Chino I - 4

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La escritura

china
Origen y evolución
de los caracteres chinos

David Martínez Robles

P03/87038/01880
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© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 3 La escritura china

Índice

Introducción ............................................................................................ 5

Objetivos.................................................................................................... 6

1. Orígenes de la escritura china ........................................................ 7


1.1. Los textos adivinatorios Shang ........................................................ 9
1.1.1. Los “huesos de dragón” ......................................................... 9
1.1.2. Los rituales adivinatorios ....................................................... 10
1.2. Los bronces ...................................................................................... 11
1.3. El nacimiento de la escritura china.................................................. 13

2. Los caracteres chinos......................................................................... 16


2.1. Elementos que forman los caracteres chinos ................................... 17
2.1.1. Los trazos ............................................................................... 17
2.1.2. El orden en la escritura .......................................................... 19
2.1.3. Componentes de los caracteres chinos:
radicales y fonéticos............................................................... 21
2.2. Tipos de caracteres ........................................................................... 28
2.2.1. Pictogramas............................................................................ 28
2.2.2. Indicadores ............................................................................ 29
2.2.3. Agregados lógicos................................................................... 30
2.2.4. Préstamos fonéticos ............................................................... 30
2.2.5. Compuestos semántico-fonéticos .......................................... 31
2.3. La cantidad de caracteres ................................................................. 32

3. La reforma de la escritura ............................................................... 34


3.1. Primeros intentos de simplificación de los caracteres chinos .......... 34
3.2. La simplificación en la República Popular China ............................ 36
3.3. Caracteres simplificados y tradicionales .......................................... 38

Resumen .................................................................................................... 41

Bibliografía .............................................................................................. 43
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Introducción

Pocos elementos son tan definitorios de la cultura china como su escritura.


Se trata de un sistema único, parcialmente compartido por coreanos, japone-
ses y chinos y, hasta hace no mucho, por vietnamitas. También es uno de los
elementos que en mayor medida ha contribuido al aislamiento de la región,
la auténtica “gran muralla” que ha hecho de la cultura china una realidad
impenetrable para la mayor parte de los occidentales.

En torno a la escritura china han surgido mitos y creencias, algunos muy


alejados de la realidad. De la escritura china se ha dicho de todo: que es pic-
tográfica, que utiliza ideogramas, que es imposible de aprender, que se ha
mantenido sin cambios durante tres mil años, que es una desventaja para el
desarrollo cultural de China, etc.

Hablar del idioma chino es casi sinónimo de hablar de caracteres chinos.


Como hemos visto en módulos anteriores, los chinos carecen de sistema fo-
nético alguno (alfabético o silábico) para escribir. Aunque usan diversos sis-
temas de transcripción, ninguno de ellos ha sido diseñado para sustituir al
sistema tradicional de escritura: tienen funciones educativas, y no constitu-
yen un sistema de escritura por sí mismos.

Los caracteres chinos constituyen un sistema único. A simple vista, se distin-


guen de cualquier otro código de escritura que conozcamos, tanto por su
forma como por su cantidad. Podemos analizar diversas líneas de un texto
escrito en chino sin encontrar apenas signos repetidos, mientras que si ob-
servamos cualquier texto escrito en otro sistema (fonético) podemos com-
probar que la cantidad de repeticiones es mucho más elevada. Existen mu-
chos más caracteres chinos de lo que podemos aprender en una vida, como
resultado de los más de 3.000 años de historia de la escritura china.

Por tanto, el hecho de que los caracteres chinos hayan sido utilizados como
base de la escritura de otras lenguas no deja de ser sorprendente, sobre todo
si tenemos en cuenta que muchas de las lenguas de adopción están tipológi-
camente muy alejadas del chino. Ello es no sólo una muestra de la impor-
tancia que ha tenido la civilización china en Asia Oriental, sino que además
confirma la vinculación intrínseca que siempre ha existido entre los caracte-
res chinos y las culturas de Extremo Oriente. Sin duda, China se habría desa-
rrollado de manera muy diferente, tanto social como políticamente, si hace
más de tres mil años hubiera adoptado un sistema de escritura diferente.
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Objetivos

Los objetivos básicos que nos proponemos lograr en este módulo son los si-
guientes:

1. Analizar las circunstancias en que se produjo el nacimiento de la escritura


en Asia Oriental y en China.

2. Comprender las principales diferencias existentes entre la escritura china


y las escrituras alfabéticas más cercanas a nosotros.

3. Entender el tipo de vinculación que existe entre la escritura china y la


lengua hablada.

4. Conocer los diferentes tipos de caracteres chinos que existen y los ele-
mentos que forman parte de ellos.

5. Comenzar a reconocer algunos caracteres básicos y entender su origen y


la manera en que se escriben.

6. Analizar la reforma de la escritura china que llevó a cabo el gobierno de la


República Popular China a partir de los años cincuenta.
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1. Orígenes de la escritura china

La china es la más antigua de todas las escrituras de los países de Asia Orien-
tal, aunque su aparición es muy posterior a la de la escritura egipcia o sume-
ria. Pese a que no existe ninguna evidencia de un origen no chino de la escri-
tura china, algunos especialistas han sugerido la posibilidad de que la misma
idea de la escritura pueda ser un concepto importado de oriente medio, aun-
que no existe un sólo signo de escritura sumeria o egipcia que aparezca entre
los primeros signos utilizados en China. A
La tradición china, por su parte, propone dos figuras legendarias diferentes
como creadores de la escritura. La primera de ellas es Cang Jie ‫䷵ם‬, escriba
miembro de la corte del también legendario Emperador Amarillo (que según
la tradición vivió entre los años 2697 y 2597 a.C.). El otro supuesto creador
de la escritura china es Fu Xi ӣ㖆, uno de los tres emperadores augustos de
Retrato de Fu Xi
la tradición, que vivió en torno al 2852-2597 a.C.
Fu Xi ӣ㖆
Ninguno de estos dos mitos de la creación de los caracteres chinos es anti- Al propio Fu Xi se le atribuye
guo: en ningún caso aparecen en obras anteriores al periodo de los Reinos también la creación de los
ocho trigramas que son la ba-
Combatientes (s. IV a.C.). Por otro lado, las primeras muestras de escritura se del Yijing ᯧ㍧, el clásico
método adivinatorio chino.
china que se han conservado son de una época bastante posterior a la que
supuestamente pertenecieron estos dos personajes de la tradición china.

Según los hallazgos arqueológicos, la escritura china apareció durante


la dinastía Shang, en torno al siglo XIII a.C.

Ahora bien, los primeros signos que encontramos en la cultura china que Cultura de Yangshao
hacen pensar en un código de escritura son de hecho mucho más antiguos:
Cultura de la prehistoria china
se trata de las inscripciones dibujadas en la cerámica roja de Yangshao, cul- que apareció en la región de
la tierra de loess, en el valle
tura neolítica de entre el 7000 y el 5000 a.C. Son grafías que en algunos ca- del río Huanghe, y que se ca-
sos recuerdan a signos de la lengua china, como son los números u otros racteriza por su cerámica roja
con dibujos geométricos.
caracteres fácilmente reconocibles. a
De todos modos, no se puede hablar más que de un tipo de protoescritura
que no puede ser considerada ni siquiera un estadio de evolución inicial del
desarrollo de la lengua china escrita. Existen fundamentalmente dos motivos
que nos lo impiden: por un lado, la cantidad de grafías que aparecen en la
cerámica de Yangshao que no tienen relación con los posteriores caracteres
chinos es muy grande; por otro, la lejanía temporal de estos restos respecto
al nacimiento de la escritura propiamente dicha es también enorme. Así y
todo, las grafías encontradas en la cerámica de Yangshao presentan similitu-
des de tipo formal con los posteriores caracteres chinos que son muy desta-
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cadas y que representan tendencias estéticamente muy diferentes, por ejem-


plo, a las del estilo cuneiforme de Sumeria o a los jeroglíficos egipcios.

Fijémonos, por ejemplo, en algunas de las grafías localizadas en la cerámica


de la cultura de Yangshao, tal como las vemos recogidas en la siguiente ima-
gen. Podemos comprobar que algunas de las formas recuerdan claramente
caracteres chinos modernos, comoϔ, Ѡ, ϝ, Ё, क, ㉇, ᮹, ᠟, o Ꮉ, con
los que existe una clara correspondencia.

Cerámica de Yangshao

Sin embargo, en ningún caso podemos hablar de un sistema de escritura. Se


trata de grafías que sin duda tienen algún significado; pero eso no basta para
que se las considere parte de un sistema de escritura.

Podemos definir la escritura de manera simple como la representación


gráfica del habla; un sistema de escritura, por tanto, no es solamente un
código para comunicar unos significados determinados, sino que ade-
más es el medio gráfico para la representación sistemática del habla. a

Aunque los símbolos encontrados en la cerámica de Yangshao pudieran pre-


tender comunicar unos significados, aún están muy alejados de la auténtica
escritura. Son propiamente señales, lejos aún de la idea de código lingüístico.
El elemento comunicativo no es ni mucho menos importante para la defini-
ción de la escritura. Si pensamos, de hecho, en las letras que forman parte de
un alfabeto, comprenderemos que su finalidad no es comunicar significados,
sino representar gráficamente los sonidos del habla. De hecho, los sonidos
individuales de las letras muchas veces carecen de significado. La escritura,
por tanto, no tiene como finalidad primera el objetivo de comunicar un sig-
nificado, sino comunicar unos sonidos e intentar fijarlos. En este sentido, los
símbolos inscritos en la cerámica de Yangshao no son un código de escritura,
como tampoco lo son las señales de tráfico, los símbolos de prohibido fumar
o la cruz roja que encontramos en las ambulancias.
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El verdadero comienzo de la escritura en Asia oriental lo encontramos simul-


táneamente en las dos manifestaciones culturales más representativas de la
dinastía Shang: los huesos y caparazones de tortuga utilizados con finalida-
des adivinatorias y los bronces, de una gran carga artística.

1) Los denominados ⬆偼᭛ jiăgǎwén (“textos en huesos y caparazones”) son


inscripciones realizadas en estas superficies de origen animal durante los ri-
tuales adivinatorios que reflejan las prácticas religiosas de reyes y chamanes
de la corte del estado Shang durante una época que se extiende entre los
años 1200 y 1050 a.C. Se trata de inscripciones oraculares que constituyen
las primeras muestras de escritura articulada encontradas en China. Estas
inscripciones, de las que se han encontrado más de 200.000 hasta ahora,
son, además, una fuente de información excepcional de la vida en la corte y
de la mentalidad Shang.

2) Los bronces, en su mayor parte recipientes con finalidades rituales, son el


máximo exponente de la estética de ese periodo. En algunos de esos bronces,
contemporáneos a las inscripciones adivinatorias y pertenecientes en su ma-
yoría a la familia real y a la elite política, se han encontrado caracteres chinos
grabados, pese a que el contenido de esos textos no suele ser tan relevante
como el de los jiaguwen.

Es probable que en este periodo también se utilizase para escribir materiales


menos duraderos, como la madera o ciertos tejidos, pero no se han conservado
evidencias de ello; en cambio, además de huesos y bronces, se han hallado ins-
cripciones de la misma época en algunas piezas de cerámica, en piedras e inclu-
so en cráneos humanos, aunque en cantidad poco significativa.

1.1. Los textos adivinatorios Shang

1.1.1. Los “huesos de dragón”

El hallazgo de las inscripciones en los huesos y los caparazones de tortuga fue Anyang
totalmente fortuito. Durante el siglo XIX, muchos campesinos de la zona de Fue la última de las capitales
Anyang, en la provincia de Henan, sacaban un dinero extra vendiendo “hue- de los Shang. Situada en la
llanura aluvial del río
sos de dragón” a las farmacias de la zona, donde, tras ser molidos, eran vendi- Huanghe, al norte de China.
dos en polvo como un remedio más dentro de la farmacología tradicional chi-
na. En realidad se trataba de huesos con caracteres grabados en su superficie,
cuyo origen se remontaba a la antigua capital del estado Shang, Anyang.

La casualidad hizo que a finales del siglo XIX un literato chino interesado en
la historia enfermase de malaria. El médico le prescribió, entre otras medici-
nas, los famosos “huesos de dragón” para curarlo. Cuando le enviaron el re-
medio (afortunadamente aún sin moler) se dio cuenta inmediatamente de
que lo que destacaba en la superficie de los huesos eran antiguos caracteres
chinos que, en su mayoría, no podía entender.
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Desde ese momento, diversos intelectuales empezaron a acumular una gran


cantidad de huesos y se iniciaron excavaciones en la región donde se habían
encontrado la mayoría de los huesos y los caparazones, en Anyang. Durante
los años veinte y treinta del siglo XX se recuperaron varios millares. Se com-
probó que los nombres de reyes que aparecían en las inscripciones coinci-
dían con los que se habían conservado en los textos antiguos de la tradición
china, hecho que constituye un hallazgo arqueológico de primera magnitud,
que confirmaba parcialmente que lo que contaban los clásicos chinos tenía
un fundamento histórico muy importante.

Las excavaciones en Anyang han continuado hasta la actualidad. Se han en-


contrado más de 200.000 piezas oraculares en huesos de mamíferos y capara-
zones de tortuga, que representan en su conjunto un auténtico tesoro ar-
queológico y lingüístico.

1.1.2. Los rituales adivinatorios

Todas estas piezas formaban parte de los rituales adivinatorios que se lleva-
ban a cabo en la corte a finales de la dinastía Shang. Se usaban fundamen-
talmente dos clases de hueso: las escápulas de animales bovinos y la parte in-
ferior de los caparazones de las tortugas, que se importaban de regiones más
al sur. Esos huesos eran manipulados (limpiados y pulidos) y se les practicaba
diversas incisiones profundas que no llegaban a perforar totalmente el hueso.
Después se aplicaba calor muy intenso sobre esos agujeros (seguramente con
un hierro al rojo vivo) hasta que aparecían grietas en la cara opuesta del hue-
so o del caparazón. El adivinador, que inicialmente podía ser el rey, exami-
naba entonces las grietas que habían aparecido y las interpretaba. a
Lo más probable es que los caracteres no fueran inscritos hasta después de
haberse completado todo ese proceso de manipulación y adivinación. Por
otro lado, los textos que aparecen en caparazones y huesos tienen una es-
tructura común: todos ellos hacen referencia a la cuestión a la que el ritual
pretendía responder, en una forma muy característica: se afirma y se niega
alternativamente esa cuestión en partes simétricas del caparazón; además, se
incluye el nombre del adivinador y el del rey y la interpretación que se reali-
za del ritual, según se hayan orientado las grietas en un sentido u otro.

Los temas que abordaban los rituales adivinatorios eran muy diversos, reflejo
todos ellos de la vida social de los Shang: las cosechas, la caza, la guerra, los
viajes del rey, los sacrificios rituales, el tributo, el clima, etc. Debido a la di-
versidad de estilos caligráficos que se han encontrado, parece que los caracte-
res que se inscribían eran obra de escribas especializados, no de los adivina-
dores, de manera que adivinar y escribir eran dos procesos marcadamente
diferenciados del ritual. Los caracteres se grababan en la superficie de los
huesos y de los caparazones con un utensilio duro y afilado, aunque es posi-
ble que previamente se hubieran marcado con algún tipo de tinta, para que
sirviese como guía a la hora de realizar la inscripción (se sabe que en la época
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ya existía la tinta y algún tipo de pincel, según se ha podido comprobar en


algunos restos de cerámica). a
Antes de aplicarle la fuente de calor, se numeraba cada incisión. Por ello, los
números son uno de los caracteres más frecuentes en este tipo de piezas. La
grafía es similar a la actual, aunque en algunos números ha evolucionado mucho,
tal como muestra el siguiente ejemplo (en la hilera inferior, la grafía actual):

Pueden distinguirse diversas etapas según la evolución de los caracteres que


se encuentran en los huesos y caparazones de tortuga. La grafía de los carac-
teres siguió globalmente una tendencia de creciente complejidad: en perio-
dos posteriores, gana en densidad y dificultad. En cambio, los caracteres que
se encuentran en bronces contemporáneos mantienen en su mayoría la sim-
plicidad de los huesos oraculares de los primeros periodos, además de formar
parte de textos más largos y elaborados.

La práctica de inscribir caracteres chinos en los caparazones y las escápulas


animales decayó rápidamente, aunque las prácticas pirománticas se han
mantenido en algunas zonas de la China hasta nuestros días. En cambio, las
inscripciones en los bronces se mantuvieron durante mucho más tiempo, ya
que fue una práctica heredada por los Zhou después de conquistar y derrocar
a los Shang.

1.2. Los bronces

Los primeros restos de escritura en objetos de bronce son totalmente


contemporáneos a los hallazgos en huesos adivinatorios, datando de
la última fase de la dinastía Shang (1200-1045 a.C., aproximadamen-
te). Estos objetos de bronce, en su mayoría recipientes rituales, eran
posesión de la familia real y de los miembros de la aristocracia, lo cual
explica que muchos se hallaran en la zona de Anyang, aunque tam-
bién se han encontrado otros en zonas mucho más al sur.

La elaborada técnica del bronce no fue abandonada con el final de la dinastía


Shang, como sucedió con las prácticas adivinatorias de la escapulomancia,
sino que sus sucesores, los Zhou, la heredaron y continuaron desarrollando,
aunque con otra sensibilidad estética.

La mayoría de las inscripciones que se encuentran en los recipientes de bronce


son poco visibles, ya que están en el interior e incluso en el fondo del objeto (a
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diferencia de lo que sucede con otros objetos de bronce, como armas, hachas o
instrumentos musicales rituales, donde son mucho más visibles). Se trata de re-
cipientes rituales utilizados en las ceremonias religiosas de la elite aristocrática,
ya que por su elevado coste y sus dimensiones sólo podían ser encargados por
los más poderosos. Los ritos en los que se utilizaban esos objetos generalmente
estaban destinados a honrar los espíritus de los antepasados. Por eso, gran par-
te de los recipientes Shang llevan inscrito el nombre del clan familiar al que es-
taban dedicados (y, quienes por tanto, pagaban su fabricación). Son textos ge-
neralmente breves, de poco más de 40 ó 50 caracteres, aunque suelen ser más
largos que los inscritos en los huesos oraculares. Sin embargo, en algunos casos
llegan a contabilizarse varios cientos de caracteres, especialmente en los bron-
ces de la dinastía Zhou.

Durante los rituales se realizaban ofrendas a los espíritus, que podían ser en
forma sólida (alimentos) o líquida (bebidas, licores). En cualquier caso, estas
ofrendas se depositaban en el interior de los recipientes de bronce donde es-
taban las inscripciones, que podían tener formas muy variadas según se tra-
tase de líquidos o sólidos. Así, las ofrendas estaban en contacto directo con
los caracteres inscritos en la parte inferior del objeto. Por ello las inscripcio-
nes tenían una función mediadora: establecían un contacto con los antepa-
sados que “tomaban” las bebidas y los manjares, y sus descendientes vivos.
Con esos ritos, origen de la práctica que hoy día persiste, aunque evolucio-
nada, del culto a los antepasados, se pretendía que los espíritus velasen por
sus descendientes y les ayudasen a llevar una vida dichosa.

Inscripción de la tapa de un recipiente de bronce de la dinastía


de los Zhou Occidentales (1027-771 a.C.).

Estilísticamente, los caracteres de los bronces son diferentes de los de los


huesos y caparazones. Ello se debe principalmente al hecho de que se escri-
bían en una superficie con características muy diferentes: el barro. Los bron-
ces Shang y Zhou habían sido elaborados con moldes. Toda la ornamenta-
ción que decora su superficie y los propios caracteres chinos se preparaban,
por tanto, sobre moldes de barro, una superficie muy fácil de trabajar. Las
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inscripciones se grababan primero en un molde con un punzón, lo cual ofrecía


la posibilidad de que los caracteres pudieran quedar grabados (como sucede en
la mayoría de los casos) o destacados, elevándose sobre la superficie de bronce
(lo cual es menos frecuente); todo dependía del uso de nuevos moldes que
permitían pasar los caracteres grabados en negativo a caracteres destacados so-
bre la superficie. Eso quería decir que, pese a encontrarse en una superficie dura
y difícil de trabajar, el estilo de los caracteres corresponde a las posibilidades del
material blando del molde. Hay que tener en cuenta que, una vez seco, el mol-
de de barro podía ser retocado y embellecido. Por eso los caracteres de los
bronces tienen una estética muy diferente a los de las piezas oraculares, marca-
da por un mayor dinamismo y una sensibilidad mucho más elaborada. Los án-
gulos de los caracteres de los huesos oraculares, por ejemplo, quedan suaviza-
dos y redondeados en los bronces Shang y Zhou.

Por su parte, la distribución del texto suele ser regular, pese a tratarse de ins-
cripciones generalmente muy breves. Los escribas Shang distribuían el texto
sobre una superficie rectangular, dividiéndolo en columnas, aunque no todos
los caracteres ocuparan el mismo espacio. En periodos posteriores, de finales de
los Zhou, empiezan, en cambio, a encontrarse inscripciones en las que a todos
los caracteres les corresponde aproximadamente la misma cantidad de superfi-
cie, tendencia que se confirmará con el paso del tiempo.

1.3. El nacimiento de la escritura china

Las inscripciones tal como aparecen en las piezas oraculares y los bronces
muestran ya un sistema plenamente desarrollado de escritura, capaz, por
tanto, de reflejar y fijar sin ambigüedad la lengua que se hablaba por enton-
ces. Ello permite pensar que el nacimiento de la escritura es anterior al pe-
riodo de las primeras inscripciones, y quizá nos remite a los inicios de la di-
nastía Shang e incluso a finales de la dinastía Xià (s. XVII a.C.). De todos
modos, no hay ningún hallazgo que lo confirme, y por ahora no es más que
una simple suposición razonable. a
Las inscripciones más antiguas demuestran que la es-
critura china tuvo un origen pictográfico, es decir,
las primeras grafías intentaban ser una representación
figurativa de los objetos que designaban. Eso es una
característica común a casi todos los sistemas de escri-
tura, aunque muchos hayan acabado desarrollándose
hasta llegar a la creación de un alfabeto o de un sila-
bario. Muchas de las grafías más antiguas de la escritura china son cla-
ramente un dibujo de lo que se quería representar, hecho especialmente
evidente en el caso de los caracteres utilizados para designar animales.

Como es lógico, estas grafías ofrecen ciertas dificultades a la hora de escribir.


Cuanto más figurativas sean, más difícil resultará escribirlas y más tiempo se
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necesitará para hacerlo. La tendencia, por tanto, fue continuar simplifi-


cando las formas, evolución que se puede seguir en la mayoría de los casos
en los bronces Shang y Zhou (y no en los huesos oraculares, donde gene-
ralmente la tendencia era la contraria). Las grafías más simples y abstractas,
por cuestiones puramente prácticas, eran mucho más eficaces a la hora de
escribir. Por ello los pictogramas fueron perdiendo su capacidad represen-
tativa, convirtiéndose en grafías cada vez más abstractas.

Pero no todos los elementos de la lengua pueden representarse de manera


eficiente por medio de pictogramas. Todas las lenguas incorporan en su
habla palabras que no tienen representación inmediata (por ejemplo, ¿qué
pictograma usaremos para palabras como “ilusión”, “superior”, “pasado”,
etc.?); además, también contienen elementos gramaticales que no pueden
ser “dibujados”. Los creadores de la escritura china solucionaron parcial-
mente el problema mediante representaciones más abstractas. Uno de los
ejemplos más claros son los caracteres que aún hoy día se utilizan para de-
cir “arriba” o “abajo”. El carácter Ϟ shàng (“arriba”, “por encima”, “so-
bre”) originalmente estaba escrito como una línea horizontal y una segun-
da línea más corta por encima; el carácter ϟ xià (“abajo”, “debajo”) era
muy similar pero invertido, con la línea más corta por debajo, indicando la
posición relativa de los dos elementos.

No obstante, el abanico de posibilidades que proporciona este sistema


de representación es muy limitado, sea cual sea la lengua. La represen-
tación pictográfica no podía proporcionar una base lo suficientemente
amplia para la lengua china.

En último término, toda lengua necesita enfrentarse a la escritura de elemen-


tos fonéticos que carecen de representación inmediata. En el primer módulo
habíamos indicado que no es posible un sistema de escritura sólo pictográfi-
co. El caso de la escritura dongba de los naxi lo demuestra cuando utiliza el
principio de rebus (que consiste en la utilización de un pictograma o de una
grafía no fonética con un valor exclusivamente fonético). En el caso de la es-
critura china, aún es más claro y mucho más frecuente, pudiéndose localizar
fácilmente en las inscripciones oraculares y los bronces. Es precisamente el
principio de rebus lo que nos permite hablar de escritura y no sólo de un có-
digo de señales, siempre teniendo en cuenta que la escritura no pretende
transmitir significados, sino sólo reflejar fielmente todos los elementos de la
lengua hablada. a
En el caso de la escritura china, uno de los primeros ejemplos de rebus se encuentra en
la grafía del verbo “venir”. Su pronunciación, lái, era la misma que la de la palabra que
entonces se usaba para decir “trigo”, lái. Por ello adoptó la grafía de este homófono,
՚, para utilizarla con el nuevo significado, “venir” ՚. Lo más curioso es que la pala-
bra que originalmente significaba “trigo” quedó en desuso, de manera que actualmen-
te el carácter ՚ sólo significa “venir”.
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Este procedimiento de adoptar grafías de homófonos fue necesario pa-


ra desarrollar la escritura de todos los elementos que formaban parte
de la lengua china tal como se hablaba en esa época. Hasta que no se
dio este paso, no se pudo hablar de escritura china propiamente dicha.

Además, la idea de que la escritura china es pictográfica, y de que los caracte-


res chinos son, por tanto, pictogramas, es totalmente errónea. Una escritura
puramente pictográfica es imposible por definición, ya que no puede repre-
sentar el habla de manera sistemática. La vinculación entre escritura y habla
es una condición totalmente necesaria en cualquier código de escritura desa-
rrollado. a
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2. Los caracteres chinos

La base única de la escritura china son los caracteres. A diferencia del


japonés o del coreano modernos, el chino se escribe sólo con caracte-
res chinos, los ⓶ᄫ hànzi. No cuenta con ningún silabario comple-
mentario, y los sistemas de transcripción existentes, como es el caso
del pinyin, son una herramienta auxiliar fundamental para el aprendi-
zaje, pero en ningún caso intentan sustituir los caracteres.

Los caracteres chinos han sido definidos y designados de maneras muy distin- Misioneros españoles
tas. Cuando los primeros occidentales llegaron a China y los observaron por El misionero dominico Do-
vez primera, empezaron a describirlos como “pictogramas”, idea que aún está mingo Fernández de Navarre-
te (1618-1686) escribió: “La
muy arraigada en el público en general. Otra definición muy común consiste primer letra China comenzó
pintando las cosas” (Tratados
en decir que los caracteres chinos son “ideogramas”, es decir, que los caracteres históricos, políticos, ethicos y
no representan palabras, sino ideas (sea cual sea el significado que se le atribu- religiosos de la monarchia de
China, trat. III, cap. 11, pág.
ye a esta noción). Otros nombres utilizados para designar los caracteres chinos 189,1, edición de 1676).
son los de “semantogramas”, “logogramas”, “fonogramas”, “zodiogramas”,
etc., según se pretenda acentuar un aspecto u otro de las características propias
de los caracteres chinos. Algunos autores optan por una denominación más
neutra, la de “sinogramas” (es decir, “grafías chinas”), ya que constituyen un
caso único entre las diversas lenguas que existen. Nosotros desde el principio
hemos utilizado la expresión “caracteres chinos” precisamente para evitar
cualquier clasificación capciosa que pudiera ser engañosa.

Los caracteres chinos comparten todos una misma estética. Escribir un ca-
rácter chino no consiste simplemente en reproducirlo, sino que hay que ha-
cerlo según un orden definido y siguiendo unas determinadas reglas de cons-
trucción. Pese a ello, los caracteres chinos son todos diferentes entre sí, a
pesar de su elevado número, y tendremos que distinguir varios tipos básicos.
Podemos hallar caracteres muy simples, de uno, dos o tres trazos; y también
podemos encontrar otros de más de 50 trazos. Ahora bien, todos han de
ocupar un mismo espacio cuando se escriben, y han de estar formados a par-
tir de una cantidad muy básica de trazos diferentes, en su mayoría rectilí-
neos. Cuando observamos un texto chino, es inmediatamente evidente que
la curva es una forma muy poco frecuente, y de hecho la circunferencia es
totalmente ajena a la estética de los caracteres chinos (no así, por ejemplo,
del hangǎl coreano).

Para entender mejor los caracteres chinos, analizaremos a continuación los


elementos en que se pueden descomponer (trazos, componentes), sus meca-
nismos de construcción y los diferentes tipos de caracteres que existen.
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2.1. Elementos que forman los caracteres chinos

2.1.1. Los trazos

El elemento más básico que encontramos en todo carácter chino son los
trazos (ㄚ⬿ bƱhuà). Por trazo entendemos cada una de las líneas o golpes
de pincel que se realizan para escribir un carácter. El carácter más simple es el
número 1, formado por un sólo trazo horizontal (aunque existe otro también
de un sólo trazo mucho más complejo). De dos trazos tenemos muchos más
caracteres, por ejemplo, números como el 2, el 7, el 9 o el 10, o palabras co-
mo “hombre”, “cuchillo”, “fuerza”, etc., por poner algunos ejemplos. La
cantidad de caracteres de tres trazos ya es muy elevada, como podemos ver
en el esquema al margen.

Existen seis trazos básicos a partir de los cuales se yƯ


1 trazo ϔ uno
construyen todos los caracteres de la escritura china. El resto
Э yƱ curvado
de los trazos son modificaciones, de manera que se pueden
2 trazos Ѡ èr dos
reducir a los seis trazos fundamentales. Según las tablas que
se utilizan en China para la enseñanza de la escritura, Ҏ rén hombre

además de los seis básicos, existen otros dieciocho, de ࡯ lì fuerza

manera que en total hay veinticuatro trazos. Ahora bien, ߔ dƗo cuchillo
algunos tratados llegan a hablar de treinta y dos trazos.
... ... ...

3 trazos ϟ xià bajo


Si nos fijamos en el siguiente cuadro, con la excepción del
ϝ sƗn tres
sexto trazo de la primera columna, denominado ᦤ tí, que va
de abajo arriba, el resto dibuja un movimiento de arriba a Ϟ shàng sobre

abajo y de izquierda a derecha. Como es evidente, algunos г yƟ también

de los trazos soy muy simples, mientras que otros están ग qiƗn mil
formados por una trayectoria compleja e incluyen ángulos, dà
໻ grande
ganchos y curvas, pese a estar dibujados con un solo golpe de
... ... ...
pincel (o cualquier otra herramienta de escritura).

Saber distinguir entre los diferentes trazos es muy importante, ya que el


número de trazos que hay en un carácter es uno de los criterios más utili-
zados para la clasificación y ordenación de los caracteres chinos. Para
poder utilizar una buena parte de los diccionarios chinos habituales, por
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 18 La escritura china

poner un ejemplo, hay que conocer el número total de trazos de un de-


terminado carácter antes de poderlo buscar.

Por ejemplo, el carácter ষ kǂu, aunque pueda parecer que está formado por cuatro
trazos (uno por cada lado del “cuadrado”), en realidad tiene tres. Si queremos hallar
rápidamente este carácter en un diccionario de este tipo, tendremos que saber la canti-
dad exacta de trazos que lo forman. Como es lógico, saber distinguir y contar los trazos
será aún más importante si se trata de caracteres más complicados.

Como decíamos antes, la cantidad de trazos de los caracteres varía mucho. Los
más sencillos son de un sólo trazo. Una pregunta muy frecuente entre los estu-
diantes de chino es la de cuál es el número máximo de trazos. A continuación
tenemos algunos ejemplos de caracteres complicados: algunos de ellos han
quedado en desuso, de manera que la mayoría de chinos no los conoce; otros
aún se utilizan, aunque son muy frecuentes; y otros son habituales:

Núm.
carácter pinyin significado
de trazos

17
啰 guƯ tortuga

19
䄬 shì conocer

23
倮 jƯng espantar

28
叮 yƯng loro

36
唝 nàng sonido nasal

apariencia
48
啬 dá de un dragón
volando

Aunque a nuestros ojos puedan parecer un conjunto de trazos sin lógica ni


En la sección 2.1.3 hablaremos
estructura, en realidad todos esos caracteres ocultan un orden y una dispo- más detenidamente de estas
unidades internas que se repiten
sición internas que permiten escribirlos sin tantas dificultades. Además, to- en los caracteres chinos.

dos ellos, más allá de los trazos, están formados por diversos elementos que
se repiten constantemente en los caracteres chinos, de manera que, más que
aprender la disposición exacta de 20, 30 ó 40 trazos, lo que hay que memori-
zar es la diferente posición de estos elementos básicos (que pueden ser 3, 4 ó
5 por carácter), cosa que resulta mucho más fácil. Por eso cuantos más carac-
teres chinos se conocen (y por tanto, cuanto mejor conocemos los elementos
básicos que los conforman), más fácil es aprender caracteres nuevos.

Para entenderlo de una manera muy visual, sólo tenemos que fijarnos en el
más complicado de los caracteres anteriores, 啬 dá. Aunque no conozcamos
nada de la escritura china, es fácil darse cuenta de que se trata de un carácter
que consiste en la triple repetición de un mismo elemento, 啡, que de he-
cho es otro carácter chino que se pronuncia lóng y que significa “dragón”.
Por tanto, es evidente que en vez de tener que aprender los 48 trazos del ca-
rácter dá, en realidad lo que tenemos que aprender es que el carácter lóng, de
16 trazos, se repite tres veces, una en la parte superior y dos en la inferior.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 19 La escritura china

2.1.2. El orden en la escritura

Otro elemento fundamental de la escritura china es el orden. Todos los ca-


racteres se escriben en un orden determinado, según unas leyes generales,
de manera que todos los chinos los escriben igual, con independencia de
que sean complicados o sencillos. A pesar de que en ocasiones el orden
con que hay que escribir pueda parecer una dificultad añadida, de hecho
constituye una ventaja. El orden de los trazos ayuda a mecanizar la escritu-
ra de los caracteres, contribuyendo, por tanto, a su memorización. Si los
caracteres se pudieran escribir cada vez en distinto orden, la sensación de
carencia de lógica, sistematicidad y coherencia interna dificultaría la com-
prensión de los caracteres y, por tanto, los mecanismos de memorización
serían mucho menos efectivos. Además, conocer las reglas que determinan
el orden de los trazos ayuda también a contabilizar correctamente la canti-
dad total de trazos de los caracteres.

De manera general, existen unas reglas que indican cuál ha de ser el orden
de los trazos en todos los caracteres chinos (reglas que también deben respe-
tarse al escribir kanji japoneses):

1) Los trazos horizontales se dibujan antes que los verticales.

1) Se escribe de arriba abajo.

2) Se escribe de izquierda a derecha.

3) Se escribe del exterior al interior.

4) Cuando es más importante, el trazo central se hace antes que los laterales.

5) Los trazos en diagonal de derecha a izquierda preceden a los que van de


izquierda a derecha.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 20 La escritura china

6) Antes de cerrar un carácter (dentro, por ejemplo, de un cuadrado) hay


que llenarlo.

Siguiendo estas reglas, podemos comprobar que todo carácter sigue este or-
den general, por muy complicado que pueda ser:

A menudo se ha comparado el orden y cantidad de trazos con la ortogra-


fía de las lenguas alfabéticas. Olvidarse de un trazo, hacerlo en una direc-
ción equivocada o cambiar su orden no sólo tiene consecuencias estéti-
cas, en la apariencia de los caracteres, sino también semánticas. Olvidarse
de un punto en un carácter es un error muy grande. Existen algunos carac-
teres que tienen la misma cantidad de trazos y una disposición muy simi-
lar, pero con significados diferentes, dependiendo de que se crucen dos
trazos o de que una línea sea más larga que la otra. Fijémonos en el ejem-
plo de los siguientes grupos de caracteres:

⥟ wáng rey ࡯ lì fuerza

⥝ yù jade ߔ dƗo cuchillo

ເ rèn adulador ߗ rèn filo

㽟 jiàn ver ᵅ dǀng este

䉱 bèi concha ᷀ jiăn invitación

᳾ wèi Negación

᳿ mò final
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 21 La escritura china

El conocimiento de los diferentes trazos y su orden de escritura son


cuestiones determinantes para la correcta escritura de los caracteres
chinos, la base de la que debe partir todo estudiante de la lengua chi-
na, tanto si se trata de un chino como de un extranjero.

2.1.3. Componentes de los caracteres chinos: radicales y fonéticos

Los caracteres no son simples conglomerados de trazos según un orden de-


terminado. Como habíamos indicado, dentro de muchos caracteres podemos
encontrar diversas partes que se repiten con cierta frecuencia. Fijémonos en
los siguientes ejemplos:

ⲙ ᖴ ӆ ≪
Sólo con una primera ojeada nos damos cuenta de que todos ellos tienen un
carácter en común: Ё. La mayor parte de las veces lo encontramos situado
en la parte derecha de los caracteres de que forma parte, aunque a veces, co-
mo en los dos primeros casos, puede estar situado en la parte superior. Ob-
servemos otro ejemplo:

䢕 䣐 䠘 䡙 䡔
En este caso, el elemento que se repite en todos los caracteres es 䞥, aunque su
posición es diferente a la de los ejemplos anteriores. En estos caracteres Ё y 䞥
son elementos que, pese a tener en común el hecho de que se repiten en diver-
sos caracteres, son de naturaleza muy diferente. Ё es un carácter que se pro-
nuncia zhǀng y significa “centro”. Si nos fijamos en los cuatro primeros carac-
teres que lo tienen como elemento común, nos damos cuenta de que su
pronunciación es casi idéntica: zhǀng, zhǀng, zhǂng, chǀng. En la mayoría de
los casos sólo cambia el tono, y en general se mantiene el sonido de la final.
Por eso, se considera que Ё es el elemento fonético de todos estos caracteres.

La situación es muy distinta en los cinco últimos caracteres. Su pronuncia-


ción no mantiene ninguna relación: el elemento que se repite, 䞥, es un
carácter que se pronuncia jƯn (“oro”); pero los cinco caracteres que lo tie-
nen en común no mantienen ninguna similitud fonética entre ellos (lù,
găng, tiƟ, tóng, yín). Ahora bien, si nos fijamos en el significado de estos ca-
racteres, hallaremos que mantienen una cierta relación semántica: “alumi-
nio”, “acero”, “hierro”, “cobre” y “plata”. Son todos metales, con el mis-
mo elemento 䞥 que se repite en la parte izquierda de cada uno de ellos,
“oro”. Este tipo de elementos que aportan un cierto contenido semántico,
que no fonético, son conocidos habitualmente como radicales (䚼佪
bùshǂu, a veces denominados “determinantes” o “claves”).
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 22 La escritura china

Un gran porcentaje de caracteres chinos está formado a partir de la


unión de un radical, que aporta algún tipo de indicación de su signifi-
cado, y un elemento fonético, que indica vagamente su pronuncia-
ción. La cifra de radicales y de fonéticos es limitada. Existe un total de
214 radicales, mientras que la cantidad de elementos fonéticos es más
elevada, en torno a los 850.

Se suele decir que la escritura china no es fonética, y de hecho es una afirma-


ción totalmente cierta. Pero por el propio hecho de ser escritura, intenta ser
una representación gráfica de la lengua hablada. Como decíamos en el pri-
mer apartado de este módulo, el origen de la escritura china, como el de casi
todos los sistemas de escritura, es pictográfico. Ahora bien, una escritura pu-
ramente pictográfica es irrealizable debido a la imposibilidad de representar
muchas de las palabras que forman parte de la lengua oral. En el caso del
chino, desde los primeros registros que se han conservado se ha podido ob-
servar el uso fonético de algunos caracteres (lo que denominamos “principio
de rebus”), que habrían perdido parcialmente su contenido semántico para
convertirse en determinados contextos en signos fonéticos. a
Ahora bien, la escritura china nunca dio el siguiente paso, que consistía en
llevar este principio a su máxima extensión y acabar convirtiéndose en un
silabario. Es decir, siguiendo el ejemplo que habíamos visto al hablar de los
inicios de la escritura, cuando los chinos empezaron a usar el carácter ՚ lái
(“cereal”) con un valor fonético para representar la palabra “venir”, también
pronunciada lái, no decidieron escribir todas las palabras que compartían es-
ta pronunciación con el mismo carácter. El camino que tomaron los chinos
fue muy diferente.

El chino es una lengua monosilábica en su origen y con poca variedad fo-


nética. La cantidad de sílabas es muy reducida, unas 400, y por consiguiente
hay un gran número de homófonos. Por ejemplo, existen unos 20 semiho-
mófonos (sin hacer discriminación de tono) que se pronuncian zhong. El más
frecuente, y probablemente el más básico, es zhǀng Ё, “centro”. De hecho,
el nombre chino de la China es zhǀngguó Ё೟, “reino(s) del centro”, y una
de las denominaciones más usuales de la lengua china es zhǀngwén Ё᭛,
“lengua (de los reinos) del centro”. No debe extrañarnos, por tanto, que este
carácter se convirtiera en la base de otros homófonos y semihomófonos con
la misma pronunciación. a

Fijémonos en el siguiente ejemplo. Una de las virtudes fundamentales del pen-


samiento clásico chino es la honestidad, la fidelidad, la rectitud interna. Esta
virtud se pronuncia zhǀng, exactamente de la misma manera que la palabra
“centro”; son homófonos totales. Ahora bien, los chinos, cuando hicieron uso
del principio del rebus, en este caso en vez de utilizar el mismo carácter con
una función únicamente fonética, crearon un nuevo carácter que integraba el
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 23 La escritura china

carácter Ё como una de sus partes, pero le añadieron otro elemento, ᖗ xƯn,
un carácter que significa “corazón” (el corazón en la cultura china no es sólo el
órgano de los sentimientos, sino también de las funciones intelectuales, que
nosotros atribuimos al cerebro, o de las virtudes). Así, la virtud zhǀng se escribe
con el fonético Ё en la parte superior y el radical ᖗ en la parte inferior.

zhǀng

ᖴ honestidad, rectitud

Lo mismo pasó con otros homófonos de la misma palabra. El carácter ⲙ


zhǀng “taza pequeña” está formado por el fonético Ё zhǀng y el radical ⲓ
mƯn, que sirve para designar piezas de vajilla en general. O por ejemplo, el
carácter ≪ chǀng está formado por el radical ∉ shuƱ, “agua”, y el fonético
Ё zhǀng, y su significado es el de “choque violento del agua”

Hay que tener presente que aunque este tipo de caracteres esté formado por la
unión de elementos que en sí mismos tienen significado propio, se trata de un
conjunto totalmente integrado, una nueva unidad con un significado diferente,
lo que significa que a nivel práctico, cuando se escriben han de ocupar el mismo
espacio físico que cualquier otro carácter, aunque sean más complejos. a
Por otra parte, no todos los compuestos semántico-fonéticos actúan de la
misma manera. Los radicales, como en el ejemplo anterior de los metales,
pueden aportar una carga semántica importante. Fijémonos, por ejemplo, en
los siguientes objetos hechos de madera:

᳼ Ḡ ộ ₗ ᶽ
mù zhuǀ yƱ guƯ jiù
madera mesa silla armario ataúd

O, por ejemplo, en la manera de escribir los siguientes árboles:

ᵒ ⃏ ṙ ἄ ᷇
sǀng yƯng mƟi yƟ liǎ
pino cerezo ciruelo cocotero sauce

En general podemos decir que el radical ᳼ “madera” es bastante indicativo del


campo semántico de los caracteres que lo incluyen. Todos o casi todos los árboles
se escriben en chino utilizando este radical; lo mismo podemos decir de los obje-
tos hechos de madera. Ahora bien, no todos los radicales son tan indicativos del
significado de los caracteres que los llevan. Un ejemplo muy claro es el radical 䒞
chƝ, “carro”, que aparece en algunos caracteres relacionados con el transporte:

䓾 䔢 䓺 䓰
lún jiào niăn zƯ
rueda palanquín vehículo carruaje
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 24 La escritura china

Ahora bien, se trata de un radical que a menudo aparece en caracteres que se-
mánticamente no tienen nada que ver con su significado original, por ejemplo:

䓗 䒳 䓩 䓽 䔌
jiào ruăn qƯng bèi shnj
comparar suave ligero generación perder

Los radicales, por tanto, deben ser considerados una ayuda para com-
prender el significado de los caracteres, y constituyen un buen recurso
mnemotécnico, aunque nunca funcionan según un patrón prefijado.

En cuanto a los elementos fonéticos, podemos distinguir algunos que determi-


nan la pronunciación exacta de los caracteres que los llevan (incluyendo el to-
no), otros que indican la pronunciación general de la sílaba, aunque pueden
darse diferencias de tono (semihomófonos) y, finalmente, los que dan indica-
ciones generales de pronunciación pero que, sobre todo en lo tocante a la ini-
cial, no son totalmente regulares. Fijémonos en los siguientes ejemplos:

ӥ xinj descansar

⚟ xinj quemar

㣴 xinj cubrir

leopardo míti-
䉙 xinj
co

ᑹ xinj refugio

એ xinj gritar

化 xinj búho

Como se ve en este ejemplo, todos los caracteres que llevan el fonético ӥ


son homófonos totales, incluyendo el tono. Éste es el ejemplo menos fre-
cuente, ya que generalmente los elementos fonéticos no determinan la pro-
nunciación del tono de manera estricta:

‫ܜ‬ xiƗn anterior

‫ސ‬ xiăn apellido chino

䝄 xiƗn amida

䡥 xiăn metal pulido

ㆆ xiăn producto de bambú

䎷 xiăn descalzo

⋫ xƱ limpiar
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 25 La escritura china

En este caso, la mayoría de caracteres se pronuncian con primer o tercer tono,


pero no existe una regla fiable. Además, el último carácter de la lista, que se es-
cribe con el radical de agua, tiene una pronunciación final diferente, pese a
mantener el sonido consonántico inicial. Hay casos, no obstante, donde las di-
ferencias de pronunciación pueden ser mucho más grandes. Analizaremos a
continuación una serie de caracteres que incorporan el fonético “tuàn”:

ᔪ tuàn cerdo

㻪 tuàn tipo de vestido

ෳ zhuàn labrar

㆚ zhuàn estilo caligráfico antiguo

⨥ zhuàn grabar

ἑ chuán viga

⤁ chuán liebre

卼 chuán pingüino

sustituto de un funciona-
ᦒ yuàn
rio

㴱 yuán larva

㎷ yuán causa

㷵 lƱ carcoma

୭ huì pico

Como vemos en este último listado, el fonético tuàn no delimita la pronun-


ciación de los caracteres que lo incluyen más que de una manera muy vaga.
Incluso en los dos últimos casos podemos comprobar que ha perdido toda
función fonética. Ello puede deberse a causas muy diversas, pero general-
mente se relaciona con la evolución histórica de la lengua hablada, teniendo
en cuenta que los caracteres no han cambiado; por eso, en alguno de los
dialectos del sur, más conservadores fonéticamente hablando, algunos de es-
tos caracteres conservan más fielmente su vinculación con el elemento foné-
tico que indica la manera como se pronuncia. a
Se puede pensar que este sistema de creación de caracteres no es más que la
combinación de un silabario (formado por el conjunto de los elementos fo-
néticos) con un sistema de símbolos o determinativos semánticos (los radi-
cales). Es decir, podría parecer que la pronunciación de buena parte de los
caracteres chinos viene determinada, al menos de manera aproximada, por
un silabario (similar, por ejemplo, al de la escritura de la etnia yi, formado
también por unos 800 signos). Sin embargo, el caso de los elementos fonéti-
cos del chino es diferente. Dejando de lado la imperfección del sistema de
fonéticos de la escritura china, además hay que tener en cuenta que por cada
sílaba de la lengua china existen diversos fonéticos diferentes; es decir, que
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 26 La escritura china

no hay una correspondencia exacta y simétrica, sino que de hecho existen


diversos signos que se pronuncian igual por cada sílaba de la lengua, tal co-
mo vemos en los siguientes cuadros:

sílaba fonéticos Sílaba fonéticos

⾏ ߽ 䗷
li
ᷫ ࡯ lian

ゟ 䞠 㞝
⅋ 呫 ᒝ

Además, hay muchos caracteres que comparten esta pronunciación pero que,
en cambio, no llevan ninguno de estos elementos fonéticos. Por tanto, de igual
modo que los radicales son una simple indicación del posible contenido se-
mántico de los caracteres chinos, pese a las numerosas excepciones, los fonéti-
cos son también indicios poco regulares de la pronunciación de los caracteres.

Si no se conoce un carácter, no se puede saber la manera exacta de pro-


nunciarlo, por mucho que identifiquemos el elemento fonético que
forma parte de él. Aún así, los fonéticos son un importante recurso
mnemotécnico para la memorización de los caracteres, sobre todo en
combinación con los radicales.

Eso no significa que un estudiante tenga que empezar memorizando los radi-
cales y los fonéticos antes de aprender los demás caracteres. Su aprendizaje es
gradual. Lo importante es saber distinguir unas partes de otras y conocer el sig-
nificado de los radicales más importantes, ya que son un elemento imprescin-
dible para distinguir caracteres homófonos de escritura similar.

A veces, en función de la posición que ocupan los caracteres, algunos radicales


cambian su forma de escribirse, para que sea más fácil incluirlos dentro de los
caracteres sin que resulte una grafía desproporcionada ni desequilibrada.

Así, por ejemplo, el carácter ᖗ xƯn, “corazón”, cuando actúa como radical tiene dos
grafías, ᖗ y ᖘ, según se inscriba en la parte inferior o en la parte izquierda de los ca-
racteres: ᛇ, ᖡ, ᗉ, ᙼ, ᖭ, ់, ᜶, ᖿ...

A veces algunos radicales pueden actuar como elementos fonéticos y a la in-


versa, algunos elementos que actúan generalmente como fonéticos son tam-
bién radicales. Por otro lado, hay caracteres que no tienen sólo dos elemen-
tos (radical y fonético), sino que pueden tener más de un fonético o más de
un radical. En estos casos, sólo uno de los elementos actúa como radical,
aportando contenido semántico (aunque, como ya hemos indicado, eso no
siempre es así). Por ejemplo, el carácter㦛 gnj, “seta”, puede descomponerse
en dos partes fundamentales, el radical 㡍, “hierba”, y la parte fonética ྥ, gnj.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 27 La escritura china

Ahora bien, este último elemento es un carácter que significa “muchacha” y


que se puede descomponer a su vez en el radical ཇ, “mujer”, y el fonético
স, gǎ, “antiguo”, según el esquema al margen.

A continuación incluimos una tabla con los 40 radicales más usados, con
su forma más simple, tal como aparece en algunos caracteres (en caso de
que la tengan), la transcripción pinyin y su significado (los marcados con
un asterisco sólo funcionan como radicales, no se utilizan aisladamente
como caracteres):

Ҏ ҏ rén hombre, persona ᠟ ᠠ shǂu mano

ߔ dƗo cuchillo ᮹ rì sol

࡯ lì fuerza ᳜ yuè luna

জ yòu nuevamente 䉱 bèi concha

ষ kǂu boca ᳼ mù madera

ಫ *wéi recinto ∈ ∉ shuƱ agua

ೳ tǎ tierra ☿ ♀ huǂ fuego

໩ xƯ alba ⬄ tián campo

໻ dà grande Ⳃ mù ojo

ཇ nü mujer ⼎ ⼏ shì mostrar

ᄤ zƱ hijo ㋌ ㋍ mì seda

ᇌ cùn pulgada 㘇 Ɵr oreja

ᇣ xiăo pequeño 㸷 㸸 yƯ ropa

Ꮉ gǀng trabajo 㿔 㿕 yán palabra

ᑎ yƗo diminuto 䍄 zǂu caminar

ᓧ gǀng arco 䎇 zú pie

䭔 mén puerta 䞥 䞦 jƯn oro, metal

侀 mă caballo 䲍 zhuƯ ave de cola corta

ᖗ ᖘ xƯn corazón 䲼 yǎ lluvia

ៜ gƝ lanza 亳 亴 shí comer

Tradicionalmente, los estudiosos de la lengua y la escritura china se han


fijado más en el aspecto semántico de los caracteres que en el fonético. Los
elementos fonéticos, por tanto, no han recibido la atención que proba-
blemente merezcan, y por eso popularmente se ha extendido la idea de
que la escritura china no representa sonidos, sino significados (y de aquí se
ha pasado a afirmar que es una escritura ideográfica). Ahora bien, tampoco
podemos afirmar que se trata de un sistema fonético de escritura, ya que
sólo parcialmente y de manera muy imperfecta podemos encontrar ele-
mentos fonéticos en los caracteres chinos. a
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 28 La escritura china

2.2. Tipos de caracteres

Ya hemos indicado repetidamente que todo sistema de escritura es en sus


orígenes pictográfico, aunque rápidamente pierde esta característica para
incorporar elementos fonéticos del habla imposibles de representar pictóri-
camente. La escritura china moderna, no obstante, mantiene la mayoría de
los pictogramas que se encuentran en los primeros textos, aunque repre-
sentan un porcentaje pequeño en el global de los caracteres chinos. La va-
riedad de caracteres es muy grande y, de hecho, podemos distinguir cinco
tipos diferentes de caracteres:

• pictogramas,
• indicadores,
• agregados lógicos,
• préstamos fonéticos y
• compuestos semántico-fonéticos.

2.2.1. Pictogramas

Los pictogramas (䈵ᔶ xiàngxíng) son grafías que intentan describir repre-
sentativamente fenómenos naturales fácilmente descriptibles. Los caracteres
chinos de algunos animales y objetos naturales son de este tipo. De hecho,
aunque sólo sea desde el punto de vista de la lógica más convencional, los
pictogramas representan el primer intento de escribir, y seguramente fueron
las primeras grafías chinas que aparecieron, aunque es cierto que probable-
mente surgiera ya desde el primer momento la necesidad de representar por
escrito palabras mucho más difíciles de “dibujar”.

Aquí presentamos algunos ejemplos de pictogramas:

1) El carácter ቅ shƗn, “montaña”, tiene su origen en un dibujo esquemático


de la silueta de una cadena montañosa:

2) El carácter ∈ shuƱ, “agua”: representa la corriente de un río.

3) El carácter 䭔 mén: “puerta”, es un dibujo de las dos hojas de una puerta.

4) El carácter ᖗ xƯn, “corazón”: es el dibujo de un corazón humano.


© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 29 La escritura china

5) El carácter Ҏ rén, “hombre”, “persona”: antes de adquirir la forma actual,


más abstracta, representaba un hombre de pie.

6) El carácter ໻ dà, “grande”: era la representación de un hombre de edad


avanzada con los brazos caídos.

7) El carácter 啰 guƯ, “tortuga”: es el dibujo de una tortuga vista desde arriba.

8) El carácter 儮 yú, “pez”: es otro ejemplo de animal representado de ma-


nera pictográfica.

En la mayoría de los casos se puede seguir la evolución histórica de estos pic-


togramas, desde su aparición en las inscripciones sobre huesos y caparazones
de tortuga, su desarrollo en los bronces Shang y Zhou, hasta el momento en
que se consolida su grafía actual, tras 1.000 años de evolución. Conceptual-
mente, los pictogramas son la forma más básica y primitiva de escritura chi-
na, y sus variantes más antiguas tienen ciertas similitudes con otros sistemas
pictográficos primitivos (por ejemplo, la escritura dongba de los naxi, tam-
bién en China). a

2.2.2. Indicadores

Los indicadores (ᣛ⼎ zhƱshì) a menudo son considerados una forma menos
representativa de pictogramas. De hecho, constituyen un intento de repre-
sentar conceptos más abstractos (posiciones, números, relaciones) de manera
simbólica pero inmediata. Aunque no hayamos estudiado chino, no nos será
difícil imaginar que caracteres como ϔ, Ѡ, y ϝ sirven para designar los
tres primeros números naturales. Otros ejemplos, quizá no tan inmediatos
pero igualmente claros, son los caracteres que indican posición. Para indicar
“arriba”, los chinos crearon un símbolo que consistía en poner un objeto por
encima de una línea horizontal: la grafía actual es el carácter Ϟ shàng. El
mismo símbolo invertido significa “abajo”, ϟ xià.

La cantidad de caracteres de este tipo no es demasiado significativo. Históri-


camente, es probable que funcionasen como símbolos semánticos ya antes
de que existiese la escritura; de hecho, los hallazgos de inscripciones en la ce-
rámica neolítica de Yangshao (7000-5000 a.C.) muestran grafías coincidentes
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 30 La escritura china

con las que milenios después se convirtieron en los caracteres chinos que re-
presentan los números y otros símbolos sencillos.

2.2.3. Agregados lógicos

Los agregados lógicos o semánticos (᳗ᛣ huìyì) constituyen un paso más


allá de los pictogramas, aunque están directamente relacionados con ellos.
Consiste en tomar dos caracteres ya existentes, pictogramas, y unirlos en un
carácter nuevo con un significado que, hasta cierto punto, se deriva del con-
tenido semántico de los dos caracteres en que se basa. De ese modo, el aba-
nico de significados se ampliaba notablemente, ya que ese procedimiento
permitía representar ideas mucho más abstractas y, por tanto, difíciles de re-
presentar. a
El ejemplo más clásico es el de la palabra ᯢ míng. Este carácter está formado
a partir de la fusión de otros dos caracteres, ᮹ rì, “sol”, y ᳜ yuè, “luna”, dos
astros eminentemente luminosos según la percepción de los chinos de aque-
lla época. Por ello, el significado del nuevo carácter, ᯢ, es “brillante”. Otro
caso es el del verbo “ver”. Los chinos tomaron dos pictogramas, uno que re-
presentaba un ojo (Ⳃ), y otro que simbolizaba unas piernas (‫)ܓ‬, para crear
un nuevo carácter, 㽟 jiàn, que describe la vista como un ojo en movimien-
to, como si estuviese caminando para mirar algo:

Los agregados lógicos representan la última fase en el intento de describir


las palabras de la lengua oral en virtud de su contenido semántico. Pero es
evidente que los morfemas de la lengua oral superan con creces las posibi-
lidades de una escritura representativa. Tal como había sucedido con otras
lenguas que en sus orígenes habían sido pictóricas, como el egipcio, los
chinos tuvieron que recurrir a otros recursos para desarrollar plenamente
un código de escritura completo.

2.2.4. Préstamos fonéticos

Algunos de los caracteres creados según los principios representativos ante-


riores se tomaron en préstamo para representar homófonos o semihomó-
fonos, independientemente del significado que tuvieran. Esos préstamos
fonéticos (‫ ׳؛‬jiăjiè) son, de hecho, el único recurso inmediato para una
escritura no alfabética ni silábica para poder representar todas las posibles
palabras de la lengua oral. Por ello, aunque conceptualmente representan
un momento más avanzado de la escritura china, a nivel material sin nin-
gún tipo de duda aparecieron desde el primer momento en que los chinos
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 31 La escritura china

intentaron escribir, ya que sin un recurso que les permitiese escribir la


pronunciación de palabras imposibles de representar (sea por su contenido
conceptual, sea por su función meramente gramatical) nunca habrían po-
dido desarrollar una escritura propiamente dicha.

Este paso es el que antes habíamos definido como “principio de rebus”, tal
como se produjo con el uso puramente fonético del carácter ՚ lái, “venir”,
a pesar de que su significado originario era “trigo” (significado que se con-
serva parcialmente en la forma de escribir algunos cereales que incorporan
en carácter 呹 mài en su nombre, creado a partir del carácter ՚). ǂ

2.2.5. Compuestos semántico-fonéticos

Los chinos expandieron al máximo las posibilidades de la escritura cuando


empezaron a usar caracteres que tenían a la vez un elemento fonético y un
elemento semántico (los radicales o claves). En los compuestos semántico-
fonéticos (ᔶ㙆 xíngshƝng) el radical indica de manera muy general el campo
semántico a que pertenece el carácter y el elemento fonético da referencias
más o menos precisas de la manera de pronunciarse, tal como habíamos des-
crito en apartados anteriores. a
Lo más probable es que los caracteres de este tipo tengan su origen en prés-
tamos fonéticos: seguramente se trata de homófonos que compartían una
misma manera de escribirse y que posteriormente fueron diferenciándose
cuando se les añadieron radicales que hacían referencia a su significado. Fi-
jémonos en el caso de los siguientes homófonos de ᮍ fƗng:

carácter pinyin significado radical significado del radical

ᮍ fƗng cuadrado ʊ ʊ
㿾 făng interrogar 㿔 Palabra

᠓ fáng casa ᠊ Familia, puerta

ഞ fƗng aldea ೳ Tierra

㋵ făng hilar ㋍ Seda

ӓ făng imitar ҏ Hombre

㢇 fƗng perfumado 㡍 Hierba

ᵟ fƗng tipo de árbol ᳼ Madera

㟿 făng embarcación cuadrada 㟳 Barca

㙾 fáng grasa ᳜ Carne

ོ fáng obstáculo, dificultad ཇ Mujer

先 fáng tipo de pescado 儮 Pescado

En la mayoría de los casos podemos comprobar que el radical tiene bastante


que ver con el significado de todos estos homófonos. El sistema de añadir un
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 32 La escritura china

radical a los homófonos para distinguir su significado a la hora de escribir


parece haber sido uno de los mecanismos más importantes en el proceso de
maduración de la escritura china. Por eso, este tipo de caracteres es el más
común de todos.

2.3. La cantidad de caracteres

La cantidad de caracteres que han utilizado los chinos durante toda su histo-
ria ha variado mucho en función de la época. En general, la tendencia ha si-
do de constante crecimiento, desde el periodo formativo de la escritura hasta
el siglo XX. Se cree que a finales de la dinastía Shang existían ya entre cuatro
y cinco mil grafías diferentes de uso habitual. Si comparamos algunos dic-
cionarios de épocas diferentes, veremos que la cifra de caracteres incluidos en
ellos ha variado de manera muy significativa:

Fecha Nombre Caracteres


100 Shuǀwén jiƟzì 9.353
s. VI Yùpiàn 12.158
601 Qièyùn 16.917
1011 Guăngyùn 26.194
1039 Jíyùn 53.525
1375 Hóngwǎ zhèngyùn 32.200
1615 Zìhuì 33.179
1716 KƗngxƯ zìdiăn 47.035
1916 Zhǀnghuá dà zìdiăn 48.000
1990 Xiàndài Hànyǎ dà zìdiăn 56.000

Las mismas características de la escritura china han permitido que la canti-


dad de caracteres varíe a lo largo de la historia, ya que sus mecanismos de
formación permiten que puedan crearse nuevos caracteres de manera ilimi-
tada. Además, la china es una civilización acumulativa, que ha conservado
desde sus orígenes una unidad cultural característica. La tradición literaria
china cuenta con tres mil años de historia: gran parte de los caracteres que se
leían en los clásicos del siglo X a.C. son de aprendizaje obligatorio para los
estudiantes chinos de literatura, historia o filosofía, o cuanto menos apare-
cen en los diccionarios que se publican actualmente. Por tanto, la base de la
escritura china se ha mantenido vigente desde hace tres mil años. a
Por otro lado, la misma evolución lingüística y social de la civilización
china explica la constante necesidad de ampliar el vocabulario de la lengua
y, por tanto, la cantidad de caracteres utilizados en cada época. Eso ha he-
cho que el repertorio gráfico de la escritura china aumente. Si nos fijamos
en las cifras del cuadro anterior, podemos comprobar que el más extenso
diccionario (exceptuando los contemporáneos) data de la dinastía Song y
contiene un total de más de 53 mil caracteres diferentes. Hay que explicar
la razón de que las cifras de diccionarios posteriores sean más modestas. El
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 33 La escritura china

Jíyùn es un diccionario que recopiló todas las variantes existentes de cada


carácter, grafías que se utilizaban en diferentes lugares o que pertenecían a
épocas distintas, pero que en realidad correspondían todas ellas a un mis-
mo carácter. Es evidente que los criterios de selección de los caracteres que
se querían incluir determinaron la extensión de todos estos diccionarios.

Dejando de lado las variantes locales y los caracteres propios de la es-


critura de algunos dialectos, resulta evidente que la cantidad de carac-
teres chinos existente es extraordinaria. Pero eso no significa que to-
dos los caracteres sean de uso habitual. Sólo una pequeña parte de los
40 ó 50 mil caracteres existentes se utilizan hoy día, en torno a un diez
por ciento, sobre todo si dejamos de lado los escritos científicos o muy
especializados.

Se han realizado diversos cálculos del número de caracteres diferentes apare-


cidos en diversas obras de la literatura china. Un recuento de los Trece Clási-
cos confucianos, que abarcan un periodo muy extenso de la literatura china
(cerca de veinte siglos), arrojó como resultado la cifra de 5.544 caracteres di-
ferentes, cantidad muy moderada si tenemos en cuenta que uno de los clási-
cos es un diccionario que incluye caracteres muy poco usados. Como con-
trapunto, un estudio de frecuencia de las Obras Completas de Mao Zedong
demostró que la cantidad de caracteres diferentes aparecidos era sólo de
2.981. Por tanto, las cifras de diversas decenas de miles de caracteres de los
diccionarios anteriores se han de explicar en su contexto y teniendo en
cuenta su función compiladora.

De manera general, un chino con una educación media conoce entre


tres mil y tres mil quinientos caracteres, incluyendo varios cientos que
se utilizan como nombres de personas y lugares, pero que no forman
parte del vocabulario más habitual. Esta cifra debe matizarse en los ca-
sos de especialistas en literatura o historia antigua, que han de conocer
y leer fuentes clásicas. Pero en estos casos, la cantidad difícilmente su-
perará los cinco mil o, como mucho, seis mil caracteres. La situación
en las zonas rurales es muy diferente. Existen pocos estudios en pro-
fundidad al respecto, pero parece ser que las cifras, cuando hablamos
de población rural que ha seguido una escolarización básica, pueden
llegar a ser muy bajas (en torno a los mil quinientos caracteres). a
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 34 La escritura china

3. La reforma de la escritura

La escritura china constituye un sistema casi único en el mundo, que destaca


por su gran complejidad. La elevada cantidad de caracteres que existen es
una dificultad importante que retrasa su aprendizaje. Las propias característi-
cas de buena parte de los caracteres hacen que éstos sean además difíciles de
utilizar: su escritura puede llegar a ser aparentemente mucho más lenta que
en el caso de los sistemas alfabéticos, son difíciles de clasificar, existen grafías
diferentes de un mismo carácter, no hay una correspondencia clara entre su
pronunciación y su escritura, etc.

Con frecuencia, los reformadores modernos señalaron al sistema de


escritura como una de las razones principales del analfabetismo del
pueblo chino y de su falta de evolución.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, cuando el contacto con los países
occidentales fue mucho más prolífico y la comparación con las sociedades
europeas era más inmediata, la reforma de la lengua en general, y sobre todo
de la escritura, se convirtió en uno de los primeros puntos de los programas
de reformas que intentaron introducir los intelectuales chinos. Se barajaron
dos propuestas diferentes para reformar la escritura: la simplificación de los
caracteres o, como habíamos visto en el módulo anterior, la sustitución de
los caracteres por un sistema fonográfico.

3.1. Primeros intentos de simplificación de los caracteres chinos

Tradicionalmente, los intelectuales chinos habían propuesto dos cami-


nos diferentes para simplificar la escritura: reducir la cantidad de caracte-
res (es decir, eliminar las diferentes variantes de un mismo carácter, que
representaban cerca del 40% de los caracteres incluidos en los dicciona-
rios más completos) o reducir la cantidad de trazos con que se escribían
los caracteres, ya fuera eliminando algunas de sus partes, creando carac-
teres más simples para sustituirlos o utilizando homófonos más sencillos.

De hecho, el proceso de simplificación ha sido inherente al propio desarrollo


de la escritura china, ya desde los jiaguwen. Es natural que en una lengua apa-
rezcan variantes no estándar que, con el paso del tiempo, pasen a ser formas
estándares debido a la extensión de su uso, o tengan que ser eliminadas o
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simplificadas (cuando no hayan conseguido un uso lo suficientemente exten-


so). A nivel material, la simplificación de la escritura y la lengua en general se
vio supeditada a la existencia de un poder político lo suficientemente centrali-
zado como para llevarla a cabo en un país de las dimensiones de China. Por
ello, los momentos de máxima proliferación de grafías y variantes diferentes de
un mismo carácter han coincidido precisamente con los momentos de debili-
tamiento del poder central, desunión y triunfo de los poderes locales. Ello es
muy evidente durante el periodo de los Reinos Combatientes, momento en
que coexiste una gran cantidad de variedades y estilos caligráficos que dificul-
tan la comunicación por escrito de los diferentes reinos. La unificación de
China por parte del rey del estado de Qin, el primer emperador Qinshihuang
⾺ྟⱛ, constituyó, en cambio, un periodo de poder centralizado, que coinci-
dió con una ambiciosa campaña de unificación de la escritura china en todos
los territorios del imperio. El emperador abolió todas las variantes diferentes a las
utilizadas en su estado de Qin, llegando a imponer inclusosu estilo caligráfico.

La sucesión de los diferentes estilos caligráficos oficiales que han im-


puesto las distintas dinastías durante toda la historia de China también
ha sido el resultado de las necesidades de simplificación de la escritura,
ya que cada nuevo estilo tendía a mostrar una estructura gráfica cada vez
más sencilla, hasta llegar a la escritura regular de nuestros días. Ahora
bien, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, la simplificación adoptó
unas dimensiones diferentes y mucho más ambiciosas.

Los primeros intentos de reforma se vieron marcados por el entusiasmo a fa-


vor de la sustitución de los caracteres chinos por un sistema alfabético o silá-
bico que permitiese un aprendizaje más rápido y eficiente. A principios del
siglo XX, sin embargo, los intelectuales y políticos chinos fueron cada vez
más conscientes de las dificultades que ello podía comportar, y se optó por la
creación de un sistema de transcripción que complementase la escritura tra-
dicional china y ayudase en su aprendizaje. Estos esfuerzos culminaron en
1957 con la creación del pinyin. En ese momento se enfatizó la necesidad de
simplificar la escritura, en vez de pretender sustituirla. a
Las primeras propuestas para simplificar los caracteres chinos datan de
principios de los años veinte. Esos primeros intentos apuntaban hacia una
simplificación ya mucho más compleja que los mecanismos habituales de
reducción de variantes. Los métodos de simplificación propuestos ya en
1922 eran de naturaleza diversa:

− reducir la cantidad de trazos de los caracteres más complejos, creando un


nuevo carácter más esquemático; por ejemplo, ᇓ por ໑.
− utilizar las variantes simplificadas de los caracteres que se utilizaban tradi-
cionalmente en la escritura cursiva: ϰ por ᵅ.
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− adoptar una parte del carácter original como el todo: ໄ por 㙆.


− sustituir un elemento complicado del carácter por otro más simple, man-
teniendo las otras partes: 㾖 por 㾔.
− adoptar una forma antigua que fuera más simple que la generalmente
utilizada: ⼐ por ⾂.
− crear nuevos caracteres más simples: ડ por ䷓.
− sustituir caracteres por homófonos : ޴ por ᑒ.

Esta propuesta recibió el apoyo inmediato de los intelectuales chinos de iz-


quierdas y pocos años después se publicaron glosarios que incluían listas de
miles de caracteres simplificados que ya se habían utilizado en caligrafía du-
rante las dinastías Tang, Song, Yuan, Ming o Qing. En 1935, unas diez publi-
caciones periódicas decidieron adoptar aproximadamente trescientos caracte-
res simplificados para utilizarlos en sustitución de la variante tradicional. Ese
mismo año, el Ministerio de Educación del gobierno nacionalista del Guo-
mindang publicó una lista de 324 caracteres simplificados que tenían que
enseñarse en las escuelas y utilizarse en las publicaciones de todo el país. Pe-
ro pocos meses después, el gobierno detuvo esa iniciativa por la fuerte oposi-
ción de algunos funcionarios de alto nivel mucho más conservadores.

3.2. La simplificación en la República Popular China

No fue hasta la llegada al poder de los comunistas que se consiguió llevar a


cabo una campaña de simplificación de caracteres verdaderamente efectiva.
En 1955 el gobierno comunista publicó una lista de 810 grupos de diferentes
variantes de un mismo carácter. Sólo una de las variantes de cada grupo fue
considerada la forma estándar; las otras fueron rechazadas. De ese modo, se
abolieron más de mil caracteres, en su mayoría las variantes con más trazos.

Un año después se publicaron tres nuevas listas. Las dos primeras conte-
nían unos quinientos caracteres simplificados, y la tercera estaba formada
por 54 elementos básicos de los caracteres (radicales y fonéticos) en una
forma simplificada. Finalmente, en 1964 se publicó una lista de 2.236 ca-
racteres simplificados, que de hecho eran los mismos que se habían publi-
cado en 1956, con la diferencia de que se incluían explícitamente todos los
caracteres afectados por la simplificación de los 54 componentes de la ter-
cera lista. Este listado más completo volvió a publicarse en 1984 con muy
pocas modificaciones.

Los caracteres simplificados se han utilizado en China desde los años


cincuenta. Todas las publicaciones, ya sean periódicos, revistas o li-
bros, utilizan las grafías simplificadas, exceptuando algunas obras es-
pecializadas. También son de enseñanza obligatoria en las escuelas de
la República Popular China.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 37 La escritura china

Podemos distinguir tres tipos básicos de caracteres simplificados durante el


periodo comunista:

1) caracteres complejos sustituidos por otros más simples que ya eran po-
pulares anteriormente o que se utilizaban en la escritura cursiva.

2) caracteres complejos sustituidos por homófonos o semihomófonos más


simples.

3) caracteres complejos sustituidos por caracteres de nueva invención.

El primer criterio había sido el más utilizado en los primeros intentos de


simplificación llevados a cabo en China antes de la victoria de los comunis-
tas, y de hecho es el sistema menos problemático, ya que cuenta con una
larga tradición. El segundo y el tercer criterio, en cambio, han sido frecuen-
temente criticados desde su aplicación.

Fuera de las zonas comunistas, en Taiwán y en Hong Kong, no se aplicó


nunca esta reforma de la escritura, de manera que se ha seguido escri-
biendo en caracteres tradicionales, pese a que desde el retorno de la ex-
colonia británica a la soberanía china se está imponiendo la enseñanza
de los caracteres simplificados en las escuelas. En cuanto a Singapur, a
pesar de que no es extraño encontrar publicaciones en caracteres tradi-
cionales, en 1976 se llevó a cabo una simplificación de 2.238 caracteres,
siguiendo las disposiciones de la República Popular China, aunque con
cierta independencia. Otros países del sudeste asiático en los que el chi-
no comparte oficialidad, como Malasia, utilizan tanto los caracteres sim-
plificados como los tradicionales, sin que el gobierno haya adoptado una
posición oficial restrictiva.

Fuera de los países de habla china, los caracteres que se enseñan normal-
mente en escuelas y universidades son los simplificados, aunque en mu-
chos centros se intenta formar sinólogos expertos en la historia, la literatu-
ra y el pensamiento chinos, optando por los caracteres tradicionales. Desde
un punto de vista práctico, el peso de los caracteres simplificados es mu-
cho mayor que el de los tradicionales, ya que son los utilizados por una
quinta parte de la humanidad. Ahora bien, desde el punto de vista de los
estudios humanísticos, los caracteres tradicionales siguen siendo el punto
de referencia. Por eso hasta ahora hemos utilizado exclusivamente caracte-
res tradicionales, debido a que ésta es una asignatura sobre la lengua china
que incluye cuestiones de historia de la lengua que sólo pueden ser estu-
diadas a partir de los caracteres tradicionales. De todos modos, hay que te-
ner en cuenta que la cantidad de caracteres que han sido simplificados du-
rante el siglo XX es muy limitada, de modo que la gran mayoría continúan
escribiéndose de manera idéntica, con independencia de que se trate de la
República Popular China, de Hong Kong o de Taiwán.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 38 La escritura china

3.3. Caracteres simplificados y tradicionales

El objetivo de todo intento de simplificación de la escritura china no ha


sido en ningún caso la solución definitiva de todos los problemas que
comporta el uso de los caracteres chinos. Más bien se ha intentado miti-
gar parte de esos problemas, y sobre todo ganar su aceptación por parte
del pueblo y de los intelectuales.

En primer lugar, con la reforma de los años cincuenta se consiguió reducir el


número de trazos de un buen número de caracteres, la mayoría de ellos de uso
habitual. Si tenemos en cuenta que la media de trazos de los 2.000 caracteres
más usados bajó de 11,2 a 9,8, aunque pueda no parecernos un descenso muy
importante, en líneas generales se puede decir que es muy significativo. Existen
estudios que apuntan que el proceso de aprendizaje de los caracteres simplifi-
cados por parte de los adultos es relativamente más fácil que el de los tradicio-
nales. Lo mismo puede decirse de los estudiantes de primaria, que no tienen
tantas dificultades para escribir. Hay algunos casos en los que es muy evidente.
Fijémonos en la gran diferencia de trazos en las versiones simplificada y tradi-
cional de las siguientes palabras:

simplificado tradicional significado

䅸䆚 䁡䄬 conocer

ᄺд ᅌ㖦 estudiar

Ф㾖 ῖ㾔 optimista

⚍ 咲 punto

োⷕ 㰳⺐ número

Ahora bien, este punto ha de ser matizado, ya que las diferencias son menos
significativas de lo que podría pensarse a priori. De hecho, los problemas de-
rivados de la reforma son casi tan importantes como las ventajas:

1) No es cierto que los caracteres simplificados sean más fáciles de recono-


cer; antes bien al contrario. Existen casos en los que la simplificación ha
avanzado hacia una confusión por falta de distinción entre algunos caracte-
res. Fijémonos en los siguientes pares de caracteres y podremos comprobar
que en algunos casos los caracteres simplificados son mucho más confusos
que los tradicionales:

simplificado tradicional significado

޴ ᑒ algunos

‫ܓ‬ ‫ܦ‬ hijo


© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 39 La escritura china

simplificado tradicional significado

䆒 䀁 establecer

≵ ≦ no tener

亢 乼 viento

޸ 勇 fénix

2) Algunos caracteres simplificados han perdido su elemento fonético, de


manera que a veces es más difícil memorozar su pronunciación, y por tanto,
resulta más fácil confundirlos. En otros casos, se ha perdido el radical, o bien
se ha sustituido por otro, de manera que también es más difícil memorizar su
significado. Por ejemplo, el carácter 㨝 yè, “hoja”, se escribe con el radical
㡍, “hierba”, que permite recordar que se trata de una palabra vinculada se-
mánticamente al mundo vegetal; en cambio, en simplificado se escribe ৊
con el radical ষ “boca”, que no tiene ninguna vinculación con el significado
del carácter.

3) Algunos de los pictogramas y de los agregados lógicos también han


perdido su vertiente representativa, de manera que resulta más difícil re-
cordarlos. Por ejemplo, el caràcter 侀 mă, “caballo”, es de origen pictográ-
fico: los cuatro puntos de la parte inferior hacen referencia a las patas del
caballo, mientras que la parte superior es una representación esquemática
de la cabeza y las crines. Pero gran parte de la fuerza representativa del ca-
rácter se pierde en su variante simplificada: 偀.

A menudo se ha indicado que, en cierto sentido, los caracteres simplificados


constituyen una ruptura con la historia de China, ya que alejan a los chinos
actuales, educados mayoritariamente en caracteres simplificados, de las obras
publicadas en el pasado. No obstante, eso sólo es cierto si nos olvidamos de
que en realidad la simplificación de los caracteres no afecta a todos los signos
de la escritura china, y que el aprendizaje de los caracteres tradicionales por al-
El carácter 侀 mă tal como aparece
guien que ya conozca los simplificados (y viceversa) es una tarea relativamente en algunos bronces Zhou.

sencilla y rápida. Comparemos, por ejemplo, el siguiente texto chino (la pri-
mera frase de una edición china de Don Quijote, de Cervantes) en la doble ver-
sión con caracteres tradicionales (izquierda) y simplificados (derecha):

ᢝ᳐ैഄᮍ᳝ϔ‫ן‬䛝ᴥ ᢝ᳐ैഄᮍ᳝ϔϾеᴥ
ˈৡᄫ៥⡍ᛣϡᦤᅗˈ ˈৡᄫ៥⡍ᛣϡᦤᅗˈ
ϡЙПࠡ䙷㺣ԣ㨫ϔԡ ϡЙПࠡ䙷䞠ԣⴔϔԡ
স⌒ⱘ䛝㌇ˈᑇ᮹‫٭‬᳝ স⌒ⱘе㒙ˈᑇ᮹໛᳝
䭋ᶘ⶯ϔᵱˈ㟞Ⳓϔ䴶 䭓ᶘ⶯ϔᵱˈᮻⳒϔ䴶
ˈ⯺侀ϔऍˈߎ⥉⫼ⱘ ˈ⯺偀ϔऍˈߎ⣢⫼ⱘ
⢫ϔ丁DŽ ⢫ϔ༈DŽ

De los 57 caracteres del texto de la derecha, sólo 11 están simplificados, a pe-


sar de que se trata de un texto literario con algunos caracteres de escritura
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 40 La escritura china

complicada. De hecho, las diferencias entre la escritura tradicional y la sim-


plificada a menudo han sido exageradas, a veces por motivos políticos (te-
niendo en cuenta que los máximos representantes de los dos sistemas, la Re-
pública Popular China y Taiwán, son rivales políticos, por no decir
enemigos, desde el final de la guerra civil entre comunistas y nacionalistas,
en 1949). De hecho, una gran parte de los caracteres simplificados son casi
idénticos a los tradicionales, cambiando solamente el radical de manera sis-
temática. Eso se ve muy claramente en caracteres con el radical de “palabra”
o el de “metal”:

radical tradicional simplificado

䡙 䪰
“metal”
(䞥) 䞦 䡔 䩙 䫊
䠯 䪙
䁾 䇈
“palabra”
(㿔) 㿕 䁅 䅴 䆱
㿬 䆄

Por tanto, de igual modo que hemos de tener en cuenta que la simplifica-
ción no constituye una solución a los problemas derivados de la compleji-
dad de la escritura china, tampoco representa un cambio radical respecto a
la escritura del pasado: simplificados o no, continúan siendo caracteres
chinos, por mucho que algunos de ellos (una parte menor) puedan ser de
creación reciente. a
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 41 La escritura china

Resumen

La escritura china es la más antigua de todas las formas de escritura vigentes


en el mundo. Su origen está vinculado al propio nacimiento de la cultura
china. Los primeros signos escritos que mantienen una semejanza con los ca-
racteres chinos se encuentran en algunos restos de cerámica de la cultura de
Yangshao, de 7000-5000 a.C. Sin embargo, en realidad el verdadero naci-
miento de la escritura hay que situarlo en un momento posterior, durante la
dinastía Shang. Los primeros restos de escritura articulada se encuentran en
huesos oraculares y bronces rituales de finales de esa dinastía (del 1200
a.C., aproximadamente). Desde su inicio, la escritura china estuvo vinculada
al mundo ritual y de la religión, lo cual le otorga una aureola de respeto y
veneración que no perdió en toda su historia.

En su origen, la escritura china es pictográfica, al igual que la inmensa mayoría


de sistemas de escritura naturales. No obstante, sólo a partir del uso del princi-
pio de rebus podemos afirmar que se trata de un código de escritura lo suficien-
temente desarrollado como para reflejar todos los elementos del habla. Así
pues, por definición, no se trata de un sistema realmente pictográfico.

La base de la escritura china son los caracteres (hanzi). Desde el punto de


vista estructural, podemos distinguir diversos elementos que forman parte de
ellos. En primer lugar, los caracteres están formados por trazos. Hay seis ti-
pos básicos de trazos, todos ellos con sus propias características y su particu-
lar técnica de ejecución. En segundo lugar, el orden es un elemento muy
importante que forma parte de la propia estructura de los caracteres. Cono-
cer el orden de los trazos de los caracteres es una cuestión básica, constitu-
yendo el fundamento de la escritura china.

Desde el punto de vista de sus componentes, buena parte de los caracteres


chinos están formados por unidades internas, algunas de las cuales aportan
generalmente un cierto contenido semántico, mientras que otras indican va-
gamente la pronunciación de los caracteres. Es lo que hemos denominado
radicales y elementos fonéticos.

De hecho, no todos los caracteres son iguales, sino que podemos distinguir di-
versos tipos. Los más conocidos son los pictogramas, un intento de representar
el significado del carácter a través de un dibujo de la cosa significada. En se-
gundo lugar, los indicadores intentan representar simbólicamente significados
más abstractos pero fáciles de describir a través de señales. Los agregados lógi-
cos representan un paso adelante en el camino de la abstracción: consisten
en la unión de dos caracteres, normalmente pictogramas, y su significado es en
cierto sentido la suma de los significados de los caracteres que lo forman. En
cuarto lugar, siguiendo el principio de rebus, existen los préstamos fonéticos;
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 42 La escritura china

caracteres que se utilizan con un valor fonético y con un significado diferente a


su significado originario, que corresponde a una palabra homófona. Finalmen-
te, existen los caracteres semántico-fonéticos, formados por la unión de radi-
cales y elementos fonéticos.

Las características propias de la escritura china la convierten en un código muy


difícil de aprender. Ello impulsó en diversos momentos de la historia la necesi-
dad de reformar la escritura. La reforma más importante se planteó a principios
del siglo XX, cuando se intentó simplificar parte de los caracteres más compli-
cados, además de eliminar grafías que habían caído en desuso. La reforma de-
finitiva llegó con la simplificación de la escritura iniciada en la República Po-
pular China durante la década de los cincuenta. Desde entonces, existen dos
tipos de escritura: la que usa los caracteres simplificados, en la China continen-
tal, y la que aún utiliza los caracteres tradicionales, principalmente en Taiwán y
Hong Kong. Las diferencias entre ambos sistemas son, no obstante, menores de
lo que a menudo se piensa. a
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87038/01880 43 La escritura china

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