiciones y museos

6. La metodología observacional, una propuesta ad hoc para estudiar


interacciones sociales en los museos y centros de ciencia 165
Patricia Aguilera Jiménez

7. Tras las huellas del jaguar. Los seguimientos al comportamiento


de familias. El video como técnica en la evaluación sumativa de
la exposición 188
Mildred Muñoz Briones

8. Atreverse a evaluar: Un recuento de casos en el Museo Nacional


de las Intervenciones 224
María Dolores Nájera Contreras y Rubí Conde Martínez

9. El análisis cualitativo de las narrativas de visitantes: Una reflexión


en torno a Aztecs. Conquest and Glory 247
Rosa Elba Camacho Rodríguez

Semblanzas 265

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


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Prólogo

Es para mí un honor el haber sido invitada a escribir el prólogo de este tercer volu-
men de la serie Estudios sobre públicos y museos. Aún recuerdo cuando leí, en los
años noventa, el libro Los museos y sus visitantes (1998) de Eilean Hooper-Greenhill.
Me pareció muy reveladora su tesis, la cual señalaba que si los museos querían ga-
rantizar su supervivencia en el siglo xxi debían demostrar su valor social. Aunque
todavía nos encontramos en medio de la encrucijada que Eilean planteaba, hemos
avanzado mucho en todo el mundo. Hoy existen numerosos estudios que permiten
demostrar las aportaciones de los museos a la sociedad.

En este sentido, me gustaría iniciar con una pregunta fundamental para quienes
nos dedicamos a la educación en museos: ¿Podemos hablar de “buenas prácticas”
en los museos sin realizar estudios de público?

Quizá para la mayoría de las personas interesadas en los temas de esta publicación,
la respuesta es un rotundo “no”. Tal vez piensen que esta pregunta ya no tiene rele-
vancia en la escena contemporánea de los museos. Desafortunadamente, desde mi
experiencia profesional, puedo asegurarles que el conocimiento y la inclusión de los
visitantes en la planeación y desarrollo de proyectos, sigue sin considerarse como
una necesidad en los museos mexicanos. Esta resistencia o desconocimiento se ha
traducido en la realización de exposiciones, programas o iniciativas que no com-
prendemos, no nos emocionan y no conectan con nuestras historias personales.

8
Estudios sobre públicos y museos

Ahora bien, ¿qué pasaría si todo el equipo del museo, desde los encargados de la se-
guridad hasta el director, reconociéramos el valor de escuchar y dialogar con nues-
tros públicos y los que no lo son? ¿Qué pasaría si dejáramos de ver a los visitantes
como “intrusos sospechosos”?, como los describe Graciela Schmilchuk en su artícu-
lo “Venturas y desventuras de los estudios de público” (1997).

Sentarnos a platicar u observar cómo se comportan las niñas, los niños, los jóvenes
y los adultos que nos visitan —o que aún no lo han hecho— nunca será una pérdida
de tiempo. Significa dejar nuestras “islas” o zonas de confort y salir al encuentro de
nuestros públicos de una manera honesta, pertinente y respetuosa. Por supuesto
que esto debe hacerse con objetivos claros y una estrategia definida.

¿Será posible que estos diálogos resulten en una revisión de nuestra misión y vi-
sión?, ¿en la exploración de nuevas formas de trabajar en equipo?, ¿de recono-
cer-nos y comunicar-nos? El entendimiento de las necesidades, preocupaciones
y sueños de nuestros visitantes ¿podría llevarnos a replantear las estructuras de
nuestras instituciones? Conocer mejor a nuestros públicos, ¿podrá contribuir a su
desarrollo? ¿Cómo lograrlo?

Estoy convencida de que los museos seguirán siendo relevantes en la medida en que
desarrollen su capacidad de análisis acerca de la sociedad y de la conciencia que ad-
quieran sobre la vida cotidiana de las personas.

En este contexto es que sitúo las aportaciones de la presente publicación. El texto


de Leticia Pérez y Manuel Gándara es una invitación a dejar atrás nuestra soberbia
institucional y creer que todo lo que hacemos es perfecto, para ir en busca de nues-
tros públicos y construir una agenda con ellos. Por su parte, el ensayo de Fernando
Enseñat y Elda Moreno nos explica paso a paso cómo determinar el tamaño de una
muestra representativa para los estudios de público y cómo elegir el mejor proce-
so de muestreo. Su lectura se complementa muy bien con el trabajo realizado por

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


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Estudios sobre públicos y museos

Constanza Suárez en la Ex Aduana Marítima de Tampico porque aplicó estos


principios metodológicos para realizar el sondeo de público que llevó a cabo
con el fin de contar con elementos que permitieran una mejor gestión de este
patrimonio portuario.

Las valiosas aportaciones tanto de Eloísa Pérez como de Livier Jara provocan una re-
flexión, entre muchas otras, sobre las posibilidades de los estudios de público para
el desarrollo de audiencias, como podrían ser los jóvenes, mediante estrategias que
generan procesos participativos entre el museo y sus comunidades.

Si contrastamos lo estudiado por Patricia Aguilera y Mildred Muñoz, un elemento


esencial de ambas investigaciones es su interés en que las experiencias que ofrecen
los museos sean transformadoras. Para ello no escatimaron esfuerzos en buscar
metodologías que permitieran descubrir y entender de una manera sistemática y
objetiva los comportamientos sociales entre los guías, los elementos expositivos
y los diferentes públicos. Sus conclusiones brindan claves importantes a tomar en
cuenta en el diseño de exposiciones o programas educativos.

Valiosas contribuciones también se presentan en los dos últimos estudios de este


libro. El primero, a cargo de Dolores Nájera y Rubí Conde, destaca por recordarnos
la pertinencia de mantener vasos comunicantes entre los hechos del pasado que
se exponen y el presente de nuestros visitantes. El segundo, realizado por Rosa Elba
Camacho, nos motiva a pensar sobre las múltiples aproximaciones que se pueden
extraer de un estudio cualitativo de largo aliento.

Espero que la lectura de esta publicación inspire a muchos colegas. Si nuestros lec-
tores no cuentan con la formación, los recursos o las herramientas metodológicas
necesarias, los invito revisar con cuidado este volumen —y los dos anteriores— para
aprender de sus autores y, por qué no, a ponerse en contacto con ellos. Sus sem-
blanzas y direcciones de correo electrónico se incluyen en la parte final de este libro.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


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Estudios sobre públicos y museos

Antes de concluir quiero subrayar que los estudios de público no terminan con el
análisis de la información ni con la presentación de los resultados. El reto es utilizar
la información generada para tomar decisiones fundamentadas y transformar esas
decisiones en acciones efectivas que beneficien a los visitantes. Pero aquí no acaba
la historia, porque también hay que tener la capacidad de medir el impacto de esas
acciones y aprender de nuestros errores.

Agradezco a todos los autores de esta publicación, la oportunidad de aprender de us-


tedes para hacer mejor mi trabajo. Deseo que en el futuro se multipliquen este tipo
de esfuerzos, así como el interés de nuestros profesionales de museos en estos temas.

Madelka Fiesco Trejo


Educadora de museos

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


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Estudios sobre públicos y museos

Referencias

Hooper-Greenhill, E. (1998). Los museos y sus visitantes. S. L, Gijón, Asturias, España:


Ediciones Trea.
Schmilchuk, G. (1997). Venturas y desventuras de los estudios de público. Cuicuilco,
3(7), pp. 31-57.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


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Introducción

Leticia Pérez Castellanos

La serie digital Estudios sobre Públicos y Museos constituye una publicación única
en su género en el ámbito de la museología mexicana y quizá de Latinoamerica,
ya que se trata de una obra específicamente dedicada a las labores de investiga-
ción sobre los públicos de los museos y otras instituciones afines, en el contexto
de habla hispana. La idea de generar una serie como esta surgió de mi experiencia
académica en el Posgrado en Museología de la Escuela Nacional de Conservación,
Restauración y Museografía (encrym) de la Ciudad de México, en donde imparto
materias relacionadas con el tema, y como una respuesta ante la escasez de recur-
sos en español relativos al contexto mexicano para usarse en el aula.

El primer volumen, titulado Públicos y museos: ¿Qué hemos aprendido?, vio la luz
en el 2016. En este presentamos artículos sobre los diversos aspectos y estrategias
comunicativas utilizadas por los museos, además de incluir un texto introductorio
sobre la definición y áreas de aplicación en este ámbito, y uno más con un enfo-
que cronológico. El segundo volumen, Apuntes para pasar de la teoría a la práctica,
editado en el 2017, expone los resultados del Curso Internacional de Estudios de
Públicos, impartido en la encrym en el 2015; asimismo, se entrelazan los artículos
teóricos desarrollados por las docentes del curso, con otros de corte práctico escri-
tos por los asistentes a esta experiencia formativa.

13
Estudios sobre públicos y museos

Este volumen, el tercero de la serie, tiene el propósito de ofrecer las aportaciones


de investigaciones recientes realizadas en México, además de brindar propuestas
metodológicas que contribuyan a la formación de los profesionales del campo.

En las presentaciones de Estudios sobre Públicos y Museos, he reiterado que la ca-


rencia de publicaciones propias en nuestro idioma y con nuestras referencias, es
quizás una de las barreras para constituir un campo profesional de mayor consoli-
dación y crecimiento.

Así, en Referentes y experiencias de aplicación desde el campo, planteamos una articu-


lación de propuestas sistematizadas para la formación de profesionales en el cam-
po, estrategias para la identificación de nuevos públicos y casos prácticos derivados
de investigaciones de campo, que buscan analizar las diversas facetas en la relación
públicos y museos. Este volumen está conformado por nueve artículos de autores y
autoras que hoy en día ejercemos en este ámbito, ya como investigadores consolida-
dos o bien como jóvenes talentos que desarrollaron estos ejercicios para obtener sus
grados de maestría.

Nos interesó también abordar una mayor diversificación de espacios, temáticas,


enfoques e incluso instituciones de procedencia de los y las autoras. En la introduc-
ción del volumen I Públicos y museos: ¿Qué hemos aprendido?, subrayé la necesidad
de crear un espacio de difusión y socialización del conocimiento, tanto en el ám-
bito interno, para el propio posgrado de la encrym, como hacia afuera, al proveer
una plataforma de recepción de trabajos externos a la maestría que enriquezcan el
diálogo y la construcción de conocimientos. De esta manera, el presente volumen
además de ser un foro para la difusión de trabajos realizados por nuestra comuni-
dad de profesores y estudiantes, es el resultado de las colaboraciones que, desde el
ámbito académico de la encrym, hemos establecido con otras instancias en el país
como son: la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma de Yucatán,
el Seminario de Investigación Museológica de la Universidad Nacional Autónoma

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


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Estudios sobre públicos y museos

de México, e incluso, más allá de las fronteras, con la Universidad Complutense de


Madrid, en España. También evidencia los lazos con museos nacionales mexicanos,
como el Museo Nacional de las Intervenciones.

Con esta serie digital de Estudios sobre Públicos y Museos, la idea de contar con re-
ferentes para las clases y la capacitación de personal en el campo se ha consolidado.
Hemos visto el frecuente uso que se les da a los volúmenes anteriores por sus apor-
tes metodológicos e informativos. Por ello, en este volumen, además de presentar
una compilación de estudios de caso, se incluyen guías prácticas acerca de aspectos
tan esenciales como el muestreo, la observación o la valoración crítica.

Esta publicación se compone de tres secciones temáticas: i. Propuestas sistemáticas


desde y para la formación, ii. Aproximaciones prospectivas: hacia la identificación de
nuevos públicos, y iii. Interacciones y experiencias de los públicos en exposiciones y
museos. Dicha estructura nos lleva desde aspectos más generales y propuestas que
pueden aplicarse en el marco de otras investigaciones, hasta casos específicos, en
los cuales se abordan ya sean la investigación o la evaluación como dos áreas com-
ponentes de la más general: estudios sobre los públicos de los museos.

La primera sección se compone de tres artículos. Se inicia con la aportación siste-


mática de Eloísa Pérez Santos, profesora de la Universidad Complutense de Madrid
y asesora científica del Laboratorio Permanente de Público de Museos del Minis-
terio de Educación, Cultura y Deporte (España), quien nos ofrece su texto titulado
“Buenas prácticas en la investigación del público en museos”. Por una parte, sus-
tenta cómo esta disciplina de larga data adquirió ya una posición propia y una pau-
latina consolidación; por otra, nos relata cuáles han sido las dificultades para su
implantación, y cuál es su utilidad, incluso como un asunto de restitución social y
como herramienta indispensable para la toma de decisiones, más allá de ser solo
una prueba para superar. En línea con lo que sucede en los museos hoy día, la au-
tora propone que los estudios de públicos también deben realizarse con sistemas

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


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Estudios sobre públicos y museos

participativos y colaborativos. Pérez Santos además nos ofrece la traducción de dos


recursos muy relevantes que han sido elaborados por instancias de habla ingle-
sa: Competencias profesionales para la investigación de públicos en museos (Visitor
Studies Association, 2008) y Principios para guiar a los evaluadores en su práctica
profesional de la American Evaluation Association (aea, 2004) (véase p. 49 para las
referencias a estos recursos). Cabe señalar que los aportes de Pérez Santos parten
de una larga experiencia en la investigación y docencia sobre el tema, en un diá-
logo de ida y vuelta, desde y para la formación.

En el segundo artículo, titulado "El Índice de Centralidad en los Públicos. Una he-
rramienta para valorar qué tanto se enfocan los espacios museales a sus públicos",
Manuel Gándara Vázquez y Leticia Pérez Castellanos del Posgrado en Museología
(encrym) presentan una herramienta para conocer el grado de centralidad que tie-
nen los llamados espacios museales en sus públicos, por medio de la creación de un
índice que permite la estandarización y comparación de casos, ya sea en el espacio
o en el tiempo. El Índice de Centralidad del Público (icp) es una propuesta original
que forma parte de las llamadas valoraciones críticas, es decir, la serie de herra-
mientas utilizadas por los profesionales de los museos y otro tipo de espacios afines
—entendidos en el texto como museales—, para autoevaluarse. Como nos relatan
los autores, el ejercicio tomó cuatro años desde su concepción y uso reiterado como
piloto hasta su publicación. El artículo ofrece la descripción conceptual que yace
tras el icp y su proceso de validación, así como las áreas de aplicación y resultados
a los cuales conduce; pero, más importante, provee del instrumento y su protocolo
para que los lectores puedan aplicarlo.

En el tercero y último artículo de la sección, “Muestreo aplicado a estudios de


públicos en museos”, Fernando Enseñat y Elda Moreno Acevedo, docentes de la
Licenciatura en Turismo, de la Facultad de Antropología de la Universidad Autóno-
ma de Yucatán, nos ofrecen un artículo sumamente claro sobre el muestreo, uno
de los principales retos que enfrentamos cuando se decide llevar a cabo un estudio

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


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Estudios sobre públicos y museos

cualitativo de los públicos en nuestras instituciones. Responde a preguntas en


apariencia sencillas como ¿a cuántas personas debo preguntar? y ¿cómo las se-
lecciono? La explicación que nos brindan, que bien podría encontrarse en otros
manuales —como ellos mismos apuntan— tiene la ventaja de llevarnos paso a
paso por las definiciones, conceptos implicados y forma de determinar las mues-
tras para los museos y otros espacios afines. Además, ofrecen un ejemplo práctico
específico de nuestro campo que ilustra muy bien el cómo se hace. Cabe destacar
que los autores son profesores que imparten materias de investigación de mer-
cados en el ámbito del turismo cultural, y se han enfrentado con el problema de
no encontrar publicaciones ad hoc para sus clases. Por su parte, Enseñat impartió
una clase sobre el tema en la Maestría en Museología de la encrym, en donde
fuimos testigos del reto de enseñar estas cuestiones a alumnos con antecedentes
académicos muy diversos. Así, el artículo busca responder a las dudas de nuestros
estudiantes y los autores lo escribieron con este público lector en mente.

Los tres artículos de la sección Propuestas sistemáticas desde y para la formación,


tienen en común largos procesos de reflexión y sistematización que, como su título
lo indica, han ido desde la formación y se han pensado para esta. Ello no implica
necesariamente un ámbito de educación formal, sino también las oportunidades
de aprendizaje informal y de profesionalización del personal de los museos y otros
espacios afines. Aquí se muestra cómo la academia puede enlazar sus propuestas
con los escenarios prácticos y resolver problemáticas muy puntuales.

La segunda sección de este volumen, titulada Aproximaciones prospectivas: hacia la


identificación de nuevos públicos, aborda un tema de gran interés: el de los públicos
potenciales o “nuevos públicos” desde un enfoque prospectivo, ya sea para identificar
las características de los visitantes de un espacio como el de la Ex Aduana Marítima
de Tampico o para el acercamiento de un sector del público de un museo ya en fun-
cionamiento: el Museo de Arte Carrillo Gil.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


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Estudios sobre públicos y museos

En su artículo “Los estudios de públicos como herramienta para la planeación y ges-


tión del patrimonio industrial portuario: La Ex Aduana Marítima de Tampico”, Cons-
tanza Suárez presenta la encuesta realizada en la Ex Aduana Marítima de Tampico
—un ejemplo de patrimonio portuario en el noreste de México—, la cual efectuó
en un contexto en el que coincidieron los intereses de la Administración Portuaria
y el de la propia autora ante la interrogante de qué hacer con dicho espacio y cómo
gestionarlo. Este edificio, ejemplo del patrimonio industrial, hoy atrae a miles de
visitantes anualmente, pero ¿qué buscan?, ¿qué les interesa? Ante un inminente
cambio de uso, ¿cuál podría ser su futura vocación? Suárez diseñó una encuesta
aplicada en dos periodos distintos durante el 2015, y capacitó a quienes la aplica-
rían, supervisando en todo momento el trabajo; finalmente, analizó la información.
Los resultados son parte de su trabajo de titulación para obtener el grado de Maes-
tra en Museología por la encrym.

En una línea cercana, pero desde un abordaje distinto, Livier Jara García nos relata
cómo los métodos documentales pueden ayudar a plantear nuevas estrategias de
acercamiento a otros públicos, en su artículo “Nuevos acercamientos a los estudios
de los públicos juveniles. La experiencia de la investigación documental”. Su traba-
jo, también para obtener el grado de Maestra en Museología por la encrym, tomó
como caso de estudio al Museo de Arte Carrillo Gil, ubicado al sur de la Ciudad
de México, al cual no acuden muchos jóvenes. Una de las preguntas de Jara fue el
porqué de esta situación. Su preocupación la llevó a buscar alguna estrategia que
permitiera una relación más horizontal con este segmento de público. Encontró, en
los comités de asesores adolescentes, un medio a través del cual el museo podía
acercarse a la juventud. Dicha estrategia se ha utilizado en otros museos y latitudes
y es una nueva tendencia participativa, en la que ya no solo estudiamos al público
como algo ajeno a nosotros, sino que podemos considerarlo socio e interlocutor.

La tercera sección temática del volumen, Interacciones y experiencias de los pú-


blicos en exposiciones y museos, incluye cuatro artículos que abordan, desde

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


18
Estudios sobre públicos y museos

diferentes miradas y con muy distintas aproximaciones metodológicas, la diversi-


dad y complejidad de las interacciones de los públicos, ya sean con los mediadores,
entre los integrantes de las familias, con la materialidad de los objetos o en torno a
las experiencias que se derivan de la visita y se plasman en herramientas de inter-
locución como pueden ser los libros de comentarios.

La sección abre con la propuesta de Patricia Aguilera titulada “La metodología ob-
servacional, una propuesta ad hoc para estudiar interacciones sociales en los mu-
seos y centros de ciencia”. En este artículo la autora analiza una de las dimensiones
de la visita a los museos que es de gran interés: la interacción guía-visitante. Ello en
el contexto de los museos y centros de ciencia, en los cuales este tipo de interacción
está presente en el día a día, y de la cual dependen en gran medida los resultados
que puedan alcanzarse en la visita y la experiencia que se derive. Cabe destacar que
muchos de los estudios sobre los públicos se han basado en el tipo de metodologías
que se aplican directamente con los visitantes, en particular al concluir la visita, y
algunas veces antes de iniciar, pero se hacen menos para valorar el durante, y me-
nos aún el tipo y características de esta interacción en las visitas mediadas, que
forman parte del contexto social de la visita. En la serie Estudios sobre Públicos y
Museos no teníamos representación de los museos y centros de ciencia y, por ello,
referí que este volumen se caracteriza por la diversificación de enfoques y contextos
que se abordan.

En el artículo titulado “Tras las huellas del jaguar. Los seguimientos al comportamien-
to de familias. El video como técnica en la evaluación sumativa de la exposición”,
Mildred Muñoz sitúa su aportación en el campo de la evaluación de exposiciones,
concretamente en la etapa sumativa.1 Además, estudia un tipo específico de públi-
co, las familias, y desde una técnica específica, el uso del video. En este trabajo nos
presenta una parte de los resultados de la investigación que conduce para obtener


1
Acerca de las etapas de la evaluación se pueden consultar: Pérez Castellanos (2016) y Pérez Santos (2000).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


19
Estudios sobre públicos y museos

el grado de Maestra en Museología por la encrym. Muñoz realizó una exhaustiva in-
vestigación de esta exposición exhibida en el Zoológico de Chapultepec de la Ciudad
de México de marzo a diciembre del 2014. Con el uso de un abanico de técnicas pudo
conocer cuál era el comportamiento de las familias, y a partir de ello valorar los re-
sultados en su aprendizaje. Dada la extensión y detalle de su investigación, aquí nos
ofrece un bosquejo de cómo aplicó el análisis de los videos en sala para valorar los
comportamientos, y la manera en que incorporó esta técnica para realizar los segui-
mientos de las familias y obtener algunas conclusiones sobre el aprendizaje familiar.

Por su parte, María Dolores Nájera Contreras y Rubí Conde Martínez nos presentan
un ejercicio exploratorio para aproximarse a la evaluación de la exposición tem-
poral De vuelta a Columbus. En el centenario de la Intervención norteamericana de
1916, exhibida en el Museo Nacional de las Intervenciones (mni). Para ello, en su
artículo “Atreverse a evaluar: Un recuento de casos en el Museo Nacional de las In-
tervenciones”, utilizan el análisis de los comentarios de los visitantes. Cabe señalar
que la estrategia planteada se diseñó como una actividad participativa derivada de
la propia exposición y que resultara lúdica para los visitantes. Así, mediante “El co-
rreo villista”, se recabaron las opiniones. Este ejercicio es parte de los esfuerzos del
equipo del área de Comunicación Educativa a fin de plantear y desarrollar un Pro-
grama de Estudios de Públicos al interior del museo. Al utilizar la sugerente expre-
sión “atreverse a evaluar” implican los retos que han enfrentado, y muestran cómo
la evaluación no es una tarea fácil cuya inclusión en los trabajos cotidianos de los
museos podamos dar por sentada; al contrario, requiere planeación, seguimiento,
tiempos para la ejecución y determinación, a fin de que sus resultados se apliquen.
Recomiendo poner en diálogo este artículo con el de Pérez Santos, pues los lectores
encontrarán que varias de las sugerencias en este último tienen su aplicación en el
ejemplo del mni, como fue la colaboración entre el equipo que planteó la estrategia
evaluativa y el curador de la muestra.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


20
Estudios sobre públicos y museos

La cuarta aportación de esta sección y última del volumen procede de las aproxima-
ciones desde la investigación cualitativa. En los estudios sobre los públicos de los
museos los enfoques cuantitativos han predominado tanto históricamente como
en número. Durante mucho tiempo se les tenía como la única alternativa “objeti-
va” y científica; pero también son populares porque derivan en reportes numéricos
fácilmente asimilables por las administraciones culturales o los inversionistas. Sin
embargo, no es poco lo que se ha aportado desde los enfoques cualitativos para
conocer las experiencias de los públicos, con recuentos de mayor profundidad y en-
tendiendo el sentido que estos actores confieren a su propia experiencia (Roberts,
1994; Davidson y Pérez, 2018).

Actualmente los estudios sobre los públicos de los museos hacen eco de la incorpo-
ración de nuevos temas, técnicas y preocupaciones presentes en otros ámbitos de
la investigación social. De esta manera, se abordan aspectos como el de las emo-
ciones, los recuerdos o las experiencias numinosas. Es en relación con estos y otros
aspectos que las técnicas cualitativas, como la entrevista en profundidad, ofrecen
una alternativa viable de comprensión e interpretación.

En el artículo “El análisis cualitativo de las narrativas de visitantes: Una reflexión en


torno a Aztecs: Conquest and Glory”, Rosa Elba Camacho relata el proceso de inda-
gación realizado para conocer en extenso las narrativas de los visitantes a esta ex-
posición internacional, presentada entre septiembre del 2013 y febrero del 2015, en
una sede neozelandesa y dos australianas. Sus resultados, fruto de la investigación
para obtener el grado de Maestra en Museología por la encrym, forman parte de un
proyecto mayor de gran escala y binacional en el cual se investigó el desarrollo del
intercambio de exposiciones entre México y Nueva Zelanda, cómo se articularon
estos proyectos y sus resultados, tanto en términos de la experiencia de visita como
de la colaboración entre profesionales y en el ámbito de la diplomacia cultural (Da-
vidson y Pérez, 2019). El aporte de Camacho, integrante del equipo de investigación,

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


21
Estudios sobre públicos y museos

consistió en realizar un análisis más específico de la relación de los visitantes con


los objetos en una suerte de encuentros interculturales en el tiempo y en el espacio.

Sobre la diversidad de voces en este volumen

Una de las dificultades a las que se enfrenta todo editor y coordinador de un volu-
men como el presente, es la de mantener un estilo general y a la vez respetar la voz y
personalidad de quienes escriben cada uno de los artículos. En conjunto con los au-
tores y autoras decidimos respetar el estilo personal de cada uno, ya que este refleja
una toma de posición respecto a la investigación, la forma de generar conocimiento
o buscar la comprensión y aprehensión de la realidad. Los enfoques cualitativos, por
ejemplo, hacen uso de la reflexividad que involucra “una conciencia de identidad,
o del yo del investigador dentro del proceso de investigación” (Elliott, 2005: 153);
el investigador se pone en juego como una herramienta más del proceso y por ello
declara subjetivamente desde la primera persona los cuestionamientos, procesos y
reflexiones que ha llevado a cabo.2

Dado que en este volumen los autores procedemos de diversos contextos profesio-
nales, como las ciencias exactas, la arquitectura, la arqueología, la antropología o el
diseño gráfico, dimos un voto a la diversidad y no a la unificación de nuestros enfo-
ques. Asimismo, al titular al volumen Referentes y experiencias de aplicación desde el
campo, hemos querido denotar que nuestras aportaciones se derivan de escenarios
concretos y abordan realidades tangibles.

De esta manera, con la presentación de nueve artículos de temáticas y enfoques


distintos, queremos seguir contribuyendo a la conformación de un cuerpo más
amplio de bibliografía sobre el tema de los estudios de públicos en México y otras
latitudes de habla hispana, para tender puentes con los profesionales dedicados a


2
Para ahondar sobre el particular puede consultarse Gúber (2004).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


22
Estudios sobre públicos y museos

esta tarea y continuar impulsando la formación en el área, a la par de contribuir a


la difusión del conocimiento que se genera día con día y a comunicar estrategias
clásicas de investigación, pero también nuevos abordajes.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


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Estudios sobre públicos y museos

Referencias

Elliott, J. (2005). Using Narrative in Social Research. Londres; Thousand Oaks; Nueva-
Delhi: Sage.
Davidson, L. y Pérez Castellanos, L. (2019). Cosmopolitan Ambassadors: Internatio-
nal exhibitions, cultural diplomacy and the intercultural museum. Delaware:
Vernon Press.
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Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


24
Estudios sobre públicos y museos

I. Propuestas sistemáticas
desde y para la formación

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


25
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1. Buenas prácticas en la investigación


del público en museos
No basta con adquirir sabiduría, es preciso, además, saber usarla.
Cicerón

Eloísa Pérez Santos

Resumen Abstract
Aunque las investigaciones sobre el público de los Although research on museums’ audiences have a
museos tienen una historia de casi un siglo, y han history of almost a century, and have proved their
demostrado su capacidad para aportar resultados ability to deliver valid results for museum institu-
válidos para las instituciones museísticas, los museos tions, museums are reluctant, not only to launch
son reacios tanto a poner en marcha investigaciones research on audiences, but to apply knowledge de-
sobre el público como a aplicar los conocimientos rived from them. This article analyzes the possible
derivados de las mismas. En este artículo se analizan causes of this issues, and proposes a series of prin-
las posibles causas de esta situación y se proponen ciples upon which future audience research should
una serie de principios en los que deben apoyarse be based. Additionally, it underlines the need to
las investigaciones acerca del público en el futuro; reach a compromise between museum institutions
asimismo, se subraya la necesidad de alcanzar un and those responsible of managing them, and
compromiso por parte de las instituciones museísti- researchers or interested entities, so that these
cas, los responsables de la gestión de las mismas y research works turn into a source of valid data to
los investigadores o las empresas interesadas, con design activities with visitors. In summary, this ar-
el fin de que estas investigaciones se conviertan en ticle reviews the most controversial topics around
una fuente de datos válidos para poner en marcha these type of research, and some of the ethical and
actividades con el público. En síntesis, se repasan los deontological norms and principles of good prac-
temas más polémicos en torno a este tipo de investi- tice that will help establish the scope of audience
gaciones y algunas de las normas éticas, deontológi- research in museums in the future.
cas y principios de buenas prácticas, que ayudarán a
marcar los límites de las investigaciones del público
de los museos en el futuro.

Palabras clave Key Words


Públicos, buenas prácticas, estudios de visitantes, Audience, good practices, visitor studies, museums.
museos.

 Cuestionario de público del Laboratorio Permanente de Público de Museos en el Museo Nacional Centro de Arte Reina
Sofía, en Madrid, España. Fotografía: © Eloísa Pérez Santos.

26
Estudios sobre públicos y museos

Introducción
Las investigaciones y evaluaciones realizadas sobre el público se han extendido por
nuestros museos. Desde que Ives Gilman comenzó a estudiar a los visitantes, en
1916, hasta nuestros días, la Visitor Research o Investigación del público, se ha con-
figurado como una disciplina que ha dado soporte metodológico a este tipo de es-
tudios y cuyos resultados han permitido organizar y sistematizar una gran cantidad
de conocimientos sobre las características, los comportamientos y las experien-
cias de los visitantes de museos. A lo largo del tiempo, la investigación del público
ha sido capaz de desarrollarse como disciplina aplicada a un ámbito concreto con
características muy especiales como es el museo.

En especial durante los últimos años del siglo xx y la primera década del siglo xxi, se
han delimitado, con bastante precisión, los perfiles básicos de los visitantes de los
museos en casi todo el mundo. De esta forma, se han descrito sus características
sociodemográficas y psicológicas con precisión, lo que ha permitido tener un buen
conocimiento de la audiencia real y potencial de los museos. Las nuevas tecnologías
de la información y el surgimiento de las redes sociales han abierto la posibilidad de
estudiar a amplios grupos sociales hasta ahora inaccesibles (Villaespesa, 2013; Russo,
Watkins, Kelly y Chan, 2008; Kidd, 2011; Fletcher y Lee, 2012).

Al mismo tiempo, en los últimos 30 años los estudios de público han logrado desa-
rrollar una metodología propia cada vez más sofisticada tanto cuantitativa como
cualitativa. También la investigación desarrollada dio luz a propuestas teóricas que
han aportado un marco de referencia imprescindible para la interpretación de los
hallazgos obtenidos. Destacables son los avances en la comprensión de los fenó-
menos relacionados con la adquisición del conocimiento y el aprendizaje a partir de
los contenidos expositivos (Falk y Dierking, 1992), la evaluación del aprendizaje ba-
sado en la experiencia (mla, 2004; Laboratorio Permanente de Público de Museos,
2015) y el estudio de las condiciones que favorecen y potencian las sensaciones

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


27
Estudios sobre públicos y museos

de inmersión y absorción en los museos y las exposiciones y, por lo tanto, aumen-


tan la probabilidad de que se produzca aprendizaje significativo (Perry, 1992; Rand,
2001; Hennes, 2003; Black, 2005). Buenos ejemplos y recopilaciones sobre el tema
pueden encontrarse en Estados Unidos (DiMaggio, Useem y Brown, 1978), Europa
(Hooper-Greenhill, 1998; Mironer, 2001; Provonost, 2002; lppm, 2011) e Iberoaméri-
ca (Cousillas, 1998, 2000; Conaculta, 2011; Puebla, 2012).

El gran avance experimentado en las comunicaciones, en particular en la última dé-


cada, ha multiplicado la difusión de los resultados de las investigaciones realizadas.
Hoy día la comunicación por medio de plataformas digitales y redes sociales, nos
proporciona acceso a muchos de los resultados de investigaciones en museos de
todo el mundo. De hecho, las investigaciones llevadas a cabo en museos concretos
han dado paso, en los últimos años, a las realizadas a través de redes de museos e
instituciones y que pretenden aunar esfuerzos para conseguir organizar, sistemati-
zar y utilizar los resultados obtenidos.

Sin embargo, aunque los estudios de público y la evaluación de las exposiciones


han demostrado sobradamente su eficacia en la gestión museística, no tienen la
implantación que cabría esperar dado su desarrollo. Muchos museos son reacios
tanto a llevar a cabo investigaciones sobre el público como a aplicar los conocimien-
tos derivados de las mismas. Por ello, la planificación basada en el público sigue
teniendo hoy importantes barreras que superar, como lo planteo a continuación.

La dificultad de implantación de los estudios de público en los museos


Desde 1974 la Asociación Americana de Museos (aam) hizo una declaración institu-
cional sobre la necesidad de realizar y aplicar las investigaciones sobre el público en
los museos y se informaba que el conocimiento acumulado a partir de los estudios
de públicos, era infrautilizado por los profesionales responsables de los museos y
exposiciones. En 1992 la misma asociación recomendaba a los museos de Estados

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


28
Estudios sobre públicos y museos

Unidos realizar análisis del público, evaluar la efectividad de las exposiciones y pro-
gramas y aplicar los resultados a su elaboración (aam, 1992), y llegó a su máximo
exponente con la puesta en marcha del Programa de Evaluación de Museos (map),
por el cual se instó a todos los museos estadounidenses a someterse a una evalua-
ción sistemática de carácter institucional (aam, 2000).

En Europa, algunos autores como Hooper-Greenhill (2007) afirman que el grado de


desarrollo de los estudios de público es muy desigual. Podría decirse que, a excep-
ción del Reino Unido, donde la cultura evaluativa en los museos está mucho más
extendida, las barreras a la evaluación y al análisis del público como soporte de las
decisiones de gestión museística, constituyen una lamentable evidencia.

En Iberoamérica, la situación es similar a la europea, porque incluso en aquellos


países donde la tradición investigadora, académica y de gestión cultural es más evi-
dente, los estudios de público en museos no han terminado de despegar. En Méxi-
co, por ejemplo, García Canclini (1993) se preguntaba ya por qué en un país como
México donde, al menos desde los gobiernos posrevolucionarios, se manifestaba
una intensa preocupación por extender los vínculos del arte y la cultura hacia las
masas, no se hacían investigaciones sobre públicos, consumo y recepción de bienes
culturales. Más recientemente, Pérez Castellanos (2017) afirma que, en México hoy
día, aún no se extienden los estudios de público de manera sistemática como tarea
cotidiana dentro del quehacer museístico y solo escasos esfuerzos se han hecho
en instituciones de cultura centrales como la Secretaría de Cultura, sin llegar a la
importancia de Estados Unidos, el Reino Unido o Australia. Incluso, en la última
década, los investigadores han evidenciado la escasa implantación de los estudios
en los países iberoamericanos (Castro, 2000; Rosas Mantecón, 2005; Bialogorski y
Cousillas, 2002; Cousillas, Sarno, Grandi y Lloret, 2006; Guzmán Cárdenas, 1995).

Recientemente, un estudio sobre la presencia de este tipo de investigaciones de pú-


blico en algunos países del sur de Europa (Romanello, 2013), señala algunas otras

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


29
Estudios sobre públicos y museos

razones para tener en cuenta. A partir de entrevistas en profundidad realizadas a


profesionales de los departamentos de educación o de actividades con el público de
algunos de los más importantes museos de Francia y España, Romanello descubrió
que los estudios, cuando se llevan a cabo, responden más a iniciativas personales que
a una estrategia planificada de gestión, y que en raras ocasiones los resultados de los
estudios cruzan las fronteras de los departamentos que los realizan o los encargan,
por lo que no suelen tener consecuencias en otros niveles de la organización del mu-
seo. A menudo, esta situación se agudiza por la propia estructura jerárquica de los
departamentos de los museos que impiden el flujo de información para la toma
de decisiones y no promueve la cooperación. En dicha situación las investigaciones
realizadas se usan más como argumento para justificar acciones o decisiones ya
adoptadas que para el desarrollo de audiencias o la implementación de los servicios.
Romanello (2013) cree que la investigación del público es vista como una buena for-
ma de hacer el trabajo independientemente de los resultados obtenidos, lo que im-
plica cierto cinismo en el comportamiento de los directivos de la institución, que por
una parte reconocen la importancia de los estudios y la cara amable con el público
que estos transmiten, pero por otra, no actúan en función de los resultados obteni-
dos. Es decir, esta “supuesta” preocupación por el público no se ve suficientemente
avalada por los hechos.

Aun cuando existe buena voluntad entre los profesionales que trabajan en museos
hacia la investigación de público, en ocasiones estos profesionales desconocen sus
aspectos técnicos más elementales, mantienen ideas erróneas y prejuicios sobre
los mismos, o simplemente son escépticos e ignoran el beneficio de sus resultados.

Por lo expuesto, parece evidente que la investigación del público de los museos se
halla en un momento crucial de su supervivencia como disciplina, al menos en algu-
nos entornos donde los museos tienen estructuras muy tradicionales. Parece que la
democratización y apertura hacia la participación del público, lo que implica integrar
la evaluación y la investigación de los visitantes como base de las decisiones al más

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


30
Estudios sobre públicos y museos

alto nivel, encuentra resistencias sustanciales que serán difíciles de vencer sin un
cambio radical en la forma de gestionar este tipo de organizaciones (Davies 2005;
Esmel-Pamies, 2009).

A continuación, se repasan los temas más polémicos en torno a estas investigacio-


nes analizando las posibles causas de esta situación y se proponen algunas de las
normas éticas, deontológicas y principios de buenas prácticas, en las que deberían
apoyarse las investigaciones del público de los museos en el futuro.

Los estudios de público son útiles y su aplicación es una cuestión de


restitución social
Como afirman Kotler y Kotler (2001) y la experiencia profesional nos muestra la-
mentablemente muy a menudo, los museos consideran que la investigación de
público es cara, porque supone un costo adicional a los elevados presupuestos
de los montajes expositivos o los proyectos museológicos. En este sentido, la eva-
luación de una exposición se considera más un gasto que un instrumento para
ahorrar esfuerzo, tiempo y dinero en las etapas previas y durante el montaje de
las exposiciones, que es donde radica su verdadera utilidad.

Ante este argumento, cabe resaltar algunas consideraciones, como por ejemplo,
que existe un amplio rango de investigaciones y técnicas de evaluación que pueden
ser aplicadas en los museos, y sin ser necesariamente costosas, aportan una gran
cantidad de información especialmente útil para la gestión (análisis detallados de
las estadísticas realizadas, observaciones discretas hechas por el personal de sala,
pequeños estudios con muestreos rigurosos, etcétera). Igualmente, deben conside-
rarse las posibilidades de colaboración entre instituciones (redes de museos), que
pueden constituir un apoyo apreciable para poner en marcha este tipo de estudios.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


31
Estudios sobre públicos y museos

Parece, por lo tanto, que como señala Prats (2003), más que un problema de pre-
supuesto nos hallamos ante una actitud, ya que la evaluación debe incorporarse al
proceso de creación de los productos del museo (exposiciones, actividades, publica-
ciones, páginas web, etcétera). De esta forma, sus resultados redundarán directa-
mente en el trabajo del museo y aportarán experiencia a sus profesionales, lo que,
desde todos los puntos de vista, conlleva beneficios sociales y económicos.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que las investigaciones y evaluaciones que so-
bre el público pueden llevarse a cabo en los museos, no tienen sentido sin la aplicación
de los conocimientos obtenidos en beneficio de una mejor comunicación entre las
instituciones museísticas y los visitantes de las mismas. Hacer investigaciones que
suponen un esfuerzo personal y económico importantes solo para “lavar la imagen
de las instituciones”, constituye un gasto innecesario además de un fraude hacia
los ciudadanos a los que van dirigido los estudios.

Los estudios de público constituyen un instrumento fundamental para la gestión del


museo, ya que pueden facilitar la toma de decisiones, basadas en un análisis objetivo
de la realidad. Los análisis del público actual y potencial y la evaluación de las expo-
siciones y de los servicios generales y de atención al visitante, proporcionan datos de
suma importancia sobre el funcionamiento actual del museo y sobre los aspectos en
los que se debe intervenir. Por ello, es evidente que la utilización de los datos propor-
cionados por este tipo de investigaciones conlleva una restitución del coste soporta-
do por los contribuyentes de dichos servicios que son a su vez sus beneficiarios.

Un ejemplo de cómo puede utilizarse la investigación y la evaluación en los museos


lo constituye el proyecto Laboratorio Permanente de Público de Museos1 del Minis-
terio de Educación, Cultura y Deporte de España, cuyas características esenciales
pueden hallarse en García Blanco (2017).


1
http://www.mecd.gob.es/cultura/areas/museos/mc/laboratorio-museos/inicio.html

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


32
 Figura 1. Cartel del Laboratorio Permanente de Público de Museos en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, España.
Fotografía: © Eloísa Pérez Santos.

Los estudios de público constituyen un instrumento


fundamental para la gestión del museo,
ya que pueden facilitar la toma de decisiones,
basadas en un análisis objetivo de la realidad.

33
Estudios sobre públicos y museos

Pero, ¿qué hace que los estudios de público sean efectivos? Según Reussner (2004),
a partir de su investigación en Australia y Nueva Zelanda, se trata de una combina-
ción de trece factores, de los cuales hay cuatro que discriminan a las instituciones
que sobresalen por sus buenas prácticas en investigación de públicos:

ƒƒ Comunicación: que los hallazgos estén disponibles amplia y fácilmente, que


los informes se proporcionen en un formato adaptado a las necesidades de
los usuarios finales de la información y que las implicaciones de la investiga-
ción se discutan también con los usuarios finales.

ƒƒ Responsabilidad: que alguien sea responsable de la investigación de público


dentro de la institución, incluso si es solo parcial.

ƒƒ Utilidad de la investigación: que la investigación esté dirigida y los hallazgos


sean útiles, procesables y fácilmente disponibles.

ƒƒ Participación: que el personal de la institución participe en actividades de


investigación de público porque pueden aportar información sobre las pre-
guntas y cuestiones que se investigarán, pueden ayudar a desarrollar los ins-
trumentos de investigación y, a veces, en el trabajo de campo, y porque pueden
discutir los resultados de investigación con el investigador.

Los trece factores que determinan la efectividad de los estudios de público en los museos
(Reussner, 2004)
1. Calidad de la investigación: el nivel de rigor científico y la solidez del estudio, el nivel de
calificación y la experiencia del investigador.
2. Aceptación y apoyo de la investigación en toda la institución, como una contribución
legítima y valiosa al trabajo del museo.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


34
Estudios sobre públicos y museos

3. Disponibilidad de recursos para la investigación en términos de dinero y personal (tiempo).


4. Integración: el grado en que la investigación se integra en procesos como el desarrollo de
exposiciones y otros proyectos.
5. Comunicación y difusión de los resultados de la investigación.
6. Responsabilidad: la responsabilidad formal de la investigación dentro de la organización.
7. Participación del personal durante el desarrollo y la realización de los estudios.
8. Orientación hacia el visitante en toda la institución.
9. Utilidad de la investigación: el grado en que la investigación y los hallazgos son útiles,
procesables y fácilmente disponibles.
10. Liderazgo en la gestión de alto nivel: el grado en que la investigación es apoyada e
impulsada por personas influyentes en la institución
11. Comprensión del papel y los métodos de la investigación de público entre el personal de la
institución.
12. Concienciación de la institución del beneficio que la investigación de público, en general,
y de los estudios realizados específicamente, suponen para la institución.
13. Disposición para aprender y aplicar los resultados de la investigación de público en la
institución.

Los estudios de público son una herramienta indispensable para la


toma de decisiones de gestión y no una prueba a superar
La investigación de público no es un fin en sí mismo, es un medio para comprender
y obtener información valiosa de los visitantes con el fin de utilizarla en la plani-
ficación de acciones, proyectos o programas museísticos. Es por ello que lejos de
imponerse de forma obligatoria, debe ser voluntaria.

La utilización de los resultados obtenidos en las investigaciones de público depen-


de, en gran medida, de la implicación de todos los departamentos de los museos en
su planificación, ejecución y aplicación. Por ello, las investigaciones deben respon-
der de forma puntual a los intereses y objetivos de cada institución y no al interés
personal de los propios investigadores o personas concretas. Los estudios generales

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


35
Estudios sobre públicos y museos

realizados al margen de la institución, sin conocimiento de cada una de las instan-


cias del museo, no suelen tener utilidad práctica porque no responden a las cues-
tiones que preocupan o a los problemas reales planteados. En este sentido, cuanto
más informados e implicados en los procesos evaluativos estén todos los profesio-
nales y trabajadores de los museos, y más participen en su planificación y puesta en
marcha, mayor probabilidad habrá de que se genere un verdadero compromiso con
la aplicación de los resultados obtenidos.

Hacer de la investigación y la evaluación un proceso participativo es, por otra parte,


la mejor forma de luchar contra el temor lógico asociado a todo proceso evaluati-
vo, que para muchas personas es sinónimo de examen, inspección o control más
que de información, retroalimentación y beneficio propio. En efecto, como ya se ha
señalado con anterioridad, los museos son reacios tanto a llevar a cabo investiga-
ciones sobre el público como a aplicar los conocimientos derivados de las mismas.

Las reticencias ante los datos de las investigaciones son frecuentes. La palabra eva-
luación suscita a menudo desconfianza. Se concibe como un juicio, un examen o
una prueba a superar, como un proceso que puede sacar a la luz los errores cometi-
dos o los fallos de gestión y no como una herramienta de ayuda en la toma de deci-
siones. Algunas ideas erróneas sobre la evaluación y la investigación de público en
museos y exposiciones deben ser aclaradas y rebatidas, ya que encierran un desco-
nocimiento sobre lo que es la investigación de público en los museos y promueven
actitudes irracionales que redundan a la larga en una menor efectividad, una peor
imagen y un anquilosamiento de las instituciones museísticas.

Es una labor de todos los que nos dedicamos a este tema y de los responsables políti-
cos y los gestores, poner en marcha acciones para derribar las barreras actitudinales
que impiden la aceptación de este tipo de estudios, en todos los niveles y profesiona-
les que trabajan hoy en los museos. La evaluación debe entenderse como una herra-
mienta para la planificación y no como un instrumento de control a posteriori.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


36
Estudios sobre públicos y museos

Los estudios de público deben integrarse en un sistema participativo


y colaborativo
La investigación de público y la evaluación implica un proceso participativo públi-
co-museo. Muchos museos europeos y estadounidenses, principalmente, comen-
zaron ya en el siglo pasado a priorizar la visión del público, poniendo a este en el
lugar que se merece, como agente participativo del cambio imparable que los mu-
seos actuales están experimentando, y no como receptores pasivos que esperan
pacientemente a que nos pongamos de acuerdo en qué tipo de mensajes debemos
transmitir y cómo hacerlo. Nina Simon (2010), pionera en la propuesta de museos
participativos, ha formulado un modelo de participación en el museo concebido
como un lugar donde los visitantes pueden crear, compartir e interactuar en torno
a un contenido (colección).

Hoy día la investigación de los públicos y la evaluación en los museos se hallan


irremediablemente unidos a la participación. De hecho, muchas metodologías uti-
lizadas en los estudios de público son procesos participativos que forman parte del
conocimiento de los visitantes, como la incorporación de las redes sociales para re-
cabar información sobre intereses, valoraciones y propuestas.

Sin embargo, al igual que la evaluación, la participación no es un fin en sí mismo,


sino una estrategia que persigue una implicación más activa del visitante en una
institución que debe servir como plataforma para conectar a diferentes usuarios
que actúan como creadores de contenido, distribuidores, consumidores, críticos y
colaboradores (Simon, 2010).

Considerar que la participación en los museos es una buena práctica en sí misma


sin datos de evaluación que avalen la utilidad de los procesos participativos para
conseguir los objetivos propuestos, es poco riguroso. La participación de los pú-
blicos en los museos no es solo una expresión de la democratización de la cultu-
ra, sino un ecosistema donde los estudios de público tienen mucho que aportar.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


37
Estudios sobre públicos y museos

Comprobar mediante investigaciones bien diseñadas si la participación del públi-


co en la producción expositiva y museística mejora la interacción entre el público
y las colecciones es un reto en los próximos años.

Por otra parte, los estudios de público potencian el cambio de estructuras obsoletas
a sistemas eficientes de trabajo en los museos. Así, la introducción de la evaluación
y el análisis del público en los procesos de producción de los museos pueden cons-
tituir una oportunidad para cambiar y modernizar viejas estructuras organizativas
que perpetúan sistemas jerarquizados de actuación basados en esquemas obsole-
tos incompatibles con los nuevos movimientos de participación social (Simon 2010;
Hooper-Greenhill, Sandell, Moussouri y O’Riain, 2000), potenciando la formación de
equipos multidisciplinares de diseño y producción de exposiciones, actividades y
programas museísticos (García Blanco, 1999).

Romanello (2013) señala que la inclusión de los estudios de público en una insti-
tución tiene un doble nivel de influencia. El primer nivel es el inmediato, se plasma
en las actividades que involucran directamente a los visitantes y sus experiencias
dentro del museo. El segundo nivel de impacto debe considerarse desde una pers-
pectiva más amplia, es la adopción de un paradigma interpretativo de orientación
al público que enfatiza el punto de vista de la audiencia en la conceptualización de
políticas y estrategias en museos e instituciones culturales.

Por todo ello, como afirma Reussner (2004), “la efectividad de la investigación de
público no debe ser responsabilidad exclusiva de los investigadores, sino un proble-
ma que concierne a la institución donde se lleva a cabo en su conjunto. Es impor-
tante hacer de la investigación de público una parte integral de la organización, de
sus actividades y de su cultura”.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


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 Figura 2. Realizando una entrevista de evaluación de una exposición en el Museo Nacional de Artes
Decorativas, en Madrid, España. Fotografía: © Eloísa Pérez Santos.

39
Estudios sobre públicos y museos

Los estudios de público y el marketing cultural no son lo mismo


Aunque en ocasiones la diferenciación de los estudios de público y el marketing cul-
tural puede llegar a ser difusa, conviene diferenciar estas dos actividades presentes
en los museos de hoy. Los objetivos, la filosofía inherente, los métodos, los intereses
últimos y el tipo de variables que manejan, distinguen de forma clara una disciplina
de la otra.

“El marketing cultural es el arte de alcanzar aquellos segmentos de mercado in-


teresados en el producto —precio, distribución y promoción— con el objetivo de
poner en contacto al producto con un número suficiente de consumidores y alcan-
zar así los objetivos de acuerdo con la misión de la organización cultural” (Colbert y
Cuadrado, 2003: 28). Esta definición, ampliamente aceptada, pone de manifiesto la
esencia del marketing cultural, cuyo objetivo, aplicado a los museos, es aumentar el
número de personas vinculadas al museo, y la frecuencia e intensidad de sus expe-
riencias, mediante un modelo de lealtad sostenible, con potencial de crecimiento,
con unos costes asociados asumibles y que sirva como fuente de ingresos estable
(Fernández, 2013).

Tabla 1. Diferencias entre los estudios de público y el marketing cultural.


Estudios de público Marketing cultural

Participante/usuario Consumidor/expectador

Al servicio de la sociedad Al servicio de la industria

Inclusión social Aumento de consumidores

Estudios sistemáticos Estudios puntuales

Investigación social Investigación de mercado

Aparece en la década de 1920 Aparece en la década de 1960

Sociología/Psicología Economía

Efectividad Eficacia

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


40
Estudios sobre públicos y museos

Más centrado en el conocimiento Más centrado en la aplicación del conocimiento

"Variables de interés: motivación, expectati- "Variables de interés: producto, canales de distri-


vas, experiencias, hábitos de visita, identidad, bución, servicios, ventas y promoción, patrocina-
aprendizaje, integración social" dores, imagen de marca"
Cultura de la evaluacion y la rendición de Cultura de la estrategia y la eficiencia en los
cuentas recursos

Autores como Wells y Butler (2002) consideran que el marketing está detrás de la
parte más descriptiva y demográfica de la jerarquía de evaluación centrada en el visi-
tante. Esta jerarquía muestra la importancia de evaluar las experiencias integrales del
visitante en entornos informales, el extenso rango de preguntas que se pueden for-
mular, los métodos que se pueden utilizar para comprender y la variedad de opciones
de evaluación del impacto de los programas de aprendizaje informal en los museos.
Aunque el marketing cultural puede dar respuestas a algunas de estas preguntas,
conforme subimos en la jerarquía, las medidas y los métodos aumentan su comple-
jidad. Los estudios de público como consecuencia de su interdisciplinariedad, a dife-
rencia del marketing, cubren todo el espectro de experiencias y variables evaluables.

 Figura 3. Jerarquía de la evaluación centrada en el visitante (tomado de Wells y Butler, 2002).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


41
Estudios sobre públicos y museos

El marketing aplicado a los museos ha desarrollado desde sistemas de captación y


fidelización de público hasta metodologías más complejas y avanzadas de segmen-
tación de perfiles y optimización de las comunicaciones, considerando siempre que la
buena gestión de los museos se apoya en la optimización de los recursos disponibles.
Es por tanto imprescindible para conseguir instituciones eficientes, bien gestionadas
y adecuadamente financiadas, pero no puede sustituir a los estudios de público.

Aunque en ocasiones se haya acusado al marketing de complacer a las masas o


comprometer la misión última de los museos, como afirma Kotler (2001), en todos
los campos hay buenas y malas prácticas, el papel del marketing debe ser el de apo-
yar los objetivos del museo, no definir tales objetivos.

Porque, como señala Schmilchuk (2004), la necesidad actual de hacer rentables las
instituciones no debe convertirse en la meta primordial de los museos, ni en el úni-
co propósito de los estudios de públicos que se propongan. El reto no es aumentar
audiencias… El reto es que la relación museo-sociedad sea el verdadero soporte y
fuerza de la institución.

Por ello, en la línea de Pérez Castellanos (2017), establecer una clara identidad, que
distinga a los estudios de públicos y sus propósitos de los estudios de mercado, es cla-
ve, a la vez que debe permitir el diálogo entre ambas áreas para un mayor beneficio,
principalmente de los ciudadanos a los cuales se debe el museo como institución.

Los estudios de público requieren profesionales instruidos en el tema


La investigación social, en general, y los estudios de los públicos de los museos no
son tareas sencillas. Para que las investigaciones llevadas cabo tengan la validez
adecuada y puedan ser utilizables, deben ser dirigidas por expertos. Conocer la ex-
tensa literatura relevante sobre el tema, tener conocimientos prácticos sobre los
diseños de investigación y la metodología empleada en este tipo de estudios, po-

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


42
Estudios sobre públicos y museos

seer destrezas específicas en el análisis y la interpretación de los datos y tener las


competencias necesarias para trabajar en equipo, son requisitos imprescindibles
para asegurar la calidad del trabajo realizado y la rentabilidad de los resultados.

Sin embargo, como afirma Silverman (1995), estas competencias no se hallan ni en


los profesionales de las ciencias sociales, como antropólogos, psicólogos o pedago-
gos, ni en los profesionales de museos, como museólogos, conservadores, etcétera.
A los primeros les falta un conocimiento específico del contexto del museo, y a los
segundos, una mayor capacitación en técnicas y metodologías de la investigación.
La Visitor Studies Association (vsa), por ejemplo, editó en el 2008 una lista de com-
petencias necesarias para realizar investigaciones de público (vsa, 2008).

Competencias profesionales para la investigación de públicos en


museos (vsa, 2008)

Competencia A. Principios y prácticas de los estudios de visitantes


Todos los profesionales involucrados en la práctica de la investigación y evaluación de visitantes
deberían estar familiarizados con la historia, terminología, desarrollos pasados y actuales, clave
actual e histórica, publicaciones, y principales contribuciones del campo. Los profesionales de los
estudios de visitantes también deberían estar familiarizados con las principales áreas que tienen
relevancia para los estudios de los visitantes, incluida la evaluación, las teorías educativas, el di-
seño ambiental, la psicología del desarrollo, la teoría de la comunicación, los estudios del ocio y la
investigación de mercado.

Competencia B. Principios y prácticas de los contextos del aprendizaje informal


Todas las personas que participan en la investigación y evaluación de los visitantes deben cono-
cer los principios del aprendizaje en contextos informales, las características que definen dichos
contextos y comprender cómo el aprendizaje ocurre en entornos informales. Se requiere, tam-
bién, una adecuada comprensión de los principios, prácticas y procesos mediante los cuales se
diseñan o crean estas experiencias para hacer interpretaciones y recomendaciones inteligentes
del estudio.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


43
Estudios sobre públicos y museos

Competencia C. Conocimiento y prácticas en investigación social, métodos de evaluación,


análisis e interpretación y análisis de datos
Los profesionales de los estudios de visitantes no solo deben comprender, sino también
demostrar práctica suficiente en los métodos de la investigación en ciencias sociales, como:
• Diseño de la investigación
• Diseño de instrumentos y protocolos
• Técnicas de medición
• Muestreo
• Análisis de los datos
• Interpretación de datos
• Redacción de informes y comunicación oral
• Ética en investigación de sujetos humanos
• Diseño de investigación, medición y análisis que muestre sensibilidad a la diversidad
y la diversidad de fuentes

Competencia D. Prácticas en planificación de proyectos y gestión de recursos


Los profesionales de los estudios de visitantes deben poseer las habilidades apropiadas para dise-
ñar, dirigir y realizar informes de estudios de visitantes y evaluación. Los profesionales deben de-
mostrar su capacidad para conceptualizar un estudio de visitantes o un proyecto de evaluación
en un contexto de aprendizaje informal, demostrando aptitudes para su gestión y administra-
ción en la institución (es decir, programación, presupuesto, personal, contratación).

Competencia E. Compromiso profesional


Los profesionales de los estudios de visitantes deben comprometerse con el seguimiento, la di-
fusión y la evaluación crítica de teorías, estudios, actividades y enfoques utilizados y relevantes
para los estudios de visitantes. Mediante la asistencia a conferencias y presentaciones, debates,
revistas y publicaciones, y otros foros formales e informales de comunicación, los profesionales
de estudios de visitantes deben apoyar el desarrollo continuo de la investigación y evaluación de
visitantes.

Por otra parte, aunque los profesionales que trabajan en un museo no tienen que
ser expertos en este tipo de investigaciones, es necesario que, al menos, las personas
encargadas de los departamentos relacionados con los servicios al público (departa-
mentos de difusión, de educación, de atención al público) y los máximos responsables
de estas instituciones, tengan una formación específica sobre el tema que les permi-
ta conocer las principales fuentes documentales sobre informes y aplicaciones de la
investigación del público, formular objetivos específicos de investigación, interpretar
adecuadamente los resultados de las investigaciones y sacar conclusiones apropia-
das, valorar el alcance, la calidad y la utilidad de los estudios a realizar.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


44
Estudios sobre públicos y museos

Siguiendo a Pérez Castellanos (2017), la formación de profesionales en el ámbito de los


museos con un pensamiento orientado a los visitantes es clave, tanto como la profe-
sionalización de los que ya, dentro de este ámbito, desean dedicarse de forma directa
al estudio de la relación públicos-museos en sus diferentes vertientes y complejidad.

En este sentido, la divulgación de este tipo de estudios, la información adecuada so-


bre las técnicas y los procedimientos empleados, es decir, la formación de los nuevos
profesionales de los museos es indispensable para que las reticencias desaparez-
can. Incluir formación específica sobre esta área de investigación entre los conteni-
dos de los cursos para los nuevos conservadores y profesionales que se incorporan a
los museos está provocando que estas nuevas generaciones sean mucho más pro-
clives a la utilización de los estudios de público, conozcan mejor los beneficios que
les pueden ofrecer y comiencen a entender su uso como herramienta de gestión.

Los estudios de público deben seguir las normas éticas de la investiga-


ción social y de la misión del museo
Los especialistas en la investigación del público (internos o externos al museo) y las
empresas que ofrecen este tipo de servicios, deben hacerlo de una forma honesta
e íntegra, acorde con sus competencias y con los más altos estándares, respetando
a las personas evaluadas y asumiendo las responsabilidades que todo ello conlleva.

El Código de Conducta Europeo para la Integridad de la Investigación (allea, 2017)


establece cuatro principios de buenas prácticas en la investigación de cualquier
tipo:

ƒƒ Fiabilidad para garantizar la calidad de la investigación, reflejada en el diseño,


la metodología, el análisis y el uso de los recursos.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


45
Estudios sobre públicos y museos

ƒƒ Honestidad en el desarrollo, emprendimiento, revisión, información y comu-


nicación de la investigación de forma transparente, justa, plena e imparcial.

ƒƒ Respeto por los colegas, la investigación, los participantes, la sociedad, los eco-
sistemas, el patrimonio cultural y el medio ambiente.

ƒƒ Responsabilidad de la investigación, desde la idea inicial hasta su publicación,


de su gestión y organización, del entrenamiento, supervisión y mentoría, y de
su impacto final.

Entre estas responsabilidades está el ayudar a los responsables de las instituciones y a


los profesionales implicados a delimitar los objetivos de las investigaciones y realizar
todas aquellas tareas que potencian la utilización de los resultados obtenidos (implica-
ción del personal, colaboración en formación de colaboradores, redacción de informes
comprensibles y útiles, etcétera). Algunos organismos internacionales han publicado
guías de buenas prácticas que pueden ser interesantes a este respecto, como la de la
American Evaluation Association (aea, 2004).

Principios para guiar a los evaluadores en su práctica profesional


establecidos por la American Evaluation Association (aea, 2004)

Investigación sistemática: 1. Cumplir con los más altos estándares técnicos apropiados a
los evaluadores deben realizar los métodos que usan.
investigaciones sistemáticas
basadas en datos. 2. Explorar con el cliente las deficiencias y puntos fuertes de las
preguntas de evaluación y sus enfoques.

3. Comunicar los enfoques, métodos y limitaciones de la eva-


luación con precisión y con suficiente detalle para permitir
a otros comprender, interpretar y criticar su trabajo.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


46
Estudios sobre públicos y museos

Competencia: los evaluadores 1. Comprobar que el equipo posee la educación, habilidades y


deben mostrar un rendimien- experiencia apropiada para la evaluación.
to competente.
2. Comprobar que el equipo demuestra competencia cultural
y uso apropiado de las estrategias de evaluación para tra-
bajar con grupos culturalmente diversos.

3. Practicar dentro de los límites de sus competencias, de-


clinando realizar evaluaciones que caen fuera de esos lí-
mites, explicando claramente cualquier limitación de la
evaluación que pudiera ocurrir en ese caso.

4. Perseguir el mantenimiento y mejora de sus competencias


para proporcionar el más alto nivel de rendimiento en sus
evaluaciones.
1. Negociar honestamente con clientes y partes interesadas
con respecto a los costos, tareas, limitaciones de la meto-
Integridad y honestidad: los dología, alcance de los resultados y usos de datos.
evaluadores deben mostrar
honestidad e integridad en 2. Denunciar cualquier función o relación que podría plantear
su propio comportamiento un conflicto real o aparente de intereses antes de aceptar
garantizando la honestidad una tarea.
e integridad de la totalidad
del proceso de evaluación. 3. Registrar e informar de todos los cambios en los planes ori-
ginales del proyecto negociado, y la razón de los mismos,
incluyendo cualquier posible consecuencia que podría re-
sultar.

4. Ser explícito sobre sus propios intereses y valores, el de sus


clientes, y los de otros interesados relacionados con la eva-
luación.

5. Presentar con precisión sus procedimientos, datos, y hallaz-


gos, e intentar prevenir el mal uso de su trabajo por otros.

6. Trabajar para resolver cualquier inquietud relacionada con


los procedimientos o actividades que puedan derivar en
información de evaluación engañosa, declinando llevar a
cabo la evaluación si los problemas no pueden ser resuel-
tos y consultar a colegas o partes interesadas relevantes
sobre otras formas de proceder si no puede declinarse.

7. Divulgar todas las fuentes de apoyo financiero para una


evaluación, y quién la encarga.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


47
Estudios sobre públicos y museos

Respeto por las personas: 1. Buscar una comprensión integral de los elementos contex-
los evaluadores deben res- tuales de la evaluación.
petar la seguridad, la digni-
dad y la autoestima de los 2. Cumplir con la ética profesional actual, estándares y regu-
encuestados, participantes laciones con respecto a la confidencialidad, el consenti-
del programa, clientes y miento informado y los riesgos potenciales o daños a los
otras partes interesadas en participantes.
la evaluación.
3. Busca maximizar los beneficios y reducir cualquier daño
innecesario que pueda ocurrir en una evaluación y juzgar
cuidadosamente si los beneficios de la evaluación pueden
perderse frente a los riesgos potenciales.

4. Llevar a cabo la evaluación y comunicar sus resultados de


una manera que respete la dignidad y la autoestima de las
partes interesadas.

5. Promover la equidad social en la evaluación, siempre que


sea posible, para que aquellos que colaboran en la evalua-
ción puedan beneficiarse a cambio.

6. Comprender, respetar y tener en cuenta las diferencias en-


tre los interesados en cultura, religión, discapacidad, edad,
orientación sexual y etnia.
Responsabilidades para con 1. Incluir perspectivas relevantes e intereses de todo el rango
el público y el bienestar ge- de diferencias de las partes interesadas.
neral: los evaluadores deben
articular y tener en cuenta la 2. Considerar no solo los resultados inmediatos de la evalua-
diversidad del público general, ción, sino también los supuestos generales, las implicacio-
sus intereses y valores. nes y los posibles efectos secundarios.

3. Permitir el acceso de los interesados y la difusión activa de


la información y los resultados de la evaluación, de forma
comprensible, pero respetando el honor de las personas y
cumpliendo los compromisos de confidencialidad.

4. Mantener un equilibrio entre el cliente y los intereses y ne-


cesidades de los otros interesados.

5. Tener en cuenta el interés público al ir más allá del análi-


sis del interés particular y considerando el bienestar social
como un todo.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


48
Estudios sobre públicos y museos

Por otro lado, cualquier investigación con personas implica la asunción de algunos
principios éticos relevantes, como el respeto a la dignidad, la libertad, la autono-
mía y la intimidad de las personas. Seguir las recomendaciones éticas al realizar
una investigación de público redunda en la cooperación desinteresada de los par-
ticipantes, necesaria para aportar validez a los datos recogidos. Por ello, algunas
asociaciones profesionales como la British Museums Association (2003), han pro-
puesto normas específicas para la investigación de los públicos de los museos.

Algunas normas éticas en la investigación de público en museos basadas en el código ético de


los museos de la British Museums Association (2003)

• Todos los métodos de evaluación tienen ventajas y desventajas y todos implican


consideraciones éticas.
• Los niños menores de 14 años no deben ser entrevistados sin el permiso y la presencia de
padres o cuidadores.
• Puede ser importante encontrar un lugar para sentarse fuera de las exhibiciones para
asegurar que los visitantes tengan el nivel correcto de confort y privacidad.
• Deben darse garantías sobre el derecho al anonimato y el derecho a rechazar el contacto
de seguimiento por teléfono o carta. La Ley de Protección de Datos exige que se separen los
nombres de los visitantes de las respuestas en los cuestionarios.
• Los visitantes deben tener el derecho de negarse a responder preguntas.
• Los investigadores deben dejar en claro los usos que se darán a los datos de los visitantes.
• Cuando se utilicen procedimientos de observación estos nunca deben interferir con la
experiencia del visitante.
• Debe informarse a los visitantes que pueden ser observados, mediante sistemas que no
provoquen reactividad en su comportamiento.

Parece claro, por consiguiente, que es necesario un compromiso por parte de las
instituciones museísticas, los responsables de la gestión de las mismas y los inves-
tigadores o las empresas interesadas en el tema, para que este tipo de investiga-
ciones y evaluaciones sean verdaderamente utilizadas como una fuente de datos
válidos en beneficio del público.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


49
Estudios sobre públicos y museos

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2. El Índice de Centralidad en los Públicos.


Una herramienta para valorar qué
tanto se enfocan los espacios
museales a sus públicos
Manuel Gándara Vázquez y Leticia Pérez Castellanos

Resumen Abstract
En este artículo se presentan las razones que ani- This article presents the reasons behind the creation
maron la creación de una herramienta para valo- of a tool that assesses the importance that various
rar la importancia que diversos espacios museales museum spaces place on their audiences, especially
dan a sus públicos, especialmente a aquellos que their visitors. For that, we consider several aspects
los visitan. Para ello, tomamos en consideración that influence their visit according to what has been
diversos aspectos que afectan su visita, de acuerdo pointed out by scholars of the visitor experience,
con lo señalado por autores estudiosos de la expe- as well as contributions of visitor studies. Firstly,
riencia de visita, así como desde los aportes de los we recount the design process of the Audience
estudios de públicos. En primer lugar, relatamos Centrality Index (aci), its conceptual foundations
el proceso de diseño de la herramienta Índice de and the transformations it went through from its
Centralidad en los Públicos (icp), sus fundamentos creation; then we present the instrument and its
conceptuales y las transformaciones que tuvo rollout protocol, validated through successive ex-
desde su creación; en segundo, presentamos el periences in several museum spaces, together with
instrumento con su protocolo de aplicación, el cual professionals from different fields who contributed
fue validado en sucesivas experiencias realizadas to enrich this tool.
en espacios museales diversos y acompañados por
profesionales de diferentes áreas que contribuye-
ron a enriquecer esta herramienta.

Palabras clave Key Words


Centralidad, evaluación, espacios museales, estu- Centrality, evaluation, museal spaces, visitor studies.
dios de públicos.

 Exposición Picasso y Rivera. Conversaciones a través del tiempo, Palacio de Bellas Artes, 2017.
Fotografía: © Leticia Pérez Castellanos.

57
Estudios sobre públicos y museos

El surgimiento de un pensamiento centrado en los públicos


Algunos autores señalan el constante cambio ocurrido en los museos que, a lo largo
de la historia, han transformado su propósito principal y el centro de sus activida-
des, desde una perspectiva que daba primacía a los objetos, hacia otra, en donde los
visitantes tienen un papel primordial. En su famoso artículo titulado "From being
'about' something to being 'for' somebody", Stephen Weil (1999) argumentó que
los museos han pasado de ser “sobre algo” a ser “para alguien”. Por su parte Kars-
ten Schubert, en The Curator’s Egg, señaló que “La historia de los museos desde la
Revolución Francesa hasta el presente puede ser vista como un cambio gradual en
el que los visitantes pasaron de ocupar la periferia del trabajo museal a ocupar el
centro” (2009: p. 70).

Existen indicadores que constatan este cambio. Por ejemplo, las misiones de los
museos se han transformado de dar prioridad a las colecciones o al patrimonio,
para incorporar a los públicos. Otro indicador es el balance entre el presupuesto y
el tiempo invertidos en las diferentes tareas del museo: el paulatino incremento
en el personal de departamentos educativos y de atención al público ha sido un
factor importante para balancear una situación en la que se otorgaban más recur-
sos a las colecciones, su conservación, investigación y exhibición. También existe
una mejora en los servicios que se proveen al público, reflejados en quioscos de
información, sistemas de reservaciones, departamentos de atención, y en brindar
herramientas para la interlocución, como buzones de quejas y libros de comenta-
rios. Finalmente, el surgimiento, crecimiento y paulatina consolidación de los estu-
dios de públicos, denota a su vez un interés por conocer a nuestros interlocutores y
por buscar adecuar las estrategias a sus necesidades, intereses, estilos diversos de
aprendizaje, etc. Una vasta literatura en el tema da cuenta de ello (Davidson, 2015;
Hooper-Greenhill, 2006; Pérez Castellanos, 2016; Pérez Santos, en este volumen).

Es así como hoy prácticamente todo museo clama que lo más importante son los vi-
sitantes. De manera reiterada se destaca que nos debemos a ellos y que el trabajo de

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


58
Estudios sobre públicos y museos

nuestras instituciones ha de estar dirigido hacia sus necesidades e intereses diversos.


Pero, en la práctica, ¿sucede? Diversos factores conducen a que esta aspiración —más
teórica que práctica— no se refleje en las salas de los museos, en sus vestíbulos y en
la manera en que se diseñan las exposiciones. Con agudeza en la mirada podemos
detectar que día a día se cometen acciones indebidas contra los visitantes: cédulas
largas, poco legibles, con lenguaje técnico; señalizaciones confusas, falta de herra-
mientas para la orientación cognitiva y espacial, guardias enojones, etcétera.

Al mismo tiempo, dentro de la propia profesión museística han surgido voces que
critican los enfoques excesiva, o exclusivamente, centrados en visitantes. Se consi-
dera que enfocar el trabajo de los museos ciento por ciento hacia el público lleva a
descuidar otras tareas sustantivas de la institución, o bien a adoptar un enfoque en
el que a los visitantes se les ve como clientes a complacer a toda costa, como sucede
en modelos más cercanos a las empresas comerciales o en modelos mercantiliza-
dos (Pinochet y Güell, 2014; Schmilchuk, 2004).

Opinamos que se pueden balancear tres aspectos de la centralidad del museo más
allá de solo los visitantes. Nuestra propuesta —en desarrollo— incluye mirar de
una manera integral la relación entre a) el patrimonio, b) los públicos y c) los profe-
sionales de los museos. De esta manera, plantear espacios museales centrados en
personas. No es el propósito de este artículo ahondar en este modelo, pero es nece-
sario mencionarlo porque el instrumento de centralidad que presentamos se aboca
a uno de estos tres aspectos: los públicos.

Al desarrollar estrategias en los espacios museales necesariamente lo hacemos


para alguien. Es en ese alguien en quien deberíamos pensar; sin embargo, las tareas
de las áreas involucradas en nuestras instituciones son tan amplias que muchas
veces desvían nuestra mirada hacia otros aspectos. En la propuesta de un círculo
gravitacional en donde los públicos ocupan el centro, existen áreas que natural-
mente se encuentran más cercanas, mientras que otras olvidan por completo que
tenemos un interlocutor (figura 1).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


59
Estudios sobre públicos y museos

Servicios escolares y Museógrafos


atención al público Curadores
Intérpretes

Públicos

Front desk Directivos


Autoridades

 Figura 1. Importancia de los públicos. Leticia Pérez Castellanos (elaboración propia).

Entonces, ¿cómo evaluar la centralidad de los públicos, es decir, la importancia que


los museos les dan, el grado en el que centran en ellos su atención? El instrumento
que presentamos en este trabajo precisamente intenta medir esta característica.
Su objetivo es dar a los espacios museales una indicación de dicha centralidad, así
como los factores que inciden en ella y que, de atenderse, permitirían mejorarla.
En una primera sección relatamos cómo se originó el instrumento y cuáles son sus
fundamentos teóricos; luego comentamos las variables que intenta medir y por
qué son importantes, así como el proceso para su validación; posteriormente ha-
blamos de cómo se aplica y la manera en que sus resultados permiten mejorar la
centralidad en los públicos; cerramos con algunas reflexiones finales, antes de pre-
sentar, en los anexos, el instrumento y el protocolo para su aplicación.

Antes de continuar, hacemos un par de precisiones terminológicas: ¿públicos o visi-


tantes?, ¿museos o espacios museales? Hasta ahora nos hemos referido a los térmi-
nos públicos y visitantes como sinónimos, pero ¿lo son? En cierto sentido sí. Podemos
decir que los públicos de un espacio museal son aquellos que se interesan por este,
están pendientes de lo que ocurre en dichos espacios, los siguen en redes sociales o
consumen sus diversas propuestas (página web, publicaciones, exposiciones, etcétera);

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


60
Estudios sobre públicos y museos

en cambio, los visitantes son aquellos quienes, en efecto, corpórea o virtualmen-


te, asisten al museo, quienes cruzan un umbral y acceden a su oferta (Pérez Cas-
tellanos, 2017: 14).

Por otra parte, utilizamos el término espacio museal para ser más incluyentes, bus-
cando dar lugar a la gran variedad de espacios que, sin ser estrictamente considera-
dos como museos de acuerdo con la definición actual del Consejo Internacional de
Museos (icom), sí ponen en contacto al patrimonio, en sus diversas manifestacio-
nes, con públicos diversos a través de actos expositivos de comunicación.1

El Índice de Centralidad en los Públicos (icp)


La propuesta que aquí presentamos es un índice de centralidad en el público, al
que en versiones anteriores llamábamos Índice de Centralidad del Visitante. Por
las razones ya señaladas decidimos adoptar la denominación más amplia y lla-
marle Índice de Centralidad en los Públicos (icp). Como herramienta de evaluación
se ubica en la llamada valoración crítica, esto es, las series de estrategias que
pueden tener los museos y otros espacios culturales para valorar su labor, sin in-
volucrar la interlocución directa con los públicos y visitantes.2 No son entrevistas
o cuestionarios que se apliquen con ellos, se trata de una herramienta de autoe-
valuación de la propia institución.

Como tal, surgió de un encuentro de ideas. Por un lado, a Manuel Gándara le preo-
cupaba contar con un mecanismo para diagnosticar rápidamente diversos aspec-
tos que influyen en la experiencia de visita, recogidos principalmente en autores
como Falk, Dierking y McLean, que combinó con los obtenidos en sus propias visitas


1
El desarrollo de esta idea se puede leer en: https://eldivanmuseologico.wordpress.com/?s=espacios+-
museales.

2
Un ejemplo de valoración crítica es el Marco de los Jueces de Excelencia desarrollado por Beverly Serrell
(2006) y una serie de profesionales de la ciudad de Chicago.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


61
Estudios sobre públicos y museos

a museos. Inicialmente pensó en crear algo como “la evaluación clínica de un pa-
ciente”. Por su parte, para Leticia Pérez, era importante tener un instrumento de
medición que permitiera comparaciones en el tiempo, y entre casos, para utilizarlo
como diagnóstico, como una herramienta de autoevaluación, o comparativamente.
De ahí surgió la idea de crear un índice.3

Las preocupaciones que atiende, sus bases conceptuales


La herramienta valora cuantitativa y cualitativamente el grado de centralidad que
ocupan los públicos en los espacios museales. Combina los aportes de los enfoques
museológicos centrados en los visitantes (Falk y Dierking, 1992; Falk y Storksdieck,
2005; McLean, 1993; Serrell, 1998, 2006, 2015), incluyendo el modelo contextual de
la visita (Falk y Dierking, 2013), con ideas procedentes de campos como el diseño, la
psicología contextual (Bitgood, 2013), la interpretación patrimonial (Ham, 1992 y
2013), la divulgación significativa (Gándara, 2016a) y el diseño contextual (Gibson,
2009). En seguida describimos brevemente algunos de los aportes teóricos que re-
toma nuestro instrumento.

El modelo contextual
Derivado de años de observación de públicos en los museos, el modelo contextual
de Falk y Dierking (2013), propone que la experiencia de visita es el resultado de la
interacción de tres contextos: el personal, el sociocultural y el físico. El físico es el
propio museo (o sitio patrimonial) en donde no solo importa la museografía, sino
las condiciones de comodidad, seguridad, orientación espacial y cognitiva: los visi-
tantes conciben al museo como una totalidad, que va más allá de las salas de exhi-
bición (en las que muchas veces se concentra la atención de los museógrafos), para
incluir a los estacionamientos, los baños, el guardarropa y demás servicios.


3
Dicho de una manera sencilla, un índice es un valor que permite comparar una observación respecto a otra
en el tiempo o en el espacio (la centralidad de un mismo espacio museal a lo largo del tiempo o la centrali-
dad de diferentes instituciones).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


62
Estudios sobre públicos y museos

Aunque este contexto es el que permite la visita, no la determina: pesa también el


contexto personal, la agenda que él o la visitante se ha formulado cuando decidió
asistir al museo. Su motivación puede cambiar incluso de visita en visita, según el
papel que se asuma, de la identidad derivada de sus objetivos: no se visita igual
cuando se va con la intención de compartir con un colega experto en el contenido
mostrado, que acompañado de infantes, para los que ahora el visitante es un facili-
tador (Falk, 2009); ni cuando se es un aficionado serio sobre el asunto, se va a reve-
renciar algo o simplemente para poder decir “yo estuve ahí”. Este contexto incluye
el tiempo y la energía que el público está dispuesto a destinar a la visita.

El tercer contexto es el sociocultural: involucra no solo las características demográ-


ficas, de escolaridad y demás, sino los antecedentes que pueda tener el visitante
tanto sobre la temática de la exposición como sobre los museos y sitios patrimonia-
les; y un elemento adicional, con quién se visita y quién determina lo que se verá.
No es lo mismo una visita guiada, en donde el guía determina en dónde se detendrá
y qué elementos se atenderán en particular, que una visita “libre”. Tampoco será lo
mismo visitar la exposición solo que como parte de un grupo familiar o de amigos,
o si se visita en compañía de personas de la tercera edad o con niños.

A estos dos últimos elementos (la composición del grupo y si se visita guiado o
no), les llamamos “estructura de visita”, que nos parece central: no importa con
qué cuidado se haya planeado la circulación en un museo o sitio patrimonial,
ya que la secuencia seguida por el público, su recorrido, dependerá si lo ha de-
terminado autónomamente o si la determinó un guía (puede ser presencial o
mediante un dispositivo como una audioguía).

Las observaciones de estos y otros autores (McLean, 1993; Serrell, 1998) permiten
llegar a una conclusión que en ocasiones no es bien recibida por los diseñadores de
exposiciones: en gran medida los visitantes son soberanos y harán del espacio lo
que su contexto personal y sociocultural determinen o permitan. Y no es que sean

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


63
Estudios sobre públicos y museos

un “mal público”, por no leer todas nuestras cédulas o no seguir la secuencia que di-
señamos: la mayoría vino a divertirse, y quizá, de paso, aprender algo; simplemente
así son (o “somos”, dado que nosotros también somos visitantes). Precisamente
en qué medida los espacios museales toman en cuenta esas características de-
terminará de forma considerable la satisfacción de la visita. Se ha observado, por
ejemplo, que a los visitantes les gusta tener alguna medida de control sobre lo
que hacen, poder tomar decisiones; también les gusta interactuar cuando van en
grupo. Y a todos les gusta sentirse bienvenidos, seguros y cómodos, con informa-
ción sobre qué ver y hacer. Diversos reactivos del instrumento intentan obtener
información sobre esas variables que afectan lo que ocurre durante la visita.

Otra implicación del modelo contextual de Falk y Dierking es que, en realidad, la vi-
sita no empieza cuando se paga la entrada, existe toda una fase previa, en la que se
tomó la decisión de ir al museo y se formuló una primera agenda de lo que sucedería
durante la visita. Estos objetivos y expectativas se cumplirán o serán realistas, de-
pendiendo de la información que los y las visitantes tengan sobre el museo o sitio
patrimonial mientras deciden si visitar o no. Por ello en el instrumento hay un grupo
de ítems destinados a determinar estas variables que impactan el antes de la visita.

Un último alcance del modelo es que la visita tampoco termina necesariamente


al salir del museo: la experiencia permanece en la memoria que evocará luego los
momentos agradables (y los desagradables), los aspectos que interesaron o impac-
taron más, etc. Algo que parecería trivial, como los suvenires o “recuerditos” que se
venden —técnicamente llamados “memorabilia”—, ayudan a extender la experien-
cia de visita si están bien diseñados y son relevantes a lo que se mostró en las expo-
siciones o el sitio patrimonial. Estos elementos permiten compartir la experiencia
con alguien que no estuvo ahí; hoy día las fotografías que el público toma tienen
un papel fundamental. Por ello, es importante determinar hasta dónde el museo o
sitio patrimonial ha adoptado medidas para facilitar el después de la visita.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


64
Estudios sobre públicos y museos

Así, la experiencia de visita es integral. El público no solo reaccionará a las coleccio-


nes o equipamientos, sino a las filas de entrada, la manera en que se le atiende en
la taquilla, el trato de los custodios e incluso la limpieza de los baños.4 Por ello es
importante determinar la calidad de los servicios. Hay museos en donde las salas de
exposición son impecables, pero escasamente tienen dos baños individuales para
atender a decenas de visitantes por piso; otros en los que se invierte más tiempo
para entrar al museo, que en lo que se utilizará para visitarlo. Un museo centrado en
sus públicos tiene particular cuidado de todos estos factores.

La orientación espacial y cognitiva


La orientación cognitiva y espacial es un factor clave en la experiencia de visita.
Esto lo reconoce el propio modelo contextual (Falk y Storksdieck, 2005: 215). Au-
tores como Bitgood (2013: 169), desde la perspectiva de la psicología contextual,
también resaltan su importancia: el museo debe permitir al visitante responder
las preguntas: “¿de qué trata este museo? y ¿qué es lo que puedo hacer aquí con el
tiempo que tengo? Los museos amigables anticipan estas preguntas fundamenta-
les y proveen los menús necesarios y las herramientas para que las personas creen
sus propias experiencias” (McLean y Pollock, 2011: 53).

La orientación cognitiva y espacial se estudia por una disciplina relativamente


nueva, reconocida tanto desde el lado de la arquitectura como desde el diseño
contextual: se trata del wayfinding, o teoría de la orientación espacial (Arthur y
Passini, 1992; Gibson, 2009). Una introducción al tema, con bibliografía adicional,
puede consultarse en Gándara (2016b), pero podemos sintetizar este aspecto de
la siguiente forma: cuando alguien va a transitar por un espacio, debe contar con


4
Varios autores (por ejemplo, Knudson, Cable y Beck, 1995: 53-54), retoman la “jerarquía de necesidades de
Maslow”. Este modelo, que se expresa como una pirámide, pone en el primer eslabón las necesidades bási-
cas fisiológicas, de seguridad y confort; luego las sociales y las de autoestima; y en la cima, las de autorrea-
lización. Sostiene que mientras no se atiendan las necesidades básicas, no se lograrán las de nivel medio y
mucho menos las de nivel alto. Pretender que los públicos soporten condiciones de incomodidad, como las
filas interminables a pleno sol, para poder entrar a una exposición y aun así comprendan y asimilen lo que
se les presentará es no solo iluso, sino injusto.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


65
Estudios sobre públicos y museos

la información que le permita “navegarlo”. Requiere saber, cuando inicia su trayec-


to, desde dónde lo hace, así como tener una idea de hacia dónde quiere llegar y cómo
saber que ya llegó cuando lo ha hecho. Si el espacio no es uno que pueda abarcarse
de “un solo golpe de vista” —es decir, el destino no es visible desde el inicio—, enton-
ces es indispensable apoyarse en pistas visuales que se encuentren en el camino. Un
elemento clave son los puntos en donde el trayecto se bifurca y es posible tomar más
de una dirección: en principio, nos deberían indicar a dónde llegaríamos si elegimos
seguir un segmento u otro de esa bifurcación. En ausencia de estas pistas, los visitan-
tes se pierden y, como resultado, se frustran, dado que tienen que emplear tiempo y
energía para corregir su trayecto cuando se han equivocado.

Para apoyar la navegación, los espacios museales pueden emplear diferentes tipos
de dispositivos. El más popular (e importante), es un mapa general de áreas de ser-
vicio y salas, claramente visible al inicio del recorrido. El formato de este mapa es
importante: los estudios muestran que es preferible que esté en perspectiva isomé-
trica que en planta,5 su orientación debe estar hacia donde el público ve el espacio
y no hacia el Norte geográfico; debe contar con la indicación de “Usted está aquí” y
marcar claramente los destinos principales —puede hacerse utilizando como recurso
una “pieza maestra”, la cual representa una sala.

Nuestra capacidad de memoria es limitada, por ello, en espacios grandes como los
museos nacionales, es indispensable contar con versiones de ese mismo mapa en
puntos de bifurcación (distribuidores de los trayectos posibles) ya dentro del reco-
rrido; o bien proporcionar al visitante un mapa de mano, generalmente un folleto
de bajo costo, que se entrega junto con el boleto de admisión o se pueda solicitar
en un módulo de información. Actualmente algunos museos utilizan dispositivos
digitales con sistemas de georreferenciación —al estilo del popular Google Maps—
que permiten al visitante ubicar dónde está y planear una ruta hacia algún destino.


5
Sobre este término véase el protocolo de aplicación.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


66
Estudios sobre públicos y museos

En los sitios arqueológicos y otros sitios patrimoniales este factor es clave, al grado
de afectar la seguridad del público.

El complemento de dichos recursos son indicaciones de destino, claramente visi-


bles, permitiendo a los y las visitantes saber que han llegado al destino que que-
rían. Esto es indispensable en casos de servicios como los baños, el guardarropa,
la cafetería o la tienda de recuerdos, así como las salidas y los estacionamientos.
Un esquema de colores ayuda a la identificación de las distintas áreas, entre ellas
las propias salas, pero hay que recordar que cuando menos un diez por ciento de la
población sufre problemas de astigmatismo.

Por estas razones, las variables bajo el subtema “orientación espacial y cognitiva”
del icp ocupan un lugar importante.

El público como objetivo de la comunicación


Desde las décadas de 1960 y 1970 se reconoció la importancia de la comunicación
en enfoques como la nueva museología, los cuales insistían en que mostrar objetos
no era suficiente. Los museos con colecciones se habían rezagado en relación con
otras dos tradiciones: la de los centros de ciencias y museos de los niños, en los
que la comunicación (y el aprendizaje) fueron objetivos centrales desde finales del
siglo xix; y la de la “interpretación patrimonial”, surgida en los parques nacionales
de Estados Unidos y luego adoptada y adaptada en prácticamente todo el mundo.
En esta tradición se sostiene que contemplar no es suficiente: se requiere generar
significados personales. Para ello es indispensable primero traducir (y donde sea
posible, eliminar) la terminología técnica de los expertos en contenido, y luego orga-
nizar los mensajes de manera clara, en torno a una idea central. Se busca presentar
esa idea central y otras derivadas de manera atractiva, mentalmente estimulante y
emocionalmente significativa. Esta variante de la interpretación es “temática”, pre-
cisamente porque centra la comunicación en un grupo de temas reducidos, que son

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


67
Estudios sobre públicos y museos

los que interesa comunicar (Ham, 2013).6 En México hemos adaptado esta estrate-
gia con el nombre de Divulgación Significativa, la cual recoge los modelos de Ham
y los complementa con otros pensados para el contexto de los sitios arqueológicos
(Gándara, 2016a y 2018).

Aproximadamente desde la década de 1990 estas tradiciones antes separadas


se empezaron a abordar. Autoras como Serrell utilizan el concepto de big idea
o “idea principal”, para referirse a aquello que constituye el centro del proceso
de comunicación en una exposición (Serrell 2015: 7,12); un concepto similar puede
encontrarse en McLean (1993: 36) para quien determinar ese “concepto” y acor-
darlo con todos los involucrados durante la fase de diseño, será clave para lograr
los objetivos de comunicación.

En un museo o sitio patrimonial centrado en los públicos, además de haber “temas/


tesis” o “grandes ideas” o “ideas centrales” y estar bien comunicadas en diferentes
materiales (cédulas, videos, impresos, equipamientos, etc.), la organización del dis-
curso también debe ser clara. El o la visitante deberá poder determinar cómo se
organiza una exposición, qué dice cada parte.

Aunque hemos mejorado mucho en este rubro en México, no es raro asistir a exposi-
ciones en donde hay un tópico claro, pero no necesariamente un mensaje o mensa-


6
Este autor prefiere el término “tema” (en inglés theme) al que uno de nosotros había usado al traducir sus
ideas al español, el de “tesis”. Ham señala que “tesis” corre el riesgo de hacer pensar a los intérpretes —la
gente que diseñará y presentará esos mensajes— en cuestiones demasiado académicas y acartonadas,
suficientemente solemnes como para ameritar ser llamadas “tesis”. Los temas, para él, son simplemente
ideas completas, preferiblemente con contenidos contundentes, que toquen las emociones y provoquen la
reflexión (Ham, comunicación personal a Manuel Gándara, octubre del 2017, Ciudad de México.). Nosotros,
aunque respetamos por supuesto la opinión del creador del término, pensamos que hay un riesgo de que
“tema” se confunda con otra acepción que la palabra theme tiene en español, que es la de “tópico”. Y, mien-
tras que cualquier exposición tendrá seguramente un “tópico” —es decir, el tema sobre el que trata— no
todas tienen siempre una idea central (tesis). Precisamente el que una exposición tenga tópico, en general
relacionado a las colecciones que presenta, pero a veces no tenga un tema (“tesis”), es una indicación de que
en ese museo o sitio patrimonial no se considera tan importante contribuir a la comprensión o provocación
de ideas, sino solamente a la contemplación, elemento que impacta la comunicación, aspecto que nuestro
instrumento intenta detectar.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


68
Estudios sobre públicos y museos

jes centrales y mucho menos una lógica clara de cómo está organizado el contenido.
Nuestro instrumento intenta detectar este elemento clave además de otros dos que
también destacan. Uno tiene que ver con la calidad comunicativa de los medios em-
pleados y, de manera central, el cedulario; el otro con la capacidad de producir un
impacto relevante en los visitantes con lo que se les presenta.

Especialistas como Serrell (2015) han mostrado que mientras más largas y poco
atractivas sean las cédulas, menor número de personas las leerán. Falk y Dierking
mostraban que, en promedio, en muchos de los museos que estudiaron solamente
diez por ciento del público lee las cédulas; y que, de los que lo hacen, la mayoría no
le dedica más que diez segundos a cada una (1992: 70-71). Prácticamente nadie lee
todas las cédulas. De manera evidente, estos hallazgos apuntan a la necesidad de
diseñar cédulas eficaces, relevantes y atractivas, en lugar de pensar en eliminarlas.

La extensión es un factor clave. Dependiendo de la velocidad de lectura,7 una cédu-


la de más de 200 palabras requerirá cuando menos un minuto; si de esas hubiera
50 en la sala o museo, un visitante promedio tomaría casi una hora en leerlas. Ello
consumiría casi la mitad o hasta una tercera parte del tiempo típico de visita, que
oscila entre 2 y 4 horas (Falk y Dierking, 1992: 55-58).8 Pero los visitantes no vinie-
ron a leer textos: vinieron a interactuar con la colección o los equipamientos y con
las otras personas con las que hacen la visita. Por lo mismo, los textos muy largos
indican que no hubo mucha consideración para ellos, sobre todo si, además, están
llenos de terminología especializada.

El segundo factor, el de la relevancia, tiene que ver con lo que autores como Ham
(2014) entienden como “creación de significados propios” o establecimiento de ligas


7
Supuestamente un estudiante universitario lee alrededor de 200-250 palabras por minuto; esta cantidad se
reduce con niveles de escolaridad bajos.

8
Estos datos aplican independientemente del tipo o tamaño del museo (excepto cuando se ha viajado desde
otra ciudad con la meta de visitar un museo o sitio patrimonial).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


69
Estudios sobre públicos y museos

intelectuales y emocionales con lo que se presenta. Esto se facilita si los textos in-
terpelan a los visitantes, los remiten a experiencias que pudieron haber tenido, los in-
vitan a reflexionar y crear su propio punto de vista, usan analogías, van de lo conocido
a lo desconocido y, en lo posible, estimulan sus emociones.

Por desgracia, todavía muchos expertos en contenido (curadores o similares) pien-


san que no deben “rebajarse al nivel del público” —o bien temen la crítica de sus
colegas— por lo que todavía existen textos muy largos y especializados. En estos
casos la preocupación no está en facilitar la comprensión del público, sino en man-
tener su prestigio. Ello es paradójico, porque entonces lo que querían comunicar se
pierde, con lo que nadie realmente gana.

Así, el uso de medios comunicativos con contenidos breves, atractivos y relevantes,


muestra que un espacio museal se centra en sus públicos, a diferencia de los que se
centran en la colección, los curadores o la autoridad del museo. Por ello estos facto-
res son una parte importante de nuestro instrumento.

Proceso de validación
Consideramos el icp como una herramienta en construcción con un formato cola-
borativo aún en discusión. Creemos que la versión aquí publicada es “final”, pero
estamos abiertos a seguir incorporando pequeños ajustes que calibren este índice
tal como se ha hecho en el tránsito, desde su creación hasta la actualidad.

El diseño de este instrumento incluyó un proceso iterativo de prueba y corrección deri-


vada de cada aplicación en al menos doce cursos en diversos espacios museales y con-
textos (figuras 2 y 3). En cada ejercicio recabamos los comentarios de los participantes
para incorporar correcciones en las versiones sucesivas, tomando en consideración
el punto de vista de profesionales de distintos ámbitos. En la versión actual han
sido muy relevantes las aportaciones de todos los participantes que contribuyeron
a criticarlo, mejorarlo y enriquecerlo.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


70
Estudios sobre públicos y museos

La primera versión diseñada por Gándara en julio del 2014 contenía una aprecia-
ción binaria (“sí / no”), la que aplicamos en el taller “La divulgación del patrimonio:
un enfoque centrado en el público”, en Villahermosa, Tabasco. La calificación bina-
ria provocaba incertidumbre al no poder responder con puntuaciones intermedias,
por lo que después incorporamos las calificaciones con 1, .5 o 0, para cuantificar y
generar un número total (ideal si todos los criterios alcanzaran el 1 de calificación);
al mismo tiempo optimizamos la redacción de los reactivos para su mejor compren-
sión. El diseño de la presentación del instrumento también tuvo cambios; para ma-
yor claridad utilizamos sangrías en algunos reactivos cuya calificación depende de
si el criterio superior está presente o no. Por ejemplo, no es posible calificar ciertos
criterios del mapa de mano si este no se ofrece (anexo 2). Guardamos cada versión
con un número consecutivo, la aquí publicada es la novena versión.

El proceso de validación siguió dos caminos. Por un lado, su aplicación en distin-


tos espacios museales —museos de arte, de antropología, de ciencias y zonas ar-
queológicas, entre otros— fue clave para lograr la generalización del instrumento,
ya sea en la selección de aspectos a evaluar o en la admisión de N/A (No aplica)
para ciertos criterios. Este funciona para eliminar del índice aquellos reactivos
que por la naturaleza del espacio no están incluidos: por ejemplo, un restaurante
en forma en un museo pequeño, o áreas para guarecerse de la lluvia en museos
que solo tienen espacios interiores.

Por otro lado, cuando diferentes personas de distintas áreas de un mismo espacio
museal utilizaron el instrumento fue posible afinar su confiabilidad interna. Así lo
hicimos en el Museo Nacional de las Culturas, aquí cada equipo aplicó de mane-
ra independiente el instrumento; al terminar comparamos las calificaciones. En la
mayoría de los reactivos hubo coincidencia en las puntuaciones otorgadas, con una
variabilidad de +/- .5; sin embargo, la sección “El público como objetivo de la comu-
nicación” presentó variabilidades mayores que rayaron en el franco desacuerdo.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


71
 Figura 2. Aplicación de la primera versión del instrumento
en Villahermosa, Tabasco, julio del 2014.
Fotografía: © Manuel Gándara.

El diseño de este instrumento


incluyó un proceso iterativo de
prueba y corrección
derivada de cada aplicación en
al menos doce cursos en
diversos espacios museales
y contextos.

 Figura 3. Aplicación del instrumento en la Zona Arqueológica de Palenque, Chiapas, noviembre del 2014.
Fotografía: © Leticia Pérez Castellanos.

72
Estudios sobre públicos y museos

Para los equipos de los departamentos educativos, la exposición estaba subvalora-


da, mientras que, en los equipos de departamentos curatoriales, la exposición es-
taba sobrevalorada. Esta comparación nos permitió calibrar esta sección y ajustarla
a criterios menos subjetivos, gracias también a las recomendaciones de Beverly Se-
rrell, con quien tuvimos oportunidad de comentar el instrumento (comunicación
personal a Leticia Pérez Castellanos, noviembre del 2016, Ciudad de México).

Aplicar el icp y las acciones a las que conduce


El protocolo (anexo 1) detalla la forma de aplicar el icp; sin embargo, aquí señala-
mos algunos aspectos generales. En primer lugar, en todo momento buscaremos
colocarnos en el lugar del público y experimentar la visita desde ese lugar: esto no
es sencillo, requiere una actitud abierta para ver las cosas desde otro ángulo.

Componentes generales
Se trata de un cuestionario de 118 reactivos divididos por temas que abordan
diversos aspectos de la experiencia antes, durante y más allá de la visita. El instru-
mento incluye una sección cuantitativa —columna de la extrema derecha— en la
cual se calificará con 0 la ausencia del criterio, con 0.5 cuando el parámetro está
presente pero no es suficiente, y 1 cuando el parámetro sí está presente. También
se incluye una sección cualitativa para anotar criterios que no se contabilizan en
el total, pero de interés para el análisis; por ejemplo, el costo de la entrada, o el
estilo de los textos en sala.

En cada una de sus siete secciones se podrá obtener el subtotal correspondiente. En


este también se incluye, como referencia, el máximo puntaje a obtener para la sec-
ción. Al finalizar, se ofrece una tabla resumen en la cual anotar las calificaciones de
cada sección y se indica la forma de obtener el índice total calculado sobre 100%.
Entre más cerca de este porcentaje se encuentre el resultado, mayor será la centra-
lidad de la institución en los públicos. Es de esperarse que no haya una calificación

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


73
Estudios sobre públicos y museos

perfecta, dado que muchas veces, incluso a pesar de su intención, los museos tie-
nen que operar con condiciones adversas.

Cómo se aplica
Necesitamos ponernos en el lugar de los visitantes, tal como lo solicitan algunos
otros instrumentos de valoración crítica (cf. Serrell, 2006). Necesitamos salir del
escritorio y aproximarnos al espacio museal con ojos frescos. Como primer paso,
impriman el protocolo (anexo 1) y su instrumento (anexo 2) para leerlos con aten-
ción. A continuación, consigan una tabla de clip, tomen un lápiz y salgan a la calle;
lleguen al espacio como lo haría cualquier visitante.

El cuestionario está organizado por las etapas de la visita: antes, durante y más allá
de la visita; sin embargo, no necesariamente se podrá responder las primeras pre-
guntas con las primeras impresiones. Si dudan sobre qué responder, o piensan que
necesitan recorrer todo el espacio para tomar las decisiones sobre sus respuestas,
háganlo, y vuelvan después sobre sus pasos para llenar los reactivos faltantes.

Este diagnóstico consiste en valorar, mediante una serie de reactivos, si la institu-


ción toma en consideración los diversos aspectos que influyen en la experiencia de
visita. Se trata de elementos observables directamente, o bien por búsquedas en
internet (por ejemplo, lo relativo a la información previa que se ofrece a los visitan-
tes), o consultando con el personal del espacio museal.

El formulario se responde con las siguientes opciones:

ƒƒ Cuando hay presencia del elemento requerido, se coloca 1 en la casilla


proporcionada.
ƒƒ Cuando el elemento a observar no está presente por completo, o en unos casos
sí y en otros no, se coloca .5 en la casilla. Por ejemplo, si los accesos al museo
están señalizados en una de sus rutas de acceso, pero en otras no.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


74
Estudios sobre públicos y museos

ƒƒ Cuando hay ausencia, se coloca 0 en la casilla correspondiente.


ƒƒ La abreviatura N/A se utiliza cuando el elemento no aplica al espacio analizado.
Por ejemplo, si no hay cafetería, todos los criterios asociados a la evaluación de
este rubro se calificarían como N/A.
ƒƒ Cualquier nota u observación adicional deberá registrarse al final del ins-
trumento.

Calificaciones
Se valoran siete secciones y se contabilizan los subtotales; en la tabla resumen se
suman los resultados. Al total posible (100), se le restan aquellos rubros calificados
como N/A; reiteramos, si no existe un mapa general de la institución, no hay forma
de valorar si el mapa sugiere recorridos, por lo cual sería injusto calificar a esa insti-
tución sobre los 100 reactivos.9 El porcentaje final se obtiene al dividir el total entre
la máxima calificación posible en el caso de estudio (esto es, después de restar los
N/A) y al multiplicarlo por 100. En el anexo 1, titulado Protocolo de aplicación, deta-
llamos esta operación y damos un ejemplo práctico.

El índice está calculado sobre 100%; entre más cercana sea la calificación a este
porcentaje, mejor será el desempeño de la institución. El 100% se ubica al centro
de un diagrama concéntrico en el que los públicos ocupan un lugar preponde-
rante (figura 1). Cuanto más nos alejemos del 100, menos enfocados y centrados
estaremos en ellos.

La intención de este instrumento es permitir la comparación entre distintas institu-


ciones y, al mismo tiempo, constituir una forma de autoevaluación y guía para reali-
zar las mejoras pertinentes y acercarse cada vez más al 100%, estableciendo metas
de corto, mediano y largo plazo. Las aplicaciones sucesivas de este instrumento en


9
Recordemos que, aunque el instrumento cuenta con 118 ítems, algunos son enteramente cualitativos y no
se consideran para la suma total.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


75
Estudios sobre públicos y museos

un mismo espacio museal, permiten monitorear su progreso, si se toman medidas


correctivas entre dichas aplicaciones.

Algunos resultados
De acuerdo con nuestra experiencia, una de las ventajas del instrumento es que, si el
personal del propio museo lo aplica, casi de inmediato se generan efectos positivos:
se dan cuenta de aspectos de su museo que no conocían. La razón no es que hayan
estado distraídos o indiferentes, lo atribuimos a lo que uno de nosotros (Gándara)
llama la “maldición de la cotidianidad”: el hecho de que al convivir tanto con algo
(o con alguien), eso acaba siendo prácticamente invisible, simplemente se le da por
sentado. Si, adicionalmente, el personal en cuestión labora en áreas en las que tiene
poco contacto con los visitantes y con las salas de exposición, entonces lo que prima
es un recuerdo de algún momento previo del museo —que puede ser de hace mu-
chos meses— que ya no responde a la realidad. Y de ahí surgen sorpresas: los baños
ya no están en el mejor estado posible o alguna cédula está parcialmente ilegible, o
no hay dónde sentarse durante el recorrido. Observar la manera en que el personal
atiende al público y los pequeños detalles que pueden empañar una visita, son sufi-
cientes como para motivar un cambio actitudinal.

Pero los efectos no quedan ahí. Nos ha tocado ver que muchos de los problemas
detectados durante la aplicación del instrumento se pueden corregir fácilmente y,
es más, casi de manera inmediata y con poco costo. Quizá no sean las soluciones
definitivas o las más atractivas, pero son eficaces.

Mencionaremos solo dos ejemplos, en la voz de Gándara:

En el Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara”, en Villahermosa,


Tabasco, durante un recorrido de aplicación del instrumento —me acompañaba la
directora del museo, la arqueóloga Rebeca Perales—, ante la inexistencia de algo
que me dijera para dónde avanzar, luego de dejar mis cosas en el guardarropa, me

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


76
Estudios sobre públicos y museos

seguí en línea recta hacia lo que parecía la sala de inicio del museo. Rebeca me de-
tuvo, diciendo que esa era una sala de exposiciones temporales, en la que en ese
momento estaban desmontando algo. “Correcto”, contesté, pero como público yo
no sé eso, así que “me jala” la puerta abierta y nada me indica que caminaré treinta
metros “de balde”. Por supuesto, yo sabía —porque había trabajado antes en el mu-
seo—, que la exposición permanente inicia en el primer piso, para lo que hay que
tomar el elevador o subir las escaleras. Rebeca invitó “vamos por el elevador”, pero
yo tomé otra dirección, diciendo “no sé dónde está el elevador”, no estaba indicado.
Ya dentro del elevador, presioné el botón del segundo piso, a lo que Rebeca rápida-
mente corrigió: “No, la exposición inicia en el segundo piso”, yo de nuevo contesté,
“pero no sé eso”. Evidentemente, había problemas de orientación cognitiva y espa-
cial. Rebeca es una mujer muy ejecutiva, con gran capacidad de acción. La siguiente
vez que visité el museo, había letreros, hechos de manera casera, indicando el inicio
del recorrido y, dentro del propio elevador, uno indicado en qué piso estaba qué
(figura 4). Pérez constató que meses más tarde, estos fueron reemplazados por
otros permanentes ya con un diseño ad hoc.

El segundo ejemplo es el del Museo Nacional de las Culturas del Mundo. Nueva-
mente en la voz de Gándara:

Este museo tiene varios años en reestructuración, pero estaba concentrando toda
la atención en las nuevas salas y de nuevo se habían perdido de vista elementos
como la orientación cognitiva y espacial. El público no sabía qué había, en dónde,
o cómo llegar a las diferentes áreas. Solamente en alguna de las escaleras había
un letrero, colocado ahí por los policías que custodian esa área, indicando que no
había paso —con lo que le ahorraban el esfuerzo de la subida a los visitantes—.
Al hacer un recorrido con la museógrafa, quien, por supuesto conoce al dedillo el
edificio, pero tomando ahora el rol de una visitante más, fue evidente que había
varias bifurcaciones clave en donde se requería de apoyos de orientación. Aunque
en un principio tenía resistencia de poner algo “provisional” (porque decía, con

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


77
Estudios sobre públicos y museos

razón, que en este México lo “provisional” se eterniza), en pocos días había reali-
zado con su equipo nuevas cédulas de orientación espacial, con lo que la visita se
facilitó mucho (figura 5).

El instrumento tiene el potencial de impactar incluso la cultura institucional,


siempre y cuando el museo o sitio patrimonial esté receptivo. Es muy loable que
prácticamente en todos los lugares en donde lo aplicamos, hemos encontrado
equipos de trabajo dispuestos a hacer un trabajo de reflexión y autocrítica que,
además, resulta hasta divertido:

nos hemos reído tanto porque hasta que no analizamos de esta forma lo que a dia-
rio vemos, nos damos cuenta de los atropellos que estamos cometiendo con el pú-
blico […]. Para Casa Museo salieron cosas muy buenas, ya hoy se fueron a modificar.
Entre ellas un espacio para guardar bultos, un poste para delimitar con una cuerda
el mobiliario de la sala y así dar acceso a una vitrina, un portacedulario para acercar
un texto que esta imposible de leer porque está emplazado en un lugar muy distan-
te, y algunos detalles más (Rebeca Perales, comunicación personal, Villahermosa,
julio del 2014).

Reflexiones finales
Consideramos a la versión actual del instrumento (9.0) como una versión de traba-
jo. Continuar aplicándolo de forma experimental por diferentes equipos de trabajo
puede ayudarnos a detectar áreas para afinar o mejorar. Pensamos que, en esta ver-
sión, los efectos que produce son positivos. Como mostramos, en particular puede
generar un cambio positivo en la cultura institucional, además de señalar proble-
mas y dificultades factibles de resolver en el corto plazo y con bajos costos.

Aunque la intención original de Gándara era tener un instrumento cualitativo-diag-


nóstico, Pérez mostró que podría convertirse en una métrica que permite comparar

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


78
 Figura 4. Letrero con los destinos de cada piso, en el Museo Regional de
Antropología “Carlos Pellicer Cámara”, en Villahermosa, Tabasco.
Fotografía: © Manuel Gándara.

La siguiente vez que visité el museo,


había letreros, hechos de manera
casera, indicando el inicio del
recorrido y, dentro del propio
elevador, uno indicado en qué
piso estaba qué, meses más tarde,
estos fueron reemplazados por
otros permanentes ya con un
diseño ad hoc.

 Figura 5. Señal de orientación espacial, Museo Nacional


de las Culturas del Mundo.
Fotografía: © Manuel Gándara.

79
Estudios sobre públicos y museos

entre diferentes espacios museales o al mismo en diferentes tiempos. Pensamos


que este cambio mejoró la utilidad del instrumento, aunque requirió contar con
un proceso de validación que seguramente continuará. La consistencia de las ob-
servaciones y calificaciones asignadas, mediante la comparación de diferentes va-
luadores, es una indicación de que el instrumento se está estabilizando, con lo que
las comparaciones serán mucho más confiables ahora que se tiene una versión ya
validada. El hecho de haberlo aplicado en diferentes contextos, en distintos puntos
del país, e incluso fuera de México, en un rango amplio de espacios museales y por
grupos diferentes de observadores, contribuyó también a su mejora.

No obstante, el instrumento puede tener limitaciones. Quizá la principal es que no es


de aplicabilidad universal. Con ello nos referimos a que refleja su origen: un instru-
mento para espacios museales relacionados con el patrimonio arqueológico y cultu-
ral en general, extensible a museos de historia, ciencias sociales y ciencias naturales,
interesados en el aprendizaje.10 Es decir, espacios en los que la comunicación con
el público es una parte importante de su misión, en contraste con museos de arte,
especialmente arte contemporáneo, en donde algunos colegas nos indican “no
interesa comunicar nada, sino provocar una experiencia estética”.

Es evidente que, en museos con esa vocación, el componente comunicativo saldría


repetidamente mal calificado, dado que no es parte de los objetivos que esos es-
pacios buscan. Podría discutirse si la excepción serían los museos de historia del
arte, en los que se intenta generar una idea de la trayectoria que ha seguido una
disciplina artística o un autor. Sin embargo, este tema es espinoso y se relaciona

Esto no significa que pensamos que los museos sean espacios escolares o que deban reproducir las prác-
10

ticas de la educación formal. Por el contrario, nos parece que por fortuna abonan a tipos de aprendizaje
alternativos y a una forma de aprender diferente, que el modelo contextual de Falk y Dierking, brevemente
resumido arriba, caracteriza en general. Concordamos con Ham en que la intención no necesariamente es
la instrucción a la manera escolarizada (que implica una relación asimétrica entre los polos del proceso y
donde la motivación no necesariamente es intrínseca); más bien en esencia se trata, siguiendo a Freeman
Tilden, fundador de la tradición interpretativa, de provocar a una reflexión propia, de la que se generen nue-
vos significados personales (Ham, 2013).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


80
Estudios sobre públicos y museos

directamente con otro debate: si en los museos de arte hay espacio o no para la
interpretación o es suficiente la contemplación y si se busca facilitar o promover
algún tipo de aprendizaje. Esta es una polémica fascinante, pero no es nuestro ob-
jetivo resolverla con el instrumento. Dicho de otra manera: si el museo intenta co-
municar algo y proporcionar una experiencia de visita agradable y cómoda, en la
que el público y sus necesidades son una preocupación, entonces el instrumento es
aplicable. Por ejemplo, pensamos que la exposición Picasso y Rivera. Conversaciones
a través del tiempo (fotografía que abre este artículo), sí se plantea este tipo de ob-
jetivos de comunicación.

Seguramente nuevas aplicaciones a rangos cada vez más amplios de espacios mu-
seales permitirán definir sus limitaciones. Nuestra intención ha sido aquí el compar-
tirlo y estimular su discusión. Por supuesto, con la crítica colectiva de la comunidad
de museos y sitios patrimoniales podrá mejorarse sin duda. ¡Todos los comentarios
son bienvenidos!

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


81
Estudios sobre públicos y museos

Agradecimientos
Los autores agradecen a Rebeca Perales, del Instituto de Cultura de Tabasco, la invita-
ción para impartir el Taller para el que creamos el instrumento, así como la posibili-
dad de sus primeras aplicaciones. Al programa Promep (hoy Prodep) de la Secretaría
de Educación Pública, así como al Instituto Nacional de Antropología e Historia, el
financiamiento para los proyectos Metodología para el diagnóstico, monitoreo y eva-
luación de los efectos de la divulgación en sitios patrimoniales y museos y Nuevas es-
trategias y nuevas tecnologías para la divulgación del patrimonio cultural. Ambos nos
permitieron realizar temporadas de campo en sitios arqueológicos y probar el instru-
mento en nuevos contextos. También a nuestros socios o cómplices en los diferentes
casos de estudio y ejercicios realizados en el posgrado en Museología,11 y en otras
instancias nacionales12 e internacionales.13 Agradecemos al Posgrado en Museología
de la encrym el apoyo para la realización de este trabajo.

Posgrado en Museología. encrym: Curso “Comunicación educativa”, semestre 2015-2, práctica de verano,
11

ciudad de Aguascalientes, julio del 2015; Curso Internacional de Estudios de Públicos, semestre 2015-2;
Curso “Públicos y museos: técnicas de investigación”, semestre 2016-1; Curso “Introducción a los estudios
de públicos en museos, semestre 2017-1 y 2; Curso “Divulgación Significativa 2016”, Museo y Zona Arqueo-
lógica de Templo Mayor, 19 de noviembre de 2017. Proyecto “Metodología para el diagnóstico, monitoreo y
evaluación de los efectos de la divulgación en sitios patrimoniales y museos: caso Palenque (noviembre del
2014) y Xochicalco (julio del 2015). Diplomado introductorio a la Museología. encrym, diciembre del 2014.
Curso taller “La divulgación del patrimonio: un enfoque centrado en el público”, Instituto de Cultura de Tabasco,
12

verano del 2014. Curso “Los estudios de público y la importancia de los visitantes”, Escuela de Antropología
e Historia del Norte de México, Chihuahua, abril del 2015. Curso Taller sobre Divulgación Significativa, Mu-
seo Nacional de las Culturas del Mundo, semestre 2016-2, Ciudad de México. Taller Seminario “Estudios de
públicos en museos y zonas arqueológicas”, Facultad de Antropología, Universidad Autónoma de Yucatán,
julio del 2017.
Curso en línea “Estrategias desde los enfoques centrados en los públicos”. Taller ilam, 2015 y 2016. Curso-ta-
13

ller “Cómo diagnosticar la comunicación en sitios patrimoniales y museos”. ii Simposio Internacional de Pes-
quisa en Museología, Universidad de São Paulo, octubre del 2015. Práctica previa en el Museo de Historia de
Arrecife. Taller “Centrarse en los visitantes: mejorando la comunicación en museos patrimoniales”, Servicio
de Patrimonio, Cabildo de Lanzarote, Arrecife, 23 de noviembre de 2016.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


82
Estudios sobre públicos y museos

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Estudios sobre públicos y museos

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Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


84
Estudios sobre públicos y museos

Anexo 1. Instrumento para diagnosticar la centralidad de los públicos.


Protocolo de aplicación

A. Objetivo del instrumento


Valorar el grado de centralidad en los públicos del espacio museal-museo, sitio pa-
trimonial, etcétera, en torno a tres momentos distintos de la experiencia de visita:
antes, durante y más allá de la visita.

B. Procedimiento de aplicación
Este diagnóstico consiste en valorar, mediante una serie de preguntas que se respon-
den categóricamente, si la institución considera los diversos aspectos que influyen en
la experiencia de visita. Se trata de elementos a determinar por observación directa,
o bien por búsquedas en internet, o consultando con el personal del espacio museal.

Es importante que quien lo llene se ponga en los zapatos del visitante, que salga del
museo y se aproxime a este con ojos frescos, como si no lo conociera, y que la valo-
ración se haga desinteresadamente. Aunque el orden del instrumento corresponde
al orden de la visita —antes, durante y más allá— es posible que algunos elemen-
tos no se puedan valorar sino hasta finalizar un recorrido. Por ello se sugiere leer
detenidamente todos los reactivos, caminar desde el acceso al lugar, ir llenando los
rubros que sean posibles, y después volver sobre aquellos aspectos que quedaron
pendientes o no se resolvieron.

El formulario se responde con las siguientes opciones:

1- Cuando hay presencia del elemento requerido.


.5- Cuando el elemento a observar no está presente por completo, o en unos
casos sí y en otros no. Por ejemplo, si los accesos al museo están señalizados
en una de las rutas de llegada, pero en otras no.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


85
Estudios sobre públicos y museos

0- Cuando hay ausencia del elemento a valorar.


N/A Se coloca cuando el elemento no aplica al espacio analizado. Por ejemplo, si
no hay cafetería, todos los criterios asociados a la evaluación de este rubro se
calificarían como N/A.

Las casillas que requieren una calificación cuantitativa son las de la extrema de-
recha. Se solicitan también algunos datos cualitativos en una segunda columna a
la izquierda. Cualquier nota u observación adicional deberá registrarse al final del
instrumento.

C. Sobre algunos términos especializados


A continuación, se aclaran algunos términos especializados y aspectos a tomar en
cuenta para llenar algunos de los reactivos. Se presentan en el orden de aparición
en el instrumento; se señala el número de reactivo al que corresponden.

7. Sugerencias para una mejor visita: se refiere a estrategias que pueden usar
los visitantes dependiendo de su tiempo o interés: rutas temáticas, recorri-
dos para 30 minutos, 1 hora o 2 horas.

19. Accesibilidad para personas con movilidad reducida: se relaciona con las
rampas o elevadores para personas en sillas de ruedas, que usan bastones o
muletas de forma temporal o permanente o para mujeres embarazadas.

24. Sugerencias de estrategias de visita: trata sobre sugerencias para los vi-
sitantes de cómo efectuar mejor su visita. ¿Se recomienda iniciar por las
partes más alejadas?, ¿por el último piso? En sitios en el exterior ¿se reco-
mienda llevar agua, sombrero?

32. Orientación del mapa: señala que cuando los mapas están orientados al norte
(una convención en arquitectura, geografía, arqueología) es muy difícil para el

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


86
Estudios sobre públicos y museos

usuario ubicar en dónde está —no cuenta con los conocimientos para desci-
frarlo— por lo tanto, se recomienda que los mapas se orienten con relación a
la persona que los está viendo y con la perspectiva de lo que ve hacia enfrente.

33. Representación isométrica: se refiere a las representaciones tridimensiona-


les de un plano. Esta representación es más cercana a la realidad. Muchas
veces los planos de los museos y zonas arqueológicas o históricas se repre-
sentan en planta; las personas no familiarizadas con la arquitectura o la lec-
tura de mapas y planos no los pueden interpretar fácilmente.

39. Sugerencias de recorridos en el plano: trata de las distintas formas en que se


puede recorrer un museo, en orden y exhaustivamente, temáticamente, de
acuerdo con las obras clave, por tiempo disponible, etc. Contar con sugerencias
para los visitantes es una manera de atender sus intereses y necesidades.

44. Indicación “Usted está aquí”: es una manera fácil de indicar en un plano en
dónde se encuentra ubicada la persona en relación con otras áreas del edificio/
zona.

45. Bifurcaciones: señala el lugar en donde un camino se divide en dos secciones


o más. Aquí la pregunta es si están señalizadas, pero no solo con flechas sino
con indicación de destino. ¿A dónde me lleva esto?, y en los recorridos largos
cuánto tiempo me tomará ir.

50. Hito: es un elemento en el paisaje o en el espacio construido que puede ser-


vir como punto de referencia para orientarse: cerros, edificios altos, varia-
ciones en la topografía, cubierta vegetal, color, textura, obras reconocibles u
otro elemento que destaque del entorno y que sea fácilmente visible incluso
a la distancia.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


87
Estudios sobre públicos y museos

84. Mensaje principal, idea para llevar o tesis: trata de las exposiciones que han
sido diseñadas con objetivos comunicativos expresos en las que se busca que
los visitantes aprendan algo, se lleven consigo alguna idea o incluso cambien
sus actitudes y comportamientos, y buscan tener mensajes contundentes.
Dependiendo de los autores, se les llama “mensajes principales”, “mensaje o
idea para llevar” o “tesis”. Este último término proviene de la tradición de la
interpretación temática aplicada a parques naturales que después se exten-
dió a la interpretación del patrimonio o incluso del arte.

96. Ayudas técnicas para personas con discapacidad: la Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad llama a los dispositivos comuni-
cativos enfocados a este sector del público "Ayudas técnicas" para la comu-
nicación, entre las cuales se pueden considerar: cédulas en braille (cédulas
táctiles), comunicación en video mediante la lengua de señas o signos (cada
país tiene su propia lengua: en México es Lengua de Señas Mexicana), los
macrotipos (texto con el tamaño de letra más grande, lo usan principalmen-
te personas con debilidad visual), dispositivos multimedia de fácil acceso, sis-
temas auditivos (como el Siri de la marca Iphone), el lenguaje sencillo (para
personas con discapacidad intelectual), medios de voz digitalizada (discapa-
cidad auditiva), dispositivos táctiles, como maquetas, mapas, esculturas, en-
tre otros. 14

114. Memorabilia: se refiere a los suvenires, recuerdos; en muchas ocasiones es-


tos no están ligados a la vocación y contenido del museo por lo que causan
confusiones. ¿Calendarios aztecas en Chichén Itzá, Yucatán?

Agradecemos la asesoría e información brindada para este tema (reactivos 19, 83 y 96) por Ingrid Hernán-
14

dez Gómez, cursando la maestría en museología en la encrym.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


88
 Figura 1. Ejemplo de un mapa en representación isométrica con los temas de las salas. Museo Nacional de
las Culturas del Mundo, México.
Fotografía: © Manuel Gándara.

89
 Figura 2. “Usted está aquí”, imagen disponible en el sitio web:
http://www.josedetorre.es/usted-esta-aqui-mejora-la-experiencia-de-tus-usuarios/.

 Figura 3. La importancia de una adecuada señalización en las bifurcaciones.


Fotografía: © Manuel Gándara.

90
Estudios sobre públicos y museos

D. Calificaciones
El instrumento está diseñado para obtener una calificación numérica del 100%.
Esta máxima calificación idealmente se ubicaría al centro de un diagrama concén-
trico con los públicos en el centro y en la mira (figura 1). Cuanto más nos alejemos
del 100% menos enfocados y centrados estamos en ellos.

La intención del instrumento es permitir la comparación, ya sea entre distintas ins-


tituciones, o para el mismo espacio en distintos momentos. Una vez detectados
los puntos susceptibles a mejorar se pueden establecer metas de corto, mediano y
largo plazo, para tratar de alcanzar el máximo porcentaje en las circunstancias de
cada contexto.

Para obtener el índice:

1. En la celda A obtener el total por la suma de los subtotales (secciones i a vii).


2. En la celda B se muestra el total posible si todos los rubros cuantitativos tu-
vieran puntuación 1.
3. En la celda C colocar el total de reactivos calificados con N/A.
4. En la celda D anotar el resultado de B-C = Total posible después de restar los
N/A.
5. En la celda E colocar el resultado final. Este porcentaje se obtiene al dividir A
entre D y multiplicarlo por 100.

Nº Sección Subtotal

I. Información sobre la institución y accesibilidad

II. Vocación de servicio (atención al público)

III. Orientación espacial (wayfinding) y orientación cognitiva

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


91
Estudios sobre públicos y museos

IV. Calidad de los servicios

V. Ergonomía y accesibilidad

VI. El público como objetivo de la comunicación

VII. Al término de la visita

A.

B. 100

C.

D.

E.

Ejemplo: Imaginemos que el instrumento se aplicó en una institución en la que


después de sumar todas las secciones el total fue de 67 (A). La cantidad de elemen-
tos que no aplican (N/A) fue de 13 (C). En la casilla D colocar el resultado de B-C, es
decir 100-13= 87. Este número se convierte en nuestro 100%, es decir, el porcentaje
total máximo que puede alcanzar esta institución en su contexto actual. El resulta-
do en E se obtiene al dividir A entre D y multiplicarlo por 100.

El Índice de Centralidad del Público en este ejemplo hipotético es de 77.01%. Si se


quiere llegar al 100% se debe analizar qué aspectos se podrían mejorar para alcan-
zar los 87 puntos posibles de este caso diagnosticado. De esta forma, fijar metas de
corto, mediano y largo plazo para lograrlo. Además, se podrían analizar detallada-
mente los aspectos de “No aplican”, para incidir sobre estos.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


92
Estudios sobre públicos y museos

Anexo 2.

Espacio museal (Museo, sitio patrimonial, etc.):

Nombre de la persona que llena el formato:

Fecha:

Instrucciones: En las columnas del área cuantitativa, tacha el valor que corresponda. Selecciona 1
cuando haya presencia de la característica, .5 si la presencia no es clara y 0 para ausencia. Algunos rubros
sólo permiten presencia / ausencia (1=Sí, 0=No) En las casillas en gris indique directamente los datos
que se solicitan. Algunos elementos admiten la calificación N/A "No aplica". Las celdas cruzadas con
diagonal, no admiten valor.

a) Antes de la visita
I. Información sobre la institución y acceso Área cuantitativa
1 Existe información en Internet 1 .5 0
2 Existe información en publicaciones periódicas 1 .5 0
3 Existe información en guías locales 1 .5 0
4 En las cercanías a la institución existe información sobre cómo llegar 1 .5 0
5 En la entrada se indican claramente los requerimientos de admisión 1 .5 0
(gratuidad, precio, etc.)
6 En la entrada se ofrece información sobre la agenda sobre actividades 1 .5 0
7 Se ofrecen sugerencias para un mejor visita 1 .5 0
8 Es gratuito todos los días de la semana 1 / 0
9 En caso contrario ¿Cuántos días a la semana es gratuito? 1 2 3 4 5 6 7

10 ¿Cuál es el costo de admisión? En caso de costos diferenciados indique: $____ $_____ $____

11 En las inmediaciones del lugar existen señalizaciones claras que indiquen el 1 .5 0


acceso principal
12 Cuenta con estacionamiento propio 1 0
13 El estacionamiento propio es gratuito 1 0 N/A

14 Si no es gratuito ¿Cuál es el costo? $ _________


15 Cuenta con estacionamiento para bicicletas 1 / 0

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


Estudios sobre públicos y museos

16 Cuenta con guardarropa 1 / 0


17 El servicio de guardarropa es gratuito 1 / 0
18 Si no es gratuito ¿Cuál es el costo? $ _________
19 La entrada principal es accesible a personas con movilidad reducida 1 .5 0
Subtotal (15):
Se indica entre paréntsis el subtotal máximo para cada sección

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


Estudios sobre públicos y museos

b) Durante la visita
II. Vocación de servicio – atención al público Área cuantitativa
20 En el guardarropa el servicio es bueno 1 .5 0 N/A

21 El personal da la bienvenida al público 1 .5 0 /


22 La actitud del personal en las diversas áreas es cordial 1 .5 0 /
23 La actitud de servicio es de apoyo y no restrictiva 1 .5 0 /
24 El personal brinda sugerencias sobre estrategias de visita o recomendaciones 1 .5 0 /
Subtotal (5):
25 En caso afirmativo, mencione algunas de las sugerencias que se brindan
1.
2.
3.

III. Orientación espacial -wayfinding- y orientación cognitiva Área cuantitativa


26 Hay un mostrador de orientación y/o información 1 / 0 /
27 Hay un "índice" de contenidos o temas que se mostrarán durante la visita 1 / 0 /
28 En cada sección o área temática se reitera el contenido o temas que se observan 1 .5 0 N/A

29 Hay un mapa general de servicios en el acceso a la institución 1 / 0 /


30 En este mapa los accesos a las diferentes áreas están claramente indicados 1 .5 0 N/A

31 En este mapa las salidas están claramente indicadas 1 .5 0 N/A

32 El mapa está orientado en relación a la ubicación del usuario 1 .5 0 N/A

33 El mapa está representado en forma isométrica -en volumen- 1 .5 0 N/A

34 En este mapa se indican rutas o posibles recorridos 1 .5 0 N/A

35 En este mapa se especifica la longitud de los distintos recorridos 1 .5 0 N/A

36 En este mapa se especifica el tiempo total de recorrido 1 .5 0 N/A

37 En este mapa se señalan las obras más relevantes o los edificios /


1 .5 0 N/A
estructuras más importantes
38 Se entrega gratuitamente un plano de mano 1 / 0 /
39 En este mapa se indican rutas o posibles recorridos 1 .5 0 N/A

40 En este mapa se especifica la longitud de los distintos


1 .5 0 N/A
recorridos
41 En este mapa se especifica el tiempo total de recorrido 1 .5 0 N/A

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


Estudios sobre públicos y museos

42 En este mapa se señalan las obras más relevantes o los edificios /


1 .5 0 N/A
estructuras más importantes
43 Existe un mapa de áreas temáticas recomendadas 1 / 0 /
44 Hay suficientes mapas durante el recorrido con indicaciones de
1 .5 0 /
“Usted está aquí”
45 Durante el recorrido: en las bifurcaciones principales hay indicaciones de
1 .5 0 /
destino
46 Las indicaciones de recorridos están bien ubicadas (visibles, en el lugar adecuado) 1 .5 0 /
47 Los destinos están adecuadamente señalizados -"ya llegué a mi destino"- 1 .5 0 /
48 Existen agrupaciones de áreas o temas que permiten organizar el espacio 1 .5 0 /
49 Las fronteras entre estas agrupaciones son fácilmente visibles o están indicadas 1 .5 0 /
50 Hay puntos de referencia visual -hitos- que permiten al visitante ubicarse 1 .5 0 /
Subtotal (25):
51 En caso afirmativo, indique cuáles son estos puntos de referencia.
1.
2.
3.

IV. Calidad de los servicios Área cuantitativa


52 En general los servicios -baños, cafetería, etc- son fácilmente accesibles 1 .5 0 /
53 La ruta hacia los servicios está claramente señalizada 1 .5 0 /
54 Los baños son suficientes para la cantidad de gente que se recibe normalmente 1 .5 0 /
55 Los baños cuenta con buen mantenimiento y limpieza 1 .5 0 /
56 Los baños para ambos sexos cuentan con cambiapañales 1 .5 0
57 El lugar cuenta con una cafetería y/o restaurante 1 / 0 /
58 Los productos tienen una buena relación precio - calidad 1 .5 0 N/A

59 La cafetería y/o restaurante es suficiente para la cantidad de gente que se


1 .5 0 N/A
recibe (hoy)
60 El lugar cuenta con bebederos o lugares en donde los visitantes puedan
1 .5 0 /
abastecerse de agua
61 Los bebederos son suficientes para la cantidad de gente que se recibe (hoy) 1 .5 0 N/A

62 En sitios al exterior ¿Hay suficientes lugares sombreados? 1 .5 0 N/A

63 En sitios al exterior ¿Hay manera de resguardarse de la lluvia u otros elementos? 1 .5 0 N/A

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


Estudios sobre públicos y museos

64 En las áreas de exhibición hay bancas o lugares para descanso 1 .5 0 /


65 Las bancas o lugares para descanso son suficientes para la cantidad de
1 .5 0 N/A
gente que se recibe
66 Las bancas o lugares para descanso son suficientes para la longitud del
1 .5 0 N/A
recorrido
67 En cuanto a la seguridad, las áreas de difícil acceso están oportunamente
1 .5 0 N/A
señaladas
68 Las áreas que presentan riesgos están adecuadamente señaladas -baranda-
1 .5 0 /
les, escaleras, etc-
69 Hay elementos de protección para el visitante en donde es necesario -andado-
1 .5 0 /
res, rampas, delimitadores, barandales-
70 Estos elementos de protección son suficientes 1 .5 0 N/A

71 Hay evidencias de un plan de seguridad -extintores, punto de reunión, rutas de


1 .5 0 /
evacuación-
Subtotal (20):
72 ¿Cuáles?
1.
2.
3.

V. Ergonomía y accesibilidad Área cuantitativa


73 La altura de títulos y de los texos de sala es cómoda (Aproximadamente 1.50
1 .5 0 /
- 1.55 mts como media)
74 La ubicación de las cédulas o textos de sala son oportunos 1 .5 0 /
75 Los textos son visibles en términos de contraste -color de la letra vs color de
1 .5 0 /
fondo-
76 Los textos son visibles en términos de tipografía (tamaño y tipo de letra) 1 .5 0 /
77 Los textos son visibles en términos de diseño (elementos gráficos, distribución) 1 .5 0 /
78 Los objetos de la exhibición son claramente visibles 1 .5 0 /
79 La iluminación es suficiente para permitir ver los objetos y circular en el espacio 1 .5 0 /
80 La temperatura es agradable 1 .5 0 /
81 En caso de existir, los elementos auditivos son claramente perceptibles 1 .5 0 N/A

82 El espacio es agradable en términos olfativos 1 .5 0 /


83 Para el acceso a salas hay rampas o elevadores para personas con movilidad 1 .5 0 /
reducida
Subtotal (11):

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


Estudios sobre públicos y museos

VI. El público como objetivo de la comunicación Área cuantitativa


84 Se indica claramente de qué trata la exposición (Idea central, mensaje para
1 .5 0 /
llevar, tesis)
85 En caso afirmativo, indique cuál es el mensaje principal o de qué trata la exposición:

86 Las partes principales de la exposición son claras para los visitantes -ejes
1 .5 0 /
temáticos, áreas, salas-
87 En caso afirmativo, indique cuáles son:
1.
2.
3.
88 Los textos están libres de términos especializados, o cuando se usan, se aclararan 1 .5 0 /
89 La extensión de los textos introductorios es de máximo 200 palabras 1 .5 0 /
90 La extensión de los textos temáticos es de máximo 150 palabras 1 .5 0 N/A

91 En las cédulas se utilizan imágenes, figuras o esquemas que clarifican el


1 .5 0 N/A
contenido
92 Los temas aluden a la vida cotidiana: utilizan analogías, ejemplos, interpelan
1 .5 0 N/A
al visitante
93 ¿De qué forma se presentan la información / temas?
Cronológicamente:
Taxonómicamente:
Temáticamente:
En forma narrativa:
94 La exposición detona reacciones en los visitantes: señalan, comentan,
1 .5 0 /
interactúan con los equipamientos o entre ellos
95 En caso afirmativo, indique cuáles reacciones se observan:
1.
2.
3.
96 En la exposición "ayudas técnicas" para la comunicación destinadas a
personas con discapacidad: cédulas en braille, videos con lenguajes de señas, 1 .5 0 /
dispositivos táctiles, etc.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


Estudios sobre públicos y museos

97 En caso de existir, indique cuáles:


1.
2.
3.
98 Existen opciones de visita o actividades para segmentos especiales de
1 .5 0 /
públicos -niños, familias, tercera edad-
99 En caso de existir, indique cuáles:
1.
2.
3.
100 En el recorrido a la sala, el personal brinda apoyo a los visitantes 1 .5 0 N/A
101 En caso afirmativo, indique quiénes:
Custodios:
Asesores educativos:
Mediadores:
Otros:
102 Se utiliza más de un medio para comunicar los contenidos 1 .5 0 /
103 ¿Qué medios se utilizan?
Cedularios:
Videos:
Maquetas:
Dioramas:
Equipamientos mecánicos:
Equipamientos digitales:
Otros:
104 Existen cedularios o estrategias que permitan acceder al contenido en más
1 .5 0 /
de un idioma
En caso afirmativo ¿En cuáles?
1.
2.
3.
Subtotal (13):

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


Estudios sobre públicos y museos

c) Más allá de la visita


VII. Al terminar la visita Área cuantitativa
105 Las salidas están claramente indicadas 1 .5 0 /
106 El tiempo para recuperar los objetos del guardarropa es aceptable 1 .5 0 N/A
107 El tiempo para recuperar los autos del estacionamiento es aceptable 1 .5 0 N/A
108 Existen mecanismos para que el visitante exprese su opinión 1 .5 0 /
109 En caso afirmativo ¿Cuáles son?
1.
2.
3.
110 Se utilizan redes sociales 1 .5 0 /
111 En caso afirmativo ¿Cuáles son?
Facebook
Twitter
Instagram
Otra:

112 En estas redes sociales, ¿Se da respuesta a las inquietudes del público? ¿Hay
1 .5 0 N/A
diálogo?
113 Existe una tienda oficial 1 .5 0 /
114 La memorabilia permite llevarse "el museo a casa" 1 .5 0 N/A
115 Existen otros materiales de divulgación que los visitantes pueden adquirir 1 .5 0 /
116 En caso afirmativo ¿cuáles son?
1. 2. 3.
4. 5. 6.
117 Se ofrece la posibilidad de mantener el contacto con los visitantes -lista de
1 .5 0 /
correos, actualizaciones-
118 Existe una sociedad de amigos u otros grupos organizados que se relacionan
1 .5 0 /
con el museo
Subtotal (11):

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


Estudios sobre públicos y museos

Observaciones. (Indique cualquier comentario adicional que le gustaría reportar y que la guía no cubre):

Para obtener el Índice de Centralidad en el Público (icp)


1. En la celda A colocar el resultado de la suma de los subtotales de cada sección
2. En la celda B se muestra el total posible si todos los rubros cuantitativos tuvieran puntuación 1
3. En la celda C colocar el total de reactivos calificados con N/A
4. En la celda D anotar el resultado de B-C (Total posible después de restar los N/A)
5. . En la celda E, colocar el resultado final. Este porcentaje se obtiene al dividir A/D*100

Nº Sección Subtotal
I. Información sobre la institución y accesibilidad
II. Vocación de servicio –atención al público
III. Orientación espacial -wayfinding- y orientación cognitiva
IV. Calidad de los servicios
V. Ergonomía y accesibilidad
VI. El público como objetivo de la comunicación
VII. Al terminar la visita
A.
B. 100
C.
D.
E.

 Manuel Gándara Vázquez y Leticia Pérez Castellanos. Instrumento de centralidad en los públicos y protocolo de aplicación V. 9,
18/12/2018. Posgrado en Museología, encrym, inah, México.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


102
Volver al índice

3. Muestreo aplicado a estudios de


público en museos

Fernando Enseñat Soberanis y Elda Moreno Acevedo

Resumen Abstract
Si bien existen muchos manuales que explican los Although there are many manuals that explain me-
métodos y técnicas para realizar un muestreo en lo thods and techniques to carry out a sample study
general, son escasos los documentos que abordan in general, documents addressing sample study
una metodología de muestreo aplicándolo a casos methodology applied to particular cases of visitor
particulares de estudios de público en museos. La rea- studies are scarce. The undertaking of a visitor study
lización de un estudio de público se puede dividir en can be divided into four phases: 1. Design and prepa-
cuatro etapas: 1. Preparación y diseño; 2. Recolección ration; 2. Data gathering; 3. Analysis of results and 4.
de datos; 3. Análisis de los resultados y 4. Redacción Final report and socialization of results. In the case of
del informe final y socialización de los resultados. En quantitative studies, one of the most important deci-
el caso de los estudios cuantitativos, una de las de- sions a researcher has to make in the data gathering
cisiones más importantes que el investigador debe phase is the sample, that is, deciding how many indi-
tomar en la etapa de recolección de datos es el mues- viduals an instrument will be applied to and how hey
treo, es decir, decidir a cuántas personas se aplicará el will be selected. The first question refers to the size
instrumento y de qué forma serán seleccionadas. La of the sample, and the second to the way it will be
primera pregunta se refiere al tamaño de la muestra, selected using the sampling method. This article in-
y la segunda a la manera en que esta muestra será tends to answer both questions by proposing an ade-
seleccionada utilizando un método de muestreo. El quate sample process for visitor studies in museums.
presente artículo trata de responder ambas pregun-
tas proponiendo un proceso de muestreo adecuado
para los estudios de públicos en museos.1

Palabras clave Key Words


Públicos, museos, muestreo, técnicas cuantitativas. Audience, museums, sampling methods, qualitative
methods.

1
Este tema surgió de la invitación de la Maestra Leticia Pérez Castellanos, profesora-investigadora de la encrym,
con la que he colaborado hace más de un año en temas relacionados con estudios de público. En junio del
2017 la Maestra Pérez Castellanos impartió el curso de verano “Estudios de públicos en museos y zonas
arqueológicas” a estudiantes y trabajadores de museos en las instalaciones de la Universidad Autónoma de
Yucatán, en Mérida. De igual forma, en octubre del 2017, fui invitado a dar la clase “Técnicas de muestreo
aplicadas a estudios de público” a estudiantes de la Maestría en Museología en la encrym.
 Ejercicio de aplicación de encuestas en el Gran Museo del Mundo Maya, en Mérida, Yucatán.
Fotografía: © Leticia Pérez Castellanos.

103
Estudios sobre públicos y museos

Introducción al muestreo en los estudios de público


Este artículo pretende llenar un vacío en la literatura, al presentar, de una manera
didáctica los métodos y técnicas de muestreo que mejor se adaptan a los estudios
de público en museos. Aunque existen diversos libros de texto y manuales que
explican los métodos y técnicas de muestreo y dan ejemplos aplicados en distintas
disciplinas como la sociología, la psicología o la administración (Galindo Cáceres,
1998; Hernández-Sampieri, Fernández-Collado y Baptista-Lucio, 2006; Padua, Ahman,
Apezechea y Borsotti, 2010; Santos, Muñoz Alamillos y Muñoz Martínez, 2007), son
pocos los documentos que muestran su aplicación específica en los estudios de
público en museos (Pérez Santos, 2015; Societé de musées québécois, 2001).

Ante la dificultad que la estadística puede representar para los estudiantes de


museología, museografía o turismo, este texto resulta una guía que les puede
ayudar a identificar el tipo de muestreo que mejor se adapta a las necesidades de los
estudios de visitantes en museos, zonas arqueológicas, áreas naturales protegidas
y otros sitios de aprendizaje informal.

Para comenzar, se señalará que existen dos grandes tipos de investigaciones en las
ciencias sociales en general y en los estudios sobre públicos de museos en particular:
las investigaciones cualitativas y las investigaciones cuantitativas. Los estudios
cualitativos se interesan por explicar la realidad a través de la narración de los
fenómenos y más que cuantificar las veces que un fenómeno o un dato se repite,
buscan explicar este fenómeno en su contexto o situación particular. Los estudios
cuantitativos, en cambio, buscan identificar relaciones entre variables y medir la
fuerza de esas relaciones.

Cada una de estas investigaciones utiliza diversas técnicas e instrumentos para la


recolección de sus datos en campo, en función de los objetivos que desean alcanzar.
Ya sea que el estudio de público sea cualitativo o cuantitativo, la recolección de los

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


104
Estudios sobre públicos y museos

datos se realiza en la tercera fase de un estudio de público, es decir, en la fase de


Aplicación del Estudio (figura 1).

 Figura 1. Fases de los estudios de público. Fuente: Taller “Estudios de públicos en museos y zonas arqueológicas”,
impartido por Leticia Pérez Castellanos, junio del 2017.

Técnicas de recolección de datos


Entre las técnicas de recolección de datos más usadas en los estudios cualitativos
podemos mencionar la entrevista y la observación, que utilizan el guion de entre-
vista y las fichas técnicas como instrumentos de recolección de datos respectiva-
mente. En el caso de los estudios cuantitativos, sus principales técnicas son la
encuesta y el sondeo (tabla 1).

Tabla 1. Tipos de investigación y sus técnicas e instrumentos para recolectar datos.


Tipo de investigación Principales técnicas de recolección Instrumentos de recolección de
de datos datos
Entrevista (estructurada, no
Guion de entrevista
estructurada, a profundidad)
Cualitativa Fichas técnicas
Observación (directa o participativa)
Cámara de Gesell

Encuesta
Cuantitativa Cuestionario
Sondeo

Aunque ambos pueden utilizar el cuestionario como instrumento, encuesta y


sondeo, son dos técnicas diferentes. Los sondeos son, por lo general, cortos, a

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


105
Estudios sobre públicos y museos

menudo con una sola pregunta y con respuestas de opción múltiple para ser
respondidos de manera rápida. Buscan tendencias e información de coyuntura con
el fin de “explorar” la opinión pública sobre algún tema. La encuesta es larga y toma
más tiempo responderla porque, por lo general, contiene muchos reactivos. Busca
datos específicos de una población y su objetivo es más bien identificar y conocer
un aspecto de un fenómeno a profundidad y, en algunos casos, generar modelos
teóricos o metodologías nuevas. Por ejemplo, la teoría del consumo cultural de
Bourdieu (1991) utilizó una encuesta para recolectar una parte de sus datos.

Así, en la investigación cualitativa no se pregunta ¿cuántas entrevistas debo


realizar?, sino ¿quiénes son los actores claves a los que se debe entrevistar?, que
pueden ser uno o cuarenta. En lo cuantitativo, las preguntas ¿a cuántos individuos
se debe encuestar? y ¿cómo deben ser seleccionados?, son cruciales para una
adecuada recolección de datos. La respuesta a estas preguntas nos remite a uno
de los elementos más importantes de la recolección de datos en investigaciones
cuantitativas: el muestreo. La primera pregunta hace alusión al tamaño de la muestra
y la segunda a los métodos de muestreo. El presente texto responde a ambas.

Conceptos básicos del muestreo


Si se administra el cuestionario a todos y cada uno de los individuos que conforman
la población objeto de estudio o población-universo (N), se está hablando de un
censo. Aunque el censo es la manera ideal de recolectar los datos, este requiere de
una gran cantidad de tiempo y dinero del que pocos museos disponen. La alternativa
es realizar un muestreo, que consiste en seleccionar una parte de la población
universo, de manera que esta parte sea lo suficientemente representativa de la
población de donde fue extraída. A esta parte de la población-universo se le llama
muestra (n). Las características que toda muestra debe tener son (Sarrià Arrufat,
Guàrdia Olmos y Freixa Blanxart, 1999):

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


106
Estudios sobre públicos y museos

ƒƒ Representatividad
ƒƒ No existencia de sesgos, es decir, escasa distorsión entre la
población-universo y la muestra
ƒƒ Precisión, que es dada por el tamaño de la muestra. Mientras más
pequeña es la muestra, mayor es la imprecisión

Tamaño de la muestra
Esta última característica de las muestras nos lleva a la pregunta ¿a cuántos
individuos hay que aplicar el cuestionario? La respuesta depende de si se conoce o
no, el tamaño de la población-universo. En el caso de los museos, se refiere al número
total anual de visitantes. Entonces, tomando en cuenta la teoría estadística, se
tienen dos fórmulas para calcular el tamaño de la muestra. Si se conoce el tamaño
de la población, se usa la fórmula 1, y si no se conoce, se usa la fórmula 2 (figura 2).

 Figura 2. Fórmulas según el conocimiento de la población-universo.

En el caso de los estudios de público en museos es muy común que los


administradores conozcan el número total de visitantes por día, mes o año, lo cual
es el equivalente al tamaño de la población-universo. Para este caso la fórmula 1 es
la indicada a usar:

Fórmula 1:

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


107
Estudios sobre públicos y museos

donde:
n= tamaño de la muestra
N= tamaño de la población-universo
Z= es la desviación del valor medio de la muestra que aceptamos para lograr el nivel
de confianza deseado. Este valor dependerá del nivel de confianza que queramos.

A mayor nivel de confianza, mayor será el tamaño de la muestra. Los valores más
frecuentes son:
Nivel de confianza 90% -> Z=1,645
Nivel de confianza 95% -> Z=1,96
Nivel de confianza 99% -> Z=2,575
Por lo general se usa un nivel de confianza del 95%.
p= proporción esperada. En muchas ocasiones no se tiene este dato, por lo que se
usa el 50% que es igual a 0.5
q= 1-p
d= margen de error máximo que se admite. Por lo general es del 5% (0.05). A menor
margen de error, mayor será el tamaño de la muestra.

En caso de no conocer el tamaño de población-universo (número de visitantes


anuales al museo), se usará la fórmula 2:

Fórmula 2

El significado de cada letra es igual al de la fórmula 1.


Las fórmulas anteriores pueden ser encontradas en la mayoría de los libros de
estadística básica y son las más usadas para calcular el tamaño de la muestra en
estudios cuantitativos de ciencias sociales. Para mayor detalle sobre la estimación
del tamaño de la muestra se puede consultar a Sarrià Arrufat et al. (1999).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


108
Estudios sobre públicos y museos

Actualmente, una manera más rápida de calcular el tamaño de la muestra es con


calculadoras estadísticas disponibles de forma gratuita en la web. Una de ellas es
www.netquest.com.

¿Cómo se selecciona a los individuos de la muestra?


Una vez que se ha determinado el tamaño de la muestra, es decir, se ha identificado el
número total de visitantes a los que es necesario administrar el cuestionario, surge la
siguiente pregunta: ¿cómo seleccionar a esos visitantes (muestra) de entre todos los
visitantes del museo (población-universo)? Para esto existen dos tipos de muestreo:
uno probabilístico y otro no probabilístico. Cada uno comprende métodos que deben
aplicarse en función del conocimiento y acceso que se tenga de la población-universo.
El muestreo probabilístico garantiza de una mejor manera la representatividad de la
muestra porque le da a cada individuo, o visitante del museo, la misma probabilidad
de ser elegido para formar parte de la muestra. Es decir, son seleccionados de manera
aleatoria y no subjetiva. Es el azar el que los elije y no el juicio del investigador. En
cambio, en el muestreo no probabilístico no hay azar, es el criterio del investigador o
las circunstancias de acceso a los visitantes lo que determina el proceso de selección
de la muestra (figura 3).

Tabla 1. Tipos de muestreo y sus métodos.

Muestreo no
Conveniencia A criterio Por cuotas Bola de nieve
probabilístico

Muestreo Aleatorio Aleatorio Aleatorio por


Aleatorio simple
probabilístico sistemático estratificado conglomerados

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


109
Estudios sobre públicos y museos

De igual forma, en la selección de la muestra existen errores que hay que tratar de
evitar (Pérez Santos, 2015: 23):

ƒƒ Realizar el muestreo solo en días que hay mucho público.


ƒƒ Seleccionar visitantes solo en función de su apariencia física.
ƒƒ Dejar que sea el visitante el que pida participar en el estudio.
ƒƒ No tener en cuenta el número y las características de las personas que rechazan
participar.
ƒƒ No recoger datos durante todo el horario del museo, concentrándose solo en
ciertas horas.

Métodos de muestreo probabilístico (Sarrià Arrufat et al., 1999)


Aleatorio simple
Es el más sencillo de los métodos. Consiste simplemente en asignarle un número
o nombre a cada una de las unidades muestrales (personas, objetos, animales) y
seleccionarlas una por una hasta llegar al tamaño de la muestra. En el caso de los
estudios de público en museos, no es factible aplicar este método porque no es
posible tener por anticipado los nombres y datos de contacto de los visitantes que
terminan su recorrido por el museo.

Aleatorio sistemático
Consiste en extraer las unidades muestrales de la población-universo de manera
sistemática (una de cada X unidades o individuos). Para eso se debe calcular el coe-
ficiente de elevación (k), que es el intervalo con el cual se seleccionarán las unida-
des muestrales. El coeficiente de elevación se calcula dividendo el tamaño total de la
población-universo (N) entre el tamaño de la muestra (n). Este es el método de mues-
treo más adecuado para aplicar en estudios de públicos en museos y se explica con
mayor detalle más adelante.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


110
 Figura 4. Aplicación de un ejercicio de sondeo en el Gran Museo del Mundo Maya.
Fotografía: © Leticia Pérez Castellanos.

111
Estudios sobre públicos y museos

Aleatorio estratificado
En ciertos casos es necesario respetar alguna característica de la población-univer-
so que es relevante para el investigador: edad, nivel socioeconómico, salón de cla-
ses, etc. Es decir, se divide a la población en estratos y el tamaño total de la muestra
es distribuido entre los estratos de manera proporcional al tamaño de cada estrato.
Por ejemplo, supongamos que el número total anual de visitantes en un museo es
de 500 000 visitantes con un tamaño de muestra de 384 visitantes. Se sabe que el
70% de la población son grupos escolares y el 30% son visitantes individuales. La
muestra (n= 384) deberá ser dividida de tal manera que el 70% de los cuestionarios
sean administrados a grupos escolares y el 30% a visitantes individuales. Es decir,
la muestra deberá ser dividida en función de la proporción de cada estrato. Como
es un muestreo probabilístico, cada individuo de cada estrato deberá ser elegido de
forma aleatoria.

Aleatorio por conglomerados


Algunas veces la población-universo se encuentra dividida en agrupaciones natu-
rales o conglomerados. Para identificar si la población-universo está agrupada por
conglomerados, estos grupos deben ser homogéneos en su interior y heterogéneos
entre sí. Por ejemplo, supongamos que los museos de culturas populares, por su
temática, tienen visitantes con características iguales o similares. La población-uni-
verso de esos museos es homogénea entre sí, pero diferente de la de otros museos
con otras temáticas.

Métodos de muestreo no probabilístico


Recordemos que el muestreo no probabilístico es aquel en donde no interviene el
azar y por lo tanto los elementos muestrales no tienen la misma probabilidad de ser
elegidos. Es el criterio del investigador o las circunstancias de acceso a los visitantes
lo que determina el proceso de selección de la muestra.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


112
Estudios sobre públicos y museos

Por conveniencia
Es el tipo de muestreo en donde no se eligen las unidades muestrales, sino que se
trabaja con las que hay disponibles.

Por criterio
En este método de muestreo es el investigador el que selecciona, basado en su jui-
cio, a las unidades muestrales. También es llamado método por juicio.

Por cuotas
Consiste en dividir a la población en grupos homogéneos tomando en cuenta al-
guna característica importante para la investigación (ejemplo: hombres y mujeres;
visitantes extranjeros y nacionales). Luego se asignan cuotas y porcentajes a obte-
ner en cada grupo (ejemplo: 50% hombres y 50% mujeres). Las unidades muestrales
son seleccionadas al interior de cada grupo hasta que se consiga la “cuota” del 50
por ciento.

Bola de nieve
Este método no probabilístico consiste en seleccionar unidades muestrales o indivi-
duos que, por sus características particulares, llevarán al investigador a conocer otros
individuos con características iguales y así sucesivamente hasta que se obtenga el
tamaño de la muestra.

Muestreo aleatorio sistemático para estudios de públicos


Aunque son varios los métodos de muestreo que podrían usarse en los estudios
de público en museos, el muestreo aleatorio sistemático ha demostrado ser el más
adecuado para los estudios cuantitativos en espacios museales (Alazaizeh y Hallo,
2017; mecd, 2013; Pérez Santos, 2015), ya que permite seleccionar una muestra
más representativa.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


113
Estudios sobre públicos y museos

Pasos del muestreo aleatorio sistemático en estudios de público en


museos

¿Cuántos?
Para estimar el tamaño de la muestra:

Paso 1
Se debe identificar el número total anual de visitantes al museo, es decir, el tamaño
de la población-universo. Se puede tomar el año natural (enero-diciembre) inme-
diato anterior al año de realización del estudio o el promedio de los dos o tres años
anteriores. Por ejemplo: si se realiza el estudio en marzo del 2018, se deberán tomar
los meses enero-diciembre del 2017 o el promedio anual de visitantes consideran-
do el 2015, 2016 y 2017. De igual forma es necesario conocer la afluencia mensual
y, si es posible, la semanal, de todo el año anterior. Estos datos servirán más adelan-
te para responder a la pregunta: ¿cómo seleccionar a los individuos?

Paso 2
Una vez que se conoce el número total de visitantes por año (tamaño de la pobla-
ción-universo= N), se calcula por fórmula estadística el tamaño de la muestra. Se
puede aplicar la fórmula de manera manual o se puede usar la calculadora estadís-
tica localizada en www.netquest.com. Se sugiere usar un margen de error del 5% y
un nivel de confianza del 95 por ciento.

¿Cómo seleccionar a los individuos?


Una vez estimado el tamaño de la muestra, el siguiente paso es determinar la mane-
ra en que los visitantes del museo serán seleccionados. Como ya se vio, el muestreo
aleatorio sistemático requiere de un coeficiente de elevación (k) (uno de cada X visi-
tantes que salen del museo), que permita seleccionar de manera aleatoria la mues-
tra. Para esto, el cálculo del coeficiente de elevación se realiza con una variación que

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


114
Estudios sobre públicos y museos

permitirá mayor representatividad en la muestra. El paso 3 es calcular el coeficiente


de elevación.

Paso 3
Calcular el coeficiente de elevación a través de la siguiente fórmula:
-

donde:
k= coeficiente de elevación

-
promedio diario de visitantes en un museo abierto 300 días
al año, donde N= tamaño de la población-universo o número
total de visitantes al año

cd número de cuestionarios por día que pueden ser aplicados

Paso 4
Se estima el número de días al año necesarios para obtener el tamaño de la muestra
(n). Si se considera realizar 25 cuestionarios diarios, la fórmula es:

donde:
D = número de días al año necesarios para obtener el número de visitantes que
el tamaño de la muestra señala
n = tamaño de la muestra
cd = número de cuestionarios por día que pueden ser aplicados

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


115
Estudios sobre públicos y museos

Si el cuestionario tarda en responderse 10 minutos aproximadamente, se podrán


hacer 4 cuestionarios en una hora. Si el museo está abierto 8 horas, en un día, to-
mando en cuenta los descansos y pausas para comer, se pueden aplicar 25 cuestio-
narios (Pérez Santos, 2015).

Paso 5
Una vez determinado el coeficiente de elevación (uno de cada X visitantes) y el nú-
mero aproximado de días que se requerirá para levantar la muestra, lo que sigue
es determinar los días o semanas del año en los que se aplicarán los cuestionarios.
Para ello es importante conocer las temporadas de alta y baja visitación al museo.
Si no se tienen datos estadísticos precisos, una entrevista con algún trabajador del
museo puede bastar para conocer los tiempos de mayor y menor afluencia. Los días
de aplicación del cuestionario deben distribuirse a lo largo del año de tal manera
que se cubran las temporadas altas, medias y bajas de público. De igual forma, de-
ben aplicarse tanto en el horario matutino como en el vespertino para tener una
muestra lo más representativa posible del espectro de visitantes.

Ejercicio: aplicando el método aleatorio sistemático


Lo anterior puede sonar complicado, pero al aplicarlo en un ejemplo práctico pode-
mos mostrar paso a paso cómo se hace:

Paso 1
Tomando como ejemplo el Museo Nacional de Antropología en México, se sabe,
según estadísticas oficiales del inah, que el número de visitantes anuales del 2015
y 2016 fue de 1 963,021 y 1 712,645, respectivamente. El promedio de estos dos
años es 1 837,833, equivalente al tamaño de la población-universo (N= 1’837,833)
(tabla 2).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


116
Estudios sobre públicos y museos

Tabla 2. Número de visitantes anuales en el Museo Nacional de Antropología.


Fuente: www.estadisticas.inah.gob.mx

Paso 2
Se determina el tamaño de la muestra con la calculadora estadística en línea en
www.netquest.com considerando un nivel de confianza del 95% y un margen de
error del 5%. El tamaño de la muestra resulta ser de 385 individuos (n= 385).

Paso 3
Se calcula el coeficiente de elevación (k) con la fórmula:

donde:
k= coeficiente de elevación

cd= 25 cuestionarios por día

Así,

Es decir, se aplicará el cuestionario a uno de cada 245 visitantes que salgan del
museo. Esto podría parecer demasiado, pero cuando se considera que el promedio
diario de visita en el Museo Nacional de Antropología es de 6126 personas, significa
que en un día se podrán administrar 25 cuestionarios (6126 / 245= 25). Este método

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


117
Estudios sobre públicos y museos

permite que, en los días de mayor afluencia, el número de cuestionarios sea mayor
y en los días de baja afluencia, el número de cuestionarios también disminuya, ga-
rantizando, de esta manera, la representatividad de la muestra.

Paso 4
Se calcula el número aproximado de días al año requerido para obtener el tamaño
de la muestra (n= 385), considerando que se realizan 25 cuestionarios por día. Se
aplica la fórmula:

donde:
D = número de días al año necesarios para obtener el número de visitantes que
el tamaño de la muestra señala
n = 385
cd = 25

Así,

D= 15.4 días al año

Paso 5
Una vez determinado el número de días necesarios para alcanzar la muestra, el
último paso es seleccionar los días del año en los que se hará el muestreo. Para esto
es importante conocer las estadísticas anuales de visitantes e identificar las tempo-
radas de visita alta, media y baja (figura 5).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


118
Estudios sobre públicos y museos

 Figura 5. Visitantes anuales al Museo Nacional de Antropología.


Fuente: www.estadisticas.inah.gob.mx

Como se observa en la figura 5, hay un periodo de alta afluencia (septiembre-no-


viembre), uno de afluencia media (febrero-abril) y uno de afluencia baja (ma-
yo-agosto). Si se requieren aproximadamente 21 días (3 semanas) para obtener
385 cuestionarios, la distribución podría quedar de la siguiente manera, cubriendo
siempre el turno matutino y vespertino en días de entre semana y fin de semana
(tabla 3).

Tabla 3. Distribución de días para aplicar los cuestionarios a lo largo del año.

Conclusión
Si bien existen varios métodos para realizar un muestreo, el método aleatorio siste-
mático ha demostrado ser el más adecuado para estudios cuantitativos de público,
ya que permite garantizar la representatividad de todos los públicos y generalizar
los hallazgos de la muestra a toda la población.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


119
Estudios sobre públicos y museos

En ocasiones los museos no cuentan con el personal o los recursos para administrar
cuestionarios en las fechas que se debería, por lo que una alternativa podría ser ad-
ministrarlos solo en dos ocasiones: temporada alta y temporada baja. En caso de que
no se tenga ninguna idea de las estadísticas anuales de visitantes, la recomendación
es contabilizar los visitantes durante un año y después realizar el estudio de público.

Existen otras consideraciones que no se tocaron en este artículo por no ser ello su
objetivo. Sin embargo, son cuestiones importantes que se deben tomar en cuenta
en los estudios cuantitativos, como son el diseño del cuestionario, el análisis esta-
dístico de los resultados o la capacitación de encuestadores.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


120
Estudios sobre públicos y museos

Referencias
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gement frameworks in achieving sustainability at cultural heritage sites. En
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Galindo Cáceres, J. (ed.). (1998). Técnicas de investigación en sociedad, cultura y co-
municación. México: Pearson.
Hernández-Sampieri, R., Fernández-Collado, C. y Baptista-Lucio, P. (2006), Metodolo-
gía de la Investigación (4a ed.). México: McGraw Hill.
mecd. (2013). Conociendo a nuestros visitantes. Museo Nacional de Arqueología Su-
bacuática, ARQUA. Madrid: Secretaría General Técnica - Centro de Publicacio-
nes - Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
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aplicadas a las ciencias sociales (11ª. ed.). México: Fondo de Cultura Económica
y El Colegio de México.
Pérez Santos, E. (2015), Sistema de recolección de datos de público de museos del Ob-
servatorio Iberoamericano de Museos. Madrid.
Santos, J., Muñoz Alamillos, Á. y Muñoz Martínez, A. (2007). Estadística para estudios
de turismo. Madrid: Ediciones Académicas.
Sarrià Arrufat, A., Guàrdia Olmos, J. y Freixa Blanxart, M. (1999). Introducción a la
estadística en psicología. Barcelona: Universitat de Barcelona.
Société des musées québécois, y Musée de la civilisation (Québec). (2001). Conozca
a sus visitantes: guía de encuesta por sondeo. Montreal: Société des musées
Québécois.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


121
Estudios sobre públicos y museos

Referencias electrónicas
www.estadisticas.inah.gob.mx. Consultado el 2 de enero 2018.

Agradecimientos
Agradecemos las observaciones oportunas que a este artículo hizo la Maestra Leticia
Pérez Castellanos.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


122
Estudios sobre públicos y museos

II. Aproximaciones
prospectivas:
hacia la identificación
de nuevos públicos

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


123
Volver al índice

4. Los estudios de públicos como herramienta


para la planeación y gestión del patrimonio
industrial portuario: La Ex Aduana Marítima
de Tampico
Constanza Mónica Suárez Jiménez

Resumen Abstract
En el marco de las propuestas de la museología con- In the last two decades, visitor studies as a tool for
temporánea y los nuevos esquemas de gestión es- museographic planning, design, and evaluation have
tratégica de museos, los estudios de públicos como become common practice in light of proposals for
herramientas para la planeación, diseño y evaluación contemporary museology and the new schemes of
museográficos se han hecho una práctica recurrente strategic management. However, these studies have
en las últimas dos décadas. Sin embargo, estos estu- seldom been applied to built heritage,1 and even less
dios, escasamente se han aplicado para la gestión del frequently to industrial port heritage. This article re-
patrimonio inmueble y, menos aún para el patrimo- ports the results of the Encuesta de Públicos Semana
nio industrial portuario.1 En el presente artículo se re- Santa-Pascua. Verano e invierno (api Tampico, 2015),
portan los resultados de la investigación Encuesta de conducted in a trial phase in the Ex Aduana Marítima
Públicos Semana Santa-Pascua. Verano e invierno (api de Tampico (eamt) historic building. It explores the
Tampico, 2015), realizados en una fase piloto, del edi- universe of industrial port heritage and discovers the
ficio histórico de la Ex Aduana Marítima de Tampico great interest locals and visitors have on it. What can
(eamt), que explora el universo del patrimonio indus- be inferred from this study is that there is a demand
trial portuario y descubre el gran interés que tiene la for attention and review of industrial heritage sites,
población local y los visitantes en él. Con este estudio which can be accomplished from a museum perspec-
se puede inferir que hay una demanda por su atención tive, treating this building as a symbol and a historical
y revisión, la cual óptimamente se puede hacer desde reference for the Port of Tampico, but also as a form of
una perspectiva museológica, tratando a este inmueble knowledge and aesthetic enjoyment of the industrial
como símbolo y referente histórico del puerto de Tam- site landscape.
pico, pero también como una forma de conocimiento y
disfrute estético del paisaje industrial portuario.

Palabras clave Keywords


Estudios de públicos, gestión estratégica del patri- Visitor studies, strategic management of historic
monio histórico, patrimonio industrial portuario, Ex heritage, industrial port heritage, Ex Aduana Maríti-
Aduana Marítima de Tampico. ma de Tampico.

1
La Coordinación Nacional de Museos y Exposi- 1
The Coordinación Nacional de Museos y Exposi-
ciones del Instituto Nacional de Antropología ciones del Instituto Nacional de Antropología
e Historia cuenta desde el 2012 con un archivo e Historia has a digital archive since 2012 that
digital donde se ubica el único estudio publicado includes the only sttudy pulished to date about
a la fecha sobre públicos en un museo marítimo audiences in a maritim museum (Rodríguez y
(Rodríguez y Sabido, 2007). Sabido, 2007).
 Visitante respondiendo una encuesta.
Fotografía: © Leticia Pérez Castellanos.

124
Estudios sobre públicos y museos

Antecedentes
Como muchas ciudades costeras del siglo xix, Tampico, ubicada en el norte de la
República Mexicana, debe su auge al movimiento económico y social que generó su
puerto a finales de ese siglo, cuando Porfirio Díaz impulsó, durante su gobierno, una
política de modernización de la infraestructura como palanca de desarrollo indus-
trial de la nación mexicana, en la que se inscribió la creación, entre otros puertos de
altura,2 del puerto de Tampico.

Esto convirtió a la antigua localidad de Santa Anna de Tampico, en puerta comercial


de embarque y desembarque de diversos productos y bienes comerciales, entre los
que desatacaron aquellos provenientes de las minas de oro y de plata del centro y
noreste del país, y, años más tarde, del llamado “oro negro” extraído de los vastos
yacimientos petrolíferos descubiertos en el Golfo de México, transformándolo, en el
segundo puerto de altura más productivo del país durante casi un siglo.

El Puerto de Tampico fue construido con los criterios más avanzados de la ingeniería
civil y la logística del transporte de cargas de finales del siglo xix, transformando
geográfica y culturalmente, la margen norte del río Pánuco, ubicado en los límites
de los estados de Tamaulipas y Veracruz, en el litoral del Golfo de México.

No obstante que la infraestructura portuaria y ferroviaria (muelles y espuelas), así


como el equipamiento portuario (aduana marítima y sus bodegas) se pensaron de
forma integral y eficiente para la facilitación del comercio internacional, el edificio
de la Aduana Marítima, inaugurado en 1903, ha destacado no solo por la belleza de
su arquitectura y el carácter monumental de sus dimensiones3 —signo del enorme


2
La generación de puertos construidos durante el gobierno de Porfirio Díaz incluye, además del de Tampico,
a los puertos de Salina Cruz, Coatzacoalcos, Manzanillo, Mazatlán, Guaymas y Progreso, así como la mo-
dernización del Puerto de Veracruz, en el que se incluyó el ferrocarril como parte de la cadena logística del
transporte de carga y de pasajeros desde los litorales hacia el interior del territorio nacional.

3
Cerca de 17 000 metros cuadrados de construcción. La superficie total del monumento histórico incluye el
edificio de la Aduana y su bodega cuatro, más las bodegas tres y dos.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


125
 Figura 1. Vista de la Ex Aduana Marítima de Tampico.
Fotografía: © Constanza Suárez.

En 1993, a raíz de la creación de la Ley de Puertos,


comenzó el proceso de modernización del
Sistema Portuario Nacional,
y con ello, entre otros muchos
cambios administrativos,
quedó prohibido el acceso público a los recintos
portuarios, lo que provocó una ruptura
territorial y afectiva entre el puerto y la ciudad.

126
Estudios sobre públicos y museos

volumen de carga con el que operaba—, sino también como representación de la


actividad portuaria ligada a la ciudad y, a su vez como elemento del paisaje indus-
trial portuario visto desde uno de los espacios más importantes del centro histórico
de la ciudad: la plaza “Hijas de Tampico” .

Los avances tecnológicos en el transporte marítimo, la globalización del comercio y


los sistemas de fiscalización de las mercancías durante la segunda mitad del siglo xx
—como fue la invención del contenedor como embalaje de carga estandarizado, el
crecimiento de las dimensiones de los buques, la conformación de recintos fiscales
restringidos y la aplicación de estrictos códigos de seguridad a buques después de
los trágicos episodios acontecidos el 11 de septiembre de 2001— afectaron la vida
urbana de las ciudades portuarias, modificando, irreversiblemente, la operación de
los puertos en nuestro país y en el mundo.

En 1993, a raíz de la creación de la Ley de Puertos, comenzó el proceso de moder-


nización del Sistema Portuario Nacional, y con ello, entre otros muchos cambios
administrativos, quedó prohibido el acceso público a los recintos portuarios, lo que
provocó una ruptura territorial y afectiva entre el puerto y la ciudad. En este contex-
to, en el 2002, después de casi cien años de operación ininterrumpida, la Aduana
Marítima de Tampico se mudó de sede a otra zona dentro del puerto, dejando va-
cías sus instalaciones frente al muelle fiscal.

A partir de entonces, el espacio desocupado, pero a la vez privilegiado por su ubi-


cación dentro de lo que se conoce como centro histórico de la ciudad, comenzó a
ser disputado, por un lado por la sociedad civil de Tampico, que reclamaba su uso
en compensación a la accesibilidad perdida al puerto y a la cotidianidad con la vida
portuaria; y, por el otro, por la Federación, que, como autoridad portuaria, mediante
la figura de la Administración Portuaria Integral (api), es responsable de su uso y
destino como un bien nacional.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


127
 Figura 2. Colección particular del Museo de la Victoria.
Fotografía: © Constanza Suárez.

128
Estudios sobre públicos y museos

En el 2003, a solicitud de la sociedad tampiqueña, la api autorizó la celebración cívi-


ca del centenario del inmueble ya como Ex Aduana. El éxito de la convocatoria for-
taleció el interés por el edificio histórico entre los tampiqueños como símbolo de su
identidad, por lo que se creó un patronato para la restauración del edificio histórico,
y con ello una forma de acceder a recursos mixtos (sociedad civil y gobierno federal)
para su conservación como patrimonio histórico de la nación, declarado como Mo-
numento Histórico por determinación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas
Arqueológicos, Artísticos e Históricos (inah, 1972).

Tres años más tarde, en el 2006, la eamt abrió sus puertas al público. Con el fin de
ofrecer algún atractivo a los visitantes del edificio histórico, en colaboración con su
patronato, se tomó la decisión de habilitar un pequeño museo de colección parti-
cular, que exhibiera, con fotografías, reproducciones gráficas, ilustraciones, videos
de producción precaria y algunos objetos de escaso valor histórico, la historia de la
Victoria de Tampico (1829). Dicho evento aconteció años antes de la construcción
de la eamt y muestra un acontecimiento histórico, que, si bien es relevante a la In-
dependencia de México y a la ciudad de Tampico, no tiene ninguna relación con el
patrimonio industrial portuario en donde hoy se aloja, y no responde a la nostalgia
de la vida y cultura portuaria perdida, reclamada por su ciudadanía, como mostra-
ron los resultados de la encuesta realizada.

Dicho estudio a partir de la aplicación de encuestas se derivó de la necesidad de cono-


cer más a los públicos y visitantes de la eamt en una idea en concordancia con el marco
de las propuestas de la museología contemporánea y los nuevos esquemas de ges-
tión estratégica de museos, en los cuales los estudios de públicos son herramientas
para la planeación, diseño y evaluación. Dado que esta herramienta es escasamente
aplicable al patrimonio inmueble y, menos aún para el patrimonio industrial portua-
rio, se consideró relevante retomarla, aplicarla, así como difundir sus resultados.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


129
Estudios sobre públicos y museos

En el presente artículo se reportan el proceso y los resultados de la Encuesta de Pú-


blicos (api Tampico, 2015), realizada en una fase piloto, del edificio histórico de la Ex
Aduana Marítima de Tampico (eamt), que explora el universo del patrimonio industrial
portuario y descubre el gran interés que tiene la población local y los visitantes en él.

Cierro este apartado comentando que el trabajo que se presenta no ha sido un es-
fuerzo individual, sino que ha sumado las voluntades y el interés de varias personas
que aportaron, no solo su tiempo y esfuerzo, sino también la confianza y el impulso
necesario para realizar una investigación extensa, en un tema poco común dentro
de la gestión portuaria.4

eamt, la necesidad de un estudio de sus públicos

El pequeño Museo de la Victoria en el interior de la eamt se encuentra abierto al pú-


blico hasta la fecha, y quizá su existencia no explica en sí misma la gran afluencia que
tiene la Ex Aduana. En el 2015 la api Tampico tuvo el interés de conocer sobre los pú-
blicos que la visitan, sus motivaciones, así como sus características e intereses, para
indagar acerca de la relación entre sus visitantes y el monumento histórico, así como
la valoración que estos le dan al inmueble. Por lo cual, en colaboración con quien esto
suscribe, se propuso realizar un estudio de carácter exploratorio, mediante el uso de
herramientas cuantitativas del cual se dará cuenta a continuación.


4
La Encuesta de Públicos de la eamt durante el 2015, no hubiera sido posible sin el apoyo y la confianza que
me brindó Fernando Gamboa, director general de Fomento y Administración Portuaria de la Coordinación
General de Puertos y Marina Mercante. Asimismo, estoy profundamente agradecida con Claudia Fernández
Pecero, gerente de comercialización de api Tampico, por su entusiasmo y pasión en el proyecto y porque su
participación fue clave en la aplicación del estudio, así como a su equipo de trabajo, Edith Núñez López y
Mónica Zamarripa Schulte. A Teodoro Cantú Cantú, encargado de la dirección general de la api Tampico,
por su apoyo durante el periodo de desarrollo de mis prácticas profesionales en el 2015. Al Dr. Jesús Orozco
Alfaro, director general de api Tampico (2016-2017) por su autorización para la publicación de los resultados
que hoy se comparten, así como por su interés en los mismos. A las alumnas de la carrera de Comercio Inter-
nacional de la Universidad Autónoma de Tampico, Karen Leal Maldonado, Danira Lugo Torres y Karla Peralta
Benítez, a quienes también comparto mi agradecimiento por su dedicación al aportar su tiempo y talento
como encuestadoras.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


130
Estudios sobre públicos y museos

 Figura 3. Evolución de afluencia de visitantes.


Fuente: api Tampico, enero del 2018.

Propósito de la investigación
La Encuesta de Públicos fue diseñada durante el curso optativo de la Maestría en
Museología “Públicos y museos: Técnicas de investigación” en la Escuela Nacional de
Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” del Insti-
tuto Nacional de Antropología e Historia. Dicho trabajo también formó parte de las
prácticas profesionales de la maestría en Museología de la autora, en colaboración
con la Administración Portuaria Integral de Tampico S. A. (api Tampico)5 en el 2015.

La investigación6 estuvo orientada a conocer las opiniones y valoraciones que ha-


cen de la eamt sus públicos y usuarios para, con ello, proponer un esquema de con-
servación integral y sostenible del inmueble como patrimonio cultural de la nación.
Lo anterior, concebido en el marco de una gestión participativa del patrimonio, que


5
La hoy Ex Aduana Marítima de Tampico, dependiente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes,
quedó bajo la responsabilidad de la api Tampico, mediante el título de concesión correspondiente.

6
Debido a los resultados preliminares obtenidos del análisis de los reactivos de los dos primeros periodos,
se consideró la posibilidad de llevar a mayor detalle su análisis, por lo que de común acuerdo entre la in-
vestigadora y el cuerpo docente de la encrym, se decidió que estos se incluyeran en la primera fase de la
investigación para obtener el grado de maestría (Suárez, 2018).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


131
Estudios sobre públicos y museos

ponga en valor el potencial que representa el patrimonio industrial portuario como


un espacio socialmente construido, altamente significativo y generador de cultura.

Considero que la identidad se enraíza en la memoria colectiva que atesora el valor y


la significación de las costumbres cotidianas ligadas al trabajo y la vida en relación
con el mar (Kluckhohn y Strodtbeck, 1961; Hall y Soskice, 2001; Warseva, 2011; Bru-
ni, 2011; Gómez, 2014) y que por lo tanto este potencial se debe aprovechar como
lo hacen muchos de los museos marítimo-portuarios en otras latitudes del mundo
(Suárez, 2017), sin comprometer su rentabilidad y el potencial turístico-comercial
como una zona puerto-ciudad.7

Periodo del estudio


La aplicación del estudio se planeó para llevarse a cabo durante tres periodos vaca-
cionales consecutivos del año: Semana Santa, verano e invierno del 2015. De esta
manera se cubrían diferentes momentos del año con distintos patrones de visita.

Diseño de la Encuesta de Públicos


La encuesta se concibió con una fase piloto de un año de duración, aplicada con
un modelo exploratorio no probabilístico, basado en sujetos disponibles8 a partir
de la aplicación longitudinal de 740 cuestionarios mixtos (369 pre y 371 post), con
una duración total de 67 días, durante tres periodos vacacionales consecutivos, en
los cuales seis aplicadores encuestaron a los visitantes de la eamt. Esta encuesta se
adaptó a las condicionantes de tiempo, recursos humanos y económicos disponibles.


7
El concepto puerto-ciudad se acuñó durante la década de 1970 en los campos de la logística portuaria, el
urbanismo y la geografía humana. Se trata de un concepto territorial limítrofe entre el puerto como frente
marítimo o fluvial y la ciudad, en el que ocurre “una interfase problemática y controversial entre las funcio-
nes portuarias y los bordes del entorno urbano de una ciudad” (Hoyle, 2013), y en el que el puerto “debe
convertirse en la fuerza dinámica central y el principio organizador de la ciudad portuaria, y no debe seguir
siendo una ‘función oculta’, un simple apéndice” (Reeves, Broeze y McPherson, 1989).

8
También conocido como muestreo por conveniencia.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


132
Estudios sobre públicos y museos

Tabla 1. Distribución de la muestra durante los periodos de aplicación, 2015.

tionarios aplicados
aplicados
Duración promedio de
Periodo de aplicación

tionarios
Visitantes durante el

la encuesta (minutos)

aplicados por día


Número de cues-
de cues-
Número
Días de aplicación

cuestionarios

por aplicador
Promedio de
aplicadores
Número de

por dia
vacacional

periodo
Periodo

POST
PRE
PRE POST PRE POST

Del 28 de 16 17,052 3 9 199 201 12 13 4 4


Semana

marzo al 12
Santa

de abril

Del 18 de 30 18,781 2 7 120 120 4 4 2 2


Verano

julio al 16
de agosto

Del 15 de 21 7,067 1 7 50 50 2 2 2 2
diciembre al
Invierno

5 de enero
de 2016

67 42,900 6 7 369 371 19 19 9 9


Total

740 38 17

Se planeó una estrategia integral que consideró los aspectos metodológicos de cada
una de las etapas de la investigación que quedaron plasmadas en el documento
Protocolo de aplicación de la Encuesta de Públicos de la eamt (api Tampico, 2015), en
el que se incluyó el planteamiento de objetivos y preguntas de investigación, dise-
ño de cuestionarios, definición de número y horarios de aplicadores, capacitación
a aplicadores, aplicación de cuestionarios, control durante ese periodo, entrega y
resguardo de los datos.

Se diseñaron dos tipos de cuestionarios con preguntas mixtas (cerradas y abiertas):


Previo a la visita (pre) y Posterior a la visita (post), que permitieran responder las si-
guientes preguntas de investigación correspondientes a los cinco temas principales
que conformaron las secciones de ambos cuestionarios. Estas secciones estructu-
raron los 35 reactivos (15 abiertos y 20 cerrados) que formaron parte de cada uno
de los cuestionarios.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


133
Estudios sobre públicos y museos

Tabla 2. Secciones del cuestionario, con sus temas y objetivos.


Sección Tema Objetivo
1 Recurrencia de la visita Identificar la frecuencia de las visitas a la eamt por
parte de sus públicos, así como sus razones
2 Motivaciones e intereses de los Conocer las motivaciones e intereses de su público
visitantes al visitar la eamt
3 Elementos de decisión para Conocer los medios por los que el público se infor-
visitar la eamt y el medio de mó que la eamt puede visitarse, y conocer el medio
transporte utilizado de transporte utilizado para llegar a ella
4 Expectativas de la visita y grado Conocer lo que esperan al visitar la eamt (para los
de satisfacción de la misma cuestionarios Pre) y conocer su opinión al salir de
la eamt (para cuestionarios Post)

5 Perfil sociodemográfico de sus Identificar el perfil sociodemográfico de sus visi-


visitantes tantes en términos de sexo, edad, nivel de estu-
dios, profesión, lugar de residencia y requerimien-
tos especiales

Subsecuentemente, se planearon las etapas prácticas de la investigación y la solu-


ción a las condicionantes de la misma: realizar la aplicación sin recursos económicos
para la contratación de encuestadores, ni tampoco para los viáticos de la investiga-
dora, y la duración de la aplicación del estudio en los periodos establecidos.

Tabla 3. Lista de reactivos claves. Encuesta de públicos eamt, 2015. api Tampico/C. M. Suárez
Reactivo Cuestionarios Tipo de reactivo Pregunta del cuestionario

Primera Sección: Recurrencia de la visita y motivos de la misma


R1 Pre y post Cerrado ¿Es tu primera visita al eamt?
R2 Pre y post Abierto ¿Cuándo fue tu primera visita?
R3 Pre y post Cerrado ¿En qué periodo vacacional?
R5 Pre y post Cerrado ¿En esa visita utilizaste guía?
R6 Pre y post Abierto ¿Qué te motivó a visitarnos de nuevo?

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


134
Estudios sobre públicos y museos

Segunda Sección: Características actuales de la visita e interés especial de la misma


R7 Pre y post Cerrado ¿Quiénes te acompañan en tu visita?
R9 Pre y post Cerrado ¿Qué te motivó a visitarnos hoy?
R13* Pre y post Abierto ¿Hay algo en especial que te interese cono-
cer de la eamt?
R19 Pre Abierto ¿Hay algo más que te interese conocer de
la eamt?

Tercera Sección: Principales elementos de decisión para visitar la eamt


R14 Pre y post Cerrado ¿Cómo supiste que podías visitar el edificio
de la eamt?

Cuarta Sección: Expectativas de la visita


R16 Pre Cerrado ¿Cuál es tu expectativa al visitar la eamt?

Cuarta Sección: Grado de satisfacción de la visita


R16 Post Cerrado ¿Regresarías a visitarnos?
R17 Post Abierto ¿Por qué?
R18 Post Abierto ¿Qué fue lo que más te gustó de tu visita?
R19 Post Abierto ¿Qué es lo que más te disgustó ?
R20 Post Abierto Sugerencias

Quinta Sección: Características sociodemográficas de los públicos


R21 Pre y post Cerrado ¿Cuál es tu nacionalidad?
R23 Pre y post Cerrado ¿Cuál es tu lugar de residencia?
R28 Pre y post Cerrado ¿Cuál fue el medio de transporte que utili-
zaste para llegar a la eamt ?
R30 Pre y post Cerrado ¿Eres mujer u hombre?
R31 Pre y post Cerrado ¿Cuántos años tienes?
R32 Pre y post Cerrado ¿Cuál es tu ocupación?
R33 Pre y post Cerrado ¿Cuál es tu nivel de educación?
R35 Pre y post Abierto ¿Tienes algún requerimiento de movilidad?

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


135
 Figura 5. Capacitación vía remota a las aplicadoras de la Encuesta de Públicos, 2015.

 Figura 6. Visitantes en la Ex Aduana Marítima de Tampico, 2014.

136
Estudios sobre públicos y museos

Notas: R13*: Derivado de la experiencia de la aplicación de las primeras encuestas de públicos


durante Semana Santa, la api Tampico solicitó eliminar este reactivo para las encuestas de ve-
rano e invierno, por considerar que las personas salían con prisa y se les había hecho muy largo
el cuestionario, y además por considerarlo reiterativo con respecto al R17 ¿Por qué regresarías a
visitarnos? del cuestionario Post y, al R19 ¿Hay algo más que te interese conocer de la eamt? del
cuestionario Pre, por lo que en las subsecuentes encuestas ya no se incluyó este reactivo.

Los reactivos R24 al R29 no se reportan en este artículo por ser temas asociados con la visita
turística a Tampico, no relacionados directamente con la eamt.

Los reactivos faltantes, se refieren a las respuestas abiertas "Otro" y "No sabe/no contestó" que
no incluímos en este cuadro que contiene los principales.

Por ello, se discutieron y tomaron las siguientes decisiones de común acuerdo


con funcionarios de api Tampico: la primera, que los aplicadores serían alumnas o
alumnos de la carrera de Negocios Internacionales de la Universidad Autónoma de
Tampico (uat), quienes, mediante un convenio con api pudieran realizar su servicio
social; la segunda, que la capacitación y el seguimiento al desarrollo del estudio por
parte de la investigadora se llevaría a cabo a través de medios remotos de comu-
nicación (WebEx y vía telefónica); y la tercera, que el documento guía Protocolo de
aplicación de la Encuesta de Públicos debía ser muy detallado y claro, y debía revi-
sarse puntualmente durante la capacitación con todos los participantes del mues-
treo para resolver las dudas.

La Encuesta de Públicos, su análisis y los resultados


Para el análisis de la encuesta se realizó la captura de los 35 reactivos para cada uno
de los 740 cuestionarios en dos matrices de datos (una pre visita y otra post visita),
mediante un cuadro analítico binario en archivos Excel (xlsx) que permitieron ordenar
y sistematizar los 25,900 datos recopilados durante las tres muestras de la encuesta.

El análisis de los reactivos cerrados se realizó a partir de porcentajes cuantitativos


(pre y post diferenciados) de las respuestas de los participantes. Los reactivos abiertos
(texto libre) en los que los visitantes proporcionaron más de una respuesta y con sus

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


137
 Figura 7. Aplicación de la Encuesta de Públicos, 2015.
Fotografía: © Constanza Suárez.

Los resultados de la Encuesta de Públicos


resultaron relevantes, aunque no
concluyentes,toda vez que se
trata de una fase piloto; sin embargo,
aportan muchos elementos para
prefigurar la relación de sus
públicos con un tipo específico
de patrimonio cultural que es el
patrimonio industrial portuario.

138
 Figura 8. Visitantes y actividad portuaria sobre el río Pánuco desde terraza sur de la eamt.
Fotografía: © Constanza Suárez.

139
Estudios sobre públicos y museos

propias palabras (reactivos R6 pre, R13 pre y R17 post), se analizaron mediante seis
categorías representativas del universo de significados con unidades de sentido que
permitieron, posteriormente, un análisis binario (motivos e intereses estéticos, his-
tóricos, científicos, económicos, sociales y afectivos) como se verá más adelante en el
apartado de resultados de la encuesta.

Derivado del carácter exploratorio de esta investigación, se han hecho aproxima-


ciones diversas al análisis de datos, utilizando diferentes combinaciones entre reac-
tivos cerrados y abiertos. Una vez realizados estos análisis, se consideró necesario
segmentar la muestra en subgrupos dependiendo el lugar de residencia de los en-
cuestados,9 y con ello observar las variaciones en la relación entre los visitantes y el
monumento,10 lo que nos permitió generar subconjuntos de análisis que apoyaran
la interpretación de los reactivos abiertos.

Asimismo los reactivos cerrados (como, por ejemplo, edad, nivel de estudios y ocupa-
ción) en combinación con los abiertos (R6, R13, R17), posibilitaron la interpretación
en profundidad y la comprensión a detalle de las secciones de la encuesta. Para el
caso del reactivo post R18, relativo a lo que los visitantes consideran como más sig-
nificativo de su visita, se generó un análisis de acuerdo con las siguientes categorías:
paisaje/puerto/río/barcos; edificio/arquitectura; objetos particulares; historia/guías;
y Museo de la Victoria, combinado con los reactivos cerrados de lugar de residencia.

Por otra parte, y para los reactivos del muestreo post (R19 y R20) relacionados con
lo que más les disgustó y las sugerencias, estos se agruparon en temas específicos
como equipamiento, servicios, museología, conservación, mantenimiento y limpie-
za, y otros, sin ninguna combinación con reactivos cerrados.


9
Peter Howard (2003: 102) hace una reflexión muy interesante sobre los diversos y variados intereses y mo-
tivaciones que las personas que están dispuestas a gastar su tiempo, dinero y esfuerzo en el patrimonio
histórico o cultural, tienen y quieren de él, dependiendo su cercanía con el monumento.
10
Aquí consideramos el concepto de “monumento” según la idea de Alöis Riegl (1903), identificado como
materia y símbolo, con la capacidad de generar discursos sobre la realidad con visos de adquirir cartas de
naturaleza.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


140
Estudios sobre públicos y museos

Los resultados de la Encuesta de Públicos resultaron relevantes, aunque no con-


cluyentes, toda vez que se trata de una fase piloto; sin embargo, aportan muchos
elementos para prefigurar la relación de sus públicos con un tipo específico de pa-
trimonio cultural que es el patrimonio industrial portuario.

A continuación, se desglosan algunos de los principales rubros de la encuesta y los


resultados obtenidos.

Motivos de la visita
El principal motivo de visita resultó ser por “diversión o entretenimiento”, seguido
de “conocer el edificio” y, en tercer lugar, por “aprender”.

Lugar de residencia de los visitantes


La mayoría de los participantes resultó tener un lugar de residencia fuera del
área conurbada de Tampico, especialmente en ciudades de la región (ciudades
en el resto del estado de Tamaulipas y estados colindantes como Nuevo León,
San Luis Potosí y el norte del estado de Veracruz) y realizó la visita en compañía
de familiares y amigos.

Principal elemento de decisión


La mayoría de los participantes indicaron que tomaron la decisión de visitar la eamt,
en primer lugar, por “recomendación”, en segundo lugar, por haber leído de esta en
un “folleto” y en tercer lugar por “otros” motivos, refiriéndose a redes sociales, o a
que ya tenían conocimiento de la existencia del lugar o porque iban caminando y
vieron el edificio y les llamó la atención.

Recurrencia en la visita
Una quinta parte del total de la muestra indicó que esta era la segunda vez que
visitaban el edificio, refiriendo que el principal motivo de recurrencia fue por motivos

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


141
Estudios sobre públicos y museos

afectivos, es decir, aquellos motivos relacionados con “pasear con la familia”, “el re-
cuerdo” y “la nostalgia”.

Intereses y expectativas
Los reactivos abiertos R13 (pre y post) y el cerrado R16 (pre), nos orientaron en cuanto
al interés o expectativa que tienen los públicos sobre la eamt. El interés científico fue
el más significativo, es decir, aquellos intereses en el conocimiento marítimo-por-
tuario (los barcos, los muelles, la infraestructura, la importancia del puerto de Tam-
pico) y la arquitectura del edificio (construcción, materiales, funcionamiento).

El segundo lugar fue el interés histórico, pero siempre asociado con la identificación
de la eamt como un elemento del patrimonio industrial portuario al tener curiosi-
dad sobre temas como el movimiento portuario, su valor como monumento, la evo-
lución de la tecnología marítima, la economía marítima y portuaria, Porfirio Díaz y
el desarrollo del puerto.

Este interés por la eamt como representación del patrimonio histórico industrial
portuario se refuerza con las respuestas al reactivo cerrado R16 (pre) que contem-
pló 12 opciones, entre las cuales —de mayor a menor— se obtuvieron los siguien-
tes resultados: la primera expectativa es “conocer el edificio histórico”; la segunda
“conocer el puerto”; la tercera “conocer el río Pánuco”; la cuarta la “historia maríti-
mo-portuaria”; la quinta “conocer la historia de la ciudad de Tampico”; y en último
lugar de las doce opciones “visitar el Museo de la Victoria” .

Es importante destacar que si bien lo que consideramos como interés sobre el cono-
cimiento marítimo-portuario en el análisis del reactivo abierto R13, no se confirma
con los resultados del reactivo R16 pre, por lo que se puede interpretar que el interés
científico-cultural se impone al interés histórico sobre el tema marítimo-portuario,
o también, otra posible lectura sería que su interés está directamente orientado al
conocimiento del puerto y su cultura actualizada, más que a su historia.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


142
Estudios sobre públicos y museos

Grado de satisfacción de la visita


Por otra parte, los resultados de los reactivos R16 y R17 post, nos indican que casi la
totalidad de los participantes regresaría a visitar la eamt, principalmente por razones
estéticas, como son el paisaje portuario, el edificio, el recorrido; le siguen los motivos
históricos y científicos, como son conocer los barcos, el puerto, la historia y la arqui-
tectura del edificio y de Tampico; y en tercer lugar está el motivo afectivo, como es
compartir la experiencia con familiares y amigos.

Sin embargo, cuando analizamos los resultados segmentando a los encuestados


por origen, los visitantes locales indicaron que después de los motivos estéticos
(que coinciden con el análisis global), los motivos científicos sobresalen de los his-
tóricos; mientras que, para los visitantes foráneos, es a la inversa.

Lo más significativo de la visita


Es notable que la mayoría indicó que la historia del edificio contada por los guías
fue lo que más les agradó; en segundo lugar, está la arquitectura de la eamt; en ter-
cer lugar, el paisaje portuario; en cuarto lugar, algunos objetos específicos como la
bodega, el escudo en mosaico; y, por último, el Museo de la Victoria.

Áreas de mejora: lo que más disgustó y sugerencias
Paradójicamente con los resultados más significativos, lo que más les disgustó,
y donde hubo más sugerencias, fue en el campo museológico, específicamente
sobre la organización de los recorridos guiados, el orden en ellos, el tamaño de
los grupos, su duración, así como temas obvios como la falta de objetos para ver
dentro del edificio, áreas vacías, falta de cédulas bilingües, así como el tamaño y la
colección del Museo de la Victoria; en segundo lugar, nos encontramos con asun-
tos relacionados con la deficiencia de servicios al público como baños, alimentos
y bebidas, y asientos para la espera de los recorridos guiados; en tercer lugar, el
mantenimiento y la limpieza del lugar; en quinto lugar, la falta de aire acondicionado,

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


143
 Figura 9. Arriba izquierda: Escalera principal de la Ex Aduana Marítima, 2015. En medio izquierda: Escudo Nacional en Mosaico, 2015.
Abajo izquierda: Salón principal con la bodega de la aduana al fondo, 2014. Derecha: Maqueta del Monumento a la Victoria de Tampico,
Museo de la Victoria, 2014.
Fotografías: © Constanza Suárez.

144
Estudios sobre públicos y museos

así como la falta de accesibilidad al río, la ausencia de barcos y la falta de planea-


ción para la accesibilidad universal.

Perfil sociodemográfico de los participantes


Los resultados del análisis de los reactivos cerrados R12 a R35, nos indican que la
eamt es visitada principalmente por turismo nacional, y en un muy pequeño por-
centaje por extranjero (Japón, Estados Unidos, Colombia y Brasil).

La mayoría de los participantes son visitantes regionales foráneos para los periodos
vacacionales de semana santa y verano (62 y 68%, respectivamente), mientras que
durante el invierno representó 38%, es decir, viven fuera del área conurbada de Tam-
pico, principalmente en las ciudades de la región huasteca, y forman parte del turis-
mo carretero que vacaciona en Tampico y las playas de Miramar en Ciudad Madero.

Asimismo, los resultados nos orientan a pensar que la mayoría fueron jefes de fa-
milia (hombres y mujeres) entre los 21 y 46 años, y son empleados de una empresa
(para el caso de los varones) o trabajan en el hogar (para el caso de las mujeres). Más
de la mitad tienen nivel de estudios de licenciatura y preparatoria.

Conclusiones
La aplicación de estudios de públicos como herramienta para la gestión del patri-
monio, nos permitió identificar resultados claves para su planeación en el marco de
un modelo de gestión participativa en la que los usuarios tienen voz para expresar
la valoración y significación que tiene el patrimonio industrial portuario para ellos.

Estos resultados nos muestran el interés de los visitantes por acceder al conoci-
miento de la cultura marítimo-portuaria a través de su visita a la eamt (R13 pre y
post y R16 pre), y que la totalidad de encuestados tendría interés en regresar a visi-
tarla (R16 y R17 post), principalmente por razones estéticas.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


145
Estudios sobre públicos y museos

Por otra parte, los visitantes que regresaron a visitarla lo hicieron por motivos afec-
tivos (R6), haciendo referencia a vivir la experiencia de visitar la eamt y, también,
hacen referencia clara del recuerdo y la nostalgia por otros tiempos, cuando la ac-
tividad portuaria y la ciudad convivían abiertamente, como lo narra la historia con-
tada por los guías.

La visita a la eamt se transforma en la única posibilidad para acercarse al paisaje


portuario, ya sea para rescatar la memoria colectiva en el caso del visitante local, ya
sea como espectáculo y relatoría para los visitantes foráneos que buscan un atrac-
tivo durante sus vacaciones.

Independientemente de la decisión de los públicos meta con los cuales se trabajen


los lineamientos museológicos y del aprovechamiento de la superficie total del edi-
ficio, lo cierto es que se identifica la necesidad de destinar un espacio abierto al pú-
blico que refuerce la experiencia significativa para sus visitantes con elementos que
le permitan interpretar y disfrutar, a modo de proscenio, lo que la eamt posibilita: a
saber, el acercamiento a la vida y a la cultura marítimo portuaria.

Asimismo, hace falta la habilitación de servicios y equipamientos adecuados para


recibir al público (como baños, venta de alimentos y bebidas, casilleros y salas de
espera, tienda de suvenires y estacionamiento) que deberán generar recursos para
el mantenimiento y limpieza del monumento, así como considerar la accesibilidad
universal necesaria para que personas con discapacidad puedan disfrutarlo.

Por último, continuar con la aplicación de estudios de públicos dirigidos a la pobla-


ción local, con el objeto de profundizar y tener una visión más puntual en la valo-
ración del puerto como referente de la memoria colectiva de la ciudad de Tampico.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


146
Estudios sobre públicos y museos

Referencias
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Howard, P. (2003). Heritage: Management, Interpretation and Identity. Londres:
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phical Review, 90 (3), pp. 395-417.
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Sea: Port Cities of Asia from the Sixteenth to Twentieth Centuries. Frank Broeze.
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Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


147
Estudios sobre públicos y museos

Suárez, C. M. (en elaboración). Análisis del proceso de patrimonialización y potencial


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Warseva, G. (2011). The role of local culture in the trasformation of the port-city.
rete. Portus Plus, pp. 1-13.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


148
149
Volver al índice

5. Nuevos acercamientos a los estudios de


los públicos juveniles. La experiencia
de la investigación documental
Livier Jara García

Resumen Abstract
La diferencia de edad que nos separa de los jóvenes The age difference that separates us from youth
dificulta el diálogo y, por ende, la comprensión de sus makes dialogue difficult, therefore the understanding
necesidades. Como sociedad, a menudo segregamos of their necessities. As a society, we often segregate
las opiniones o puntos de vista de los adolescentes, tal the opinions or point of view of teenagers, perhaps
vez porque no se consideran equivalentes a los de un because they are not considered equivalent to those
adulto, pues pensamos que sus ideas son cambiantes of adults as they are assumed to be changing and
y que son parte de un proceso en formación. De algu- part of a growing process. Somehow, there is a simi-
na manera esta situación es similar en los museos de larity in contemporary and modern art museums in
arte moderno y contemporáneo en México, donde los Mexico, where younger audiences are seldom taken
jóvenes son poco tomados en cuenta, falta de consi- into consideration, which reflects into low atten-
deración que se manifiesta en baja asistencia juvenil dance and very few activities dedicated to them. The
y escasas actividades dedicadas a ellos. La situación se situation is made worse by the lack of cultural poli-
agrava debido a la falta de políticas culturales enfoca- cies aimed at enabling younger audience inclusion.
das en propiciar mayor inclusión juvenil. Sin embargo, However, there are museums in other countries
hay algunos museos en otros países del mundo que that have activities for the youth, like the teenage
realizan actividades de participación para los jóvenes, counselor groups (gaa), which intend to create and
como los grupos asesores adolescentes (gaa), con los maintain a reciprocal relation with younger audiences,
cuales pretenden crear y mantener una relación recí- convinced that there is value in this effort. This ar-
proca con sus públicos juveniles, convencidos de que ticle describes the research experience of this kind
este es un esfuerzo valioso. En el presente artículo of proposal for its possible application in the Museo
se describe la experiencia de investigación de este de Arte Carrillo Gil de la Ciudad de México, with the
tipo de propuestas para su posible aplicación en el objective of showing that documental research and
Museo de Arte Carrillo Gil de la Ciudad de México, case studies from other museums fit in the wide
con el objetivo de mostrar que las investigaciones field of visitor studies, and allow us to think and recog-
documentales y los estudios de casos de otros mu- nize new alternatives to convene audiences not yet
seos se insertan en el vasto campo de los estudios existing in museums.
de públicos y nos permiten pensar y reconocer nue-
vas alternativas para la convocatoria de públicos aún
inexistentes en los museos.

Palabras clave Key Words


Públicos, museos de arte, adolescentes, grupo de ase- Audience, art museums, teenagers, Teen Advisory
sores adolescentes, Museo de Arte Carrillo Gil. Groups, Museo de Arte Carrillo Gil.
 Público en la exposición Caminos de luz. Universos huicholes. Museo Nacional de Antropología.
Foto: © Leticia Pérez Castellanos.

150
Estudios sobre públicos y museos

Introducción
Todos fuimos jóvenes y en su momento disfrutamos y sufrimos la adolescencia. For-
mamos parte de un grupo de amigos con los que compartimos aventuras, apren-
dimos que el amor a veces duele, que nuestras decisiones tienen consecuencias, y
que la libertad y la responsabilidad van de la mano. Algunas veces lo aprendimos
por las buenas, otras no, pero definitivamente sabemos lo que se sentía tener 15
años y pensar en nuestros días por venir. Sin embargo, como adultos parece que esa
empatía no es suficiente para poder comprender las necesidades y gustos de esos
adolescentes que vemos hoy en día en un centro comercial o platicando afuera del
cine. El tiempo ha pasado y eso ha creado una brecha generacional. Además, la tec-
nología y los hábitos sociales se han transformado hasta llegar a un punto en el que
nos alejamos de la posibilidad de entender todas esas emociones e impulsos que los
dominan, lo que en muchos casos impide el reconocernos en ellos y poder comenzar
un verdadero diálogo.

Este problema de comunicación intergeneracional parece extenderse al quehacer


de los museos, limitando el acercamiento de los públicos juveniles a las exposi-
ciones y las actividades que en ellos se generan. Diversas investigaciones interna-
cionales —como la de la especialista en temas de jóvenes y museos Kate Pontin
(2009)— han documentado que los adolescentes son públicos poco asiduos a los
museos de arte. Como ejemplo de ello, la autora documenta que entre el 2002 y
2003 los visitantes de 15 a 24 años solo representaron el 13% de público en los
museos del Reino Unido, siendo uno de los grupos menos atendidos en el contexto
cultural. Esta problemática se presenta en varios países del mundo, y es notable
en México, aunque hasta el momento no existen políticas culturales ni programas
específicos dedicados a subsanarla.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


151
Estudios sobre públicos y museos

Un caso en México
Durante tres años y medio (enero, 2012- junio, 2015) de trabajo en el Museo de Arte
Carrillo Gil pude constatar la baja asistencia de grupos de jóvenes de nivel secun-
daria y preparatoria, lo cual es de llamar la atención cuando consideramos que, de
acuerdo con el inegi (2017), en nuestra ciudad los jóvenes y adultos jóvenes entre
15 y 29 años representan casi el 26% de la población.

Esta situación me hizo preguntarme, ¿qué se puede hacer para invitar a los jóvenes
a ser parte del museo? Y, en todo caso, ¿por qué es importante intentarlo? Estas
preguntas me llevaron a iniciar una investigación de tesis para acreditar la maestría
en Museología titulada “Carrillo Gil, joven y contemporáneo. Proyecto de confor-
mación de grupo de asesores adolescentes en el Museo de Arte Carrillo Gil”. Esta
investigación surgió con la intención de sustentar un proyecto de gestión que me
permitiría (o eso pensaba), proponer la creación de un grupo de asesores adoles-
centes en el museo, con el propósito de que su presencia poco a poco invadiera ese
recinto. Con el tiempo me di cuenta de que, como suele suceder en los senderos
de la investigación, el desarrollo de la misma me fue guiando hacia nuevos e ines-
perados caminos que se alejaron de esa intención inicial y me hicieron repensar el
quehacer del museo desde nuevas miradas que, como desarrollaré a continuación,
involucran no solo a los visitantes jóvenes, sino a toda la organización institucional
y al contexto social y político en el que esta se desenvuelve.

El Museo de Arte Carrillo Gil (macg) es una institución pública que abrió sus puertas
en 1974 con la misión de albergar, investigar y difundir las obras de la colección que
el Dr. Alvar Carrillo Gil donó al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.1 Ubi-
cado al sur de la Ciudad de México, su vocación a lo largo del tiempo se ha exten-
dido para dar lugar no solo a exposiciones de su colección original sino a muestras
temporales de artistas modernos y contemporáneos, que hoy es reconocido como


1
Sitio oficial del macg http://www.museodeartecarrillogil.com/.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


152
Estudios sobre públicos y museos

un espacio de experimentación y nuevas propuestas artísticas. Además de la ofer-


ta expositiva, el museo realiza diversas actividades paralelas como visitas guiadas,
talleres familiares, cursos, conferencias y mesas redondas, las cuales le permiten
llegar a más públicos; sin embargo, ninguna de ellas se enfoca, de manera específi-
ca, a los jóvenes.

Al iniciar la investigación de tesis, me percaté de que la información disponible en


materia de estudios de públicos en museos de arte en México no era suficiente para
identificar la cantidad y frecuencia de la asistencia de los jóvenes a los museos, pues
no existen diferenciaciones específicas del rubro de edad entre los 13 y 18 años, que
es el que corresponde a los años de educación secundaria y preparatoria previos a
alcanzar la mayoría de edad legal. En los principales estudios existentes, como son
la Encuesta a públicos de museos 2008-2009 y el Estudio a visitantes de museos
2010, ambos realizados por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de Mé-
xico (Conaculta), se incluyen solo los resultados obtenidos en personas mayores de
20 años (Conaculta 2010b: 213). Por esa razón, consideré necesario complementar
la información existente con estudios y reportes de diversos países, como Dinamar-
ca, el Reino Unido, Australia y Estados Unidos (los cuales se detallan en la bibliogra-
fía de este texto), que permitieran mostrar un panorama general de la situación de
baja asistencia que presentan los jóvenes en los museos de arte, y así poder conocer
más sobre las dinámicas específicas de los públicos juveniles.

En este sentido, utilicé la investigación documental como herramienta de diagnós-


tico aplicada a este estudio de públicos. Ante la ausencia de datos directos, la lite-
ratura me permitió detectar que la baja de asistencia de los jóvenes en esos países
puede estar vinculada con tres factores principales: la falta de recursos económicos,
la inexistencia de un sentido de pertenencia de los jóvenes hacia las instituciones
culturales, y la pobre o nula oferta de actividades para ellos en los museos. Este últi-
mo elemento está directamente relacionado con la apatía o la falta de interés hacia
este segmento manifestada por algunos museos, situación que han señalado en

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


153
Estudios sobre públicos y museos

sus investigaciones diversos autores dedicados a trabajar con audiencias juveniles


como Pontin (2009), Sowton (2014) y Tzibazi (2013).

Sobre las definiciones y la situación de la investigación


La dificultad de pensar en actividades que no solo sean para los jóvenes sino con
ellos, en el ámbito del museo, también se relaciona con la complejidad para es-
tablecer una definición de adolescentes o jóvenes que, si bien no generalizada, al
menos sea clara y comprensible, y que integre tanto las características físicas, emo-
cionales, intelectuales y afectivas que estos futuros adultos tienen en un momento
tan efímero de la vida.

Las definiciones existentes son variadas y vagas. En los estudios estadísticos de la


Unicef-México, por ejemplo, los jóvenes son aquellas personas que se encuentran
en un rango de edad de entre 12 y 17 años, lo que corresponde al fin de la niñez y al
inicio de la vida adulta en el sentido legal. Otros estudios estadísticos como el Pro-
grama Nacional de Juventud 2014-2018, realizado por el propio Instituto Mexicano
de la Juventud (Imjuve), consideran a la población juvenil en rangos de edad que
van desde los 12 hasta los 29 o 30 años (Imjuve, 2014: 25), lo cual desfasa el foco
del objeto de estudio hasta una población económicamente activa con niveles de
educación y madurez muy diferentes a las de un adolescente. Estas aproximaciones
tampoco toman en cuenta la diversidad de intereses, gustos, actividades y subjeti-
vidades que afectan a la juventud, como pueden ser el nivel de estudios, la necesi-
dad que algunos tienen por incorporarse a la vida laboral, o las diferentes etapas de
conformación de identidad por las que atraviesan.

Lo anterior no quiere decir que esta labor de acercamiento a los públicos jóvenes
sea irrealizable, sino que describe las dificultades del contexto al que se enfrentan
los proyectos que se plantean iniciar investigaciones documentales sobre el tema.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


154
 Figura 1. Jóvenes en un museo.
Fotografía: © Leticia Pérez Castellanos.

Ante la ausencia de datos directos, la literatura


me permitió detectar que la baja de asistencia
de los jóvenes en esos países puede estar
vinculada con tres factores principales:
la falta de recursos económicos,
la inexistencia de un sentido de pertenencia de
los jóvenes hacia las instituciones
culturales, y la pobre o nula oferta de
actividades para ellos en los museos.

155
Estudios sobre públicos y museos

Uno de los primeros antecedentes de estudios de públicos juveniles, que documen-


ta el proceso realizado por dos investigadoras y profesionales de museos para acer-
carse a conocer las opiniones e intereses de los jóvenes, fue realizado en el Museo
Brooklyn de Nueva York hace casi cuarenta años. En él, las autoras Kathryne An-
drews y Caroli Asia (1979), decidieron entablar un diálogo con adolescentes entre
14 y 19 años de zonas cercanas al museo para conocer más de ellos, y así plantear
nuevos programas y actividades que el museo podría crear para este grupo de edad
poco recurrente hasta entonces. En su informe, las autoras relatan las principales
problemáticas que enfrentaron, como el hecho de que para tener contacto con los
jóvenes tenían que hacerlo a través de estructuras educativas que limitaban la par-
ticipación de algunos de ellos, pues los profesores suelen privilegiar la participación
a un grupo selecto y no a la mayoría de sus estudiantes, con el objetivo de disimu-
lar algunas carencias de formación o el desinterés de algunos de los jóvenes. Entre
los hallazgos de dicha investigación, destaca el hecho de que varios de los jóvenes
participantes mencionaron su interés por coleccionar objetos significativos para
ellos, así como por socializar con sus pares, lo cual se relaciona directamente con
el quehacer del museo. Las autoras comprendieron que para cautivar el interés de
los jóvenes es fundamental que las actividades propuestas por el museo permitan
hacerse junto con los amigos.

Años más tarde, en el Reino Unido, durante el periodo de gobierno conocido como
New Labour —encabezado primero por Tony Blair y más adelante por Gordon
Brown (1994-2010)—, se promovió la realización de acciones para jóvenes desde
las instituciones culturales, en el marco de una política cultural que pretendía
brindar una mayor justicia social, y la inclusión de grupos que habían sido margi-
nados en este tema. Dicha iniciativa dio impulso a una gran cantidad de estudios
relacionados con la interacción de los jóvenes en las instituciones culturales, los
cuales sirvieron para dar forma a programas y actividades que actualmente se lle-
van a cabo en museos de esa región y que nos sirven como referencia de estudio.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


156
Estudios sobre públicos y museos

A partir de esas experiencias documentadas podemos reflexionar en el hecho de


que la inclusión de nuevas audiencias juveniles, para ser expansiva requiere, ade-
más de la voluntad del propio museo, del apoyo de los sectores educativos y políti-
cos relacionados a la cultura. Este es un compromiso que solo puede convertirse en
un proyecto a largo plazo si logra permear las esferas personales, sociales y políticas.

Una propuesta: los grupos de asesores adolescentes


Especialistas en museos como Eilean Hooper-Greenhill (2000), han mencionado la
necesidad de establecer y mantener nuevos canales de comunicación entre el mu-
seo y sus públicos. La autora retomó un concepto que proviene de la teoría litera-
ria, el de las “comunidades interpretativas”, y lo adaptó al contexto del museo para
referirse a aquellos grupos de personas con características afines que comparten
maneras similares de leer, comprender y construir significados a partir de la ex-
periencia. La autora ha explicado la relevancia de que el museo pueda establecer
un intercambio intelectual con estas comunidades interpretativas para alentar la
diversidad de lecturas y la creación de significados personales de cada visitante.

Una manera de llevar a cabo este proceso es invitar a los jóvenes a compartir sus
opiniones y reflexiones en el contexto del museo. En este sentido, un grupo ase-
sor adolescente puede permitir que el museo reciba este tipo de colaboraciones en
voz de sus propios interlocutores. Llamamos grupos asesores adolescentes (gaa) a
la organización de comités o grupos sociales, más o menos estructurados depen-
diendo de cada museo, en los que se dan cita jóvenes de cierto rango de edad, con
características culturales, educativas y socioeconómicas semejantes, quienes son
seleccionados mediante un proceso interno del museo para asistir a actividades
especiales diseñadas por la institución con el objetivo de fomentar su interés. En
estos espacios de diálogo e intercambio con el museo, los jóvenes pueden co-crear
y participar en actividades específicas de la institución (Jara, 2017: 44).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


157
Estudios sobre públicos y museos

En el desarrollo de la investigación realizada, se eligieron cinco casos de estudio de


museos que han puesto en marcha grupos asesores adolescentes. Se seleccionaron
ejemplos de Estados Unidos y España —ya que aún no existen casos documenta-
dos en México— que tienen como características en común con el Museo de Arte
Carrillo Gil el hecho de que pertenecen a museos de arte moderno y contemporá-
neo, y cuyos grupos se mantienen vigentes y operando en el presente. Los casos de
estudio revisados fueron: el Museo de Arte Contemporáneo de San Diego (macsd),
el Museo Metropolitano de Nueva York (met), el Museo Brooklyn (mb), el Museo Na-
cional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid (mncars) y el Centro de Arte Dos de
Mayo de Madrid (ca2m).

En estos casos, se identificaron las principales características de su organización y


las actividades que proponen para los participantes, por ejemplo: que se encuen-
tren en un rango de edad de entre 13 y 21 años, que los grupos estén conformados
de diez a veinte jóvenes aproximadamente, y que la participación propuesta para
los jóvenes tenga una duración de nueve meses a un año.

En ese análisis también identificamos las complejas etapas de planeación, ejecu-


ción y evaluación que se requieren en su puesta en marcha. Por ejemplo, tomar en
cuenta que un aspecto fundamental de la conformación del grupo asesor adoles-
cente se define en el proceso de la convocatoria, pues este paso dará forma a lo que
será un grupo con perfiles más o menos heterogéneos entre los participantes. Es
decir, a medida que se incrementan los requerimientos para la inscripción, se re-
duce la diversidad de perfiles y contextos, lo que debe ser un elemento a tomar en
cuenta por el museo dependiendo de las actividades e intercambios que proponga
realizar. En los casos analizados en la investigación se encontró que tres de los cin-
co museos seleccionados (macsd, met y mb) tienen convocatorias restrictivas con
varios filtros en la participación, mientras que el macsd y el ca2m, los dos museos
españoles, tienen pocos requisitos para los jóvenes interesados, lo que nos hace
pensar que el perfil del grupo que se genera en ellos es más diverso.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


158
Estudios sobre públicos y museos

En cuanto a las principales actividades que se realizan en los grupos asesores ado-
lescentes analizados encontramos las siguientes: la exploración de temas del arte
contemporáneo, diálogo con artistas locales, actividades creativas a partir del es-
tudio de las colecciones del museo, formación de aprendices o guías de museos y
creación de contenidos para blogs o medios digitales. Todas ellas podrían ser im-
plementadas en el Museo de Arte Carrillo Gil por ser acordes con su misión. Por
medio de estas actividades los museos propician el diálogo, la expresión creativa y
el aprendizaje compartido, alentando así los procesos de inclusión y participación.

En la creación de un grupo asesor adolescente, es importante considerar cuál será


el seguimiento posterior que el museo dará a los participantes una vez concluido el
proyecto, pues este aspecto está relacionado con la expectativa de consolidar nue-
vas audiencias que puedan ser visitantes recurrentes del museo. En estos casos de
estudio, no encontramos indicios de que los jóvenes que participan en los grupos
asesores analizados reciban algún privilegio o invitación posterior para seguir asis-
tiendo al museo como podrían ser descuentos o invitaciones a eventos especiales;
sin embargo, es un área de oportunidad que podría repercutir positivamente tanto
en la experiencia de los jóvenes como en el futuro del museo.

Con la información obtenida en los casos de estudio descritos y volviendo al Museo


de Arte Carrillo Gil, consideramos que existen diversos ámbitos de acción del mu-
seo en los que hay oportunidades para la incorporación y valorización de las voces
juveniles. Una de las principales es la co-creación de actividades que resultarán de
interés para otros jóvenes, las cuales pueden ser lúdicas, formativas o de socializa-
ción, y que permiten abrir nuevas formas de comunicación con audiencias hasta
ahora no representativas. Otra posibilidad es la colaboración de los jóvenes como
aprendices, guías o talleristas en el museo. Los jóvenes también podrían aportar sus
ideas para la co-creación de exposiciones, materiales de difusión, guías impresas o
digitales para jóvenes y podrían dialogar con artistas y curadores sobre sus trabajos
y, en especial, sobre temas de la juventud.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


159
Estudios sobre públicos y museos

Se desprende entonces que, el museo, para que sea socialmente relevante, tendría
que enfocar esfuerzos en permitir que los visitantes, en este caso los jóvenes, desa-
rrollen un sentido de apropiación y pertenencia del recinto. Nina Simon (2010) pro-
puso que la apropiación del museo es resultado de la participación activa, ya que
esto permite al visitante generar experiencias que lo vinculan con los contenidos y
con otros visitantes, creando así un sentido de comunidad. Conforme a lo dicho por
Simon, Jara (2017:12) aplica los tres valores institucionales que son la base de los
proyectos participativos:

1. Las contribuciones y la participación del público son relevantes.


2. La confianza en las habilidades del participante es fundamental.
3. La institución debe ofrecer una respuesta a las acciones y contribuciones
de los participantes; es decir, debe existir una reciprocidad.

Sin embargo, en el análisis de la situación actual del Museo de Arte Carrillo Gil,
encontramos diversos motivos para pensar que las políticas públicas en las que se
inscribe —como son su ubicación geográfica, las limitaciones de su inmueble, los
presupuestos restringidos, la falta de continuidad a los proyectos de mediano plazo
o la resistencia natural a la creación de nuevas dinámicas de trabajo— podrían no
resultar las idóneas para iniciar un proyecto con jóvenes.

A manera de conclusión
La realización de estudios de públicos desde metodologías documentales, nos brin-
da nuevas formas de pensar el museo y a sus potenciales públicos desde diferentes
perspectivas, aplicando revisiones de casos de estudio de otros países, como la que
se presenta en este texto. Con ello se amplían las posibilidades para que los museos
puedan atraer a nuevos públicos; sin embargo, es muy importante tomar en cuenta
que al hacer traducciones o versiones locales de los proyectos de otros países, se

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


160
Estudios sobre públicos y museos

requiere hacer una revisión del contexto y pertinencia del museo en particular, así
como de la misión y visión que la institución tenga.

Si bien la conformación de un grupo asesor adolescente en el Museo de Arte Carrillo


Gil no se concretó como se había planteado inicialmente, la investigación documental
realizada nos acercó a nuevos horizontes en el trabajo con públicos jóvenes. En primer
lugar nos permitió reconocer el valor de los aportes de los participantes en la co-crea-
ción de actividades; es decir, el cambio de perspectiva del museo en busca de diálogos
horizontales e incluyentes con sus visitantes. Por otro lado, para que estas iniciativas
puedan llevarse a cabo se requiere que sean prioritarias para la institución, pues de otra
manera los esfuerzos resultan insuficientes para darles continuidad y seguimiento. Fi-
nalmente, los resultados obtenidos con esta investigación nos reiteran que, a pesar de
las dificultades que implican, los proyectos de acercamiento entre nuevas audiencias y
los museos son una inversión valiosa de tiempo, recursos y esfuerzos. De esta manera,
se fortalece la diversidad, la multiculturalidad, el diálogo y el trabajo ético de los museos
hacia sus públicos.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


161
Estudios sobre públicos y museos

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Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


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Estudios sobre públicos y museos

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Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


163
Estudios sobre públicos y museos

III. Interacciones y experiencias


de los públicos en
exposiciones y museos

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


164
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6. La metodología observacional, una


propuesta ad hoc para estudiar
interacciones sociales en los museos
y centros de ciencia
Patricia Aguilera Jiménez

Resumen Abstract
El presente texto muestra un método y técnica de This text presents a method and an observation
observación: la metodología observacional, para ana- technique: observational methodology, to analyze
lizar las dinámicas de interacción social guía-visitante the guide-visitor social interaction dynamics in
en escenarios naturales como los museos y centros natural stages, like museums and science centers
de ciencias (mcc), con el objetivo de conocer cómo se (mcc) with the aim of learning about how they
comportan y qué papel desempeñan los actores invo- behave and what role the actors in this stage play.
lucrados en estos escenarios. Asimismo, se propone la Likewise, it proposes the construction of a system
construcción de un sistema de categorías (sc) ad hoc of bespoke categories (sc) that can be used as an
que pueda utilizarse como instrumento de evaluación instrument of evaluation and research method to
y método en investigaciones para cuantificar y cualifi- quantify and qualify the existence and develop-
car la existencia y desarrollo de patrones conductuales ment of behavioral patterns in guides, to foster
en los guías, para propiciar experiencias significativas meaningful experiences for audiences.
en el público.

Palabras clave Key Words


Observación, patrones de conducta, guías, museos y Observation, behavior patterns, mediators, museums
centros de ciencias, metodología observacional. and science centers, observational methodology.

 Visitante utilizando interactivo.


Fotografía: © Leticia Pérez Castellanos.

165
Estudios sobre públicos y museos

Introducción
En los trabajos e investigaciones revisados acerca de las interacciones sociales que
ocurren en los museos, están los que se llevan a cabo entre guías1 y visitantes, y los
estudios versan en torno a cómo esas interacciones pueden llegar a ser significa-
tivas para el público. Los guías tienen la encomienda, entre otras tareas, de “hacer
notar” todo aquello que los visitantes no reconocen o es evidente en las exposi-
ciones acerca de la ciencia (Gomes da Costa, 2016). Lo anterior se ha reconocido a
través de observaciones, a partir de las cuales se ha planteado que los guías ayudan
a clarificar las ideas de la ciencia en las exhibiciones, sin que ello implique en los
visitantes tener un conocimiento previo del tema. Por ello, el público los reconoce
como personas cercanas a la ciencia y a los científicos.

Expresado en otras palabras, el guía incentiva la participación directa entre y con


los visitantes, para promover experiencias diferentes, más allá de solo observar o
escuchar nombres científicos. Entre las pocas investigaciones efectuadas al respec-
to, destacaré las realizadas por Ash, Loomis y Hohenstein (2005), quienes muestran
que, con la ayuda de los guías, los visitantes recuerdan más conceptos, hechos y
datos científicos, siguiendo un patrón de comportamiento. De tal modo, sugieren
que existen estructuras bien definidas que regulan el ritmo de participación de los
visitantes. Sin embargo, aún no existen resultados concluyentes para aseverar que
con estas conductas se promueva el aprendizaje informal de las ciencias en las per-
sonas, como también se afirma. Así como tampoco puede asegurarse que la expe-
riencia al final del recorrido en compañía de un guía genere experiencias basadas
solo en emociones como “placer, alegría o asombro”.

Lo anterior, hasta este momento, nos ha llevado a sostener que la interacción


guía-visitante es más compleja de entender y, por lo tanto, resulta difícil de “ver”


1
La palabra guía es el nombre genérico con el que se conoce a los sujetos a quienes se les capacita ex profeso
para interactuar cara a cara con los visitantes en los museos.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


166
Estudios sobre públicos y museos

y “medir”. Por ende, la idea central de este texto nace de la necesidad de mostrar
un método de observación rigurosa, sistemática y confiable para determinar qué
conductas de la interacción guía-visitante podrían ayudar a entender la dinámica
social que ocurre en los mcc.

¿Por qué observar las interacciones sociales en los museos?:


los antecedentes
Una de mis críticas a los museos y centros de ciencia2 (mcc) en donde he trabajado
y realizado investigaciones, es que toda la atención para el diseño de una exposi-
ción se centra en el espacio físico. Esto tiene como consecuencia que, en la mayoría
de los casos, se piense que el museo se reduce a los lugares pragmáticos, es decir,
aquellos en donde se asume que los visitantes se van a detener a “ver” los objetos,
“explorar” las exhibiciones interactivas, “leer” cédulas llenas de información, “jugar”
con los videos y darle sentido a los significados e ideas de la ciencia para su vida.

Esto hace que se privilegie el espacio físico, sobre el espacio onírico o el espacio cog-
noscitivo, dentro de los llamados de la acción simbólica en el museo (Annis, 1986).
Al final, el espacio físico o pragmático, como lo denomina Annis, se reduce al mon-
taje de exposiciones con exhibiciones interactivas que, en muchas ocasiones, no
cumplen con el objetivo para el cual fueron diseñadas: la presentación de un tema
científico. Este propósito incumplido es minimizado y termina por resolverse con la
intervención de los guías, quienes a través de la interacción cara a cara y recursos
discursivos compensan las explicaciones que la exposición por sí misma no ofrece.

De esa manera, en la mayoría de los mcc que he observado en México y algunas otras
partes del mundo, se considera a los guías como comodines que pueden suplir el


2
En este texto, cuando se haga referencia a los museos y centros de ciencia, se escribirán las siglas mcc.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


167
Estudios sobre públicos y museos

diseño deficiente de las exhibiciones interactivas, cuando hemos comprobado que


estos actores tienen múltiples papeles, como propiciar diversas respuestas en el pú-
blico: adquirir conciencia de la importancia de la ciencia, placer por el conocimiento,
interés por los temas científicos, formarse opiniones fundamentadas y comprender
lo que se expone3 (Burns, 2003).

Las investigaciones que han consistido en observar el comportamiento de los visi-


tantes y de los guías, tema de nuestro interés, versan tan solo acerca de la grabación
de conversaciones entre el público o con mediadores (nombre análogo al de guías
utilizado en otros museos en el mundo). Dos de esas investigaciones las realizaron
Leinhardt y Crowley (1998) y Leinhardt, Tittle y Knutson (2000), quienes han clasi-
ficado los discursos de los visitantes con la intención de mostrar qué se conversa.

A pesar de este avance, aún es limitada la información de la dinámica de las interac-


ciones sociales definidas como “toda dependencia mutua entre las conductas que
dentro de una relación, emiten de manera bidireccional, dos o más organismos”
(Santoyo, 1991: 26), debido a que, desde el punto de vista metodológico, aún no
existen métodos definidos para recoger datos que ofrezcan explicaciones más cer-
teras y sistemáticas (Santoyo, 2006).


3
Una manera de establecer un diálogo diferente con los visitantes y mostrar las otras caras de la ciencia y sus
valores desde la comunicación pública de la ciencia, es a partir de pensar en la etiqueta AEIOU, la analogía
vocal de las siglas en inglés de: “Awareness of science (conocimiento científico); Enjoyment or other affec-
tive responses to science (el placer o respuestas de tipo emocional hacia la ciencia); Interest in science; the
forming, reforming or confirming of science-related Opinions (or attitudes) (interés por la ciencia con la fi-
nalidad de cambiar de actitudes o tener opiniones); y Understanding of science (comprensión de la ciencia)”
(Burns, 2003: 190).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


168
Estudios sobre públicos y museos

Las interacciones sociales guía-visitante como objeto de estudio


A lo largo de este tiempo he comprendido que la complejidad de estudiar a los
guías en el museo tiene que ver más con entender cómo se les puede involucrar
en una estructura de organización social y cultural, es decir, formando parte de
una comunidad sociocultural llamada mcc (Aguilera, 2012). De esa manera, quie-
nes trabajamos en estos espacios, no daríamos por hecho que el diseño de las ex-
posiciones y equipos interactivos son lo más importante para mostrar los temas
de la ciencia. Por ende, la experiencia del público tampoco se reduciría a reconocer
la capacidad cognoscitiva de los visitantes, es decir, al desarrollo intrínseco del
individuo, sino a las oportunidades que convergen en el contexto social; esto es,
los esquemas mentales (estructuras individuales intrínsecas) que se comparten
entre los grupos cuando acuden a la visita y la calidad del diálogo durante esta, lo
cual hace que una persona sea capaz de transformar su participación en el con-
texto de los museos de ciencias.

Lo anterior revela que uno de los objetivos institucionales de la mayoría de los mu-
seos, “acercar a la gente no especializada al mundo de la ciencia para mostrarles
que esta forma parte de su vida cotidiana”, no ha correspondido con la realidad,
porque sigue fomentándose en los visitantes la participación uno a uno y en solita-
rio derivado de la manera cómo se diseñan las exposiciones.

La intención de efectuar un trabajo de observación más exhaustivo para identificar


los atributos y características del comportamiento de los guías con los visitantes,
así como su papel y sus estructuras jerárquicas (guías expertos o con más experien-
cia y novatos), y la identificación de sus programas convertidos en las actividades
que llevan a cabo, me permitió recabar datos para saber cuáles y cómo son las con-
ductas de los guías y, de ser posible, encontrar explicaciones del porqué se compor-
tan de cierta forma.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


169
Estudios sobre públicos y museos

Después de las primeras observaciones me di cuenta de que debía revisar con


cuidado qué quería saber de ellos. Para conseguirlo debía hacer un ejercicio que,
por un lado, desterrara la aplicación automática de instrumentos metodológicos
probados, y por otro, rompiera con “las pre construcciones y premoniciones cons-
truidas que hacemos desde el lenguaje de los expertos en el tema” (Bourdieu,
2005). Es así como comencé con dos objetivos: obtener hechos mediante la reco-
lección de datos e intentar organizar las ideas en estructuras que me ayudaran a
explicar o interpretar esos hechos, y dilucidar de qué manera las variables diálogo
e interacciones sociales, efectivamente, podrían ayudarme a comprender un poco
más cómo los guías pueden contribuir a que las experiencias de los visitantes
sean significativas (figura 1).

De tal manera, el trabajo de investigación efectuado para analizar las interacciones


sociales de los guías con los visitantes, resultó en una búsqueda entre lo teórico
y lo metodológico para aprehender y aprender a observar el escenario museal, lo
que hizo necesario asirse de un método y diseño metodológico que dejara fuera las
especulaciones de cómo se comportan los guías, para “saber cómo observar y qué
seleccionar”, a fin de adquirir un conocimiento básico de estos sujetos en función
de la naturaleza de las conductas y las características de la situación en que estas
ocurren, con el ánimo de saber cada detalle de su funcionamiento en el museo.

Para recabar esta información minuciosa y detallada, procedí a efectuar un reco-


nocimiento de cada una de las dimensiones que forman el sistema guía-visitan-
te-museo, en el que este último es considerado un escenario en donde pueden
identificarse conductas que tienen diferentes posiciones en espacio y tiempo, y que
se encuentran referidas de acuerdo con las acciones que realizan los sujetos, es de-
cir, los papeles que representan los actores y su organización desde lo individual
(visitantes y guías) y lo contextual (el museo) (figura 2). Por tanto, las observaciones
fueron dirigidas a los “roles interpretativos” de los guías y cuáles de estos podrían
promover respuestas en los visitantes. De esa manera, cada uno de los comporta-

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


170
 Figura 1. Demostración de la “Mesa de Prismas” en la Sala Naturaleza de la Luz. Guía en interacción con los visitantes.
Museo de la Luz, unam.
Fotografía: © Alejandro G. Bedoya, 2014.

Para recabar esta información


minuciosa y detallada,
procedí a efectuar un
reconocimiento de cada una de
las dimensiones que forman
el sistema guía-visitante-museo.

171
Estudios sobre públicos y museos

mientos se identificó como una unidad conductual, susceptible de medirse para en-
contrar constantes e identificar patrones conductuales. En suma, a través de cada
unidad, podría ver cuadro a cuadro las interacciones sociales guía-visitante como si
fueran fotografías.

 Figura 2. Reconocimiento de los comportamientos en los museos como unidades conductuales.


Patricia Aguilera Jiménez (elaboración propia), 2017.

La metodología observacional para un sistema de categorías ad hoc


El interés de observar el comportamiento de los sujetos en contextos naturales,
como son los mcc, no es nuevo. Existe una disciplina encargada de su estudio, la
ecología psicológica, propuesta por Barker (1968), quien comprobó que es posible
establecer de manera “objetiva” cómo son las interacciones sociales y el medio que
las circunda. A través de su teoría del Establecimiento de marcos de comportamien-
to, propone la posibilidad de conocer qué lugares están asociados con determina-
dos programas conductuales, así como la organización de los actores, qué patrones
pueden reaparecer a intervalos regulares y específicos y cómo son sus atributos,

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


172
Estudios sobre públicos y museos

entre otros factores. La cuestión es: ¿cómo hacerlo de manera sistemática para re-
coger datos que posibiliten el análisis de conductas, patrones y secuencias?

Una respuesta fue la Metodología Observacional (mo), un método y técnica para re-
cabar, analizar y evaluar4 las conductas de los individuos in situ. Más allá de tomar
notas en una bitácora, se trata de la medición de unidades de conducta delimita-
das que pueden transformarse en frecuencias de ocurrencia (Anguera, 1991; San-
toyo y Espinosa, 2006). Por consiguiente, la mo se “caracteriza por estudiar in situ, el
comportamiento individual o social de los organismos, preservando su naturaleza
espontánea, cotidiana y continua a lo largo del tiempo” (Santoyo y Espinosa 2006:
52) para registrarlos y cuantificarlos y así analizar sus relaciones de secuencialidad,
asociación y covariación (Anguera, 2011).

En pocas palabras, “en numerosas situaciones la metodología observacional es la


mejor estrategia, o incluso la única posible” (Anguera, 2010: 1), porque tiene como
premisa la observación en contextos naturales para distinguir la ocurrencia de con-
ductas cotidianas y su relación, y en consecuencia, tener la posibilidad de identi-
ficarlas y analizarlas objetivamente, a partir del diseño observacional que se elija
(como se verá más adelante) al combinar las perspectivas cualitativa y cuantitativa.
Por consiguiente, la mo está constituida por dos elementos esenciales que, además,
son los que guían la toma de decisiones para la indagación de algún fenómeno:
a) la construcción del instrumento observacional (la estrategia técnica para recoger
información) y b) la metodología que se utilizará. Ambas, permiten adecuar estrate-
gias, instrumentos y procedimientos para capturar la información casi de la misma
manera como la encontramos en los escenarios naturales.

La observación como técnica necesita recabar datos y/o información de las conductas,


4
Evaluar, en este apartado, se refiere a la forma en que los datos conductuales que se obtienen a partir de la
observación de los sujetos, permite el análisis e interpretación de los mismos.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


173
Estudios sobre públicos y museos

para lo cual se requiere definir: 1. El objeto o sujeto de observación; 2. Los observado-


res que han sido entrenados para colectar las conductas; 3. Las situaciones, lugares o
circunstancias en las que ocurren las conductas; 4. Los instrumentos de observación;
y 5. La medición para “evaluar” el dato conductual (Anguera, 1988). En cambio, la ob-
servación como metodología implica la creación de criterios para respaldar la validez
y fiabilidad de la información que se recaba a partir de la observación conductual.

Lo anterior garantiza que la información o datos obtenidos de lo que se observa


o a quien se observa, pueda ser corroborado y reproducible o replicado por otros
grupos de investigación (cuando las condiciones sean análogas). Al mismo tiempo
es necesario que los resultados puedan ser clasificados, es decir, ordenados según
tipos de comportamiento, y demostrar sus propiedades o relaciones. De este modo,
los datos adquieren la “fuerza” que los robustece desde el proceso de recolección
con respecto a su fiabilidad, validez, generalidad, análisis secuencial, optimización
del registro, evaluación en la generalización de las observaciones y diseño, con el
fin de interpretar los datos que permitirán solucionar o entender un problema de
investigación (Anguera, 1991).

El diseño metodológico
En esta investigación se siguió una estructura clásica de diseños metodológicos ob-
servacionales a partir de tres criterios: 1) unidades del estudio; 2) temporalidad; y
3) dimensionalidad (Anguera 2011). Las unidades del estudio5 (unidades obser-
vadas), con dos posibilidades, unidades ideográficas y nomotéticas. Ideográficas,
cuando actúa solo una unidad, ya sea un participante, una diada o varios partici-
pantes. Nomotético, cuando existe una pluralidad de unidades e interesa el estudio
de cada una de manera independiente. En nuestro caso es ideográfica, porque la


5
Las unidades de estudio no deben confundirse con los participantes del estudio.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


174
Estudios sobre públicos y museos

unidad la conforman varios participantes (guías-visitantes).6 La temporalidad del


registro puede ser puntual, cuando se realiza en un momento determinado o de se-
guimiento, cuando existe estabilidad en el comportamiento en sucesivas sesiones
o si se produce una modificación en los patrones de conducta a lo largo del tiempo.
Para este trabajo se registraron las conductas de manera puntual. El nivel de res-
puesta (dimensionalidad) se refiere a las diferentes respuestas cuando se registra la
conducta. Puede ser unidimensional (la conducta gestual de un guía y toda la gama
de gestualidades) o multidimensional (el análisis de las acciones de un juego, por
ejemplo, en futbol, el ataque, la defensa, las transiciones defensa-ataque, etcéte-
ra). De acuerdo con estos criterios, esta investigación tuvo un diseño observacional:
ideográfico, puntual y unidimensional: I/P/U7 (figura 3).

 Figura 3. Diseño observacional (I/P/U) para analizar interacciones guía-visitante.


Patricia Aguilera Jiménez (elaboración propia), 2017.


6
En este estudio la unidad de observación está constituida por episodios: “Un episodio es un periodo de
tiempo durante el cual un individuo o grupo de individuos están ocupados con una determinada tarea o
persiguen una meta común” (Schoenfeld, 1985: 29, en Wilson, 1993).

7
Es importante señalar que el cruce de los tres criterios, idiográfico vs. nomotético, puntual vs. seguimiento y
unidimensional vs. multidimensional, arroja ocho combinaciones, que corresponden a los ocho diseños ob-
servacionales, que pueden utilizarse según sea la pregunta que se quiere resolver y son: I/P/U, I/P/M, I/S/U,
I/S/M, N/P/U, N/P/M, N/S/U, N/S/M (Anguera, 2011).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


175
Estudios sobre públicos y museos

El sistema de categorías (sc)


El diseño observacional permite recoger, gestionar y analizar los datos de mane-
ra sistemática, para lo cual debe construirse un instrumento de observación a la
medida (ad hoc). Los dos tipos básicos de instrumentos que se conocen hasta el
momento para la observación de conductas en escenarios naturales son: el sc
y el formato de campo (Anguera y Blanco-Villaseñor, 2006, en Anguera, 2011).
La elección entre uno u otro está condicionada por la estructura del diseño ob-
servacional. Para este trabajo de investigación se propuso utilizar un sc, que por
definición resulta de un diseño observacional unidimensional que corresponde
con la construcción de un sistema de conductas exhaustivas y mutuamente ex-
cluyentes. Para esta investigación, como muchas otras, no existe un catálogo es-
tándar de conductas que provea de las unidades de estudio; por tanto, debieron
construirse definiciones propias.

Estrategia para la construcción del sistema de categorías


El sc se construyó a partir de la propuesta de López y Torres (1981), quienes re-
comiendan obtener un repertorio conductual que dará origen a un catálogo de
conductas. La distinción consiste en que el primero “es un conjunto de actos con-
ductuales mutuamente excluyentes y colectivamente exhaustivos” (López y To-
rres: 8), y el segundo, “es una muestra del repertorio, una lista que un observador
hace de actos conductuales distinguibles” (ibidem). Este último resulta de un
universo de comportamientos, a partir del cual debe existir la posibilidad de
definir al menos de manera general ese universo.

En función de lo anterior se siguieron estos pasos (figura 4): 1. Datos sin analizar
exhaustivamente: es la información que contienen las grabaciones en audio y vi-
deo, y después se analiza en distintos niveles. El objetivo es reducir y recoger datos
para obtener registros narrativos. 2. Registro narrativo: son cada una de las sesiones

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


176
Estudios sobre públicos y museos

guía-visitante grabadas en audio y video, con sus respectivas transcripciones en pa-


pel. 3. Escenas: son las conductas de los guías con sus descripciones para identificar,
momento a momento, lo que hacen al interactuar con los visitantes, así como la
descripción de las conductas de otros actores y los papeles que se asignan e inter-
cambian de manera natural dentro de la escena. 4. Episodios: son cada una de las
escenas (narraciones) agrupadas en secuencias de conductas, para su posterior ob-
servación en intervalos (entendidos como secuencias de interacción que forman
parte de una escena). En los episodios se identifican las condiciones de los even-
tos antecedentes, el comportamiento o acción y las condiciones consecuentes, así
como la sucesión de estos. 5. Agrupación de episodios: se refiere a la continuidad
de las secuencias que acompañan a los episodios sucesivos, así como aquellos que
tienen similitudes y correspondencia en la escena.

 Figura 4. Proceso de sistematización para la construcción del sistema de categorías.


Patricia Aguilera Jiménez (elaboración propia), 2017.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


177
Estudios sobre públicos y museos

El resultado de este proceso resultó en una lista de 15 categorías utilizadas como


línea base para esta investigación8 (tabla 1). Aquellas categorías que no cumplen con
el requisito del objetivo que se persigue en relación con el comportamiento de los
guías y su interacción con los visitantes, se agrupan en —otras—, con el fin de indicar
cuáles no pertenecen al sc. En este paso se sugiere una categoría extra en la que se
indiquen los problemas técnicos de la toma en video (“nula de cámara”) (Aguilera-
Jiménez, 2017).

Tabla 1. Lista de conductas del sistema de categorías.


Categoría Código

1. Introducir tema INTe

2. Mostrar MOS

3. Nombrar NOM

4. Comprobar COM

5. Contrastar CON

6. Utilizar analogías UANA

7. Usar ejemplos UEJE

8. Proporcionar información adicional INFA

Preguntar

9. Pregunta para iniciar PTAi

10. Pregunta aclaratoria PTAc

11. Pregunta predictiva PTAp

12. Pregunta propiciadora del diálogo PTAd

8
El trabajo puede recuperarse en el siguiente enlace: http://oreon.dgbiblio.unam.mx/F/9XCCRF6N11VT5Y
JBPBB9RF98FBR5DQ4QIRTCIPMP28YESJPN75-68347?func=full-set-set&set_number=016666&set_
entry=000001&format=999
Introducir el nombre de la autora "Patricia Aguilera Jiménez" y seleccionar la categoría "sustentante"

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


178
Estudios sobre públicos y museos

Responder

13. Respuesta imitativa REPi

14. Respuesta absoluta REPab

15. Respuesta monosílaba REPmo

16. Otras OTS

17. Nula de cámara NUCA

De la validez y confiabilidad del sistema de categorías


El contenido del sistema de categorías fue validado por un grupo de especialistas
que capacitan y forman guías en distintos mcc en México.9 En cuanto a la fiabi-
lidad o concordancia se utilizó un índice entre observadores10 que resultó del 90
por ciento. Además, para este estudio, se llevó a cabo otro estadístico, denominado
Kappa de Cohen11 (Anguera, 1988), cuyo resultado fue de 0.72, lo cual significa que
se obtuvo un grado de acuerdo entre observadores calificado como bueno. “Una de
las bondades de la metodología observacional es que los datos conductuales que
se obtienen mantienen una validez externa” (Santoyo y Espinosa, 2006: 52), que se
logra cuando el investigador utiliza un diseño metodológico ad hoc para adecuar y
validar los instrumentos que permitan recabar la información tal y como se presen-
ta en los escenarios naturales (Anguera 1990 en Santoyo y Espinosa, 2006).


9
Algunos autores se refieren a este tipo de validez con el nombre de validez de contenido, pues la definen
como la representatividad o adecuación muestral del contenido que se mide con el contenido del universo
(Kerlinger, 2002). Para validar las conductas, los expertos fueron elegidos porque tienen la característica
de haber sido guías durante más de 15 años en los museos de ciencia: Museo Universum, Museo de la Luz
(ambos museos de ciencia de la unam) y el Museo Trompo Mágico, en Jalisco.
10
Para este estudio se obtuvo una concordancia entre observadores, es decir, se evaluaron los acuerdos y
desacuerdos. Este punto siempre se ha acompañado de “duras y virulentas controversias, no solo por la
incidencia de diversos factores que le acompañan, sino en su concepto y estadísticos que suministran datos
al observador” (Anguera, 1988, p. 94).
11
Se define como la proporción de acuerdos observados (po), corregida por los acuerdos aleatorios (pc) que
arroja un índice de concordancia más riguroso. Los valores del índice Cohen son: < 0, sin acuerdo; 0 a 0.2
insignificante; 0.2 a 0.4 bajo; 0.4 a 0.6 moderado; 0.6 a 0.8 bueno; 0.8 a 1 muy bueno.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


179
Estudios sobre públicos y museos

En esta investigación, en primer lugar, se definió que el tipo de observación era


sistemática, es decir, una “vía de acceso a la cuantificación de la conducta” (Bake-
man y Gottman, 1989: 23) donde lo que se registra es la ocurrencia espontánea
del comportamiento en contextos naturales. En segundo lugar, se registraron
las categorías descritas y definidas (tabla 1) con base en sus características tan-
to observables como concretas; por ende, fueron “una guía” utilizada por los
observadores entrenados para anotar el código predefinido cada vez que ocurría
la conducta de interés. En tercer lugar, se cuidó que los códigos asignados fue-
ran mutuamente excluyentes y exhaustivos; esto es, que solo uno está asociado
a un suceso en particular (mutuamente excluyente) y existe otro para cada evento
(exhaustivo). Por último, está el papel de los observadores, quienes resultan “des-
encadenadores de tiempo”, como los denominan Bakeman y Gottman (1989), esto
quiere decir, que se les ha incitado para registrar los datos durante un periodo
de tiempo, en este caso en intervalos de 10 segundos.12

En resumen, los resultados se presentan en la tabla 2: el ambiente ecológico en


donde suceden los patrones conductuales, el establecimiento de conductas desde
la práctica del museo, el reconocimiento de los patrones conductuales, los patro-
nes secuenciales y el hallazgo de estructuras de comportamiento establecidas en el
museo en la interacción guía-visitante.

A este respecto los autores mencionan: “[...] puede ser que no encontremos una razón teórica para utilizar la
12

codificación por intervalos; sus méritos son todos prácticos. Requiere solo lápiz, papel y algún instrumento
simple como temporizador. No se precisa de medios electrónicos sofisticados u ordenadores. Además [...]
en ocasiones los observadores encuentran más fácil categorizar intervalos para identificar más fácil cuándo
empiezan los eventos codificables” (Bakeman y Gottman, 1989: 89).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


180
Estudios sobre públicos y museos

Tabla 2. Resumen de los resultados y evidencias a partir de la metodología observacional.


Resultados Objetivo Representación gráfica
1. Descripción Comprender el
del ambiente espacio físico
en el escenario como un eje
conductual: central que arti-
visita guiada y cula y circunda
demostración el ambiente en
científica. el que los acto-
res (guías y visi-
tantes) llevan a
cabo conductas
y marcos de
comportamien-
to.

Sala Naturaleza de la Luz, contexto ecológico de la demostra-


ción de la “Mesa de Prismas”. Fotografía: Alejandro G. Bedoya.

2. Organiza- Describir la
ción de la ac- forma en la
tividad desde que el museo
la práctica establece el
del escenario procedimiento
natural en el de cómo de-
museo. ben realizarse
demostracio-
nes científicas.

Estructura general de la demostración de la “Mesa de Pris-


mas” desde la práctica del museo. Fuente: Aguilera-Jiménez
(elaboración propia).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


181
Estudios sobre públicos y museos

3. Patrones Analizar el de- Frecuencias y porcentajes


conductuales sarrollo de los
patrones de 2.9% 1.0% 0.8% MOS
3.1%
las conductas 3.4% NOM
de los guías 3.8% 29.2% COM
en las demos- REPi
3.9%
traciones para PTAi
presentar los 4.7%
PTAp
fenómenos CON
y conceptos 5.4% REPab
OTS
científicos.
UANA
5.5%
INFAd
UEJE
5.7% 16.6% PTAc
REPmo
6.2%
7.8% INTte

Se obtuvieron las medias de los porcentajes de cada una de


las conductas. En proporción, las conductas más utilizadas
por los guías son: MOS (mostrar), 29.2%; NOM (nombrar),
16.6%, y COM (comprobar), 7.8%.

4. Patrones Analizar los


secuenciales patrones se-
cuenciales a
partir de los
patrones con-
ductuales.

Patrón secuencial de los patrones conductuales de los guías


en las demostraciones científicas.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


182
Estudios sobre públicos y museos

5. Estructuras Reconocer que


secuenciales. los patrones
de conductas
forman es-
tructuras que
llevan a cabo
los guías en
la interacción
con los visitan-
tes.

Estructura de interacción guía-visitante activa.

Conclusiones
Una de las bondades de haber elegido la metodología observacional para el análisis
de las interacciones guía-visitante en escenarios naturales como los mcc, ha sido el
soporte técnico y científico a la dura crítica que se hace a este tipo de investigaciones
—los estudios observacionales de conductas en contextos naturales—. No obstante
esta situación, cada vez más países con una mayor tradición en realizar estudios de
visitantes en escenarios para la comunicación pública de la ciencia, como los mu-
seos de ciencia, planetarios, acuarios, jardines botánicos, talleres de ciencia, ferias de
ciencia, entre otros, aprecian los avances del campo metodológico al utilizar estrate-
gias que permiten tener un rigor en la forma de observar las interacciones sociales.
En ese sentido, analizar las conductas de los guías permitió detectar la existencia de
patrones de conducta que no son directamente perceptibles para obtener patrones
secuenciales útiles para comprender los procesos y dinámicas sociales que ocurren
en estos lugares. Lo anterior nos ha dado las primeras piezas del rompecabezas de los
“mapas” conductuales, y así objetivar la forma en que cada una de estas repercute en
otras cuando se vive la experiencia de visitar estos espacios.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


183
Estudios sobre públicos y museos

En conclusión, es posible unir técnicas cuantitativas para la obtención de datos y


el análisis de los mismos con técnicas de metodología cualitativa. Es por el hecho
de que no exista un modelo de tipo de guía ni, mucho menos, un solo tipo de ins-
trucción alrededor del mundo para capacitar y entrenar a los guías en los mcc, ni un
método que permita aproximarse a entender su papel, que esta propuesta de usar
la mo podría estar en los límites de la investigación básica y aplicada para la comu-
nicación pública de la ciencia en escenarios como los mcc; por un lado, porque ofre-
ce explicaciones teóricas acerca de la manera en que se constituyen los procesos de
interacción social en los museos de ciencia a partir del desarrollo de patrones con-
ductuales, y por otro, porque aporta elementos de evaluación para verificar, a través
de la metodología cualitativa, la manera en que los visitantes son influenciados por
las conductas de los guías. De esa manera, podrían buscarse alternativas basadas
en evidencia empírica para resolver los problemas de cómo se comportan los guías
con los visitantes, para qué existen en los mcc y la efectividad de su intervención
con el público (figura 5).

 Figura 5. Demostración de la descomposición de la luz. Museu da Vida, Río de Janeiro, Brasil.


Fotografía: © Alejandro G. Bedoya, 2014.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


184
Estudios sobre públicos y museos

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Estudios sobre públicos y museos

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Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


186
187
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7. Tras las huellas del jaguar. Los seguimientos


al comportamiento de familias. El video
como técnica en la evaluación sumativa
de la exposición
Mildred Muñoz Briones

Resumen Abstract
Observar el comportamiento de las familias ha sido Observation of family groups has been a constant
una constante en la investigación de los estudios de in research for visitor studies interested in learning
visitantes que se interesan en conocer este perfil por about this profile through observation in museums
medio de la observación en los museos y espacios de and informal learning spaces. Currently, museum
aprendizaje informal. Actualmente los profesionales professionals are focused in studying the complex-
de museos están enfocados en estudiar la comple- ity of their interactions to understand the way they
jidad de sus interacciones para comprender de qué construct meanings as they go through exhibitions.
manera estos grupos construyen significados al re- To analyze the path of a family group requires ob-
correr sus exposiciones. Analizar el recorrido de un servation of several individuals at once, so video
grupo familiar requiere observar a varios individuos as a tool allows to reach levels of detail that could
al mismo tiempo y el video como herramienta per- not be achieved by direct observation, but once
mite alcanzar niveles de detalle a los que difícilmen- video ensures access and storage to visitor walks,
te se podría acceder con la observación directa. Pero where do we begin the analysis of a family path?
una vez que el video nos asegura el resguardo y What aspects should we consider as we observe the
acceso a los recorridos de los visitantes, ¿de dón- behavior of a family in an exhibition, following the
de partimos para analizar un recorrido familiar?; walkthrough really helps us measure family learn-
¿qué aspectos debemos considerar al observar el ing? This article contributes some answers to these
comportamiento de una familia en una exposi- questions through the description of a case of sum-
ción?, ¿el seguimiento de recorridos en realidad mative evaluation that integrates video observation
nos ayuda a medir el aprendizaje familiar? Este ar- in its research method.
tículo contribuye con algunas respuestas a estas
interrogantes, mediante la descripción de un caso
de evaluación sumativa, que integra la observa-
ción en video en su método de investigación.

Palabras clave Key Words


Familias, museos, evaluación sumativa, seguimiento Families, museums, summative evaluation, timing
de visitantes, observación en video, estudios de vi- & tracking, video observation, visitor studies.
sitantes.

 Vista de la sala de exposición desde la cámara de video


Fotografía: © Mildred Muñoz.

188
Estudios sobre públicos y museos

Introducción
Este artículo tiene como propósito exponer parte del trabajo de titulación realizado
para obtener el grado de Maestría en Museología por la Escuela Nacional de Conser-
vación Restauración y Museografía (encrym).1 Dicho trabajo consiste en una evalua-
ción sumatitva de la exposición temporal Tras las huellas del jaguar que se presentó
de marzo a diciembre del 2014, en la antigua estación del tren del Zoológico de Cha-
pultepec de la Ciudad de México. Esta investigación tiene un enfoque mixto porque
más que buscar una muestra representativa de la numerosa afluencia de visitan-
tes que caracteriza a este zoológico, se propone comprender la naturaleza de una
visita familiar, para detectar el cumplimiento de los objetivos sugeridos de apren-
dizaje sobre el jaguar y su conservación en México; y, de esta manera, valorar su
desempeño exclusivamente en este perfil de visita tan recurrente.2

Los avances que comparto están enfocados en una sola de las técnicas empleadas:
la observación a través de video de los comportamientos de 24 familias durante
su visita a esta exposición. En primer lugar, me interesa dar un breve panorama
del estado de la cuestión relacionado con la observación como técnica de inves-
tigación para el estudio del aprendizaje familiar en museos, retomando solo los
elementos teóricos clave que contribuyeron en el análisis de las observaciones.
En segundo lugar, considero necesario describir a grandes rasgos la metodología
de investigación que fue utilizada, con el propósito de dar un mayor contexto a lo
aquí presentado. En tercer lugar, me enfoco en el análisis de la información con
base en la observación en video sobre los comportamientos de las familias que
participaron en esta evaluación. En cuarto lugar, describo los resultados obtenidos


1
El trabajo de titulación se llama: Aprendizaje, familias y evaluación en la exposición temporal: Tras las hue-
llas del jaguar, Zoológico de Chapultepec, 2014. Bajo la dirección de la Maestra Leticia Pérez Castellanos.

2
En 1998 la psicóloga Lucy Reidl detectó que la modalidad de visita que predominaba en el Zoológico de
Chapultepec (96%) eran grupos de familias (esposa, hijos y hermanos) con cinco integrantes; además, los
describió de clase media baja, cuya motivación de visita eran el esparcimiento y descanso.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


189
 Figura 1. Visitantes en una actividad al concluir la visita a la sala.
Fotografía: © Mildred Muñoz.

La evaluación del aprendizaje de las


familias es un tema que cuenta
con numerosas referencias en la
literatura de museos. Durante
más de treinta años de trabajo,
la manera en que se ha enfocado
el estudio de la familia en el museo
ha tenido etapas de transición.

190
Estudios sobre públicos y museos

acerca de los "patrones de interacción" observados durante los recorridos de las


familias en esta exposición.

Estado de la cuestión
La evaluación del aprendizaje de las familias es un tema que cuenta con numerosas
referencias en la literatura de museos. Durante más de treinta años de trabajo, la
manera en que se ha enfocado el estudio de la familia en el museo ha tenido etapas
de transición.

Desde sus inicios, en la década de 1980, la investigación se enfocaba en lo que los


miembros de la familia "hacían"; al paso de los años los intereses de las investiga-
ciones se enfocaron en lo que "decían"; y posteriormente las investigaciones se cen-
traron en el "cómo" apoyaban su aprendizaje entre sí (Briseño-Garzón, 2010). Así,
el interés de estudios recientes está encaminado en comprenderla manera en que
las familias se involucran en la construcción de significado sobre los contenidos del
museo y el papel que desempeña la experiencia de visita dentro del contexto social
y cultural de la familia, incluso tiempo después de que la visita se ha realizado (Falk,
2013). De manera que, una clave fundamental en la investigación y estudios sobre
aprendizaje de las familias es la interacción social entre sus miembros ya que esta
contribuye de manera determinante al intercambio y retención de la información
en las diferentes actividades que los museos proponen (Hooper y Moussouri, 2000).

¿Qué se ha dicho sobre aspectos útiles a observar, relacionados directamente con es-
tudios de familias en museos?
Sobre los comportamientos observables de interacción en las familias relacio-
nados con el aprendizaje, Hilke (1988) afirma que las familias funcionan como
un sistema de aprendizaje porque llegan al museo con recursos propios que han
desarrollado durante años a lo largo de su vida familiar, los cuales utilizan de forma

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


191
Estudios sobre públicos y museos

espontánea dentro del museo; esta autora sugiere que las familias recurren a dos
estrategias para la exploración de una exposición. 1. Las estrategias personales,
que se refieren a comportamientos autónomos, es decir, que no requieren la aten-
ción de otra persona para tener éxito; consisten en recolectar de primera mano
información de la exposición (buscar, leer o manipular); obedecen a intereses
personales de aprendizaje y pueden tener lugar en presencia de otros miembros
de la familia. 2. Las estrategias de cooperación, las cuales sin importar qué tan
individual sea la búsqueda de información, la experiencia social es inevitable; los
individuos son influidos por la presencia de otros miembros de la familia, ya que
de manera requerida o espontánea los integrantes del grupo intercambian expe-
riencias a través de comportamientos, como pedir información, hacer declaracio-
nes o responder.

Según la autora, esta tendencia de intercambio aumenta la información disponible


para los integrantes del grupo, en relación con la cantidad que hubiera recolectado
uno solo de sus miembros. El potencial de aprendizaje de la experiencia familiar
también se beneficia cuando se elige a un socio de interacción con el cual compar-
tir a lo largo de la exposición, y más aún cuando el intercambio intergeneracional
(comúnmente entre padres e hijos) pone en contacto directo a dos individuos con
conocimientos y experiencias diferentes.

Por otro lado, el proyecto de investigación pisec (Borun et al., 1998), buscó una co-
rrelación entre el comportamiento observable de las familias y un aprendizaje me-
dible. En su primera fase se definieron tres niveles de aprendizaje: identificación,
descripción, interpretación-aplicación. Estos tres niveles de aprendizaje fueron re-
lacionados con cinco comportamientos definidos como indicadores de desempe-
ño: preguntar, responder y comentar-explicar, leer en silencio y leer en voz alta. La
autora afirma además que las familias que alcanzaron niveles altos de aprendizaje
permanecieron más tiempo en las exhibiciones.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


192
Estudios sobre públicos y museos

¿Qué se ha dicho sobre otros aspectos útiles a observar, no enfocados exclusivamente


en familias?
Serrell (1998) también asume que hay una correlación positiva entre el tiempo y
el aprendizaje, afirmando que entre más tiempo los visitantes permanezcan en la
exposición más oportunidades hay de que aprendan. Así, el tiempo invertido y el
número de paradas que hacen los visitantes también se pueden considerar indica-
dores de mayores oportunidades de aprendizaje.

Aunque el trabajo de Serrell no se enfoca exclusivamente en el aprendizaje de fa-


milias, creo que es de utilidad considerarlo porque su propósito es estudiar la efec-
tividad de las exposiciones didácticas, con base en el tiempo en que los visitantes
permanecen en ellas. Para medir el éxito de una exposición la autora considera ne-
cesario recolectar algunas variables relacionadas con la exposición y con el compor-
tamiento de los visitantes: tamaño de la exposición, número de elementos en la
exposición, tiempo total que permanece un visitante en cada elemento y el número
total de paradas realizadas por cada visitante. La autora menciona que estas cuatro
variables reflejan el grado en el cual los visitantes estuvieron involucrados con la
exposición. Con el uso de estas variables desarrolló dos indicadores de comporta-
miento observable de visitantes:

ƒƒ Índice de velocidad de barrido o SRI (Sweep Rate Index). Representa la canti-


dad de espacio y tiempo usado por una muestra de visitantes que recorrieron
la exposición. Para obtener este índice se divide el promedio del total de tiem-
po que los visitantes permanecen en la sala entre los metros cuadrados de la
exposición.3


3
El índice de velocidad de barrido no se puede aplicar a este estudio porque aunque hay 56 visitantes adul-
tos en el grupo de familias, no se realizaron conteos de tiempos individuales, con excepción de las paradas
especiales.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


193
Estudios sobre públicos y museos

ƒƒ Porcentaje de visitantes diligentes o %DV (Percentage of Diligent Visitors). Es


una manera de medir qué tanto la exposición es utilizada de manera exhausti-
va. Este índice se obtiene al calcular el porcentaje de visitantes que se detienen
en más de la mitad de los elementos.

Su estudio se basa en la idea de que el uso “diligente” o de casi la totalidad de la ex-


posición (51%), puede ser una medida común y sistemática para medir el impacto
de las exposiciones; si los visitantes permanecen poco tiempo en una exposición
considera que es una pista clara de que algo no está funcionando bien.

Pero además del tiempo de permanencia en la exposición, Serrell (ibidem) sugiere


otro aspecto importante a considerar que es el grado de involucramiento. Ella men-
ciona que el tiempo invertido se relaciona con la cantidad de aprendizaje y que la
motivación para poner atención es un requisito previo para la construcción de sig-
nificados personales en ambientes de aprendizaje informal.

Bitgood (2010), por su parte, afirma que el aprendizaje es un resultado inferido de


la atención de los visitantes. Para desarrollar su modelo de atención-valor (el cual
tampoco se enfoca exclusivamente en el aprendizaje de familias), este autor define
la atención del visitante como el conjunto de procesos psicológicos y fisiológicos
que comprendetres etapas continuas: captura, enfoque e involucramiento.

El autor explica que en cada etapa hay un conjunto diferente de comportamien-


tos que funcionan como indicadores. Durante la primera etapa o captura, se ob-
servan comportamientos como mirar algo, aproximarse o detenerse. Durante la
segunda etapa o enfoque, la atención del visitante está dirigida a un solo elemen-
to de la exposición, el visitante ve un elemento por algunos segundos o lo toca
brevemente. Durante la tercera etapa o involucramiento, hay una revisión dirigida
al contenido de la exposición, lectura de algunos textos, comentarios con el res-
to del grupo y se piensa sobre las implicaciones del contenido de la exposición.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


194
Estudios sobre públicos y museos

Aclara que el aprendizaje es posible solo cuando el proceso de atención llega a la


etapa de involucramiento.

Además, afirma que la primera motivación para poner atención es el valor perci-
bido en el elemento que se exhibe; es decir, el visitante de manera consciente o
inconsciente establece una relación de utilidad-satisfacción que dicho elemento le
ofrece (por ejemplo un objeto, un interactivo o un cedulario), a cambio del tiempo y
esfuerzo que le implica acceder a él (porque está lejos, porque es difícil de entender
o por la extensión del texto). Es por ello que observar la manera en que los visitan-
tes, o en este caso las familias, recorren o circulan en una exposición también nos
puede ofrecer información importante; por ejemplo, sobre los elementos que les
resultan más atractivos y que por lo tanto tienen más posibilidades de facilitar el
aprendizaje sobre los contenidos de la exposición.

Con esta revisión de la literatura se detectaron cuatro aspectos clave a observar, los
cuales son:

a) La interacción e intercambio de información resultado de las estrategias em-


pleadas por las familias durante su recorrido.
b) La presencia de comportamientos como lectura y conversación que han sido
indicadores de atención y aprendizaje.
c) El uso diligente que las familias hacen de los elementos de la exposición.
d) El poder de atracción y retención de los elementos de la exposición, así como
el nivel de atención que las familias alcanzan en cada uno de ellos.

Este artículo, además de identificar estos cuatro aspectos clave para observar y ana-
lizar los recorridos de los visitantes, propone un método para sintetizar los recorri-
dos de un grupo familiar ya que los seguimientos de recorridos regularmente se
hacen a individuos y no a grupos, pues la observación directa dificulta seguir a varios
individuos al mismo tiempo; sin embargo, esto es algo posible con la observación en

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


195
Estudios sobre públicos y museos

video. En esta síntesis de recorridos se identifican las principales estrategias de in-


teracción, grupal y personal (especiales), en las que además se incluyen comporta-
mientos de interacción social, los cuales hasta el momento han sido descartados de
las investigaciones por considerarse no relevantes, pero que son inherentes a las fa-
milias y, por lo tanto, influyen en menor o mayor medida en el aprendizaje familiar.

Metodología de evaluación
La evaluación sumativa para esta exposición tuvo como propósito valorar en qué
medida la exposición cumplía con los objetivos sugeridos de aprendizaje sobre el ja-
guar y su conservación en México, en las familias que la visitan, con el fin de mejorar
el desempeño de este programa educativo. Los objetivos de aprendizaje correspon-
den a cuatro temas de la exposición: Características naturales de la especie; Pre-
sencia del jaguar en nuestra cultura; Conservación del jaguar en bosques y selvas;
Bienestar de los jaguares en los zoológicos (figura 2).

La exposición estuvo conformada por un cráneo de jaguar, un cráneo de cocodrilo, tres


caparazones de tortuga, una taxidermia de jaguar dispuesta en una ambientación y
un collar de telemetría. Se incluyeron ocho cédulas, seis videos y cuatro módulos con
elementos que los visitantes podían manipular (jaguares pintos y negros, pujadera o
roncadera, ruleta características del jaguar y objetos de enriquecimiento). En cuanto
a los recursos gráficos se colocaron tres poemas, fotografías de jaguar, el mosaico
Tantos nombres como manchas, un mapa de la conservación del jaguar en México y
una cronología sobre valor del jaguar en México. Toda la exposición fue instalada en
un espacio aproximado de 112 metros cuadrados (figura 2).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


196
 Figura 2. Relación de temas y elementos expositivos.

197
Estudios sobre públicos y museos

El método de evaluación para esta exposición incluyó cuatro técnicas de investiga-


ción complementarias:

a) Mapas de significado personal.4


b) Observación discreta a través de grabación en video.
c) Análisis de conversaciones mediante grabación en audio.
d) Entrevista grupal de salida.
e) Análisis de dibujos elaborados por algunos de los niños participantes.

La estrategia para aplicar las técnicas de investigación se dividió en tres momentos:

1. A la entrada. Cuando una familia (no mayor a seis integrantes) se acercaba a


la entrada de la exposición se le hacía una invitación a participar en el estu-
dio; una vez que aceptaba se le pedía portar una grabadora de voz; después
se le pedíallenar el mapa de significado personal; una vez que los participan-
tes terminaban se les invitaba a entrar a la exposición y se les recordaba que
nos reuniríamos a la salida (figura 3).

2. Durante la visita. Se colocaron videocámaras en tres extremos de la exposi-


ción, las cuales registraron los comportamientos del grupo, el recorrido por
la exposición y dieron cuenta de los tiempos para cada caso; como la sala
era relativamente pequeña fue posible registrar el recorrido completo de las
familias, solo con algunos puntos ciegos que no afectaron considerablemen-
te la observación (figura 4). Durante su recorrido la grabadora de voz hizo el
registro de las conversaciones entre el integrante de la familia que portó la
grabadora y los otros miembros del grupo.


4
Para quienes deseen saber más sobre esta técnica pueden consultar: Adelman, L. M., Falk, J. H. y James,
S. (2000). Impact of National Aquarium in Baltimore on visitors' conservation attitudes, behavior, and
knowledge. Curator: The Museum Journal, 43 (1), pp. 33-61.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


198
 Figura 3. Las familias en una actividad antes de iniciar la visita a la sala.
Fotografía: © Mildred Muñoz.

Cuando una familia


(no mayor a seis integrantes)
se acercaba a la entrada de
la exposición se le hacía una
invitación a participar
en el estudio.

199
 Figura 4. Ubicación de las cámaras de video.

200
Estudios sobre públicos y museos

3. A la salida. Se recuperó la grabadora de voz y se le pidió al grupo acercarse a


una mesa con bancas colocadas fuera de la exposición, en donde se sentaron
para llenar el mapa de significado personal. Al terminar se les pidió participar
en una entrevista grupal; mientras tanto a los niños se les entregó un dibujo
para colorear. Cuando la entrevista concluyó se recuperó el dibujo o se registró
en fotografía; se les pidió a los integrantes posar para una foto de grupo que
serviría de registro para el estudio y se les agradeció su participación (tabla 1).

Tabla 1. Estrategia metodológica


a) Estrategia de aplicación
A la entrada Durante la visita A la salida

Invitación a participar Recuperar la grabadora de voz


Registro de comportamientos
durante el recorrido en video Mapa de significado personal

Grabadora de voz Entrevista grupal

Dibujo de jaguar
Registro de conversaciones
Mapa de significado
Registro fotográfico de la familia
personal

b) Cronograma de trabajo
17-20 Julio 24-27 Julio 31-3 Agosto 7-10 Agosto 14-17 Agosto
(piloto) (piloto) (piloto) (estudio) (estudio)
Jueves Jueves Jueves Jueves Jueves

Viernes Viernes Viernes Viernes Viernes

Sábado Sábado Sábado Sábado Sábado

Domingo Domingo Domingo Domingo Domingo

10-15 hrs. 10-15 hrs. 10-15 hrs. 10-15 hrs. 10-15 hrs.

c) Material obtenido para analizar


Mapas Recorridos Conversaciones Entrevistas Dibujo

30 24 24 24 38

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


201
Estudios sobre públicos y museos

Para llevar a cabo el trabajo de campo se consideró el periodo de vacaciones de


verano; el estudio se realizó del 7 al 17 de agosto de 2014, durante los días jueves,
viernes, sábados y domingos, en un horario aproximado de 10:00 am a 3:00 pm. La
duración de grabación fue de dos horas y media, por lo cual fue posible aplicarlo
únicamente a tres familias por día. Se recolectaron 30 mapas de significado perso-
nal, 24 recorridos en video, 24 conversaciones y 24 entrevistas grupales. Durante su
realización, se colocaron en los dos accesos a la exposición avisos para los visitantes
notificando sobre la realización del estudio y la presencia de las cámaras de video.

Análisis de la información
¿Cómo analizar la interacción de las familias durante su recorrido?
Anteriormente se ha mencionado que las familias utilizan estrategias individuales
y cooperativas para explorar la exposición (Hilke, 1988). Estos conceptos fueron un
punto de referencia importante del cual partí para comenzar a desarrollar un lista-
do de posibles comportamientos a observar en los recorridos. Sin embargo, tam-
bién consideré necesario consultar otros textos para comparar cuáles habían sido
los comportamientos observados en otras investigaciones (Borun et al., 1998; Cho-
ya, 2008; Benlloch y Williams, 1998; Studart, 2000) y completar la lista. Beaumont
(2004) afirma que las categorías de codificación del comportamiento observable
son diferentes en cada autor a pesar de enfocarse en temas similares; no hay sis-
temas de medición estandarizados que puedan ser usados de manera similar por
diferentes observadores. De manera que cada investigador elige sus códigos de ob-
servación según las necesidades o intereses de su investigación; también es común
que los autores retomen y adapten códigos de observación desarrollados y generen
un sistema de codificación nuevo.

Por otro lado, es evidente que las familias además de mostrar comportamientos in-
dividuales o grupales de interacción, en la exposición demuestran comportamientos

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


202
Estudios sobre públicos y museos

sociales, los cuales no pueden ser ignorados porque están intercalados con sus es-
trategias de interacción y de manera indirecta influyen en su recorrido; lo queramos
o no, estas estrategias de convivencia forman parte de las cualidades de una visita
familiar y por lo tanto no pueden ser simplemente excluidas. Dierking (1989) hace
referencia a estos comportamientos al decir que las familias ven a los museos como
espacios de aprendizaje, pero también como espacios sociales en donde pueden
hacer algo como familia y por ello llevan a cabo una variedad de actividades de ges-
tión social como disciplina, alimentación, chequeo de los niños, etc. Tener en cuenta
todos los aspectos de su recorrido refleja en sí una postura de inclusión.

Con base en lo anterior, se agruparon los comportamientos de las familias obser-


vados en esta exposición en tres tipos de estrategias: de interacción grupal, de
interacción social y de interacción personal. A continuación, un listado de compor-
tamientos relacionados con cada una de ellas y sus descripciones.

1. Estrategias de interacción grupal


Se refieren al grupo de comportamientos que describen la manera en que los
miembros de la familia interactúan colectivamente con la exposición, los cuales les
permiten recolectar e intercambiar información para interpretar los mensajes de la
exposición. Estos comportamientos pueden ser: observar juntos, manipular juntos,
señalar para otros, llamar a alguien, leer para otros, comentar con alguien, tener
contacto con otros visitantes, tener contacto con el personal.

2. Estrategias de interacción social


Se refieren al grupo de comportamientos que describen la manera en que los miem-
bros de la familia interactúan entre ellos para satisfacer las necesidades sociales del
grupo. Estos comportamientos pueden ser: posar para una foto familiar, mantener
contacto físico, realizar una gestión familiar, demostrar una emoción.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


203
Estudios sobre públicos y museos

3. Estrategias de interacción personal


Se refieren al grupo de comportamientos que describen la manera en que los miem-
bros de la familia interactúan individualmente con la exposición; cada integrante
de la familia recolecta información que le ayuda a elaborar una interpretación per-
sonal de los contenidos que pueden compartir posteriormente con el grupo. Estos
comportamientos pueden ser: pasar la vista por, observar, leer para sí (este compor-
tamiento no siempre es perceptible en los videos), tomar una foto a la exposición,
demostrar una emoción, apartarse del grupo. En general las estrategias de inte-
racción personal pueden llevarse a cabo cuando otros miembros del grupo están
presentes o cuando un individuo está apartado.

¿Cómo sintetizar el recorrido de un grupo familiar?


Una vez definidas las estrategias de interacción y clasificados los comportamien-
tos relacionados con ellas fue necesario preparar la información. En un plano de
la exposición se señalaron las paradas que cada integrante de una familia hizo en
el espacio; en este primer intento de analizar el recorrido de grupo (figura 5) me di
cuenta de que resultaba complejo y poco legible representar los movimientos de
cada integrante en un mismo mapa; separarlos tampoco tenía sentido puesto que
lo que me interesaba era analizar el desplazamiento del grupo y la ubicación de sus
paradas en la exposición. No obstante, aunque me importa hacer énfasis en las
interacciones grupales, tampoco quería dejar totalmente de lado las interacciones
personales. Así, me di a la tarea de hacer una síntesis del recorrido en la cual estu-
vieran incluidas las estrategias de interacción grupales, sociales y personales, más
representativas de cada recorrido familiar.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


204
Diagrama con los comportamientos de cada integrante de una familia.

Diagrama de recorrido familiar con los comportamientos representativos del grupo.

 Figura 5. Síntesis del recorrido familiar.

205
Estudios sobre públicos y museos

Durante este proceso fue necesario desarrollar una serie de conceptos que sirvieron
como guía para unificar los criterios que se aplicarían en todos los recorridos. Esto
no fue tan sencillo, hubo un proceso de reflexión y revisión constante; los conceptos
utilizados fueron:

ƒƒ Recorrido familiar. Conjunto de paradas grupales que describen la manera en


que un grupo familiar interactúa en y con la exposición; su descripción incluye
paradas grupales, paradas sociales, paradas especiales y paradas comparti-
das. Su duración solo considera la suma del tiempo de las paradas grupales.

ƒƒ Parada grupal. Lugares en donde dos o más de los integrantes del grupo rea-
lizan algún comportamiento de interacción colectiva relacionada con los ele-
mentos de la exposición durante un mismo periodo de tiempo superior a dos
segundos; su duración se cuenta desde que el primer integrante comienza la
interacción (se detiene con las dos plantas de los pies puestos sobre el piso,
cabeza en dirección hacia el elemento expositivo) hasta que el último la ter-
mina. Las señalo con números.

ƒƒ Parada social. Lugares en donde uno o varios miembros de la familia se detie-


nen por alguna razón ajena a la interacción con la exposición, pero que afecta
su recorrido; son importantes porque demuestran sus necesidades, intereses
o convivencia como familia y su duración no se suma al tiempo del recorrido
familiar. Las señalo con letras.

ƒƒ Parada especial. Una o varias paradas individuales seleccionadas en donde


un miembro de la familia se aparta claramente del grupo para realizar algún
comportamiento de interacción relacionado con los elementos de la exposi-
ción; son especiales porque el integrante demuestra tener una interacción de
calidad con los elementos de la exposición durante la cual está en posibilidad
de recolectar información para compartirla al grupo posteriormente. Las señalo

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


206
Estudios sobre públicos y museos

en el diagrama con un círculo pequeño; estas paradas son alternas a las para-
das familiares y su duración no se suma al tiempo del recorrido familiar.

ƒƒ Parada compartida. Sucede cuando un integrante de la familia se adelanta o


se retrasa porque decide observar, manipular o leer algún aspecto de la expo-
sición y decide compartir eso que llamó su atención con otro(s). Este interés
surge de una interacción personal, pero lo importante aquí es que se convier-
te en una parada familiar. Lo señalo en el diagrama con una estrella.

Con una línea continua se unieron cada una de las paradas tratando de respetar
la dirección del desplazamiento del grupo; como no todas las familias entran y sa-
len de la exposición como un grupo cohesionado, se usó una línea punteada para
señalar la parte del recorrido en el que alguno (s) de los integrantes no estaban
dentro de la exposición (figura 6). A la par de la elaboración de estos diagramas, se
registró el tiempo para cada parada grupal, parada social, parada especial y el tiem-
po total de permanencia (desde que el primer visitante entra hasta que el último
sale); asimismo se hicieron relaciones de tiempo frente a cada elemento expositivo
(objetos de la colección, cedularios, videos, objetos manipulables o gráficos ante-
riormente descritos) (tabla 2).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


207
Parada grupal Parada social Parada especial Parada compartida

 Figura 6. Ejemplos de diagramas de recorridos.

208
Estudios sobre públicos y museos

Tabla 2. Conteo de tiempos en los recorridos familiares.


Conteo de tiempo en cada parada grupal
Parada Ubicación Cámara Tiempo Tiempo Tiempo Tiempo
grupal inicio final ajuste total
1 Poema del jaguar roja 00:26:47 00:27:00 00:00:13 00:00:13

2a La mordida más poderosa roja 00:27:05 00:27:18 00:00:13 00:00:13

3a Jaguares pintos y negros roja 00:27:24 00:28:02 00:00:38 00:00:38

4.1a Taxidermia del jaguar amarilla 00:27:02 00:27:10 00:00:08 00:00:26

4.2a Taxidermia del jaguar amarilla 00:27:20 00:27:38 00:00:18

2b Cédula de Bienvenida roja 00:27:24 00:27:47 00:00:23 00:00:23

3b Pantalla 4 (Investigación) amarilla 00:28:59 00:29:11 00:00:12 00:00:12

Ruleta características del


4b amarilla 00:28:27 00:30:50 00:00:23 00:00:23
jaguar

Conteo de tiempo en cada parada social


Parada Ubicación Cámara Tiempo Tiempo Tiempo Tiempo
social inicio final ajuste total
A Taxidermia del jaguar amarilla 00:27:48 00:28:12 00:00:24 00:00:24

B Salida de la exposición amarilla 00:28:27 00:29:10 00:00:43 00:00:43

Conteo de tiempo en cada parada especial


Parada Ubicación Cámara Tiempo Tiempo Tiempo Tiempo
especial inicio final ajuste total
E1 Pantalla 1 (Características) roja 00:27:52 00:28:05 00:00:13 00:00:13

E2 Jaguares pintos y negros roja 00:28:15 00:29:05 00:01:08 00:01:08

E3 Pantalla 2 (Cultura) roja 00:29:30 00:29:38 00:00:08 00:00:08

E4 La mordida más poderosa roja 00:29:58 00:30:03 00:00:05 00:00:05

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


209
Estudios sobre públicos y museos

¿Qué datos ofrece el análisis de la información?


En promedio una familia permaneció en la exposición siete minutos con quince se-
gundos (7' 15"); del tiempo promedio total que una familia permaneció en la expo-
sición, 65.97% corresponde a paradas grupales en donde llevaron a cabo interacción
e intercambio de información; el 13.32% corresponde a paradas sociales no relacio-
nados directamente con la exposición; y el 7.11% a paradas especiales (figura 7).

1.15%

7.11%

Paradas grupales
13.32% Paradas sociales
Paradas especiales
Desplazamiento
65.97%

 Figura 7. Distribución de comportamientos. Más de la mitad del tiempo promedio que una
familia permanece en la exposición lo dedican a estrategias de interacción social.

En las estrategias de interacción grupal hay dos casos de comportamientos de


aprendizaje: leer para otros (lectura en voz alta) y comentar con alguien (conver-
sación). Aun sin profundizar en las cualidades de las lecturas o conversaciones, en
los recorridos de las 24 familias se registraron un total de 250 comportamientos de
aprendizaje, de los cuales 98 corresponden a lecturas grupales, 130 a expresiones
o conversaciones y 22 a lecturas especiales o personales. Las conversaciones predo-
minan con el 52% de estos comportamientos (figura 8).

8.8%

Coversaciones
Lecturas sociales
52%
39.2% Lecturas especiales

 Figura 8. Porcentaje en indicadores de aprendizaje. Más de la mitad de los comportamientos


de aprendizaje registrados en los diagramas de recorridos se refieren a conversaciones sobre
los contenidos de la exposición.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


210
Se señalan los ocho elementos con más paradas familiares.

Se señalan los ocho elementos con menos paradas familiares.

 Figura 9. Uso diligente de la exposición.

211
Estudios sobre públicos y museos

Otra manera de analizar estos comportamientos de aprendizaje es valorando en


qué medida los distintos elementos expositivos propician la lectura grupal y la
conversación en las familias. De mayor a menor presencia el elemento expositivo
Jaguares pintos y negros ocupó el primer lugar con 30 comportamientos de apren-
dizaje: La mordida más poderosa, el segundo con 27; Objetos de enriquecimiento,
el tercero con 23; Pantalla características, el cuarto con 19, Ruleta características del
jaguar y Taxidermia de jaguar, el quinto con 17, y Collar de telemetría GPS, el sexto
con 15 (figura 10). Los lugares se obtuvieron con base en los conteos de lectura gru-
pal y conversaciones que se propiciaron en cada elemento expositivo.

 Figura 10. Ubicación de indicadores de aprendizaje.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


212
Estudios sobre públicos y museos

La exposición contó con 24 elementos expositivos en total, el 51% de ellos equivale


a 12.24 elementos. Solo dos familias cumplieron este porcentaje, la primera con
14 paradas y la segunda con 12. El promedio de elementos explorados por todas
las familias es de 7.37, lo que significa que en promedio revisaron el 29.1% de los
elementos expositivos (figura 11). Determinado por el número de familias que se
detuvieron frente a los elementos expositivos, los seis lugares en orden de mayor
poder de atracción fueron: Jaguares pintos y negros (23), Taxidermia de jaguar (20),
La mordida más poderosa (18), Objetos de enriquecimiento (16), Pantalla caracte-
rísticas (13), Ruleta características del jaguar (11).

Los seis lugares con mayor poder de retención fueron determinados por el mayor
tiempo invertido: Ruleta características del jaguar (1', 28"), Objetos de enriqueci-
miento (54"), Jaguares pintos y negros (52"), Pantalla características, Pujadera o ron-
cadera, gráfico. El valor del jaguar en México (los tres con 41"), Pantalla conservación
(39"), Tantos nombres como manchas (38").

Los elementos que mantuvieron un equilibrio entre su poder de atracción y reten-


ción fueron: Jaguares pintos y negros, Objetos de enriquecimiento, Pantalla carac-
terísticas y Ruleta características del jaguar. Los elementos que retuvieron menos la
atención de los visitantes fueron: Taxidermia de jaguar y La mordida más poderosa.
Los elementos que, aunque no tan atractivos, tuvieron un destacado poder de re-
tención fueron: Pujadera o roncadera, gráfico El valor del jaguar en México, Pantalla
conservación y Tantos nombres como manchas (figura 11).

Es importante aclarar que los resultados presentados en el presente artículo son pre-
liminares, pueden tener ligeras variaciones una vez concluido el trabajo de titulación.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


213
Elementos expositivos con mayor poder de atracción para las familias.

Elementos con mayor poder de retención para las familias.

 Figura 11. Poder de atracción y retención.

214
Estudios sobre públicos y museos

Resultados obtenidos y conclusiones


De manera general en la exposición se aprecia un buen equilibrio entre las estra-
tegias de interacción grupal, social y personal. Las familias invirtieron un tiempo
considerablemente mayor en interactuar con la exposición de lo que invirtieron en
aspectos familiares. Sin embargo, la exposición no fue explorada en su totalidad;
quizá el análisis costo-beneficio (Bitgood, 2010) que hicieron las familias de los ele-
mentos menos explorados no fue favorable, por lo que habría que triangular con
otras técnicas para profundizar en las razones.

Algunas de las exhibiciones con mayor éxito en su poder de atracción o retención, así
como de comportamientos de aprendizaje, coinciden con las cualidades de exposi-
ciones amigables con las familias (Borun et al., 1998). Elementos expositivos como
Jaguares pintos y negros, La mordida más poderosa, Objetos de enriquecimiento y
Ruleta características del jaguar, ofrecían la oportunidad de agruparse alrededor, de
interactuar varios integrantes a la vez, de ser cómodos para niños y adultos, de fo-
mentar la discusión entre ellos, y retaban a distintos estilos y niveles de aprendizaje, o
se podían asociar con conocimientos o experiencias previas. Todo ello, al parecer, fue
más significativo para las familias.

El uso de video, además de ser un buen apoyo para llevar a cabo el registro de las
observaciones porque se pueden consultar las veces que sea necesario, ofrece la
oportunidad de detectar y corroborar detalles que no son percibidos a simple vista,
pero que son relevantes para la investigación. La observación como técnica de in-
vestigación que se apoya en una grabación de video, ofrece todas las cantidades o
las cualidades que el interés del investigador se proponga observar.

Por ejemplo, en este trabajo se detectaron ciertos patrones de interacción que aun-
que no parecían relevantes a simple vista, sí contribuían a definir la personalidad
de cada grupo familiar y el carácter de los recorridos, por lo cual se consideran im-
portantes para este estudio. La interacción entre miembros de la familia durante su

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


215
Estudios sobre públicos y museos

visita a una exposición ha sido motivo de discusión para numerosos autores (Dia-
mond, 1986; Hilke, 1988; Dierking, 1989; McManus, 1995; Swartz y Crowley, 2004).
En la literatura se percibe un interés por tratar de establecer lo que Cone y Kendall
(1978) llaman "patrones de interacción" entre los integrantes de la familia, los cua-
les puedan ayudar a delinear y de cierta forma tratan de predecir el comportamien-
to de las familias para lograr que el diseño de las exposiciones sea más eficiente en
cuanto al aprendizaje de grupos familiares.

A continuación, sin afán de generalizar, se describen algunas apreciaciones que sur-


gieron de la revisión de los videos, en las cuales se detallan dichos "patrones de inte-
racción". Primero se describirán los patrones de interacción nuclear, es decir, los que
se refieren solo a la interacción observada entre padres e hijos; y después, los patro-
nes de interacción extendida, que se refieren a la manera en que sobrinos, tíos, abue-
los, parejas y demás integrantes de la familia, se sumaron a la interacción del grupo.

Patrones de interacción nuclear


Al observar reiteradamente los recorridos comencé a notar algunas coincidencias
entre las distintas familias que llamaron mi atención; sobre el transcurso compren-
dí que hay un aspecto en el comportamiento de las familias nucleares que hasta el
momento no se había considerado en la literatura,pero que es determinante para
comprender sus interacciones: la etapa de vida familiar en la que se encuentran sus
integrantes, lo cual en parte depende de la edad de los hijos.

Los padres de bebés o niños pequeños de entre 1 y 3 años de edad, tienden a recorrer
la exposición de manera individual; ocasionalmente intercambian comentarios en-
tre ellos o se reúnen en algunos puntos; no demuestran muchos comportamientos
de mediación con los pequeños aun cuando los llevan en brazos. A diferencia de los
padres con niños de entre 4 y 7 años, en donde su papel de mediadores es claramen-
te visible, se perciben como una familia integrada y difícilmente se separan; suelen

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


216
Estudios sobre públicos y museos

desplazarse tomados de la mano y recorren en grupo la exposición. Los padres con


niños de mayor edad, de entre 8 y 12 años, les dan mayor libertada de alejarse para
explorar por su cuenta pero sin perderlos de vista; esto da a ambos la oportunidad
de seguir sus propios intereses, pero siempre buscan de nuevo a sus padres porque
ellos son los que guían el recorrido, quienes continuamente los están monitoreando
para saber su ubicación y darles instrucciones para continuar el recorrido.

En las familias cuyos padres tienen hijos en distintas etapas, generalmente niños con
hermanos adolescentes o jóvenes (13-20 años), las cosas cambian. Los niños son los
que se tienen que integrar a un ambiente de adultos y competir por la atención de
sus padres, quienes ya no están enfocados solo en ser mediadores; incluso el moni-
toreo se reduce porque la prioridad de los padres en esta etapa de su vida familiar es
satisfacer intereses personales sobre los contenidos de la exposición. Los hermanos
mayores ocasionalmente interactúan con los niños, pero están más interesados en
explorar e intercambiar comentarios con sus padres.

El comportamiento de los padres más que estar determinado por la edad de los
niños presentes en el grupo, está determinado por el grado de madurez que el gru-
po ha alcanzado en su vida familiar; esta etapa determina los patrones de interac-
ción —en y con la exposición— que los padres asignan a sus hijos, los cuales son
independientes a la presencia de otros integrantes de la familia extendida que los
acompañen. En general los hijos menores se deben adaptar a estos patrones aun
cuando no correspondan a su edad; deben de competir con sus hermanos mayores
por la atención de sus padres y desarrollar habilidades para integrarse en el grupo.

Patrones de interacción extendida


Los patrones anteriores también se aplicaron en los primos que acompañaban a
la familia nuclear, ya sea que compartan o no la misma edad; si estaban bajo la
tutela de sus tíos debían adaptarse a los patrones que les marcaban de acuerdo

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


217
Estudios sobre públicos y museos

con la etapa en que se encontraban. En general los padres estuvieron al pendiente


de la seguridad de los sobrinos, procuraban que no se alejaran del grupo, solían leer
y explicar para el grupo; pero no procuraron involucrarse más en sus necesidades o
intereses particulares de aprendizaje. Los sobrinos ocasionalmente intercambiaron
comentarios con sus primos o tíos, no siempre buscaron tener mayor interacción
porque sutilmente compiten con sus primos por la atención de sus tíos, así como
por la observación y manipulación de los objetos.

Cuando fueron los tíos los que acompañaban a una familia nuclear, ellos demos-
traron respeto por el patrón de interacción que mantuvieron los padres, fueron
atentos con la seguridad de los niños, con frecuencia los tomaron de la mano pero
no buscaron ejercer un papel de enseñanza o mediación con ellos aunque los pa-
dres no estuvieran cerca; más bien procuraron satisfacer sus propios intereses so-
bre lo que la exposición les ofrecía, continuamente se adelantaban o retrasaban
para explorar de manera individual la exposición y esto no cambio incluso cuando
tuvieron a sus sobrinos tomados de la mano; ocasionalmente leyeron para el gru-
po, pero no se dedicaron a la enseñanza de los niños con el mismo interés como
lo hicieron los padres.

Cuando los abuelos acompañaron a una familia nuclear, también se adaptaron a


su patrón de interacción, los abuelos estuvieron atentos a la seguridad de los niños,
y se ajustan al ritmo de recorrido definido en el grupo; buscaron los momentos
oportunos para apartarse y explorar visual o físicamente la exposición. Cuando lo
consideraron prudente, estuvieron dispuestos a apoyar la enseñanza de los padres
para con sus nietos. Sin embargo, aunque sus intervenciones fueron bien recibidas,
ni los padres ni los niños demostraron actitudes en las cuales se buscara tener una
mayor interacción con ellos.

Cuando la pareja de alguno de los padres los acompañó durante el recorrido, él o


ella también se ajustaron al patrón de interacción que marcó el padre o la madre,

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


218
Estudios sobre públicos y museos

mostraron disposición para participar en la enseñanza de los niños con lecturas en


voz alta y comentarios; los niños no compitieron abiertamente por la atención de
sus padres, se adaptaron al ritmo intercalado de atención.

En la literatura se encuentran escasas referencias sobre la manera en que se dan las


interacciones entre integrantes de la familia extendida, por lo que hay pocos puntos
de comparación que puedan respaldar o contradecir las apreciaciones antes des-
critas. En relación con los abuelos, por ejemplo, Moussouri (2003) afirma que ellos
niegan cualquier expectativa personal en su visita familiar, la cual está enfocada
tanto en disfrutar la compañía de sus nietos, así como en recordar y compartir la
historia familiar. Beaumont y Sterry (2005) aseguran que los abuelos desempeñan
funciones de enseñanza importantes en la vida de sus nietos, porque con frecuencia
son ellos quienes los cuidan mientras sus padres trabajan; ven las visitas a museos
como una oportunidad de tener una experiencia entretenida y educativa a la vez.

Por su parte Briseño-Garzón (2010) asegura que la participación de los abuelos, so-
brinos y otros parientes adultos o jóvenes en la crianza, educación y aprendizaje de
los niños, es positiva porque fomenta la convivencia y con ello el aprendizaje, tanto
de los contenidos de la exposición, como de aspectos socioculturales que definen
la identidad de los niños. Por ello una visita al museo es una oportunidad para que
los niños aprendan a negociar con los intereses de todos los miembros de la familia.

Como se puede apreciar, hasta el momento el interés por estudiar los patrones de
interacción familiar se ha dirigido principalmente a las interacciones nucleares con
especial énfasis en la manera en que los padres enseñan a sus hijos sobre los con-
tenidos de las exposiciones y cómo ellos responden a los propósitos de sus padres.
Esto, como se dijo anteriormente, quizá se debe a que la enseñanza es resultado de
la interacción espontánea entre aquellos que han estado en la tarea de aprender
juntos por muchos años (Hilke,1988).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


219
Estudios sobre públicos y museos

Es probable que cuando los primos, tíos, abuelos, parejas u otros miembros de fa-
milia extendida comparten la visita con una familia nuclear, la intimidad de la en-
señanza paterna se vea afectada, pero no por ello la interacción se desvanece; por el
contrario, se nutre y surgen nuevas oportunidades de aprendizaje para todos los in-
tegrantes del grupo, aprendizajes relacionados tanto con los contenidos de la expo-
sición, como de las posibles experiencias que les pueden ofrecer la convivencia con
los familiares que los acompañan. Quizá por ello aunque hay un menor desarrollo
en la literatura sobre las interacciones extendidas, se puede notar una tendencia a
relacionarlas con aspectos menos cognitivos y más sociales. Los patrones de inte-
racción extendida son un tema nuevo por explorar que puede aportar información
relevante, para comprender la manera en que su interacción o convivencia influye
en el aprendizaje del grupo familiar y cómo aprovechar esta información para me-
jorar la eficiencia de las exposiciones durante la visita de estos grupos.

Nota: Para la toma de video se informó a los públicos sobre las grabaciones en sala
con un cartel en el acceso de la exposición, mientras que para las grabaciones de
audio personales se obtuvo consentimiento directo de los participantes.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


220
Estudios sobre públicos y museos

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Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


222
223
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8. Atreverse a evaluar: Un recuento de


casos en el Museo Nacional de las
Intervenciones
María Dolores Nájera Contreras y Rubí Conde Martínez

Resumen Abstract
En este artículo se muestra el trabajo realizado en el This article shows the work conducted in the area of
área de Comunicación Educativa del Museo Nacional Educational Communication in the Museo Nacional
de las Intervenciones, a través del Programa de Estu- de las Intervenciones, through its recently created
dios de Públicos, de reciente creación, a fin de brindar Visitor Studies Program, in order to offer a view of
un panorama de los distintos casos en los que se han the different cases to which visitor studies tools have
aplicado las herramientas de los estudios de públicos. been applied. We will focus particularly on an explo-
Particularmente nos enfocaremos en un ejercicio de ration exercise, based on the curatorial objectives of
exploración, a partir de los objetivos curatoriales the temporary exhibition De vuelta a Columbus. En
de la exposición temporal De vuelta a Columbus. el centenario de la Intervención Norteamericana de
En el centenario de la Intervención Norteamericana 1916 and the opinion of visitors gathered with that
de 1916 y las opiniones de los públicos que se re- objective.
cabaron con este motivo.

Palabras clave Key Words


Comunicación Educativa, exposición temporal, opi- Museum education, temporal exhibitions, visitor
niones de públicos, Pancho Villa. comments, Pancho Villa.

 Exterior del Museo Nacional de las Intervenciones.


Fotografía: © Diego Ruiz García. Área de Difusión Cultural. Cortesía del Museo Nacional de las Intervenciones.

224
Estudios sobre públicos y museos

Programa de Estudios de Públicos del Museo Nacional de las


Intervenciones
El Museo Nacional de las Intervenciones (mni) tiene como sede el ex Convento de
Nuestra Señora de los Ángeles, habitado por frailes de la orden de san Diego a fina-
les del siglo xvi. Se trata de un espacio que sorprende a quienes lo admiran, tal como
cierto día expresó un visitante: “Este es el secreto mejor guardado de Coyoacán”.
El 13 de septiembre de 1981 fue instituido como museo nacional para difundir los
principios de no intervención y la autodeterminación de los pueblos.

El área de Comunicación Educativa del mni cuenta, desde el 2014, con el Progra-
ma de Estudios de Públicos (pep), concebido como una manera formal de evaluar
la oferta cultural y educativa del museo, pues dentro del archivo del área educati-
va solo se disponía de algunos conteos de públicos en las actividades culturales y
estadísticas de las visitas guiadas, pero de ningún informe que diera cuenta de las
características de los visitantes del museo.

Los estudios de públicos se efectúan desde “un punto de vista amplio” para obtener
un “conocimiento sistemático” (Pérez, 2016: 21). Algunos proyectos colaborativos,
concebidos en el mni, desde este enfoque, son el Estudio de Públicos de la Noche de
Museos 2014, a cargo de la maestra Leticia Pérez Castellanos, de la Escuela Nacional
de Conservación, Restauración y Museografía (ecnrym) y el Estudio Mercadológico
del Museo Nacional de las Intervenciones, realizado por la historiadora Katia Teo-
docio Licona durante 2015 y 2016. Gracias a estas investigaciones, obtuvimos un
perfil de públicos de los eventos culturales, conocimos los atributos que algunas
personas destacan del mni y qué museos de la delegación Coyoacán visitan, entre
otros resultados.

Respecto a la definición de evaluación, sabemos que consiste en “un área de investi-


gación aplicada que se puede realizar en tiempos acotados, con propósitos muy es-
pecíficos y resultados concretos” (Pérez, 2016: 21). En la siguiente tabla, mostramos

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


225
Estudios sobre públicos y museos

algunos proyectos del pep cuyo alcance se delimitó a corto plazo, así como los objeti-
vos, técnicas empleadas, colaboradores que nos apoyaron y principales aportaciones
que obtuvimos (tabla 1). 1

Tabla 1. Proyectos de evaluación del pep de Comunicación Educativa del mni.

Proyecto Objetivo Técnicas Colaboradores Aportaciones


empleadas
Evaluación Identificar las Guía de Estudiantes de prácticas Investigación por parte del
del público piezas que observación profesionales de la labir sobre los procesos
infantil del más llaman Universidad Pedagógica de restauración y datos
mni (2015) la atención Nacional (upn) curiosos de algunas piezas
de los niños elegidas por los niños
en las salas Alumnos de la materia
de exposición del Laboratorio Intro- Selección de algunos obje-
permanente ductorio a la Restaura- tos para los contenidos de
ción (labir) de la encrym una Guía Infantil del mni

Evaluación de Indagar sobre Mapeos de Alumnos de la Escuela Se identificó que los escolares
la exposición los referentes significado secundaria No. 49 relacionaban la palabra
temporal La previos que personal Defensores de Churu- “masonería” con “lugar para
masonería en poseen los busco hacer masa” o “fábrica de ma-
la época de la públicos cauti- zos” (entre otras asociaciones)
Independen- vos respecto a
cia (2015) los conceptos Esta cuestión se tomó en
clave pre- cuenta principalmente
sentados por para trabajar en las visitas
el curador1 guiadas

Evaluación Recuperar las Entrevista Estudiantes de servicio Se reconocieron aspectos a


de los cursos experiencias semiestructu- social de la upn y de la mejorar en la planeación
infantiles de los partici- rada para los Universidad Nacional de los cursos
de verano pantes niños Autónoma de México
(2014-2017) (unam) Ponencia en el Primer
Encuestas Encuentro de Prácticas
para los Ejemplares de Evaluación
padres de en Museos de 2016, orga-
familia nizado por el Seminario de
Investigación Museológica
de la unam


1
Gaspar Hernández Ranulfo, historiador e investigador del mni.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


226
Estudios sobre públicos y museos

Evaluación Reconocer en Grupos de Alumnos de secundaria Investigación sobre los


sobre el los jóvenes enfoque del Colegio Partenón resultados obtenidos pre-
concepto de cuál es la per- sentada para el Premio
soberanía cepción que Estudiantes de servicio Gustavo Baz Prada 2018
(2017) tienen del social y prácticas pro-
“otro” como fesionales de la unam, Conformación de la pro-
un individuo upn y Universidad del puesta didáctica Lucha en
Valle de México (cam- el olvido para una posible
pus Tlalpan) sala reflexiva de cierre de la
exposición permanente

Esta experiencia de trabajo se resume en la siguiente frase: Nos atrevimos a evaluar


y dar un paso más allá del trabajo empírico. Principalmente porque en diversos foros
académicos se suele señalar que el personal de las áreas de educación cuenta con
un amplio conocimiento sobre los públicos que acuden a los museos; no obstante,
dedicamos poco tiempo a realizar investigaciones más exhaustivas y sistemáticas
para conocer nuevos aspectos de las audiencias cautivas y potenciales; además no
escribimos lo suficiente sobre nuestros procesos para compartir con otros pares los
aprendizajes adquiridos.

Como se aprecia en la tabla referida, una de las líneas de acción del pep se enfo-
ca en la evaluación de las exposiciones temporales. Estas permiten a los visitantes
del mni adentrarse en temáticas paralelas al discurso museográfico, o bien conocer
cuál es la relevancia de ciertas conmemoraciones históricas. En los siguientes pun-
tos del artículo ahondaremos en un caso: la muestra De vuelta a Columbus. En el
centenario de la Intervención Norteamericana de 1916.

Exposición temporal De vuelta a Columbus. En el centenario de la Inter-


vención Norteamericana de 1916
La madrugada del 9 de marzo de 1916, el general Francisco Villa y un centenar de
hombres cruzaron la frontera entre Chihuahua y Nuevo México para atacar la lo-

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


227
Estudios sobre públicos y museos

calidad de Columbus y el fuerte militar Furlong. Con esta invasión inusitada en el


acontecer del territorio de Estados Unidos, Villa “estaba seguro que ante el agravio,
el gobierno estadounidense se vería forzado a responder con una invasión sobre el
país” (Navarro, 2016b; 5), y con ello pondría en una encrucijada al gobierno de Venus-
tiano Carranza, de acuerdo con Pavel Navarro Valdez, investigador del mni y curador
de la exposición. La intervención de Estados Unidos en nuestro país en 1916 se cono-
ce como Expedición Punitiva y estuvo al mando del general John J. Pershing; se trató
de una campaña militar que falló en su único objetivo: capturar vivo o muerto a Villa.

La muestra dedicada a este tema integró ochenta piezas como libros, documentos,
testimonios visuales y sonoros, con la finalidad de rememorar los “escenarios de
la intervención” (Navarro, 2016a: 1) (figura 1). Fue visitada por 40 263 personas de
abril a noviembre del 2016.

Llegados a este punto, cabe preguntarse ¿cómo se ha interpretado el papel de Fran-


cisco Villa en este hecho histórico?

Pancho Villa, el Centauro del Norte

Prometo no darme por vencido. Pos como si allí estaban el sacrificio de miles y miles
de mis muchachitos que pelearon y murieron por un ideal al lado de su General
Francisco Villa. Por eso seguimos en la braga. Me duele mucho la sangre que México
derramó por la causa de los pobres. La sangre que esta lucha le costó a mi pueblo. Sé
que mi causa es la justa, la causa de los pobres. He luchado para que en el país haya
justicia. Justicia como yo la entiendo. Que no haya hambre y haya educación para
mis hermanos de raza. Y óigalo bien, seguiré peleando hasta la muerte.2


2
Fragmento del guion General Pancho Villa, interpretado por el actor Ulises Mendoza Jiménez que se presen-
tó los domingos durante la temporada de la exposición conmemorativa de la Intervención Norteamericana
de 1916.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


228
 Figura 1. Sala de la exposición temporal De vuelta a Columbus. En el centenario de la Intervención Norteamericana de 1916.
Fotografía: © Archivo de la Subdirección Técnica. Cortesía del Museo Nacional de las Intervenciones.

Esta experiencia de trabajo se resume en la


siguiente frase: Nos atrevimos a evaluar y
dar un paso más allá del trabajo empírico.

229
Estudios sobre públicos y museos

Para responder a esa interrogante, haremos referencia particularmente a la investi-


gación generada por Cuitláhuac Chávez en la Universidad de Texas.3 El académico
sostiene que los gobiernos posrevolucionarios de México se valieron del cine y la
literatura para fomentar la figura del general de la División del Norte como un icono
de identidad nacional y un arquetipo de masculinidad que aludía a algunas de las
características de la clase en el poder: fuerza, valor, rebeldía e inteligencia. También
se le asociaba con atributos negativos: ignorante, bárbaro, bandido y sin educación,
los cuales se achacaban al estrato social mexicano más bajo (el de los campesi-
nos pobres) y que habría que superar con la Revolución de 1910 para construir una
nación fuerte. Desde la perspectiva de Chávez, algunos libros ilustran esta confi-
guración ideológica, como El águila y la serpiente (1928) de Martín Luis Guzmán y
¡Vámonos con Pancho Villa! (1931) de Rafael F. Muñoz; asimismo filmes como ¡Vá-
monos con Pancho Villa! (1936) de Fernando de Fuentes, Así era Pancho Villa (1957)
de Ismael Rodríguez, La muerte de Pancho Villa (1974) de Mario Hernández y Los
rollos perdidos de Pancho Villa (2006) de Gregorio Rocha, entre otros.

En resumen, el investigador afirma que el mito (entendido como una historia) de


Doroteo Arango puede interpretarse “de manera tanto positiva como negativa,
según el punto de vista y agenda política de cada autor […]. La figura de Pancho
Villa representa, tanto en la literatura como en el cine, un tipo social que surge
más de la ficción que de la realidad nacional” (Chávez, 2013: 1, 9). Enseguida en-
lazaremos los contenidos de la muestra con las opiniones de los públicos sobre el
Centauro del Norte.

3
La figura mítica de Pancho Villa como ícono de identidad nacional y masculinidad en México y en la frontera
México-Estados Unidos a través de la literatura y el cine, documento electrónico disponible en <https://
repositories.lib.utexas.edu/bitstream/handle/2152/23474/CHAVEZ-DISSERTATION-2013.pdf?sequen-
ce=1&isAllowed=y>.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


230
Estudios sobre públicos y museos

Un ejercicio de indagación
Las opiniones de los públicos que acudieron a la exposición temporal fueron recaba-
das a través de un libro de comentarios y la estrategia denominada “Correo Villista”
(figura 2). El objetivo de esta fue propiciar en las personas una reflexión en torno a
Francisco Villa —como personaje central de la Expedición Punitiva—, para identificar
con qué imágenes o asociaciones se quedaban después de apreciar la exhibición. Al
final del recorrido se colocó una cédula con el siguiente texto:

Los Dorados de Villa…


Fueron el cuerpo de guardia personal del general Villa que colaboró a su lado en las
campañas del norte del país. La gran mayoría tenía un entrenamiento militar, goza-
ba de un sueldo y sobre todo, contaban con el respeto y la confianza de su general.
Sin embargo, aquellos que decidieran traicionarlo eran severamente castigados y en
ocasiones fusilados.
Imagina que eres un Dorado de Villa…
Si quisieras enviarle una nota de parte de guerra a tu general, ¿qué le escribirías?

Aunado a ello, se instaló una base para colocar el libro de comentarios y un buzón
para que los visitantes depositaran ahí su parte de guerra. En la cédula también
se encontraba la definición de este concepto: “Escrito breve en el que se describía
cómo había sucedido alguna batalla”.

La evaluación comprendió dos etapas y se efectúo gracias al apoyo de algunos cola-


boradores de servicio social. En la primera, durante la temporada de exhibición, se
realizó la transcripción de las narrativas de las personas tanto en el libro de comen-
tarios como el parte de guerra; la información obtenida se revisaba e integraba en
un informe que era enviado semanalmente a las diferentes áreas del museo. Este
proceso nos ayudó específicamente a saber qué percibían los visitantes sobre los
contenidos y objetos; sin embargo, no se llevó a cabo una acción correctiva concreta.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


231
 Figura 2. “Correo Villista”.
Fotografía: © Archivo de la Subdirección Técnica. Cortesía del Museo Nacional de las Intervenciones.

232
Estudios sobre públicos y museos

La segunda fase se desarrolló al concluir la exposición, mediante dos tareas funda-


mentales: examinar la información y generar categorías. Un reporte preliminar de
este análisis fue presentado el 2 de febrero de 2017 en el II Encuentro de Prácticas
Ejemplares, organizado por el Seminario de Investigación Museológica de la Direc-
ción General de Divulgación de la Ciencia de la unam.

A continuación mostraremos algunos de los resultados obtenidos en este ejercicio


de indagación, con base en el análisis de 298 registros. Primero, describiremos los
temas propuestos por el curador y su relación con algunas opiniones de los visitan-
tes. Posteriormente, nos enfocaremos en lo que expresaron los jóvenes (uno de los
públicos cautivos del museo) a través del lenguaje conocido como Netspeak.

“Villa regresa a salvarnos…”


Por un lado, en la cédula introductoria a la exposición, el historiador Pavel Navarro
Valdez explicó que el episodio de la Expedición Punitiva:

Levanta encendidas y encontradas pasiones, genera admiración o provoca encono.


Varios de los atributos adjudicados al “Centauro del Norte” afloraron en la incur-
sión a territorio estadounidense: la temeridad y su particular sentido de la justicia
que lo llevaron a convertirse en el gran héroe popular. A su vez, el ataque también
permitió alimentar las críticas de aquellos que siempre lo miraron como un simple
bandolero, alguien vengativo, irracional y sanguinario. En la construcción del imagi-
nario sobre Francisco Villa, la carga sobre Columbus contribuye a elevarlo a alturas
de leyenda (Navarro, 2016a: 1).

Por otro lado, propuso en el guion museológico estas líneas temáticas para el reco-
rrido (Navarro, 2016a: 1, 2):

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


233
Estudios sobre públicos y museos

Temática 1: “Los factores que llevaron a Pancho Villa a ordenar al ataque a Colum-
bus, sus alcances políticos y sus limitaciones prácticas, así como su retirada
estratégica”.

Temática 2: “Las diferentes maneras de los distintos grupos revolucionarios de


asumir la defensa de la nación ante la invasión norteamericana a territorio
nacional”.

Temática 3: “El resurgimiento de Villa y su exitosa campaña militar al tiempo que el


gobierno de Venustiano Carranza debe realizar las maniobras para someter
al caudillo y llevar las gestiones diplomáticas para tramitar la salida de las
tropas estadounidenses”.

Cuando revisamos los comentarios4 del libro y el parte de guerra, identificamos


que se relacionaban con dos de estas tres temáticas. A partir de ello, generamos las
siguientes categorías:

Temática 1: Ataque a Columbus


Categoría: Vínculo entre el ataque a Columbus, la relación histórica con México y la
situación de Estados Unidos de América en 2016.

ƒƒ “¡Hay que volver a Columbus, al Álamo y recobraremos Texas, Arizona y Cali-


fornia a punta de mojados y de partos latinos y al pinche Trump le tocará su
Villa! ¡Arriba el norti!”.
ƒƒ “Mi general listo para la guerra contra Trump, avíseme por WA [WhatsApp]”.
ƒƒ “Mi general Villa, me gusta estar aquí recordando aquellos tiempos pasados
en los que me hubiera gustado haber participado defendiendo mi país de los
invasores yanquis”.


4
La transcripción se presenta de manera literal entre comillas. Se modificaron algunos aspectos como el uso
de mayúsculas y minúsculas, acentuación, puntuación y ortografía para una mejor comprensión del texto.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


234
Estudios sobre públicos y museos

ƒƒ “Mi general Francisco Villa: hago de su conocimiento que en este siglo xxi que
me tocó vivir aún siguen interviniendo los norteamericanos en las decisiones
que solamente nos competen, pero debido a la actitud permisiva de los actua-
les gobiernos mexicanos”.

Categoría: Alcances políticos del ataque a Columbus en relación con la situación


actual del país.

ƒƒ “¡Te necesitamos mi general Villa! para limpiar nuestro México de tanto co-
rrupto en el poder”.
ƒƒ “Es maravilloso conocer y recordar un poco de la tenacidad de los antiguos
mexicanos. Hoy en día nos hacen falta líderes como esos para sacar a patadas
a los que enturbian nuestro país. Otro mundo es posible. ¡Despierta, México
libre!”.
ƒƒ “México necesita otro Villa para cambiar la situación económica y política del
país ¡Viva Villa!”.
ƒƒ “Mi general Villa: Le informo que se ha perdido el nacionalismo y que hemos
tenido pésimos gobiernos desde su partida. El pueblo sigue oprimido y sin
oportunidades. Pero estamos listos para rescatar a la nación y seguimos en
espera de sus indicaciones. Villista del 2016”.

Temática 3: Campaña militar de Pancho Villa


Categoría: Villa como general, estratega y revolucionario
ƒƒ “Querido general: sin su estrategia militar la Revolución Mexicana no habría
salido triunfante. Saludos”.
ƒƒ “El general Pancho Villa vivió y murió como lo que era, un revolucionario. Su
carácter y liderazgo dieron fuerza a un movimiento netamente del pueblo.
Cambió para siempre la manera de hacer la guerra y creó un verdadero so-

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


235
Estudios sobre públicos y museos

cialismo cuando fue estadista. Hombre firme y de convicciones. Leal y justo


desde su punto de vista, le dio mucha dignidad a México y a la gente de un
pueblo esperanzado”.
ƒƒ “Sr. general Francisco Villa. Quisiera expresarle mi admiración, por su gran va-
lentía y por tener los tamaños para hacer las cosas que otros nunca hicieron”.
ƒƒ “Francisco Villa se volvió un Héroe muy popular en la frontera por méritos no
completamente merecidos ya que la invasión a Columbus solo fue una de sus
pocas hazañas. Pero un Héroe nunca es reconocido por las pequeñas acciones.
Aun así, sus acciones repercutieron a un país ‘libre’ en el cual hoy vivimos y eso
me hace preguntarme ¿qué diría Villa si viera el día de hoy?”.

A partir de estas opiniones, conformamos una nube con algunos de los epítetos,
atributos y conceptos asociados a Villa (figura 3). Prevaleció la palabra “héroe”;
otras nociones fueron “humano”, “justicia”, “libertad” y “lucha”. De ahí que algunas
personas expresaron que “lo necesitamos” y pidieron que vuelva para “poner orden”
o “salvarnos”:

ƒƒ “Villa regresa a salvarnos de Peña Nieto y de Donald Trump”.


ƒƒ “General Villa: el pueblo mexicano te necesita en estos tiempos de oligarquía”.
ƒƒ “Mi general: permítame informar a usted que actualmente nos encontramos
en proceso de privatización en todo lo que sangre nos costó. Vuelva usted. ¡Lo
necesitamos!”.
ƒƒ “General Villa se te necesita en estos tiempos de corrupción. Regresa a poner
orden”.

Lo anterior contrasta con otras conclusiones a las que llegaron algunos visitantes,
quienes apreciaron de manera distinta al “héroe” y “leyenda” de la Intervención
Norteamericana de 1916:

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


236
 Figura 3. Nube de palabras asociadas con Pancho Villa.

237
Estudios sobre públicos y museos

ƒƒ “Felicidades han permitido con esta exposición mirar a Villa con otros ojos.
Gracias a los investigadores por su dedicación”.
ƒƒ “A pesar de ser bastante breve, la exposición ayuda a la comprensión de un
suceso histórico, a parte, se muestra a Villa como la figura histórica más allá
de cualquier leyenda”.
ƒƒ “Excelente exposición, brinda y nos ilustra sobre una versión más humana del
General Villa, ahora aprecio de manera distinta su valor”.

Cabe destacar que, si bien hemos apuntado que en el imaginario literario y cinema-
tográfico el general de la División del Norte también ha sido asociado con atributos
negativos como ignorante, bárbaro, bandido y sin educación, solamente en un co-
mentario de los 298 registros analizados se señaló lo siguiente: “No fuiste un héroe,
fuiste un criminal, Villa. Una vergüenza para México”.
Además de las categorías que hemos descrito, conformamos otras relacionadas con
las historias de vida de las personas. Por ejemplo:

Categoría: Mujeres que admiran y añoran a Villa


ƒƒ “Mi amado Pancho aún espero que regreses a mi lado. No entiendo por qué
me dejaste vestida y alborotada”.
ƒƒ “Mi admiración como mexicana es memorable y más a 94 años sigo admirando
como él ya nunca habrá otro hombre”.

Categoría: Personas que conocieron a Villa


ƒƒ “Somos mexicanos americanos pero mi abuelita le tocó conocer a Pancho Villa
cuando era niña y nos fascinaba con sus pláticas. Por lo general muy bonitas.
Saludos desde Los Ángeles, California”.
ƒƒ “La tía de Jesusa de mi abuelita fue soldadera de uno de los Dorados de Villa;
y siguió a la División del Norte en muchas de sus campañas aun después de
la muerte de su hombre. Años después regresó a su entidad natal Celaya
Guanajuato”.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


238
Estudios sobre públicos y museos

Categoría: Creatividad al narrar el parte de guerra


ƒƒ “Mi general, fuimos absorbidos como en el mar a los adentros de la sierra. No
pudimos regresar por el mismo camino, pero nos percatamos de presencia
sospechosa en el paso al norte del pueblo de Tlaxiaco. Hemos encontrado otra
ruta para cercar al enemigo”.
ƒƒ “Día 52: todos han muerto, solo Pancho y 10 hombres sobrevivimos, ayer co-
mimos al perro, no tenemos municiones y el enemigo está a 200 metros, em-
piezo a tener los síntomas. Seremos zombies dorados”.

Las narrativas citadas anteriormente dan cuenta de percepciones muy particulares


por parte de los visitantes y, en algunas ocasiones, Villa se revela como un protago-
nista de la Historia de México cercano a ellos. Igualmente, la estrategia del parte de
guerra dio pauta para que efectivamente algunas personas se situaran —como un
Dorado de Villa— en un campo de batalla imaginario.

#Todossomosvilla
Gracias al trabajo cotidiano en Comunicación Educativa, sabemos que los estudian-
tes de secundaria y preparatoria acuden al mni entre semana en compañía de sus
profesores para alguna visita guiada y también suelen realizar recorridos por su
cuenta en parejas o grupos de amigos. Principalmente a partir de los jueves, viernes
y durante el fin de semana, por los pasillos del Ex Convento de Churubusco, resue-
nan las risas y bromas de los jóvenes que interactúan a su manera con el patrimo-
nio que resguarda el museo. En ocasiones, participan en algún taller didáctico para
entretenerse y acuden básicamente para cumplir con alguna tarea escolar.

Este sector fue uno de los que más visitó la muestra De vuelta a Columbus… dado
que las temporadas de mayor afluencia en el mni van acorde con los ciclos escolares
de enero a mayo y de agosto a diciembre. Durante estos periodos, los meses con

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


239
Estudios sobre públicos y museos

mayor registro de públicos son enero y noviembre. Por ejemplo, en enero del 2016
acudieron 23 420 personas y en noviembre, 17 131; en comparación, en ese mismo
año, el mes de menor afluencia fue julio, con 4 241 visitantes, de acuerdo con las
estadísticas brindadas por el equipo de la Subdirección de Seguridad del museo.

¿Cómo expresaron su opinión los jóvenes? A través del Netspeak, que está confor-
mado por palabras, abreviaciones, caracteres especiales, acciones, acrónimos y más
referencias que las personas emplean al comunicarse por medio de internet y otras
comunicaciones digitales.5 Este tipo de lenguaje se aprecia en algunas frases obte-
nidas en el análisis que llevamos a cabo; no se realizó un cruce de información con
datos sociodemográficos (como la edad) que también plasmaron las personas en el
libro de comentarios, pero es posible inferir que fueron jóvenes quienes expresaron
su particular punto de vista:

ƒƒ “Como cuando haces tu meme en el museo de las intervenciones y supera


más de dos likes :v”.
ƒƒ “Like, está bien xhida ¡El chico que dio la guía supo explicarlo muy bien!”.
ƒƒ “¿Necesitan un hombre revolucionario? ¿Alguien de la modernidad? ¿Estás
leyendo esto con voz de presentador? Pues visita el canal de Silver 101010 en
YouTube *Spam Subliminal*”.
ƒƒ “Me gustó todo ♥ XD XD LoL”.
ƒƒ “Muy buen lugar, saquen… ¬ u ¬”.

Al mismo tiempo, realizamos un conteo de los emoticones que plasmaron los jóve-
nes, como signos que representan gráficamente un estado de ánimo. Enseguida se
exponen algunos de ellos, así como frases donde se emplearon:6


5
Véanse https://dictionary.cambridge.org/es/diccionario/ingles/netspeak y https://www.urbandictionary.
com/define.php?term=netspeak.

6
Véase http://www.fundeu.es/recomendacion/emoticono-mejor-que-emoticon/.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


240
Estudios sobre públicos y museos

ƒƒ Cara feliz ☺ (34): “Me gustó la exposición☺”.


ƒƒ Corazón ♥ (17): “Esto es genial e increíble y me gusta ver a muchas personas
que pelearon por México♥ ♥”.
ƒƒ Carcajada o risa exaltada XD (10): “Está muy interesante este museo XD Lo
amo! Sácate las chelas Villa XD”.
ƒƒ Cara triste ☹ (8): “El D. F. ya no rifa como antes ☹ Amo a mi país pero odio a su
gobierno”.

Otro recurso utilizado en el Netspeak es el Hashtag que se refiere a una palabra


o grupo de caracteres alfanuméricos a los cuales se recurre principalmente en las
redes sociales para agrupar varios mensajes o ideas sobre un tema. Este término
en inglés está integrado por el símbolo # (hash) y una etiqueta (tag),7 tal como se
muestra en estas referencias:

ƒƒ “Admiramos su inteligencia y gran carácter y que nos salvó el pellejo


#VillaVuelveAMéxico”.
ƒƒ “Lo admiro por ser valiente, nos sirvió de mucho, pero de todos modos nos
quitaron el norte #Apuntele”.
ƒƒ “Quiero decirles que Frank Villa era bien chido y quiero decir que hoy se me
hizo mi sueño realidad. Te amo Villa #Todossomosvilla”.
ƒƒ “#TodosAmamosAVilla”.

Así pues, vemos que el Hashtag permitió a los públicos (principalmente jóvenes es-
tudiantes) resumir o abreviar su percepción de la exposición: de los datos históricos
duros a una frase o reflexión concreta.

7
Véase http://www.fundeu.es/recomendacion/etiqueta-mejor-que-hashtag-958/.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


241
Estudios sobre públicos y museos

Para cerrar el recuento de nuestro análisis, damos cuenta de aquellos comentarios


donde algunas personas manifestaron que no tuvieron en claro el objetivo, la expli-
cación en las cédulas ni la disposición de las piezas:

ƒƒ “La exposición me pareció que no tiene un objetivo central bien definido, no


entiendo que pretende mostrar o reflexionar. Además tiene elementos que
no les encuentro razón para que estén”.
ƒƒ “¿Por qué Razón Villa entró en Columbus? En todo el museo se habla del hecho
pero no se informa, ¿por qué lo hizo?, ¿acaso no lo saben?”.

Finalmente, consideramos pertinente rescatar algunas sugerencias que brindaron


los públicos:

ƒƒ Más objetos, más de didáctica y acotar la información.


ƒƒ Citar las fuentes de la información y agregar pies de foto.
ƒƒ Más iluminación y flechas para dar continuidad a la muestra.
ƒƒ Videos y audios.
ƒƒ Guías que brinden recorridos.
ƒƒ Colocar sillas.
ƒƒ Mayor difusión.
ƒƒ Dejar usar palo de selfie.

Conclusiones
El libro de comentarios puede representar un recurso tradicional en el contexto actual
de exposiciones interactivas y plataformas tecnológicas de los museos. Sin embar-
go, constituye también un “pulso” de las personas que permite evaluar hasta qué
punto se comunicaron de manera clara los objetivos curatoriales a través de los
recursos didácticos y museográficos. En el caso que hemos analizado en este artículo,
apreciamos que las personas identificaron a Francisco Villa como figura principal de

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


242
Estudios sobre públicos y museos

la Expedición Punitiva más allá de otros personajes, fechas, acontecimientos, cau-


sas y consecuencias históricas explicadas en recursos como una línea de tiempo y
las cédulas (por tal motivo, no hallamos opiniones relacionadas con la temática
2 propuesta por el curador).

Con la valoración positiva que externaron, los públicos reforzaron la percepción del
Centauro del Norte como héroe popular y leyenda. Incluso, se constató que tuvieron
un “impacto afectivo” (Pérez, 1998: 150) respecto a los contenidos de la exposición,
pues rememoraron anécdotas personales. En este sentido, la estrategia denomina-
da “Correo Villista” cumplió con el objetivo de generar una reflexión más allá de una
opinión. Así pues, los trabajadores de museos damos por sentado que cumplimos
cabalmente con nuestra labor, pero los visitantes siempre tendrán la última palabra
y nos marcarán la pauta para futuros proyectos expositivos.

La serie de Estudios sobre públicos y museos de las publicaciones digitales de la


encrym constituye una oportunidad idónea para que educadores, gestores cul-
turales y otros agentes fuera del ámbito museístico den cuenta de su labor co-
tidiana. En la bitácora de viaje del Programa de Estudios de Públicos del área de
Comunicación Educativa del mni aún quedan rutas por emprender en la vasta
aventura de la evaluación.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


243
Estudios sobre públicos y museos

Agradecimientos
La conformación del pep contó con el respaldo de los directivos del mni, quienes
han demostrado disposición para implementar acciones que mejoren la calidad
de los servicios brindados a los visitantes. Los proyectos de dicho programa se
han desarrollado gracias al trabajo comprometido de los colaboradores de servi-
cio social y prácticas profesionales de instituciones como la Universidad Nacional
Autónoma de México, la Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad Au-
tónoma Metropolitana: Andrea Mendiola Hernández, Claudia Alejandra Fuentes
Díaz, Ofelia León Martínez, Ingrid Guadalupe Hernández Gómez, Rebeca Morales
Serrat, Rubí Conde Martínez, Cristina Lourdes Guzmán Pérez, Gustavo González
Palafox, Gustavo Javier Helguera Salas, Jorge Arturo Garibay Ramírez.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


244
Estudios sobre públicos y museos

Referencias
Chávez, C. (2013). La figura mítica de Pancho Villa como ícono de identidad nacional
y masculinidad en México y en la frontera México-Estados Unidos a través de la
literatura y el cine. Disertation of the requirements for the Degree of Doctor
of Philosophy. Austin: University of Texas. Recuperado de https://repositories.
lib.utexas.edu/bitstream/handle/2152/23474/CHAVEZ-DISSERTATION-2013.
pdf?sequence=1&isAllowed=y.
Navarro, P. (2016a). Semblanza de vuelta a Columbus. Inédito.
Navarro, P. (2016b). Cedulario. Inédito.
Pérez, L. (2016). Estudios de públicos. Definición, áreas de aplicación y escalas. Estu-
dios sobre públicos y museos. Volumen I. Públicos y museos ¿qué hemos apren-
dido?, México, Publicaciones digitales encrym -inah, pp. 46-74. Recuperado de
https://revistas.inah.gob.mx/index.php/digitales/article/view/9117.
Pérez, L. (2014). Estudio de Públicos de la Noche de Museos 2014, Museo Nacional de
las Intervenciones-encrym. Inédito.
Pérez, E. (1998). La evaluación psicológica en los a museos y exposiciones: fundamen-
tación teórica y utilidad de los estudios de visitantes. (Tesis de doctorado en
Psicología). Madrid: Universidad Complutense.
Teodocio, K. (2016). Estudio Mercadológico del Museo Nacional de las Intervenciones.
Inédito.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


245
246
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9. El análisis cualitativo de las narrativas


de visitantes: Una reflexión en torno
a Aztecs. Conquest and Glory
Rosa Elba Camacho Rodríguez

Resumen Abstract
En este artículo se presenta una experiencia de In this article, I present my experience of applying
aplicación de los datos de un estudio de visitantes the data from a Visitors Study into the resolution
para la resolución de un cuestionamiento de orden of a question pertaining museum theory, and the
museológico, y los retos, referentes y resultados sur- challenges, references and results obtained from
gidos de tal ejercicio. Se trata de un esfuerzo deriva- such exercise. The Visitors Study was performed for
do de un estudio interinstitucional en torno a una a Mexican international touring exhibition, and the
exposición mexicana de itinerancia internacional, a results obtained were analyzed through Grounded
partir de cuyos datos de campo desarrollé, con ayu- Theory in order to create a typology of the ways in
da de ejercicios de teorización anclada, una tipología which materiality plays a role in the visitor’s mu-
para visibilizar las diferentes maneras en las que la seum experience.
presencia material de las piezas tiene un papel rele-
vante en la experiencia del visitante.

Palabras clave Key Words


Estudios de visitantes, exposiciones internacionales, Visitors Studies, International Exhibitions, Interinsti-
investigación interinstitucional, metodología cuali- tutional research, Qualitative methodology, Groun-
tativa, teorización anclada. ded Theory.

 Niño observando escultura del Guerrero Águila.


Foto: © Leticia Pérez Castellanos.

247
Estudios sobre públicos y museos

Un estudio de visitantes a distancia y varias manos. Origen y rutas de la


investigación
La investigación en la que se basa este artículo fue realizada por un equipo internacio-
nal, dirigido por Leticia Pérez Castellanos, profesora investigadora de la Escuela Nacio-
nal de Conservación, Restauración y Museografía (encrym) en México, y Lee Davidson,
profesora del posgrado en Museum and Heritage Studies de la Universidad Victoria
en Wellington, Nueva Zelanda. El proyecto Victoria–encrym tuvo como objetivo es-
tudiar un intercambio museográfico tanto desde el punto de vista de los visitantes
como del de los equipos de profesionales, para documentar los procesos y resulta-
dos de una exposición internacional como ejercicio de diplomacia cultural, que logró
crear vasos comunicantes para las diferentes culturas y sociedades involucradas.

La exposición en cuestión fue Aztecs. Conquest and Glory, proyecto interinstitucio-


nal que se presentó en el Museo de Nueva Zelanda Te Papa Tongarewa en la ciudad
de Wellington, Nueva Zelanda; en el Museo de Melbourne, de Melbourne, Australia,
y en el Museo Australiano, en Sydney, entre septiembre del 2013 y febrero del 2015.
Esta exposición se organizó como parte de un intercambio entre el museo Te Papa
Tongarewa y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, en México (inah), cu-
yos equipos de profesionales colaboraron de manera cercana en la elaboración del
discurso curatorial y el proyecto museográfico original.

El rango de alcance de la investigación original es mucho mayor del que se presenta


en este artículo, en el que me centraré en describir la experiencia del estudio de los
visitantes, actividad que realicé como asistente de investigación asignada a este
proyecto por parte de la encrym, en coordinación con Alice Meads, asistente de in-
vestigación de la Universidad Victoria.

Para la recolección de datos, Davidson y Pérez diseñaron el guion para una entrevis-
ta a profundidad semiestructurada, con un cuestionario como guía y con un ritmo
basado en la narrativa del visitante. La mayoría de estas entrevistas fueron conducidas

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


248
Estudios sobre públicos y museos

de manera presencial por Alice Meads, entre dos y seis semanas después de la visita
a alguna de las tres sedes. Las duraciones oscilaron entre veinticinco-treinta minu-
tos y una hora. Mi participación en esta etapa se limitó a la aplicación telefónica
de algunas entrevistas y a la transcripción de muchas de ellas, especialmente de la
sede de Melbourne.

El proceso de reclutamiento de entrevistados consistió en abordar a los visitantes


mayores de edad al final del recorrido, explicarles el proyecto y sus objetivos, y con-
seguir acordar una cita para una entrevista dentro de los siguientes días. Seis meses
después se realizaron entrevistas de seguimiento a una fracción proporcional de los
entrevistados en la primera ronda, con el objetivo de conocer de qué manera se ha-
bían modificado o reforzado las impresiones y memorias creadas por la experiencia
de visita al museo.

La transcripción de las entrevistas fue analizada colectivamente mediante una co-


dificación temática con ayuda del software QSR NVivo 10. La distribución total de
las entrevistas analizadas fue la siguiente:

Sede Entrevistas a visitantes Mujeres Hombres

Wellington 23 11 12

Melbourne 23 13 10

Sydney 11 9 2

Seguimiento Wellington 11 3 8

Seguimiento Melbourne 9 4 5

Seguimiento Sydney 5 4 1

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


249
Estudios sobre públicos y museos

Del trabajo colectivo al cuestionamiento individual y otros retos


metodológicos
El desarrollo de una investigación individual sobre la base de una colectiva, es un
proceso constante de filtrado y reducción del universo de información disponible,
con el fin de dar forma a un corpus propio. Es así que el presente texto no solo
deja de lado el segmento de la investigación de las entrevistas a profesionales, sino
también las entrevistas de seguimiento y los diversos instrumentos de evaluación
cuantitativa que cada sede puso en marcha tras el paso de la exposición y que in-
formaron la perspectiva de la investigación general.

De igual manera, de las tres preguntas de investigación del proyecto Victoria-encrym,


el análisis por mí realizado se abocó a una: ¿cuáles son las experiencias con res-
pecto a la cultura azteca y a México en general, que se producen a raíz de la visi-
ta a la exposición de Aztecs. Conquest and Glory? La ruta que elegí para intentar
responderla fue la de cartografiar los efectos provocados en los visitantes por la
presencia y cualidad material de los objetos. Quise preguntarme por la naturaleza
de la experiencia de visita a una exposición, a través de la lente del encuentro entre
los visitantes (pertenecientes, grosso modo, a la región cultural de Australasia) con
objetos, réplicas y dispositivos museográficos que, además de los textos curatoria-
les que los enmarcan, tienen sus propias frases que aportar al discurso sobre una
civilización tan icónica como la azteca.1

La investigación que en este texto presento fue, en suma, un estudio de las narra-
tivas ofrecidas por los visitantes entrevistados, de cuyos discursos intenté destilar
los efectos que tienen en ellos la materialidad y presencia de los objetos expuestos,
y plantear una tipología para abarcar el rango de estas experiencias, lo que en el


1
Si bien en el entorno nacional es más común denominar a esta cultura como mexica, a lo largo de este texto
se utilizará el término aztecas, en congruencia con el título de la exposición y por ser este el término más
difundido y conocido fuera de las fronteras nacionales.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


250
Estudios sobre públicos y museos

mejor de los casos puede ayudar a lograr un mayor entendimiento de la naturaleza


de las colecciones en itinerancia internacional y sus diferentes potenciales comuni-
cativos con públicos de diversas culturas.

Si bien se consultaron una serie de referentes teóricos de manera previa al análisis


de los datos, el acercamiento prevaleciente fue el inductivo, mediante un ejercicio de
teorización anclada, en el que las categorías de la experiencia se fueron perfilando
en función de los contenidos de las entrevistas y sus temas recurrentes. Según Emi-
lie Raymond (2005: 219), la teorización anclada busca “arraigar la teoría en los datos
[…] construir la teoría a partir de ellos […] no se busca tanto la descripción minuciosa
de los incidentes, que varían inevitablemente en el tiempo y el espacio, sino la ade-
cuación de los conceptos elaborados a su respecto”. De esta manera, la precisión de
las observaciones es resultado de las comparaciones y reajustes sucesivos, de ma-
nera que las hipótesis generadas sean lo más fieles posibles a los datos recopilados.

Esta aproximación permitió también zanjar un cuestionamiento importante en


torno a la efectividad de una serie de entrevistas semiestructuradas como único
instrumento para evaluar el efecto de los objetos sobre los visitantes. Cabe aun pre-
guntarse cuál podría ser la combinación más adecuada de métodos para conocer
las impresiones dejadas en los visitantes por la presencia material de las piezas, de
manera que se las pueda distinguir de las impresiones generadas por la atmósfera
en general, por el discurso curatorial, o incluso por las propias emociones e imagi-
narios, proyectados sobre las piezas y los espacios de la exposición.

Métodos alternativos de recolección de datos para un estudio de esta naturaleza


pueden ser la observación directa, el acompañamiento en el recorrido, la medición
de tiempos de visita, el mapeo de las rutas tomadas a lo largo de la sala, cuestiona-
rios de entrada y salida, e incluso técnicas como el seguimiento de los movimientos
del ojo al observar un objeto (también llamado Mobile Eye Tracking o met, que ya
es aplicado en algunos estudios en Alemania, Dinamarca y Estados Unidos). Por las

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


251
Estudios sobre públicos y museos

condiciones de esta investigación, no hubo oportunidad de considerar ninguno de


estos métodos de recolección, aunque sí se sumaron como complemento los regis-
tros digitales de la experiencia: opiniones vertidas en blogs y redes sociales, notas
de prensa, fotografías y bocetos compartidos por los visitantes.

El análisis específico a mi tema se concretó mediante el mismo método que el res-


to de la investigación: codificación temática en la plataforma de NVivo, si bien en
esta ocasión las categorías se modificaron para dar mayor adecuación a todas las
expresiones de los visitantes que hacían referencia a la naturaleza material de los
objetos y la experiencia sensorial en sala. El resultado fue una trama de categorías
de interpretación que es, por supuesto, cuestionable en su organización particu-
lar de la realidad. Es innegable que, como en todo ejercicio taxonómico, este buscó
imponer una organización un tanto artificial sobre una realidad que varía según las
afinidades teóricas e interpretativas de quien observa. Sin embargo, es necesario
asumir esta responsabilidad de asignar categorías poco sólidas para intentar com-
prender el rango de experiencias detonado por la materialidad de las piezas, en la
búsqueda por llegar a alguna conclusión propia que no limite la investigación a un
simple registro etnográfico de lo observado, sino que aspire a proponer hipótesis,
formas falibles de interpretación de la realidad, pero, en todo caso, propias.

Estudios de la materialidad y los visitantes, algunos referentes en la


práctica museológica
Los estudios sobre la materialidad no son del todo nuevos en el campo de museos,
especialmente en el anglosajón, en el que autores como Elaine Heuman Gurian
(1999), Eilean Hooper-Greenhill (2000), Chris Tilley (2006), Simon Knell (2007) y
Sandra Dudley (2012, 2013), han sido los líderes del estudio de las implicaciones
intelectuales y emotivas del objeto, su materialidad y las diversas maneras en las
que ambos conceptos afectan la percepción del visitante.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


252
Estudios sobre públicos y museos

Lo que resulta menos frecuente es el análisis de la materialidad conducido sobre la


base de un estudio de visitantes. En el escenario internacional, algunos autores han
abordado esta combinación, proponiendo distintas tipologías para las experiencias
del visitante en su encuentro con la materialidad de los objetos, que guiaron en
gran medida el proceso para crear mi propia estructura.

Una de las primeras investigaciones sobre el tema tuvo lugar en Estados Unidos,
con visitantes a nueve de los museos del Instituto Smithsoniano en Washington.
Fue llevado a cabo por Pekarik, Doering y Karns (1999), quienes hicieron un extenso
estudio para conocer las experiencias que los visitantes reconocían como satisfac-
torias, ya fuera antes o después de realizar su visita. Para obtener sus resultados,
estos investigadores llevaron a cabo una encuesta a un total de 2 828 visitantes,
con cuestionarios de opción múltiple. A partir de este universo destacaron diversos
tipos de experiencias que los visitantes reportaron como satisfactorias, las que a su
vez se resumieron en cuatro grandes categorías: experiencias objetuales, experien-
cias cognitivas, experiencias introspectivas y experiencias sociales.

Del estudio detallado que hicieron de sus resultados se desprende que el perfil del
visitante tiene un papel fundamental en el tipo de experiencia que reconoce como
más satisfactoria. Hubo, por ejemplo, visitantes más inclinados a disfrutar la recep-
ción de información novedosa o la ampliación de su comprensión sobre un tema, lo
cual los decantaba por el campo de las experiencias cognitivas; otros preferían ver
objetos auténticos, o notorios por su belleza y, por lo tanto, citaban más frecuen-
temente las experiencias objetuales. En la mayoría de los museos las experiencias
objetuales fueron las predominantes en la elección de los entrevistados. Los auto-
res encontraron también que el perfil del tipo de experiencia satisfactoria era con-
gruente con todos los visitantes de cada museo; es decir, cada museo tiene un tipo
de experiencia que ofrece, en virtud de su misión y su colección, y los visitantes que
acuden lo hacen con una expectativa de satisfacción definida de antemano por los
perfiles institucionales.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


253
Estudios sobre públicos y museos

Publicado unos años después, pero basado en una investigación de tesis de maes-
tría de 1998, un aporte relevante desde el campo mexicano es el de María Olvido
Moreno Guzmán, cuyo libro Encanto y desencanto. El público ante las reproducciones
en los museos: tres casos del Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México
(2001), se fundamenta en un estudio de público y una semblanza histórica de las
reproducciones de objetos en museos de México. En él, Moreno analiza las reaccio-
nes de los visitantes mexicanos ante tres reproducciones en el Museo Nacional de
Antropología (mna), ubicadas en las salas Mexica, Maya y Culturas de Oaxaca, y se
pregunta las razones detrás de la existencia de las reproducciones. El suyo es un
análisis que se interesa directamente en la historia y potencial de la materialidad
en el museo, si bien limitado al entorno de las réplicas.

Moreno aplicó un total de 1 159 entrevistas, cuyas respuestas organizó en torno a


tres variaciones: positiva, neutral y negativa. Al ser tan amplio el universo de inves-
tigación, es comprensible que no haya podido efectuar un acercamiento cualitativo,
si bien ella misma reconoce la necesidad de expresar con mayor detalle los matices
de estos encuentros, para definir mejor los aspectos sociales de la visita.

Esta investigación constituye un momento importante en los estudios de visitantes


mexicanos, pues como Moreno menciona, fue una de las primeras veces en que se
trató con el público del mna el tema de su opinión respecto a ciertos contenidos y
colecciones (ibidem: 37). Esto se contrapone con una tendencia institucional aún
vigente en la actualidad, en la que muchos de los estudios de público de los museos
nacionales, en parte por los requerimientos pragmáticos de las instituciones cul-
turales, tienden a ser cuestionarios de satisfacción, como puede observarse en los
ejemplos disponibles en las páginas de internet del Sistema de Información Cultural2
y del Programa Nacional de Estudios de Público del inah.3 Con algunas excepciones,


2
Véase https://sic.cultura.gob.mx/publicaciones_ep.php.

3
Véase http://www.estudiosdepublico.inah.gob.mx/.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


254
Estudios sobre públicos y museos

el análisis es predominantemente cuantitativo, más enfocado en medir el éxito nu-


mérico de un museo o exposición, que en estudiar los procesos detonados en los
visitantes por su experiencia museológica.

Otro estudio relevante, específicamente en relación con las reacciones emociona-


les dentro de los museos, es el de Kiersten Latham (2013), acerca de las experien-
cias numinosas. Estas se definen en su texto como encuentros de una intensidad
emocional tal que afectan al visitante mucho más allá de los temas contemplados
dentro de la exposición. Para entender la manera en la que estas experiencias eran
detonadas por ciertos objetos, Latham realizó un estudio fenomenológico4 con 18
participantes, aunque para su texto los datos recabados fueron de tan solo cinco
entrevistas, pues en este punto se alcanzó la saturación. Es necesario aclarar que el
efecto numinoso en el que se enfocó su investigación no es generalizado; aunque
muchas veces los visitantes acuden a los museos con esta expectativa en mente,
pues es parte de la manera personal en la que se relacionan con las exposiciones.
A pesar de esta aparente especificidad, el estudio de Latham arroja datos muy rele-
vantes en lo que se refiere al potencial evocador de la materialidad.

Hasta este punto, todos los estudios citados se han tratado de acercamientos a visi-
tantes para evaluar sus respuestas ante una exposición o museo ya establecido. En
contraste, recurrí a la consulta de un artículo sobre los textos enfocados en objetos
en el Museo Británico, en el que miembros del equipo de interpretación (Batty et al.,
2016) evaluaron el éxito de una iniciativa que ellos tomaron para aumentar el invo-
lucramiento de los visitantes con los temas de una sala.

Su premisa fue que los visitantes al museo esperan una cierta satisfacción emo-
cional, intelectual y estética, a partir de una narrativa coherente (ibidem: 73). El
principal proveedor de estas satisfacciones es el objeto, percibido como contador


4
Es decir, se concentró en la experiencia vivida y expresada por los sujetos para llegar a las descripciones del
fenómeno (cf. Latham, 2013: 5-6).

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


255
Estudios sobre públicos y museos

potencial de historias, acompañado de un texto informativo especialmente redac-


tado para fomentar su desdoblamiento en procesos imaginarios que establezcan
un punto de conexión intelectual o emocional con el público. Si bien los objetos an-
tiguos, en virtud del tiempo pasado que representan (Baudrillard, 1968: 104) tienen
este potencial, su fragilidad y las condiciones de su montaje museográfico hacen
que no estén disponibles para una exploración más física de sus características, por
lo que el texto se propone como la forma más accesible de comunicar las cualida-
des materiales de las colecciones. Es así que los autores hacen uso de los recursos
discursivos para revelar el alma de una pieza, describiendo en la narrativa una no-
ción sensorial imaginada, aportando detalles acerca de sonidos, texturas u olores
de la pieza en sus condiciones originales de creación y uso (Batty, et al., 2016: 77).

Lo interesante de este estudio es que nos muestra el proceso de razonamiento en


la práctica museal contemporánea para aprovechar el potencial comunicativo de
los objetos en virtud del involucramiento con la materialidad, y brinda una idea del
rango de temas que esta puede evocar en el contexto del museo. Esta perspectiva
resulta iluminadora, pues nos ofrece un vistazo a la conciencia intuitiva que los pro-
fesionales de museos tienen del efecto que causan los objetos exhibidos, y presenta
un ejemplo de un caso en el que no solo se aspira a colocar los objetos a la vista para
ser contemplados y admirados, sino que se trabaja de manera activa en crear los
puentes comunicativos entre los visitantes, los objetos y sus historias.

1. La estructura del análisis de entrevistas en Aztecs… y la tipología


resultante
Estos antecedentes fueron útiles si bien no como punto de partida, sí como referen-
te de la lectura y reclasificación de las entrevistas en NVivo 10, especialmente útiles
en el momento de proponer nuevos códigos.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


256
Estudios sobre públicos y museos

En la teorización anclada, un código es la unidad mínima de significado, un indica-


dor para un concepto o idea expresado en una línea, párrafo o frase de la transcrip-
ción (Böhm, 2004: 271). Los códigos pueden identificarse y nombrarse “in vivo”, esto
es, que surgen directamente de las frases y términos usados por los entrevistados;
pero también pueden ser teóricos, al designar fragmentos del discurso que se co-
rrespondan con algún postulado sostenido por quien investiga.

Las frases compartidas por los entrevistados fueron codificadas de esta manera, y
del mapa resultante pude distinguir dos grandes grupos: por un lado, experiencias
de encuentro que detonaron reacciones relacionadas con la lógica y el conocimien-
to de una cultura; por el otro, los encuentros que rebasan el contenido curatorial
propuesto en la exposición y toman un carácter más emotivo, con una relevancia
más cercana a la persona que observa.

Dentro del primer grupo están las experiencias detonadas a partir de la valoración
estética de las piezas, su apreciación por las combinaciones y sumas entre objetos
contiguos, expresiones de comprensión debidas a la comparación de lo observado
con objetos familiares y, por último, las deducciones alcanzadas a partir de la ma-
teria. Entre las reacciones despertadas, estas últimas fueron las más estimulantes,
pues en ellas estaba implícita la emoción particular del visitante al poder llegar de
manera personal a una conclusión acerca de la naturaleza histórica de la pieza, o las
características culturales y sociales del grupo que la elaboró. Presento un ejemplo:

Al llegar al final de la exposición también me impresionó la armadura española […].


Genial poder verla dentro del contexto, porque de pronto has estado inmerso en
esta cultura que se trataba de las temporadas y las cosechas y el sacrificio, y de pron-
to te encuentras con este fragmento enorme de armadura con todos esos grabados
y dices “¡Wow, es tan extraño!”. Es completamente desconocido, y es un poco raro,
porque piensas, bueno, culturalmente yo estoy un poco más cercana de eso (pero)
habiendo estado sumergida en la exposición realmente sientes la sensación de su

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


257
Estudios sobre públicos y museos

ser completamente extraño, por lo que fue bueno que estuviera ahí. Porque te daba
la sensación de entender que debe haber sido bastante impactante ver a alguien
usándolo, y el casco del caballo también; eso era muy raro. Era realmente horrible,
era espeluznante ver la armadura de ese caballo. Y luego ver en el mismo cuarto la
armadura y las plumas y los palos que los aztecas tenían, y cómo eso era completa-
mente… Sí, eso nunca iba a funcionar, ¿verdad?
E. (visitante de Sydney).

El segundo grupo fue denominado resonancias emotivas, e incluyó a aquellas ex-


presiones de involucramiento emocional al percibir la antigüedad de la pieza, la fas-
cinación ante algún objeto en particular, la emoción ante el reencuentro con algún
material previamente visto o conocido y, por último, la empatía o emoción intensa
provocada a partir de una pieza o la inmersión en un entorno. Un ejemplo:

Las cosas que creo que no esperaba ver fueron los … pienso que estaban hechos de
obsidiana… los cuchillos de los sacerdotes que, bueno, obviamente ves todas estas
cosas en la escuela, sobre los cuerpos siendo lanzados desde lo alto de la pirámide,
pero el hecho de verme confrontado con los cuchillos reales que la gente usaba para
hacer esto fue… Ciertamente recuerdo eso […]. Aquí está en directo y físicamente...
ya sabes, un objeto real y tangible de una cultura que felizmente mataba a miles
de personas en el nombre de una religión, y hacía rodar sus cuerpos por el lado del
templo (risas). Pues ahí está, eso fue definitivamente la respuesta emocional más
fuerte que tuve ante un objeto.
G. (visitante de Wellington).

En este caso el visitante se refirió directamente al impacto de imaginar el pasado de


una pieza vinculada con experiencias violentas, pero hubo otros argumentos en los
que la narración no se refería a un objeto en particular, sino a la sensación experi-
mentada en el interior de la recreación del templo mayor: un espacio semicerrado
en el que la disposición de piezas se combinaba con los recursos museográficos de

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


258
Estudios sobre públicos y museos

iluminación, mobiliario y audio, y con el discurso curatorial. De esto se deduce que la


materialidad impactante no es atributo exclusivo de las piezas históricas, sino que el
espacio mismo la ejerce, en combinación con las recreaciones y reproducciones ofre-
cidas por el equipo de profesionales de museos detrás de la exposición. La historici-
dad es tan solo una de las múltiples características que un objeto puede presentar
ante el visitante, y resulta estéril si el trabajo museográfico en torno a ella no com-
promete la imaginación del visitante y sus mecanismos de respuesta emocional.

Las memorias compartidas por los entrevistados al respecto del impacto del entor-
no o atmósfera fueron tan recurrentes que se volvieron un código independiente
dentro del análisis, difícilmente clasificable dentro de los dos conjuntos simples y
simétricos mencionados líneas arriba, lo que demuestra una vez más la naturaleza
imperfecta e inacabada de las tipologías y, en general, de todo ejercicio de interpre-
tación de la realidad. El otro elemento recurrente en la narración de los visitantes
que no se inclinó a la división radical entre lo racional y lo emotivo fue el de la ex-
periencia sensorial, en la que el efecto del encuentro con un objeto se experimen-
ta de manera física en el cuerpo del visitante, o como una curiosidad puramente
material: son referencias a la solidez, a una memoria que no es únicamente visual,
sino del cuerpo, y la necesidad de experimentar el tocar, explorar texturas, sentir el
volumen y las densidades de las piezas, combinado todo esto con la satisfacción de
que una acción semejante pudo llevarse a cabo con la ayuda de una réplica.

Como contrapunto necesario, también se otorgó un espacio en la clasificación a


todas aquellas situaciones en las que los visitantes expresaron desencanto o indife-
rencia ante ciertos objetos y recursos museográficos. Muchos visitantes, acostum-
brados al estilo expositivo de los museos de Australasia, esperaban más ejemplos
de la vida cotidiana, que refirieran con mayor énfasis a los habitantes regulares de
Tenochtitlan. Asimismo hubo aquellos que no disfrutaron los modelos a escala y
recreaciones ofrecidas para facilitar la comprensión visual de la ciudad, aduciendo
que les parecían recursos infantilizadores o artificiales. Si bien esto contradice la

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


259
Estudios sobre públicos y museos

apreciación positiva que en general se tuvo de las maquetas y demás dispositivos


museográficos, dichos contrapuntos merecen su lugar en el universo de una inves-
tigación de este tipo, puesto que nos demuestran una vez más que la subjetividad
y expectativas de los visitantes son elementos insoslayables a tomar en cuenta si se
quiere comprender la naturaleza múltiple de los encuentros y las experiencias en
el museo.

Diálogos entre teoría y datos


Estas son, grosso modo, las grandes categorías en las que se dividieron las experien-
cias narradas por los visitantes, así como las tres clasificaciones que rebasaron esta
frontera artificial. Como mencioné anteriormente, la consulta de experiencias pre-
vias y teorías relacionadas fue un elemento determinante para reorientar muchas
de las categorías y códigos.

En el proceso de trabajo directo con las narrativas de los visitantes resultaba siem-
pre emocionante encontrar el reflejo casi exacto de algún fenómeno citado por
otros autores en estudios de museos, cronológica y geográficamente alejados de
las sedes de Aztecs… en Australasia. Por ejemplo, los visitantes entrevistados por
Latham describían su encuentro con el objeto “real”, como si se tratara de una per-
sona o ente vivo (2013:13), lo que concordaba con las múltiples menciones de los
visitantes de Aztecs… en cuanto a su sorpresa al poder ver las cosas “in the flesh” (en
carne propia, en persona), como en el caso de la cita de G. de Wellington. Otro punto
de coincidencia entre los visitantes entrevistados en Australia y Nueva Zelanda en
el 2014, y aquellos evaluados por Pekarik, Doering y Karns en Estados Unidos en la
década de 1990, tiene que ver con las maneras en las que el impacto material se
torna en deseo de posesión. Pekarik, Doering y Karns crearon una subcategoría den-
tro de las experiencias objetuales denominada “pensar cómo sería poseer este tipo
de cosas” (1999:157); misma que encontró varias expresiones dentro de mi caso de
estudio, de las que destaco la siguiente:

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


260
Estudios sobre públicos y museos

Hubo un par (de piezas) en las que puedo recordar que dije “¡me gustaría llevárme-
las a casa! Una era la gran pieza que era parte de un muro, que había estado en el
colegio donde educaban a los niños de elite. Es una pieza alta y grande; se sostiene
sola y es muy escultural. Me encantó esa […]. Así que pensé, “sí, no me cabría en el
bolsillo, pero estaría muy bien”.
W. (visitante de Melbourne).

En general, el diálogo entre evaluaciones del pasado y el trabajo realizado en este


contexto particular resultó una guía iluminadora para reconocer los lugares comu-
nes suscitados por el encuentro con la materialidad, e intentar llegar a conclusiones
que no se quedaran en la mera descripción de las coincidencias en las narraciones.
Igualmente fue interesante, en términos de las diferencias culturales, que temas
como la muerte y los restos humanos tuvieran una mayor presencia en estas entre-
vistas de lo que pude percibir en otros estudios alrededor de visitantes ante piezas
mexicas, como el realizado por María Olvido Moreno.

Asimismo fue importante detenerme a considerar los casos mencionados en la sec-


ción anterior, en los que el encuentro en cuestión no suscitaba ninguna de las reac-
ciones clasificadas, derivando más bien en indiferencia o decepción. Esto constituyó
un importante contrapeso para evitar caer en la idealización de la experiencia mu-
seal, o en el exceso de confianza en el momento de hacer generalizaciones sobre las
conductas y experiencias en sala.

Conclusiones preliminares
Mi propósito en este texto no ha sido el de detallar los resultados obtenidos a tra-
vés de esta investigación, ni mucho menos proponer una metodología particular,
sino el ilustrar mediante esta experiencia el proceso de transformación de los datos
concretos de una investigación colectiva en un cuerpo de información que alimente
una investigación individual, con temáticas que en ocasiones se separan tangen-

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


261
Estudios sobre públicos y museos

cialmente de la intención original de la recolección de los datos. Todo esto con base
en la aproximación inductiva, la metodología cualitativa y la teorización anclada
con apoyo de software especializado.

Si algo puede ofrecerse como conclusión a este recuento de investigación, es que el


proceso de adaptación de los contenidos recabados en un estudio de público para
ser usados como el sostén discursivo de una investigación en un tema museológico
es un camino tortuoso en el que definitivamente no toda la información recolec-
tada es pertinente; o bien, es pertinente, pero por motivos de delimitación de los
objetivos de trabajo, debe ser dejada para un esfuerzo posterior.

Cabe insistir en el hecho de que las categorías de análisis alcanzadas mediante


este proceso bien podrían ser deconstruidas y reorganizadas en esquemas sig-
nificativamente diferentes, en función de nuevos enfoques teóricos, diferentes
perspectivas de quien investiga, o de los supuestos de partida, conscientes o in-
conscientes, que guían a los sujetos en el ejercicio de clasificación de ideas en
unidades de sentido compartido.

El apego a los principios básicos de la teorización anclada y la revisión de estudios


de público previos con objetivos similares pueden funcionar como un soporte va-
lioso durante las primeras etapas de toma de decisiones: diseño o adaptación de
instrumentos metodológicos, selección de fuentes, planteamiento de categorías
de análisis, etc. Durante las etapas posteriores, si se desea entrecruzar los datos
empíricos con la teoría museológica, si la intención de una investigación es reba-
sar la mera descripción etnográfica, es necesario aventurarse a la formulación de
hipótesis y la construcción de tipologías nuevas, adaptadas a las realidades parti-
culares del estudio y, por supuesto, completamente falsables.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


262
Estudios sobre públicos y museos

Referencias
Batty, J., Carr, J., Edwards, C., Francis, D., Frost, S., Miles, E. y Penrose, R. (2016). Ob-
ject-Focused Text at the British Museum. Exhibition, 36 (1), pp. 7-80.
Baudrillard, J, (1968). Le système des objets. París: Gallimard.
Böhm, A. (2004). Theoretical coding. Text anaysis in grounded theory. En U. Flick, E.
Kardorff e I. Steinke (eds.), A Companion to Qualitative Research (pp. 270-275).
Londres: SAGE Publications.
Dudley, S. (Ed.). (2012). Encountering a chinese horse: Engaging with the thingness
of things. Museum Objects: Experiencing the Properties of Things (pp. 1-15).
Routledge: Nueva York-Londres.
Greenblat, S. (1991). Resonance and wonder. En I. Karp y Levine (eds.), Exhibiting
Cultures: The Poetics and Politics of Museum Display (pp. 42-56). Washington:
Smithsonian Institution Press.
Heumann Gurian, Elaine (1999). “What is the object of this exercise? a meandering
exploration of the many meanings of objects in museums” en Daedalus, edi-
ción ‘America’s Museums’, 128 (3), verano de 1999, pp. 163-183.
Hooper-Greenhill, Eilean (2000). Museums and their visitors, Londres: Routledge.
Knell, Simon (2007). “Museums, Reality and the Material World” Museums in the
Material World. Londres-Nueva York: Routledge, pp. 21-28
Latham, K. (2013). Numinous experiences with museum objects. Visitor Studies, 16
(1), pp. 3-20.
Meads, A. (2015). Aztecs at Our Place: Meaning-Making in an International Touring
Exhibition. (Tesis de maestría), Nueva Zelanda. Museum and Heritage Stu-
dies-Victoria University of Wellington.
Moreno Guzmán, M. (2001). Encanto y desencanto. El público ante las reproduccio-
nes en los museos: tres casos del Museo Nacional de Antropología de la Ciudad
de México. México: inah.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


263
Estudios sobre públicos y museos

Pekarik, A., Doering, Z. y Karns, D. (1999). Exploring satisfying experiences in Museums.


Curator, 42 (2), pp. 152-173.
Raymond, E. (2005). La teorización anclada (grounded theory) como método de in-
vestigación en ciencias sociales: en la encrucijada de dos paradigmas, Cinta
Moebio, 23, Chile: Universidad de Chile-Facultad de Ciencias Sociales, Filosofía
y Humanidades, pp. 217-227.
Tilley, Chris (2006). “Introduction” en Tilley, Chris et al. (eds.) Handbook of Material
Culture, Londres: SAGE, pp. 1-6.

Las referencias de las entrevistas citadas se encuentran en: Davidson, L., Meads,
A. y Camacho Rodríguez, R. E. (s. f.). Aztecs master.nvp, análisis y entrevistas, do-
cumento interno de trabajo. En L. Davidson y L. Pérez Castellanos (investigadoras
titulares). Proyecto: Cultural Diplomacy, Exhibitions, Audiences: A Case Study of
Aztecs. Conquest and Glory in Australasia, Nueva Zelanda-México: Universidad de
Victoria-encrym-inah. Las entrevistas citadas en este trabajo respetan la glosa
original de los entrevistados.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


264
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Semblanzas

Madelka Fiesco Trejo mente es Directora de Contenidos en Papa-


[email protected] lote Museo del Niño, y junto con su equipo
de trabajo ha diseñado experiencias de
Licenciada en Historia por la Universidad aprendizaje lúdicas, interactivas e inclusi-
Nacional Autónoma de México-Facultad vas, para fortalecer el papel de los museos
de Filosofía y Letras. Su interés por los es- como agentes de transformación social.
pacios de libre aprendizaje y la educación
no formal le ha permitido desarrollar su
actividad profesional principalmente en el Eloísa Pérez Santos
ámbito de la educación en museos y la ges- [email protected]
tión cultural. Ha participado en la creación
y ejecución de una gran variedad de ini- Profesora titular de la Universidad Complu-
ciativas educativas, culturales y artísticas tense de Madrid. Investigadora especiali-
dirigidas a niñas, niños, jóvenes, adultos, zada en públicos de museos y otros centros
familias y maestros. Trabajó en el área de de interpretación del patrimonio cultural.
Servicios Pedagógicos en el Antiguo Cole- Asesora científica del Laboratorio Perma-
gio de San Ildefonso y fue encargada de los nente de Público de Museos del Ministerio
Servicios Educativos en el Archivo General de Educación, Cultura y Deporte de España.
de la Nación. Ha colaborado como cura- Ha impartido clases sobre la investigación
dora educativa en proyectos especiales en del público de museos y otros centros de
museos como el Museo Rufino Tamayo o interpretación del patrimonio en numero-
el Museo Interactivo de Economía. En el sos cursos de posgrado, másteres especia-
2016 fue seleccionada para participar en lizados y cursos de doctorado de distintas
el Laboratorio de Museos organizado por universidades españolas, así como cur-
la Fundación typa (Teoría y Práctica de las sos de especialización para instituciones
Artes), en Buenos Aires, Argentina. Entre como la Subdirección General de Museos
septiembre y octubre de 2018 formó parte Estatales del Ministerio de Educación del
del Programa de Alta Dirección de Museos Gobierno de España, el Centro Nacional de
que coordina el Instituto de Liderazgo en Educación Ambiental, el Museo del Prado,
Museos en la Ciudad de México. Actual- el Museo Arqueológico Nacional, Patrimo-

265
Estudios sobre públicos y museos

nio Nacional, la Agencia Española de Coo- Ha realizado más de tres docenas de pro-
peración Internacional y la Red de Centros gramas interactivos multimedia para mu-
Culturales de España en Iberoamérica, seos. Fue director de la enah y del Centro
entre otras. Asimismo, ha sido conferen- de Tecnología y Medios Educativos de la
ciante invitada en numerosos congresos sep. Introdujo en México la estrategia co-
y encuentros científicos tanto en España nocida como interpretación temática para
como en otros países iberoamericanos la educación patrimonial, a partir de la
como México, Venezuela y Argentina. En- que desarrolló una versión aplicable al
tre sus publicaciones destaca Estudios de contexto latinoamericano: la llamada di-
visitantes en museos: metodología y aplica- vulgación significativa, que ha aplicado en
ciones (Editorial Trea), así como la colabo- el diseño conceptual del Museo de Yaxca-
ración en las relativas al lppm “Conociendo bá y el Museo de Frontera. Ha sido becario
a nuestros visitantes” o “La experiencia de Fullbrigth y Conacyt. En el 2007 recibió el
la visita al museo”, además de numerosos Premio al Académico Distinguido, de la
artículos científicos y divulgativos. Universidad de Nueva Inglaterra, en Aus-
tralia. Perfil Deseable Prodep y miembro
del sni nivel 2. Actualmente es profesor
Manuel Gándara Vázquez del Posgrado en Museología de la Escuela
[email protected] Nacional de Conservación, Restauración y
Museografía del inah.
Doctor en Diseño y Nuevas Tecnologías
por la Universidad Autónoma Metropolita-
na-Azcapotzalco, y doctor en Antropología Leticia Pérez Castellanos
por la Escuela Nacional de Antropología e [email protected]
Historia (enah), con estudios de posgrado
en Antropología y en Filosofía de la Cien- Maestra en Museología por la Escuela Na-
cia en la Universidad de Michigan. Investi- cional de Conservación, Restauración y
gador de tiempo completo en el Instituto Museología (encrym-inah), doctorante en
Nacional de Antropología e Historia (inah) Ciencias Antropológicas en la Universidad
desde 1972. Arqueólogo de formación Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Se ha
original, ha investigado sobre teoría ar- desempeñado en los campos profesional,
queológica; y más recientemente, sobre la docente y de investigación en el área de los
divulgación como herramienta de conser- estudios de público en museos y en expo-
vación del patrimonio arqueológico, par- siciones internacionales. Colaboró en la re-
ticularmente mediante el uso de nuevas estructuración de las salas Introducción a
tecnologías y estrategias de comunicación. la Antropología y Poblamiento de América

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


266
Estudios sobre públicos y museos

en el Museo Nacional de Antropología de te en hotelería y como guía de turismo de


la Ciudad de México como asistente de cu- naturaleza. Profesor-investigador de la li-
rador. Formó parte del equipo para la crea- cenciatura en Turismo de la Facultad de
ción y operación del Museo Interactivo de Ciencias Antropológicas de la Universidad
Economía (2003-2008), como coordinado- Autónoma de Yucatán (uady) donde ha im-
ra de evaluación, a cargo de los estudios de partido las asignaturas de Investigación de
públicos de ese museo. Fue subdirectora de mercados turísticos, Mercadotecnia turís-
Exposiciones Internacionales en la Coordi- tica y Métodos y técnicas de investigación
nación Nacional de Museos y Exposiciones aplicadas al turismo. Es también profesor
del inah (2008-2013) y coordinadora aca- invitado de la umdi-unam para la asignatu-
démica del Posgrado en Museología de la ra Ecoturismo de la licenciatura en Manejo
encrym (2015-2016). Actualmente es pro- Sustentable de Zonas Costeras. Ha realiza-
fesora- investigadora en ese posgrado en do trabajos de consultoría para la Admi-
la línea sobre estudios de públicos en sitios nistración Portuaria Integral (api-Progreso),
patrimoniales y museos, a partir de la cual sobre el perfil y grado de satisfacción del
ha colaborado con el programa de Estu- pasajero de cruceros e impartido cursos de
dios de Museos y Patrimonio de la Uni- capacitación a guías de turistas de Chichén
versidad de Victoria en Wellington, Nueva Itzá sobre comercialización de servicios
Zelanda, en una investigación conjunta de turísticos como parte de la certificación
próxima publicación en coautoría con Lee nom-08 de Sectur para guías oficiales de
Davidson: Cosmopolitan Ambassadors: turistas. Autor de varios capítulos de libros
International Exhibitions, Cultral Diploma- y artículos sobre imagen de los destinos,
cy and The Polycentral Museum (Vernon gestión del visitante y comportamiento del
Press, 2019). turista.

Fernando Enseñat Soberanis Elda Moreno Acevedo


[email protected] [email protected]

Maestro en Gestión y Planificación del Doctora en Historia por El Colegio de Mé-


Turismo por la Universidad de Quebec en xico y maestra en Historia por la misma
Montreal, Canadá, y licenciado en Admi- institución. Licenciada en Economía por la
nistración de Empresas Turísticas por el Universidad Autónoma de Yucatán (uady).
Instituto Tecnológico de Mérida. Tiene más Profesora-investigadora de tiempo com-
de seis años de experiencia profesional en pleto de la Facultad de Ciencias Antropo-
el sector privado del turismo principalmen- lógicas de la uady, donde imparte en la

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


267
Estudios sobre públicos y museos

licenciatura en Turismo las asignaturas de Fundación Ortega y Gasset en Toledo, Es-


Historia y evolución del turismo, Economía paña. Como docente ha impartido asig-
y turismo, Políticas públicas orientadas al naturas de arte y comunicación, teoría de
turismo y Planificación y gestión estraté- la arquitectura y sociología del arte en las
gica del turismo. También colabora con la universidades Iberoamericana, Anáhuac y
Facultad de Economía-uady como profeso- Nacional Autónoma de México. Como fun-
ra invitada impartiendo las asignaturas de cionaria pública ha trabajado en conser-
Economía, Estado y Finanzas públicas. Su vación del patrimonio urbano, planeación
investigación se enfoca al estudio de las turística, puertos y museografía. Autora de
transformaciones del sector público de la Métrica en la arquitectura y de artículos en
economía mexicana y en especial de Yuca- revistas especializadas en logística portua-
tán a lo largo del tiempo. Sus áreas de in- ria, cultura y turismo, y en catálogos de ex-
terés son: impacto económico del turismo, posiciones. Ponente en foros nacionales e
oferta turística de Yucatán y del destino internacionales sobre rescate, restauración
Mérida, políticas públicas turísticas, finan- y conservación de centros históricos, apro-
zas públicas y desarrollo económico. Auto- vechamiento del patrimonio cultural para
ra de varios capítulos de libros y artículos el turismo y alternativas financieras, inte-
sobre historia y economía del turismo. Ac- gración puerto-ciudad, responsabilidad so-
tualmente estudia el Doctorado en Desa- cial empresarial y equidad de género. En el
rrollo Sostenible del Turismo, cuyo tema de campo de la museografía ha sido comisaria
tesis es el desarrollo de indicadores de ges- de las exposiciones de la Secretaría de Co-
tión del visitante en zonas arqueológicas municaciones y Transportes en la Expomar,
turistificadas de la península de Yucatán. muestra organizada por la Secretaría de Ma-
rina Armada de México en conmemoración
del Día de la Marina Nacional en Ensenada,
Constanza Mónica Suárez Jiménez Baja California (2015); Manzanillo, Colima
[email protected] (2016) y Tampico, Tamaulipas (2018).

Arquitecta por la Universidad Iberoameri-


cana, y candidata a maestra en Museología Livier Jara García
por la Escuela Nacional de Conservación, [email protected]
Restauración y Museología (encrym-inah).
Realizó estudios de posgrado en el Ins- Arquitecta por la Universidad Iberoame-
titute Portuaire de’Enseignement et de ricana, con especialidad en Museografía
Recherche de la École de Management y Maestría en Museología, por la Escuela
de Normandie en L’Havre, Francia y en la Nacional de Conservación, Restauración y

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


268
Estudios sobre públicos y museos

Museografía (encrym-inah) (2005). Ges- iteso-Universidad Jesuita de Guadalajara y


tora cultural independiente desde el 2017. la licenciatura en Biología en la unam. Divul-
Fue coordinadora de exposiciones del Mu- gadora científica desde 1999, ha trabajado
seo Universitario del Chopo de la unam en los museos Trompo Mágico, de Zapopan,
(2015-2016), subdirectora del Museo de Jalisco, y Universum, Museo de las Ciencias de
Arte Carrillo Gil (2012-2015) y subdirecto- la unam, y para el Instituto de Ingeniería de la
ra de museos en la Coordinación Nacional misma institución. Desde el 2004 realiza
de Artes Visuales del inba (2011). Ha sido investigación teórico empírica en procesos
docente titular del Curso Nacional de Ac- de mediación guía-visitante en museos
tualización para Museos del inba en sus y centros de ciencia interactivos. En esta
ediciones de 2016 y 2017, así como del línea de investigación ha sido ponente
Encuentro de Museografía Espacios Alte- invitada en la clase maestra Scientific Ex-
rados (2015-2017), en el cual actualmente plainers de la Comunidad Europea; en la
es coordinadora académica. Encargada de Escuela de Museología de América Latina;
los cursos de capacitación continua para en la RedPOP; en el pcst (2014), Brasil; en la
el personal de museos del inba (2011), así Maestría de Museografía de la encrym; en
como de diversos proyectos de desarrollo el Seminario de Investigación Museológica
museológico y exposiciones temporales de (sim) de la unam; y en la Red Estatal de Mu-
museos públicos y privados. Ha participado seos de Durango, entre otros. Actualmente
en más de ochenta exposiciones nacionales es la Secretaria Técnica del Seminario Uni-
e internacionales diseñando y coordinando versitario de Museos y Espacios Museográ-
su ejecución. En el 2012 formó parte del ficos (sumyem) de la unam.
Programa de Alta Dirección de Museos que
coordina el Instituto de Liderazgo en Mu-
seos y el itam en la Ciudad de México. Mildred Muñoz Briones
[email protected]

Patricia Aguilera Jiménez Diseñadora Gráfica por la Universidad Na-


[email protected] cional Autónoma de México y aspirante a
la maestría en Museología por la Escuela
Doctora en Filosofía de la Ciencia con línea Nacional de Conservación, Restauración y
terminal en Comunicación de la Ciencia, Museología (encrym-inah). Ha trabajado
por la Facultad de Filosofía y Letras de la como profesional independiente en diver-
Universidad Nacional Autónoma de Méxi- sos proyectos museográficos: responsable
co (unam). Estudió la maestría en Comu- de producción gráfica para la restructura-
nicación de la Ciencia y la Cultura en el ción del Museo de Arqueología e Historia

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


269
Estudios sobre públicos y museos

de Huichapan, con Fractal Conservación; cional de las Intervenciones. En la encrym


diseño de cedularios para la exposición cursó las materias Estudios de públicos
permanente 390 ppm. Planeta alterado. en museos y Técnicas de investigación de
Cambios climáticos y México en el Parque públicos en museos de la Maestría en Mu-
Guanajuato Bicentenario, con Estudio Mu- seología. Ha colaborado en publicaciones
seográfico; montaje museográfico del como la Antología Sor Juana y su mundo
Museo Sonora en la Revolución, con mr de la Colección Cuadernos de Trabajo de
Diseño Industrial Museografía y Restau- la ucsj y la Revista Plataforma Churubusco
ración. Trabajó como asistente de conser- con el artículo “Ofertas culturales y públi-
vación en el Archivo Fotográfico Enrique cos. Una aproximación desde el Museo Na-
Bostelmann; como diseñadora gráfica en cional de las Intervenciones”.
la Dirección General de Zoológicos y Vida
Silvestre, Sedema-gdf. Fue asistente aca-
démica del Posgrado en Museografía en Rubí Conde Martínez
la encrym y actualmente es diseñadora [email protected]
gráfica en la Subdirección de Innovación
y Recursos Tecnológicos del Museo Nacio- Pasante de la licenciatura en Estudios Lati-
nal de las Culturas del Mundo-inah. noamericanos, por la Facultad de Filosofía
y Letras de la Universidad Nacional Autó-
noma de México. Es candidata al Premio de
María Dolores Nájera Contreras Servicio Social “Gustavo Baz Prada” 2018,
[email protected] por la misma institución. Tomó el curso
"Curaduría, museografía y memoria" en el
Licenciada en Humanidades por la Univer- Centro Cultural Universitario Tlatelolco y
sidad del Claustro de Sor Juana (ucsj), ins- ha sido ponente en mesas de estudio del
titución donde fue becaria del Programa Colegio de Estudios Latinoamericanos. Ha
Inicia¬ción a la Investigación. Maestra en trabajado como docente impartiendo las
Estudios de Arte por la Universidad Ibe- asignaturas de Historia de México e His-
roamericana, adscrita al Programa Nacio- toria Universal. Sus áreas de interés son el
nal de Posgrados de Calidad del Consejo agrarismo en México, el villismo y la Re-
Nacional de Ciencia y Tecnología. Desde volución Mexicana, así como historia del
el 2004 se ha desempeñado como educa- siglo xx de América Latina.
dora de museos en el Museo Nacional del
Virreinato, la Galería del Palacio Nacional y
el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida,
Yucatán, y recientemente, en el Museo Na-

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


270
Estudios sobre públicos y museos

Rosa Elba Camacho Rodríguez


[email protected]

Antropóloga por la Universidad Autónoma


de Querétaro, es egresada de la Maestría
en Museología en la Escuela Nacional de
Conservación, Restauración y Museogra-
fía (encrym-inah). Ha colaborado con el
Museo Regional de Querétaro, el Museo
Nacional de Historia y el Museo Nacional
de las Culturas del Mundo, así como en la
Unidad de Vinculación Artística del Centro
Cultural Universitario de Tlatelolco de la
Universidad Nacional Autónoma de Mé-
xico. Actualmente se desempeña como
responsable de vinculación comunitaria
de inSite/Casa Gallina, en la Ciudad de
México. En el plano académico, desarrolla
su investigación en torno a metodologías
cualitativas para estudios de visitantes y el
papel de la materialidad en las experien-
cias de visita en museos.

Volumen III. Referentes y experiencias de aplicación desde el campo


271

Estudios sobre públicos y museos, volumen III. Referentes
y experiencias de aplicación desde el campo, publicación
digital, se terminó de realizar en el mes de diciembre
de 2018 en la Escuela Nacional de Conservación,
Restauración y Museografía, ubicada en
General Anaya 187, colonia San Diego
Churubusco, delegación Coyoacán,
Ciudad de México, México.

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