Castro-Klarén - El Cuzco de Garcilaso
Castro-Klarén - El Cuzco de Garcilaso
Castro-Klarén - El Cuzco de Garcilaso
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lohns Hopkins Uniaersity
1. Humanismo y renacimiento.
Mucho se ha dicho sobre el Inca y su formación intelectual denfro
de las corrientes humanistas del renacirniento europeo. A pesar de que
el Inca d,eja claras huellas de su filiación con el renacimiento italiano
al empezar su obra escrilural con la traducción al caste[ano (1590) de
Dialoghi d'amore (1535) de Yehudá Abravanel, más conocido dentro
del hispanismo por León Hebreo, en general se ha circunscrito la
relación de la obra del Inca con el renacimiento y el humanismo a las
manifestaciones de estos dos grandes momentos en la historia
intelectual de Europa y a sus manifestaciones en España. Dentro de
los parámetros de este abordaje al Inca se asume, a pesar del
inventario de sus libros, que como vivía en España y como escribía en,
castellano las fuentes y las influencias más poderosas en su obra'
tienen que haber sido los coetáneos que escribían en español. Así, pues,
tanto fosé Durand como Luis A. Arocena y Aurelio Miró Quesada se
concentran en los nombres y contactos que Garcilaso tuvo o pudo haber
tenido con el "docto coro de humanistas andaluces"l. Sin duda existe
una serie de razones históricas que exPlican este cerrado enfoque hi sp anismo .{g!g* et a h- id g-ql-%!A -ncSgglqniel. d-el h.isp1¡¡smo,
"
cr"ó q,ru la -coñ3if@rpación
.
de la crítica higtqriográr;ca ps¡
sobre España a exPensas de las obvias, abundantes y a mi modo de ver
determinantes relaciones con el hunranismo italiano. Estas razones l¡rs fuántes del Inca, y aet lncá mismo como fuente fidedigna para
tienen que ver con la historia del "hispanismo", "disciplina", valga I \istóriadores, arqueólogbs y otros estudiosos del imperio inca, hq
Foucauft, dentro de la cual cayeron los estudios literarios sobrel producido el tipó de estudio que se limita a cotejar las noticiag
América Latina desde su fundación en el siglo diecinueve. Vale lai Lmpíricas entre las obra de Garcilaso y las relaciones de otros ,,
pena notar que de todos los críticos de Garcilaso, es únicamente Luis E. "cránistas" -Blas Valera, Polo de Ondegardo, |osé de Acosta, las I
Valcárcel, quien aI dar una mirada al inventario de libros de Casas, Cieza de León, etc.-. Todo este trabajo ha construido una visión
Garcilaso y a las referencias desperdigadas Por su obra entera, no rrgg-X-ggmplgiar*g-unque deficiente y limiiadora, del trabajo de
vacila en óoncluir, enJ???r que "Para acercarse a la Europa culta, él r.siáTlyEñ&éi6n culrural que la obra de Garcilaso implica. Los
prefiere a los italianos" (ver Valcárcel 1939, citado en Arocena: 23). alcances y complejidades de Ia tarea que Garcilaso y Guamán Poma
Esta tendencia a cerrar y sellar el mundo del imaginario y del emprenden queda mejor delineada dentro de los parámetros de
pensamiento de los coloniales al ámbito cultural español es en "semiosis colónial" que últimamente ha elaborado Walter Mignolo3.
especial sorprendente en el caso del Inca, quien como- ya-lo he Para la buena suerte de la posteridad, la crítica establecida nos ha
seialado nolólo pone la primera piedra de su obra en relación con dejado, pues, lqs. relaciones con ltalia y el renacimimiento
Italia sino que á trar'és de todo su elaboración textual deia práqticamente intoéadas. Es para mí de especial interés esludiar la r
indicaciones mu)' claras de sus decisivos contactos e' intereses *ur,"tu como el Inca, siendo parte del renacimiento, se aProvecha del
fundacionales en la cultura del renacimiento fuera de España, unf redescubrimiento de Roma y ia antigüedad meditprránea para
renacimiento, por decir así, ex-ótico a España. Es cierto que losl hablar, es decir, escribir su propio imperio peidido, un imperio en
estudicisos del inca mencionan a Ficino, a Castiglione; estudian su ruinas pero localizado como punto de partida (origen) del -presente;
neoplatonisrno, mencionan la novela bizantina, las novelas italianas,, un presente que, como ya lo ha visto David Brading, se pódría ofrecer,
¡o*br"t a Giovanni Botero, Ariosto. Presentan también listas de los (¿uiópicamenteZ) a manera de un nueuo sacro imperio (ver Brading:
historiadores romanos en el inventario del Inca -IasVidas paralelas de 255-272).
Pluta¡co, las Vidas de los doce emperadores de Suetonio,Ia Historia de. En este corto trabajo tan sólo puedo emPezar a desbrozar algunas
Roma de Polibio, los comentarios de iulio César- pero hasta hoy no se. ideas sobre la representación del Cuzco en los Comentarios reales
han hecho estudios comparativos que incidan en la representación del (1609).Mis inquietudes vienen en cierta manera nutridas de la
imperio Inca a trat'és de una creativa romanización sólo posible en el problemática de la rePresentación del-espacio que hoy tratan los
clima de un renaci-miento que se inventa a partir de la invención y estudios postcoloniales. Me interesan el problema de nombrar y la
apropiación de un pasado mundo antíguo:¿. construcción de los espáóiós coloniateÁ en hitos de lná"rñjéva
- iubjetividad. En éspecial, en el caso de Garciláso, me interesa Ia idea
\,
Él reciente trabajo de )osé Antonio Mazzotti (1993), una
indagación concienzuda sobre las fuentes retóricas del Inca en las dél-espacio como lugar gnoseológico Porque, como esPero poder '
práciicas culturales quechuas, viene a romPer con el cerco del denrostrar en lo que sigue, ese "Cuzco que fue otra Roma"(S) figura en
aprovechado por Arocena, el que cuntiene ideas capaces de abrir nuevos e importantes I
caminos en ei estudio de Gariilaso y el renacimiento europeo. Al respecto habría 9ue
3Mignolo 1989 y 1993 elal)ora el concepto "semiosis colonial" para pcrmitir dar.cucnta de
trabaiar también con la obra de O'Gorman (r., bibliog.).
I p-aétoS de transculh¡ración que acceden más allá dcl discurso v su fntima relación con
2Ma:zzotti 1996. en su incisiva lectura de la representación ¡¡arcilasiana de las murallas incluir
ios sistemas escrihrrales europe"os. El concePto de "semiosis colonial" nos p'ermite
de Sagsawaman, mueslra cómo Garcitaso at hacer del trueno un mero instrumento del dcntro de la zona de contacto no sólo las respucstas de los amerindios al reto de la
sol adapta la iconografía andina a la imagen de Jripitcr cargando su relámpago. Mazzotti cultur.r europea sino muy en especial la adaptación V transformación de los sistemas
nota el mismo de "romaniz¿ción" del Cuzco al que apunto aquÍ' sinrbólicos amerinctios y europeos en manos de suietos colonialcs como Garcilaso'
Proceso
1 38 S¿ra Castro-Kla¡én / El Cuzco da Garcútt: el *pacto y tl lugat rlel conoamento
A!"drbs ¿ h heterogenedad cultural
139
los Comentarios como lugar sacro en cuanto aparece inscrito,
from' vet realized bv, the process
arqtritectónicamente, en virtud de un mancomunaáo conocimie¡rto ililir:;ti;ited of signaling and
religioso-práctico básico para la construcción del imperio (¿estado?) Dentro de este esquema humanista
Garcilaso
andino. angular con su relación ie la ,,Funda;tó;".¿;;;;, pone su piedra
cí"d*
2. El Cuzco y el humanismo.
a la que re dedica ros capíruros
iü | iv;r del Libro I de ra,lf,".iot,,
?arte. EI significado de esta .r".rutluo'* piimera
idea fundacional de. separar
cifra para Garcilaso en la
Erwin Panofski, en su ya clásico Meaning in the Visual Arts, nos I" ;;;;üra de la cultura y dar así
paso a ta emergencia de un
r.ecuerda que históricamente el término humanitas "had two clearly ora"" i"io.d irü;;;r'¿ luliro,,,r
distinguishable meanings, the first arising from a contrast between :::l5lyte.re-presentado
conocrcra versión del mito de
.,J"ilr_o cuzqueño. En ta muy
en ut
man and what is less than human; the second belween man and, what
aparece glosando v citando al -tío,cuzco';;'ü" d;.,i;r¿
tundación aer
is more. In the first case humanifas means value, in the second a ancestrar se de¡a bien üo q.u
limitation" (Panofski: 4). Para Cicero humanitas era la cualida,J que :::::
d^", ta ltegada'd-e vrrn*
oec¡r, er generoso y magnífico,
i"*, fárüior*"nte apelado Cápac, es
Huanacauri, la zona eia ,,montaña d";;;¡;;;ü"1"..o
distinguía a los homo humanos de los bárbaros y de las gu'iu, ál valle
vulgares porque estos últimos carecían de pietas. Los valores huñra¡ros habitado, pero todavía
brava,,(3g). Este espacio
complementaban la eclucación con la urbanidad y se daban en la t u,'ur,i.u;;, ;;J."j;
tul"r,"o éapac y Mama *:;":""Í;"r,
"o
malezas" de entre las cuales
culh¡ra en cuanto concepto opuesto a ¡utura (panofski: 2). arrancarán familias que luego Ocllo no sólo
El concepto renacentista de humanitas revivió la antítesis
.onu".ri.iuí .ira"il.or] ,rno
p i edras que q ued arían.
con vertú as en ciudacr er. "ri
y barbarie (feritas) y Io sobrepuso a la
clásica .entre civiiización dan los fundadores es la construc.i;;;;;", ru rugr'l;' o'rl"n'q.,"
ántítesis medieval entre /¡urna nítas y clíainitas. tvfarsilio Ficir.ro la traza de cómo las. debían ¡,"..J y chozas ,,dando el Inca
definió al hombre en términos de un alma racional que participaba fsé). ;parece pues el trazo del
Cuzco desde sus inic.
del intelecto de Dios, pero dentro (atrapada) de .rn clerpo. Es pues o tras ci ud ad ;;l::T:u:;i:l, ::fü:lJ",T::l :
desde esta ambivalente concepción de humanitas que naáe el
humanismo renacentista. El humanista rechaza la autoiidad, pero
magnÍfico, ",se" ^perfila
"i
.orn.o ,i¡fuiiu.iJ g"."ral de las ñf"xi:,;
andinas"(4O). El Cuzco y el valle urbes
respeta la tradición (Panofski: 3). se hace entonces posible c{istinguir entero
espacios. rugroaor-"n
entre la esfera de Ia naturaleza v la de la cultuia. La culturi es miro por er .*r:olJ¿T; J: fjt"?:[t:
espacio hollado y diseña,Jo
-esre
po. lds f"ni"lor"r. Es más, el trazo
aquello que, a ciiferencia de lo natural, siernpre accesible a los Cuzco es de sello inca:^": del
sentidos hunranos, es sólo visible, es decir, accesible a la conciencia, di."ir.,g porque aparece descle
fornra consunrada, un conrienzo en
per
en los "records left bv man" (Panofski: 5). ú¡ricamente los objetos
creatlos por la y l.r intc.ligencia del honrbre contiene,n,
. ; ;; j; T ;fi ::;: :: -',XT' ii" TL",t,,'""iJ' :.t :n ** i
,i
-
i
11
representan, una^"nb
experimentos fallidos y.con..el
idea diferente, distinta a la c{e su existencia tienrpo *prnAo, a la manera
sucesivas creaciones de ros de las
material. Los objetos (culturales) contiene¡r y evocan la percepción c.le dioses aél nipui'vnrr, porque er
ciudad en sÍ e.xpresa e,inscribe trazo de ra
relaciones de significación. Es rJecir que lós objetos *ltrrr"lo, no, sostiene el régimen incaico. por
t^
";g;i;;;tó" ili,ii;;ffi;ñ"
permiten sep(rrar el concepto o idea que se expresa de los mec{ios que monumento de "records" clue dan
ro ,iii",
r"r resr.s constittrven un
la-representan. Al respecto explica panosfski que: ,,to perceive ihe tiempo y hacen de ese ti"*po
senticro al pasado y humanizan
el
relation of construction is to separate the idea of the function to be pr"á*;;ir;el
presente y futuro. El
fullfilled from the means of fullfillment [...1. Man,s signs and :1"..
d:¡
cirldld- aparece a manera de entelequia
que se adelanra
su tunción cabal de centro imperial, a
structures are records because, or rather in so far as, they express devenir a"r ,i"*p" o".o rigura el
a*',, J'" "i
u;ffib['"1T:rT?l:
"'
1 40 s¡ra C¿srro-Krarén / EI Cuzco trc ()arctrtso: el tspaco y e! lugar tlet ürtocim'nto
Asedios a la hetercgeneirlod cullurul 1,41
De esta manera se principió.a poblar nuestra los comentarios. No tengo aquí lugar donde investigar este se8undo
ciucrad imperial, ciudad
dividida en dos -eáios qie llainan H";;;¿;;i;ñ.;;1{;;in tema, es decir, la función narratológica del Cuzco en cuanto centro de
Cur.o
.oajo)' Esta división de iiudad no irr" p"." que ros
de una m¡tad se la narrativa; queda sólo asentado el lugar del Cuzco en cuanto espacio
aveñtajasen de la otra mitad en exencior,es'y
pree.minenciai ,ino qr" toao, fundacional y escenario de la historia inca.
fuesen iguales como hermanos(40).
3. Problema de método y conocimiento.
En su explicación recarca el tío el concepto t
funcramental que anima er
espacio urbano inca: inscribir el orden sócial,
r.rr pra.ti.ur] a ord,en No dejo de tener aguda conciencia del probler:ra metodológico que
arquitectónico. A mi parecer, Garcilaso conjuga ""
aquí la concepción der de inmediato se me presenta. Hoy comprendemos muy claramente, Por
urbanismo del humanismo itariano con ra versión
y sentido del cuzco. oigamos otra vez al ancesrral
inca de ra fundación los trabajos recientt's de santiago Agurto calvo (cuzco, Ia traza
que: "sólo quiso er Inca que hubiera esta divisiór.
tr;;;;" exprica urbana de la ciudad htca,1980), R. Tom Zuiderna (Inca ciailization ín
Je'pu"uto y Cuzco,1990), Víctor Angles Vargas (Hístorin del Cuzco incaico,1989),
diferencia de nombres, alto y bajo para que quedase
de que a los unos había conv".uao el Rey y a
perpetu) memoria Gasparini y Margolies (Arquitectura inca, 1977) y Leonardo Miño
los otros'la Reina,,(40, Gariés (El manejo del espacio en el imperio inca,1994), que el Cuzco y
que tuesen "corno etbiaáo derecho y uiirquiu.ao,, sus alrededores eran comprendidos y utilizados Por los incas en cuanto
*j:rlr ff)jit_.
v,,ta')' Asi, pues, el urbanismo inca constituye, como
I
de un hombre y así es como Garcilaso lo entiende (43). Tal de las oquedades en las orejas entre incas e incas por privilegio (51).
comparación implica, Pues, que los incas tenían dentro de su sistema Confirma Garciiaso el estatus de observatorio astrológico y sagrado
de óonocimiento instrumentos que les permitían no sólo medir del Cuzco al añadir que "para verificar el solsticio se ponía un inca en
distancias, sino conceptualizarlas en formas geométricas. Después de cierto puesto al salir el sol y al ponerse y miraba a ver si salía" (105).
esta aclaración, Garcilaso Pasa a hablar de cómo todo el imperio Sigue Garciiaso, en su ordenamiento del Cuzco, no el derrotero de
estaba organizado por el sistema decimal, lo que permitía un Ia continuidad en el espacio de los otros edificios del Cuzco, sino el
constante censo, registro y renovación del conocimiento del imperio en camino que las unidades de conocimiento le marcan. Así, pues,'el
expansión, es decir, que los principios de organización del esPa€io, los próximo tema a tratarse es el calendario compuesto de meses lunares
mápas, están siempre atados al conocimiento posible de adquirir, y años solares 1'la compaginación que de esa diferencia se hacía entre
acumular y renovar por medio del sistema decimal. Contar los los incas.
números permitía medir. Medir distancia Parece haber sido forma La razón y orden del discurso garcilasiano pasa de las torres que
primordial de conocer y organizar. Medir permitía encontrar permiten obsen'ar el solticio al calendario, y de éste a las columnas
correlativos. Separar y diferenciar. de piedra labrada ubicadas en el rectángulo central del Cuzco, por
En su constante ProcuPación por acceder al conocimiento inca, medio de las cuales se verifica el equinoccio. Explica que:
Garcilaso discurre sobre el estado del conocimiento cientÍfico entre sus
antecesores y se pregunta cómo fue que sin tener escritura alcanzaron Para verificar el equinoccio tenían columnas de piedra riquísimante
labradas, puestas en los templos o plazas que habla ante los templos del
los conocimientos que fuvieron. A pesar de su "rusticidad alcanzaron sol. L¡s sacerdotes [...J tenían cuidado de mirar cada día la sombrá que la
los incas a conocer los movimientos del sol, los solsticios y columna hacía. Tenían las columnas puestas en el centro de un cerco
equinoccios". Este conocimiento, escribe Garcilaso: redondo muy grande que tomaba todo el ancho de Ia plaza o de los patios,
Por medio del cerco echaban por hilo, de oriente a poniente, una rayd que
Io dejaron escrito con señales grandes y notorias, qu9 !:9t9n ocho torres por larga experiencia sablan dónde habían de poner en un punto al otro.
que lábraron al oriente y ocho al poniente de la ciudad del Cu:co, puestas Por la sombra que la columna hacÍa sobre la raya veían que el equinoccio
de cuatro en cuatro, dos pequeñás de a tres estados poco más de alto en se iba acercando [...1. Sin hacer sombra en ninguna parte decían que aquel
medio de olras dos granáes: las pequeñas estaban a ocho o oeinte píes la día era el equinoccial. Entonces adornaban las columnas con todas las
una de la otra, a los iados otro tanto espacio, estaban las otras dos torres flores y yerbas olorosas que podían haber y ponían sobre ellas la silla del
grandes, que eran mucho ma)'ores que las que en España se¡vían de sol y decían que aquel día se asentaba el sol con toda su luz, de lleno en
átahya, y estas grandes servíin de guardar y dar aviso para.descubrir lleno, sobre aquellas columnas (106).
me¡oi laó torres pequeñas. El espacio que entre las pequeñas.había, por
doáde el sol pasába'al salir y al ponerse, era el punto de los solsticios; las Vemos, pues, que el espacio era una especie de hoja en limpio en
unas torres dLl oriente corrépondían a las otrai del poniente del solsticio la gue se escribía la organización social al repartir la habitación de
vernal o hiemal" (105, énfasis mío).
los comunes entre hanan y hurin, al distribuir los espacios para las
canchas de las panaka y su sucesión en el tiempo ya que hasta se
Así, pues, vemos que Garcilaso, sin decirlo abiertamente, está
dejaron espacios vacíos para las panaka que habrían de venir, al
ocupado en enfregarnos un Cuzco que era obsen'atorio astronómico y poner observatorios astrológicos en todas las plazas y ante todos los
ceremonial y no una ciudad renacentista en donde el "city scaPe" templos del sol que a semejanza del Cuzco -ciudad o libro modelo- se
denota otro uso del espacio, otro tipo de habitación humana u otro erigían en el imperio. Un espacio así concebido no permite la idea de
tipo de valor. Si los incas la habitaban era Porque ellos mismos,-es "landscape". Es más, un esh¡dio más prolijo de la representación del
dicir sus cuerpos, eran parte de esa estructura sacra. La sacralidad y Cuzco en los Comentarios reales muestra que Garcilaso humaniza,
escrituración del cuerpo queda clarantente descrita en la escena en que tanto en el sentido ciceroniano como en el moderno, estos espacios al
Manco Cápac ordena las distinciones en el corte de pelo y el tamaño presentarlos como escenarios de ritos, ceremonias o danzas. Es decir,
As¿dios a b hetuoget*l;l cvllural 149
/ El Cu:co tic Garcilaso: el esgcio y el hrgar dtl conocintrento
sara c¡srro-Kl¡r én
148
convertido
en su función detallada del jardín cle oro en el Templo del sol al saberlo
oue los edificios y plazas del Cr'rzco aParecen siemPre en rústico y sámi áriclo huerto cie hortalizas de los pa.Cres
dominicos.
i*i,i"..""i-f .árl.tiua. Son espaciós imperiaies en su majestaci,
concuerda con ¿urdema en
C."ná" ál p"ru, al describir las fuentes con caños de oro que regaban
concepción y úso. De este modo, Garcilaso ",
estos jardin"i qrre todo, hasta los azadones' eran de oro' y en que
ajeno' intenta dar ¡azón de una "r, una de
aror,to, aor, Lr, método completamente hoy nt hay ni rastio de sus manantiales. "Y no alcancé más de
."iof"iu integración de conocimientos en los Andes y su ellás t...1 lás otras se habían perdido por no saber de dónde las traÍan
en el Cuzco'
,"prér.tltu.ión emble¡nática decir de dóncle ni por dónde
en que se manifiesta y se concentra el
i-.j p"tq* no hallaron indio que s"piese
El Cuzco en ctlanto lugar iba il agua de aquella fuente" (168)'
recortádo en piezas ntonumentales que
conocimiento inca
"pu,.tJ si h"ubo alguien que fundara e hiciera uso amplio- de una visión
."qri"rur, cada .,na'capítulo aParte', No hay en los físico-espacial
-Comentarios funcionalista (Ñ,falinüski) y sin embargo integrada del Cuzco,
éste
ninquna descripción geieral y sistemática del aspecto ¡rrs 6¿¡r:ilaso. El Cuzco aP¡rrece en sus Comentarios
dividido en una
¿" i" .i"a"a.U aesciipción del Acllahuasi es lo que *á: t-" acerca a serie de edificios dotados todos de una función institucional y
su tamaño' o Ia
trnaclescripcióntotaliz^adora(ojoctepájaro)delaciudad'Esposible y
;u.i;"r cá;unto de sus calles, phzls' caminos' usnus' acequias .og"iti"" específica. Lo que los diferencia no es tanto
lleno de interrupciones' 6o[;" q,r. fueron cons'truidos. A pesar de que el trabajo de. cantería
ec{ificios. El resto de la ciudud uput"." "r,
u'uríu, ur, al Cur.o de Garcilaso no hav estilos' Porqu-e
la ciudad es
en el interior del templo. del no se
¿;;;il"* suspende la miracla ctetenida del destino de la eterna y sirve de modelo para todas-las otras' En el Cuzco
destrucción'
sol varias veces Para dar cuenta de su registrá hechos pertinentei de subjetividad privada Porque es una
y esto es así porque no es el ojo ciud'rd en
nlancha de oro que rePresentaba al Sol ciüaaa por la que entran y salen los ejércitos del inca' ulra
il;il;;it".i.t¿o, sino una visión y memoria gnoseo-lógica' La e i¡stitucionales. Pareciera.Que l-1
Hila otros d;,; r'egistran los actos óolectivos
ógSónfCtóN no está bajo el dominio de la mirada. Ia agricultur'r, .iiriOr, huinanista del pasado, los "records" que los otros hicieron en el
el calendario, que
temas: los dioses, su sentidó y su cnlto, p"t"J", t i zo de ellás humanos en la misma medida en el
de Ia y se
ios e¡ercitos,las pannka' Del áltar del Sol Pasamos al.aposento ionocimiento de ese pasado constiluye nuestra humanidad
de mujer; de ahí
L;"; t contemplanlos su intagen pintada cómo rostroy Garcilaso lleva la combina con el .or,."pio inca de g'uardar "records" escribiendo en el
vamos al aposento cte Venirs y las estrellas de las ;;;";i" por medio de ios edificios q.re et una sola instancia combinan
mirada al techo ornaclo con rePresentaciones en plata diversos conocimientos y práctiias culturales. La melancolía
de
;"rii"rru, grandes y chicas a senrejanza del cielo estrellado". Garcilaso no es tanto por ior bienes materiales perdidos cuanto
Io es
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