Biografia Del Fracaso Escolar
Biografia Del Fracaso Escolar
Biografia Del Fracaso Escolar
Recuperación psicopedagógica
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'
COLECCION DlDACTICA
Agallo Banios. Di,.,,mí,:a de gn,pos • !()() ju,gos. Práctica,,, da.r,,
l\guilar, María José. réc11icus de ,,nimaciún grupal
C.EA,\L Rtflexione.t wbre pedagoxfa.
Echevcrrfo, Javier. Escuela y coricic11ti;.<ic:Mn.
Freirc, Paulo y ocros. EJliu.-acMn libtradora.
Pallndino, l!nñque. lnwlStigacián educmivo )' n,pocilcu:inn t.luc·ente.
Palladil1<.l, Enriq�. Diulws currictdares y calidad ed,,carh-u.
Palladino, Enrique. Prnyecro )' Comtnidos Transversule.1.
Pruno de Oí Pe¡o, Vilma. Biogra/14 de/jra,:aso csc,,/or.
Sánchcz, S. Paulo F,�ire. UM pe.dagogk, ¡,aru el adulto.
Va�ns, Tobías. Como leer para aprrnder.
Dra. Vilma PRUZZO de DI PEGO
BIOGRAFÍA
DEL FRACASO ESCOLAR
Recuperación psicopedagógica
F.C.H. - UN.L.PAJ\t
lnv.:. o 1R?�
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EDITORIAL
Buenos Aires
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aiscemu • 111uhigraph". mimeógrnfo, in'.ll)(Cso por (ot()copia, fu<odu.p1Kacl4n, e1c.• oo autorizada pi.w loo cdjcorcs, Vlol;11 derc
ch<;., ��('\ladQ.s, (,'\lalqui� ulJli:ucióa debe w prtviamcole so1.icl1;ida.
1• edición, 1997
Impreso en 13 Argentina - Printcd in Argentina
Queda hei;ho el dcp�tn que previene la ley 11.723
ISBN 950-802-055-5
En el equipo de investigación parriciparon:
María Graciela DI FRANCO;
Maria Cristina NOSEI;
Alejandra RAlvIBORGER;
Miguel MOTZO
y Edgardo PAULIZZI
del INSTITUTO de CIENCIAS de la EDUCACIÓN
para la INVESTIGACIÓN INTERDISCIPLINARIA (ICEll)
de la Facull.ad de Ciencias Humanas.
Universidad Nacional de La Pampa.
PRÓLOGO
OVIDEMENIN
Director
Instituto de Investigaciones
�n Ciendas de la Educación
F.F.l. / U.B.A.
INTRODUCCIÓN
PRESENTACIÓN
El fracaso escols1r
_ ha sido investigado especialmente en la última déca•
da en su perspectiva sociológica demostrándose el alto compromiso de la
escuela en la reproducción social. Este trabajo se centra, en cambio, en la
responsabilidad didáctico pedagógica de la escuela y en las secuelas del
fracaso escolar en la persona: las vivencias de sufrimiento y frustración pa
decidas por los sujetos de fracaso.
Para ello la metodología de análisis de casos, aborda la biografía de
cinco adultos de éxito que sufrieron en la escuela primaria el impacto
del fracaso escolar. En ningún caso, ese fracaso podía ser atribuido a
desventajas sodoculturales, ni a deficiencias intelectuales, tal como io
·señalara el diagnóstico inicial en la década del setenta y la posterior
recuperación escolar llevada a cabo en el Departamento de Psicopeda
gogía de la Provincia de La l'ampa, con un sistema propio de recons
trucción de las nociones lectoescritoras. La investigación analiza la im
plementación didáctica que dio origen al fracaso escolar para demostrar
que los docentes no vinculan evaluación a fracaso, y por lo tanto no la
emplean con función educadora. Finalmente se reconstruye el sistema
de recuperación psicopedagógica empleado en aquella oportunidad,
para su análisis y divulgación.
LA IMPLEMENTACION METODOLOGICA
la selección de los casos entre la totalidad de los alumnos dados de
alta en su tratamiento de recuperación, obligó a una primera búsqueda:
aquellos sobre los que se tenía mayor información, su localización actual,
12 Vi/ma Pruzzo de Di Pego
1.1. EL APRENDIZAJE
En cuanto al aprendizaje, nos interesa situarnos en la perspectiva que
lo concibe corno una forma de la relación sujeto-mundo. Si analizamos
esta propuesta, tenemos un individuo que, desde el mismo momento del
nacimiento inici<1 sus rel;,dones con el mundo gracias a otro sujeto, que
interpreta sus necesidades )' lo pone en contacto con el sector de la reali
dad, que pueda satisfacerlas. Y así comienza a apropiarse de esa realidad
en un continuo proceso de aprendizaje. Pero no se la apropia material•
mente: es una apropiación instrumental, a través del conocimiento. Según
Pichon Riviere (1984) el aprendizaje es una apropiación instrumental de
la realidad para transformarla. Claro que el sujeto al relacionarse con el
objeto del mundo, no lo incorpora tal cual es, lo transforma, porque lo
c;,pta desde sus propios esquemas, y al transformarlo se transforma a sí
mismo porque ahora sus estructuras cognitivas han crecido, tienen un nue
vo conocimiento (el aspecto de la realidad que ha incorporado a su men
te). Hemos ido presentando 1>,ualelarnente en nuestm exposición sobre el
aprendizaje, las características del sujeto que aprende:
c.- ,Y algq que nos interesa rescatar: ese ser de necesidades para satisfa
cerlas, desarrolla una actividad de búsc¡ueda, de indagación, de explora-
Biografía del fraca.m escolar 15
int,:,nto a pMtir de la mirada del o-tro que nos significa c.omo alguien-que
pu,:,de, o puede signiflcarse corno un fracaso, espec.ialmente desde las
perspectiv,is que no toleran el error y volve.rse entonces hada el arrendiz
como a quien-nunc,1-puede. Por eso la función yoica implica una mirada
que nunca es neutra, sino plenamente 5igniíicante, y nos condiciona. El
Otro, puede por lo tanto, facilitar u obstaculizar el aprendizaje; permitir la
progresiva autonomía del que aprende o someterlo, transmitiendo descon
fianza hacia el mundo y menoscab,indo la misma confianza en sí mismo
del sujeto. Puede adop lar una posición de apoyatura afectiva o de dist,lr'l•
cia e indiíerenda, que potencia el temor por folta de continencia. Puede,
en fin operar positiva o negativamente.
El interlocutor t'xterno es luego interr1<1fizado y se proyecta en otros,
compañeros, maestros, pareja, que se constituyen en herederos de la rela
ción vincular primaria.
"Se aprende a aprender con otro, de otro, a través de otro, para otro,
y también contra otro," (Quiroga, 1994, p.61).
A.'il curiosidad surge ante la discrepancia que capta el sujeto entre lo que
él sat;>e y el sector de la realidad que entonces se transfonna en problemátiqi.
Hay algo poco claro que incita a explorar, a buscar para resolver la curiosidad:
lo que Freud (1988) llamara la pulsión a investigar. Por lo tanto para incidir
sobre esta potencial necesidad, el docente, que pondrá en contact.o al alumno
con un settor de la re,�idad (de la cultura), tiene que esclarecer en primer lugar
el tipo de representaciones que el alumno se ha forjado sobre ese contenido
de la cultura, " lo 'viejo", lo que ya sabe. Entonces es posible organizar " lo
nuevo" de manera tal que active la curiosidad. Y en este sentido tiene suma
importancia los soportes tecnológicos con los que pueda contar. No es lo
mismo presentar una fotocopia desvaída con el contenido de la cult ura, a cin
co alumnos, que un juego interactivo ·en la sala de computadoras con ese
mismo contenido. Por lo tanto para incidir sobre la curíosidad sería necesario:
a.- respetar la zona de desarrollo próximo, y en ese sentido tener el
diagnóstico del grupo para orientar la selección de tareas ( no tan exigen
tes que se alejen de las competencias de resolución por parte del sujeto, ni
tan cercanas a sus posibilidades que lo aburra o paralice.) Pero también
analizar las posibilidades de que aparezcan errores conceptuales o precon
cepciones en el diagnóstico previo. En este sentido la evaluación inicial
obligará al docente a la toma de diferentes decisiones.
b.- Preparar el material de modo que se adapte a "lo viejo" (lo que ya se
sabe) y a la vez impacte sobre el sujeto.
c.- Por último, diseñar posibles ·tareas que le planteen al alumno una
praxis enriquecedora, siempre con destino a alentar la curiosidad.
Biograffo de/ fracaso escol,1r 23
dos, pero no ya en gr¡idos medios. Son los casos en los que podemos ha
blar de biunivocidad, los graíemas representan unívocamente los fonem,is
(AVENO;\ÑO, F. 1995, p.49)
Además, nuestro sistema de eséritura está basado en la combinatoria
de grafemas y fonemas con los que se construyen significaciones diversas
según la "forma de combinarlos": con los mismos grafemas y fonemas, se
forman, por ejemplo, caso, saco, cosa. Nuestros niños no han logrado re
construir el sistema de combinatoria, el sistema de producción de fa len
gua. Sólo cuando el alumno se apropia de las regularidades de la lengua,
cuando comprende la combinatoria, está en condiciones de generar ade
cuadamente los mensajes escritos. De fo contrario queda adherido al voca
hulario de uso común memori7.ado. Los casos que hemos analizado, no
han conseguido signar o codificar fonemas simples, y presentan aun más
graves perturbaciones para signar fonemas o grafemas complejos, a fa vez
que manifiestan dificultades marc.-idas en la combinatoria.· En síntesis no
han logrado comprender el sistema de producción de fa lengua, no han
captado las regularidades y por lo tanto han detenido su aprendizaje en
épocas arcaicas de producción lingüística.
En todos estos casos, además, la ficha de síntesis que portaba cada
cuaderno, describe diiicultades lectoras muy severas, (lectura silábica-vaci
lante o vacilante como máximo) que señalan como principal obstáculo fa
dependencia del desciframiento. Según Carbonefl (1986) nuestros niños
latinoamericanos no tienen dificultades lectoras propias de los idiomas an
glosajones, pero por colonialismo cultural siempre hemos evaluado las difi
cultades lectoras desde el punto de vista de fas omisiones, confusiones etc,
patrones empleados por otras lenguas que no tienen el componente foné
tico de las nuestras. Demoramos demasiado tiempo en reconocer que sis
temas lingüísticos diferentes originan dificultades distintas en su aprendiza
je. En nuestro caso, las dificultades lectoras aparecen cuando los alumnos
no poseen un vocabulario visual amplio que pueda ser evocado, y por lo
tanto ante cada término que desconocen, deben descifrar las palabras, vol
viendo a una etapa arcaica del aprendizaje. La dificultad se centra enton
ces, según Carbonell, (1986) en la memoria, y al no reconocer e.f niño, las
nuevas palabras, retornan al descifrado, de ahí fa lentitud lectora que los
caracteri1.a. Casi n o omiten o confunden, pero tienen una penosa actitud
de desciframiento, (Lobrot. 1986) que autores como Harris y Sipay, citados
por Condemarín ( 1982) denominan nivel lector de frustración. Ante esta
diíicuftad no pueden construir significados porque se han centrado en el
penoso desciframiento de cada letra. Han retornado, en estos casos, a eta
pas primitivas de la lectura, según Carbonell ( T 980). Desde fa perspectiva
28 Vilma Pruzzo de Di Pego
2. EL SUFRIMIENTO DE LA PERSONA
la unidad semántica que se analiza en el discurso de los actores socia
les se ha denominado vivencia de displacer - sufrimiento.
]4 Vilma Pw�zo de Ui !'ego
además los recuerdos de 4"grado, luego del cambio de escuela, sobre todo
los de sus compañeras (que los mimaban mucho) y su maestra. De tercer
grado recuerda muy claramente que tuvo problemas: ''... No quería leer, no
quería porque sabía que no podía. Yo rne acuerdo que cuando me llevé
Lengua a rendir, me acuerdo que me sentaron en casa y me dijeron: -bue
no, ¡qué querés hacer rendir o empezar en Gabinete y hacer otra ve;,: ter
cero? y decidí hacer otra vez tercero en otra escuela... ". El olvido de los tres
años del fracaso· escolar, se resignifican en su negativa a volver a repetir
grado en el mismo colegio. Es decir, al negarse a continuar, intenta un ca
mino diferente. Aparece la fuente de frustración encapsulada en una es
cuela, la del fracaso, lo que le permite revivir hoy los gratos momentos en
la escuela donde reinicia su escolaridad durante la recuperación escolar.
Pero las huellas se proyectan a la actualidad: "... leo bien, pero es como
que me pongo alerta, como diciendo , yo no sabía, no me gusta... " Su
primera escolaridad está sumida en la exclusión, la madre recuerda: " ...
esta etapa debe haber sido terrible para él, yo no recuerdo que haya tenido
un cumpleaños o encuentros con otros chicos. Lo cambio de escuela, para
que no se sienta mal, para que no lo carguen los compañeros."
La frustración lo lleva al aisl,imiento, hay ruptura de las redes de comu
nicación y las ansiedades son controladas por mecanismos defensivos que
reprimen recuerdos perturbadores.
Su rechazo a la tarea escolar, que origina carteles reiterados, tanro en
cuadernos, como en las libretas, aparece como resistencia que paraliza al
yo y bloquea la comunicación y el aprendizaje. También se hace evidente
la disociación entre acción y pensamiento: su escritura es una hacer des
comprometido del pensamiento. Por ejemplo escribe "desenvolvimiento"
de siete formas distintas, aunque tampoco nunca ha sido corregido el error
por el maestro. Un hacer mecánico, disociado del pensar; pero un hacer
resistido, disociado también del placer, y un maestro disociado del lugar en
que es rectan,;iuo.
En el caso 3, las vivencias de displacer sufrimiento se centran en episo
dios relacionados con su comportamiento escolar, no con el aprendizaje
de la lectoescritura. El joven recuerda que durante una fiesta en la escuela,
estaba haciendo alguna diablura y una maestra le quiso pegar, lo agarró de
una oreja y lo paseó por toda la escuela formada. La otra situación que
recuerda cree que se desencadena porque le pega a una chica. La maestra
"le intenta dar un sopapo" se agacha y sale corriendo, pero la docente le
dice a los chicos que lo detengan. El salta por una ventana, corre a su casa
y los chicos lo siguen. Cuando llega, la mamá lo acompaña de retorno a la
escuela. El episodio aparece tanto en los recuerdos del joven, como en la
Biografía del fracaso escolar 37
entrevista con la m¡idre. Cuando salta por la ventana pone en acto lo que
siente de la escuela: ser arrojado aiuera.
El entorno vincular social se vuelve fuertemente amenazador. Aun hoy,
después de veinte años la maestra lo recuerda como " indisciplinado", "in
constante'', "desordenado", " no adaptado socialmente", "un torbellino
molesto", "rechazado por los compañeros", "volátil", "no prestaba aten
ción".
Las situaciones planteadas terminan en exclusiones, huidas, agresiones.
Al no reconocerse la " mala conduct.a" como señal de sufrimiento psíqui
co, se ahonda el problema por proiundización de la exclusión. Aparece
también el olvido como represión de una época en la que el niño siente
que no saben qué hacer con él. Hay predominio de ansiedades paranoides
con desconfianza hacia el adulto, y una vivencia de inseguridad que aun
hoy día se percibe en el fuerte cuestionamiento del joven a su forma de
escribir en la profesión que ha elegido.
En síntesis, el análisis de cada caso permitió determinar el tipo de
reacciones generadas por el fracaso}' las formas particulares de sufrimien
to: También hemos detectado las vivencias de discriminación afrontadas
por el sujeto. Sin embargo esas vivencias no se vinculan con el fracaso en
lectoescritura y la evaluación, sino con la desigualdad de clase social, la
exclusión social, y las experiencias dé humillación. En todos los casos,
aún con distintas formas, está presente en los adultos.de hoy, la huella del
sufrimiento.
El análisis de casos no sólo permitió demostrar el tipo de dificultad es
pecífica que enfrentaba cada niño en el aprendizaje lectoescritor, sino ade
más que el fracaso escolar produjo alteraciones que exceden los rendi
mientos escolares y se proyectJn a la personalidad.
CAPÍTULO 111
1.1.1. LEGIBILIDAD
Es legible aquella palabra que puede ser codificada sin dificultad. "La
legibilidad puede ser medida por la velocidad con que se lee un texto"
(Brueckner y Bond, 19 76, p. 468 ). Porque si al leer un texto del alumno, el
flujo lector debe detenerse para otorgar sentido a una palabra ante la im
posibilidad de destifrado, finalmente se disminuye la velocidad lectora. Si
bien en otros idiomas existen escalas de escritura para evaluar Legibilidad,
no se pudo localizar material de este tipo en nuestro país. En la tesis docto•
ral de la Prof. Ui l'ego (1987) figura una escala, con advertencia de uso
sólarnente por su diseñadora, puesto que se ha elaborado en base a su
velocidad lectora. Sin embargo este antecedente se ha empleado piira el
diseño de nuestra escala de evaluación.
Matriz de
M<ltfiz descriptiv3 Nivel
ponderación
Análisis cualitativo de la.� formas: Marcar con una cruz donde corres•
ponda.
Control de las formas
. Elementos circulares rotados. a o dqg
• lazos superiores cerrados. eIf
. Lazo inferior rotado. f
. Trazos rectos en lugar de curvos. n chm p v
. Trazos curvos en lugar de rectos. rb
. Omisión de partes. psij t
. Forma de rulos en tra1.os rectos. uit d
• Trazo final omitido. ªº
• Trazo superior corto. lídtbh
Análisis Cualitativo
Si se han señalado nivelf:!S l •2·3 o 4 especifique tendencia general del trazo.
Marque con una cruz la o las opciones que mejor c¡¡ractericen el trazo:
1.1.4. ORTOGRAFÍA
Empleo acertado de los graiemas que conforman una palabra. "El niño
que aprende a escribir enfrenta la primera dificultad cuando debe repre
sentar fonemas que no se corresponden con un único grafema. La fo Ita de
correspondencia entre fonemas y sus :grafemas provocan dificultades en su
representación". (Pruzzo de DiPego, 1985, p. 45). Por eso no todos los
errores implican el mismo nivel de dificultad. En nuestra evaluación orto
gráfica se ha adoptado la clasificación estructural de los errores propuesta
por Carbonell de Grompone (1980), en la que se ordenan las dificultades
en distintos niveles de complejidad, por lo tanto los errores son de mayor o
menor gravedad de acuerdo al nivel al que pertenezcan.
Nivel IV·
Oscurecimiento de fonemas consonantes cuando cierran sílabas ( d, e,
g, p, b, etc.); oscurecimiento en grupos ce; se; xc; oscurecimiento por gemi
nación de vocales; geminación de consonantes (mn, nn,); silabas termina
das en dos consonantes (instituto); uso de tilde; uso de mayúscula.
Origen (:orreda
1 2 3 4 5 Nivel 11 Nivellll Nivel IV Nivel V
' Refer€'nda:
1: Omisión; 2: adiciones; 3: inversiones; 4: confusiones; S: rJisodad6o.
Biografía del fracaso escolar 47
Apreciación cualitativa
······························•·········........................................................., .. ................................
,
................................, ...........................................................,........................................
............................................................................,......................................................,.
GRILLA DE EVALUACION 4
1.2.l. CASO l
El texto del caso 1, se incluye en el Nivel 1 como ilegible, por irregula
ridades de formas y alteraciones al signar fonemas y lograr su combinato•
ria.
Por la formas de la letras su texto se ubica en nivel 1, con formas muy
alteradas por carencia de elementos y rotación de movimientos.
Las características del trazado pertenecen al Nivel 1 : trazado muy in
adecuado, poniendo en evidencia un trazo muy deshilachado y máxima
inestabilidad sobre el renglón.
En or tografía, se la ubica en el Nivel 1, con falta de dominio de la
clave primaria y severas dificultades en las claves secundarias y en el nivel
propiamente ortográfico. Aparecen en su escritura, confusiones, omisio
nes e inversiones. El aprendizaje se ha estancado en niveles básicos, sin
haber alcanzado el dominio de la clave primaria de escritura, ni de su
combinatoria. A esto debe sumarse una caligrafía deficiente con formas
alteradas y trazos deshilachados, e inestables sobre el renglón. El aspecto
general de su cuaderno es deíiciente por las características señaladas a
las que se agregan tachones y carteles del docente.
En la perspectiva de la madre las dificultades de la niña están centra
das en la lectoescritura, aunque las menciona vinculadas a problemas de
adaptación. De las cuatro veces que aparece la u ni dad semántica que se
analiza, en tres de las oportunidades señala la incidencia ' del aprendizaje
lectoescritor; en una menciona no sólo lengua sino también, matemática;
y en la cuarta ubica la dificultad en problemas de adaptación social.
" ... Y en tercero comienza a tener problemas con el aprendizaje... Co
mienza con problemas especialmente en matemáticas y también en la
escritura: empieza a cambiar el orden de las letras. No quiere leer, se
lliografía del fracaso escolar 49
l .2.2. CASO 2
El análisis del r.u,lClerno del caso 2, respecto a la legibilidad, lo ubica en
el nivel 1, ilegible, por irregularidades de las formas de las letras y «Iteracio
nes en l,1 encodiiicación.
Por las formas de las letras, alcanza el Nivel 1, con alteraciones por
carencia de elementos, y rotación de movimientos.
Las características del trazado pertenecen al Nivel 2 con trazo bastante
inadecuado, deshilachado e inestable sobre el renglón.
En cuanto a la ortograiía se la ubica en Nivel 1, por las dificultades
severas para signar fonemas. Hay omisiones,. adiciones, e inversiones, ade
más de dificultades generalizadas de las otras claves más complejas de es
critura.
Se ha detenido en una de la etapas iniciales del aprendizaje lectoes<:ri•
tor, sin lograr la base de la combinatoria. Este síndrome, sin embargo se
oculta por la magnitud de las dificultades en la grafía, el aspecto general
deíicitario de su cuaderno, es remarcado por su maestra con c,irteles acer
ca de la letra, la prolijidad , pero ningún mensaje acerca de cómo resolver
la problemática. En la perspectiva de la madre claramente aparece centra
da la diiicultad en la adquisición de la lectoescritura. De siete veces que
aparece en la entrevista la unidad semántica anali7.ada, seis se refieren a la
lectoesr.ritura, y una vez se menciona su falta de interés en lo escolar.
" ... en primer grado no más, enseguida, empezó la maestra con que
tenía que leer más, que le.nía que practicar lectura, a insistir con el tema de
la lectura... Con matemática nunca tuvo drama, era muy bueno, los proble
mas comenzaron con la lectura. No se si era que no le interesaba, o no
podía, o no sabía, tenía muchos problemas y no arrancaba.... él era como
retraído, como que no le interesaba, no le daba importancia, como que la
escuela era para ir a jugar no para ir a estudiar ... La maestra decía que no
leía por vago y le explicaba que debía leer más, que debía ser más aplica
do, que tenía que ejercitarse en lectura, eso de ejercitación en lectura tam
bién venía siempre en la libreta. En tercero tuvo que rendir lengua y ahí me
dió la desesperación, no porque aprobara o no, sino porque el chico no
sabía leer y estaba en tercer grado."
Perspectiva de la maestra: La docente en su entrevista explica como
motivo del fracaso escolar del alumno sus carencias afectivas y el marr.o de
una familia que no se ocupaba de él. "... una se da cuenta al chico que le
falta, que algo le pasaba, que Je falta afecto ...en 39 grado es donde podés
amoldar bien al chico, en fíri, darle todo lo que no tenía en la casa, y real
mente en la casa él tenía problemas y repercutió en el chico enormemente,
Biografía del fracaio escolar 51
1.2.3. CASO 3
El análisis del cuaderno del caso 3, lo ubica en el Nivel 1 como texto
ilegible por irregular idades en la.s formas de las letras así como dificultades
específicas para signar fonemas.
las formas de la letras (Nivel l) aparecen alterad.is por carencia de
elementos o rotación de movimientos.
Las características del trazado muestra trazo débil, ton inestabilidad
sobre el renglón, alcanzando el Nivel 2.
Registra errores de clave pr imaria por lo que S<:: lo ubica en el Nivel 1,
con dific.uhades para si!lnar los fonemas, omisiones y coniusiones, señalan
do el compromiso de las operaciones de análisis y síntesis y de discrimina
ción perceptiva.
Como diagnóstico final se señala que tanto el sistema para signar fone
mas como la combinatoria están afectadas por dificultades en la operación
analítico sintética: no alcanza a descomponer los elementos para ordenarlos
en un esiuerzo iinal de síntesis. Su real dificultad (el estancamiento del apren
dizaje le<.toescritor) se agrava por las alteraciones de las formas y el trazo. El
aspecto general de su cuaderno es deficiente, porque a los problemas ya
señalados se suman los sobreescritos del docente y correcciones en rojo.
En la perspectiva de la madre ubica el problema del niño en la adquisi
ción de la lectoescritura en primer grado, aunque señala que sus dificulta
des se complican con problemas de conducta. Por lo tanto en la unidad de
significación analizada aparecen menciones a las dos perturbaciones, aun
que señalando el aprendizaje lectoescritor corno la dificultad que la lleva a
pedir que repit.i el grado y mandarlo a Gabinete.
52 Vilma Pruzzo de Di Pego
"... nosotros creemos que. en la base del problema está la escuela... no, a
él no lo ayudó... Mi rá yo creo que el caso de la lengua comenzó en primer
grado ... Es el único de los dos chicos míos que tuvo problemas así, serios, le
costaba, no sólamente que uno ve el chico haragán, no, no, no ... a él le
costaba... .Y después en los otros grados andaba a los tumbos en lengua. Te
acordás que en cuarto fue que yo lo llevé porque yo dije de hacerlo repetir,
lo hicimos repetir ......es decir, el problema en lengua cuando yo lo llevé a
Gabinete no lo tenían en cuenta en absoluto, las maestras no te
complementan...fue uno de los planteos que le hice a la maestra. Si yo nunca
lo dejé por qué no me avisaban que andaba mal. Me decían,. bueno, usted
haga que estudie. No, yo soy la que responde por la conducta, yo lo manda
ba a la escuela para que le enseñen a leer y escribir, pero no por lo de la
conducta, de eso tendría que ocuparme yo... "
La madre detecta el origen de la dificultad del niño y según ella la escuela
no la interpreta. Es ella la que lo lleva a Gabinete, derivación que debería
haber eiettuado la escuela.
La perspectiv.1 de la docente: La docente en su entrevista explica como
motivo del fracaso escolar del niño sus características de personalidad y el
marco de una familia que no se ocupaba del niño. De las cinco veces ql,e
aparece esta unidad de significación en el discurso docente en todas estable
ce h1s responsabilidades del iracaso en los aspectos señalados.
"· ... era un chico diferente, tenía un mundo interior indisciplinado, incons
tante, desordenado, vivía sus propias fantasías. Se destacaba al hacer una
oración, pero en aritmética fallaba por distraído ... Le tenía un poco... no de
lástima, pero sí de cor1sideración, porque no estaba adaptado socialmente
con el grupo. Molestaba a los demás no se daba cue11ta de su actitud. Su
indisciplina fue en todos los grados....volviendo a lo pedagógico recuerdo
• que sus dificultades eran... lengua bien y escritura apurada, y no demostraba
mayor interés a lo que escribía. La dificultad básica era su núcleo familiar: la
desatención de los padres .... Yo me enternecía porque lo veía desamparado
y además por el rechazo de los compañeros... "
La maestra no es conciente de que el alumno no ha aprendido a leer y
escribir, y ubica los motivos del fracaso, en la compleja conduela del niño, en
el rechazo de los compañeros. No percibe ninguna responsabilidad escolar.
La perspectiva del p,Kiente: ha olvidado no sólo los motivos de la deriva
ción a Gabinete, sino todo lo referido a so desempeño en el aprendi«ije. Sus
recuerdos rescatan algunos muy pocos sucesos dolorosos referidos a sus
problemas de disciplina. Sin embargo l,1 misma niñez ha sido muy conflictiva
por dra máticas situaciones en la familia aunque esos sucesos dolorosos ocu
rrieron mucho después del tratamiento A pe,sar de haber olvidado el motivo
Biografía del fraGi,o esc:olar 53
CAS02
56 Vilma Pruzzo de Di l'c80
CAS03
---- -----
Biografía del fracaso escolar 57
CAS04
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58 Vilma Pnizzo de Vi Pego
CASOS
CAPITULO IV
legaliza esa ubicación qui:, hace el docente distribuyendo a los alumnos i:,n
distintas jerarquías según la dist,mcia a la norma ídeal. Se pone de manifies
to el poder de la organi;,:,ición escuela para construir una representación
de la realidad e imponerla corno un pmducto natural. "El poder de la orga
nización que se deriva del poder político, consiste en hacer de un niño que
se equivoca en las sumas, o que no concuerda el verbo con el sustantivo,
un mal alumno". (Perrenoud, 1990, p. 1 2). la pregunta que surge ahora es:
¡Cómo se fabrican los juicios de excelencia, esos juicios evaluatorios que
se creen neutros y objetivos?
En primer lugar siempri:, la excelencia está relacionada con una prácti
ca, que se manifiesta indeiectiblemente en una competencia aprendida y
que forma parte del capital cultural. La norma �ería la imagen ideal de esa
práctica.
En nuestro caso la práctica sería la lectoescritura, la competencia, su
dominio, la norma sería la imagen ideal de esa práctica. Finalmente la
norma indica un orden, una clasificación por distancia a la norma. Enton
ces ese orden, es,1 clasi/icación de alumnos, está fundada en el grado en
que una práctica se aproxima a la excelencia, entendida como dominio
eiectivo de la competenci¡¡, La norma es una fabricación de los hombres
que surge en forma consensuada, entre los actores sociales involucrados,
o puede ser también una imposición del poder instituido. En este caso,
afirmaría Foucault (1993) lo real no es algo dado, o algo que existe por sí,
sino que es un correlato producido. Lo que sí queda claro es que el do
cente es el que encarna la norma, legi'timado por el poder de la institu
ción. Vamos a señalar que el poder desde la perspectiva de Foucault
(1993), no se posee como un bien material, es una relación desigual que
se ejerc.e en la práctica social. En el enfoque de Perrenoud (1990) está la
influencfo de Foucalt (1993} para quien lo real no es algo dado o algo
que existe por sí sino que es un correlato producido. El fracaso es un
correlato producido, es una fabricación de la escuela. Nuestras socieda
des excluyen del saber, el poder, dejando de lado esta omnipresencia del
poder que señalan las sociologí;is contemporáneas. Por eso, más que
negarlo deberíamos indagar acerca de cómo opera el poder y quiénes
los ejercen y legitiman.
En la primera pár.te de nuestra investigación ya ap¡¡recen aportes em
píricos sobre el particular: la institución escolar legitima el fracaso escolar
que parte de la evaluación. Como las madres no pueden luchar contra
ese poder, cambian a sus hijos de esn,elas en un largo peregrinaje que
en el Caso 1. implica cuatro escuelas en el nivel primario. El pod�r engen
dra resistencia, señalaría Foucault ( 1993) en nuestro caso la resistencia se
64 Vilma Pruzzo de Ui Pego
l. Correcciones
Son todas las marcas, señales, palabras, etc., que indiquen la existencia
del error, o los signos y/o mensajes en los que se emite un juicio (muy
bueno, regular, etc.).
Hay por lo tanto correcciones sobre los errores y correcciones sobre
las tareas completas. Para facilitar el análisis documental se han establecido
tres niveles en cada caso, según discriminación siguiente:
A. Traba¡os corregidos:
Todas C.l casi todas las tareas l.a evtt.h.1adón provee óptima
corregidas}' casi todos los cffores información sobre los proct<Sos de 5
señalados enseñanza y de aprendizaje,
Todas las t;,ueas com.:igidas y La evJluac:ión provee bastante
ba�tanles errores St-ñala<los inform�1cilin sobr� los procesos efe
4
enseñanza y Je aprendiz;3je.
GRILLA DE SÍNTESIS
Vinculación entre aportes de Grilla 6 y 7
La coinc:idencia de niveles 5, 4 y 3 en la Grilla 6 (Tareas cor regidas} con
los niveles 5 y 4 de la Grilla 7 {Uso constructivo del error) nos demuestran
una óptima vinculación entre enseñanza y evaluación. La evaluación que
da incluida er, el proceso de enseñanza ya que ésta retoma la información
y en base a los errores se diseñan actividades para crear el conflicto y lo
grar el cambio conceptual.
Los niveles 5, 4 y 3 de la Grilla 6 (Tareas cor regidas) con el nivel 3 de la
Grilla 7 (Uso constructivo del error), señalan que si bien la evaluación apor
ta información, la misma casi no se emplea para adecuar la enseñanza por
el rescate de errores. Por lo tanto no se da oportunidades para el planteo
del conflicto cognitivo y en consecuencia el cambio conceptual.
El resto de las posibilidades demuestran la ruptura entre el proceso ev;i
luatorio y la enseñanza con el resultado de que los errores no pueden usar
se para l a reconstrucción de las nociones y el cambio conceptual.
s
3 MÍNIMA
3 VINCULACION
5
4
2 SIN
VINCULACION
2
f
70 Vilma Pruzzo de Di Pego
a.- En los cuadernos aparecen tareas visarlas pero muchos errores sin
detectar por lo que se la ubica en el Nivel 2 de nuestra grilla, considerando
que la evaluación aporta escasa información para la comprensión de la
situación. Esta ,1firmació11 se corrobora en el análisis del uso que se le da a
los errores en la reconstrucción de la noción, ubicándose el cuaderno en el
Nivel 1 de nuestra grilla, con ausencia total de tareas correctivas en base al
uso constructivo del error.
Los carteles de la maestra en los cuadernos son otros datos empíri
cos que corroboran nuestra hipótesis: se centran en la iorrna de escribir y
en la atención de l,1 alumna. Ejemplos: "qué letra!"; "¡No se puede leer!";
" ¡ No presta atención al copiar!". luego de un trabajo con muchas correc
ciones y tachadas, IJ maestra escribe: "Es copia; no debes distraerle en
clase". Otros carteles dicen: " ¡Qué copia! Concepto: regular. No debes
distraerte en clase". "No presta atención al copiar". •· ¡Dónde están los
deberes?". "¡ No se puede leerl. "Lectura, bien". El problema de escritura
estaba centrado en la falta de claridad, y de atención, y en la calidad de la
letra, pero no en las diíicultades para la codificación. Hay errores de clave
primaria sin corregir: mltúplo por múltiplo; rniño por niño; resulve por
resuelve. Nuestra propia evaluación en las grillas de escritura es, en este
aspecto, claramente concordante con la opinión de la maestra, pero la
discontinuidad se hace evidente comparando el aspecto lcctoescritor en
el que se centra la dificultad. Para Gabinete la ilegibilidad existe pero no
es la causa del fracaso.
En legibilidad el paciente obtuvo el nivel 1, texto ilegible, por irregu•
laridades en las formas (rotación de movimientos y carenc.ias de ele
mentos de los signos gráficos). En las características del trazado se ubi
ca en el Nivel 1, trazo deshilachado, y máxima inestabilidad sobre el
renglón.
La evaluación de la ortografía en cambio aporta datos no rescatados
por la maestra: se ubica en el nivel ·1 de nuestr,1 grilla con confusiones,
omisiones, e inversiones de letras que señalan el escaso dominio de la cla
ve primaria de escritura.
Con respecto a la lectura, existen ·en el cuaderno tres constancias sobre
evaluación lectora: un Regular y dos Buenos. No sólo es muy escasa la
evaluación en un cuaderno de 100 hojas, sino que �e está informando a la
niña y a la farnilia, que lee bien.
Biografía de{ irac:aso e.,colar
CAS02
a.- En los cuadernos se observan tareas sin corregir, errores sin señalar y
ninguna actividad correctiva basada en el uso del error, pero sí hay carteles
gener;ilizados en los que puede leerse la norma desde la que se evalúa al
niño. Se lo ubica en Nivel 1 de Grilla 6 y Nivel 1 de Grilla 7.
Aparecen carteles como los siguientes: Qué letra! No hizo la tarea!
Cuidado ! etc. Pero no hay una sola palabra separada para. ser analizada
por el niño. Escribe por ejemplo [)esenfolvimiento; octufle; dbras; etc, con
la clara evidencia que confunde b y f; pero no ha sido percibido por el
docente. Nuestra propia evaluación del cuaderno, analizó la legibilidad,
formas y trazos de la escritura porque hipotetizábamos sobre la importan
cia que el docente da a la presentación de las tareas, más que a los propio
errores. En este caso coincidimos con la maestra en que el texto resulta
ilegible, Nivel 1 de nuestra grilla. la ilegibilidad se produce por las dificulta
des del niño en la codificación (descurlio 1>or descubrió, por ejemplo), y
por irregularidades de formato. Las formas están alteradas por carencia de
elementos o rotación de movimientos. Pero ese aspecto formal resulta to
talmente minimi7.ado considerando que el alumno no ha logrado construir
la clave primaria de escritura y la maestra no lo ha detectado, incluso hay
tendencia a corregir errores puramente ortográficos, clave terci;iria, y no
los de clave primaria( rn por n; p por t, v por f, etc.).
Con la competencia lectora sucede algo semejante: No se la evalúa.
Hay cuatro carteles en el cuaderno que indica una lectura como tarea para
el hogar, pero no hay ningún cartel que señale la evaluación de la misma o
el llamado de atención por alguna dificultad.
ta del entrevistador sobre cuáles eran las dificultades del niño, elude una
respuesta y recuerda: "era muy rápido en matemáticas, pero uno se da
cuenta al c:hico c¡ue le falta, que algo le pasaba, que le foltJ afecto de algu
no de los familiares. Ahora, la abuela lo consentía muchisimo y la madre
..."todo el día ocupada." La norma desde la c¡ue se lo evalúa ha tomado en
cuenta la present,lción de su cuaderno, las rareas sin hacer, l,i letra y no la
competencia en lectura y escritura (dominio de las claves).
El discurso de la madre durante la entrevista es totalmente diferente y
esclarecedor al respecto: el chico no sabe leer, entonces lo hace repetir.
CASOJ
a,- El waderno del caso 3 se h,i ubicado en el más alto Nivel de los
casos analizados respecto a las ta-reas corregidas: Nivel 4. Es decir que la
maestra tenía información suficiente para analizar la rnarcha del aprendiza
je. Sin embargo esa información no se usa para la reconstrucc:ión de erro•
res y con respecto a este aspecto se ubica en el Nivel 1 evidenciando que
no establece relación entre evaluación y enseñanza. En este caso no hay
carteles én el cuaderno que pudieran corroborar nuestra hipótesis sobre la
perspectiva ingenua de la enseñanza_, pero otro dato empírico desde otra
fuente nos da elementos fundamentales tanto sobre la perspectiva ingenua
del docente como de las normas empleadas en la evaluación y que trans
cribiremos en el apartado b,•
Nuestra propia evaluación de la escritura del cuaderno lo incluye en
Nivel 1, texto ilegible fundamentalmente por irregularidad de las formas y
por omisiones, confusiones y agregados de letras. En cuanto a las formas,
también se ubica en el Nivel 1 con alteraciones severas por carencias de
elementos y rotación de movimiento. El trazo es fino, débil, con inestabili
dad sobre el renglón.
En cuanto a la ortografía se ubica en el Nivel 1, con omisiones y confu
siones generalizadas, lo que señala que el niño no ha alcanzado el dominio
de la clave primaria de escritura.
Respecto a las constancias sobre evaluación en lectura hay tres testimo
nios en el cuaderno: Bien, Regular y Bien. Es decir que no se ha rescatado
información sobre las dificultades lector,is del niño por lo que tampoco la
familia y el alumno han sido alertados por la escuela.
CAS04
CASOS
obligación formal de mandar todos los días una tar�,a escrita a los padres. Y
también ésta es una representació11 social de la excelencia: nuestros pa
dres no aceptan que vayan los cuadernos sin tareas escritas. Muchos de los
Suficientes, o Bien o Vistos, son puestos sin revisar internamente la tarea,
pero por la compulsión de una representación social que pesa a la vez
sobre el docente.
" ... un día hablé con la mamá para decirle que no hacía nada... no sé
qué hacer, le dije...entonces fue cuando te buscamos pnra el apoyo si
cológico, la madre debió darse Cl,enta que no er¡t problema de la es
cuela porque yo corno maestra había hecho lo imposible para que tra
bajara ..."
Se reitera la falta de percepción de la maestra sobre el origen de las
dificultades del paciente para ella originados por su folta de voluntad,
por eso era necesario un apoyo psicológico, aunque la maestra no des
conoce que la entrevistadora que atendió al niño no es psicóloga. Tam
bién usa el plural para referirse ¡¡ la derivación al Gabinete ,1unque la
madre, en la entrevista., aclara que lo lleva a Gabinete por referencias de
una vecina.
Hemos calificado como perspectiva didáctica ingenua esta falta
de conocimiento docente sobre el proceso de enseñanza aprendizaje,
lo que Quiroga ( 1 994) ha llamado una relación mítica: un tipo de inter
pretación de la realidad que expresa los hechos y relaciones de una
manera parcial e incluso en ocasiones deformada. Así como e_n el mito,
en este tipo de interpretaciones quedan encubiertas l,1s relaciones cau
sales. Por eso no pueden transformar la realidad y los alumnos qued,1n
estancados en el fracaso. El conocimiento implica el paso de una rela
ción mítica a una relación transiormante, y en este sentido la profesio
nalización docente implicaría la posibilidad de autorreflexión sobre la
práctica docente y el descubrimiento de las necesidades de los otros.
Por otra parte, el propio reconocimiento del error implica para un
docente, una falta, una carencia, vivcnciar que no se alcanza lo espera
do. Desde este punto de vista tampoco las demandas del docente se
ven satisfechas y en lugar de indagar en esa realidad, sus propias ,rnsie
dades lo impotentizan, clausurando la posibilidad del conocimiento. Las
palabras del docente que y;i consignáramos, <:oníirm,lfl su propia frus
tración
... "Me daba la impresión a rní que la ayuda que le brindan en Gabi
nete es como que releen. tienen tiempo al estar a solas, releen y buscan
la falla. En cambio yo... c:uando estás sola en un aul<1 y tenés treinta
chicos no podés... "
8iogmfía del frarn. ,o escolar 77
¡: - ·- �.J-�
.,1,!t.MI/· . L
;
.•
-:- _jJ • ; ....., ;; •.
. _.: .«4,.,.,..� �h..,_
. -, ___ �. -- --
/1 • .
78 Vilma Pruz70 de Di Pego
CAS02
lliograíía del fracaso escolar 79
CAS03
80 Vilma Pwzzo de Di Pego
CAS04
. .. - ... -
•
Biograi),1 del frac,Jso escolar UI
"... No fui mucho, creo q11e no iui el <1ño completo. Despoés de ahi no
volví a tener pro/)/emas de aprendizaje ... Me JCLJf'j·do de los rompecabe
zas, de los cubos y las iígur,,s pi'lra armar. Tengn en la G1be%a muchos
papeles de colores... no me acuerrlo espedíicamente lo que hacía pero yo
cierro los ojos y veo como un tablero y veo n1bos... colores ... "
Durante la entrevista se le muestran los tu,,dernos del fracaso y del
éxito y entonces reflexiona:" ... íijate que prolija que me puse, nunca deja
ba de usar regla, mirá qué diferencia... a esta prolijidad la interpreto como
una muestra de agradecimiento, vos querés hacerlo bien. Yo me acuerdo
que además para mí era un juego... me acuerdo que la escuela no me
gustaba pero al gabinete yo iba contenta ... al principio iba con miedo, pero
en seguida me gustó. Me acuerdo del lugar, me gustaban los colores, apar
te, tener alguien que te dedicara tiempo, lo que yo sentía era que se ocupa
ban de mí"
Aparece, la lectoescritura con :su sostén de juegos (Método Gener¡llivo
de la Lengua) y la necesidad del interlocutor que acompañe el proceso de
aprender.
Recuerda la mamá :
"... le gustaba mucho (el Gabinete), ell,1 decía que jugahan, q.ue era
lindo porque ,1prendían jugando ... deja de ir cuando en el gabinete dicen
que termina la recuperación. Problemas <.:On la escritura siguió teniendo,
no alteraba el orden de las letras pero tenía y sigue teniendo errores de
ortografía... "
Recuerda l a mJestra:
"... ella iba a apoyo, creo que en esa época las chicas no iban a la
escuela, iba al gabinete, extraescol,H... ,i se notaba l,l mejora, la ay11da, le
hadan rehacer, ejerd tar un montón de cosas .... me daba la impresión a mí
que la ayuda que le brind,m es cómo que releen, tienen tiempo al estilf
solas, releen y buscan la falla. En cambio yo ... tu;mdo estás sola en un aula
y tenés treinta chicos no podés hacer releer a todos...''
CAS02
Recuerda el joven:
"... yo me acuerdo que trabajé con vos en el gabinete, iba �in chistar.
me gustaba mucho p,:,ro no me acuerdo de las <.:<lf<lS pero sí, de los luga
res... sí el lugar frenle ,l las vías ... rne Jcuerdo que a la mañana iba a gabine-
Biografía del trarnso escolar 85
CAS03
El joven ha "olvidado" prácticamente todas sus experiencias de su nivel
primario. Recuerda en la entrevista:
"Yo lo único que me acuP.rdo que quedaba frente J las vías pero no
reCuNdo que lugar específico y creo que iba a la siesta ... Sabía que hacía
c.:ilor... pero realmente no me acuerdo nada. ,'vle acuerdo de un cuaderno
rayado... "
86 Vilma Pruzzo de Di Pego
Recuerda la mamá:
"... el informe psicopedagógico me sirvió de mucho respaldo ... , vis
te cuando andás buscando algún consuelo porque cuando yo lo llev�
estaba desorientada sin saber qué hacer y los maestros dedan que pase,
que pase ... yo me acuerdo cuando vos me dijiste que me aconsejabas
que repitiera y yo lo tomé como palabra santa ...pero para las maestras
de la escuela no pasaba nada ... yo me acuerdo que en ese momento
tuve muchos contactos con otras familias que ni me acuerdo quiénes
son, para ver la experiencia que ·uno hacía y yo me acuerdo que salí
embalada porque todo el mundo estaba chocho con lo que era el gabi
nete y los resultados que tenían los chicos... yo me acuerdo incluso de
haber ido, el ambiente cálido como era y el contacto con algunos pa
dres que se sentían bien con los chicos, el hecho de que tuvieran un
respaldo..."
La madre hace valiosos rescates: la función de sostén y apoyo que
los padres adjudicaban al Gabinete; el ambiente cálido, traduciendo la
atmósfera vincular social que era meta fundamental del Gabinete.
Sin embargo, al margen de las vivencias de placer qLJe se destacan,
se explicita el enfrentamiento de dos discursos: el discurso de la escue
la (Acá no pasa nada ... ) y el discurso de la madre que veía que su hijo
no sabía leer y escribir. Aparece entonces el respaldo de otro espacio
de poder, el Gabinete Psicopedagógico ("la palabra santa.. ") con cuyo
respaldo es pdsible enfrentar los designios del fracaso.
CAS04
Recuerda la joven:
" ... llegué al gabinete por rni mamá, pero no sé como llegó a ella la
información de que había un gabinete, y bueno allí me sentí, primero...
o sea, mamá no la pasó como que ¡huy! mi hija va al gabinete!, no, ella
me llevó porque lo necesitaba... yo no me acuerdo de los nombres de
los docentes de gabineie pero si recuerdo, personas dulcísimas... era
Como llegar allá y encontrar un docente comprensivo, amable y encima
lindas, y me hicieron sentir muy bien... yo nunca viví el gabinete como
una crítica, fue una ayuda y lo recuerdo como una de las cosas buenas
que me han pasado... "
Además de esclarecer las vivencias de gratificación vividas en Gabi
nete, se explicita el contraste •ton las relaciones escolares: aparece el
Biografía del fr,K,lSO escolar 87
CASO 5
Recuerda el joven
" ... fui casi todo el año, yo estimo que debe haber sido de mayo para
arriba hasta el final de las clases... yo creo que en mi interior y en cierta
forma yo había salido a flote en esa época, ... me acuerdo que charlába
mos mucho, aparte del tema de los deberes ... Aparte de la seguridad,
vos me trataste siempre con mucho cariño... siempre me acuerdo de las
estrellitas, ... yo me acuerdo que tenía una <.ajita de cartón como si te
dijera, tipo las cajitas de nepaco y ahí estaban todas las estrellitas y en la
última hoja de la carpeta que teníamos en el gabinete y ahí íbamos
poniendo las estrellitas.... vos me dabas un calendario grande, con el
mes y el día que hacía los deberes., sólo tenía que pegar una estrellita
sobre ese día, el día que no los hacía no tenía estrellita... "
Recuerda la mamá:
"... tengo los mejores recuerdos del Gabinete en el sentido de que él va
y vuelve contento, hacfo la tarea allá e incluso el afecto por usted viene de
allá... y además es una relación que perdura, e incluso él dice que t'ada vez
que tenía un problerna salía para lo de V. porque allí encontraba alguna
orientación ... me acuerdo que me dijeron que no, que no podía mandarlo
a gabinete porque era sólo para chicos con problemas. Yo me acuerdo que
88 Vilma PrlJno de Oi l'e¡¡o
CASO 1
CUADERNO DEL FRACASO CUADERNO DEL ÉXITO
LEGIBILIDAD Nivel 1 Nivel 3
FOl{MAS Nivel 1 Nivel 3
Tl{AZO Nivel 1 Nivel 3
ORTOGRAFiA Nivel l. Nivel 3
90 Vilma Pn1zzo de Vi /'ego
CAS02
CUADERNO DEL FRACASO CUADERNO DEL ÉXITO
LEGIBILIDAD Nivel 1 Nivel 4
FORMAS Nivel 1 Nivel 3
TRAZO Nivel 2 Nivel 3
ORTOGRAFfA Nivel 1 Nivel 3
CAS03
CAS04
CASOS
CASOS
- --·--·--·
2. LA RECUPERACIÓN PSICOPEDAGÓGICA
Los cinco casos analizados, confirman, por una parte la validez predic
tiva de los estudios psicopedagógicos de 1973-74, realizados por el Gabi
nete Psicopedagógico de la Provincia de La Pampa, a partir del análisis
documental de cuadernos, grabaciones de lectura, entrevistas, y los Test de
WISC, Raven, Bender, Goodenough, y Familia. También se resignific:a el
uso tan criticado de los test, sólo y cuando se los emplea en un marco
didáctico de apoyatura vincular en el c¡ue pierden los designios c:l asificato
rios que condenan a los individuos a la aceptación de sus limitaciones.
Hemos visto, en las entrevistas de los jóvenes, las madres, las maestr;is
recuperadoras y aun las maestras de grado, la reiteración de una idea ma-
Biografía del fracaso P.Scolar 95
dos, l.1 proliferación de defonsas <.¡LJe han implicado el bloqueo de las emo
ciones, de la actividad de 1,i iantasía, del pensamiento. Una espede dt:<
inhibición intelectual, que interrLJmpe la relación sujeto - objeto. El sujete)
desconocido en su necesidJd - realidad, no sólo es alienado porque no
puede apropiarse de su experiencia sino que por sufrimiento, por frustra•
dón, estiÍ más defenrlido y altera los canales de comunicación consigo
mismo y c:on el extel'ior. Estas características implicaban un serio desafío
para el terapeuta: significaba lograr fil apertLJra a un nuevo tipo de vínculo,
revertir las representaciones del sujeto sobre el objeto cultural motivo de
aprendi;:aje, e instalar las posibilidades de reaprendizJje.
A partir de este desaíío, se organiza el espado del éxito como espacio
vincular social y se resignilica la /unción del terapeuta apoyado en un so
porte metodológico creado especialmente p;:,r.i esta situación: el Método
Generativo de la lengua.
CAS02
,...
lliograf',a f
<.e¡ iracaso
, escolar 109
CAS03
110 Vilma Pruu:o de Oi Peso
CAS04
.
tJ,ogra,,,
. tle•/ frac,tso eKolar
,.l 11 1
CASOS
·-- - ---
- --- - - - -- - ··----
!i lu
rere1 ,,., "-
.,
112 Vilma Prctzzo de Di !'ego
4. SÍNTESIS FINAL
Al reconstruir las historias escolares de estos cinco niños se ha podido
constatar que hallándose en el e ido medio del nivel primario, no habían
logrado construir la clave primaria de escritura y por lo tanto existían erro
res muy generalizados en el uso de las demás claves. Tampoco lograban
comprender el proceso de combinatoria que les posibilitara la construc
ción autónoma de mensajes. Su lectura, centrada en el desciframiento, pre
sentaba serias dificultades para la comprensión del mensaje.
Sin embargo, los docentes expulsaron de la escuela las responsabilida•
des y las ubicaron en las característic.as de personalidad de los sujetos o en
la familia. Sus normas de excelencia, centradas en los aspectos formales de
la escritura y con escaso control sobre los procesos lectores, no habían
podido detectar el estancamiento del aprendizaje lectoescrito en etapas
arcaicas de su construcdón. Por eso otorgaron preeminencia marcada a
otro tipo de motivos vinculados especialmente a aspectos formales de la
escritura y a la conducta de los alumnos. Abúlicos, indiferentes o agresivos,
pero todos con un denominador común: no cumplen la tarea. Las normas
de excelencia que han elaborado est,lS docentes se vinculan especialmen
te a la falta de compromiso en el desarrollo de las tareas escritas en el
cuaderno y en el aspecto general que éste presenta. Las responsabilidades
sobre esta situación la relegan en el niño y/o la familia. No evalúan tanto la
carencia de competencia lectoescritora, como el tipo de letra, el desorden,
la desprolijidad, las tareas sin hacer.
Las madres, con marcadas resistencias hacia el discurso legitimado de
la escuela, concretaron su lucha en distintas acciol'leS hasta d�rivar sus hi
jos al Gabinete Psicopedagógico. Sin embargo estas experiencias de fraca
so a la que fueron sometidos los niños, produjeron vivencias de sufrimiento
centradas en la negación de la subjetividad. Ignorados en sus demandas,
adoptaron diferentes mecanismos defensivos que empobrecieron su rela
ción con el medio, disociándose su hacer, del pensar y del sentir.
La experiencia de la recuperación Psicopedagógica reviste en las fami
lias afectadas, una etapa fundamental en sus vidas. El discurso del poder
escolar podía ser resistido desde otro poder instituido que respaldó a las
madres en sus esfuerzos para ayudar a los niños. Pero a la vez configuró un
espacio de gratificación que les devolvió una imagen revalorizada de sí
mismos y desde la apoyatura sostén del Método Generativo de la Lengua
les permitió reconstruir las nociones lectoesc(itoras. El obstáculo epistemo
fílico pudo ser abordado y la necesidad encontró un destino de gratifica
ción, porque se tuvo la posibilidad de acceder a un entorno vincular social
Biografía del fracaso escolar 113
4.1.1. EL SUFRIMIENTO
los cinco jóvenes concluyeron con éxito su etapa de escolar ización y
hoy, encaminados en su proyecto de vida, cuatro de ellos ya tienen confor
mada su propia familia y los cinco, una adecuada inserción en el ámbito
ocupacional.
No obstante, un ingeniero en sistemas que ha olvidado todo hecho
vinculado a su época de fracaso, se alerta e incomoda si tiene que leer
ante otros; un periodista siente que no puede dominar su ortografía; y otros,
sin recordar dificultades lectoras rememoran sus sentimientos de humilla
ción, de exclusión social y discriminación. Olvido o presencia, pero en
ambos la huella del pasado y de algunos fantasmas que rodean la subjetivi
dad: el miedo a ser humillado y castigado, las huellas del sufrimiento.
¡Pero no sufrieron también las docentes? Si bien nuestro espacio de
búsqueda no incluye este aspecto, afloran en las entrevistas los senti mien
tos de impotencia y la desazón de los docentes porque no se sienten i ns
trumentados para afrontar el fracaso. También ellos han sufrido. Pregunté
monos ¡por qué pone carteles el docente en los cuadernos de sus alumnos?
El cartel ¡Qué letra! no mejorará su forma, pero el docente protege su yo,
derivando hacia el niño la responsabilidad de la dificultad (desprolijidad, des
atención), no se busca el origen del error para ayudar a reconstruirlo. Hemos
demostrado que entre las normas de excelencia usadas para la evaluación,
tiene mucho peso la forma de la letra y la presentación general del cuaderno.
Por eso el Gabinete dirige su atención en primer lugar a que el alumno tome
conciencia de los movimientos implicados en la escritura para luego modifi
car las formas, se compran cuadernos de rayado especial, y se transforma la
/erra. Se vuelve a insistir: no interesa la caligrafía por sí misma mientras no
forme parte de las normas de excelencia desde las que se evalúa. Sin embar
go no es casual, la deformación de la letra en nuestros escolares. Tanto se
criticó a la escuela tradicional su preocupación por la caligrafía, que los do
centes dejaron de hacer todo lo que los teóricos prohibieron. la "dejaron de
enseñar" pero no lo sacaron de su corazón y su mente. Allí, en el inconscien
te, sigue siendo una norma desde la que se evalúa.
Hemos señalado que en esta perspectiva, el docente establece c.on la
realidad una relación mítica, en base a interpretaciones parciales, incluso
1°14 Vilma l'ruzzo de Di Pego
deformadas de las misma., que no les permite abordar las relaciones causa
les (interpreta errores como signo de desJtención, tareas sin hacer, como
indiferencia, etc.} Por eso no pueden transformar la realidJd y los alumnos
quedan estancados en el fracaso.
El conocimiento implica el paso de una relación mítica a una relación
transformante, y en ese sentido la proiesionalización docente alentaría la
posibilidad de autorreílexión sobre la práctica docente y el descubrimiento
de las necesidades de los otros.
Por otra parte, el propio reconocimiento del error implica para un do
cente, una falta, una carencia, vivenciar que no se alcanza lo esperado.
Desde este punto de vista, tampoco las demandas del docente se ven satis
fechas y en lugar de indagar en esa realidad, sus propias ansiedades lo
impotentizan, clausurando la posibilidad del conocimiento. Las palabras
del docente que ya consignamos, confirman su propia frustración.
Y por eso es fundamental la profesionalización docente que le permita
reflexionar sobre su tarea de evaluar: si admite revisar su práctica es posi
ble revertir la perspectiva ingenua que ve una relación rectilínea entre ense
ñar y aprender. Hay que redefinir l.i evaluación para visualizarla entramada
en la enseñanza y emplearla para decodificar las necesidades de los "otros".
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INDICE
PRÓLOGO ................................................................................................... 7
INTRODUCCIÓN .........:............................................................................ 9
PRESENTACIÓN ....................................................................................... 9
ORIENTACIONES TEORICO METODOLOGICAS ........................... 9
LA IMPLEMENTACION METOOOLOGICA .....................................:. 11
CAPITULO 1................................................................................................. 13
1. EL APRENDIZAJE Y LA ENSEÑANZA DESDE UNA
PERSPECTIVA SOCIAL..................................................................... 13
1.1. EL APRENDIZAJE........................... ... . ..... ................................ 14
1.1. 1. La función yoica, función de apoyatura y
continencia en el aprendizaje. ................................... 16
1.1.2. El aprendizaje como adaptación ................................ 18
1.2. LA ENSEÑANZA COMO FUNCIÓN DE SOSTÉN ........ :.... 20
1.2.1. El docente ante las necesidades del sujeto.............. 21
1.2.2. La función sostén ........................................................... 23
CAPITULO IV ............................................................................................... 59
l. LA EVALUACIÓN CERTIFICA El FRACASO................................ 59
T. T. LA ENSEÑANZA, L1\ EVALUACIÓN, El FRACASO ........... (j0
T.2. LAS NORMAS DE EXCELENCI,\ EN LA EVALUACIÓN..... 62
Biografía del fracaso escolar r 25
CAPITULO IV.............................................................................................. 83
1. DEL SUFRIMIENTO Al EXITO ........................................................ 83
1.1. ANÁLISIS DE CASOS ................................................................ 83
CASO 1 ............................................................................ 83
CASO 2 ............................................................................ 84
CASO 3 ............................................................................ 85
CASO 4 ............................................................................ 86
CASO 5 ............................................................................ 87
1.2. LOS CUADERNOS DEL ÉXITO ............................................... 89
1.3. ANÁLISIS COMPARATIVO .................. .......... . ... . ... ............ 89
CASO l ............................................................................ 89
CASO 2 ............................................................................ 90
CASO 3 ............................................................................ 90
CASO 4 ............................................................................ 90
CASO 5 ............................................................................ 90
1.4. LOS CUADERNOS DE LA RECUPERACIÓN
PSICOPEDAGÓGICA. HACIA El ÉXITO... ........................... 91
126 Vilma Prnzzo de Di !'ego