Word de Arbitraje.

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“AÑO 

DE LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA SALUD”.

FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL
DERECHO
EXPERIENCIA CURRICULAR
MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS

TITULO

LOS ARBITROS DEL DECRETO LEGISLATIVO N°101, TRIBUNAL ARBITRAL.

AUTORES

 Del Águila Torres Luis Eduardo


 Felix Aroni, Hilthon John
 Hernández Castro Kiara Pierina
 Laberry Alvarado Yulia Victoria
 Moncada Chávez Erika Liset
 Morí López, Ámbar
 Martínez Pecho Pablo José
 Osoria Peña, Lucero Fabiola
 Paredes García, Alexandra
 Rodríguez Cruz, Mary Leidy
 Sánchez Huamán Alex Adrián
 Santiago Cerro, Katia Luz
 Trillo Cuya, Dayana Liz

DOCENTE

ROLANDO JAVIER VILELA APON

LIMA – PERÚ

2020

1
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.............................................................................................................3
LA IMPORTANCIA DEL ARBITRAJE..........................................................................6
EL ARBITRAJE................................................................................................................8
CONVENIO ARBITRAL...............................................................................................10
LAS MATERIAS SUSCEPTIBLES A ARBITRAJE....................................................12
La libre disposición......................................................................................................13
Leyes y tratados...........................................................................................................14
Materias no susceptibles al arbitraje............................................................................15
Materias no susceptibles a arbitraje en la ley anterior (LEY 26572)...........................16
Materias no arbitrables en el derecho comparado.......................................................16
ARBITRAJE COMO JURISDICCION ALTERNATIVA.............................................19
CLASIFICACIÓN DE LOS ARBITRAJES:..................................................................21
SEGÚN SUS ARBITROS:..........................................................................................21
SEGÚN SU JURISDICCIÓN:.....................................................................................21
SEGÚN LA ADMINISTRACIÓN DEL ARBITRAJE:.............................................23
SEGÚN LA VOLUNTAD DE LAS PARTES:...........................................................27
LOS ARBITROS.............................................................................................................29
REQUISITOS DE UN ARBITRO:.............................................................................30
PROCEDIMIENTO ARBITRAL...................................................................................31
EL LAUDO ARBITRAL.............................................................................................43
TRIBUNAL ARBITRAL................................................................................................50
CONCLUSIONES...........................................................................................................51
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA.................................................................................52
Trabajos citados...............................................................................................................52
Trabajos citados...............................................................................................................54

2
I. INTRODUCCIÓN
Desde hace muchos años en la sociedad se han ido presentando conflictos en la vida
diaria de cada persona, las relaciones humanas están expuestas a esto, debido a las
diferencias que se presentan entre las personas, siendo así que ellos buscaban una
solución, pero no de la manera correcta, ya que muchas veces se solucionaban estos
problemas con la violencia, un tipo de agresión u de otra índole, siendo estos medios
utilizados para la solución de un conflicto.

Sin embargo, a medida que fue pasando el tiempo, el ser humano fue evolucionando y
se trataron de buscar otras formas para ponerle fin a los problemas, pero de una manera
pacífica, siendo así que como consecuencia de la existencia de estas controversias se dio
la creación de un ordenamiento jurídico con la finalidad de que ponga fin las conductas
negativas, indicándose ahora en normas que conductas son aceptables y que no, para
evitarse así a que un problema llegue a la violencia.

El estado al haber creado estas normas, va a impedir conductas negativas, de la gente


que quiera tomar la justicia por sus propias manos ya que de esa manera solo se genera
más violencia, es entonces que estas normas determinarán la conducta del hombre
dentro de la sociedad teniendo por finalidad que todos tengan una convivencia donde
prevalezca la paz y la tranquilidad para todos. Se crearon tribunales en la sociedad
donde iban a estar los jueces, los cuales iban a llevar la marcha de las diferencias que se
presenten por las partes. Veíamos que las personas recurren a estos procesos donde
estarán los órganos que administran justicia para resolver sus conflictos de intereses
existentes queriendo que este tercero ponga fin la disputa, se creía que se resolverían
nuestros problemas de manera más rápida, eficaz, pensando que sería más económica.
Sin embargo, nuestro sistema judicial llega a ser deficiente porque como sabemos estos
procesos judiciales toman un largo tiempo debido a la existencia de mucha carga
procesal, siendo también la más costosa y aunque se quiera terminar de manera pacífica
con el problema, muchas veces no es así. Es entonces que debido a ello se crean
mecanismos para resolver conflictos, es decir, se buscan otra alternativa que puedan
proveer alguna solución a esto, siendo estos conocidos como los MARCS, los cuales no
solo se basarán como punto final de solución de un conflicto, sino que el enfoque será
en la forma de cómo que es que se resolverán y ya no es necesario tener que esperar
tanto tiempo para que el sistema siendo público se tome un largo tiempo de resolver
nuestra controversia.

3
El arbitraje es una de esas formas hetero compositivas, siendo el medio por el cual las
partes quieran resolver sus problemas de manera voluntaria recurriendo a un tercero que
adquiere jurisdicción por ellos mismos, teniendo la libertad de promover una solución
que sea beneficiosa para ambas partes. De modo que este método ayudaría a
descongestionar la carga procesal existente, mencionando así que esta no llega a
reemplazar la vía judicial que se podría tomar como camino, sino que llega a ser aquella
vía que la complementa.

Asimismo, mencionamos que el arbitraje como medio de solución de conflicto, es


aquella vía alternativa a un proceso judicial utilizado ya hoy en día por las personas,
porque como indicamos líneas anteriores tiene sus beneficios.

Por ello la elección del árbitro constituye uno de los actos más importantes en todo
arbitraje. El árbitro cumple un papel protagónico dentro de todo procedimiento arbitral,
y es que todo este sistema gira en torno a su actuar, en la medida de que sobre su
integridad moral y buen criterio, así como sobre sus cualidades académicas y
profesionales, descansa la confiabilidad y la eficacia del laudo arbitral.
Teniendo esto claro, cabe preguntarnos, ¿qué se entiende por árbitro? [CITATION
LeP94 \l 3082 ] con una peculiar definición, señala que los árbitros: «Son personas de
inteligencia por lo menos media, independientes de las partes, no preocupadas por su
propio interés o conveniencia más que por la bondad de sus decisiones, no apasionadas
y no ignorantes, que escuchan con atención lo que las partes tengan que decir, y llegan a
la decisión más justa conforme al derecho que éstas eligieron, o al que su ciencia o su
criterio les señale como aplicable.»
Por su parte,[ CITATION Led09 \l 3082 ] :sostiene que el árbitro «es la persona natural
que interviene para definir hetero compositivamente el conflicto o situación jurídica
incierta, como expresión de la voluntad de las partes contratantes bajo un ámbito de
confidencialidad».
 
En esa misma línea, se ha señalado que árbitro es la persona encargada de dirimir una
controversia jurídica o litigio entre dos o más personas que deciden nombrarle como
tercero independiente encargado de resolver el conflicto. El árbitro, a su vez, se verá
limitado por lo pactado entre las partes para dictar el laudo arbitral. Deberá hacerlo
conforme a la legislación que hayan elegido las partes, o, incluso, basándose en la
simple equidad, si así se ha pactado.

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II. DESARROLLO
II.1. LA IMPORTANCIA DEL ARBITRAJE
Muchos de los problemas con los que lidia el arbitraje no residen en las partes del
proceso, sino más bien en los propios árbitros, pues son ellos quienes no cumplen el
encargo de manera óptima y con la debida diligencia requerida para tan delicada
función. Se considera importante el arbitraje en los emprendimientos ya que el arbitraje
es un mecanismo alternativo de solución de controversias al poder judicial y genera
beneficios que serán valorados por el emprendimiento como la celeridad, en
comparación del proceso judicial ordinario, como la confidencialidad en comparación
de la publicidad que posee el procedimiento ordinario y en lo que respecta a los costos,
si bien es cierto una queja constante o una disconformidad constante con el uso del
arbitraje este puede llegar a ser más oneroso , lo cierto es que la solución de
controversia en el tiempo, el valor del dinero en el tiempo se evalúa respecto a cuanto
se demora en solucionar la controversia.

El arbitraje permite a las partes establecer todo tipo de regulación que permita o genere
el mejor desarrollo del proceso arbitral con miras a una solución de controversias de
manera eficiente , el resultado final de este proceso arbitral es el laudo arbitral emitido
por el árbitro que es un profesional designado por las partes que goza de la confianza
de las partes, en comparación de un proceso judicial ordinario en la cual podemos ante
una controversia ordinaria entre miembros de un emprendimiento o entre el
emprendimiento y sus usuarios llevar un proceso aproximado de dos o más años a eso
se le suma la segunda instancia para que se revise lo resuelto en primera instancia, en
un proceso arbitral se establece una única instancia privada, confidencial, neutral en la
cual las partes van a poder solucionar mucho más célere y acorde a las necesidades que
ellas poseen las controversias que mantienen.

Caivano, J. (2019) sostiene que “la selección de los árbitros es quizás el acto más
relevante que toca a las partes decidir, porque se juega en él la suerte del arbitraje. Por
más que intervenga una institución, el éxito o el fracaso del arbitraje dependerá en gran
medida de la capacidad de los árbitros para resolver la disputa con equidad y solvencia”.

La importancia del arbitraje también reside en las propias partes sabiendo elegir al
correcto y eficaz con conocimiento y manejo del tema, el árbitro debe estar apto a la
medida para poder solucionar el Litis con solvencia, pues en casos reales el rol de
árbitro es una pieza clave, de él depende terminar con el pleito o pasar a un juicio
5
interminable y costoso, la importancia del arbitraje es evitar carga procesal y es otra
forma de solucionar, resolver conflictos entre dos o más partes que están en desacuerdo.
El arbitraje puede ser una de las formas a través de la cual las personas encuentren el
acceso a una justicia eficiente administrada por las mismas partes, dentro de su esfera de
libertad y en el marco de sus derechos disponibles, (art. 62 de la constitución 1993). La
constitución política del Perú también hace referencia a una vía arbitral donde las
empresas puedan resolver los problemas de manera más fácil, pues la carta Magna da
importancia al arbitraje para dar a solucionar los problemas.

II.2. EL ARBITRAJE
El arbitraje puede definirse como la institución jurídica por virtud de la cual una tercera
persona nombrada por convenio entre las partes, o por un tercero, resuelve con base en
una potestad específicamente conferida el conflicto de intereses que les afecta, siempre
que la materia sea de su libre disposición. (RAMOS FRANCISCO, 1997, pag.118) nos
dice que ‘’ El arbitraje es una institución jurídica hetero-compositiva, en virtud de la
cual una tercera persona, objetiva e imparcial, nombrada por las partes mediante
convenio, resuelve con base a una potestad específica el conflicto intersubjetivo de
intereses jurídicos, en caso de ser la materia susceptible de libre disposición por las
personas afectadas por la discrepancia’’. Pues se entiende que el arbitraje es la
resolución de una cuestión o disceptación entre partes por medio de un tercero. Donde
este tercero asume el papel de juez y resuelve con su juicio el problema que
previamente le han sometido las partes de mutuo acuerdo.

Puede ser de derecho o de conciencia. Es de derecho cuando lo árbitros resuelven con


arreglo al derecho aplicable. Es de conciencia cuando resuelven conforme a sus
conocimientos y leal saber y entender. Salvo que las partes hayan pactado expresamente
que el arbitraje será de derecho, el arbitraje se entenderá de conciencia’’.

Finalmente, podemos señalar que el arbitraje es la institución por la que las partes de
una determinada relación jurídica someten voluntariamente a la decisión vinculante de
uno o varios árbitros las cuestiones litigiosas que, con ocasión de dicha relación, se
suscitan sobre derechos arbitrables. Sin embargo, en este concepto se recoge sólo los
caracteres esenciales de la institución arbitral, razón por la que no deja de ser sólo una
aproximación a la misma, dado que no cabe someter a arbitraje cualquier conflicto ni

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cualquier derecho, que los árbitros pueden ser nombrados por las partes o venir
designados por una institución, y que el carácter vinculante del laudo no impide sin
embargo su impugnación.

Así, ante la dificultad que supone incorporar en una mera definición todos los aspectos
del arbitraje, afirmaremos que aquél no es una institución a cuyo estudio se pueda
ingresar utilizando como base firme el apoyo de una definición.

Podemos observar que esta misma idea que subyace en el concepto antes examinado, se
encuentra presente en el artículo primero de nuestra Ley General de Arbitraje (Ley
26572 del 5 de enero de 1996), la cual nos señala que:

“Pueden someterse a arbitraje las controversias determinadas o determinables sobre las


cuales las partes tienen facultad de libre disposición, así como aquéllas relativas a
materia ambiental’’.

II.3. CONVENIO ARBITRAL


El convenio arbitral, podrá adoptar la forma de cláusula incorporada a un contrato o de
acuerdo independiente, y deberá expresar la voluntad de las partes de someter a arbitraje
todas o algunas de las controversias que hayan surgido o puedan surgir respecto de una
determinada relación jurídica, contractual o no contractual. Deberá constar por escrito,
en un documento firmado por las partes o en un intercambio de cartas, telegramas, fax u
otros medios de telecomunicación que dejen constancia del acuerdo. También se
considerará que existe un convenio arbitral cuando en un intercambio de escritos de
demanda y contestación su existencia sea afirmada por una parte y no negada por la
otra.

El Convenio Arbitral obliga a las partes a cumplir lo establecido en el mismo, e impide


a los tribunales conocer de las controversias sometidas a arbitraje, siempre que la parte a
quien interesa lo invoque mediante declinatoria. Por ejemplo, para someter la resolución
de conflictos a la resolución arbitral de Corte Arbitral Española, se deberá incluir la
siguiente cláusula arbitral en el contrato realizado entre las partes:

“Toda duda, controversia, cuestión litigiosa o reclamación que pueda surgir en la


interpretación o ejecución del presente contrato, se resolverá mediante arbitraje en el
marco de la Corte Arbitral Española, a la que se encomienda la administración del
procedimiento arbitral, de acuerdo con su reglamento. Las partes dejan constancia

7
expresa de su compromiso de cumplir el laudo y las resoluciones arbitrales que se
dicten”.

El convenio arbitral se encuentra definido en el Art. 9 ,ley de arbitraje , apartado I: "El


convenio arbitral, que podrá adoptar la forma de cláusula incorporada a un contrato o de
acuerdo independiente, deberá expresar la voluntad de las partes de someter a arbitraje
todas o algunas de las controversias que hayan surgido o puedan surgir respecto de una
determinada relación jurídica, contractual o no contractual".

Los sujetos que se someten al arbitraje son personas físicas o jurídicas que expresan su


voluntad para someter a arbitraje la solución de todas o de algunas controversias que
hayan surgido entre ellos. El Art. 2 ,Ley de arbitraje regula el objeto del arbitraje de la
siguiente forma: "son susceptibles de arbitraje las controversias sobre materias de libre
disposición conforme a derecho". Es decir, que puede ser una controversia presente o
futura, determinada o determinable, sobre la que tengan libre disposición.

La forma del convenio arbitral queda definida en el Art. 9 ,Ley de arbitraje, según la


cual:

1. El convenio arbitral, que podrá adoptar la forma de cláusula incorporada a un


contrato o de acuerdo independiente, deberá expresar la voluntad de las partes de
someter a arbitraje todas o algunas de las controversias que hayan surgido o puedan
surgir respecto de una determinada relación jurídica, contractual o no contractual.

 2. Si el convenio arbitral está contenido en un contrato de adhesión, la validez de dicho


convenio y su interpretación se regirán por lo dispuesto en las normas aplicables a ese
tipo de contrato.

3. El convenio arbitral deberá constar por escrito, en un documento firmado por las
partes o en un intercambio de cartas, telegramas, télex, fax u otros medios de
telecomunicación que dejen constancia del acuerdo. Se considerará cumplido este
requisito cuando el convenio arbitral conste y sea accesible para su ulterior consulta en
soporte electrónico, óptico o de otro tipo". 

Por tanto, el convenio arbitral deberá de constar por escrito, y será válido en soporte
electrónico o en intercambio de cartas, telegramas, fax u otros medios de comunicación
que dejen constancia del acuerdo y podrá ser independiente o ser una cláusula en un
contrato.

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II.4. CUESTIONES APTAS PARA ABITRAJE

II.4.1. LAS MATERIAS SUSCEPTIBLES A ARBITRAJE


El arbitraje es famoso por otorgar una gran versatilidad a las partes para poder
resolver sus controversias. Esta versatilidad, la cual esta directa y estrechamente
ligada a la voluntad de las partes, abarca desde la libertad que tienen las partes para
determinar la regulación de sus actuaciones hasta el coste de los honorarios del
árbitro tal y como lo demuestran claramente los artículos 34 y 69 del DL. Nº 1071
Decreto Legislativo que norma el arbitraje:

Artículo 34.- Libertad de regulación de actuaciones. Las partes podrán determinar


libremente las reglas a las que se sujeta el tribunal arbitral en sus actuaciones. A
falta de acuerdo o de un reglamento arbitral aplicable, el tribunal arbitral decidirá
las reglas que considere más apropiadas teniendo en cuenta las circunstancias del
caso.

Artículo 69.- Libertad para determinar costos. Las partes tienen la facultad
de adoptar, ya sea directamente o por referencia a reglamentos arbitrales,
reglas relativas a los costos del arbitraje. A falta de acuerdo, el tribunal
arbitral dispondrá lo conveniente, con sujeción a lo dispuesto en este título.

No hay que olvidar que existen varios aspectos en los cuales el arbitraje no permite
que esta libertad se exprese irrestrictamente, estas restricciones son claras cunados
nos referimos a las controversias que son susceptibles de resolverse mediante el
arbitraje ya que a pesar que el art 40 del ya mencionado decreto legislativo habla
sobre la competencia arbitral y menciona que el tribunal es competente para
conocer y resolver no solo la controversia sino también las cuestiones conexas.
Pero incluso el tribunal arbitral debe regirse al art 2 del decreto legislativo el cual
establece que no cualquier controversia es susceptible de ser materia arbitral y que
solo pueden someterse al arbitraje aquellas que versen sobre la libre disposición
conforme al derecho.

Artículo 40.- Competencia del tribunal arbitral. El tribunal arbitral es


competente para conocer el fondo de la controversia y para decidir sobre
cualesquiera cuestiones conexas y accesorias a ella que se promueva

9
durante las actuaciones arbitrales, así como para dictar las reglas
complementarias para la adecuada conducción y desarrollo de las mismas.

Artículo 2.- Materias susceptibles de arbitraje. 1. Pueden someterse a


arbitraje las controversias sobre materias de libre disposición conforme a
derecho, así como aquellas que la ley o los tratados o acuerdos
internacionales autoricen.

LA LIBRE DISPOSICIÓN
El primer tipo de conflictos o controversias que pueden ser sometido al arbitraje
son aquellos cuya materia es de libre disposición para las partes, para ello tenemos
cuales son y no son las materias que son de libre disposición.

Antes de hablar sobre la libre disponibilidad hay que mencionar que


tradicionalmente este criterio está fuertemente relacionado con el patrimonio (tal y
como lo demuestre el art 1305 de nuestro código civil) siendo estos 2 de los
criterios utilizados para delimitar las materias susceptibles de ser sometidas a
arbitraje. Aunque hay autores como Mantilla Serrano (2005) que afirman que la
referencia a derechos disponibles es lo suficientemente amplia como para abarcar
cuestiones contractuales y extracontractuales, con o sin contenido patrimonial.

Hay sostienen que esta teoría de la libre disponibilidad tiene dos caras o
manifestaciones. La primera de ellas es la de la arbitrabilidad objetiva, es decir, el
derecho material; mientras que la segunda es la arbitrabilidad procesal, en el
sentido de que para que se considere que una pretensión es arbitrable, las partes
deben además no tener impedimento legal para someterla a arbitraje. [ CITATION
Mar19 \l 3082 ] Además de esto hay que entender la doble interpretación de la libre
disponibilidad la cual puede positiva o negativa, de lo cual depende de cada país y
de cómo este quiera construir legalmente dicho concepto.

En comparación a la ley anterior la Ley Nº 26572 podemos decir que la Ley de


Arbitraje en actual vigencia ha dado un “gran salto adelante” pues, en principio, no
reconoce ninguna “materia” que no pueda ser arbitrable si la ley y los tratados dicen
que lo sea (o que no lo prohíban expresamente) [ CITATION Mar19 \l 3082 ] , esto

10
debido a que la actual ley de arbitraje recurre a un criterio positivo para interpretar
que es la libre disponibilidad.

LEYES Y TRATADOS
El segundo tipo de materia que puede ser sometido a procedimiento arbitral es todo
aquel que sea reconocido en leyes o tratados. Este punto de la nuestra ley de
arbitraje deja abierta a que cualquier tipo de materia quepa dentro de la jurisdicción
arbitraria como puede ser en este caso los tratados de inversiones o tratados
comerciales que tiene nuestro país con otros, o también lo ocurrido con el
DECRETO SUPREMO Nº 146‐2008‐EF Reglamento del Decreto Legislativo Nº
1012 que aprueba la Ley Marco de Asociaciones Público – Privadas para la
generación del empleo productivo y dicta normas para la agilización de los
procesos de promoción de la inversión privada el cual establece en su art 9 y 10 que
los conflictos que puedan surgir de contratos de asociaciones público-privadas son
susceptibles de arbitraje.

Artículo 10.- Cláusulas arbitrales

10.1 Las cláusulas arbitrales a ser incluidas en los contratos de APP


conforme a lo establecido en el numeral 9.6 del artículo 9 de la Ley, se
regirán por las siguientes disposiciones:

a. Podrán someterse a arbitraje las controversias sobre materias de libre


disposición de las partes, conforme a lo señalado en el Artículo 2 del
Decreto Legislativo Nº 1071, Decreto Legislativo que Norma el Arbitraje.

En tal sentido, se entiende que no podrán ser materia de arbitraje, las


decisiones de los organismos reguladores, u otras entidades que se dicten
en ejecución de sus competencias administrativas atribuidas por norma
expresa, cuya vía de reclamo es la vía administrativa.

b. Deberán contemplar el arbitraje de derecho como mecanismo de


solución de controversias.

11
c. En caso se distinga entre controversias de naturaleza técnica y no
técnica, las segundas podrán ser sometidas a arbitraje de conciencia.

Del anterior artículo que tomamos como ejemplo podemos observar la


obligatoriedad de contemplar el arbitraje como mecanismo de resolución de
conflictos en las asociaciones público privadas, para lo cual entran claramente
controversias de carácter patrimonial excluyendo expresamente aquellas que versen
sobre las decisiones tomadas por organismos reguladores.

II.4.2. MATERIAS NO SUSCEPTIBLES AL ARBITRAJE


En comparación con la ley anterior la actual nos deja más difícil determinar que
materias no son susceptibles al arbitraje, ya que si bien es cierto se pude aplicar los
criterios de la disponibilidad o libre disposición además del criterio de la
patrimonialidad varios autores reconocen una tendencia al reconocimiento de nuevos
materiales susceptibles al arbitraje en el Perú[ CITATION Car \l 3082 ]. Aunque aún
existe una gran restricción a lo que sería la arbitrabilidad el cual según Caivano
(2013) sería el interés público:

En la práctica, suele objetarse la arbitrabilidad de determinadas cuestiones por


invocarse, como aplicables al caso, normas “de orden público”. Se argumenta que la
naturaleza de orden público de una norma implica que su interpretación y aplicación
están fuera del alcance de la jurisdicción de los árbitros y que sus disposiciones sólo
pueden ser interpretadas y aplicadas por los magistrados judiciales.

Para entender este concepto de orden público debemos realizar algunas precisiones
el orden público (en general) se traduce o entiende como la prevalencia del interés
general (público o social) por encima del interés puramente individual y es utilizado,
como herramienta para lograr la tutela de ese interés general mediante la
imperatividad de ciertas normas, principios o leyes que son reconocidas por el
ordenamiento jurídico.

MATERIAS NO SUSCEPTIBLES A ARBITRAJE EN LA LEY


ANTERIOR (LEY 26572)
Artículo 1º.- Disposición general. - Pueden someterse a arbitraje las
controversias determinadas o determinables sobre las cuales las partes tienen
facultad de libre disposición, así como aquellas relativas a materia ambiental,

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pudiendo extinguirse respecto de ellas el proceso judicial existente o evitando el
que podría promoverse; excepto:

1. Las que versan sobre el estado o la capacidad civil de las personas, ni las
relativas a bienes o derechos de incapaces sin la previa autorización judicial.
2. Aquellas sobre las que ha recaído resolución judicial firme, salvo las
consecuencias patrimoniales que surjan de su ejecución, en cuanto conciernan
exclusivamente a las partes del proceso.
3. Las que interesan al orden público o que versan sobre delitos o faltas. Sin
embargo, sí podrá arbitrarse sobre la cuantía de la responsabilidad civil, en
cuanto ella no hubiera sido fijada por resolución judicial firme.
4. Las directamente concernientes a las atribuciones o funciones de imperio del
Estado, o de personas o entidades de derecho público.

II.4.3. MATERIAS NO ARBITRABLES EN EL DERECHO COMPARADO


A) Francia
El Código Civil francés determina las materias arbitrables en términos similares
a nuestro ordenamiento jurídico: en su artículo 2059 sienta el principio general:
“Todas las personas pueden establecer compromiso sobre los derechos que se
encuentran bajo su libre disposición”; y en el siguiente establece las
excepciones: “no se pueden comprometer en árbitros las cuestiones de estado y
de capacidad de personas, las relativas al divorcio y la separación de cuerpos o
las que interesen a las colectividades públicas y los establecimientos públicos y,
más generalmente, todas las materias que interesen al orden público” (artículo
2060).

B) Argentina
En la Argentina, la jurisprudencia sobre el tema es muy diferente y
desconcertante [ CITATION Cai13 \l 3082 ]: Por un lado, se ha restringido la
arbitrabilidad en materia societaria, resolviéndose que no son arbitrables, y
deben ser decididas judicialmente, las acciones tendientes a obtener la
declaración de nulidad de una asamblea societaria, o de contratos para
societarios que se vinculan con el desenvolvimiento del control societario.

13
C) Colombia
Conflicto de carácter arbitrable. Se entiende que es de carácter arbitrable toda
diferencia o conflicto de naturaleza jurídica que verse sobre asuntos de libre
disposición y de cualquier otra materia, con la excepción de los siguientes
conflictos que constituyen los únicos prohibidos por la ley: a) los relacionados
con el estado civil de las personas. B) los relativos a derechos ajenos o que no
existen. C) los relacionados con los delitos, con excepción de la acción civil que
nace del delito. D) los relativos con obligaciones alimentarias. E) los asuntos
que versen sobre alimentos futuros. F) los relacionados con derechos políticos o
derechos que están fuera del comercio.[ CITATION Mar13 \l 3082 ]

Además de esas excepciones, el ordenamiento jurídico colombiano reconoce


que no son materia arbitrable:
1. Derechos de incapaces y derechos que se prohíbe a los titulares disponer
2. Conjunto de derechos mínimos de los trabajadores en materia laboral
3. Orden Público, Soberanía Nacional Y Orden Constitucional
4. Suspensión provisional de los efectos de los actos administrativos
D) E.E.U.U
En el caso Scherk v. Alberto-Culver Co una de la partes había obtenido de la
otra ciertos derechos relativos a marcas sobre determinados productos, alegó
que esos derechos eran cuestionables y que su contraparte, al haber asegurado
fraudulentamente su firmeza, había violado la ley sobre transacciones de
crédito, en este caso la Corte Suprema consideró que una cláusula arbitral
incluida en un contrato internacional debe ser respetada en los términos de la
Ley Federal de Arbitraje, si no existe alguna de las razones de las que pueda
derivar la nulidad de cualquier otro contrato.
En Shearson v. McMahon, la Corte Suprema declaró arbitrables las acciones
basadas en derechos contenidos en la legislación sobre transacciones bursátiles
(securities claims), a pesar de que estas normas prohíben la renuncia de las
obligaciones contenidas en la ley y establecen la jurisdicción judicial exclusiva
para entender en las acciones derivadas de las violaciones a ella.
La Corte también resolvió que las reclamaciones basadas en la violación a la
legislación anti-fraude (RICO Act) son arbitrables, toda vez que no puede
interpretarse del texto –ni tampoco de la historia legislativa de esa ley o de los

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propósitos que la inspiran– que el Congreso haya pretendido reservar su
aplicación en exclusividad a la jurisdicción estatal.
Proyecto Ley de equidad de arbitraje de 2009: declara que ningún acuerdo de
arbitraje previo a la disputa será válido o ejecutable si requiere el arbitraje de
una disputa laboral, de consumidor o de franquicia o de derechos civiles

II.5. ARBITRAJE COMO JURISDICCION ALTERNATIVA


Mucho antes de que la justicia formal nos entregue sus cortes, sus jueces y sus
principios legales, el mundo ya arbitraba. Contrariamente a lo que se pueda pensar, el
arbitraje no nació como una institución jurídica, fue más bien el mecanismo natural de
solución de disputas de los antiguos comerciantes, quienes cedían a un tercero imparcial
la potestad de decidir por ambos. Con el tiempo, se ha convertido en una de las
principales alternativas de administración de justicia. 

A diferencia del sistema público de justicia, el arbitraje nace y se debe al acuerdo entre
las partes. Quienes van a arbitraje lo hacen porque han acordado, a través de un
convenio arbitral, solucionar sus controversias por esta vía.

¿Por qué? Porque les resulta más eficiente que acudir a la vía judicial, cuyas demoras,
carga procesal y formalismos se contraponen a la flexibilidad, celeridad y
especialización que puede ofrecer el proceso arbitral.

De hecho, una de las características más importantes del arbitraje es que no tiene
segunda instancia; es decir, la decisión que se toma es definitiva. 

Solo es posible pedir la anulación del arbitraje si se cumple alguno de los requisitos
listados en el decreto legislativo N° 1071 norma que regula el arbitraje en el Perú. Las
causas de anulación, no obstante, son solo de forma y nunca sobre el fondo de una
decisión arbitral. Es decir, los laudos no se apelan, todo se decide en una única
instancia.

En el arbitraje, además, a diferencia del sistema de justicia ordinario, las partes


pueden fijar las condiciones, plazos y etapas de los procesos según la complejidad de la
controversia.

Se suele disponer, por ejemplo, de los avances tecnológicos; las notificaciones se


pueden hacer a través de medios electrónicos y las lecturas del expediente se pueden
realizar a través de un aplicativo móvil en algunas instituciones arbitrales. Esto

15
contrasta, como ya hemos mencionado, con el proceso en el Poder Judicial, donde los
procedimientos de notificación suelen ser erráticos, lentos y tener diversos formalismos.

¿Qué cosas pueden someterse a un arbitraje?


Cabe preguntarse ahora si toda materia judicializable (es decir, que pueda ser tratada en
el Poder Judicial) se puede arbitrar y la respuesta es no. En el Perú, solo son arbitrables
los derechos de libre disposición que son, en su mayoría, patrimoniales. Por ejemplo,
disponer de bienes propios o contratar con terceros.

No son arbitrables, en cambio, derechos indisponibles como los derechos


fundamentales. No se puede arbitrar por un asesinato, por la vida o por que la
remuneración por un trabajo sea menor al salario mínimo establecido por la ley.

Por todo esto, no es extraño que muchos agentes del sector empresarial prefieran este
mecanismo para solucionar sus disputas. No en vano muchos de los centros de arbitraje
alrededor del mundo forman parte de cámaras de comercio.

Si uno revisa las cifras del Stockholm Chamber of Commerce (SCC) para el 2018, uno
de los principales centros de arbitraje del mundo, puede ver que la mayoría de
controversias gira en torno a materias como joint ventures, acuerdos de
confidencialidad, contratos de servicio, acuerdos entre accionistas, entre otras disputas
propias de la actividad privada.

II.6. CLASIFICACIÓN DE LOS ARBITRAJES


SEGÚN SUS ARBITROS
a. DE DERECHO:
Esto significa que el tribunal se fundamentará en las leyes y reglamentos
que aplica al contrato. Solo pueden ser árbitros los abogados, si en un
arbitraje de derecho un no abogado resuelve, esta puede ser declarada
nula
b. DE CONCIENCIA O EQUIDAD:
En este tipo de arbitraje el tribunal arbitral no aplica ni leyes ni
reglamentos para resolver la disputa sino su entendimiento de lo que es
justo y equitativo. No es igual resolver una controversia en base a la
conciencia que en base a una norma. El arbitraje será de conciencia o

16
equidad cuando los árbitros sin ser necesariamente abogados, resuelven
de acuerdo a sus conocimientos y a su leal saber y entender
SEGÚN SU JURISDICCIÓN
c. NACIONAL:
Es un método alternativo de solución de conflictos, mediante las partes
aceptan a un tercero llamado arbitro para que solucione una controversia
que tiene la capacidad de administrar justicia y articula una sentencia que
se le denomina laudo arbitral.
El arbitraje nacional al igual que los otros arbitrajes, se rige por los
principios y reglas de imparcialidad, idoneidad, celeridad e igualdad.
La ley aplicable es la ley nacional, salvo que se pacte otra. Esta ley está
contemplada en el Decreto Legislativo N° 1071 – Decreto Legislativo
que norma el arbitraje (Vigente desde el 1 de septiembre del 2008). La
cual señala:
Articulo 4.- (…):

 Las controversias derivadas de los contratos y convenios celebrados


entre estas entidades estatales pueden someterse también arbitraje
nacional.
 El estado puede someter a arbitraje nacional las controversias
derivadas de los contratos que celebre con nacionales o extranjeros
domiciliados en el país.
 El Estado puede también someter a arbitraje internacional, dentro o
fuera del país, las controversias derivadas de los contratos que
celebre con nacionales o extranjeros no domiciliados en el país.
 En caso de actividades financieras, el arbitraje podrá desarrollarse
dentro o fuera del país, inclusive con extranjeros domiciliados en el
país.
d. INTERNACIONAL:
El arbitraje internacional es similar a la vía judicial interna.
Tradicionalmente también se invoca su celeridad y la modicidad de su
costo. Los procedimientos de arbitraje internacional siguen siendo
generalmente más rápidos, y por eso, menos costosos que los
procedimientos judiciales.

17
El uso del arbitraje internacional ha evolucionado para permitir a las
partes de diferentes sistemas jurídicos, antecedentes lingüísticos y
culturales para resolver sus conflictos de una manera definitiva y
vinculante, normalmente sin las formalidades de las normas de
procedimiento de sus propios sistemas legales.

El arbitraje tendrá carácter internacional cuando en él concurra alguna de


las siguientes circunstancias:

 Si las partes en un convenio arbitral tienen, al momento de la


celebración de ese convenio, sus domicilios en estados diferentes.
 Si el lugar del arbitraje, determinado en el convenio arbitral o con
arreglo a éste, está situado fuera del Estado en que las partes
tienen sus domicilios.
 Si el lugar de cumplimiento de una parte sustancial de las
obligaciones de la relación jurídica o el lugar con el cual el objeto
de la controversia tiene una relación más estrecha, está situado
fuera del territorio nacional, tratándose de partes domiciliadas en
el Perú.

Beneficios del arbitraje internacional:

 El arbitraje internacional puede resolver disputas más


rápidamente que la vía judicial tradicional.
 El arbitraje internacional puede ser menos costoso que la vía
judicial tradicional.
 El arbitraje internacional puede proporcionar un papel activo en la
selección de un árbitro que es un experto en la industria.
 Los clientes pueden desempeñar un papel activo en la selección
de un árbitro que es un experto en cuanto se refiere a arbitraje
internacional.
 El arbitraje internacional es flexible.
 El arbitraje internacional puede ser confidencial, lo cual es útil si
las partes desean continuar su relación de negocios o para evitar
la publicidad negativa.

18
 El arbitraje internacional es neutral, esto es muy importante para
las transacciones transfronterizas, ya que evita la posibilidad de
una ventaja para una de las partes

SEGÚN LA ADMINISTRACIÓN DEL ARBITRAJE


El artículo 7° del Decreto Legislativo N° 1071, Decreto Legislativo que norma
el arbitraje, precisa que el arbitraje: “(…) puede ser ad hoc o institucional, según
sea conducido por el tribunal arbitral directamente u organizado y administrado
por una institucional arbitral”.
Existen diversos criterios de clasificación del arbitraje, uno de ellos está referido
a la formación de organización de este importante mecanismo alternativo de
resolución de conflictos y a saber, distingue entre el arbitraje institucional o
administrativo y el ad hoc o libre. Aunque la tendencia mundial actual del
arbitraje moderno está orientada hacia el desarrollo del arbitraje institucional.
En arbitraje ad hoc representa hoy en día, no menos del sesenta y cinco por
ciento del total de arbitrajes del mercado peruano
e. AD HOC: El arbitraje Ad Hoc que también es conocido en la doctrina
como arbitraje no administrativo.
Es aquel que es administrado por los propios árbitros de acuerdo a las
reglas procedimentales que se establezcan de conformidad con la Ley de
Arbitraje. Son las propias partes o en defecto de éstas los árbitros, los
que establecen las reglas para que el arbitraje se pueda desarrollar de
manera adecuada y se encargan de la organización y administración. Es
decir, las partes, en ejercicio del principio de libertad que inspira al
arbitraje, podrán señalar válidamente las normas procesales que rijan el
arbitraje, siempre, claro está, que ellas no vulneren el principio de
igualdad conforme lo puntualiza el artículo 23 del Decreto Legislativo
N° 1071.
El en arbitraje ad hoc se pueden presentar algunas situaciones que las
podemos calificar de alguna manera como “inapropiada”, que son
particularmente sensibles en los casos en los que participa el Estado.
A modo de ejemplo:
El tribunal arbitral designa a un tercero para que se encargue de la
secretaria arbitral. Se han dado caso en los que ese tercero tiene

19
vinculación directa con alguno de los árbitros, con alguna de las partes o
con sus abogados patrocinantes. Asimismo, en ocasiones la secretaria
arbitral recae en personas que no cuentan con la experiencia y
conocimientos necesarios.
En el arbitraje ad hoc se han presentado prácticas que viene
desprestigiando la institución arbitral.
f. INSTITUCIONAL o ADMINISTRATIVO: En términos generales,
podemos definir el arbitraje institucional como aquel que es organizado y
administrado por una institución arbitral.
Existe una institución arbitral que se encarga de la organización y
administración del arbitraje, contando con reglamentos que regulan la
actividad de los árbitros y las partes, la que en caso peruano debería ser
considerada como una persona jurídica pudiendo ser con o sin fines de
lucro, privada o pública o en su caso mixta.
Sin embargo, como lo señala ALONSO PUIG, constituye una precisión;
por ejemplo, el definir el arbitraje institucional como aquel en el que,
simplemente, las partes se someten a un reglamento de arbitraje, o en el
que interviene una institución arbitral
La doctrina ha considerado como principales ventajas del arbitraje
administrativo a las siguientes:
 La existencia de una institución especializada que respalda el
arbitraje, es tal vez la mayor de las ventajas. En Efecto, las
instituciones arbitrales cuentan o deben contar con los medios
humanos y materiales necesarios para brindar un adecuado
servicio de organización y administración del arbitraje.
 Otra de las ventajas está dada por la existencia de cláusulas tipo o
modelo, que las partes pueden incluir en sus contratos, sin
necesidad de tener que elaborar una cláusula especial para cada
caso en particular. Estas cláusulas las refieren que el arbitraje se
desarrollará de acuerdo con los reglamentos y bajo la
administración de una determinada institución arbitral, de esta
manera, se evita la redacción de las denominadas cláusulas
patológicas.

20
 Las instituciones arbitrales cuentan con reglamentos
preestablecidos que permitirán el adecuado desarrollo del
arbitraje. Estos reglamentos por lo general tienen normas
referidas a la elección de los árbitros, la constitución del tribunal
arbitral, reglas para resolver las recusaciones que se pueden
presentar contra los árbitros a lo largo del procedimiento, regla
del procedimiento arbitral em general, de las audiencias, las
relaciones con los plazos, entre otras.
 Listas de árbitros. Las instituciones arbitrales tienen listas de
árbitros clasificadas según especialidad de cada uno de sus
integrantes. Estas listas facilitan a las partes del arbitraje la
elección de los árbitros que decidirán la controversia.
 Tarifas preestablecidas. Otra de las ventajas de las instituciones
arbitrales la constituye sin duda, la existencia de tarifas
preestablecidas que hacen perfectamente previsible el costo del
arbitraje,
 Actividades de control. Las instituciones arbitrales ejercen una
doble actividad de control. Una de control respecto de su propia
competencia, lo que implica un control ejercido en la oportunidad
en que se presenta una solicitud de arbitraje ante la institución
arbitral.
 Por otro lado, las instituciones arbitrales ejercen también una
importante actividad de control respecto del procedimiento y de
los árbitros. En algunos casos, como por ejemplo los árbitros de
la Cámara de Comercio Internacional, la actividad de control se
ejerce incluso respecto de los aspectos formales del laudo arbitral,
lo que contribuye a evitar los procedimientos de anulación de los
mismos.

En el arbitraje institucional otro argumento fundamental a favor de este


es la transparencia.

- Se acaba de modificar la Ley de Arbitraje.


Cuando el Estado peruano interviene como parte, el arbitraje debe ser
institucional. Solo podrá ser ad hoc cuando el monto de la controversia no
21
supere las diez unidades impositivas tributarias. En ambos casos son arbitrajes
de derecho.

Asimismo, en los casos en los que el Estado peruano es la parte afectada con la
medida cautelar, se exigirá como contracautela la presencia de una fianza
bancaria y/o patrimonial solidaria, incondicionada y de realización automática
en favor de la entidad pública afectada, por el tiempo que dure el proceso
arbitral.

Por otro lado, en los arbitrajes en los que interviene como parte el Estado
peruano, si no se realiza acto que impulse el proceso arbitral durante cuatro
meses, se deberá declarar el abandono del proceso arbitral de oficio o a pedido
de parte.

Estas son algunas de las nuevas disposiciones de la Ley de Arbitraje, conforme a


la modificación efectuada por el Decreto de Urgencia N° 018-2020, publicado el
viernes 24 de enero del 2020 en el Diario Oficial El Peruano.

SEGÚN LA VOLUNTAD DE LAS PARTES:


g. VOLUNTARIO:
Las partes deciden someterse libremente al método alternativo de
resolución de conflictos arbitral.

h. OBLIGATORIA O FORZOSA:
No se puede imponer un contrato, por el contrario, una de las partes
solicita el arbitraje para hacer cumplir una obligación.
OTROS CONTENIDOS EN EL DECRETO LEGISLATIVO:
i. ARBITRAJE POPULAR: promueve una cultura de paz, en la que dos
personas enfrentadas por una controversia como: incumplimiento de
contrato, pago de deudas, desalojos, indemnización, contrato de seguros,
contratos financieros, contratos de inversión, conflictos laborales y
comerciales, entre otros, pueden llegar a una solución rápida y
económica sin necesidad de ir a un juicio largo y costoso.
En el cumplimiento de la Ley Arbitral se creó el Programa de arbitraje
Popular para fortalecer el derecho de acceso a la justicia de todos los
ciudadanos para la solución de sus controversias a costos adecuados,

22
instituyéndose el Ministerio de Justicia como la entidad encargada de la
creación y promoción de mecanismos que incentiven el desarrollo y usi
del arbitraje a favor de todos los sectores del país y, mediante Resolución
Ministerial N° 0639-2008-JUS de fecha 03 de diciembre del año 2008 se
constituye el Centro de –arbitraje Popular denominado “Arbitra Perú” en
el Ministerio de Justicia, el mismo que se rige por su estatuto,
Reglamento y Tabla de Aranceles respectivo.
El arbitraje popular se convierte asi en una alternativa de accedo a la
justicia para todas las personas, cuando así las partes lo acuerden y
decidan someterse a él.
j. ARBITRAJE ESTATUTARIO: Hace referencia a las personas
jurídicas en general, tal como serían las sociedades, las asociaciones las
organizaciones políticas, etc.
k. ARBITRAJE SUCESORIO: Mediante estipulación testamentaria
puede disponerse el sometimiento a arbitraje de las controversias que
pueden surgir entre sucesores, o de ellos con los albaceas, incluyendo las
relativas del inventario de la masa hereditaria, su valoración,
administración y participación.

II.7. LOS ARBITROS


Se les denominan árbitros a aquellas personas que cumplen un rol de mediador
imparcial y se encargan de solucionar conflicto o litigio sometido por las partes
interesadas en resolver dicho conflicto o conciliar intereses, este arbitro tiene es
imparcial.

“Es la persona natural que interviene para definir hetero-compositivamente el conflicto


o situación jurídica incierta, como expresión de la voluntad de las partes contratantes
bajo un ámbito de confidencialidad”[ CITATION Led3 \l 10250 ]

Según Pierre Lalieve menciona que un árbitro debe tener la llamada “habilidad para
juzgar” es decir, que el árbitro debe tener la capacidad de evaluar los puntos
controvertidos de derecho y/o de hecho y tener la sabiduría, valentía y experiencia para
emitir un laudo que las partes -especialmente la parte que pierda~ reconozcan y
ejecuten.

23
Las partes tienen el derecho de elegir a los árbitros, la cantidad de árbitros que van
participar en dicho conflicto.

el árbitro resuelve según su leal saber y entender y no necesita motivar su decisión.

Si el árbitro aplica la legislación vigente para resolver la cuestión, estamos ante el


arbitraje de derecho. Por contra, si el árbitro ha de utilizar su leal saber y entender a la
hora de dictar su decisión, el arbitraje es de equidad.

Por otro lado, debemos entender que la distinción observada, dado el desarrollo procesal
de la ley de arbitraje, no sólo carece de justificación, sino que además es contraria al
orden lógico de preferencia que supone la opción por el arbitraje. En efecto, si se
hubiera querido hacer primar algún tipo de arbitraje, este sería el arbitraje conforme a
derecho, pues de no de otra forma puede concebirse la institución. Y así, atendiendo a la
naturaleza del instituto, el arbitraje de equidad no debería ser el subsidiario, pues, la
gran ventaja del “derecho” sobre la “equidad” radica en la posibilidad de conocer dentro
de determinados límites las cuestiones que previsiblemente se someten al arbitraje,
circunstancia esta de “previsibilidad” que se esfuma en el arbitraje de equidad. En este
sentido, el margen de riesgo en el arbitraje de derecho es menor, dado que se conoce
anticipadamente al menos el texto de las normas entre las cuales el árbitro podrá escoger
para efectos de su decisión, los precedentes jurisprudenciales, y la doctrina
correspondiente

REQUISITOS DE UN ARBITRO:
- Es imparcial
- Es neutral
- Es independiente

II.8. PROCEDIMIENTO ARBITRAL


INICIO DEL ARBITRAJE
“Salvo acuerdo distinto de las partes, las actuaciones arbitrales respecto de una
determinada controversia se iniciarán en la fecha de recepción de la solicitud
para someter una controversia a arbitraje”. (Artículo 33 del Decreto Legislativo
que norma el arbitraje)
A) LIBERTAD DE REGULACIÓN DE ACTUACIONES.

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Según lo que nos señala el artículo 34 inciso 1,2,3 y 4 del Decreto Legislativo
que norma el arbitraje.
1. Las partes podrán determinar libremente las reglas a las que se sujeta el
tribunal arbitral en sus actuaciones. A falta de acuerdo o de un reglamento
arbitral aplicable, el tribunal arbitral decidirá las reglas que considere más
apropiadas teniendo en cuenta las circunstancias del caso.
2. El tribunal arbitral deberá tratar a las partes con igualdad y darle a cada una
de ellas suficiente oportunidad de hacer valer sus derechos.
3. Si no existe disposición aplicable en las reglas aprobadas por las partes o por
el tribunal arbitral, se podrá aplicar de manera supletoria, las normas de este
Decreto Legislativo. Si no existe norma aplicable en este Decreto Legislativo,
el tribunal arbitral podrá recurrir, según su criterio, a los principios arbitrales,
así como a los usos y costumbres en materia arbitral.
4. El tribunal arbitral podrá, a su criterio, ampliar los plazos que haya
establecido para las actuaciones arbitrales, incluso si estos plazos estuvieran
vencidos.

B) LUGAR DEL ARBITRAJE.


1. Las partes podrán determinar libremente el lugar del arbitraje. A falta de
acuerdo, el tribunal arbitral determinará el lugar del arbitraje, atendiendo a las
circunstancias del caso y la conveniencia de las partes. (Artículo 35 inciso 1 del
Decreto Legislativo que norma el arbitraje)

2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el numeral anterior, el tribunal arbitral podrá,


previa consulta a las partes, reunirse en cualquier lugar que estime apropiado
para oír a los testigos, a los peritos o a las partes, o para examinar o reconocer
objetos, documentos o personas. El tribunal arbitral podrá llevar a cabo
deliberaciones en cualquier lugar que estime apropiado. (Artículo 35 inciso 2 del
Decreto Legislativo que norma el arbitraje)

C) IDIOMA DEL ARBITRAJE


Según lo que nos señala el Artículo 36 en los incisos del 1 y 2 del Decreto
Legislativo que norma el arbitraje.
1. Las partes podrán acordar libremente el idioma o los idiomas que hayan de
utilizarse en las actuaciones arbitrales. A falta de acuerdo, el tribunal arbitral
determinará el idioma o los idiomas del arbitraje, atendidas las circunstancias del
25
caso. Salvo que en el acuerdo de las partes o en la decisión del tribunal arbitral
se haya previsto algo distinto, el idioma o los idiomas establecidos se utilizarán
en los escritos de las partes, en las audiencias, en los laudos y en las decisiones o
comunicaciones del tribunal arbitral.

2. El tribunal arbitral podrá ordenar que, sin necesidad de proceder a su


traducción, cualquier documento sea aportado o cualquier actuación sea
realizada en idioma distinto al del arbitraje, salvo oposición de alguna de las
partes.

D) REPRESENTACIÓN

(Artículo 37 incisos del 1 al 4 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje)

1. Las partes podrán comparecer personalmente ante el tribunal arbitral, o bien


estar representadas por abogado, o por cualquier otra persona con
autorización por escrito.
2. La representación conferida para actuar dentro de un arbitraje autoriza al
representante a ejercer todos los derechos y facultades previstos en este
Decreto Legislativo sin restricción alguna, incluso para actos de disposición
de derechos sustantivos que se discuten en las actuaciones arbitrales, salvo
disposición en contrario.
3. Las personas jurídicas se rigen por lo dispuesto en el artículo 10º, pudiendo
delegar sus facultades a un abogado o a cualquier otra persona con
autorización por escrito.
4. No existe restricción alguna para la participación de abogados extranjeros.

E) BUENA FE
Las partes están obligadas a observar el principio de buena fe en todos sus actos
e intervenciones en el curso de las actuaciones arbitrales y a colaborar con el
tribunal arbitral en el desarrollo del arbitraje. (Artículo 38 del Decreto
Legislativo que norma el arbitraje)
F) DEMANDA Y CONTESTACIÓN.
(Artículo 39 incisos del 1 al 4 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje)
1. Dentro del plazo convenido por las partes o determinado por el tribunal arbitral
y a menos que las partes hayan acordado algo distinto respecto del contenido

26
de la demanda y de la contestación, el demandante deberá alegar los hechos en
que se funda, la naturaleza y las circunstancias de la controversia y las
pretensiones que formula y el demandado deberá establecer su posición
respecto a lo planteado en la demanda.
2. Las partes, al plantear su demanda y contestación, deberán aportar todos los
documentos que consideren pertinentes o hacer referencia a los documentos u
otras pruebas que vayan a presentar o proponer.
3. Salvo acuerdo en contrario, en el curso de las actuaciones, cualquiera de las
partes podrá modificar o ampliar su demanda o contestación, a menos que el
tribunal arbitral considere que no corresponde permitir esa modificación en
razón de la demora con que se hubiere hecho, el perjuicio que pudiera causar a
la otra parte o cualesquiera otras circunstancias. El contenido de la
modificación y de la ampliación de la demanda o contestación, deberán estar
incluidos dentro de los alcances del convenio arbitral.
4. Salvo pacto en contrario, el tribunal arbitral no puede disponer la consolidación
de dos o más arbitrajes, o disponer la realización de audiencias conjuntas.

PROCEDIMIENTO
A) COMPETENCIA DEL TRIBUNAL ARBITRAL.
El tribunal arbitral es competente para conocer el fondo de la controversia y para
decidir sobre cualesquiera cuestiones conexas y accesorias a ella que se
promueva durante las actuaciones arbitrales, así como para dictar las reglas
complementarias para la adecuada conducción y desarrollo de las mismas.
(Artículo 40 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje).
B) COMPETENCIA PARA DECIDIR LA COMPETENCIA DEL
TRIBUNAL ARBITRAL.
Artículo 41 incisos del 1 al 5 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje
1. El tribunal arbitral es el único competente para decidir sobre su propia
competencia, incluso sobre las excepciones u objeciones al arbitraje relativas a
la inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia del convenio arbitral
o por no estar pactado el arbitraje para resolver la materia controvertida o
cualesquiera otras cuya estimación impida entrar en el fondo de la controversia.
Se encuentran comprendidas en este ámbito las excepciones por prescripción,

27
caducidad, cosa juzgada y cualquier otra que tenga por objeto impedir la
continuación de las actuaciones arbitrales.
2. El convenio arbitral que forme parte de un contrato se considerará como
un acuerdo independiente de las demás estipulaciones del mismo. La
inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia de un contrato que
contenga un convenio arbitral, no implica necesariamente la inexistencia,
nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia de éste. En consecuencia, el tribunal
arbitral podrá decidir sobre la controversia sometida a su conocimiento, la que
podrá versar, incluso, sobre la inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o
ineficacia del contrato que contiene un convenio arbitral.
3. Las excepciones u objeciones deberán oponerse a más tardar en el
momento de presentar la contestación, sin que el hecho de haber nombrado o
participado en el nombramiento de los árbitros impida oponerlas. La excepción u
objeción basada en que el tribunal arbitral ha excedido el ámbito de su
competencia deberá oponerse tan pronto como sea planteada durante las
actuaciones arbitrales, la materia que supuestamente exceda su competencia. El
tribunal arbitral sólo podrá admitir excepciones u objeciones planteadas con
posterioridad si la demora resulta justificada. El tribunal arbitral podrá
considerar, sin embargo, estos temas por iniciativa propia, en cualquier
momento.
4. Salvo pacto en contrario, el tribunal arbitral decidirá estas excepciones u
objeciones con carácter previo o junto con las demás cuestiones sometidas a su
decisión relativas al fondo de la controversia. Si el tribunal arbitral desestima la
excepción u objeción, sea como cuestión previa o sea en el laudo por el que se
resuelve definitivamente la controversia, su decisión sólo podrá ser impugnada
mediante recurso de anulación contra dicho laudo.
5. Si el tribunal arbitral ampara la excepción como cuestión previa, se
declarará incompetente y ordenará la terminación de las actuaciones arbitrales.
Esta decisión podrá ser impugnada mediante recurso de anulación. Si el tribunal
arbitral ampara la excepción como cuestión previa respecto de determinadas
materias, las actuaciones arbitrales continuarán respecto de las demás materias y
la decisión sólo podrá ser impugnada mediante recurso de anulación luego de
emitirse el laudo por el que se resuelve definitivamente la controversia.

28
C) AUDIENCIAS
Artículo 42 incisos del 1 al 4 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje
1. El tribunal arbitral decidirá si han de celebrarse audiencias para la
presentación de alegaciones, la actuación de pruebas y la emisión de
conclusiones, o si las actuaciones serán solamente por escrito. No obstante,
el tribunal arbitral celebrará audiencias en la fase apropiada de las
actuaciones, a petición de una de las partes, a menos que ellas hubiesen
convenido que no se celebrarán audiencias.
2. Las partes serán citadas a todas las audiencias con suficiente antelación y
podrán intervenir en ellas directamente o por medio de sus representantes.
3. Salvo acuerdo distinto de las partes o decisión del tribunal arbitral, todas las
audiencias y reuniones serán privadas.
4. De todas las alegaciones escritas, documentos y demás información que una
parte aporte al tribunal arbitral se pondrá en conocimiento de la otra parte.
Asimismo, se pondrá a disposición de las partes cualquier otro material
perteneciente a la controversia que sea entregado al tribunal arbitral por las
partes o por cualquier tercero y en los que puedan fundar su decisión.

D) PRUEBAS.
Artículo 43 incisos 1 y 2 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje
1. El tribunal arbitral tiene la facultad para determinar de manera exclusiva la
admisión, pertinencia, actuación y valor de las pruebas y para ordenar en
cualquier momento la presentación o la actuación de las pruebas que estime
necesarios.
2. El tribunal arbitral está facultado asimismo para prescindir motivadamente
de las pruebas ofrecidas y no actuadas, según las circunstancias del caso.

E) PERITOS.
Artículo 44 incisos del 1 al 3 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje
1. El tribunal arbitral podrá nombrar, por iniciativa propia o a solicitud de
alguna de las partes, uno o más peritos para que dictaminen sobre materias
concretas. Asimismo, requerirá a cualquiera de las partes para que facilite al

29
perito toda la información pertinente presentando los documentos u objetos
necesarios o facilitando el acceso a éstos.
2. Después de presentado el dictamen pericial, el tribunal arbitral por propia
iniciativa o a iniciativa de parte, convocará al perito a una audiencia en la
que las partes, directamente o asistidas de peritos, podrán formular sus
observaciones o solicitar que sustente la labor que ha desarrollado, salvo
acuerdo en contrario de las partes.
3. Las partes pueden aportar dictámenes periciales por peritos libremente
designados, salvo acuerdo en contrario.
F) COLABORACIÓN JUDICIAL
Artículo 45 incisos del 1 al 4 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje
1. El tribunal arbitral o cualquiera de las partes con su aprobación, podrá pedir
asistencia judicial para la actuación de pruebas, acompañando a su solicitud,
las copias del documento que acredite la existencia del arbitraje y de la
decisión que faculte a la parte interesada a recurrir a dicha asistencia,
cuando corresponda.
2. Esta asistencia podrá consistir en la actuación del medio probatorio ante la
autoridad judicial competente bajo su exclusiva dirección o en la adopción
por dicha autoridad de las medidas concretas que sean necesarias para que la
prueba pueda ser actuada ante el tribunal arbitral.
3. A menos que la actuación de la prueba sea manifiestamente contraria al
orden público o a leyes prohibitivas expresas, la autoridad judicial
competente se limitará a cumplir, sin demora, con la solicitud de asistencia,
sin entrar a calificar acerca de su procedencia y sin admitir oposición o
recurso alguno contra la resolución que a dichos efectos dicte.
4. En caso de actuación de declaraciones ante la autoridad judicial competente,
el tribunal arbitral podrá, de estimarlo pertinente, escuchar dichas
declaraciones, teniendo la oportunidad de formular preguntas.

G) PARTE RENUENTE.
(Artículo 46 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje)
a) El demandante no presente su demanda en plazo, el tribunal arbitral dará por
terminadas las actuaciones, a menos que, oído el demandado, éste manifieste
su voluntad de ejercitar alguna pretensión.

30
b) El demandado no presente su contestación en plazo, el tribunal arbitral
continuará las actuaciones, sin que esa omisión se considere como una
aceptación de las alegaciones del demandante.

Una de las partes no comparezca a una audiencia, no presente pruebas o deje de


ejercer sus derechos en cualquier momento, el tribunal arbitral podrá continuar
las actuaciones y dictar el laudo con fundamento en las pruebas que tenga a su
disposición.

H)MEDIDAS CAUTELARES
(Artículo 47 incisos del 1 al 9 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje)
1. Una vez constituido, el tribunal arbitral, a petición de cualquiera de las
partes, podrá adoptar las medidas cautelares que considere necesarias para
garantizar la eficacia del laudo, pudiendo exigir las garantías que estime
conveniente para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que
pueda ocasionar la ejecución de la medida.
2. Por medida cautelar se entenderá toda medida temporal, contenida en una
decisión que tenga o no forma de laudo, por la que, en cualquier momento
previo a la emisión del laudo que resuelva definitivamente la controversia,
el tribunal arbitral ordena a una de las partes:
a) Que mantenga o restablezca el statu quo en espera de que se resuelva la
controversia;
b) Que adopte medidas para impedir algún daño actual o inminente o el
menoscabo del proceso arbitral, o que se abstenga de llevar a cabo
ciertos actos que probablemente ocasionarían dicho daño o menoscabo
al proceso arbitral;
c) Que proporcione algún medio para preservar bienes que permitan
ejecutar el laudo subsiguiente; o
d) Que preserve elementos de prueba que pudieran ser relevantes y
pertinentes para resolver la controversia.
3. El tribunal arbitral, antes de resolver, pondrá en conocimiento la solicitud a
la otra parte. Sin embargo, podrá dictar una medida cautelar sin necesidad
de poner en conocimiento a la otra parte, cuando la parte solicitante
justifique la necesidad de no hacerlo para garantizar que la eficacia de la

31
medida no se frustre. Ejecutada la medida podrá formularse reconsideración
contra la decisión.
4. Las medidas cautelares solicitadas a una autoridad judicial antes de la
constitución del tribunal arbitral no son incompatibles con el arbitraje ni
consideradas como una renuncia él. Ejecutada la medida, la parte
beneficiada deberá iniciar el arbitraje dentro de los diez (10) días siguientes,
si no lo hubiere hecho con anterioridad. Si no lo hace dentro de este plazo o
habiendo cumplido con hacerlo, no se constituye el tribunal arbitral dentro
de los noventa (90) días de dictada la medida, ésta caduca de pleno derecho.
5. Constituido el tribunal arbitral, cualquiera de las partes puede informar a la
autoridad judicial de este hecho y pedir la remisión al tribunal del
expediente del proceso cautelar. La autoridad judicial está obligada, bajo
responsabilidad, a remitirlo en el estado en que se encuentre, sin perjuicio
de que cualquiera de las partes pueda presentar al tribunal arbitral copia de
los actuados del proceso cautelar. La demora de la autoridad judicial en la
remisión, no impide al tribunal arbitral pronunciarse sobre la medida
cautelar solicitada, dictada o impugnada. En este último caso, el tribunal
arbitral tramitará la apelación interpuesta bajo los términos de una
reconsideración contra la medida cautelar.
6. El tribunal arbitral está facultado para modificar, sustituir y dejar sin efecto
las medidas cautelares que haya dictado, así como las medidas cautelares
dictadas por una autoridad judicial, incluso cuando se trate de decisiones
judiciales firmes. Esta decisión podrá ser adoptada por el tribunal arbitral,
ya sea a iniciativa de alguna de las partes o, en circunstancias excepcionales,
por iniciativa propia, previa notificación a ellas.
7. El tribunal arbitral podrá exigir a cualquiera de las partes que dé a conocer,
sin demora, todo cambio importante que se produzca en las circunstancias
que motivaron que la medida se solicitara o dictara.
8. El solicitante de una medida cautelar será responsable de los costos y de los
daños y perjuicios que dicha medida ocasione a alguna de las partes,
siempre que el tribunal arbitral determine ulteriormente que, en las
circunstancias del caso, no debería haberse otorgado la medida. En ese caso,
el tribunal arbitral podrá condenar al solicitante, en cualquier momento de
las actuaciones, al pago de los costos y de los daños y perjuicios.

32
9. En el arbitraje internacional, las partes durante el transcurso de las
actuaciones pueden también solicitar a la autoridad judicial competente,
previa autorización del tribunal arbitral, la adopción de las medidas
cautelares que estimen convenientes.

I) EJECUCIÓN DE MEDIDAS CAUTELARES DICTADAS POR EL


TRIBUNAL ARBITRAL.
(Artículo 48 incisos del 1 al 4 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje)
1. El tribunal arbitral está facultado para ejecutar, a pedido de parte, sus
medidas cautelares, salvo que, a su sola discreción, considere necesario o
conveniente requerir la asistencia de la fuerza pública.
2. En los casos de incumplimiento de la medida cautelar o cuando se requiera
de ejecución judicial, la parte interesada recurrirá a la autoridad judicial
competente, quien por el solo mérito de las copias del documento que
acredite la existencia del arbitraje y de la decisión cautelar, procederá a
ejecutar la medida sin admitir recursos ni oposición alguna.
3. La autoridad judicial no tiene competencia para interpretar el contenido ni
los alcances de la medida cautelar. Cualquier solicitud de aclaración o
precisión sobre los mismos o sobre la ejecución cautelar, será solicitada por
la autoridad judicial o por las partes al tribunal arbitral. Ejecutada la medida,
la autoridad judicial informará al tribunal arbitral y remitirá copia certificada
de los actuados.
4. Toda medida cautelar ordenada por un tribunal arbitral cuyo lugar se halle
fuera del territorio peruano podrá ser reconocida y ejecutada en el territorio
nacional, siendo de aplicación lo dispuesto en los artículos 75º, 76º y 77º,
con las siguientes particularidades:
a) Se podrá denegar la solicitud de reconocimiento, sólo por las causales a,
b, c y d del numeral 2 del artículo 75º o cuando no se dé cumplimiento a
lo dispuesto en el inciso d. de este numeral.
b) La parte que pida el reconocimiento de la medida cautelar deberá
presentar el original o copia de la decisión del tribunal arbitral, debiendo
observar lo previsto en el artículo 9º.

33
c) Los plazos dispuestos en los numerales 2 y 3 del artículo 76º serán de
diez (10) días.
d) La autoridad judicial podrá exigir a la parte solicitante que preste una
garantía adecuada, cuando el tribunal arbitral no se haya pronunciado
aún sobre tal garantía o cuando esa garantía sea necesaria para proteger
los derechos de terceros. Si no se da cumplimiento, la autoridad judicial
podrá rechazar la solicitud de reconocimiento.
e) La autoridad judicial que conoce de la ejecución de la medida cautelar
podrá rechazar la solicitud, cuando la medida cautelar sea incompatible
con sus facultades, a menos que decida reformular la medida para
ajustarla a sus propias facultades y procedimientos a efectos de poderla
ejecutar, sin modificar su contenido ni desnaturalizarla.

J) RECONSIDERACIÓN
(Artículo 49 incisos 1 y 2 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje)
1. Las decisiones del tribunal arbitral, distintas al laudo, pueden ser
reconsideradas a iniciativa de una de las partes o del tribunal arbitral, por
razones debidamente motivadas, dentro del plazo establecido por las partes,
por el reglamento arbitral aplicable o por el tribunal arbitral. A falta de
determinación del plazo, la reconsideración debe presentarse dentro de los
tres (3) días siguientes de notificada la decisión.
2. Salvo acuerdo en contrario, esta reconsideración no suspende la ejecución de
la decisión.
K) TRANSACCIÓN.
(Artículo 50 incisos 1 y 2 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje)
1. Si durante las actuaciones arbitrales las partes llegan a un acuerdo que
resuelva la controversia en forma total o parcial, el tribunal arbitral dará por
terminadas las actuaciones con respecto a los extremos acordados y, si
ambas partes lo solicitan y el tribunal arbitral no aprecia motivo para
oponerse, hará constar ese acuerdo en forma de laudo en los términos
convenidos por las partes sin necesidad de motivación, teniendo dicho laudo
la misma eficacia que cualquier otro laudo dictado sobre el fondo de la
controversia.

34
2. Las actuaciones continuarán respecto de los extremos de la controversia que
no hayan sido objeto de acuerdo.

L) CONFIDENCIALIDAD.
(Artículo 51 incisos del 1 al 3 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje)
1. Salvo pacto en contrario, el tribunal arbitral, el secretario, la institución
arbitral y, en su caso, los testigos, peritos y cualquier otro que intervenga en
las actuaciones arbitrales, están obligados a guardar confidencialidad sobre
el curso de las mismas, incluido el laudo, así como sobre cualquier
información que conozcan a través de dichas actuaciones, bajo
responsabilidad.
2. Este deber de confidencialidad también alcanza a las partes, sus
representantes y asesores legales, salvo cuando por exigencia legal sea
necesario hacer público las actuaciones o, en su caso, el laudo para proteger
o hacer cumplir un derecho o para interponer el recurso de anulación o
ejecutar el laudo en sede judicial.
3. En todos los arbitrajes regidos por este Decreto Legislativo en los que
interviene el Estado peruano como parte, las actuaciones arbitrales estarán
sujetas a confidencialidad y el laudo será público, una vez terminadas las
actuaciones.

2.9. EL LAUDO ARBITRAL


El objetivo de un proceso arbitral es resolver una controversia sometida por las partes a
la decisión de un tribunal arbitral. Dicha decisión se plasma en lo que se denomina
laudo arbitral, razón por la cual entender los alcances del mismo resulta fundamental.
En ese sentido, a través del presente ensayo, vamos a analizar el concepto de laudo
arbitral, así como la forma que éste debe revestir.

El artículo 54 del Decreto Legislativo n.º 1071

“Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral decidirá la controversia en


un solo laudo o en tantos laudos parciales como estime necesarios. Es la vigente Ley de
Arbitraje la que regula de manera expresa la posibilidad de que en un proceso arbitral
exista más de un laudo”.

35
El laudo arbitral, no sólo es la parte central de todo el proceso, sino también su parte
más emblemática, porque es aquélla que resume no sólo todo lo actuado en el proceso,
sino también es la meta, el objetivo al que esperan llegar tanto las partes como los
árbitros a efectos de poner fin al proceso. Asimismo, cabe señalar que el laudo arbitral
no es, de ninguna manera, una acción mecánica que realice el tribunal arbitral.

El laudo implica una actividad de razonamiento lógico-jurídico (en el caso de un


arbitraje de conciencia, se podrá prescindir del aspecto jurídico) sobre todo lo actuado,
con el objeto de que el resultado se plasme en una resolución denominada laudo arbitral.

El laudo arbitral puede ser definido como una decisión definitiva por parte de los
árbitros respecto de todo o parte de la disputa sometida a su conocimiento, sea que se
refiera al fondo de la controversia, a la competencia de los árbitros o a temas de
procedimientos, siempre y cuando esa decisión sea, como ya se indicó, definitiva.
[CITATION Ell \l 3082 ]

El laudo constituye el acto con el que concluye la intervención de los árbitros. Su


emisión implica dejar agotado su cometido y su jurisdicción, lo que determina otra
diferencia importante entre las atribuciones de árbitros y jueces. Como se ha dicho, los
jueces estatales están revestidos de una jurisdicción que, por provenir de la organización
misma del Estado, tiene carácter permanente y genérica, si bien acotada por las
limitaciones derivadas de su competencia territorial y funcional y no se agota con el
dictado de la sentencia definitiva. El juez conserva su potestad para ejecutarla y aun
para ejercer facultades condenatorias o correctivas, con el límite que impone, por
razones de seguridad jurídica, el principio de la cosa juzgada. Los árbitros, por el
contrario, tienen jurisdicción nacida de fuente convencional y por lo tanto limitada al
caso. Son las mismas partes, en virtud de que el Estado lo admite con carácter general,
quienes crean la instancia y otorgan a los árbitros el carácter de jueces. Y al hacerlo,
tienen un objetivo primordial: encomendarles la resolución de un caso concreto. Se
deriva de ello, que, una vez producido el resultado previsto, desaparecen sus facultades.
[ CITATION Cai98 \l 3082 ]

En principio las partes fijan el plazo para laudar salvo ello, el laudo debe pronunciarse
dentro de los 20 días hábiles siguientes de vencida la etapa de prueba, pudiendo
extenderse por 15 días adicionales; hay supuestos en que si en laudo no se emite dentro
de ese plazo el convenio arbitral se extingue y en consecuencia el laudo que se emita

36
con posterioridad podrá ser declarado nulo siempre y cuando sea impugnado en tiempo
hábil.

Ahora bien, el Laudo arbitral de un proceso arbitral de Derecho debe contener


necesariamente conforme lo dispone el art. 50 de LGA:

1.- Lugar y fecha de expedición

2.- Nombre de las partes y de los árbitros

3.- la cuestión sometida a arbitraje y una sumaria referencia de las alegaciones y


conclusiones de las partes

4.- Valoración de las pruebas en que se sustente la decisión

5.- Fundamentos de hecho y de derecho para admitir o rechazar las respectivas


pretensiones y defensas; y

6.- La decisión.

En el caso del laudo de conciencia necesariamente debe contener los incisos 1,2,3 y 6
del art. 50 anteriormente referido

El Laudo debe contener además lo referido a los gastos del arbitraje que comprenden las
retribuciones de los árbitros y de los abogados de las partes; del secretario que se
hubiere nombrado si éste no fuese árbitro; los gastos de protocolización del laudo y, en
su caso de la retribución de la institución arbitral.

El plazo para notificar el laudo a las partes es de 05 días de emitido; dentro de los 05
días solicitud de los árbitros pueden corregir…. éstos pueden corregir errores
materiales, numéricos, de cálculo, tipográfico y de similar naturaleza y dentro de dicho
plazo también podrá integrarse el laudo en caso que no se hubiera resuelto algún punto
materia de controversia. Dentro de ese mismo plazo cualquiera de las partes puede
solicitar a los árbitros la aclaración del laudo. Dicha aclaración forma parte del laudo.

El laudo arbitral consentido o ejecutoriado tiene valor equivalente al de una sentencia y


es eficaz y de obligatorio cumplimiento desde su notificación a las partes, reza el art. 83
de LGA. “Si lo ordenado en el laudo no se cumple por la parte o partes a quienes
corresponda hacerlo, el interesado podrá solicitar su ejecución forzada ante el Juez
Especializado en lo Civil del lugar sede del arbitraje en que corresponda en la fecha de

37
solicitud, cuando no hubiera podido ser ejecutada por los propios árbitros o por la
institución organizadora en rebeldía del obligado”.

El Laudo se ejecutará como una sentencia, sin admitir otra oposición que la que se
fundamenta acreditando documentalmente la interposición y pendencia de la apelación
ante una segunda instancia arbitral o de la apelación o anulación ante el Poder Judicial,
en cuyo caso el Juez suspenderá la ejecución (art. 84 LGA). La ley ordena al Juez que
de plano y bajo responsabilidad rechace y declare improcedente cualquier otra
oposición basada en razones distintas al cumplimiento.

En ese mismo sentido el art. 86 de LGA prohíbe expresamente al Juez ejecutor, bajo
responsabilidad, admitir apelaciones o articulaciones que entorpezcan la ejecución del
laudo, siendo nula la resolución respectiva.

Finalmente, la Ley General de Arbitraje autoriza al Juez a ordenar la publicación en los


diarios y/o revistas de un aviso en donde se haga mención de haberse tenido que recurrir
a la instancia judicial para obtener la ejecución de laudo. Obviamente los costos de esta
publicación es de la parte que lo solicita.

En cuanto a la conservación del expediente arbitral el art. 57 de la LGA establece que, si


el laudo es protocolizado, el expediente lo custodia el notario público que sólo puede
expedir testimonio o copia simple de la escritura de protocolización del laudo. En los
demás casos la custodia corresponde al presidente del Tribunal Arbitral; o la institución
encargada de la organización del arbitraje o por el árbitro único, en su caso.

Ahora bien, ¿qué sucede si no se cumple con lo ordenado en el laudo arbitral? ¿A quién
corresponde su ejecución? Estas preguntas nos ingresan a otro tema espinoso en el
arbitraje, cual es el referido a si debe siempre acudirse al Poder Judicial o si es posible
que los árbitros ejecuten directamente sus fallos.

»La ejecución de un laudo arbitral, ante el incumplimiento de una de las partes, es una
actividad inexpropiable de la autoridad judicial, precisamente porque los árbitros llegan
hasta donde alcanza la voluntad de las partes; más allá afirma que, escapa a su
competencia y sólo el juez puede forzar a alguien, si fuera necesario en forma coactiva,
a cumplir lo establecido en la sentencia»[ CITATION Cre \l 3082 ]

¿Es conveniente que los árbitros ejecuten sus fallos o, lo que es lo mismo, que ejerciten
la facultad de executivo tradicionalmente asignada a los jueces? Algunas personas

38
afirman que los árbitros deberían gozar de las más amplias facultades para ejecutar sus
fallos, recurriendo, inclusive, al apoyo de la fuerza pública.

Este punto de vista, que parecería a primera vista razonable, en el fondo creemos que es
inviable y hasta peligroso. Solo imaginemos la posibilidad de que cualquier persona,
premunida de un simple documento en el que supuestamente se le nombra como árbitro,
proceda a solicitar el apoyo de la fuerza pública para realizar un embargo en forma de
extracción, para rematar un bien, o para inscribir algún título en los registros públicos.

En cambio, otros, como por ejemplo Lohmann, que es posible que en algunos casos las
partes puedan otorgar a los árbitros ciertas facultades para ejecutar un laudo arbitral.
Nos atrevemos a mencionar, como ejemplo, aquellos casos en los que en el convenio
arbitral o por acuerdo posterior, se prevea la entrega de cartas fianzas para que, en caso
de incumplimiento, los árbitros o la institución arbitral las ejecuten en favor de la parte
vencedora, o cuando las partes, de conformidad con el artículo 1069° del Código Civil,
autoricen a los árbitros la venta extrajudicial de los bienes prendados, otorgándoles para
estos efectos suficientes poderes.

En consecuencia, en todos los casos en que el convenio arbitral o el reglamento del


Centro de Arbitraje al que se hayan sometido las partes no prevea algún mecanismo
privado de ejecución del laudo, o éste no puede ejecutarse sin el ejercicio del ius
imperium, habrá que acudir al Poder Judicial para que aplique su monopolio coercitivo.
En caso sea necesario recurrir al apoyo del Poder Judicial, serán de aplicación los
artículos 83° al86° de la LGA y 713° al 718° del Código Procesal Civil, 14 estos
últimos en todo lo que no contravengan a la LGA. De conformidad con el artículo 83°
de la LGA, será competente para conocer de la ejecución forzosa, el juez especializado
en lo civil del lugar de la sede del arbitraje, que corresponda en la fecha de la solicitud.

Por su parte, el artículo 85" de la LGA hace muy bien al determinar de manera precisa
cuáles son los anexos que la parte interesada deberá adjuntar al momento de solicitar la
ejecución de un laudo arbitral, evitando de esa manera posibles intentos por obstruir la
ejecución. Para estos efectos, habrá que presentar copia del convenio y del laudo
arbitral. Además, si ha existido segunda instancia arbitral, habrá que adjuntar copia del
laudo respectivo. En caso se hubiere interpuesto recurso de apelación o de anulación
ante el Poder Judicial, corresponderá acompañar a la solicitud una copia del fallo
judicial correspondiente.

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Caso práctico: Tengo que solicitar la ejecución de un laudo arbitral ¿qué cantidad será
por la que se despache ejecución?

PLANTEAMIENTO

Se dicta laudo arbitral por el que:

1º Se condena a las arrendatarias por impago de rentas y dada la imposibilidad de


enervar la acción de desahucio a que ponga a disposición del demandante la posesión
del inmueble arrendado, dejándolo libre, vacuo y expedito en un plazo de 20 días,

2.º Se les condena a abonar a la arrendadora la suma de 3 777,42 euros por rentas
vencidas,

3º Así como al pago de las costas que ascienden a 141,74 euros (honorarios de gestión y
administración de la administradora del arbitraje 60 euros, honorarios del árbitro 30
euros y gastos de notificaciones 51,74 euros).

¿Cuáles son las cantidades por las que se puede solicitar que se despache
ejecución? ¿Qué documentos debo acompañar a la demanda?

¿Qué medidas ejecutivas debo solicitar?

RESPUESTA

La cantidad por la que se solicitará la ejecución será por un principal de 3 919,16 soles
(3 777,42 soles de rentas impagadas y 141,74 soles de costas del arbitraje), más un 5 %
de esta cantidad para cubrir las costas procesales y los intereses de la ejecución (art.
575.1 bis LEC).

Es conveniente acreditar el abono de las cantidades señaladas en concepto de costas


para que no se plantee problema alguno sobre la legitimación.

Debe acompañarse, además de los documentos procesales (apoderamiento o


representación), el contrato de arrendamiento donde conste la cláusula arbitral, el laudo
arbitral y el justificante de notificación del laudo a la parte demandada o del intento de
notificación.

Transcurridos 20 días desde la notificación puede presentarse la demanda ejecutiva.

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Este plazo coincide con el concedido para el desalojo de la vivienda y, como el
inmueble arrendado es vivienda habitual del ejecutado, se puede solicitar que se ordene
al ejecutado y, a las personas que de él dependan, que entreguen la vivienda
otorgándoles un plazo de un mes para que la desaloje, con expresa indicación de fecha y
hora, para la ejecución forzosa (artículo 704.1 LPC).

Puede solicitarse que, sin necesidad de requerimiento personal, se proceda al embargo


de bienes del deudor en cantidad suficiente para cubrir las cantidades expresadas o, en
caso de no conocer bienes del deudor, que se proceda a la correspondiente investigación
judicial de su patrimonio.

BASE JURÍDICA

Art. 575.1 bis, 550, 548 , 704.1 Ley de proceso Civil

2.10. TRIBUNAL ARBITRAL

Este es un órgano importante dentro del sistema de administración de justicia, siendo


referente a la garantía que debería existir de que el fallo que se emita pueda realmente
ser obedecido y los intereses que de él dependen lleguen a ser concluidos. Asegurando
el pronunciamiento del tribunal arbitral el cual emitirá un laudo, en declaración de un
derecho, para que este pueda ser cumplido por parte que perdió el litigio y ejercicio por
aquella que lo gana.

ACEPTACIÓN DE LOS ÁRBITROS


El tema de la aceptación de los árbitros se encuentra regulado por el artículo 27 de la
Ley de Arbitraje peruana, el cual establece lo siguiente:

Artículo 27.- «Aceptación de los árbitros

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1. Salvo acuerdo distinto de las partes, dentro de los quince (15) días siguientes a la
comunicación del nombramiento, cada árbitro deberá comunicar su aceptación por
escrito. Si en el plazo establecido no comunica la aceptación, se entenderá que no acepta
su nombramiento.

2. Una vez producida la aceptación del árbitro único o del último de los árbitros, el
tribunal arbitral se considerará válidamente constituido». En principio, debemos señalar
que ésta es una norma de carácter dispositivo, ya que la misma

Así, pues, pensamos que el plazo concedido en el inciso 1 de este numeral resulta
excesivo, y es que la mayoría de centros de arbitraje señala para tal efecto plazos mucho
menores, como por ejemplo la Cámara de Comercio de Lima, la cual establece en su
reglamento un plazo de cinco días.1 Una postura como esta desnaturaliza la brevedad de
plazos en los arbitrajes, lo cual trae como consecuencia la vulneración del principio de
celeridad, pues creemos que no es necesario contar con quince días para que el árbitro
pueda analizar y manifestar a las partes si desea o no conformar el tribunal arbitral para
el cual se le ha propuesto.

La segunda posición que podría sostenerse señala lo contrario, por cuanto cuando la ley
asimila las otras formalidades descritas para el caso del convenio arbitral, lo que está
haciendo es, simplemente, establecer supuestos de excepción, es decir, en estos casos
excepcionalmente se entenderá celebrado por escrito el convenio arbitral. Sin embargo,
cabe recordar que de acuerdo a lo establecido por la Constitución y el Código Civil3, las
normas que restringen derechos no pueden aplicarse por analogía; así, esta segunda
interpretación no podría aplicarse al caso peruano, quedando vigente la primera
interpretación.

al inciso 1 del artículo 27, es necesario señalar que, si el árbitro no comunica la


aceptación en el plazo establecido, se entenderá que no acepta su nombramiento.

Por su parte, el inciso 2 del artículo 27 de la Ley de Arbitraje señala que una vez
producida la aceptación del árbitro único o del último de los árbitros, el tribunal arbitral
se considerará válidamente constituido. Este precepto tiene por finalidad habilitar al
tribunal arbitral para poder tomar acciones en cuanto a la eventual solicitud de medidas
cautelares.

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Ahora bien, es necesario establecer que la constitución del tribunal arbitral no
coincidirá, necesariamente, con su instalación. La instalación del tribunal arbitral
supone el hecho de que se haya llevado a cabo la audiencia en la cual se establezcan
todas las reglas del proceso que se inicia, además de otras estipulaciones que
configurarán un contrato celebrado entre las partes y los árbitros. Es necesario, además,
señalar que el hecho de que se complete la constitución del tribunal arbitral, en los
términos establecidos por el artículo 27, inciso 2, no significa necesariamente que la
composición del tribunal arbitral esté firme.

III TRIBUNAL ARBITRAL

Artículo 10° Conformación del Tribunal Arbitral

1. El Tribunal Arbitral está compuesto por uno o tres árbitros, según el acuerdo de
las partes.
Si las partes no han acordado el número de árbitros, la controversia se resuelve
por tres árbitros, a menos que el Consejo decida que sea resuelta por un solo
árbitro, tomando en consideración la complejidad del caso, el monto en disputa y
cualquier otra circunstancia relevante. 3. Salvo estipulación en contrario de las
partes, el Tribunal Arbitral es constituido según lo previsto en el presente
artículo y los artículos 11, 12 y 13. 4. Con la aceptación del árbitro único o del
presidente o, en su caso, con su confirmación, el Tribunal Arbitral se considera
válidamente constituido.

Artículo 11° Procedimiento de designación

1. Si las partes han acordado que la controversia sea sometida a un árbitro único o,
si el Consejo decide que la controversia sea decidida por un árbitro único, dichas
partes deben ponerse de acuerdo en su designación dentro del plazo de diez días
luego de ser notificados por el Centro a tales efectos. A falta de acuerdo, el
nombramiento es efectuado por el Consejo.
2. Si las partes han acordado que la controversia sea resuelta por tres árbitros, cada
parte, en la Solicitud y en la Respuesta, respectivamente, designan un árbitro
para su posterior aceptación y, en su caso, confirmación. Si una parte no designa
al árbitro que le corresponde, el nombramiento es efectuado por el Consejo.

43
3. En los arbitrajes sometidos a tres árbitros, el tercer árbitro, quien actúa como
presidente del Tribunal Arbitral, es nombrado de común acuerdo por los árbitros
designados por las partes en el plazo de diez días que confiere el Centro luego de
comunicarles que no existe pendiente de resolver recusación alguna en su contra.
El Consejo nombra al tercer árbitro si no es nombrado por los árbitros en el
plazo conferido.
4. Todo árbitro que nombre el Consejo debe integrar el Registro de Árbitros del
Centro.
5. Los árbitros que no integren el Registro de Árbitros del Centro deben ser
confirmados por el Consejo.
6. En arbitrajes internacionales, el árbitro único o el presidente del Tribunal
Arbitral puede tener la misma nacionalidad de alguna de las partes, salvo
oposición de una de las partes o acuerdo distinto de todas.

Artículo 12° Nombramiento y confirmación por el Centro

1. Todo nombramiento que corresponda al Centro es efectuado por el Consejo.


2. El Consejo solo nombra como árbitros a los integrantes del Registro de
Árbitros del Centro.
3. El Consejo efectúa el nombramiento de árbitros siguiendo un procedimiento
de selección aleatoria entre los integrantes del mencionado Registro y, en la
medida de lo posible, de manera rotativa entre aquellos candidatos más idóneos
atendida la naturaleza y complejidad de la controversia, así como la especialidad
y aptitudes requeridas en cada caso.
4. Para confirmar un árbitro, el Consejo toma en consideración, entre otros
criterios, su disponibilidad y aptitud para conducir el arbitraje de conformidad
con los Reglamentos, los términos de su declaración de imparcialidad e
independencia, así como la especialidad y experiencia en la materia
controvertida en el caso que se trate, los requisitos exigidos por las partes y
cualquier otra circunstancia relevante. En los arbitrajes internacionales se toma
en cuenta, además, la nacionalidad o la residencia del árbitro y el conocimiento
del idioma o idiomas aplicables al arbitraje.
5. En consideración a que el cargo de árbitro involucra calificaciones propias de
una función de confianza y la apreciación de aptitudes no solo intelectuales en
relación con un conflicto singular y partes concretas, las decisiones del Consejo

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para confirmar o no a un árbitro en un caso específico son definitivas, no
requieren expresión de motivos y no condiciona para futuros arbitrajes.
6. En las designaciones realizadas por las partes, si el árbitro designado no
acepta el encargo, no responde dentro del plazo indicado por el Centro o no es
confirmado por el Consejo, el Centro otorga a la parte respectiva un plazo de
diez días para realizar una nueva designación. Si el segundo árbitro no acepta,
no responde o no es confirmado, el nombramiento es efectuado por el Consejo
por cuenta de dicha parte, salvo decisión distinta del Consejo.
Artículo 13° Nombramiento en caso de multiplicidad de partes

1. En los casos con multiplicidad de partes, el Tribunal Arbitral se constituye según lo


acordado por las partes.

2. Cuando, en un caso con multiplicidad de partes, estas no hayan convenido el método


para constituir el Tribunal Arbitral, el Centro fija un plazo de diez días para que el o los
demandantes designen conjuntamente a un árbitro y luego otro plazo de diez días para
que el o los demandados designen conjuntamente a un árbitro. Si cada parte o grupo(s)
de partes ha designado a un árbitro, se aplica el artículo 11inciso (3) para designar al
presidente del Tribunal Arbitral.

3. Cuando una parte adicional haya sido incorporada y la controversia haya de ser
sometida a la decisión de tres árbitros, la parte adicional puede, conjuntamente con el
demandante o con el demandado, designar un árbitro.

4. Si en un caso con multiplicidad de partes una de ellas o un grupo de ellas no designa


a un árbitro, el Centro nombra a todos los árbitros del Tribunal Arbitral, decidiendo cuál
de ellos ejerce su presidencia.

Artículo 14° Imparcialidad e independencia

1. Todo árbitro debe ser y permanecer imparcial e independiente respecto a las partes en
el arbitraje.

2. El árbitro, al aceptar la designación, suscribe una declaración de disponibilidad,


independencia e imparcialidad, en la cual debe dar a conocer por escrito al Centro
cualquier hecho o circunstancia que pueda dar lugar a dudas justificadas acerca de su
imparcialidad o independencia. El Centro comunica dicha información a las partes.

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3. El árbitro debe dar a conocer inmediatamente, tanto al Centro como a las partes y a
los demás árbitros, cualquier otro hecho o circunstancia similar que surja durante el
arbitraje.

4. En cualquier momento del arbitraje, las partes y el Centro pueden pedir a los 19
árbitros la aclaración de su relación con alguna de las otras partes, con sus abogados o
con los co-árbitros.

5. El árbitro, al aceptar la designación, se compromete a desempeñar el cargo hasta su


término de conformidad con los Reglamentos, especialmente con las Reglas de Ética.

Artículo 15° Recusación

1. Un árbitro puede ser recusado si existen circunstancias que den lugar a dudas
justificadas respecto a su imparcialidad o independencia, o por no cumplir con las
calificaciones legales o convencionales requeridas.

2. Una parte puede recusar al árbitro que haya designado solo por causas de las que
haya tomado conocimiento después de la designación.

3. Si una parte desea recusar a un árbitro, presenta la recusación a la Secretaría dentro


de los diez días siguientes a la notificación de la aceptación del árbitro o, en su caso, a la
notificación de la confirmación del árbitro o dentro de los diez días siguientes a la fecha
en que hubiera conocido o hubiera razonablemente debido conocer las circunstancias
que sirven de base a la recusación.

4. La Secretaría otorga al árbitro recusado, a la otra parte y, si es el caso, a los demás


miembros del Tribunal Arbitral un plazo de diez días para presentar sus comentarios por
escrito.

5. El Consejo decide sobre la recusación luego de presentados los comentarios o de


vencido el plazo para hacerlo sin que estos hayan sido presentados.

6. Si el árbitro renuncia o las partes llegan a un acuerdo sobre su remoción no es


necesario el pronunciamiento del Consejo.

7. Salvo disposición en contrario del Consejo, la recusación no suspende el trámite del


proceso y este continúa pudiendo el árbitro recusado participar en las actuaciones
arbitrales mientras se encuentra pendiente de resolver su recusación.

46
8. La decisión del Consejo que decide sobre la recusación es motivada y definitiva.

Artículo 16° Remoción

1. Un árbitro es removido de sus funciones si:

a) Se encuentra afectado por una enfermedad grave o por incapacidad sobreviniente


para ejercer sus funciones o no participa en el arbitraje por cualquier otro motivo.

b) Su recusación es aceptada por el Consejo.

c) Su renuncia es considerada justificada por el Consejo.

d) Existe acuerdo de las partes.

2. El Consejo puede, asimismo, a iniciativa propia, remover a un árbitro cuando:

a) Manifiestamente existen dudas justificadas sobre su imparcialidad o independencia.

b) Contraviene las disposiciones del Reglamento.

c) No conduce el arbitraje con diligencia y eficiencia razonables.

3. El Consejo remueve a un árbitro luego de recibir los comentarios de las partes, el


árbitro en cuestión y los demás árbitros. La decisión del Consejo es motivada y
definitiva.

4. En cualquier caso de remoción de un árbitro, el Consejo decide si le corresponden


honorarios, y en qué monto, por su actuación en el arbitraje.

Artículo 17° Reemplazo

1. Si un árbitro es removido, para su reemplazo se sigue el procedimiento original de


designación o nombramiento a menos que el Consejo decida uno diferente.

2. Una vez reconstituido, el Tribunal Arbitral, luego de escuchar a las partes, decide si
se reanuda el arbitraje en el estado en que se encontraba al momento de la remoción del
árbitro o si es necesario que se repitan algunas de las actuaciones anteriores.

3. Luego del cierre de las actuaciones, cuando se trate de tres árbitros, en lugar de
reemplazar a un árbitro que ha fallecido o ha sido removido según lo dispuesto en el
artículo 16, el Consejo, a solicitud de parte o de los árbitros y luego de escucharlos,
puede decidir que los árbitros restantes continúen con el arbitraje.

47
III. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

ARBITRAJE, L. D. (28 DE JUNIO 2008). DECRETO LEGISLATIVO QUE NORMA EL ARBITRAJE.


PERU. Obtenido de https://www.cal.org.pe/v1/wp-
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Caivano, R. J. (abril de 1998). Negociación Conciliación y Arbitraje. . Obtenido de Negociación
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