0105 1956 12 Mundo Hispanico

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VIDA DEL POETA ESPAÑOL JUAN RAMON JIMENEZ

MVNDO (PREMIO NOBEL DE LITERATURA 1956)

EL BELEN HUMANO DEL VALLE DE ANDORRA

HISPANICO VIAJE TRIUNFAL DEL «CIUDAD DE TOLEDO»


N.° 105 - 15 PESETAS
V U ELE P O R

'/ y v íï?

BERM U D A S
N U EVA Y O R K
B A R R A N Q U IL L A
BOGOTÁ
CARACAS, PANAMA', QUITO, LIMA,
SANTIAGO DE CHILE, SAN JOSÉ,
MANAGUA, JAMAICA, etc.

AVÍA MCA A E R O V I A S N A C I O N A L E S DE C O L O M B IA
LA E MP R E S A DE AVI ACI ON MAS A N T I G U A DE A ME R I C A

P A RA M A S D ETA LLES, C O N S U L T E A SU
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PELIGROS, 1 M A D R I D LIBRETAS DE A H O R R O S
am blen En el p ró xim o mes de enero se pondrán a la venta los
índices genera'es de M V N D O H IS P A N IC O . El tom o com ­

en prende los siguientes años:

1948 - 1949 - 1950 - 1951 - 1952


Nos perm itim os molestar a ustedes con nalidad», algunas palabras, como «dismi­ 1953 - 1954 - 1955 - 1956
una consulta que mucho nos agradaría nuido», «distribuidos», en las que no se
que nos pudiesen resolver. ha suprimido la tild e en el diptongo men­
Encontramos en algunos folletos en que cionado. Estos índices están confeccionados por años, y d e n tro de
se detallan las nuevas normas o rto g rá fi­ ¿Podrían aclararnos la duda que con
cas y prosódicas adoptadas por la Real este m otivo se nos produce? ¿Y podrían cada año, por autores (alfabético) y m aterias
Academia, en mayo de 1952, que en las indicarnos tam bién dónde adquirir la obra
voces llanas se ha suprim ido el acento en que se hayan recopilado las m o difica­
El precio del tom o será de DIEZ PESETAS
en la sílaba «u¡». Ejemplo: «destruido», ciones aprobadas por la Real Academia?
«concluido», etc. Ahora bien, hojeando JOSE GISBERT
el número 100 de MVNDO HISPANICO,
HAGA YA SU PEDIDO A LA
encontramos en la página 6, en el ar­ Papelería y Editorial Gisbert y Cía., S. A.
tícu lo «Los beneficios de la doble nacio­ Casilla 195. La Paz (Bolivià). Administración de MVNDO HISPANICO

Alcalá Galiano, 4 - M AD RID


E l original de la carta a terior fué remitido por
la Redacción de M V N D O H IS P A N IC O al excelentí­
simo señor don Julio Casares, secretario perpetuo de
la Real Academia Española, quien ha tenido la aten­
ción de enviar nos la siguiente réplica :

En la consulta que se me ha transmitido, procedente de la Casa Gisbert


y Cía., de La Paz, se desea saber por qué en determinado artículo de
ASTURI AS HOY
MVNDO HISPANICO aparece con acento en la «i» las palabras «destruido»,
«concluido», etc., siendo así que en las «Nuevas normas de Prosodia y
Potencia humana y económica
Ortografía», aprobadas por la Real Academia Española en 1952, se dispone de una región en su hora estelar
la supresión de dicho acento.
La explicación es bien sencilla. En la última de esas «Normas», la 44,
puede leerse lo siguiente: «Las precedentes normas... serán de aplicación Un núm ero e x tra o rd in a rio de M V N D O H I S P A N I C O
"potestativa" hasta tanto que dichas normas se articulen en la nueva edi­
ción reformada de la "Gramática".» Y como esta edición reformada no se
que se pondrá a la venta en el p róxim o mes de enero
ha publicado todavía, las expresadas normas no han pasado a ser «precep­
tivas», esto es, de aplicación obligatoria para cuantos acatan la autoridad A stu ria s, pieza clave de la economía
de la Academia. Existe, pues, actualmente plena libertad para el que es­
cribe de marcar o no el acento en la sílaba «ui» de los participios de española; la m ina, el acero y el
verbos term'nados en «-uir».
Esta situación lleva trazas de prolongarse, porque, en el reciente Con­
h ie rro ; la energía hidráulica y té r­
greso de Academias de la Lengua Española celebrado en Madrid, han sido m ica, la ganadería, el paisaje, el
muchas las observaciones formuladas respecto de las «Nuevas normas» por
varias Academias americanas, en vísta de lo cual se ha resuelto que se hom bre, las costum bres, las ciudades
dirija a todas ellas la oportuna consulta, a fin de que, mediante un acuerdo
corporativo, manifiesten su parecer acerca de las diferentes cuestiones que
plantean las mencionadas normas.
Pedidos a Al cal á Gal i ano, 4, y Pi zar r o, 17
El folleto que contiene las «Nuevas normas»— y con esto contesto a otra
pregunta que se hace en la consulta— puede adquirirse por el precio de
20 pesetas en las oficinas de la Academia Española, Felipe IV , número 4
(Madrid), que también sirven pedidos por correo.
Vea en qué otra cosa puedo servirle, señor director, su atto. amigo.
JULIO CASARES

MVNDO HISPANICO
N U M E R O ESPECI AL D E D I C A D O A
Respondiendo a su cordial invitación, En el número 84 de MVNDO H IS PA N I­
en el número 88, a com entar los posibles
defectos de su publicación, puedo ase­
CO aparece una carta, suscrita por don
J. A. M artín, de Buenos Aires, la cual
MEXICO
gurarles que su revista se gana la adm i­ hace referencia a la bandera de España.
ración de todos. Dicha carta es expresión exacta del sentir •
Y un hecho curioso y de importancia de muchos españoles, siendo de él la hon­
para ustedes: si se hiciese cuenta de los ra de exte rioriza rlo el prim ero. Como En enero p róxim o aparecerá un núm ero especial de M V N ­
coleccionistas de MVNDO HISPANICO en quiera que el tiem po va pasando y la DO HISPANICO dedicado íntegram ente a M éxico. En él
esta isla, nos saldrían, poco más o menos, promesa que ustedes hicieron de dedicarle
el número de ejemplares que mandan a
podrá e ncontrar el lector un panorama com pleto de la
unas páginas a dicho tema no se ha con­
Cuba. A quí, en La Habana, es muy d ifíc il vertido en realidad, es por lo que tengo vida del país, am plia in form ación gráfica y docum entados
encontrar números atrasados, y personal­ el gusto de d irig irm e a usted para recor­ reportajes, que abarcan las características más destacadas
m ente he visto pedir $ 100,00 y pagar darle nuestra impaciencia. de la vida y actividad mexicanas.
$ 75,00 por uno de Jos extraordinarios, y \
A N TO N IO ARCOS
no digo cuál porque yo tampoco lo tengo
y con esta publicidad le levantaría aún Km. 3. Y. P. E. Comodoro Rivadavia. Un número de más de 100 páginas
más el precio... Si les interesa el dato República A rgentina.
concreto, les diré que se tra ta del de las
rías gallegas, que ni aun a ese precio se La información sobre la bandera espa­
encuentra. ñola va en este número. Todo llega.
Volviendo al m otivo de esta carta, debo
decirles que es com entario unánime lo
que perjudican a MVNDO HISPANICO
FRANCISCO LABADIE OTERMIN
precisamente sus primeras páginas, de una Y
tibieza estética no conveniente en una Debe cuidarse el -formato de la revista, GONZALO CEREZO BARREDO
publicación soberbia, que, a p a rtir de sus interesa mucho que sea igual en todos
páginas 5 ó 6, no tiene rival entre las los números, a fin de que la encuaderna­
que se publican en lengua castellana. Los
que conocemos la revista desde su ya le­
jana aparición, nos damos cuenta perfecta
de que ello tiene como única causa la
ción no tenga dificultades. Digo esto por­
que los ejemplares de los números 91 y
92 tienen en su ancho 1 y medio cen tí­
metros más que los anteriores.
La hora de Asturias
fa lta de espacio para todas sus secciones; JOSE HORTAS ALGO DIFERENTE SOBRE ASTURIAS
pero el que por primera vez la ve puede
no comprenderlo así y ser un lector— y Libertad, 1925. Florida, F. C.B. M itre .
NO ES UN LIBRO DE HISTORIA, SINO
coleccionista— fallido . República A rge ntina. DE FUTURO; UN REPORTAJE VIVO,
FERNANDO M ARTY MENDEZ DE CARA A UNAS FABULOSAS PO­
Galiano, 556-558. La Habana (Cuba). SIBILIDADES INDUSTRIALES QUE IN ­
Procuraremos que la guillotina de nues­
tros talleres no se exceda. Por cierto,
TERESAN A TODOS LOS ESPAÑOLES
De momento no hay más remedio que nuestros lectores habrán observado que la
Prólogo de A n to n io R obert; 2 1 2 fotografía s
incluir esas páginas de tipografía, que, anterior anchura de cada ejemplar de
como usted habrá observado, en estos úl­ MVNDO H I S P A N I C O (275 milímetros)
timos números han sido mejoradas tanto
Pedidos a E. I. S. A. Pizarro, 17 MADRID
ha pasado a ser de 260 milímetros desde
en su presentación como en su contenida enero de 1956.
JUANA BOSCH GA- P A X C H RISTI, CORRES­ P IL I G AR C IA AGORRE-
M U N DI. Jaime II, 44. Pal- P O N D E N C IA C A T O L IC A T A . Calle de Avila, 7, 2.° D.
ma de Mallorca.— Desea co­ IN T E R N A C IO N A L Madrid (España).— Manten­
rrespondencia con caballe­ M ovim iento Católico en d r í a correspondencia con
ros mayores de treinta y fa v o r de la Paz. caballeros de veintiocho a
siete años. La Correspondencia Ca­ treinta y cinco años de to­
tólica I n t e r n a c i o n a l do el mundo, en castellano.
M A R Y M ARM OLEHO. (C. C. I.) tiene por objeto
Ferrándiz, 23. Málaga.— De­ establecer, por m e d i o de L U IS PE R E Z. Calle Val,
sea correspondencia con jo ­ un cambio regular de co­ número 5. Valladolid.— De­
ven soltero de veintisiete a rrespondencia personal, un sea correspondencia con se­
treinta y cinco años, espa­ lazo de comprensión mutua ñorita hispanoamericana de
ñol o de cualquier país, ha­ y de simpatía, de caridad quince a dieciocho años.
blando castellano. efectiva, entre los católicos
de diferentes nacionalidades. ROBERTO C O L E M A N .
LAM B E R TO I B A Ñ E Z . Ella permite útiles cam­ Avenida la República, en­
Manso, 54. Barcelona.— Jo­ bios de vista sobre los mé­ tre 9.a y 10.a La Ce i ba.
ven tramitando residenciar­ todos de apostolado y de Honduras. — De s ea corres­
Genealogías y heráldica hispanoamericana. se Colombia, correspondería la Acción Católica, la or­ pondencia con personas de
urgentemente personas allí. ganización de las obras, los cualquier parte del mundo
grandes problemas sociales para intercambio de pos­
F LO R E N C IO LE I VA. e internacionales. tales, revistas, etc.
Teniente Gobierno Militar Subs i d i a r i a m ente, ella
Blasones y nobleza de Hispanoamérica. de Logroño. — Solicita co­ puede contribuir para los F E L IP E NIO CH E. 5, rue
rrespondencia en francés, que deseen proseguir una M a r s o n . B a y o n a , B. P.
inglés o español, con seño­ mira de perfeccionamiento ( Francia). — Desea corres­
ritas o caballeros residen­ lisgüístico. pondencia con jóvenes del
tes en C a n a d á (Ontario, A partir de quince años, mundo latino, aficionados a
Genealogías y heráldica de los reinos de Quebec y Nueva Brunskin), todos los católicos de uno la geografía, la historia y
u otro sexo pueden pedir la política, en lengua cas­
España. Australia y colonias ingle­
sas en A frica sobre litera­ corresponsales para la co­ tellana o portuguesa.
tura, avicultura y agricul­ rrespondencia entre ambos
tura. sexos, que está autorizada E L A D IA E U G E N IA A L ­
a partir de dieciocho años. V A R E Z . Calle 18, 1170. Ba-
Genealogías y heráldica de Hispanoamé­ JOSETTE GE L I N A S . En lo posible, adjuntar
a su demanda dos cupones-
ra 36. Chillán (Chile).— De­
sea correspondencia con jó­
Caplan (Canadá). — Desea
rica. correspondencia en francés respuestas internacionales venes españoles de dieci­
con estudiante español de (a pedir en las oficinas de ocho a veinte años de edad.
dieciocho a veintiún años. Correos).
Para obtener correspon­ J U A N LO PE Z GOMEZ
sales : l.° En España, es­ y FRANCISCO G UERRE­
Armorial y nobiliario de Hispanoamérica. A G U S T I N M A R T IN E Z .
cribir al s e ñ o r Carmelo RO GARCIA. Agrupación
Calle Nueva, 2. Puerto Sa- Banderas Paracaidistas del
gunto ( V alencia).— Español Abando. Henao, 48. Bilbao
(España). Ejército de Tierra. Plana
veintiocho años muy buena
apariencia, alto y educado, 2. ° En Francia y demásMayor Agrupación. Alcalá
Ciencia heroica hispanoamericana. desea mantener correspon­ países de Europa, escribir de Henares. — D e s e a n co­
dencia con chicas portorri­ al señor don Bernardo M il­ rrespondencia con jóvenes
let. S é m u r , C ô t e d’Or de c u a l q u i e r parte del
queñas de iguales condicio­ mundo.
nes, de dieciocho a veinti­ (Francia).
séis años ; intercambio fo ­ 3. ° En Uruguay, escri­
bir al señor don Dumas At- M A N O E L DE CAMPOS.
tos. tilio Andreoli. Defensa, nú­ Av. Rui Barbosa. Assis. Sao
mero 1861. M o n t e v i d e o Paulo (Brasil). — Desea co­
M AR Y S. POTTER. St. rrespondencia c on jóvenes
Paul’s Training College. (Uruguay).
Stretton - U n d e r - Fosse 4. ° En Cuba, escribir alde c u a l q u i e r parte del
(Near Regby). Warwick- señor don Antonio Molina mundo.
Molina. Apartado 2.950. La
Reanudamos de nuevo nuestra Hemos encargado la dirección shire (Inglaterra).— Estu­
Habana (Cuba). M A R IA D E L CARM EN
diante, de dieciocho años
Sección de Heráldica, tan del agra­ de esta sección a don Julio Atien­ de edad, desea correspon­ 5. ° En Colombia, escri­D IAZ. Calle Alar, 6. San.
bir al señor don Humberto lúcar de Barrameda (Cá­
za Navajas, barón de Cobos de dencia con joven español diz). — Desea corresponden­
do de nuestros lectores, dando un de veinte a veintisiete años
Triana y Antorveza. Carre­
ra 18-A-sur-3IEI8. Bogotá cia con jóvenes de treinta
nuevo giro a la misma, que la hará Belchite, bien conocido en el cam­ aficionado a los deportes, ( Colombia). a cuarenta años de edad
la música y los viajes. 6. ° En México, escribirde c u a l q u i e r parte del
más asequible y más completa. Es po científico de la genealogía, au­ mundo.
al señor don Guillermo de
preciso tener en cuenta los facto­ tor de E l licenciado Matienzo y su JE A N E LLIO T . 165 Kin- las Piedras Galeana. 70 B 1,
galey Road. Hounslow. Mid- Colonia Guerrero. México- JOSE G UIJARRO. Sana­
res económicos que necesariamen­ « gobierno del Perú» (1943), Títu ­ dlesex (In glaterra). — De D. F. torio Victoria Eugenia. Te-
dieciséis a ñ o s de e d a d , tuán de las Victorias. Ma­
te supone toda investigación he­ los nobiliarios carlistas (1945), T í­ alumna de la Escuela Mer­ IR E N E CONDE. E c h e ­ drid. — Sol i c ita correspon­
ráldica o genealógica, tanto por tulos nobiliarios hispanoamerica­ cantil de St. George, desea varría, 2108. Buenos Aires dencia.
correspondencia con seño­ (R. Argentina). Estudiante
búsquedas y certificaciones de ar­ nos (1946), Los caballeros extre­ rita española estudiante de universitaria.— D e s e a co­ J U L I T A FERNANDEZ
inglés. rrespondencia c on jóvenes CASTRO. Marqués de San
chivos como por los estudios en meños en la Orden de Carlos I I I de habla hispánica. Esteban, 69, 2.° Gijón (A s ­
parroquias o protocolos, por lo (1952) y Nobiliario español (D ic­ L U C I T A M A Y O. Villa turias). — Desea correspon­
Santa Rosa de Lima. La J. R. JO R D AN A. Mola, dencia con jóvenes de vein­
que todo consultante, después de cionario de apellidos españoles y Tour de Peilz, 15. S a i n t número 72. Zaragoza.— De­ tiuno a veintisiete años de
Maurice. Vand (Suiza). De sea correspondencia con his­ edad.
exponer su consulta— genealógica de títulos nobiliarios), cuya pri­ veintidós años de edad. — panoamericanos.
o heráldica— con la mayor clari­ mera edición apareció en 1948 y Solicita correspondencia con A N T O N I O J. B A TA -
jóvenes de uno y otro sexo N ESTO R M. H E R RE R A. L L E R . Caudillo, 4, 2.° Já-
dad, y acompañando cuantos datos la segunda en 1954. Ha colabora­ de cualquier parte del mun­ Cochabamba, 34. R o s a r i o tiva (Valencia).— Desea co­
do, en francés, inglés, es­ (Santa Fe) (R . Argentina). rrespondencia con jóvenes
precisos posea, así como su direc­ do en revistas españolas y extran­ pañol e italiano. Desea correspondencia con no m a y o r e s de dieciocho
ción, deberá esperar su contesta­ jeras dedicadas a esta disciplina, jóvenes de uno y otro sexo años, de cualquier país.
A G U S T IN C ARRETERO de c u a l q u i e r parte del
ción, que, por correo aéreo, si se habiendo ostentado el cargo de se­ JIM E N E Z. Paseo Estación, mundo. JOSE L L O R E N S V I ­
número 64. Talavera de la L L A R . G. Dávila, 8. Elda
trata de países hispanoamericanos, cretario de la Lengua española en Reina (Toledo). De dieciséis PEDRO Z A E R A B L A S ­ ( Alicante). — Desea corres­
decidirá si la consulta es viable o el I I I Congreso de Genealogía y años de edad.— Solicita co­ CO. Sanatorio Los Montal- pondencia con jóvenes de
rrespondencia con jóvenes vos. Tercera Unidad. Sala­ habla francesa o española.
no, en este caso por falta de da­ Heráldica celebrado en Madrid en de uno y otro sexo. manca. — Desea correspon­
dencia. JVICENTE BULTO B A T ­
tos, d e fe c to s de información o octubre de 1955. Es vocal para M A R T A G O M E Z . Ca­ LLE S. Sanatorio de Viana
España del Instituto Internacio­ lle 55, 43-63. Medellín (Co­ M A R IA D EL C ARM EN de Cega. Valladolid.— Desea
cualquiera otra cosa. Si la consul­ lombia). De veintiún años FERRER. Mayor, 2. Reus correspondencia con señori­
ta es capaz de contestación ade­ nal de Genealogía y Heráldica, de edad. —Desea correspon­ (Tarragona).— Desea corres­ tas de los países sudameri­
dencia con europeos de vein­ pondencia con jóvenes de canos, con preferencia de
cuada, y siempre respaldada por miembro del Instituto Luis de Sa­ tiocho a treinta y cinco veintidós a treinta años, veintiocho a treinta y cin­
lazar y Castro, de Madrid; del años de edad. para intercambio de pos­ co años de edad.
certera fuente bibliográfica o do­ tales, etc.
cumental, el consultante deberá Instituto Argentino de Ciencias ID A E L A C O U R . Ca­ J U A N BAIG AS C ERVE­
lle 54, número 518, l.° La ROGELIO PR AD O RO­ RA. Aranda, 1. T o r t o s a
girar a la A d m in is t r a c ió n de Genealógicas, del Instituto Genea­ Plata (R . Argentina). Estu­ DRIGUES. R u a Maréchal ( Tarragona). Estudiante de
diante universitaria. — Soli­ Pego Junior, 81. S a n t o s veintiún años de edad.— So­
M vndo H ispánico (Alcalá Galia- lógico Brasileño, del Instituto Cu­ (Brasil).— Desea correspon­ licita correspondencia con
cita correspondencia con jó­
no, 4, Madrid) la cantidad de 13 bano de Genealogía y Heráldica, venes de cualquier parte dencia con señoritas de to­ jóvenes de cualquier nacio­
del mundo, en castellano o do el mundo, en portugués nalidad, preferible italianas
dólares en cheque contra cualquier de la Academia Mexicana de Ge­ inglés. o en español. o inglesas.
Banco de los Estados Unidos de nealogía y Heráldica; de la Aca­
América, bien entendido que esta demia de Genealogía y Heráldica
N O T A IM P O R T A N T E .— A d v e rtim o s a nu estro s lecto res interesados en la sección
cantidad sólo deberá ser remitida Mota-Padilla, de México; de la So­ «E stafeta» que, com o hasta ahora, seguirem os dando en nu estra s colum nas, g r a tu ita ­
ciedad Caraqueña de Genealogía m e n te y por rigu roso orden de re cepción , tod as las notas que se nos re m ita n para
por el que pregunte cuando se le in te rc a m b io de correspo nde ncia, cu a n d o éstas se lim ite n a fa c ilita r las relaciones epi -
conteste positivamente respecto a y Heráldica, vicepresidente para to la re s c u ltu ra le s e n tre los lectores de M V N D O H IS P A N IC O . Pero cua ndo las notas
alud an a deseos del c o m u n ic a n te para c a m b ia r sellos o c u a lq u ie r o tra a c tiv id a d que
la posibilidad de cumplir su con­ España del Armorial Universal pueda te n e r un b e n e fic io co m e rc ia l, la inserción de su an u n cio se hará c o n tra el abono
sulta. de Bélgica, etc. Es además vice­ de 1,50 pesetas por palabra. Esta misma ta rifa será aplicada a las comunicaciones
normales que deseen que su nota salga con urgencia, y se les dará prelacion a las
Las contestaciones se publica­ fiscal de la Asociación 4e Hidal­ demás, siempre que nos lo adviertan así, acom pañando el im p o rte en sellos de correos
españoles, o b ie n re m itié n d o lo po r g iro postal a n u estra A d m in is tra c ió n , A lcalá vaa-
rán, por riguroso orden de recep­ gos Infanzones y Noblezas a Fue­ lia n o , 4. Los le cto re s del e x tra n je ro pueden e n via rno s sus órdenes, ju n to con un cheque
ción, en las páginas de nuestra ro de España. sobre N ueva Y o rk , a fa v o r de Ediciones M V N D O H IS P A N IC O , re ducien do pesetas a
dólares al cam bio a ctu a l.
revista, acompañadas de dibujos Sólo nos resta esperar que nues­
heráldicos o árboles genealógicos, tros lectores nos favorezcan con N O TA .— En las señas de todos los comunicantes de esta sección donde no se indica
si fuesen necesarios. sus consultas. acionalidad se entenderá que ésta es ESPAÑA.
NUMERO 105
D IC B R E . 1956
AÑO IX
15 P E S E T A S

M A D R I D
BUENOS AIRES
M E X I C O

CULTURA:
BANCO EX TER IO R DE ESPA Ñ A
El Nobel en la clínica y muerte de Zenobia, por E. N.............. 10 ENT IDAD OFICIAL DE CREDITO
La palabra, la imagen, la letra ......................................... 8
ESPECIALIZADA EN OPERACIONES
POLITICA: DE COMERCIO EXTERIOR
El Este se pone en movimiento, por Otto de Austria-Hungria ... 6
Seamos más americanos al ser más españoles, por José Figueres. 8
Hungría, bajo la garra soviética ......................................... 37 •
El Presidente de Costa Rica, en España ................................ 42
Un ministro venezolano (Arismendi) visita España ............ 48 Capital social: 4 0 0 .0 0 0 .0 0 0 de pesetas
1956 en el mundo hispánico. La reunión de Presidentes en
Panamá ................................................... ...................... 44 Capital desembolsado: 2 5 0 .0 0 0 .0 0 0 de pesetas
Reservas: 2 8 5 .4 0 0 .0 0 0 pesetas
BIOGRAFIAS, SEMBLANZAS:
Juan Ramón, el andaluz universal, por Martí Sancho ............ 11
La familia del archiduque de Habsburgo ............................ 39 OFICINAS CENTRALES
Carrera de San Jerónimo, 36 — M AD RID
LITERATURA, NARRACIONES, POESIA:
El portal, poema de Francisco Luis Bernárdez. (Oleo de José Picó.) 53 •
Nochebuena en América, poema de Miguel Angel Asturias. (Ilus­
tración de J. F. A.) ...................................................... 54
Entre Cádiz y Estambul; un viaje por el Mediterráneo, por PENINSULA
Vedro Ardoy. (Ilustraciones de Summer.) ......................... 62
Agencia urbana en Madrid: Goya, 41
ARTES PLASTICAS:
Alicante, Avilés, Barcelona (s u c u rs a l y tres a g e n c ia s ),
La obra de Enrique Monjó ................................................ 58
Navidad. Anónimo. Cuadro del Museo Lázaro Galdiano. Ma­ Bilbao, Burriana, Castellón de la Plana, Eibar,
drid. (Fotocolor de Verdugo.) .................................., ...... 76 Gandía, Gijón, Jerez de la Frontera, Murcia,
Palafrugell, Reus, San Sebastián,
GEOGRAFIA, TURISMO, COSTUMBRES: S e v illa , V a le n c ia , V i g o
El belén a lo vivo de Andorra, por Manuel Vigil y Vázquez. y Zaragoza
(Fotografías de Catalá Roca.) ...................................... 55

ECONOMIA: •
Bases para una comunidad económica del mundo hispánico.
Hacia una nueva etapa en las relaciones hispanoamericanas. 29 ISLAS CANARIAS

HISTORIA: La Orotava, Las Palmas de Gran Canaria,


Puerto de la Cruz, Puerto de la Luz
La bandera española y sus antecedentes, por José Medina. (Ilus­
traciones de Daniel del Solar.) ...................................... 26 y Santa Cruz de Tenerife
La heroica condición de Martínez de Irala, por el doctor Carlos
Zubizarreta. (Ilustraciones de Ortiz Valiente.) .................. 20 •
COMERCIO:
AFRICA
Costeando América con el «Ciudad de Toledo» .................. 14
El café; biografía con un poco de historia, por J. M. Martín Matos. 49 Bata, Puerto Iradier, Río Benito, San Carlos,
Santa Isabel, Sidi Ifni, Tánger, Tetuán,
TOROS:
Villa Bens y Villa Cisneros
Arruza, rejoneador .................. .......................................... 61

VARIA:
No siempre el tiempo es oro, por Vedro Ocón .......... ............... 72

PORTADA: Navidad en el ambiente. Fotocolor: Compte. FILIALES EN EL EXTRANJERO

B A N C O E S P A Ñ O L EN PARI S
COLABORACION ARTISTICA DE 16, Rue de la Chaussée d'A ntin (Paris 9e)
Acquaroni, Ortiz Valiente, Summer, Picó. José Fran­ Sucursal urbana: 22, Rue du Pont Neuf, Paris (Halles)
cisco Aguirre, Enrique Ribas y Daniel del Solar.
Sucursal en MARSELLA: 28, Cours Lieutaud
Sucursal en CASABLANCA: Boulevard Mohammed V, angle rue
FOTOGRAFIAS DE Georges Mercié
Cifra Gráfica, Sáez, Gil, Fotocor, Teódulo, Portillo, Contreras,
Halcón, Catalá Roca, Ira E. Nickeson, Lara y Verdugo. •

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DE LUNA A LUNA
Por Edm undo M EO UCH I M . _____
P O L I T I C A

Geografía con sangre


«Polonia: capital/ Varsòvia; Hungría: capital, Budapest...»
Para m em orizarlo, lo decíamos cantando: «Rum ania: capital, Bucarest...»
EL ESTE SE P or OTTO DE AUSTRIA-HUNGRIA
Lo repetíamos mecánicamente, como repiten sus códigos y sus reglamen­
C R ISIS P O L IT IC A las masas este cambio de táctica, pero
tos los opositores de notarías.
Y E C O N O M IC A dejando intacto el dogma de la in ­
Después venían los exámenes y cada cual «escupía sus capitales» según
D E L S IS T E M A C O M U N IS T A falibilidad del partido. T a l era la
sus talentos. Con un 6 — «algo es algo»— hasta los imbéciles pasábamos, y
finalidad de la desestalinización.
con un 10 nos daban una medalla.
A medida que la crisis de Suez se N o hay duda de que los dirigentes
N i los «principes» ni los tontes, sin embargo, «sabíamos» Geografía. Por
va hundiendo en el atolladero de soviéticos creyeron que con estas dos
lo menos ésta: la que hemos aprendido con sangre. La que nos han enseñado,
los expedientes, la atención de la maniobras, relativamente poco cos­
sin proponérselo quizá, los hábiles «intem acionalistas», los genocidas y los
opinión pública, con muy buen ju i­ tosas, podrían salir airosos de la em ­
«estrategas».
presa sin perder gran cosa. Conside­
Como loros decíamos los nombres de naciones y ciudades, de ríos y mon­ cio, se va apartando de esta come­
raron una buena medida ceder terre­
tañas, de estrechos y de mares. Como autómatas señalábamos con el dedo dia, que ha durado ya demasiado,
no en Austria. Esta era ya una cosa
fronteras y distancias. Es decir, no sabíamos Geografía. para volverse una vez más hacia la
Para que aprendiéramos de veras cuál es la capital de Hungría y cuál la m ás s e r i a , indudablemente, sobre
curiosa evolución de la situación del
todo dentro de la perspectiva de un
de Polonia fué necesario que los húngaros y los polacos nos lo dijeran con este de Europa, o, más bien, de lo
futuro algo lejano ; pero, a fin de
su dolor y con su muerte. que pretende representar la mitad
cuentas, el territorio que iban a eva­
Para que pudiésemos señalar con el dedo los puntos capitales de la con­ oriental de nuestro continente'; a sa.
cuar no era demasiado importante.
ciencia del mundo fué necesario que lo vociferaran los humillados y los per­ ber : los regímenes comunistas que,
Hasta principios del año 1956, los
seguidos... en 1945, implantó en esos países el
jerarcas soviéticos pudieron, pues,
Y ahora, si se quiere, podemos olvidar los nombres de nuestros pequeños Ejército R o jo victorioso.
frotarse las manos de gusto : habían
ríos, el Cbuviscar y el M anzanares; el nombre de nuestros villorrios y de Porque no pasa un solo día sin realizado la operación con bastante
nuestros «Aconcaguas». Lo que no podremos olvidar jamás son dos palabras que se manifiesten con creciente cla­ éxito y se encontraban frente a un
ardiendo: «Poznam» y «Budapest»... ridad los síntomas de una crisis. N i Occidente reblandecido, que golosa­
un ciego, ni siquiera un comunista, mente se había tragado el anzuelo
Solidaridad en la culpa puede ya negar la existencia de una de la coexistencia pacífica.
evolución dinámica, que ba venido
E! porvenir de Europa— esto es, de la Civilización, con mayúscula— depende
a derretir el hielo de aquella rigidez
también de que usted, sus hijos y ios hijos de sus hijos no olviden jamás
estática que caracterizaba al bloque
estos nombres. Su libertad, su dignidad, su honor, su vida misma, dependen
soviético.
de su buena memoria. T E N S IO N IN T E R N A
Porque los polacos de Poznam y los húngaros de Budapest han muerto por M encionemos, para refrescamos la
memoria, la desestalinización, la sus­ EN L A U . R . S. S.
usted y por los suyos. Y algo más grave y terrible aún: en cierto sentido, esos
polacos y esos húngaros han sido asesinados también por nosotros. Por defen­ titución de personajes en los altos
der nuestros mecheros y nuestras pipas, nuestras reglas de cálculo, nuestras cargos, la m ultiplicidad de viajes a
diferentes países, las revueltas popu­ Pero ocurre que, dentro de un ré­
batas y nuestras zapatillas.
lares y las señales clarísimas de la gimen totalitario, siempre es p e li­
Que nadie se engañe; todos, sin excepción, somos cómplices, si no culpables,
nresencia de una crisis económica. groso dar incluso la sensación de que
del dolor, de la soledad y de la muerte de húngaros y polacos. Que nadie
Este conjunto forma un cuadro fran­ existe un m ovim iento. Y es que se
diga: * ¿De qué soy reo?», con la corbata de seda natural y con su entrada
camente impresionante, sobre todo si trata de un sistema rígido e in flexi­
para el fútbol. ble, cuyos elementos forman un todo
Un niño húngaro ha muerto, asesinado por los rusos, porque usted y yo se tiene en cuenta aue todo esto está
sucediendo dentro del marco de un homogéneo. Cuando cualquiera de
no hemos podido defenderlo de su muerte. Un niño húngaro ha muerto, asesi­
régimen totalitario, en el que todo estos elementos se debilita o flojea,
nado por los rusos, porque usted y yo, con nuestra cobardía y nuestro silencio,
cambio tiene siempre un carácter todo el edificio comienza a tamba­
no hemos hecho nada por impedirlo. No lo olvide.
más o menos revolucionario. learse. Este punto flaco de que ado­
lece el sistema constituye un grave
«Vaporub» en la conciencia L a razón básica de estos fe n ó m e ­ inconveniente, que contrarresta con
nos ba de buscarse, in d u d ab lem en te, creces las ventajas momentáneas de
L os «in te m a c io n a lis ta s » le dirán , desde el « p á r r a f o 4 .°», c la ro está, »n la crisis nnb'tica rusa. D e esta c r i­
«q u e nada se podía h a c e r». L o s «e s t r a t e g a s » le h a b la rá n de b lin d a jes rapidez y eficacia que a los soviéti­
sis h em os h a b la d o extensam ente en cos da el régim en en tiempos n or­
y de cañones. Los políticos y los «e x p e r to s », del can al de Suez y de otros artículos ; p o r lo tanto, nos
p lebiscitos presiden ciales. Todos, en fin, le o fr e c e r á n una coa rta d a . L e males.
lim ita re m o s a rec o rd a r b revem en te
fr o t a r á n «V a p o r u b » en la conciencia. P o r eso no es de extrañar que en
sus causas inm ed iatas. En rea h d ad ,
N o se engañe, sin em b argo. Rusia la desestalinización y la dis­
esta crisis se rem onta al n e río d o aue
U sted no pod rá m ira rs e al esp ejo sin in m u tarse, sin s e n tir la v e r ­ minución de la tensión bélica hayan
n re c ed ió a la m uerte de StaRn. E fe c ­
gü en za de ser hom bre, m ien tra s en el m undo h a y a códigos in te rn a c io ­ producido graves repercusiones p o lí­
tivam en te. un país consagrado al
nales y contubernios p o líticos y tin g la d o s económ icos en los cuajes un ticas y económicas en el interior.
id ea l de la rev o lu c ió n m u n d ial y ,
. h ú n garo, un polaco, un egip cio, un is ra e lita o un p u ertorriq u eñ o son ñ o r lo tanto, an im ado de un carác­ Considerando, en prim er lugar, el
sólo basura, c ifr a , m a rio n eta y carn e de ca ñ ón ; m ien tra s en el mundo te r ag resivo, d ifíc ilm e n te sonorta la panorama político, hemos de tener
h aya fó rm u la s ju r íd ic a s que nos im p id an a usted y a m í, y a todos, in m o v ilid a d de una guerra fría . T ra s en cuenta el envejecim iento del ré ­
a s is tir en la d e s g ra c ia a nuestros herm anos y lu c h a r a l lado de éstos gimen. Los actuales dirigentes— por
U derrota sufrida ante R e r lín . el re-
p o r la V e rd a d y p o r la J u sticia. sim en s o v ié tic o se en con tró en un lo menos las más encumbradas je ­
e a lle ió n sin salida. N o p od ía hacer rarquías— -, o son de la generación
«Las palabras son entes con vida» avances en E nrona sin exp on erse al revolucionaria, o bien pertenecen a
te rrib le riesg o de p ro v o c a r una gu e­ la generación que siguió a la ban­
D ebe convencerse de una vez de que la catástrofe de H ungría no es un dera roja en los prim eros días de
suceso cualquiera, m erecedor— com o usted dice cuando no sabe qué decit - rra gen eral y m u n d ial, guerra aue
c a e ría ev ita r, al m enos de m om en to. entusiasmo. Im buidos de ideas mar-
ade ser inscrito en sangre y oro sobre el lib ro abierto de la H istoria ». xistas-leninistas, estos sumos sacer­
P o r otra parte, en Asia, la v ic to ria
P o r esta vez, al menos, dejemos usted y yo las bellas frases para los dotes de la religión materialista del
com pnicta había sido dem asiado com -
juegos florales, porque desde lo de H ungría, p o r obra y gracia de los hún­ comunismo viven dentro de un mun­
garos, las palabras vuelven a tener sentido. Las palabras vuelven a susten­ nleta. pnesto aue bahía c on d u cid o a
la an arición de una segunda gran do ideológico muy suyo. Creen en
tarse sobre la misma realidad que representan. Vuelven a ser, com o decía los llamados «dogm as científicos» y
p oten cia h o lrb e v ia u e , au e, con la
Dante, « entes con vida» . esperan de ellos la victoria final y la
Desde lo de H ungría, todas las cosas que valen de este mundo han vuelto v ic to ria d el Y a lú sobre las fuerzas
del g e n e r a l M ac A rthu r, se había justificación de su política actual.
a su cauce origin a l, al camino perdido. Desde lo de H ungría, todos los h o m ­
con stitn íJo en p rim era p oten cia asiá­ Estos viejos caducos no se dan,
bres de buena fe y los que dejaremos de tenerla a fuerza de ser engañados,
tica. E l O H en te M e d io no estaba tan cuenta de que los tiempos cambian.
sabemos también que hay que em pezarlo todo, que todo está p o r hacer.
el alcance de la m ano c om o para La suerte de su doctrina va ligada |
m-nvectar una op eración de e n v e rg a ­ a la suerte de la materia. Ahora
Otros tienen miedo dura. Esta situación tenía fo rzo s a ­ bien, todo el concepto de la materia
Desde lo de H ungría, los hombres de buena fe han dejado de tener miedo, m ente aue p ro d u c ir repercu siones en se derrumbó de repente con la ex­
y los picaros, en cambio, los granujas de cuello duro, los ingenieros del ham ­ e l in te rio r. Esta es la razón p o r la plosión de la bomba que, en la ma­
bre, los planificadores de la injusticia, los prestamistas de palabras, han sen­ aue el rég im en se v ió fo rza d o a in ­ ñana de un día de verano de 1945,
tido, y para siempre, un ladrillo en el estómago. Se sienten acorralados, en­ tentar. p o r todos lo s m ed ios p o s i­ cayó sobre la desventurada ciudad
cerrados en una mazmorra sin muros, en un campo sin alambradas, tan ancho b les, reen n erar la in icia tiva d ip lo m á ­ de H iroshim a. La desintegración nu­
y tan redondo como el mundo. Por miedo, sin embargo, continuarán asesinan­ tica y v o lv e r a la guerra de m o v i­ clear, que hoy se está convirtiendo
do, engañando, usando sin pudor bellas palabras. Pero todo será in ú til, por m ien tos. aun a costa de lo s m ayores en el factor más importante del pro­
obra y gracia de los católicos húngaros, por los que han m uerto, por los que sacrificios. greso puramente material, ha echado
viven a ú n ... Los hombres de buena fe ya no volverán a temer nada, porque Habiendo muerto entretanto Stalin, por tierra todas las viejas premisas
ellos saben que Dios está con los bue­ el deber de llevar a cabo esta ope­ básicas. Para una religión cuyo dios
nos y con los puros, con los que, como ración recavó sobre sus sucesores. es la materia, las repercusiones de
los húngaros, se mueren y se s a n tifi­ Estos cumplieron su cometido crean­ este nuevo fenómeno forzosamente
can al pie de su propia palabra... do el espíritu de Ginebra. Como co­ habrán de ser revolucionarias. P o r­
rolario de esta nueva situación, se que se trata nada menos que de esto :
vieron en la precisión de explicar a que ha cambiado la divinidad del
EL MES DIPLOMATICO

EN MOVIMIENTO
sistema. ¿Cómo es posible que so­ lar político ruso. Ya no cabe pre­ te el panorama económico de la parte el pueblo padece hambre. Pero,
breviva una religión cuando ha cam­ guntar si se producirá o no la revo­ U. R. S. S., v e r e m o s que también por todo lo que hemos podido dedu­
biado el dios que ella adoraba? Es lución de palacio: lo único que se aquí el nuevo giro de la situación, cir, ni siquiera un sistema de distri.
éste un problema que deja aturdi­ trata de saber es «cuándo» y «a qué lejos de ser tranquilizador, presenta bución bien organizado sería capaz
dos a los espíritus que recapacitan precio». Esta perspectiva está acre­ signos precursores realmente alar­ de frenar el aumento de este exce­
y razonan. Por otra parte, los viejos centando la impaciencia de los jóve­ mantes. Huelga decir que en las es­ dente.
creyentes de esta religión son inca­ nes y la alarma de los viejos, y cons. tadísticas oficiales se falsean los he­ Hay, pues, una auténtica crisis
paces de salirse de sus carriles, por tituye un grave inconveniente cuando chos para ocultar al mundo esta do­ agrícola, que fácilmente podría pro­
lo que hoy— al menos ideológica­ hay que hacer una política mundial lorosa realidad. Pero, a pesar de vocar una crisis de carácter más ge­
mente— se encuentran viviendo en un al mismo tiempo hacer frente a ello, ni siquiera dentro del régimen neral. Se tienen ya grandes sospechas
mundo extraño, al que ya no se un rumbo peligroso de la situación soviético se pueden falsear todos los de que la industria pesada rusa está
adapta en absoluto su tesis. económica. datos. Y estos datos ineludibles lla­ produciendo más de lo que es capaz
No hace mucho tiempo, un obser- man la atención de los expertos por de abso"ber el mercado. Y como, por
vador muy experto en asuntos rusos su gravedad. otra parte, la expansión de la indus­
acompañó a una de las más famosas HAM BRE Y EXCEDENTES Es un hecho corroborado por la tria de consumo sería contraria a la
figuras del mundo occidental en el AGRICOLAS Historia que toda crisis de la agri­ doctrina fundamental del régimen y
viaje que ésta hizo a Moscú. Este cultura es siempre la revelación de a su seguridad política, también aquí
observador no era más que un sim­ Hemos señalado ya la vejez que una depresión económica general. se les plantea a los soviéticos un se­
ple miembro de la delegación, y por caracteriza al régimen soviético. Es Esta suele preceder a aquélla con rio dilema.
eso, al asistir al gran banquete tra­ indudable que sus actuales jefes v i­ varios años de anticipación. Este fe­ Lo menos que se puede afirmar es
dicional del Kremlin, le asignaron ven en un mundo que no correspon­ nómeno es bastante lógico : en el que las perspectivas económicas so­
en la mesa uno de los últimos asien­ de ya a la realidad presente. Y esto sector agrícola los márgenes de be­ viéticas son graves : más graves que
tos, junto a los jóvenes ministros o mismo se echa de ver en el terreno neficios son mucho más estrechos lo lian sido nunca desde el día en
viceministros del Gobierno soviético. económico. En efecto, una de las que en el sector industrial, y, por que Lenin pudo anunciar al mundo
Este hombre tuvo la hábil ocurren­ tesis fundamentales del marxismo- tanto, acusan con más rapidez los el fin de la guerra civil.
cia de disimular perfectamente el leninismo es que, una vez implan­ efectos de un cambio de clima. Pero
hecho de que él entendía y hablaba tado el régimen comunista, ya no más importante aún es el hecho de
correctamente el ruso. Cuando, a habrá más crisis económicas. Por que la industria, por su misma es­ LA CLAVE DEL FUTURO
la cabecera de la mesa, se levantó otra parte, había venido a reforzar tructura, se mueve con mucha más ESTA EN EL OESTE
Jrushchov para lanzar una larga pe­
rorata, repitiendo los viejos estribi­ Sólo hemos citado unos pocos
llos marxistas y leninistas, nuestro ejemplos, pero nos bastan para apre­
hombre observó cómo los jóvenes se
reían y mofaban en voz baja, de­
D esesta lin iza ció n y crisis ciar la importancia de la crisis so­
viética. Como ya hemos afirmado más
mostrando que les importaban un de una vez en estos últimos tiempos,
comino las tesis que iba enunciando la U. R. S. S. está gravemente heri­
el secretario general de su partido. s o v i é t i c a . - Ten sió n c o m u n i s t a da ; pero negamos que su herida sea
Lo trataban como a un viejo chocho. mortal. Ahora que el régimen comu­
Este detalle es significativo, pues­ nista está pasando por una enferme­
to que, en el seno del mismo Go­
bierno soviético, viene a dar forma
ent re j ó v e n e s y viejos.-La táctica dad grave, se le presenta al mun­
do libre una ocasión única, una
concreta y dramática a esa tensión onortunidad de maravillosas posibili­
entre las distintas generaciones a que dades, pero a condición de que la
ha dado lugar el período revolucio­ del Krem lin es g a n a r tiem po señamos aprovechar _a„ conciencia.
nario en que vivimos. Los dirigentes El Kremlin conoce perfectamente
rusos más jóvenes—pertenecientes en estos hechos: por eso la diplomacia
su mayoría a la generación de los soviética está intentando por todos
hombres c o m p r e n d id o s entre los esta creencia el hecho de que la gran rapidez que la agricultura, que siem­ los meflios ganar tiempo. Sabe iugar
treinta y loe cuarenta años—ya no d e p r e s ió n económica de 1930 no pre va a un paso más lento. Las con. marav'llosampnte. Los rusos siempre
son comunistas en el sentido que afectó aparentemente a la Unión So­ diciones que favorecen la inflación han sido admirables en la retirada.
daban a esta palabra los grandes pa­ viética. Y decimos «aparentemente» hacen subir vertiginosamente los pre­ Además, el Kremlin ha sabido gran,
dres de la revolución. Son esencial­ porque, en realidad, Rusia atravesó cios en la industria. En cambio, en jearse la ayuda, consciente o incons­
mente tecnócratas, es decir, hombres por una crisis, si bien supo ocultar­ la agricultura esta marcha ascenden­ ciente. de nuestros cándidos coexis-
y mujeres que, sin ser ideólogos ma­ la a los ojos del público mediante te sigue a la industrial a un ritmo tencialistas.
terialistas, son más materialistas, si el hambre y las matanzas en masa. muy rezagado y mucho más lento. Estos nos están predicando ahora
cabe, en la práctica. Porque para En otras palabras : mientras que en Esto conduce a una gran disparidad la necesidad de negociar. Deberían
ellos sólo tienen valor e importan­ Occidente se inventaban los seguros de precios, que pesa como una losa saber que toda negociación sobre
cia los números, las cifras, la pro. contra el paro y se publicaban esta­ sobre los ingresos agrícolas. Por otra asuntos compbcados es de una du­
ductividad, el trabajo... Ya no que­ dísticas sociales, en la Unión Sovié­ parte, la industria, en virtud de su ración inacabable. Y , encima, estos
da en ellos el menor vestigio de ro­ tica se eliminaba en masa a las futu­ misma elasticidad, puede adaptarse hombres nos piden que empecemos,
manticismo. En un Jrushchov o un ras víctimas del paro. De este modo con bastante rapidez a las fluctua­ ya ahora, a tender puentes de plata
Molotov, por ejemplo, descubrimos se conseguía hacer ver que todos los ciones de la demanda. En cambio, a la U. R. S. S., con la intención— o
al menos, de cuando en cuando, un ciudadanos estaban trabajando. Por­ la agricultura necesitará varios años con la sunuesta intención—de hallar
último rayo de luz de la educación que a los muertos ya nadie los tiene para conseguir el mismo resultado. una solución al problema angustioso
cristiana que recibieron en su in­ en cuenta. En este aspecto, la agricultura es de la Europa Oriental.
fancia. Pero los otros—los hombres Durante los últimos veinticinco el verdadero termómetro de la salud Lo nue caracteriza a estos falsos
nuevos— no tienen semejantes recuer­ años apenas era posible enjuiciar la económica. Ahora bien, las autori­ profetas es nue nunca invocan las
dos : nacieron ya dentro de la noche validez o la falsedad de la tesis o fi­ dades soviéticas comienzan ya a re­ condiciones básicas de una buena
inhumana y glacial del sovietismo. cial : se produjo una guerra mun­ conocer que se encuentran en plena negociación. No dicen que, para lle ­
Esta noche los ha formado y mol­ dial, se inició una carrera de arma­ crisis agrícola. Basta repasar atenta­ var a buen término esta negociación,
deado ; por eso nada tiene de extra­ mentos y se registró un auge econó­ mente las publicaciones rusas para es necesario ante todo comprender
ño que los haya llegado a deshuma­ mico extraordinario en todo el mun­ darse cuenta de que la Unión Sovié­ que el enemigo se encuentra debili- '
nizar completamente y a convertir do. Pero ahora las condiciones que tica está luchando a brazo partido tado v que uno tiene derecho a exi­
en robots, en el sentido más horrible determinaron esta coyuntura de pros, con dificultades casi insuperables. La gir. Pero para esto es preciso ser
que tiene esta palabra. Este es el peridad están ya desapareciendo. La disparidad entre los precios de la fuerte y saber lo que se quiere.
tipo de hombre capaz de descebar máquina económica pierde velocidad, producción industrial y los de la Por eso lo que la situación actnal
la bomba de cobalto sin pestañear se recalienta... Cada día se liare más p r o d u c c ió n agrícola lia alcanzado reclama de nosotros es que el Oc.
siquiera, sabiendo perfectamente que visible la inflación y se van acusan­ proporciones alarmantes. Y , por si cidente esté sólidamente unido y
ésta podría destruir naciones y has­ do con intensidad creciente los sig­ era poco, la Unión Soviética se en­ animado de una firme resolución y
ta continentes enteros. A veces nos nos externos de un reajuste, de una frenta con el problema de un serio que nos demos cuenta de que le
preguntamos cuál de los dos tipos crisis. Por lo menos, en Occidente excedente de producción agrícola. clave del futuro no está en el Este
de dirigentes es el más peligroso. se da esto públicamente como cosa Esto no impide que se registren nu­ sino en el Oeste.
Pero al mismo tiempo es un hecho cierta. Y esto le6 da precisamente a merosos fenómenos locales de ham­ En esta hora podemos alentar toda
que e6ta tensión existente entre am­ los teorizantes oficiales del régimen bre, puesto que estos casos no obe­ clase de esperanzas. La Unión Sovié­
bos grupos se está convirtiendo en soviético ocasión para insistir una decen a una escasez real, sino senci­ tica se está debilitando. También lo
una fuerza política. Esta tensión está vez más en la afirmación de qHe Ru­ llamente a una crisis de transportes estamos nosotros, ciertamente: pero
creando ya la base sobre la que un sia no sufrirá los efectos de lo que y de distribución. Y así en el bloque al menos nuestro resurgimiento de­
día habrá de estallar la revolución ellos consideran como una enferme­ soviético se dan estos dos fenómenos pende únicamente de nosotros mis­
de palacio que cambiará radicalmen­ dad del capitalismo. contrapuestos : por una parte se de­ mos. Si perdemos esta ocasión ver­
te el panorama de la U. R. S. S. Ahí Ahora bien, si, dentro de esta jan pudrir los granos debido a que daderamente única, nuestra—y sólo
está precisamente el foco del males- perspectiva, estudiamos objetivamen­ los silos están atestados, y por otra nuestra—será la culpa.
TEATRO
»

DOÑA FRANCISQUITA.

A los cien años casi exactos de su inauguración, el


SEAMOS MAS AM ERICAN O S AL SER
M AS ESPAÑ O LES
madrileño teatro de la Zarzuela ha abierto de nuevo tura económica y a la cultura
ción cultural en el mundo, que tecnológica ; y se nos ocurre que
sus puertas, transformado, por obra y gracia de la Sociedad General de Auto­
debemos empeñarnos en levan­ tal vez haya alguna relación en­
res de España, en uno de los primeros coliseos de Europa, tanto por su estética
tar la comunidad de los pueblos tre esta del balance de nuestra
general como por la perfección y modernidad de los medios técnicos de que
ha sido dotado. Más que la reposición de «Doña Francisquita»— con la con­
hispánicos, de las gentes uni­ cultura y nuestra situación de
tribución de elementos tales que realzan considerablemente los méritos in­
das en una misma lengua, unas pueblos temporalmente pobres.
mismas tradiciones, unas mis­ Vamos a remediarlo. Lo esta­
trínsecos de esta zarzuela— , más que las excelencias del montaje llevado a
efecto por Tamayo y más que la extraordinaria calidad media del numeroso
elenco titular, importa destacar aquí como factor esencial el asombroso re-
mas aspiraciones y un mismo
espíritu. Algo que sea esencial­
mos ya haciendo. No hay pueblo
de América, y hemos podido
C U L T U R A DE B A S E POPULAR,
mente nuestro, que no vaya con­ constatarlo en pocas horas, de
mozamiento de que ha sido objeto el teatro más antiguo de los que hoy
perduran en Madrid, teatro que por un tiempo pareció irremisiblemente per­
dido para el arte escénico, como así habría ocurrido de no mediar la oportuna
tra nadie, sino a favor de todos
los pueblos de la tierra, y que
España, que no esté haciendo
un enfoque económ ico de su
C U L T U R A PARA T O D O S
e inteligente gestión de la citada Sociedad General de Autores de España, gire en torno de nuestro idio­ vida, que no esté hablando de
adquiriendo la propiedad del . inmueble cuando éste fué puesto en venta y ma, de nuestro Quijote, de nues­ miento de quienes amamos la mantenerlos y ayudarlos, agre­ fué la Emancipación, inmedia­
planeamiento, que no esté ha­ tamente se sanaron las heridas
dotándolo de un equipo técnico muy superior a los de los restantes coliseos tra historia y de nuestras co­ blando de levantar la producti­ justicia social, porque hasta ha­ gar nuevas salas y departamen­
hisoanos, con lo que cualquier obra que se represente en el escenario de la munes aspiraciones espirituales. ce pocas décadas se puso todo tos, comprar nuevos libros. La y seguimos siendo los mismos?
vidad, de aumentar el ingreso
Zarzuela cuenta, a partir de ahora, con los medios necesarios para superar Para el director del Instituto el énfasis en repartir, y se ha­ cultura tiene un gran costo eco­ Al contrario. Vemos que Espa­
nacional, de aumentar el ingre­ ña se vuelve a nosotros ; volvá­
cuantas dificultades pueda ofrecer su montaie, por complicado que éste sea. de Cultura Hispánica es eviden­ so per capita, de aplicar los co­ bló también como palabra má­ nómico, y más la cultura tal co­
José Tamayo, uno de .nuestros más valiosos registas y a la vez activo y te que necesitamos un reanálisis gica de la propiedad, de cam­ mo la entendemos ahora, que es monos también los americanos
nocimientos de la economía, lo hacia ella, y ya que tenemos
perspicaz empresario, a quien ha sido adjudicada en concurso la explotación ARA un hispanoamericano de la situación existente y un en­ biar la propiedad de unos pocos distinta que en el pasado. Por­
del local, evidencia desde el principio su clara visión de las exiaencias míni­
mas de una empresa como la aue le ha sido confiada, rodeándose de un equipo
de colaboradores de gran competencia artística y eliqiendo oara ¡nauqurar la
P hijo de españoles que vi­
sita España por primera
vez, hay momentos y ocasiones
foque del futuro. Nos encontra­
mos con que otros pueblos, otras
naciones, han progresado más
que indudablemente está ya dan­
do sus resultados, y que ha de
sacarnos de nuestra pobreza en
cuestión de pocas décadas y tal
por la del Estado o la de todos.
Todo eso tiene sus ventajas en
un sentido o en otro, pero eso
que ahora no hablamos de una
cultura de minorías, sino de una
cultura de gran base popular,
problemas comunes, intercam­
biemos experiencias y conoci­
mientos e n tre las gen tes de
temporada una zarzuela que. como «Doña Francisquita», debe con todos los en que la emoción hace casi im­ en uno u otro camino; nos en­ no es definitivo. Si la propiedad de una cultura en las mentes, nuestro mismo idioma, de nues­
vez de pocos lustros. tra misma tradición, de nuestro
derechos fiqurar entre las me'ores del género lírico nacional, tanto por la posible expresar el pensamien­ contramos con ciertas limitacio­ Esta es una nueva manera de de la nación es poco producti­ en las manos y en los corazones
música, del maestro Amadeo Vives, como por el libro, de los señores Romero to. Para mí es España un des­ nes en España y América, y va, poco productiva será en ma­ de todo un pueblo. mismo espíritu. Entre las gen­
ver la justicia social. En vano
y Fernández Shaw, basado en «La discreta enamorada», de Looe de Veqa. cubrimiento tardío en mi vida, muy a la ligera decimos que so­ se em peñaron pensadores de nos privadas, y en manos del Cuando hablamos así de cul- tes que tienen un mismo pasado
Tras los seis meses que preceptivamente han de dedicarse en el teatro pero, al fin, un descubrimiento. mos pueblos pobres. Pero en len­ épocas anteriores en la idea de Estado, y en manos de cualquier tura, surge el problema econó­ y unas mismas asp iracion es,
de la Za-zue'a al aénem lírico nacional, en los restantes Hemos luchado tanto en Amé­ asociación. Habíamos enfocado mico, y cuando hablam os del porque la n a cio n a lid a d está
seis mosos de! año podrá destinarse su escenario a otras
gua española existen dos verbos, repartir; se creyó que, para le­
rica mis compañeros y yo por y no así en otros idiomas, “ ser” vantar el nivel económico de erróneamente la médula del pro­ problema económico, viene in­ constituida por un pasado y un
actividades escén'co-musicales. sin limitación alnuna. Con fu tu ro común. Que nuestros
ello, no es aventurado anticipar que, dadas las excep- T F AT RO levantar algo la cultura hispa­ y “ estar” . Estamos pobres, tal nuestros pueblos, había que re­ blema. En vez de propiedad, es­ mediatamente la idea con una
DF r A noamericana; hemos hablado vez; pero no somos pueblos po­ partir lo poco que teníamos, tamos hoy hablando de produc­ finalidad ulterior : cultura de pueblos de habla española, que
, cinnales posibilidades que en cuanto a escenoarafía v
luminotecnia ofrpce este teatro en su nueva etapa, en él ZARZUELA tanto de estas cosas; hemos bres. Podemos dejar de estarlo, como si los palacios, los edifi­ tividad, o sea, lograr mayor base popular, cultura para todos. tienen las dos características de
.^sisticemos, no sólo a la revitalización de la zarzuela es- procurado tanto acercarnos a porque “ estar” expresa una idea cios o las máquinas pudieran rendimiento al trabajo del hom­ Vamos a aumentar la produc­ la nacionalidad en el sentido
. pañola. sino también al estreno de arandes espectáculos roña los Estados Unidos, que están transitoria y “ ser” una idea repartirse. El problema era que bre y compensarlo equitativa­ tividad de nuestros pueblos para amplio, un pasado común y unas
.musicales de cateqoría internacional, cuvo montaie en en nuestro mismo hemisferio y permanente. Vamos a ver por había muy poca producción de mente. sufragar los costos de un alto comunes futuras aspiraciones;
FRANCISQUITA
-fimèfva' presentaba anteriormente insuperables dificulta- que pueden darnos auxilio en qué estamos pobres y cómo po­ bienes de consumo y que, por lo nivel de cultura popular, para que nuestros pueblos se junten,
üdesi de orden técnico. Ese es un criterio de justicia cultiven sus relaciones, se abra­
muchas cosas que necesitamos; demos dejar de serlo. Esa pa- tanto, tenía que haber un nivel social basado en la realidad; poner al alcance de la mayor
.;iío ; i ' parte posible de los ciudadanos cen. Que seamos más america­
hemos visto tanto los problemas rece ser la común aspiración de bajo; que no había nada que re­ pero inmediatamente después
desde un punto de vista hemis­ los pueblos de habla española partir, porque nuestras econo­ sus beneficios espirituales. Esa nos al ser más españoles.
hay que examinar otro aspecto.
férico, que, venido hoy a Espa­ en este momento. Vamos a de­ mías producían muy poco. parece ser la aspiración de nues­ Esa es una de las tareas que
¡T O R E R O ! ¿Para qué queremos que el hom­
ña y al encontrar acá nuestras jar de estar pobres, y ello re­ tro tiempo. No tenemos nada viene realizando el Instituto de
Ese es el enfoque a que aludía bre produzca más? Para sufra­
C I M F raíces y ver este grupo de his­ quiere más estudios de econo­ contra el otro concepto de la Cultura Hispánica, y que yo
Pnc'^^ompnlp pínffiín tpmq pr*Tr*0 p1 fpiirinn Tío pffl* muy generosamente el señor di­ gar el costo de la cultura. Todo
panoamericanos empeñados en mía. más estudios tecnológicos, cultura para minorías; ésa se­ agradezco profundamente. De­
mnv’ ^o. ql cpr trgelq/íq<lo al P’ tia fnl acnwnl'·MÓn rector del Instituto. N u estro el esfuerzo económico de nues­
restablecer, si necesario fuera, más planeamiento, una visión guirá existiendo, seguirá sien­ mos las gracias a quienes lo di­
(Í p tnrriú/QS • f^o*! V ftTeq fr»T->ir r n n r í o ^ ^ svigriorp s r principal problema no ha sido tro tiempo tiene que tener esa rigen, y además, a los estudian­
vieios nexos espirituales, y en­ más abierta en ciertos campos finalidad. Ustedes lo están vien­ do necesaria, pero tendrá más
r°C P q s . ivtcíct^Tií·’ q pn lo rrno río gnpp<1ntîpo V p y I p t í io ( ’ p^P lo •uirín rír>l fp rp rrj
razón de justicia social, sino de­ tes americanos, que, al benefi­
fürfAfpq pctz-vc »*oîi-r»»*nrlr»c! a lo 1o»*u’o To rr»óq rlo n^i pp^tpogr To pócenlas. TJr»i- contrar aquí al señor ministro de la cultura. do todos los días aquí, en este hondas y amplias raíces.
bilidad de nuestros sistem as ciarse de ello, contribuyen efi­
pji^pofp rrTp»*ílo T a tOTOSfl. rooÍArtfA ppl rnost^^q va plafos de Educación, al señor director En los pueblos de habla his­ económicos, y el reformarlos in­ gran esfuerzo por aunar a los Encantados los americanos de
atfsLos Te ró™o T oIta tratar^p ol to*riq. riara ñor fin llegar a esta nrn/í n/'Hón del Instituto de Cultura Hispá­ pana que hemos visitado, encon­ ver que España vuelve sus ojos cazmente a la realización del
troduciendo nuevos c rite r io s , pueblos hispanoamericanos. Us­
mexicana. en la .nue la esencia Te la fiesta taurina es eantaTa v eontoTa ron nica, a su Junta de gobierno, tramos un cierto predominio de a nosotros. ¿Qué tenemos, qué gran ideal hispánico.
j)lena ante^t’ eiTaT. pin una sola concesión a lo ae^ecnrio y snnerficial. nuevas técnicas, permitirá le­ tedes están viendo lo que cuesta
empeñados en esta noble tarea, la cultura jurídica o de la cul­ vantar la renta nacional. la cultura al traer a profesores podríamos tener contra España,
Carlos Velo, español, es el Tireetor Te esta peínenla proTnriTa por Ma­ para mí significa que debemos tura literaria, y vemos que no Ha evolu cion ad o el pensa­ y estudiantes desde Am érica, si después de la guerra civil que José FIGUERES
nuel BarbaeTiano en México. y ron ella revaüTa Teñnitivamente la maestría
reexaminar toda nuestra situa­ se da suficiente énfasis a la cul-
,y oertero sentiTn Te lo cinematográfico. míe antes Te salir Te F«"aña había
ya prohaTo en la Tirccción Te algunos Toenmentales Te erran valia.
« Î T o re a n !» es. en cierto moTo. la Lío era fía Tel Ti estro m^xieono Luís
Pro runa. Y escribo «en cierto moTon no porrrue se hnvnn aTnlteraTo e«=tA o
ami el asneeto Te la viTa Te Prom u a, sino normip el r^loto cinematográfico
recoce estrictamente los pacaies Te sn existencia rplacînr>aTos Ta manera

EL ENTENDIM IENTO'HISPANOAM ERICANO ESTA EN LA M ENTE DE LAS JO VEN ES GEN ERACIO N ES U N IV ER SITA R IA S
mnv Tireeta con el toreo. T> este moTo. la n éjenla se Tesnrcr»Tp Te t^To
lastre enisóTipo nara presentarnos al protasronista— en veraz internretación
Tél propio Luis Proenna— . frente a los tres enemigos naturales Tel torero :
,çl toro, el público v el mieTo. comunes hubieran hecho de haber vivido ahora. Por eso desde el comienzo después de alcanzar- la libertad económica cabrán todas las demás libertades.
Para ello ha utilizado Carlos Velo—y el Tato es significativo. por manto En la visita que el Presidente de Costa Rica, Gracias a esta incesante labor, una serie de hombres empiezan ya a con­
revela el propósito Te testimonio oue en toTo instante existe en la película— nos hemos preocupado fundamentalmente de la preparación de técnicos, por
abunTante material proeeTente Te Toenmentales, tan hábilmente funTiTo excelentísimo señor don José Figueres, giró al el contacto de los estudiantes españoles con los americanos, y ahí está la siderarse. a la vez que ciudadanos de su patria, ciudadanos de otra patria
con la trama arernmental, oue la atención Te los esnectaTores se mantiene Instituto de Cultura Hispánica, donde le fué ofre­ realidad de más de cinco mil que están estudiando en este momento en las mayor y más ancha, que nos comprende y nos alcanza a todos. El regiona­
siempre fila en ésta. Y es une manto recocen Tielios TommAntales—actua­ cida una brillante recepción y se le otorgó el título aulas de las Universidades españolas. Nos hemos preocupado del intercambio lismo hispanoamericano como base de un entendimiento universal, pero como
ciones Te Manolete, Arruza. Dos Santos. Luis Briones. Joselillo—tiene sen­ de miembro de honor de la institución, el director base previa indispensable, se está elaborando en la mente de estas jóvenes
sibles repercusiones en el ánimo Tel Tiestro protagonista. de nuestros profesionales y nuestros técnicos, y ahí están los congresos, los
del Instituto, señor Sánchez Bella, pronunció un certámenes, los seminarios, las reuniones de todo tipo que han tenido lugar generaciones universitarias, que entienden que este solar de España es solar
La característica básica Te esta película mexicana es. sin TuTa Te ningún
género, la autenticiTaT. AutentieiTaT en los personales. interpretaTos los discurso contestando al del Presidente, del que en todos estos años en las más variadas profesiones; nos hemos preocupado también de todos y cada, uno de ellos, que este Madrid empieza a volver a
esenciales por ellos mismos: Procuna, su muier y sus hijos. (A este respec­ reproducimos algunos párrafos. El lector encon■ ;j| de saber cuál es la actualidad hispanoamericana : qué piensan, qué dicen, de ser Plaza Mayor del mundo hispánico. Cuando estos espléndidos grupos de
to, es sornrenTente la proTigiosa naturaÜTaT v expresiva emoción one Luis trará una amplia información gráfica del impor­ muchachos terminen sus estudios y marchen a sus respectivos pueblos y entren
qué hablan, qué quieren los hombres de la América contemporánea. Este in­
Procuna ha sabido dar a su trabajo.) AutenticiTaT también en Ta fidelidad tante acto en las páginas 42 y 43 de este número. en la administración o en el profesorado, en la cátedra o en el periodismo,
con aue se exponen las reacciones contradictorias, apasionadas siempre y tercambio fecundo de libros, de revistas, de profesionales, de técnicos, de
con tanta frecuencia tremendamente injustas Tel público profesores, de universitarios, está dando paso a una nueva mentalidad, a una empezarán a sentirse muy hijos de su tierra y a la vez miembros de esa
taurino. Y autenticidad. finalmente, en la patética des­ nueva comprensión del fenómeno hispanoamericano, a una manera nueva de comunidad más amplia que les hace ser hermanos de todos cuantos rezan
cripción Tel Trama íntimo Tel torero cuando en éste entender el futuro discurrir de la vida de nuestros pueblos. También a través a Jesucristo y hablan en español.
vMBién aquí, en esta Casa de América, hemos procurado desde la funda­
hace presa el miedo, que tantas carreras triunfales ha
frustrado.
Con «iT o r e r o !», el cine mexicano ha puesto al des­
cubierto por vez primera la soterrada verdad Te la fiesta
T ción, ahora hace diez años, que en el plano de las relaciones entre
España e Hispanoamérica no se hablara tanto de lo que se hizo como de
lo que queda por hacer. Es cierto que somos todos copartícipes de la misma
de los organismos regionales que han sido fundados, como la Oficina Ibero­
americana de Educación, el Instituto Iberoamericano de Cooperación Econó­
mica, la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, nos hemos preocu­
Naturalmente, como el excelentísimo señor don José Figueres dice en las
Cartas a un ciudadano, esta empresa es lenta y larga y requiere que la vaya­
mos recorriendo paso a paso y peldaño a peldaño, porque no caben impro­
taurina, con toda su grandeza, sí, pero a la vez—y esto tradición cultural, que procedemos de una misma estirpe que, derramada pado porque vuestras teorías puedan tener en todos nuestros pueblos cuadros visaciones. Lo que importa es que sepamos que España hoy no se encuentra
es lo aue Ta a la película categoría Te entrañable docu- alejada ni de espaldas a América. Que España se siente profundamente entra­
niento humano—con toda su servidumbre. aquí y allá, ha ido realizando obras ejemplares. Ahora bien, no cabe el que directivos capaces de hacerlas realidad.
nosotros, los hombres de hoy, tratemos de justificarnos por las empresas que Sólo podrá repartirse lo que se tenga y sólo produciendo más y mejor ñada con sus hermanos americanos, que piensan que tienen sus mismos pro­
* Juan E m ilio ARAGONES
nuestros antepasados hicieron; tenemos que justificarnos por nuestras propias se podrá lógicamente aumentar el nivel medio de vida de nuestros pue­ blemas y las mismas necesidades de desarrollo en colaboración; en todos los
(Continúa en la pâg. 7U-) obras. Y estar al nivel del tiempo y al nivel de lo que nuestros antepasados blos. Produciendo más y distribuyendo mejor, pues, indudablemente, sólo sucesos futuros, en las alegrías y en las desgracias, tenemos que marchar juntos.
a avenida De Diego, en Santurce— mo­ y en su casa de Hato Rey, nombre de un auténtica dignidad moral, que el juicio de­

L derna explosion urbana de la bella


ciudad antigua de San Juan de Puerto
Rico— , presenta una acumulación de acci­
pueblo pastor hoy engullido por los arra­
bales de la capital. La puerta de su casa
advierte que no hay que molestarse en lla­
fin itivo de todos los hombres habrá de re­
conocer cuando la gloria de los payasos
quede sin continuación por falta de fondos
dentes de todo género. La avenida es em­ mar, pues el tim bre está desconectado. Una para proseguir la campaña publicitaria.
pinada; por un extremo termina en un em­ casa muy sencilla, sin ningún teatro; mue­ Juan Ramón no recibía toninos.
budo y por el otro form a una laguna cuan­ bles casi de obrero, papeles, revistas de allá La Universidad de Puerto Rico, tan acer­
do llueve. ¿Sería antes lírica, como el poe­ y de aquí, un retrato de Juan Ramón por tada al captar las mejores características
ta y patriota cuyo nombre lleva? Ahora es Guayasamín y la habitación oscura para los de los pueblos que en ella participan, supo
confusa, con bares para marineros— a va­ aislamientos del poeta, con un sillón forzo- desarrollar en su seno— y en su gloria— el
rios kilómetros del puerto, pues San Juan samenté cercano a los ruidos de la calle, en goce típicamente norteamericano de acoger
no tiene “ barrio chino” portuario— , capi­ un clima donde no es posible cerrar ven­ en su regazo prestigios y valores foraste­
llas protestantes, restaurantes de postín, tanas. ros, a los que ofrece facilidades. En el caso
funerarias; y todo ello con gran número Entre el aula y esa casa— con doctor en excepcional de Juan Ramón lo estimamos
de consultas de médicos, hospitales y clí­ el piso de encima, pues Juan Ramón tiene como una expresión indirecta de admira­
nicas. En la noche es muy oscura y llena una gran fe en los doctores y gusta de te­ ción, de consideración a esa España que
de luz neón. La traemos aquí, finalmente, ner siempre cerca a alguno— transcurre el produce tantos hombres necesarios. España
porque a un vecino ocasional de esta calle lustro puertorriqueño de Juan Ramón y podrá ser silenciada, pero su materia se
le ha llegado un Prem io Nobel. Zenobia, que está poco a poco catalogando busca, porque es sustantiva y sustentadora.
Zenobia y Juan Ramón Jiménez llegaron la biblioteca que el poeta lega a la U n iver­ Cierto que a la importación de intelectua­
hace cinco o seis años a San Juan, ese Cá­ sidad, y donde se van acumulando libros les españoles se le pone muchas veces con­
diz de Norteamérica. Sería por la atrac­ que envían poetas primerizos. “ Todos hay diciones de color, pero esto es disculpable,
ción que en Juan Ramón ejerce la lengua que guardarlos; no se sabe aún quiénes de puesto que cada cual elige lo que desea.
y el calor andaluz. En los Estados Unidos, ellos llegarán a poetas verdaderos.” Ellos Pero en otras ocasiones se pone capa del
Zenobia tenía que ser en todo momento in­ se han ido retirando más y más, y el poeta color deseado sobre la figura que interesa
térprete universal de su marido, quien de­ ha dejado hace dos años las clases y se ha captar o utilizar, y esto ya no es disculpa­
claradamente se negó siempre a hablar in­ ido recostando más y más en su mujer, que ble. A Juan Ramón se le ha puesto la capa
glés. La ida a Puerto Rico parece como una es su mano, su pie y su lengua. encarnada sobre los hombros quieras que
toma de contacto de Juan Ramón con la in­ No es, en cambio, su memoria, porque no, capa con más o menos irisaciones en
creíble resistencia boricua a la sustitución cuando Zenobia hablaba y hablaba y le f a ­ cada caso. Es triste considerar que quizá
del español por el inglés en la isla, política llaba un nombre, título o fecha, Juan R a­ esta artificial irisación haya ayudado para
que parece ya abandonada. (E l problema món— su memoria— , que parecía ajeno la concesión del Nobel. Algún día sabremos
está casi invertido : ahora se trata de que desde la habitación oscura, le brindaba el si Ortega no lo obtuvo porque rompió con
los setecientos mil puertorriqueños que han dato exacto al prim er requerimiento, con la República, escapó del M adrid donde su
ido a v iv ir a Nueva Y o rk en los últimos su voz honda, resonante, lenta y erguida. vida peligraba a manos de “ los comunistas
diez años no barran totalmente el inglés de E l hada o paje daba la gran sorpresa de su y sus afines” , fué neutral, entró en España,
los barrios donde viven. N o se sabe qué naturalidad; era también el antiteatro o habló en el Ateneo y piropeó a la m agní­
pasará cuando, en un futuro próximo, vivan el anticuento, y, como rasgo que se evi­ fica España del 1946. También sabremos
en la gran urbe dos o cinco o diez millones denciaba desde el prim er momento, era una si B aroja... no lo obtuvo porque, estando
de puertorriqueños.) avasalladora monologuista. “ Zenobia, no te en el extranjero, entró en la España na­
Juan Ramón y Zenobia quedaron en canses, no hables más” , le decía Juan R a­ cional a adherirse durante la guerra. No
Puerto Rico rodeados del calor de la len­ món muchas veces al cabo del día. Y des­ deja de extrañar que una Academia de len­
gua, del calor del sol y de la vida de sosie­ pedía a las visitas, o simplemente no las gua extranjera valore algo tan d ifícil para
go, ésta relativa, al paso creciente de la recibía porque se había puesto más allá de quien no domina totalmente la lengua es­
manhatización de los chicagonizantes. Cier­ lo convencional. Cuando no recibía, siem­ pañola como son la poesía y la prosa de
tos altruismos y finos sentidos pusieron al pre con una disculpa amable, con lamenta­ Juan . Ramón, tan para minorías muy pe- ..
matrimonio bajo el techo de la Universidad ciones por unos achaques figurados graves. queñas, y no haya valorado las obras de
local. Juan Ramón comenzó a dar en sus Estaba ya libre Juan Ramón para emplear repercusión universal de Ortega— un P re­
aulas clases de literatura a su modo, sin muy brevemente algunos dicterios, aunque mio Nobel nato— o de un Unamuno, otro
textos obligados, sin preocuparse de la m i­ es verdad que no los prodiga y que concen­ adherido a España durante la guerra. Los
nuciosidad bancaria de la enseñanza de tra el fuego sobre dos o tres personas o monopolios propagandísticos mundiales de­
hoy, a base de coeficientes, sumas y porcen­ cosas. cretaron la filiación de los escritores nom­
tajes; donde las carreras de obstáculos de la Cualquier registro que se agitase ante brados, ocultando cuidadosamente los he­
enseñanza antigua han sido sustituidas por Zenobia producía en ella un torrente de chos contrarios, empleando en ellos las téc­
un sistema de máquina de pesar: moneda juicios, retratos, sucedidos de la vida in­ nicas más modernas de desinformación. (S i
— como es sabido, moneda y tiempo es lo telectual y política de M adrid del prim er en España hubiera algún sentido contra­
mismo— y ticket, con el resultado poco des­ ^tercio de siglo, que expresaba con codicia propagandístico o alguna intención de ha­
pués. D irig ió Juan Ramón una revista uni­ en una voz aguda que le tropezaba un poco cer contrapropaganda de cara a los inte­
versitaria, casi completamente salida de su con los dientes y sonaba a ceceo. lectuales del exilio, tendría que ser basada
pluma; enalteció la “ T o rre ” desde un pues­ A s í se fueron callando; Zenobia con un en este hecho e s t u p e f a c i e n t e : los tres
to de almuédano primero y principal, con cáncer antiguo del que no quería enterarse grandes de la intelectualidad “ al servicio
temas poéticos, con su pluma no tenden­ y Juan con sus enfermedades imaginadas. de la República” rompieron con ésta y fu e­
ciosa, limpia, sin pedradas a la madre. E n­ E ra ya todo ceniza su impresionante cabeza ron, en la ultim a ra tio de tomar partido,
tonces circulaban por Puerto Rico docenas rabina, toda ella gris— salvo unas órbitas nacionales (Marañón, Pérez de A yala) o
de sus rarezas, continuación de las que se cárdenas— , remate de su fr á g il cuerpo, in­ neutrales o silenciosos (O rtega). La ocul­
oían en Madrid hace treinta y tantos años, variablemente con un traje color de hábito, tación de estos hechos es la base de la pro­
cuando Juan Ramón era un m isterio que calcetines blancos, zapatillas negras y una paganda de los intelectuales del exilio. (Con
había que situar por los altos del Hipódro­ corbata nunca anudada, pero no renuncia­ ocasión de la muerte de Ortega, el hombre
mo, por donde la Residencia, el Instituto- da, cruzada al pecho cuando estaba tendi­ de la calle americano recibió de la prensa
Escuela y el Rockefeller. Juan Ramón era do, como una banda gris al m érito de en­ dominante un monumento al infundio que
ya entonces una sombra que sabíamos vivía vejecer en dignidad. Juan Ramón no se es lástima que no conozcan quienes creen
con un hada a la que hizo paje. A los pe­ salió jamás de ella, porque no era la d ig­ que la honestidad inform ativa es una con­
queños no se les hablaba todavía sino de nidad que se proclama por intereses co­ quista del mundo entero.)
las traducciones que el paje hacía de Ta- merciales, sino la que se es. P o r encima de Zenobia y Juan Ramón salieron del M a­
gore. otras grandezas morales que viven en el drid de “ los comunistas y sus afines” (pa­
Juan Ramón se fu é apagando en su aula histrionismo. la de Juan Ramón es una labras de O rtega) en (P a sa a la pág. 73.)
ESPAÑOLES DE HOY
J U A N R A M 0 N,
P o r M A R T I S A N C H O

«Platero» nació, vivió y murió en Moguer, pro­


EL A N D A L U Z
UNIVERSAL
vincia de Huelva. Iniciar una biografía con la
localización de un borriquillo no parece formal;
pero a Juan Ramón seguramente le gustará, y
por eso nos atrevemos a hacerlo, conforme, en
realidad, ya está hecho.
Un borriquillo onubense, Zenobia y Juan Ra­
món son las tres figuras que el cuarto de los pre­
mios Nobel venidos a España sitúa en la cumbre
de la actualidad. Pero Zenobia lia muerto, «P la ­
tero», ha muerto, y solo Juan Ramón, sin lo que ZENOBIA PUDO CONOCER SU CONSAGRACION ANTES DE MORIR
AfJ A M /T C A T D A C Este es el Juan Ramón de los años mozos, el de las 7FN H RIA Pronto se encontró a sí mismo Juan Ramón, cuando encontró
* î U H 11 U J n i A n d «Baladas de prim avera», llenas de simpatía juvenil, Z .C I 1 U D I H a Zenobia. Zenobia Camprubí, la mujer del poeta, está presente
de música popular saltadora. Desde entonces, la exquisita sensibilidad de este en toda su obra poética. T al es la compenetración de Juan Ramón y Zenobia,
lírico y su influjo personal marcarían una nueva etapa en la poesía española. que no podría hablarse de una dualidad al referirnos al perfecto matrimonio.

j■ ,

LA CASA DEL POETA EL PESEBRE DE «PLATERO» LA TUMBA DE «PLATERO»


vincia española de Huelva, donde pasó sus prim e­ cuadra donde pasó el pequeño «Platero» su limpia tero» nació, vivió y murió, encontró su mejor se­
ros e impacientes años Juan Ramón Jiménez. vida de borriquillo andaluz... y tam bién universal. pultura a la fresca sombra de este pino majestuoso.

más amara, está triste y ha llorado muchas más recientemente— . N o por un sentimiento enferm i­ cón, que vivían en esa «casa azul m arino» que su
veces en pocos días de las que llorara en su vida zo, sino porque e l cementerio moguereño ha de nostalgia del prim igenio hogar le ha hecho tam­
junta. E l también era de M oguer. Zenobia era de ser grato al descanso, lleno de músicas, de abejas, bién escribir con el «J o s e lillo ». H e aquí lo que
donde él fuese. Para Huelva toda la gloria, para de pájaros y de flo res...» es, ahora más que nunca, el M oguer de Juan R a­
é l . toda la pena y para las letras hispánicas, de N o han llegado aquí más que algunos de sus món— suena bien «M ogu er de Juan R am ón», y
todo aquello, un altísimo m otivo de consagración. últimos escritos, en los que su vejez humana se sería justo que los dos nombres anduvieran jun­
deja descansar sobre el recuerdo de sus años pe­ tos el resto de la Historia— , al cabo de un puña­
queños. Y o no sé nada de su «Joselillo Figura­ do de lustros de la muerte de «P la te ro », de los
M OGUER ciones», pero caigo bien en lo que de seguro será. desvarios, amores y consuelos de aquella juventud
M oguer, de pequeño, de cuando pequeño, de por la que nadie hubiera dado un céntimo, de
«Entre todo el cariño que me queda, ocupa el cuando Juan Ramón era un «Figu raciones», h ijo enfermiza cara y espíritu triste. H e aquí el M o ­
prim er lugar el cementerio de M oguer— escribía de un tal V íctor Jiménez y de doña Pura Mante- guer que no puede proscribirse, y al que sólo le-
yendo al poeta de hoy entenderemos justamente.
Recuerda la cercana ría; el monte, con las sen­
das entre el espeso matorral, suaves y de fácil
andadura; los prados blandos; la calle Mayor,
la Nueva— que era la suya— , la plaza, las másca­
ras del Carnaval, los escopetazos de la Resurrec­
ción, el pino de la Corona. «Platero» y él los re­
corrieron juntos momentos antes de que Juan Ra­
món escribiera las Memorias de los dos. En ese
panteísmo feliz del hombre, la bestia y las cosas
menudas está ya encerrada la concepción poética
del mundo en la que vive el poeta en los tiempos
sucesivos. Vale, pues, el tiempo que le dedicamos.
Nació Juan Ramón en la calle Rivera, en la
misma casa donde hoy se encuentra el cuartel de
la Guardia Civil, el 24 de diciembre de 1881.
Pero pronto pasó a la calle Nueva, hoy de Cáno­
vas, en uno de los azares de fortuna que sus pro­
genitores padecieran. Tenía tres hermanos, dos de
ellos hembras, y el tercero, Eustaquio, que habría
de ser cónsul de Colombia en la provincia de
Huelva y conservador de la reproducción que se
hizo de la carabela Santa María. Sólo vive la más
joven de las hermanas, Ignacia, habida de unas
segundas nupcias por don Víctor, y distribuye su
vida entre Sevilla y Moguer.
Los malos negocios vinateros acabaron por lle­
var a la ruina a los padres de Juan Ramón, pero
ya estaba el chico criado y en vías de ser un hom­
bre notable. La juventud del muchacho se distri­
buye entre el colegio de los jesuítas del Puerto
de Santa María, donde pudo adquirir ese cariño
entrañable a la bahía de Cádiz de que nos habla
Pemán, y Sevilla. A los siete años destaca por
sus versos, los primeros, expresivos y originales.
Muchos de ellos están escritos, sin duda, en la
huerta del colegio, dedicada a la par al cultivo
de la agricultura y de la peripatética. Los eucalip­
tos que sobresalían sobre las tapias del cortijo
de los Mazzantini, la bucólica grave de sus reses
bravas— ¡ah, las escapadas de los toros, cómo se
recordaban por la chiquillería!— , todo, todo ello
pintó los titubeos poéticos del muchacho, que,
entre Rubén Darío y la sutileza andaluza, no ha­
cía sino perderse en vacilaciones.
Lo cierto era que Juan Ramón no había encon­
trado el camino de su vocación verdadera. Se sen­
tía inquieto, y sus inquietudes venían siempre a
parar en desahogos artísticos. Dibujaba, mas con
timidez; y, en realidad, su aliento poético no
era mayor. En tal circunstancia, concluyó sus es­
tudios en el Puerto y pasó a Sevilla.
La inclinación por la pintura se hizo patente
a lo largo de los días sevillanos. Media docena de
obras se guardan en Moguer, de matiz ligeramen­
te modernista, con señales claras de un impresio­
nismo que empezaba a alborear. Nadie sabe lo
que hubiera sido el poeta como pintor. Torpe no
lo era. Lo que sí se declara meridianamente es su
invariable tendencia a encontrarse con las fuentes
naturales de expresión y su delicadeza al escoger
los temas y al trátarlos. En el primer piso, único
elevado sobre la planta, de su casa natal— que
ahora se va a dedicar a museo— , quedan cuatro
muestras de sus pinceles : marinas y naturaleza
muerta. El casino del pueblo conserva otros tres:
una nueva marina y dos de flores.

EL PO ETA, A PUNTO
DE PERDERSE

El primer atisbo serio de que Juan Ramón se


vencía por el lado literario en su creación ar­
tística lo encontramos inmediatamente. Tiene vein­
tiún años cuando compone sus Arias tristes, en
las que se nota una ligera influencia del carácter,
enfermo, sobre el fondo y la forma. Puesto que
el que había de ser extraordinario autor estuvo a
punto de perdérsenos por el camino de la locura.
Un desequilibrio mental, descubierto súbitamen­
te, le trajo a Madrid por primera vez. En la capi­
tal de España se sujetó a los cuidados del doctor
Simarro, en cuya clínica se mantuvo recluido has-
ta su total restablecimiento. Vuelve a su tierra, y
a poco, de nuevo y definitivamente, a Madrid.
Pero en el entretanto su padre ha muerto y su
l l i T IM A C fiT fl
Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, retratados últimamente en San Juan de
obra maestra en prosa poética, modelo entre cuan­ ULIllVIA l U l U Puerto Rico. Por aquellos días, gun tan felices, Juan Ramón había dicho: «Morir
tas se escribieron este siglo, estaba hecha ya. Nos
como nací, en paz y en mi tierra, cerca del cementerio moguereño, lleno todo él de música de abe­
referimos, naturalmente, al Platero y yo, acaso jas, de pájaros y de flores... Pero todavía es pronto para que pueda ocupar, con mi mujer, un nicho.»
más conocido, hasta hoy, que el autor mismo, lo
que indica sobre su inconfundible personalidad y
calidad cimera. A l fin y a la postre, la vida del encontraba. En el Platero, Zenobia está. Ella tra­ dramáticamente cierto que, una vez conocida la
poeta— de todo poeta—es, fundamentalmente, su ducirá a Tagore con la misma ortográfica audacia nueva, Zenobia no tenía ya por qué seguir. Su
obra. Y en Juan Ramón hallamos, como dije, este de su marido, con sus mismas inclinaciones, con misión estaba cumplida.
ejemplo de suprema humildad, que constituye, sus mismas raíces de sensualidad calmada, de se­
paralelamente, el timbre de mayor orgullo. renidad casi femenina, de desnudo clásico. Tal
es la compenetración de los dos, que virtualmen- EL PO ETA SE DESPRENDE
te constituiría pecado hablar de una dualidad al DE RUBEN D ARIO
ZENOBIA referirnos a tan perfecto matrimonio.
Ya está Juan Ramón con su propia alma ante A B C publica, al acordarse del poeta con mo.
Casa con Zenobia. Su amanecer clarea. Perdó­ sus ojos. Se mira en ella. Cuando, al fin de su tivo de la concesión del Nobel, la reproducción
neseme que me atreva a decir que Zenobia ha sido andanza feliz por este mundo, les llega la noticia de una página de Blanco y Negro fechada en 1904.
el día para él. Hasta entonces, el hombre no se de que han llegado al final, Zenobia muere. Es Con un fondo de jardín (Pasa a la pág. 71.)
COSTEANDO AMERICA CON EL "CIUDAD DE TOLEDO”
QUINCE MILLONES DE DOLARES EN PEDIDOS
CONVIERTEN LA EXPOSICION FLOTANTE EN
UN AGENTE DE VENTAS

"O GLOBO”, DE RIO DE JANEIRO, CALIFICA A


LA MUESTRA DE "CUARTA CARABELA”
DOS MILLONES DE VISITANTES A BORDO

m m

JÉ*'*
r- ■

Mr

Ha causado admiración entro todos los visitantes de la feria flotante cómo se han
resuelto las dificultades técnicas para convertir un barco en una hermosa exposición.

Con un mensaje de trabajo, el «Ciudad de Toledo» ha yisitado los más importantes puertos de Iberoaméri­
ca para mostrar a los pueblos hermanos los avances y realizaciones de la industria y el comercio españoles.

escribimos un reportaje previo llones de dólares, hablan por sí solos de la

C
uando
sobre la significación e importancia realidad que es el Ciudad de Toledo, de lo
de la exposición flotante que a bordo trascendental de su misión, hasta tal pun­
del Ciudad de Toledo iba a recorrer diver­ to, que ha rebasado sus naturales objetivos
sos países de América, le auguramos un culturales y económicos. El Ciudad de To­
gran éxito. A la vista de los resultados que ledo— y recogemos frases escritas por pe­
se están obteniendo se confirma el pronós­ riodistas de distintas latitudes— puede ca­
tico; es más, se desborda al alcanzar lími­ lificarse en el terreno cultural como la
tes que no fueron soñados. El Brasil, Uru­ “ cuarta carabela” (O Globo), mientras que
guay, Argentina, Venezuela, Colombia, Pa­ en el comercial se le ha titulado de “ ven­
namá, México, Estados Unidos, Cuba, Re­ dedor” (revista Balance), calificativo ver­
pública Dominicana y Puerto Rico han res­ daderamente inesperado.
pondido entusiásticamente a la muestra En su primera escala en país extranje­
española y en todos los puertos donde ha ro, en el fraterno Portugal, la reacción ofi­
anclado el barco español se han repetido cial y popular fué un anticipo de lo que
las pruebas de cariño e interés con que el luego significaría su periplo. Anclado en el
mundo hispánico acoge las cosas de la ma­ Tajo, fué visitado por miles de lusitanos,
dre patria, especialmente cuando éstas re­ interesados o simples curiosos por la mag­
presentan, con palabras acertadas del mi­ nitud de esta feria flotante. Diversos miem­
nistro de Comercio español, señor Arburúa, bros del Gobierno, personalidades oficiales
un “ mensaje de trabajo” . Un millón de vi­ y el Cuerpo Diplomático resaltaron, en el
sitantes a mitad de la ruta, en Buenos curso de la recepción que se celebró a bor­
Aires, y pedidos por valor de unos 15 mi­ do, la categoría y gusto de la exposición,

La escalera que conduce desde la cubierta a la Una vista del puerto de Río de Janeiro desde la
bodega es una estupenda muestra del buen gusto cubierta del «Ciudad de Toledo», cuando la ex­
que preside la decoración del «Ciudad de Toledo». posición visitó la capital de la nación brasileña.
«CIUDAD DE TOLEDO»

Un rincón de la taberna española está decorado con las armas que los fabricantes
españoles han aportado a la muestra. El juego de luces resalta la belleza del sitio.

La maquinaria española ha tenido, en todos los puntos visitados por el barco, un


éxito sin precedente. Los pedidos solicitados superan los cálculos más optimistas.

Un espectáculo extraordinario nos brinda la productora Yago Films con la pe­


lícula ESCLAVAS DE C A R T A G O , en la que se ha logrado una absoluta propiedad
histórica como fondo de un argumento apasionante. Los festines y orgías de la
época de los Césares, el dramatismo de las persecuciones sufridas por los cristianos
de la Roma pagana, las guerras que hacían las tropas del Lacio por las Galias y
la G erm ania..., todo está captado con rigurosa exactitud am biental en ESCLAVAS
DE C A R T A G O , cuyo rodaje en Totalscope y color ha term inado en Roma el gran
realixador Guido Brignone. Jorge M is tra l, Rubén Rojo, Ana Luisa Peluffo, Giana
M aría Canale, Marisa Alassio, Germán Cobos y A lb ert H e h m ..., todos están im ­
presionantes en sus respectivos papeles. El dramatismo tiene su culminación en
escenas de luchas, mantenidas con gran violencia, por Jorge M istral y centenares
de «extras». Rubén Rojo hace una interpretación excepcional. Este actor, que ha
triunfado con «Embajadores en el infierno », confirma su categoría en ESCLAVAS
DE C A R TA G O .
Panorama de la planta alta de la exposición, en la El ministro de Fomento de Colombia, señor Ospina; el general Polania; el embajador de España, señor Ba-
que puede verse el arranque de la escalera central. raibar, y el jefe de la misión comercial, señor De Erice, en la etapa del «Ciudad de Toledo» en Barranquilla.

en donde no faltaron los elogios emociona­


dos del príncipe Don Juan Carlos y su au­
gusta familia. El príncipe fué invitado a
un almuerzo en el barco, al que asistió el
embajador de España en Lisboa, don N i­
colás Franco.
Ya en aguas americanas— tras la escala
tangerina— , el primer puerto visitado fué
Río de Janeiro. La presencia real del Ciu­
dad de Toledo superó las ilusiones que se
habían forjado. Desde un mes antes de su
llegada, la prensa brasileña le dedicó am­
plia información; pero al presentarse, fla­
mante y original, en la ciudad carioca, la
adjetivación amable con que había sido
tratado previamente se desbordó en entu­
siasmo formidable.
Los informes que de esta ciudad se reci­
ben, así como de los otros puertos brasile­
ños donde hizo escala a su regreso de Bue­
nos Aires— Santos, Bahía y Recife— , son
satisfactorios y emocionantes. Casi ningún
brasileño— dicen— había tenido ocasión de
ver un conjunto de la producción española
como la exhibida en el Ciudad de Toledo.
Sorprendió favorablemente el avance espa­
ñol en la fabricación de maquinaria y trans­
formados metálicos, e igualmente puede
decirse respecto a la suntuosidad y alto Recepción en honor de la exposición flotante y de sus miembros en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires,
tono artístico de las porcelanas y de los en el curso de la cual pronunció un importante discurso el jefe de la misión comercial, sei or De Erice.
productos de la Fundación Generalísimo.
Las industrias eléctricas merecieron gran­
des elogios. Superfluo sería repetir el éxito
del “ Pegaso” , tanto el camión como el tu­
rismo. Los visitantes se maravillaron de la
solución técnica dada a la presentación del
certamen y, dentro de ella, a las escaleras
que conducían a los distintos planos. El co­
mentario común se expresaba en estos o
parecidos términos : “ La exposición hace
olvidar que se ha instalado en un barco.”
La impresión general puede resumirse así :
los brasileños vieron la muestra con inte­
rés afectuoso; los españoles, con orgullo.
Esta impresión optimista está avalada
por la estadística: 528.000 personas visi­
taron la exposición en los quince días que
permaneció en el Brasil. Se han efectuado
pedidos por valor de 10 millones de dólares.
Y, como gesto simpático, la colaboración de
la colonia española, que contribuyó gene­
rosamente a los gastos del barco en su es­
tancia brasileña. Hasta tal punto, que de
las 723.790 pesetas, cifra en que se calcu-

Visitantes de la exposición «Ciudad de Toledo»,


ante la barra de la taberna española, degustan los
excelentes caldos del país y comentan la trascen­
dencia de esta feria de la industria y el comercio.
A la Habana y México por C U B A N A

Ahora más cerca que nunca con los rápidos y lujosos

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C U B A N A o s A V IA C IO N acerca así aún más los mundos hispánicos.

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en que se combinan felizmente la velocidad, el lujo y el confort logrado
p o r los d i s e ñ a d o r e s del. más m o d e r n o a v i ó n construido h a s t a hoy.

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lan estos gastos, el barco sólo tuvo que abo­
nar 19.400 pesetas.
En Río de Janeiro visitaron la exposición
flotante el Gobierno y las primeras autori­
dades. El Presidente Kubitschek asistió a
COSTEANDO AMERICA CON
la inauguración, mostrándose muy com­
placido.
El segundo país de América donde tocó
EL "CIUDAD DE^ TOLEDO”
el Ciudad de Toledo fué el Uruguay. Mon­
tevideo tenía que ser escala forzada de tan
interesante muestra del comercio español.
Las ilusiones puestas en esta visita no se A la vuelta de Buenos Aires, y -tras los flotante se desplazó desde Bogotá el minis­
defraudaron : 100.000 personas concurrie­ puertos brasileños ya citados, la siguiente tro de Asuntos Exteriores, doctor José Ma­
ron a la exposición, y junto a la calurosa escala del Ciudad de Toledo fué La Guaira, nuel Rivas Sacconi, que ostentaba la repre­
acogida popular, el elemento oficial dió en Venezuela. El desbordamiento popular sentación del Presidente de la República.
igualmente pruebas de afecto. superó aquí, si ello es posible, a los ante­ En su camino hacia México, donde atra­
También aquí, como en todas las nacio­ riores recibimientos. En el plazo de cuatro có en los puertos de Veracruz y Tampico,
nes visitadas por el Ciudad de Toledo, la días, la exposición flotante fué visitada por el Ciudad de Toledo visitó la República de
colonia española respondió al mensaje de 80.000 personas, dándose la particularidad Panamá y Puerto Limón en Costa Rica.
la industria y el comercio de España. Con de que este puerto está a 20 kilómetros de En ambos países el recibimiento y éxito de
antelación a su llegada, la Cámara Espa­ Caracas, lo que supone un desplazamiento la exposición flotante fué apoteósico. En
ñola de Comercio de Montevideo organizó especial. Puerto Limón, más de 300.000 personas
un concurso literario, bajo el lema “ Men­ El Presidente de la República, general acudieron a bordo, siendo atendidas por los
saje de trabajo de; España a los pueblos Mar:os Pérez Jiménez, acudió a la inaugu­ servicios del barco.
de América” , entre todos los escritores uru­ ra ’ ón. lo oue hubo de suspender una Veracruz tributó al Ciudad de Toledo la
guayos, concediendo premios de 500, 300 y visita al interior que tenía proyectada. más entusiasta y simpática acogida. Los
200 pesos. La propaganda fué igualmente ja. eiri-LO que la exposición ha producido muelles se encontraban materialmente re­
extraordinaria. Y la población de Montevi­
en los medios comerciales venezolanos re­ pletos de público. El total de visitantes en
deo y del interior, que se desplazó a la ca­ dundará en el alto prestigio que de España la ciudad mexicana ha sido de 60.000, y en
pital para visitar la muestra— se organiza­ se tiene en este país, y ha tenido su pri­ este puerto se sobrepasó, de todo el viaje,
ron caravanas de comerciantes, industria- mera expresión en la multitud de peticio­ la cifra de 1.500.000. Este número corres­
les y escuelas—-, respondió al llamamiento. nes para contactos comerciales que ha re­ pondió a don Bautista Romo.
Las entradas quedaron agotadas la víspera cibido la Oficina de Economía Exterior de Tras la estancia en México, fué Nueva
de cada día, y el importe de éstas— 44.000 la Embajada de España. A este extremo Orleáns (Estados Unidos) la ciudad visita­
pesos— se cedieron para atender a los fines debemos decir que la Dirección General de da. Resulta cansado repetir las informa­
benéficos del Hospital Sanitario Español. Mercados Extranjeros prepara un folleto ciones sobre el éxito obtenido en este nue­
La relación nominal de visitantes de to­ con tales fines. Se dice que la mayor atrac­ vo puerto. Las mismas demostraciones ju­
das las categorías haría exhaustivo este re­ ción— en el orden artístico— del certamen bilosas, los mismos comentarios entusias­
portaje. Los consejeros nacionales, los mi­ la ha constituido aquí la gigantesca custo­ tas. La escala en Nueva Orleáns era espe­
nistros, senadores y diputados, los directi­
dia realizada por varias generaciones de rada con expectación por los organizadores
vos de entes autónomos, etc., resaltaron con del viaje, puesto que, saliendo de la órbita
orfebres, a través de cincuenta años, y que
su presencia la calidad de la exppsición.
fué ofrecida para su adquisición al Presi­ iberoamericana, se abordaba un país ajeno
El ministro de Relaciones Exteriores de dente de la República. a nuestra mentalidad. Sin embargo, los re­
Guatemala, en visita oficial en Montevideo,
Como muestra de la acogida popular de sultados de la visita no han podido ser más
acudió con su séquito, y del vecino Para­
la exposición, referiremos que la Fosforera halagüeños. En esta ciudad se incorporó a
guay se desplazó una representación o fi­
Venezolana lanzó un modelo de cajas de ce­ la expedición el prestigioso barman Perico
cial. Y en un ambiente de cálida simpatía
rillas con un reclamo de la muestra. Chicote, para hacerse cargo de los servi­
zarpó el barco para Buenos Aires.
Y llegamos a Colombia. Dos ciudades cios del bar del Ciudad de Toledo.
En contraste con la aparente frialdad de
fueron las visitadas por el Ciudad de Tole­ Cuatro países isleños han cerrado el peri-
dos semanas antes, el Ciudad de Toledo
do en su etapa colombiana : Barranquilla plo del Ciudad de Toledo en el continente
absorbió desde dos o tres días con antela­
y Cartagena de Indias. En la primera se americano : Cuba, la República Dominica­
ción a su llegada la atención y la vida en­
puso de manifiesto una vez más la emo­ na, Haití y Puerto Rico. Cuatro éxitos que
tera de Buenos Aires, convirtiéndose en el ción de los españoles todos y el afecto de han coronado el esfuerzo español. Autori­
tema obligado de conversación. La exposi­
los naturales. A esta ciudad se desplazó el dades, comerciantes y el público en general
ción fue inaugurada por el Presidente de titular de la cartera de Fomento colombia­ han avalado con su presencia el triunfal
la República, señor Aramburu, en compa­
no para asistir a los actos inaugurales. Las viaje. Las colonias españolas en estas na­
ñía del Gobierno, autoridades y jefes de
autoridades, en muestra de interés y sim­ ciones han derrochado entusiasmo, llegán­
misión acreditados en la capital bonaeren­
patía hacia las cosas de España, impusie­ dose en Cuba, donde es tan nutrida, a mues­
se. La afluencia de público llegó a tal pun­
ron al director general de Mercados Ex­ tras de desbordamiento. Las máximas je­
to, que fueron necesarias varias horas de
tranjeros y al embajador de España, señor rarquías del Gobierno, encabezadas por los
cola para visitar el barco, cola de cuatro
Baraibar, la medalla al Mérito Industrial, Presidentes de las Repúblicas respectivas,
y seis en fondo y que en algunos momentos
así como nombraron miembros de honor y han declarado su satisfacción ante el des­
alcanzó cerca de dos kilómetros de longi­
entregaron las llaves de la ciudad a los al­ arrollo de la industria española y sus de­
tud. En 500.000 personas se cifran los vi­
tos cargos de la misión. En el día y medio seos de incrementar los contactos comer­
sitantes, y en esta ciudad se registró el vi­
que permaneció el Ciudad de Toledo en Ba­ ciales con España.
sitante que hizo el número de un millón.
rranquilla visitaron la exposición 87.000 Y tras sus escalas en el Caribe, el Ciu­
Fué la señorita Susana Blanco Forgione,
personas, y al partir fueron despedidos por dad de Toledo volvió rumbo a España el 26
de quince años de edad, obsequiada con un
señoritas de la localidad' ataviadas con tra­ de noviembre, donde, luego de visitar las
distintivo de honor y un gallardete por el jes regionales de España. Islas Canarias, se dirigió a las plazas de
capitán del barco y el embajador de Espa­
ña, don José María Alfaro. En Cartagena de Indias, el Ciudad de Ceuta y Melilla, en el norte de Africa, y
Toledo hizo entrega a las autoridades de la Valencia, en la Península— son otras mu­
El éxito de la exposición rebasó la ciu­
estatua de don Blas de Lezo, obra del es­ chas las ciudades que desearían su visita— ,
dad de Buenos Aires y se extendió al in­ cultor español Laíz Campos, que se alzará para rendir viaje en Barcelona mediado el
terior, donde numerosos periódicos publi­
en un céntrico lugar. Durante la estancia mes de diciembre.
caron amplias y elogiosas informaciones. de la exposición flotante en esta histórica
Para darnos cuenta de la magnitud deí * * *
ciudad permanecieron enarboladas en el
éxito, conviene destacar que en Buenos A i­
fuerte de San Felipe las banderas de Es­ La misión que fué encomendada al Ciu­
res hubo necesidad de ampliar el horario
paña y Colombia. Aprovechando la visita, dad de Toledo, como adelantado del comer­
de visitas y que se pidió reiteradamente
la Municipalidad entregó a los señores De cio y de la industria de España, se ha cum­
que se prolongara la estancia del barco
Erice y García Sanchiz, pregonero este úl­ plido. Embajada de la cultura, de la indus­
— que permaneció allí siete días— , a lo que
timo de la expedición, varias medallas, re­ tria y de la economía española, la exposi­
no pudo accederse por la rigidez y forma­
producción de las que un día mandó emi­ ción flotante es como un pedazo de España
lidad del itinerario. Para conmemorar la
tir Inglaterra para celebrar la victoria del que ha ido a ponerse en contacto con las
visita del Ciudad de Toledo, el ministro de almirante Vermont, que con 150 naves y
Comunicaciones dispuso la emisión de un Repúblicas hermanas del Nuevo Continen­
12.000 soldados había emprendido la con­ te. Todos los objetivos previstos se han re­
matasellos conmemorativo.
quista de la plaza, y cuyos intentos resul­ basado ampliamente. La España que tra­
Aprovechando la estancia del Ciudad de taron inútiles al ser derrotado repetidas baja no es una mera especulación propa­
Toledo en la Argentina, el director general veces, y donde tanto se destacó el bravo gandística : es una realidad encerrada aho­
de Mercados Extranjeros, don Juan Sebas­ Blas de Lezo. El mismo día tuvo lugar la ra, a manera de muestra, entre las plan­
tián de Erice, asistió a una recepción en la inauguración de la filial del Instituto co­ chas del Ciudad de Toledo, y que todos los
Cámara de Comercio Española y depositó lombiano de Cultura Hispánica, para el que hombres de buena voluntad de América
sendas coronas de flores en los monumen­ ha sido designado como director el histo­ han podido comprobar en este viaje tras­
tos al general San Martín, en la catedral, riador colombiano señor G. Porras Troco- atlántico.
y a los Reyes Católicos, en Costanera. nis. Para el recibimiento de la exposición J. M . G.

HEROICA
CONDICION
j¡¡B p
DE
IRALA 1 fecife êÊÈËÈ^ Æ Ul

U N V A S C O E N L A S I N D I A S

EL FORJADOR DE LA N A C I O N A L I D A D P A R A G U A Y A
D r . C arlos Z U B IZ A R R E T A

ropónese el Paraguay fes te ja r este realidad, su hazaña no fu é de conquista, valleinclanesco— ; en uno está el marqués

P sino de creación. H ay que destacarlo al re­ de Bradomín y en el otro todos los demás...”
año la memoria de don Domingo M ar­
tínez de Irala con solemne y encen­ cordar su gesta padecida y amorosa, al po­ “ Nos, que valemos tanto como vos— retan
dido fervor, en ocasión del cuarto cen­ nerla una vez más de resalto ante la aten­ los infantes de Aragón a su tío el rey— , y
ción del h ijo paraguayo y del hermano es­ que juntos valemos mucho m ás...” Así,
tenario de su muerte. Con el homenaje enal­
tecedor de tan preclara figu ra, la naciona­ pañol, para que el español y el paraguayo acierta bien M ajó Fram is cuando, en el
lidad enmienda la grave injusticia de un de hoy no olviden la potencialidad ontolò­ prefacio de su copiosa colección de biogra­
gica de la raza. fías de la Conquista, refecciona : “ La con­
olvido que ha durado cuatro siglos. Y en el
Su b iografía no cabe aquí. Quiero sola­ quista fu é siempre obra dispersa y solita­
propósito de enmienda, el estíipulo ■— hay
que confesarlo— ha partido de España. P o r­ mente mencionarlo, levantar la vista para ria. El rey y el reino permanecían a modo
apreciar la mole de su estatura, tan gran­ de socios espectadores, que van a posibles
que también España, al igual que el P ara­
de como la de Cortés, tan grande como la ganancias, pero rehúsan riesgos. No hubo
guay, ha sido injusta relegando a sombra
de Pizarro. Porque Hernán Cortés en el unificación sistemática en la conquista. La
del olvido, o cuando menos a la tibia penum­
mundo azteca de Méjico, P izarro y Alm a­ unificación de los pueblos la hizo después
bra de la indiferencia, la memoria de uno de
gro en el imperio arcaico, Domingo de Irala el espíritu, que destellaba de alburas im­
sus capitanes más extraordinarios. P ara­
en la difusa y dilatada área de dispersión palpables, el espíritu de lo español, irreduc­
guay, por incuria. España, por falta de in­
guaranítica, son las figu ras señeras de la tible a semejanzas extrañas. También una
terés. Los españoles, porque estudiaron una
conquista de América, por la dimensión de historia retrospectiva de la Conquista que
historia de la conquista indiana qué no des­
su esfuerzo sostenido, por la medida geo­ pudo ser nos mostraría que la obra fu é va­
taca suficientemente la hazaña oscura del
gráfica que abarcó su empuje, por la uni­ cilante y que hubo error en no navegar con
capitán de V ergara en un oscuro escenario
dad política que sign ificó su obra. Epocas m ejor triun fo al septentrión. Nos mostra­
sin tributos. Los paraguayos, porque no su­
distintas, epopeyas dispares, pero idéntico ría que la conquista fué, en cierto modo,
pieron escribir, hasta hoy, una historia d ig­
m ilagro heroico. Figuras señeras de la Es­ disminuida por la dinastía de los Austria,
na del héroe que creó su nacionalidad.
paña destellante y ruda del siglo xvi, sin que estimó siempre en más los intereses de
La ingratitud de España ha sido, con
mención de sus navegantes estupendos, sin Europa que los intereses de Indias, cuando
todo, menos grave que la ingratitud para­
mengua alguna de la alentada hazaña de una mínima acción indiana importaba más
guaya. Para España, Irala sign ifica sólo
otros arrojados conquistadores que también que todos los Flandes y Milanesados y to­
uno de sus alentados conquistadores en la
compitieron en pujanza, pero cuya brega das las algaradas teocráticas de Alemania...
epopeya prodigiosa de dar redondez al mun­
— por más dispersa, discontinua, breve— no Si no hubiera muerto el rey Don Juan...
do bajo las entelequias tolomeicas. Pero
para el Paraguay, Irala sign ifica mucho adquirió la relevancia de concierto que la Si siquiera no hubiese muerto la reina es­
de estos cuatro hombres singulares. posa de Don Manuel el portugués... Pero
más. Representa la máxima expresión his­
Domingo de Irala es cabalmente un hé­ el oscuro, que trabaja contra el bien, quiso
tórica porque es nada menos que su crea­
roe clásico, un héroe que realizó su hazaña otra cosa. España se desnacionaliza y la
dor. Irala es, sencillamente, quien dió cuer­
en puja solitaria. Siempre estuvo solo el gran alba del quinientos titubea al servicio
po y alma a la nacionalidad paraguaya.
gigan te español en la conquista de Indias, de Europa, debajo de las esferas sombrías
Irala es español, pero también es paragua­
que ese m ilagro es particular de cada uno, de Europa. Am érica, que pudo ser de punta
yo, pues a tal punto amó su obra, que fué
entre tantos y tantos esforzados capitanes. a punta española, no lo es sino en mitad...”
devorado por ella, confundiéndose con su
Porque hay que advertir que el genio his­ Y esa España individualista se pone de
esencia.
pánico adquiere estatuaria en esfuerzo relieve en el acusado p erfil de estos héroes
Su caso es singularísimo y no tiene pa­
rangón en toda la historia de la conquista siempre individual durante toda la epopeya solitarios. Uno de ellos es Domingo de Irala,
del descubrimiento y conquista del Nuevo tan poco enaltecido en la memoria nacio­
americana. Nadie como él, absolutamente
nadie, se- identificó tan consustancialmente Mundo. El individualismo del español es su nal de España y del Río de la Plata como
virtud capital. “ Los españoles formamos lo estuvo durante toda su brega padecida.
con la nueva tierra, engendrando vida, casta
Y estirpe en la tierna matriz indígena. En dos grandes grupos— advierte el arquetipo Su caso singular implica un ejemplo extra­
ordinario de tenacidad, que, quizá aun así, dos— y no otra virtud— lo que caracteriza Desde su infancia reconcentrada y taci­
no hubiera bastado a la realización de su al héroe, cualquiera que sea el coeficiente turna, cuando en su aldea de Vergara mas­
tarea sin el milagro de una predestinación de su valía en la telúrica. Así, en el héroe ticaba pensativamente su queso de cabra y
casi divina. Su tarea no le fué señalada frustrado hay tanta heroicidad — aunque bebía su chacolí caliente, la mirada azul
por los hombres. Se la regaló Dios como un sea en valor de ensayo, en futuro acervo perdida sobre el Pirineo azul de su hori­
carisma. de praxia y de noxia—-como en el héroe que zonte, Irala ya sentía su vocación anidada
No era Irala el elegido por humanas vo­ cumplió su hazaña con plenitud casi divina. en el pecho. ¡Guipúzcoa fría, austera y re­
luntades para el rol protagónico. Aquella Por eso, para Carlyle, el héroe es simple­ cia! Sus padres querían hacer de él un es­
empresa era de Pedro de Mendoza; debía mente el que hace historia sin sentido pre­ cribano y señor de un mayorazgo. Casona
heredarla Juan de Ayolas. Pero un destino determinado y sin que su esfuerzo heroico solariega, tierras de pan llevar, tiesura de
providencial abatió a los dos hombres, en­ se pierda nunca definitivamente ante el rutina desteñida, despacho oscuro con ates­
tregando la tarea al oscuro hidalgo desco­ fracaso. tados polvorientos, tintero de cuerno, pluma
nocido. Luego, cada vez que alguien inten­ Domingo de Irala tuvo su tarea y la cum­ de ganso, ropilla negra. Toda esa vida di­
taba arrancarle el mando, curiosas, extra­ plió. La cumplió cabalmente, a su modo, ferente, de ataduras respetables y delezna­
ordinarias coincidencias, se lo preservaban como pudo y en cuanto pudo. Lo que no se bles. la jugó entera a una carta contra su
de modo casi milagroso. ¿ Lo custodiaba un logró, lo que no alcanzó realización por el destino aventurero. Abandonó todo y se
superior designio misterioso para el pre­ fortuito -acaecer de los a c o n te c im ie n to s marchó a las Indias para ganar mundos o
destinado? — que también tienen su lógica— , el desti­ pere-er en el emneño, poroue seguros pre-
Analicemos su caso. Falló primero en la no oue deb-ó ser y no fué, no empaña ni monitnr:os cantaban en su alma el canto de
intención de desplazarlo Francisco Ruiz Ga­ desfigura el relieve heroico de su hazaña. tentación sobre un ramaie de lambreouines.
lán. El adelantado Cabeza de Vaca, derro­ Si razones ajenas a su voluntaria decisión i Oh si su conquista le anortara también
cado. debió devolverle el poder. En el Perú, no retardaran las expediciones al noroeste riqueza!... ¡Si los desnudos camones sin
Diego Centeno, nombrado para ese mando, en procura de la Gran Noticia de la Sierra lev°nrta oue sojuzgó su emnuje le hubieran
murió sin recogerlo, y el capitán Francisco de la Plata o el Paititití, Irala pudo alcan­ rendido oro. olata, pedrería, en v°z de re-
Hernández, que lo pretendía, no pudo lo­ zar la meta de la fortuna. Si adversos acon­ P"íiorio soiamente doncellas imnúb°res de
grarlo a pesar de ofrecer por él cien mil tecimientos no irrroidieran su ansia expan- almizclada carne de canela!... En la admi­
pesos de plata. Juan de Sanabria, el tercer sionista hacia el Guairá, también pudo sal­ ración del mundo. Traía estaría entonces
adelantado designado por el rey para el go­ var para la corona de España la vasta co­ tan encumbrado como Cortés, como Piza-
bierno del Paraguay y Rio de la Plata, pe­ marca que captó Portugal y asegurar la sa­ rro. Poroue también Traía ha vivido v es­
recía sin posesionarse del cargo. El gober­ lida oceánica de la costa brasileña para la crito una enonpva. aunque su éoi"a aPanzó
nador Alaniz de Paz fué contenido en. su Provincia Gigante de las Indias. Pero Dios más clásicos perfiles de astuto y prudente
viaie al Paraguay por imprevistos incon­ no le concedió un cabo más’ de vida para LP’ sor oue de arroiado Anuiles.
venientes, y don Diego, hiio y heredero de que desarrollara la política que paciente, La estrella de su d estin o no o p u s o d e ­
don Juan de Sanabria, tampoco debía llegar tesoneramente, cimentaba. lante de su d e s m e s u r a d o aliento fo r t a l e z a s
a destino. El mando de ese ingrato dominio Cabe destacar que esa predestinación pro­ de m e d r a con em p lu m a d o s e jé rc ito s res-
que otros le disputaban era para Irala, siem­ videncial cumplida en el capitán de Vergara p la n d p e ie n t e s c p pro necesitó b a t i r s e sin
pre de Irala. no implica en modo alguno la disminución canto b é 1ico co n t ra el p a n t a n o y la selva
Y el predestinado supo cumplir la tarea de su valía, de su intrínseca condición he­ p o r el a lucinante señuelo que sie m p re le
que Dios le confiara, a pesar de la oposi­ roica. Que Dios no regala mundos a quienes b u r l a b a , co ntra la a l im a ñ a v la fiebre, con­
ción de los hombres, poroue entregó a ella no saben merecerlos. En el héroe guipuz- t r a el c a n s a n d o v el mosquit o, contra la
su vida toda, sin dispersión alguna, como coano hay cautela, prudenccia y astucia en s erp ie nte y el h a m b r e , c o n t ra el t i g r e y la
quien se entrega en cuerpo y alma a una grado extraordinario. Es el gran oportunis­ traición...
vocación auténtica. Es precisamente esa en­ ta que exprime en cada coyuntura todo el Aimono no fuera el hombro one enviaran
trega absoluta, esa maravillosa adaptación provecho cabal que ella puede brindar. Pero para hallar la Sierra de la Plata. Traía re­
del artifice a la obra, lo oue da textura y también hay en él una voluntad de imperio cogió todas las oportunidades, les dió sen
relieve a su clásica heroicidad, aun pres­ y una medida reflexiva que le singularizan. tido y realizó el milagro de la conquista
cindiendo del nositivo resultado obtenido. Entre todos esos hombres de acción, sus platense al frente de hueste abandonada a
Irala se identificó íntimamente con la nue­ compañeros de aventura, sólo él era tam­ su prom'a suerte. Otro capitán hubiera
va tierra de su afán. La amó entrañable­ bién hombre de pensamientos. Todo su lar­ sucumbido en el empeño por total aniqui­
mente. En toda la alucinante historia de la go gobierno da la impresión de seguro do­ lamiento. pero él salvó la gesta. Salvó la
conquista de Indias— lo repito— no existe minio y de serena determinación. Pareciera gesta con aouel reducido puñado de valien­
otro ejemplo, tan siquiera aproximado, de que ninguna hesitación le hizo titubear ja­ tes. Por eso es Irala el héroe en la órbita
destino vocacional tan acabado, amoroso, más. Supo siempre qué quería y cómo al­ platense. Todos los demás, los oue con él
perfecto y desinteresado. Su conquista era canzarlo. Y aunque sus finalidades puedan bregaron y padecieron en aouel ingrato,
ingrata, y a pesar de ello, Irala no quiso ser controvertidas, su gobierno resulta, al enorme, imponente escenario, los oue le su­
abandonarla y le entregó su vida heroica cabo, una obra de arte política bien logra­ cedieron después, no significan otra cosa
con heroica insistencia. da. Todas sus determinaciones eran pesa­ que su epígono obligado.
Porque es la potencialidad del esfuerzo das y meditadas. ¡Determinaciones concer­ Ese hombre, nada más oue ese hombre,
encauzado a fines determinados y defini­ tadas ! es el forjador de la nacionalidad paraguaya.
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general. Tratado de los vicios y los pe­ D O G M A C A T O L IC O , por el P. F. M a r ín -
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de Descalzas. Avisos. Desafío espiritual. MES. (Véase sección VI.)
Vejamen. Poesías. Ordenanzas de una
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SA N T A C A T A L IN A DE S IE N A . E l Diá­ I: Nacimiento e infancia de Cristo, por
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año 237 antes de Jesucristo. Sometida luego a los visigodos y más
V W tarde a los moros; arrasada por el califa Modhafer, fué liberada y re­
construida por Alfonso V I y sus sucesores en el siglo X I. Su fecha
principal es la de la batalla de Arapiles, principio de la liberación de,
España tras la ocupación napoleónica.
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glo X III. Visitada por Cristóbal Colón, que acudió a ella con objeto
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iudad, en las proximidades de su
Plaza Mayor, que por su gran­
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Los monumentos de su fe se entremezclan con los de su ciencia:


preciosa iglesia románica de San Marcos, Catedral Vieja, enriquecida
con las mejores joyas de la escultura y de la pintura de la época;
Catedral Nueva (siglo X V I), Escuelas Menores, Universidad (siglos X I
y XVT); capilla de San Jerónimo, con sus fabulosos tesoros; Hospital
del Estudio; Biblioteca, de 8 0 .000 volúmenes; iglesias de San Millón
y de San Isidro, Casa de las Conchas, convento de San Esteban, Colegio
del Arzobispo, colegios de San Ambrosio y Carvajal, casa de Alvarez
Abarca,, médico de Isabel la Católica. En ese collar de joyas merecen
mencionarse todavia los conventos de los Agustinos y de los Carmelitas,
la Casa de las Muertes y, por fin, el palacio de Monterrey, ba|o cuyos
imponentes auspicios se ha colocado el modernísimo Hotel Monterrey-
La elegante instalación de este último, la notable decoración de su
comedor y de sus salones, el confort de sus habitaciones, la excelencia
de su cocina y lo esmerado de su jervicio ofrecen al turista un sitio
ideal para su estancia en Salamanca, merecedora de muchísimo mas
que un pasar precipitado, y cuya visita detenida se impone a quienquie­
L DE LUJO DE LA COSTA BRAVÜ ra que haya comprendido el papel que desempeña, desde hace siglos,
el foco siempre ardiente de la cultura hispapica y mundial.
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LA BANDERA
Y SUS ANTECEDENTES

Po r JOSE MEDINA GOMEZ


n repetidas ocasiones se han pre­ su criterio o color de su casa y fa ­

E guntado los hombres de Espa­


ña y de los países fraternos el
origen de la bandera española y sus
m ilia.
Esta situación prevalece a lo largo
de la Reconquista, remonta la Edad
vicisitudes. Muchos son los que sa­ M edia y deserriboca en el reinado de
ben que los colores actuales— rojo, los Reyes Católicos, encrucijada de
am arillo y ro jo — fueron adoptados dos edades, con una cierta predilec­
por el rey Carlos I I I , pero ignoran ción de los colores rojo y blanco en
por qué eligió precisamente estos co­ lo que atañe a los colores reales y
lores y, sobre todo, qué banderas autonomía absoluta en cuanto a los
se usaron antes y después de él, pues colores de la nobleza, a quien co­
concretamente la roja y gualda del rresponde la jefatura natural del
monarca Borbón hubo de capear d i­ ejército. Los Reyes Católicos, en su
versos temporales, casi afectos a los afán vertebrador, se muestran par­
vaivenes de la política española en tidarios de la homogeneidad de los
la pasada centuria, basta imponerse colores, y sus preferidos son el rojo
en nuestros días. y el blanco, con los que uniforman
Con machaconería de tópico p o ­ a la Santa Hermandad y a la Guar­
demos afirmar que el uso de la ban­ dia V ieja de Castilla, que enlazan
dera como distintivo es tan antiguo con los colores de Aragón y Cata­
MUY CERCA LOS ESPEF A como el mundo. A lred ed or de una luña (número 1), siendo Don F er­
nando, muerta la reina, el que fu­
insignia, sea un trozo de tela, una

F R A N C I A enseña e incluso un amuleto, se lian


agrupado los hombres de.sde el p ri.
mer día de la Historia para defen­
sionó estos colores con el morado
propio para dotar a su Guardia de
Alabarderos,, aunque rojo fuese el
conocido pendón del «Tan to monta,
les encané á por su belleza y di epsídad derse o atacar, cobijo y sostén en la
monta tanto...» (número 2).
adversidad y en el triunfo. La ban­
dera es sím bolo de lo propio. P o r A sí, pues, los colores de Castilla
ella se muere en e l campo de ba­ y León fueron preferentemente el
C O N EL talla y la captura de la del enemigo blanco y el rojo, rom o éste y el ama­
representa la señal jubilosa de la rillo los de Cataluña y Aragón. En
el origen de estos últimos campea
TREN Y LOS AUTOCARES victoria.
El uso de la bandera en España
se remonta a la aparición de las p ri­
una hermosa leyenda. Cuenta ésta
como en su lecho agónico W ifred o
el V elloso, conde de Barcelona, pide
meras razas invasoras y los iberos
DE LA — dicen los historiadores— usaron con a Carlomagno un escudo para los
preferencia en sus enseñas el color suyos, y como el em perador m oja la
rojo. Los prim itivos reyes, y aquí mano en la sangre que mana de la

SNC F la fábula se da la mano con la H is­


toria, resaltaron sus banderas con un
castillo. Con los romanos se adop­
taron los símbolos de éstos— el águi­
herida fatal y traza unas rayas so­
bre el escudo, barras rojas sobre
fondo am arillo del escudo de Cata­
luña. Los historiadores muestran sus
irá n a to d a s p a rte s con to d a c o m o d id a d la, el dragón, etc.— , que debieron dudas respecto a la autenticidad de
respetar los visigodos, pues a ello la anécdota. Lo cierto es que Ramón
se refiere San Isidoro en sus nunca Berenguer IV usó tales colores, que
bien ponderadas E tim ologías. Los pasan a Aragón al unificarse ambos
moros trajeron sus habituales pen­ reinos. Colores que llevó a Nápoles
R educciones d e l 2 0 a l 4 0 p o r 100 dones con la media luna, que ador­ A lfon so el Magnánimo al coronarse
naban con colas y crines de caballo en aquel reino.
con los b ille te s turísticos o d e grup os para destacar la categoría de los Carlos V, con sentido universalis­
jefes. ta en todas sus empresas— «C arlos de
Pero es durante la Reconquista Europa, emperador de O ccidente»,
cuando podemos hablar de banderas como le llam ó el historiador inglés
con propiedad. Don Pelayo usaba D. B. Wyndham Lewis con un gran
PAGO EN PESETAS como insignia un león rojo sobre sentido histórico— , usa indistinta­
campo de plata, bien por respeto a mente las banderas de sus reinos, ya
en las agencias de viajes de España o de los Países Bajos, y
ciertas enseñas visigóticas que mos­
traban un león, bien por la con­ los pendones de sus títulos y posesio­
quisto de la plaza de este nombre nes; así, en la campaña de Africa

ffRROCARRIlfS —. en el año 772. El prim ero que de


una manera concreta se refiere a las
banderas es el rey A lfonso el Sabio;
en las leyes 13 y 14 del título 23 de
lleva la bandera aragonesa pintada
en tienda y barco, a Túnez una ver­
de, etc., y sus capitanes obran con
igual criterio : Hernán Cortés usó

f R A N C£ S £ S
la segunda Partida, que reglamenta una carmesí en la conquista de M é ­
.el uso de. las insignias. Sin embargo, xico y también carácter especial tuvo
se lim ita a quiénes pueden llevarlas la del regim iento de Lim a, creado
— los maestres de las Ordenes m ili­ en 1648 (número 3). Esta pauta se
tares, los adalides, caudillos, etc.— , mantiene en el reinado de su hijo,
al uso del pendón real y a la forma y también es carmesí la- que Don
Juan de Austria tremola en Lepanto.
A v. José Antonio, 57-M adrid-Tel. 47 2020 de cada una, pero nada aclara res­
pecto a los colores, elegidos lib re ­ P ero en los tercios, aparte de la
mente por el usuario, de acuerdo con coronela o el pendón de los gene-
ESPAÑOLA
HISTORICOS
rales, que suele ser del color ele­

B iR O W
gido por los jefes, empieza a existir
un denominador común en cuanto
a su enseña, que es entonces blanca,
atravesada por la cruz de Borgoña,
a la manera de la de San Andrés
(cruz en aspa). De una forma am­
plia puede decirse que las banderas
que prevalecen en estos siglos hasta
el xvni son las siguientes :
Siglos xv y xvi : Blanca y cruz
roja de San Andrés (número 4).
Primera mitad del xvn : Rojas.
Segunda mitad del x v ii : Diversos
colores y cruz de Borgoña.
Siglo x v iii : Blancas con la cruz
de Borgoña (aunque los jefes siguen
eligiendo los colores).
En el siglo x v iii , y con los Borbo-
nes, se inicia una corriente de uni­
formidad : aparece el centralismo y
se imitan los moldes franceses. En
1728 se pretende unificar el color de
las banderas, que deben ser blancas
con una cruz roja, llevando una di­
visa de este color en la parte alta
«por ser color nacional». Felipe V,
el primer Borbón, implanta la ban­
dera blanca con su escudo (núme­
ro 5), al estilo de Francia y los Es­
tados de la casa de Borbón. Y así
llegamos al reinado de Carlos III.
Este rey, vilipendiado y enalteci­
do según la opinión de los historia­
dores, es para unos el expulsor de
los jesuítas, el enciclopedista volte­
riano, el verdugo de las libertades
regionales y municipales, así como
para otros es el protector de las Be­
llas Artes, el mejor alcalde de Ma­
drid, el fustigador de las costum­
bres anquilosadas; si cometió erro­
res ideológicos, anidó en él un afán
estructurador y fué el primero que
se preocupó de dar forma y cuerpo
a una serie de instituciones sin con­
tenido. De su tiempo datan las Or­
denanzas Militares, aun en vigor.
Pues bien, este rey tomó bajo su
cargo dotar a España de una ban­
dera única que atajara el particu­
larismo anárquico de cada unidad de
su ejército y marina. A tal fin, y
movido además por el confusionismo
que en el mar ocasionaban las ban­
deras similares de los Estados bor­
bónicos— blancas por lo general— ,
con el correspondiente perjuicio en
las guerras, pidió diversos modelos
para elegir bandera, presentándole
doce el Ministerio de Marina. De
ellas, y tal vez influido por su rei­
no de procedencia— Nápoles— , tomó
la de aquella nación, partiéndola por
la mitad, y que era la catalana que
allí llevara Alfonso el Magnánimo.
Así, pues, por real decreto de 28
de mayo de 1785, la bandera de Es­
paña—la roja y gualda actual—fué
la de los reinos de Cataluña y Ara­
gón, tomando sólo tres colores,
prescindiendo, por tanto, del blanco
de los Borbones y Castilla.
Y aquí hubieran terminado las
vicisitudes de la enseña española si
en el siglo pasado— siglo de suge­
rencias e innovaciones — no hubie­
ran ocurrido algunas novedades que,
cuando al menos, son dignas de men
ción. El 2 de noviembre de 1821
prohibieron las Cortes el uso de
banderas y estandartes, adoptando
en su lugar—tiempos neoclásicos da­
dos a realzar las virtudes de la Re­
pública en su manifestación roma­
na—un león de bronce dorado colo­
cado sobre un pedestal sostenido por
una bomba ; el león— de pie— tenía
en la garra derecha sujeta la parte
inferior del libro de la Constitución ;
esta insignia estaba colocada al fi­
nal de un asta de ocho pies de lon­
gitud, guarne- (Pasa a la pág. 71.)
¡gen los destinos
relojes Rolex
Usted conoce sus nombres como el
suyo propio ; ha visto sus caras miles
de veces en los periódicos ; ha leído
las reseñas de sus vidas en centenares
de artículos ; los ha visto y ha oído sus
voces en el cine y por televisión. Sus
actos y decisiones tienen gran influen­
cia en nuestra norma de vida.
No mencionaremos sus nombres ni
reproduciremos sus retratos. N o es
menester, porque pertenecen a la
realeza, o son jefes de Estado o gran­
des caudillos ; pero le invitamos a
usted a mirar con atención las próxi­
mas fotografías que de ellos vea, a
observar sus muñecas, y no solamente
sus caras y sus trajes. Podrá apreciar
entonces que la mayoría de ellos lle­
van un reloj de pulsera y lo más pro­
bable es que ese reloj sea un Rolex
fabricado en Ginebra.
Nos sentimos orgullosos por el servi­
cio que los relojes Rolex prestan a
hombres tan eminentes. Es innecesa­
rio decir que esos relojes funcionan
con máxima precisión y seguridad.
El reloj-calendario Rolex « Datejust » es la
realización más notable de la industria relo­
jera de nuestros días. La extraordinaria pre­
cisión del cronómetro Rolex de Sello Rojo
queda atestiguada por el hecho de que cada
reloj-calendario va acompañado por el certi­
ficado oficial de marcha extendido por
una Oficina Suiza de Control Oficial
de la Marcha de Relojes, con la hala­
güeña mención de « Resultados parti­
cularmente buenos ». La máquina está pro­
tegida contra todo riesgo por la famosa
caja hermética Oysler, invento de Rolex.
T iene cuerda automática gracias al disposi­
tivo del « rotor » Perpetual, otro invento de
la casa Rolex, que mantiene constante la
tensión del muelle real, aumentando todavía
más su precisión. La fecha se ve en la esfera,
agrandada por una lente « Cyclops », para
facilitar su lectura, y el indicador de fechas
cambia automáticamente cada veinticuatro
horas, a medianoche.

El Rolex Oyster Perpetual es la


culminación de tres triunfos de
la casa Rolex. En 1910, Rolex
obtuvo el mejor certificado ofi.
cial de marcha para un cronó­
metro de pulsera. Rolex ha • Î •
producido hasta ahora 250,000
relojes cronómetros de pulsera,
con garantía oficial — tres veces
más que el resto de toda la in­
dustria relojera suiza. En 1926,
w
Rolex inventó la caja Oyster,
que fué la primera caja verda­
deramente hermética del mun­
do. La robusta caja Oyster pro­
ROLEX
tege constantemente el m ovi­
miento contra el agua, el polvo
y la suciedad. En 1931, inventó
Rolex el primer dispositivo «ro ­ Una etapa en la
tor» de cuerda automática. Gra­
cias a un nuevo perfecciona­ historia de la medida
C R O N O M E TR O miento, el «rotor» Perpetual da
S E LLO ROJO
cuerda silenciosa y automática­
mente al Oyster Perpetual, ac­
del Tiempo
R O LE X cionado por el más leve m ovi­
miento de la muñeca. C R O N O M E TR O
SE LLO ROJO
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NACIONES UNIDAS
GENERAL
C O N S E J O B/CN.12/C.1/4
13 de agosto de 1956
ECONOMICO ESPAÑOL
ORIGINAL^ PORTUGUES-ESPAÑOL
Y SOCI AL
COMISION ECONOMICA PARA AMERICA LATINA
Comité de Comercio
Primer período de sesiones

BASES PARA
UNA COMUNIDAD ECONOMICA
DEL MUNDO HISPANICO

HACÍA UNA NUEVA ETAPA EN UAS


RELACIONES HISPANOAMERICANAS
COOPERACION ECONOMICA-COMERCIO MULTILATERAL

Se ha reunido en Santiago de Chile el Comité de


Comercio de la Comisión Económica para América
Latina de las Naciones Unidas. El documento que
sirvió de ponencia a sus deliberaciones anuncia los
albores de una comunidad económica de los pueblos
hispánicos, que «M. H .», defensor permanente de esta
tesis, se honra en reproducir.
Al igual que el occidente de Europa dispone ya de un
organismo de cooperación económica— la O .E .C .E .— ,
Iberoamérica trata ahora de crear el suyo. En sus bases
se reiteran la mayor parte de las propuestas del Estudio
sobre la Unión Iberoamericana de Pagos, publicado
hace dos años por el Instituto de Cultura Hispánica.
NOTA PRELIMINAR
Han sido varios los intentos efectuados en los últimos decenios para
una mayor integración económica de los países iberoamericanos o de al­
gunos grupos de ellos. En esos intentos se pretendió utilizar preferente­
mente el arancel, instrumento poco dúctil para soluciones de tan grandes
alcances y siempre expuesto a los ataques de los grupos de intereses. Ibero­
américa pretende hoy romper con aquellos moldes ineficaces y esgrimir
armas más poderosas para asegurar su cooperación económica, E l pró­
ximo 19 de noviembre se reunirá en Santiago de Chile el Comité de Co­
mercio de la Comisión Económica para América Latina de las Naciones
Unidas (C .E .P . A . L . ) , constituido por representantes de los Gobiernos
INDICE DE M ATERIAS
que integran la Comisión, al cual se ha encomendado la elaboración de QUE EN ESTE ESTUDIO
fórmulas que aseguren una compensación de los pagos y que permitan la
creación de un mercado común para ciertas industrias, suprimiendo al SE TRATAN
mismo tiempo las trabas comerciales que se oponen actualmente a una
pujante corriente comercial entre los países hispánicos. l.-EL PROBLEMA DE PAGOS
M V N D O H IS P A N IC O se apresura con alborozo a reproducir uno de 1. L íneas generales hacia u na p o l í­
los documentos que han de servir de anteponencia a la citada reunión. t ic a M U L T IL A T E R A L .
Tiene ese documento, preparado por un alto funcionario de la C .E .P .A .L .
a) Transición coordinada.
y dos expertos, argentino el uno y brasileño el otro, el valor de un cambio
de frente en el ideario económico de las naciones hispánicas. Afectadas éstas b) Condiciones para la transferibi-
lidad.
en forma gravísima por la gran crisis económica mundial de los años 30
— que vino a terminar el período centenario subsiguiente a la independen­ c) Los convenios y la intensifica­
ción del comercio.
cia, en el que se aceptó con pasividad un desarrollo económico limitado a
las presiones de la demanda exterior— , cayeron luego en un nacionalismo d) Arbitrios para compensación de
saldos.
económico cargado de factores irracionales, que las empujaba inexorable- .
mente hacia un callejón sin salida. La consigna fue en ese momento la- e) Procedimiento a seguir.
industrialización sin límites, sin preocupaciones por la productividad de
2. Recomendaciones .
las nuevas empresas ni por el tamaño de su mercado, principios a los que i
ahora se opone una integración industrial, que Greará los requisitos para
gozar de un mercado regional, eri el que podrán jugar las ventajas de los
costos comparativos dentro de Iberoamérica; frente al desdén por las pro­
ducciones características de la región, tan afectadas por la crisis de los
II.-EL MERCADO REGIONAL
años 30, se propugna ahora un estímulo de esas producciones, sin el temor 1. SU IMPORTANCIA PARA EL DESARRO-
a variaciones tan amplias en sus precios internacionales, gracias a las vál­ . LLO INDUSTRIAL DE AMÉRICA LA­
TINA.
vulas de seguridad que podrá representar su venta en la propia Ibero­
américa; frente a la oposición radical a los capitales extranjeros, se ofrece a) Las manufacturas latinoameri­
una fórmula tendente a estimular el ingreso de esos capitales para que canas en el comercio intra-
rregional.
colaboren en la formación de un mercado común en ciertas producciones ;
frente al desdén por el multilatéralisme, se defiende un mecanismo de b) Industrialización y balance de
pagos.
pagos capaz de compensar los saldos multilateralmente, ?io sólo dentro de
Iberoamérica, sino también en las áreas exteriores. Grandes son esos cam­ c) Revisión de los programas na­
cionales de industrialización.
bios y fuerte ha de ser el estímulo que ofrecerán para un progreso inmenso
de Iberoamérica, que proyectará sus venturosas promesas sobre la propia 2. E l problema del mercado común.
economía mundial.
a) Evolución de la idea.
Ha sido la C. E. P. A. L., esa institución que de tal forma imprime su
b) La tendencia hacia la integra­
huella en la historia económica de Iberoamérica, la forjadora de las mie­ ción.
ras ideas, que son la natural consecuencia de las ya conocidas investiga­
c) Sistema multilateral y competi­
ciones de su secretario ejecutivo, el doctor Prebisch. También ha aportado tivo.
su contribución el Instituto de Cultura Hispánica, que publicó en el prim er d) Reflejos en el comercio mundial.
trimestre de 1955 el prim er análisis estadístico sobre los resultados de una
e) Oportunidades para el capital
compensación de pagos en su « Estudio sobre la Unión Iberoamericana de foráneo.
Pagos», mostrando las favorables perspectivas que ofrecía.
/) Transición hacia acuerdos adua­
Es grato observar las coincidencias de criterios entre instituciones que neros.
trabajan a uno y otro lado del océano. Si éste no fué obstáculo insalvable g) Las dos etapas del programa de
para las velas de los descubridores y colonizadores, tampoco lo es ahora integración.
para mantener viva y pujante una conciencia hispánica que toma razón
h) Industrialización integrada en
de sus futuros destinos. Esa conciencia desea ya alcanzar un grado con­
los sectores industriales inci­
creto de realizaciones que hubieran parecido inconcebibles pocos años pientes o por crear.
atrás, y entre dichas realizaciones son quizá las más importantes las que i) El papel del G. A. T. T.
pueden resultar de la próxima reunión del Comité de Comercio de la
j) Iniciación del programa.
C. E. P. A. L. M V N D O H IS P A N IC O desea por ello recoger la casi totali­
k) Bases para un régimen espe­
dad de dicho documento histórico, que servirá de ponencia a la reunión cial.
del Comité de Comercio, pues abre el ancho camino de la constitución de
una comunidad económica de los pueblos hispánicos. 3. Recomendaciones.
)

LOS PAGOS Y EL MERCADO REGIONAL


EN EL CONTINENTE INTERLATINOAMERICANO
(swings), a través de los Bancos centrales,

O P R O B L E M A dentro de límites y plazos fijados de ante­


mano, a fin de asegurar su cobertura en
mercaderías. Los saldos que excedieran de
tales créditos serían objeto, a fin de año, de
esa expansión del intercambio habría que una primera compensación regional, en la
En las páginas que siguen se analiza el buscar de preferencia el medio de corregir medida de lo posible. Los márgenes sobran­
problema de los pagos, dejando para la se­ los desequilibrios que hoy existen. La ac­ tes— o la totalidad de los saldos que no pu­
gunda parte del informe el relativo al mer­ tual composición de las exportaciones e im­ diesen compensarse en la región— serían,
cado regional. portaciones entre países vecinos lleva a al­ según los casos, susceptibles de pagarse en
gunos de ellos a persistir en posiciones deu­ dólares genuinos, en libras esterlinas o en
doras y a otros en posiciones acreedoras. Si otras monedas extracontinentales de con­
1. L IN E A S G E NER ALE S
bien es cierto que tal situación ofrece d ifi­ vertibilidad limitada (1). Con este fin, es
cultades para un clearing regional, por otra posible que también pudiera acudirse, en
H A C IA U N A P O L IT IC A
parte haría recomendable un esfuerzo co­ cierta medida, a las áreas monetarias esta­
M U L T IL A T E R A L
mún y solidario: promover gradualmente blecidas por algunos países sudamericanos
El estudio de las últimas reformas cam- una mayor complementación del intercam­ con otros europeos : el Club de La Haya
biarias, practicado sobre el terreno, hizo bio bajo un concepto dinámico, en vez de y el Club de París (2). El peligro inflacio­
evidente la tendencia hacia la multilatera- adoptar medidas que— alejándose de aquel nario que representa la extensión de los
lización de los pagos con vistas a una even­ esfuerzo e inspiradas sólo en el afán de créditos se contrarrestaría con las medi­
tual convertibilidad. En tal sentido, la ma­ intensificar el comercio en monedas conver­ das tendentes a equilibrar el tráfico en cada
yor parte de los países meridionales se tibles—-agravasen las relaciones de pagos conducto y en el conjunto; de otra parte,
muestran inclinados a situar su comercio en la región. No han faltado opiniones en estaría condicionado por las sumas en des­
exterior dentro de términos competitivos y el sentido de señalar que semejante actitud cubierto. Es de presumir que éstas no ten­
de paridad con el dólar libre. aislada en los países latinoamericanos su­ derían a ser grandes o de magnitud sus­
De otro lado, subsisten en América lati­ pondría una contribución subsidiaria a la ceptible de afectar la estabilidad de las
na los motivos que condujeron a la práctica integración de otras regiones del mundo y economías proveedoras.
de los convenios bilaterales : escasez de me­ a la larga se volvería inevitablemente con­ Este tipo de solución general— que se
dios de pago internacionales y deseo de fo ­ tra su propio interés y el de la región a que funda en las concepciones y anhelos pues­
mentar el intercambio recíproco en niveles pertenecen. tos de manifiesto sobre todo en países que
cada vez más altos. Dentro de esta segunda abarcan una gran parte del comercio latino­
consideración, ocupa lugar relevante el pro­ b) Condiciones para la transferibilidad. americano y donde existen las mayores di­
pósito de estimular la exportación de pro­ ficultades de convertibilidad— tendría aca­
ductos industrializados, sobre todo al área Se espera— al parecer con fundamento— so la doble ventaja ’de atender a su proble­
regional, habida cuenta de la pequeñez que que el problema de los desequilibrios es­ ma presente y de sentar las bases de un
en general tienen los mercados nacionales tructurales en el intercambio intrarregio- eventual sistema regional de pagos, que a
para las respectivas industrias, muchas de nal tenga posibilidades de aminoración y de su vez serviría en alto grado ál propósito
las cuales disponen de capacidad instalada progresiva solución. De ello existen ya in­ de un comercio a niveles progresivamente
ociosa. dicios en los países crónicamente deudo­ más altos, tanto dentro de la zona como con
En opinión de las personas entrevista­ res (1). La tendencia equilibradora podría el resto del mundo.
das, esas circunstancias aconsejarían man­ estimularse en parte mediante un régimen
tener los convenios bilaterales interlatino­ flexible de pagos que permitiese las liqui­
americanos en cuanto instrumentos útiles daciones de modo gradual y en varias eta­ c) Los convenios y la intensificación del
para su política cambiaría y comercial, aun­ pas, disminuyendo la necesidad de divisas comercio.
que se reconozca la necesidad de su revisión convertibles. La mayor o menor equivalen­
o reemplazo por otros a fin de armonizarlos cia posible en los pagos no se alcanzaría El segundo objetivo de los convenios in­
con el presente estado de cosas. necesariamente en períodos anuales (2). terlatinoamericanos, en su nueva fase, que
Podría ensayarse mediante un mecanismo es el de la mayor orientación in te rré g io ­
a) Transición coordinada. derivado de la concesión mutua de créditos nal del comercio, podría obtenerse;—sustitu­
yendo los controles de cambio y anticipando
Hay consenso en que el principio funda­
mental que debería respetarse es incremen­ (1) Véase el documento E/CN.12/C.1/3. ,
(2) La tendencia a un mayor equilibçio’ observada en (1) La necesidad de recurrir a estas monedas sería
tar con decisión el comercio entre pares de los años 1954 y 1955 se ha visto perturbada durante 1956 limitada dentro del cuadro presentado por el intercambio
países, en su interés recíproco directo y en por ía aparición de un desequilibrio en el intercambio intrarregional durante los años 1954 y 1955, como puede
argentino-chileno, provocado por los menores saldos ex­ verse en el documento E/CN.12/C.1/3.
el indirecto de la comunidad latinoamerica­ portables de aquel país y las compras por Chile de exce­ (2) En relación con ambos clubs véase también el
na. Dada la escasez de divisas fuertes, en dentes agrícolas. documento E/CN.12/C.1/3.

CARTA DE R E M I S I O N
Santiago, 13 de agosto de 1956. nada. Contiene además algunas recomendaciones que hacemos
Señor director principal: — a título estrictamente personal— acerca de los medios que se
Tenemos el honor de entregar a usted el informe que he­ consideran convenientes para promover la solución de los pro­
mos preparado a solicitud de la Comisión Económica para Amé­ blemas señalados.
rica Latina, y que comprende el análisis y las recomendaciones Nos complace dejar constancia de nuestro reconocimiento
que presentamos— en nuestro carácter de consultores “ ad hoc”-— al señor Esteban Ivovich por la valiosa cooperación que su ex­
acerca de los problemas de pagos y comercio existentes entre periencia y conocimiento de los problemas de pagos y comer­
los países con mayor intercambio en la parte sur del continente ciales de América latina significó para la elaboración de este
y los relativos al desarrollo de un mercado regional común en documento.
América latina. Aprovechamos también la oportunidad para expresar nues­
Este trabajo se funda en el documento E/CN.12/C.1/3, que tra gratitud por la honrosa distinción que usted nos confirió
resume los resultados de una encuesta realizada por nosotros, al designarnos para esta tarea, así como por la eficaz ayuda que
juntamente con el señor Esteban Ivovich, jefe de Comercio In- durante su realización hemos recibido de los funcionarios de
terlatinoamericano de la C. E. P. A. L., en la Argentina, B oli­ la Secretaría Ejecutiva.
vià, el Brasil, Chile, el Paraguay, el Perú y el Uruguay, con Le saludan con la mayor atención,
el objeto de preparar la documentación necesaria para el p ri­
E usebio Campos y José Garrido T orres
mer período de sesiones del Comité de Comercio creado de
acuerdo con la resolución 101 ( V I ) . A l señor Raúl Prebisch, director principal a cargo de la Secre­
E l informe procura sistematizar y racionalizar los antece­ taría Ejecutiva de la Comisión Económica para América
dentes y puntos de vista recogidos durante la encuesta mencio- Latina, Santiago de Chile.
una adecuación arancelaria— con medidas proporcionar una cooperación mayor y más de en estim ar que la marcha del tráfico in­
de orden predominantemente adm inistrati­ estrecha entre los Bancos centrales de la terlatinoamericano requiere métodos de es­
vo al alcance de los diversos países exis­ región, en los que no existe aún tradición trecha colaboración multinacional, concen­
tentes o cuya adopción se recomendase : propiamente tal en este plano. trada tanto en las orientaciones generales
permiso y depósito previo para las impor­ Acordado su establecimiento y convenido como en la solución de los numerosos pro­
taciones, graduación de la oferta de d ivi­ el método de negociación y revisión perió­ blemas prácticos que dificultan su cabal
sas para su licitación, prohibiciones, etc. dica y simultánea de los acuerdos bilatera­ desarrollo.
Además, medidas de ese tipo y de otros les de comercio y de pagos, se habrían sen­
— compras efectuadas por los Gobiernos o tado en conjunto las bases técnicas que re­
sus institutos para empresas industriales comiendan las circunstancias actuales para 2. R E C O M E N D A C IO N E S
del Estado o con fines de interés público, un sistema regional empírico. Ese sistema
por ejemplo— servirían para promover el acaso podría evolucionar en el sentido de 1) Buen número de convenios comercia­
posible equilibrio del intercambio (1). Una unión de pagos y de un área comercial les y de pagos suscritos entre países latino­
En cuanto a tales instrumentos, hay la más complementaria y libre. Sería una ini­ americanos son incompatibles con las nue­
convicción general de que en la actualidad ciativa modesta e incipiente, pero es indu­ vas tendencias patentes en las políticas
no podrían abandonarse de plano y que dable que representaría un prim er paso monetaria, comercial y de cambios de esos
ejercerían sobre las corrientes comerciales para alcanzar de modo paulatino la coor­ países y el hecho ocasiona perturbaciones
un efecto más expansionista que restricti­ dinación indispensable y progresiva entre al tráfico intrarregional. P o r consiguiente,
vo, tanto dentro de la región como entre las políticas monetaria, cambiaría y comer­ parece necesario revisar esos instrumentos
sus países y los de otras regiones. cial de esos países. De ella sólo podrían es­ para adaptarlos a las tendencias señaladas
P ara el funcionamiento del sistema sería perarse ventajas en escala continental y y reactivar el intercambio dentro del área.
indispensable que los problemas comercia­ mundial. A ese fin no han podido hacerse hasta
les y de pagos no continuasen tratándose ahora progresos satisfactorios por medio de
exclusivamente sobre bases bilaterales. El e) Procedim ien to a seguir. negociaciones exclusivamente b ila t e r a le s ,
establecimiento de principios y normas En relación con las ideas expuestas en su por lo que sería oportuno recurrir en cier­
técnicas a que antes se aludió requiere la prim er período de sesiones, el Comité de tos aspectos básicos a un tipo de colabora­
consideración y la aceptación coincidentes Comercio podría convocar— si tal fuera en ción más eficaz que el esfuerzo aislado en­
dé los diversos países de la región. Hecho definitiva la decisión de los Gobiernos— tre pares de países.
esto, probablemente por medio de una con­ una prim era reunión especial de países la­ 2) La técnica de la negociación bilateral
vención suscrita por ellos— y acaso dentro tinoamericanos que tengan acuerdos que efectuada dentro de reuniones multilatera­
del propio Comité de Comercio, según fué revisar o negociar, y constituir al propio les perm itiría buscar una solución gradual
sugerido—-, se procedería a negociaciones tiempo un pequeño grupo de trabajo. A ese al problema común de la compensación de
bilaterales, con consultas triangulares y grupo, compuesto de expertos en cambios, ciertos saldos dentro de la Am érica latina,
multilaterales simultáneas que tendiesen a podría confiarse la misión de redactar un así como al de la transferibilidad de deter­
la compensación de los saldos. P ara ello proyecto tipo, que serviría de base en la minados excedentes de esos saldos a otras
podría aprovecharse una técnica semejante reunión especial para reestructurar los con­ zonas monetarias.
a la del G. A. T. T., que ha tenido éxito, así venios respectivos, a fin de obtener su ma­ 3) E l procedimiento e s b o z a d o en los
como la experiencia adquirida por el Comité yor uniformidad y flexibilidad. P o r otro puntos 1) y 2) representaría un prim er
de Desarrollo Comercial de la Comisión lado, y teniendo en cuenta la d ifícil situa­ paso hacia una creciente coordinación en
Económica para Europa. ción del comercio bilateral, si hubiese po­ las políticas monetarias comerciales y de
sibilidad de que algunas delegaciones a la cambios, que parece indispensable, porque
d) A rb itrio s para compensación de saldos. reunión contasen con poderes suficientes y sin ella no podrían alcanzarse res'ultados
material estadístico preparado, la Secreta­ duraderos.
Las ventajas reales de tal proceso de ne­ De haber suficiente respaldo gubernati­
ría E jecutiva de la C. E. P. A. L., en coope­
gociación se reforzarían además por otro vo, la acción práctica derivada de las tres
ración con los expertos en cambios antes
expediente, en relación con el cual hubo conclusiones anteriores podría tal vez tra ­
mencionados, podría anticipar en algunos
coincidencia casi general entre las autori­ ducirse en el Comité de Comercio en estas
aspectos esa tarea para procurar que cier­
dades consultadas. P o r otra parte, cabe re­ iniciativas :
tas normas básicas sean en lo posible apro­
cordar que la idea en cuestión ya había sido a) Consideración de los principios y
badas al principio de la conferencia o in i­
mencionada antes en círculos calificados la­ normas a seguir en los convenios interlati­
cialmente por los países que se dispongan
tinoamericanos. Se trata del establecimien­ noamericanos de comercio y pagos.
a negociar acuerdos. De hacerlo así— si­
to de un pequeño mecanismo cuya función b) Revisión simultánea de convenios b i­
guiendo el ejemplo de lo que ocurrió en la
sería mantener en contacto permanente a laterales, mediante consultas de carácter
segunda reunión de la Conferencia de Co­
los diversos Bancos centrales de las nacio­ multilateral, entre los Gobiernos que a la
mercio y Empleo de las Naciones Unidas,
nes participantes en los convenios, a fin fecha de reunirse el Comité de Comercio
celebrada en Ginebra en 1947, cuando se
de suministrar a cada uno de ellos— aparte se hallen preparados para celebrar las s-
negociaron las primeras concesiones aran­
de otros servicios— información periódica, pectivas negociaciones, o determinación de
celarias del G. A. T. T .— , habría cierta po­
tal vez mensual, sobre el estado de cuentas una fecha próxim a al término de la Con­
sibilidad de lograr progresos a corto plazo.
de los demás y sus saldos. Esta iniciativa ferencia para realizarlas. A fin de facilitar
A ese fin, el prim er período de sesiones del
sería muy útil, porque remediaría el des­ la revisión, un grupo de trabajo formado
Comité de Comercio podría tal vez dividir*
conocimiento general que hoy prima de un por técnicos en cambios y de la Secretaría
se en dos partes. Una se dedicaría a la
país a otro en relación con el balance de las E jecutiva de la C. E. P. A. L. redactaría un
discusión de los problemas y principios ge­
compensaciones de cada uno con terceros
nerales, y la otra, a la negociación de los anteproyecto de convenio tipo.
Estados. Podría también servir para fa c ili­ c) Establecimiento de un mecanismo
convenios. En todo caso— y se sigan o no
tar la compensación de saldos dentro de la
ese u otros procedimientos— , en los círcu­ para promover y fa c ilita r la tran sferibili-
región si el mecanismo comprendiese la re­
los autorizados latinoamericanos se coinci- dad de saldos.
cepción y transmisión de informaciones,
ofertas y contraofertas entre los diversos
países, según normas preestablecidas en los
convenios bilaterales y siguiendo las con­
diciones estipuladas en el país acreedor en
cuanto a tasas de cambio y demás requisi­
tos a llenar. E ntre otras funciones, el me­
canismo aludido tendría asimismo la de
O M E R C A D O R E G I O N A L

1. SU IM P O R T A N C IA tercambio entre los distintos países latino­


(1) A guisa de ejemplo, merece la pena mencionar P A R A E L D ESARRO LLO americanos. En una palabra, se teme per­
aquí una de las posibilidades señaladas durante la en­ IN D U S T R IA L der el progreso que fué posible alcanzar en
cuesta. Se trata del aporte que las exportaciones de ma­ este terreno (1).
terial ferroviario fabricado en el Brasil podrían dar al DE A M E R IC A L A T I N A
propósito de equilibrar las cuentas entre ese país y la
Argentina con motivo del' programa de compras de ele­ E l efecto que sobre el comercio inter­ a) Las manufacturas latinoamericanas en
mentos de ese tipo que ésta realizaría a corto y mediano latinoamericano de ciertos productos inter­ el comercio intra rregion a l.
plazo para la renovación de los respectivos equipos. Tam­
bién se señaló que algunas obras públicas de importan­ medios y manufacturas vienen proyectando Favorecido por la desaparición temporal
cia en ciertos países— como, por ejemplo, las de agua po­ las recientes reform as cambiarías hechas
table y alcantarillado en ciudades del Paraguay— podrían de los suministros europeos, japoneses y en
contribuir al acrecentamiento del comercio interlatino­ en algunos países de la región, suscita pre­ parte norteamericanos durante la segunda
americano si, en lugar de importarse desde otras regio­ ocupaciones más o menos generalizadas. Se
nes. los materiales necesarios para ellas se adquiriesen guerra mundial, y pese a la contracción ex­
en mercados latinoamericanos en que la fabricación de confía en la eficacia de esas reform as para perimentada después de restaurarse las an­
los mismos renglones registra capacidad instalada ocio­ impulsar la exportación hacia mercados de
sa, como es el caso de los tubos en la Argentina y el tiguas corrientes, el intercambio manufac-
Brasil, para seguir pensando en el ejemplo de las obras moneda- convertible— sobre todo en renglo­
paraguayas. Se ha tenido en cuenta que, cuando esas nes de la producción bá.sica nacional cuya
obras se costean con créditos extranjeros, suele ser con­ (1) Una estadística hecha especialmente para el E s­
dición el importar los respectivos materiales desde el especialización crea condiciones favorables
tudio del com ercio in terlatin oam erican o (E/CN .12/369),
país que proporciona el financiamiénto. Sin embargo, de productividad— , pero se observa cierta muestra que el tráfico intrarregional en productos semi-
se sugirió que acaso nó sea imposible obtener que parte
de los créditos puedan destinarse a compra de materia­ inseguridad en cuanto a la capacidad com­ elaborados de origen mineral y manufacturas no alimen­
ticias representaba en la preguerra (período 1934-38)
les en la propia América latina. Esta medida intensifica­ petitiva de la generalidad de los productos aproximadamente el 2 por 100 de dicho tráfico. En
ría la capacidad de estímulo a las economías nacionales
provenientes de dichos créditos. industrializados que hoy son objeto de in­ 1952-53 subía ya a casi el 12 por 100.
turero intrarregional perdura todavía en países suelen aplicar a las manufacturas de las economías en que ese fenómeno tuvo
ciertas proporciones, gracias sobre todo a latinoamericanas las mismas prohibiciones lugar.
los convenios bilaterales. Las manufactu­ o limitaciones que rigen para su importa­ Procurando con la sustitución de impor­
ras son 'obra de industrias nuevas en su ción desde el resto del mundo. Ha habido taciones un medio de corregir el desequili­
mayoría, a menudo de menor productivi­ casos— y no pocos— en que el efecto de brio del balance de pagos, algunos países
dad que sus congéneres extracontinentales, acuerdos destinados a parear-- en mercados parecen haberlo utilizado, como ya se ex­
por lo que no les es fácil penetrar en los europeos ciertos bienes de exportación di­ presó, en forma tan indiscriminadamente
mercados.' En efecto, aparte del precio, ac­ fícil con manufacturas cuya importación horizontal, que estarían en serio riesgo de
túan en contra de su aceptación la propa­ está habitualmente restringida, influyó en un desequilibrio todavía más grave, causa­
ganda y el prestigio de las marcas o pro­ forma adversa sobre el desarrollo del trá­ do no sólo por la acción directa del “ efecto-
veedores tradicionales, así como la ayuda fico interlatinoamericano respectivo. Del renta” , sino bastante más por la del “ efec­
crediticia y otras facilidades que las forá­ conjunto delineado resulta claro que la fal­ to-precio” , consecuencia de las condiciones
neas encuentran en el comercio organizado ta de una orientación común en la política inflacionarias prevalecientes en los mismos.
al servicio de los exportadores de ultramar. del intercambio manufacturero, traducida, Hoy se da el caso curioso de países que se
A pesar de esos obstáculos, que no se en ausencia de disposiciones más o menos ven forzados a conceder tasas de cambio
subestiman, en los países industrializados homogéneas, dentro de los convenios bila­ más favorables a la exportación de ciertos
de América del Sur son patentes los es­ terales, neutraliza buena parte de los es­ renglones de su producción básica que a la
fuerzos que empiezan a hacerse de nuevo fuerzos que se hacen desde diversos ángu­ de algunas manufacturas derivadas de ella.
para exportar manufacturas, principalmen­ los para expandir las relaciones interlatino­ Es un círculo vicioso: el desequilibrio del
te a los demás mercados de la región, en americanas en ese plano. balance de pagos condujo a sustituciones
los que creen poder encontrar la salida na­ Hay también otro aspecto que atañe a que, a su vez, contribuyeron a acentuar este
tural para los excedentes de su producción. naciones de'muy limitado consumo interno. mismo desequilibrio por la forma en que se
De tal modo, la Argentina y Chile coloca­ En algunas hay considerable número de realizaron, sin un cuidado estudio de su
ron sus manufacturas en tratamiento cam- industrias acusadamente antieconómicas y economicidad. Varios países están actual­
biario de mercado libre. Sin embargo, debe sumamente protegidas que comienzan a mente frente a la contingencia paradójica
observarse que en el segundo país algunos sentir los efectos de la improductividad en de verse obligados a restringir o a prohibir
artículos recibían de hecho tipos de cambio forma de disminución de turnos semanales las importaciones de bienes de capital. A
superiores al actual de ese mercado por y— en no pocas ocasiones concretamente se­ tal resultado parece haber contribuido fuer­
obra del sistema de pareo de productos. Si­ ñaladas— cierre de establecimientos y ex­ temente el hecho de que se tornaron cada
guiendo también el camino de fomentar la portación de sus equipos, con la consiguien­ vez más rígidas las importaciones, cuya
exportación de manufacturas, el Brasil au­ te desocupación de mano de obra. Se citaron demanda tiende a crecer proporcionalmente
mentó las bonificaciones existentes a su fa ­ también casos de empresas que buscan pa­ más que el producto nacional bruto. Esa
vor (1). El Uruguay, por su parte, concede liativos— hasta ahora sin fruto— fabrican­ rigidez— observada sobre todo en la impor­
tasas cambiarías especiales para facilitar la do a base de materias primas proporciona­ tación de materias primas y combustibles—
colocación del mismo tipo de productos. En das como exportación temporal por países lleva a algunos países a exceptuar de aque­
general, en los países citados, los propios vecinos. Según se teme, se estarían advir­ llas restricciones o prohibiciones los bienes
industriales se están organizando para co­ tiendo así los primeros síntomas del co­ de capital provenientes de inversiones ex­
laborar con la "iniciativa oficial (2). mienzo de una evolución en sentido opuesto tranjeras. A consecuencia de ello, la mo­
El éxito de tal iniciativa está natural­ al buscado por la industrialización. El des­ dernización del equipo de unidades fabriles
mente limitado por factores de coyuntura equilibrio de las cuentas externas motivó establecidas se ha visto perjudicada. Las
y por factores estructurales. Los primeros una política exageradamente proteccionista, empresas nacionales se han encontrado así
tienden a ver crecientemente anulados sus que ha conspirado contra una sana indus­ en una situación de facto inferior frente
efectos negativos en la medida en que la trialización y que encontró su proceso de a las nuevas de capital foráneo. Por último,
política antiinflacionaria y la eliminación realización en la práctica de sustituir im­ lo crítico de los niveles alcanzados en algu­
del régimen de cambios sobrevaluados para portaciones. A la luz de esta práctica fué nos países por la capacidad para importar
las exportaciones consiguen estabilizar los impulsada toda actividad fabril que contri­ influyó a extender el convencimiento de
costos internos de producción y facilitar la buyese real o aparentemente a aminorar que es necesario un cambio de orientación
eliminación de los sobreprecios en las coti­ aquel desequilibrio. En consecuencia, se a fin de procurar el equilibrio del balance
zaciones de la exportación. Los segundos crearon problemas cuya solución sólo en de pagos, preferentemente mediante el au­
son más difíciles de salvar, porque la solu­ cierta medida— y no la mayor— dependería mento de las exportaciones. En las últimas
ción parece trascender las propias fronte­ de una mejor organización de las relacio­ reformas ha sido decisivo tal convenci­
ras nacionales ‘en muchos casos. Es decir, nes comerciales interlatinoamericanas. miento (1).
para que determinadas industrias estuvie­ c) Revisión de los programas nacionales
sen en condiciones de competir sería me­ b) Industrialización y balance de pagos.
de industrialización.
nester que se les asegurasen mercados más Conviene puntualizar con mayor detalle
amplios. La magnitud de la demanda in­ Durante la encuesta se formularon sobre
algunos de los juicios recogidos en la en­ esta materia en varios países sugestiones
terna no es bastante para permitir que cuesta acerca de esta fase, sobre todo en
ciertas industrias alcancen un punto cer­ coincidentes, que a continuación se resumen.
relación con las industrias fundadas en la En la zona visitada se observa preocupa­
cano al óptimo de producción. Además, en desatención del principio de los costos com­
numerosos renglones se observa un acen­ ción más o menos general por los progra­
parativos, de la disponibilidad de recursos mas de estabilización económica, para los
tuado paralelismo industrial entre un país naturales y del tamaño del mercado inter­
y otro y la consiguiente capacidad fabril cuales es imprescindible el fomento de las
no. Con su establecimiento se verificó la exportaciones. En el sector industrial se
ociosa, aunque ésta no sea siempre conse­ transferencia de capital y mano de obra de
cuencia de aquél y se haga sentir en grado esboza una tendencia hacia la especializa-
actividades altamente p r o d u c t i v a s hacia ción para fines de exportación. El recono­
bastante más alto en los países pequeños. otras de baja productividad. La elevada
Ambas características se hacen particular­ cimiento de esta necesidad implica asimis­
rentabilidad monetaria que artificialmente mo el de que podría auxiliarla grandemen­
mente evidentes cuando se observa el ver­ se creó así a favor de estas últimas signi­
dadero fuego cruzado de ofertas, derivado te una acción concertada y multilateral, ya
ficó cierta distorsión de las inversiones y que trasciende de los límites de cada país.
inslusive del desconocimiento recíproco de llevó algunas veces a una producción no
las condiciones que imperan en la produc­ Por consiguiente, habría que enfocar el
esencial, en contraste con el sacrificio im­ problema del reajuste de la industrializa­
ción de los diversos países. puesto a la infraestructura— transporte y
De otra parte, las tentativas hechas en el ción en este hemisferio— comenzando tal
energía'— , de lo que resultaron los conoci­ vez por el conjunto de los países en los cua­
sentido de un comercio de manufacturas dos “ puntos de estrangulamiento” del des­
más intenso en la región se han visto hasta les el progreso industrial es más intenso—
arrollo económico. El trato, en cierto modo en términos de mercados más amplios o
cierto punto esterilizadas por la falta de negligente, de la producción tradicional y
una política pertinente común. Por lo ge­ complementarios, dentro de un espíritu de
típica, el aumento de su consumo interno cooperación y mediante un esfuerzo de co­
neral, ha habido empeño en favorecer la y el alza ininterrumpida de los costos— a
exportación, utilizando para ello, sobre todo, ordinación de las políticas nacionales, si­
la cual contribuyó también la política social guiendo el ejemplo de lo que sucede en Eu­
las manipulaciones cambiarías. Pero en adoptada— condujeron a desanimar las ex­
cuanto a la importación, las actitudes fue­ ropa. Está ya muy extendido este pensa­
portaciones, efecto que, conjugado con la
ron muy diversas. Algunos países han so­ miento (2).
insuficiente entrada de capitales extranje­ La progresiva formación de un gran
lido conceder el privilegio de eximir del ros y el deterioro de la relación de precios
permiso previo a ciertas manufacturas ori­ del intercambio, no favoreció la expansión
ginarias de naciones limítrofes o de la mis­ de la capacidad para importar en conso­ (1) En el Brasil, donde no hubo reforma cambiaría,
ma zona geográfica. A veces, como en el se advierte—al igual que en otros países de América la­
nancia con las respectivas necesidades na­ tina—una declinación en la importancia de las expor­
acuerdo chileno-argentino de 1954, ello se cionales. Limitada aquélla por un lado, y taciones con respecto a la producción nacional, mientras
hizo mediante concesión recíproca en be­ crece la de las importaciones. A iniciativa del Consejo
por otro estimulada en propensión a impor­ Nacional de Economía, fué organizada hace poco una
neficio de determinados artículos. Otros tar por el crecimiento del ingreso y por el comisión compuesta de técnicos, pertenecientes a la ad­
ministración pública y a gremios de las clases produc­
proceso inflacionista que atraviesan la ma­ toras, para estudiar el problema y sugerir medidas de
( ] ) Instrucción núm. 131 de Surupc, fechada el 19 de yoría de países latinoamericanos, sobrevi­ política comercial que promuevan la expansión de las
mayo de 1956. exportaciones.
no, naturalmente, él estancamiento dél coe­ (2) Vienen al caso algunas conclusiones del informe
(2) En el Brasil, la Federación de Industrias del Es­
tado, en Sao Paulo, creó un Departamento de Comercio ficiente de inversión, hecho que habría de del G. A. T. T. (Internatio nal Trade, 1955), Ginebra, mayo
Exterior para el fin indicado. En la Argentina, la Unión de 1956. Si bien el valor de las exportaciones mundiales
impedir el logro de una tasa más acelerada registró una nueva marca en 1955, continuó descendien­
Industrial proyecta establecer a su vez una Comisión de
Exportaciones. de crecimiento, dada la naturaleza refleja do la importancia relativa de la exportación provenien-
mercado en Am érica latina sería la única pío, en la Europa occidental y entre ésta dos, en los medios más autorizados se pien­
manera de superar, a través de la comple­ y las posesiones africanas de los países res­ sa que la industrialización ofrece un saldo
m entaron, del mejoramiento de la produc­ pectivos, por citar sólo dos casos destaca­ básicamente positivo y de acuerdo con los
tividad y de la expansión consiguiente del dos. Asim ism o— según mostró la encuesta— mejores intereses latinoamericanos, vistos
consumo, el actual binomio de paralelismo preocupa el distanciamiento que viene pro­ individualmente por países o en conjunto.
y capacidad instalada ociosa. A l contrario duciéndose entre las naciones industrial­ La form a de conducirla y la orientación de­
de lo que ahora sucede con frecuencia— so­ mente avanzadas y los países poco desarro­ ficien te son las que han carecido de los ajus­
bre todo en los países de menor mercado— , llados, distanciamiento que tiende a acen­ tes y adaptaciones adecuados al proceso de
los consumidores se verían grandemente tuarse por la disparidad que guardan entre los hechos. Estos ajustes y _ adaptaciones
beneficiados con las ventajas derivadas de las primeras y los segundos los recursos dependerían en último análisis de razones
una industrialización realmente económica. tecnológicos, de capital y de mano de obra e incentivos que habría que encontrar en
E l éxito de la política de sustitución de calificada. el mercado regional. P o r lo tanto, en esos
ciertas importaciones depende fundamen­ Señálase además el proceso de reestruc­ medios se estima que la industria nacional
talmente de la posibilidad de darle merca­ turación de la economía mundial, que co­ de los países latinoamericanos debería des­
dos más amplios sobre base regional. Si no menzó en el conflicto de 1914-1918, recibió envolverse a la vez en dos direcciones : en
pudiera alcanzarse una acción común en nuevo aliento durante la década de los años la horizontal y geográfica del mercado con­
este sentido y se mantuviera el aislamiento 30 y terminó por configurarse nítidamente tinental y en la vertical del mercado inter­
en que cada país desarrolla hoy su política durante y después de la segunda gran gue­ no, determinada por el crecimiento del in­
de industrialización, es de temer que las rra, imprimiendo alteraciones profundas en greso real por habitante. La prim era sólo
heterogéneas conductas nacionales, tradu­ la composición de las corrientes del comer­ necesitaría un esfuerzo consciente y soli­
cidas en medidas inconexas o contraprodu­ cio internacional. El temor a un aislamien­ dario para concretarse en el tiempo.
centes, siembren el germen de futuras di­ to de los centros proveedores de manufac­
ficultades. P or ende, algunos de los juicios turas, que lo precario de la paz mantiene b) L a tendencia hacia la integración.
vertidos, insistiendo en la necesidad de no v iv o ; la creencia de que los precios de sus
posponer los ensayos tendentes a iniciar la materias primas tienden a ser más inesta­
necesaria colaboración, la conciben dentro bles que los de las manufacturas y de que P ara muchos esta situación de facto ex­
de un esquema de soluciones en dos planos : la relación de precios del intercambio sea plicaría en gran parte la causa por la cual
a corto y largo plazo, y con el fundamento desfavorable a largo plazo, así como el pro­ ciertas form as de acción internacional in i­
de las ideas más adelante sintetizadas. pósito de m ejorar el nivel de vida de sus ciadas después de la guerra no han produ­
A fa v o r del clima espiritual y político poblaciones, se acumularon también para cido los resultados previstos. En efecto,
secular del continente americano, la colabo­ impulsar a los países latinoamericanos por partieron de la presunción de un próximo
ración señalada, en vez de distanciar a el camino de la industrialización. Esa in­ restablecimiento de los moldes clásicos del
unos países de otros, los aproximaría eco­ dustrialización diversificaría sus economías comercio internacional. Y a la vez que fué
nómicamente, constituyendo al mismo tiem ­ y, de lograrse, aseguraría la ansiada esta­ distinta la realidad posterior, surgieron
po el punto de partida para un programa bilidad con prosperidad. Tales principios agrupamientos de tipo regional, no previs­
de cooperación económica regional. En ese de política económica se han afirmado más tos en los planes de posguerra. L a in tegra­
sentido parecería recomendable en la pre­ en los tiempos recientes, en vista del fo ­ ción económica en Am érica latina surgiría
sente emergencia comenzar por un tipo de mento en A fric a de producciones paralelas de la misma causa, en función de la cual
acción como el que se apuntó ya en relación a las que son características en Am érica — según no pocos juicios— parecería desea­
con los problemas de pagos y de comer­ latina, y del progreso tecnológico, cuyo in­ ble cierta revisión en las bases de esas fo r ­
cio (1). Esta acción podría representar el cremento en los Estados Unidos y en Eu­ mas de acción internacionales, poniendo qui-
prim er gran paso hacia la mayor integra­ ropa tiende a producir sucedáneos sintéti­ zá el acento en lo regional, pero sin perder
ción económica de Am érica latina. cos para no pocas de las exportaciones tra­ de vista la interdependencia internacional.
dicionalmente latinoamericanas (1). Tam ­ Sea como fuere, la evolución hacia el mer­
bién ha contribuido a ello la aprensión que cado regional vendría en forma^ paulatina
2. E L P R O B L E M A motivan los efectos depresivos en los mer­ y gradual, comenzando pragmáticamente
D E L M E R C A D O CO M U N cados mundiales sobre los precios de los por aquellos países o subregiones en que las
a) Evolución de la idea. productos concurrentes de los de aquél país, circunstancias son más propicias. En los
a consecuencia de su política de subvención visitados por el grupo de técnicos, ésta es
La preocupación por la necesidad de am­
a la agricultura. la solución que se considera más viable para
pliar los mercados nacionales no es nueva N o obstante, los resultados obtenidos los problemas que plantea la falta de coor­
. en los países del continente. De los varios hasta ahora, además de que quizá no corres­ dinación en el desarrollo económico de Am é­
intentos a que ha dado lugar, prácticamen­ ponden en el plano nacional a lo que sería
te ninguno tuvo éxito. Tanto en la parte rica latina.
dable esperar en el lapso transcurrido, pro­
norte como en la meridional de Am érica dujeron por otro lado situaciones que im­ c) Sistema m ultilateral y com petitivo.
latina se tomaron iniciativas en este sen­ pusieron ciertas revisiones que podrían des­
tido entre dos y a veces más países, pero Y a no parece prevalecer en Am érica la ti­
viar la trayectoria futura de la deseable na el punto de vista según el cual se esti­
no se alcanzó la meta apetecida por diver­ convergencia común.
sas causas. En el momento presente, las maba conveniente procurar solución al pro­
Como ya se ha señalado (2), en vez de blema de mercados sobre bases bilaterales,
Repúblicas centroamericanas están procu­ una mayor diversidad, la industrialización,
rando estructurar un mercado único como mediante acuerdos entre pares de países,
por haberse contenido en los límites del por suponer ello un ámbito demasiado res­
solución a sus problemas económicos y mercado nacional, no ha producido nuevas
como base para un desarrollo y una pros­ tringido. En los círculos competentes tam­
exportaciones, y por su competencia sobre poco tiene muchos partidarios el camino de
peridad que no les pueden proporcionar los factores de producción ha desalentado
aisladamente sus territorios, poblaciones y establecer compensaciones en form a de re­
otras, tendiendo así, en cierto modo, a con­ servas recíprocas de mercados para indus­
recursos. centrar las exportaciones latinoamericanas trias que se fundarían, por ejemplo, en un
en menor número de bienes, muy vulnera­ país con exclusividad de suministro para
bles a las fluctuaciones de la relación de otros, desarrollo que tendría lugar en la
A l mismo tiempo; en Am érica latina se
precios del intercambio. En vez de lograr mayor parte de los casos con participación
presta atención creciente a los progresos
que las exportaciones se distribuyan, cu­ sustancial de los fondos públicos. Se teme
que va obteniendo la integración económica
briendo un mayor número de mercados y que, además de favorecer así la formación
en otras partes del mundo, como, por ejem-
productos, el comercio denota más bien el de monopolios nacionales (tam bién pueden
movimiento contrario, especialmente el in- ser de firmas particulares, que se encontra­
te de las áreas no industrializadas (p. 3). Hubo una trarregional, y ello parecería constituir una rían en una posición privilegiada), los re­
caída acentuada en el volumen de las materias primas tendencia a largo plazo. Ciertas materias sultados prácticos representasen una ven­
adquiridas en esas áreas por las naciones industriales, primas de valor secundario registran una
en parte a causa del crecimiento de producciones simi­ taja relativamente pequeña sobre las indus­
lares en su propio territorio (pp. 6-11). De otro lado, participación reducida en el tráfico, cuan­ trias que existen en la actualidad en las
la fabricación de sucedáneos— rayón, aluminio, sustan­ do sería deseable y posible que contribuye­
cias plásticas, fibras, caucho y detergentes sintéticos— órbitas nacionales, pues en muchos casos
alcanzó en conjunto una tasa de crecimiento dos veces sen a aumentarlo. Un comercio exterior los mercados seguirían siendo pequeños en
más acelerada que la de la producción manufacturera. circunscrito a pocos renglones y países, con
Como las áreas industriales dependen de las no indus­ relación con los lím ites recomendables. Este
triales para su abastecimiento en materias primas de preponderancia de los Estados Unidos y concepto general no excluye la considera­
origen natural, la continua sustitución de éstas por su­ Europa, y una participación tan escasa de
cedáneos artificiales deberá tener efectos profundos sobre ción de circunstancias que hicieran acon­
la exportación de los países que producen aquellas ma­ la propia región, no constituye la perspec­ sejable— especialmente entre países lim ítro­
terias primas. Estímase que las necesidades de impor­ tiva más alentadora para la industrializa­
tación de las áreas industriales, en 1955, habrían sido fes o para la complementación económica
un 40 por 100 más altas que lo que realmente fueron ción de Am érica latina. de zonas fronterizas— celebrar acuerdos de
si los sucedáneos mencionados no se estuviesen fabri­ Sin embargo, pese a los errores cometí-
cando. Por último, el informe adelanta esta otra con­ mercado a base de reciprocidad y sin ex­
clusión : si la elaboración de sustitutos^ sintéticos sigue cluir a otras naciones del área que deseen
creciendo a igual ritmo que en los años recientes, el
mejoramiento que en la relación de precios del inter­ (1) En este documento, la expresión «mercado regio­ adherirse a ellos.
cambio habían obtenido las zonas no industriales des­ nal» se entiende como el territorio comercial común que Pero la idea que se expresa con más con­
aparecería rápidamente, al tiempo que descenderían en pueden abrir los acuerdos concluidos entre más de dos
términos absolutos los ingresos derivados de sus expor­ países a determinadas producciones de las partes con­ vicción es otra : crear un área amplia
taciones (pp. 11-14). tratantes, sin eliminar la posibilidad de la adhesión in­ — como gradualmente podría llegar a ser
(1) Véase, por ejemplo, el Estudio sobre la U n ió n mediata o ulterior de los demás países de la zona y
Iberoam ericana de Pagos, Instituto Iberoamericano de dejándolos, por consiguiente, abiertos a esa adhesión. el mercado sudamericano— dentro de la cual
Cooperación Económica, Oficina Bancaria Interamerica- A los efectos de esta parte del informe, la expresión se estableciera un sistema multilateral y
na ; Madrid, 1955, p. 100; y el Estudio del com ercio se refiere, especialmente, a la América del Sur.
in terla tin oa m erica n o , op. cit., p. 5. (2 ) Entendidos como unidades territoriales continuas. com petitivo basado en la iniciativa priva-
da. Sin que esto implique desconocer el pa­ los dos mayores espacios económicos de la desvalorizaciones monetarias, tributación
pel orientador del Estado en la economía actualidad : los Estados Unidos y la Unión doble, legislación discriminatoria, etc. En
y la función suplementaria de aquella ini­ Soviética. Por el contrario, ambos países este momento parece observarse una ten­
ciativa que le es propia, especialmente en constituyen mercados cuyo interés por el dencia generalizada a rectificar el trata­
países poco desarrollados. Así como tam- comercio internacional es profundo, con miento que se le venía dispensando. Ade­
estas condiciones sería posible contar con una diferencia respecto al primero : aun­ más, en el acrecentamiento de los aportes
poco se excluye la necesidad de recursos que su comercio exterior no representa un de capital foráneo parece pesar también el
financieros de fuentes gubernamentales ex­ porcentaje elevado en términos del produc­ ambiente de más fácil entendimiento que
tranjeras o de agencias internacionales. En to nacional bruto, tiene decisiva importan­ crearía un sistema como el diseñado ÿ den­
la magnitud y la diversidad de recursos cia para el resto del mundo por los índices tro del cual tendrían menos asidero las pre­
que permitiesen desarrollar sus potenciali­ que alcanza (1). Es fácil de concebir que la venciones nacionales, fundadas o no, que
dades, teniendo en cuenta los mejores cri­ afluencia de bienes de capital de los Esta­ han solido manifestarse.
terios económicos y observando los princi­ dos Unidos y Europa hacia América latina
pios de productividad, especialización y podría ampliarse grandemente en segui­ f) T r a n s i c i ó n h a c ia a c u e r d o s a d u a n e r o s .
competencia, o sea, los propios de una di­ da. Por otra parte, las corrientes comercia­ Debe aclararse que los mismos círculos
visión regional del trabajo. les entre las tres áreas tenderían a incre­ que enaltecen las ventajas del sistema re­
Aunque l a . especialización industrial no mentar sus valores, con el natural creci­ gional no lo consideran un objetivo fácil de
pase a veces de ser un mero accidente his­ miento del ingreso en la región latinoame­ alcanzar. La exposición que antecede sólo
tórico, en América del Sur (pax-a limitar ricana, contrarrestando así cualquier even­ sirve como sucinta formulación del pensa­
el análisis al área visitada por el grupo) tual tendencia a la disminución del inter­ miento existente o como enunciado de lo
muchas opiniones de peso son favorables cambio entre Europa y América latina— en que se cree posible hacer si esa política se
a que, con sujeción al principio de reduc­ especial por efecto de la creciente compe­ adoptara conjuntamente. Trátase de un
ción de costos, en la localización de las in­ tencia africana— y sus repercusiones en el pensamiento que con mayor o menor inten­
dustrias nuevas y los traslados* de las exis­ mercado norteamericano. Y parece claro sidad, pero de modo constante, se comparte
tentes predomine, en general, el criterio de también que una industrialización apoyada dentro de América latina desde hace más
la disponibilidad de recursos naturales. Es en bases regionales lograría en forma pro­ de un siglo. Pero nunca fueron tan mani­
inevitable, sin embargo, admitir ciertas ex­ gresiva que sus productos fueran todavía fiestas la idea de progreso y la búsqueda
cepciones, pues la necesidad de mejorar el crecientemente competitivos en el mercado de un mayor bienestar en la comunidad la­
nivel de vida en comarcas de bajo ingreso mundial. tinoamericana.
individual o de corregir desequilibrios per­ Sin embargo, parece haber falta de ra­
sistentes puede justificar, desde el punto e) O p o r t u n id a d e s p a r a e l c a p it a l f o r á n e o . cionalización y claridad en cuanto a lo que
de vista social, inversiones que de otro Se espera que las perspectivas que se debe hacerse y cómo hacerlo. Para este im­
modo deberían someterse al orden de pre- abrirían a las inversiones de capital ex­ pulso racional habría llegado la hora opor­
lación inherente al avance gradual de la tranjero excederían a las magnitudes pre­ tuna, a juzgar por las opiniones vertidas
frontera económica. vistas hasta el momento. En verdad, la evo­ con ocasión de la encuesta, porque se está
La negociación entre diversas naciones lución del mercado regional dependería mu­ extendiendo cada vez más la creencia de
de un mercado común para determinadas cho de ese capital, que constituiría un fac­ que ello es necesario para el progreso. De
industrias facilitaría aquellos traslados, por tor de suplementación de la capacidad de existir realmente coincidencia de volunta­
el interés que los industriales tendrían en exportar, por una parte, y de la capacidad des en los medios responsables, la cuestión
transferir sus negocios o fusionarlos con para importar, por otra. Como no sería de se reduciría a saber por dónde empezar y
otros ajenos al país, consiguiendo así ma­ extrañar que las disponibilidades europeas qué instrumentos deben emplearse.
yor remuneración para su capital. El país estuvieran cada vez más absorbidas por las Ya se dijo que se trata de un programa
o países que sufriesen por ello perjuicios necesidades internas y las africanas, el pa­ de largo alcance y a realizar en forma pau­
fiscales o provenientes de la desocupación pel más importante quedaría acaso reser­ latina. Según opiniones calificadas, tal vez
temporal de mano de obra, ¿quedarían vado al capital norteamericano. éste sería un buen momento para iniciarlo,
compensados con el mejor rendimiento del Cabe suponer que la afluencia de este pues le prestan ambiente propicio los pro­
capital emigrado, los menores precios y la último aumentaría, puesto que tiende a dis­ blemas relativos a los balances de pagos, en
mejor calidad de los respectivos productos minuir la intensidad de las causas princi­ función de los cuales se utilizarían conve­
para su masa consumidora? ¿Tendrían po­ pales que habrían estado restringiendo sus nios bilaterales adecuados para la solución
sibilidades recíprocas— gracias a la diver­ niveles: reconversión y modernización de gradual de esos problemas, que servirían
sidad de recursos naturales— en relación la industria de los Estados Unidos después también para disciplinar y estimular el co­
con aquellos productos en que tuviesen ma­ de la guerra, participación en la recons­ mercio interlatinoamericano. Dichos conve­
yores ventajas comparativas? Se piensa trucción europea, promoción del desarrollo nios serían posiblemente transitorios y ha­
que sí, y también que la incorporación de de sus áreas del sur y extremo oeste. Por bría que pensar en instrumentos más es­
grandes masas de población a la economía otro lado, dejarían de existir cada vez más tables y permanentes en los que amparar
monetaria y el creciente aumento del poder los obstáculos fundamentales que se opo­ aquel comercio. En la medida en que los
adquisitivo general imprimiría tal dinamis­ nen a la inversión en gran escala dentro países latinoamericanos alcanzasen la esta­
mo a la economía regional, que las transfe­ de América latina : mercados limitados (2), bilidad de sus monedas, el equilibrio de sus
rencias aludidas carecerían realmente de balances de pagos y la consiguiente conver­
importancia. tibilidad, dependerían cada vez menos de
(1) En 1955, las exportaciones en los Estados Unidos
No sólo la industrialización de los países representaron el 4 por 100 de su producto nacional bru­ los controles de cambio y de las restriccio­
del área se beneficiaría con un sistema de to y el 18,2 por 100 del total de las exportaciones nes cuantitativas. A la vez, los tratados co­
mercado regional competitivo. Según la 'Sir- mundiales.
(2) Las dificultades que a las inversiones crea la pe- merciales tendrían que conceder creciente
cuesta, se confía en que ese sistema facili­ queñez de la mayor parte de los mercados latinoameri­ importancia a los convenios de tipo adua­
tase también una salida cada vez mayor a canos han sido objeto, últimamente, de creciente aten­
ción en los Estados Unidos por parte de elementos nero.
las exportaciones de materias primas y de políticos y hombres de negocios. Así, por ejemplo, a
artículos alimenticios, sin las posibles des­ propósito de la reciente Conferencia de Panamá, A N. g) L a s dos e ta p a s d e l p r o g r a m a de in t e ­
Spanel, presidente de la International Latex Corpora­
ventajas de las bruscas fluctuaciones de tion, comentando opiniones de quienes afirman que Amé- g r a c ió n .
precios y el deterioro de la relación de pre­ , rica latina necesita recibir un gran fujo de capital ex­
tranjero, como aconteció en época anterior con los La tarea sería planteada y emprendida
cios del intercambio. El propio fenómeno Estados _Unidos, expresa: «...cabe recordar que dicho en dos etapas. Las ideas a este respecto
de la industrialización promovería el con­ capital llegaba a una joven federación de estados, libres son bien concretas. Habría que estudiar
de barreras económicas, vis a vis, los unos de los otros.
sumo regional creciente de las materias Por estar unidos y no divididos, los Estados Unidos primero qué industrias, ya sea en estado
primas básicas de cada país, haciendo rea­ ofrecían la oportunidad de vastos mercados, así como incipiente o no establecidas aún, exigirían
posibilidades de crecimiento, de las que carecerán los
les las complementaridades latentes que países latinoamericanos mientras permanezcan enclaus­ que para su instalación o desarrollo se con­
existen y previniendo los efectos negativos trados en veinte grupos económicos separados, con enor­ tase desde luego con el mercado regional,
mes disparidades y diferencias entre sí.» Acentuando la
que sobre su relación de precios del inter­ ventaja de los mercados extensos para las inversiones, dada la capitalización y el consumo reque­
cambio podría tener la integración euro- muestra cómo en América latina los países mayores ridos para su funcionamiento; en segundo
africana y la producción en los países in­ tienden a ser los grandes, beneficiarios del flujo de
capital norteamericano: «Más del 90 por 100 de dicho lugar, cuáles otras, entre las ya existentes
dustriales tanto de sucedáneos sintéticos capital ha sido invertido en los tres países que cuentan
como de materias primas y alimentos sub­ con mayores potencialidades de mercados: Argentina,
Brasil y México. Los otros 17 países se ven obligados fraccionarios. Ello significa que sus industrias se ven
sidiados. Sería imposible evitar esos efec­ a dividirse el 10 por 100 restante.» En apoyo de su atadas a un sistema de baja producción, de reducidos
tos como una política basada en el aisla­ tesis, agrega : «Sumas aun mucho mayores han sido in­ salarios y de precios elevados para el consumidor, lo
vertidas en el Canadá, país industrializado, no sólo por cual constituye un patrón diametralmente opuesto al
miento de cada país latinoamericano. razón de su creciente poder adquisitivo doméstico, sino que presenta la industria moderna, que se expande a
por las preferencias de tipo arancelario, que estimulan medida que aumenta el nivel de vida y el poder ad­
la manufactura en el Canadá para su exportación a quisitivo de la población. Estos mercados retringidos
d) R e f l e j o s e n e l c o m e r c io m u n d ia l. otros miembros de la comunidad británica.» Contras­ tienden, en efecto, a limitar el nivel de vida de toda
tando la situación de su país con América latina—re­ la América latina. El paralelo de este peso mortal lo
También se argumenta que las repercu­ gión que, a su juicio, está dotada de vastos y diversi­ encontramos también en Europa, que adolece de los
siones de un sistema como el descrito sobre ficados recursos latentes—dice: «... a diferencia de los mismos males.» (Información de The New York Times
Estados Unidos, en donde no existen barreras económi­ transcrita en E l Economista. Buenos Aires, 7 de julio
la economía mundial tendrían carácter po­ cas que se opongan al comercio entre los 48 estados de 1956.)
sitivo, pues no sería correcto imaginar que de la Unión, nos encontramos en la América latina con Adolf A. Berle, Jr., antiguo secretario auxiliar de
20 estados, 20 países separados, que representan otras Estado y embajador de los Estados Unidos en el Brasil,
los países de la región descuidaran su co­ tantas barreras fronterizas ; 20 obstáculos al comer­ impresionado por el mismo problema, escribió: «Jean
mercio con el resto del mundo, ni que se cio, que resultan en una limitación de los mercados, Monnet mostró el camino..., cuando estableció en Euro­
y en esa forma impiden el desarrollo económico de pa la comunidad del acero y del carbón, que reciente­
debiese o se pudiese crear un sistema ce­ cada uno de ellos y de toda América latina. Al lu­ mente ha agregado el desarrollo atómico a su lista de
rrado. Se observa que tal hecho no se ha char los latinoamericanos por establecer industrias den­ actividades.» (Información de The New York Times
tro de sus veinte territorios nacionales, están a la vez Magazine transcrita en Intermedio. Bogotá, 22 de julio
puesto de manifiesto por lo que se refiere a condenando sus fábricas a abastecer mercados limitados de 1956.)
aumentar la cohesión existente en ese or­ vergadura, orientada hacia el “ efecto-espe-
en la órbita nacional, dependen del mismo cialización” y el “ efecto-empleo” .
mercado para la reducción de costos y para ganismo. La preparación de esos progra­
mas estaría entre- las futuras funciones Si, aparte de dar ahora los pasos inicia­
su futura expansión. Entre aquéllas esta­ les que se esbozaron en la primera parte
rían principalmente las de bienes de pro­ que podrían asignarse al Comité de Co­
mercio. de este inform e y de sentar los principios
ducción y algunas de bienes de consumo du­ básicos descritos para impulsar el progra­
raderos; entre éstas figurarían sobre todo ma de industrialización en escala regional,
las industrias de bienes de consumo. j) Iniciación del programa.
fuese posible obtener la realización de di­
Como resorte práctico para poner en ac­ cho estudio, se ganaría mucho terreno para
h) Industrialización integrada en los sec­ ción estas ideas cabría una sugerencia :
el m ejor enfoque del problema en sus por­
tores industriales incipientes o por consultar al Comité de Comercio sobre la menores, lo que parece indispensable para
crear. oportunidad y conveniencia de organizar fundar criterios y procedimientos. Queda­
De las dos partes del problema, la que en su seno un pequeño grupo, al cual los rían aclaradas -además cuestiones tales
se prestaría en mayor medida a cualquier países participantes encomendaran la tarea como la referente a la equivalencia relativa
acción más o menos inmediata sería, sin de recibir— ateniéndose a ciertas reglas— de productividad entre los principales paí­
duda, la primera. En las industrias side- las propuestas de los inversionistas par­
ses industriales de la región.
rúi-gicas, metalúrgicas, de celulosa, de ve­ ticulares interesados y de consultar con los E l estudio de que se habla— preliminar
hículos de motor, de material ferrovia rio y diversos Gobiernos, por las vías que oportu­ a la segunda etapa— constituiría la base
naval, de productos químicos y otras, exis­ namente se determinen, acerca de las con­ científica del programa mencionado, pues
ten numerosas oportunidades que ju s tifi­ diciones que— luego de estudiadas— podrían indicaría los términos concretos en que éste
carían grandes inversiones de capital f o ­ ofrecerse antes de concluir un acuerdo mul­ podría fundarse con sentido realista. Al
ráneo, latinoamericano o de ambos oríge­ tilateral, en función del cual se obtendría concluirlo es posible que se hubiera ya
nes, en combinación o no, si fuese posible la coincidencia de los organismos interna­ avanzado en el sentido de una mayor in ter­
contar con mercados más amplios que los cionales. He aquí otra materia importante, penetración comercial y del multilateralis-
exclusivamente nacionales a fin de que se de carácter práctico e inmediato, que el Co­ mo en los pagos (quizá con la ayuda de una
pudiera fabricar con satisfactoria produc­ mité de Comercio podría examinar en su institución de clearing regional que pudiera
tividad, sin necesidad de artificios cambia- próxima reunión— si lo estimara oportu­ sobrevenir y que serviría para consolidar
rios y sin la perspectiva de su frir los efec­ no— , aparte de la relativa al problema de tal esfuerzo), y se habría dado comienzo
tos de la capacidad ociosa instalada, hoy los pagos. — en el caso más favorable— a la instalación
frecuente. A tal fin sería preciso que los en Am érica latina de algunas industrias
países interesados contaran con algún re­ k) Bases para un régimen especial. integradas en form a multinacional. E l pro­
sorte preestablecido, para ponerse en cada Con respecto a la segunda etapa de des­ grama de cooperación económica sudameri­
ocasión de acuerdo entre sí y con los inver­ arrollo de una política industrial común, es cana, planeado y desenvuelto en la forma
sionistas en cuanto a las operaciones que decir, con la vinculada a las industrias gradual que se describe, podría llevar, por
éstos realizarían en cada uno de ellos y a existentes en los países latinoamericanos, sucesivas aproximaciones, como resultado
las condiciones que podrían ofrecérseles. y cuya reducción de costos y futura expan­ final, al cumplimiento de las aspiraciones
Se trata en este punto de una posibili­ sión dependen de un mercado más amplio, generales de alcanzar la integración eco­
dad real. Y a hubo solicitudes que se some­ extranacional, el correspondiente programa nómica de la región.
tieron a la consideración de algunos Go­ habría de elaborarse necesariamente en el La tarea es ardua y compleja, pero po­
biernos, principalmente por iniciativa de transcurso del tiempo y con extremo cui­ sible. E l momento pava iniciarla es opor­
firm as europeas. Y hay ya experiencias de dado, pues requeriría estudios muy objeti­ tuno. Tal es la impresión que prevalece en
fracasos originados en la actual falta de vos, preparación de la opinión pública y de casi todos los medios consultados. Toça
algún medio más o menos expedito para la mentalidad industrial y obrera y, en fin, ahora ver si en el plano de los Gobiernos
que los inversionistas realizaran gestiones negociaciones laboriosas. T al etapa vendría se obtendrá o no el consenso necesario para
simultáneas ante las autoridades de varios a su hora, facilitada quizá por los resulta­ llevarla a cabo.
países. En algunos casos se querría llevar dos que antes traería la política multilate­
a cabo el respectivo programa industrial ral de comercio y de pagos. También po­ 3. R E C O M E N D A C IO N E S
produciendo las principales partes compo­ dría ayudar la experiencia— tan necesa­
nentes de un determinado bien de modo ria— qUe pueda desprenderse de una tarea 1. a Se estima necesario celebrar acuer­
complementario y en más de un país (aten ­ por realizar y a la que ya se aludió : la dos destinados a promover— mediante la
diendo siempre al criterio de los costos coordinación de las políticas nacionales en colaboración multinacional y con aportes
comparativos), para vender el producto ter­ materia monetaria, cambiaría y comercial. financieros provenientes tanto del área
minado en el territorio de los países com­ Según se dijo, esta coordinación es requi­ como foráneos— el establecimiento o des­
prendidos en el acuerdo. Serían posibles sito indispensable para el régimen especial arrollo de industrias que requieren gran­
para ello diversas combinaciones, siempre esbozado. A su vez, el establecimiento de des capitales y extensos mercados.
sobre la base de intereses equivalentes en­ éste se habría iniciado ya con la implan­ Como paso inicial se recomienda el es­
tre los participantes. H ay confianza en el tación de los programas de la primera eta­ tablecimiento de un pequeño organismo
efecto que un programa de este tipo ten­ pa en los sectores en que no existe indus­ técnico encargado de recibir las propuestas
dría sobre Am érica del Sur, a través del tria en gran escala o en aquellos otros en de inversión, efectuar su estudio prelim i­
aumento consiguiente— tal vez muy eleva­ que, existiendo, revista caracteres modes­ nar, presentarlas a los respectivos Gobier­
do— de la afluencia de capitales. tos. Los buenos resultados de la iniciativa nos y fa cilita r el acuerdo entre éstos y los
condicionarían necesariamente la evolución inversionistas, así como la celebración de
i) El papel del G. A. T. T. subsiguiente. los convenios finales.
La realización de esquemas de producción Con vistas al logro de estos objetivos se­ 2. a Júzgase conveniente establecer prin­
como los descritos haría deseable celebrar ría muy conveniente obtener de los orga­ cipios generales y ciertos procedimientos
ciertos acuerdos aduaneros entre los países nismos internacionales adecuados la reali­ concretos de política comercial que sean
interesados. Tales acuerdos revestirían la zación de un estudio, en cooperación con aptos para estructurar paulatinamente un
form a de una ta rifa especial, para cuya ne­ los diversos Gobiernos, sus medios técnicos mercado regional, multilateral y com petiti­
gociación y aplicación— según opiniones re­ y los de sus círculos industriales, con el fin vo. Con ese mercado regional se podrían in­
cogidas— convendría acudir a los oficios del de levantar una especie de mapa industrial tensificar producciones industriales latino­
G. A. T. T., al cual pertenecen ya ocho de latinoamericano en el que se señalase qué americanas, cuya reducción de costos y ex­
los veinte países latinoamericanos. En los industrias, entre las existentes, carecen pansión futura dependen fundamentalmen­
estatutos de ese cuerpo existen cláusulas de mercados adecuados, cuáles otras po­ te del incremento de la capacidad de con­
que hacen posible su aprobación— a ejemplo drían ser objeto de traslación y adonde, sumo.
de lo ocurrido con respecto al Plan Schu­ qué posibilidades habría de hacerlo y en En este plano, y como prim era etapa, se
mann— , pero sería para ello requisito in­ qué form a debería procederse a las nego­ sugiere el levantamiento del mapa indus­
dispensable elaborar un programa concreto ciaciones para asegurar una equivalencia trial de Am érica latina, con vistas espe­
sobre bases tendentes a ampliar en general de ventajas nacionales o de remuneración cialmente a determinar la acción posible y
el comercio y no sólo el interlatinoam erica­ de factores. Sería una tarea de gran en­ aconsejable.
no. El ingreso en el G. A. T. T. de los países
de Am érica latina que todavía no forman
tes. Estas dos fórm ulas, unidas a la compensación de
parte de él se cree que pesaría grandemen­ Las ideas expresadas a lo largo de la publicación
los pagos y a la solución de concertar m u ltira te ra l-
de la C. E. P. A . L. pueden muy bien estim ular la
te en sus decisiones futuras en lo que con­ creación de una cooperación económica en Iberoam é­ m ente convenios bilaterales entre pares de países, ha
de tener por consecuencia una tu erte integración eco­
cierne a la región. P o r otra parte, como la rica similar a la que existe entre los países de la
nómica de Iberoam érica. La insuficiencia de los m er­
Organización Europea de Cooperación Económica. Se
realización de un programa de este orden recomienda en el anteproyecto de la C. E. P. A . L. cados no será ya obstáculo en futuro, para la in ­
— además de las ventajas generales ya la creación de un área no sometida a trabas cu anti­ dustrialización do la región; la .nexistencia de una
tativas para ciertos productos sobre los cuales recaiga técnica moderna podrá ser solucionada con mayor
apuntadas— afecta también en medida con­ un aouerdo de los Gobiernos. De esta form a los d i­ facilid ad; la fa lta de productividad no será una ré­
siderable a intereses de grupos y empresas ferentes países iberoamericanos tenderán a desarrollar mora que frustre ios esfuerzos de estos países para
aquellas producciones en las que gozan de una^ ven­ m odernizar sus economías, y las preferencias acorda­
de los países interesados, podría ello con­ taja com parativa, estim ulando una industrialización de das en el pasado a las zonas extrañas a la región se
tribu ir— según opinión muy firme en países la región de alta productividad. Por otra parte, en las suprimirán radicalm ente. Largo ha sido el camino para
páginas anteriores se propone asimismo la organiza­ plantear siquiera estas bases racionales que han de
sudamericanos miembros del G. A. T. T .— ción de un área común para ciertas producciones, que dar un contenido económico a la hispanidad, pero
a la obtención de los fines deseados. Dada quedarían, por así decirlo, reservadas para un país venturosas son las promesas que se abren ahora tras
dentro de ciertos lím ites, por acuerdo de los demas, la primera reunión del C om ité de Comercio de la
la importancia que se atribuye a este asun­ ofreciéndose, sin duda, las contrapartidas consiguien­ C. E. P. A . L.
to, es de esperar que se encuentre la fórm u­
la satisfactoria que permita mantener y
H UN GRIA, BAJO LA GARRA
S O V IE T IC A
HOMENAJE HISPANICO
A UNA NACION
CATO LICA Y MARTIR

n recentísimo número de Lile en español re­


U produce, bajo el título de «Boda evocadora
en Baviera», el fasto matrimonial del archiduque
Josef Arpad de Habsburgo con la princesa María
de Lowenstein-Wertheim-Rosenberg. En sus fotos
con rebrillo de saudade, cobran vida una descen­
diente de la emperatriz María Teresa y el joven
José, emparentado con Otto de Austria-Hungría, el
archiduque heredero de la doble corona imperial y
real del imperio austrohúngaro y figura relevante
hoy en el ámbito intelectual y político de nuestra
estremecida Europa.
De cara al futuro, la boda nostálgica de Bronn-
bach, con su séquito de realidades y sueños entre­
vedados, deja paso en negativo a una de las más
estremécedoras páginas de la historia de nuestra
civilización. Y mientras todavía no se ha extinguido
el último rescoldo del incendio de Hungría bajo el
lanzallamas brutal y desesperado de los tanques so­
viéticos, el mundo hispánico quiere rendir esperan­
zado homenaje a esta gran nación en desgracia en
los instantes críticos en que anda en juego no sólo
la libertad de Europa entera, sino también nuestras
vidas de hombres justos y de católicos. Y como
mejor símbolo de rendimiento hispánico, ofrecemos
estas palabras y estas imágenes en torno a una figu­
ra señera, universitaria y realista, que sabe ser tra­
dicional en su respeto de los valores eternos y al
propio tiempo resoluta y contumaz en la lucha por
su pueblo.
La situación es trágica. En su semanal entrega al
diario matritense Ya (ll-XI-56), escribía el archidu­
que estas palabras : «La invasión de Hungría por el
ejército soviético pone fin al drama más grande y
más noble de nuestra década...» Y más lejos: «pero Con absoluto desprecio para los principios humanos, con sus conocidos métodos crueles y despiadados,
el sacrificio no ha sido vano». Hungría seguirá la Unión Soviética ha marcado con estigma de sangre y fuego a la noble y abnegada nación húngara, que
siendo siempre lo que fué para Europa y la civiliza- en defensa de su sagrada libertad se había alzado contra la dominación comunista implantada por Moscú.
En deplorable y triste estado, rumiando la pena Estos niños esperan, ajenos a la tragedia que se ción occidental el magno im perio austroh ángaro :
colectiva de su pueblo, el dolor de los suyos desarrolla a su alrededor, la ayuda de los organis­ muro contentivo de la barbarie siberiana en cuantos
desaparecidos, surgen ante la cámara los rostros mos internacionales y la caridad de los hombres para hitos de la Historia marcaron peligro de muerte
de los húngaros en muda petición de justicia. combatir la miseria a que los llevó el comunismo. para Europa. Otto de Austria-Hungría representa
h oy estas fuerzas inagotables, que constituyen la
esencia y el valor de nuestra reacción contra el os­
curo mar que hoy se nos encara, una ve z arrancado
para siempre el antifaz de la idílica coexistencia,
apta para menores de corazón.
La figura política e intelectual de Otto puede
centrar un m ovim iento de unidad europea com o
contraofensiva frente al inmutable Kremlin. Como
estadista y monarca, crece el número de sus parti­
darios en Centroeuropa. Las zonas rurales austro-
húngaras viven de su esperanza. Surge la Unión
Patriótica Nacional com o fom ento de una corriente
integradora centroeuropea bajo el signo político-
social de un Estado de derecho que integrase a los
países danubianos. Y se avanza en «la defensa y
preservación de las esencias de la tradición y del
pensamiento nacionales de la patria» (v. Cari Pos-
pesch en D er Kaiser vor del Toren der Republik).
Y nace la fe en un emperador convertido en Presi­
dente de las Repúblicas Danubianas del futuro...
La visión ordenadora del archiduque nada quiere
saber de la mezquina lucha de los llamados «parti­
dos políticos». Rechaza él liderato de uno de ellos.
N o mendiga votos en las corporaciones públicas, o
en los municipios, o en la Asamblea Nacional. «U n
monarca ha de mirar por el bien de todos sus súb­
ditos sin distinción de partidos— dice— . La monar­
quía, por su naturaleza, es una institución superior
a todo partidism o.» Y en una reciente reunión en­
tre personalidades austríacas de alto rango agrega :
«En una monarquía no puede haber una clase pri­
vilegiada o favorecida al viejo estilo. Cada cual
habrá de ser juzgado según sus méritos y su capa­
cidad, y no por el relumbrón de su apellido o de
su alcurnia.»
La campaña actual de Otto ha insistido en alle­
gar ayuda para los pueblos del Este, y en especial
para sus queridos países danubianos. Frente a la
destrucción del pueblo húngaro, perpetrada impu­
nemente ante la palabrería occidental, en Austria
se siente la necesidad defensiva de un plebiscito
popular que acabe con un neutralismo de vigencia
teórica y dérogé la ley de 3 de abril de 1919 por Duro contraste con la actual situación de miles de La pequeña archiduquesa de Habsburgo, Andrea
la cual se estipuló la expulsión del país de toda niños húngaros, el triple retoño de la familia Habs­ María, ataviada con un vestido de campesina que
la familia de los Habsburgo. burgo se siente rodeado y protegido por la presen­ le enviaron desde Austria. Como regalo de bautizo
Cuando la U. R. S, S. muestra sin rebozo su calaña cia y el amor paternales en las noches navideñas. recibió de sus fieles compatriotas una finca rural.
amoral y sus resabios políticos, la salvación de
Europa podría ser la reactualización, a la altura de los mismos principios indestructibles y eternos (por­
nuestro tiempo, de un Estado de derecho, basado que están en consonancia con Dios 'y su doctrina
en la primada del poder judicial. Para el archidu­ universal) y quizá en las mismas personas que
que Otto, el Estado del siglo xx sería esta recrea­ fueron desbancadas por ciertas potencias occidenta­
ción de las últimas esencias— no en el nombre ni les, celosas del prestigio político y cultural centro-
en la forma— de las grandes monarquías tradiciona­ europeo. Junto al nacionalismo de los siglos xix
les. El poder judicial de la consabida trilogía estatal y xx, la monarquía danubiana y su espíritu de
de Montesquieu plantearía la lucha contra la prima­ unión creadora fueron destruidos por las potencias
cía del legislativo en las llamadas democracias for­ victoriosas de la primera guerra mundial, hasta
males y contra la del ejecutivo, esto es, la burocra­ hacerlos desaparecer del mapa político de Europa
cia administrativa de los regímenes totalitarios. Un (v. Hugo Hantsch : Geschichte Oesterreichs). Esas
magistrado supremo y una auténtica ley fundamen­ mismas potencias que hoy contemplan atemoriza­
tal del Estado, no la codificación de reglas admi­ das cómo el rulo soviético, a traición y contra toda
nistrativas a la que solemos apodar hoy Constitu­ consideración al derecho de gentes y del hombre,
ción poh'tica. puede iniciar su rotación definitiva hacia occidente,
La salvación de Europa está en el hallazgo de ese hasta borrar del mundo contemporáneo todo vesti­
prodigio de armonía que se llamó en su tiempo, gio de la civilización europea.
con una política y un espíritu ad hoc para cada Pero todavía nos queda, en reserva inacabable, el
época, el Imperio austrohúngaro : barrera de hor­ espíritu de catolicidad y de prudencia política
das y sede y salvaguardia de la justicia. Es preciso como herencia y linaje del milagro de equilibrio
hallar este feliz común denominador político, eco­ que fué el imperio austrohúngaro. El mundo his­
nómico, geográfico, cultural y católico, que acoja pánico puede sentirse orgulloso del triunfo espiri­
en su seno a una Confederación de Estados Danu­ tual conseguido en las últimas semanas por la de­
bianos, en la que sueña y por la que lucha desde rrotada Hungría. No son paños calientes. La frené­
su juventud Otto de Austria-Hungría. No es ésta tica actitud del ejército ruso está demostrando una
opinión exclusiva del gran político; está muy ge­ vez más que el comunismo está tocado de muerte.
neralizada en Europa y en los Estados Unidos. En El holocausto de una nación no ha sido vano,
el último número de News Exchange (203, 6-XI-56), pero ha de tener ejemplaridad en Occidente. Este
de Bruselas, se dice en «Un poco de historia para ejemplo de actitud moral se concreta hoy en la
políticos» : «La existencia de la monarquía austro- persona operante y sin alharacas del archiduque
húngara, que no es otra cosa que una federación Otto, En ella se condensa un linaje actualizado,
de los países danubianos, permitió siempre a los universitario por sus saberes, realista, sagaz y du­
húngaros mantenerse independientes...» Esta futura cho en lo político, contundente en la acción. Un
confederación mantendría su independencia; porque hombre que se entrega generosamente a la servi­
«la grandeza de nuestra Europa—escribe el archidu­ dumbre de la patria y que, día tras día, es como
que en un estudio todavía inédito—reside precisa­ un símbolo de la familia cristiana, rodeado de'hijos
mente en que no somos niveladores. Porque cree­ a quienes ampara con manos obradoras. Mientras,
mos que nuestra diversidad es base de una fuerza en la frontera austrohúngara, otros niños sin suerte
ilimitada, siempre que sepamos ser unos en lo prin­ llevan clavados para siempre en sus ojos el terror
cipal» (v. El Estado del siglo XX). El futuro políti­ indescriptible de una guerra a traición que los
co de Europa—su salvación— debe basarse, pues, en priva de hogar, de patria y de alegría.
Horas enteras se pasa Otto de Habsburgo jugando Un grupo de húngaros rodea a Otto de Habsburgo,
con su hija mayor. No siempre puede disfrutar de a quien llaman entusiásticamente «su rey». Otto
estos momentos hogareños, pues pasa la mayor conversa en húngaro con los magiares, siempre
parte del año viajando para pronunciar conferencias. con la chispeante amenidad que le caracteriza.

Millares de personas acuden a la residencia de Otto


de Habsburgo en demanda de audiencia. En ellas
todos pueden abrirle confiadamente su corazón.
La enseña de los Habsburgo preside la escena.
El excelentísimo señor Presidente de Costa Rica, don José Figueres Ferrer, después de hacer un breve recorrido por M ad rid , acompañado del alcalde de la ciu­
dad, conde de M ayalde, fué recibido en el palacio del Pardo por Su Excelencia el Jefe del Estado español, donde ambos Jefes de Estado conversaron largamente.

F IG U E R E S
n la noche del día 6 de noviembre llegó
E al aeropuerto de Barajas, en Madrid,
el Presidente de la República de Costa Rica,
don José Figueres Ferrer, acompañado de
su esposa. Los ilustres huéspedes fueron
recibidos por el Jefe del Estado español y
por la excelentísima señora doña Carmen
Polo de Franco, y se alojaron después en
el palacio de la Moncloa. En el séquito del
Presidente llegaron también el rector de la
Universidad de San José, don Rodrigo F a ­
ció, y el secretario general de la Presiden­
cia, don Rolando Fernández.

El Presidente, acompañado de su esposa, es recibido «España es para mí un descubrimiento, aunque éste El Presidente, rodeado de los estudiantes costarri­
en el Institu to de Cultura Hispánica por su director, haya sido tardío », dijo el Presidente Figueres. A su censes, con la banda de becarios que acredita sus
señor Sánchez Bella, que le ofreció una recepción. lado, el ministro de Educación y el señor S. Bella. estudios en las distintas Facultades españolas.
Lo mismo que a su llegada, el Generalísimo Franco acudió al aeropuerto de Barajas para despedir al Presi­
dente. A la izquierda, el ministro del Aire, señor Gallarza, saluda a la distinguida esposa del señor Figueres.

EN MADRID
En su breve estancia en Madrid, el Pre­
sidente de Costa Rica ha pronunciado pa­
labras de entrañable raigambre hispánica.
Se vió rodeado de sus compatriotas los es­
tudiantes costarricenses que cursan sus doc­
torados en España, y después de la recep­
ción en el palacio del Pardo, con el mi­
nistro de Educación Nacional español, don
Jesús Rubio, hizo una visita al Instituto
de Cultura Hispánica, donde su director,
el señor Sánchez Bella, le hizo entrega
del título de miembro de honor del Ins­
tituto.

En la visita que hizo el Presidente al Instituto de En la recepción celebrada en el palacio del Pardo, Figueres se despide del ministro de Asuntos Exte-
Investigaciones Agronómicas, fuá recibido por el el Presidente, acompañado de su esposa, es salu- riores, señor Martín Artajo. Al fondo, la esposa de
ministro de Agricultura español, señor Cavestany. dado por el ministro de Justicia, señor Iturmendi. S. E. el Jefe del Estado español, doña Carmen Polo.
EN EL
MUNDO
HISPANICO EN EL COLEGIO DE SAN AGUSTIN, MONSEÑOR FRANCISCO BECKMAN, ARZOBISPO DE
PANAMA, LEYENDO EL MENSAJE DE S. S. EL PAPA PIO X II ANTE TODOS LOS PRESIDENTES AMERICANOS QUE CONCURRIERON A LA REUNION CELEBRADA EN PANAMA

bsesionados por destacar y precisar lo que nos queda por hacer en todos
LA R E U N I O N DE PRESIDENTES EN PANAMA
O los órdenes de la vida internacional iberoamericana, llevados por las
prisas e impaciencias de nuestro tiempo, desengañados a veces por este
o aquel fracaso, este o aquel obstáculo, esta o aquella desgracia nacional, no
/ . A reunión de Presidentes en Panamá, en
el vei'ano de 1956, aun con lo que tuviese
de puro trám ite diplomático internacional, aun
quizá uno de los principales acontecimientos,
si no el prim ero, de la vida exterior dp los
pueblos hispánicos, considerados en conjunto.
nes hispanoamericanas se hallaran en mesa
redonda y una al lado de la otra. De su tras­
cendencia para el futu ro, el tiempo dirá. E l
con lo que tuviese en algunos casos de simple Estuvo rodeada del debido aparato ceremonio­ acto de la firm a de la Declaración está fie l­
tenemos el ánimo dispuesto para justipreciar, para ponderar como es debido, lo « dejarse in » por no llevar la contraria, fué so y cuando menos sirvió para que las nacio­ mente recogido en las fotos de estas páginas.
que se ha hecho ya, lo que se hace aquí y ahora, lo que se hará en el futuro...
Conviene, pues, volver la vista sobre nuestro pasado inmediato, rehacer el
camino recorrido durante el año de 1956 por quienes, como nosotros, hemos
empeñado nuestra vida en la empresa de constituir, orientar y fortalecer una
efectiva y poderosa comunidad iberoamericana de naciones.
Dejamos a otros el trabajo de ordenar fríamente las fechas y las circunstan­
cias de nuestras catástrofes nacionales. Que otros recuerden cuándo, cómo y
por qué se fraguaron tales o cuales desventuras, tales o cuales revueltas políticas,
tales o cuales golpes de Estado, tales o cuales magnicidios. Nosotros preferimos
volver los ojos sobre las realizaciones positivas de nuestra comunidad inter­
nacional. Desembarazarnos del peso paralizador de las grandes y pequeñas anéc­
dotas. Nosotros sabemos, y lo hemos dicho en repetidas ocasiones, que todas y
cada una de nuestras conmociones sociales y políticas son meros aspectos de
un incalculable proceso de modernización, de adaptación. Estamos superando
viejas e inoperantes maneras de vida; estamos liquidando, sin saberlo o a sa­
biendas, sistemas económicos tan injustos como desusados, formas e instituciones
políticas sin solución de continuidad.
Y por esa razón, en más de un caso, nuestros pueblos recurren a la violencia
o son víctimas de ella. Compárense, no obstante, nuestras tensiones políticas,
nuestros problemas nacionales e internacionales, nuestros conflictos colectivos,
con los que se suceden en otras partes del mundo, y se sacarán aleccionadoras
consecuencias.
España e Iberoamérica no han comprometido en ningún momento su futuro
en aventuras internacionales que
menoscaben ni sus más sagrados
intereses ni los derechos e inte­
reses de otras naciones.
Cuando han intervenido en el
difícil y arriesgado juego de las
grandes y pequeñas potencias, ha
sido tan sólo para definir lo justo
y lo injusto. Mientras otras na­
ciones, por boca de sus Jefes de
Estado, amenazan y vociferan a
discreción y, en nombre de tal o
cual derecho, cometen incalifica-

PORTÁDA DEL C O L E G IO DE SAN


AGUSTIN, DONDE SÉ ENCUENTRA
LA SALA BOLIVAR, EN LA QUE
TUVO LUGAR EL PRIMER CONGRESO
IBEROAMERICANO, CONVOCADO POR
EL LIBERTADOR EL AÑO DE 1826.
EN DICHA SALA SE CELEBRARON
DIVERSOS ACTOS CON MOTIVO DE
LA REUNION DE PRESIDENTES AME­
RICANOS CELEBRADA ESTE VERANO COSTA RICA: Presidente Figueres.
EN LA REPUBLICA DE PANAMA.
ECUADO R: Presidente Velasco Ibarra. EL SA LVA D O R : Presidente Lemus.

H A IT I: Presidente M agloire. M E X IC O : Presidente Ruiz Cortines.

bles actos de pillaje o de demagogia, España, la primera, y con ella Ibero­


américa, ofrecen reiteradamente su presencia conciliadora. Mientras unos Esta­
dos simulan ser víctimas siendo verdugos, y otros, siendo víctimas, simulan el
papel de verdugos, y realizan atropellos imperdonables contra el Derecho inter­
nacional, España e Iberoamérica, en cambio, tienen el pudor y la elegancia de
no exigir un disfraz ni una máscara para participar en la espeluznante pan­
tomima.
Cuando ha habido una agresión y una infamia, un acto de desvergüenza y
de agresión, un crimen de lesa humanidad, com o en Hungría, España e Ibero­
américa, de un m odo conm ovedor y ejemplar, no sólo pronunciaron su palabra
condenatoria, sino que se aprestaron a arriesgar su seguridad en aras del pueblo
perseguido.
Hemos querido ser, y somos, naciones «disponibles», es decir, defensores de
causas justas: naciones no comprometidas en infames mascaradas, abiertas cor­
dialmente, en cambio, a toda posibilidad de paz y de concordia. Dispuestas
también al sacrificio cuando llegue la hora señalada..
Durante el año de 1956 hem os continuado nuestra obra. Nos hemos desen­
tendido de explicables mezquindades y de contratiempos, de fracasos y desen­
gaños. Varias veces nos encontramos en el camino para afirmar nuestra herman­
dad en congresos y reuniones internacionales. Varias veces, en la hermosa
P A N A M A : Ex Presidente Arias Espinosa, promotor de la Reunión.
encrucijada hispánica que es Madrid, saludamos con orgullo la presencia de
nuestros Jefes de Estado, de nuestros políticos, de nuestros técnicos, de nuestros
intelectuales... A lo largo de nuestro ancho y hermoso mundo hispánico, por
aire, por tierra y por mar, continuamos estrechando vínculos de amor y de
fraternidad.
Lo mismo por los beneficios recibidos com o por las desgracias, por todo,
damos gracias a Dios. Es a El, en última instancia, a quien hemos ofrecido
nuestras vidas y nuestras obras.

«...QUE BELLO SERIA QUE EL ISTM O


DE P A N A M A FUESE PARA NOSOTROS
LO QUE EL DE C O R IN TO PARA LOS
GRIEGOS. ¡OJALA QUE ALGUN D IA
TENGAMOS LA FO RTUNA DE IN S T A ­
LAR A LLI UN AUGUSTO CONGRESO
DE LOS REPRESENTANTES DE LAS
REPUBLICAS, REINOS E IMPERIOS,
PARA TR A T A R Y D IS C UTIR , SOBRE
LOS INTERESES DE LA P A Z Y DE LA
GUERRA, CON LAS NACIO N ES DE
LAS OTRAS PARTES DEL M U N D O ...»
riATLKOAAK =v ESTAS PALABRAS DE BOLIVA R A P A ­
3-£5 iUËrl* RECEN EN EL M O N U M E N T O AL L I­
BERTADOR, AL PIE DEL CUAL LOS
PRESIDENTES DE A M E R IC A DEPOSI­
TA RON V A R IA S OFRENDAS FLORALES. REPUBLICA D O M IN IC A N A : Presidente T rujillo
ESTADOS UNIDOS: Presidente Eisenhower. GUATEMALA: Presidente Castillo Armas.

PANAM A: Presidente De la Guardia.

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PARAGUAY: Presidente Stroesser. PERU: Presidente Prado.

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URUGUAY: Presidente Zubiría. VENEZUELA: Presidente Pérez Jiménez.


S. E. el Jefe del Estado recibió en audiencia especial al ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela,
don José Loreto Arismendi, con quien departió largamente en presencia del ministro de Asuntos Exteriores.
ARISMENDI
UN M IN IS T R O V E N E ZO LA N O
VISITA ESPAÑA
A R A asistir a las fiestas de la Hispanidad, a las
P que había sido invitado por el Gobierno espa­
ñol, llegó a M adrid el día 1 1 de octubre el m inis­
tro de Relaciones Exteriores de Venezuela, don
José Loreto Arism endi. Fué recibido por los m i­
nistros de Asuntos Exteriores, de la Gobernación
y del A ire ; por el jefe de la Región Aérea C entral;
el embajador de Venezuela en España, don Simón
Becerra; el cónsul general, don Celestino Velasco;
el m inistro consejero, señor Torres Vivas; los agre­
gados m ilita r y de inm igración, secretarios de la
Embajada, cónsules en Barcelona y V igo, subsecre­
tario del M in iste rio de la Gobernación, alcalde de
M adrid, prim er introductor de embajadores, direc­
to r del In s titu to de C ultura Hispánica y otras per­
sonalidades. Con el señor Arism endi viajaron su
esposa; sus hijas, las señoritas Eva Mercedes y Sara
— acompañada ésta de su esposo, don .Domingo
Guzmán— ; la marquesa de A bella, esposa del
Con motivo de la Fiesta de la Hispanidad, el Jefe El ministro de Asuntos Exteriores, don Alberto embajador de España en Caracas; el director de
del Estado entregó al señor Arismendi el diploma M a rtín A rtajo , recibe en el aeropuerto de Barajas protocolo de la Cancillería, don A lfredo Jurado, y
de miembro de honor del In stitu to de C. Hispánica. a su colega de Venezuela en su visita a España. señora, y el secretario del m inistro, señor M árm ol.
Los miembros de la colonia venezolana que acu­
dieron al aeropuerto hicieron objeto al señor A ris ­
mendi de un cariñoso recibim iento, mientras una
compañía de la Región Central Aérea rendía ho­
nores y la banda de música interpretaba los h im ­
nos nacionales de Venezuela y España.
Invitado por el alcalde de la capital, conde de
M ayalde, el señor Arism endi almorzó en el Club
de Puerta de Hierro y visitó en el palacio de Santa
Cruz al m inistro de Asuntos Exteriores. La jornada
del m inistro el Día de la Hispanidad se desarrolló
entrevistándose con S. E. el Jefe del Estado en el
palacio del Pardo, trasladándose después al M in is ­
terio de Asuntos Exteriores, donde asistió a un
alm uerzo en compañía de todos los jefes de m i­
sión de los países hispanoamericanos que se cele­
braba por la festividad del día. En la tarde de este
día 12 asistió en el In s titu to de C ultura Hispánica
a una solemne sesión académica, en el curso de
la cual el Caudillo le entregó el diploma de m iem ­
bro de honor del In stitu to . Por la noche fué in v i­
tado a yna función de gala en el teatro Español.
En el curso de su estancia en España el señor
Arism endi realizó un générai cambio de impresio­
nes con su colega español y con diversas persona­
lidades, que redundarán en beneficio de las rela­
ciones entre los dos países.
EL
CAFE
SU CONSUMO ESTUVO
CONDENADO CON LA
P E N A DE M U E R T E

Por J uan M. M A R T IN M A T O S

l café no pudo sino nacer en las

E c á l i d a s tierras mahometanas,
para llegar a nosotros por me­
dio de las más curiosas anécdotas; y
sobre el descubrimiento de sus cua­
lidades terapéuticas destacamos, entre
las numerosas leyendas, las dos más
populares.
Una afirma que un creyente, cum­
plidor extremado de los rituales de
Alá, por más que deseara llegar a la
perfección intentando orar por la no­
che, su ideal no era alcanzado. Las
horas le vencían y el sueño triunfaba
sobre su fatigado cuerpo. Asustado y
confiado al mismo tiempo en el po­
der de Alá y de Mahoma, que es su
profeta, en súplicas continuas, roga­
ba que le diera la fuerza suficiente
para velar durante la madrugada. Sus
oraciones no fueron rechazadas, y
cuando menos lo esperaba, una reve­
lación extraterrenal le confió los po
deres medicinales del café. La infu­
sión de aquella bebida «divina» le
permitió conseguir lo que tanto anhe­
laba, y nuestro buen mahometano,
desde ese momento histórico, pudo
rezar tanto cuanto le dictaba su con­
ciencia de creyente.
Otra anécdota, menos fantástica,*
es la fuente en la quç se basan los
historiadores para marcar el apare­
cimiento de este arbusto de la fami­
lia de las rubiáceas, de la que parti­
cipan también la valiosa quina y la
ornamental gardenia.
Un pastor, con seguridad abisinio,
tuvo la suerte de ser el primero en
conocer las cualidades benéficas de
la coffea, después de observar que
las cabras confiadas a su cuidado, al
comer las hojas y el fruto de una de­
terminada planta, se tornaban ale­
gres, lanzando los más discordes be-
rreos* y realizando las más arriesga­
das piruetas...
Y desde este momento la bebida
intelectual por excelencia, conquis-
Ancema

Las zonas productoras de café atraen a los emigrantes, que contribuyen eficaz­
mente a su cultivo, que ha de hacerse con toda clase de cuidados y esmero.

tadora y atrayente, se propagó por Mas una princesa portuguesa, com


el mundo. padecida- de la .tristè situación de sus
Mas esa propagación duró mucho congéneres británicas, al trasladarse
y con diversas y curiosas incidencias. a la corte inglesa, llevó consigo el
gran rival del café : el té. Y son los
más destacados cronistas históricos
EL CAFE, LOS HOMBRES
los que afirman que el café es una
Y LAS MUJERES
bebida netamente latina y católica,
DE LA G RAN BRETAÑA
por el contrario, el té, anglosajona
El café dió origen a los cafés, como y protestante.
es natural. Pero los cafés tuvieron En la tierra de los Nibelungos y
una doble función: además de ser Walquirias las mujeres o r i g i n a r o n
el local donde se ingería la popular otra campaña contra el café similar
TRES P O S IB IL ID A D E S rubiácea, era el punto de reunión de a la inglesa, mas con un final muy
muchos hombres que debatían aca­ diferente. Acusados los hombres de
SEMANALES loradamente los graves problemas de impotentes, éstos, más ágiles que los
un pacato siglo xvn, tornándose estos ingleses, contestaron que sus mujeres
EN A V IO N E S lugares públicos los grandes respon­ eran estériles por causa de la «m al­
sables por los celos de las no menos dita bebida».
D O U G LA S D C - 6 B , respetables matronas. Y es así como Y así fué nuestro «pobre café» ca­
nació en Inglaterra una campaña minando por la historia hasta llegar
V E R S I O N contra el café. Nos lo cuenta Isaac a Am érica e instalar definitivamente
Disraeli en el cuarto capítulo de su su trono soberano en el Brasil. Aquí
COMBIN ADA libro Curiosities o í lite rature, titu­ él manda y domina. Materia canden­
lado «The wom en's pétition against te para esta tierra, y muy fría, por
EN C L A S E S coffee, 1674», cuando las represen­ lo visto, para los Estados Unidos de
1.a, R O Y A L V I K I N G tantes del bello sexo enviaron una América. Sus cualidades son tan des­
conocidas com o popular es su sabor.
representación a la corona inglesa en
DE L U J O Y T U R IS T A los siguientes términos : «El café gas­ Cuidado con mimo extraordinario, es
ta la fuerza viril de los hombres y el índice casi exclusivo de las expor­
GLOBETROTTER, los vuelve áridos com o las arenas de taciones, y cuando el aire juguetón
la Arabia, de donde dicen vino ese le da por helarse, la tierra de Pedro
CAMAS grano maldito ; y si continúa ese Alvarez Cabrai comienza a temblar
gusto funesto los descendientes de de miedo y terror. Mas -él es com­
Y "D O R M ETTES" nuestros robustos antepasados no se­ prensible y pronto se restablece, v o l­
rán en breve más que una misera­ viendo por sus antiguos— pero que
DISPONIBLES. ble raza de monos y pigmeos.» resultan nuevos— fueros, dando millo-

J Ï4S
FECHAS, ANECDOTAS
L café fué considerado al princi­ por el año 1 1 2 5 . En 1 4 5 4 , Seit Ge-
E pio como alim ento. Machacados
sus granos, se mezclaban con un lí­
m al-Edin lo hizo pasar de Abisinia
a la Arabia, siendo perseguido su
quido, formando una pasta, que se consumo por las autoridades musul­
echaba en un molde. Esta pasta la manas. En 1511 la prohibición fué
tomaban las tribus errantes del de­ hecha desde la ciudad santa de La
sierto africano. Cada uno de estos M eca. Sin embargo, la afición al
A v e n id o José A n to n io , 88 P a s e o de G r a c i a , 45 moldes era la ración diaria. café s ig u ió creciendo rápidamen­
( EDIFICIO ES P A ÑA ) Tel. 31 51 07 - BARCELONA La utilización del café como be­ te , y Yherm i de Pamas estableció en
bida se atribuye a Shestk Ornar, allá 1 5 5 4 el primer establecimiento de
T e lé fo n o 4 7 1 7 00-MADRID sb-s
Producción de las llamadas «mudas del mismo año». La paja extendida sobre Al caer la noche, el café, distribuido en el terreno, es amontonado con el
los vasos mantiene la temperatura constante necesaria para la germinación. fin de uniformar el secaje, siendo cubierto con lonas para evitar la humedad.

nes y millones de dólares. Dejémo­ lador del café, o atado por la cintura
nos de comentarios económicos y al pie de la cama de la Eva perti­
continuémos en nuestra ruta anec­ nente. Y cuentan que los resultados
dótica, entrando ahora en el Brasil. son inmediatos y -muy duraderos.

SANTO ANTONIO (PORTUGUES) ¿COMO ES EL CAFE?


EN EL AMOR (BRASILEÑO)
António Silveira Caldeirá, en su
Desde que el mundo es mundo, la obra Memorias sobre um novo méto­
mujer intentó conquistar al hombre do de preparar o calé, nos da la de­
usando los más raros medios. Muchos finición más perfecta de cómo es el
fueron y son los sistemas usuales café. «El café se obtiene de un arbus­
para alcanzar el resultado deseado; to de la familia de las rubiáceas, de
mas muy curioso es el que se efec­ la que forman parte también la qui­
túa con el café, indispensable en es­ na y la gardenia. Su figura es cónica,
tos filtros amorosos. El más popular, su tronco ramoso, de un color cin-
sin lugar a dudas, es el «café man- cento, escabroso y recto, con ramos
dingueiro». La fórmula, que recomen-- opuestos alternadamente^ sus hojas
damos, con las respectivas reservas, son persistentes, verdes, ovales y
es la siguiente ; café, muy buen café, alargadas; da flores semejantes a las
que deberá ser filtrado a través de del jazmín de España, de un olor
una camisa de dormir que la mujer muy suave, agrupándose numerosa­
interesada haya usado dos noches se­ mente alrededor de la intersección de
guidas, y que tiene que ser bebido las hojas; da un .fruto al principio
por el hombre amado dos veces en verde, para después tornarse rojo y
un mismo día, una a la comida y finalmente de un color rojo oscuro,
otra a la cena. Los varones que no cuando está maduro perfectamente,
deseen caer en las tentaciones de tan de la grosura de una cereza o acei­
sugestivo filtro amoroso sólo tienen tuna, teniendo una especie de om­
que tomar el café con la mano iz­ bligo.»
quierda, y todos quedan en paz.
Si esto no diera resultado, que es
EFECTOS ORGANICOS
lo que acontece en la mayoría de
DEL CAFE
los casos, Santo António carga con
la sublime tarea de someter al hom­ ¡Cuántas veces, abatidos y disgus­
bre deseado. Amarrado por el cuello, tados, enfadados y aburridos, una
es introducido boca abajo en el co­ taza de café, con (Pasa a la.pág. 71.)

VICISITUDES Y TRIUNFO DEL CAFE


café en Constantinopla. En 1570 se ta que el Papa Clemente V il lo au­ tipo en Bélgica hacia el año 1789. Este rey, al ser advertido de lo peli­
prohibió nuevamente la consumición torizó por no encontrar su uso per­ Sin embargo, los introductores del groso que podía ser el abuso del café,
del café bajo pena de muerte. nicioso. café en Europa fueron los venecianos. cuentan que contestó: «Lo sé; por
El primer europeo que habla del En Inglaterra el primer café fué Ante la aparición del café, los mo­ eso me limito a tomar cuatro o cinco
árbol del café es Próspero Alpin de instalado1, en la ciudad de Oxford, narcas de la época se mostraron par­ tazas por la mañana y una cafetera
Padua. Su introducción en Europa en el año 1652, imponiéndose rápi­ tidarios o contradictores en extremo, después de comer.»
data de 1582, propagándose con damente en toda la Gran Bretaña. En llegando a convertirse a veces la ven­ Poco a poco, y tras múltiples vi­
cierta rapidez. A pesar de ello, siguió Francia el primer café público fué ta del café en monopolio, como ocu­ cisitudes, fué imponiéndose hasta
mal visto por muchas personas, que abierto en Marsella en el año 1671, rrió bajo el reinado de Federico II de proclamarse bebida universal desde
trataron de que fuera prohibido, has­ instalándose establecimientos de este Prusia, gran aficionado al brebaje. el siglo X V III.
Entod

La riq u eza en calo rías d e l h e la d o


I L S A F R I G O , lo h a ce n re c o m e n ­
d a b le aún en lie m p o frío, c u a n d o
el lo c a l en q u e se co n su m e está
c a ld e a d o . .

Siempre un h e ­
lado de cali dad
estimula la b u e ­
na digestión.

¡ L S A F R iG G
v e v iu h t LA FA B R IC A M O D E LO
Q U E A S E G U R A LA M AXIM A
(fe 4 * o 2 e ¿ ¿ c ¿ á 0 fi'
CALIDAD Y PUREZA
EL
PORTAL
POEMA
DE

FRANCISCO
LUIS
BERNARDEZ

OLEO
DEL
PINTOR

JOSE PICO

l —^EJÓ su casa del cielo Ni tu maldad ni la mía Tú le cerraste las puertas Mi ser sin entendimiento
para venir a buscar lo quisieron escuchar y yo mi pecho tenaz y el tuyo sin voluntad
la que aquí le negaría cuando sus pasos cansados aquella noche bendita le negaron en el tiempo
nuestra dura ceguedad; iban de umbral en umbral; en que nos vino a llamar; morada donde morar;
pero ya tiene refugio pero ya tiene reposo pero ya tiene descanso pero ya tiene su asilo
en este oscuro portal, en este humilde portal, en este pobre portal, en este santo portal,
donde su amor nos ofrece donde su amor infinito donde su amor nos espera donde hallaremos albergue
su dulce hospitalidad. siempre nos hará lugar. con su perdón y su paz. por toda la eternidad.

Aquí, junto a Dios sin casa, Aquí, junto a Dios sin casa, Aquí, junto a Dios sin casa, Aquí, junto a Dios sin casa,
nuestra casa eterna está. nuestra casa eterna está. nuestra casa eterna está. nuestra casa eterna está.
NOCHEBUENA DE AMERICA
Lloriqueos de niño en el rebozo
de la noche. Recortes de aldehuelas
sorprendidas al estallar retozo
de cohetes. Serrín de lentejuelas.

Una chispa de Dios quema el establo


que la luna recubre con las palmas
de sus rayos húmedos y hay vocablo
de astro en el regocijo de las almas.

El recién nacido mueve la noche


con las manos, estrellitas marinas
cen diez dedos de luz y un ángel, broche
de cuna, remece aguas cristalinas.

La Virgen, hierba que huele, busca


en su camisa el pecho doloroso
para dárselo al niño que apañusca
a la punta sus labios de goloso.

Florecido azahar luce el Patriarca


detrás de una faena de alegrías;
no esa tocar al N iño, en su comarca
sus manos eran de carpinterías.

Vienen los Reyes Magos; rauda foca


estelar los guia. Como señales
un camello se postra, habla una roca
y los algodoneros dan zagales.

En un cesto de flores se adormila


la Sagrada Familia. Todo vaga
entre el buey y la muía, en una pila
de pienso con olor a verdolaga.

Juguete hecho de trozos de colores


y enjoyado de aromas de villancicos,
en fiesta de cohetillos tronadores
y de parloterías de pericos...

Olor a pino y hoja de naranja


alinda el Gloria al Padre. Campanillas.
Nochebuena de Am érica. La granja,
los árboles, las nubes de rodillas.
M I G U E L A N G E L A S T U R I A S
De la misma forma que en Olesa o Esparraguera se interpretan por hombres y Auténticos pastores del Pirineo central, solitarios cuidadores del ganado, como
mujeres del pueblo las escenas de la Pasión del Señor, en Andorra se representa aquellos otros del relato evangélico, encienden las hogueras necesarias para
un especial Nacimiento viviente. Moias y pastores preparan sus ofrendas. calmar el frío de diciembre. Entre los árboles un ángel anuncia la buena nueva.

BELEN A
LO VIVO EN
ANDORRA
UN RELATO EVANGELICO EN CATALAN,
Y A VARIOS GRADOS BAJO CERO
Por MANUEL VIGIL
SI como la Pasión se representa dorra, al aire libre, con nieve y a
A popularmente en lugares varios, varios grados bajo cero, se represen­
como en Olesa de Montserrat y en ta el Nacimiento por un centenar de
Esparraguera en la provincia de Bar­ actores improvisados, grandes y chi­
celona, en Cervera (Lérida) y en cos, algunos de los cuales, como los
Oberammergau (Alemania), en An- pastores de la Adoración, son real-

F O T O G R A F I A S : C A T A L A - R O C A
Nacimíento en el «portal» de Engordany, uno de los ba- Los pastores del relato evangélico apacientan sus ove|as
rrios de Les Escaldes, situado en la estación termal de entre los picachos nevados para conducirlas al «portal»,
aa, esta aura y neiaaa. Andorra. La Virgen y un ángel contemplan al Niño Jesús. donde sacarán de sus zurrones las sinceras ofrendas.
queño país considerado ccmo primero
del mundo en porcentaje de católicos. El escenario es el mismo paisaje.
Hay, sí, un «portal de Belén», un
«pessebre», con la muía y el buey,
mente pastores. Pastores del Pirineo adonde llegan María y José tras su
andorrano. Es lo que desde el año infructuosa búsqueda de hospedaje.
pasado, que se inauguraron tales re­ El relato evangélico va seguido fiel­
presentaciones, se conoce, dicho en mente, pero las figuras vivas de este
catalán, que es la lengua oficial del «belén» andorrano hablan, natural­
principado pirenaico, por el «Pesse­ mente, en catalán, en cuya lengua
bre vivent d'Engordany», por el lu­ recitan textos ingenuos y candorosos,
gar preciso donde la escenificación como la ocasión pide. Y unos mon­
del misterio a lo vivo se lleva a jes venidos de otra montaña, de la
efecto. montaña de Montserrat, cantan con
Engordany es un barrio de Les Es­ arreglo a la liturgia de Adviento pri­
caldes, la estación termal de Andorra mero, y de la Navidad después.
y centro turístico del pequeño país. Unos ángeles— niños que encan­
En invierno en aquellas angostas al­ tadoramente asumen la tarea— dan
turas no da el sol, aunque siempre la buena nueva a. los pastores. Y los
mana caliente el surtidor que da pastores y todas las gentes de los
nombre a Les Escaldes. Aunque haya contornos, vestidos a lo payés, vie­
nieve, aunque hiele. Y aunque haya nen hacia el «pessebre» con sus
nieve, aunque hiele, los andorranos ofrendas:
tienen el suficiente calor interno «Jo no tiñe res que portar-vos,—
para desafiar la despiadada intemperie pero us dono la meva samarra— y un
del invierno del Pirineo central. Y bon tall de butifarra», se excusa uno.
además han contado también con el Y así, a lo largo de hora y media,
calor personal de los espectadores, y sin ningún artificio escénico, como
concretamente de los barceloneses, no sean los focos necesarios para
que es a quienes principalmente se alumbrar la representación, el «naci­
busca atraer. Los espectadores, mien­ miento» viviente puesto por Andorra
tras cae la nieve, que cae para todos, vence con su unción y lozanía la
para los improvisados actores y para cruda aspereza invernal de la alta
el público, reciben ondas caloríferas montaña.
Sobre el duro suelo de la nieve helada, este pequeño ángel andorrano posa sus breves botas de piel fuerte. Es un pe­
de infrarrojo..., pero han de tener M. V.
queño ángel con paraguas y alas de algodón, un diminuto ángel que anuncia en catalán, y sobre las cumbres pirenai­
cas, el anual Nacimiento de Jesús. El exiguo país andorrano simboliza así plásticamente la efemérides cristiana. los pies en alto el mayor tiempo po-
UNA ESCULTURA
PARA ESCRIBIRSE
CON
MAYUSCULAS
LA OBRA DE ENRIQUE MONJO
EREDERO directo de la escultura griega y de
H los grandes imagineros medievales, Enrique
M onjo nos trae en su cálida obra, que desafía la
dificultad de la m ateria, un nuevo mensaje de cla­
sicismo, pleno de belleza y movimiento. Sin em ­
bargo, este entronque suyo con la eterna forma
no es una fría continuación m im ètica, sino una
expresión sincera saturada de autenticidad, una
manera de ver y de crear desdeñando las tenden­
cias al uso y demostrando---- y esto es aún más
difícil— que todavía no se ha recorrido del todo
el camino del arte de siempre. Porque cuando este
arte existe de verdad, cuando son manos de inspi­
ración las que manejan la piedra o la madera,
cuando el hombre tiene algo que expresar, soplo
para infundir, entonces el camino de lo clásico es
más puro y difícil.
Enrique M onjo no es sólo el trabajador cons­
ta n te , el escultor que sabe escuetamente su oficio
y se lim ita a copiar la forma con mayor o menor
realidad; es mucho más que todo eso, aunque
tam bién posea las buenas cualidades de su tra­
bajo incansable y de su perfecto academicismo.
Enrique M o njo es el artista que resuena en su
obra; que plasma, tanto en su magnífica y sor­
prendente escultura religiosa como en su no me­
nos personal obra profana, su nervio y su vena de
hombre que lleva en su interior la voz de un mis­
ticismo verdadero, jun to al sensualismo de la vida
vigorosa.
Y todo ello ha servido para recibir el refrendo
de la más exigente crítica, la crítica de París.
Triunfador absoluto, ha conseguido levantar la más
calurosa oleada de admiración en una coincidencia
de crítica en pocos casos conseguida, siendo objeto
de juicios tan favorables como el de « L 'A rt et la
M ode» (París, 1 9 5 4 ), en el que se dice que «su
obra es la más densa y extraordinaria que Europa
ha visto después de muchos años, significando el
retorno a esta Gran Escultura que sólo puede es­
cribirse con mayúsculas».
Mas su clasicismo de forma tiene tam bién el
pálpito de lo actual.
Si la misión del artista es hacer perceptible la
trascendencia de su tiempo——razón quizá engen­
d rad o s de la distorsión y la pirueta— , para ello
no existe la necesidad imperiosa de las nuevas
formas, porque cuando hay verdadero mensaje se
sabe comunicar con la sinceridad de esa tradición
que nos trae Enrique M onjo.
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ARRUZ A,
REJONEADOR
diestro, que, a los estilos por­
tugués y español, lidió a caba­
llo, en una tarde .memorable.
Además de los rejones habitua­
les en la suerte, banderilleó
desde el caballo con una y con
las dos manos, guiando magní­
ficamente el caballo solamente
con la presión de las rodillas.
En esta nueva especialidad del
toreo, Carlos Arruza, el triun­
fador en otros tiempos de los
ruedos hispanoamericanos y es­
pañoles, ha logrado un éxito
memorable. Vestido con el so­
ON el título «Arruza vuel­ brio terno gris de los caballis­
C ve a la arena», han reco­
gido todos los periódicos mexi­
tas andaluces, Carlos Arruza
«echó pie a tierra», después de
canos la noticia. Carlos Arruza, sus h a b i l i d a d e s ecuestres, y
el formidable torero, ha vuelto — ¡ cómo no ! — despachó a sus
a los ruedos, pero esta vez en dos enemigos de una estocada
la especialidad de rejoneador. fulminante a cada uno. Estas
El acontecimiento taurino lia fotografías de nuestra página
tenido lugar en la plaza de T i­ recogen una impresión fugaz
juana (México). Diez mil es­ de lo que fué la tarde del triun­
pectadores han ovacionado al fador.
EN TRE C A D IZ Y ESTAM BU L

AL FIN
¡POR PRIMERA VEZ EN ESPAÑA!

LE AHORA

A SU COMODIDAD
Veo A m érica... veo Europa... vea el mundo, u tiliz a n d o el «Clavileño», el corcel náutico de Pedro Ardoy, se ha detenido una jornada para beber

P L A N DE P A G O A P L A Z O S DE TWA en las aguas del Sena. Los amigos que el poeta tiene en París embarcan para visitarle.

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l m u n d o tie n e s ie m p re p a ra ellos u n a d im e n s ió n y una p o s ib ili­
dad que a veces nos so rp re n d e n . P e d ro A rd o y , an tes qu e nada, es u n
p o e ta ; p e ro ha q u e rid o ser, además del p oeta de sus versos, el lír ic o
de su p r o p ia vid a . H a y q u ie n d ice que— com o en u n m á g ic o y re n o ­
vado cu e n to de la le ch e ra — v en d ió u n o liv a r y co n lo que le d ie ro n
p o r el o liv a r c o m p ró u n b a rco. Y a h o ra lo que le h a n dado p o r el
ba rco h a sido u n a r u la m a ra v illo s a de tie rra s y de sueños, que él ha
enlazado en u n a cadena de p o rte n to s a a v e n tu ra . E l b a rco lo ha
ba utizado con e l n o m b re de «C la v ile ñ o » y a su m ad era la ha hecho
g a lo p a r p o r las olas de unos cu a n tos m a res, de u n os cu a n tos río s .
E l, de p u e rto en p u e rto , nos ha m andado la n o tic ia de sus versos,
com o e l que m anda palom a s m en sa jera s, y a h o ra nos lle g a , p o r f in ,
el re la to a p a s io n a n te de sus v ia je s . E s te es el p oeta , el m a rin e ro ,
el narrad,o r , y éste, su m a g n ífic o r e la to de cin co años sob re el m a r.

ENTRE CADIZ Y ESTAMBUL


(10.000 MILLAS Y CINCO AÑOS EN EL /MEDITERRANEO)

P or PEDRO ARDOY

OY a tomarlos como pasajeros Yo había nacido en las monta­ trozo de leño del más viejo de los Cinco meses hasta que el C la v i­
V a bordo, en las singladuras
a evocar, para que compar­
tan este viaje de 10.000 millas, zig­
ñas. Al llegar donde la tierra aca­
ba, me encontré con la mar, que
estaba allí esperándome desde ha­
olivos plantados por la mano de
mi abuelo, puse unas cuadernas
fuertes, ferradas con recias tabla­
leño
tivas.
adquirió sus formas defini­

zagueando entre Cádiz y Estam­ cía mucho tiempo, igual que una' zones; un palo de oloroso pino
bul, a través de esa vieja mar me­ novia sin prisa. Sentí en mí que doncel, de magras betas, limpio de La noche de la botadura se nos
diterránea, alrededor de la cual se la mar no podía ser sólo un pai­ mancha o nudo, como mástil del presentó la primera sorpresa. Te­
agrupan quince países de tres con­ saje ciñendo los senos de la tierra, que colgar mi bandera y en que níamos que pasar nuestro casco
tinentes. Esa mar vieja en la que como generalmente lo es para quie­ apoyar unas velas; un timón para bajo un arco de piedra monumen­
palpitan con tremenda actualidad nes la contemplan desde siempre, gobernar mis rumbos; unos libros tal. Las medidas del C la v ile ñ o eran
—con sangrienta actualidad—, to­ familiar y doméstica. y el corazón al tope. cosa canónica. Las del arco tam­
dos los problemas nuevos. Países Para mí fué camino y destino. ¡Así empezó este viaje! bién, pero con unos centímetros
milenarios los unos, estrenando A la angustia de los ríos de mi menos de los necesarios. Había ha­
una flamante soberanía los otros. Jaén serrano, en la alta Andalu­ bido error en las medidas.
Mar vital, a cuyas aguas se aso­ cía olivarera y boscosa, recia y La embarcación recibió el nom­ El C la v ile ñ o estaba allí sobre su
man las culturas occidentales, y escarpada, la mar opuso en mí su bre de C la v ile ñ o , el caballo volante carretón de ruedas de hierro, bajo
«n la que drenan, además de los gran masa azul, donde se puede de Don Quijote. una luna espléndida, con la mar
oleoductos, las religiones y las fi­ hacer que flote como es debido el No elegimos un astillero para al otro lado del muro y sin poder
losofías del Oriente. madero definitivo que nos lleve a construir el C la v ile ñ o . La forma­ pasar hasta ella.
Mar que, ahora más que nunca, cualquier parte, a quienes estamos lidad y la rutina nos habrían dado Veníame a la memoria lo del
está llamada a ser la clav.e de un poseídos de una curiosidad insa­ una nave hecha en serie, además caballo de Ulises frente a las puer­
equilibrio universal y de una ar­ ciable, para nutrir nuestras an­ de haberme impedido el control tas de Troya.
monía definitiva, en razón de esa sias de andar y ver. directo de la construcción. El capitán general de la plaza
armonía y ese equilibrio que tras­ Yo tenía desde mucho tiempo de Cádiz fué muy generoso y casi
ciende todo lo mediterráneo: tra­ ojeado un rincón junto a la playa personalmente dirigió la batalla
zo líquido de unión entre todos los Marinera y abierta como la pal­ de La Caleta, frente al Atlántico. de escalpelos y piquetas contra las
«orientes» y todos los «occiden­ ma de la mano en medio de la mar, Contraté cuatro carpinteros de «ri­ gloriosas piedras. Nuestro «caba­
tes» ; destello azul, emanando con­ Cádiz fué la ciudad elegida para bera», duchos en el asunto de los llo» fué dado a luz casi al alba,
ceptos y soluciones con su lumino­ construir la embarcación. gálibos y el calafateo, y así nos después de la cesárea inevitable,
sidad ática, su estoicismo sene- Cádiz : desembocadura normal pusimos a hacer el C la v ile ñ o , en­ con los fórceps de las pastecas y
quista, su orden romano, su eter­ de la gran cuenca andaluza, que tre los muros desmoronados de un los cuadernales, de cuyas cuerdas
nidad nilótica, su brío árabe y es­ tiene como líquida columna verte­ viejo «fuerte», junto a la mar, tiraban todos nuestros amigos: los
lavo y su Pax de Cristo. bral el Guadalquivir. No podía ad­ mientras a nuestro alrededor pi­ médicos del vecino hospital de
Todo conjugado y trasminado mitir yo la idea de hacer «mi» coteaban en la hierba las gallinas, Mora, los alumnos de la Escuela
en ese paréntesis que se abre en viaje con un barquito comprado, y los pescadores, sentados al sol, Oficial de Náutica y los poetas de
Cádiz y se cierra en Estambul. baqueteado de otras manos y de recosían sus redes y recontaban la «salada claridad» gaditana.
Cinco años viviendo con los pue­ otras anécdotas. sus histerias. El sol llegó a besar el C la v ile ñ o ,
blos mediterráneos, identificándo­ Yo necesitaba fletarle a mis sue­
nos con ellos, comulgando amistad ños una barca de estrena.
bajo un mismo sol y una misma Por eso un buen día, sobre un
mar. prisma de roble como sólida quilla, (Extracto del libro que con el mismo título va a ser publicado en cas­
* * * en la que yo había incrustado un tellano, francés e inglés, y que el autor concede en exclusiva a «M. H.n)
ya flotante en La Caleta, y nos­ ese todo armónico que deben ser Carmen cose, pesca, trajina o cipicios de la sinusoide terrible
otros nos confortamos con buñue­ el jinete y el caballo, la barca y arrancha a bordo los víveres en que nos arrastra y nos azota.
los y aguardiente. el marinero. las taquillas, se arroja agua de la Por la tarde ya no puedo resis­
Mientras el C la v ile ñ o flotaba De Cádiz a Barcelona nos fui­ mar con el balde, pura, fresca y tir al timón sin peligro. Tengo
allí en medio, parecía que lo ha­ mos a vela. Exclusivamente im­ añil, sobre su piel bronceada, y que atarme por la cintura para
bíamos hecho un poco entre todos. pulsados por el viento, con los mis­ me sorprende a mí de cuando en no ser arrastrado por un golpe
De lo que estoy bien seguro es de mos recursos de los navegantes ar­ cuando con una ducha, no por de mar. Pongo un ancla de es­
que, al realizar este viaje, hemos caicos. inesperada menos grata.. peranza. Esto permite amarrar el
interpretado el gran sueño de mu­ Pasamos en Barcelona un in­ timón y bajar a descansar a la
chas personas de nuestra genera­ vierno bien aprovechado. Carmen cabina, mientras arriba anochece
ción. Cuando he luchado contra sigue los cursos de Arte Dramá­ Un recalmón sospechoso nos sor­ un día angustioso, sobre un ho­
las tempestades y la adversidad, tico; yo, los de Dirección Escénica. prende en el golfo de Asmara. El rizonte erizado de espumas, en
ha sido espuela a cualquier des­ Desde las aulas de la Universidad barómetro está alarmante. Des­ una mar confusa, perdidos en la
mayo eventual la responsabilidad a las «trincas» del Trascacho, todo pués de una calma salta la tem­ cual, y con nuestra ancla de es­
de serme fiel a mí mismo, sí, pero allí es un exponente de inquietud. pestad. Hemos cruzado en una peranza a popa, seguimos corrien­
también en gran medida la obli­ Publico unos cuantos números empopada, a orejas de mulo, foque do el temporal a palo seco.
gación de ser fiel a la esperanza de mi revista, A t i c a , de poesía, y tangóri, a una banda; botavara Las olas barren la cubierta cada
y la ilusión de todos nuestros ami­ vida y crítica. Llegado el verano, con contraescota, a la otra, por en­ vez más a menudo. No hay otra
gos, que habrían deseado hacer el instalamos a bordo un motor dié- tre los escollos que infectan el es­ luz que la del resplandor del arco
mismo viaje y que, si no física­ sel. Los recalmones, de una parte, trecho de Bonifacio, ya bien de voltaico de los rayos, cegándonos
mente, al menos se han venido y de otra, la necesidad de mani­ noche. El C la v ile ñ o va en medio intermitentemente a través de los
como polizones espirituales a la obrar en puerto, así como la in­ de la oscuridad igual que un agui­ redondeles de los portillos.
grupa del C la v ile ñ o . tención de remontar los Dardane- lucho rastrero, abriendo espumas El petróleo de los tanques los
los y el Bosforo, y más tarde los con la pechuga de su quilla y con aporracea desde dentro. La vajilla
ríos, y la necesidad de cruzar los las alas abiertas. tintinea sarcásticamente y las cua­
canales del noroeste de Europa, El destino va espatarrado en la dernas rechinan, quejándose de la
Cádiz ha sido la ciudad elegida. paliza de la mar, mientras el vien­
Cádiz: la ciudad que abrió sus nos deciden a ponerle ese corazon- cruceta y me pasa las plumas de
eito al C la v ile ñ o para que lata rít­ un escalofrío por la espalda. Esta to rechifla diabólicamente en las
ojos a la luz del Atlántico el año jarcias y en los tensores.
1100 antes de Jesucristo, para ser
factoría de los fenicios en sus con­
tactos comerciales y culturales con Jamás el C la v ile ñ o me ha pa­
ese gran reino de los tartesios que, recido más insignificante y más
comprendiendo las vegas del Se­ formidable al mismo tiempo.
gura y el Guadalquivir, formaba Carmen va acurrucada en un
en el Extremo Occidente un im­ sofá, apalancando sus rodillas en
perio de refinada cultura, asentado la mesa para no ser lanzada por
sobre un vergel paradisíaco, en el la catapulta de un bandazo.
que un subsuelo rico en metales
de cobre y plata completaba la Yo voy hasta ella cuidando de
evolución cósmica y daba arran­ no abrirme la cabeza contra un
que a esa parábola ascendente que mamparo. Ella tiembla de frío y
cabalgan las culturas, desde el mi­ de... miedo. Hay que consolarla.
neral aflorado al vegetal fructí­ Me mira con los ojos abiertos, es­
fero y el espíritu fecundo. pantada.
Me dice:
Nuestra nave, construida en la — Pedro, ¿sabes a cuántos es­
mitad del siglo actual, y nuestra tamos ?
empresa, comenzada el año 1950, — No— le contesto— . ¿Por qué?
sean mi homenaje al trimilenario — Hoy es el día dos de noviem­
de Cádiz, la ciudad más antigua bre. Es la noche de Difuntos.
de Occidente. Le ofrezco un trago de coñac.
¡Cuántas tardes, mientras se La boca de la botella le castañe­
construía el C la v ile ñ o , me he ba­ tea entre los dientes. La animo a
ñado yo allí, en La Caleta, no sé comer unas galletas y un poco de
si en la mar o en el sol, y me ha chocolate. Yo tomo buena ración
bastado zambullirme unas brazas de las tres cosas.
para tocar las losas de la ciudad Las medidas náuticas están to­
fundada por Hércules. madas. Ahora es el destino quien
Hesíodo nos habla, y Platón, y tiene la palabra. Si las circuns­
Estesícoro, y Estrabón, de la Tar- tancias cambian, yo procederé so­
tesos, de la Tarsis. Más lejos aún, bre la marcha.
en el Antiguo Testamento, se nos Así tres días de tempestad con
dice de un Jonás, marinero, em­ sus tres noches.
barcado hacia Tarsis y predesti­ El cinco hace crisis. Hay ham­
nado a ser engullido por la bíblica bre. Carmen saca un queso man-
ballena. chego de la alacena. Comemos. Lo
Ya sea Homero, Séneca o Pla­ acabo
tón, ya sea Avieno en su O d a m a ­ El día seis podemos guisar, por­
r í t i m a , todos nos hablan de esa que hay menos viento, aunque mu­
Gades, puerto y puerta de Tarte- cha mar de fondo. El barco cabe­
sia, de la-que irradió una cultura cea. Nosotros parecemos cárdanos
con dirección a Oriente, que sólo al revés, adaptados ya a los miles
de rebote sobre el frontón del Hi­ de bandazos sufridos. Secamos las
malaya, se nos devolvió siglos más velas. En el paladar, el sabor de
tarde, ya sobre las naves egeas, las rociadas saladas de la mar. Los
fenicias y cretenses, ya empujada labios, agrietados por el viento.
por las corazas de los milites ro­ El cabello, áspero de sales escu­
manos, ya galopando dunas sobre pidas por la tempestad. Falta un
los caballos de pura sangre árabe. micamente en medio de su casco. noche no se persiguen la Osa Ma­ cubo, un remo, dos bicheros, un
Cádiz fué la ciudad elegida. Des­ Esta vez nos alejamos de las yor y la Osa Menor en torno a la salvavidas... ¡Vayan con Dios!
de ella fleté al mar del lirismo mi costas españolas con nuestra em­ Polar, con la Casiopea como testi­
barcación de diez metros de eslo­ go, en la gran noria del firma­ El siete amanece lleno de luz.
primer poemario, padrino en su Se guisa normalmente. Se acaban
botadura el mechón al viento de ra, 10 toneladas, diez caballos de mento.
motor y diez metros de arboladu­ Por la aleta de babor viene la de secar los libros, las mantas, los
la simpatía total de José María víveres. Sigue el amargor de boca.
Pemán» Desde Cádiz aparejé ha­ ra, a navegar durante diez años. tempestad, procedente de Córcega.
El Tibidabo queda atrás. Nos El golfo de León y el de Génova El viento es flojo, pero bueno.
cia la aventura tanto tiempo so­ Hemos conseguido mantenernos en
ñada y preparada mi primera alejamos hacia el este, llevando juntos transforman el mar Tirre­
como punto de orientación para la no en un infierno. Vamos ya con ruta. A las once de la noche hace
nave, con ansia de peregrinar la un frío horroroso, pero calienta el
Roma eterna y las antigüedades brújula la cúpula de San Pedro. las velas de capa. Pero esto es
demasiado. Ya va sólo a proa una corazón ver a proa, inconfundible
clásicas. y coincidiendo con las caracterís­
trinqueta. Pero esto es aún dema­
Cuatro singladuras hasta el es­ siado. La corredera salta de la ticas que le asigna nuestra carta
trecho de Bonifacio. De día nues­ cresta de una ola a la siguiente. de navegación, la farola de Fiu-
Vengo hablando en plural, por­ miecino, en la desembocadura dei
que fué en un plural fraterno de tras lienzas van tendidas a popa Cuando la recojo marca una ve­
con sus cucharillas de níquel y los locidad superior a las diez millas. Tíber.
comprensión y entusiasmo como se
realizó esta empresa. Mi hermana anzuelos engañosos. De cuando en El C la v ile ñ o tiembla como una
Carmen se embarcó en esta em­ cuando, la sorpresa de un pequeño hoja otoñal. El viento sopla a cien­
presa como timonela. El poeta atún o un bonito, que pican como to treinta o ciento cincuenta kiló­ A estribor, Ostia, recostada en
estúpidos. Pronto saltan a la «a r- metros de velocidad. Las olas son su inacabable playa. De todas par­
José Luis Tejada, desde las ori­ tes afluyen aviones, guiñando sus
llas de su Guadalete, me la bau­ tén. Yo forro una empulguera, ya verdaderas montañas de agua
ayusto una escota, tenso una dri­ atropellándose. Unas veces esta­ lucecitas rojas y verdes, entre las
tizó la «Timonela de rumbos si­ estrellas, y van a perderse hacia
derales». za o leo en voz alta. La barra del mos en la vaga de dos cerros de
timón va amarrada a una banda espumas, como hundidos en un el resplandor gigantesco que se
Toda la bahía de Cádiz fué pi­ eleva al fondo, entre la mar y los
cadero de nuestro potro. Yo acabé y el barco navega sólo con una abismo; otras veces estamos en la
pronto, en la primavera del 50, brisa continua, excelente, que nos cresta de una ola gigantesca y ve­ Apeninos, anunciando la ciudad
identificándome con él, y formamos llega del sur. mos a banda y banda los dos pre­ de Roma.
El Tfber viene con una crecida abrazamos con una cariñosa mira­
sembradora de catástrofes. No po­ da de adiós. Todo es paz y equi­
demos remontarlo; Está cerrado a librio.
la navegación su puerto fluvial.
Nos vamos a Civitavecchia y ama­
rramos nuestros cabos al pie del Nápoles es nuestra meta inver­
ca s te llo de Michel-Angelo. Civita­ nal. La Maga Circe está de moños.
vecchia exhibe aún sus muñones y Un siroco nos obliga a pasar una
sus ruinas. Huellas de la guerra semana refugiados en el puerto de
pasada, que los italianos van bo­ Anzio. Cuando la mar se pone tra­
rrando con edificios de buen gusto. table seguimos viaje al sur. Esta­
La gente se extraña de que es­ mos en pleno equinoccio. Un ama­
temos vivos viniendo de donde la necer prodigioso nos ofrece a es­
tempestad ha hecho tantos estra­ tribor la isla de Capri y la pen­
gos. [Nosotros nos ext rañamos ínsula de Sorrento, y a babor, las
igualmente! Los periódicos hablan islas de Ischia y Prócida, mien­
de barcos de cabotaje nundidos, tras el C la v ile ñ o avanza hacia Ná­
de puentes arrollados, de pueblos poles con su proa clavada en la
inundados. El C la v ile ñ o va reci­ biscúspide del Vesubio.
biendo las visitas de admiración Amarramos nuestros cabos al
de los expertos en la materia. Y pie del ca s te ll del’Ovo, en el puer-
nosotros lo dejamos allí, bien ad­ íecito de Santa Lucía. Los pesca­
mirado y bien guardado por los dores trasiegan sus canastas de
simpáticos muchachos de la C a p i- almejas y hablan su dialecto can-
ta n e ria d i p o r to , para irnos a des­ tarín.
cubrir Roma. Nos conquista el ánimo esa ciu­
dad de Polichinela y Massanielo.
Ciudad de poesía y revolución. La
ciudad de las tres efes borbónicas,
En Roma nada es difícil. Se va que vive cantando hasta olvidarse
paseando y se va uno tropezando de sí misma, contenta al sol de su
con la Historia. La ciudad está he­ f a r in a , su fo r c a y su fe s ta .
cha a partes iguales por el Tiem­ Seis meses en Nápoles pasan vo­
po, el Arte, la Historia y la Geo­ lando. El idioma italiano se nos
grafía. Dios y el Hombre. entra sin sentirlo, a través de sus
Se quedan atrás la Roma cu a - canciones, sus tarantelas, sus r i -
d ra tta del Palatino, bajo un buen
to rn e llo s . Acabamos siendo súbdi­
sol del veranillo de San Martín; tos de este antiguo reino de las
el sol de los membrillos; se que­ Dos Sicilias, en el que tanto se me­
dan atrás los arcos de Tito y Cons­ tieron las esencias de lo español.
tantino, y el Coliseo, y los mapas En Nápoles se respira el Con­
en relieve mural, evocando con fu­ tento de vivir. Gabriela Mistral me
ria nacionalista los estadios del
Imperio romano. Se quedan atrás confesaba, mientras desde la te­
rraza de su Consulado de Chile
los Fori Imperiali, y los de Au­ contemplábamos, en unas tardes
gusto y César; el arco de Settimo espléndidas, la bahía cortada por
Severo y toda la Roma, en fin, la roca de Capri, cómo era de
desde Rómulo a Diocleciano. A enorme su debilidad por Nápoles
estribor, o sea, a nuestra derecha,
la columna de Trajano—el empe­ y lo napolitano.
rador que Andalucía dió al Impe­ A Nápoles se la admira por sus
rio— , y ya entramos en la zona bellezas y se la ama por sus de­
que conjuga la historia antigua, fectos. Para hablar de Nápoles ha­
la moderna y la contemporánea. bría que hacerlo en verso. En ver­
so y a golpe de mandolina. Como
Ahí está, enfrente, todo blanco, hacen ellos, gesticulantes, con ade­
el gran monumento a la Unitá manes de guiñol, cantando sus
Italiana, dedicado a la memoria blandas canciones panteístas, en
de Vittorio Emmanuele II. Más las que, aun faltando las palabras,
monumentalidad que buen gusto. se sabría el texto con sólo mirar­
Dando inicio al Corso Umberto,
la famosa p ia zza de Venecia, y en le las manos al que canta.
su arquitectura almenada, el bal­
cón de Mussolini, desde el que la
historia fascista aunaba las masas Capri merece atención aparte.
plebiscitarias, practicando el diá­ Aproximándose a la isla se la
logo entre duce y p op olo. ve crecer como un gigante tumba­
Una especie de examen público do boca arriba.
de la conciencia nacional a rugido El funicular sube y baja como
limpio. una oruga roja por la baba de ios
raíles, obediente a la grasienta
maroma de acero.
El Tíber sigue bajando cenago­ Las popas de los correos llegan,
so e insolente, lamiendo los redon­ sacan como lenguas de camaleón
dos muros de la mole de Sant’An- las pasarelas, que apoyan en el
gelo. La bayoneta de piedra del muelle, y vomitan oleadas de tu­
monolito monta la guardia al gran ristas.
templo de San Pietro. Uno se sien­ Y los turistas no piensan ya
te abrazado por la curvilínea co­ más que en disfrazarse de Capri.
lumnata de Bernini e invitado a El marrón y el gris de los trajes
besarle el pie a la estatua de bron­ va desapareciendo y cede el paso
ce del primer Obispo de Roma, pri­ a los colores vivos, primitivos y
mer Papa, primera Piedra, primer salvajes. A los colores elementales.
Padre de la Iglesia: Pedro. Desde la roca de Tiberio parece
Sería pueril explicar ahora aquí que va uno a tocar la punta de
todo lo que Roma ofrece de ma­ la península sorrentina si alarga
ravilloso. El dedo de Dios frente un poco el brazo. A los pies, un
al dedo del hombre en la Capella acantilado de varios centenares de
Sixtina. [Michel Angelo! Sólo él metros, cortado a pico. A la iz­
justifica un viaje a Roma. quierda, el monte Epomeo, lejano
y próximo, presidiendo la isla de
El Tébere sigue su curso, pasa. Ischia, redonda y suave, festonea­
Roma queda. Roma amasa la his­ da de playas. Al frente, el Vesu­
toria y nos la da. Ya nazca de bio, majestuoso, y Nápoles, a ras
una danza tarquinia o en la son­
de agua, espejeándose en su pro­
risa de su Apolo de Veio, sea vie­ funda bahía.
jo trigo de las necrópolis etruscas
o suave harina poética en el r i t o r - Uno de los paisajes más hermo­
n e llo del trastébere, que nos brin­ sos que se pueden contemplar.
da el último cantante del mar Ti­
rreno, abrazado a su guitarra,
frente a la chimenea del «Apu- Viendo la g r o tta de Mater Mag­
leio», en Ostia Antica. na viene a la memoria la disputa
Roma duerme tranquila como de Ulises y sus marineros contra
úna capital de provincia, ella que el gigante Polifemo. Y contem­
es capital del cristianismo ecu­ plando loa «Faraglioni» se está
ménico. ante los peñascos que el cíclope
Desde el Pincio al Jannícolo la arrojara contra los malditos su-
pervivientes de la guerra de Tro­ tín meteorológico de las Coman­ cientan sus hatillos de ganado y
ya, después que le habían achi­ dancias italianas suficientemente cantan con su gozo sencillo y casto.
charrado con la estaca de olivo satisfactorio para hacerse a la La ciudad, abajo, parece de ju­
hecha ascua su único ojo. mar, se estaría uno siempre en guete. El puerto es como una pul­
La g r o t t a Azurra, en verdad, puerto. Nunca les parece el tiem­ sera mellada. Contemplamos en
es poca cosa después de haber po suficientemente bueno. toda su amplitud el campo azul
visitado las grutas de Artá y Ma­ Siempre acaban pensando que donde se desarrolló la batalla de
nacor. Hay, sin embargo, un efec­ «domani, force è meglio». Lepanto.
to luminoso ciertos días y a cier­ El mar Jónico está de buenas. Dos batallas con diferente sig­
tas horas. La luz entra por refrac­ El Adriático, que nos acecha de no bajo un mismo remado. Lepan­
ción y le da unas tonalidades en­ través a babor, entre la mole es­ to glorioso nos recuerda la Inven­
cantadoras. ¡ Qué grato bañarse pinal de los Apeninos y la acan­ cible vencida. Cervantes vencedor,
en esas aguas encantadas con la tilada costa dálmata, ha guarda­ vencido Lope.
fantasmagórica b o r r a c h e r a de do bien cortos de brida los potros Todas las claves de la historia
azul ! de los vientos. El Odre esta vez de España caben en esas dos fe ­
ha permanecido con su boca ama­ chas. Toda la lengua castellana en
Dejamos el paisaje partenopeo rrada. Entramos, después de cua­ esos dos p o e t a s .
con verdadera tristeza. Pompeya tro días de espléndida navegación,
duerme calcinada a babor. Sorren- Ambos aprendieron, ganando o
en la gran quijada rocosa de Ce- perdiendo batallas, a encontrarse
to exhala el aroma de sus limo­ falonia, en medio de la bahía de
neros y sus naranjales. a sí mismos y a encontrar a Es­
Livadia. El C la v ile ñ o va empave­ paña. Ambos quisieron salvarla de
Dos veces salimos después de sado, consciente de su responsabi­ lo irremediable, en su tambaleo
haber dado el adiós a nuestros lidad y de nuestro gozo. ¡ Es el físico, falta de hombres que aten­
amigos y dos veces volvemos a en­ día 2 de mayo ! Saltamos a tierra diesen a las cosas de la tierra,
trar en Santa Lucía con el pre­ griega. embebidos quizá en demasía por
texto de que los vientos no eran las cosas del espíritu. Salvar a Es­
propicios. paña de lo que no podían salvarla
La verdad es que, si bien las Se nos ofrece una hospitalidad ni las espadas ni los cañones.
amarras de la nave no nos ataban asombrosa. Nos regalan pescado Lope de Vega se puso a escri­
al espigón, esas amarras invisibles fresco, limones y una sonrisa an­ bir— «monstruo de los ingenios»—
que atan la sangre eran mucho cha por todas partes. Nos vamos su teatro. A reforzar el sentimien­
más difíciles de cortar. a las lomas a pasear y sentir bajo to de la monarquía, vinculando
las sandalias el calor de la tierra cordialmente rey y pueblo. Demo­
g r i e g a . Vamos cogiendo habas cratizando la justicia real y ha­
En fin, líenos ya navegando a la tiernas de las matas y comiéndo­ ciendo soberana la justicia del al­
tercera salida. las con sal, y ayorzas de los al­ caide. Creando un concepto de po­
Llevamos dos días y dos noches mendros que bordean el camino, lítica interior. Atajando el feuda­
rumbo al sur. A proa, el Strom­ y cuando tenemos sed, gran pro­ lismo pernicioso y robusteciendo a
boli nos ofrece cada cinco o seis blema en estas tierras pedregosas, la par la autoridad del monarca
minutos su f o g o n a z o volcánico, un pastor de barbas de nieve nos en su corte y la del alcalde en su
como una palmera de fuego que ofrece su calabaza. Bebemos por aldea.
acaba siendo un sauce doblado el único agujero, que el viejo tapa Cervantes sueña un «Common-
blandamente contra el cielo y de­ otra vez con un zuro de maíz. wealth» anticipado. ¡ Si hay que
rramado luego laderas abajo has­ Nos vamos a la mar, dejando poner a Castilla sobre el Imperio,
ta la mar, que recoge sus cenizas. tras nosotros el pueblo de Líxuri, hagamos el castellano ! La lengua
En el estrecho de Messina hay sonriente y rosado, recostado en fué el anillo de oro con que se fue­
siroco. ¡ Lo peor que podía ocu­ la suave ladera, junto a la bahía, ron desposando una a una las no­
rrim os! Huimos de Caribdis y en­ en los brazos del alba. vias ofrecidas a España por sus
tramos en Scilla. Cruzando f r e n t e a Argóstoli capitanes, sus navegantes y sus
Los pescadores nos aconsejan evocamos a Lord Byron, que des­ conquistadores.
esperar. Asistimos a sus pescas de estas tierras preparó su cru­
del pez espada. Cuando desde lo zada personal de liberación con­
alto del c a s te llo , que se alza sobre tra el turco, para ir a morir al Los dos poetas habían intuido
una gran roca, a pico sobre la otro lado, en las ¡andas del Mis- el secreto de la proyección, en el
mar, grita el guardián, todos sal­ solongui, asfixiado por la fiebre. espacio y en el tiempo, de una obra
tan a sus barcas. El los va orien­ Después de cruzar el cabo Mon­ que sólo así puede ser duradera
tando a grito limpio, exhibiendo da, enfilamos con buen viento el y permanente, y desafiando los si­
unos banderines. Al socaire del cabo Papás. Como queda día, de­ glos, será lección, siempre actual,
promontorio salen como flechas, sistimos de entrar en el puerto para todos los Imperios coloniales
picando la boga sobre sus barcas comercial de Patrás y nos vamos habidos y por haber. Porque ellos
barnizadas de negro. hacia el minúsculo puerto de Nak- supieron crear una autoridad uni­
Media hora más tarde vuelven pactos, que tanto nos dice a nos­ versal y darle universalidad a un
sudorosos, pero contentos. Los ar­ otros con su nombre de Lepanto. idioma, mientras el pueblo iba por
pones vienen rojos de sangre. En un lado liquidando feudalías de
las calas yacen, decapitados, los sus condes Osunas con el esfuerzo
n a r i g u d o s representantes en la Navegamos las aguas escenario aupado de «Todos a una», y mien­
f a u n a márítima de Pinocho y de «la más grande ocasión que tras se iban, dialogando por la al­
Cyrano de Bergerac. vieron los siglos», con el combate tiplanicie ibérica, el redondo San­
más glorioso para la Armada es­ cho Panza, espatarrado sobre la
pañola y sus aliadas y en el que albarda de su democrático borri-
Forzamos el estrecho. Entramos Cervantes se dejó un brazo, mien­ quillo, y el hidalgo Don Quijote,
en Messina con un desgarrón de tras el destino le reservaba aún el con su triste figura a horcajadas
más de cinco metros en la vela otro para que nos contase con su sobre s,u enjuto «Rocinante».
mayor. Pero hemos vencido los re­ pluma incomparable las andanzas La vieja ciudad de Corinto si­
molinos y el zarandeo de la marea de Don Quijote y Sancho. gue su sueño al sol, a las puertas
en repunte, que siembra la confu­ El viento es leve. Navegamos de la península de Morea, no más
sión entre Sicilia y Calabria. muy lentamente a vela. Ningún que un recuerdo calcinado de sus
Armados de los consejos de los ruido alrededor. Algún ave cruza; grandezas, abatida como las de­
navegantes sicilianos y de los ar­ sus alas acuchillan blandamente más rivales de la celosa e impla­
pones que nos regalaron los pes­ el aire. Salta un pescado fugaz. cable Atenas.
cadores de Scilla, dejamos atrás Solos nosotros y el crepúsculo.
Italia, para intentar la travesía Nuestra vela és un trozo vivo del
de quinientas millas entre el cabo paisaje. Nada desentona en este Atravesamos el canal que yugu­
Espartivento y las islas Jónicas. equilibrio, casi cósmico. El C la v i­ la el istmo y pasamos, entre los
Atrás queda la isla de Trina- le ñ o está teñido de púrpura, mien­ dos altos taludes del mar Jónico,
cria. Alta y luminosa. Taormina, tras el sel se va igual que la boca al mar Egeo. Media hora a motor
entre cuyas columnas, como es­ de un horno encendido a ras de nos ha bastado para ir de un lado
pectáculo permanente para el an­ agua por el horizonte. al otro. Arriba los puentes unen
fiteatro griego, el Etna, con sus La noche nos toma de su mano. la mano del Peloponeso a los pe­
blancas nieves perpetuas y la mar Queda atrás el castillo de Morea, chos de Grecia. Sobre ellos, a cien
abajo, plana y azul. Entramos entre los murallones metros de altura sobre nuestras
Porque la mar, desde el monte, vetustos de Lepanto. Y se diría cabezas, cruzan estruendosas las
parece una fuente, como dicen los que nos metemos más por el por­ caravanas de trenes con un estré­
gallegos. tón de un castillo que por la bo­ pito sobrecogedor.
Y atrás se ha quedado la armo­ cana de un puerto. En el pobladucho de Istmia sale
nía de la Venus de Siracusa y las Muy de mañana algo nos tien­ un empleado pidiéndonos 200.000
maravillas monumentales que los ta: escalar. dracmas por derechos de peaje y
normandos dejaron jalonando la Vamos, pues, entre pinos y al­ 100.000 más por tasas locales. El
campiña siciliana. mendros, cipreses, olivos y noga­ guarismo total es de 300.000 drac­
les, subiendo las murallas y los mas, que, en resumidas cuentas,
torreones desmoronados, del gran hace unos ocho dólares.
Ha habido que seguir viaje, a fuerte. Seguimos viaje. Carmen va le­
pesar del disgusto del comandan­ Los cuervos corren y aletean yendo a popa la M e d e a dé Eurí­
te de Marina de Regio Calabria. delante de nosotros. Algunas pas- pides, mientras el C la v ile ñ o nave­
En general, si se espera un bole­ torcillas quinceñas, descalzas, apa­ ga con tiempo excelente. En la
loma de Corinto queda el escena­ azulado del horizonte, las canteras haya embarcado en sus barquitos
rio del desenlace de los amores de del mármol pentélico. De la otra de cabotaje una docena de veces.
Medea y Jasón, a caballo entre dos parte, el reflejo ai sur de las ba­ ¡Cuántos de ellos han nacido en
mares. hías de Atenas y Megara, Sala- las cubierta? de sus «caicos» una
mina y Eleusis. Tras los últimos de las veces que la madre vino a
Nosotros llevamos ya la proa Atenas, a hacer sus compras, des­
decididamente clavada hacia Sa- cerros, el desfiladero de las Ter­
mopilas. de cualquiera de las islas Cicla­
lamina. das o del Dodecaneso!
Y aun llegamos a Pireo con tiem­ Aquí empieza Occidente. En esta
península del Atica tiene arran­ Y a todos estos mocetones cur­
po de ver los últimos rayos de sol tidos de mar y sol les queda siem­
poniendo un beso de oro en la que la cultura occidental. Desde
blancura pentélica de los templos aquí se comprende geográfica e pre un billete que gastarse oyen­
históricamente el porqué del he­ do el «butxuki», trinchando en los
que coronan la acrópolis de Atenas. platos ios exquisitos «kalamara-
Pireo forma con Atenas un con­ roísmo griego, de su voluntad de
no querer ser Oriente; pueblo kia», fritos en aceite de Calamata
glomerado de más de un millón y o Acarnania, y brindando con un
medio de habitantes, o sea, la quin­ fronterizo, obligado a un alerta
secular, ya sea frente a las hordas vaso lleno de esa especie de aguar­
ta parte de la población total de diente seco que ellos llaman «usso»
, Grecia. de Xerxes y Darío, ya frente a las
armadas de la media luna, ya o con el vino blanco, curado con
frente a los tanques de la hoz y resina de pino, frente al Viejo Fá-
De Pireo a Atenas se va en el del martillo, lo mismo que en su lero: su «Páleo Falirón».
día ante las camisas negras del Y el «butxuki» pica las notas y
mitad ferrocarril y mi­
a ie k tr ik ó n :
los pies trenzan las danzas, con
tad metropolitano. Un hombrecillo fascio y los paracaidistas de la
menudo y moreno, con bigotes a cruz gamada. esos ritmos en los que está la clave
lo Chaplin, suena una corneta ar­ Bajamos a la vida de hoy desde de toda la música que alegra los
el olimpo de nuestras considera­ corazones y hace más ligeros los
caica y el convoy se pone en mar­ pies de todas ¡as mozas alrededor
cha cada cuarto de hora. Los va­ ciones.
gones son espléndidos. Aerodiná­ Hay una gran plaza llamada del Mediterráneo.
micos. Son de construcción italia­ Omonia. A un kilómetro y medio
na y alemana, mandados por am­ de ella hay otra plaza, llamada
Sindagma. Alrededor de la prime­ Con el eco de esas canciones aca­
bos países a Grecia como deuda riciándonos el alma nos fuimos
de guerra. De esa guerra en que ra pulula, late, siente y toma el
sol el pueblo : el «demos», que nosotros mar adentro, dejando alto
los griegos se batieron como sus y solemne, en el cabo Sunión, el
antepasados lo hicieran en Sala- forma la «demo-cracia».
Alrededor de la segunda se al­ templo de Poséidon: el Neptuno
mina o las Termopilas y no sólo del mar, presidiendo nuestra litur­
por estar en el bando de los ven­ zan los grandes hoteles y está pre­
sidida por el antiguo Palacio Real, gia marinera.
cedores, como algunos otros países.
La primera vez qup se va a Ate­ cedido por el rey ahora a la Asam­ Egeo arriba, pasamos por el es­
nas se deja indefectiblemente el blea Nacional, mientras él, con su trecho de Zea y el de Doro, con
tren en la .parada de Teseión. Se familia, se ha replegado a un pa­ la isla de Negroponto a babor.
desciende en el Agora. Se han re­ lacete escondido en un rincón del Hay una buena brisa, que nos lleva
trocedido automáticamente veinti­ parque de su antiguo palacio. hasta las costas de la isla de Les-
cinco siglos en la Historia. La cues- ¡Otra lección de democracia! bos; pero nosotros tenemos prisa
tecilla es moderada y uno se va Entre esas dos grandes plazas por llegar a la de Tennedos y cru­
dejando el templo de Teseo a un hay tres arterias adornadas por zar hasta la bahía de Bashika,
lado y la piedra desde donde San la Uni ver si dad — «Pan episti- para echar el ancla frente a las
Pabló' predicara a los atenienses mión»—, la Biblioteca, los grandes playas de Troya.
La nueva doctrina. Se llega al «kinematógrafos» y los mejores Después de comer en cubierta,
«alto» de la ciudad. A la «acró­ teatros. al sol, nuestra olla marinera, de­
polis». Pero no se sube sin antes Rodeando este bloque central jamos el C la v ile ñ o borneando a la
haber dado un vistazo al teatro hay unas cuantas como aldehue- gira, obediente al ronzal de su ca­
de Dyonisos. El sol besa aquel se­ las, que forman el cinturón urba­ dena, y nos vamos en nuestro bote
micírculo de mármoles, aquel gra- no. Es en ellas donde se alojaron, auxiliar a .recorrer de arriba aba­
derío que guarda el beso de la con una provisoriedad tristemente jo y de dentro afuera aquellos pa­
omoción de las tragedias de Sófo­ definitiva, los griegos expulsados rajes, que sintieron el peso de las
cles, Eurípides y Esquilo y el eco del Asia Menor por la bota de quillas de las redondas naves de
de las carcajadas que provocaban Atá Turk. Ulises y Aquiles, de Agamenón y
las comedias de Aristófanes. Menelao, y los rugidos de dolor
Un ciprés doncel armoniza con de Héctor y de Paris, de Néctor
un granado en flor. ¡ Qué dulce es Los griegos tienen una gran fa­ y Ajax Telamón.
dar unas mocholadas y dejarse ir cilidad para aprender los idiomas. A partir de Troya, dejamos los
a la eternidad sentado en aquellos Son honrados y vivos. Se dice que rastros de Ulises y seguimos los
hutacones de mármol calentados al para engañar a un griego hacen de los Argonautas, que, al mando
sol, donde están grabados los her­ falta siete judíos. Huelgan los co­ de Jasón, remontaron hasta el
mosos nombres de los tribunos mentarios. Ponto Euxino en busca del vello­
griegos, de los «geros» mimados El analfabetismo es práctica­ cino de oro.
en su senectud por el pueblo acti­ mente inexistente. Alguna vieja a
vo, nombres de ancianos venera­ quien se le olvidó leer... Algún
bles, de políticos altruistas y de niño que todavía no tiene edad de Luchamos contra las corrientes
artistas inmortales! ir a la escuela. del Helesponto, y después de atra­
Pero al pie de la Acrópolis tam­ Muchos edificios tienen sus fa­ vesar el mar de Mármara contra
bién está el agujero que sirvió de chadas acribilladas a balazos, de vientos y corrientes, en lucha te­
prisión a Sócrates, para darle un cuando la guerra civil, en la que naz, tenemos ante nosotros la gi­
aldabonazo de alerta a las concien­ el caudillo marxista Markos fué gantesca loma coronada de cúpu­
cias humanas. derrotado por el general Papagos. las y erizada de minaretes, entre
Finalmente, coronándolo tddo, el Los odios siguen tan vivos como las murallas de Bizas, Constanti­
templo períptero del Partenón, eri­ las huellas de las balas. Porque no y Justiniano, meta de nuestro
gido en honor de la diosa Palas la actual semidictadura, apoyada viaje «entre Cádiz a Estambul».
Atenea.' A la izquierda montan con dinero extranjero casi incon­ El Cuerno de Oro se abre a ba­
guardia las Cariátides, serenas y dicionalmente, a causa del miedo bor. Es una hora decisiva contra
armoniosas. Hemos llegado hasta al comunismo, no deja cicatrizar la corriente impetuosa que se nos
la áspera corteza calcárea de la las heridas abiertas por la guerra viene por el Bosforo abajo, con
Acrópolis, después de haber subido civil. Y lo que fué un triunfo mi­ todo el brío que le inyectan el Vol­
la escalinata de los Propileos, de­ litar, y no una paz negociada fra­ ga, el Don y el Danubio desem­
jando a estribor el templo de la ternalmente, oculta un estado de bocando en el mar Negro.
Victoria o do Nike. opinión latente, que estallará al­ La Torre de Leandro está plan­
gún día con más violencia, provo­ tada entre Europa y Asia, en me­
cando nuevas escabechinas, si no dio de esa tromba de agua infa­
Voy cami nando y rumiando cuaja en la legalidad de un bloque tigable, para recordarnos los amo­
aquellas pal abras de Ortega y parlamentario. res de Eros con el adolescente na­
Gasset, que se me vienen a la El paro obrero es terrible. Los dador de las nocturnas visitas
mente con toda la plenitud de su griegos tienen una gran flota. Sólo amorosas.
significado : Kulandris y Onasis controlan más Nuestros cabos se amarran esta
«Grecia sigue viviendo dotada de tres millones de toneladas. vez al pie de la mezquita de Dol-
de virilidad ideal perenne, y siem­ Pero Onasis y Polemis, Ku­ mabace (museo actual de la Ma­
pre que la Historia hace soplar el landris y otros muchos armadores rina turca).
viento de la parte del mar Egeo, se desinteresan, por ciertas razo­
las razas de Occidente quedan en­ nes, de este grave problema del
cinta, como yeguas de la Camar- paro nacional y siguen haciendo Tengo la sensación de que cuan­
ga, que fecundiza el mistral.» pingües ganancias como arrieros do tuvo lugar la racha de emigra­
de los mares, paseando sus naves ciones masi vas centróasiáticas,
con banderas de Panamá o Libe­ resbalando hacia Occidente, el pue­
Abajo, la ciudad, entre la Acró­ ria, Honduras o Costa Rica. blo turco se equivocó de camino y,
polis y el cono de Lieávitos, coro­ Y el pueblo, va y viene de la en vez de aparecer frente al Bál­
nado con la casita encalada de su metrópoli a las islas. Sería difícil tico, se encontró de manos a boca
ermita. Lejanas en el difumino encontrar un griego que no se con el Mediterráneo, tibio y azul,
M&s yuntas y menos ametrallado­ en pleno verano y hacía bastante
ra s. M ás libros y menos «rakí». calor, a más de un polígamo de
aquellos me tengo yo sacado de sus
infiernos a fuerza de tragos de
En nuestro espíritu abierto hay agua fresca.
sitio para una amistad cosmopoli­
ta. Pasamos allí ocho meses, re­
partidos un poco en cada lugar y Y pasa el «hamal».
entre cada minoría étnica. Un bey El «hamal» es un hombretón
turco, ex marino de guerra, nos muy mal calzado generalmente,
invitó a sus propiedades, en la pero muy bien aparejado. Sus pies
península asiática de Kapu Dagh. van mal escondidos en la reliquia
El C ía olería recorrió de punta a de las botas, pero a sus espaldas
punta otra vez el mar de Márma­ lleva una especie de albardón de
ra. Fuimos a dar una batida a las piel y lona relleno de cañizo.
manadas de jabalíes que bajaban El «hamal» es Una institución
a destrozar los maizales. Y al mis­ turca. Es el mozo de cuerda calle­
mo tiempo a enseñarle yo, hacha jero que se encarga de realizar
en mano, cómo se podan los oli­ con sus lomos el pequeño cabotaje
vos, déndole unas nociones de cul­ interurbano, llevando a cuestas
tura olivarera. A llí de las sanas montañas de paquetes unas veces,
teorías aprendidas de mi abuelo varios baúles otras o un tresillo
en la Puerta de Segura. completo, con mesa y armario;
muchas veces más.
Coches, los más modernos. Esos
Nos fuimos con nuestros amigos que pueden ir a doscientos kilóme­
griegos a pescar langostas. Y can­ tros por hora. Pero que en las ca­
tábamos muchas veladas los viejos llejuelas empedradas de Estambul
romances de Juan del Enzina y de deben ir la mayor parte del tiem­
Torres Naharro con nuestros ami­ po a paso de peatón o paso de
gos y casi compatriotas los judíos asno cuando se les pone delante
sefarditas, haciendo sonar allí el una carreta arcaica tirada por un
«ferinoso fablar castellano» entre cuadrúpedo adormilado, que impo­
el bordoneo de nuestras guitarras ne su paso a la reata de niquela­
y el alegre aleteo de las castañe­ dos automóviles americanos.
tas de Carmen, mi timonela. Si nuestro taxista suena el c la ­
Y nos luirnos con nuestros ami­ x o n , el carretero gritará indigna­
gos armenios a penetrar el secre­ do diciendo :
to de la Bizancio en sus murallas — ¡ Y a v a c h i ¡ Y a v a c h i (¡Pacien­
y sus hondas poternas, la Cons­ cia! ¡Paciencia])
tant inopia de Santa Sofía y el hi­ Y paciencia es lo que hay que
pódromo, la Estambul de la Mez­ tener en aquellas calles donde hor­
quita Azul y Bayaceto, los Serra­ miguea la gente hasta la confu­
llos y los museos. sión, los carromatos y los vehícu­
los. Y no cabe sino tener pacien­
cia, bajarse del taxi, pagar y se­
En los palacios gigantescos que guir a pie si realmente se tiene
y de esa sorpresa no se han re­ Pero esto da motivo a ciertas albergan el Museo de Arte Helé­
puesto todavía. reflexiones llenas de ironía. prisa por llegar a cualquier parte.
nico está todo lo que no estaba en
Ellos han ido siempre a la mar ¡A y de quien llame a la capital Atenas. El sepulero de Alejandro
como guerreros. Con la bota alta por su viejo nombre de Bizancio Magno; el M é g a s A lé x a n d r o s es la
que huele a estepa. Mientras que o Constantinópolis! Si se trata de Estambul se nos queda ahí con
obra maestra entre un millar de su polvo, la sudor, el barullo. Cada
alrededor del Mediterráneo hay una carta, la administración la obras maestras.
que estar con sandalia ligera, re­ d e v o l v e r á irremisiblemente. Se piedra es un curso de historia.
Los Serrallos son ahora la teso­ Cada calle, una mezcla de razas.
mangado el pantalón. quiere imponer sin apelación el rería estancada, que exhibe agre­
Apenas osan meterse en tan nombre de «Istánbul», que es el Europa y Asia intentando enten­
sivamente el fruto de las conquis­ derse, coqueteando en el espejo del
prodigiosas aguas con sus bar­ nombre turco. tas militares de Solimán y Sultán
quillas. Bósforo.
Pero bien est udi ado, «Is-tan- Ahmet. Tronos enteros de los re­
Nos vamos a las islas de los bul» no es turco. Y la cosa pasó yes del Medio Oriente, cuajados Ante el rotundo desarrollo que
Príncipes, que están como centine­ de perlas y diamantes; arcas de van tomando las armas atómicas,
más o menos así: yo me alejo de Estambul pensan­
las del Bosforo en el rincón nor­ Los marineros griegos, turcos, dos metros de longitud por uno
deste del mar de Mármara. de anchas, donde las piedras pre­ do que lo mejor que se puede ha­
armenios o judíos, al afluir de to­ cer es declarar todo ese paisaje,
Llegamos a la que los turcos das direcciones a Constantino-po- ciosas se trasiegan a cubos; co­
lecciones de cerámicas chinas de toda aquella ciudad, «monumento
llaman Kanali y los griegos siguen lis, para ganar tiempo solían de­ histórico y parque de interés na­
llamando Prota, porque está la cir: «Vamos ”a la ciudad’’.» O una grandiosidad rayana en la
locura; bordados de Tartaria y el cional».
primera, y en donde habitan casi sea: «Is-tin-polis». Y ese ir «a la Porque a la hora de cerner las
exclusivamente los tan castigados ciudad», o «is-tin-polis», ha crea­ Cáucaso, Persia e India; todo sin
clarificar apenas, abarrotando sa­ bombas de hidrógeno o de cobalto,
armenios. Es la isla más pobre. do el «Istánbul» motivo de la cues­ o de lo que sea, sobre la joroba del
tión. las interminables. Todo ello fosi-
Después viene la que los turcos lizando un poco o un mucho la vie­ planeta, y por aquello de las razo­
llaman Bugaz y los griegos Anti- ja vitalidad turca, que, cuando el nes de Estado que invoca cada Es­
goni, porque está en el ángulo, y desperezo islámico, parecía infati­ tado, Estambul va a correr un
que es en la que los griegos for­ gable. gran riesgo si los turcos siguen
man su colonia veraniega. La si­ En Estambul siguen viviendo apostados a sus orillas «armados
guiente es Heybeli para los tur­ unos 300.000 griegos, unos 10.000 como turcos».
cos, pero los griegos siguen lla­ judíos y unos 5.000 armenios. Y
entre el grupo de los judíos hay A los dos lados del Bósforo los
mándola Halki, porque es rica en pueblos alzan sus muros desde los
minerales. A llí se hunde un poco un alto porcentaje de sefarditas.
Judíos de origen español, que si­ bordes del agua. Los corpulentos El C la v ile ñ o va buscando el
cada vez más la vieja escuela teo­ árb-des ofrecen una sombra deli­ Egeo nuevamente. Hay que inver­
lógica ortodoxa y se hace más im­ guen guardando la llave de la casa
que dejaron allá en Toledo o A vi­ ciosa. Bajo cada chalet, la peque­ nar al pie de la Acrópolis.
ponente la mole del edificio que ña barca de vela o a motor, con Lesbos nos ofrece su poética
alberga la Escuela Naval Militar la, cuando los Reyes Católicos o
Felipe II decretaron su expul­ sus remos acariciados por la co­ hospitalidad. Su sol, sus aceitunas,
turca. Por tanto, ni que decir tie­ rriente infatigable. sus canciones... Estamos como en
ne que esta isla está habitada por sión. Además de la llave, siguen casa. Ya casi hablamos el griego.
transmitiéndose por vía oral la fi­ En las plazas y en las calles la
turcos para evitar las «quintas gente pulula, mientras otros fu­ Eski Foça nos abre sus desier­
columnas». cha exacta de su procedencia geo­ tas bahías. Estamos en la patria
gráfica y topográfica. En los pa­ man eus narguillés y el espacio
A la última la llaman los tur­ está atronado por una música es­ de los focenses, que se iban con sus
cos Buyuk Adar (Isla Grande), saportes siguen apareciendo los naves pentecosteras hasta Gades a
nombres de calles que ya hace va­ tridente y melopeica, vomitada al
porque es la mayor del archipié­ unisono por los aparatos de radio traerse el oro y la plata que los
lago; los griegos están de acuer­ rios siglos fueron destruidas para reyes de Tartesos ofrecían a Sa­
hacer calzadas más modernas y abiertos a toda marcha.
do en lo del nombre, pero como es Fuentes, muchas fuentes en las lomón para revestir las columnas
la isla más rica, la más grande y avenidas más espectaculares. ¡Qué y las vigas de cedro del gran tem­
poético es, sin embargó, oírles ha­ calles que desembocan al Bósforo
la más pintoresca, está habitada y al Cuerno de Oro. La leyenda plo donde el hijo de David quería
por los judíos. blar en la lengua del conde Olinos albergar, con carácter sedentario,
y en la que nos canta directamen­ explica que cada una de ellas fué
erigida puf un filantrópico bene­ el Arca de la Alianza.
te las hazañas del buen Cid!
factor. Esto consta allí en ancha El oro para el templo, y el oro
Esto de los nombres es curioso Todas estas minorías llevan el lápida de mármol con caracteres para que los propios focenses eri­
en Turquía. El bautismo que de peso del comercio. Los turcos si­ gei-mítricog torturados y poéticos. gieran sus murallas contra el pe­
toda cosa hicieron los griegos en guen siendo raza de guerra y man­ La religión añade que cada trago renne peligro persa. Porque los
su milenaria ocupación pesa des­ do. Su país, empero, podría alojar que uno se bebe repercute como tartesos, los andaluces de enton­
de abajo con el peso de la tradi­ y nutrir a cien millones de habi­ el peso de una oración por el bien­ ces, eran suficientemente ricos pa­
ción, mientras que la onomástica tantes si se decidieran a cultivarlo estar del alma del difunto que la ra mantener lejano el peligro de
turca pesa desde arriba, con el como merece. Ahora malviven allí mandó hacer. Que así, con la sed las guerras y lo suficientemente
peso despótico de la actualidad, en unos quince millones. ajena y con el tiempo, se asegura generosos para ayudar a los vie­
manos de los hijos de Mustafá Todo es cuestión de importar su gloria en los paraísos de Alá. jos pueblos fronterizos, frente a
Kemal Pachá. menos tanques y más tractores. Como estábamos en Estambul la superioridad expansiva de Asia,
/

con ese oro, que constituyó así, do vamos cruzando por las cáma­ ccornisa» de Alejandría, grande y rosos del propio país. Una cegue­
hace ya tres mil años, el primer ras del laberíntico palacio vamos monumental como ninguna otra en ra blanca, inocente, toca los ojos
«Plan Marshall» de que nos da la pisando las losas de unas cons­ el Mediterráneo. de muchos hombres en lo mejor de
historia claras noticias. trucciones treinta veces centena­ Entramos en el puerto ya sug vidas. La enfermedad, muy ex­
rias. anochecido y con un amago de tendida, la produce el agua del
En las pinturas murales las fi­ tormenta caliginosa mordiéndonos Nilo, que muchos desgraciados be­
Dejamos Esmirna al fondo de guras de varón brillan por su au­ la popa. ben, sin que nadie hasta ahora les
su gran bahía. Kios nos saluda sencia. Las de las mujeres están En seguida, la invasión de los haya enseñado a purificarla.
con el perfume de sus rosales en allí bien prodigiosamente repre­ milicianos egipcios. Estrenan una La raza es eminentemente agrí­
flor en pleno mes de diciembre. sentadas. Sus blusillas, cerradas República, y como estrenan «cosa cola. Caras cuadradas como las de
En un recogido rincón de la isla en el cuello, se abren a los lados pública», todo el público quiere las esfinges. Espaldas macizas.
de Kios, junto a la mar, delicio­ de los senos hasta los sobacos, para demostrar que colabora a que la Andares pesados. La mujer nilota
samente protegido por copudos no­ mostrar los atributos femeninos en cosa vaya adelante. sigue entre las patas de la vaca y
gales, hay una roca calcárea. Su toda su desnudez, redondos y em­ Hay nerviosismo. entre las gallinas, en la choza de
parte alta está tallada en forma pinados, como símbolo del erotis­ Egipto es un jardín abierto a adobes y cañizo, y guisando su ajo
de anfiteatro, y como lugar geo­ mo y la maternidad. Y esas blusi­ banda y banda del Nilo. La sed de habas en un fuego de moñigas
métrico de esos curvos escalones, llas bajan después a cerrarse en del desierto, que quiere estrangu­ secas.
en la roca misma, hay un rústico el talle, bajo la cinturilla de unas larlo, se calma a unas decenas de El pueblo egipcio no tiene tra­
sillón. En él se sentara Homero, faldas largas, volanderas, que re­ kilómetros solamente a cada lado. dición militar. Su furor transito­
rodeado de sus discípulos, para cuerdan mucho las de los trajes Si lo de Assuán se resuelve, se rio por lo de Palestina no debería
enseñarles de viva voz- sus poemas de las bailarinas andaluzas. podrá quintuplicar la superficie confundirlos. Más les valdrá apro­
inmortales. Creta nos da la explicación re­ cultivada en regadío. Egipto podrá vechar las aguas de su maravilloso
Dejamos la patria del poeta río y transformar su producción
ciego y cruzamos a Adros, patria en algo incalculable que echarse,
de los armadores y los nautas mo­ mal orientados, en el espejismo de
dernos. la guerra de Israel, que si esta vez
los vence, como antes, la partida,
podría acarrear como consecuencia
Llegamos a Atenas a invernar. inmediata la caída de la recién es­
Asistimos a todas las representa­ trenada República.
ciones de las obras de su teatro La creación de Israel, cuña en
clásico en griego moderno, i Qué el Oriente Medio, ha despertado
grato ir acabando de aprender tan de su modorra secular a los pue­
hermoso idioma allí, en el corazón blos del Islam. Ahora toman con­
de la cultura helénica! ciencia del valor del oro negro que
Cuando llega el buen tiempo corre por los oleoductos. El choc
aparejamos con rumbo a las Cicla­ contra Palestina ha repercutido ya
das y a Creta. en el Atlántico..

Míkonos nos llama con los bra­ El Mediterráneo vuelve a sonar


zos de sus molinos. Nos acoge du­ en el mundo como posibilidad de
rante un par de semanas en su una solución permanente en la
puerto minúsculo, rodeado de ca­ convivencia o como causa .de la
sitas blancas. Délos está sola. futura, de la más terrible de las
Toda la isla, para que el sol y la guerras mundiales.
luna celebren su rito en honor de El exilio de Mohamed V ha ter­
Apolón y su hermana Artemisa. minado con una vuelta triunfal,
Los leones montan la guardia llevándose para su pueblo marro­
en fila, al sol, con la blancura ce­ quí la independencia. Túnez sigue
gadora de sus lomos de mármol sus pasos y Argel habla elocuen­
de Paros, contra un cielo azul, in­ temente.
maculado, hundiendo las patas en El exilio de Mr. Makarios es un
la hierba. grito más en el clamor del patrio­
El C la v ile ñ o está allí, en medio tismo chipriota. Y la llaga de Chi­
de una cala, rodeado de frisos mi­ pre empieza a escocer en Atenas.
lenarios, de columnas partidas es­ La fruta madura de Gibraltar
pléndidas, de torsos y metopas. En caerá del árbol a la próxima sacu­
los suelos de las viejísimas casas, dida. Un nuevo reajuste de valo­
los x e n o d o x ió n , que albergaban a res se impone entre Cádiz y Es­
los extranjeros— x e n o s — durante tambul.
las fiestas y los concursos pan- El marxismo, taponado en el
helénicos, se admiran, espléndidos, Bosforo, está en la costa dálmata
los mosaicos que reproducen las y albanesa; estira sus brazos has­
fiestas y las procesiones dionisía- ta Libia y está un poco en los
cas y panateneicas. escaños de las Cámaras de Fran­
Dyonisos cabalga la pantera ai­ cia e Italia.
rosa y elástica. El pandero parece
vibrar en sus manos, mientras las
bacantes hieren el tiempo con las Un reajuste de conceptos se im­
curvas armoniosas de senos y ca­ pone. El Mediterráneo, que tuvo
deras. sus siglos de oro con griegos y ro­
El alcalde de Paros, Kirios Di- manos y que se hundió en el in­
marjos, nos ofrece un bloque de terés mundial a raíz del descubri­
mármol de las canteras de su isla. miento de América, volvió por sus
Lo guardamos en la cala del C la ­ ligiosa de la lucha-juego con los ser el pueblo más fértil del Me­ derechos a imponerse a partir de
v ile ñ o y tiramos el equivalente de toros. diterráneo. la apertura del canal de Suez. Ya
su peso en hierro fundido. " La aristocracia del país, casi es nervio vital en el tráfico marí­
Santorín nos da su impresionan­ timo. Y ahora, con el alinearse
toda de origen turco, está descon­ en un frente moral y material los
te cataclismo. Un miedo auténtico Viendo los monasterios ortodo­ certada. La alta burguesía, de
al entrar en aquel embudo que ha origen italiano y griego, quisiera pueblos del Islam en el norte de
xos y las montañas de su Creta Africa, y con la pronta desapari­
dejado el cráter del volcán al hun­ natal, se nos da la explicación de escapar con el dinero acumulado
dirse en los abismos. durante varias generaciones. Pa­ ción de las flotas extrañas en sus
la obra de Domenico Teotokópou- aguas azules, a causa de esos quin­
En Naxos, Kirios Déspotas nos los. Y allí, bajo el monte ídá, fren­ rece que han tocado a rebato.
da en ortodoxo su bendición, hie­ ce países que se miran en él, el
te al mar Egeo, se comprende que Generalmente, en Egipto, donde Mediterráneo vuelve a ser el on-
ràtica y directa. el Greco tuviera más del Goya ro­ hay una cultura básica francesa, falos del metabolismo moral de la
tundo que del blando Murillo cuan­ se habla muy bien de Alemania en humanidad.
do se injertó definitivamente sobre mal inglés.
Creta, que es como una Andalu­ el hachazo de la altiplanicie cas­
cía griega, se nos ofrece durante Los únicos que están •serenos,
tellana. aunque a veces sobrepasados por
dos meses de estancia paradisíaca. Nosotros nos volvemos a Creta
En las cámaras del laberinto del los acontecimientos, son unos pu­ luchando con el horas. Cuatro días
palacio del rey Minos, en Cnosos, ñados de jóvenes, que quieren ha­ a vela para venir de Creta a Egip­
De Creta a Egipto, cuatro días cer un nuevo país aunque sea pre­ to. Veintidós días de mar para
están vivas las pinturas murales, de viento en popa. El timón va
con sus tonos de bermellón, repro­ cipitando las etapas. volver de Egipto a Creta.
solo. Las velas, a orejas de mulo. De Faruk se nos habla en todo Las velas acabaron siendo unos
duciendo los toros, la fauna y la Se corrige una escota, se tesa una
flora marítima, en honor de la momento muy despectivamente. hilachos, que yo recosía infatiga­
driza, ajusto un estrobo, se pesca, No quisieron hacerle siquiera el blemente. Una paliza diaria del
Talasocracia que aquello fué. Y se canta, se lee.
reproduciendo también con toda honor de colgarlo de una soga. viento de proa. Los víveres, ago­
majestuosidad las mujeres, que Nos tostamos al sol. nizando; el agua, de sabor inso­
por algo la isla se gobernaba en A proa, el delta del Nilo. Cru­ portable, racionada largo tiempo.
matriarcado. zamos la bahía de Abukir y pasa­ Muy a menudo cruza ante nos­ La locura azul del cielo y la mar,
Los bermellones de las pinturas mos bien cerca de los palacios na­ otros un ciego. Este es el símbolo emparedando nuestra angustia.
murales parecen estar estampados cionales de Montasa y Ras-el Tin, del Egipto colonizado por una A impedir el desenlace trágico
ayer mismo, a pesar de que, cuan­ maravillándonos de la espléndida fuerza extranjera y por los pode­ llega un barco hebreo, el D a n ie la
B o r c h a r d. No habíamos querido En Pilos o Navarino, la escue- s i n f o n í a elemental e impresio­ viejo puerto de Marsella, calmo
tocar en Palestina para evitar re­ dra inglesa aúlla sus hurras a los nante. como un estanque a los pies de
presalias de los musulmanes de equipos que juegan al polo. Por Notre Dame de la Garde.
una y otra frontera. Pasa aquello la tarde, los marineritos van ca­
de Mahoma: no fuimos a Israel; yéndose desde la silla, hasta per­ Génova converge como un em­
Israel vino a nosotros. El D a n ie la derse bajo el velador, a medida budo con las pizarras de sus te­ Como el Ródano baja desboca­
B o r c h a r d nos salva de una muerte que la botella desciende de nivel. jados apuntando al cóncavo puer­ do, besando los ojos de los puen­
cierta. En Katáeolo dejamos el C la v ile - to. Y desde Génova hasta San tes, esperamos a la primavera si­
Cuando largan la cuerda del re­ ñ o para visitar Olimpia. La tierra Remo es una regata con el viento guiente, y aun tenemos tiempo de
molque, ya a la vista del puerte- tiembla cuando estamos ante los de través, bajándonos bien fresco andar y desandar otra vez toda la
cito cretense de Agia Gallini, nos templos de Rea y las maravillas de los Alpes. Costa Azul y conocer como mere­
dejan de recuerdo la bandera de de Praxiteles y Peonios. Por la mañana va en la cruceta ce el paisaje y el alma provenzal,
su nave. En lana azul, la estrella Cuando cruzamos a las islas Jó­ la bandera italiana. A mediodía las calancas de Casis, y de asistir
blanca de Sión. Sin ellos, las últi­ nicas, el corazón se angustia ante estamos en Menton. Hay que izar a las corridas de toros en las are­
mas millas de travesía, fatigados tanto caos. Habíamos dejado el ar­ la francesa. Saludamos el recuer­ nas romanas de Arlès y Nimes,
de tres semanas de lucha con el chipiélago dos años antes, sonrien­ do de Blasco Ibáñez. Todavía nos antes de cruzar el túnel de Rove,
b o r o s , podrían habernos sido trá­ te bajo un sol primaveral. Sólo vamos cuando atardece a Monaco palo abatido, para atravesar el
gicamente fatales. encontramos ahora e s c ombr os y y en la cruceta brillan los colores lago de Martigues y subir por los
dolor. Pueblos de veinte o treinta del principado. canales de Arlès', atravesando el
rnil habitantes arrasados en unos La innecesaria simetría de los puente de Van Gog, para saltar al
El puerteeito donde reparamos minutos apocalípticos. espigones del puerto de los Gri- Ródano a navegarlo contra co­
nuestras velas y reponemos nues­ maldi' hace menos s e g u r o s sus rriente durante cinco días a remol­
tras fuerzas está al pie del monte muelles. La mar de fondo se cuela que de un poderoso peniche.
Ida. El río Leteo baja a desem­ Seis días de navegación nos per­ como un rondón. El Museo Marí­ Bajo los pilares de los puentes
bocar junto a las ruinas de Fais- miten llegar hasta Mesina. Un timo es imponente, erguido frente de Aviñón, estamos a merced de
tos. Otro río para olvidar, como siroco nos lleva en volandas con y sobre la mar. Sin igual en el los remolinos y en lucha más dura
aquel Guad-Leteo (Guadalete), al rumbo a Capri. Nápoles vuelve a mundo. Mientras, desde un jardi- aún que con las tempestades. Pero
otro e x t r e m o del Mediterráneo, ser nuestra base durante todo un nillo, el príncipe Alberto, gran na­ le vamos ganando el pulso al río,
que desemboca en la bahía gadi­ año. Hemos transformado nuestro vegante, gran pescador y estudio­ aguantando la acometida viril de!
tana. mástil para hacerlo abatible. so oceanógrafo, sigue en su esta­ topar de su morrillo de espumas.
Cada tarde ios pescadores de ¡Qué delicia navegar entre Is­ tua de bronce, agarrado a un go­ Lyon, un poco Bilbao y un poco
esponjas vuelven al puerto con las chia y Sorrento, Capri y Nápoles! bernalle, navegando las rutas de Barcelona, es el tálamo nupcial del
cubiertas de sus naves oliendo a Muchas tardes hemos ido a ba­ su inmortalidad. Ródano impetuoso y las aguas se­
yodo. Remangados los calzones y ñarnos a las playas de la isla de renas del Saône.
a pies desnudos, pisan las espon­ Próchida, donde late el recuerdo Saône arriba, navegamos hasta
jas, y las lavan hechas ristras, de Graciella, y hemos vuelto con Niza, vacía. Su puerto, sin bar­ Chalón durante toda una semana.
después, en el agua de la bahía la cubierta llena de limones, mien­ quitos. Los grandes correos de Seguimos remontando esclusas y
de Lutró. tras nuestros amigos napolitanos Córcega han liquidado el ambiente más esclusas hasta el número de
Toda la mar huele más a mar. cantaban con nosotros las últimas de y a c h t in g . Han destruido «son doscientas, fatiga que culmina en
A ese penetrante olor que ellos tarantelas, con una luna de oro calme et son charme». el canal del Centro, a más de tres­
sacan de cuarenta o cincuenta llegando a t r a g a r s e l a bahía. A n ti bes, la «ariti-polis» que cientos metros de altura sobre el
brazas de profundidad al pie de Y más tarde, Ponza, y el cabo anuncia la Marsaglia fócense, está nivel del mar. Bajamos después
los acantilados de la costa sur de Circe'o, y Fiumiccino. Que esta vez espléndida entre sus murallas. La hacia las aguas del Loire para na­
Creta. el Tíber nos deja entrar a su puer­ alta torre de piedra, bien alerta. vegarías en el canal lateral, y por
Y entre las cestas, con las es­ to rectangular para que despida­ En Cannes, los yates, comprimi­ el río Loing nos desembocamos' en
ponjas, sacan de la mar langostas mos como es debido a Roma. dos como sardinas. Todos los que el Sena.
y centollos. Cuando la faena de faltan en Niza están aquí. Hay
pisar y lavar ha terminado, junto tres filas impresionantes delante
a la playa, encendemos un fuego La isla de Elba nos acoge hos­ de los muelles. Milagros de la Un mes de navegación por cin­
de romeros y enebros, aliagas y pitalaria y grata. Pero nuestro moda. co hermosos ríos, a través de es­
tomillos, y churrascamos los fru­ adiós oficial a Italia va a ser en San Tropea se deshace de re­ clusas y canales, a favor o en con­
tos del mar untados en aceite y la Tòscana. El Arno nos asegura gusto, afeminado, acariciadas sus tra de las corrientes, que nos da
bebemos el buen vinillo de Creta. un refugio para el C la v ile ñ o y nos­ fachadas naranja y limón por el la oportunidad de conocer aspectos
Nuestra guitarra acompaña ya otros nos vamos a peregrinar en sol que se muere en el puerto con inéditos de Francia.
todos los ritmos de sus canciones ese triángulo mágico que forman un suspira otoñal. Un mes de navegación fluvial,
populares, sobre todo, y con más Pisa, Florencia y Siena. La isla de los desnudistas da en que el C la v ile ñ o , con sus tri­
entusiasmo, aquellas que hablan Intentamos cruzar desde la cos­ paso hacia Port-Cros, salvaje y pulantes, era como un glóbulo casi
de los «palikaris» o zagalones va­ ta norte de Córcega a la Costa escondida, llena de agrestes ba­ imperceptible pei'dido en las venas
lientes que bajan al fondo de la Azul francesa. El m i s t r a l se nos rrancas. Después, Porquerols, co­ líquidas de este gran país, hasta
mar a coger las esponjas, para pone en proa. Aprovechamos gus­ mo una paz verde- rodeada de la llegar a amarrarse sobre las aguas
volver después hasta Hydra, Po­ tosos la oportunidad para escapar plata de sus playas. del Sena, entre el monolito de la
ros, Eguina o Volos, donde lès a Lerici y Proto Venere, y des­ Y Bandol, y Casis, que no he­ Concordia y la cúpula de los In­
aguarda la jovenzuela enamorada pués, graciosamente, navegamos el mos dejado ni un solo puerto de válidos: en el corazón de París,
y casadera. golfo de Tigulio hasta el promon­ la costa meridional francesa sin que es como estar dos veces en el
Después de Creta, Kízira, la pa­ torio de Portofino, que es una de que nuestra ancla bese las arenas corazón de Francia.
tria de Vçnus Citerea. Las mu­ las catedrales que la naturaleza de su fondo. P edro ARDOY
chachas vendimiadoras nos ense­ tiene en el Mediterráneo y que, Nuestro reposo invernal nos lo
ñan sus danzas. con Santorín y Capri, forman una asegura la profunda calanca del París, a bordo del C la v ile ñ o .

( P r o h i b i d a la- r e p r o d u c c ió n t o t a l o p a r c ia l s in p e r m is o d el a u to r .)
EL C A F E
ayuda a mantener el armónico con­
junto de este engranaje humano que
poseemos.

( Viene de la pág. 57.) su inconfun­


dible aroma, nos devolvió la confian­
Mas el café no es sólo eso. El nos
da el alcohol de 90 grados, la celu­
losa para los periódicos, la cafeína
t e n t e a M ffllIH / IN t l a (rares de:
za y la fe ! En las horas que quitamos contra nuestros dolores de cabeza, el ARGENTINA: Ediciones Antonio Fossatti. Calle Chile, 2222. Buenos
al sueño para completar un trabajo, amoníaco para la industria, la barbo-
para preparar una lección, para pro­ na, el ácido acético, el alcohol metí­ Aires..
longar nuestras alegrías, el único con­ lico, la glicerina, el jabón con que nos
fidente seguro y cumplidor es el café, lavamos, la hidrobencina y tantas BRASIL: D. Adolfo Torres Vega. Rua Alcira Brândao, 65. Aparta­
estimulante que duplica nuestra acti­ otras cosas que no decimos para no
vidad. tornar nuestra crónica en una agenda do 101. Ti juca. Río de Janeiro.
El café es uno de los pocos pro­ elemental de química.
ductos aun accesibles a todos. Llega Un gran químico afirmaba que, da­ MEXICO: D. Alfredo Fernández. Calle Uruguay, 77. Altos. México.
a las altas esferas como a los subur­ das las sustancias que toman parte
Distrito Federal.— D. Angel Alcázar de Velasco. Colonia Sylvia, 8.
bios, sin pararse a distinguir el color en la composición de la collea, era
o la religión de su degustador. Ba­ un verdadero milagro por su bondad Ciudad Juárez.— Librería Font, S. A. Calle López Cotilla, 440. Apar­
rato, no obstante, es una fuente con­ farmacológica, como su extraordina­ tado 166. Guadalajara.
tinuada de fuerzas renovadoras que rio sabor. Las proporciones son jus­
prolonga nuestra lucha diaria. tísimas. Ni más. ni menos. La cafeína,
Es el compañero fiel del agricultor al tostarse, se descompone y produ­ PERU: D. José de la Cruz Crespo. Hotel Plaza. Lima.
como del intelectual, del rico como ce la trimentalamina, que también
del pobre. A todos nos lleva un poco se encuentra en el pescado descom­ PUERTO RICO: D. W illiam M. Montalvo. Calle Mayagüez, 46. Hato
de sus valores intrínsecos y extrín­ puesto. Si por casualidad la ingirié­
Rey.— D. Juan A. Fernández. Calle Muñoz Rivera, 7. Apartado 412.
secos. semos en cantidad, no lo pasaríamos
Muchas veces habrán oído hablar muy bien, con pocas posibilidades de Aguadilla.
del poder de la energía atómica. Ha­ continuar en el mundo de los vivos:
brán quedado maravillados ante las mas, por extraordinario que parezca, URUGUAY: Moratorio y Cía. Calle Obligado, 1314. Montevideo.
sorpresas agradables o no que el áto­ en el café está dosificada de tal for­
mo nos depara. Estarán confiados en ma, que ayuda a la digestión y ali­
ESTADOS UNIDOS: D. Saúl Elorduy, 129 South Broadway. P. O.
que la energía nuclear será el totum gera el fluir de la sangre, pues es
de nuestros problemas mecánicos. No gran purificador de ella. Box 2951. Los Angeles.
diremos que no, mas afirmamos, con­ No tenga miedo de beber café,
vencidos, que el café tiene aún mu­ aunque sea mucho. ¿Algunas medi­
chísimas cualidades y aplicaciones cinas no llevan estricnina, arsénico
desconocidas de muchos. y cianuro?
L A MAS G RAN D E H ISTO R IA, nuestro Ejército Francisco Hernán­
No queremos ir tan lejos como Cuando tenga p r e o c u p a c io n e s ,
EN L A H IS T O R IA MAS TRISTE dez Pinzón, esperaba a que Zenobia
Jonand, que afirmó que una taza de tome café. Una simple tacita. Puede
mejorase para acompañarlos. El Se­
café sustituye a una comida, aunque que le ayude, puede que no: pero,
Desde las colaboraciones en El Sol ñor no ha querido que vuelvan v i­
reconocemos que es un consuelo efi­ desde luego, pondrá un punto de
a la cátedra de San Juan de Puerto vos los dos.
caz de todos los hambrientos. Pode­ buen gusto en medio de su inquietud
Rico— treinta años de por medio, y De todos modos, ¡cuán atrás que­
mos decir que es un tonificador per­ diaria.
parecen tres días— está la más gran­ dan los tiempos en que, fuera de
fecto para las energías físicas y que J uan M. MARTIN MATOS
de historia de Juan Ramón, y la más España, enseñara en la Universidad
triste. Ha tenido que decir muchas de Maryland, los tiempos de Buenos
veces que quería vivir en paz. P e­ Aires, la cátedra de Puerto Rico!
noso estribillo en la canción de nues­
Dios del venir, te siento entre mis

Juan Ramón, el andaluz...


tras discordias interiores. Cambios
trágicos, alejamientos de artificio, [manos;
muchas penas fuera de Moguer, y aquí estás enredado conmigo, en lu-
de Madrid y de España ; recogido [cha hermosa
(T iene de la pág. 13.) mustio, que Sonetos espirituales, Estío. Y el Dia­ por los hermanos de idioma, pero de amor, lo mismo
de igual modo pudo encuadrar los rio de un poeta recién casado. Y lue­ soñoliento de sí mismo, el «andaluz que un fuego con su aire.
versos de Rubén que los de Villaes- go seguirán Eternidades, Poesía y universal», como se le conoce, como
pesa, se imprime la «Trova de rosas belleza, Diario de poeta y de mar. no le disgusta que se le conozca, Y a concluir en Moguer, donde
muertas». Uno y otro están, un poco, Su segunda antología... Hemos re­ estaba triste harto tiempo hace. Pepe «el Quemaos se había lanzado
influyéndole. No importa que halle­ corrido, sobre los escollos de su obra Deseaba volver, para acabar en paz a un pozo, años ha, por si en él be­
mos un «La luna ha nacido— sin ma­ dispersa, lo esencial, por encima del entre nosotros. Así fueron sus pala, ben las raíces del pino de la Corona.
drigales de color». La sensualidad tiempo. bras : «A llí está el burrillo, allá voy yo.»
post-romántica, larga de ritmo, en­ — Morir como nací, en paz y en «Platero» se encuentra allí en efecto,
fermiza de sentido, allí está. Pero ctjEh!... Voy a cojer la cometa...» mi tierra, cerca del cementerio mo- bajo la copa del añoso árbol, ente­
bien pronto se desprende, en busca guereño, «lleno todo él de músicas rrado. Pepe «e l Quemaos, que era
de sí mismo, de tan excelente carga. de abejas, de pájaros y de flores. del pueblo, no le había olvidado aún.
Coincide este hallarse a gusto consi­ «¿ Y qué más?» Pero todavía es pronto para que pue­ Pronto volverá Juan Ramón e irá
go mismo con sus vueltas por M o­ « En el chopo, el chamariz.» da ocupar, con mi mujer, un nicho». a visitarlos.
guer, donde se le ve a menudo junto &...¿Y qué más?» Su sobrino carnal, el capitán de M A R T I SANCHO
a su madre y a su hermano Eusta­ <iEl agua, en la hojita nueva.»
quio. Zenobia, huelga decirlo, le t(...¿Y qué más?»
acompaña siempre. Su estilo empie­ « M i corazón, en el tuyo...»
za a desnudarse : J

El dorm it es como un puente


<1ue va del hoy al mañana.
Se paraba la rueda de la noche.
Vagos ánjeles malvas...
La bandera española
Por debajo, como un sueño, ( Viene de la pág. 27.) cida por dos la introducción de Don Amadeo, que
corre el agua. grimpolones del pabellón nacional, sustituyó las flores de lis borbónicas
Y « No sé cómo decirlo, sujetos con una lazada del color del por la cruz roja de Saboya, y la
Umbrales y eternidad, Poemas má­ porque aun no está hecha m i pa'a- arma : encarnado para la infantería y anomalía de los cantonales—m ovi­
gicos y dolientes, La soledad sonora. \bra.» caballería de línea, artillería, zapado­ miento separatista— , que enarbola­
res y marina, y verde para la infan­ ron bandera roja. La Restauración
tería y caballería ligera. Afortunada­ canovista dió al traste con estas in­
mente para los c o r r e s p o n d ie n te s novaciones. La segunda República
abanderados, la insignia, pese a que adoptó la bandera tricolor— rojo,
fué aprobada, no se llegó a im­ amarillo y morado—y cometió con
plantar. ello una equivocación, de la que los
La revolución de 1868 también tu­ mismos republicanos debieron arre­
vo ideas propias sobre la bandera y pentirse, pues tal bandera no con­
pretendió abolir la bicolor para sus­ taba con incondicionales de sus co­
tituirla por una morada, blanca y lores, mientras que se hería la sensi­
roja, y hasta una comisión del Ayun­ bilidad de quienes bajo la rojo y
tamiento de Madrid propuso otra gualda habían combatido en la gue­
roja, amarilla y morada, conforme rra pacificadora de Marruecos.
con la faja que dicha Corporación Por fin, el nuevo Estado optó por
se había adjudicado. Esta bandera, restituir la enseña bicolor, la bande­
que luego se llamó republicana, es­ ra tradicional de España, cuyos orí­
taba justificada por los colores rojo genes se remontan al estandarte de
y amarillo de Cataluña-Aragón y el Cataluña y Aragón. Bandera gloriosa
morado del pendón real de Castilla. que volvió a cobrar su más alta sig­
El Gobierno provisional obró cuer­ nificación en la gesta de 1936, cuan­
T eresa Herrera, 17 Príncipe, 12 damente limitándose a sustituir la do España redescubrió su senda his­
T eléis. 5406 - 5407 - 5408 corona real por la mural. Por fin, en tórica. Bandera española que todos
T eléis. 31 36 54 - 22 44 14 1871, se restableció el decreto de han besado en cálido juramento m í-
LA C O R U Ñ A MADRID (D elegación) 1843, que se informaba en el mismo litar y que envuelve el cuerpo yerto
espíritu que el de Carlos I I I de 1785. de los héroes (número 6).
La bandera siguió rojo y gualda
hasta 1931, y sólo merece anotarse J osé M ED IN A GOMEZ
4 2 3 4 5 6 1 8 9 10 11 12 13
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El! TIEMPO ES ORO


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C R U C IG R A M A H IS P A N O A M E R IC A N O
H O R IZ O N T A L E S
1 : Extraías.— 2 : En plural, armazón de los huesos de
la cabeza.— 3 : Contásenos, narrásenos.— 4 : Invertido, for­
ma del pronombre. Espuertas grandes y sin asas. A r ­
tículo, en plural.— 5: Piezas sobre las que giran las
ruedas. Síntoma catarral. En Chile, riña de gallos.—
6 : Sanado. Eviten la dificultad.— 7 : Mueve violentamen­
te una cosa. Provincia española.— 8 : Especie de clarín
usado en las Indias. Hablaron en público.— 9 : Río de
Alemania. Oxido de calcio. Destino.— 10 : Religiosa. Dc^
minio. Concedas.— 11: Viento que sopla de donde nace el
Sol (seis letras). Semblantes (cinco letras).— 12: H u­
mor que se acumula en las ampollas de las quemaduras.
13: En plural, parte de la cabeza.

V E R T IC A L E S
1 : Bancos de arena que no están cubiertos por el
agua.— 2: En Colombia, en sentido figurado, astutos,
taimados.— 3: Vehículos usados antiguamente que fue­
ron los precursores de la bicicleta.— 4 : Gracia. Al revés,
desafías. Forma del pronombre.— 5: En las aves. Rega­
lar. Detenga.— 6 : Cada uno de los dos lados que forman
DAMERO H IS P A N O A M E R IC A N O el ángulo recto en un triángulo rectángulo. Imágenes
veneradas por los rusos.— 7: Avariento. Junte.— 8: De­
1-2 D-6 H-8 E-8 F-13 G-5 A-2 D-7 mostrase su cariño. A l revés, ondúlelo.— 9: Labres. Ho­
Disputa. Cárcel. gar. Ensenada.— 10: Apócope. Perfecciones. Igualdad de
nivel.— 11: Adhesión circunstancial a una causa.—
A -l G-9 H-2 C-9 H-13 F-4 1-8 E-6 E-4 12: Galerías subterráneas que parten de la superficie
Nombre de la flor de lirio. Moneda chilena de oro. del terreno.— 13 : Cúranos.

A-4 F-5 E - l l
Balsa donde en las salinas se evapora el agua del mar G-12 G -l D - l l D-12 B-13 B-12
para obtener la sal común. Encuentres.

C -l E-14 B-3 F-6 E-13 1-6 G-14 B-4 F-14 H-10 B-14
En algunos países ultramarinos, pasaporte. Perros que resisten mucho en las carreras.

G-10 H-9 A-5 B-11 F-2 1-3 B-5 C-8 1-7 C-2 C -l 3
Hurte pequeñas cantidades en las compras. Compartimientos de un buque para guardar víveres, etc.

H-4 E-3 D-2 F-9


Uno de los principales personajes de «Otelo», de Sha­ F - 8 , A-13 C-14 F-10 A-7 A-8 B-6
kespeare. Buque de guerra.

G-13 D-4 D-5 H-7 H-14 C-6 D-10 H-6 E-2 F-12 E-5 C-4
En la Argentina y Perú, vicario eclesiástico. Río del Brasil.

E -l G-8 B-7 A-9 G-4 C-10 G-3 D-9 1-9 C-3 H -l B-10 D-13 E-10
Metal muy blando, de color rojizo, cuyas sales se em­ Antiguo nombre de la fiebre amarilla.
plean en Medicina.

1-5 D-3 A-10 E-9 G-7 H-12 C - l l A-6 A-14 A-12 F-3 B -l F -ll B-8
Vigilias. Región del extremo sur de América.

C R U C IG R A M A H IS P A N O A M E R IC A N O
F I C O S
H O R IZ O N T A L E S
1 : Consonante y vocal.— 2 : Síntoma catarral. Balsa
donde en las salinas se evapora el agua del mar para
obtener la sal común.— 3 : Río de Italia. En la Argen­
tina, anuncio.— 4 : Península asiática. Agrio.— ñ : Aso­
ciación formada para la defensa de intereses económi­
cos o políticos comunes a todos los asociados.— 6 : En
México, parte de un río que se limpia de hierbas flotan­
tes para abrir paso a las embarcaciones.— 7 : Loco.—
8 : Gritase poseído de gran cólera.— 9 : Hospedósela.—
10 : Forma de lenguaje no sujeta a medida y cadencia
determinadas. Nombre de mujer.— 11: Vacío. Humillara,
insultara.— 12 : Medida de longitud, menor que un me­
tro en unos países y mayor en otros. Composición líri­
ca.— 13: Vocales.

V E R T IC A L E S
1 : Consonantes.— 2 : Enfermedad de los nervios. Es­
pina.— 3: Mamíferos carniceros. Metales machacados.—
4: Formal (femenino). Para un boxeador, un golpe di­
rigido al cuerpo.— 5: Vengativo.— 6: Piedra saliente que
se deja en una pared, al construirla, para continuar la
obra más adelante.— 7 : En México, nombre vulgar de
una especie de arbusto comestible llamado anona.—
8 : Hiciese anotaciones al margen de un escrito.— 9 : Res­
pétesela.— 10: N o deje que suceda una cosa. Escojo.—
11: Estéril. Guisado.— 12: Tostó. Labra.— 13: Vocales.

(Las soluciones,
en la pág. 74.)
rido y ahijado del poeta murió en Teruel

ti Nobel en la clínica y muerte de Zenobia en las banderas de Falange. Como es un


hecho que Zenobia relataba, ahí queda, sin
comentario.
Al empezar el ruido del Nobel, el perio­
( Viene de la pág. 10.) agosto de 1936, del casi nunca, porque el hacerlo le cuesta un dista local que le entrevista en la clínica
Madrid miliciano, porque veían sangre por gran esfuerzo físico; que se excusaba ama­ y que le atribuye filiaciones indebidas,
todas partes y soñaban con manchas de blemente de todo, de comer, de levantarse, transcribe al menos las palabras de Juan
sangre, y la sensibilidad del poeta no le de hablar más de unos minutos seguidos, Ramón: “ En España hay escritores que lo
permitía seguir allí más tiempo. El señor tuvo que ir despertando de su cómodo en­ merecen más que yo; el primero, Menéndez
Azaña, Presidente de la República, ofreció cantamiento cuando la muerte se veía in­ Pidal.” Repite el nombre de España dos o
a Juan Ramón la Embajada de España en minente. Por unos días no había sido posi­ tres veces, casi tantas como el de Zenobia,
Washington, y Juan Ramón declinó. Lle­ ble el viaje a España. Un día, Zenobia se la admirable mujer que ha sido durante
garon a los Estados Unidos “ en segunda, empeñó fervorosamente en realizarlo al día cuarenta años la que ha hecho posible su
porque no sabíamos que la tercera del bar­ siguiente, de cualquier manera, y ante las vida.
co fuera tan buena” , y entraron en con­ grandes dificultades materiales que repre­ El 25 de octubre llega el telegrama con
tacto con la familia norteamericana de Ze­ sentaba, hubo que engañarla diciéndole que el Premio. Se lo han leído a Zenobia, que
nobia y con las Universidades. El padre de no había vuelos hasta la próxima semana. hacía signos de entender y asentir. Empe­
ella había vivido y trabajado en Puerto Hizo prometer que se haría lo posible para zaron a llegar los telegramas, y de Wásh-
Rico como ingeniero español y había sido complacerla. Era el 5 de octubre y Juan ington llegó Massip, por el A B C , el pe­
fundador en Nueva York del diario La Ramón estaba determinado a ir con ella. riodista mejor recibido por Juan Ramón.
Prensa, que actualmente sostienen princi­ Se interesaba por las facilidades de vuelo, Zenobia estaba consciente a ratos sí y a
palmente los p u e r t o r r i q ue ñ o s . Después por las posibilidades sanitarias y médicas ratos no. ¿Y el poeta? Indiferente a todo,
Cuba, la Argentina— un viaje renunciado a bordo, se interesó por las noticias que como fastidiado con todo, con la luz, con
a Chile, porque había de volar Juan Ramón aquel día traía el periódico local sobre el ruido, con la prensa, con la falta de in­
y es algo que no ha hecho hasta ahora— , transporte por aire de un enfermo grave. timidad en el momento de su vida que más
para terminar en Puerto Rico, cuyas vincu­ Juan Ramón pasaba largas horas de si­ la necesitaba, con Zenobia agravada hasta
laciones familiares atraían al matrimonio lencio, sentado en su sillón, retirada ya la lo inverosímil. Si Juan Ramón, en un gesto
tanto como la atracción de la lengua y la cama suya, que comía tanto espacio. Ya natural de fabulosa elegancia, no componía
facilidad del clima. Varios años en San Zenobia vivía alimentada con suero, con la el rostro para recibir con alegría un pre­
Juan, esa Malta del Caribe donde hay ape­ bomba de oxígeno junto a su cama, con al­ mio universal, las felicitaciones no se per­
llidos mediterráneos y pasaportes anglo­ gún raro capricho gastronómico, que los dían, pues encontraban otros destinatarios
sajones, y una nostalgia de España’ en cada doctores ordenaron que se atendiese. En que las recibían como si fueran el padre de
minuto. sus largos ratos de lucidez hablaba con las la criatura, el autor de “ Platero” , el autor
Cuando preparaban la vuelta a Sevilla dos o tres señoras que habitualmente la / de la propuesta, el autor de todo y— por
para junio de 1956, una repentina agrava­ acompañaban desde hacía semanas, junto a ende— su beneficiario.
ción en la enfermedad de Zenobia la obli­ la enfermera, o con otras visitas ocasio­ Y tres días más tarde muere Zenobia, a
gó a ir a una clínica de Boston. Se llevó nales. las cuatro menos diez del día 28. Juan Ra­
para el viaje y las horas de hospital Del Un día comulgó, y fué en un momento món decía que era mentira, que todos le
Miño al Bidasoa y el Viaje a la Alcarria, en que Juan Ramón estaba en su casa des­ mentían, que Zenobia vivía. Murió con una
de Cela. (L e gustó más el segundo— de­ cansando. Al enterarse: “ ¿Cómo no me lo medalla de la Virgen, que pidió reiterada­
cía— , contra la opinión de quien se los dijiste? Hubiera querido estar contigo en mente y que manos amigas le buscaron para
dejó. No hubo tal opinión, pero por no dis­ ese momento...” Y a la persona que llevó ella en San Juan y pusieron en su cuello
cutir...) Vuelta a Puerto Rico y vuelta a al confesor: “ Muchas gracias. Dios se lo como único obsequio ya posible.
Boston el 2 de septiembre— ya muy gra­ pague.” Cogía a Zenobia las manos y se No puede decirse si Juan Ramón será
ve— , y vuelta definitiva a Puerto Rico unos las besaba al despedirse para cada almuer­ enterrado— como escribió alguna vez— en
días más tarde, con un término de vida de zo o noche. la punta puertorriqueña que mira a Espa­
tres semanas. “ Estos médicos americanos... El 19 de octubre llegó de Nueva York ña, en el cabo de Cabezas de San Juan, un
— dice Juan Ramón— ; dos viajes a los Es­ un periodista sueco. Revuelo y aumento de paraíso de luz y mar, el paraje más bello
tados Unidos para nada...” Zenobia pasó a visitas, con noticias en la prensa, tergi­ de Puerto Rico y uno de los pocos donde no
la clínica de la avenida De Diego, y así em­ versadas, como es obvio. Le etiquetan de hay multitudes, o si será enterrado en su
pezó el tercer domicilio de Juan Ramón en huido de España y de adherido a la Repú­ Moguer, cerca de otras “ Cabezas de San
San Juan, una pequeña habitación con ape­ blica. Dirá Juan Ramón al ver el escrito: Juan” , por la punta española que mira a
nas espacio para dos camas, la de la enfer­ “ Yo no me adherí a nada. Yo no huí de América. En cualquier caso, acojamos to­
ma y aquella en la que Juan Ramón se Madrid. Me marché porque no estaba con­ dos con respeto este drama supremo de
tendía las horas de permanencia junto a forme con lo que se estaba haciendo por Juan Ramón desarrollado en unas horas.
su mujer, hasta que le retiraban para des­ unos y otros.” Juan Ramón no conocía, en Es un español, y nada más que eso; poeta,
cansar en' su casa. Llamó Zenobia a un agosto de 1936, a los “ otros” , pero sí a los cuanto se puede ser; puro, hasta donde lo
sobrino carnal del poeta, que llegó desde “ unos” , y los dejó. Es incómodo que sea pueda ser un viejo; ajene a este mundo,
Sevilla a finales de septiembre. así, pero es así. Ante este hecho sólo cabe cuanto puede serlo una persona sana y nor­
Juan Ramón, que ignoraba lo que es un lo que hacen nuestros enemigos : la oculta­ mal, y sin Zenobia, no se sabe cuánto va a
recibo de la luz o del gas, que probablemen­ ción y el tachar de “ exaltado” a quien se durar su vida.
te no ha llevado nunca dinero en el bolsi­ atreva a alegarlo. Otro hecho : los más que­
E. N. E.
llo, que seguramente ha olvidado lo que es ridos familiares de Juan Ramón estuvieron
el dinero, lo que es un casero ; que no firma en 1936 por España, y un sobrino muy que­ Mar Caribe, octubre 1956.

Corresponsales de venta de M V N D O H IS P A N IC O
A R G E N T IN A : José Pérez Calvet. Calle Rodríguez Peña, 1986, 1.» A. da, 12, D. Guatemala—Victoriano Gamarra. Centro de Suscripciones.
Buenos Aires.— B O L ÍV IA : Gisbert y Cía. Librería La Universitaria, 5.a Avenida Norte, núm. 20. Quezaltenango.—H O N D U R A S : Señorita
Casilla núm. 195. La Paz.—B R A S IL : Fernando Cbinaglia. Distribuido­ Ursula Hernández. Parroquia de San Pedro Apóstol. San Pedro de Sula.—
ra, S. A. Avenida Vargas, núm. 502, 19 andar. R io de Janeiro .— Señorita Hortensia Tijerino. Agencia Selecta. Apartado núm. 44. Tegu­
Consulado de España en Balda.—C O L O M B IA : Librería Hispania, Ca­ cigalpa.— Reverendo Padre José Garcia Villa. La Ceiba. — M E X IC O :
rrera 7.“, núms. 19-19. Bogotá.—Carlos Climent. Instituto del Libro. Eisa Mexicana, S. A. Justo Sierra, núm. 52. México, D. F. —N IC A R A ­
Calle 14, núms. 3-33. Cali. — Unión Comercial del Caribe. Apartado G U A : Ramiro Ramírez V. Agencia de Publicaciones. Managua.—Agustin
ordinario núm. 461. Barranquilla.—Pedro J . Duarte. Selecciones Mara- Tijerino. Cliinandega.— R E P U B LIC A DE P A N A M A : José Menéndez.
caibo, núms. 47-52. Medellín. —Abelardo Cárdenas López. Librería Fris. Agencia Internacional de Publicaciones. Plaza de Arango, núm. 3. Pa­
Calle 34, núms. 17-36-40-44. Santander. Bucaramanga.—COSTA R IC A : namá.—P A R A G U A Y : Carlos Henning. Librería Universal. Catorce de
Librería López. Avenida Central. San José de Costa Rica. — CUBA : Mayo, núm. 209. Asunción.—P E R U : José Muñoz R. Jirón Puno (Be-
Oscar A. Madiedo. Presidente Zayas, núm. 407. La Habana.—R E P U ­ jarano), núm. 264. Lima.— P U E R T O R IC O : Matías Photo Sliop. 200 For-
B LIC A D O M IN IC A N A : Instituto Americano del Libro. Escofet Herma­ taleza St. P. O. Box, núm. 1463. San Juan de Puerto Rico.— U R U G U A Y :
nos. Arzobispo Nouel, núm. 86. Ciudad T ru jillo .—C H IL E : Inés Mújica E. I. S. A. Uruguaya. Calle Obligado, 1314. Teléf. 41 22 21. Montevideo.—
de Pizarro. Casilla núm. 3916. Santiago de Cltile. —E C U A D O R : Selec. V E N E ZU E LA : Distribuidora Continental. Caracas.— Distribuidora Con­
ciones, Agencia de Publicaciones. Nueve de Octubre, núm. 103. Guaya­ tinental. Maracaibo.— A L E M A N IA : W . E. Saarbach. Ausland-Zeitungs-
quil. —Selecciones, Agencia de Publicaciones. Venezuela, núm. 589, y bandel Gereonstr, núms. 25-29. Kolhn, 1, Postfach. Alemania.—IR L A N ­
Sucre, esquina. Quito.—R E P U B L IC A DE EL S A L V A D O R : Librería D A : Dwyer’ s In.ernational Newsagency. 268, Harold’ s Cross Road.
Cultura Salvadoreña, S. A. Edificio Veiga. 2.a Avenida Sur y 6.a Calle Dublin. — B E L G IC A : Agence Messageries de la Presse. Rue du Persil,
Oriente (frente al Banco Hipotecario). San Salvador.— ESTADOS U N I­ numéros 14 à 22. Bruselas.— F R A N C IA : Librairie des Editions Espa­
D O S: Roig Spanish Books. 575, Sixth Avenue. New York II , N. Y.— gnoles. 72, rue de la Seine. Paris (6i!nle).—Librairie Mollat. 15, rue Vital
F IL IP IN A S : Andrés Muñoz Muñoz, 510-A. Tennesse. Manila.—R E P U ­ Caries. Bordeaux.—P O R T U G A L : Agencia Internacional de Livraria e
B LIC A D E G U A T E M A L A : Librería Internacional Ortodoxa. 7.a Aveni­ Publicaçoes. Rua San Nicolau, núm. 119. Lisboa.
La p a la b ra , la im agen, la letra...
(Viene de la pág. 8)

LIBROS ABIERTOS PICASSO Y EL C U B IS M O .— José


C a m ó n A z n a r . Espasa-Calpe.
OPORTUNIDADES
M ad rid , 1956 ; 734 páginas.

El eminente profesor y crítico Camón Aznar, catedrático de la Uni­


versidad de Madrid y director de la Fundación Lázaro Galdiano, ha
COMERCIALES
acometido en este libro una tarea que era necesaria y hasta urgente en M ic ro film Español, S. A . Hermanos SOCIEDAD C O M ER C IA L DEL N I ­
el campo del arte. Su profundo conocimiento de la historia de la pintura Bécquer, 7 . M adrid (España).— Repro­ TR A TO DE C H ILE . Avda. de Calvo
y de todos los caminos y laberintos por que la pintura del mundo ha duce toda clase de trabajos fo tog rá­ Sotelo, 23. M adrid (España).— Consúl­
pasado en los últimos decenios, ha servido para situar de una vez, de ficos en m icrofilm . Especialidad en tenos sobre condiciones de exportación
manera amplia y precisa, el fenómeno del cubismo y la personalidad toda clase de escritos. de productos españoles a Chile.
de su señero representante, el español Pablo Picasso. No se había hecho
hasta ahora un estudio donde la teoría se complementara con la histo­
ria, la creación con la valoración crítica. Todos los problemas que el
cubismo plantea, de orden cromático, dibujístico, espacial; su revolu­
ción y sus consecuencias, su anecdotario y la precisa cronología de sus
maestros y cultivadores, son expuestos por el profesor Camón Aznar M . A gu ilar. Serrano, 24. M adrid Estudio cie ntífico do belleza LADY
con una claridad y conocimiento excepcionales. En el libro se dedican (España).— Interesa ponerse en con­ C H IC . A v. de José A ntonio, 5 5 . M a ­
biografías especiales al pintor Juan Gris y a los escultores Pablo Gar- tacto con españoles residentes en Fi­ drid (España).— Le ofrece no un em ­
gallo y Julio González, y la totalidad del movimiento cubista es tratada lipinas interesados en el m ovim iento bellecim iento pasajero, sino el pro­
en sus generalidades, y después, cuadro a cuadro y bibliográfico español. ducido por la salud, obtenido cie n tí­
época a época, a través de la obra de Picasso, has­ ficam ente.
ta en sus modalidades de grabador, escultor y cera­
mista. Pft'A SS O : •
Serena y agudamente, el profesor Camón Aznar
ha tratado este interesantísimo y fundamental mo­ I I. ( t ¡BfnYlO ' Im portantes l a b o r a t o r i o s ceden
D. F. Vasconcellos. Fabricantes de
mento de la pintura, porque, como él mismo nos dice, instrum entos ópticos. A venida de In - fórm ulas para su explotación. Cosmé­
«el cubismo ha dejado de ser un tema polémico para dianápolis, 4 8 5 4 , Sao Paulo (Brasil).— ticos, jabones, lejías, colonias, brillan­
convertirse en tema histórico». Desea exportar instrum entos ópticos. tinas y productos fortalecedores del
El libro, editado magníficamente, es además un cabello. O fertas: doctor Pelleport. Calle
escogido portfolio de arte, con profusión de láminas A gu irre, 3. T e l. 26 27 82. M adrid (Es­
en negro y a todo color. paña).

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LA H O R A DE A S T U R IA S . — F . Laba■ sustanciales y actualísimos de la re­ oficial, pura sangre. A dolfo Cofiño.
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Ediciones Iberoam ericanas, S. A . Desea iniciar relaciones con firm as
laciones estrechas con su tierra natal,
M adrid, 1956 ; 246 páginas. filipinas interesadas en la importación
pueden in te rve n ir ta n to cordial como de m anufacturas de madera. ^
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Enrique S. Schoon. B. San M a rtín ,
N i la guía turística al uso, reno­ de esta nueva región que renace. número 5 2 2 . C. Correo, 2 7 6 . C O M O ­ •
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España cuchillería, cortaplumas, jo ye­ EXCLUSIVAS P A V O N . Calvo Sote­
el apasionado canto regional de quien tiene que desempeñar en el nuevo lo, 11. Orense (España). — Cincuenta
ría, bisutería.
hace un libro geográfico desde den­ orden español, están aquí estudiados años de experiencia. Garantías a sa­
de una manera detallada. La creación tisfacción. Se ofrece para adm nistrar
tro, sin preocuparse de la perspectiva
y vender bienes en España de resi­
precisa para darle ú til objetividad a de nuevos talleres y fábricas, los nue­
dentes extranjero, para colocar capita­
su labor. Esta obra tiene la ventaja vos e im portantísim os núcleos indus- Sabino Rodríguez G utiérrez. A ven i­
les, vigilarlos y mejorarlos. Referencias
da Juárez, 23 3. C. Juárez, Chih. (M é ­
de abordar el «caso» de una región triales' del país, la potente siderúrgica bancarias.
xico).— Desea contacto con fábricas
española desde sus problemas más de Avilés, la Universidad Laboral y exportadoras de contadores para agua,
fundam entales hasta su proyección y sus posibilidades de desarrollo c u ltu ­ *
gas y electricidad. Solicita muestras.
posibilidades de desarrollo cu ltu ra l, ral, e ke je social y económico Oviedo-
Correspondencia alemán por club
económico e histórico en la órbita na­ G ijón, el com plejo económico llam a­
IN T E R N A C IO N A L . Lübeck, Alem ania.
cional y aun más allá de ella. Porque do «ocho asturiano», los problemas Elsásser Str., 5. (Coupon réponse in­
el fenómeno asturiano lleva siempre de la mina, de la costa y del campo, D I S C O F I L I A . Revista de discos.
tern atio nal. Franco de porte.)
anejas preocupaciones americanas, y se han tratado en el libro de una Fernández de los Ríos, 2 4 , M adrid
desde estas páginas de «La hora de manera coordinada y llena de cono­ (España). — Interesa intercam bio con
Asturias» se llevan c o n o c i m i e n t o s cim iento y actualidad. profesionales y aficionados de todo el
mundo.
Interesa relacionarse con im portan­
tes firm as importadoras y exportado­
ras para representarlas en España y
NO SIEMPRE EL TIEMPO ES O R O . — (Soluciones de la página 7 2 .) ser representadas en las Repúblicas
Se vende colección m iniaturas de americanas. Diríjanse a IN D U STR IA S
Delgado M e n e s e s (s. X V I I X V I I I ) . HERGAR. San V icen te, 9 4 . Valencia
DAMERO HISPANOAMERICANO sase. Olecir (rícelo).— 9: Ares. Lar. Rada.
Para informes dirigirse a don José (España).
10: San. Pulas. Ras.— 11: Solidaridad.—
A : Lid.— B : Lis.— C : Era.-—D : Pase. Sarrais. Preciados, 4 , 5.° M adrid (Es­
12 : Socavones.— 13 : Sánanos.
E : Sise.— F : Yago.— G: Inter.— H : Ce- paña). •
rio.— I : Celas.— J : Penal.— K : Doblón.
L : Halles.— M : Lajeros.— N : Pañoles.— C R U C IG R A M A H IS P A N O A M E R IC A N O ( II )
O : Crucero.— P : Yamunda.— Q : Ictero- José de Pablo M u ño z. Abogado y
H O R IZ O N TA LE S .— 1 : L. A.— 2 : Tos.
des.— R : Patagònia. • agente de la Propiedad Inm obiliaria.
Era.— 3 : Tíber. Aviso.— 4 : Corea. Aci­
IM P O R T A N T IS IM O invento para la M o ntera, 34. M adrid (España).— Con­
CO NJUNTO do.— 5 : Sindicato.— 6 : Acalote.— 7 : Ora­
ganadería. Necesitamos agentes todas súltelo sobre com pra-venta de toda
te.— 8 : Bramase.— 9 : Alojósela.— 10 : Pro­
«L a estéril gran señora— desespera y Repúblicas americanas. Trust. A p a r­ clase de fincas. G arantiza una inver­
sa. Elisa.— 11: Hueco. Ajara.— 12: Ana.
odia su gentil talle— cuando pasa la pobre tado 6 .0 1 5 . Barcelona. sión segura y una renta m áxim a.
Oda.— 13 : A. O.
cocinera— con seis hijos y medio por la
calle.»
R ubén DARIO V E R T IC A LE S .— 1 : T. H.— 2 : Tic. Púa.
3 : Lobos. Arena.— 4 : Seria. Bloca.—
5 : Rencoroso.— 6 : Adaraja.— 7 : llamo.
CRUCIGRAMA HISPANOAMERICANO (I) 8: Acotase.— 9: Acátesela.— 10: Evite.
H O R IZ O N TA L E S .—-1: Sacabas.— 2 : Ca­ Elijo.— 11 : Arido. Asador— 12 : Asó. Ara.
laveras.— 3 : Relatásenos.— i : Sel (les). 13: O. A.
Seras. Los.— 5 : Ejes. Tos. Pica.— 6 : Cu­
rado. Eludan.— 7 : Agita. Alava.—8 : Na- Solución al jeroglífico 1
feri. Oraron.— 9 : Oder. Cal. Sino.— Las notas para insertar en esta sección deberán rem itirse d ire cta ­
10 : Sor. Poder. Des.— 11 : Solano. Ca­ P.— ¿Quién me podría hacer eso.
ras.—-12 : Serosidad.— 13 : Seseras.
mente a la A dm inistración de M V N D O H IS PA N IC O , Alcalá Ga-
R.— ENCARGASELO A JOSEFINA.
liano, 4 , M adrid. T a rifa : 5 pesetas por palabra. Tratándose de
V E R T IC A L E S .— 1 : Secanos.— 2 : Reju­ Solución al jeroglífico 2 suscriptores, bonificación del 25 por 100.
gados.— 3 : Celeríferos.— 4 : Sal. Sater
( retas). Les.— 5 : Alas. Dar. Pare.— 6 : Ca­ P.— ¿Qué hacía Luis?
teto. Iconos.— 7 : Avaro. Adose.— 8 : Be- R.— ESTABA CON N IC A S IO .
Publicid ad CLARIN

Tres tipos diferentes de trasatlánticos con espléndidas a c o m o ­


daciones de P rim era, S egu n d a y Tercera clase, p a ra d a r satis­
facción a todos los gustos y al a lcan ce de todas las econom ías.

Salid as de: Vigo, Lisboa y Las Palm as, p a ra Recife


(Pernambuco), Salvado r (Bahía), Río de Ja n eiro , San­
tos, Montevideo y Buenos A ires.

PROXIMAS SAL IDAS


VAPOR de Vigo de Lisboa de Las Palm as
ALCANTARA 10 de Diciembre 11 de Diciemb. 14 de Diciemb.
Highland Monarch 17 de Diciembre 18 de Diciemb. 20 de Diciemb.
Highland Brigade 5 de Enero ó de Enero 8 de Enero
Highland Chieftain 22 de Enero 23 de Enero 25 de Enero
ALCANTARA 31 de Enero 1 de Febrero 4 de Febrero
Highland Princess 12 de Febrero 1 3 de Febrero 15 de Febrero

* B u q u e e s t a b i l i z a d o - V i a j e sin m a r e o

Consulte a su A gencia de V iajes o a los


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COLECCION MVNDO HISPANICO
MUSEO DE LA FUNDACION LAZARO GALDIANO. MADRID.
«ADORACION DE LOS PASTORES». ANONIMO, SIGLO XVI

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