Peio Aguirre - Ecriture y Crítica
Peio Aguirre - Ecriture y Crítica
Peio Aguirre - Ecriture y Crítica
[CH/TUNE YCRíTICA
La temporalidad de la crítica de arte pasa por la multiplicación
fragmentada de su existencia. A muchos críticos, al parecer, no se
les pega nada de aquello sobre lo que hablan o escriben. La crítica
permanece refractaria, opaca, aplanada, con respecto al objeto de
escrutinio y análisis, independientemente del estilo. El estilo es uno
de los rasgos identificadores de la presencia o ausencia de autor
en el texto. Falta por identificar en la crítica una forma estilística
suprema que gobierne las múltiples identidades con las cuales la
figura crítica se disfraza. Esta forma, no hace falta decirlo muy alto,
requiere una estética. Al igual que un artista, un cineasta o un músico
la cultivan, y su obra no es sino reflejo de ella, la crítica debe aspirar
a identificar una forma estética para a continuación convertirse en
su embajadora. Una estética es una construcción de sujeto y, como
recuerda Barthes, la paradoja del lenguaje anida en que éste consiste
en la institucionalización de la subjetividad. ''" Cualquier estética que
destaque está compuesta de silencios y de incursiones en terrenos en
· los que sigilosamente nos adentramos; la suma de las pasiones, las
afinidades electivas, las biografías, y al final, como en un horizonte
escurridizo, encontramos el estilo. Lenguaje y estilo, el uno al servicio
del otro. A la configuración de una estética se llega antes pasando por la
suma de actos apreciativos que mediante la pura negatividad o censura.
Aquí Adorno serviría como reconciliación de dimensiones que en
ocasiones se presentan de modo excluyente. El lector debe identificar,
incluso cuando parece ausente cualquier atisbo de negatividad, en qué
145. Ver Roland Barthes, "'Ecrivains' y 'Ecrivants"', en Ensayos Críticos, Seix Barral, 2002,-
Ba rcelona, p. 211.
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lado de la barricada se alinea el crítico, qué es lo que defiende. Esta un lenguaje para hacer algo que no puede estar pre-concebido, que debe
distinción debe manifestarse no sólo por medio del contenido sino permanecer problematizado o inacabado. Estilo también quiere decir
sobre todo gracias a la forma literaria. La escritura es una suma de placer, en el sentido de Barthes. El estilo es, si uno quiere verlo así, la
idiolectos fosilizados y jergas que arrastramos inconscientemente. solución material a los problemas abstractos planteados por la forma y
el contenido. Susan Sontag hizo referencia a algo de esto, al decir que
Además, la acusación de que los críticos escribimos textos herméticos, "el valor más alto y más liberador en el arte -y en la crítica de hoy- es la
esotéricos, gramaticalmente incorrectos y, por lo tanto, incomprensibles, transparencia. La transparencia supone experimentar la luminosidad del
todavía se aplica tanto genérica como individualmente. En ocasiones, objeto en sí, de las cosas tal como son". 14' A continuación mencionaba
esta acusación suele venir unida con calificativos como "pretencioso" a Renoir y Bresson. En otro ensayo, emplazaba al estilo como forma y
o "pedante". Todo acusador debería saber que la elaboración de un como modo de producción al afirmar que "el arte no sólo se refiere a
pensamiento se enfrenta a dificultades técnicas que el autor debe algo: es algo. Una obra de arte es una cosa real en el mundo, y no sólo un
sortear, y asimismo que la soledad del autor en ese proceso no encuentra texto o un comentario sobre el mundo. [... ] Las invenciones estilísticas
correspondencia en ese lector privilegiado que es el editor. Al menos en son también técnicas de esquivación. Los elementos más poderosos de
la crítica de arte la progresiva desaparición de la figura del editor deja al una obra de arte son, con frecuencia, sus silencios''. 14'
crítico desprovisto de unos márgenes de seguridad que son necesarios en
la industria literaria. Generalmente esta acusación no suele manifestarse La invisibilidad estilística, o su neutralidad camuflada como "escritura
tanto por las inexactitudes gramaticales y estilísticas, sino bajo el pretexto blanca", coexiste en el interior de una estética. La claridad en el lenguaje
del sentido común o la fidelidad a las reglas de la Real Academia, etc. viene rodeada de una dimensión mítica donde convive un sistema mitad
La búsqueda de este sentido común (a lo que hay que sumar el mito lingüístico, mitad estético. El esoterismo en la crítica hace tiempo que
de la claridad) viene de la necesidad de simplificación de un modo de dejó de darse en aras a una mayor instrumentalización práctica del
expresión que el crítico ha desarrollado a lo largo de los aüos. El rigor lenguaje; con ello se ganó en claridad lo que se perdió en profundidad,
de una lectura atenta es todo un antídoto para la resistencia a la teoría, si bien hay quien confunde claridad con enjundia y encuentra refugio
como bien lo definiera Paul de Man en un libro tan complejo como en la oscuridad o en la tautología. Adorno tenía una concepción distinta
imprescindible.1•16 "No se entiende", "ininteligible': "obtuso': se le achaca de la claridad, pues para el escritor "cuanto más precisa, esmerada
al crítico y éste parece tener la obligación moral de justificarse ante y adecuadamente se expresa, más difícil de entender es el resultado
el acusador, La postura de este último es tan ideológica como lo es la literario, mientras que cuando lo hace de forma laxa e irresponsable
búsqueda de dificultad por parte del autor. Violentar la lengua propia: se ve recompensado con una segura inteligibilidad". 1" La claridad y la
un buen editor sabe que la elaboración de cualquier pensamiento que profundidad en lugar de repelerse podrían hermanarse. La crítica como
merezca la pena sólo puede darse desde el forzamiento tanto de la propia encarnación de la hazaüa de la pura erudición no puede satisfacer las
lengua como del sentido común. solicitudes ético-constructivas de las que una crítica contemporánea se
encuentra necesitada, donde vigilar y mitigar los excesos del ego y el
La noción de estilo reclama una reconciliación de forma y contenido virtuosismo no es sino una medida contra la autoridad patriarcal que
a un nivel superior de autoconsciencia. El estilo es en sí uno de los la ha venido dominando históricamente. El eclecticismo del desborde
rasgos diferenciadores en la modernidad estética y un productor de
147. Susa n So ntag, "Contra la interpretación", en Contra la interpretación, op. cit., p. 38.
significado fundamental dentro de cualquier estética materialista. De
algún modo, transforma a los agentes que e_stán trabajando dentro de 148. Susan Sontag, "Sobre el estilo'; en Contra la interpretación, op. cit., pp. 48/67.
149. Theodor W. Adorno, Mínima Moralia . Reflexiones desde la vida da11ada, Taurus, 1988,
146. Ver Paul de Man, La resistencia a la teoría, Visor, Madrid, 1990. Madrid, p. J OO.
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y la competencia retórica no se diferencian en este sentido de aquel profesionalización en unos tiempos en los que, como ha recordado
otro mito tan interiorizado del escribir bien. ,¡De qué vale escribir bien Benjamín Buchloh, prevalece la desprofesionalización del crítico como
si el proyecto estético para el que sirve está para ser superado? Por consecuencia de la decaída del criterio de evaluación y distinción.
otra parte, ,¡de qué ayuda alinearse con la tendencia política correcta Esta desprofesionalización se da tanto en la deslegitimación de las
si no se concluye con la forma requerida? Ésta era, no lo olvidemos, funciones críticas dentro de un sistema separado de poderes (la división
la preocupación de Benjamín en "El autor como productor''. donde el entre los órdenes discursivos de los museos, el mercado, los m edia , los
concepto de "tendencia" mostraba que una obra literaria sólo podía coleccionistas y, anteriormente, el historiador y el crítico), como en la
concordar políticamente si literariamente también concordaba."º disolución del criterio de acuerdo al cual la antinómica jerarquía de
la producción artística podría dirimirse. '" Cuando la tarea del crítico
Escribir bien no está de más, aun recordando la adquisición de una deviene oficio, la competencia se orienta hacia la autorregulación.
competencia lingüística (oficio, dominio, maestría) propia de la De esto deriva que ni la exclusividad de la actividad ni tampoco la
profesionalización del crítico sobre la que se asentaba la división del debilidad del trabajo a tiempo parcial pueden garantizar la formación
trabajo al comienzo del capitalismo. Quien escribe bien lo hace desde de una voz que penetre en las entrafias de un sistema necesitado
el perfeccionamiento de la retórica que su propia especialización de disonancias para marcar una mínima resistencia. De hecho, esta
le permite. Cualquier centralidad del sujeto ha de ser torpedeada desprofesionalización no es sólo la consecuencia directa de la falta de
de manera que el método sea el desvío, la lateralidad y la puesta en criterio y juicio, sino también resultado de la disolución completa de
práctica de técnicas de elisión (y que de un modo cómico podría la voz en el texto, donde la anterior figura del crítico profesional ya no
incluir autoinfligidas reglas de escribir borracho y editar sobrio y cosas puede distinguirse del borroso y fragmentado actual crítico-curator-
por el estilo). Esta posición basada en el mero eludir tampoco puede historiador-investigador.
satisfacer del todo, ante el riesgo de encontrarnos con una escritura-sin-
escritura o ante posiciones de dispersión que recuperan los afueras de la Los escritos de artista, por su parte, constituyen en sí un género en
misma, esto es, otros elementos circundantes de la práctica artística (el el que estas distinciones (de voz, tono, estilo y posición del sujeto
comisariado, la edición, la investigación, etc.). El problema no reside en parlante) son de por sí fértiles y diferenciadas. ,¡Cómo queda una
la categoría de Texto de Barthes, a saber, la noción de que los distintos escritura que debe desconfiar de la osificación del mero virtuosismo
significantes (un texto, una imagen o un objeto cotidiano cualquiera) técnico pero por otro lado necesita denunciar toda "palabra acufiada
arrastran una discursividad que a la postre permite una articulación por el comercio''. que diría Adorno, de un modo lo suficientemente
de significados sin atender a su naturaleza heterogénea, sino en la potente y atractivo como para desbloquear toda repetición que suene
utilización del pretexto del Texto (con T mayúscula) para que al final no a frase prefabricada? Navegar en medio de la profesionalización y el
haya texto (con t minúscula) . amateurismo puede producir estados como el amateur profesionalizado
y su reverso. Entre los principios que deberían decantar la diferencia,
Si la competencia artística hace tiempo que fue cuestionada (me posiblemente la negatividad sea la más decisiva. La comprensión de la
refiero a la crítica al oficio o de-skilling propio de las vanguardias crítica como negatividad no tiene que ver con el juicio per se, sino con
ejemplificadas por Duchamp y que constituye uno de los avances más una precondición que impide la gratuidad del exceso y la charlatanería
decisivos del arte del siglo anterior), no está de más interrogar sobre aun sin perjuicio de que las palabras generadas no lo sean en porciones
cuál es el espacio vacante dejado por la desaparición del crítico, esto importantes. Por negatividad me refiero al establecimiento de una
es, dónde queda la anterior competencia ~e la crítica en el proceso de
151. Ver Benjamín 1-1. D. Buchloh, "Farewell to an ldentíty': Artforum, vol. 51 , n.º 4,
150. Walter Benj amín , "El autor como productor•: op. cit., p. 11 8. dici embre 201 2, pp. 253-26 1.
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economía interna que regule la simple productividad propositiva daba entre aquellos que cubrían el juicio a O. J. Simpson. El público
y positivista y que, por ejemplo en la crítica, a menudo separa los dentro del mundo del arte es relativamente pequeño: la presión de
escritos personales de los compromisos y los encargos. La verdadera un foro público amplio está ausente. 152
dificultad reside en elaborar una técnica propia por la que la dinámica Tendría razón si no fuera porque esos textos que nadie lee también
del encargo se inserta en la lógica del autor (cuando prácticamente sirven como espacios de publicitación para terceros (artista, galería,
toda la producción artística se da on demand) . Uno de los temores institución o como objeto tautológico que exhibe el propio medio en el
para cualquier crítico es no poder rescatar una imagen coherente de que se presenta). Cualquier texto no leído existe como una tautología
uno mismo después de toda una vida dedicada a escribir. O al final del que exclama una piadosa petición: ¡léame! El argumento de Groys
día cerciorarse de que ha producido para todos menos para sí mismo, sobre la libertad del arte para el escritor satisface el ego de este último,
abasteciendo únicamente las necesidades del aparato de producción. quien muchas veces compensa una autoestima en horas bajas con la
¿Existen todavía personas de las que podamos decir que de profesión profusión de la distribución de una textualidad arrojada a un afuera
fueron "sólo" críticos? que lo absorbe voraz y acríticamente. La repetición tautológica en la
crítica la cual se autoseñala en primer lugar en vez de servir como un
Para alguien que combina la crítica y la filosofía sin remilgos como canal que desdobla contenido social garantiza una existencia ulterior en
Groys, la ruina a la que la publicidad conduce ha desencadenado tanto publicidad. Reducido a su mínima expresión, cada texto leído o no
una reacción en la que un tono decepcionante y nihilista prevalece leído, ocupa un hueco para su propia publicidad como texto. Por otra
en la crítica de arte, lo cual estropea su estilo. Lejos de lamentarse, parte, sorprende el vacile existencial que algunos críticos tienen sobre si
esas flaquezas del sistema del arte pueden llevarnos a su propia pueden ser llamados escritores de pleno derecho cuando por otra parte
potencialidad, pues la autonomía de la esfera del arte proporciona los comisarios comienzan a definirse a sí mismos como escritores.
una libertad al crítico (y al escritor) difícilmente posible en cualquier
otro territorio disciplinar, pues el arte es el espacio de la indisciplina El rótulo de art writer es específico del arte contemporáneo y hoy esta
por excelencia, es decir, una no-profesión que canibaliza aspectos y definición resulta más frecuente que la de art critic. La categoría de
cualidades específicos de otros territorios (literatura, cine, cultura pop, escritor además de ser más genérica introduce una plusvalía de autoría
etc.). Para Groys, el arte no es un mal lugar para el escritor: que lo empareja con la artista. El escritor parece tener mayor autonomía
que el crítico. No hay que confundir a los "críticos-escritores" de los
es verdad que la mayor parte de esos textos no se leen, pero por eso "escritores-críticos". En su ya citado estudio sobre la crítica literaria,
mismo uno puede, en principio, escribir lo que le dé la gana . Bajo Todorov se sumergía en tres plumas de primera categoría (Jean-Paul
el pretexto de abrir los diferentes contextos de la obra de arte, las -Sartre, Maurice Blanchot y Barthes) interrogándose "no sobre la crítica
más diversas teorías, posiciones intelectuales, estrategias retóricas, practicada por escritores sino sobre aquella que se vuelve una forma de
utilerías estilísticas, conocimiento académico, historias personales literatura o, como se dice hoy en día con una palabra que no tiene casi
y ejemplos de todos los caminos de la vida pueden combinarse sentido de tanto haber sido usada, de escritura; o en la cual, en todo
en el mismo texto a voluntad; de una manera que no puede darse caso, el aspecto literario adquiere una nueva pertinencia''. "' Cuando ésta
en las otras dos áreas abiertas a los escritores en nuestra cultura, es una asignatura forzosa para críticos, comisarios e investigadores de
la academ ia y los mass media. Casi en ningún otro sitio la pura cualquier pelaje, se vuelve estereotipada hasta el aburrimiento. Toda
textualidad del texto se muestra a sí misma tan claramente como definición de écriture complejiza esta meditación sobre si los críticos son
en la crítica de arte. El sistema del arte protege al escritor tanto de
152. Boris Groys, "Critica! Reflections", op. cit., pp. 67-68. Traducción propia.
la exigencia de que transmita algún tipo de "conocimiento" a las
masas de estudiantes, como de la competición por lectores que se 153. Tzvetan Todorov, Crítica de la crítica, op. cit., p. 53.
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escritores. Como he apuntado, la prácticamente imposible dedicación sino en el apartado de periodismo u opinión, lo cual indica una fuerte
plena a la crítica con la que alcanzar la excelencia no debería limitar tradición pública u Ójfentlichkeit. Lo difícil quizás es darle a Kraus una
la necesidad de hacerse un traje a su medida. Para acortar el camino categoría periodística que no lo sea del todo sin que deje de remitir al
hacia esa consecución, como bien recordara Bloom, la crítica literaria periodismo. Es también probable que muchos críticos sean escritores sin
debe consistir por encima de todo en apasionados actos de apreciación. libro. La forma del libro como horizonte para el reconocimiento social
La crítica entendida como la puesta en escena de un acto apreciativo del autor se sostiene bajo la premisa de la concentración; cuanto más
proporciona el grado de entusiasmo y humanidad que el crítico, en su condensado aparece el pensamiento del autor en un único recipiente
condición de primer lector y espectador sensible, generosamente expone (la forma libro) mayor es la ganancia simbólica obtenida. La fórmula
al resto de lectores y espectadores. social aceptada es siempre así: los escritores escriben libros, sea narrativa
o ensayo. Los críticos, por su parte, escriben libros más bien por una
La crítica puede ser una forma de literatura que reclama una acumulación de materia de estudio cuyo único contenedor posible para
reglas lingüísticas no del todo acordes con las leyes de la literatura. albergarlo es la forma libro. La legitimidad que la forma libro otorga es
Algunos críticos destacados han sido objeto de esta inculpación y, todavía muy superior a la indistinción entre la palabra impresa y la que
como contraprestación, han ofrecido siempre una resistencia a la vemos en la pantalla del ordenador.
traducción. Estos críticos dialécticos han forjado un lenguaje personal
e intransferible: "Léame dos veces" parecía decir Kraus; Adorno planteó Por otra parte, puede hacerse hincapié en la vieja extendida idea
no pocas dificultades a la traducción de sus "esotéricos" textos aun estructuralista de que los textos sobre otros textos son también textos
erigiéndose en abogado de la claridad; Jameson arrastra el marchamo por propio derecho, es decir, que la crítica es un texto no inferior en
de "difícil"; ¿y qué decir del idiolecto de José Luis Brea? El beneficio es dignidad a aquello que comenta y que los críticos son también creadores.
mayor cuanto más grande es el esfuerzo, y esto último vale tanto para el Siguiendo la fórmula de Barthes; ecrivants de todo tipo pueden ser
lector como para el escritor. Si nos fijamos en algunas figuras (Baudelaire, también écrivains, esto es, producir un texto en el sentido más noble. "''
el propio Kraus u Octavio Paz) resulta difícil definir su desempeño con Para Barthes la materia del écrivain (escritor) es la palabra, el lenguaje,
apenas un calificativo o función. El austríaco fue escritor y periodista mientras que lo real es su pretexto. En el escritor el espectáculo del
satírico, conocido en la Viena de sus días como ensayista, aforista, lenguaje se materializa. La responsabilidad verdadera del escritor reside
traductor, estilista, cabaretista, dramaturgo, poeta y algunas cosas más. en "soportar la literatura como un compromiso frustrado" y para que
Su obra desafía cualquier adscripción a una especialización típica dentro la palabra literaria tenga una función social tiene que trasformar el
de la división del trabajo en el capitalismo el cual, no lo olvidemos, se pensamiento (o la conciencia) en un clase de mercancía. El ecrivant, por
estableció gracias a la separación entre trabajo manual e intelectual ¿Fue - su parte, plantea un fin cuya palabra no es más que un medio. Emplea
Kraus un periodista del antiperiodismo o sencillamente un escritor- el lenguaje para expresar lo que ya está ahí, es decir, los contenidos de
crítico? ¿Acaso un teórico de la lengua, la moral, la ética y la estética, un sus pensamientos, pues "incluso si el 'écrivant' presta alguna atención al
denunciante o un juez de la corrupción del enorme poder de la prensa y escribir, esta atención nunca es ontológica: no es preocupación. [... ] Pues
la pequeña burguesía vienesa? Crítico de la cultura y la sociedad, Kraus lo que define al 'écrivant es que su proyecto de comunicación es ingenuo:
no era un académico en ningún sentido, sino el azote de la academia. no admite que su mensaje se vuelva y se cierre sobre sí mismo, y que en
él pueda leerse, de un modo diacrítico, algo distinto de lo que él quiere
Un siglo después de Die Fackel el estudio de su inconmensurable obra decir: ¿qué 'écrivant' admitiría que se psicoanalizase su estilo?""'
acumula no pocas tesis doctorales y compilaciones de archivos en
154. Ver Roland Barthes, op. cit. pp. 201 -211 .
formato analógico y digital. Aun así, todavíá es posible sorprenderse
de no reconocerlo como escritor en las librerías austríacas o alemanas, 155. !bid., p. 207.
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El écrivant no es, de ningún modo, tal y como su traducción del francés Tal y como lo anotara Lukács, los escritores han devenido especialistas
sugiere, el escribiente Bartleby de Herman Melville. El crítico es, de en un territorio específico. "El escritor hace un negocio de su vida
hecho, lo más cercano a la figura del écrivant y no hay nada ultrajoso en interior", escribió. '" Al crítico, por su parte se le niega ese derecho,
ello. Su palabra, al igual que la del écrivant, está consumida a la sombra de pues absorbe todo lo que se encuentra a su alcance. Cuando el crítico
una multitud de instituciones mientras que la mercancía del escritor es el logra una cuota de popularidad entre sus lectores se predispone
único objeto de una institución que está hecha sólo para ella, la literatura. entonces al saqueo de su vida y biografía. Mientras que en contextos
Así, el lenguaje del crítico sirve a la universidad, la investigación o a como el académico se proscribe el empleo del yo y la primera persona,
las diferentes instituciones que alojan la crítica, incluida la publicidad. en otros lugares, como en el comisariado, el culto a la personalidad
¿No es todo esto demasiado reductivo? ¿Cómo se produciría una nueva está al orden del día. Esto último se incrementa cuando entran en
disociación entre écrivain y écrivant donde la primera enriqueciera a la escena las redes sociales y el diseño del YO.
segunda y viceversa? Barthes comprendió que había nacido una nueva
especie, una rara avis en el escenario de las letras: Estas distinciones pueden dirimirse sin tanta división cuando el crítico
todos nos movemos más o menos abiertamente entre los dos es, además, un ensayista, pues el ensayo sutura como ningún otro
postulados, el del "écrivain" y el del "écrivant": sin duda es la historia género literario estas apreciaciones entre el mundo exterior y objetivo
quien lo quiere así, al hacernos nacer demasiado tarde para ser y el subjetivo e íntimo. La relación entre crítico y escritor depende
"écrivains" soberbios (de buena conciencia) y demasiado pronto(?) de una enormidad de variables que se renuevan históricamente.
para ser "écrivants" escuchados. Actualmente, cada participante de la Críticos y escritores juegan en ocasiones en diferentes ligas y los
intelligentsia tiene en él dos papeles, encarnando mejor o peor el uno hay quienes traspasan las líneas de demarcación: mientras que en
o el otro: hay "écrivains" que tienen bruscamente comportamientos, la literatura ambas figuras encuentran una reconciliación difícil
impaciencias de "écrivants"; y hay "écrivants" que se elevan a veces debido a la hegemonía de la publicidad por encima del contenido y la
hasta el teatro del lenguaje. Queremos escribir algo, y al mismo tiempo incompatibilidad de funciones en la propia definición de la industria
escribimos simplemente. En una palabra, nuestra época parece haber literaria (siempre y cuando la crítica sea ejecutada con rigor), en el
dado a luz un tipo bastardo: el "écrivain-écrivant''. 156 arte, la autonomía de un espacio potencial donde la palabra escrita
no es la única moneda de cambio proporciona una zona para la
Existe, no obstante, algo que el crítico y el escritor comparten: la
proyección y la autonomía pero también para el espejismo; ejercer de
autoconsciencia. En ella toda escritura puede perfeccionarse sutil y
escritor en la zona semiprotegida del arte corre el riesgo de caer en la
radicalmente activando zonas del cerebro sin utilizar o que permanecen
presuntuosidad que lo sanciona como mala literatura. Mientras tanto,
atrofiadas con la finalidad de convertir toda lectura en una experiencia
- la fantasía de verse publicando narrativa o ficción en el terreno de la
de pleno derecho. La autoconsciencia en la crítica no conlleva implícita
literatura permanece como un objetivo deseable para algunos críticos
las consecuencias inherentes que de ésta ha sacado la literatura moderna
con aspiraciones, pues ése es el espacio para la legitimación última de
y también posmoderna, principalmente la metaficción y otras argucias
un escritor. Nada para calmar esa ansiedad como concentrar todas las
salientes de la hiperespecialización del escritor, sino más bien debe
energías en el interior de una actividad, la cual gracias a su dedicación
incorporar el instrumento de transformación que a la larga deviene
rigurosa y hasta obsesiva puede transformar sus valencias así como su
en antídoto de la publicidad: la autorreflexividad. ¿Por qué es posible
propia definición y rol en la sociedad.
discutir la crítica como una labor separada de aquello que crítica? O
dicho de otro modo, ¿es una crítica capaz de ser autorreflexiva mientras
critica el asunto del que se ocupa?
156. !bid., pp. 209-210. 157. Georg Lukács, "1l1e critic and the writer''. op. cit. p. 189. Traducción propia.