Investigación de Mercantil

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Los contratos mercantiles en Venezuela:

1. Noción: el derecho venezolano distingue entre ventas civiles y mercantiles. La


compraventa como se conoce hoy día, constituye la forma típica del ejercicio de la
actividad comercial, y consiste en un contrato o negocio jurídico entre vivos, bilateral,
patrimonial, e instrumento para el tráfico jurídico, por el cual una persona, sea o no
propietaria o poseedora de la cosa objeto de la convención, se obliga a entregarla o
hacerla adquirir en propiedad a otra persona, que se obliga por su parte a pagar un
precio convenido y la compra para revenderla o alquilar su uso, a través de
espontáneas y motivadas declaraciones de voluntad jurídicamente relevantes (es
precisamente el objetivo de hacer un acto de comercio lo que convierte al contrato en
mercantil). Cabe destacar que la noción de contrato se encuentra especificada en el
art. 1133 del C.C. venezolano. (Sin fuente)

1. Noción: En el Código Civil venezolano, está definido en el Artículo 1133 en los


siguientes términos: “Una convención entre dos o más personas para constituir, reglar,
transmitir, modificar o extinguir entre ellas un vínculo jurídico”, pero lo que hace a un
contrato mercantil es el ánimo de realizarlo para revender el bien objeto del contrato, o
sacar alguna ganancia del mismo2.

2. Características: Son, en principio, las mismas que las de los contratos civiles

2.1. Según surjan Obligaciones para una o ambas partes de un Contratos son
unilaterales y bilaterales

Contrato unilateral: es un acuerdo de voluntades que engendra solo obligaciones para


una parte.

Contrato bilateral: es el acuerdo de voluntades que da nacimiento a obligaciones para


ambas partes.

Esta clasificación tiene importancia, entre otros, para efectos de la teoría o problemas
de los riesgos y la excepción de contrato no cumplido.

Cuando en un contrato unilateral existen obligaciones que impliquen la transferencia de


una cosa, si está se destruye por caso fortuito o fuerza mayor es necesario poder
establecer quién debe de sufrir la pérdida. La cosa siempre perece para el acreedor (en
los contratos traslativos de dominio el acreedor es el dueño; mientras en los contratos
traslativos de uso, el acreedor a la restitución es el dueño y la cosa perece para él). Si
el contrato fuere bilateral no habría posibilidad de plantear el problema, porque esta
cuestión supone que siendo las obligaciones recíprocas, una parte no cumple
entregando la cosa, por un caso de fuerza mayor y en atención a esto la otra parte
debe cumplir, ya que no es imputable el incumplimiento del deudor. La excepción de
contrato no cumplido (exceptio non adimpleti). En todas contratos bilterales, que
generan obligaciones recíprocas, cuando una parte no cumple o se allana a cumplir,
carece de derecho para exigir a la otra el cumplimiento de su obligación, y si a pesar de
ello pretendiera exigir judicialmente el cumplimiento por una demanda, el demandado le
opondrá la excepción de contrato no cumplido.

2.2 Según el fin perseguido por las partes

Contratos onerosos y gratuitos

Contrato oneroso: es aquél en el que existen beneficios y gravámenes recíprocos, en


éste hay un sacrificio equivalente que realizan las partes; por ejemplo, la compraventa,
porque el vendedor recibe el provecho del precio y a la vez entrega la cosa, y
viceversa.

Contrato gratuito: sólo tiene por objeto la utilidad de una de las dos partes, sufriendo la
otra el gravamen. Es gratuito, por tanto, aquel contrato en el que el provecho es para
una sola de las partes, como por ejemplo el comodato.

2.3. Según La determinación de las prestaciones de alguna de las partes dependa de


un hecho casual o no.

Contratos conmutativos y aleatorios

Contrato conmutativo: es aquel contrato en el cual las prestaciones que se deben las
partes son ciertas desde el momento que se celebra el acto jurídico, un ejemplo muy
claro es el contrato de compraventa de una casa.

Contrato aleatorio: es aquel que surge cuando la prestación depende de un


acontecimiento futuro e incierto y al momento de contratar, no se saben las ganancias
o pérdidas hasta el momento que se realice este acontecimiento futuro. Ejemplos son
el contrato de compraventa de cosecha llamado de "esperanza", apuestas, juegos, etc.
Lo que principalmente caracteriza a los contratos aleatorios:

La incertidumbre sobre la existencia de un hecho, como en la apuesta, o bien sobre el


tiempo de la realización de ese hecho (cuándo). La oposición y no sólo la
interdependencia de las prestaciones, por que cuando la incertidumbre cesa,
forzosamente una de las partes gana y la otra pierde, y, además, la medida de la
ganancia de una de las partes es la medida de la pérdida de la otra.

3.4. Según su Carácter: Contratos Preparatorios, Contratos Principales, Contratos


accesorios y contratos conexos

Contratos Preparatorios: Son los que tienen por objeto crear un estado de derecho que
pueda seguir de base o fundamento a la celebración de otros contratos posteriores.

Contrato principal: es aquel que existe por sí mismo, en tanto que los accesorios son
los que dependen de un contrato principal. Los accesorios siguen la suerte de lo
principal porque la nulidad o la inexistencia de los primeros origina a su vez, la nulidad
o la inexistencia del contrato accesorio.

Contratos accesorios: son también llamados "de garantía", porque generalmente se


constituyen para garantizar el cumplimiento de una obligación que se reputa principal, y
de esta forma de garantía puede ser personal, como la fianza, en que una persona se
obliga a pagar por el deudor, si éste no lo hace; o real, como el de hipoteca, el de
prenda, en que se constituye un derecho real sobre un bien enajenable, para garantizar
el cumplimiento de una obligación y su preferencia en el pago.

Contratos Conexos:

Son aquellos en los cuales existe una conexión tan intima entre ellos, que no se
pueden considerar como contratos independientes, por tener una finalidad común que
requiere necesariamente la existencia de los dos contratos. Tienen una causa común,
la nulidad de uno produce la nulidad de otro. Generalmente son contratos innominados.

3.5. Según la Duración de la ejecución de las prestaciones. Por la forma como nacen y
como concluyen. Contrato de tracto o cumplimiento instantáneo y de Tracto sucesivo.
Contratos instantáneos y de tracto sucesivo Contrato instantáneo: son aquellos que se
cumplen en el mismo momento en que se celebran, es decir, su cumplimiento se lleva
a cabo en un solo acto. Contrato de Tracto Sucesivo: es aquel en que el cumplimiento
de las prestaciones se realiza en un periodo determinado, y que, por deseo de las
partes se puede extender para satisfacer sus necesidades primordiales y éstos
términos pueden ser:Contratos Preparatorios: Son los que tienen por objeto crear un
estado de derecho que pueda seguir de base o fundamento a la celebración de otros
contratos posteriores.

3.6. Por la Forma como se Perfeccionan: Contratos Consensuales, Contratos reales y


Contratos Solemnes3.

3.7 INTERPETACIÓN DE LOS CONTRATOS MERCANTILES:

el precepto fundamental sobre interpretación jurídica está contenido en el artículo 4 del


Código Civil, según el cual debe atribuirse a la ley el sentido que aparece evidente del
significado propio de las palabras, según la conexión de ellas entre sí, y la
intención del legislador. Esta norma solo se refiere a la interpretación de las leyes, pero
ha sido invocada a propósito de la interpretación de los contratos, aun cuando ellas no
son totalmente equiparables4.

En algunas leyes especiales existen reglas dispersas sobre interpretación de algunos


tipos contractuales26, pero solo existe una disposición legal que expresamente se
refiere a la interpretación de todo tipo de contratos. El último enunciado del artículo 12
del Código de Procedimiento Civil dispone que en la interpretación de contratos o actos
que presenten oscuridad, ambigüedad o deficiencia, los Jueces se atendrán al
propósito y a la intención de las partes o de los otorgantes, teniendo en mira las
exigencias de la ley, de la verdad y de la buena fe. Aunque esta regla también se
refiere a los actos jurídicos, nos limitaremos a examinar cómo funciona para interpretar
los contratos. Primero, debe observarse que esta regla solo remite al propósito e
intención de los contratantes, pero nada dice sobre otros métodos hermenéuticos,
como lo es, por ejemplo, el método literal-gramatical. Sin embargo, queda
sobreentendido que este método debe seguirse,puesto que el texto es el punto de
partida del proceso interpretativo, y sería absurdo buscar el espíritu del contrato o
la intención de las partes, sin antes examinar lo que ellas mismas han declarado.
En segundo lugar, debe observarse que el artículo 12 solo se refiere a la
interpretación de los contratos que presentan tres tipos de problemas:
ambigüedades (el texto admite dos o más interpretaciones), deficiencias (tiene
fallas o defectos), u oscuridades, usualmente causadas por declaraciones
vagas, redundantes, inoperantes, contradictorias o simplemente mal redactadas. Y
como ese precepto solo se refiere a los contratos que tienen esas dificultades,
podría interpretarse, a contrario, que no es aplicable si las declaraciones
contractuales son claras. En línea con esa afirmación, tradicionalmente se ha sostenido
que si un contrato es diáfano, el intérprete no debe consultar su espíritu, pues un
texto claro no necesita interpretación5.

4. Bibliografía y fuentes consultadas

1. Código civil venezolano, editorial la torre, caracas, 1983, 1era. Edición, P.259.

2. Garay, Juan y Garay, Miren: "Código de Comercio Comentado", Corporación AGR,


Caracas, venezuela, 2013, P.109 y 110.

3. Gónzales, emelina: "Todo sobre los contratos", universidad Rómulo Gallegos, san
Juan De los Morros, venezuela, 2009, P. 1 y 2, disponible en:
https://m.monografias.com/trabajos74/todo-sobre-contratos/todo-sobre-contratos2.shtml

4 Morles Hernández, Alfredo, Curso de Derecho Mercantil,


Caracas,Universidad Católica Andrés Bello, 2006, Tomo IV (Los
contratos Mercantiles (Derecho consucursal),P. 2249-2250

5. Bermudez, José Rafael: “Interpretación de contratos y metodología jurídica”,


academia de ciencias políticas y sociales, tomo 1, caracas, venezuela, 2004, P.93-116

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