ANALISIS DE LA REALIDAD - El Caribe
ANALISIS DE LA REALIDAD - El Caribe
ANALISIS DE LA REALIDAD - El Caribe
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Texto elaborado por el autor a partir de la conferencia, del mismo nombre, presentada por el canal
Somos Jesuitas en YouTube el 23 de marzo de 2021.
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Doctor en Historia, Profesor Titular jubilado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador
(UPEL). Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia (Venezuela) y colaborador del Centro
Gumilla.
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vemos el mar del Estrecho de la Florida que se abre a las aguas del Océano Atlántico, con
un Caribe constituido por el Archipiélago de las Islas Bahamas, las islas Caicos y Turcas,
y las costas de las islas de Cuba, Haití y República Dominicana.
Un tercer mar es el de las Islas Caimán, que baña las costas de la Península de
Yucatán, Belice y Honduras, en el continente, y las islas de Jamaica y el sur de Cuba. Y
el cuarto mar: que es el Mar Caribe propiamente dicho, bordeando las costas continentales
de Colombia y Venezuela, y las islas de Curazao, Aruba y Bonaire, al centro, y la fachada
sur de Jamaica, Haití, República Dominicana, Puerto Rico y el arco de islas orientales
que van desde las Islas Vírgenes hasta Trinidad y Tobago, ya en el Atlántico, frente a
Venezuela. Al extremo más oriental de este mar, que es el Mar de los Caribes, vamos a
encontrar las Guayanas. Como puede apreciarse en el mapa (siguiente), lo que
denominamos Mar Caribe está constituido por varios espacios acuáticos y territoriales.
Fuente: www.googlemaps.com
Esta diversidad etimológica sigue presente en los estudios modernos que hemos
podido consultar sobre esta región. Por ejemplo, cuando el Instituto Panamericano de
Geografía e Historia (IPGH), organismo creado por la OEA, se plantea elaborar en 1953
un Programa de Historia de América, en el denominado Periodo Indígena aparece la Zona
Circuncaribe, programa elaborado por el antropólogo venezolano Miguel Acosta
Saignes. Y en 1973, en la Historia General de América, coordinada por el historiador
venezolano Guillermo Morón, el Tomo 33 llevará por título: El Caribe y las relaciones
hemisféricas de América, con la autoría de los historiadores G.M. Mount y J.C.M
Ogelsby.
Pero es, tal vez, Biografía del Caribe, del escritor colombiano Germán Arciniegas
(1966), una de las primeras obras en lengua castellana que se plantea abordar como un
todo y en cuatro tiempos la Historia del Caribe: el siglo del oro, el siglo de la plata, el
siglo de las luces y el siglo de la libertad. Y una interpretación más actualizada, escrita
por el historiador dominicano Frank Moya Pons (2000), Historia del Caribe, con una
visión global de todas las Antillas y de las colonizaciones de España, Inglaterra, Francia
y Holanda, hasta llegar a la irrupción y creciente control político, económico y militar de
los Estados Unidos en el Caribe.
De los estudios en lengua inglesa podemos citar los siguientes libros: A Short
History of the West Indies, escrito por J. H. Parry, y P. M. Sherlock (Londres, MacMillan,
1965) y The Caribbean, por Franklin Knigt, (N.Y., Oxforf University Press, 1978) que
como se aprecia son autores británicos y de los Estados Unidos. De allí la importancia de
la obra pionera del trinitario Eric Williams, quien llegó a ser Primer Ministro de Trinidad
y Tobago en 1961, Capitalism & Savery (The University of North Carolina Press, 1944).
En el caso de Francia, destacan los estudios del historiador Oruno Denis Lara,
cuya obra Les Caraïbes fue publicada en Paris en 1986, contando con una versión en
español publicada por la Academia Nacional de la Historia, de Venezuela con el título de
Breve historia del Caribe. Y la obra del historiador Jacques Adelaïde-Merlande, Histoire
Generale des Antilles et des Guyanes. (Paris, Ed. Caribéennes-Ed. L’Harmattan, 1994).
Esta breve ojeada a la historiografía caribeña nos permite apreciar el uso de varios
topónimos para una misma realidad histórica: Indias Occidentales, Antillas y Caribe. Con
estos elementos presentes, pasemos a revisar la dimensión geohistórica del Caribe.
Formación étnico-social del Caribe
El zócalo indígena del Caribe insular está representado por la presencia en este
espacio de pueblos de lengua arawaka y lengua caribe. Arawakos o tainos son la mayoría
de las comunidades que los españoles encuentran asentados en las islas mayores de Cuba,
Santo Domingo y Puerto Rico, por lo que son los primeros en recibir el impacto de la
presencia española en la región. Los pueblos de lengua caribe, al contrario, ocupan las
pequeñas islas del oriente o pequeñas Antillas. Ambos grupos humanos procedían del
continente, posiblemente de la Amazonía. (Adelaide-Merlande: 1994)
dominio colonial. Por eso, podemos hablar del Caribe como una frontera imperial, donde
la dinámica geopolítica la dictan los permanentes conflictos entre las potencias europeas
por el control de los territorios insulares, para ampliar sus mercados y controlar las rutas
comerciales, haciendo uso de la piratería y el contrabando.
Casos como Jamaica, Trinidad y Haití, dominios españoles que pasaron luego a
control inglés y francés, son ejemplos de esta dinámica geopolítica, que hizo del Caribe
una extensión de las fronteras de los imperios europeos hasta la segunda mitad del siglo
XX, cuando los Estados Unidos imponen su hegemonía en la región insular.
En este sentido, es muy importante seguir los procesos de descolonización que se
desarrollan en El Caribe en el siglo XX, ya que estos van a desembocar en la formación
de comunidades políticas con diferentes tradiciones institucionales y culturales que harán
más pronunciada la diversidad entre el Caribe español, el inglés, el francés y el holandés.
2. ANÁLISIS GEOPOLÍTICO
El escenario actual.
Si revisamos nuevamente el mapa del Caribe insular, podríamos pensar que
estamos frente a un conglomerado de islas y una multitud dispersa de pequeños Estados
Nacionales. Ciertamente, el Caribe insular y continental cuenta con cerca de 23 Estados
nacionales independientes, surgidos de la descolonización del dominio inglés, francés y
holandés. Sin embargo, desde el punto de vista de la geografía política, esta multitud de
Estados forman parte de tres grandes esferas de influencia geopolítica: Las antiguas
colonias británicas se integran a la Comunidad Británica de Naciones, la Commonwealth,
constituida en 1926; las colonias francesas pasan a formar parte, en 1946, de los
Departamentos de Ultramar del Estado Francés; las islas Vírgenes danesas son adquiridas
por los Estados Unidos y pasan a formar parte, con Puerto Rico como Estado Libre
Asociado (1952), de los dominios norteamericanos en El Caribe. Y las posesiones
neerlandesas, islas de San Eustacio, Saha, parte holandesa de Saint-Martín, Bonaire y
Curazao, se integran a la Federación de Antillas Neerlandesas cuyo Jefe de Estado es la
Reina Beatriz de Holanda, al igual que en la Commonwealth, este cargo le corresponde a
la Reina Isabel II de Inglaterra.
Esta vinculación, que surge de los lazos históricos de dominación colonial, le da
al Caribe una dinámica geopolítica en gran parte determinada por los intereses
estratégicos de Gran Bretaña, Francia, Holanda y los Estados Unidos en la región, el
continente y el mundo. En ese sentido, más que comunidad de Estados nacionales
independientes, tendríamos una comunidad de bloques políticos. A esta realidad
geopolítica habría que agregar tres aspectos más, que le dan una gran importancia al
espacio caribeño, a escala continental y global.
En primer lugar, la comunicación interoceánica entre el Atlántico y el Pacífico pasa
por aguas del Caribe y cruza una nación costera como lo es Panamá. En segundo lugar,
el Caribe cuenta con importantes recursos naturales como petróleo y minerales
estratégicos que son de interés para las potencias capitalistas emergentes actuales, como
es el caso de China, ansiosa de recursos naturales para alimentar su crecimiento
económico, sin perder de vista la importancia tanto del Golfo de México, de Venezuela y
la fachada atlántica frente a la República Cooperativa de Guyana y Trinidad y Tobago,
con importantes cuencas de hidrocarburos.
Y un tercer factor de gran importancia económica: la transformación del Caribe
insular oriental en uno de los espacios financieros más importantes del planeta, donde
según los informes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) las
islas Bermudas, Bahamas, Turcas y Caicos, Dominica, Islas Vírgenes, Caimán, Aruba,
Barbuda, Anguilla, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Martín, San Vicente y las
Granadinas aparecen como importantes paraísos fiscales y bancarios. (Economía
Exterior: 2009) En 2003, por ejemplo, las Islas Caimán y Nassau (Bahamas) figuraban
entre las veinte principales plazas financieras del mundo. Evidentemente, que esta
especialización financiera es parte del crecimiento y expansión a escala planetaria de los
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ADELAIDE-MERLANDE, Jacques. (1994) Histoire Generales des Antilles et des
Guyanes. Paris : Ed. Caribéennes-Ed. L’Harmattan.
ARCINIEGAS, Germán. (1966) Biografía del Caribe. (2da. Edición) Buenos Aires:
Editorial Suramericana.
ESTUDIOS DE POLITICA EXTERIOR. (2009) Economía Exterior. Madrid. No. 49,
verano 2009. www.politicaexterior.com
FONER, Philip S. (1975) La guerra hispano/cubano/norteamericana y el nacimiento del
imperio norteamericano 1895-1898. Madrid: Akal editor. 2 tomos.
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