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Ca . 41
Del Azote de los
No
terremotos libranos Señor
Sabemos que Dios ha creado las cosas buenas y, ¿de
dónde vienen los males, las enfermedades, los huracanes,
los terremotos que hacen tantas víctimas? En este artículo
propondremos dar brevemente la respuesta de la Iglesia, de
los Santos y la Sagrada Escritura a nuestra pregunta y pe-
dirles consejos para evitar estas catástrofes atrayendo sobre
nosotros la protección de Dios todopoderoso.
La causa del terremoto
La Fe Católica recibida del mismo Cristo-Dios, nos ense-
1

ña que Dios creó al hombre justo y santo; hizo todas las co-
sas buenas, pero el pecado de Adán ha destruido el orden y
la armonía en la creación por haber escuchado al demonio2.
Todos los males físicos y morales que hay en la humanidad
son una consecuencia del terrible pecado original fuente de Hoy en día, muchísimas almas están viviendo en peca-
todos los demás. do mortal habitualmente diciendo que “estamos en el siglo
21”; que” todo cambia”; que “cada uno puede hacer lo que
He aquí lo que escribe San Agustín acerca de los males quiere en moral; vestirse como quiere, seguir la religión que
físicos que son frutos del pecado original. “ ¿Qué males no quiere.” Esto es un profundo error, una ilusión del “demonio
se sufren por los innumerables accidentes externos, tan te- mentiroso y padre de la mentira”(San Juan, 8, 44).
rribles para el cuerpo; por los calores y los fríos; por las tem-
pestades, lluvias, inundaciones, relámpagos y truenos, rayos Que está engañando a las almas y a las sociedades.5
y granizo, movimientos y resquebrajamientos de tierras, Dios, que no cambia, nos dice: “¿No sabéis que los inicuos
derrumbamientos opresores, tropiezos? De semejan- no heredarán el reino de Dios? No os hagáis ilusiones. Ni
te vida, tan infernal, tan miserable, sólo puede librarnos la los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afemi-
gracia de Dios Salvador, Dios y Señor nuestro. Esto es nados, ni los sodomitas, ni los ladrones, ni los avaros, ni los
precisamente lo que significa el nombre de Jesús, ya que se borrachos, ni los maldicientes, ni los que viven de rapiña,
traduce como Salvador.”3 heredarán el reino de Dios.”6 (I Corintios, 6, 9-11).

¿De dónde vienen los males actuales? Los que viven así y que no quieren convertirse, manchan
la tierra y provocan la cólera de la Justicia divina.Y ¿Quién
El terremoto espanta. Miles y quizás millones de personas nos defiende contra esta cólera destructora? Las oraciones
hubieran podido morir aplastados, quemados y muchas al- y los sacrificios de la Santa Madre Iglesia y de las almas
mas precipitadas en el infierno para siempre....Aunque los in- santas.
conscientes digan muchas cosas secundarias, «queda bien
claro, dice San Juan Crisóstomo, que el terremoto viene La Iglesia en su liturgia habla claramente de la ira de
de los pecados, de la avaricia, de las injusticias, de las Dios que hace estremecer la tierra. En caso de terremoto
prevaricaciones, del orgullo, de la sensualidad y de la hay estas oraciones en el Misal tradicional: “Omnipotente y
mentira.”4 Ayer como hoy el pecado es pecado, y el bien sempiterno Dios, que miras a la tierra y la haces estreme-
es bien; la verdad es verdad y la mentira es mentira. Dios cer, perdona a los que te temen, y sé propicio a los que te
no cambia; sus santos Mandamientos no cambian porque suplican; a fin de que, cuantos hemos sentido pavor de tu
en El “no hay mudanza ni sombra resultante de variación” ira cuando sacude los fundamentos de la tierra, sintamos
(Santiago , 1, 17). sin cesar, que tu bondad se ocupa en curar sus heridas. Por
Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo...
“El cielo y la tierra pasarán, pero las palabras mías, dice
Cristo, no pasarán ciertamente”( San Mateo, 24, 35). Después de la comunión durante la Misa, se hace esta
oración que dice que la tierra tiembla “ por nuestras iniqui-
1 Enrique Denzinger, El magisterio de la Iglesia, Barcelona, Ed. Herder,
1963, p. 225, n° 787-792 ( Decreto sobre el pecado original del Con- dades” es decir por nuestros pecados : “Defiéndenos, Señor,
cilio de Trento) te suplicamos, a los que recibimos tus santos misterios,[la
2 Génesis 1, 31 “ Vio Dios todo cuanto había hecho; y he aquí que estaba
muy bien”. santa comunión] y por una intervención sobrenatural, da fir-
3 San Agustín La Ciudad de Dios Libro 22, capitulo 22, n°3, 4 Madrid,
BAC, 1988. 5 Ver Palabra de Cristo t.10. p.1013, Pecados colectivos de los pueblos.
4 San Juan Crisóstomo, Homilía sobre el terremoto 6 I Corintios, 6, 9-11
6 I Corintios, 6, 9-11.
meza a la tierra que vemos temblar por nuestras iniquida- de cada uno, de manera que los fundamentos mismos
des; para que conozcan los corazones de los hombres que del corazón se conmovieron! Pero sabemos que “Dios
tales azotes provienen de tu indignación y cesan por tu no quiere la muerte del pecador, sino más bien que se
misericordia”. Por Nuestro Señor Jesucristo... convierta y viva.” Ezequiel, 30, 11. En la Santa Misa des-
pués del ofertorio, en la oración de la secreta se reza:
¿Para qué el terremoto?
“Oh Dios que has fundado la tierra sobre sus bases; acoge
Para que los hombres vean que son criaturas y se co- las ofrendas y plegarias de tu pueblo; y alejados completa-
rrijan. «Durante este breve tiempo del terremoto, dice San mente los peligros de este temblor de tierra, cambia los te-
Crisóstomo: ¿Habéis visto cuán frágil es el género huma- rrores de tu divina cólera en remedios para la salvación
no? Mientras sucedía el terremoto yo pensaba ¿en dónde de los hombres; a fin de que, los que están hechos de tierra
están ahora la rapiñas? ¿en dónde la avaricia? ¿ en dónde y han de convertirse en tierra, se alegran de hacerse, por
las tiranías? ¿ en dónde el orgullo? ¿en dónde el poder de una santa vida, ciudadanos del cielo”. Por Nuestro Señor
los magistrados? ¿en dónde el despojo de los pobres? ¿en Jesucristo...
dónde las altiveces de los ricos? ¿ en dónde las amenazas¡
¿en dónde los temores? ¡Un instante de tiempo desgarró San Juan Crisóstomo saca una conclusión muy práctica e
todo eso con mayor facilidad que una tela de araña! ¡todo importante para nuestra salvación eterna: Dios sacudió nues-
lo destruyó! ¡Solamente se escuchaba el llanto de la ciudad, tras mentes para advertirnos y llamarnos a la conversión y a
y todos corrían hacia la iglesia! Pensad, ¡qué habríamos la penitencia. Nuestro Señor nos advierte “ todos pereceréis
hecho si Dios hubiera querido arruinar todo por completo!» si no os convertís.” (San Lucas, 13,5.)
«Digo estas cosas para que permanezca perpetuamente el
temor por lo que ha sucedido y robustezca vuestras mentes. En 1852, en Santiago de Cuba hubo unos terribles terre-
Dios sacudió la ciudad pero no la arruinó; si hubiera querido motos que “ duraron desde el 20 de agosto hasta los últimos
arruinarla no la habría solamente sacudido. Pero no lo inten- de diciembre, con algunas, aunque breves, interrupciones;
taba, precedió, a la manera de un pregonero, el terremoto, pero en cambio había días de cinco temblores. Hicimos ro-
anunciando a todos de antemano la ira de Dios, a fin de gativas, escribe San Antonio María Claret,10 y todos los Ca-
que mejorados escapemos, por el temor del castigo que nónigos y demás sacerdotes en procesión íbamos a la ala-
en realidad se nos iba a aplicar. Del mismo modo proce- meda de la orilla del mar, en donde se levantó una capilla de
dió el Señor con los habitantes de Nínive: “¡Aún tres días tablas y un grande toldo, en que concurrían las Autoridades
y Nínive será destruida!7 ¿Por qué no la destruyes? Pues y demás gente de la Ciudad por la mañana. Además de las
la amenazas con la destrucción. ¿Por qué no la destruyes? letanías, se cantaba una Misa de rogativas (para librarnos
¡Porque no quiero su destrucción por eso la amenazo! del terremoto) y por la tarde, además del rosario y rogativas,
Entonces ¿para qué se lo dices? Para no tener que hacer yo hice o prediqué una misión exhortando a la penitencia,
lo que digo! ¡Precede el anuncio para que se evite la obra! diciéndoles que Dios había hecho lo mismo que una ma-
“¡Aún tres días y Nínive será destruida!” decía entonces el dre que tiene un hijo muy dormilón, que le menea el catre
profeta Jonás. Ahora en cambio lo claman los muros,»8 los para que se despierte y se levante, y que si esto no sirve,
árboles, las montañas, las casas: “!Cuidado hombres,” nos le castiga el cuerpo. Que lo mismo hace Dios con aque-
dicen en su lenguaje, “¡Ustedes pueden en un sólo minuto llos hijos pecadores aletargados: ahora les ha movido el
ser aplastados y precipitados en el infierno eterno! ¡Cuidado catre, la cama, la casa, y, si aún no se despiertan, pasará
hombres no se burlen de Dios, de sus mandamientos! ¡Cui- a castigarles el cuerpo con la peste o cólera, pues me
dado hombres lo que están haciendo ni siquiera los animales lo dio a conocer Dios Nuestro Señor. Algunos del auditorio
lo hacen! ¡Ustedes han manchado la tierra por sus crímenes lo tomaron muy a mal y murmuraban de mí, y he aquí que
y pecados!” apenas había transcurrido un mes, cuando se manifestó el
cólera morbo de una manera espantosa; hubo calle en que
!Piensen cuán grande es la ira de Dios y cómo todo le es en menos de dos días se murieron todos sus habitantes.”
fácil y no le cuesta trabajo! Si quiere puede en un momento
precipitar millones de pecadores rebeldes e impuros en el “Muchísimos, por los temblores y pestes, se confesaron,
infierno eterno. Nuestro Señor Jesucristo mismo dice que: que no se habían confesado en la santa misión. ¡Qué verdad
“los tímidos fornicarios e incrédulos y abominables y es que algunos pecadores, que son como los nogales, que
homicidas y hechiceros ( brujas, curanderas, limpias) no dan fruto sino a palos! Yo no puedo menos que bendecir
e idólatras y todos los mentirosos, tendrán su parte al Señor y darle continuamente gracias por haber enviado la
en el lago encendido con fuego y azufre, es decir en el peste tan oportunamente, pues conocí evidente y claramente
infierno.”9 que era un efecto de su adorable misericordia, porque por la
peste, muchos se confesaron para morir que no se habían
Sabiendo esto ¡Acabemos finalmente con la maldad! Con- confesado en la misión; y otros que en la misión que se ha-
fesemos nuestras faltas y miserias para recibir el perdón. bían convertido y confesado bien y que se habrían precipita-
“En un breve instante Dios sacudió la mente y el ánimo do otra vez en los mismos pecados, y Dios en aquella peste
7 Jonás, 3, 4. se los llevó, y en el día se hallan en el cielo, que, de no haber
8 San Juan Crisóstomo, Obras Completas, Homilía sexta acerca de Lá- sido por la peste , habrían recaído y se habrían muerto en
zaro y el rico, y sobre el terremoto. México, Ed. Jus, tomo 2, p. 143.
9 Apocalipsis, 21, 8. El Padre Straubinger dice que los tímidos son los pecado y condenado.”
que fluctúan entre Cristo y el mundo, son los mundanos, los liberales
que quieren conciliar Cristo y los que rechazan a Cristo y a su sal- 10 San Antonio María Claret, Escritos autobiográficos, Madrid, Ed. B.A.C.
vación. 1981,n° 532-536, p.301.
 El terremoto, la peste y las pruebes de la vida nos hacen pecados es consecuencia de la confusión de las ideas en la
pensar en el fin, en las postrimerías para arrancarnos del cabeza de los dirigentes de la Iglesia, después del Concilio
pecado y del riesgo de la condenación eterna. Dios mismo Vaticano II. Sí, podemos decirlo, que después del Concilio,
nos dice: “En todas tus acciones acuérdate de tus postri- por falta de doctrina verdadera, los pueblos católicos fueron
merías, y nunca pecarás.”11 El que está en pecado mortal como sumergidos en el pecado. Y el pecado no deja a Dios
está en el borde del infierno y puede, en cualquier momento, indiferente Jeremías, 9, 9; 8, 1; 8, 14.
caer en el fuego eterno. El Evangelio, a cuya luz debemos
interpretar esta sabia norma, nos enseña que el fin puede Así como en el pasado por los pecados de los judíos, Dios
presentarse cuando menos pensamos, con la Parusía, es convirtió “a Jerusalén en montón de ruinas, en albergue de
decir, la segunda venida de Cristo, que será súbita como el chacales,” Jeremías, 9, 11. hoy puede convertir nuestras
relámpago, (San Mateo 24, 27) imprevista como un ladrón ciudades en un montón de ruinas por nuestros pecados
en la noche. I Tesalonicenses 5, 2. Cuando los hombres di- personales y públicos. Dios no perdonó a los convecinos de
rán: “Paz y seguridad, progreso y libertad,” entonces vendrá Lot, que se atrajeron la cólera por sus abominaciones en So-
sobre ellos de repente la ruina y no escaparán. doma y Gomora. No se compadeció del pueblo destinado a
la ruina, de los que por sus pecados fueron exterminados.
Paz y seguridad ha sido siempre, a través de toda la Bi- Porque hay en El misericordia y cólera; aguanta y perdona,
blia, el mensaje de los falsos profetas, cuyo éxito superior al mas sobre los impíos derrama su ira. Como es grande su
de los verdaderos, se funda precisamente en ese agradable misericordia así es severo su castigo, juzgará al hombre
optimismo que será la causa de su ruina, de su muerte ac- según sus obras.” (Eclesiástico, 16, 9-13) Y nuestras obras
tual y de su condenación eterna. Los hombres prefieren ser hoy son muy malas.
engañados que conocer la verdad que puede librarlos, ilumi-
narlos y salvarlos. Esto es un fruto del pecado que “vuelve Los hombres antiguos no tenían la experiencia, los ejem-
al hombre ciego y estúpido.”12 El que está en el pecado vive plos que nosotros tenemos. Los del diluvio no sabían. Noso-
lejos de Dios, en las tinieblas, bajo la influencia del demonio. tros sí, sabemos que Dios castiga a los pecadores no sola-
Los falsos profetas con sus sectas actuales son instrumen- mente en el infierno sino a veces en esta tierra. Los hombres
tos del demonio, sus mensajeros y sus embajadores para del diluvio no empezaron a creer lo que decía Dios que cuan-
engañar a los hombres y conducirlos a la perdición eterna. do empezó el diluvio pero ya era muy tarde. Los habitantes
Toda falsa doctrina es instrumento del demonio para nuestra de Sodoma y Gomora no crearon en la amenaza cuando ya
perdición. Más habrá falsas doctrinas más habrá pecados, y era inútil.
más habrá pecados más habrá castigos; porque el pecado
no atrae sobre la tierra la bendición de Dios, sino su maldi- La Sagrada Escritura nos advierte que hay castigos y
ción con castigos. nosotros no nos convertimos ¿Por qué? Porque queremos
que las cosas se hagan como nosotros queremos y no como
En el Antiguo Testamento los falsos profetas Jeremías, 5, deben de ser. Los discursos que están en contra de nuestras
13 y los malos sacerdotes13 engañaron al pueblo, lo hicieron opiniones no nos gustan. Hombres incrédulos que somos.
pecar y atraer sobre Israel la cólera de Dios. Hoy en el Nue- Porque nos decimos cristianos y no hacemos lo que Cristo
vo Testamento, los falsos teólogos de la falsa teología de la manda.
falsa liberación comunista, los malos sacerdotes y obispos
tímidos y liberales atraen sobre el nuevo y verdadero Israel “Dios destruye las ciudades en castigo de los pecados de
que es el pueblo católico, la cólera de Dios. “Paz, libertad, sus habitantes; si estos pues cesaren de pecar, se conserva-
caridad, ecumenismo, derechos humanos” enseñan muchos rían sus ciudades.”16 ¿De qué sirve rezar en el momento del
sacerdotes y obispos. “Pretenden curar las llagas del pueblo terremoto o del peligro y después del peligro seguir viviendo
a la ligera asegurando que todo está bien así,14 en vez de ex- como paganos? Lo que Dios quiere es una verdadera con-
plicarle la Ley de Dios” y la necesidad de la verdadera fe ca- versión para alejar de nosotros los castigos que merecemos.
tólica para salvarse y exhortarlo a enmendar la vida y luchar ¿Para qué Dios ha anunciado tantas cosas y nos dio tan-
contra los errores que son la causa de los pecados. Muchos tos ejemplos en la Sagrada Escritura y en la historia profana,
pastores han destruido mi viña; han pisoteado mi heredad; sino para que nos enteremos de ellas y saquemos provecho?
han convertido mi deliciosa posesión en un desierto desola-
do,” se queja Dios Nuestro Señor Jeremías, 12, 10-11. Las «Ah si fueran sabios para entenderlo y comprender lo
almas de los católicos se transformaron en desierto de igno- que les espera,” Deutoronomio 32, 29. decía Nuestro Señor
rancia religiosa, ignorancia del dogma católico, ignorancia de Jesucristo hablando de los judíos, pero no lo escucharon y
la fe verdadera y auténtica que es totalmente diferente del vino la destrucción de Jerusalén y la destrucción del pueblo
sentimentalismo religioso de la falsa “Renovación” actual.15 judío. Hoy Dios nos advierte mediante su palabra, su Iglesia
El desorden de las costumbres que es causa de millones de y ¿qué hacemos?
11 Eclesiástico, 7, 40 Ver la nota del P. Straubinger en la Biblia comen-
tada p. 814
12 Abate Barbier, Tesoros de Cornelio a Lapide, Madrid, 1909. tomo 1,
Es propio de los mundanos, tibios, falsos cristianos olvidar
p.175. las postrimerías, no pensar en las cosas futuras para hacér-
13 Jeremías, 5, 31 “ ...¿Y no habré de castigar estas cosas? Dice Yahvé
¿ De una nación como esta no he de tomar venganza? Cosa extraña
selas favorables y asegurarse la felicidad duradera, que sólo
y terrible acontece en la tierra. los profetas profetizan mentira, y los viene de Dios. “No todos los que favorecen son amigos; ni
sacerdotes gobiernan según su antojo; y esto gusta a mi pueblo.”
14 P. Straubinger, Biblia Comentada, (Jeremías, 6, 14), p.962 16 San Ambrosio, In Johanem, sentencia n°74, in B. Martín Sánchez,
15 La Renovación Carismática es de origen, de espíritu y método protes- Diccionario de las sentencias selectas de los Santos Padres, Sevilla,
tante. No es algo católico. Apostolado Mariano, 1995, n° 704, p.152
todos los que hieren son enemigos,” dice San Agustín, “más sus almas y ayudó a los pecadores a convertirse. Porque
vale amar con severidad que engañar con dulzura. ¿Quién lo sabemos que el pecado nos aleja de Dios y el dolor nos
nos ama más que Dios? Y sin embargo no deja de adver- acerca a El; que el pecado es separación de Dios, el dolor
tirnos por un lado con bondad, y por otro nos amenaza y unión con El.
asusta para nuestro bien. A la dulzura que emplea para
consolarnos, une muchas veces el amargo remedio de la No cabe duda que este terremoto operó la conversión de
tribulación. Prefiero curarme con una represión misericor- unas almas de buena voluntad; mejoró las costumbres de
diosa, que ser engañado y pervertido con embaucadoras li- unos, advirtió e hizo reflexionar a todos; y salvó a unos de
sonjas. Las heridas que hace un amigo valen más la caricias la perdición eterna.
y los besos de un enemigo.”17
¿Qué debemos hacer para evitar los futuros castigos y
“Las correcciones son para los pecadores lo que un re- terremotos? Rezar cada día sus oraciones de la mañana
medio excelente es para el herido. El enfermo que rechaza y de la noche, rezar antes y después de la comida, rezar
al médico es un insensato; tan insensato es el que no recibe su rosario, escuchar Misa cada domingo y días de guardar,
con reconocimiento la corrección18” y la advertencia, median- confesarse y comulgar regularmente, ser justo con todos, no
te el terremoto Dios nos advirtió. odiar ni criticar a nadie, vestirse cristianamente en la calle y
en la casa, no aceptar ningún programa impuro en su casa
FRUTOS DEL TERREMOTO alejando el instrumento corruptor de las familias, hacer peni-
tencia por sus pecados pasados... Vivamos cristianamente
El terremoto produjo un gran fruto en las almas. La mise- y podremos decir con toda seguridad: “De la muerte súbita
ricordia del Señor sacude la ciudad y hace firmes nuestras e improvista .del rayo y de la tempestad, de la peste, de la
almas, ha sacudido los fundamentos de sus casas y ha con- hambre y de la guerra, del azote de terremotos y de la muerte
solidado sus pensamientos. El terremoto duró poco tiempo, eterna líbranos Señor.»19 Como hoy la mayoría de la gente
pero los frutos serán eternos para los que se convierten. no vive cristianamente, la Sagrada Escritura nos dice: “Para
Muchos que vivían en pecado en este momento se dieron su conversión fueron un poco turbados; tuvieron una señal
cuenta que vivir así es peligroso. Unos hicieron el propósito de salud para traerles a la memoria los preceptos de la Ley
de confesarse y vivir en adelante cristianamente. Dios vino del Señor.” Sabiduría, 16, 6.
no para aplastarnos sino para llamarnos a la realidad de
nuestra condición de criaturas. El miedo trabajó el suelo de Padre Michel BONIFACE
17 San Agustín, Epístola n° 48. citado por B. Martín Sánchez, Diccionario
de las sentencias selectas de los Santos Padres, , n° 229, p.46
18 San Juan Crisóstomo citado por B. Martín Sánchez, Diccionario de 19 Letanías de los santos en Dom Gaspar Lefebvre, Misal diario y
las sentencias selectas de los Santos Padres , n° 226, p.45. vesperal.

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