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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA RELACIONES INTERIORES,
JUSTICIA Y PAZ
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
CENTRO DE FORMACIÓN TÁCHIRA

LA MISIÓN PEDAGÓGICA DE LAS INSTITUCIONES FORMADORAS DEL


PERSONAL POLICIAL

Autor: Favio Rolon


C.I. Nº V- 9245770
Febrero 2020
RESUMEN
LA MISIÓN PEDAGÓGICA DE LAS INSTITUCIONES FORMADORAS DEL
PERSONAL POLICIAL
Las instituciones educativas formadoras de personal policial, deben desarrollar
una verdadera misión pedagógica, que permite ofrecer a la sociedad, un personal
formado de manera integral para poder hacer que su ejercicio se dirija hacia la
seguridad, protección, prevención, protección y cuidado de la ciudadanía. Bajo tal
perspectiva, se presenta este estudio de carácter documental con el objetivo de
analizar la misión pedagógica de las instituciones formadoras del personal de
policía; en este sentido, se considera que a estas instituciones formadoras
educativa no solo las correspondientes a los cursos de pregrado, sino que por
extensión, se abarca a los estudios de postrado, pues se aprecia que éstos deben
cambiar e innovar para que no solo sean centros de capacitación en cuanto al
hacer, sino que desarrollen una verdadera acción pedagógica, que permita
abarcar lo referente al ser, al saber y al hacer. En las conclusiones se destaca la
misión pedagógica de estas instituciones, debe formar competencias ciudadanas,
desarrollar competencias instrumentales, interpersonales y sistémicas, desarrollar
en los participantes la inteligencia emocional, para garantizar un óptimo ejercicio
profesional del agente de policìa

Descriptores: instituciones formadoras, misión pedagógica, agente policial,


competencias ciudadanas, inteligencia emocional.

INTRODUCCIÓN
En estos tiempos de mundo globalizado, es imperativo para la institución que
forma a los agentes policiales del país, revisar su papel dentro de la sociedad, por
cuanto, en la actualidad, se producen velocidad vertiginosa, una serie de cambios
históricos manifestados en lo político, social, económico, histórico, cultural,
científico y tecnológico. Situación que coloca en discusión, una vez más, a la
misión pedagógica de la institución que tiene en sus manos la formación integral
de personas que tienen desde el campo policial, la seguridad ciudadana. Por
tanto, se exige que de acuerdo con lo planteado por los nuevos paradigmas y
epistemes, esta institución amerite de innovadores fundamentos pedagógicos.
De tal manera. los investigadores de esta temática se han preocupado por
optimizar esa tarea, al tomar en cuenta la respuesta que las escuelas de
formación de policías, ofrecen a la dinámica del actual momento histórico; en
especial, se advierte el requerimiento de una institución de nuevas ofertas
renovadoras en su tarea educativa y evitar las reiterativas críticas a su afecto al
pasado.
Es indudable que el mundo contemporáneo está caracterizado por la profusión
de acontecimientos, de signo preocupante condicionándolo, ello aunado a una
sociedad globalizada inmersa en una complejidad apreciada por Morín (1990)
como “…una palabra problema y no una palabra solución” (p. 22); el pensamiento,
en opinión del autor está sometido a una constante entre lo aspirado para un
conocimiento integral y el reconocer de lo no acabado y no completo. Por eso,
“Complejidad implica incertidumbre y desorden, pues no es una simple idea” (p.
44), igualmente, sostiene que lo global es más que el contexto, es el conjunto que
contiene partes diversas ligadas de manera retroactiva u organizacional. Por ello,
todo en la actualidad está interconectado y factible de cambio y de
transformaciones; no hay verdades permanentes.
En los tiempos actuales existe una gran maraña de situaciones, caracterizadas
por la conflictividad delictiva que se vive, por eso, los órganos policiales se
estiman como uno de los elementos imprescindibles para garantizar estabilidad y
protección a la población venezolana, es por ello, que la importancia radica en la
atención oportuna y objetiva que le pueda brindar a todo ciudadano o ciudadana
que la requiera, con una visión y misión clara con justicia acerca de la
implementación de técnicas o estrategias con las cuales se garantice la calidad de
vida de las personas, por ende, el bienestar colectivo.
Dentro de este panorama, la alternativa de la seguridad ciudadana
constituye un asunto de interés común para sus ciudadanos, comunidades e
instituciones en general, que necesita de soluciones reciprocas. Por tanto, debe
ser precisamente la comunidad quien coopere de forma importante y directa en la
implementación de las propuestas y se convierta en el principal colaborador y
controlador del desempeño de los cuerpos de policías.
Sin embargo, entre los resultados arrojados para el año 2009 por la Comisión
Nacional para la Reforma Policial (CONAREPOL), la falta de parámetros,
regulación, supervisión, capacitación del personal y transformación del modelo
policial, fueron las debilidades que resaltaban, por lo que se han propuesto un
modelo nuevo humanizado donde se establece estándares a nivel nacional, en
todos sus ámbitos como estructura, jerarquía, sueldo, dotación, unificando todos
los criterios para la actuación policial, desarrollando fundamentalmente un método
de regulación del uso de la fuerza.
Hay que señalar que Venezuela es un país tradicionalmente ha buscado la
paz y la armonía entre sus habitantes, por eso, es importante dejar atrás
situaciones de conflicto social que ineludiblemente repercuten en todas las
instancias de la sociedad, siendo la seguridad ciudadana una de las afectadas
porque se deja sentir en el diario vivir de la persona, de ahí la necesidad de contar
con cuerpos de seguridad debidamente formados, para que puedan ejercer una
acción preventiva dirigida al fomento de una cultura de paz y armonía, que
redunde en el bienestar social de las personas que se atienden, en pro de
desarrollar valores y competencias ciudadanas que los capaciten para la vida en
sociedad. Es la paz, entonces, en todas las instancias de la sociedad, un anhelo
justo de todos.
En razón de lo anterior hay que plantearse ¿Es posible que las instituciones
formadoras del personal policial cumplan una misión pedagógica que permita
contar con policías formados integralmente? Esta gran interrogante genera en el
investigador la inquietud y la reflexión sobre la posibilidad de lograr que estas
instituciones desarrollen una pedagogía innovadora, creativa, que tome en cuenta
al funcionario policial, como persona, con una visión humanística, que tal como lo
señala Rogers (2000), digna de respeto y de confianza en sus posibilidades de
crecimiento y desarrollo como persona, lo que es posible en cualquier edad.
Entre tanto, la función policial se caracteriza por ser eminentemente preventiva
aunque, también debe realizar funciones y labores restrictivas, debiendo enmarcar
su actuar estrictamente dentro de los que la Ley le faculta, estando siempre al
servicio público y al de todos los ciudadanos y cada uno de los habitantes de un
país, sin distinción de ninguna especie, procurando siempre propugnar medidas
para mantener el clima de normalidad y tranquilidad que la ciudadanía requiere,
para su normal funcionamiento.
Por lo antes señalado, se plantea como objetivo de este escrito, analizar la
misión pedagógica de las instituciones formadoras del personal de policía, pues
es necesario reflexionar y llegar a la comprensión de la enorme responsabilidad
que tienen estas instituciones educativas, en la formación de los agentes
garantes de la seguridad ciudadana, los cuales deben poseer competencias
ciudadanas que les permitan despertar en las personas sentimientos de
confianza, de actuación con apego a la ley, de convivencia, competencias que en
opinión de Chaux (2008) están conformadas por “Los conocimientos y las
habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas que hacen posible que las
personas participen en la construcción de una sociedad democrática, pacífica e
incluyente” (p. 2). Por lo que, los agentes policiales deben aprender a manejar en
forma pacífica y constructiva los conflictos que se presentan en la cotidianidad de
las personas, para poder aplicar estos comportamientos en su vida personal,
familiar y comunitaria, porque eso le va a permitir actuar con sentido justoy
honesto.

Formación Ciudadana del Agente Policial


Los procesos tanto de aprender como de enseñar no se mantienen fijos; ello
requiere desarrollar en la persona habilidades que lo formen como ciudadano que
es parte de una sociedad cambiante. Asimismo, se requiere que el alumno, antes
que una persona llena de conocimiento, sea un ser humano integral socialmente.
Esto resalta cuando se forma a los agentes policiales, quienes tienen a su cargo la
protección y vigilancia de la ciudadanía.
Ahora bien,la formación del ser humano depende de las actitudes y valores
que posea, las cuales repercuten en el desarrollo personal y social del individuo;
es importante, por tanto, reconocer que un sujeto, como el policía, formado desde
la dimensión humana, se desarrollará en el transcurso de su vida con esquemas
de valores coherentes, propositivos y autónomos y así actuará en su misión de
seguridad y protección a los demás.
Por ello, en la formación del ser humano juega también, como lo señala Chaux
(2008) un papel clave a la hora de pretender incentivar la formación en
competencias ciudadanas en los estudiantes de las escuelas de formación de
policías, cuya actuación personal y social deja huella en las demás personas, de
ahí que haya la necesidad de la incorporación de los valores en la formación del
ser humano en los planes y programas de estudio.
En esa visión, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2015), reafirma una visión humanista de la
educación en los siguientes términos:
La educación no puede resolver por sí sola todos los problemas del
desarrollo, pero una visión humanista y holística de la educación puede
y debe contribuir a lograr un nuevo modelo de desarrollo. En ese
modelo, el crecimiento económico ha de estar regido por el respeto al
medio ambiente y la preocupación por la paz, la inclusión y la justicia
social. Los principios éticos y morales de una visión humanista del
desarrollo se oponen a la violencia, la intolerancia, la discriminación y la
exclusión. (p. 10)

De acuerdo con lo enunciado por la UNESCO (2015), esos planteamientos


deben ser tomados en cuenta cuando de la formación de los policías se trata,
pues la formación humana se relaciona con el desarrollo de actitudes y valores
que impactan en el crecimiento personal y social del individuo, valores que le van
a permitir vivir en paz, armonía, mantener los recursos materiales e inmateriales y
ajustarse a la vida social. Entonces, una persona que debe cuidar, proteger,
prevenir y mantener la seguridad social, debe ser formado desde la dimensión
humana, para que actúe con esquemas valorables, coherentes, propositivos y
propios. Es, además, un ser que reconoce su papel en la sociedad, en la
institución para la que trabaja y en la familia; un ser que quiere su propio cuerpo,
sus espacios concretos de acción, ama y respeta la Naturaleza y comprende la
diversidad cultural en la que está inmerso; es en consecuencia, un sujeto en
crecimiento.
En tal sentido, las escuelas de formación de los agentes policiales, como la
Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) , tiene como misión
pedagógica, la formación de estas personas, con un enfoque de formación
humana, pues deberá desarrollar, equilibrada y armónicamente diversas
dimensiones del sujeto que lo lleven a formarse en lo intelectual, lo humano, lo
social y lo profesional. Es decir, fomentará en el sujeto el desarrollo de procesos
informativos y formativos. Informativos dentro de marcos culturales, académicos y
disciplinarios; formativos, referidos al desarrollo de competencias y a la integración
de valores expresados en actitudes.
La Formación en un Enfoque de Competencias
Las competencias, de acuerdo conTobón (2013) se ubican en un enfoque
socioformativo, las conceptúa como: “Una dimensión más de la persona humana,
la cual se considera en su integralidad y devenir filogenético y ontogenético,
articulando la dimensión biológica con la dimensión psicológica, sociológica y
espiritual” (p. 45); es así como este autor, explica que las competencias no solo se
refieren al hacer, a lo operativo, pues van más allá, pues abarcan conocimiento y
afectividad, las visualiza de manera global e integradora.
Sobre esto explica Contreras (2012) la formación de la persona no solo va
en la dirección de lograr que aprenda, sino que al lado de ello está su desarrolle
de acuerdo con sus características individuales, sus necesidades, intereses,
tomando en cuenta entorno sociocultural donde transcurre su ciclo vital, lo que hay
que tomar en cuenta cuando se trata de personas que deben proteger, cuidar y
dar seguridad y estabilidad a la población. En este sentido, debe haber una
práctica pedagógica con condiciones para que se construyan aprendizajes, en la
que quien se forma refleje su mundo,se apropie del saber, porque éste surge de la
relación individuo – medio, en la que el sujeto aporta todo su pensamiento y
razonamiento.
Por lo que la formación del agente policial, desde el punto de vista
pedagógico, debe ser integral, para Coll (2008) “Las competencias son un
referente para la acción educativa y nos informan sobre lo que debemos ayudar al
alumnado a construir, a adquirir y desarrollar” (p. 38). Por tanto, es necesario
poseer la capacidad necesaria para poder apoyar al sujeto en su aprendizaje.
Por tanto, de acuerdo con Tobón (2013), las competencias se aprecian
desde lo socioformador, por lo que se deben contemplar a la luz de la formación
humana y el pensamiento complejo, pues Morín (1990) aclara que no hay
verdades definitivas; en ello están los retos personales, sociales y económicos.
Asimismo, Tobón (2013) ubica la formación de competencias dentro de un
proceso complejo, en el que interviene el proyecto ético de vida y la
transdisciplinariedad. También se integran en el análisis de las competencias, las
que corresponden al plano personal, social, laboral, ambiental, familiar y
educativo, en atención al proyecto educativo determinado. Es decir, hay que tomar
en cuenta el saber ser, el saber conocer y saber hacer.
Otros autores que se refieren a las competencias son Villa y Poblete (2007),
quienes aseguran que la sociedad requiere que los profesionales posean nuevas
competencias, lo que genera: “un doble posicionamiento: formar sobre esas
competencias en el ámbito profesional o desarrollarlas en el ámbito académico
previo al laboral” (p. 23). Por lo que las escuelas formadoras de los agentes
policiales, como lo es la UNES han comprendido la necesidad de rediseñar sus
carreras y actualmente ofrecen formación a los más altos niveles, como son las
maestrías y doctorados que actualmente desarrollan, en la cuales han ajustado los
perfiles académicos y profesionales, en los que incluyen las competencias, que en
este caso se trata de las necesarias en el policía que debe actuar en los diversos
escenarios nacionales, regionales y locales del país.
Para Villa Y Poblete (2007), las competencias están referidas a : “El buen
desempeño en contextos diversos y auténticos basado en la integración y
activación de conocimientos, normas, técnicas, procedimientos, habilidades y
destrezas, actitudes y valores” (pp. 23/24). Es decir, una competencia abarca tanto
el hacer, como el conocimiento para hacerlo y la disposición que se tenga para
ello, lo que es imprescindible en el agente policial, quien debe, en primer lugar,
lograr sus metas,como persona de seguridad ciudadana, lo que redunda en la
efectividad del servicio policial y, en segundo término, requiere que no haya
arbitrariedad o negligencia de supervisión para poder ejercer debidamente los
deberes u obligaciones individuales, lo que puede generar espontáneamente en la
colectividad un incremento de las denuncias por abusos policiales que se
cometan.
Es importante señalar que las competencias laborales, son clasificadas por
Villa y Poblete (2007) en tres grandes categorías: instrumentales, interpersonales
y sistémicas. Las describen, como a continuación se señala:

Competencias Instrumentales: comprendentanto lo procedimentaly lo


intelectual según Villa y Poblete (2007) “Son aquellas que tienen una función de
medios” (p. 24),en ellas se combinan habilidades de tipo manual y capacidades
del área cognitiva, lo que facilita la competencia profesional. En estas
competencias están las destrezas que se poseen para “…manipular ideas y el
entorno en el que se desenvuelve las personas” (p. 24), tales como las destrezas
de tipo físico, las habilidades artesanales y las lingüísticas; así como la
comprensión cognitiva y los logros académicos. Es decir se vinculan lo
procedimental con lo intelectual y actitudinal. Esto es importante en el agente
policial, porque no solo basta con que sepa usar sus implementos profesionales,
sino saberlos usar, poderlos manipular con conciencia y destrezas y también tener
control emocional, que como señala Goleman (2002) es importante porque de la
inteligencia dependen las relaciones interpersonales, el liderazgo, la toma de
decisiones y hasta las habilidades para la competencia comunicativa efectiva;
elementos que inciden en el desempeño de todo individuo, más aún cuando se
trata de los que ejercen como agentes policiales.
Competencias Interpersonales: Se refieren a las habilidades personales y
relacionales. Para Villa y Poblete (2007) se trata de habilidades que se relacionan
con “La capacidad, habilidad o destreza en expresar los propios sentimientos y
emociones del modo más adecuado y aceptando los sentimientos de los demás,
posibilitando la colaboración en objetivos comunes” (p. 24). En sus expresiones,
estos autores resaltan el plano afectivo, señalan la habilidad para la actuación
generosa y la comprensión de los otros, lo que corresponde, con lo que se ha
venido insistiendo, en cuanto al enfoque humanístico de la educación, y con el ser,
todo lo cual está dentro de la inteligencia emociona, que Goleman (2002) afirma
que puede ser desarrollada en toda persona.
Para Villa y Poblete (2007) es requisito que la persona previamente se
conozca a sí mismo, son de opinión que “Estas destrezas implican capacidades de
objetivación, identificación e información de sentimientos y emociones propias y
ajenas, que favorecen procesos de cooperación e interacción social” (p. 24) lo
que, a juicio del investigador, está dentro del control emocional, postulado por
Goleman (2002)

Competencias Sistémicas: Estas competencias para Villa y Poblete (2007)


se refieren alas destrezas y habilidades que están en la totalidad de un sistema.
“Requieren una combinación de imaginación, sensibilidad y habilidad que permite
ver cómo se relacionan y conjugan las partes en un todo” (p.24). En ellas colocan
la habilidad para prever cambios que impliquen mejoramiento en los sistemas
visualizados de manera global; así como para elaborar nuevos sistemas. Estas
competencias necesitan de la adquisición previa de las anteriores descritas y de
conocimiento, por lo que están en concordancia con el saber conocer.
De tal manera, los autores señalados, expresan que el aprendizaje por
competencias requiere que se determinen aquellas que son necesarias para el
mundo actual, por lo que no pueden ser solamente determinadas por las
instituciones universitarias, por cuanto es precisa tanto la consulta, como la
participación de las organizaciones laborales y profesionales.
Como resultado de lo anterior, el aprendizaje basado en competencias,
como visualizado en el desarrollo de competencias instrumentales, personales y
sistémicas, se refiere a saberes generales que son necesarios para construir
conocimientos,, habilidades, destrezas y fortalecer el ser; sin embargo, hay
requerimientos de competencias específicas que tienen que ver con los propios de
cada profesión, las cuales tiene como objetivo la capacitación del profesional
desde el punto de vista científico y técnico, para que desarrolle la capacidad de
aplicarlos “…en contextos diversos y complejos, integrándolos con sus propias
actitudes y valores en un modo propio de actuar personal y profesionalmente” (p.
30). Como puede observarse, hay la necesidad de desarrollar en la persona y en
ella están incluidos los agentes policiales, tanto las competencias genéricas como
específicas, que lo capaciten para participar activamente en la sociedad, a partir
del desarrollo personal.

Una formación que apunte hacia el desarrollo de la inteligencia


emocional
La inteligencia emocional es un enfoque teórico presentado por Goleman
(2002), quien sostiene que ella constituye el centro en torno al cual giran los
sentimientos, el carácter y da pie a una adecuada posición ética ante la vida,
especialmente en cuanto al dominio de sí mismo y la compasión. Aspectos que
deben estar presentes en toda persona que como servidor público tiene la enorme
responsabilidad de proteger vidas, de vigilar por el bienestar, de prevenir
situaciones no deseadas, en fin, deben estar en el agente policial.
En tal sentido, la inteligencia emocional, de acuerdo con lo que señala Goleman
(2002) se refiere al control de las emociones, el autoconocimiento, automotivación
empatía, relaciones interpersonales, entre otros aspectos que permiten a la
persona desenvolverse en su vida diaria; es, según Fernández y Extremera (2009)
la habilidad de las personas para “atender y percibir los sentimientos de forma
apropiada y precisa, la capacidad para asimilarlos y comprenderlos de manera
adecuada y la destreza para regular y modificar nuestro estado de ánimo o el de
los demás” (p. 22).
De tal manera, la institución educativa que forma al policía, debe enseñarle a
controlar sus emociones para que pueda desenvolverse en todos los contextos
donde debe interactuar, para Shapiro (2007) todas las personas pueden
beneficiarse que todos los niños pueden beneficiarse con el aprendizaje de las
capacidades de la inteligenciaemocional; lo que es muy importante en la época
actual, en la que los diferentes problemas de la vida hacen que las personas se
tornen irritables y se enojen con facilidad, lo cual transmiten a los demás cuando
interactúan con ellos. Por eso, el autor alerta sobre la necesidad de enseñarel
control de las emociones. Explica, que el beneficio de aprender a regular las
emociones lo pueden disfrutar todos los sujetos, no solamente los que están en
situaciones de alta presión emocional, como sería el caso de los agentes
policiales, o de los que pasan por momentos de tristezas, angustias o limitaciones
afectivas, sino que aprender a controlar emociones es importante para todas las
personas de cualquier edad y en diferentes etapas o momentos de su vida.
Otros autores que también se han ocupado del desarrollo de la inteligencia
emocional, son Vivas, Gallego y González (2007) quienes sostienen que las
emociones se pueden educar, por lo que proponen la práctica de actividades, en
las que incluyen recomendaciones con ejercicios para el desarrollode las
habilidades de la inteligencia emocional, como son las de respiración,relajación,
visualización, meditación, entre otras que pueden ser practicadas para ayudar a
desarrollar su inteligencia emocional y con ello regular su emocionalidad en
diferentes situaciones de la vida diaria, como serían las que tienen que
experimentar los cuerpos de seguridad en la cotidianidad de su trabajo.
Sobre la inteligencia emocional Mayer y Salovey (citados en Fernández y
Extremera (2009) señalan que es:
La habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud,
la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el
pensamiento; la habilidad para comprender emociones y el
conocimiento emocional y la habilidad para regular las emociones
promoviendo un crecimiento emocional e intelectual (p. 1).

En la definición de estos autores se resalta que no solo la inteligencia


emocional permite el control emocional sino también comprender la emoción de
otros, lo que es necesario en el policía, que tiene que diariamente debe
relacionarse con distintas personas, con situaciones diferentes y reacciones
personales específicas que debe comprender, canalizar y resolver de inmediato
en el mismo escenario que se producen.
Por tales razones, autores como Extremera, Fernández, Mestre y Guil (2004),
se han creado medidas e instrumentos de evaluación para valorar elnivel de
inteligencia emocional de las personas, porque consideran que es necesario medir
de una manera fiable la capacidad de percepción, comprensión y regulación
emocional. Es decir, tienen una posición que señala que la inteligencia emocional,
es factible de evaluar.
Otro autor que hace referencia a la inteligencia emocional es Cuadrado
(1998), considera que el intercambio entre educadores y educados se da en un
contexto emocional que facilita o dificulta la actitud y capacidad emocional de la
persona. Por eso explican que los sujetos autoritarios, que gritan y descalifican a
los demás e ignoran sus sentimientos, o que no establecen, poseen una
inteligencia emocional poco desarrollada y esto puede repercutir en sus
interacciones.
Todo lo anterior, da importancia a la inteligencia emocional, en cuanto al
concepto elaborado por Goleman (2002) en el que marca el papel resaltante que
ejercen las emociones dentro del funcionamiento psicológico de una persona
cuando se ve enfrentada a momentos difíciles y tareas importantes, como son los
peligros, las pérdidas dolorosas, la persistencia hacia una meta a pesar de los
fracasos, el enfrentar riesgos, los conflictos con un compañero en el trabajo, que
son situaciones que están en el trabajo diario de los policías.
El autor antes citado ha estudiado intensamente la inteligencia emocional y
considera que cuando se pasa por los mayores cambios, es cuando más se
necesita de la inteligencia emocional; por ello, el agente policial, debe tener dentro
de sus competencias, la habilidad emocional que debe desarrollar a través del
autocontrol emocional, autoconocimiento, automotivación, buenas relaciones
interpersonales, para poder a su vez, desarrollar estas competencias en los
estudiantes.
No obstante, a pesar de la importancia que debe tener el control de las
emociones, en opinión de Chávez (2010), muchas personas inteligentes, fracasan
en la vida porque son incapaces de resolver sus problemas inmediatos de
supervivencia, porque sii estas personas hubieran sabido controlar sus estados
emocionales, hubieran podido resolverlos. Por ello, en la cotidianidad de la vida
hay personas que ante situaciones intrascendentes, reaccionan de manera
violentan se irritan, no saben cómo actuar y se llenan de angustias innecesarias; lo
que, en opinión del investigador, puede ser porque no han aprendido a controlar
sus emociones.
En definitiva, se tiene que la inteligencia emocional ha sido estudiada por
varios autores, dentro de los que se destaca como creador del enfoque a
Goleman (2002) quien explica que es desarrollable y que toda persona puede
sentir, entender, controlar y modificar estados anímicos propios y ajenos, lo que
corresponde a las habilidades que indican sus potencialidades de éxito o fracaso
en el entorno; este autor asevera, que la inteligencia emocional brinda la
oportunidad de reunirse con otras personas que le den experiencias que permitan
consolidar conocimientos y elegir entre las diversas opciones que se le presenten,
aquellas que satisfagan sus necesidades y expectativas. Por tanto, la inteligencia
emocional constituye el centro en torno al cual giran los sentimientos, el carácter y
es basamento para una adecuada posición ética ante la vida, especialmente en
cuanto al dominio de sí mismo y la compasión, que son habilidades que debe
tener todo servidor social. En ella se destaca el autoconocimiento, la
automotivación, el autocontrol y las relaciones interpersonales también llamadas
habilidades sociales.
Autores como Vivas, Gallego y González (2007) definen la inteligencia
emocional de la siguiente manera:
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de identificar,
comprender y manejar lasemociones en uno mismo y en los demás. La
inteligencia emocional es la base de la competenciaemocional,
entendida como una capacidad adquirida que puede desarrollarse a
través delmodelamiento y la educación (p. 12)

La definición antes expuesta,señala que la inteligencia es educable, por


cuanto como capacidad se adquiere y se puede desarrollar si se desarrollan
estrategias y experiencias conducentes a su práctica. Por su parte, Fernández y
Ramos (2002), ofrecen una definición más sencilla de inteligencia emocional: “La
capacidad para reconocer, comprender y regular nuestras emociones y las de los
demás” (p. 20). Por ello, es un requerimiento aprender a controlar las emociones.

Habilidades Emocionales
Las habilidades emocionales, según Fernández y Ramos (2002), son
componentes de la inteligencia emocional, definida como anteriormente se señaló.
Por ello, aprender a controlar las emociones conduce a la actuación exitosa, en
cuanto a los elementos implícitos en la Inteligencia emocional. Estas habilidades
se refieren al autoconocimiento, automotivación, autocontrol, relaciones
interpersonales y empatía, las cuales se exponen a continuación.
Autoconocimiento
El autoconocimiento, de acuerdo con Goleman (2002) es “la conciencia de uno
mismo, se refiere al conocimiento de las propias emociones de una persona y
cómo le afectan” (p. 12). Por tanto, es necesario conocer el modo cómo el estado
de ánimo de una persona influye en su comportamiento, cada persona debe saber
cuáles son sus potencialidades y cuáles sus debilidades. Este autor señala que el
mismo sujeto se sorprendería al saber todo lo poco que sabe de sí mismo; por
eso indica que es necesario que se practiquen actividades que conduzcan a
autoconocerse, saber cómo son sus emociones, valorar su afectividad, sus niveles
de aceptación a los otros, sus gestos y su control. Esto lo va ayudar en sus
relaciones con las otras personas, más aun cuando se trata de agentes policiales
que deben desenvolverse con personas, que muchas veces les son extrañas.
Es así que para Morales (2012) el autoconocimiento “se refiere al
conocimiento de sí mismo” (p. 13). En este sentido, es necesario que cada
persona conozca cómo es desde el punto de vista emocional, para saber cuáles
son sus virtudes y puntos débiles de manera de poder fortalecer las primeras y
desechar o cambiar las segundas. Es decir, el autoconocimiento es la imagen de
sí mismo y esto se asocia según el autor con la valoración personal de las
cualidades que se poseen, saber quién es como persona, lo que en definitiva
configura una imagen, ésta es la que se proyecta hacia el entorno y permite que
los demás la vean y se den una idea de qué cualidades aprecian en ella. Por esta
razón, el agente de policìa debe proyectar una imagen de confianza, de bondad,
pero de firmeza.
Automotivación
La automotivación caracteriza a la persona, ella le permite tener iniciativa,
encontrar posibles formas de hacer y buscar cómo y con qué hacerlo. Goleman
(2002) opina que la automotivación, conduce a la realización y a la búsqueda de
metas con entusiasmo, explica que es un impulso interior que conduce a la
persona hacia el logro de sus metas, de ahí la importancia de trabajar este
componente emocional en la formación de los agentes policiales, porque ello va a
permitir que se esfuercen por alcanzar sus objetivos. En este sentido, se debe
estimularlos para que compartan experiencia en las que puedan trazarse
propósitos alcanzables; es decir, que no sean muy elevadas que se sientan
frustrados por no alcanzarlas o que sean muy sencillas que las desechen por
fastidiosas.
Por tales razones se entiende que la automotivación es algo interno y
personal que lleva al planteamientos de retos y a la lucha por lograrlos. Muchos
autores la estudian con el interés de comprobar sus efectos en el desempeño
diario del ser humano y otros para conceptuar el término. Todos han coincidido en
la necesidad de que exista motivación para poder establecerse metas personales
y colectivas, por eso se debe poseer automotivación para poder alcanzar las
aspiraciones individuales y a su vez lograr que demás se automotiven para que
en una acción sinérgica, hayan logros,
Sobre esta automotivación, como factor emocional, Cuadrado (1998) señala
que conduce a no anticipar fracasos, en lo que está presente el pesimismo, sino
por el contrario, hay que con óptica de optimismo y voluntad la persona debe
luchar por lograr lo que se propone. Esta habilidad es considerada por esta como
de índole cognitiva, pues beneficia comportamientos que llevan a “Pensamientos
potenciadores de emociones placenteras: Retos, Planificación hacia el logro y
Autorrefuerzo. Control y rectificación de pensamientos potenciadores de
emociones desagradables: ideas irracionales, atención selectiva, anticipaciones
negativas, generalizaciones, catastrofizaciones, minusvaloraciones, afán de
reconocimiento, perfección y seguridad” (p. 4). Todo lo cual conduce a lograr sus
propias metas a través de impulsos personales para su consecución.

Autocontrol emocional
El autocontrol emocional es otro de los elementos presentes en la inteligencia
emocional, que al sujeto le permite una actuación equilibrad cuando está en
presencia de situaciones que le pueden ocasionar alteraciones en su conducta;
este componente de la inteligencia emocional de acuerdo con lo que señala
Goleman (2002) es la capacidad de autorregular la emociones, saber reconocer
en sí mismo, lo que puede ser temporal en una crisis y qué de ello va a perdurar.
El autor advierte que con frecuencia las personas no autocontrolan sus emociones
y cuando se disgustan o contrarían lo manifiestan con agresividad o con angustia,
transmitiendo estas situaciones a los demás, lo que es factible de suceder en el
ejercicio del agente policial, pues en ocasiones, las situaciones pueden provocar
descontroles, que los hacen actuar de manera no racional; de ahí la importancia
de desarrollar su autocontrol o regulación para que puedan controlar con éxito las
diferentes situaciones que suceden en los diferentes escenarios donde deben
actuar, como pueden ser riñas, pandillas, actos de hurto, desacuerdos con
decisiones que se tomen, diferencias de opiniones que provocan agresividad y
violencia, entre otras.
En este sentido Araujo (2013) explica que el autocontrol facilita la regulación de
las emociones “que no se basa en reprimir las emociones, sino vivirlas de manera
equilibrada logrando un control que permitadetectarla y luego controlarla y
encauzarlade forma inteligente El autocontrol se basaen la conciencia de uno
mismo.” (p. 217). Por ello, se precisa de un agente policial, capaz de regular sus
emociones, de recuperar de manera oportuna, con facilidad y rapidez los
sentimientos negativos. Por eso, en las instituciones donde se forman los cuerpos
policiales, se deben propiciar situaciones de tipo emocional para que los agentes
participantes aprendan a controlar sus emociones, impulsos y sentimientos,
controlar las situaciones que se presenten entre ellos y con las demás personas,
con lo que se pueden evitar estados emocionales que se desbordan.
Relaciones Interpersonales
Las relaciones interpersonales son denominadas por Goleman (2002) como
habilidades sociales, consisten en el control de las relaciones con los demás; esta
capacidad para el autor está vinculada con el liderazgo y laeficacia interpersonal.
Se trata de la habilidad social demanejar adecuadamente las emociones de
losdemás, lo que requiere de competencias diversas como son el control de
conflictos, establecimiento de vínculos,trabajo en equipo, entre otros. Por tanto,
son habilidades que debe poseer todo policía, pues las relaciones interpersonales
son determinantes dentro de la inteligencia emocional. Es por ello que las
experiencias que se basan en las relaciones con las demás personas, se podrá
lograr que los sujetos se relacionen de manera adecuada entre sí y con los otros.
Un autor que habla de las relaciones interpersonales es Gardner (2003), las
incluye dentro de las inteligencias múltiples con la denominación de inteligencia
interpersonal y la define como “habilidad para observar y hacer discriminaciones
del tipo de emociones, estados de ánimo, temperamento, motivaciones e
intenciones de las personas que nos rodean” (p. 32). Es decir, cuando la persona
mantiene relaciones interpersonales con los demás, aprenden a conocerlos y a
identificar sus emociones, con lo que se ve favorecida la relación, lo cual puede
extenderse cuando interactúan con menos frecuencia con otras personas, todo
ello es relevante en el policía, quien en su quehacer debe tratar y relacionarse con
personas de diferentes características.

Empatía
La empatía es un componente que se deriva de las relaciones
interpersonales; cuandola persona desarrolla la empatía, es capaz de reconocer
emociones en los demás. Araujo (2013) opina que la persona que ha desarrollada
su capacidad empática puede “captar las necesidades y deseos de los demás y
sintonizar con ellos. Por ende, contribuye a establecer relaciones sociales
equilibradas y respetuosas” (p. 217). Lo que es muy importante en el escenario de
actuación del agente policial, porque ahí se suceden situaciones que requieren de
la intervención y apoyo, comprensión de la situación y ayuda inmediata.
Para Goleman (2002) este elemento de la inteligencia emocional, está
referido al reconocimiento de las emociones ajenas, lo que los otros sienten a
través no solo de lo que dicen, sino por la expresión de su cara, por una postura
corporal; todo ello ayuda a fomentar lazos afectivos y cordiales, más duraderos
con quienes se interactúa, como es el caso de los compañeros, amistades, concon
quienes se pasa buena parte del tiempo.
Un autor que le da importancia a la empatía es Ebbinghaus, (2003), expresa
que se debe practicar esta habilidad para darse apoyo, aprender al trabajo en
compañía de otros, como es el caso de los agentes de seguridad, quienes en
muchas oportunidades deben enfrentar en conjunto situaciones que ameritan su
intervención; en este trabajo juntos, hay que desarrollar sentimientos positivos
hacia los demás, sobre todo cuando están ante situaciones de riesgo, en las
cuales hay que demostrar equilibrio emocional.
Regulación Emocional
Es importante que las perdonas aprendan a regular sus emociones, para Vivas,
Gallego y González (2007), las emociones se pueden educar, por lo que proponen
una serie de actividades, con sugerencias de ejercicios para el desarrollo de las
habilidades de la inteligencia emocional. Entre ellas se pueden citar actividades de
respiración,relajación, visualización, meditación, entre otras que pueden ser
practicadas para ayudar a las personas a desarrollar su inteligencia emocional.

El Enfoque Humanístico en la Formación

En este trabajo, se asume que en la formación del agente policial, debe


prevalecer un enfoque humanístico, centrado en el ser humano como persona
digna y capaz. Esta teoría está representada por estudiosos que centran su
atención, de una manera holística en el ser humano como persona para el
desarrollo de sus potencialidades. Dentro de los autores que desarrollan este
enfoque teórico, está Rogers (2000), quien presenta un enfoque desde lo
psicológico asumido por la educación,en el marco de las condiciones
sociohistóricas de la época contemporánea. Por tanto, la educación humanista, se
dirige hacia el irrestricto respeto por la persona, para que puedan participar en un
proceso de transformación integral tanto de su persona como del entorno; es
decir, la educación humanística se preocupa por el fomento de la dignidad
humana, para favorecer el desarrollo del hombre como persona en un proceso que
incide en elaboración de dar respuestas y sentido a las necesidades humanas. En
ella cada uno es responsable, aprenderá desde sus propias experiencias en el
plano intelectual, afectivo y las relaciones que surjan.
En este enfoque humano, Rogers (2000) parte de la necesidad de la
persona en entender y tratar de mejorar su personalidad, opina que el
comportamiento del ser humano tiene su fundamento en la motivación, pues si
no existe en él la necesidad y el deseo de alcanzar sus propósitos, no actuará
para lograrlos, Por ello, explica, que se sucede un proceso de autorrealización
en la persona madura y equilibrada; es lo que denomina, el proceso de
convertirse en persona, para lo cual debe despertarse su preocupación por su
crecimiento, cultura y maduración, para lo cual se precisa saber vivir el
presente, pues la autorrealización no es un fin sino un proceso, en el cual se
debe saber disfrutarla vida a plenitud, con aceptación de sí mismo, pero con la
disponibilidad y apertura para el cambio y la valoración de lo que se piensa, de
las relaciones con las otras personas, sin olvidar sus de ser una persona
independiente, que tiene la posibilidad de resolver de manera satisfactoria los
conflictos y de aceptar de manera responsable su propia vida.
Es evidente, que se aprecia que al mismo tiempo de los conocimientos que
se adquieren las personas deben evolucionar en su ser para adquirir nuevas
maneras de afrontar, mirar y abordar el mundo, por lo que se centra en ayudarlos
para que decidan lo que son y lo que quieren llegar a ser. Desde esta visión
humanística hay que considerar que el mundo globalizado actual requiere de una
educación coherente a las realidades del momento histórico que el país vive; por
lo que es imperativo concebir la educación con pertinencia epocal, en una visión
de comprensión y acompañamiento de su desarrollo que lleve a la interpretación
en el contexto formativo, lo que conlleva a pensar en el respeto a las diferencias,
considerar lo individual y lo colectivo, en comprender que todos evolucionan
dentro de un sistema de valores válidos para unos, y no para otros. Es importante
citar a Beneyto (2011) quien sobre el humanismo pedagógico diserta:

El humanismo como pedagogía del conocimiento y de los


valores morales es necesariamente un eje principal bien atendido
en Teoría del Humanismo. En la cultura occidental resulta
imposible una separación entre humanismo y programa educativo.
De hecho, el humanismo grecorromano asume como objetivo
clave la voluntad formativa, y no sólo a modo de instrucción de
habi-lidades a partir de los saberes instrumentales (en los que las
artes del lenguaje tienen, lógicamente, un papel esencial), sino
como aspiración de mejoramiento de la misma condición humana.
Se parte de la afirmación esperanzada de la facultad humana de
progreso en el conocimiento y en el territorio de la me-jora ética
individual y social. No hay humanismo que no sea razonablemente
optimista, pues asume una idea de hombre esencialmente libre y
naturalmente inclinado al deseo de aprender y de interiorizar
modelos de virtud (p. 641)

Por ello es que Rogers (2000) sostiene que todo individuo tiene la
necesidad de comprender y mejorar su personalidad y sostiene que el eje de su
comportamiento son los procesos motivacionales; el autor explica que una
persona sana se diferencia de otra desadaptada, por la calidad de la relación
existente entre su yo y su experiencia; en lo primero están sus ideales, valores,
expectativas e intereses; en lo segundo, lo que le ha tocado vivir y ha dejado en
ella sus huellas.

La corriente humanística en la pedagogía actual se caracteriza por


inscribirse en la línea de la no directividad que utiliza procedimientos
educacionales centrados en el estudiante, es un modelo de autogestión para
hacerlos individuos autónomos. De tal manera, en educación el enfoque rogeriano
tiene como propósito que la práctica del docente ayude al participante a crecer
para que pueda enfrentar sus problemas de manera integrada e independiente
para que pueda ser y realizarse libremente con elecciones individuales. Lo
fundamental en este caso es que el individuo que decide ser policía realice su
propia escogencia y decida por sí mismo lo que será su propia existencia para
llegar a ser lo que verdaderamente es, para lo cual se requiere de un aprendizaje,
de un autodescubrimiento, por lo que considera a la persona digna de confianza,
capaz de evaluar la situación externa e interna, de comprenderse a sí mismo.
Entonces se considera importante este enfoque dentro de la formación del
policía, porque las instituciones encargadas de ello, como es el caso de la UNES,
deben desarrollar una misión formadora de personas autónomas, con creatividad,
con una visión positiva de su actuación en la sociedad, en la que él mismo debe
elegir su dirección, lograr medios de acción, atender de manera oportuna las
situaciones que debe enfrentar, decidir su curso de acción y vivir las
consecuencias de ello.
A Manera de Conclusión
Revisados los planteamientos anteriores referidos a la misión pedagógica
de las instituciones formadoras del personal policial, se exponen algunas
conclusiones, de las cuales pueden emanar otras inquietudes sobre la temática
presentada.
(a) Dado que los procesos de cambio se suceden de manera progresiva, es
preciso tener la intencionalidad de actuar de forma creativa y distinta
para encaminarse a que la institución educativa que forma a los
integrantes de l cuerpo policial, desarrollen una misión pedagógica
desde su seno, de manera de poder contar con personas con
competencias óptimas para el ejercicio de su profesión
(b) La formación del agente policial, debe ser sumida dentro de un enfoque
que desarrolle en ellos competencias ciudadanas que les permitan ser
agentes de seguridad, de cuidado y protección de las personas y de
prevención de situaciones de riesgos, todo lo cual debe ser considerado
en una visión innovadora, para poder cambiar una realidad no deseada
o débil, por otra mejor, que fortalezca la acción pedagógica que se da en
estas instituciones educativas.
(c) En la formación del policìa deben prevalecer el desarrollo de
competencias con visión socioformativa que abarque las instrumentales,
interpersonales y sistémicas, englobando el ser, el saber y el hacer
(d) El policía debe neciamente formarse de manera integral y en ello estar
presente el desarrollo de la inteligencia emocional que lo conduzca al
control de sus emociones, como habilidades referidas al
autoconocimiento, automotivación, autocontrol, relaciones
interpersonales y empatía
(e) En la formación del agente policial, debe prevalecer un enfoque
humanístico, centrado en el ser humano como persona digna y capaz,
creativa y con una visión positiva de su actuación

REFERENCIAS
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emocional. Trujillo: Núcleo Universitario Rafael Rangel de la Universidad de
Los Andes

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xxxiv, 2, 2011
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Chávez, B. (2010). Desarrollo de estrategias de inteligencia emocional en niños


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Psicología. México: Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

Coll, C. (2008). Las Competencias en la Educación. Revista Aula de Innovación


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[Documento en línea]. Disponible en http://www.monografias.com [Consulta:
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Producciones Editoriales C. A.

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