Perelmuter, Rosa. La Estructura Retórica de La Respuesta A Sor Filotea

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La estructura retórica de la Respuesta a Sor Filotea

Author(s): Rosa Perelmuter Pérez


Source: Hispanic Review, Vol. 51, No. 2 (Spring, 1983), pp. 147-158
Published by: University of Pennsylvania Press
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/472725
Accessed: 29-08-2017 12:53 UTC

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LA ESTRUCTURA RETORICA DE LA
RESPUESTA A SOR FILOTEA

LA Respuesta a Sor Filotea siempre ha tenido una bue


critica, aunque nunca tanto como en los ultimos anos
se la ha celebrado como uno de los primeros documentos
en las letras hispanoamericanas, dando lugar a trabajos c
primera feminista de America,"1 y ocasionando hasta un
sobre este tema en la revista Ms.2 Novedad aparte, hay d
principales por las que la critica se ha interesado en esta carta:
primero, porque constituye una valiosa fuente de informacion bio-
grafica, y segundo, porque se ve como algo "singular," raro ejemplo
de prosa llana, totalmente alejada de la prosa ornamentada y
retorcida del barroco del siglo xvII.3 Henriquez Urefia, por ejemplo,
admira "su gran valor de sinceridad y de llaneza, poco comun en

1Rosario Hiriart, Americas, 25 (1973), 2-7. Otros trabajos que se ocupan del
feminismo de Sor Juana son: Alberto J. Carlos, "La conciencia feminista en dos
ensayos: Sor Juana y la Avellaneda," en El ensayo y la critica literaria en Iberoa-
merica, ed. Kurt L. Levy y Keith Ellis (Toronto, 1970), pags. 33-41; Carlos E.
Castafieda, "Sor Juana Ines de la Cruz, primera feminista de America," Universidad
de Antioquia (Medellin, Colombia), 26, Nim. 104 (1951), 701-17; Jose Luis Martinez,
"Feminidad y coqueteria en Sor Juana," Ars (San Salvador), 1 (oct.-dic. 1951), 32-
36; Maria Jose de Queiroz, "Juana de la Cruz: O Feminismo ao Gosto Barroco,"
Minas Gerais, Suplemento Literdrio, 13 (13 sept. 1975), 1-2. De hecho, en Mexico,
en 1974, se le otorg6 oficialmente a Sor Juana el titulo de "Primera Feminista de
America." Vease la edici6n de la Respuesta preparada por el Grupo Feminista de
Cultura (Barcelona, 1979), pig. 19.
2 Judith Thurman, "Sister Juana: The Price of Genius," Ms., 10 (April 1973),
14-21. La autora dice que la Respuesta es "one of the greatest documents of Spanish
prose, and perhaps the first manifesto for the intellectual rights of women."
3 Por ejemplo, en el Pr6logo de Antonio Castro Leal a su edici6n de Sor Juana
Inis de la Cruz, Poesia, teatro y prosa (Mexico, 1973), pags. xxii-xxiii.

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aquellos tiempos," y asi dicen otros comentaristas.4 Aun los


mas criticaron a Sor Juana por su barroquismo, por su excesiva
adhesion a Gongora, dejan a un lado sus reparos para alabar abier-
tamente a la Sor Juana de la Respuesta. Uno de ellos es Francisco
Pimentel, critico mexicano de finales del siglo xix, cuya celebre
reaccion ante el Primero sueno no podria ser mas terminante:
",Que se saca en limpio de todo esto?," se pregunta perplejo tras
leer los primeros versos. A lo que el mismo responde: "Nada ab-
solutamente."5 Pimentel, no obstante, no hace mas que elogiar la
Respuesta, sefialando que "cuando Sor Juana cuenta sus propios
acontecimientos lo hace con naturalidad, sencillez y ternura."6
Estas palabras-naturalidad, sencillez, ternura-se repiten
una y otra vez en los numerosos estudios sobre la carta. Elizabeth
Wallace, por ejemplo, alaba efusivamente la espontaneidad de la
obra: "Se debe tener presente que Sor Juana escribio esta carta
con un coraz6n desbordado. No se trataba de hacer obra literaria.
No se trataba de hacer frases bonitas, eran estallidos de sus sen-
timientos que se producian en forma natural, impregnados de sin-
ceridad genuina."7 Anita Arroyo, por su parte, subraya la sencillez
de la carta: "Juana nos da su Verdad con claridad, naturalidad y
casta sencillez en un momento hist6rico de maxima oscuridad, de
artificio extremo y de retorica."8 Sin embargo, aunque Arroyo ve
la Respuesta como una excepcion, como un claro en esa selva de
artificio y ret6rica, se puede demostrar que la retorica de hecho
jugo un papel sumamente importante en la composici6n de la
carta. Bajo la sencillez y naturalidad que todos notan, se oculta
una elaboraci6n cuyo maximo acierto consiste precisamente en no
hacerse notar. Una lectura atenta advierte la continua selecci6n
operada, la maestria de Sor Juana en la argumentaci6n y presen
tacion de su caso, porque eso es lo que en esencia viene a ser la
Respuesta: una lograda defensa, un discurso que encuadra perfec-
tamente en la linea de la oratoria forense.

4 "Clasicos de America, 2: Sor Juana Ines de la Cruz," El Libro y el Pueblo, 7


(1932), 5.
5 Historia critica de la literatura y de las ciencias en Mexico (Mexico, 1885), pag.
169.
6 Historia critica, pag. 205.
7 Sor Juana Ines de la Cruz. Poetisa de corte y convento (Mexico, 1944), pag.
167.

8 RazSn y pasi6n de Sor Juana (Mexico, 1952), pag. 316.

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Estructura en "Sor Filotea" 149

En este trabajo nos propondremos, pues, estudiar la funci6n


de la ret6rica en la organizacion y contenido de la Respuesta,
usando como punto de partida las discusiones sobre el discurso
forense que se encuentran en los manuales de ret6rica clasicos.
Antes de proseguir, unas breves observaciones acerca de la
ret6rica y de su presencia en la obra de Sor Juana en general.
Aunque originalmente significaba ciencia del habla y se ejercitaba
primordialmente en el arte de hablar (ya fuera en el discurso
forense, el deliberativo, o el panegirico o epideictico), posterior-
mente la ret6rica se proyect6 sobre todas las formas literarias,
y su sistema paso a determinar la tradicion y tambien la produc-
cion literarias. En el Renacimiento la narrativa sigue tan fielmente
los moldes del discurso formal, que se la ha llamado "a literary
'counterfeit' oration."9 En la epoca de Sor Juana, la retorica era
una ciencia reconocida e indispensable, y se estudiaba en todas
las disciplinas. La autora misma apoya en la Respuesta el estudio
de este arte, explicando que le fue uitil para comprender "las fi-
guras, tropos y locuciones" de la Sagrada Teologia.10 Tambien sa-
bemos, a traves de la reconstruccion de su biblioteca, que Sor
Juana conocia las obras de Aristoteles, Ciceron, Quintiliano y otros
retoricos.11 De hecho, el primer parrafo de la Respuesta termina
con una maxima de Quintiliano, a quien cita de nuevo hacia el
final de la carta (11. 1163-64). En el resto de su produccion literaria,
las alusiones a la retorica son frecuentes. Por ejemplo, entre los
villancicos que aparecieron en 1676 dedicados a la Asuncion, el
septimo esta claramente basado en procedimientos retoricos. La
Virgen Maria es la "Retorica nueva," pues en su persona se en-
cuentra el mejor modelo para enseiiar este arte: "Su exordio fue
Concepcion / libre de la infausta suerte; / su Vida la narracion,

9Joseph F. Chorpenning, "Rhetoric and Feminism in the Cdrcel de Amor,"


BHS, 54 (1977), 1. Vease tambien William G. Crane, Wit and Rhetoric in the Re-
naissance (New York, 1937), esp. cap. xi, pags. 162-78. Crane tambien discute la
Cdrcel de Amor y, hablando de los discursos y cartas que componen la obra, sefiala
que "nearly all [are] of an oratorical nature." Con respecto a la traduccion inglesa
dice que "At times a speech is simply called an oration" (pag. 167).
10 L1. 319-20. Cito segun Obras completas de Sor Juana Ines de la Cruz, ed.
Alfonso Mendez Plancarte y Alberto G. Salceda (Mexico-Buenos Aires, 1957), Iv,
440-75. Las citas subsiguientes de la Respuesta se refieren a esta edicion; las lineas
en que figuran irin indicadas entre parentesis.
11 Ermilo Abreu G6mez, Sor Juana Ines de la Cruz. Bibliografia y biblioteca
(Mexico, 1934), pags. 342-45.

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/ la confirmacion su Muerte, / su epilogo la Asuncion."12 La sol


con que Sor Juana emplea el vocabulario retorico para formula
las imagenes en el poema habla a las claras de que su conocimie
del tema distaba de ser superficial. Su interes en la retorica se
refleja tambien en su admiracion por ciertos oradores de su tiempo,
a quienes dedica varias composiciones. Entre ellas se encuentran
las decimas al desconocido autor de un sermon de la Concepcion
(num. 105), las dedicadas al "Tulio espafol" (num. 106) y el soneto
al Padre Mansilla (num. 201).
Por otra parte, las exageraciones de algunos predicadores la
llevan a denunciarlos abiertamente, como sucede con el jesuita
portugues Antonio Vieyra, famoso maestro de la oratoria sagrada.
En su Carta atenagorica (1690), Sor Juana rebate la tesis que el
padre Vieyra habia expuesto en su "Serm6n del mandato"-pues
le parece excesivo atrevimiento el que este predicador haya dis-
crepado con los Padres de la Iglesia-y defiende admirablemente
a las autoridades patristicas. Su exposicion esta ordenada de
acuerdo con las divisiones del discurso forense, tal como las pre-
senta Ciceron en su De Partitione Oratoria (I.4; II.33-51): el exordio
o introducci6n va seguido de la narraci6n (el recuento de los hechos
del caso; 11. 71-131), despues la prueba (que contiene tanto la con-
firmaci6n o demostraci6n del argumento como la refutaci6n de las
afirmaciones contrarias; 11. 132-898) y la peroraci6n o conclusi6n
(11. 899-947).13 Sor Juana presenta su caso con tal habilidad que
el Obispo de Puebla encarga la publicacion de la Carta, afiadiendo
como apendice una carta suya a Sor Juana, firmada con el seu-
d6nimo de Sor Filotea de la Cruz. Aunque en esta carta el Obispo
elogia "la viveza de los conceptos, la discreci6n de las pruebas y
la energica claridad con que convence el asunto," luego pasa a
reprobar el excesivo interes de Sor Juana en los estudios profanos,
y la insta a dedicarse mas a las letras divinas: "No pretendo que
v. md. mude el genio renunciando a los libros, sino que le mejore,
leyendo alguna vez en el de Jesucristo."14 El tono es aparentemente
carifioso-aunque a veces decididamente sarcastico-pero la re-

12 Obras completas, II, 13, selecci6n ndm. 223. Los poemas de Sor Juana que se
mencionan mas adelante tambien figuran en este volumen, y el ndmero de la se-
lecci6n ira indicado entre parentesis en el texto.
13 La numeraci6n corresponde a la edici6n de la Carta atenagrica que aparece
en el t. IV de las Obras completas, pags. 419-39.
14 Obras completas, IV, 695.

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Estructura en "Sor Filotea" 151

criminacion es grave, especialmente si tenemos en cuenta que


le esta reprobando por no leer nada menos que la Biblia. Tres
meses despues, Sor Juana escribe su Respuesta a la muy ilustre
Sor Filotea de la Cruz.
A diferencia del de la Carta atenagorica, el tono de su Respuest
es, en general, como ella misma dice en el penultimo parrafo, de
"casera familiaridad." En esa seccion de la carta Sor Juana se
disculpa ante el Obispo, explicandole que la ficcion del seudon
termino por apoderarse de ella, y que a eso se debe el tono inf
de la carta. Se podria argiiir, sin embargo, que la informalidad
obedece a otras razones. Recuerdese que el Obispo la habia recri-
minado por su excesiva erudici6n profana. Si ahora ella contesta
con un despliegue de erudici6n semejante al de la Carta atena-
gdrica, ordenando sus pruebas segun la argumentacion escolastica
y asumiendo un tono polemico y formal, el resultado hubiera sido
contraproducente, pues estaria recalcando lo que le convenia
aminorar. De ahi que Sor Juana disimule un tanto el aspecto for-
mal o judicial de su Respuesta (o sea, el hecho de que lo que ha
compuesto es una defensa de sus derechos intelectuales), que en-
cubra su identidad de oratio bajo el disfraz de confidencia, de carta
familiar. De hecho, la carta familiar fue un genero muy popular
durante el Renacimiento. El adjetivo "familiar" por supuesto no
significaba que las cartas fueran obras inconsecuentes, escritas a
vuelo de pluma. Al contrario, la familiaridad se lograba tras una
labor consciente, un esfuerzo premeditado, y existian manuales
especiales para ayudar a conseguir este efecto. El formulario de
Erasmo (Libellus de Conscribendis Epistolis, 1521), por ejemplo,
fue una obra de consulta muy popular.15 Los tratados que precep-
tuaban el arte de escribir cartas o ars dictaminis seguian muy de
cerca las teorias de la retorica clasica.16 La division de la carta en

15 Las cartas familiares de Cicer6n y las epistolas morales de S6neca tambien


fueron ampliamente utilizadas como modelos. Vease William Mills Todd III, The
Familiar Letter as a Literary Genre in the Age of Pushkin (Princeton, 1976), esp.
pags. 21-22; y tambien E. N. S. Thompson, Literary Bypaths of the Renaissance
(New Haven, 1924), cap. titulado "Familiar Letters."
16 Crane lo explica asi: "The Renaissance treatises on letter writing were almost
entirely restatements of the rules of ancient oratory, even to the point of classing
epistles as deliberative, demonstrative, and judicial. Erasmus or Macropedius
might admit a fourth category, embracing the familiar letter; yet they, like other
authorities, did little more than repeat the formulae of traditional rhetoric. All
letters, according to their directions, must conform to the structural divisions of

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cinco partes esta claramente derivada de la division del discurso:


salutaci6n, captatio benevolentiae, narracion, peticion y conclusi
No es de extraniar, entonces, que en la Respuesta, donde se a(una
la autobiografia y la autodefensa, encontremos rasgos de ambos
generos. Por ejemplo, en las apelaciones al destinatario, Sor Juana
a veces parece estar dirigiendose en verdad a una "religiosa de
velo," hermana suya (1. 1422), utilizando formulas del lenguaje
conversacional, muy a proposito en una carta familiar. Formulas
como ",que os pudiera contar, Sefiora?," "como sabeis, Seiora,"
"Y asi, Sefora," y otras de este tipo. En cambio, en otros momentos
se desvanece esta ilusion y, ayudado por la terminologia legal que
se encuentra por toda la carta (palabras como "proposicion," "con-
firmacion," "argumento," "pruebas," etc.), el tono se formaliza y
nos parece estar escuchando una apelacion ante un tribunal, como
cuando Sor Juana le dice a su interlocutora: "Remito la decision
a ese soberano talento, sometiendome luego a lo que sentenciare"
(11. 840-42). Mas adelante regresaremos a este pasaje. La Res-
puesta, entonces, ya sea vista como discurso forense o carta fa-
miliar o una fusion de ambos generos, esta cuidadosamente con-
certada y tiene una estructura definida, estructura que se ajusta
sin dificultad a los canones de la retorica.
Observada de conjunto, la Respuesta contiene las mismas sec-
ciones que senialamos en la Carta atenagdrica: exordio, narracion
(11. 216-844), prueba (11. 845-1418) y peroracion (11. 1419-38). Per
aqui, en armonia con la intencion de informalidad, la narracion-
y no la prueba-es la seccion mas extensa. El exordio esta cui-
dadosamente estructurado. La funci6n de esta seccion introduc-
toria es obtener la benevolencia, atenci6n y docilidad del oyente.
Los oradores, conscientes sin duda de la importancia del exordio,
acudian a unos repertorios de formulas de probada eficacia para

an oration" (pag. 77). La aplicacibn de las teorias de la ret6rica clasica al arte de


escribir cartas se remonta al siglo XI, principalmente a la figura de Alberico de
Montecassino, y se ve afianzada ya a partir del siglo xII. Vease Aldo Scaglione, Ars
Grammatica (Den Haag, 1970), esp. la fitil bibliografia sobre Montecassino y las
ret6ricas epistolares, pag. 139; tambien James J. Murphy, Rhetoric in the Middle
Ages (Berkeley, 1974), cap. v, esp. pags. 224-25; y Thompson, Literary Bypaths, pag.
94.

17 Segun Cicer6n (De Inventione, I.xiv.20), "Exordium est oratio animum au-
ditoris idonee comparans ad reliquam dictionem; quod eveniet si eum benivolum,
attentum, docilem confecerit."

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Estructura en "Sor Filotea" 153

los exordios, en busca del tema o de la f6rmula introductoria que


mejor viniera al caso. Sor Juana se sirve abundantemente de estos
topicos. La llamada "f6rmula de modestia afectada" se percibe de
inmediato. Los manuales aconsejaban que se adoptara desde el
principio una actitud humilde y suplicante, ya que creaba un es-
tado de animo favorable en el oyente.18 Sor Juana comienza dis-
culpandose por su demora en contestar la carta de Sor Filotea,
atribuyendola a su "poca salud" y "justo temor." Este tipo de
excusa, por la que el orador alude a su propia debilidad y a su
escasa preparacion, deriva de la oratoria forense, y Quintiliano la
registra en sus Institutos de oratoria (Iv.i.8) como formula para
captar la benevolencia del juez. Debido a su popularidad, este t6-
pico pronto paso a otros generos, y Curtius lo ha trazado en nu-
merosos escritores.19
A lo largo de esta secci6n (y de hecho por toda la carta, pues
la f6rmula de modestia no esta limitada al exordio), Sor Juana
continua presentandose como una vasalla humilde y respetuosa.
Lo hace de dos formas. Por una parte enaltece el caracter de su
oyente, como en el pasaje donde-en un despliegue un tanto hi-
perb6lico-emplea una serie de superlativos para caracterizar la
carta de Sor Filotea ("vuestra doctisima, discretisima, santisima
y amorosisima carta" [11. 6-7]).20 Por otra, rebaja su propia valia,
empleando "f6rmulas de empequeiiecimiento."21 Sor Juana insiste
en su ineptitud, su insignificancia, usando expresiones derogato-
rias como "mi torpe pluma" (1. 4), "mis borrones" (1. 14) y mas
adelante, preguntas retoricas como "Lde d6nde, venerable Sefiora,

18 Ciceron, De Inventione, I.xvi.22.


9 Ernst Robert Curtius, Europaische Literatur und lateinisches Mittelalter
(Bern, 1963), pag. 93.
20 El dirigirse a Sor Filotea al comienzo de la carta como "Muy ilustre Seiiora,"
asi como el empleo de estos adjetivos y otros casos semejantes bien puede ser
resabio de la tradicion epistolar cristiana. James H. Baxter explica a prop6sito de
las epistolas de San Agustin que la jerarquia eclesiastica determin6 el uso de
ciertos titulos segin el rango del corresponsal lo requeria: "To a reader unaccus-
tomed to Christian Latin letters the use of honorific titles will appear at first
strange and cumbersome .... The title bestowed by a writer upon his correspon-
dent depends upon the circumstances of their respective relations, the purpose of
the letter, and the degree of veneration and respect which the writer thought
proper to assume" (en su edici6n de St. Augustine. Select Letters [London, 1930],
pags. xxxviii-xxxix).
21 Curtius, Europdische Literatur, pag. 94.

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154 Rosa Perelmuter Perez HR, 51 (1983)

de d6nde a mi tanto favor? ,Por ventura soy mas que una pobr
monja, la mas minima criatura del mundo y la mas indigna de
ocupar vuestra atencion?" (11. 34-38). En su carta, entonces, las
formulas de humildad aparecen al lado de las protestas de inca-
pacidad, pero con tanta insistencia que, anticipando el escepti-
cismo de su lector (quien sin duda reconoceria en sus palabras las
formulas de modestia tradicionales), le advierte: "No es afectada
modestia, Sefiora, sino ingenua verdad de toda mi alma" (11. 44-
45). El procedimiento de Sor Juana es comparable con el de Ci-
ceron en el proemio al Orador: le explica a Sor Filotea que res-
ponder a su carta es algo que esta por encima de sus fuerzas (11.
69-70), que mejor seria callar, y al fin accede a continuar solo
porque su destinatario se lo merece (11. 91-99). Mas adelante, en
la prueba, Sor Juana regresa a este punto, recordandole a Sor
Filotea que ha decidido responder, pero aniade: "Y protesto que
solo lo hago por obedeceros; con tanto recelo, que me debeis mas
en tomar la pluma con este temor, que me debierades si os re-
mitiera mas perfectas obras" (11. 984-87). Esta popular excusa,
conocida por el "t6pico de la obediencia," a menudo acompaniaba
a las formulas de modestia.22 Volviendo al exordio, en las lineas
104-05 podemos observar que Sor Juana se dispone a discurrir
("ya no me parecen tan imposibles los [reparos] que puse al prin-
cipio"), pero antes de hacerlo se asegura de la docilidad de su juez,
alabando su pasada generosidad y, en las lineas 115-16, agrade-
ciendole el haberle concedido "benevola licencia" para "hablar y
proponer" en su "venerable presencia" (n6tese que "proponer" es
un termino legal que significa presentar argumentos en pro y en
contra).
Siguiendo el modelo de Ciceron, quien sugiere que ya en el
exordio se introduzca la exposicion o parte de la exposicion del
caso, Sor Juana comienza su defensa de las acusaciones que Sor
Filotea le habia hecho en su carta.23 Dado que en este caso su juez
y su acusador son la misma persona, procede con cautela. Por una
parte, demuestra arrepentimiento y humildad, y asi le dice: "Re-

2 Curtius lo explica asi: "Oft ist die Bescheidenheitsformel verbunden mit der
Mitteilung, man wage sich nur deshalb an das Schreiben, weil ein Freund oder ein
Gonner oder ein Hoherstehender eine entsprechende Bitte, einen Wunsch, einen
Befehl geaussert habe" (pag. 94).
23 Vease James J. Murphy, A Synoptic History of Classical Rhetoric (New York,
1972), pag. 119.

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Estructura en "Sor Filotea" 155

cibo en mi alma vuestra santisima amonestacion de aplicar el


estudio a Libros Sagrados, que aunque viene en traje de consejo,
tendra para mi sustancia de precepto" (11. 117-20). Pero a continua-
cion presenta una larga defensa con la que (1) justifica el no de-
dicarse a las Letras Sagradas, aduciendo que lo prohibe "el sexo,
la edad y, sobre todo, las costumbres" y (2) mantiene que no debe
ser censurada por su inclinacion a las letras porque, en primer
lugar, es un "natural impulso" que Dios puso en ella y, en segundo,
porque lo que ha escrito ha sido "por obligaci6n y con repug-
nancia."24 Con relacion a esto ultimo-una repeticion del topico
de la obediencia-convendria recordar unas palabras de Curtius:
"Unzihlige mittelalterliche Autoren versichern, sie schrieben auf
Befehl. Die Literaturgeschichten nehmen das als bare Miinze.
Doch ist es meistens nur ein topos."' Antes de poner fin a su
exordio, Sor Juana apela a la simpatia de su oyente, relatando las
reprensiones y las dificultades que ella ha sufrido. Por ultimo hace
uso de otra formula introductoria, el lugar comun denominado
"ofrezco cosas nunca antes dichas,"26 cuando afirma: "Si yo pudiera
pagaros algo de lo que os debo, Sefiora mia, creo que solo os pagara
con contaros esto, pues no ha salido de mi boca jamas, excepto
para quien debio salir. Pero quiero que con haberos franqueado
de par en par las puertas de mi corazon, haciendoos patentes sus
mas sellados secretos, conozcais que no desdice de mi confianza
lo que debo a vuestra venerable persona y excesivos favores" (11.
207-14). Habiendo aguzado el interes de su lector de esta forma,
Sor Juana ya esta lista para pasar a la narracion de los hechos,
que es la seccion que sigue.
El principio de la narracion esta claramente indicado. Empieza
asi: "Prosiguiendo en la narracion de mi inclinacion, de que os
quiero dar entera noticia, digo que no habia cumplido los tres
anios," etc. Lo mismo ocurre cuando termina esta larga seccion.
Alli le explica a Sor Filotea que concluira su discusion para no
cansarla (el llamado topico del fastidium):27 "[Acabare] por no
cansaros, pues basta lo dicho para que vuestra discrecion y tras-

24 Sor Juana vuelve a hacer hincapie en esto-que su inclinaci6n a las letras


es un don divino-dos veces mas, ambas en la narraci6n (11. 286-87 y 498-99).
5 Curtius, Europaische Literatur, pag. 95.
26Curtius, Europdische Literatur, pag. 95. Tambien en Rhetorica ad Herennium
(I.4.7) y Aristoteles (Retorica, III.14.9).
7 Curtius, Europaische Literatur, pdg. 95.

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156 Rosa Perelmuter Perez HR, 51 (1983)

cendencia penetre y se entere perfectamente en todo mi natura


y del principio, medios y estado de mis estudios" (11. 831-34). Y
como si esto no fuera suficiente para indicar el fin de su narraci6n,
en el pr6ximo parrafo, donde se introduce la divisio (o sea, la
exposici6n del argumento que se dispone a probar), ella lo repite,
diciendo, "pues esto no ha sido mas de una simple narracion de
mi inclinacion a las letras" (11. 842-44). Esta insistencia en sub-
rayar, en marcar los limites de su narracion, apunta hacia la im-
portancia que esta seccion tiene para ella. Despues de todo, es aqui
donde explica por que ha estudiado, lo mucho que ha sufrido ha-
ciendolo y lo mucho que le esta costando el haberlo hecho, y estas
son razones que su oyente tiene que tener bien presentes antes de
escuchar su prueba. La estrategia que Sor Juana sigue aqui al
recurrir al ethos (modo de persuasion por el que se trata de ganar
el beneplacito del juez enalteciendo el caracter del orador) es ba-
sicamente aquella recomendada por Aristoteles en El arte de la
retorica, cuando advierte que es conveniente que el orador narre
cualquier cosa que valga para demostrar su virtud (IIm.16.5). Sor
Juana tambien hace uso del pathos (una exhortacion a los senti-
mientos del publico), senialando las vicisitudes que le ha ocasionado
su "negra inclinacion" y los "aspides de emulaciones y persecu-
ciones" (11. 511-12) que se han levantado contra ella. En esto
coincide con lo aconsejado por Ciceron, quien explica que hemos
de lograr la benevolencia del oyente si amplificamos sobre los in-
fortunios que nos han sobrevenido o las dificultades que nos acosan
(De Inventione, 1.16.22).
Aun cuando inicie la prueba, necesariamente la parte mas ri-
gurosa o formal de su discurso, Sor Juana lo hara sutilmente,
evitando el vocabulario juridico dentro de lo posible. La divisio
(o proyecci6n de los puntos principales), por ejemplo, esta for-
mulada indirectamente: "Si estos, Sefiora, fueran meritos (como
los veo por tales celebrar en los hombres), no lo hubieran sido en
mi, porque obro necesariamente. Si son culpa, por la misma razon
creo que no la he tenido" (11. 835-38). 0, dicho de otro modo, mas
al grano: Opino que no soy culpable, y no lo soy por dos razones:
primero, porque esto de que se me acusa no es injurioso-si acaso,
es todo lo contrario, puesto que se celebra en los hombres; y se-
gundo, porque esta inclinacion mia es un don que Dios me dio y
que no puedo evitar. La apelaci6n al juez que sigue (la formalidad
juridica llamada permissio, mediante la cual se pone el caso en

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Estructura en "Sor Filotea" 157

manos del juez) marca el cambio a un tono mas formal: "Remito


la decision a ese soberano talento, sometiendome luego a lo que
sentenciare, sin contradicci6n ni repugnancia" (11. 840-42). En un
pasaje de la Rhetorica ad Herennium (iv.33) que Sor Juana bien
pudo haber tenido presente, se recomienda esta formula como tac-
tica para despertar la simpatia del auditorio. Aqui tambien sirve
de eficaz transicion a la prueba.
En ella Sor Juana argumenta a favor de los derechos de la
mujer de estudiar y escribir libremente, y emplea dos tipos de
prueba: la inductiva (por medio de ejemplos, como cuando da un
catalogo de mujeres doctas que fueron celebradas en la antigiie-
dad,28 o cuando enumera aquellas mujeres que, en su propia epoca,
sobresalen por su discrecion) y la deductiva (por medio de enti-
memas). Sor Juana pasa del plano universal (los derechos de la
mujer) al particular (una consideracion de su propio caso). Prueba
(1) que el escribir la Carta atenagorica no fue un crimen, (2) que
tampoco lo es el escribir versos y (3) que su condicion de mujer
tampoco hace que el escribir versos sea algo criminal. Despues de
emplear toda esta terminologia legalista, Sor Juana tiene que dar
marcha atras, o por lo menos, mitigar la impresion de que ha
estado redactando una defensa, y a esto dedica el resto de la prueba.
Sostiene (contradiciendo gran parte de su carta) que, dada su
"aversion natural" por ese genero de cosas, nunca tomara la pluma
en su defensa y que, ademas, ella no se tiene por impugnada (11.
1303-10). Regresando al tono humilde que habia empleado en el
exordio, le dice a Sor Filotea que su deseo es callar, y que su deber
como catolica es ser tolerante (11. 1321-52). Con esta vuelta al tono
de la introduccion-a su modestia-va preparando a su corres-
ponsal para la conclusion. Antes de entrar en ella, vuelve a valerse
del ethos, subrayando los aspectos favorables de su caracter,
su generosidad, su indiferencia ante la fama, etc.
Esta nota final produce el pathos necesario para llevarla a la
peroracion. En lugar de la tradicional recapitulacion de los ar-
gumentos (que sin duda hubiera destruido el efecto de intimidad
tan cuidadosamente creado), Sor Juana utiliza la conclusion para

28 Sor Juana no se limita a hacer un catalogo. Para captar la atencion de su


corresponsal, actualiza la narraci6n por medio del verbo ver, empleando la tecnica
que Arist6teles denomina "presentar las cosas ante los ojos" (Retorica, II.10.6):
"Veo adorar por diosa de las ciencias a una mujer como Minerva.... Veo una
Pola Argentaria.. . . Veo a una Cenobia" (1. 863 et passim).

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158 Rosa Perelmuter Perez HR, 51 (1983)

reforzar sus vinculos con el lector. En sus Institutos de oratoria,


Quintiliano sefiala que en ocasiones es mas provechoso tratar de
convencer al juez apelando a sus emociones que por medio de un
recuento de los hechos del caso (Iv.Pr.6; vI.i.23). Y esto es preci-
samente lo que Sor Juana hace. Hacia la despedida, el tono-
ayudado por los juegos de palabras-se vuelve informal, casi tra-
vieso, como en el pasaje que comienza en la linea 1426: "Si os
pareciere incongruo el Vos que yo he usado por parecerme que
para la reverencia que os debo es muy poca reverencia la Reveren-
cia, mudadlo en el que os pareciere." Habiendo salvado la distancia
entre juez y reo, entonces, Sor Juana mantiene el acercamiento
afectivo que le permite poner fin a su carta con una nota de fa-
miliaridad muy eficaz.
Las observaciones sobre la estructura de la Respuesta que he-
mos apuntado aqui establecen, creemos, la familiaridad de Sor
Juana con los preceptos retoricos y la habilidad con que se sirvio
de ciertos elementos para lograr la perfecta trabazon de su dis-
curso. Ahora bien, el hecho de que en la carta se pueda observar
esta estructura de por si ni elimina ni confirma la espontaneidad
u originalidad de la obra. Despues de todo, las reglas de la retorica
fueron originalmente formuladas inductivamente: del analisis de
los discursos de los mejores oradores nacieron los preceptos que
los demas luego imitaron. La ordenaci6n del discurso de Sor Juana
pudo por lo tanto haber sido fruto de una elaboracion inconsciente,
intuitiva. Habiendo dicho esto, podemos aventurar nuestro parecer
de que en el caso de Sor Juana, teniendo en cuenta su erudici6n,
su producci6n literaria y el momento hist6rico en que vivio, fueron
la retorica en general y el discurso forense en particular los que
le ofrecieron un patron para presentar sus ideas y defenderlas de
forma coherente. No se debe hablar, pues, de la "espontaneidad,"
"naturalidad" y "sencillez" de la Respuesta sin antes recordar que
se trata de una espontaneidad sabia, de una sencillez docta, que
trata de encubrir-aunque no logra hacerlo del todo-su deuda
con el arte de la ret6rica.
ROSA PERELMUTER PEREZ
University of North Carolina, Chapel Hill

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