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Plan de Trabajo No. 3. Evolución de La Legislación Civil

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES


DERECHO CIVIL GENERAL Y PERSONAS
PLAN DE TRABAJO #3

Aura Mercedes Bejarano Romero (CC. 1001078166) y Nathalia Murillo Ocampo (CC.
1053863091)

Problemáticas para resolver.

1. Para integrar la teoría y la práctica, los estudiantes deben desarrollar por


escrito y determinar los efectos jurídicos de las siguientes situaciones. Es
necesario que fundamenten jurídicamente su respuesta los siguientes casos:

a. En el año de 1921 Pedro se casa con Ana quien es propietaria de varios


inmuebles y fincas. Pedro celebra contratos de arrendamiento y de
disposición de estos bienes y enajena productos de la finca, sin que exista un
poder especial o general otorgado por escritura pública.

En el Código Civil de 1887 el artículo 177 establecía que “La potestad


patrimonial es el conjunto de derechos que las leyes conceden al marido
sobre la personas y bienes de la mujer”, y en el artículo 180 rezaba lo
siguiente: “Por el hecho del matrimonio se contrae sociedad de bienes entre
los cónyuges y toma el marido la administración de los de la mujer”, y en el
artículo 182 se prohibía que la mujer enajenara sin la autorización del
marido (no al contrario). En ese sentido, por el sólo hecho de estar casados,
la mujer y sus bienes quedaban sometidos al arbitrio del esposo, de manera
que no era necesario que Pedro tuviera algún poder especial o general
otorgado por escritura pública para disponer y efectuar negocios jurídicos
sobre los bienes de su esposa Ana.

b. Los mismos hechos, pero referidos al año 1933 y 2021.

En 1932 empezó la tercera etapa del Código Civil (“de liberalización y


modernización, según Valencia y Ortiz, 2020, p. 79), y en ese contexto fue
dictada la ley 28 de 1932, la cual empezó a regir en enero de 1933. Esta ley
cambió dos elementos fundamentales con respecto al pasado: la mujer
casada se concibe como una persona con plena capacidad, de modo que Ana
ya no necesita de la representación legal de su marido; y ahora, tanto ella
como Pedro tienen la libre administración de los bienes de la sociedad
conyugal, es decir, ambos tienen capacidad negocial sobre dichos bienes (no
sólo el marido). Dado que esta ley sigue vigente, aplica para los hechos tanto
en 1933 como en 2021.

Ahora bien, desde 1974 empieza la cuarta etapa del Código Civil (“de
igualdad de las relaciones jurídicas familiares”, según Valencia y Ortiz,
2020, p. 83). Este desarrollo se refleja en el Decreto 2820 de 1974 en tanto
modifica el artículo 177 y el artículo 180 del Código Civil. En el primer
caso, el nuevo texto dice que “El marido y la mujer tienen conjuntamente la
dirección del hogar. Dicha dirección estará a cargo de uno de los cónyuges
cuando el otro no la pueda ejercer o falte (...)”, lo cual pone de presente que
ahora, tanto Ana como el Pedro están en igualdad de condiciones con
respecto a las decisiones de su hogar y sólo en casos específicos uno de los
dos puede asumir la dirección del hogar (aunque no se da prevalencia del
marido sobre la mujer ni viceversa). En el segundo caso, el nuevo texto dice:
“Por el hecho del matrimonio se contrae sociedad de bienes entre los
cónyuges”, eliminando la disposición sobre que el marido es quien toma la
administración de los bienes de la mujer. Así pues, lo dispuesto por este
Decreto aplica desde entonces y hasta el actual 2021 —además de la ley 28
de 1932—.

c. Estamos en 1957; Ana, abogada casada con Juan, también abogado; su


domicilio conyugal es Bogotá y tienen tres hijos que estudian en colegios
bilingües de la misma ciudad. Ana es asesora jurídica de una importante
empresa y su esposo “cansado de la selva de concreto” y del litigio ha
comprado una finca en Caquetá y decide trasladarse con su familia a ese
lugar para que disfruten de la naturaleza. Su esposa no quiere hacerlo.

Dentro del Código Civil colombiano original de 1887, se encuentran dos


artículos que regulan el hecho jurídico del domicilio al interior de un
matrimonio: los artículos 87 y 178 establecen respectivamente que “La
mujer casada sigue el domicilio del marido” y que “El marido tiene derecho
para obligar a su mujer a vivir con él y seguirle a dondequiera que traslade
su residencia.”. Para 1957 no había ninguna modificación o cambio en las
disposiciones jurídicas; por lo tanto, Ana como mujer casada estaba en la
obligación de seguir a su marido en el cambio de domicilio que él pretendía
efectuar.

d. Los mismos hechos pero en el 2021.

Desde la entrada en vigencia del Decreto 2820 en 1974, donde se deroga el


artículo 87 y modifica el artículo 178 para estipular que “salvo causa
justificada los cónyuges tienen la obligación de vivir juntos y cada uno de
ellos tiene derecho a ser recibido en la casa del otro”, Ana ya no está en la
obligación de seguir a Juan en su cambio de residencia, sino que puede
mantener su domicilio en Bogotá si así lo desease y tuviera razones
justificadas para hacerlo; esto sin necesidad de afectar sustancialmente los
efectos jurídicos del matrimonio.

e. Mauricio, bautizado en la iglesia católica desea casarse por lo civil con


Mercedes, también católica. Esto ocurre en el año de 1938.
En esa época, Mauricio y Mercedes sólo tenían dos opciones: casarse por el
rito católico así no quisieran, o apostatar de su religión para poderse casar
por el rito del Estado. Ello, debido a que según el Concordato de 1888, las
personas católicas sólo se podían casar por el rito católico, y de desear
efectuar el matrimonio por otro rito debían apostatar de la religión católica
(Ley 54 de 1924).

f. La misma situación, pero en 2021.

En 2021, Mauricio y Mercedes podrían libremente contraer matrimonio civil


sin necesidad de apostatar de su religión, pues la ley 20 de 1974 deroga el
antiguo Concordato y “establece que la legislación común matrimonial es la
consagrada en el Código Civil” (Valencia y Monsalve, 2020, p. 83), es decir
que los parámetros a seguir para contraer matrimonio se encuentran en la
legislación civil nacional y no en el Concordato de 1888. En este sentido,
Mauricio y Mercedes tampoco tienen que casarse por el rito católico para
que su matrimonio tenga efectos civiles.

g. Carlos se casa en el año de 1936 con Estela. Tiene dos hijos matrimoniales
con ella y uno extramatrimonial, que reconoció voluntariamente como su
hijo en el año de 1974. Carlos muere en 1979 y deja bienes inmuebles,
adquiridos después de casado por un valor de 200 millones de pesos; le
sobreviven su esposa y sus tres hijos. (Los bienes deben repartirse
aritméticamente).

El Código Civil de 1887 (vigente para 1979), en el artículo 1045 establece


que: “Los hijos legítimos excluyen a todos los otros herederos, excepto a los
hijos naturales cuando el finado haya dejado hijos legítimos y naturales; la
herencia se dividirá en cinco partes: cuatro para los hijos legítimos
exclusivamente, y una para todos los naturales (...)”; en consecuencia, a los
dos hijos de Carlos con Estela les corresponden ⅘ de los bienes (un total de
160 millones de pesos), y al hijo extramatrimonial de Juan le corresponde ⅕
(40 millones). Así pues, se puede decir que, si bien tanto los hijos
matrimoniales como los extramatrimoniales tienen derecho sobre la
herencia, los primeros tienen prelación sobre los segundos.

h. Los mismos hechos pero la muerte de Carlos ocurrió en 2021.

En 2021, los dos hijos matrimoniales como el hijo extramatrimonial tendrían


derecho a una porción igual de la herencia, ya que según la ley 1934 de 2018
“Los descendientes de grado más próximo excluyen a todos los otros
herederos y recibirán entre ellos iguales cuotas, sin perjuicio de la porción
conyugal” (Art. 1).

Cabe mencionar que el patrimonio de Carlos puede ser repartido de dos


formas diferentes: la primera se da en el caso que Estela al momento de la
muerte de su marido no tuviera los recursos necesarios o suficientes para su
subsistencia; si fuese así, ella podría reclamar la porción conyugal (¼)1, que
corresponde a una porción de la herencia igual a la que le corresponde a
cada uno de los hijos de Juan (¾ divididos para los tres hijos de Juan, es
decir, ¼ para cada uno); por consiguiente, tanto Estela como los tres hijos
reciben 50 millones de pesos. La segunda es aquella en la que Estela cuenta
con los recursos necesarios para su subsistencia y no tiene la necesidad de
porción conyugal, entonces la totalidad del patrimonio de Carlos se
repartiría entre sus tres hijos de forma igualitaria y sin distinciones entre
hijos matrimoniales y extramatrimoniales, de modo que a cada uno de los
tres hijos les corresponde 66’666.660 pesos.

i. Fernando y Diego son pareja y juntos adquieren, en 1995, un edificio por


$1.000.000.000. Diego fallece en 1999.

La ley 54 de 1990, vigente para el año de 1995, establece que la unión


marital de hecho da lugar a la sociedad patrimonial, y dicha unión sólo
puede existir entre un hombre y una mujer; por lo tanto, en el caso de Diego
y Fernando, al ser una pareja homosexual, no se constituye una unión
marital de hecho y, por ende, tampoco puede constituirse una sociedad
patrimonial. Por esta razón, Fernando no tiene derecho a pedir la
adjudicación de los bienes tras la disolución y liquidación del patrimonio de
Diego a causa de su muerte, ya que ésta sólo tiene cabida en las sociedades
patrimoniales.

j. Los mismos hechos, pero Diego fallece en 2021.

Teniendo en cuenta lo decidido por la Corte Constitucional en la sentencia


C-075 de 2007, la relación entre Fernando y Diego estaría bajo los mismos
regímenes de protección de los efectos patrimoniales de la unión marital de
hecho de los que gozan las parejas heterosexuales, ya que ésta resolvió
“Declarar la EXEQUIBILIDAD de la Ley 54 de 1990, tal como fue
modificada por la Ley 979 de 2005, en el entendido que el régimen de
protección en ella contenido se aplica también a las parejas homosexuales”.
En este sentido, Fernando puede solicitar la adjudicación de los bienes tras
la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial por causa de la muerte
de Diego.

k. En 2012, Sandra quiere constituir patrimonio de familia inembargable en


favor de Ángela, a quien desde muy pequeña cuidó (es su hija de crianza)
¿puede hacerlo?

1
Según el Ministerio de Justicia y del Derecho (s. f.). ¿Qué es la porción conyugal y que hago para
solicitarla?. Recuperado de:
https://www.legalapp.gov.co/temadejusticia/porcion_conyugal#:~:text=El%20monto%20de%20la%20porci%
C3%B3n,conyugal%20la%20leg%C3%ADtima%20rigurosa%20
La ley 70 de 1931 instituye el patrimonio de familia inembargable mediante
su artículo 1 que establece que: “Autorizase la constitución a favor de toda
familia, de un patrimonio especial, con la calidad de inembargable, y bajo la
denominación de patrimonio de familia”; adicionalmente, el artículo 4 de la
ley 495 de 1999 aclara que “El patrimonio de familia puede constituirse a
favor: a) de una familia compuesta por un hombre y una mujer mediante
matrimonio, o por compañero o compañera permanente y los hijos de estos y
aquellos menores de edad. b) de familia compuesta únicamente por un
hombre o mujer mediante matrimonio, o por compañero o compañera
permanente.”. Es decir, para que el patrimonio se considere de familia —y
por lo tanto adquiera la calidad de inembargable— debe constituirse a favor
de la pareja unida en matrimonio o unión marital de hecho y de los hijos
producto del matrimonio. Por ende, y a falta de regulaciones diferentes que
ampliaran el alcance del concepto de “patrimonio de familia” para el 2012,
Sandra no podría constituir un patrimonio de familia a favor de Ángela, ya
que ella no es una hija producto de su matrimonio sino su hija de crianza

l. Los mismos hechos, ocurridos en 2021.

Para el año 2021, se encuentra nueva jurisprudencia que modifica la


normatividad aplicable al caso: la Corte Constitucional, mediante la
sentencia C- 107 de 2017 declaró inexequibles los artículos 4 y 5 de la ley
70 de 1931, en los que se establecía en favor de quién se podía constituir el
patrimonio de familia, y en su decisión resuelve que “el patrimonio de
familia podrá constituirse a favor de los integrantes de la familia unipersonal
y de crianza, y a los integrantes de la familia extensa.”. Todo esto permite
afirmar que todos los colombianos podrán constituir un patrimonio de
familia inembargable en favor de cualquiera de los integrantes de la familia,
cualquiera que sea el tipo de familia del que hace parte; por lo tanto, Sandra
puede constituir en el 2021 un patrimonio de familia en beneficio de su hija
de crianza Ángela.

m. Micaela es una mujer en situación de discapacidad mental, y dueña de


varios inmuebles, cuyo valor estimado es de $2.000.000.000; en el año 1998
sus familiares quieren promover el proceso de interdicción. Se pregunta
¿Quién debe ejercer el cuidado personal de Micaela? ¿Quién debe
administrar el patrimonio de Micaela?

Primero, es necesario tener en cuenta que según el artículo 428 del Código
Civil de 1887 “Las tutelas y las curadurías o curatelas son cargos impuestos
a ciertas personas a favor de aquellos que no pueden dirigirse a sí mismos, o
administrar competentemente sus negocios, y que no se hallen bajo potestad
de padre o marido, que pueda darles la protección debida. Las personas que
ejercen estos cargos se llaman tutores o curadores, y generalmente
guardadores”. Bajo esta consideración, y dado que Micaela, al considerarse
como una persona en condición o situación de discapacidad mental,
requiere que uno de sus familiares sea designado oficialmente como su
curador, para que ejerza por ella la administración de sus bienes. Así mismo,
para el designio de el familiar más idóneo para ese cargo se debe seguir el
orden establecido en el artículo 550 del mismo Código Civil, este es: i)
cónyuge no divorciado; ii) descendientes legítimos; iii) ascendientes
legítimos; iv) padres (naturales no casados) o hijos naturales; v) colaterales
legítimos hasta el cuarto grado, o sus hermanos naturales.

n. El mismo caso pero los hechos ocurren en 2021.

En el 2021 Micaela no se considera como una persona con incapacidad


legal, ya que la ley 1996 de 2019 derogó algunos artículos de la ley 1306 de
2009 (la cual hacía referencia a la interdicción con personas en condición de
discapacidad mental), eliminando la incapacidad jurídica de ejercicio por
condición de discapacidad mental y otorgando a las personas en esta
condición la posibilidad de ejercer sus derechos plenamente, mediante
apoyos y ajustes razonables que les permitan manifestar su voluntad y
comprender las consecuencias de sus decisiones jurídicas. En este sentido,
Micaela es la titular de los actos jurídicos que involucren sus bienes, y aun
cuando use apoyos, la voluntad del titular prima sobre ellos, como lo dice el
artículo 4 (numeral 4) de la mencionada ley: “Los apoyos utilizados para
celebrar un acto jurídico deberán siempre responder a la voluntad y
preferencias de la persona titular del mismo. En los casos en los que, aun
después de haber agotado todos los ajustes razonables disponibles, no sea
posible establecer la voluntad y preferencias de la persona de forma
inequívoca, se usará el criterio de la mejor interpretación de la voluntad, el
cual se establecerá con base en la trayectoria de vida de la persona, previas
manifestaciones de la voluntad y preferencias en otros contextos,
información con la que cuentan personas de confianza, la consideración de
sus preferencias, gustos e historia conocida, nuevas tecnologías disponibles
en el tiempo, y cualquier otra consideración pertinente para el caso
concreto”. Se evidencia, entonces, un interés por reevaluar las supuestas
limitaciones que acarrea estar en condición de discapacidad mental, y por
respetar su autonomía y autodeterminación.

o. En 1975 Camilo, quien tiene 15 años, desea participar en la Asociación de


Estudiantes Aficionados al Fútbol Universitario, pero su padre le niega la
autorización para formar parte de dicha agremiación.

En este caso, Camilo debe respetar la decisión de su padre de no permitirle


hacer parte de la agremiación, toda vez que según el artículo 18 del Decreto
2820 de 1974 “Los hijos deben respeto y obediencia a sus padres”.

p. El mismo caso, pero los hechos ocurren en 2021.

Según la Convención sobre los Derechos del Niño (1989), los niños, niñas y
adolescentes son sujetos de derecho con autonomía progresiva de acuerdo
con sus etapas de desarrollo, lo cual les permite ser autónomos en sus actos
y decisiones conforme van evolucionando sus facultades. Además, en el
artículo 12 (numeral 1) de dicha Convención se establece que: “Los Estados
Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio
propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que
afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en
función de la edad y madurez del niño”. Dada esta nueva regulación y
teniendo en cuenta que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la
adolescencia es “el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se
produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19
años”2, Camilo, que tiene 15 años, ha adquirido progresivamente cierto
grado de autonomía para poder tomar decisiones como puede ser integrarse
a la Asociación de Estudiantes Aficionados al Fútbol Universitario, por lo
que ya no es Camilo el que tiene que obedecer ciegamente el designio de su
padre, sino que su padre debería respetar su decisión.

q. Julián cambió de sexo masculino a femenino en 1999. No se siente


identificado con la nueva identidad, y quiere un nuevo cambio en 2002.
¿Puede o no hacerlo?

Para empezar, es necesario tener en cuenta que el artículo 52 del Decreto


1260 de 1970 dicta que: “La inscripción del nacimiento se descompondrá en
dos secciones: una genérica y otra específica. En aquella se consignarán
solamente el nombre del inscrito, su sexo, el municipio y la fecha de su
nacimiento, la oficina donde se inscribió y los números del folio y general de
la oficina central”; es decir, el sexo hace parte de las llamadas
“inscripciones” del Registro Civil. Ahora bien, según el Decreto 999 de
1988 el sexo puede ser cambiado en el Registro Civil por una sola vez en la
vida y establece que: “Las inscripciones del estado civil, una vez
autorizadas, solamente podrán ser alteradas en virtud de decisión judicial en
firme, o por disposición de los interesados, en los casos, del modo y con las
formalidades establecidas en este Decreto” (Art. 89), de manera que para
cambiar el sexo, es necesario una orden judicial. Teniendo en cuenta que
Julián ya realizó un cambio de sexo en 1999, y la normativa vigente para
2002 no permite más de un cambio en el Registro Civil, Julián no puede
hacer el nuevo cambio deseado.

r. El mismo caso, pero el nuevo cambio quiere hacerlo en 2021.

Según el Decreto 1227 de 2015, los cambios de sexo en el Registro Civil son
posibles para las personas mayores de edad, mediante escritura pública y
teniendo en cuenta que “no podrá solicitar una corrección dentro de los diez
(10) años siguientes a la expedición de la Escritura Pública por parte del
2
Organización Mundial de la Salud. (s. f.). Salud de la madre, el recién nacido, del niño y del adolescente.
Recuperado de:
https://www.who.int/maternal_child_adolescent/topics/adolescence/dev/es/#:~:text=La%20OMS%20define%
20la%20adolescencia,10%20y%20los%2019%20a%C3%B1os
Notario. Solo podrá corregirse el componente sexo hasta en dos ocasiones”
(Artículo 2.2.6.12.4.6.). Es decir que para el 2021, 22 años después del
primer cambio, Julián podrá realizarse un último cambio de sexo.

s. Lilia y Marlén son pareja, y en 1999 quieren adoptar un niño. ¿pueden


hacerlo?

Lilia y Marlén no pueden adoptar debido a que según el artículo 90 del


Código del Menor (Decreto 2737 de 1989) la adopción conjunta sólo se
puede llevar a cabo por dos tipos de pareja: i) los cónyuges o ii) la pareja
heterosexual que lleve por lo menos tres años de unión marital de hecho.
Para el primer caso se debe tener en cuenta que dicha relación hace
referencia a las parejas casadas (con unión conyugal), de modo que Lilia y
Marlén no cabrían tampoco en dicha definición, toda vez que en 1999
tampoco había la posibilidad de contraer matrimonio por parte de las parejas
homosexuales.

t. Los mismos hechos pero ocurridos en 2021.

Mediante la sentencia C-683 de 2015, la Corte Constitucional plantea que


“no es constitucionalmente válido excluir de los procesos de adopción a las
parejas del mismo sexo que conforman una familia”. Por lo tanto y gracias a
la inclusión que brinda la nueva jurisprudencia, para el 2021 Lilia y Marlen
pueden participar en procesos de adopción tal y como lo hacen las parejas
heterosexuales, siempre y cuando cumplan con “los requisitos establecidos
en el ordenamiento jurídico y la idoneidad de la familia adoptante, de tal
forma que esta brinde la estabilidad socioeconómica y un ambiente de
respeto [sic], amor y bienestar para el menor” (Corte Constitucional, C-683
de 2015).

u. En 1993, Carlos está aquejado por una grave e incurable enfermedad, y


quiere manifestar su voluntad de morir dignamente. ¿puede hacerlo?

Si bien Carlos puede manifestar su voluntad, debe de tener en cuenta que


según el Decreto - Ley 100 de 1980 (Código Penal), “El que matare a otro
por piedad, para poner fin a intensos sufrimientos provenientes de lesión
corporal o enfermedad grave e incurable, incurrirá en prisión de seis meses a
tres años” (Art. 326). Por lo tanto, Carlos no tiene el derecho a morir
dignamente, puesto que la legislación vigente para 1993 sanciona con cárcel
a quien cometa el delito de asistirlo en su deseo de morir de esa manera.

v. Los mismos hechos, pero ocurridos en 2021.

En el 2021, Carlos tiene el derecho a morir dignamente, ya que en la


sentencia T-970 de 2014 la Corte Constitucional planteó que se trata de un
derecho fundamental que relaciona la dignidad humana con la autonomía
individual; además, en la resolución 1216 de 2015 se regula este derecho
para las personas mayores de edad y plenamente capaces y, según Valencia y
Ortiz (2020), esa resolución dicta “los derroteros de la organización y
funcionamiento de los comités para hacer efectivo este derecho” (p. 137).

w. Eloísa tiene muerte cerebral. ¿Cómo se dispone sobre sus órganos en el año
2007?

De acuerdo con la ley 73 de 1988 “Sólo se podrá proceder a la utilización de


los órganos, componentes anatómicos y líquidos orgánicos a que se refiere
este artículo, cuando exista consentimiento del donante, del receptor, de los
deudos, abandono del cadáver o presunción legal de donación”. Además, el
Decreto 2493 de 2004 en su artículo 19 ratifica el concepto de “presunción
legal de donación” que se enuncia en la ley anterior, pues establece que: “la
donación se presume cuando una persona durante su vida se haya abstenido
de ejercer el derecho que tiene a oponerse a que de su cuerpo se extraigan
componentes anatómicos después de su fallecimiento y si dentro de las seis
(6) horas siguientes a la ocurrencia de la muerte encefálica o antes de la
iniciación de una necropsia, sus deudos no acreditan su condición de tales ni
expresan su oposición en el mismo sentido.”. Con base en esta legislación,
vigente para el 2007, se pueden disponer de los órganos de Eloísa si y sólo si
ella hubiese expresado su voluntad para ello o si nunca hubiese expresado su
oposición para disponer de sus órganos después de su fallecimiento, ya que
en este último caso se aplicaría la presunción legal de donación.

x. El mismo caso, pero la disposición sobre los órganos de Eloísa se hace en


2021.

La ley 1805 de 2016 establece que: “Se presume que se es donante cuando
una persona durante su vida se ha abstenido de ejercer el derecho que tiene a
oponerse a que de su cuerpo se extraigan órganos, tejidos o componentes
anatómicos después de su fallecimiento” (Art. 3). La manifestación de
oposición a la presunción legal de donación debe hacerse “mediante un
documento escrito que deberá autenticarse ante Notario Público y radicarse
ante el Instituto Nacional de Salud (INS). También podrá oponerse al
momento de la afiliación a la Empresa Promotora de Salud (EPS), la cual
estará obligada a informar al Instituto Nacional de Salud (INS)” (Ley 1805
de 2016, Art. 4). En consecuencia, y al igual que en el 2007, si Eloísa
cuando estaba viva no expresó su oposición a ser donante de órganos, el INS
puede disponer de ellos tras su muerte.

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